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ANALISIS

Al momento de realizar nuestra respectiva investigación, descubrimos que el primer


sistema de grupos sanguíneos fue descrito al inicio del siglo XX por Karl Landsteiner. Él
observó que los eritrocitos de algunos individuos se aglutinaban cuando se mezclaban con
el suero de otros, pero no con el propio. Mediante el uso de esta técnica de aglutinación,
Landsteiner clasificó los eritrocitos individuales en cuatro tipos: A, B, AB y O, de los
cuales haremos mucho énfasis en este informe.

En humanos, se conocen actualmente 19 sistemas de grupos sanguíneos, que suman más de


200 antígenos. Sin embargo, dos de ellos el sistema ABO y el sistema Rh, del cual
hablaremos un poco más delante, por ahora basta decir que son los de mayor importancia
clínica desde el punto de vista transfusional, en trasplantes y en otros procesos patológicos.

SISTEMA ABO

El sistema ABO se caracteriza por su ubicuidad, puesto que los antígenos están presentes
en alta densidad sobre la superficie de los eritrocitos y células epiteliales y también se
reconocen en numerosas secreciones como la saliva, leche, y mucosa gástrica, entre otras.
Los antígenos del sistema ABO se caracterizan también porque en un individuo existe la
presencia natural de anticuerpos IgM contra el producto de el o los alelos que él no posee.
La formación de estos anticuerpos se explica en parte, por la ubicuidad de este tipo de
oligosacáridos, ya que también se encuentran antígenos muy similares en la pared de
numerosas bacterias, algunas de las cuales se localizan en la flora normal del intestino. Por
otra parte, también se postula que se formarían como consecuencia del paso de eritrocitos
maternos a la circulación fetal en el momento del parto.

El conocimiento de la estructura química de los antígenos ABO se facilitó enormemente


por el hecho que los determinantes antigénicos corresponden a oligosacáridos, que pueden
ser preparados mediante síntesis química. Por lo tanto, fue posible utilizarlos en estudios de
inhibición de la aglutinación de eritrocitos por haptenos.

Los grupos sanguíneos ABO se determinan por los genes alélicos A, B y O, los cuales
podemos observar en la siguiente tabla.
Los grupos A y B, se pueden dividir en subgrupos. Se han descrito muchos subgrupos de A,
pero la mayor parte es infrecuente. Los más importantes son A1 y A2. Las diferencias entre
estos subtipos de grupo A parecen ser cuantitativas, es decir, en cuanto al número de sitios
antigénicos por superficie de eritrocito. La sangre AB también se puede subdividir en los
tipos A1B y A2B. Aunque con menor frecuencia, también pueden detectarse los subgrupos
del grupo B. Los subgrupos de B, como aquellos del grupo A, demuestran un continuo en el
número de sitios antigénicos por eritrocito.

Los determinantes antigénicos de los sistemas H y ABO son moléculas de carbohidrato


cuya especificidad reside en los azúcares terminales de un oligosacárido. El control
genético ocurre a través de la producción de enzimas transferasas que conjugan los
azúcares terminales a un carbohidrato de estructura principal.

Los sistemas H y ABO tienen sitios génicos separados y son independientes uno del otro
como podemos observar en la siguiente figura.

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