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paulo freire pedagogia de la indignacién | | | cartas pedagégicas enun mundo revuelto ese Denuncia, anuncio, profecta, utopia y suefio (e0:Senat l h Es imposible que pensemos en el mafiana, mds préximo.o més remote, sin que nos encontremos en in proceso permanente de “emersin” del hos, "mejados” pporel tempo en que visimos, tocadlos por sus desaics, Inctados por sus problemas, inseguros ante la ingens tez que anuncia desastres, posetdos por una just rabia ante ls profundasinjustcia que expresan, en niveles {que causan asombro, a eapacidad humana de trans- sredir la ética, O también alentados por las manifes- taciones de amor gratuito la vida, que forealecen en nosotros la necesria pero a veces debilitada esperanza. amisma éica del mercado, bajo cava imperio vsimos ‘de forma tan dramdticaen ex fin de siglo, sen si una ‘de las ultrajantesransgresiones de a ética universal del ser humano. Perveria por su misma naturalera ninggin cesfuerzo drigido a disminuir o amenizar su maldad la aleanza. No admite mejorias i amainara si fialdad 0 su indiferencia hacia Tos legitimos intereses humanos de los desvalidos~l interés de se, de vive dignamence de amar, de estudiar, de leer el mundo y la pala, de superar el miedo, de erees de descansar, de sofan, de hnacer cos, de preguntar de escoger, de decir noe la hhora just, con lt mira puesta en un permanente sia la ida ya no serfa tna din dal mead, Una ética del Iucro a euyos intereses debemos someternos mujeres hombres, de formas conteadictoiamente diferentes: ‘st Pena dla eck los cosy dominantes, disfrutar; los pobresysome- tidos, sutiendo. ensar en el matiana es hacer profectas, pero el pro feta no es un vijo de luenga barba blaneay ojo atentos yivaces, basin en mano, poco preocupado por sus ro- as, que pronuncia palabras alucinadas. Por el contra: Fio, profeta es aquel que ~basindlose en lo que vive, en To que ve, en lo que escucha, en lo que percibe, en lo ‘que entiende arate del ejercicio de su criosida epi temoldgiea,atento a ls sefales que intenta compres ‘de, apoyadto en la lectura del mundo y de ls palabras, antiguas y nuevas, a partir de cuinto y cémo se expo ne, convertido asi, cada ver mas, en una presencia eel ‘mundo, ala altura de su dempo- habla casi advinando, en realidad intuyendo, lo que puede ocurrir en esta 0 aquella dimension de la experiencia histéricosocial Por otra pare, caanto masse aeleran las avances tec. nolégicos y cuanto mejorla ciencia exlarece as razones de nuestros viejo einsondables misterios, anto menor esa seccin histérica objeto del pensamiento proftico, No creo en la posibildad de un Nostradamus actual. La exigencia fundamental que debe atender el pen samiento proféico es aquella la que hice referencia al comienzo de esas rellesiones constituiee en la inti: ‘dad del hoy, a parte del cual intentaejercers, 'Y de ese hoy forma parte la mayor © menor intense dad con que vienen dandote los avancestecnoligicos y cl descubrimiento cientifico del mundo, Tambien for 1a parte del pensamiento pofétic la comprensién de Tananutalera humana que tenga el sujeto que profetiza, ‘A mi entender, pensar segtin los datos concretot de a realidad vivid el pensamientoprofético, que tam bin es utépico, conleva Is donuncia de c6mo estarvon viviendo ¥ el anuncio de cémo podriamos vivir Por eso rismo, es un pensamiento esperanzador. En este ser wns, sur po, oy at 165 Lido, segin entendo, el pensamiento proftico no silo habla de lo que puede ocurir, sino que al dece <6mo cst slendo la realidad -al dowunciala antencia un ‘mundo mejor. Para mi, uni de Iss bondades del ana clo profétieo es que no snncia lo que necesariamente ‘a2 ocurtir sino lo que puede o no ocurtit. El saya no es un anuncto faaista ni determinsta. En la profecta real el fusuro no es inexorable, es problemético, Exe ten distintas posbilidades de futuro. Insisto en que no es posible el anunciosin denuncia, ni ambos sn el ensa- yo de una cierta postura sobre lo que «#0 ua send el ser humano, Considero importante que este ensayo se construya en tomo @ una ontologia Socal hisérca Una ontologia que, aceptando o postulando la nate raleza humana como necesaria ¢ inestable, no la en tiende como un a priori de la Historia. La naturalera ‘humana te consttuye sociale histricamente En realidad, al dscurso profético no puede flare la dimension de denuncia, pues quedariareducido al die. curso dela gtana o del cartomande Al hacer implcta el anilsserftco del presente y dennciar las tansgresio nes de los valores humanos, el dseurso profético ann: da lo que puede ocuri, tanto lo que puede ocurrit ‘se rectfcan las politcas denunciadas como lo que puede saceder si, por el contrario, se mantienen, En contra de cualquier tipo de fatlismo, el discus so protético insise en el derecho de todo ser humane de comparecer ante la Historia no sélo como si abe to, sino también como sujto. Elser humano es, por naturaleza un ser que interviene en el mundo, ef la medida en que hace la Historia. Por eso mismo, debe dejar en ella sa huelle de sujetoy no simples pisadas «de mero objeto. Inacabado, como todo ser vivo -lainconclsén es parte de ia experiencia ia, el ser humano, a pesar de = 1a retonga oe ndgren ‘odo, ¢s capar de reconocerse como tal, La conciencia del inacabamiento lo sumerge en un movimiento per rmanente de bisqueda que s© acopla, necesaiamence, su capacidad de intervenir en el mundo, mero saprd, para los otros animales, élo el serinacabado, pera que Tega a saberse inacabado, hace Ia historia en la que so cialmence se hace ysehace. Sin embargo, el ser inaca ‘ado que no se reconoce como tl, que apenas entraen contacto con su soporte, tene historia pero nola hace. Una de las diferencis Fundamentals entre el ser aque interiene en el mundo y el que apenas se mice sobre su soporte es que, mientras el segundo se adapta ‘© se acomoda a soporte, para el primero la adaplarn representa solo un momento en el proceso de su bit. ‘queda permanente de inumén en el mundo, Adaptine ‘dose 2 la realidad objetiva, el ser humane se prepara para uansformarla Lo que importa es que exta "voce in” para el cambio, para la intervencion en el mun ddo,caracteriza al ser humano como pret del mismo, modo que st intervencién en el mundo involuera wna curosdad siempre dispuesta a alcanzar, perfeccionén- dose, la razén de ser de las cosas. Esta voeacién para Ia intervencin exige un cierto saber del contexto con el que se rlasiona el ser al relacionarse com los tas seres humanos yal cual no solamente cantata, oma hhacen otros animales con su soporte. También exige ‘objedvos, como una determinada manera deincervenit ‘ode actuar que supone otra prices: Ia de evaluar la Seria ura contradiceién que, inconcluso y conscien- te de la inconclusin, el ser humana, histérieo, no se comvttiera en un ser que busca. Ahi radican, por una parte, su educabilidad y; por owa, la esperanza como ‘estado del esprit que ees natural. Toda bisqueda ge- nerala esperanza de encontrar y nadie mantiene la es. cari sro pct ey sto 187 peranza por obligacin. También por so, la edueacién 5 permanente. Como el relato no ocurte en el vacio, fino en tin dempocspacio o en tn lempo que implica espacio y en un espacio temporalizad, ka educacién, si bien et wn fenémeno humano universal, aria de un Ldempo-espacioa ou. La educacin tene historicidad. [Lo que se hizo en la Grecia antigua no es exactamente J mismo que se hizo en la Roma también antigua. Asi, tampoco podria haberse repetido en el medioevo ew opco lo que se hizo con la am heroica en la antigua Grecia, Del mismo modo, también en la posmoderni- dad, mareada a cada instante por los avances tecnl6- sicos, se hacen necesarias,incspensables y urgentes ‘nuevas propuestas pedagégicas. En la era de la compu tacién ne podemos seguir parsdor, pegudos al discursa verbalista, sonoro, que realiza el peril del objeto para {que sea aprendido por el alumno sin que este haya sido ‘prehendito por él. Una de las cosas mas signiicatias ‘dela que las mujeres y los hombres nos hemos suelo ‘apace lo largo de Ia extens historia que, hecha por osotos, amu vex nos hace y rehace, es muestra pos bilidad de reinventar el mundo y no s6lo de repetisio 0 reproducirlo, El homnero hace et mismo nida con la ‘misma perfeccién de siempre, Sa “ingeniosidad” para znacerelnidose encuentra en Inespeciey no en el ind viduo hornero, este © aquel, més 0 menos enamorado {desu pareja, Entre nosotros, mujeres y hombres, es de {erente. El punto de decsin de lo que hacemos se ha deaplazado dela especie alos individuos y nosotros, los Individuos, estamoslendo lo que heredamos genética yyculturalmente. Nos convertimos en serescondicion- ‘dos y no determinados. ¥precisamente porque somos ‘a educativa que ls inhiba, En este sentido, el Kel de 1a opcién politica conservadora ela préctica educat- va que, "entrenando” todo lo posible la curiosidad del ‘educando en el dominio técnico,simplifica al maximo ssi conciencia en lo atinente as forma de estar siendo 182 Peapod rors cen la polis eficaciatéenicae ineficaciaciudadana, am bas al servicio de la minoria dominante, La istoria como determinacién (el futuro como un dato inexorable) versus la historia come posited (el tuturo problematizado) Para nosotros, mujeres y hombres, estar en ef mundo, ‘significa estar con él y con los otros, actuando, hablan: do, pensando, reflesionando, mediando, buscando, comprniends, comunicando lo comprendid,sotando y aludiendo siempre a un main, comparando, valo- rando, decidiendo, eansgrediendo principios, encar- nindolos, emprendiendo nuevos ciminos, optando, ‘reyendo o cerrindonos alas creenctas. Lo que no es Doble es estar en el mundo, con el mundo y con ls ‘otros, sumidos en una cert indiferencta a compren- ler por qué hacemos lo que hacemos, a favor de qué y de quién lo hacemos, contra qué y contra quién hace- ‘moslo que hacemes. Lo que no es posible es estar en el ‘mundo, con el mundo y con los ots sin vernos aecta- {dos por una cierta comprensin de nuestra propia pre- senciaen el mundo, Es deci sin una cesta inteligencia de la historia y de nuestro papel en ella ‘Ala luz de como venimos experimentindonos hoy bien marcades por una comprensién preponderat temente ingenua de la Historia Yde nuestros movimien- tosen ell, cuyo principio fundamental es el datinoo la suerte; 0 bien sometides ala ideologia no menos faa: liscaincrostada en el diseurso neoliberal, seri la cual ‘cambiar es siempre dificil cast imposible sel cambio bbenefci alos pobres, porque la realidad e asl tengo, la certera de que, desde una perspectva democritica Dunc rnd pose, ty to 168 yy coherente con la naturaleza humana, debemos em Peiiarnosintensamente en promover la concepeién de Ia historia como posed. En la historia como posi Dilidad no hay gar para un futuro inexorable. Por el ‘ontario, el futuro siempre es problemstico. Destaquemos ademés que la comprensién de la Hie toria como posed supone reconocer 0 constatar Ia Jimportanca dela conciencia en el proceso de conocer, de intervenieen el mundo, La histria como tlempo de posildad presupone la capacidad del ser humane de ‘observar, conocer, comparar, evalua, decidir, empren {er nuevos caminos, se responsable; presupone la ca pacidad de ser éxco,yde ransgredir la propia ética. No x posible educar para la democracia, para libertad, para i responsabilidad éticaen el marco de uaa con Cepeion determinista dela historia. Por otra parte, tampoco es posible educar para la de- mocracia ni experimentar la democracia sin el ejericio ‘rtico de reconocer el sentido real de las acciones, de lax propuestas, de los proyectos, sin indgnarnos por la Posiilidad comprobable de que se cumplaa ls prome- ss hechas sin pregunarse porla eal importancia de a ‘obra anunciada © prometida para la poblacin, tanto ‘en su totalidad como para algunos sectors sociales. ‘fin de cuentas, epara qué proyecto de cindad tra baja esta 0 aquella bad oSe tata de un proyecto mor Aerizador que exclue a ls sectores deavalidos de la poblacibn, en vez de inchirios? 2Es un proyecto que, fi bien probadamente necesario para Ia ciudad, no ‘constituye una prioridad urgente frente ala indigencia, ‘que padecen ciertas ‘reas sociales de la ciudad? Es el ‘aso, por ejemplo, dela construccién de un tinel para ‘onectar un barrio rico y embelleido con oo barrio lgualmente bonito ybien euidado, Pero qué hacer con las zonas periférias de la misma ciudad, carentes de ‘et Peapod waren cloacas, de agua, de plazas, de transporte, de escuela? Los parts progresistas no pueden quedarse calladgn Los partidos progresisas no pueden enmudecen re ‘nunciando a su obligacin de decir la palabra utspic, 4a palabra que denuncia yanunca, yno porque tengan luna rabiaireftenable contra los macidos et cana de ‘oro, sino porque la ucha contra las injusticias for, parte de su naturaleza El debate sobre cunts injusicia representa cesta “poll del hacer” es, por fuerza, tan ideoldgico como la prictica de hacer: Ningin funcionario publica ets libte de preferencias ideologies y poitcas ii se come porta como un angelito cuando prefiere constat un ‘nel que conecta un barrio rico dest ciudad con otro similar yne, por ejemplo, un parque asbolado yacoe. dor o una escuela en una zona perférica de la ciudad. Nome convencen los ans politicos que airman que <1 comportamiento politico de las clases populares 9 de los electres en general ha cambiar rechazan, di en, los blablablisideologicas yapoyan las polities del Inacer. En primer hgar, el ipo de andlisis ideol6gio y politico al que me referé antes debe continuar hacién- ‘dose. Por ejemplo, zacavo puede haber un discuso ms Meoldgico que el de un hombre psblico que, sin hes tar, declaré:"Hlago obras en las 2onas de la cudad que pagan impuests"? Como si las poblaciones dserimina das de la perifera no pagaran mpuestosy los poderes piiblicos debieran castigaras por ser pobresy fas. Mi tesitura es la siguiente: aunque se comprobara {que el comportamiento politico ha cambiado, la post. 11 poltco pedagégica de los partidos progresisas de- boeria insist en pensar a quién siren ms las obras de ‘quienes se publictan con lo que hacen. EI hecho de ha ‘eer no exime de hacer un ands eritco de lo que se hace, de por qué se haee, para quién,a favor de quién, Derr, snr pf, ly suo 168 por exit, etcétera, La cuestin fundamental en la prictica politica no es simplemente hacer eos, sino fen beneficio de que y de quién se hacen esas co, 10 ‘ual en cierto sentido implicaré en contra de quién se Inacen las cose, ‘Como no es posible separa la politica de la educa- cin -l acto politico es pedagogicoy el acto pedagogi- 0 es politico os partidos progresistas,interesados en descubrir verdad, tienen que ariexgarse, hasta de for sma quijotesca, a esclarecer que ningtin tinel,ningsin ‘nducto, ninguna alameda, ninguna plaza ve expliean por af solos o de forma auténowna. Como experiencia pedagogical acto poltco no puede reducirse a un ‘proceso utlitario, interesado, inmediatista. A veces es preferible perder las eleccones pero seguir siendo Fel aprincipis fundamentalesy coherentes con los sues proclamados [Lo que necesian hacer los partidos progresistas, en lugar de arcivar su trea utépica de discuir esperan- zadamente la razbn de ser de as cots, es aprender con el pucblo mismo la mejor manera de comunicarse con ‘2 e6mo comunicarle mejor la intrpretacn que hacen estin haciendo de su tiempo y de su espacio. Como edueador progressta, no puedo perderme en Aiscursos descontextualizados,agresivos,Inoperantes, sutornwion elisa ampoco adap a drat apreciaciones populares indlscuiblemente equivoca das como: “Roba pera hace”. Tampoca puedo pensar ‘gucel pueblo es ingrata porque no vot lo que a mi me parecia mejor apoyaroaplauidirsn cierto, tomndo- Jorcomo modelo de mi recfcaciin politicodeolgica, Respeto al pucblo en lo queelge, pero contin en mi Jucha contra lafalsiieacion de la verdad, ‘Considerar charlataneria inoperantee inquierdista al anilsisde a politica de hacer cosas -viaductos tineles, We ceo elnsarnn avenidas- y a ndagacion de a favor de qué y de quién, ‘contra qué y contra quién se hacen las cosas revise el ‘mismo zaricter ideoldgio del discurso neoliberal que, rnegandbo los sues ya utopia ydespolitizando la edi ‘acion, reduce la educacin a un mero entrenatiento ‘A mi entender, aunque hoy se pregone que la edi. caci6n ya no tiene nada que ver con lot sieos, sing {que se relaciona con el entrenamiento téenico de los educandos, la necesidad de inssir en Ios sue y en 4a utopia sigue vigente. Las mujeres y los hombres nos transformaremos asf en algo ms que simples aparatos ser entrenados o adiesuados; nos transformaremas en seres que eligen, que deciden, que intervienen en 1 mundo; nos transormaremos en sees esponssbles. Etica de mercado versus ética universal ‘dol ser humano Valemos tanto como sume 0 pueda sumar nuesto po- der de compra, Tendremos menos poder de compra ‘cuanto menos poder o erédito tenga nuestra palabra, Las leyes del mercado bajo euyo imperio nos hallamos cxtblecen, con rigo, el luero como objetivo principal ce irrecusable. Se rata de un lero sn ites, sin condl- ciones que restrinjan su produccién, El dnico freno al Iucro es el luero mismo o el miedo de perderlo. Los inversores del mercado financier internacional pourian considerar cuando menos sdicalo, por sso- Iutamente inimteligible, un discuso que les hablara de los iesgosa tos que su especnlacién desenfrenada ex- pone a las economias indefensas o menos protegias. Menos ineligible ain resultara el discurso s se expla yara en comsideraciones que, sobrepasanda la estrita err, srndo pte. trp y sto 167 ¥ perversa ética del mercado y del lucro, hablaran en fdefensa de la étea universal del ser hurano, Sie! dscurso humanist provocara alguna respuesta seria en toro. ln existencia concretao no de una ética humanists. ¥ el emisor del discuryo teria considerado, ‘un romdntco, wn vsionaro, wn iealistadisconforme con el rigor de la objetvidad. De hecho, el discurso fataista que dice “La realidad cescoma es, qué le vamos a hacer”, decretando de exe ‘modo la impotencia humana, nos induce a tener, par cdenciayaetcia para poder adapearnos mejor a la vida fen tanto realidad intocable. En el fordo, eel discusso ‘dela comprensién de la Historia como determinacion, La globalizcién, tal como esti es inexorable. No hay nada que pueda hacerse contra ella, sao eeperar que la democracia, ala que a propia globalizacién va aru ‘nando paulatinamente, se rehaga magicamente a tem po para detener mi accidn destructor ‘Sin embargo, la cha en favor de los hambrientos y solados habitantes del nordeste, no slo vitimas de las soquias, sino, sobre todo, de la maldad, de la gula, de la insensater de los poderosos, forma parte, en reax lidad, del dominio dela ética universal del ser humano tanto como a lucha en fivor de los derechos humans, ddondegqiera que se entable; del derecho a tansitar Ie bbremente, det derecho a comer, a vest a promunciar ba palabra, a amar, a elege, a eaudiar, a wabajar; del derecho acteer ya no creer del derecho aa seguridad yala paz, ‘Una de las convicciones que sostengo firmemente hoy en dia es que, side verdad queremos superat [os desequiibrios entre norte y sus, entre poder y fragi- dad, entre economias fuerte y economias débiles, no podemos prescindir de la étca... pero evidentemente ‘oaludo con eso a la ca del mercado. ‘ea Peazeok Osa cri En por de uns speracién ampliay profunda, nece sitamos otros valores, valores que no se gest en las estrutorasforjadoras del Incr sin freno, de la vs, Indivdualista del mundo, del sivese quien pueda. a ‘cuestin que se nos plantea desde una perspectiva que no sea idealista por un lado y mecanicsta por otto ex ‘cémo vivir y experimenter, por ejemplo, a solidaridad, que es indispensable para superar el cro descontrola- do, slo dominable por el miedo a perder. Rechazo, como pura ideologts, a alitmacién, tantas veces criticada en este texto de que la miseria es tna {iataldad det finde siglo. La miseria en la opulencia es la expresion de la perversion de uma economia cons. ‘tuida sobre fa base de la étca del mereado, del todo vale, del savese quien pueda, del cada uno hace la sya Segin la Organizacién Intemacional del ‘Trabajo, ‘hay mil millones de desempleados en el mundo. Fs de- mmasiada fatal! Sicl mundo aspiraa algo diferent, por ejemplo, en- ttegarse a la hazatia de wise en wna secion de la histo ria menos vergonzosa, mis plenamente humana, don- de laalegria de vvieno sea una fase hecha, no hay otro ‘amino que la einveneién de s misino, que contleva la nnecesariasuperacin de Ia economia de mereado, {La cucstion dela violencia Lectin de vtec, no slo ic, det, ino sireptsa sme; cnc y habe Woleni incrse econdmicon dea grades pvc oles ciay reign, lencia y polics, lena y ten, Sena sso, olny cso lucha po apa -que igs a cha pore abolcén, a sigira po a neqaton dele eons, Dern rnc, iyo 168 sino la lucha por su confrontacién just, exten y la Disqueda de soluciones adecuadas para los conflictos consizuyen tuna exigencia imperiosa de nuestra época, Sin embargo, la paz no precede a la justicia Por es, la mejor manera de hablar a favor dla paz es hacer Lins ‘Nadie domina a nadie, nadie robaa nadie, nadie dis ‘rimina a nadie, nadie altrta a nadie sin ser eastiga- {do logalmente. Ni los individuos, ni ls pueblos, ni las culturas, ni las civilizaciones. Nuestra utopia, nuestra sana locura es eear tn mundo donde el poder se fun ‘damente de tal manera en Ia ética que, sia ella se eche perder yno sobreviva. "En an mundo as, la gran tarea del poder politic es sgarantiza lak libertades, los derechos y los deberes, la Justicia, y no respaldar la arbitrariedad de unos pocos ‘contra I deblidad de las mayorias. Asf como no pode- mos aceptar lo que he llamado “fatalismo Hberador”, ‘que implica un futuro desproblematizado, el futuro inexorable, tampoco podemos aceptar Ia dominacién ‘como tia fatalidad. Nadie puede airmar eategérica- mente que jamds sera construido un mundo asi hecho de utopias. Ain de cuentas, este ese sueio esencal: Inente democritca al que aspiramos somos coheren temente progress. Sin embargo, sofar con ese mul donno basta para hacerlo realidad. Para consruilo, hay {que hicharsin descanso, Serfa horrendo que tvigramos sensbilidad al dolor, al hambre, aI injstcia, ala amenaza, sin ninguna po- ‘Sbilidad de comprender la razén o las razones de Ix egativdad, Seria horrible que sintiéramos a opresiin ‘yo pudiéramosimaginar un mundo diferente, soar fon él come proyecto y hichar para eonstruislo. Nos hicimos mujeres y hombres experimentndonos en el Juego de estar tramas, No somos, estamos siendo. La tro Peagegacela race libertad no se recibe como un regalo, e¢ un bien que se enriquece en la lucha permanente por conseguito, en la inisma medida en que no hay vida sin presencia de libertad, por minima que se. Pero, a pesar de que la vida en sf supone la libertad, esto no significa, de ninguna manera, que la tengamos rats. Los enemigoe de la Vda la amengzan constintemente, Bor 30 nece- sitamos luchar para mantenerta, para reconquistarla 9 para ampliarla De cualquier manera, no obstante, creo imposible que alguna vez pueda suprimise el micleo fundamental de a via: la libertad y ef miedo a perder la, Pero sf puede verse amenazado. Elncleo de a vida, entendida en la totalidad de la amplitud de su concep {0 y no s6lo como vida humana; vida que, implicande la Ibertd como movimiento o bisqueda permanente, supone también la necesidad de cusdalay el miedo & perderia Libertad y miedo a perder la vida se engen- ‘dran en un micleo mis profundo, indispensable pars 1a vida, el de Ia comunicacion. En este sentido, me pe rece una contradicein lamentable hacer un diseurso progeesisa,revolucionaro y sostener una prctica ne- ‘gadora de la vida: una prdctica que contamine el are, las aguas los campos, que arase los bosques, destraya Jos érboles y amenace los animales terestresy ls aves En cierto momento de Bt capital al hablat del traba- Jo humano frente al trabajo de otro animal, dice Mare “que ninguna abeja puede comparare con el ms aver ‘gonzado" maestro de obras. Esto se debe a que el ser hhumano, antes de producir el objeto, tiene Ia capaci dad de idearlo, Antes de hacer la mess, el obrero ya Ik tiene disefiada en I “cabez * Man soso cue trons qs uaa ml chat prlapooih conaunclacosbve ap PL cls) ave sno poe, iy eto 17 Esta capacidad inventive, que supone la comunicati ‘va, esti presente en todos los nveles de I experiencia, vital, Sin embargo, los eres humance connotan su ac tividad creativay comunicativa con huellas que son ex lusvamente suyas. La comnicacién existe en la vida, pero la omunicacién humana se procesa también yde Forma especial en la existencia, una de Is ivenciones del ser hurnano, ‘Del mismo modo que ef obrero tiene en ta cabeza el Doceto de fo que va a producir en su aller, nosotros, mujeres y hombres como tales, obreros 0 arquitetos, rmédicos 0 ingenieros, feos 0 maestros, cambién tene- :mos en la cabeza, mas 0 menos, el boceto del mundo fen el que nos gustaria vivir Eso esl utopia 0 el suefio ‘que nos alienta para luchar El suefio de un mundo mejor nace de las entraias ‘de su contrario, Por exo, corremos el riesgo tanto de idealizar el mundo mejor, desprendiéadonos de nues- tro mundo conereto, coma de por estar demasiado “adheridos” al mundo conereto~sumengirnos en el in- soils Eatlista ‘Ambas posturas son allenadas. La postra critica co siste en que, distanciindome epistemolégicamente de Te concreto donde me encuentro para poder aprecaslo mej, deseubro que la inca forma de slic de all es coneretar el stefio que, a partir de entonees,adquiere tuna nueva concrecién, Por eso, aceptar el suefo de un mundo mejor yadherira élesaceptar entrar en el pro- ‘eto de ereatlo, un proceso de hicha profundamente fnclado en la ie Una lucha contra ealquier ipo de violencia, contra la violencia ejercida sobre la vida de las irboles, de los ros, de los peces, de las montatas, de las ciudales, sobre las huellasfiseas de las memoras cnlturales e histricas; contra la violencia ejercida so- ‘bre los dies, sobre los indefensos, sobre ls minors ‘72Petepoga delobgrcn Uultrajadas; contra la violencla que sufren los discrimi nados; no importa la rizin de la dscriminacién. Una Icha eontra la impumidad que en este momento fo. ment entre nosotros el crimen, el abuso, el desprecio hacia los mis debiles, el desprecio ostensible hacia la vida. Una vida que, en la devesperadi y trgica forma de estar siendo de certo sector de la poblacién, conti- na sienco un valor: una vida que es un valor nestina- De. Es algo con lo que se juega durante un tiempo del que s6lo habla el destino. Se ive s6lo en canta no se std muerto y se puede provorar la vida Lucha contra el desprecio de la cos ptiea, contra Ja mentia, contra la falta de eserpos.¥ todo es0 con. momentos de desencanto, pero sn perder nunca la ee peranza, No importa en qué sociedad extemos nia qué sociedad pertenezcamos, nos urge luchar con esperar ay denuedo, San Pablo, 25 do rere de 1006 |

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