Está en la página 1de 27

La insurrección y la lucha

armada
Escrito por Lenin   
 
Cuando se haya creado en la realidad y no en los labios de los escritores
“una base legal para la existencia de los partidos políticos”, podemos
revisar nuevamente todo el problema de la insurrección, ya que para
nosotros la insurrección es uno de los medios más importantes, pero no
necesariamente el obligado para dar campo libre a la lucha por el
socialismo.

1. COMO ARTE

La insurrección es un arte y es preciso considerarla como tal, es necesario


dentro de la misma conquistar un primer triunfo y seguir luego avanzando
de uno en otro sin interrumpir la ofensiva contra el enemigo aprovechando
su confusión etc.

La insurrección no debe apoyarse en el complot de un partido sino en la


clase más avanzada, debe apoyarse en el ascenso revolucionario del
pueblo; en aquel momento de viraje en la historia de la revolución
ascendente en que la actividad de la vanguardia del pueblo sea mayor, en
que mayores sean las vacilaciones en las filas de los enemigos y en las filas
de los amigos débiles, a medias, indecisos de la revolución. Crear el estado
mayor de los destacamentos, ir a las fabricas y movilizar los obreros
armados contra los objetivos fundamentales.

La insurrección es un arte exactamente igual que la guerra u otro arte


cualquiera. Se halla sometida a ciertas reglas que no deben ignorarse si no
se quiere llevar a la ruina al partido que incurra en ese abandono. Jamás
hay que jugar a la insurrección si no se está dispuesto a afrontar todas las
consecuencias del juego. Las insurrecciones cuentan con magnitudes muy
indeterminadas que pueden variar de un día a otro.

Las fuerzas contra las que hay que luchar tienen íntegramente a su lado las
ventajas de la organización, la disciplina y de la autoridad tradicional; si
los insurrectos no pueden reunir contra sus adversarios fuerzas
considerables serán derrotados y aplastados. Una vez comenzada la
insurrección se debe proceder con la mayor energía y pasar a la ofensiva,
la defensiva es la muerte de toda sublevación armada. Se debe sorprender
al enemigo cuando todavía están dispersas sus tropas, esforzarse por
arrancar todos los días un triunfo aunque sea pequeño; mantener siempre
la superioridad moral, atraer a esos elementos vacilantes que siempre
siguen al más fuerte, obligar al enemigo a irse en retirada, sin darle tiempo
a que pueda reunir sus fuerzas contra los sublevados. Aplicar el principio
de Dalton de “audacia, audacia y más audacia”.

El partido revolucionario que no cuente con una mayoría en los


destacamentos de vanguardia de las clases revolucionarias y en el país no
debe ni pensar en una insurrección. Para la insurrección deben concurrir:
la marcha ascendente de la revolución a escala nacional, la total
bancarrota moral y política del viejo gobierno, grandes vacilaciones entre
los elementos intermedios, es decir aquellos que no están íntegramente con
el gobierno aunque todavía ayer le prestaban un apoyo incondicional.

El marxismo consiste en tomar por base para su táctica la apreciación


estricta de la situación objetiva.

2. COMO FORMA Y ETAPA SUPERIOR DE LA LUCHA


REVOLUCIONARIA:

La insurrección de Moscú dejó algunas enseñanzas y reflejó algunos de los


principios expuestos por los teóricos:

Marx: “la revolución a medida que avanza engendra una


contrarrevolución fuerte y unida; en otras palabras obliga al enemigo a
recurrir a medios de defensa cada vez más extremos y por lo mismo
elabora medios de ataque cada vez más poderosos. Es evidente que si la
revolución no gana a las masas y al ejército mismo, no puede hablarse de
una lucha seria. Es evidente la necesidad de un trabajo en el ejército”.

En tiempos de insurrección es un deber nuestro exterminar a los jefes


civiles y militares. Según Marx: "La insurrección es un arte cuya regla
principal es la ofensiva encarnizadamente audaz, implacablemente
decidida”.

Engels: “La táctica militar depende del nivel de la técnica militar”. En


consecuencia con lo anterior los destacamentos armados deben desarrollar
y enriquecer la experiencia particular en el enfrentamiento armado y la
lucha de barricadas para poder enfrentarse con éxito la superioridad
enemiga. Surge entonces como prioridad el adiestramiento de las masas y
los destacamentos en las tácticas adecuadas.

Si no comprendemos plena y claramente que clases son capaces, como


consecuencia de las condiciones económicas objetivas, de conducir a la
victoria la revolución burguesa Rusa, cuanto digamos de la aspiración a
conseguir el triunfo de esa revolución, serán frases huecas, simples
declaraciones democráticas y nuestra táctica en la revolución burguesa
será inevitablemente vacilante y carente de principios. Si al apreciar los
periodos revolucionarios nos circunscribimos a determinar las líneas de
acción de las distintas clases sin analizar sus formas de lucha, nuestro
juicio será incompleto, no dialéctico desde el punto de vista científico y
degenerará desde el punto de vista político práctico, en razonamientos sin
vida.

Solo aplicando una política absolutamente independiente, de vanguardia


de la revolución, podrá el proletariado separar al campesinado de los
liberales, liberarlo de la influencia de éstos, llevarlos tras de sí en el curso
de la lucha y realizar, por tanto, la “alianza” de hecho, cuando y en cuanto
el campesinado luche revolucionariamente. La insurrección armada es la
forma superior de la lucha política. Desde el punto de vista del
proletariado, para lograr la victoria en este terreno, es decir, para que
triunfe la revolución proletaria dirigida por la socialdemocracia y no otra,
es preciso que se desarrollen todos los aspectos del movimiento obrero.

CONCEPCION MARXISTA DE LA LUCHA ARMADA.


Cuando se haya creado en la realidad y no en los labios de los escritores
“una base legal para la existencia de los partidos políticos” (entre ellos
también el POSDR), podemos revisar nuevamente todo el problema de la
insurrección, ya que para nosotros la insurrección es uno de los medios
más importantes, pero no necesariamente el obligado para dar campo libre
a la lucha por el socialismo. La fuerza revolucionaria ahora, en la
revolución democrática es únicamente el proletariado y el campesinado en
la lucha contra los terratenientes. Del hecho de que el contenido de la
revolución es burgués, llegan a la conclusión trivial de que la burguesía es
la fuerza motriz de la revolución, de que las tareas del proletariado son
auxiliares, no independientes y de que es imposible que el proletariado
dirija la revolución.

La frase sobre la formación de la asamblea constituyente “sin ayuda de


ningún gobierno y por tanto, tampoco del gobierno provisional” demuestra
la incomprensión del significado del poder revolucionario como del más
grande y superior de los “medios” para realizar una revolución política.

Si, hay que prepararse para la insurrección, en esta preparación entra


necesariamente la difusión y la explicación de las consignas: insurrección
popular armada, ejército revolucionario, gobierno provisional
revolucionario. Nosotros mismos debemos estudiar los nuevos métodos de
lucha, sus condiciones, sus formas, sus peligros, su realización práctica,
etc., e instruir a las masas con respecto a ello.

En la tarea de la preparación de la insurrección se incluye la tarea de


contener los estallidos prematuros de la insurrección que estamos
preparando o que está casi preparada. Que la insurrección creciendo
espontáneamente se adelanta a nuestra consciente y ordenada labor de
preparación y ahora no tenemos fuerzas para contener los estallidos de
insurrección que se producen dispersos, aislados, espontáneos, acá o allá,
tanto más estamos obligados a prepararnos con la difusión y aclaración de
todas las tareas políticas y condiciones políticas de una insurrección
exitosa.

Explicando las condiciones, formas, premisas, tareas y órganos de la


insurrección; cuanto más logremos con tal explicación, mayor posibilidad
habrá de que los inevitables estallidos de la insurrección puedan
desarrollarse fácil y rápidamente en una insurrección victoriosa,
triunfante. La posibilidad de la “verdadera revolución” en un futuro
próximo, de la “forma del movimiento” fundamental, de la insurrección y
su preparación, debe ser considerada por nosotros con la máxima
seriedad, pero un partido político que está empeñado en la lucha tiene la
obligación de resolver esa cuestión de manera directa y precisa, sin
rodeos, sin excusas, sin reticencias de ninguna naturaleza. Un partido que
no fuera capaz de hallar una respuesta clara a esta cuestión, no merecería
el nombre de partido.

Kautsky: (diferencias entre la revolución Rusa de 1905 y la Francesa de


1848). La derrota de París fue la derrota de toda Francia. Nada semejante
se puede decir a propósito de Moscú. En segundo lugar, una diferencia aun
más sustancial consiste en que los campesinos, en el

año 1848,en Francia, estaban del lado de la reacción, mientras que en


1905 en Rusia, estaban del lado de la revolución. La revolución del año
1848 había sido preparada por la crisis y el hambre del año 1847, la
reacción se apoyaba en la terminación de la crisis y el florecimiento de la
industria. “El actual régimen del terror en Rusia, por el contrario
conducirá a la agudización de aquella crisis económica que desde hace
años viene haciendo sentir su peso sobre todo el país”. Las consecuencias
del hambre de 1905 se manifestarán más crudamente aún en los próximos
meses.

Tanto la batalla de junio en París -dice Kautsky- como la de diciembre de


Moscú, fueron combates de barricada. Pero la primera fue el fin de una
vieja práctica de barricada, la segunda fue el comienzo de una nueva
táctica de barricada.

O reconocemos que en el momento actual “no hay ni que hablar de una


revolución verdadera” y entonces debemos declararlo así, abierta y
resueltamente a los cuatro vientos, para no confundir al proletariado ni al
pueblo y para no caer en confusión nosotros mismos. Y plantearnos como
tarea inmediata el apoyo a unas u otras capas de la democracia liberal,
como fuerza real de oposición en un régimen constitucional; entonces
debemos considerar la Duma del Estado como un parlamento aunque
magro y de participar no solo en las elecciones sino también en la propia
Duma: entonces debemos plantear en primer plano la legalización del
partido, la correspondiente modificación del programa del partido y la
adaptación a los marcos “legales” de todo el trabajo o, por lo menos,
asignar al trabajo ilegal un lugar mínimo y subordinado.

Entonces debemos retirar de la orden del día las consignas


revolucionarias, pues, tales consignas son prácticamente consignas de la
insurrección. Y llamar a la insurrección sin prepararse seriamente para
ella en el aspecto militar, sin tener fe en ella, sería un indigno juego a la
insurrección.

O reconocemos en cambio que en el momento actual se puede y se debe


hablar de una verdadera revolución y entonces debemos admitir las nuevas
y superiores formas de lucha directamente revolucionarias como
inevitables o, por lo menos, las más probables; entonces, la tarea política
principal del proletariado, el nervio de toda su labor, el alma de toda su
actividad organizativa de clase, será la de llevar la revolución democrática
hasta el fin. Entonces política más urgente y central del partido será la de
preparar las fuerzas y la organización del proletariado para la
insurrección armada, como forma superior de la lucha alcanzada por el
movimiento. Entonces será necesario multiplicar los esfuerzos
relacionados con la organización de destacamentos de combate y su
equipamiento con armas. Entonces, será necesario prepararse para la
insurrección, pues parecería ridículo “prepararla” únicamente con
registros y anotaciones. Entonces será preciso considerar la guerra civil
como declarada y en marcha. Y toda actividad del partido deberá quedar
supeditada al principio, “si estamos en regla, obrar como en la guerra”.

Tendremos que ubicar en el primer plano la tarea de realizar acuerdos de


combate con la democracia revolucionaria y solo con ésta: la
diferenciación de la burguesía democrática es, justamente, la cuestión de
la insurrección. Con quienes están por la insurrección, el proletariado
“golpea en conjunto” aunque “marche por separado”, a quienes están
contra la insurrección los combatiremos implacablemente o bien los
apartaremos de nosotros como a despreciables hipócritas y jesuitas.

La base de la organización del partido de la clase obrera será entonces (tal


como lo planteara Marx en 1849), una fuerte organización clandestina”
que tendrá un aparato especial, a los fines de su “actuación legal”, para
introducir tentáculos especiales en todas las entidades e instituciones
legales, comenzando por los sindicatos obreros y terminando por la prensa
legal.

SU TACTICA.

Los revolucionarios prevén la insurrección antes de que estalle, son


conscientes de que debe estallar inevitablemente, enseñan a las masas la
necesidad de ella y, por último, explican a estas últimas las vías y los
métodos revolucionarios. Hoy el tiempo de la insurrección es seguro para
los bolcheviques: 1) Podemos (siempre y cuando no aguardemos al
congreso de los soviets) dar el golpe repentinamente y desde tres puntos:
Petrogrado, Moscú y la escuadra del Báltico; 2) Tenemos consignas que
nos asegurarán el apoyo de las masas: !Abajo el gobierno que reprime el
levantamiento de los campesinos contra los terratenientes! 3) Tenemos la
mayoría en el país; 4) La unión de los mencheviques y los socialistas-
revolucionarios se deshace completamente; 5) Contamos con posibilidades
técnicas para adueñarnos del poder en Moscú (Moscú podría comenzar y
sorprender al enemigo de manera imprevista); 6) Tenemos en Petrogrado
miles de obreros y soldados armados, que pueden tomar de un golpe el
palacio de invierno, el cuartel general, la central de teléfonos y todas las
grandes imprentas, una vez hecho esto, ya nadie podrá desalojarnos y en el
ejercito se desarrollará una campaña de agitación tal que será imposible
luchar contra el gobierno que representa la paz, la tierra para los
campesinos, etc.

Estoy obligado a presentar mi pedido de separación del CC. cosa que


hago, reservándome la libertad de hacer propaganda en las organizaciones
inferiores del partido y ante el congreso del Partido. Tengo la firme
convicción de que si “aguardamos” al congreso de los soviets y dejamos
pasar el actual momento, matamos la revolución.

EL APROVISIONAMIENTO DE ARMAS A LOS OBREROS.

A juzgar por los documentos, existe el peligro de que la cosa degenere en el


burocratismo. Todos estos esquemas, todos estos planes de la organización
del comité militar producen la impresión de papeleo oficinesco, ruego se
me perdone por la franqueza. Yo veo con espanto, sí, Dios mío con
verdadero espanto, que hace más de medio año que se está hablando de
bombas y no se ha fabricado ni una sola. Y quienes hablan son personas de
lo más instruidas... acudid a la juventud, señores! Este es el único
procedimiento salvador. Cread en seguida destacamentos de combate en
todas partes, entre los estudiantes y especialmente entre los obreros. No
exijamos ninguna clase de formalidades y !por amor de cristo! escupid
sobre todos los esquemas. !por Dios! enviad a todos los diablos esas
discusiones sobre “funciones, derechos y privilegios”. No exijáis el ingreso
obligatorio en el POSDR; sería una exigencia absurda para la
insurrección armada. Los propagandistas deben dar a cada uno de los
destacamentos breves y muy sencillas fórmulas para la fabricación de
bombas, deben explicarles de la manera más elemental todos los tipos de
trabajo a realizar y después dejar que ellos mismos desplieguen toda su
actividad.

Unos destacamentos, desde ahora mismo, darán muerte a un confidente de


la policía, provocarán la voladura de una comisaría, otras emprenderán el
asalto de un banco para la confiscación de medios con destino a la
insurrección, otros realizarán maniobras o levantamientos de planos, etc.
Que cada destacamento realice su aprendizaje aunque más no sea
surcando a los guardias municipales: decenas de bajas nuestras serán
recompensadas con creces, por que darán centenares de combatientes
expertos, que mañana conducirán tras de sí a cientos de miles.

Tareas de los destacamentos del ejército revolucionario:

Acción militar independiente

Dirección de la multitud.

El número de los destacamentos puede variar, comenzando por dos o tres


personas. Los destacamentos deben armarse por si mismos y con lo que
puedan (fusil, revolver, bombas, cuchillos, etc.) en ningún caso se deberá
esperar la ayuda indirecta, de arriba, de fuera, todo deberá obtenerse por
medios propios.

Los destacamentos en la medida de lo posible, deben estar compuestos por


personas que sean vecinos o que se vean con frecuencia, regularmente y a
horas determinadas. No debe olvidarse que en el 99% de los casos los
acontecimientos nos tomarán de improviso y nos veremos obligados a
reunirnos en condiciones sumamente difíciles.

Los destacamentos pueden desempeñar aún sin armas, una importante


función: 1) Dirigir a la muchedumbre; 2) Asaltar en un momento propicio
a un guardia municipal o a un cosaco que hubiera quedado rezagado de
los suyos; 3) Rescatar a los detenidos y heridos en casos en que haya poca
policía; 4) Ubicarse sobre los techos de las casas, en los pisos altos, etc. y
apedrear a las tropas, arrojarles agua hirviendo, etc.

Los destacamentos deben, en lo posible, distribuir las funciones por


anticipado y eventualmente elegir su jefe, su comandante. Sería insensato,
por supuesto, caer en el juego de la asignación de grados; pero no se debe
olvidar la enorme importancia de una dirección uniforme, de acción rápida
y decisiva. La decisión, el empuje, constituyen las ¾ partes del éxito.

Inmediatamente después de su instrucción, los destacamentos deben darse


un trabajo multiforme, de ninguna manera solo teórico sino
necesariamente también práctico.

Los destacamentos del ejército revolucionario deben pasar cuanto antes a


la acción militar con el fin de: 1) Ejercitar sus fuerzas de combate; 2)
Conocer los puntos débiles del enemigo; 3) Infringir al enemigo derrotas
parciales; 4) Liberar a los prisioneros (detenidos); 5) Captura de armas;
6) captura de medios para la insurrección (confiscación de dineros del
Estado, etc.). Los destacamentos pueden y deben aprovechar toda
oportunidad para un trabajo activo y de ninguna manera, postergar las
tareas.

EL GOBIERNO PROVISIONAL REVOLUCIONARIO.

Proyecto de resolución sobre el gobierno provisional revolucionario:

Considerando:

1) Que tanto los intereses inmediatos del proletariado Ruso como los que
se refieren a la lucha por las metas finales del socialismo exigen la más
plena libertad política y, por consiguiente, la sustitución de la forma
autocrática de gobierno por la república democrática;

2) Que la insurrección popular armada, si logra la victoria, es decir, si


conduce al derrocamiento de la autocracia, dará como resultado
necesariamente, la implantación de un gobierno provisional
revolucionario, único capaz de garantizar la plena libertad de agitación y
de convocar a una Asamblea Constituyente, elegida por sufragio universal,
igual, directo y secreto y que exprese realmente la voluntad del pueblo.

3) Que esta revolución democrática, en Rusia, no debilitará, sino que


fortalecerá la dominación de la Burguesía y que, al llegar un determinado
momento, ésta tratará inevitablemente y por todos los medios de arrebatar
el mayor número posible de conquistas al proletariado Ruso;

El III Congreso del POSDR acuerda:

a) Deberá extenderse entre la clase obrera la convicción de la necesidad


de un gobierno provisional revolucionario y plantearse en los mítines
obreros las premisas para la plena e inmediata implantación de todas las
reivindicaciones políticas y económicas próximas de nuestro programa; b)
En caso de triunfar la insurrección popular y de ser totalmente derrocada
la autocracia, se admitirá la participación de delegados de nuestro partido
en el gobierno provisional revolucionario, con el fin de combatir
implacablemente todos los intentos contrarrevolucionarios y de velar por
los intereses independientes de la clase obrera; c) Serán condiciones
previas inexcusables para dicha participación: El control riguroso del
partido sobre sus delegados y el velar inquebrantablemente por la
independencia de la Socialdemocracia, la cual aspira a la revolución
socialista total, lo que la enfrenta de un modo irreconciliable a todos los
partidos burgueses. d) Independientemente de la posibilidad de una
participación de la Socialdemocracia en el gobierno provisional
revolucionario, deberá programarse en las más amplias capas del
proletariado, la idea de que el proletariado, armado y dirigido por la
Socialdemocracia, Tendrá que ejercer constante presión sobre el gobierno
provisional para defender, consolidar y ampliar las conquistas
revolucionarias.

Bajo la influencia del desarrollo espontáneo de los acontecimientos, va


mediando y organizándose ante nuestros ojos la insurrección general
armada del pueblo. No hace todavía tanto tiempo que la única
manifestación de la lucha del pueblo contra la Autocracia eran las
revueltas, es decir, los levantamientos carentes de conciencia, no
organizados, y a veces,sin freno. Pero el movimiento obrero, como el
movimiento de la clase más avanzada, del proletariado, ha ido
sobreponiéndose rápidamente a esta fase inicial. La propaganda y la
agitación de la socialdemocracia, conscientes de su meta, han contribuido
a ello. Las simples revueltas han dejado paso a la lucha huelguista
organizad aya las manifestaciones políticas en contra de la Autocracia.
Revueltas – manifestaciones - combates de calle- unidades de un ejército
revolucionario; tales son las etapas de desarrollo de la insurrección
popular.

El ejército revolucionario es necesario para la lucha militar y para


asegurar a las masas del pueblo una dirección militar en las acciones
contra las fuerzas Armadas que aún se mantienen al lado de la autocracia.
El ejército revolucionario responde a una necesidad por que los grandes
problemas históricos solo pueden resolverse por la fuerza y la
organización de la fuerza es, en la lucha moderna, la organización militar.

El gobierno revolucionario es necesario para asegurar la dirección


política de las masas del pueblo; primero, en aquella parte del país que ha
sido arrebatada ya al zarismo por el ejército revolucionario, y después en
todo el Estado. El gobierno revolucionario es necesario para abordar
inmediatamente las transformaciones políticas que se ventilan en la
revolución, para instaurarla autonomía revolucionaria del pueblo, para
convocar a una Asamblea realmente constituyente que represente
realmente a todo el pueblo, para implantar las “libertades” sin las que el
pueblo no puede manifestar realmente su voluntad.

Para la victoria total del pueblo sobre el zarismo, la inmediata


organización de la dirección política del pueblo levantado en armas es tan
necesaria como la dirección militar de sus Fuerzas Armadas.

A veces, unos cuantos meses de revolución educan a las gentes para


cumplir con su papel de ciudadano más a prisa y más a fondo que décadas
enteras de estancamiento político.

La socialdemocracia no se ha prestado nunca a jugar a la conspiración


militar, jamás ha colocado los problemas militares en primer plano,
mientras no se daban las condiciones de una guerra civil ya iniciada. Pero,
ahora, todos los Socialdemócratas colocan los problemas militares, si no
en primer plano, si en uno de los primeros lugares, poniendo a la orden del
día el estudio de estos asuntos y la tarea de darlos a conocer a las masas
del pueblo.

La socialdemocracia no ha considerado nunca la guerra, ni la considera


tampoco ahora, desde un punto de vista sentimental. La Socialdemocracia,
que condena irrevocablemente las guerras como medio bestial para
resolver los conflictos de la humanidad, es consciente de que las guerras
serán inevitables mientras la sociedad se halle dividida en clases, mientras
exista la explotación del hombre por el hombre.

El gobierno revolucionario debe tender a apoyarse en les capas bajas del


pueblo, en la masa de la clase obrera y de los campesinos, pues sin ello no
podrá sostenerse; sin la propia iniciativa revolucionaria del pueblo será un
cero a la izquierda, y menos aún que eso.

Hay que saber apelar al pueblo -en el verdadero sentido de la palabra- y


no solamente mediante un llamamiento general a la lucha (esto no basta en
el periodo que precede a la constitución de un gobierno revolucionario),
sino apremiándolo directamente a poner en práctica de modo inmediato las
transformaciones democráticas más importantes, a llevarlas sin demora a
la realidad.

Ejército revolucionario y gobierno revolucionario son las dos caras de una


y la misma medalla. Son dos instituciones necesarias para el triunfo de la
revolución y para la consolidación de sus conquistas.

Los representantes con conciencia de clase del proletariado, los miembros


del POSDR -sin perder de vista ni por un momento su meta socialista, su
independencia como clase y como partido- deben plantear ante todo el
pueblo las consignas democráticas progresistas. Para nosotros, para el
proletariado, la revolución democrática no es más que la primera etapa en
el camino que conduce a la total liberación del trabajo de toda explotación,
hacia la gran meta socialista. Por esta razón debemos escalar cuanto antes
esta primera etapa, debemos quitar de en medio cuanto antes a los
enemigos de la libertad del pueblo, debemos proclamar con tanta mayor
fuerza las consignas de la democracia consciente: ejército revolucionario y
gobierno revolucionario.

Puede que me equivoque, pero me parece (a juzgar por los informes que
poseo, incompletos y sacados “de los papeles” únicamente) que en el
aspecto político el soviet de diputados obreros debe considerarse como
embrión del gobierno provisional revolucionario. Me parece que el soviet
debe, lo antes posible, proclamarse gobierno provisional revolucionario de
toda Rusia o (lo que es lo mismo pero dicho de otra manera) debe crear el
gobierno provisional revolucionario.

El soviet debe elegir un núcleo fuerte del gobierno provisional


revolucionario y completarlo con representantes de todos los partidos
revolucionarios y de todos los demócratas revolucionarios (aunque se
entiende que deben ser revolucionarios y no liberales). No tenemos miedo a
tal amplitud y diversidad, sino que la deseamos, pues sin la unión del
proletariado y los campesinos, sin el acercamiento combativo de los social
demócratas y los demócratas revolucionarios, es imposible el éxito
completo de la gran revolución Rusa. Será una alianza provisional con
fines prácticos e inmediatos bien definidos y para la defensa de los
intereses más importantes, de los intereses vitales del proletariado
socialista, para la defensa de sus objetivos finales siempre estará el
POSDR, como partido independiente y fiel a sus principios.

Es cierto que el apoyo eficaz de este gobierno no puede ser otro que la
insurrección armada. Pero el gobierno proyectado será justamente el
órgano de esta insurrección que crece y que ya madura. Era imposible
poner mano prácticamente a la formación del gobierno revolucionario
hasta que la insurrección no alcanzase proporciones claras para todos,
podríamos decir tangibles para todos. Lo que ahora hace falta es dar
unidad política a esta insurrección,organizarla, proporcionarle un
programa claro y convertir a todos los destacamentos del ejército
revolucionario, numerosos ya y en crecimiento constante, en sostén e
instrumento de este nuevo gobierno, de veras libre y popular. La lucha es
ineludible, la insurrección es inevitable, el choque decisivo ya está muy
cerca. Es hora de lanzar abiertamente un reto, de oponer al zarismo en
descomposición el poder organizado de los proletarios, de lanzar un
manifiesto a todo el pueblo en nombre del gobierno provisional
revolucionario, instituido por los obreros avanzados.

LA INSURRECCION ARMADA.

Considerando:

1) Que toda historia de la revolución democrática actual en Rusia nos


muestra en líneas generales, un firme ascenso del movimiento hacia formas
de lucha contra el absolutismo que van adquiriendo cada vez más un
carácter de masas, que son cada vez más decididas y de ofensiva y que se
extienden por todo el país;

2) Que la huelga política de octubre, mostró la gigantesca potencia del


proletariado y la posibilidad de una acción simultanea de su parte en todo
el territorio de Rusia, aún considerando todas las deficiencias de las
organizaciones de clase;

3) Que la huelga general pacífica, ante el crecimiento ulterior del


movimiento, ha resultado ser insuficiente, y la sola aplicación de la misma,
no logra los fines propuestos y solo sirve para desorganizar las fuerzas del
proletariado;

4) Que todo el movimiento revolucionario espontaneo condujo luego a la


insurrección armada de octubre cuando no solo el proletariado sino
también nuevas fuerzas del pobrerío de las ciudades y del campesinado
tomaban las armas para defender las libertades conquistadas por el pueblo
de los atentados que contra ellos perpetraba el gobierno reaccionario;

5) Que la insurrección de Octubre inauguró una nueva táctica de


barricada y demostró, en general, la posibilidad de una lucha armada
abierta del pueblo aún en contra de un ejército moderno;

6) Que gracias a la instauración -pese a las promesas constitucionales- de


una dictadura policíacos militar, en las masas populares madura la
conciencia de la necesidad de luchar por un poder real, cuya posesión el
pueblo revolucionario podrá lograr solamente en lucha abierta con las
fuerzas de la autocracia;

7) que la autocracia debilita y desmoraliza a sus fuerzas armadas al


utilizarlas para reprimir militarmente a la población de la cual ellos son
parte.

Reconocemos y proponemos al congreso que reconozca:

1) Que la insurrección armada es en estos momentos no solo el medio


necesario de la lucha por la libertad, sino un grado del movimiento que se
ha alcanzado ya de hecho, y que debido al acrecentamiento y a la
agudización de la nueva crisis política abre el paso de las formas
defensivas a las formas ofensivas de lucha armada;

2) Que la huelga política general debe ser considerada en el momento


actual del movimiento, no tanto un medio de lucha independiente, como un
medio de lucha auxiliar con relación a la insurrección; que por
consiguiente, la elección del momento para una huelga de ese carácter, la
elección del lugar y del sector de trabajo que ella debe abarcar, debería
estar subordinada al momento y a las condiciones de la forma principal de
lucha, de la insurrección armada;

3) Que en la labor de propaganda y agitación del partido se debe prestar


especial atención al estudio de las experiencias prácticas de la
insurrección de Diciembre, a la crítica desde el punto de vista militar de la
misma para extraer las enseñanzas directas para el futuro;

4) Que es preciso desarrollar una actividad más enérgica con el fin de


aumentar el número de destacamentos de combate, mejorar su
organización y abastecimiento con toda clase de armas, teniendo en cuenta
que, conforme lo indica la experiencia, corresponde organizar
destacamentos de combate no solo de miembros del partido sino también
de simpatizantes del partido y aún de los sin partido;

5) Que es indispensable intensificar el trabajo en el ejército, teniendo en


cuenta en esos casos que para el éxito del movimiento no es suficiente la
sola agitación en el seno de las Fuerzas Armadas, sino que es
indispensable el acuerdo directo con los elementos democrático-
revolucionarios organizados dentro de ellas, con miras a las acciones
ofensivas más decisivas contra el gobierno;

6) Que en vista del creciente movimiento campesino, que puede en el futuro


más próximo estallar en una verdadera insurrección, es conveniente
orientar los esfuerzos hacia la unificación de la acción de los obreros y
campesinos, para organizar en lo posible, acciones de combate conjuntas y
simultaneas.

ACCIONES DE COMBATE GUERRILLERAS.

Considerando:

1) Que a partir de la insurrección de diciembre casi en ninguna parte de


Rusia han cesado en forma total las acciones militares, que ahora se
expresan por parte del pueblo revolucionario en ataques guerrilleros
aislados contra el enemigo;

2) Que tales acciones guerrilleras, inevitables en los casos de existencia de


las Fuerzas Armadas hostiles y de desenfreno de la represión militar,
momentáneamente triunfante sirven al mismo tiempo, para desorganizar al
enemigo y preparar las futuras acciones armadas abiertas y de masas;

3) Que semejantes acciones son también necesarias para la educación


combativa y el adiestramiento militar de nuestros destacamentos de
combate, los cuales, en muchos lugares, durante la insurrección de
Diciembre se encontraron con que no estaban preparados prácticamente
para hacer frente a una actividad nueva para ellos.

Reconocemos y proponemos al congreso que reconozca:

1) que el partido debe considerar las acciones de combate guerrilleras de


los destacamentos que forman parte de él o adjuntos a él como admisibles y
convenientes desde el punto de vista de los principios en el periodo actual;

2) Que las acciones guerrilleras de combate deben ser coordinadas, por su


carácter, con las tareas de educar a los cuadros dirigentes de las masas
obreras durante la insurrección y elaborar la experiencia de las acciones
militares ofensivas y súbitas;

3) Que como tarea inmediata principalísima de tales acciones, hay que


considerar la destrucción de los aparatos policial y militar del gobierno y
la lucha sin cuartel contra las organizaciones de acción de las Centurias
Negras que usan la violencia y el terror contra la población;

4) Que las acciones guerrilleras son admisibles también en los casos de


incautación de medios monetarios pertenecientes al enemigo, es decir, al
gobierno absolutista, y la inversión de estos medios en las necesidades de
la insurrección, siendo preciso, en estos casos, prestar la mayor atención
al hecho de que los intereses de la población sean afectados en el menor
grado;

5) Que las acciones guerrilleras de combate deben realizarse bajo el


control del partido y de modo tal que las fuerzas del proletariado no sean
malgastadas en vano, y teniendo en cuenta las condiciones en que se halla
el movimiento obrero en la localidad dada y el estado de ánimo de las
amplias masas.

BASES DE LA ORGANIZACION DEL PARTIDO.

Considerando:

1) Que le principio del centralismo democrático en el partido es


actualmente reconocido por todos;

2) Que la aplicación en la práctica, en las condiciones políticas existentes,


aún con dificultad es, sin embargo, posible en determinados límites;

3) Que mezclar el aparato conspirativo con el aparato legal de la


organización del partido, ha resultado nocivo en extremo para ésta y solo
ha servido para hacer el juego a la provocación del gobierno.

Reconocemos y proponemos al congreso que reconozca:

1) Que el principio efectivo debe ser implantado en las organizaciones del


partido de abajo a arriba;

2) Que la no observancia de este principio por ejemplo, las elecciones


indirectas, o de dos grados, a la cooptación de órganos efectivos, etc. solo
es admisible en los casos en que se superen insalvables inconvenientes
policiales en casos excepcionales especialmente previstos;

3) Que es necesariamente imprescindible la conservación y el


fortalecimiento del núcleo conspirativo de la organización de partido;

4) Que para una actuación legal de cualquier naturaleza (en la prensa, en


las asambleas, en las asociaciones, particularmente en los sindicatos, etc.),
deben ser creadas secciones especiales de las organizaciones que en
ningún caso puedan dañar la integridad de las células conspirativas;
5) Que el gobierno central del partido debe ser único, es decir, que el
Congreso general del mismo debe elegir al Comité Central único, el cual, a
su vez, designará a la redacción del órgano central del partido y demás.

El III Congreso de unificación del POSDR además aprobó las siguientes


resoluciones en su plataforma táctica:

El momento actual de la revolución democrática

Insurrección armada (transcrito)

Acciones de combate guerrilleras (transcrito)

Gobierno provisional revolucionario y órganos locales del poder


revolucionario.

Los Soviets de Diputados Obreros.

Actitud ante los partidos burgueses

Socialdemócratas nacionales

Los sindicatos

Actitud ante la Duma del Estado.

Bases de la organización del partido (transcrito).

LA CONQUISTA DEL EJERCITO.

En todas partes y en todos los países el ejército regular sirve no tanto


contra el enemigo exterior como contra el enemigo interior. En todas
partes el ejército regular se ha convertido en instrumento del capital en su
lucha contra el trabajo, en verdugo de la libertad popular. No nos
detengamos , pues, en nuestra gran revolución liberadora solamente en las
reivindicaciones parciales. Arranquemos el mal de raíz. Liquidemos
totalmente el ejército regular. Que el ejército se funda con el pueblo
armado, que los soldados lleven al pueblo sus conocimiento militares, que
desaparezcan los cuarteles y dejen su lugar a una escuela militar libre.
Ninguna fuerza en el mundo se atreverá a atentar contra la libre Rusia, si
sirve de baluarte de esa libertad el pueblo armado, que ha liquidado a la
casta militar, que ha hecho de todos los soldados ciudadanos y de todos los
ciudadanos capaces de portar un arma, soldados. Dejemos que la
burguesía hipócrita y sentimental sueñe con el desarme, mientras haya en
el mundo oprimidos y explotados, lo que debemos obtener no es el desarme
sino el armamento general de todo el pueblo. Es útil poner en evidencia
ante el partido sus tendencias nocivas denunciando, en la conferencia
donde están presentes, tal cual rasgo de su actividad.

La conferencia de las organizaciones de choque declara que las


principales tareas de estas últimas consisten en: 1) difundir la correcta
interpretación del concepto insurrección armada, y esclarecer en que
condiciones concretas puede una insurrección armada surgir,
desarrollarse y culminar exitosamente, ya que incluso en el ámbito de los
militantes partidistas existe la más confusa y falsa noción en cuanto a la
insurrección armada; 3) Organizar cuadros de obreros conscientes,
nucleados en torno del POSDR, para la acción práctica; 4) Ayudar, con
fines combativos, a los sectores democrático-revolucionarios de la
población, y afianzar en ellos la dirección Socialdemócrata de combate.

Resolución de la conferencia Bolchevique (Noviembre).

Considerando: 1) Que tanto la composición clasista de la oficialidad, como


sus intereses de casta profesional militar, las fuerzas a desear la
conservación de un ejército permanente y a mantener la opresión del
pueblo; 2) Que por esta razón en la revolución democrático-burguesa que
se está realizando, la oficialidad en conjunto desempeña un papel
reaccionario; 3) Que los grupos de oposición existentes en la oficialidad no
juegan un papel activo; 4) Que al mismo tiempo, es posible el ingreso
individual en nuestro partido de algunos oficiales, quienes con su
conocimiento específico y su preparación militar pueden prestar
considerables servicios en el momento de la insurrección del ejército y de
su paso al lado del pueblo, como así mismo en la preparación técnica de la
insurrección armada; la conferencia de las organizaciones que actúan en
el ejército y de choque declara: a) Que las del ejército no pueden constituir
una organización Socialdemócrata en la oficialidad; b) Que es necesario
aprovechar los grupos de oposición existentes en la oficialidad para
obtener información y para que algunos oficiales ingresen en las
organizaciones del ejército y en las de choque de nuestro partido, en
calidad de instructores y guías prácticos.
El incondicional dominio y voto decisivo para la organización proletaria
de carácter general, la total subordinación a ésta de todas las
organizaciones militares y de choque, la necesidad de construir estas
organizaciones de choque íntegramente con cuadros obreros
socialdemócratas partidistas (o quizá incluso reemplazar la organización
de choque por la milicia de partido), todo eso está fuera de dudas para
nosotros.

Señalemos el informe del Camarada Varin “sobre los pasados intentos de


Insurrección armada”; en él pone en primer plano el estudio de la
insurrección armada, como un tipo especial de movimiento de masas y de
lucha de clase del proletariado. Se acentúa como una condición de la
insurrección, el momento histórico, de extrema intensidad, de la lucha de
determinadas clases. Se analiza el papel de las diferentes clases; la
dependencia del movimiento en el ejercito de la correlación de las fuerzas
sociales; lo indivisible de las facetas política y militar en la insurrección;
el significado de las “amplias organizaciones democráticas de las masas
populares” como premisas del gobierno provisional revolucionario, etc.

LENIN Y LAS VIAS DE LA REVOLUCION EN AMERICA LATINA

Lenin Doctrina e Historia:

Así encara las cuestiones referente a las vías de la revolución; en el plano


concreto de las realidades objetivas determinantes, pero sin rebajar el
tema al nivel de una simple cuestión táctica. Ha previsto que la
“revolución violenta”, es en general, una ley histórica del tránsito del
capitalismo al socialismo; ha sostenido inclusive en “dos tácticas...” y
otros documentos, que la vía insurreccional es la ruta que más conviene a
la clase obrera en la etapa democrática de la revolución y que la
hegemonía del proletariado y su alianza con los campesinos para derrocar
la autocracia, se ejercerá ventajosamente a través de la insurrección. Sin
embargo, después de la revolución de febrero, las peculiaridades del
proceso ruso abren una posibilidad real de continuación pacífica del
camino hacia el socialismo. Y Lenin estudia esa posibilidad.

Para arribar a esta última conclusión, Lenin parte de rigurosas premisas


doctrinales, de una ceñida base de partida teórica y metodológica: que ha
ocurrido con la máquina burocrática militar del estado. Este es su punto de
referencia más importante, es que esta piedra de toque, sirve a
Marx,Engels y Lenin para aquilatar la vía, sí armada o pacífica, de la
revolución.

Es que la concepción Marxista-Leninista de las vías de la revolución es, en


gran parte el reverso, mejor dicho, la derivación natural de su teoría del
estado en general y la dictadura del proletariado en particular.

Un partido revolucionario Marxista-Leninista, esta obligado a incluir en su


perspectiva estratégica la ruta para la conquista del poder, lo que
involucra como uno de sus aspectos concretos, trazar la vía más probable
de la revolución. Esta previsión solo puede realizar a partir de datos de
cierta permanencia histórico-social, además de políticos, como ya lo
indicaremos.

Lenin prevé la vía de la insurrección armada como el camino para el


derrocamiento del despotismo zarista:

a).Lo realiza cuando todavía no hay las condiciones concretas para el


asalto al poder, en el perloco, que califica de preparación, es decir, cierto
momento histórico en que no hay acción política directa de las masas y
esta acción no puede ser reemplazada, ni creada artificialmente por ningún
puch. En esos periodos dice Lenin : “La palabra también es un acto”, o
sea, que la agitación y la propaganda tienen un profundo carácter
revolucionario.

b).Lenin no sólo prevé la vía, -lo que prueba otra vez más su método
opuesto a todos los deslices empiristas y pragmatistas-, sino que incluso
defiende la consigna de la insurrección armada, no, en el sentido de un
llamamiento directo, sino en el sentido de una conclusión indispensable (es
decir, de un desarrollo previsible de a cuerdo a los factores objetivos
derivados de la realidad político-social, históricamente considerados), en
el sentido de la propaganda, (o sea, como parte de la preparación subjetiva
de las masas y de la perspectiva de los cuadros revolucionarios. p73

Es decir que en periodos de preparación (nosotros usamos como


equivalente otra categoría; usada también por los clásicos :

Periodo de acumulación de Fuerzas y cuya duración en la Rusia de


entonces, fue de varios años. Lenin no sólo prevé la vía insurreccional, si
no que la propaga en lucha contra el seguidismo, que rebaja los objetivos
revolucionarios del proletariado, entre otras cosas, negándose a plantear
el problema de las vías. Como contra, revolucionarismo vulgar (putchista y
aventurero), que grita El Asalto, en cualquier circunstancia de tiempo y de
lugar y que menosprecia estúpidamente la agitación y la propaganda en los
periodos preparatorios.

Lenin demuestra que lo que varía según el momento táctico no es la vía,


(Conclusión indispensable acerca del desarrollo de la revolución), sino la
correlación entre los distintos medios de lucha.

Lenin, en su concepción estratégica de la revolución democrática y de su


potencial de la transformación en socialista, incluye en un sólo complejo (o
conjugación de problemas correlacionados). La definición del carácter de
la revolución y de sus fuerzas motrices, el papel hegemónico del
proletariado y la vía, o sea la insurrección armada, que permitirá instaurar
un gobierno revolucionario provisional ( la dictadura democrático-
revolucionaria de los obreros y campesinos ).

La determinación de la vía, era pues, parte inseparable de la estrategia


total de la revolución - delineada por Lenin, a partir de los objetivos, pero
también la voluntad del partido al frente del proletariado y las masas
populares-, de imprimirle este curso a los acontecimientos, de enseñarle
algo a la revolución.

EL METODO DE MARX Y LENIN

!EN LA DETERMINACION DE LAS VIAS DE LA REVOLUCION

Creemos obligatorio, partir de estos dos (2) conceptos :

1.Se refiere al carácter del nuevo poder instaurar el proletariado; la


referida experiencia europea (la comuna); Nos permitirá completar su
teoría del Estado y de la dictadura del proletariado; y el estudio de las
relaciones entre esa y la revolución.

2.Se refiere a la relación entre las vías de la revolución y la estructura del


aparato estatal; al estudiar las modificaciones experimentadas por la
maquinaria del estado burgués a lo largo del siglo XIX, Marx y Engels,
revelan definitivamente el cogollo teórico de toda la cuestión.

“Todas las revoluciones perfeccionaban esta máquina (el estado) en vez de


destrozarla”. Esta conclusión es lo principal, es lo fundamental en la teoría
del marxismo acerca del estado.

La doctrina de Marx y Engels, sobre el carácter inevitable de la revolución


violenta, se refiere al estado burgués. Este no puede sustituirse por el
estado proletario (por la dictadura del proletariado) mediante la
“extinción”, sino sólo, como regla general, mediante la revolución
violenta.

La demolición de la máquina burocrático-militar del estado “Es condición


previa de toda verdadera revolución popular”.

Lenin sabe que la vía armada de la revolución (la revolución violenta,


como Marx, Engels y él escriben y repiten para no identificar p73
plenamente está categoría con otra: medios y formas de lucha), no es en
principio teórico de carácter general, sino la forma principal en que se
llevará a cabo el tránsito revolucionario y que esta forma corresponde a
las condiciones histórico-sociales, concretas generadas por el capitalismo
-en particular la agudeza de la lucha de clases- en una época determinada
y en un país o zona dada del mando.

Al comprobar la posibilidad pacífica de la revolución rusas descarta una


vez más que la vía armada sea un principio general teórico -una “piedra
angular”, del marxismo-; es el camino fundamental, el más probable, del
desarrollo de la revolución socialista contemporánea, derivado de la
evolución del capitalismo y de la estructura político-institucional su estado.

El método de Lenin, como es de Marx, enfrentan juntos las formulaciones


actuales de los epílogos de Mao Tse Tung, que erigen la vía en principio
teórico general, como las de quienes achican el tema de las vías hasta el
temario de virajes inmediatos de la táctica.

Debemos situar concretamente nuestro análisis en la época histórica,


captar sus tendencias fundamentales y la manifestación de éstos en el
cuadro internacional y nacional;

Debemos caracterizar el aparato estatal, - su configuración burocrática y


represiva -, es decir, las posibilidades potenciales - armadas o no -, de
acceso al poder de las masas revolucionarias que encabezará la clase
obrera.

La revolución socialista supone siempre echar a las viejas clases del poder,
derribar el régimen capitalista y pasar a edificar las bases de la nueva
sociedad. Y esto reclama siempre el ejercicio de la violencia
revolucionaria, hayan o no, arribado al poder el proletariado y el pueblo a
través de una insurrección armada. Y las “Formas”, “Intensidad” y
dirección de la violencia revolucionaria dependerá de las circunstancias
históricas concretas, de la capacidad de resistencia de las clases
explotadas, desplazadas de la agudeza de la lucha de clases. De todos estos
esfuerzos, la mayor importancia, son la estructura del aparato estatal y la
situación internacional, considerada ésta, no sólo en el marco de las
correlaciones de fuerzas de una época histórica, sino también en el cuadro
más inmediato determinado por su enclave geográfico.

Nuestro Partido, y la clase Obrera sólo pueden llegar al poder bajo la


forma de política de la República Democrática. Esto es, incluso la forma
específica para la dictadura del proletariado, como lo ha puesto ya de
relieve la gran revolución francesa.

Las preocupaciones de naturaleza táctica que dimanan de no querer


exponer estúpidamente al Partido al rigor represivo, no explican y menos
justifican que se tergiverse hasta los bordes un oportunismo abyecto, el
planteamiento teórico- político del problema de “las vías”.

Engels incluye el estudio de las formas que asume el estado burgués en un


país determinado, como ingrediente obligatorio en la elaboración de toda
hipótesis relativa a “las vías”.

La de la República Democrática constituye el acceso más próximo a la


Dictadura del Proletariado, pues ésta república, que no suprime, ni mucho
menos, la dominación del capital, ni, por consiguiente, la opresión de las
masas, ni la lucha de clases, lleva inevitablemente a un ensanchamiento a
un despliegue, a una patentización y a una agudización, tales de esta lucha,
que, duna vez que surge la posibilidad de satisfacer los intereses vitales de
las masas oprimidas, esta posibilidad se realiza, ineludible y
exclusivamente, en la dictadura del proletariado, en la dirección de estas
p73 masas por el proletariado,

Sólo la estimación concreta de la correlación de fuerzas en pugna


permitirá decir la última palabra acerca del desarrollo, también, concreto
de un proceso revolucionario.

Es decir, que toda previsión en este terreno -y tal ocurre con las vías-, está
sujeta a variaciones, al inevitable enriquecimiento por la vida, con todas
las “estancias” o “estratagemas”; más aún, margen posible de cambios
con la aparición de circunstancias imprevistas e imprevisibles.

Los conceptos acerca de métodos y formas de lucha no se identifican


totalmente con el de vías de la revolución, más vastos y más general. La
advertencia a todo partido marxista-leninista, acerca del indispensable
“dominio de todas las formas de lucha”, no absorbe la necesidad de
proveer la vía probable de la revolución en vez de transferir esta previsión
hasta el momento de una situación revolucionaria concreta.

En esta acepción, la categoría vía al socialismo, abarca la conjunto de los


objetivos programáticos, estratégicos y tácticos que un partido marxista-
leninista prevé como desarrollo posible de la revolución en un determinado
país o grupo de países, Es decir, en buena parte es el desarrollo
independiente del marxismo, reclamado y practicado por Lenin en su
inmensa patria.

Leyes generales del proceso histórico-social del transito del capitalismo al


socialismo:

Dirección de las masas trabajadoras por la clase obrera, cuyo núcleo es el


Partido Marxista-Leninista, en la realización de la revolución proletaria en
una u otra forma y en el establecimiento de una u otra forma de la
dictadura del proletariado.

Alianza de la clase obrera con la masa fundamental de los campesinos y


con las demás capas trabajadora.

Abolición de la Propiedad Privada Capitalista y el establecimiento de la


propiedad social sobre los medios fundamentales de producción.

Paulatina transformación socialista de la agricultura.

Desarrollo planificado de la economía nacional orientado hacia la


edificación del socialismo y del comunismo y la elevación del nivel de vida
de los trabajadores.
La revolución socialista en el terreno de la ideología y de la cultura y la
creación de una nutrida, intelectualidad fiel a la clase obrera y al pueblo
trabajador y a la causa del socialismo.

La supresión del yugo nacional y el establecimientos de la igualdad y de


una amistad fraterna entre los pueblos.

La defensa de las conquistas del socialismo frente a los atentados de los


enemigos del exterior y del interior.

El Internacionalismo Proletario.

En la determinación de la posibilidad de las vías armadas o no, de la


revolución, Lenin partía -como Marx y Engels - de un conjunto de factores
objetivos: a).- Las condiciones históricas generales (época del capitalismo
ascensiones, época del imperialismo etc); b).- De las las condiciones
históricas concretas de un país o grupo de países antes que nada de la
estructura del aparato estatal y del cuadro político de vigencia o no de las
libertades democráticas); c).- De la ubicación geográfica (posibilidad de
un desarrollo revolucionario sin obligatoriedad de una guerra civil en un
país pequeño, próximo a un gran país socialista; en un caso así, la
perspectiva de la exportación de la contrarrevolución y la resistencia de
las viejas clases se limita). d).- Siempre de la correlación concreta de p73
alas fuerzas político-sociales de una clase de un país o un grupo de países.

EL PLANTEAMIENTO DE LAS VIAS EN NUESTRA EPOCA

Las diferencias más ostensibles entre el doctrinarismo y la dialéctica


marxista consistirá siempre -si hablamos del plano político-, en que los
planteamientos teóricos de un marxista se llevan a cabo con vista a
transformarse en fuerzas combativas, sólo posible por su penetración en
las masas. Ello no quiere decir que la tesis teórica o el plan estratégico
pueda subordinarse a las exigencias de otro aspecto de la táctica.

Se puede concluir, que los cambios democráticos profundos facilitan la vía


de aproximación a un “camino menos doloroso”, al socialismo; también es
obligatorio discriminar el transito al socialismo que es un producto del que
se lleva a cabo en el primer auto del drama revolucionario.

Hablar de posibilidades reales de la “vía Pacífica”, Hasta “¡haremos la


revolución por vías pacíficas!”, basándose apenas en el cambio de las
condiciones mundiales, es en el mejor de los casos una frase vacía y en el
peor, un soporífero para evadir la dura realidad. Tanto más si estos
holocaustos teóricos edificantes se llevan a cabo mientras se elude definir
la vía concreta para derribar la tiranía pro-imperialista que oprime éste o
aquel país.

También podría gustarte