Historia

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Bueno primero que nada, mardeto maduro.

Aquí plasmare todo lo que me atormenta, tal vez y algún día lo pueda superar pero mientras
seguiré con lo mismo.

Últimamente he sentido un deseo abrumador de morir, pero es raro, solo me pasa cuando
estoy estresado y creo que es como que la manera en que quiero solucionar todo, y la verdad
si me gustaría pero hay algunas personas a quien lastimaría mucho.

En algún momento lo tendré que hacer, pero quiero que respeten mi deseo. Si no lo quisiera
con tanto afán ¿qué sentido tendría hacerlo? Bueno no sé, solo quiero terminar con todo esto.

Con esto no quiero decir que tuve una vida de mierda, solo yo sé lo que vivo y lo que siento.

Los días más eternos los viví cuando murió mamá, solo fue una semana y para mí eso fue una
eternidad, las horas pasaban lento yo no hacía más nada que llorar, sé que no soy el único con
ese malestar atorado, pero considero que fui al que le pego más pero no lo demostró, porque
me quise hacerme el fuerte así como ella habría querido que lo fuera, pero la verdad es que
tenía miedo de verla ahí, de no poder tocarla, abrazarla, darle un beso por última vez, fui un
cobarde. Al último día llego mi hermana, y me sentí aliviado de tenerla a mi lado pero no
estaba preparado para verla.

Al subir las escaleras.

En el momento en el que me tocaba verla sentía que en cada escalón perdía algo, mientras
más me acercaba el corazón se me aceleraba era algo raro, solo quería que eso fuera una
pesadilla quería despertar y verla diciéndome “todo fue una pesadilla, no llores, no me ves
vivita y coleando”. Pero por más que quise despertar no lo conseguí, en ese momento me di
de cuenta que estaba despierto, desde entonces he vivido en soledad, puedo estar rodeado de
personas, reír e incluso ser “feliz”, pero eso solo dura poco y vuelvo a sentirme igual que al
principio.

Me metí al ejército.

Soy universitario pero ya no le veía el sentido, necesitaba un trabajo para poder mantener la
carrera a flote y poder aportar algo en la casa, en el comando me dieron la oportunidad de
pagar servicio los fines de semana y yo lo veía demasiado bien, además de que era un
beneficio para mí y mi carrera.

Todo iba demasiado bien a pesar de las arrecheras que me generaba, vivía experiencias
inolvidables además de que después de cada fin me ponía feliz porque sabía que vería a mi
novia y eso para mí ya era algo gratificante .

La llegada del virus.

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