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Territorio[editar]

Las siete colinas

El territorio del municipio de Roma es amplio, habiendo absorbido áreas que habían estado
abandonadas por siglos, en su mayoría plagadas de paludismo y poco aptas para la
agricultura, áreas no pertenecientes a ningún municipio: se extiende sobre una superficie de
1287,36 km² y es el territorio ocupado por la ciudad más grande de Italia 24 y uno de los más
extensos en contraste con otras capitales de Europa. Roma gobierna un área que por sus
dimensiones es tan grande como, aproximadamente, la suma de los territorios
de Milán, Nápoles, Turín, Palermo, Génova, Bolonia, Florencia, Bari y Catania, y es superior a
la de municipios como el de Nueva York, Moscú, Berlín, Madrid y París.25
La densidad poblacional no es muy elevada, por la notable presencia de áreas verdes
dispersas en todo su territorio: Roma representa un caso excepcional en el mundo occidental
por la vastedad de áreas verdes que sirven de corona a la ciudad lo cual genera una
compenetración entre ciudad y campo. 4 Roma, además, es la ciudad italiana con el más alto
número de municipios vecinos: 29 municipios italianos más el enclave de la Ciudad del
Vaticano, sumando un total de 30 territorios limítrofes.
El territorio sobre el cual la ciudad ha surgido y sobre el cual se ha desarrollado tiene una
historia geológicamente compleja: el substrato reciente está constituido por
material piroclástico producido hace de 0.6 a 0.3 millones de años por los volcanes, hoy en día
inactivos, ubicados en el área sudeste de la ciudad, el volcán Laziale que se encuentra en las
actuales colinas Albanas, y al noreste, los montes Sabatinos. De estos depósitos se forma
gran parte de las colinas que abundan en el territorio romano. Sucesivamente la actividad
fluvial del Tíber y del Aniene contribuye a la erosión de los relieves y a la sedimentación,
caracterizando aún más al terreno. Sísmicamente, Roma está clasificada como una zona 3
(sísmicamente baja), de acuerdo a la Ordenanza PCM n. 3274 del 20/03/2003. 26
El territorio de Roma, por lo tanto, presenta diversos paisajes naturales y características
ambientales: algunos relieves montañosos y colinas (entre ellas las históricas siete colinas),
las zonas forestales, el río Tíber y sus afluentes, las marranas o pequeños riachuelos típicos
del paisaje urbano, los lagos como el lago de Bracciano y el lago de Martignano así como
aquellos artificiales, una isla fluvial (la isla Tiberina), y la costa arenosa del balneario de Ostia,
frente al mar Tirreno.

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