Distribución del tiempo y espacio en la institución educativa

Tiempo
El tiempo es un factor primordial que determina la duración de las
actividades y su ritmo para obtener los resultados esperados. La organización
del tiempo dentro de un centro educativo está determinado por las necesidades
de los educados y la acción educadora es de vital importancia de acuerdo a las
edades de los estudiantes.
Los dos principales criterios que rigen la organización del tiempo son: la
estabilidad, donde se ofrece un marco temporal regular, estable y con puntos
fijos de apoyo (rutinas); y la flexibilidad, ya que el tiempo se adecua a las
necesidades y ritmos individuales de cada estudiante. Se destaca el calendario
y el horario.
El Calendario en un centro tiene dos aspectos: el escolar o tiempo anual
de los niños, y el laboral o tiempo de trabajo de los adultos.
 Calendario escolar: Lo determina en los centros públicos de
Administración al comienzo del año lectivo mediante un documento
llamado Circular. Aquí se concretan las fiestas y periodos vacacionales
con las fechas de inicio y fin de curso.
 Calendario laboral: Lo determinan los convenios laborales y la
Administración que fija las fechas que deben respetarse a lo largo del
año. Los calendarios laborales determinan el número de días y horas de
los trabajadores de cada sector, así como los permisos y la regulación
de compensación de horarios.
En el horario, la organización de la jornada, se incluyen también dos
perspectivas: el horario de los estudiantes y el horario laboral de los
trabajadores del centro.
El horario de los estudiantes tiene tres grandes tramos: el horario
ampliado de la mañana, la entrada del todo el colectivo de estudiantes y
educadores y el horario ampliado de la tarde. Cada uno de estos tramos puede
tener una organización diferente y diversificada.
Espacio
Es considerado como territorio, el espacio–lugar escolar e implica una
triple dialéctica entre:
a) lo interno y lo externo: lo que es escuela y lo que queda fuera de ella, lo
que está en el aula o en otro espacio escolar y lo que esta fuera del
mismo;
b) lo cerrado y lo abierto: estructuras cortantes o herméticas frente a
estructuras de transición o porosas; y
c) lo propio, lo común y lo ajeno: «mi» o «nuestra» aula, «mi» pupitre, etc.
Desde esta perspectiva la institución escolar constituye un territorio
acotado, de límites más o menos establecidos, con diversos grados de
porosidad en relación con el medio exterior, desde el internado-cuartel a la
escuela al aire libre o la ciudad educativa, e internamente segmentado o
parcelado en función de los distintos usos o tareas a realizar en el mismo.
El espacio escolar deviene así, en su despliegue interno, un espacio
segmentado en el que el ocultamiento y el cierre pugnan, en general por
razones de control, con la visibilidad, la apertura y la transparencia.
El espacio escolar está condicionado principalmente por dos factores:
 Factores externos: La situación geográfica del centro, teniendo en
cuenta el clima, ya que de éste depende la orientación, iluminación,
ventilación, calefacción, materiales a emplear, etc. El número de
alumnos, el crecimiento vegetativo de la zona, los factores económicos,
los cuales limitan, ya que se buscan centros cuyos costes sean bajos en
la construcción, el mantenimiento y conservación; las condiciones
acústicas, acceso, plan de evacuación, etc.
 Factores internos: el centro educativo debe poseer espacio suficiente, en
cuanto a la cantidad y variedad para conseguir una formación de
calidad, teniendo en cuenta las nuevas metodologías didácticas y los
adelantos; y es necesario que disponga espacios que faciliten y
propicien relaciones entre los distintos miembros de la comunidad
educativa; ha de dar cabida a oficinas, despacho de dirección,
secretaría, tutorías, sala de profesores, aulas, sala de usos múltiples,
gimnasio, biblioteca, etcétera.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
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http://www.odiseo.com.mx/2007/07/ormart- espacio.html
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