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UNIDAD DE APRENDIZAJE I

TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

1. Derecho privado y Derecho público.


Como lo tenemos entendido el derecho es el conjunto de reglas y normas que las
civilizaciones modernas han diseñado para regular la conducta de los individuos; es
decir, que si no se regulase las acciones de las personas cada quien haría lo que
creyera es lo correcto y muchas veces vulneraría y atropellaría el interés ajeno. Por
ejemplo, en las civilizaciones primitivas existía la ley del más fuerte, donde el
individuo más poderoso establecía sus reglas, pero en función de sus intereses, de allí
que en el antiguo oeste, los problemas se solucionaban con duelos.

Inclusive en las sociedades modernas, si no se regulase las conductas imperaría “la


ley del que más tiene”, lo que indubitablemente generaría actos de corrupción.

Por otro lado si bien es cierto que es necesario e indispensable regular la conducta de
los ciudadanos, también es verdad que se necesita regular la conducta del Estado,
pues caso contrario éste podría actuar de manera arbitraria, generando también actos
de corrupción; por ejemplo, en el Poder Judicial, que es un organismo del Estado, es
imprescindible que se regule su actuar frente a los ciudadanos, de allí que la
administración de justicia no responde a decisiones subjetivas o antojadizas, sino que
tienen que estar con arreglo a ley, es decir, de acuerdo a lo que señala los diferentes
códigos, por esa razón el artículo IX del TP de CPC nos dirá: “Las normas
procesales contenidas en este Código son de carácter imperativo, salvo regulación
permisiva en contrario…”

En consecuencia, el Estado, en su ánimo y responsabilidad de dar cumplimiento al


“Contrato Social”, ha generado una gran división del derecho: El Derecho Público y
el Derecho Privado.

El Derecho Público regulará la conducta y proceder del Estado en su relación con el


ciudadano, de allí nacerán, por ejemplo, el derecho penal, ya que el Estado es el
único que tiene la facultad coercitiva y sancionadora. Otra rama del derecho público
será el Derecho Tributario, ya que es el único que puede imponer y obligar el pago
de impuestos. Otros ejemplos los encontraremos en el Derecho Municipal, el
Derecho Aduanero, el Derecho Procesal, etc.

Por su parte, el Derecho Privado es el destinado a regular la conducta y proceder de


los ciudadanos, es decir de los privados en sus diversas relaciones, por ejemplo,
regulará conductas para celebrar un contrato, contraer matrimonio, hacer legados,
reconocer hijos extramatrimoniales, declarar a una persona como interdicto, etc., y
que, por cierto se encuentra plasmado en el Código Civil.

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1.1 Derecho civil. Derecho patrimonial y extra patrimonial.
En nuestro sistema jurídico, el Derecho civil se encuentra básicamente contenido
en el Código Civil, el cual es un conjunto ordenado, sistematizado y unitario de
normas de derecho privado. Se trata, por lo tanto, de las normas que regulan las
relaciones civiles de las personas físicas y jurídicas, sean privadas o públicas.

El primer código civil moderno y que se asemeja a los códigos actuales es el


code civil promulgado por Napoleón en 1804. La intención de Napoleón fue
reunir las distintas vertientes de la tradición jurídica francesa en un único cuerpo
legal. El código napoleónico inspiró el desarrollo de los códigos civiles en la
mayor parte de los países europeos y americanos.

¿Cómo evolucionó el Código Civil en el Perú?


Desde la independencia del Perú hemos tenido tres códigos: 1852, 1936 y el
vigente de 1984; entre los que podemos hacer la siguiente comparación

 El Código Civil de 1852.- Producida la independencia del Perú el país


continúa rigiéndose por mucho tiempo por la legislación española, por no
haberse dictado otra. Campeaban normas españolas en un país declarado
antiespañol, como la novísima recopilación de Las Leyes de España, Las
Partidas, Leyes de Toro, etc.

En 1834 la Corte Suprema comisiona a los magistrados Manuel Lorenzo


de Vidaurre y Encalada, Nicolás de Araníbar, Justo Figuerola y Manuel
Pérez de Tuleda elaborar los proyectos de códigos principiando por el
Civil.

Finalmente, por ley del 29 de diciembre de 1851 promulgada por el


Presidente José Rufino Echenique y refrendada por el Ministro de
Justicia Bartolomé Herrera entró en vigencia el Código Civil de 1852,
promulgado solemnemente el 28 de julio de 1852 que fue la de más larga
duración. Comprendía un título Preliminar y tres libros: Personas, Cosas,
Obligaciones y Contratos.

Este Código era una impronta del Código Napoleónico y obviamente nos
apartó de la Legislación española significando desde este punto de vista
un avance trascendente y creativo, aun cuando se señala que no amparó
la figura del ejercicio abusivo del derecho, la legitimación de obras en
base a un interés económico y moral, se ignoró el tema de las personas
jurídicas; sin embargo este Código tiene una virtud y un estigma; la
virtud, definió las instituciones que regulaba facilitando su entendimiento
y un estigma: legitimar la esclavitud equiparando a la persona como una
cosa.

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 El Código Civil de 1936
La elaboración del Código Civil de 1936 se inicia el 8 de septiembre de
1922 promulgándose el 30 de agosto de 1936. Sirvieron cono fuentes
principales: el Código Civil Alemán de 1900, el Código civil brasileño de
1916, el Código suizo de 1907, y finalmente el Código Civil peruano de
1852.

Como dice Fernández Sessarego, el Código Civil de 1936, a través de los


anteriores Códigos Civiles se recoge la inspiración ideológica
proveniente del Código Civil de los franceses de 1804, producto de la
revolución burguesa de 1789, cuya primera preocupación, aparte de
preservar los espacios de libertad conquistados, fue la de asegurar el
acceso a la propiedad y su mantenimiento en favor del individuo y
concluye diciendo la orientación del Código Civil de 1936 respondía,
como no podía ser de otra manera a la realidad de la época al momento
histórico en que fue redactado .

Pues bien, el Código Civil de 1936 con relación al Código Civil de 1852
tiene grandes ventajas, entre las principales ventajas que se le atribuía era
de ser un Código técnico y que gozaba de una mejor ubicación de los
libros que lo componen.

Su estructura era la siguiente: estaba compuesto por un Título Preliminar


que a su vez estaba integrado por XXV normas de carácter general de
Derecho Privado. Además, contenía cinco libros: Personas, Familia,
Sucesiones, Derechos Reales y Obligaciones dentro del cual se normaban
los contratos.

Pese al gran avance que significó para el Derecho Civil peruano la dación
de este cuerpo de leyes, se le criticó por su falta de carácter humanista
que se puso en evidencia al disminuir los derechos de la mujer, al
marginar a los hijos ilegítimos de los legítimos, especialmente en que se
refiere a la participación sucesoria en la que al hijo legítimo le
correspondía el 100% en contraposición del ilegitimo que le correspondía
el 50% de la herencia; además de la no participación hereditaria del
cónyuge.

En líneas generales podemos decir que este Código Civil fue


eminentemente patrimonialista.

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 El Código Civil de 1984
El Código Civil que nos rige entró en vigencia el 14 de noviembre de
1984. Juan Espinoza Espinoza señala: El Código Civil de 1984,
ideológicamente representa un salto de calidad con respecto a su
predecesor: su filosofía personalista inspirada en el principio de justicia
distributiva, así lo demuestra.

Además, a diferencia del Código Civil de 1936, se distingue por su


carácter humanista como se aprecia en el derecho de habitación que
asiste al cónyuge supérstite, en sentido de establecer un derecho de
usufructo legal permanente sobre el inmueble que sirvió de morada a la
sociedad conyugal evitando la participación y un enfrentamiento
innecesario entre padres e hijos.

Otro claro ejemplo lo constituye el hecho de igualad en derechos a los


hijos, sean estos matrimoniales o extramatrimoniales; se desterró la
desigualdad en el ejercicio de los derechos entre el hombre y la mujer; se
regula, aunque recortadamente, la institución del concubinato
particularmente en lo que se refiere a la composición de la sociedad de
gananciales como un correlato de la convivencia familiar.

Otra novedad que trae ese Código, es haber incorporado los derechos de
la persona y en su contexto la donación de órganos para fines de
trasplante acorde con el pensamiento solamente el que ama la vida dona
porque al donar sus órganos vive en la otra persona.

El tercer código es el actual y contiene un Título Preliminar, diez libros y


un Título Final. Los 10 libros que con forman nuestro actual código son:

Libro I Personas
Libro II Acto Jurídico
Libro III Familia
Libro IV Sucesiones
Libro V Derechos Reales
Libro VI Obligaciones
Libro VII Fuentes de las Obligaciones
Libro VIII Prescripción y Caducidad
Libro IX Registros Públicos
Libro X Derecho Internacional Privado

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1.2 Ubicación de las Obligaciones dentro del Derecho.
Como seguramente hemos notado, tanto el Código de 1852 como el de 1936,
confunden las “obligaciones con los contratos” y fue recién con el código
vigente donde el legislador los distingue.

1.3 Estructura del libro de las Obligaciones

LIBRO VI
LAS OBLIGACIONES

SECCIÓN PRIMERA
LAS OBLIGACIONES Y SUS MODALIDADES

TÍTULO I
OBLIGACIONES DE DAR

TÍTULO II
OBLIGACIONES DE HACER

TÍTULO III
OBLIGACIONES DE NO HACER

TÍTULO IV
OBLIGACIONES ALTERNATIVAS Y FACULTATIVAS

TÍTULO V
OBLIGACIONES DIVISIBLES E INDIVISIBLES

TÍTULO VI
OBLIGACIONES MANCOMUNADAS Y SOLIDARIAS

TÍTULO VII
RECONOCIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES

TÍTULO VIII
TRANSMISION DE LAS OBLIGACIONES
CAPÍTULO ÚNICO
CESIÓN DE DERECHOS

SECCIÓN SEGUNDA
EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES

TÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES

TÍTULO II
PAGO
CAPÍTULO PRIMERO
DISPOSICIONES GENERALES

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CAPÍTULO SEGUNDO
PAGO DE INTERESES

CAPÍTULO TERCERO
PAGO POR CONSIGNACIÓN

CAPÍTULO CUARTO
IMPUTACIÓN DEL PAGO

CAPÍTULO QUINTO
PAGO CON SUBROGACIÓN

CAPÍTULO SEXTO
DACIÓN EN PAGO

CAPÍTULO SEPTIMO
PAGO INDEBIDO

TÍTULO III
NOVACIÓN

TÍTULO IV
COMPENSACIÓN

TÍTULO V
CONDONACIÓN

TÍTULO VI
CONSOLIDACIÓN

TÍTULO VII
TRANSACCIÓN

TÍTULO VIII
MUTUO DISENSO

TÍTULO IX
INEJECUCIÓN DE OBLIGACIONES

CAPÍTULO PRIMERO
DISPOSICIONES GENERALES

CAPÍTULO SEGUNDO
MORA

CAPÍTULO TERCERO
OBLIGACIONES CON CLAUSULA PENAL

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2. El Derecho de obligaciones
2.1 Definición de obligación y Fuentes
En el diccionario RAE encontramos, entre otras, dos definiciones que se ajustan
a nuestra explicación: la primera nos dirá: “Obligación es la imposición o
exigencia moral que debe regir la voluntad libre” y la otra dirá “Es el vínculo
que sujeta a hacer o abstenerse de hacer algo, establecido por precepto de ley,
por voluntario otorgamiento o por derivación recta de ciertos actos”.

Si analizamos estos dos conceptos podremos dilucidar cosas en común, por


ejemplo, que se trata de una manifestación de voluntad (unilateral, bilateral o
plurilateral), pero que nace libremente y por la cual las partes intervinientes se
comprometen a hacer o no hacer algo.

Por otro lado, ese compromiso de hacer o no hacer algo puede tener un mandato
moral o legal; pero en todo caso se trata de una manifestación de voluntad libre,
nacida de una persona capaz, cuya finalidad no puede ser contraria a la ley, su
objeto tiene que realizable desde el punto de vista físico y jurídico y, si fuera el
caso, deberá cumplir la forma que la ley le haya impuesto. Estas obligaciones
pueden ser de carácter patrimonial o extramatrimonial.

El vigente código civil nos hablará de estas obligaciones en el Libro VI,


contenidas en dos secciones: “Las obligaciones y sus modalidades” y “Los
efectos de las obligaciones”. Estos dos son materia de este libro y que
procuraremos explicarlos de manera sencilla y asequible para todos.

2.2 Definición de Fuente de la Obligación


Ahora bien, las obligaciones de las que hablamos en el párrafo precedente,
cuando se refieran a obligaciones patrimoniales deberán estar contenidas en
documentos a los que llamamos “contratos”.

Por fuente de una obligación se entiende un hecho o un acto jurídico, al cual el


ordenamiento jurídico positivo, es decir, la ley, o del cual provengan efectos
regulados por el derecho, le atribuye la capacidad de originar o de hacer surgir
un derecho o una obligación, o también consisten en el deber de realizar o en la
facultad de exigir una prestación.

Nuestro actual código civil se ha abocado a este tema en el Libro VII, donde lo
trata en seis secciones a saber y que serán materia de otro estudio:
a) Los contratos en general
b) Los contratos nominados
c) La gestión en negocios
d) El enriquecimiento sin causa
e) La promesa unilateral y
f) La responsabilidad extracontractual

3. Estructura general de la relación obligacional.


3.1 Elementos de las obligaciones.
La relación obligatoria vincula al menos a dos personas. La razón de ello es
clara, ya que el Derecho es un instrumento de resolución de conflictos. Por el

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contrario, en términos jurídicos, nadie puede estar obligado consigo mismo, sino
siempre respecto a otra persona.

Conforme a ello, la relación obligatoria requiere estructuralmente la existencia


contrapuesta de dos personas, que ocupan posiciones distintas en dicha relación:

Sujeto activo: Legitimada para exigir una conducta de forma activa. Es más
usada por los autores modernos con el término legal de acreedor. La razón de
ello radica en que dicho término, por sí mismo, acredita a dicha persona que
ostenta la titularidad de un derecho de crédito que puede ejercitar, cuando y
como corresponda, frente al deudor.

Sujeto pasivo: Persona obligada por la relación obligatoria a observar la


conducta prevista en la obligación, cumplir cuanto debe. Persona obligada a dar,
hacer o no hacer. También el deudor.

La conducta del deudor puede ser de distinta naturaleza, dependiendo del origen
y del tipo de obligación de que se trate.

Por economía gramatical, la conducta debida por el obligado se denomina


genérica y técnicamente prestación. Por consiguiente, la prestación constituye el
elemento objetivo de la relación obligatoria, según los términos de la Sección
Primera puede consistir en dar, hacer o no hacer alguna cosa.

4. Clasificación de las Obligaciones


Dependiendo del país y la legislación de este se han aplicado varias denominaciones
a las clases de obligación. En nuestro país, la legislación civil ha aplicado la
siguiente clasificación:
a) Obligaciones de Dar (Arts. 1132 a 1147) Título I.
b) Obligaciones de Hacer (Arts. 1148 al 1157) Título II
c) Obligaciones de No hacer (Arts. 1158 al 1160) Título III
d) Obligaciones alternativas y facultativas (arts. 1161 a 1171), Título IV.
e) Obligaciones divisibles e indivisibles Arts. 1172 a 1181), Título V
f) Obligaciones mancomunadas y solidarias (Arts. 1182 a 1204), Título VI

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OBLIGACIONES DE DAR

1. Definición.
Son obligaciones positivas que consisten en “la entrega de uno o más bienes muebles
o inmuebles, consumibles o no consumibles, fungibles o no fungibles, a que se
compromete el deudor frente a su acreedor, con el fin de constituir sobre la cosa,
derechos reales como la propiedad o la posesión o con el propósito de confiar al
obligado la simple guarda o custodia de la cosa o para que le sirva al acreedor de
garantía por alguna obligación a favor de éste”.

Las obligaciones de dar son las más frecuentes y las encontramos en diferentes
contratos como la compra venta, la permuta, la donación, el arrendamiento, el
comodato, el depósito, el mutuo anticrético, la prenda o el de suministro.

Comprende, pues, no sólo las obligaciones que tienen como propósito la transmisión
de la propiedad, sino todas aquellas en las que el acreedor tiene adquirido algún
derecho sobre algún bien. Así, puede darse la obligación de entregar el bien para
constituir sobre él derechos reales, como en el contrato de compra-venta, en el que el
propietario transfiere la propiedad del bien vendido; o una obligación de entrega para
transferir sólo el uso o la tenencia del bien, tal como en el contrato de arrendamiento,
en el cual el arrendador debe entregar al arrendatario el bien arrendado o también
puede darse el caso de una obligación de entregar para restituir el bien a su
propietario, como ocurre en el caso del comodato o en el del usufructo.

2. Fines de la entrega
La entrega de uno o más bienes a que se compromete el deudor, frente al acreedor,
puede tener por objeto cualquiera de los fines siguientes:

a) Trasmitir la propiedad o dominio de la cosa o cosas entregadas (permuta,


compra-venta, donación).
b) Trasmitir el uso o la posesión temporal (arrendamiento, comodato, usufructo,
uso, habitación, anticresis).
c) Encomendar la guarda, custodia o seguridad de la cosa (depósito).
d) Darla en garantía del cumplimiento de cualquier obligación, a cargo del
deudor (la prenda) o en garantía de un préstamo, de un mutuo (anticresis).
e) Otro fin de la entrega es el de restituirla a su dueño o trasmitente, llegada que
sea la oportunidad; esto es, cuando el acreedor devuelva la cosa al obligado o
deudor, por ejemplo cuando se ha vencido el plazo del arrendamiento, o del
usufructo, o del depósito o del comodato, etc. Viene a ser la restitución de la
cosa, cesada la causa jurídica que dio origen a la tenencia o posesión en
manos del acreedor.

3. Clasificación de las obligaciones de dar


Se clasifican en tres grupos:

 Obligaciones de dar cosa cierta o cuerpo cierto.


 Obligaciones de dar cosas genéricas.
 Obligaciones de dar sumas de dinero.

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3.1 Obligación de dar bien cierto

Está constituida por aquella prestación que consiste en la entrega de un bien


determinado, individualizado e identificado.

Es aquella obligación que tiene por objeto la entrega de un bien que se encuentra
totalmente individualizado e identificado desde la formación, nacimiento de la
obligación. Desde que nace la obligación se conoce qué es lo que se debe entregar.

A. Deberes del Deudor. Desde que nace la obligación hasta el día de su


cumplimiento el deudor debe cumplir con determinados deberes. El deudor tiene
los siguientes deberes:

1. El deber de entregar el bien en el tiempo, lugar y modo establecido


2. El deber de informar al acreedor (Art. 1133), cuando lo solicite, sobre el
estado del bien, sobre el estado de conservación del bien.
3. El deber de conservar el bien (Art. 1134) hasta su entrega, es decir, tiene el
deber de realizar todas las diligencias necesarias para custodiar el bien,
conservar el bien en buen estado para que no se deteriore, no se pierda, no
disminuya de valor ni deje de ser útil al acreedor todo esto con el fin de no ser
pasible de responsabilidad alguna.
4. En principio, tiene la obligación de entregar el bien con sus accesorios (Art.
1134, 2do. Párrafo), salvo que lo contrario resulte de la ley, del título de la
obligación (del acuerdo de las partes) o de las circunstancias del caso. Se
sigue el criterio de que lo accesorio sigue la suerte del principal.

B. Fines de la obligación de dar:


1. La de entregar (transferir - trasmitir - dar) el bien en propiedad
2. La de entregar el bien en uso o posesión
3. La de entregar el bien para su custodia
4. La de restituir o devolver el bien.

C. La transferencia de la propiedad
Transferencia implica entregar o dar algo a alguien bajo título de propiedad, por
ejemplo, en la compraventa, la donación, etc. En nuestra legislación se ha
distinguido la transferencia de muebles y de inmuebles, tal como explicamos a
continuación:

C.1 Para la transferencia de muebles: La transmisión o transferencia de la


propiedad de un bien mueble se efectúa mediante la traditio, que es un
término latín que quiere decir transferir o entregar y se materializa con la
entrega real del bien.

Ahora bien, si se trata de un solo acreedor, el artículo 947° del Código Civil
nos dirá que “La transferencia de propiedad de una cosa mueble
determinada se efectúa con la tradición a su acreedor, salvo disposición
legal diferente”.

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Cuando se presentan varios acreedores se da la figura de la “concurrencia de
acreedores”, es decir que un mismo deudor se obligó a dar un bien cierto a
varias personas (varios acreedores). En este caso surge la pregunta ¿quién
tiene la preferencia a recibir el bien reclamado? El artículo 1136° del C.C.
nos presenta varios escenarios;

 Si el obligado entregó la posesión del bien a uno de sus acreedores, éste


tendrá preferencia de conservarlo, incluso si otro tuviera un título con
fecha de mayor antigüedad. En este caso como vemos prima la posesión.

 Si el obligado conserva el bien, en este caso, para establecer prioridad,


habrá que ver quién o quienes tienen título de fecha cierta y si fueran dos
o más se preferirá aquel cuyo título sea más antiguo.

C.2 Para la transferencia de inmuebles: La transmisión o transferencia de la


propiedad de un bien inmueble se efectúa por la sola obligación de enajenar,
es decir de entregar.

El artículo 1135° nos presenta los supuestos de concurrencia de bienes


inmuebles, es decir que se presenta cuando un mismo deudor se obliga a
entregar un bien inmueble a varios acreedores. En este caso de concurrencia
de acreedores de bienes inmuebles se prefiere entregar el bien al acreedor de
buena fe cuyo título haya sido primeramente inscrito, en defecto de
inscripción será preferido el acreedor cuyo título sea de fecha anterior y
entre éstos se prefiera al acreedor cuyo título conste en documento de fecha
cierta más antigua

Conviene también señalar que la transmisión de la propiedad inmueble es


consensual, es decir que tiene que haber acuerdo entre las partes que
intervienen y en ese sentido se pronuncia el C.C. en el artículo 949° “La
sola obligación de enajenar un inmueble determinado hace al acreedor
propietario de él, salvo disposición legal diferente o pacto en contrario”

Casos de pérdida o deterioro de un bien cierto. Se refiere a los supuestos de hecho


que pueden presentarse en el lapso o periodo de tiempo que trascurre desde que nace
la obligación hasta su cumplimiento, es decir, desde el momento que se contrae o
nace la obligación de dar un bien cierto hasta la fecha de su cumplimiento. Pueden
presentarse diversas situaciones o supuestos que impidan o hagan imposible cumplir
con la prestación. El código distingue tres escenarios en el artículo 1137°

1. Cuando el bien PERECE o resulta INUTIL para el acreedor por daño parcial.
2. Cuando DESAPARECE y no se tiene noticias de él o se tiene noticias de él,
pero no se puede recuperar.
3. Cuando queda FUERA del comercio

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3.2 Obligación de dar bienes inciertos o cosas genéricas

Bien incierto es aquel bien que no se encuentra totalmente determinado e


individualizado. Aquel bien que no está Individualizado con sus características
propias, es decir, las características del bien están señaladas de manera genérica.
Es aquella obligación que está constituida por aquella prestación que consiste en
entregar bienes no determinados, no individualizados inicialmente.

Por otro lado, también puede presentarse la figura de Bienes limitados e ilimitados

a) Bienes Limitados: son aquellos bienes (seres o cosas) que tienden a desaparecer,
acabarse, perecer, perderse, a no existir nunca más.

b) Bienes Ilimitados: son aquellos bienes (seres o cosas) que nunca llegan a
agotarse, a perecer, a destruirse, que siempre van a existir.

3.3 Obligaciones de dar sumas de dinero


Evidentemente las obligaciones de dar sumas de dinero son las más frecuentes
entre las obligaciones de dar, y aun lo son, comparándolas con todas las demás
obligaciones de hacer y de no hacer.

Estas obligaciones de dar dinero surgen específicamente en un Contrato de


mutuo o préstamo civil. Luego las encontramos en todos los casos de pago de
daños y perjuicios, ya sea por la mora o incumplimiento de cualquier obligación,
o por los daños causados por el ilícito civil o penal.

Finalmente se hacen presentes como contraprestación de todo contrato oneroso.


Sabemos que siendo la moneda una unidad de medida de todos los valores, tanto
los bienes como los servicios se pagan en dinero, de allí surge la frecuencia y la
importancia económica y jurídica de las obligaciones de dar sumas de dinero.

La obligación de dar suma de dinero ha generado dos problemas o teorías que


surgen de estas obligaciones y son:

a) El problema del valor que estriba en determinar cuál es el valor efectivo


de una suma de dinero que ha sido prometida u ofrecida, cuando este
valor ha cambiado entre el momento de nacer o surgir la obligación y el
momento del pago o cumplimiento.

b) El problema del interés, que corresponden mayormente a la esfera del


Derecho Público, antes que la del Derecho privado. Es el problema
referente a los intereses que devenga o puede generar una suma “X” de
dinero, cuyo pago no ha sido oportunamente cumplido.

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