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EL DERECHO DE PETICIÓN

Desde la entrada en vigor del Tratado de Maastricht, todo ciudadano de la Unión Europea
tiene derecho a someter una petición al Parlamento Europeo, en forma de reclamación o
solicitud, en relación con una cuestión que entre en el ámbito de competencias de la Unión.
La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo examina las peticiones y dictamina en
lo que a su admisibilidad se refiere. Se encarga, asimismo, de su tramitación.
BASE JURÍDICA: Artículos 20, 24 y 227 del Tratado de Funcionamiento de la Unión
Europea (TFUE) y artículo 44 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión
Europea.
OBJETIVOS: El derecho de petición ofrece al ciudadano europeo y a todo aquel que
resida en la Unión un medio sencillo para dirigirse a las instituciones de la Unión y
presentar reclamaciones o solicitar su intervención.
RESULTADOS
Admisibilidad y requisitos (artículo 227 del TFUE) El derecho de petición está abierto a
todos los ciudadanos de la Unión y a todas las personas físicas o jurídicas que residan o
tengan su domicilio social en un Estado miembro, individualmente o en asociación con
otros. Para ser admisibles, las peticiones deben referirse a asuntos propios de los ámbitos de
actuación de la Unión que afecten directamente a las personas que las presentan; esta última
condición se interpreta de forma muy amplia.
Admisibilidad formal: Las peticiones deben incluir el nombre y los apellidos, la
nacionalidad y el domicilio de cada uno de los peticionarios, y estar redactadas en una de
las lenguas oficiales de la Fichas técnicas sobre la Unión Europea. Pueden presentarse por
vía electrónica (a través del Portal de Peticiones del Parlamento Europeo) o en papel, por
correo.
Admisibilidad material: Las peticiones que cumplen las condiciones especificadas se
remiten a la Comisión de Peticiones, que decide en primer lugar si la petición es admitida a
trámite. Para ello, comprueba que el tema tiene relación con los ámbitos de actuación de la
Unión Europea. En caso contrario, la petición no se admite a trámite. Se informa de ello al
peticionario y se le explican los motivos de la decisión. Por lo general se sugiere al
peticionario que se dirija a otro organismo nacional, europeo o internacional. La razón
principal por la que una petición es declarada inadmisible suele ser que el peticionario
confunda las competencias, responsabilidades y posibilidades de actuación y recurso de la
Unión con las de los Estados miembros o las de otras organizaciones y organismos
internacionales (como las Naciones Unidas o el Consejo de Europa), también en relación
con la aplicabilidad de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea.
Según las circunstancias, la Comisión de Peticiones podrá adoptar una o más de las
siguientes medidas:
— pedir a la Comisión Europea que efectúe una investigación preliminar sobre una petición
e informe de si se respeta o se infringe la legislación de la Unión pertinente;
— transmitir la petición a otras comisiones del Parlamento Europeo para su información o
para que inicien otras actuaciones (por ejemplo, una comisión puede tener en cuenta una
petición en el marco de sus actividades legislativas);
— si la petición hace referencia a un caso específico que requiere atención individual, la
comisión podrá ponerse en contacto con las instituciones o autoridades competentes o
intervenir a través de la representación permanente del Estado miembro en cuestión para
resolver el asunto;
— adoptar las medidas que considere adecuadas para tratar de resolver un problema o dar
una respuesta adecuada a la petición.
Conclusión: La comisión puede dar por concluido el examen de una petición en distintos
momentos del procedimiento, por ejemplo, una vez tomada la decisión sobre su
admisibilidad, tras un debate en una reunión de la comisión, cuando se han agotado las vías
de actuación disponibles en relación con la petición o cuando el peticionario la retira o no
responde en un plazo determinado.
Transparencia: Las peticiones presentadas al Parlamento Europeo pasan a ser documentos
públicos. Los resúmenes de las peticiones se publican, junto con otros documentos
pertinentes, en el Portal de Peticiones del Parlamento Europeo en todas las lenguas oficiales
de la Unión una vez que la Comisión de Peticiones ha tomado una decisión sobre la
admisibilidad. Se informa por escrito al peticionario de todas las decisiones de la comisión
en relación con su petición, así como de los motivos que justifican dichas decisiones, y se le
proporciona toda la información y documentación necesarias, cuando proceda, una vez que
las decisiones son públicas.
QUÉ ES UNA PETICIÓN – QUÉ ES EL DERECHO DE PETICIÓN Una petición, es
una solicitud verbal o escrita que se presenta ante un órgano o individuo con el fin de
requerir su intervención en un asunto concreto.
Concepto y Contenido del Derecho de Petición. Una definición comprehensiva del
Derecho de Petición lleva a considerarlo como el derecho de toda persona que no es titular
de derechos subjetivos o de intereses legítimos, de dirigir peticiones a los organismos,
órganos y personas-órgano que ejercen las funciones del Poder, sobre materias de
competencia de éstos.
Tipos de peticiones:
• Quejas: cuando se pone en conocimiento de las autoridades conductas irregulares de
empleados oficiales o de particulares a quienes se ha atribuido o adjudicado la prestación de
un servicio público.
• Reclamos: cuando dan a las autoridades noticias de la suspensión injustificada o de la
presentación deficiente de un servicio público.
• Manifestaciones: cuando hacen llegar a las autoridades la opinión del peticionario sobre
una materia sometida a actuación administrativa.
• Peticiones de informaciones: cuando se formulan a las autoridades para que éstas, den
a conocer cómo han actuado en un caso concreto y permitan el examen de documentos
públicos que tienen en su poder.
• Consultas: cuando se presentan a las autoridades para que manifiesten su parecer sobre
materias relacionadas con sus atribuciones. El derecho de petición, se plasma como una
facultad en cabeza de toda persona con el fin de dirigirse ante autoridades públicas o entes
privados para solicitar su intervención, con el fin de dar solución a diferentes problemas. Se
convierte pues, en un derecho público subjetivo, capaz de ser exigido.
DERECHO DE PETICIÓN Y DERECHO DE QUEJA
El derecho de petición es el derecho que tiene el ciudadano activo de expresar sus
opiniones al cuerpo legislativo, al rey o a los administradores públicos sobre asuntos de
administración o de organización. La queja es el derecho de recurrir que tiene todo hombre
que ve lesionados sus intereses particulares por una autoridad cualquiera o por un
individuo.
La gran diferencia establecida por este francés radica en que la queja es el derecho a que
todos los hombres corresponde sin importar su condición política. Por el contrario, el
derecho de petición es exclusivo del ciudadano.
Silencio administrativo: solicitud de informaciones La omisión administrativa se
configura cuando el Estado se abstiene de actuar y por ende el particular no sabe a qué
atenerse. Por lo mismo, la persona debe contar con un instrumento de protección ante la
omisión del ente público y opera por lo tanto la figura del silencio administrativo que no
por ello subsana el deber de responder por los recursos interpuestos.
Titulares del derecho de petición: En principio es toda persona humana sin distingo de su
condición, sexo o raza e inclusive edad, la titular del derecho de petición, sea de manera
individual o colectiva con el ánimo de reclamar una actuación estatal que beneficie a todo
el conglomerado o a unos individuos en particular. No obstante, la Constitución y la ley
pueden limitar su ejercicio a determinados sujetos: por ejemplo, el artículo 219 de la
Constitución prohíbe a los individuos integrantes de las fuerzas armadas, dirigir peticiones
corporativas sobre asuntos no relacionados con el servicio y la moralidad del respectivo
cuerpo. Es de mencionar que este impedimento también lo encontramos en la Constitución
española, que en su momento tuve la ocasión de mencionar, claro que allí la prohibición de
petición opera siempre que sea presentada de manera colectiva por los miembros de las
fuerzas armadas sin importar su contenido material.
Las personas jurídicas de derecho público no puedan, excepcionalmente, ser titulares para
incoar la protección constitucional de sus derechos fundamentales. Para establecer estos
casos, la Corte indagó los tipos de derechos susceptibles de ser invocados. En primer lugar,
encontró los llamados derechos procesales que son el fundamento del Estado de derecho y
que contienen principios objetivos de procedimiento de carácter universal, aplicables a los
procesos judiciales y administrativos, y a los cuales puede apelarse indistintamente por
parte de las personas naturales o jurídicas, públicas o privadas. En segundo lugar, encontró
los derechos materiales no susceptibles de ser invocados por vía de tutela por entidades
públicas (entre ellos el de petición), porque las entidades realizan estas facultades no con
base en un derecho sino en una competencia.
Sujeto activo: En cuanto al sujeto activo o titular del derecho es toda persona. Sin
embargo, se discuten dos alternativas sobre esta materia. La primera de ellas está
constituida por la necesidad de optar entre considerar corno titular del derecho únicamente
a las personas calificadas corno ciudadanos o considerar corno titular a toda persona.
Sujeto Pasivo: Respecto del sujeto pasivo de la petición, la doctrina es prácticamente
unánime en el sentido que las peticiones sólo pueden dirigirse a "los poderes públicos".
Materias: En cuanto a las materias sobre las que puede ejercerse el Derecho de Petición, la
doctrina y las normas son prácticamente unánimes en señalar que sólo se puede hacer
peticiones respecto de asuntos que son de competencia de los organismos u órganos a los
cuales se dirige la petición. En tal sentido, quedan descartadas las peticiones sobre asuntos
civiles respecto de los cuales el poder público no tiene competencia.
En cuanto a la naturaleza del Derecho de Petición, estamos frente a un derecho de
naturaleza sui génesis y de amplio espectro, pues, formando parte del núcleo de la relación
entre la autoridad y las personas, su vinculación con otros derechos de similar naturaleza es,
en principio e históricamente considerado el asunto, de género a especie. Su naturaleza es
comprehensiva o tiene elementos de la naturaleza de otros derechos, lo cual le confiere
naturaleza propia y especial.

La Declaración del Hombre en su artículo 24 declara de forma expresa el derecho de


petición. Siendo el primer antecedente directo del mismo.
Derecho de toda persona que no es titular de derecho subjetivo de dirigir peticiones a todos
los órganos de interés y que le sea resuelto su problema.

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