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SEMANA 11 C.

LECTORA QUINTO DE SECUNDARIA

Lea el siguiente texto y resuelva. Luego, recorte y pegue al cuaderno.

LECTURA ESCOGIDA

LECTURA ESCOGIDA
En la civilización del espectáculo es normal y casi obligatorio que la cocina y la moda ocupen
buena parte de las secciones dedicadas a la cultura y que los «chefs» y los «modistos» y
«modistas» tengan en nuestros días el protagonismo que antes tenían los científicos, los
compositores y los filósofos. Los hornillos, los fogones y las pasarelas se confunden dentro de las
coordenadas culturales de la época con los libros, los conciertos, los laboratorios y las óperas, así
como las estrellas de la televisión ejercen una influencia sobre las costumbres, los gustos y las
modas que antes tenían los profesores, los pensadores y (antes todavía) los teólogos. Hace medio
siglo, probablemente en Estados Unidos era un Edmund Wilson, en sus artículos de The New
Yorker o The New Republic, quien decidía el fracaso o el éxito de un libro de poemas, una novela
o un ensayo. Hoy son los programas televisivos de Oprah Winfrey. No digo que esté mal que sea
así. Digo simplemente que es así.
El vacío dejado por la desaparición de la crítica ha permitido que, insensiblemente, lo haya llenado
la publicidad, convirtiéndose esta en nuestros días no solo en parte constitutiva de la vida cultural
sino en su vector determinante. La publicidad ejerce una influencia decisiva en los gustos, la
sensibilidad, la imaginación y las costumbres y de este modo la función que antes tenían, en este
campo, los sistemas filosóficos, las creencias religiosas, las ideologías y doctrinas y aquellos
mentores que en Francia se conocían como los mandarines de una época, hoy la cumplen los
anónimos «creativos» de las agencias publicitarias. Era en cierta forma obligatorio que así
ocurriera a partir del momento en que la obra literaria y artística pasó a ser considerada un
producto comercial que jugaba su supervivencia o su extinción nada más y nada menos que en los
vaivenes del mercado. Cuando una cultura ha relegado al desván de las cosas pasadas de moda el
ejercicio de pensar y sustituido las ideas por las imágenes, los productos literarios y artísticos
pasan a ser promovidos, y aceptados o rechazados, por las técnicas publicitarias y los reflejos
condicionados en un público que carece de defensas intelectuales y sensibles para detectar los
contrabandos y las extorsiones de que es víctima. Por ese camino, los esperpentos
indumentarios que un John Galliano hace desfilar en las pasarelas de París o los experimentos
de la nouvelle cuisine alcanzan el estatuto de ciudadanos honorarios de la alta cultura.

La civilización del espectáculo

Mario Vargas Llosa

1. El texto trata sobre:


A) La frivolidad, una manera de entender el mundo.
B) La publicidad como poderosa herramienta moderna.
C) El proceso creciente de banalización de la cultura.
D) Los productos literarios y artísticos de nuestro tiempo.
E) La terrible desaparición de la crítica en nuestra era.

2. El significado de VECTOR es:


A) Portador.
B) Seguidor.
C) Crítico.
D) Vicario.
E) Suplente.

3. Para el autor, la civilización del espectáculo involucra:


A) La exaltación que se hace de la música.
B) El adocenamiento de la vida cultural.
C) El eclipse de los personajes célebres.
D) La irracionalidad de escritores novatos.
E) La irrupción del periodismo irresponsable.

4. Se infiere del texto que en la civilización del espectáculo, uno de los valores
más importantes es:
A) La libertad.
B) El conocimiento.
C) La lujuria.
D) La hipocresía.
E) El entretenimiento.
5. Según el autor, es incompatible señalar que la publicidad:
A) Condena la futilidad de la vida cultural.
B) Ejerce una influencia decisiva en los gustos.
C) Es parte constitutiva de la vida cultural.
D) Divulga anuncios para vender un producto.
E) Se vale de las imágenes para captar clientes.

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