“La no acción del hombre sabio no es inacción. No está estudiada. No la
perturba cualquier cosa. El sabio está tranquilo porque no se mueve, no porque quiera estarlo. El agua tranquila es como el cristal…es de un nivelado perfecto. Si el agua es tan clara, tan lisa, cuánto más el espíritu del hombre. El corazón del hombre sabio está tranquilo, es el espejo del paraíso y de la tierra, el cristal de todo. Vacuidad, quietud, tranquilidad…silencio, no acción, ese el nivel del paraíso y de la tierra. Eso es el tao perfecto. Ahí encuentran su lugar de descanso los hombres sabios. Descansando, son vacíos.” Chuang Tzu