En 2017 se produjo una recaída de la economía venezolana que ha producido una disminución aproximada del Producto interior bruto(PIB) del 9,5 %. La causa de este deterioro fue el agravamiento de la crisis de la deuda pública, provocada por la desconfianza de los mercados financieros internacionales hacia las pérdidas ocultas de las entidades financieras venezolanas y sus posibles consecuencias en las arcas públicas. Esta desconfianza se tradujo en el cierre de los mercados financieros internacionales a la economía venezolana y la huida de los inversores extranjeros de los activos venezolanos. Ha sido un año peligroso desde el punto de vista financiero. La destrucción de empleo ha sido muy fuerte, alcanzando una media anual del 25 %. Este desempleo junto al aumento impositivo efectuado para intentar controlar el déficit, ha provocado una importante erosión de las rentas de las familias y consecuentemente del consumo y la inversión. El único sector que ha tenido un comportamiento positivo durante el año ha sido el exterior que ha traído un ligero incremento de las exportaciones y una disminución de las importaciones produciendo un saldo positivo de la balanza de bienes y servicios.
EVALUACION DE LA TASA DE DESEMPELO DE VENEZUELA
Después de los anuncios ofrecidos por el presidente Nicolás Maduro, a principios de
noviembre de 2017, como el aumento salarial y la pues en circulación del billete de 100 000 bolívares; economistas y medios de comunicación afirmaron que Venezuela, ha iniciado una hiperinflación, tras arrojar el pasado mes de octubre una inflación del 50,6 %. Analistas del tema y medios de comunicación afirman, que para frenar la hiperinflación, primero deben detener la impresión de billetes, unificar el tipo de cambio, aumentar la producción nacional e importación bienes de consumo que sean necesarios, además de suprimir los controles de precios.