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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Católica Santa Rosa


Facultad de Derecho
Sección: 2

Tema 1

Profesor: Integrantes:
Thalía Diaz Bárbara Castro
Wendy Rincón
Styferly Rivas
Introducción:

Con la finalidad de buscar el conocimiento teórico y práctico de la materia Derecho


Administrativo, nos situamos en la conveniencia de estudiar y establecer en primer
término los conceptos básicos que rige la materia en cuestión, a fin de sentar las
bases de los que se procederá a efectuar en el ejercicio de la profesión.

Aunado a esto surge la necesidad de aplicar dichos conocimientos primordiales a


un caso concreto en específico, según lo establecido en la Ley Orgánica de
Procedimiento Administrativo, sus recursos, cuándo intentarlo, cómo intentarlo,
entre otros aspectos.

La Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, en vigor desde el 19 de enero


de 1982, produjo uno de los más grandes cambios que haya sufrido jamás la
Administración Pública Venezolana. Se trata de una Ley revolucionaria, cuyo
impacto en el comportamiento administrativo pudo ser mucho mayor del
vislumbrado. Pero la Ley Orgánica, por sobre todo, marca una etapa de primera
importancia en la evolución no sólo del Derecho Administrativo sino de las
Ciencias de la Administración. Todo el esfuerzo de reforma administrativa
realizado en nuestro país a partir de los años sesenta, particularmente en el
ámbito del funcionamiento de la Administración Publica, encontró en esta Ley una
serie de normas y obligaciones expresas, cuyo cumplimiento seguramente
transformó los sistemas y procedimientos administrativos y el tratamiento de los
administrados por los funcionarios.

En términos generales, esta ley, regula cuatro aspectos fundamentales con


relación a la Administración y relaciones con los particulares. La Ley precisa, por
una parte, una serie de potestades administrativas y establece una serie de
deberes y obligaciones de los funcionarios, y por la otra, regula y consagra una
serie de derechos de los particulares frente a la Administración, así como también
les impone obligaciones precisas en sus relaciones con aquélla. Este es el primer
campo de regulación de la Ley: las situaciones jurídicas de los particulares y de la
Administración Pública.

En segundo lugar, regula el acto administrativo, es decir, el resultado concreto de


la actuación de la Administración cuando ésta decide produciendo efectos
jurídicos en determinadas situaciones.
Tema 1: NOCIONES INTRODUCTORIAS DE LOS ACTOS
ADMINISTRATIVOS:

Se define como Acto Administrativo la decisión general o especial que, en ejercicio


de sus funciones, toma la autoridad administrativa, y que afecta a derechos,
deberes e intereses de particulares o de entidades públicas.

Dentro de la división tripartita de los Poderes públicos, es el que procede del


ejecutivo, a diferencia del acto legislativo (o ley) y del judicial (resolución,
providencia, auto o sentencia). Además, la autoridad o el agente ha de obrar como
representante de la Administración publica en tanto que persona de Derecho
Público; ya que, de proceder como persona jurídica privada, las relaciones
encuadran dentro de las civiles o comunes, con los privilegios que en todo caso se
atribuyen al Estado y a otras entidades aun en su aspecto "particular".

Prácticamente integran actos administrativos todas las resoluciones y


disposiciones, verbales o escritas (singularmente éstas, debido a su constancia);
sean acuerdos, órdenes, decretos, reglamentos, instrucciones, circulares u
ordenanzas que dictan desde los ministros a los alcaldes; y también las
corporaciones, como las diputaciones provinciales, los ayuntamientos; pero no los
organismos legislativos de las provincias o Estados de una federación.

Por tanto, de lo anterior resulta que en las definiciones tradicionales del acto
administrativo que lo precisan, pura y sistemáticamente, como una declaración de
voluntad realizada por la Administración, con el propósito de producir un efecto
jurídico, el problema se reduce a determinar qué debe entenderse por
Administración: o dicho término se define con un criterio orgánico, identificándose
con los órganos de la Administración Pública como incorrectamente lo ha hecho el
Articulo 7 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos; o dicho término
se define con un criterio material, identificándolo con el ejercicio de la función
administrativa, lo que también produciría una definición incompleta del acto
administrativo; o dicho término se define con criterios combinados de orden
material, formal y orgánico.

 Actos de efectos generales y particulares:

En primer lugar, según el carácter normativo o no normativo de actos


administrativos, estos se clasifican en actos de efectos generales y actos de
efectos particulares. Puede decirse así, que la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos acoge una primera forma de clasificación de los actos
administrativos según sus efectos, en el sentido de que clasifica los actos
administrativos en actos normativos (de efectos generales) y en actos
administrativos no normativos (de efectos particulares). Esta es la clasificación que
de acuerdo a lo establecido en la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia,
permite distinguir los actos administrativos de efectos generales de los actos
administrativos de efectos particulares. Los primeros son aquellos de contenido
normativo, es decir, que crean normas que integran el Ordenamiento Jurídico; en
cambio, los segundos, los actos administrativos de efectos particulares, son
aquellos que contienen una decisión no normativa, sea que se aplique a un sujeto
o a muchos sujetos de derecho. La Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos puede decirse que identifica los actos administrativos de efectos
generales, con los que ella califica en el Artículo 13 como "actos o disposiciones
administrativas de carácter general" y los actos administrativos de efectos
particulares a los que la misma norma califica como actos administrativos "de
carácter particular". En esta norma, al prescribir que un acto administrativo de
carácter particular no puede vulnerar lo establecido en una "disposición
administrativa de carácter general, lo que está señalando es que un acto de
efectos particulares (de contenido no normativo) no puede vulnerar un acto
normativo o de efectos generales, acogiéndose, en este Artículo 13, el principio de
la inderogabilidad singular de los reglamentos o de los actos administrativos de
efectos generales.

Puede decirse que la Ley Orgánica acoge la clasificación de los actos


administrativos, según sus destinatarios, al distinguir los actos administrativos
generales de los actos administrativos individuales. Los actos administrativos
generales son aquellos que interesan a una pluralidad de sujetos de derecho, sea
formado por un número indeterminado de personas o un número determinado; en
cambio, los actos administrativos individuales, son aquellos que interesan a un
solo sujeto de derecho. Esta distinción estimamos que se acoge en el artículo 72
de la Ley Orgánica al exigirse que también sean publicados en la Gaceta Oficial
de la República de Venezuela, aquellos actos administrativos que interesen a un
número indeterminado de personas, que no sean necesariamente actos
normativos o de carácter general. Es decir, esta norma establece indirectamente la
diferencia entre el acto de efectos generales o de contenido normativo y el acto
general, el cual aun cuando pueda no tener contenido normativo, interese a un
número indeterminado de personas. En estos casos, el acto es general porque
interesa a un número indeterminado de personas, y no porque tenga
necesariamente un contenido normativo. Por supuesto, también el acto general no
normativo, puede tener por destinatarios a un número determinado de personas.
 La Potestad Reglamentaria. El poder discrecional de la Administración
Pública:

Este poder se conoce como la Discrecionalidad Administrativa, la cual según


Ronald de Jesús Chacín Fuenmayor representa: “aquella potestad manifestada en
la libertad que tiene la Administración, otorgada por la ley, de realizar actuaciones
y declaraciones de carácter sublegal, para lo cual el órgano administrativo valorará
y apreciará las circunstancias de hecho a los fines de resguardar el interés general
o colectivo y demás fines previstos en la norma”.

De la definición se infiere que la justificación del Poder Discrecional de La


Administración Pública, radica en el ejercicio eficaz de la misma en cuanto al
cumplimiento de sus funciones, por cuanto la ley, en base al principio de
generalidad, no puede regular todas las situaciones que se presentan en las
diferentes relaciones jurídicas en la sociedad, en este sentido Brewer Carias
considera como condición indispensable de toda eficiente Administración contar
con discrecionalidad.

En este sentido La Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos consagra:


Artículo 12. “Aun cuando una disposición legal o reglamentaria deje alguna medida
o providencia a juicio de la autoridad competente, dicha medida o providencia
deberá mantener la debida proporcionalidad y adecuación con el supuesto de
hecho y con los fines de la norma, y cumplir los trámites, requisitos y formalidades
necesarios para su validez y eficacia.” Por lo tanto el Poder Discrecional debe ser
empleado en función al por qué de la Administración Pública, la protección de los
derechos sociales.

 La potestad reglamentaria como atribución del Ordenamiento Jurídico:

Los Reglamentos son normas subordinadas a la ley, que forman parte del
ordenamiento jurídico. La potestad reglamentaria está atribuida a órganos
que integran el poder ejecutivo, Gobierno y Administración. Incluso los
órganos de la Administración quedan sujetos a las normas por ellos
creadas, puesto que la Administración actúa con sometimiento pleno a la
Ley y al Derecho.

 La potestad reglamentaria en Venezuela:

La tesis que predomina en nuestro país, debería sin duda alguna, la que
postula que su derivación debe originarse en una norma expresa, contenida
en su Ordenamiento Jurídico.
¿De dónde emanan estos Actos Administrativos?

Los actos administrativos de efectos generales, pueden originarse o emanar de


diferentes órganos de la Administración Pública; vale mencionar, que el Presidente
de la República puede reglamentar las leyes, situación que no implica, que tenga
una potestad exclusiva para dictar actos administrativos de efectos generales. Los
Ministros, también pueden hacerlo; los órganos desconcentrados con autonomía
funcional; la Administración Pública Descentralizada; Los Institutos Autónomos;
Los Colegios Profesionales; también emanan de los otros órganos del Estado que
ejercen el Poder Judicial, el Poder Legislativo, el Poder Electoral y el Poder
Ciudadano.

Los Reglamentos. Objeto

La Administración Pública, necesita adaptarse a los constantes cambios que se


producen en las sociedades, en la búsqueda de alcanzar objetivos. Resultaría muy
difícil, si no dispusiera de la facultad de dictar reglamentos para una mejor y
eficiente aplicación de las Leyes; así como para cubrir los vacios derivados de la
existencia de actos de rango legal.

Características

- Son actos administrativos, dictados en ejecución indirecta y mediata de la


Constitución; y directa y mediata de la legislación; es decir, son de carácter
sublegal.

- Siempre van a ser de efectos generales, de carácter normativo, integran o


modifican un ordenamiento jurídico.

- Están destinados a un número indeterminado o indeterminable de


personas.

- Siempre estará subordinado a la Ley.

Límites de la Potestad Reglamentaria

Artículo 87, Ley Orgánica de la Administración Pública “…la potestad


reglamentaria corresponde al Presidente o Presidenta de la República, en Consejo
de Ministros, de conformidad con la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela y las leyes.
Los reglamentos no podrán regular materias objeto de reserva de ley, ni infringir
normas con dicho rango. Además, sin perjuicio de su función de desarrollo o
colaboración con respecto a la ley, no podrán tipificar delitos, faltas o infracciones
administrativas, establecer penas o sanciones, así como tributos, cánones u otras
cargas o prestaciones personales o patrimoniales de carácter público”.

Tipología y naturaleza de los Reglamentos

La doctrina clasifica a los reglamentos, en atención a las distintas clasificaciones,


las cuales se inclinan en las denominadas variables objetivas y subjetivas. En el
primer caso, la construcción del reglamento se basa en la relación del reglamento
con la Ley (ejecutivos, independientes, de necesidad, delegados, otros), para el
segundo caso, en la titularidad del órgano donde emana (nacionales, estadales,
municipales, ministeriales, de órganos autónomos, otros).

- Reglamentos Ejecutivos

Son actos normativos, dictados por la Administración o el Gobierno para


ejecutar una ley preexistente, o para desarrollar los preceptos de una Ley
anterior. Pero lo más importante, radica en que estos detallan, explican,
desarrollan, complementan e interpretan a la Ley reglamentada; siempre y
cuando, no contrasten, innoven o alteren el espíritu, propósito y razón de la
Ley.

- Reglamentos independientes o autónomos

Son dictados por la Administración o el Ejecutivo, sin estar vinculados a una


Ley preexistente, en ámbitos materiales que no han sido regulados
previamente por las leyes; por lo tanto, no se crean para detallar,
desarrollar o integrar leyes; consiste en regular materias, cuyo tratamiento
fue olvidado por los legisladores.
Estos reglamentos, pueden disciplinar cualquier materia que no haya sido
regulada por la Ley, siempre que la misma no sea de reserva legal, ya que
son esencialmente instrumentos normativos jerárquicamente subordinados
a la Ley, por lo que cualquier Ley puede derogarlos.

- Reglamentos Delegados

Categoría de reglamentos delegados – autorizados, resultan del producto


normativo que surge de un proceso de deslegalización.
- Reglamentos de Necesidad

Son instrumentos normativos, que rompen con el principio de primacía de la


Ley, en virtud de que pese a que emanan del Gobierno, derogan Leyes
preexistentes; son dictados sobre la base de un estado de necesidad.

Clasificación subjetiva de los reglamentos

- Reglamentos Internos: regulan el funcionamiento y las relaciones de


sujeción especial que se dan entre la organización y sus integrantes.

- Reglamentos Externos: Establecen reglas se imponen a personas que no


integran la organización administrativa.

- Reglamentos Ministeriales: Son denominados resoluciones, son


organizativos o internos, pero también pueden ser externos, es decir, surten
efectos sobre personas que no integran la organización.

- Reglamentos de órganos con autonomía funcional

- Reglamentos dictados por los Estados

- Reglamentos dictados por los Municipios

- Reglamentos Nacionales

Procedimiento de consulta obligatorio, aunque no vinculante previo a la emisión de


reglamentos o actos administrativos normativos.

Artículo 136, Ley Orgánica de la Administración Pública “Cuando los órganos o


entes públicos, en su rol de regulación, propongan la adopción de normas legales,
reglamentarias o de otra jerarquía, deberán remitir el anteproyecto para su
consulta a las comunidades organizadas y las organizaciones públicas no
estatales inscritas en el registro señalado…”

Procedimiento para la elaboración de los reglamentos

Artículo 88, Ley Orgánica de la Administración Pública. “La elaboración de los


reglamentos de leyes se ajustará al siguiente procedimiento:

1. La iniciación del procedimiento de elaboración de un reglamento se llevará a


cabo por el ministerio competente según la materia, mediante la elaboración del
correspondiente proyecto al que se acompañará un informe técnico y un informe
sobre su impacto o incidencia presupuestaria.

2. A lo largo del proceso de elaboración deberán recabarse, además de los


informes, los dictámenes correspondientes y cuantos estudios y consultas se
estimen convenientes para garantizar la eficacia y la legalidad del texto.

3. Elaborado el texto se someterá a consulta pública para garantizar el derecho de


participación de las personas, de conformidad con lo dispuesto en el Título VI de
esta

Ley. Durante el proceso de consulta las personas, directamente o a través de las


organizaciones y asociaciones que los agrupen o representen, podrán presentar
observaciones y propuestas sobre el contenido del reglamento las cuales deberán
ser analizadas por el ministerio encargado de la elaboración y coordinación del
reglamento.

4. Aprobado el reglamento por el Presidente o Presidenta de la República en


Consejo de Ministros, entrará en vigencia con su publicación en la Gaceta Oficial
de la República

Bolivariana de Venezuela, salvo que el reglamento disponga otra cosa”.

Nulidad de las Normas

Artículo 137 de la Ley Orgánica de la Administración Pública “El órgano o ente


público no podrá aprobar normas para cuya resolución sea competente, ni remitir
a otra instancia proyectos normativos que no sean consultados, de conformidad
con el artículo anterior. Las normas que sean aprobadas por los órganos o entes
públicos o propuestas por éstos a otras instancias serán nulas de nulidad absoluta
si no han sido consultadas según el procedimiento previsto en el presente
Título…”

Eficacia normativa de los Reglamentos y la inderogabilidad de los mismos por


actos particulares

Artículo 13, de la LOPA “Ningún acto administrativo podrá violar lo establecido en


otro de superior jerarquía; ni los de carácter particular vulnerar lo establecido en
una disposición administrativa de carácter general, aun cuando fueren dictados
por autoridad igual o superior a la que dicto la disposición general”.
Los reglamentos son actos esencialmente normativos, por tanto, cualitativamente
distintos a los actos administrativos, su eficacia se extiende tanto a los particulares
como a los Poderes Públicos, muy especialmente al órgano o administración que
los dicta. Queda claro el carácter obligatorio de los reglamentos para todos los
poderes públicos, y muy especialmente para las Administraciones Públicas,
extendiéndose su carácter, a los administrados. Constitucionalmente, el Art. 131
establece que toda persona, tiene el deber de cumplir y acatar la constitución y los
demás actos que en ejercicio de sus funciones dicten los órganos del Poder
Público.
Conclusión:

Pese a que en la Ley a que hacemos referencia se parte del principio de que todos
los actos administrativos gozan de una presunción de validez, ella misma prevé
que la realidad no responda a dicho principio. De hecho, en gran número de
casos, los actos administrativos incurren en errores (vicios) que los hacen nulos de
pleno derecho o anulables.

Para la revisión o anulación de dichos actos, la Ley prevé una serie de medios o
recursos, ya sea por la vía administrativa jurisdiccional. Si el interés en la
anulación o revisión parte de las personas administradas, el procedimiento a
seguir pasa por la interposición de los correspondientes recursos administrativos o
contencioso-administrativos. Asimismo, también puede la propia Administración
proceder a la revisión de sus propios actos derivando en su corrección o incluso
retirada del marco legal

De la doctrina expuesta, se infiere la posibilidad de extensión subjetiva de las


sentencias favorables anulatorias de un acto administrativo general o un
reglamento como regla, con una serie de variaciones.

Nuestro sistema de notificaciones atiende fundamentalmente a la protección de la


garantía individual de los administrados, salvo específicas excepciones, en las que
se observa la prevalencia del interés general (propiedad industrial, materia
electoral, etc.). Cabe observar que el régimen de notificaciones con
preponderancia a la protección particular del afectado, podría en algunos casos
colidir con la ampliación que el principio de tutela judicial efectiva ha producido
respecto del control de legalidad, pues plantea la eficacia del acto a partir de la
notificación del interesado, generalmente el titular del derecho, quedando
excluidos de la garantía de la notificación, los interesados afectados, igualmente
legitimados para recurrir. El sistema de notificaciones con preponderancia a la
protección del interés general puede causar indefensión del afectado directo, pues
al ser un régimen de publicidad general lo que determina la eficacia del acto y
consecuentemente el inicio del plazo para recurrir, se corre el riesgo de que el
principal afectado no conozca oportunamente del acto para proceder a su
impugnación. Para concluir se considera que cualquier interpretación sobre la
publicidad del acto en cuanto requisito, debe hacerse en cuanto garantía que ella
es, de tal manera que se propenda a la verdadera vigencia del principio de la
tutela judicial efectiva, base cardinal del régimen contencioso administrativo de
nuestros días.
Bibliografía:

CABANELLAS, Guillermo, Enciclopedia de Derecho Usual, Tomo I, Editorial


Heliasta, Buenos Aires, 1997.

Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, vigente desde el 1 de enero de


1982.

HIPERVINCULO https://m.monografias.com/trabajos69/potestad-reglamentaria-
estado/potestad-reglamentaria-estado.shtm

HIPERVINCULO http://temasdelderecho.blogspot.com/2014/02/?m=1

HIPERVINCULO https://www.expansion.com/diccionario-juridico/potestad-
reglamentaria.html

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