Está en la página 1de 4

A L:. G:. D:. G:. A:. D:. U:.

Valle De Toay. 23 de Octubre de 6015 de la Verdadera Luz

V:. M:.

QQ:. HH:. Todos

¡Apuremos que tengo la heladera llena!

Creo una de las preguntas que más me acompañan en el dia a dia de mi quehacer médico es:

- Doctor ¿Qué es un infarto?

Y en ese instante pasan fílmicamente y a gran velocidad conceptos, palabras, anécdotas y


recuerdos de pacientes previos y sus familias, y todos juntos y alborotados intentan aflorar
para responder a la pregunta, seguros de ser la respuesta correcta, pero resulta que al
momento de expresarme, toda esa carga se frena en seco… y simplemente resulta un suspiro.
Luego de este instante de calma, que me tomo para buscar y elegir las palabras que
representen más cercanamente lo que quiero decir y que sean pausibles de ser comprendidas
y en la medidas de las posibilidades sean bien recibidas, porque más de una vez, no serán lo
mejor para decir o una buena nueva para anunciar.

En las siguientes líneas, tratare de contarles que es lo que se conoce como un infarto de
miocardio, IAM por su acrónimo, y mediante el pequeño cuadernillo que el H.: M.: de C.: les
distribuirá, les servirá de soporte grafico de lo que voy comentándoles.

En primer término, comenzaremos por conceptualizar lo que es un infarto, que génericamente


hace referencia a la muerte de un tejido. Por lo tanto, cuando hablamos de infarto de
miocardio hablamos de muerte de tejido miocárdico, o sea cardíaco, que se produce a
consecuencia de la interrupción del flujo sanguíneo en tal tejido. Frecuentemente se produce
por la obstrucción brusca de una de las arterias coronarias, dejando una porción de músculo
sin riego, por ende sin oxígeno. Esto lleva indefectiblemente a la muerte de las células, cuya
magnitud dependerá del tiempo en el cual se mantiene esta situación.

La consiguiente muerte del tejido miocárdico, produce una cicatriz en la región involucrada,
que pierde la capacidad de contraerse y funcionar con normalidad. Esto se traduce en
potencial riesgo de vida.

El segundo paso para enfrentar un problema es como aprender a reconocerlo. La forma de


manifestación del IAM es predominantemente el dolor de pecho. Este, presenta ciertas
características que lo hace muy importante a la hora de diagnosticar un infarto y de detalles
muy técnicos, pero a grandes rasgo es una sensación quemante ‘en garra’ en la porción
izquierda del torax, como un ‘peso’ que se irradia hacia el brazo izquierdo. Suele durar varios
minutos y no desaparece con la detención de la actividad que se está desarrollando o incluso
muchas veces despierta al paciente del sueño.
Puede acompañarse de dificultad para respirar, transpiración copiosa, nauseas, vómitos hasta
síncope o muerte súbita.

El tercer punto, será detectar la población que se encuentra en riesgo de padecer un infarto,
encontrándose los factores de riesgo cardiovasculares, que son:

- La hipertensión arterial;
- El colesterol elevado;
- Los antecedentes en la familia de problemas cardiacos;
- El stress;
- El sedentarismo ;
- El tabaquismo;
- La diabetes.

El cuarto ítem, tenderá a aclarar cómo se llega a diagnosticar un infarto, que es, en primer
término mediante la entrevista médica, en una consulta motivada por el paciente y/o la
concurrencia del servicio de emergencias al domicilio de la persona o la vía pública. Aquí
encontramos los ‘detalles’ del que hablábamos previamente y que lo hacen sospechar al
médico que estamos ante la posibilidad de un cuadro de amenaza miocárdica y lo descarta
potencialmente, inclinándose hacia un cuadro secundario de otro origen.
Siempre en estos casos, se sigue con la realización de un electrocardiograma, que es un
registro de la actividad eléctrica del corazón, por ende nos mostrará cambios en el trazado de
las líneas de fuerzas, que se traducen en signos de amenaza inminente o de un infarto ya
establecido.
Posteriormente, la siguiente etapa es la toma de una muestra de sangre para realizar tests de
laboratorio, en donde más allá de mostrarnos una visión panorámica del estado interno de la
persona, intentará detectar lo más sensiblemente la presencia y magnitud de una enzima del
musculo cardiaco que se eleva cuando nos encontramos ante daño muscular.

Todo esto en conjunto, nos permite aseverar que nos encontramos ante un infarto agudo de
miocardio, con lo cual, el paso siguiente es ver como se trata.
Aquí, aparece uno de los temas en mas discusión en el mundo científico, no tanto quizás por
la conducta a tomar, sino por la imposibilidad de acceso a uno de los tratamientos.
Estos son: la Angioplastia Primaria, que consiste en un cateterismo de urgencia para la
detección de la obstrucción arterial y la posibilidad de tratamiento ‘in situ’ en el mismo
momento, mediante la angioplastia o dilatación del vaso con balón o stents.
La segunda posibilidad terapéutica, es la infusión de medicación trombolítica endovenosa,
cuya implementación permite la ruptura y disolución de los coágulos de plaquetas que son los
encargados de obstruir las arterias. Habiéndoseles presentado las alternativas terapéuticas,
paso a explicarles porque lo de la discusión; la medicación consiste en un ‘frasquito‘ que debe
estar en la heladera, por lo que puede estar presente en gran parte de centros de atención
primaria y/o centros de referencia del interior, requiriendo de personal entrenado para la
administración y el control durante la misma. Por lo cual, lo hace mas accesible.
Como contrapartida, la otra medida, que es la angioplastia requiere de la disponibilidad de un
servicio activo de hemodinamia que disponga de una sala stand-by las 24 horas del dia. Y como
limitante tenemos que el tiempo entre que se diagnostica el infarto y llegada a la sala de
hemodinamia debe ser menor a las 6 horas, que es el tiempo en donde la posibilidad de
rescatar más musculo es posible. Entonces, si se encuentra a más de 2 horas de traslado, lo
mejor sería hacer trombolíticos y trasladar al paciente de todas formas a un centro de mayor
complejidad, que cuente con hemodinamia.

Haciendo una pausa, pido se me disculpe si me vuelvo muy técnico pero trato de ser lo mas
claro y grafico posible.

Una vez que el paciente infartado ingresa a la sala de hemodinamia, se accede por una arteria
al sistema arterial por la muñeca o la ingle y mediante el cual se progresan los catéteres que
son como pequeños tubitos de menos de 2 mm de calibre que se aproximan a los orígenes de
las arterias coronarias, derecha e izquierda, y permiten ‘pintar’ por dentro las mismas,
pudiendo asi ver su estado y la localización de la obstrucción. Ya detectada el punto en
cuestión, se procede a la progresión de un alambre guía a manera de riel, por el cual se
avanzan los balones (globitos) que permiten mediante el inflado la apertura de la arteria con
la consiguiente reconstitución del flujo sanguíneo. En la mayoría de casos, culmina el
procedimiento con la colocación de stents coronarios, que consisten en pequeños ‘resortes
metálicos’ que al estar expandidos aseguran el flujo por el concepto del simple
apuntalamiento de las paredes de la arteria. Asimismo, los stents pueden ser convencionales
o con drogas, estos últimos tienen la posibilidad de liberar una medicación determinada que
influye en los procesos de cicatrización de la arteria, siendo indicados en casos particulares y
pacientes determinados.

Una vez que la arteria ha sido recanalizada y el flujo reconstituido, el paciente es derivado
siempre a la sala de terapia intensiva donde se continúan los cuidados con el monitoreo
continuo y la administración de drogas específicas. El tiempo de permanencia en la terapia, en
variable, pero no menos de 3 a 5 días, porque es el periodo en el que pueden aparecer las
complicaciones del infarto, que pueden ser el fallo del corazón o las arritmias, que deben ser
controlados y revertidos, o pueden llevar a la muerte.

En esta etapa, habitualmente me tomo una pequeña licencia poética, ya que mediante una
metáfora intento ilustrar lo que acontece en el corazón en esos momentos y en las horas
subsiguientes. Pensemos en un corte de electricidad…era en los primeros días del mes, por
ende la heladera estaba cargadita!...el corte dura varias horas. Cuando regresa la electricidad,
nos queda valorar el estado de los distintos alimentos, lo que puede permanecer aun pese a la
interrupción de la cadena frio y lo que no puede conservarse. De igual manera, cuanto mayor
es el tiempo que el musculo estuvo en penumbras de oxígeno, mayor es el porcentaje de
musculo en riesgo de morirse.

Una vez que el paciente sortea el tiempo de control en la terapia, llega el momento del pase a
la sala de internación común, donde empieza a movilizarse, para luego ser dado de alta
médica de la clínica. Aquí llega el momento en que la persona se encuentran con la realidad
de la enfermedad, con el encontrarse ‘enfermo’, porque recibe un combo de medicación,
entre los que se encuentran un regulador de la presión arterial, un potenciador especifico de la
función del corazón, un regulador de las grasas y el colesterol y drogas para ‘alivianar’ la
sangre, que evitan la formación de más trombos que puedan obstruir nuevamente las arterias.

El seguimiento lo realiza con un cardiólogo de cabecera, que les ira indicando actividad física,
acorde a cada etapa, porque el corazón como todo musculo, necesita de ejercitación para su
fortalecimiento. Lo óptimo es concurrir a gimnasios que cuentan con ejercicios de
recuperación cardiovasculares. Todos estos esfuerzos, tienden a devolver al paciente lo más
rápidamente y seguro a su medio habitual, para que no pierda en calidad de vida.

Con esto simplemente traté de explicarles de la forma más clara y concreta lo que es un
Infarto. A su vez, intenté darles una aproximación acerca de mi vocación de servicio, de lo que
me apasiona y desde lo que, día a día, intento aportar en pos del bien común.
Ojala haya sido de su agrado, sirva para algo y pueda ser transmitido por cada uno para con los
suyos.

Me despido de ustedes, reforzando nuestros pilares: libertad, igualdad y fraternidad.

H:. Vesalio:.
H:. Comp:.

También podría gustarte