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Unidad Nº2: El Emprendedor y el Desarrollo Local

Desarrollo emprendedor local

En un sentido amplio definimos desarrollo emprendedor como…


La capacidad de una sociedad de generar valor a través de la creación de nuevas iniciativas y
proyectos en distintos espacios de actuación canalizando las energías creativas de sus habitantes.
En un sentido acotado, más ceñido al marco del desarrollo productivo que nos interesa abordar,
nos referiremos a desarrollo emprendedor cuando hablemos de…

El proceso de creación y gestión de nuevas empresas y su contribución al desarrollo

Precisamente, ésta última será la definición que seguiremos a lo largo de estas clases, sin
desconocer que se trata de un fenómeno más abarcativo y multifacético.

La figura 1 esquematiza las diferentes facetas del fenómeno emprendedor. Si lo observamos


desde el centro hacia afuera, podemos ver que si bien en el corazón de dicho fenómeno, el
desarrollo emprendedor está asociado a la creación de empresas como canal de generación de
valor y riqueza; hacia fuera aparecen otras dimensiones más agregadas y amplias, tales como las
capacidades y competencias asociadas al emprendimiento o los valores.

Rol del Estado.

En las últimas dos décadas se han producido importantes cambios en el contexto internacional de
la mano de la globalización de los mercados, la emergencia de nuevos paradigmas tecnológicos
basados en las TICs (tecnologías de la información y las comunicaciones), la volatilidad de la
demanda y el acortamiento del ciclo de vida de los productos.
Volatilidad de la demanda: Refiere a la situación en la cual los precios o las preferencias de los
clientes cambian de manera frecuente generando un mayor grado de incertidumbre para los
vendedores.
Acortamiento del ciclo de vida de los productos: Refiere al tiempo en el que un producto es
lanzado al mercado hasta que el mismo deja de ser usado y es reemplazado por otro.

Un ejemplo del acortamiento del ciclo de vida del producto puede ser el reemplazo de los
soportes físicos de música o video desde el cassette/VHS al CD, luego al DVD, al Blue Ray hasta el
mp3y mp4 y hoy el streaming.

En el plano de la economía regional, este nuevo escenario se tradujo en dos fenómenos


relacionados entre sí.
1. Se verificó un proceso de re-jerarquización del territorio como agente económico y una
revalorización del mismo desde el punto de vista del desarrollo. Desde una concepción
más estática y pasiva donde éste era el depósito de los factores de producción se pasó a
una idea del espacio como ámbito de construcción de relaciones entre agentes y
elementos (visibles o no) que forman la base de nuevas ventajas competitivas dinámicas,
basadas en la innovación y el aprendizaje a nivel local.
2. Como consecuencia de lo anterior, la tradicional concepción de competitividad,
fundamentalmente microeconómica, basada en la explotación de las economías de escala
al interior de las (grandes) empresas, fue dejando lugar a la idea de competitividad
sistémica.

Surge así el nuevo paradigma del desarrollo local (Llorens, Alburquerque y Castillo, 2002) que
combina esta nueva valoración del territorio y su rol en el desarrollo con una nueva visión de las
políticas de desarrollo productivo regional y sus mecanismos. Bajo esta nueva mirada el desarrollo
regional responde, cada vez más, a factores y procesos originados en la dinámica propia de cada
región, en sus capacidades para generar procesos de innovación y aprendizaje.
De acuerdo a esta perspectiva del nuevo paradigma del desarrollo local, el rol del Estado local
debería estar más concentrado en el estímulo a los elementos y factores invisibles o intangibles
del territorio, entre ellos:
1. la habilidad para reaccionar y adaptarse a nuevos cambios en el escenario de negocios, 2. un
liderazgo local dinámico y el compromiso de la comunidad,
3. una amplia base de agentes participantes del proceso,
4. una estrategia de desarrollo basada en la cooperación, la acción público-privada y un amplio
grado de consenso de la misma (Maillat, 1998).

Similares observaciones se derivan del enfoque de la OECD (a través de su programa Local


Economic and Employment Development - LEED) que sostiene que los gobiernos locales deberían
cambiar su foco:
1. desde la perspectiva urbanística (asociada al planeamiento urbano y regional del desarrollo) a
una agenda más compleja que incluya a las empresas, las personas y sus habilidades

2. desde la provisión de infraestructura dura (servicios, transportes, etc.) a la infraestructura


blanda (servicios de desarrollo empresarial, I+D+d, acceso al capital, etc.)

3. desde la atracción de inversión externa a la retención de la diversidad y los talentos a nivel local.

Asimismo, el LEED enfatiza que el proceso de desarrollo local es cada vez más un proceso de
“gestión”, dando a entender el creciente peso que las actividades estratégicas y de gestión de las
relaciones “proveedor-cliente” tienen en cualquier proceso de desarrollo local.

En este contexto, el desarrollo emprendedor aparece como un vector clave dentro de las
estrategias de desarrollo local debido a sus potenciales contribuciones.
Ecosistema emprendedor.

Para comenzar a delimitar al Ecosistema emprendedor tomaremos la definición de Mason y Brown


(2014: p.5) quienes lo definen como:

“el conjunto de actores (existentes y potenciales), organizaciones, instituciones y procesos que


interconectados se combinan de manera formal o informal para explicar el desempeño del
ambiente emprendedor local”

De esta manera, el concepto del Ecosistema emprendedor se focaliza en el surgimiento y


crecimiento de las nuevas empresas y en el conjunto de actores y factores que inciden sobre
este proceso.

Además, presenta al emprendedor y a los fundadores de empresas jóvenes como actores con
iniciativa propia, y no sólo como el resultado de un entorno favorable.

Principales actores involucrados

Un primer elemento sobre el cual es importante centrar nuestra atención en un Ecosistema es la


existencia de una masa crítica de emprendedores y fundadores de empresas jóvenes.

El concepto de Ecosistema suele estar emparentado con las condiciones para el surgimiento de
emprendedores y de nuevas empresas con alto crecimiento o perfil innovador. Sin embargo,
recientemente se ha ido incorporando en el concepto de Ecosistema no sólo a los proyectos y a las
nuevas empresas (start-ups) de este tipo sino también a las empresas jóvenes en fase de
crecimiento (scale-ups). Incluso, se ha comenzado también a incluir al desarrollo de nuevos
emprendimientos dentro de las empresas existentes (lo que se denomina emprendimiento
corporativo) a cargo de intra-emprendedores.

De este modo, las fuerzas motoras y la canalización de las energías emprendedoras son más
amplias que las que se materializan en la fase de creación de una empresa.

A su vez, la literatura destaca la importancia de identificar algunos casos locales que hayan
alcanzado un importante sendero de crecimiento. Éstos “campeones locales”, que la literatura
llama “blockbusters”, cumplen varias funciones. La más clara es darle visibilidad externa y
legitimidad interna (como modelo de rol) al ecosistema. Esto es, servir como figuras inspiradoras
para que otras personas de la misma localidad puedan validar su deseo y vocación por ser
emprendedor al ver que “otros no tan diferentes a uno” lo hicieron. Según Isenberg (2011), estos
blockbusters no necesitan ser muchos ya que solo un pequeño número de estos casos “exitosos”
puede impactar significativamente en el ecosistema. Por ejemplo, generando oportunidades para
nuevos emprendimientos o bien son fuente de nuevos emprendedores.

Otro de los aspectos clave de un ecosistema es la existencia de una cultura local favorable y
caracterizada por la presencia y difusión de modelos de rol, la realización de eventos de
sensibilización y la formación de capacidades emprendedoras de la población. En particular, el rol
de los medios de comunicación locales es clave en esta dimensión.

Las universidades e institutos terciarios y el sistema educativo en general también son claves,
debido a su capacidad de formar recursos humanos orientados y con capacidades para
emprender.
Otro atributo clave de los ecosistemas es la existencia de una masa crítica de capital humano y
fuerza de trabajo calificada. Es decir, un pool de talentos locales con conocimientos y aptitudes
que estén accesibles para las nuevas empresas que se crean y desean crecer.

Las empresas localizadas en el territorio también forman parte del “juego”. Por un lado, porque
pueden ser un ámbito importante de adquisición de conocimientos técnicos y comerciales o
incluso de contactos valiosos para emprender. Por eso, algunos hablan del rol de algunas
empresas como “organizaciones incubadoras de facto” al analizar la trayectoria previa de los
emprendedores que pasaron por ellas. Por el otro, pueden ser fuentes de oportunidades de
negocios y para el desarrollo de nuevas empresas dedicadas a atender demandas de las mismas.
En este sentido, algunos autores destacan la importancia de las empresas grandes. Sin embargo,
cabría acotar que esto es más común cuando ellas operan en ciertos sectores innovadores y/o
poseen una cultura organizacional más favorable al emprendimiento.

Completan el mapa de actores que constituyen un Ecosistema emprendedor las instituciones


bancarias y financieras así como otros actores vinculados con la inversión en emprendimientos:
inversores ángeles, fondos de inversión temprana, aceleradoras de negocios y los más recientes,
company builders (constructores de empresas junto a los emprendedores).

Inversores ángeles: se denomina de esta manera a personas (principalmente ex empresarios o


ejecutivos de empresas) que deciden invertir parte de su dinero en proyectos emprendedores,
aportando no sólo capital sino también experiencia, conocimientos y contactos. Por eso se los
denomina también “dinero inteligente”. Pueden invertir ellos sólos o como parte de redes o clubes
de inversores ángeles. Las sumas que invierten estos ángeles pueden ir desde los USD 25.000
hasta USD 100.000.

Fondos de inversión temprana: son empresas que administran dinero proveniente de inversores
institucionales y como parte de su portfolio de inversiones se dedican a los emprendimientos en
su etapa temprana de crecimiento (en general invierten montos superiores a USD 500.000) . En
Argentina, este tipo de Fondos son muy pocos. Recientemente, la Ley del Emprendedor promueve
la creación de este tipo de Fondos para desarrollar así una mayor oferta.

Aceleradoras: son instituciones de acompañamiento a emprendedores que trabajan bajo el


modelo de cohortes fijas a lo largo de un período breve (6 meses, habitualmente) e incluyen
componentes formativos y de mentorías. Suelen trabajar con emprendedores que tienen ya un
prototipo o producto mínimo viable. Además, suelen hacer pequeñas inversiones de capital
semilla (hasta USD 25.000 por ejemplo) a cambio de una porción pequeña de participación
accionaria y ofrecen espacios de trabajo, asesoramiento legal y contable, y acceso a algunos
proveedores a bajo o nulo costo. Ejemplos de aceleradoras en Argentina son NXTPLabs y Wayra en
la ciudad de Buenos Aires.

Company Builders: son similares a las aceleradoras aunque se diferencian porque tienen un foco
en menos proyectos por cohorte, un acompañamiento más personalizado de los emprendedores y
sus proyectos e inversiones más importantes a cambio de porciones más importantes del paquete
accionarios. Además, suelen ser fundadas por emprendedores que incluso se comprometen en el
armado del equipo de gestión de cada emprendimiento que apoyan. Un ejemplo es Quasar en la
ciudad de Buenos Aires o INCUTEX en Córdoba

Los proveedores de servicios profesionales (contadores, abogados, otros especialistas) también


hacen su aporte a los emprendimientos. Además, son clave los mentores, personas con
experiencia empresarial previa, que cumplen un rol clave transmitiendo sus conocimientos,
experiencias y contactos.
También cabe mencionar al gobierno en todos sus niveles, no solo con sus programas específicos
relacionados con el emprendimiento sino en las áreas relacionadas con regulaciones, impuestos,
infraestructura y educación, por ejemplo. Por supuesto, cada nivel de gobierno (nacional,
provincial o municipal) tendrá mayor o menor responsabilidad sobre cada una de estas áreas en
función de las atribuciones que tenga.

A modo de ejemplo…
Los gobiernos locales tendrán más capacidades para influir en cuanto a la adecuación de normas y
regulaciones locales (habilitaciones, tasas locales) que en materia de infraestructura, que supone
grandes inversiones donde, además, los gobiernos nacional y provincial tienen más competencia.

Finalmente, tan importante como la existencia de estos actores son las redes entre ellos. Estas
redes, mayormente informales aunque también formales, constituyen el vaso comunicante a
través del cual los emprendedores pueden acceder a información, recursos, consejos, etc. Y son
clave para explicar el funcionamiento y vitalidad de los ecosistemas. En este marco, cobran
especial relevancia los “dealmakers” (ex-empresarios, emprendedores, miembros de
instituciones, profesionales o gerentes) que por su trayectoria han desarrollado un importante
acervo de contactos de alta calidad y que facilitan las relaciones al interior de los ecosistemas. Son
como el “pegamento” del ecosistema.

A su vez, en el gráfico presentado, aparece el “reciclaje emprendedor” (Mason y Harrison, 2006).


Este fenómeno se nutre de las iniciativas de aquellos que luego de haber creado (y a veces
vendido) una empresa exitosa, favorecen el desarrollo del ecosistema al convertirse en
“emprendedores seriales” o bien asumiendo nuevos roles como mentores, inversores, profesores,
consultores y/o gestores de políticas de emprendimiento desde la gestión gubernamental local.

Un caso particular que alimenta la dinámica del proceso emprendedor es el de la generación de


“spin off”, definidos como nuevas empresas que nacen de una empresa o institución existente. Tal
puede ser el caso de una división dentro de una empresa que se decide escindir y pasa a ser una
entidad independiente con algún grado de vinculación con la empresa madre. Otro caso puede ser
el de un conjunto de investigadores que decide crear una empresa en el ámbito de la universidad
para explotar comercialmente los resultados de sus investigaciones. O de un par de profesionales
que hacen lo propio.

En resumen, Napier y Hansen (2011) al hablar del ecosistema destacan la importancia de contar
con:

1. una masa crítica de actores,


2. una densa red de conexiones y colaboración entre los actores especializados del ecosistema,
que viabilicen la realización de negocios y que apoyen el desarrollo de las firmas y,

3. factores de aglutinamiento para facilitar las conexiones entre los emprendedores, las firmas
jóvenes y los recursos del ecosistema (servicios, clientes, talentos, financiamiento, etc.).

Hasta acá se presenta una primera “fotografía” del ecosistema en la que identificamos los
diferentes elementos que la componen y hablamos de las relaciones que existen entre ellos. Un
ecosistema emprendedor, sin embargo, es algo dinámico y para poder entenderlo en toda su
complejidad, necesitamos analizarlo desde una perspectiva evolutiva (Mason y Brown, 2014), que
nos permita comprender si éste se encuentra en su infancia, adolescencia o madurez (Kantis,
2014).
Redes de
Contacto
Servicios
Universidades de
Apoyo

Spin off Estado

EMPRENDEDORES

Actores
Cultura financieros

mercado
Capital
locales y Humano
globales
Empresas

Condiciones para el surgimiento de emprendedores y de nuevas empresas con alto


crecimiento o perfil innovador.

A fin de crear las condiciones que deben existir para el surgimiento de emprendedores y nuevas
empresas necesitamos conocer los beneficios que aportan los emprendedores y las nuevas
empresas al desarrollo local.

Entre los más importantes, podemos destacar la introducción de innovaciones, sean éstas nuevos
productos, nuevos procesos, nuevos mercados, nuevas formas de aprovisionamiento y nuevas
formas de comercialización. Entre otras cosas porque las nuevas empresas son cada vez más
importantes como vehículos de transferencia al mercado de los conocimientos generados en las
universidades y centros de I+D.

A modo de ejemplo…
A nivel local, podemos pensar desde casos más radicales donde se generan productos o servicios
que antes no existían, como los drones desarrollados para agricultura de precisión, hasta
innovaciones más incrementales como productos o servicios que se diferencian de los existentes o
incorporan una propuesta de valor diferenciada, por ejemplo el auge de las cervezas artesanales.

A su vez las nuevas empresas también pueden ser un canal por el cual se adaptan localmente
conocimientos y propuestas de valor identificadas en otras regiones o ciudades. De esta manera,
sea a través de la innovación en su sentido más estricto como a través de la adaptación local o
innovación incremental, las nuevas empresas tienen un rol clave en la diversificación productiva, la
emergencia de nuevas actividades y sectores, y en última instancia, el rejuvenecimiento y cambio
de la estructura productiva

A modo de ejemplo…
Sería el caso en que un emprendedor por vivir en otra ciudad, región o país toma contacto con
alguna experiencia que luego adaptándola al “gusto” y la “idiosincrasia” local pueda dar origen a
un emprendimiento. Un ejemplo reciente pueden ser los emprendimientos gastronómicos que
fusionan cocina autóctona con técnicas e ingredientes de otras culturas.

Otro canal frecuentemente mencionado es el de la generación de nuevos puestos de trabajo. En


efecto, los emprendedores generan nuevas oportunidades de empleo e ingreso no sólo para sí
mismos sino también para quienes encuentran trabajo en ellas. En particular, las nuevas empresas
son un vehículo clave para la canalización de las capacidades creativas e innovadoras de la
población, en particular de las personas más jóvenes.

Adicionalmente, una mayor actividad emprendedora en el medio local puede servir como un
factor de retención de los talentos jóvenes así como de atracción para aquellos que en su
momento migraron hacia otras ciudades por falta de oportunidades o para seguir sus estudios.

En términos más generales, un ambiente emprendedor local más vibrante aumenta el atractivo de
una región para actores (individuos, empresas e instituciones) extra-locales.

Es importante señalar, sin embargo, que la evidencia tanto en la región como a nivel global
muestra que los emprendimientos y nuevas empresas liderados por equipos potentes, cuyas
propuestas de valor están basadas en la diferenciación o la innovación son las que tienen
mayores chances de sobrevivir y crecer. Por ello, son las que presentan un mayor potencial de
contribución al desarrollo productivo local según las consideraciones realizadas en los párrafos
anteriores.

Redes de apoyo a los Emprendedores

Emprender un negocio o actividad profesional es una labor compleja. Los empresarios y


autónomos deben prestar atención a multitud de aspectos diferentes y no todo el mundo dispone
de los conocimientos necesarios para sacar adelante con éxito su idea.

Desde hace unos años viene popularizándose el concepto de red de emprendedores. Una red de
emprendedores está formada por un conjunto de personas que desean iniciar un negocio o
actividad profesional y que deciden unirse para compartir experiencias, conocimientos y recursos.

La red de emprendedores tiene como objetivo favorecer el nacimiento de nuevos negocios y


ayudar a la consolidación de la actividad de aquellos profesionales que forman parte de la misma.

Las redes de emprendedores actuales pueden revestir dos formas. Pueden disponer de un espacio
físico al que los emprendedores acuden para colaborar unos con otros, de forma similar al
funcionamiento de un vivero de empresas, pero también pueden tener únicamente una existencia
online a través de una plataforma que permita a los interesados estar en contacto entre sí. Esta
última modalidad es la más extendida ya que facilita la conexión con emprendedores de todo el
mundo, lo que puede ser importante en el caso de profesionales y/o empresas que están
interesados en la internacionalización.

Además de los propios emprendedores, algunas redes cuentan con la colaboración de


instituciones públicas u organismos privados como Bancos y Cajas de Ahorros que a través de su
acción buscan reforzar el tejido empresarial del país.
Lo habitual es que las redes de emprendedores tengan un carácter social y no se pida a sus
miembros ningún tipo de cuota por pertenecer a la misma, tampoco suelen exigirse demasiados
requisitos para entrar a formar parte de la red.

Aunque hay redes de emprendedores genéricas, la última tendencia es buscar redes


especializadas en una determinada área de negocio o sector. Ejemplo de ello son las redes de
emprendimiento dedicadas a empresas tecnológicas o las redes de emprendimiento que engloban
a empresarios y profesionales cuya actividad está encaminada a la protección del medio ambiente.

Las redes de emprendedores impulsan el emprendimiento individual, pero también el


emprendimiento colaborativo y en red, creando redes de empresas que operando de manera
conjunta pueden satisfacer mejor la demanda que existe en el mercado.

En este tipo de espacios el emprendedor puede encontrar información útil sobre trámites
administrativos y legales para desarrollar su labor conforme a la ley, puede entrar en contacto con
otros profesionales o empresas que le asesorarán, encontrar socios para expandir su negocio
dentro y fuera de las fronteras nacionales, formarse sobre cuestiones empresariales a través de
cursos privados, conferencias, etc., recibir información sobre subvenciones y ayudas de las que
pueda beneficiarse y compartir su experiencia con los demás, haciendo que sus conocimientos
puedan ayudar a su vez a otros emprendedores a poner en marcha su negocio.

Para que la red de emprendimiento funcione adecuadamente es imprescindible que sus miembros
se comprometan a participar en ella y tengan un verdadero interés en compartir su experiencia y
conocimientos con otros profesionales.

Un ejemplo de instituciones que componen la red de emprendedores son las Incubadoras. Las
mismas son organizaciones que acompañan y aceleran el crecimiento de los proyectos
emprendedores a través de asesoramiento, capacitación y asistencia financiera.

En estos espacios pueden saber si la idea o proyecto que se presenta tiene viabilidad técnica,
financiera y de mercado. Además, los emprendedores incubados reciben orientación acerca de
cuál es el mejor programa de financiamiento para su emprendimiento y cómo aplicar.

Hoy en día existe una Red de Incubadoras a nivel nacional y el INITRAFE es parte de ella desde
Junio de 2016. Esta red depende del Ministerio de Producción de la Nación y tiene como finalidad
colaborar en el desarrollo local de los emprendedores y acercar las herramientas financieras. Entre
estas herramientas, la que tiene mayor participación es Fondo Semilla ya que otorga préstamos de
hasta $250.000 sin interés, con un año de gracia y 5 años para devolverlo.

Los Emprendedores que pretendan participar podrán integrar alguna de las siguientes categorías,
a saber:

 “Emprendimientos Productivos”, entendiéndose por tales aquellos cuyo modelo de


negocio posea un componente innovador, y busquen generar impacto económico a nivel
local, regional, nacional y/o global. Para el caso de los emprendimientos existentes los
Emprendedores deberán contar al momento de la presentación de su Proyecto, con una
antigüedad menor a DOCE (12) meses, computados a partir de la fecha de emisión de la
primera factura.
 “Emprendimientos Productivos con Impacto Social”, entendiéndose por tales aquellos
Emprendimientos Productivos que además de contar con un modelo de negocio que
posea un componente innovador cuyo objetivo principal sea generar impacto económico,
también busque generar impacto social y/o ambiental a nivel local, regional, nacional o
global. Para el caso de los emprendimientos existentes, los Emprendedores deberán
contar al momento de la presentación del Proyecto, con una antigüedad menor a
CUARENTA y OCHO (48) meses computados a partir de la fecha de emisión de la primera
factura. Para poder ser considerados Emprendimientos Productivos con Impacto Social, los
mismos deberán
tener como objetivo impactar en UNO (1) o más de los siguientes sectores:
- Medio ambiente: Proyectos que promuevan una mejora en las condiciones ambientales
de comunidades, favoreciendo el desarrollo local y la calidad de vida de sus habitantes.
- Salud: Proyectos destinados a generar mejoras en el área de la salud, tanto en lo
concerniente al acceso a servicios, creación de nuevos dispositivos destinados a resolver la
problemática sanitaria y mejorar los canales de atención, difusión, información y
prevención.
- Inclusión Socioeconómica: Proyectos dirigidos a facilitar la inclusión de sectores en
situación de vulnerabilidad social a la órbita del mercado o a fortalecer el desarrollo de
emprendimientos productivos de subsistencia.
- Educación: Proyectos destinados a promover mejoras en el acceso de los servicios
educativos y en las técnicas de enseñanza y aprendizaje, promoción y difusión de la
información.
- Hábitat Social: Proyectos orientados a la mejora del hábitat, orientados a promover el
desarrollo de mejoras en la calidad de vida, tanto en la esfera doméstica como también en
los espacios públicos y comunitarios.
- Igualdad de Género: Proyectos que contemplen promover la igualdad de acceso a
educación, salud, trabajo, desarrollo económico y la representación en los procesos de
toma de decisiones políticas y económicas de mujeres.

Para participar, el emprendedor debe tomar contacto con una Incubadora para que la misma lo
asesore, capacite y lo asista técnicamente a los fines de colaborar en el proceso de transformar
una idea en un modelo de negocio.

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