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“Genocidio Armenio”

INTRODUCCIÓN

Al mencionar la palabra Genocidio, indefectiblemente, se nos viene a la mente el


padecimiento del pueblo judío a través del régimen Nazi, en el contexto de la Segunda
Guerra Mundial. Lamentablemente, a la fecha muchos desconocen que existió un
Genocidio anterior que no tuvo la misma difusión del holocausto respecto al
reconocimiento y tratamiento internacional que se le dio al tema.
Hacer un “relevamiento” acerca del conocimiento sobre este asunto es toparnos
con la cruda realidad: la negación instalada por Turquía hace más de 90 años rindió sus
frutos, porque o no se sabe nada en absoluto, o lo poco que se conoce no alcanza para
entender la magnitud de la tragedia. El genocidio armenio fue el germen para el genocidio
judío. El mismo Hitler, reunido con sus colaboradores y coordinando el plan de lucha,
recalco “¿Quién se acuerda hoy de la matanza de los armenios?” Y ese es el problema:
¿Quién se acuerda? ¿Quién lo sabe? Tuvieron que perpetrarse actos de justicia por
mano propia para que el mundo comprendiera que ese 1.500.000 de muertos, más la
cantidad de deportados eran gente, no solo números. Era una cultura, una civilización
perdida porque en su afán de borrar a los armenios se exterminó también su cultura
(cierre de iglesias, conversión obligatoria al Islam, prohibición de hablar lengua armenia)

en aquellos territorios originariamente de la Antigua Armenia y saqueados y expropiados


por los turcos.
¿Qué fue el genocidio armenio?

Las atrocidades cometidas contra el pueblo armenio por el Imperio Otomano


durante el transcurso de la Primera Guerra Mundial y años anteriores y posteriores a ésta,
son llamadas en su conjunto el Genocidio Armenio. El Genocidio Armenio fue planeado y
administrado centralmente por el Estado de Turquía contra toda la población Armenia del
Imperio Otomano. El pueblo Armenio fue sujeto a deportaciones, expropiaciones,
secuestros, torturas, masacres e inaniciones. La gran mayoría de la población armenia
fue forzosamente removida desde Armenia y Anatolia a Siria, donde una gran parte de la
población fue enviada al desierto para morir de hambre y sed. Gran número de armenios
fueron masacrados metódicamente a lo ancho y largo del Imperio Otomano. Mujeres y
niños fueron raptados y brutalmente abusados. Toda la riqueza del pueblo Armenio fue
expropiada.
Comenzó el 24 de abril de 1915, cuatro días después de la “revuelta” de Van (el
gobernador Cevdet Bey ordenó a las tropas cometer crímenes para forzar a
los armenios a rebelarse y justificar así la represión del el ejército otomano), el gobierno
de los Jóvenes Turcos consideró que afrontaba una sublevación y optó por deportar a
sectores importantes de la población armenia. Ese mismo día se ordenó el arresto de 250
intelectuales armenios, que fueron deportados y en su mayoría asesinados en el
camino. A esto siguieron poco después órdenes para la deportación de cientos de miles
de armenios de todas las regiones de Anatolia a la Mesopotamia y lo que actualmente
es Siria, sin posibilidad de cargar los medios para la subsistencia, y su marcha forzada
por cientos de kilómetros, atravesando zonas desérticas, en las que la mayor parte de los
deportados murió víctima del hambre, la sed y las privaciones, a la vez que los
sobrevivientes eran secuestrados y violados por los gendarmes que debían protegerlos, a
menudo en combinación con bandas de asesinos y bandoleros.
Se calcula que existieron unos 26 campos de concentración para confinar a la
población armenia situados cerca de las fronteras de Siria e Irak.
Las causas del genocidio
y sus antecedentes

En medio del genocidio


armenio estaban sucediendo muchas
cosas tanto en Turquía como en el
mundo. Estaba ocurriendo la Primera
Abdul Hamid II
Guerra Mundial y Turquía recientemente había sufrido un brusco cambiado de gobierno,
ya que los Jóvenes Turcos llegaron al poder luego de rebelarse contra el sultán Abdul
Hamid II, quien fue depuesto y desterrado en 1909 luego del intento de contrarrevolución
hacia los Jóvenes Turcos. También ocurrieron los primeros intentos de independencia
como en los Balcanes, el cual generó que frente a algunas derrotas la monarquía se
transformara en un Triunvirato liderado por Cemal Paşa, Talat Paşa y Enver Paşa. Con el
final de la Primera Guerra finalizó el Imperio Otomano y comenzó la República de Turquía con
Mustafá Kemal Atatürk a la cabeza

El imperio otomano alegaba una serie de razones para llevar a cabo la masacre de
armenios. Una de las razones fue la diferencia en las religiones, ya que los turcos eran
musulmanes mientras que los armenios eran cristianos. La otra razón se produjo tras
entrar al poder los Jóvenes Turcos, ya que parecía que el panorama de los armenios iba a
cambiar y que tendrían más derechos. Y así fue, los Jóvenes Turcos permitieron la
entrada de armenios en el ejército. Pero en 1912-1913 los Balcanes, que pertenecían al
Imperio Otomano, comenzaron su guerra para independizarse del Imperio y ganaron
quedando este con muy pocos territorios, uno de ellos era Anatolia donde residía una
parte importante de armenios. Así que por miedo a una revuelta de los armenios que los
dejara sin estos territorios y además culpabilizándolos de la pérdida de los Balcanes
comenzaron las masacres a la población armenia que allí residía.
El discurso de los Jóvenes Turcos y el discurso nazi eran bastante similares, ya
que los dos planteaban volver a los “gloriosos” orígenes y que para lograr eso había que
expulsar a los inmigrantes (los judíos para los nazis y los armenios para los turcos) que
contaminaron la nación. La idea turca era crear un nuevo imperio que les devolviera la
fortaleza en Europa y el mundo
Aunque toda la responsabilidad cae sobre los Jóvenes Turcos hay que tener en
cuenta que las presiones sobre los armenios (pesados tributos, desigualdad de trato,
saqueos constantes, etc) comenzaron ya con el sultán Abdul Hamid II y continuaron luego
con la República de Turquía.
Las consecuencias del genocidio y la negación turca

Por décadas enteras las autoridades turcas omitieron responder preguntas acerca
del Genocidio Armenio. Parecía que la Causa Armenia sería archivada en la memoria de
las víctimas y de los testigos. Lo que no pudo prever el gobierno turco es que las
comunidades organizadas en la diáspora se desarrollarían y progresarían. Así pues, la
Causa Armenia se institucionalizó y debido a ello Turquía tuvo que cambiar su discurso y
estrategia al respecto. Según Turquía, lo sucedido en 1915 fue una guerra civil en la que
murieron unos 500.000 armenios y también turcos. Afirman que el Imperio otomano luchó
contra la sublevación de la milicia armenia respaldada por el gobierno ruso.
La Asamblea Nacional Francesa aprobó en 2011, una ley para penalizar a los que
niegan esas masacres, lo que indignó al Primer Ministro turco, quien rompió relaciones
con Francia. El Parlamento Israelí, comenzó a analizar este genocidio, pero prudentes
voces comentaron, que eso afectaría aún más las relaciones de Israel con Turquía. Otras
voces dijeron que Israel tiene que analizar cualquier genocidio que se haya cometido,
porque Israel padeció el genocidio perpetrado por la Alemania nazi.

A pesar de que esta masacre no fue oficialmente autorizada por el triunvirato, los
tres gobernadores asumieron toda la responsabilidad por estos actos. En 1919, Cemal
Paşa, Enver Paşa y Talat Paşa fueron condenados a muerte en rebeldía, ya que habían
logrado escapar. Más tarde, los combatientes armenios de las organizaciones
nacionalistas los fueron encontrando y ejecutando uno por uno. Posteriormente, los
países de la Triple Entente y el gobierno de la moderna República de Turquía encabezado
por Mustafá Kemal Atatürk, acusaron a Enver Baja y a sus partidarios de cometer
crímenes de guerra. Mustafá se centró en la reconstrucción del país, optando por el
autoritarismo, con una ideología radicalmente opuesta a la de los Jóvenes Turcos. Sin
embargo, un gran número de gente implicada en la organización y ejecución del genocidio
continuó desempeñando sus funciones administrativas en el gobierno de un país ya
reformado, pero en el que ya no quedaba casi ningún armenio. Mustafá siempre negó la
existencia del genocidio, y hasta hoy, Turquía comparte plenamente la postura de su
primer presidente, y no sólo rechaza las acusaciones sobre el genocidio armenio, sino
que incluso impone una condena de cárcel a cualquiera de sus ciudadanos que lo
reconozca en público. Ejemple de esto es el caso del célebre escritor turco y ganador del
Premio Nobel de Literatura, Orhan Pamuk, exonerado por el juez solo gracias a la presión
de la comunidad internacional.

Por su parte, varios países europeos han introducido la persecución legal contra
aquellos que rechacen el genocidio de los armenios. Sólo 18 países del mundo, entre
ellos Rusia, han reconocido oficialmente este delito del Imperio Otomano. La diplomacia
turca ha reaccionado de forma diversa frente a las respectivas posturas. Los
reconocimientos provenientes de los países europeos no han tenido ningún eco, ya que
Turquía está muy interesada en el ingreso a la Unión Europea. Con Rusia tampoco quiere
estropear sus relaciones, pero reacciona con agresividad a todos los intentos del
Congreso estadounidense de plantear la cuestión sobre el genocidio armenio.

Otra consecuencia es la relación entre los turcos y los armenios, las cuales siguen
estancadas, a pesar de algunos intentos de negociación y hasta del pedido del Papa
Francisco a Armenia de entablar relaciones con Turquía, luego de declarar como un
genocidio a lo ocurrido en el Imperio Otomano.
Pruebas fotográficas del genocidio

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