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Cabañas Orígenes Coffee

Logo de Origenes del CaféEn el corazón de las montañas de la Aldea de Capucas, San Pedro de
Copán, está localizado el Hotel Cabañas Orígenes Coffee, un ameno lugar para poder disfrutar de
la comodidad y de la naturaleza que rodea las instalaciones.

Cabañas Orígenes Coffee, ofrece una variedad de propuestas turísticas, de las cuales Norma de
Romero, encargada del Hotel nos explica “contamos con un complejo de cabañas sencillas, dobles
y una familiar, consideramos que podemos alojar a unas 60 personas, y sobre todo contamos con
personas capaces de brindarles la mejor atención a los visitantes”.

Habitaciones de Hotel CapucasAdemás de la comodidad con la que cuenta el establecimiento,


brinda una serie de actividades de recreación como ser las caminatas por las fincas de café,
asimismo un recorrido por las alturas por medio del canopy, que cuenta con más de cuatro
estaciones.

“Esperamos en este verano que los turistas puedan visitarnos y poder disfrutar con nosotros de
todas las aventuras que les tendremos preparados, para que no olviden esta experiencia que están
única y propia de Cabañas Orígenes Coffee”, dice la señora de Romero

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En pleno desierto del Néguev, en un pequeño valle que se extiende entre montes rocosos y
pelados, está Carmey Avdat, un viñedo familiar junto con una bodega y una casa de turismo rural
cuyo proyecto es pionero en esta región árida y meridional del sur de Israel.

Su propietario, el agricultor Eyal Izrael, fue de los primeros hace 20 años en tomar la iniciativa de
cultivar vino en pleno desierto, una tradición agrícola que se había perdido en la zona y que él
recuperó con su esposa para crear un negocio familiar según un modelo de agroturismo
sostenible.

"La apuesta que hicimos cuando empezamos a cultivar vino en esta zona hace dos décadas era
arriesgada, pero nos funcionó bien", cuenta Izrael entre una larga extensión de viñedos en la que
cultiva distintas variedades de uva con las que produce varios tipos de vino.

"Encontramos terrazas y canales de irrigación antiguos en el valle y volvimos a plantar viñas para
recuperar la tradición vitícola que hubo aquí en época bizantina antigua, hace 1.500 años", agrega
el agricultor, que combina las viejas canalizaciones de regadío con métodos de irrigación
modernos.

La zona en la que cultiva, rodeada por paraje desértico, "es un área a 500 metros sobre el nivel del
mar, donde el clima es muy bueno para la viticultura", añade.
"Estamos muy cerca de obtener vino orgánico por el aislamiento y la sequedad del clima, gracias a
ello nuestras viñas casi no padecen enfermedades", dice Izrael, pero reconoce que aún no han
logrado el objetivo y tienen que utilizar ciertos productos químicos para el cultivo.

"Al principio nadie se creía que nuestro proyecto pudiera tirar hacia adelante, pero el riesgo
mereció la pena", comenta el viticultor, que actualmente produce 5.000 botellas de vino al año y
vende en un mercado de proximidad.

Junto con la viticultura, Izrael tiene habilitadas habitaciones para visitantes en Carmey Avdat, y se
inspira en un modelo de turismo rural propio de Francia o Italia que en el momento que empezó
era poco común en Israel, pero ahora recibe turistas de países europeos como Alemania o
Holanda durante todo el año.

Cuando pueden, él y su esposa viajan a Europa para visitar viñedos y obtener nuevas referencias.

Su siguiente destino será la Rioja Alavesa, donde quieren visitar Bodegas Valdelana, la explotación
vitícola de una familia que hace vino desde el siglo XVI.

"Tenemos cuatro hijos jóvenes que ahora viven fuera, pero esperamos que vuelvan para seguir
con la empresa y la tradición familiar", concluye.

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