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Morata Madrid.
Cuando predomina el interés por el producto, este suele excluir la comprensión y la forma
de dar sentido a las cosas a través de un interés emancipador.
Objetivos rígidamente predeterminados guían la experiencia de aprendizaje.
Interacción dinámica de la acción y la reflexión, en el acto de construir o reconstruir
reflexivamente el mundo social.
El curriculum en esta forma de concebir educativa debe ser negociado y nunca impuesto.
No se debe dejar al azar o a la imaginación del momento.
El punto de partida para organizar el programa de contenido de la educación o de la
acción política debe ser la situación presente, existencia, concreta, que refleje las
aspiraciones de las personas.
El interés cognitivo práctico significa que el contenido curricular estará determinado por
consideraciones sobre el «bien» en vez de por lo que se debe seleccionar para su
enseñanza a fin de lograr un conjunto de objetivos especificados de antemano.
La selección de contenido, la importancia radica en la construcción del significado y en la
interpretación, la orientación e integración del contenido.
Los estudiantes y el profesor deben estar ocupados de manera conjunta como
participantes activos en la construcción del conocimiento,
La perspectiva transaccional de la enseñanza y el aprendizaje significa que no tiene sentido
hablar ya la enseñanza sin hacerlo al mismo tiempo el aprendizaje, puesto que la
liberación de la educación no rechaza la acción de enseñar
La enseñanza es el proceso por el cual se imparte la instrucción con el objeto de fijar el
conocimiento
El control del conocimiento (producción y aplicación del saber) lo tiene el grupo de
aprendizaje y, por ello, es liberador.
La participación en la acción pedagógica es comprometerse en una forma de praxis: acción
que expresa el interés emancipador.
Freire plantea que en un proceso de liberación de la educación, el significado es cuestión
de negociación entre profesor y alumno desde el principio de las experiencias educativas.
Freyre entiende la experiencia de aprendizaje como un proceso que toma las experiencias
del alumno y el profesor, reconociéndolas como problemáticas a través del diálogo y la
negociación.
Uno de los modos fundamentales de operar la opresión ideológica es hacer que lo cultural
(sujeto a cambio) parezca natural (inmutable).
Esta pedagogía “plantea problemas” que instan a estudiantes y maestros a enfrentar los
dilemas de su existencia y sus relaciones, enfrentándose con su propia opresión en un
contexto total.
La praxis debe desarrollarse en el mundo real, no en un mundo imaginario o hipotético
La praxis implica la creación de significados los cuales se construyen socialmente y no son
absolutos, sino que pueden ir modificándose a través de la reflexión.