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Sobre la formación de las industrias en México y Argentina.

Tomado del libro “Más allá de las lágrimas. Espacios habitables en el cine clásico de México y
Argentina, de Isaac León Frías.

“¿Por qué México y Argentina?

¿Qué hizo que México y Argentina vieran convertido un destino incierto en una
floreciente industria? Y, además, ¿por qué esos dos países y no otros como Perú,
Colombia, Cuba o Chile? Ensayemos algunas explicaciones.
Por lo pronto, no se puede hacer un símil con lo que ocurre en ese mismo periodo en las
cinematografías europeas, pues prácticamente todas ellas, incluida la española,
contaban ya con una producción estable y con cuadros profesionales con una cierta
experiencia en una producción que había sido sometida a la aprobación de las
audiencias de otras partes, de modo que el paso al sonoro no significó el ‘borrón y
cuenta nueva’ que tuvo lugar en nuestro continente. Aquí se crean industrias donde no
existían, más aún porque, luego de un periodo auspicioso en la segunda mitad de la
década del diez, como hemos visto, la producción decae y no hay nada que indique que
esos países estuviesen en condiciones de dar el paso hacia un modelo de crecimiento
cinematográfico. La razón inicial y básica del paso en dirección a la práctica industrial
proviene, entonces, de la incorporación del sonido, pero esa no es una razón suficiente,
si no se consideran diversas circunstancias que favorecen solo a esos dos países, y no a
varios otros. Hay, entonces, varios factores contribuyentes a considerar en ese salto
que se produce en México y Argentina con la llegada de la nueva tecnología
audiovisual.
Entre esos factores que podemos destacar como relevantes en mayor o menor medida,
para el afianzamiento de la industria en los dos países están los siguientes:

Relativa solvencia económica y apreciable mercado interno potencial

Argentina tenía hacia 1930 una de las economías más sólidas del mundo, por encima
de Canadá, Australia y la mayor parte de los países europeos. Buenos Aires era una
urbe respetable y bastante poblada, la más ‘europea’ de la región, mientras que otras
ciudades habían crecido de manera más lenta y muy por debajo de la ciudad porteña
Había, por tanto, un mercado interno que, si bien no era aún grande, presentaba un
buen potencial. México, por su parte, venía de la experiencia de la revolución agraria y
experimentaba el crecimiento industrial de la capital y de algunas ciudades de
provincia como Guadalajara. La capital no era la inmensa metrópoli en la que se
convierte después de los años cincuenta, pero sí con una población creciente y un
proceso de urbanización bastante notorio en su tendencia expansiva. Aunque la caída
de la bolsa de valores de Wall Street en 1929 afectó las economías de esos dos países,
no hay términos de comparación posibles con la situación económica de los otros
países de la región, exportadores de materias primas con niveles muy bajos de
industrialización, por tanto, dependientes casi en exclusividad de su potencial minero o
agrícola […]
Por otra parte, dentro del contexto reseñado, hay que señalar la participación de
empresarios que, con capacidad organizativa y visión comercial, afrontan un desafío
inicialmente incierto, lo que no ocurre en otros países en los que no hay esa misma
visión, en parte porque las condiciones del mercado interno no la estimulaban. En
Argentina y México se van a establecer compañías productoras que asimilan la
experiencia que Hollywood mostraba en esos años de afianzamiento de la revolución
sonora […]

Condiciones favorables por parte del Estado

Si en el periodo silente el Estado estuvo totalmente ausente de los emprendimientos


fílmicos, salvo en algunas intervenciones de carácter censor, las cosas van cambiando
en los primeros años de la década del treinta a medida que el negocio cinematográfico
se va asentando. No es que los gobiernos de ese entonces desempeñen un rol decisivo
ni mucho menos en el despegue de las industrias y sería no sólo un exceso, sino un
grave error atribuirles esa responsabilidad. Pero sí hay, más que medidas que
respalden o afiancen las iniciativas de las empresas y productores, condiciones
empresariales y laborales que facilitan esa dinámica sin mayores interferencias y en
ese sentido la escasa o nula participación del Estado termina protegiendo aún por
omisión la construcción de las industrias fílmicas. Incluso, a diferencia de lo que vemos
en los tiempos actuales, inicialmente los productores ni pidieron ni pugnaron por
favores estatales, más allá de ayudas puntuales (no financieras) para el rodaje de
ciertas películas […]

Ritmos musicales

La música popular argentina y mexicana tenía un arraigo incomparable frente a otros


ritmos latinos y sólo la cubana les seguía los pasos. El medio radial de reciente
implantación, que permitió ampliar las fronteras de la difusión musical más allá de los
discos de nitrato de 45 RPM (con una canción en cada lado), era la plataforma del
tango, de la canción romántica y el bolero, algo menos del corrido o la milonga. Nunca
lograron tener espacio continental el vals peruano, el pasillo ecuatoriano, la guarania
paraguaya, el bambuco colombiano, el joropo venezolano o la tonada chilena o lo
tuvieron solo contadas piezas de esos repertorios y, en general, más adelante y no en el
paso de los años veinte a los treinta. La música popular cubana, en cambio, sí gozaba
de una mayor atención continental, pero las condiciones de la isla con un territorio
pequeño y un mercado reducido no favorecían el surgimiento de una industria
discográfica ni tampoco de una cinematografía solvente, y más bien México, receptor
de melodías musicales foráneas, aunque todavía sin una industria fonográfica sólida,
va a ir incorporando esos ritmos cubanos y caribeños, haciéndolos en alguna medida
suyos o sirviendo de plataforma para que desde allí se irradien a otras partes […]

El folklore local

El folclore campirano de México, especialmente el que provenía de la región norteña


(charros y rancheros, sombrerotes y espuelas, serenatas y mariachis) con el Estado de
Jalisco como epicentro geográfico y cultural, era ya un referente conocido más allá de
las fronteras locales. Las corridas de toros, las peleas de gallos, la doma de los caballos
en los ranchos y las competencias de velocidad equina, aún cuando no fuesen una
exclusividad mexicana, se vinculaban fuertemente al folklore popular norteño.
Otro tanto ocurría con la tradición gauchesca y con los ambientes tangueros porteños.
No por los precedentes del cine mudo que prácticamente no se conocieron fuera, sino
porque la misma música, las revistas y otras publicaciones populares, además de los
viajes y espectáculos ambulantes en otros países de cantantes, orquestas y grupos
folklóricos, habían contribuido a la popularización de esas representaciones ancladas
en un pasado gauchesco que se prolongaba en el tiempo o en figuras de genealogía
más reciente como los ‘compadritos’, afines a los ambientes urbanos tangueros. Ni el
universo andino ni el ni el de las repúblicas centroamericanas ofrecían el atractivo de
ese folklore en vías de ascenso al nivel ‘mediático’ que el cine sonoro les va a ofrecer
[…]

Narrativas previas no musicales

Hay diversas fuentes que convergen en la formulación narrativa y en la constitución de


los géneros que parecen dar ventaja a los dos países El teatro español y la zarzuela
tenían una tradición local muy viva en México y las novelas costumbristas del siglo XIX
gozaban de una lectoría más nutrida que sus congéneres de otras partes, con la
excepción de algunas (María, del colombiano Jorge Isaacs, un clásico de la literatura
romántica decimonónica, sobre la que se filma una película muda en México en 1919)
[…] En el caso de México, la novela costumbrista del siglo XIX es una de las más
conspicuas. Varias obras de esa literatura van a ser materia de adaptación como La
calandria, de Rafael Delgado o Monja y casada, virgen y mártir, de Vicente Riva
Palacio. Y aunque no fuesen adaptaciones directas, el espíritu de esas novelas irriga el
argumento de muchas otras historias, elaboradas directamente para la pantalla.
También el teatro local ejerce una influencia, aunque menos poderosa de la que pudo
tener en Estados Unidos o en los países de Europa donde la tradición teatral estaba
más arraigada […] Aparte, el espectáculo circense es otra fuente visible. De allí
proceden diversos cómicos que, como Cantinflas o Sandrini, provenían de la carpa y de
las técnicas del clown. Lo que en Estados Unidos y otros países deriva, al menos de
manera inmediata, de la comedia mímica y dinámica silente, en México y Argentina,
donde no hubo ese antecedente, y si lo hubo no fue significativo, tiene su origen en la
representación circense y en el vodevil.
La radio, el habla popular, las voces, el sentido del humor
El cine sonoro se implanta muy poco después del establecimiento de la radio como un
medio de comunicación masiva. Antes de eso no existía la comunicación masiva a
través de las voces y los sonidos musicales, aún cuando desde inicios de los veinte hay
emisoras radiales de alcance aún limitado que, no obstante, van gradualmente en
aumento y que constituyen una pre-historia no desdeñable de lo que hacia 1930 pasa a
convertirse en un medio privilegiado para la difusión de la música, pero también de la
información y la opinión periodísticas, de la publicidad y poco a poco de las ficciones
narrativas, es decir, de lo que se conoció como el radioteatro o la radionovela (más lo
segundo que lo primero), que tuvo un carácter serial con amplitud de personajes, de
intrigas y de escenarios […]
Se puede encontrar una retroalimentación muy fértil entre el medio radial y los inicios
del cine industrial en la región. […]

Las zonas de influencia geográfica


Desde mucho antes de la aparición del cine, México y Argentina poseían un
ascendiente sobre las repúblicas limítrofes o próximas, en parte por su extensión, sobre
todo México, muy superior a la de los países centroamericanos o caribeños, con
quienes las afinidades culturales y los vínculos comerciales eran más estrechos, aún
cuando en este último terreno la influencia norteamericana era comparativamente
más fuerte. Pero de por sí, debido a la cercanía física y cultural, Guatemala y las otras
repúblicas centroamericanas, así como Cuba, de relativamente escasa población
urbana todas ellas, constituían una franja geográfica asociada a México, mientras que
el área de influencia argentina abarcaba Uruguay, Paraguay, Bolivia, Chile y Perú,
países fronterizos o cercanos. Desde los procesos independentistas, y el rol que en ellos
jugó la figura de José de San Martín, el eje sanmartiniano mantuvo un vínculo próximo
con la tierra del libertador.
Sin embargo, el influjo del cine de México va a ser también muy poderoso en Colombia
y Venezuela, tal vez los dos países extranjeros que van a mantener por más tiempo la
‘fidelidad’ al cine que se producía en el Distrito Federal. Sin excluir a Ecuador y al Perú.
Algo menos en Chile y en los países rioplatenses. Por su parte, Argentina extendió sus
audiencias en el conjunto de las naciones, sin excluir al país de la competencia […]

La implantación de subtítulos en las películas habladas en inglés o en otras lenguas:

Es así que los países más poblados de Europa (Inglaterra, Alemania, Francia, Italia,
España) y otros más, con el respaldo de una actividad fílmica previa sostenida y con
laboratorios que se abren pronto al sonido, optan por el doblaje, como una manera de
‘preservar’ la difusión de sus propias lenguas, y de afirmar la riqueza y el valor
simbólico de la identidad nacional, lo que va a ser particularmente significativo en
Alemania, Italia y España por los regímenes ultranacionalistas de Hitler, Mussollini y
más adelante Franco […]
En América Latina, en cambio, carente de una industria fílmica previa, la opción
elegida es la del subtitulado de las películas en otras lenguas […]
La implantación del subtitulado a comienzos de los años treinta favoreció el impulso de
la producción local. Por un lado, porque una parte importante de la población en toda
la región era analfabeta o le costaba trabajo la lectura rápida. Y, por otro, incluso en el
caso de los que leían, la novedad de escuchar la propia lengua en la pantalla y con los
matices verbales locales, era estimulante, más aún en tiempos de acentuación
nacionalista […]

La necesidad de un cine hablado en español

De lo anterior se desprende que una producción hablada en castellano era


imprescindible en las circunstancias que se vivían. Y no por una razón inicial de
nacionalismo idiomático, que también estuvo presente, sino por una simple razón
comercial: la necesidad de llegar a ese vasto público que podía perderse porque no
estaba en capacidad de leer […]

La influencia involuntaria de Hollywood

La industria de Hollywood no favoreció de manera directa el impulso de la producción


en México y Argentina, sino que más bien se adelantó en el intento de ‘sustituirla’,
tuvo efectos no premeditados que la impulsaron. En primer lugar, influyó sobre el
modelo de producción que se va a establecer: la formación de empresas a cargo de
productores responsables; la división jerárquica del trabajo; la implementación de
géneros reconocibles; el estilo narrativo; la figuración de los intérpretes. A eso habría
que añadir, en el caso específico de México, su cercanía a la meca californiana de la
industria, la cual tuvo un efecto inmediato. Varios de los futuros profesionales que
activarán la industria fílmica mexicana (directores, fotógrafos, sonidistas,
escenógrafos, actores) hicieron su aprendizaje o se profesionalizaron en los estudios de
Hollywood […]

Silvia Oroz (La “Época de Oro” del cine latinoamericano en el momento nacionalista, y
el El cine mexicano de rumberas. En Soberón Torchía, E (Ed), Los cines de América
Latina y el Caribe. Parte 1 1890-1969. 2013. La Habana: Escuela Internacional de Cine y
TV. pp. 60-61) señala que con la llegada del cine sonoro:
1) Se fijaron caracteres y prototipos nacionales
2) Se narraron historias-alegorías que representaron el universo simbólico de
espectadores de la época, sobre todo el choque campo-ciudad, metáfora de las
ciudades semirurales que eran nuestras capitales en aquel periodo.
3) Se acentuó el recurso de la música popular en un momento en que el monopolio
discográfico no se había consolidado y permitía la construcción de un mapa
musical continental con identidades definidas. La rumba, por ejemplo, era muy
conocida en Brasil, como la música brasileña en Buenos Aires.
4) Se ampliaron industrias cinematográficas en países como México y Argentina, a
pesar de la dependencia tecnológica, y se formaron especialistas y recursos
humanos propios que supieron adaptar los principios más sofisticados a
coyunturas inestables.
5) Se aprovecharon las coyunturas del mercado internacional para que los cines
mexicano y argentino propiciaran la distribución de sus films, Abarcaron un
área bastante amplia: América del Sur, el Caribe, España, Portugal y algunos
territorios norteamericanos. Dicha distribución permitió una corriente de
público familiarizada con ese cine, donde la intertextualidad era otra forma de
conocimiento y recreo.”

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