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Por: ANDRES PASTRANA
22 de mayo 1992 , 12:00 a.m.
Como bien lo manifestara el Presidente de la República, con los recursos de la reforma
tributaria se requiere, con carácter urgente, incrementar la presencia permanente de las
Fuerzas Militares y la Policía Nacional en todo el territorio del país, así como el
afianzamiento de las instituciones judiciales. La Nueva Fuerza Democrática espera que
estos recursos sean destinados para este fin.
Sin desconocer que la caída de los precios internacionales en productos como el café, las
flores, el banano y el algodón, entre otros, ha sido factor preponderante de la actual crisis,
la situación de precios se ha visto agravada ante la imposibilidad de mantener en esta
coyuntura una tasa de cambio real, que aliviara, al menos en parte, el efecto negativo del
mercado internacional.
Por muchos años el Estado ha tenido abandonado al campesino colombiano. Los jornales,
en términos reales, del sector agropecuario han venido decayendo sistemáticamente. El país
no podrá recuperar la paz en el campo mientras no haga un esfuerzo por recobrar la calidad
de vida de los campesinos.
Si bien es cierto que el Gobierno heredó el problema de la Caja Agraria, no puede seguir
ignorando la solución inmediata del mismo. La parálisis de la entidad traerá perjuicios
graves al país, inclusive poniendo en jaque no solo el crédito y la producción agrícola
campesinas, sino al propio sector financiero. En años anteriores, el Congreso Nacional
aprobó una capitalización de la entidad. A hoy, el Gobierno le adeuda a la entidad una suma
cercana a los 59 mil millones de pesos. Estos recursos se requieren urgentemente para que
la entidad pueda continuar desarrollando su objetivo social. Esta capitalización debe,
necesariamente, ir acompañada de una reestructuración y un compromiso de eficiencia por
parte de la entidad.
Para el sector agrícola es imprescindible que tanto en la Caja Agraria como en el sector
financiero, se revisen las condiciones de prórroga para créditos vencidos para algunas
regiones y sectores que han sido golpeados duramente por algunos de los factores que
inciden en la crisis: la inseguridad, el verano, la baja de precios internacionales, las
dificultades de mercadeo, el contrabando, etc.