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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para Las relaciones Interiores Y Justicia

Universidad Nacional Experimental De La Seguridad.

Maracay –Edo Aragua

Historia de las armas


de Fuego y su
importancia en el
ambito policial.

Integrante:

Kervin González V-20453927

TSU Policial 2020-I Trayecto II


Historia

Desde el siglo XI d. C. se conocían en China mezclas pirotécnicas de salitre, carbón y


azufre que fueron empleadas como explosivos de escasa potencia. Algunas crónicas
de los siglos XII y XIII relatan que dichas mezclas explosivas se utilizaron para la
impulsión en armas rudimentarias de bambú, para el lanzamiento de ciertos proyectiles.
Los árabes fueron los grandes comerciantes de la edad media, y gracias a ellos éste
invento llegó a Europa, y su avanzada cultura les permitió desarrollar el concepto
básico del arma de fuego, en el que la pólvora al quemarse genera gases que impulsan
el proyectil por el tubo-cañón. Promediando el siglo XIII se comenzaron a ver piezas de
artillería en las batallas europeas, sobre todo en la España ocupada por los árabes, y
en constante guerra para mantenerla bajo su dominio. Los materiales empleados en su
construcción comenzaron con madera dura, hasta las diversas aleaciones metálicas
posteriores. Muy lentamente la artillería se fue ganando la confianza de los ejércitos,
pero éstos todavía luchaban armados de espadas y flechas, fue necesario el
perfeccionamiento del proceso de elaboración de la pólvora, mediante el sistema de
separación de los granos de diferentes tamaños, para poder desarrollar armas
portátiles eficaces. Al avanzar hacia el siglo XIV d. C. hubo crónicas sobre la utilización
de las mezclas explosivas como artificio bélico.

La referencia más antigua se encuentran en el Tratado de Marco Greco, que describe


la composición de la pólvora negra, aunque existen referencias más fidedignas en dos
manuscritos de Walter de Milimete, capellán de Eduardo III de Inglaterra, que se
remontan a 1326 y que describen lo que actualmente se consideran los modelos más
antiguos de armas de fuego.

Sin embargo, es a partir de la segunda mitad del siglo XIV d. C. cuando se registran
mayores y frecuentes referencias al uso bélico de las armas de fuego, de las cuales las
primeras en desarrollarse fueron las armas portátiles, que son aquellas armas que
pueden ser fácilmente empleadas y transportadas por una sola persona. Estas armas
se cargaban introduciendo la pólvora por la boca del cañón, un taco y el proyectil (o
proyectiles). Con toda probabilidad, el método de ignición para estas armas era el
botafuego, es decir, una varilla con un trozo de yesca o mecha encendida asegurada a
uno de sus extremos.

El gancho o prominencia inferior que presentan algunas de estas piezas portátiles


servía para apoyar el arma contra un muro, parapeto o la regala en las bordas de los
barcos. En el momento del disparo, buena parte del retroceso se amortiguaba con este
saliente.

En Alemania, las armas provistas de este tipo de ganchos se llamaban "Haken-büchse"


(arma con gancho), de cuya voz derivaron más tarde los términos "hackbut" en inglés,
"arquebuse" en francés y, siguiendo la misma línea, "archibugio" en italiano. El gancho
inferior de estas armas portátiles, especialmente en las armas de muralla, se
mantendrá durante todo el siglo XVI. Con la ballesta como base, se evoluciona en el
diseño ergonómico de la cureña de las armas de fuego portátiles, así podía manejarse
con la cureña apoyada en el hombro del tirador, sujeta por la mano izquierda, y con la
mano derecha preparada para acercar la brasa al fogón. También de otra forma, podía
sujetarse la cureña en la axila. Como es de imaginar, a pesar de su poderosa fuerza
disuasoria, poca puntería podía hacerse con esas armas. Las primeras armas de fuego
aparecieron a mediados del siglo XV; a principios del siglo XVI se moderniza con
dispositivos de disparos, considerados como el precursor de los actuales y más
perfectos dispositivos de disparos. A principios del siglo XVII aparece el sistema de
fulminación mediante el eslabón y el gatillo en lugar de la rueda dentada. Con este
mecanismo de disparo llega el sistema de percusión hoy en día usado.

Primeras armas de fuego

Arcabuz: Fue el invento más importante, apareció en el siglo XV y se convirtió en el


arma principal de la infantería. Consistían en un cañón de hierro cilindrado con una
abertura en el extremo superior; un bloque de hierro con fogón y cámara de explosión
en el extremo inferior; el cañón estaba colocado en una entalladura y una culata. La
carga se efectuaba por el extremo anterior mediante la introducción del explosivo y del
proyectil. La fulminación se realizaba a través del fogón. Con el arcabuz el arma larga
de fuego individual se vuelve tan efectiva como para dominar las tácticas en las
batallas. El alcance efectivo ronda los 100 m.

El sistema de ignición de la pólvora fue mejorando, comenzando con el cordel ó mecha


con brasa al rojo, el cual se arrimaba a la cazoleta de polvorín para producir el disparo,
evolucionando luego a un mecanismo que lo sostenía hasta el momento que se
deseaba disparar, acercándolo manualmente denominado llave de mecha .

La llave de rueda mejoró la ignición de la pólvora, pues en él un mecanismo de resorte


imprime un movimiento giratorio a la rueda de metal, provocando un torrente de
chispas sobre el polvorín. La llave de chispa llegó para quedarse casi dos siglos, (XVII
al XIX) un mecanismo de resorte imprime un movimiento pivotante y con fuerza al trozo
de pedernal, que al chocar con el depósito de pólvora produce chispas que incendian el
polvorín. Ya tenían disparador por lo que se podía controlar con bastante precisión el
momento del disparo. Con éste tipo de arma se lucharon las guerras napoleónicas y las
de emancipación de casi toda América.

Mosquete: Arma creada por los españoles. Era un pequeño cañón de mano y de
mecha. En el siglo XVI pesaba entre 8 y 10 kg, y solo soldados muy vigorosos podían
utilizar, debido a que era pesado, para poder disparar debía estar apoyado sobre una
horquilla y requería 3 minutos para poder cargarse. Su calibre era de hasta 22 mm. y el
peso de la bala unos 50 gramos, para la carga de pólvora se tomaba la mitad del peso
del proyectil. Pero lentamente con el desarrollo de nuevas técnicas se fueron
mejorando los componentes y hacia el siglo XVII un arcabuz tenía unos cinco kilos de
peso, lo que le hacía utilizable por una persona normal y sin necesidad de la horquilla.

Pedreñal: Tenía forma de escopeta corta, se empleó entre los siglos XVI y XVII
principalmente en Cataluña, España. Fue el arma preferida por los bandoleros a pesar
de que tenía baja potencia, ya que era corta y la podían esconder de una manera fácil y
así aproximarse a sus víctimas sin que ellas se den cuenta del arma.
Generalidades

Arma de fuego es aquel ingenio mecánico que realiza la función de lanzar a distancia
con gran velocidad masas pesadas llamadas proyectiles, utilizando la energía explosiva
de la pólvora. Esta energía es oportunamente utilizada y dirigida por medio del cañón,
tubo cilíndrico recto de paredes resistentes, en el cual el proyectil y la pólvora son
dispuestos gracias a la operación de carga. El acto con el cual se provoca la explosión
se llama disparo o tiro, este se realiza por medios de mecanismos que constituyen
parte integrante del arma. En toda arma se encuentra siempre el cañón, órgano
propulsivo, que puede dirigirse convenientemente por medio del dispositivo de puntería,
para que la trayectoria del proyectil pase por el blanco a alcanzar.

Funcionamiento

En sus inicios todas las armas de fuego se cargaban introduciendo por su boca la
pólvora de impulsión, un taco y el proyectil o proyectiles. En cuanto al funcionamiento
del sistema de ignición existen importantes controversias ya que se menciona la
posibilidad del empleo de una braza o hierro enrojecido para hacerlo funcionar
introduciéndolo en el fogón, pero parece más probable que se usara un botafuego, que
consistía en una varilla con un trozo de yesca o mecha encendida asegurada en un
extremo. Estas armas sólo resultaban peligrosas para el enemigo en distancias cortas,
porque no tenían el suficiente alcance, pero conferían al usuario un gran poder
disuasorio y sicológico sobre el adversario.

En contrapartida, cabe destacar que eran armas de un engorroso funcionamiento y que


revestían cierto peligro para el que las manejaba ya que podían estallar en las manos
con mucha facilidad, y su precisión era dudosa.

Esta situación mejoró en el siglo XV con la incorporación del serpentín en los sistemas
de mecha, lo que permitía sostener el arma con ambas manos y apuntar al objetivo con
mayor precisión, aumentando así la eficacia del arma.
Clasificación

Por la forma de transporte

Portátiles: Las que para su transporte y uso es suficiente el empleo de una sola
persona (Fusil, escopeta, revólver,)

No Portátiles: Son aquellas que para su desplazamiento o utilización se hace


necesario el auxilio de otra persona o un medio mecánico o animal (mortero, cañón,
ametralladora).

Por su forma de empleo

De puño: Son las que fueron diseñadas para ser utilizadas con una sola mano
(revólver, pistola, pistolón de caza).

De hombro: Son las que para su utilización se requiere el empleo de ambas manos y/o
el apoyo en otra parte del cuerpo del tirador, generalmente el hombro (fusil, escopeta,
pistola-ametralladora).

Por el sistema de disparo

De tiro a tiro: Son aquellas que solo pueden efectuar un solo disparo por vez, siendo
necesario la apertura del arma y extracción manual de la vaina servida para
reemplazarla por un nuevo cartucho para efectuar un nuevo disparo, tal como la
escopeta común de caza.

De repetición: Corresponde a aquellas en las que la munición se almacena en un


cargador, siendo necesario accionar un mecanismo manual a fin de subir la munición
de la recamara y realizar el disparo.Debe operarse en forma manual a través de
sistemas tales como el de cerrojo, corredera o palanca. Cabe mencionar que los
revólveres son a repetición.

Semiautomáticas: Es el sistema de tiro mediante el cual la munición se carga de


forma automática después de realizar cada disparo, pero es necesario tirar del gatillo
nuevamente cada que se quiere realizar un disparo.
Automáticas: Son aquellas que, manteniendo presionada la cola del disparador
producen una sucesión de disparos, tales como las pistolas-ametralladoras y los fusiles
automáticos. Generalmente este tipo de armas posee un selector de tiro que permite al
usuario elegir el modo de operación entre dos opciones: semiautomático y automático.

Por la forma de carga

Avancarga: Armas primitivas que eran cargadas por la boca de fuego, atracadas
mediante golpes de baqueta. En España, ha comenzado a popularizarse el uso de
réplicas de estas armas creándose incluso clubes especiales para su práctica.
Responden a esta subdivisión el mosquete, el trabuco y las clásicas pistolas de duelo.

Retrocarga: Son aquellas que se cargan por la recámara ubicada en la parte media
trasera del arma y que responden a la totalidad de las armas de moderno diseño.
Desde hacía mucho tiempo se hacían esfuerzos por lograr la carga por la recámara de
las armas de fuego, en especial los cañones de campaña, pues obligaba a cargarlos a
descubierto, provocando bajas en sus servidores. También esto era deseable para las
armas en las fortificaciones, pues para cargarlos era necesario retirarlos de su posición,
lo cual era muy difícil por su gran peso y enlentecía la repetición del tiro. Se hicieron
muchos experimentos, pero con la tecnología de antaño no era posible lograr una
hermeticidad confiable para la recámara, y era por allí que fallaban los proyectos,
algunos muy ingeniosos pero de construcción artesanal. Recién en el siglo XIX se pudo
concretar éste logro. Los primeros modelos de retrocarga consistieron en fusiles de
avancarga reformados, a los que se le recortaba la zona de recámara y se les aplicaba
alguno de los distintos sistemas de reforma existentes con obturador móvil

Por el tipo de cañón

Cañón de ánima lisa: Carece de estriado.

Cañón de ánima rayada o estriada: En este caso el interior del cañón del arma (ánima)
presenta un rayado particular en bajorrelieve, de forma helicoidal (con forma de hélice),
llamado “estriado” y que le suministra a los proyectiles por ellos expulsados un
movimiento rotacional sobre su propio eje que le brinda estabilidad direccional a la
trayectoria del mismo.

El origen de las estrías en el cañón tuvo un fin distinto al que se usa en la actualidad,
su función era recibir parte de los residuos de los disparos, pues con la pólvora negra
eran muy abundantes, permitiendo seguir tirando sin necesidad de limpiarlo seguido.
Las estrías no eran helicoidales sino rectas, por lo que no mejoraban las cualidades
balísticas del arma. Desde el siglo XVI se hicieron experimentos en este sentido,
trazando rayas helicoidales en los caños de los fusiles, esto daba al proyectil mayor
alcance y precisión, gracias al efecto giroscópico, y al mismo tiempo mantenía la
ventaja de recibir los residuos del disparo. La carga era muy laboriosa y lenta, por lo
que se utilizó en armas de caño corto: las carabinas, y dadas éstas deficiencias no fue
ampliamente adoptado. El problema era lograr introducir el proyectil por la boca del
arma hasta la recámara, y que luego éste tomara las estrías correctamente, se llegó a
varias soluciones más o menos prácticas: Con un mazo se golpeaba la baqueta y ésta
el proyectil de plomo puro en la recámara, la deformación lo ensanchaba, obligándolo a
tomar las estrías.

Ya en el siglo XIX se inventaron diferentes tipos de proyectil troncocónicos que siendo


de menor diámetro que el cañón, y que por lo tanto llegaban a recámara sin mucho
esfuerzo, luego por la acción de los gases del disparo aumentaban de diámetro y
tomaban las estrías. Se trata de los proyectiles Minié y sus variantes. El proyectil Minié
es troncocónico y de plomo, en su base presenta un hueco en el cual se coloca un
pequeño cono de hierro, el cual al producirse el tiro, y al ser más liviano que el plomo,
se encastra en la base del proyectil, ensanchándolo y haciendo que tome las estrías
del cañón. Todos estos inconvenientes acabaron finalmente al desarrollarse armas de
retrocarga efectivas.

Por su tamaño

Armas pequeñas: Son los revólveres y pistolas, rifles y carabinas, subametralladoras,


fusiles de asalto, ametralladoras livianas, escopetas.
Armas livianas: Granadas de mano, lanzagranadas ajustados debajo del cañón del
fusil; misiles antiaéreos portátiles, misiles antitanque portátiles, cañones sin retroceso
portátiles, bazookas y morteros de menos de 100mm.

Armas de cañón largo: Arma pequeña para ser apoyada en el hombro, y ser
sostenida por ambas manos del disparador.

Armas de cañón corto o cortas: Arma que puede ser disparada por una sola mano,
pistola o revolver.

Cartucho metálico

La invención del cartucho metálico constituyó el salto que hacia falta para consagrar al
fusil como el protagonista de los campos de batalla, desterrando las armas blancas al
papel de un complemento.

Este invento revolucionario se hizo desear mucho tiempo, a la espera de los avances
tecnológicos en metalurgia que se produjeron en la segunda mitad del siglo XIX,
permitiendo la concepción del cartucho auto contenido, el cual en su cuerpo de latón
agrupa proyectil, pólvora y cápsula fulminante.

Existieron experiencias como la del fusil alemán Dreyse de aguja, en el que los
elementos que componen la munición van encerrados en una cápsula de papel.

Posteriormente, Flober y Huiller desarrollan el cartucho de fuego anular, como el 22


LR., en el cual el fulminante está contenido en el perímetro del culote. El sistema de
Lefaucheux con ignición por espiga también fue muy utilizado en fusiles monotiro, asi
como revólveres, para desembocar finalmente en el cartucho de fuego central de
Berdan, el utilizado en la actualidad.

Los primeros fusiles militares de esta clase se adoptaron a partir de 1870, teniendo su
origen en la guerra de secesión americana, empleaban un cartucho metálico de latón,
pólvora negra o también denominada "ordinaria", y los modelos que más se
popularizaron fueron los Remington (EEUU), Henry Martini (Gran Bretaña) y Mauser
(Alemania), los cuales utilizaban el calibre 11 mm.

El cartucho metálico permitió seguir adelante con los diseños de armas innovadoras, y
se puede decir que ya concluido el siglo XX, uno de los más revolucionarios en
desarrollo de tecnologías, especialmente militares, no se ha conseguido sustituir en la
práctica éste invento.

Armas modernas

Gracias a la tecnología moderna, la fabricación y utilización de armas de fuego ha


evolucionado considerablemente en las últimas décadas, especialmente desde la
Segunda Guerra Mundial.

Fuerzas armadas de todos los países cuentan en su arsenal con subfusiles, fusiles de
asalto, ametralladoras, rifles de precisión, pistolas semiautomáticas, y otras. Este tipo
de armamento moderno permite la utilización de un fuego de alto calibre, rápido y de
máxima precisión.

Importancia del uso de las armas de fuego en el ambito policial

Es importante proporcionar a los funcionarios una serie de conocimientos teóricos y


prácticos acerca de las tácticas policiales, para el desempeño de sus funciones como
futuras y futuros oficiales de policía, que garantice las más estrictas normas de
seguridad, de acuerdo con los principios de afirmación a la vida, legalidad, necesidad,
proporcionalidad, eficiencia, así como el respeto a los Derechos Humanos. La facultad
de recurrir a la fuerza puede afectar el derecho más fundamental de todos: el derecho a
la vida; el uso de la fuerza por la policía que constituya una violación del derecho a la
vida, es el fracaso más claro de uno de los propósitos primordiales de la labor policial
el de mantener la seguridad y la integridad física de sus conciudadanos.

El OODA ( Observacion, Orientacion, desicion y Actuacion) es un planteamiento táctico


que aplican los funcionarios para una actuación en un determinado momento y así
poder analizar la situación que se le presenta y con estoy tener una noción de lo que se
vaya a realizar al momento de abordar una situación.

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