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“AMAD A VUESTRAS MUJERES”

Paz a vos mis hermanos. Les saludo desde la ciudad de Mérida y les envió un
cordial saludo de paz.
Actualmente nos encontramos ante un estado de contingencia que ha modificado
nuestras rutinas de vida, sin embargo esta situación nos da la bendición de poder
convivir más con la familia. Y por esto que quiero compartirles la siguiente
reflexión que está enfocada en nuestros matrimonios, específicamente en nuestra
responsabilidad como esposos.
El texto de estudio lo encontramos en: (Efesios 5:25-27)
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó
a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del
agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no
tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha”

INTRODUCCIÓN
Muchos maridos piensan que deben divorciarse porque según ellos ya no les nace
amar a sus esposas. Pero esto es un concepto alejado de la verdad. En realidad, lo
que un marido así está diciendo es: He decidido no amar a mi esposa.
El esposo es quien decide amar o dejar de amar. Algunos dirán: ¡Haber hermano estoy
confundido! ¿Cómo funciona este asunto?
Partiendo del primer versículo, notamos de primera instancia un mandamiento
dirigido hacia los varones, que es “amar a nuestras esposas”.
La orden de amar implica que amar es algo que parte de la voluntad, no de las
emociones o los sentimientos.
El amor del cual hablamos aquí no es una emoción que nace al interior de la persona.
No. Es un acto que nace de la voluntad.
Si usted no está amando a su esposa, no es porque no puede amarla sino porque no
quiere amarla.
Por otra parte, hay muchos varones que están decididos a amar a sus esposas, pero
no saben cómo ni en que consiste ese amor. Y por eso que Pablo nos muestra el amor
que un esposo debe tener hacia su esposa en el texto de estudio.

DESARROLLO
En este punto nos podemos preguntar ¿Qué es el amor?
Antes de estudiar que dice la palabra sobre lo que es el amor, primero nos
enfocaremos a lo que no es el amor.
LO QUE NO ES AMOR
Hoy en día, como sociedad, tenemos un concepto equivocado de lo que es el
amor, esto es por un error de la cultura del cual nos hemos apropiado. Hemos
permitido que el mundo (que no conoce el amor perfecto de Dios) nos diga qué es
amor, en lugar de adquirir lo que nos dice la biblia.

 El mundo iguala el amor con el afecto, específicamente como


“sentimientos fuertes y bonitos”.
Todos sabemos que Dios nos dice “Amen a sus enemigos” (Lc 6:27, 35). La
palabra no nos manda a tener sentimientos bonitos hacia nuestros
enemigos. Esto es poco posible. No podemos cambiar nuestros
sentimientos por simple fuerza de voluntad.
ILUSTRACION ---> Imagina a Cristo cuando estaba colgado en la
cruz, mirando a sus asesinos. Sabemos que los amó, porque murió
inclusive por cualquiera de ellos que creyera en Él. Pero dudo que en
ese momento, sintiera complacencia (gozo, satisfacción, felicidad) en
ellos.
 Cuando limitamos el amor sólo con el afecto entonces el amor dependerá
de las cualidades del amado. --> El mundo trata de vendernos la idea que
debemos tratar a las personas como las personas nos tratan a nosotros. Si
me amas entonces te amo, si no me amas, pues sencillamente no te amo.
Dado que por naturaleza somos egoístas, no estamos muy dispuestos a
amar, a menos que recibamos algo a cambio. Entonces amamos a
personas que son amables, que nos hacen sentir bien o que nos aman
también.
Nuestro amor es contaminado por nuestro deseo de sentirnos bien por
medio de esta persona. La queremos por cómo nos hace sentir, es decir,
por lo que recibimos de él.
Pero Cristo dejó muy claro que esto no es el amor que él manda. Vemos lo
siguiente en: (Lc 6:32, 35). “¿Qué mérito tienen ustedes al amar a quienes los
aman? Aun los pecadores lo hacen así…Ustedes, por el contrario, amen a sus
enemigos…”
Entonces nos equivocamos al reducir el amor a sólo sentimientos emocionales, ya
que lo sentimental es una faceta secundaria del amor, no es su esencia.

Entonces, cuando Dios nos manda amar a otros ¿qué quiere decir ‘amar’?
En la Biblia la definición más breve del amor se da en: Dios es amor (1Jn 4:8 y
16). Entonces, en un sentido, debido a que toda la Biblia nos revela el carácter de
Dios, toda la Biblia expone qué es el amor. Cualquier concepto del amor formado
sin tomar a Dios en cuenta, es incorrecto. Sólo aprendemos qué es el amor a
través de aprender quién es Dios.
Veamos algunos ejemplos más específicos en la biblia de lo que es el amor:
“Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva
a morir por una persona buena. Pero Dios muestra su amor por nosotros en esto:
en que cuando todavía éramos pecadores [es decir, enemigos de Dios], Cristo
murió por nosotros” (Ro 5:7-8).
1Jn 3:16, “En esto conocemos lo que es el amor: en que Jesucristo entregó su
vida por nosotros. Así también nosotros debemos entregar la vida por nuestros
hermanos.”
El amor de Cristo se nos presenta como el modelo perfecto del amor. EL AMOR
SACRIFICIAL.
Cuando pensamos en el sacrificio de Cristo por la iglesia, inmediatamente
pensamos acerca de la cruz. El murió por nosotros. Dudo que alguno de nosotros
llegue a ser llamado a, literalmente morir por nuestras esposas. Entonces ¿Cómo
podemos sacrificarnos?
Los esposos debemos amar a nuestras esposas al punto de sacrificarnos por
ellas. Esto significa que debemos morir a nuestros propios intereses para dar paso
a los intereses de nuestras esposas. El matrimonio no es acerca de lo que se
pueda conseguir. Más bien, es todo acerca de lo que estoy dispuesto a ofrecer
ILUSTRACIÓN  La otra mañana me desperté tarde, fui y me comí un
plato de cereal, cuando terminé, lo enjuagué y lo puse en el lavaplatos;
entonces noté que la cocina estaba un poco medio desarreglada, mi esposa
estuvo cocinando porque recibiríamos visita, entonces pensé que yo no la
había desarreglado, así que me dirigí a la habitación a ocuparme en otras
cosas.; entonces mi esposa me llamó desde el cuarto de la lavadora y me
dijo: “¿para dónde vas?” o “¿por qué no limpias la cocina?” No recuerdo las
palabras exactas, pero fueron dichas con una actitud exigente y grosera.
Ella estaba bajo fuerte presión para hacer todas las cosas antes de que las
personas llegaran a la casa. ¿Qué hice yo? fui y limpié la cocina. ¿Por qué
lo hice? Ella se dirigió de una manera grosera, pude haberla confrontado y
decirle que no me hable como si fuera su hijo. Sin embargo, comprendí que
se encontraba agotada y bajo presión de tener todo listo a tiempo (que por
cierto no justifica su conducta) y que el hacerlo era una manera de ayudarla
y descargarle trabajo, posterior a unos minutos, espere a que se relaje
entonces fue cuando le hice ver su actitud incorrecta, entonces me dijo: “la
verdad es difícil de aceptar, pero me alegro que me lo hayas dicho.”
El cómo amar sacrificialmente puede expresarse es diversas acciones. Lo
importante es la motivación por el que hacemos las cosas.
¿la motivación es manipulación o ministerio? Si es manipulación, entonces el
esposo lo está haciendo por que espera que su esposa sea más feliz y lo trate
mejor. La mayoría de la gente tiene la idea que el matrimonio es una relación
50/50. Eso es manipulación. Si él lo hace con la idea de ministrarle a ella,
entonces él no lo está haciendo por su propio beneficio; él lo está haciendo por
ella.

Continuando con el texto de estudio podemos notar cual es el propósito de ese


amor sacrificial, “purificarla y presentarla santa y sin mancha”
Santificar significa apartar, cuando tú te casas, apartas a alguien del mundo. Son
apartados para protección especial, cuidado especial, atención especial, un
propósito especial; ¿Cuál es el propósito especial? parecernos cada vez más a
cristo.
Cuando una persona ama a alguien, la pureza de la persona amada es su interés
supremo. Nadie ama y desea corromper a quien ama. Cristo nos amó al punto de
morir por nosotros y su sacrificio nos limpió de nuestro pecado. El matrimonio
también implica purificación. Si un esposo de veras ama a su esposa, hará todo lo
que esté a su alcance para mantener a su esposa en santidad, en virtud y en
pureza.

¿Cómo purificarla?
El mismo texto nos da la respuesta: “habiéndola purificado en el lavamiento del
agua por la palabra”, es decir, con la palabra de Dios. Es la palabra de Dios lo
que les mantiene puros. El esposo tiene que enseñar a su esposa la palabra de
Dios.
Dios ya nos ha dado su Palabra como nuestra guía. Ya ha enviado a su Hijo a
vivir, morir y resucitar por nuestra salvación. Ya nos ha dado su Espíritu para que
viva en nosotros.
Pero el mundo aún no ha sido restaurado. El pecado no ha sido aun
completamente erradicado. Nosotros no hemos sido aún conformados a la imagen
perfecta de Jesús. El sufrimiento, la tristeza y la muerte aún no han dejado de
existir. Nuestros matrimonios no escaparán de este mundo caído. Vivimos con
gente con defectos. Nuestros matrimonios no estarán protegidos de esos defectos.
El matrimonio está formado por dos seres imperfectos. Ambos traen algo a su
matrimonio que es destructivo para lo que el matrimonio necesita y tiene que ser.
Ese algo se llama pecado.
En algún momento dado alguno será egoísta. Habrá momentos de celos,
amargura y conflicto. No podrás evitarlo porque eres un pecador y estás casado
con alguien pecador.
Es en estas circunstancias cuando debemos actuar hacia el corazón de nuestra
pareja, donde por medio de la palabra y el espíritu santo debemos llevar a cabo el
“purificar y santificar” a nuestra pareja. Estos son los momentos de ministerio.
¿De qué manera hacerlo?
Enseñándoles con el ejemplo como se debería actuar de una manera bíblica ante
los conflictos, empezando por hacer un autoanálisis y reconocer cuando tengamos
una actitud o comportamiento erróneo, pedir perdón ante nuestras faltas cuando
sea necesario, advirtiendo, amonestando y exhortando cuando sea necesario,
todo con el propósito de buscar un crecimiento y desarrollo para parecernos más a
Jesucristo.
Dios ama a tu cónyuge y Él está comprometido a transformarla por su gracia y te
ha escogido para que seas uno de sus instrumentos regulares de transformación.
Así que, Él te hará ver, oír y experimentar la necesidad de cambio de tu cónyuge
para que puedas ser un agente de su rescate.

CONCLUSION
La actuación de Cristo por su Iglesia tiene que constituir la base del amor del
marido por su mujer: porque Cristo se ha entregado por su Iglesia en amor, y el
matrimonio es como la reproducción de la relación de Cristo con su Iglesia, por
esto precisamente deben los maridos amar a sus mujeres, y por su parte
comunicar este amor en una entrega dispuesta al sacrificio.
Para amar de esta manera es necesario que el amor de Dios se haya manifestado
en los esposos. Esto se logra cuando los esposos reciben a Cristo como su
Salvador personal. Solo así los esposos están en posibilidad de demostrar un
amor sacrificial y santificador hacia sus esposas.

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