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BIOPLASTICOS BIODEGRADABLES PARA ENVASADO DE ALIMENTOS: UNA

POSIBLE SOLUCIÓN A PLASTICOS DE UN SOLO USO


Valencia Gustavo A. 0412059
Universidad Nacional de Colombia
Sede Palmira
2020

RESUMEN

El consumo de alimentos procesados y de rápido consumo han generado una demanda


de plásticos como empaques para alimentos de un solo uso, generando problemas de
contaminación en altos volúmenes. Alternativas sostenibles como los Bioplasticos
reducen este impacto al medio ambiente, no obstante, los plásticos biobasados no son
necesariamente biodegradables, siempre y cuando el balance de huella de carbono
alcance su valor neutro y valor agregado para una rápida degradación a través de
digestión microbiana aerobia o anaerobia en condiciones controladas. Las principales
fuentes de biomateriales en gran abundancia en la naturaleza es el almidón y la celulosa,
los cuales se convierten en fuente de materia prima para su debida transformación en
biobasados. Otra fuente es el Ácido Poliláctico (PLA) el cual se obtiene como
subproducto del almidón y se puede lograr una síntesis de la molécula en laboratorio con
capacidad de degradación y de gran producción a escala industrial. No obstante contar
con materiales biodegradables hace parte de un eslabón de la agrocadena, ya que la
degradación de los Bioplasticos se logra finalmente en condiciones a nivel industrial de
forma controlada ya sea en presencia de oxígeno o en su ausencia (condiciones
anaeróbicas). Esta revisión permite concluir que la amplia oferta de biomateriales son una
opción de sustitución de plásticos de un solo uso para la industria en el envasado de
alimentos. La versatilidad, propiedades de barrera y mecánicas, paso de la luz, y
temperatura dependerá de la estructura molecular, propiedades físicas y químicas de los
polímeros por ende su biodegradación está sujeta a su complejidad.

INTRODUCCIÓN

El envasado de los alimentos a través de empaques plásticos ha generado una alta


demanda en su producción ya que es económico, aseguran la inocuidad y la calidad para
el consumidor, además de brindar características mecánicas que protegen y contienen los
alimentos de modificaciones por daños o aplastamiento durante su manipulación y
transporte como también características q controlen la penetración de la grasa, humedad
y tipo barrera (Jabeen et al., 2015). No obstante, los plásticos tipo empaque de un solo
uso generan un alto impacto al medio ambiente ya que provienen de derivados fósiles
superando un tiempo superior de 100 años en degradarse (Aminabhavi et al., 1990),
igualmente se genera el mismo impacto con químicos fluorocarbonados como
recubrimientos al papel o cartón para empaques de alimentos (Ham-Pichavant et al.,
2005).

Los Bioplasticos surgen como una alternativa para la reducción del uso de materiales
como el polietileno tereftalato (PET), polietileno (PE), y polipropileno (PP). Plásticos
Biobasados y plásticos compostables o biodegrádales agrupan dos grandes conceptos de
definen la propuesta de valor frente a la huella de carbono de los Bioplasticos. El origen
del carbono del plástico es el origen de la vida del material lo cual se referencia con
plásticos biobasados (Jambeck et al., 2015), que pueden alcanzar una huella de carbono
neutral sí las materias primas provienen de origen biológico. Pero no todo biobasado es
biodegradable (Gómez & Michel, 2013), tal es el caso de empaques fabricados a partir de
caña de azúcar o maíz no son biodegradables y simplemente es reciclable. Materiales
biodegradables que logran su descomposición en sistemas anaerobios por la acción de
microrganismos, temperatura, luz y humedad alcanzan una propuesta de valor agregado
(Yagi et al., 2014).

En el mercado existen alternativas a los Bioplasticos biodegradables: los oxo-


biodegradables, que se diferencian con la presencia de aditivos oxidantes como el
estearato de cobalto para la fragmentación de micropartículas de plásticos, las cuales
tiene su fin de ciclo de vida en los océanos (Jambeck et al., 2015) como contaminantes de
alto impacto por su capacidad de concentrar gases tóxicos en altas concentraciones.
Teniendo en cuenta las anteriores razones, el objetivo de trabajo es revisar las diferentes
alternativas existentes de Bioplasticos biodegradables para el envasado de alimentos
como una posible solución al uso de plásticos de un solo uso.

FUENTES RENOVABLES DE BIOPLASTICOS

Existen diferentes fuentes renovables para la elaboración de plásticos biobasados que


pueden alcanzar una huella de carbono cero. El almidón como principal carbohidrato es
una de las principales fuentes que se encuentra en el maíz, papa, y yuca, mientras que
las fibras obtenidas de la piña y plátano son fuentes alternativas a nivel de biomasa
(Siracusa et al., 2008). Una biosíntesis de los biomateriales es a través de
microorganismos bacterianos por su complejo enzimático capaces de formar partículas de
tamaño nanométrico (Jamshidian et al., 2010).

Bioplásticos a base de Almidón


El almidón es uno de los principales carbohidratos de gran tamaño para el
almacenamiento de energía, constituido por dos distintos de glucosa: amilosa y la
amilopectina que pueden lograr su separación principalmente por la actividad de la
amilasa en cereales, legumbres y tubérculos convirtiéndose en una materia prima
renovable y abundante. (Park et al., 2002). Debido a la larga cadena del almidón para su
disposición como biomaterial requiere la adición de flexibilizantes y plastificantes como
sorbitol y glicerina, energía térmica y mecánica para constituir el almidón termoplástico
(TPA). Las propiedades a resaltar del TPA es que resulta adecuado para proporcionar
películas del ato porcentaje de alargamiento, resistencia a la tracción y la flexión, además
de que es adecuado para material de embalaje (Tharanathan 2003). Combinaciones de
películas de almidón para plasticización (Demirgoz et al., 2000) con polietil-alcohol
vinílico, alcohol polivinílico, policaprolactona, tienen aplicaciones industriales como
extrusión, moldeo por inyección, soplado, y espuma (Mensitieri et al., 2011).

Bioplástico a base de celulosa


La celulosa es un polisacárido más abundante en la naturaleza, esta macromolécula
biodegradable permite formar películas de celofán disolviéndola en una mezcla de
hidróxido de sodio y disulfuro de carbono para obtener xantato de celulosa para lograr
finalmente una película de celofán (Averous et al., 2001). Con la celulosa se puede
obtener celulosa en estado solvatado, a través de esterificación de grupos hidroxilos
(Cyras et al., 2007). Aditivos como acetato de celulosa permiten convertir finalmente el
material en termoplástico. Estos se procesan mediante laminado, inyección o moldeo por
extrusión y exhiben buenas propiedades de formación de película (Zepnik et al., 2010).

Bioplástico a base de Ácido Poliláctico (PLA).


El PLA es un termoplástico biodegradable que se deriva de la fermentación de
subproductos agrícolas, ricos en almidón como maíz, trigo y yuca. El PLA es derivado del
ácido láctico el cual tiene un amplio potencial para aplicaciones de envasado (Rhim et al.,
2009). Los monómeros de ácido láctico están directamente policondensados los cuales
experimentan a través de la polimerización la apertura del anillo resultando la formación
de gránulos de PLA (Modi 2010). PLA es el primer biopolímero comercializado a gran
escala y puede moldearse en objetos por inyección, películas y recubrimientos (Rasal et
al., 2010). El PLA es una de las mejores opciones para reemplazar polietileno de alta
densidad, polietileno de baja densidad, tereftalato de polietileno y PS como material de
embalaje.

Bioplásticos sintetizados Químicamente


Durante la síntesis química convencional de polímeros, también existe un enorme
potencial de producción de biopoliésteres. Sin embargo, se produce una gran cantidad de
este material como el PLA lo que permite su comercialización a mayor escala para la
producción de envases renovables. (Jamshidian et al., 2010). Actualmente, el proceso no
es económico debido a los costos incurridos en la producción de monómeros.

Bioplásticos a partir de Microorganismos


El almidón o la glucosa son procesados por ciertas bacterias para producir poliésteres de
uso común como PHA y polihidroxibutirato (PHB) que se extraen con disolventes como
cloroformo, cloruro de metileno o cloruro de propileno (Koller & Owen, 1996). Los PHA
son generalmente bajos elastómeros termoplásticos cristalinos con punto de fusión más
bajo. Las características de la PHA dependen sobre el tipo de fuente de carbono y del
microorganismo involucrado en la fermentación (Modi 2010). La propiedad más deseable
de los PHA es su baja permeabilidad al vapor de agua, igual de bueno como LDPE y
posee otras características similares a PS (Yoon et al., 1999). PHB se utiliza en envases
retráctiles a granel y en contenedores intermedios (Haugaard et al., 2003) PHB es similar
al polipropileno isotáctico (iPP) con respecto a la temperatura de fusión (175–180 ° C) La
acción de romper lo hace adecuado para el envasado a granel y las propiedades
mecánicas que pueden ser mejoradas en el proceso. Los cambios en las propiedades
mecánicas, la relación de adición de comonómero es directamente proporcional a la
resistencia e inversamente proporcional a la rigidez y resistencia a la tracción. Los PHA
pueden usarse como alternativas de varios polímeros tradicionales, ya que exhiben
propiedades químicas y similares características físicas (Singh, 2010).

DEGRADACIÓN DE BIOPLASTICOS

La degradación de polímeros como el fotodegrado, degradación termo-oxidativa y


biodegradación, están ampliamente investigados a nivel mundial (Shah et al., 2008).
Durante la biodegradación, las sustancias orgánicas se descomponen por medio de
microorganismos los cuales contienen los cocteles enzimáticos. Las llamadas "pruebas de
detección" se realizan en condiciones enzimáticas o acuáticas, y estas últimas pueden ser
anaeróbicas o aerobias. En todos los casos, la biodegradabilidad de un bioplástico es
altamente dependiente de las propiedades del material (Tokiwa et al., 2009) porque
afectan las propiedades químicas y físicas de los plásticos. Estas propiedades son
características de la superficie (área de superficie hidrofóbica o hidrofílica), la estructura
de primer orden
(peso molecular, distribución de peso molecular, estructura química) y las estructuras de
orden superior (cristalinidad, módulo de elasticidad, temperatura de transición vítrea,
temperatura de fusión) de polímeros. (Tokiwa et al., 2009)

Los biopolímeros son moléculas de cadena larga, y para mineralizar los biopolímeros
(convirtiendo la materia orgánica en minerales o compuestos disponibles de la planta), se
debe generar un corte en la cadena larga, a menudo en condiciones abióticas antes de la
biodegradación. Durante ese proceso, las largas cadenas poliméricas se descomponen
debido a los efectos de temperatura, agua y luz solar (es decir, fotodegradación) a
oligómeros, dímeros o monómeros más cortos. Estas unidades más cortas son lo
suficientemente pequeño como para atravesar las paredes celulares de los
microorganismos y ser utilizados como sustratos para sus procesos bioquímicos y por lo
tanto puede ser degradado (Shah et al., 2008) por enzimas microbianas. Dos tipos
principales de enzimas están involucradas: despolimerasas extracelulares e intracelulares
(Shah et al., 2008). Como sugiere el término, enzimas extracelulares actúan fuera de las
celdas para dividir las unidades más largas en moléculas más cortas, preparándolas para
una mayor degradación por enzimas intracelulares.

Como la biodegradación puede ocurrir de dos maneras, aeróbica y anaeróbicamente,


ofrece dos tipos de productos biológicos (Meeks et al., 2015). Según las normas ISO
17088: 2012, una lata de plástico puede ser consideradarada biodegradable si hay un
cambio significativo en la estructura química, es decir, degradación, ocurriendo en el
material expuesto liberación de dióxido de carbono, agua, compuestos inorgánicos y
biomasa (nuevos constituyentes de células microbianas) pero sin residuos visibles o
tóxicos en condiciones de compostaje.

Degradación Aerobia y Anaerobia


La biodegradación aeróbica generalmente significa condiciones de compostaje industrial
en un ambiente con alto contenido de oxígeno (no menos del 6%) (Kate et al., 2007). Los
microorganismos utilizan el polímero como fuente de carbono y energía liberando dióxido
de carbono y agua como los principales subproductos de degradación además de la parte
restante, que se denomina compost. Industrialmente se realiza en un ambiente caliente
(aproximadamente 60–70 ° C) y ambiente húmedo (aproximadamente 60%) bajo
condiciones controladas (Batori et al., 2018)

La biodegradación anaeróbica generalmente significa digestión anaeróbica en


condiciones libres de oxígeno con microorganismos mesofílos (37°C) o termófilos (55°C)
plantas de biogás. En ausencia de oxígeno, la materia orgánica se convierte en gas
metano, dióxido de carbono, agua, sulfuro de hidrógeno, amoniaco e hidrógeno, lo que
resulta en una secuencia de interacciones metabólicas por diferentes grupos de
microorganismos (Mohee et al., 2008). La energía almacenada en la materia orgánica se
libera en forma de calor durante la degradación aeróbica, y requiere un giro continuo de la
biomasa para liberar algo de este calor para un microclima estable para los
microorganismos.

CONCLUSIONES

Esta revisión permite concluir que la amplia oferta de biomateriales son una opción de
sustitución de plásticos de un solo uso para la industria en el envasado de alimentos. La
versatilidad, propiedades de barrera y mecánicas, paso de la luz, y temperatura
dependerá de la estructura molecular, propiedades físicas y químicas de los polímeros por
ende su biodegradación está sujeta a su complejidad.

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