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Matrimonio y maternidad

No tiene porqué traer polémica hablar sobre el


matrimonio o la maternidad. Sin embargo, algunas
personas puedan sentirse incómodas por estar pasando
por una crisis de pareja o que simplemente se ven
presionadas por este tipo de conversaciones que ejercen
presión social innecesaria sobre una cuestión
absolutamente íntima.
Podemos hablar sobre matrimonio y maternidad pero sin
convertirlo en el «monotema» y evitando lanzar
públicamente preguntas demasiado
concretas, especialmente relativas a la maternidad. No
olvidemos por ejemplo los problemas de fertilidad
(masculinos y femeninos) o los abortos espontáneos
repetidos. La empatía a veces se basa en aspectos tan
básicos como la discreción y la pertinencia
comunicacional.
Tanto el matrimonio como la maternidad son temas
voluntarios y en ocasiones, familiares y amigos, con
buena intención yerran en su insistencia. Preguntas
como, ¿cuándo nos vais a casa?, ¿cuándo vais a tener
hijos?, pueden llegar a saturar a la pareja. La vida no es
una lista de la compra. Casarse es una opción y tener
hijos también. Por lo tanto, presionar en este tema, en
ocasiones puede suponer un tanto incómodo.

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