Si el tema político toca sensibilidades e identidades, este tema va
aún más allá. Algunas personas consideran actualmente las Grandes Religiones innecesarias para la convivencia entre las personas, otras la respetan sin que estén presentes en el dominio público y para muchos otros la religión y sus representantes son guías espirituales que hacen que su vida sea más plena. En principio se puede tratar la religión como uno de los temas de conversación, pero si la conversación se enquista y ya torna en un debate demasiado enquistado (religión en la escuela sí o no); estamos entrando en un terreno delicado para una reunión informal. En ese supuesto, es mejor que personas que se encuentran interesadas por la religión y quieran seguir tratándolo lo hagan de forma más privada. La religión es un tema tan subjetivo como personal. Aquellos que creen que las religiones son innecesarias pueden tratar de imponer sus ideas a aquellos cuyas creencias religiosas son arraigadas. Sin embargo, la religión, lejos de ser una enemiga, puede aportar conocimientos muy profundos del ser humano. Quizá planteamientos que no habíamos contemplado de antemano. Al igual que con la política, lo ideal es mantener una mente abierta sin atacar aquello que no se conoce.