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POLITECNICO GRAN COLOMBIANO.

DOCENTE: VICTOR PRADO.

METODOS CUANTITATIVOS EN CIENCIAS SOCIALES.

INTEGRANTES:
ANGELA CARDONA. CODIGO: 1721020805.
DAYANA MARTINEZ MONCADA. CODIGO: 1911021982.
DIEGO FERNANDO ÑUSTES GOMEZ. CODIGO: 1912410020.
RAFAEL ANTONIO GOMEZ NIÑO. CODIGO: 1822410301.
YINA FERNANDA SAMBONI. CODIGO: 1511022971

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ABRIL/2018

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RESUMEN.
El consumo de sustancias psicoactivas a temprana edad es una realidad en la que
lastimosamente está inmersa la sociedad actual, esta misma causante de muchos factores que
influyen negativamente en la toma de decisiones de los menores, en el presente trabajo se
tratara de explicar con claridad cuáles son los factores sociales y familiares relacionados con
este fenómeno tan degradante.
El consumo de drogas, tanto legales como ilegales, es el principal problema para la salud
pública en los países desarrollados. El consumo de alcohol, tabaco y otras drogas producen
cada año más muertes, enfermedades y discapacidades que cualquier otra causa susceptible
de ser prevenida.
El consumo de drogas ha sido un problema social durante muchos años y los datos más
recientes indican que el problema está estancado o empeorando, dependiendo de cada
sustancia. Una de las estrategias más prometedoras para cambiar este panorama es la
prevención. El fin de la prevención en drogodependencias es evitar que la población se inicie
en el consumo de las drogas. La clave del éxito en el desarrollo de programas radica en la
comprensión de la influencia psicosocial y los procesos que facilitan o impiden el comienzo
de este comportamiento.
INTRODUCCIÓN:
El consumo de sustancias psicoactivas se ha constituido como un hecho complejo ya que
abarca aspectos muy diversos como los personales, familiares y sociales, con gran incidencia
en la salud, educación y seguridad pública; el cual se ha extendido a gran parte de la
población del país, afectando especialmente a los adolescentes, mostrando índices crecientes
en los niveles de consumo de esta población (García, Tobón, Ramírez, & Duarte, 2011). La
población en Colombia comprendida entre la niñez y la adolescencia se ve afectada por el
consumo de sustancias psicoactivas, como lo son cigarrillos, marihuana, cocaína, entre otras.
Estas razones nos conllevan a investigar las causas originarias de esta problemática que se
presenta en esta etapa en la población colombiana.
Está claro que ciertas características de este periodo evolutivo pueden facilitar el consumo de
drogas, el consumo de todas estas sustancias suele iniciarse en esta etapa del desarrollo de la
personalidad y la integridad, siendo la Nicotina y la Marihuana, una puerta de entrada a otras
drogas ilícitas y a patrones de consumo en la línea de la dependencia y/o adicción hasta la
vida adulta (H. Dr;2011). De este modo se hace necesario estudiar más a fondo las causales
originarias que hacen de estas etapas un periodo de vulnerabilidad, por esta razón se ha
verificado por medio de estudios realizados en el año 2013 y 2016 para así saber cuál es el
porcentaje de prevalencia que presenta esta población.
ESTUDIOS DE PREVALENCIA:
En Colombia para el año 2013 se realizó un estudio nacional sobre el consumo de sustancias
psicoactivas en la población general del territorio colombiano en edades comprendidas entre
12 años a 65 años, con la intención de actualizar las cifras de consumo y abuso de estas
sustancias, el patrón de uso en relación sexo y edad (Minsalud, 2013). Los adolescentes con
un 83% dicen presentar menor percepción de los riesgos que tienen y pueden presentan a
causa de estas. (Minsalud, 2013).

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Se puede observar a través de las encuestas realizadas en los años 2013 y 2016 que la
prevalencia de estas sustancias han adquirido mayor potencia en la población joven, lo cual
nos indica que el consumo de sustancias psicoactivas afecta la salud y el estilo de vida de las
personas que las utilizan, por lo que el Estado Colombiano ha determinado leyes para
garantizar el derecho a la salud de la población, tales como la Ley 1098 o el Código de la
Infancia y la adolescencia (Congreso de Colombia, 2006), en el marco de la Constitución
Política de Colombia (Congreso de Colombia, 1991). En este contexto, al hacer falta de
estudios recientes, la presente investigación tuvo como finalidad establecer un diagnóstico del
consumo de sustancias psicoactivas., según edades comprendidas entre 12 años a 65 años.
JUSTIFICACIÓN.
Se calcula que 1 de cada 20 adultos, es decir, alrededor de 250 millones de personas de entre
15 y 64 años, consumieron por lo menos una droga en 2014. Aunque considerable, esa cifra,
que equivale aproximadamente a la suma de la población de Alemania, Francia, Italia y el
Reino Unido, no parece haber aumentado en los últimos cuatro años de manera proporcional
a la población mundial. El consumo de sustancias psicoactivas en nuestro País es un
problema crítico, no solo por el aumento sistemático que señalan estudios, sino porque sus
características lo hacen un asunto complejo con serias repercusiones en la salud pública y en
lo social, el consumo de drogas ilícitas está creciendo en el país no solo porque más personas
las consumen sino porque el mercado de sustancias es cada vez más amplio y diverso.
Es importante reconocer que mientras muchas personas usan drogas en algún momento del
ciclo vital y las abandonan de forman natural, en otras, el consumo de sustancias se vuelve
persistente y logra afectar la salud, las relaciones sociales, familiares, laborales y/o
académicas. La diferencia entre unos y otros individuos depende de varios aspectos en el
ámbito de la sustancia, la persona y su contexto social, el consumo de drogas ilícitas está
creciendo en el país no solo porque más personas las consumen sino porque el mercado de
sustancias es cada vez más amplio y diverso. El vínculo y las relaciones que establecen con el
resto de las personas de su entorno también son un factor determinante. En el caso particular
de los adolescentes, el acceso a estas sustancias responde a una cuestión de patologías o
disfunciones que existan en su núcleo familiar. En nuestra comunidad es importante poder
tener un conocimiento más cercano del a visión que tienen los más jóvenes de como los
diferentes factores sociales la presión y pierden su inteligencia emocional y de cómo los
adultos afectamos sus decisiones con los diferentes estilos de vida que existen.
En la disciplina que escogimos es importante poder enfocarnos con un tema tan sensible que
se vive en todas las clases sociales, edades y entornos del país, son herramientas que nos
permiten ampliar nuestra visión de cuándo y de cómo actuar ante esta problemática, poder
mejorar la manera de educar a nuestros niños con herramientas del conocimiento y entornos
que permitan identificar los factores de influencia para a ser consumidores tempranos.
Otro factor Importante también que se consideró en esta investigación es darle herramientas
al colegio Inem de Kennedy en la ciudad Bogotá que le permita crear estrategias
implementables en sus aulas, acciones efectivas de la mano de las políticas estatales para
gestionar programas educativos de prevención e iniciar programas de trabajo con los padres
de familia en cada uno de sus grupos de estudio.

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OBJETIVOS
Estos constituyen una corta síntesis de lo que nosotros como investigadores tenemos como
propósito alcanzar, se trató de redactar con la mayor claridad y concreción posible,
presentados a continuación.
OBJETIVO GENERAL:
Identificar los principales factores sociales y familiares que influyen en el consumo de
sustancias psicoactivas a temprana edad, en el colegio INEM de la localidad de Kennedy en
la ciudad de Bogotá.

OBJETIVOS ESPECIFICOS:

 Establecer qué factores sociales y familiares son los que influyen en el


consumo de drogas a temprana edad.
 Determinar en qué edad promedio está el inicio de consumo de drogas.
 Identificar las sustancias de principal consumo en los preadolescentes.

PREGUNTA DE INVESTIGACION:
¿Cuáles son los factores sociales y familiares que influyen en el consumo de sustancias
psicoactivas a temprana edad?
MARCO TEORICO:
Los infantes expuestos al consumo de sustancias psicoactivas son potencialmente niños con
problemas que se desenvuelven en tres ámbitos: educacional, social y personal; en el ámbito
educacional se encuentra que los conflictos más frecuentes son los de aprendizaje e
indisciplina, lo que lleva a que los niños tengan sentimientos de frustración y busquen
alternativas negativas como el consumo de sustancias psicoactivas; los niños son en
ocasiones o recurrentemente agresivos, poco sociables, distraídos; por otro lado incluso
llegan a propiciar un entorno poco constructivo para sus vidas involucrando en ellos factores
degradables como la drogadicción la cual conlleva a muchos problemas sociales. Desde lo

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individual se puede encontrar que los niños adquieren problemas de inseguridad, altivez y
mal comportamiento tanto individual como social cuando existe una carencia de afecto por
parte de los padres.
Es por esto que los factores sociales y familiares relacionados con el consumo de sustancias
psicoactivas a temprana edad debe ser analizado con profundidad, pues de esto dependen las
decisiones que tomen ellos para sus vidas hoy o en un futuro. A continuación, se citaran unos
teóricos que hablan acerca del consumo de estas sustancias a temprana edad y sus
consecuencias.
Es habitualmente un elemento más de otras conductas problema que tiene el individuo. Éstas
pueden ir desde factores de predisposición, fracaso escolar o bajo rendimiento académico
(Takanishi, 1993), pobreza (Jessor, 1993), problemas familiares, problemas y trastornos
psicológicos, etc., por citar sólo algunas de las más importantes. También hoy sabemos que
en los adolescentes los problemas de salud física están interrelacionados con los problemas
de salud mental (Kazdin, 1993). Lo cierto es que, como ha demostrado claramente el estudio
de seguimiento de Jessor, Donovan y Costa (1991), la mayor implicación en conductas
problema en la adolescencia y juventud se relaciona con tener luego también mayor cantidad
de conductas problema en la vida adulta, lo que sugiere una continuidad en la implicación en
las conductas problema a lo largo del tiempo. De ahí que la prevención sea conveniente
aplicarla en edades tempranas.
Modelo de influencias sociales o psicosociales. Parten de distintos estudios, tanto de la
psicología social (Evans, 1976), como del aprendizaje social (Bandura, 1986) y de los
estudios sobre los antecedentes del consumo de drogas (Jessor y Jessor, 1977). Estos modelos
consideran la existencia de tres factores de riesgo que son imprescindibles considerar para el
desarrollo de programas preventivos efectivos (Perry y Kelder, 1992): los factores de riesgo
del ambiente, de la personalidad y los de tipo conductual. El ambiente social es de gran
importancia, ya que la conducta, el consumo o no de drogas en este caso, se produce en un
concreto ambiente social con unos parámetros que pueden o no facilitar dicho consumo.
De ahí que cobra gran relevancia conocer el papel del joven, la adolescencia y las edades
críticas por las que va a pasar con sus conflictos consigo mismo, con sus padres, a veces con
sus amigos y con el sistema social. “Lo que está en juego es la búsqueda de su identidad”
(Kroger, 1996). Por ello, la autonomía y la independencia son dos valores claves en la
adolescencia que chocan frontalmente con los padres y con el sistema social o que pueden
chocar “Las drogas pueden motivar conductas indirectamente a través de estímulos
ambientales con los cuales han llegado a asociarse” (Roberts y Koob, 1997). Las
propiedades de un reforzador positivo de las sustancias psicoactivas se han relacionado con
los estados subjetivos de placer y euforia que producen estas sustancias en los humanos.
Por otro lado, La neurotransmisión dopaminérgica desempeña un papel fundamental en el
refuerzo cerebral (Koob, 1992; Snyder, 1984). Mientras la hipótesis inicial sugería que el
refuerzo de estimulación cerebral eléctrica provocaba directamente una neurotransmisión en
la dopamina, ahora se piensa que la activación de las neuronas dopaminérgicas se da como
una convergencia después de la activación del sistema de fibras mielínicas de dirección
caudal, cuyas neuronas carecen de las propiedades asociadas a las neuronas dopaminérgicas
(Wise y Rompre, 1989).

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Las drogas adictivas aumentan el refuerzo cerebral a través de sus acciones sobre esa
convergencia. Los efectos de la dopamina en la vía de recompensa se pueden producir de
modo distinto, dependiendo del tipo de sustancia (Altman et al., 1996; Goldstein, 1994), Por
ejemplo, los narcóticos (y los neurotransmisores opioides endógenos) inhiben la liberación de
GABA en el área ventral tegmental, dando libertad a las neuronas de dopamina de disparar
más rápidamente
El adicto está sometido a un control conductual bidireccional: el reforzamiento positivo de la
droga y los efectos negativos de su ausencia, una vez desarrollada la adicción (Stolerman,
1992). Las sustancias adictivas son capaces de reforzar positivamente la conducta de un
individuo de forma similar a como lo hacen los reforzadores naturales. Pero a diferencia de
éstos, las drogas estimulan directamente el circuito de recompensa cerebral, que acabamos de
describir.
El otro factor clave en el proceso que contribuye al proceso adictivo es la neuroadaptación.
Es un estado producido por la acción repetida de una sustancia psicoactiva sobre las células
neuronales, que provocan en esta una serie de cambios destinados a recuperar el nivel de
funcionamiento previo a la acción de la sustancia. Se refiere a los procesos por los cuales los
efectos iniciales de las drogas son intensificados (sensibilización) o atenuados
(contraadaptación) (Altman et al., 1996; Roberts y Koob, 1997).
La neuroadaptación es un proceso de modulación que puede conducir a un aumento en los
efectos del reforzamiento positivo y negativo (Roberts y Koob, 1997). Los mecanismos
neuoroadaptativos fundamentales son la sensibilización y la contraadaptación.
ESTUDIOS EXPERIMENTALES:
En el estudio de Botvin et al. (1990, 1992) participaron 4.466 estudiantes de 7º grado de 56
escuelas de tres áreas geográficas del estado de Nueva York. El diseño experimental se
realizó dividiendo las escuelas en tres grupos (bajo, medio y alto), en base a una encuesta que
se había realizado previamente para determinar los niveles de prevalencia de fumar. Después
las escuelas fueron asignadas de forma aleatoria dentro de cada área geográfica a las
siguientes condiciones:
a) programa de prevención aplicado por profesores a los que se había entrenado en un taller
de un día de duración y a los que se proporcionaba feedback por parte del personal del
proyecto (18 escuelas).
b) programa de prevención aplicado por profesores a los que se había entrenado mediante
videocintas y a los que no se proporcionaba feedback (16 escuelas).
c) grupo de control (22 escuelas). En las dos condiciones de intervención se aplicó el mismo
programa con las mismas sesiones a lo largo de los tres años y con el apoyo de un manual del
profesor para cada año, una guía del estudiante para el primer año y una cinta de relajación
grabada para los tres años. Se encontró que el programa era efectivo en reducir el uso de
tabaco, el uso incontrolado del alcohol y el uso de marihuana.
Los mayores efectos se encontraron en el hábito tabáquico, lo que no es sorprendente ya que
en sus orígenes el programa fue diseñado para reducir el uso de los cigarrillos entre los
adolescentes. Según los autores, los resultados del estudio indican que este tipo de
intervención es efectiva cuando se implementa en condiciones reales en las que los profesores

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son los que aplican el programa, los colegios tienen sus propios criterios de selección del
profesorado y de los currículos preventivos que se aplican en esa escuela, aunque la escasez
de tiempo a la que están sometidos los alumnos y los profesores hacen que la aplicación del
programa no sea la ideal.
En el estudio de Johnson et al. (1990) participaron 5.008 alumnos de 6º y 7º grado de 50
escuelas de las que 42 se mantuvieron en el estudio. Las escuelas no fueron asignadas
aleatoriamente en su totalidad ya que el programa se inició después de haber comenzado el
curso lectivo. De las 42 escuelas, 8 fueron asignadas aleatoriamente a las condiciones de
intervención o de control, 14 fueron asignadas a la condición de control por no poder
modificar su programación del curso y 20, que sí podían hacerlo, fueron asignadas a la
condición de intervención. Sin embargo no se encontraron diferencias significativas en el
pretest entre las escuelas asignadas aleatoriamente y las que no a las condiciones de control y
de intervención en el uso de drogas o en las variables demográficas. Tampoco aparecieron
diferencias significativas entre las escuelas de control y las de intervención en la línea base en
el uso de alcohol, tabaco y marihuana ni en las características sociodemográficas (raza,
estatus socioeconómico y puntuaciones en tests estandarizados).
El programa fue aplicado por los profesores habituales de las clases que realizaron un
entrenamiento de dos días. Se utilizaron técnicas de modelado y ensayo conductual, feedback
del grupo y uso de profesores y compañeros como líderes. En las tareas para casa los
estudiantes entrevistaban a miembros de su familia sobre las reglas del uso de drogas en la
familia, las técnicas para evitar el consumo y los métodos para resistir las presiones de la
publicidad, los compañeros y la familia hacia el consumo. Las escuelas de la condición de
intervención tuvieron menos estudiantes que intentasen el uso de drogas, que creyesen en las
consecuencias positivas de dicho uso, que observasen que sus compañeros eran tolerantes
respecto al mismo y que pensasen que era difícil discutir con sus amigos los problemas de las
drogas y de la escuela. Los efectos del programa en reducir el uso de sustancias fueron
significativos para el tabaco, el alcohol y la marihuana al igual que en las intenciones de uso
de dichas sustancias. En las escuelas en las que se aplicó el programa los aumentos fueron del
1%, 6% y 0% para el uso de cigarrillos, alcohol y marihuana en los dos meses siguientes
mientras que en los colegios de control fueron de 7%, 10% y 4%, respectivamente.

REFERENCIAS:
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 Roberts, A.J. y Koob, G. (1997). La neurobiología de la adicción. Alcohol salud y
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