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Historia del Cigarro

Se puede decir que el tabaco nació con la llegada de:

Cristóbal Colón

El 28 de octubre de 1492 fue una fecha clave en la historia del tabaco. Ese día, Colón y sus naves llegaron a la bahía de
Bariay, cacicazgo de Maniabón, en la costa noreste de la isla de Cuba, al norte de la actual provincia de Holguín.

Unos días más tarde Colón, como era su costumbre, mandó a dos de sus hombres, Luis de Torres y Rodrigo de Xerez, a
explorar la zona circundante y, si era posible, contactar con los emisarios del Gran Kan. Colón aún creía que había
llegado a las Indias, y su única obsesión era reunirse con dichos emisarios para llevar a cabo la principal misión que le
habían encomendado los Reyes Católicos: firmar un tratado comercial.

Entre los días 2 y 5 de noviembre, los dos exploradores recorren la zona próxima al lugar de desembarco y se encuentran
con los habitantes de la isla, los indios Taínos. Una de las cosas que más les llama la atención es ver a hombres y mujeres
aspirando el humo de unos cilindros de hojas secas.

De regreso a Playa Blanca, en la bahía, relatan a Colón lo que han visto y éste hace la siguiente anotación en su diario el
día 6 de noviembre de 1492:

"...Iban siempre los hombres con un tizón en las manos (cuaba) y ciertas hierbas para tomar sus sahumerios, que son
unas hierbas secas (cojiba) metidas en una cierta hoja seca también a manera de mosquete..., y encendido por una parte
del por la otra chupan o sorben, y reciben con el resuello para adentro aquel humo, con el cual se adormecen las carnes
y cuasi emborracha, y así dice que no sienten el cansancio. Estos mosquetes... llaman ellos tabacos".

Hay que destacar las palabras "cuaba", "cojiba" y "tabaco" que utiliza Colón en su diario. Se cree que "cojiba" (también
cohiba, cohoba o cojoba) es la palabra taína que designaba al mosquete o rollo de hojas secas que fumaban, el primer
nombre del cigarro. "Cuaba" hace referencia a un arbusto del Caribe que aún hoy se utiliza en el campo para transportar
fuego de un lugar a otro y para encender hogueras, debido a su extremada combustibilidad. Y "tabaco" era el nombre
del tubo en forma de "Y" con el que los indios aspiraban tabaco en polvo, aunque hoy es la palabra que se usa en Cuba y
República Dominicana para decir "cigarro".

Se cree que la planta de tabaco, la "Nicotiana Tabacum", es originaria de la zona del altiplano andino y que llegó al
Caribe unos 2.000 o 3.000 años antes de Cristo. Cuando Colón llegó a América, la planta ya se había extendido por todo
el continente y casi todas las tribus y naciones de América habían tenido contacto con el tabaco y tenían con él una
relación más o menos intensa.

Lo utilizaban en sus ceremonias mágicas y religiosas (los chamanes lo usaban para entrar en trance y ponerse en
contacto con el mundo de los espíritus), en medicina (hacían cataplasmas para curar afecciones de la piel) e incluso
había tribus que lo consumían como alimento. Fruto de este intenso contacto de los indios con el tabaco, los españoles
se encontraron con un sinfín de palabras que designaban al mismo, cada una en una lengua o dialecto diferente: yoli,
petum, picietl, cumpai, tobago, etc.

Siglo XVI - XVIII

Los primeros tiempos del tabaco no fueron impresionantes. La colonización, el establecimiento de ciudades, puertos y
bases comerciales eran prioritarios. Cuando empezaron a crecer estos asentamientos debido al comercio y a la afluencia
de colonos, la principal preocupación de las recién creadas "ciudades" fue la obtención de alimentos para mantener a su
creciente población. No cabía el cultivo de una planta que no era comestible. Pero poco a poco, las colonias superaron la
necesidad de una economía de subsistencia y sus habitantes pudieron dedicarse a otras actividades, entre ellas el
comercio, especialmente el de los excedentes agrícolas y el de los nuevos y exóticos productos de lujo provenientes del
Nuevo Mundo.
Pero Colón y sus hombres ya habían mostrado al mundo el tabaco y, poco a poco, este empezó a ser conocido y
apreciado en otros países. Walter Raleigh, lo llevó a Inglaterra y Jean Nicot, embajador de Francia en Portugal (a él se
debe el nombre de la Nicotiana Tabacum), lo introdujo en la corte francesa recomendándoselo a la reina como remedio
para sus jaquecas.

El uso del tabaco se puso de moda entre las clases acomodadas debido a que durante esos primeros tiempos se le
atribuyeron infinidad de propiedades curativas, casi milagrosas. Pero no era consumido en forma de cigarro, sino en
polvo, una de las formas sencillas en que lo consumían los indios.

Surgieron los "molinos de tabaco" que se encargaban de obtener el valioso polvo conocido como "rapé" (en francés,
raspado), raspando y moliendo la hoja de tabaco que había sido tratada previamente. Esta fue la forma más frecuente
de consumir tabaco durante el s. XVI y primera mitad del s. XVII.

En el Archivo Histórico de la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla, se constata que los cigarros cigarros elaborados por
hombres, arrancan allí en la segunda mitad del siglo XVII (1686), y en la Fábrica de Cádiz, algo más tarde, empiezan a ser
elaborados por mujeres, origen de las célebres "cigarreras".

La manufactura de estos primitivos cigarros manuales no era muy diferente de la actual. Se fabricaban cigarros grandes
en los que la capa se sujetaba por sí misma gracias al almidón en el que se humedecía, ganando rigidez y facilitando la
introducción de la tripa. Los cigarros medianos de "hila colorada" (otro método para sujetar la capa era atarla con un
hilo), muy apreciados en la época, eran conocidos como "papantes", y precisaban de mayor destreza al no recibir
almidón. Además, se elaboraban otros cigarros pequeños, que alcanzaron gran celebridad, atados con hila blanca, "a la
moda de Cádiz".

La primera aparición de las anillas se relaciona con la necesidad de tapar el hilo que ataba la capa y evitar que quedase
colgando. Más adelante, las anillas se hicieron algo más anchas para evitar que los caballeros se mancharan los blancos
guantes al sujetar el cigarro.

De ahí a que se imprimiera en ellas la marca del fabricante quedaba sólo un pequeño detalle: la invención del sistema
litográfico de impresión. Los primeros cigarros Habanos llegaron desde la Real Compañía de La Habana en 1747,
incrementándose su consumo en las décadas siguientes.

Siglo XIX

Es a partir del s. XIX cuando realmente despega la primera industria tabaquera, la de Cuba. Surgen multitud de
"chinchales" (pequeños talleres de torcido de cigarros), de los cuales sólo unos pocos conseguirán triunfar. Pero es
durante la segunda mitad del siglo cuando se va a empezar a aclarar el panorama y, a pesar de que siguen surgiendo
chinchales, empiezan a consolidarse las grandes marcas clásicas, marcas que han llegado con todo su prestigio hasta
nuestros días.

En 1819 se crea la marca Hija de Cabañas y Carbajal; en 1834 Por Larrañaga; en 1840 Punch; en 1844 H. Upmann; en
1845 Partagás, Ramón Allones y La Corona; en 1850 Sancho Panza; en 1865 Hoyo de Monterrey; en 1875 Romeo y
Julieta; en 1882 El Rey del Mundo; en 1884 La Flor de Cano y en 1885 La Gloria Cubana.

Casi todas estas marcas, además, fueron fundadas por españoles emigrados a la isla caribeña y, hasta 1898, año en que
se desencadenó la guerra hispano-americana en la que se perdió Cuba, la industria tabaquera estuvo en manos
españolas.

Tras la interferencia norteamericana en la Guerra de Independencia Cubana, que los "mambises" (los patriotas cubanos)
llevaban luchando desde hacía más de una década, la industria tabaquera empezó a ser controlada por empresas
norteamericanas.

También es el s. XIX el momento en el que se desarrollan los vitolarios clásicos, tal y como hoy los conocemos. Destacan
las primeras vitolas, la "Corona" y la "Media Corona" (posiblemente dos de las más antiguas), que eran ofrecidos como
obsequio a la Corona Española, junto con otras no tan conocidas en la actualidad, como las "Regalías", las "Medias
Regalías", los "Imperiales", los "Monarcas", los "Cetros", las "Reinas" y los "Príncipes".

Al mismo tiempo se desarrollaron las vitolas genéricas tales como las "Conchas", las "Conchitas", los "Elegantes" y los
"Trabucos" (de elegante cañón ahuevado o "figurado"). También son dignos de mención los "Vegueros" (sinónimo de
cigarro grande de calidad), los "Millares" (de fina punta), las populares "Brevas" y los más pequeños, que tomaron su
denominación del mundo de la farándula, los "Entreactos".

A partir de 1889 comienza la fabricación de los cigarros de forma mecánica, introducida por el nuevo "sistema de
prensado Farias de tripa corta". Esto supuso el declive de la elaboración manual por las tradicionales torcedoras o
cigarreras. Se empezó por producir un tipo de cigarros medianos, denominados "Especiales Superiores" y "Especiales
Finos", que con el comienzo del siglo XX se llamaron genéricamente Farias, alcanzando pronto el reconocimiento
popular, dada su alta calidad y precio asequible.

Siglo XX

La primera mitad del s. XX es una continuación de la tendencia de finales del s. XIX, casi como un renacimiento del
ímpetu de la industria tabaquera, que había sido cortado en seco por la guerra y por la intervención americana. Se crean
nuevas marcas y, así, nacen Fonseca y La Belinda en 1907; Bolívar en 1927; Quintero y Hno. entre 1924 y 1940 (la fecha
es imprecisa); Troya en 1932; Montecristo en 1935; Flor de Rafael González Márquez en 1936 y Saint Luis Rey en 1940.

La evolución de las marcas es continua, y siguen surgiendo marcas nuevas y desapareciendo otras antiguas hasta que
llega el año 1959 y, con él, el triunfo de la Revolución.

El nuevo gobierno reorganiza la industria tabaquera y se suma al progreso de las marcas y la calidad de los cigarros. En
1966 nace Cohiba (considerado el mejor habano del mundo); en 1969 Trinidad, el regalo de protocolo del gobierno de la
República de Cuba; en la década de los 70, con el apoyo de SEITA (hoy, parte de Altadis), Quai d'Orsay; en 1996 Cuaba;
en 1997 Vegas Robaina y en 1999 San Cristóbal de La Habana. Este resurgir de nuevas marcas es una clara muestra de
que la industria está en pleno periodo de expansión y de que el mercado responde y crece de año en año.

A partir de los años cincuenta de este siglo, se venden en España alrededor de 200 millones de cigarros, que llegan a su
máxima expansión en 1975, superando los 1.000 millones de cigarros, tanto peninsulares, como importados desde Cuba,
República Dominicana, Canarias, Filipinas, Centroamérica y Brasil.

En estos momentos, el crecimiento anual del consumo de cigarros ronda el 10% y se ha complementado con la llegada
de nuevos tipos de cigarros o "cigarritos": los minis, los puritos y los midis o chicos. Esta nueva moda tiene unos
crecimientos espectaculares, llegando al 30 o 40 % anual, y se destaca como la nueva tendencia en el mundo del cigarro.

Cigarrillos antiguos (indígenas)


El cigarrillo en Colombia.

Colombia tiene uno de los cigarrillos más baratos en América. Pese a que con la reforma tributaria el tabaco tiene un
nuevo impuesto, sigue siendo bajo con relación a los gastos que genera una persona que se enferma por esta causa.

“Anualmente en Colombia mueren 21.000 personas por enfermedades relacionadas con el cigarrillo, cifra bastante alta
que nos muestra que hay un camino grande por recorrer”, aseguró Edwin Barón, director de la campaña antitabaco de la
Liga Colombiana Contra el Cáncer. Explicó que, aunque normalmente la gente asocia el cigarrillo al cáncer de pulmón,
esto es un factor de riesgo para todos los tipos de cáncer: como el de seno, de cuello Uterino, de esófago y de boca.
Además de que está relacionado a enfermedades cardiovasculares.

Para él, el tabaco es un factor de riesgo para el desarrollo del país, pues afecta a las poblaciones más vulnerables y de
pocos recursos. Y lo más dramático es que quienes más lo consumen son los menores de edad.

“Normalmente las enfermedades se dan en personas mayores, porque el tabaco afecta el organismo a través del
tiempo. Entre más fumes, más se afectará tu tiempo. Por cada cigarrillo que se fume, se le restan 11 minutos a la vida. El
cigarrillo deteriora el cuerpo de manera dramática”, explicó.

-Caracol radio

Cifras oficiales para Colombia

En adultos

“La prevalencia de consumo de cigarrillo actual en adultos colombianos entre 18 y


69 años de edad es de 12,8%, siendo mayor en los hombres que en las mujeres”

Tabla 1. Prevalencia de fumadores actuales de cigarrillo entre 18 y 69 años de edad*, según sexo

Hombres Mujeres Ambos sexos


19.5% 7.4% 12.8%
Fuente: Encuesta Nacional de Salud. 2007.

“De una prevalencia de tabaquismo de 21,4% en 1993 se pasó a 18,9% en 1998 y de ésta a 12,8% en 2007.

Tabla 2. Prevalencia de fumadores actuales de cigarrillo entre 18 y 69 años de edad, según departamento.
Prevalencia
Departamento (%)
Amazonas 10,3
Antioquia 17,2
Arauca 7,1
Atlántico 8,2
Bogotá 15,9
Bolívar 9,5
Boyacá 9,6
Caldas 16
Caquetá 6,6
Casanare 10,6
Cauca 14,2
Cesar 11,1
Chocó 15,9
Córdoba 10,5
Cundinamarca 10,1
Guainía 17
Guaviare 10,5
Huila 10,2
Guajira 7,8
Magdalena 10,3
Meta 8,9
Nariño 14
Norte de Santander 11,3
Putumayo 7,7
Quindío 14,5
Risaralda 17,3
San Andrés 7,9
Santander 9
Sucre 11,9
Tolima 15,3
Valle del cauca 10,5
Vaupés 17,3
Vichada 8,6
Nacional 12,8
Fuente: Encuesta Nacional de Salud. 2007.

En adolescentes

“El uso de tabaco aumenta considerablemente con la edad de los estudiantes. Entre los escolares de 11 a 12
años, un 2.8% declaró haber usado esta sustancia en el último mes, cifra que se eleva al 17.4% entre los
estudiantes de 16 a 18 años”

Tabla 3. Prevalencia de consumo de tabaco en el último mes, en adolescentes entre 11 y 18


años de edad
Grupos de edad Prevalencia (%)
11-12 2.82
13-15 10.41
16-18 17.36
Total 9.78
Fuente: Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Población Escolar. 2011

“El consumo actual de cigarrillo (prevalencia de uso del último mes) es cercano al 10% etre los adolescentes de
11 a 18 años de edad, el consumo entre los hombres es superior al de las mujeres, 11,9% versus 7,9%”

Tabla 4. Prevalencia de consumo de tabaco en el último mes en adolescentes entre 11 y 18 años de edad
según sexo.
Sexo Prevalencia (%)
Hombres 11.86
Mujeres 7.85
Total 9.78
Fuente: Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Población Escolar. 2011

El sector tabacalero en Colombia es relativamente específico y no varía mucho en sus productos derivados, ya que las
empresas productoras se han caracterizado por la fabricación de cigarrillos y picadura de tabaco.

En los últimos años, la siembra de tabaco en el país se ha adecuado a las diferentes condiciones climáticas y se ha
plantado en numerosos agro ecosistemas, con temperaturas que van hasta los 1.600 metros de altura.

Cabe resaltar que el sector de cigarrillos y tabaco es uno de las más importantes para la economía de Colombia debido a
que representa un considerable porcentaje del PIB nacional y le brinda empleo a una significativa parte de la población
en distintas regiones del país.

Según información de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), el mercado local de los cigarrillos y tabacos no
cuenta con muchos competidores, solo hay dos empresas que tienen la totalidad del mercado las cuales son Coltabaco,
afiliada a la multinacional Philip Morris, con una participación del 51% y British American Tobacco (BAT) que cuenta con
48,9%.

Así mismo, la SIC manifiesta que las empresas que fabrican sus cigarrillos en Colombia están en capacidad de imponer
sus condiciones de compra a los cultivadores individuales. Su poder de negociación está mitigado por la capacidad
potencial de los productores de tabaco de organizarse y negociar en bloque y/o de acceder a los mercados externos.

Los consumidores pueden acceder a los productos de tabaco y cigarrillos a través de una cadena vertical de varios
participantes, en donde el productor es el encargado de fijar el precio sugerido.

De acuerdo al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (Observatorio Agrocadenas Colombia), “el país presenta
ventajas en la fabricación de tabaco en cuanto a los costos de elaboración, los cuales son una tercera parte de los que se
presentan en Estados Unidos, puesto que la mano de obra es más barata y el alquiler de la tierra no es costoso.
Igualmente, el precio pagado al productor en Colombia es inferior al pagado al productor norteamericano, que sin
embargo participa en los mercados mundiales gracias a las ayudas y subsidios otorgados por el gobierno”.

Así mismo, el MinAgricultura destacó que el país dejó de ser exportador de tabaco y se convirtió en un importador, lo
cual es un signo de debilidad de la cadena aunque el consumo sigue siendo abastecido por un porcentaje importante de
producción nacional.

De acuerdo con la información publicada en el nuevo Sistema de Inteligencia Comercial (SIC), el tamaño
de la producción nacional por ingresos operacionales del sector de cigarrillos y tabacos totalizó en COP29.971,44
millones para el 2015.
Gráfica 1: Tamaño de la producción en Colombia del sector de cigarrillos y
tabacos, 2015

Fuente: Sistema de Inteligencia Comercial de Legiscomex.com

La utilidad neta del sector de cigarrillo y tabaco fue de COP5.665,62 millones durante el 2015, como resultado de tener
unos ingresos operacionales por COP571.529,30 millones; gastos administrativos y de ventas de COP270.248,52 millones
y otros egresos por COP295.615,16 millones.

Gráfica 2: PYG del sector de cigarrillos y tabacos, 2015

Fuente: Sistema de Inteligencia Comercial de Legiscomex.com

Convención de la gráfica
Ingresos

Gastos

Utilidad

En cuanto al ranking de empresas en el mercado colombiano por ingresos operacionales del 2015, Compañía
Colombiana de Tabaco S.A.S, ocupó el primer lugar al obtener COP15.918,99 millones. Le siguieron CDF Colombia S.A.,
con COP683,1 millones; Grupo Casa Blanca S.A., con COP680,8 millones; La Lina S.A.S, con COP626,1 millones;
Construbotero SAS, con COP613,4 millones y Jaramillo Ospina y CIA. S.A.S., con COP610,3 millones.

Gráfica 3: Reporte financiero de las empresas del sector de cigarrillos y tabacos, 2015

Fuente: Sistema de Inteligencia Comercial de Legiscomex.com

Convenciones de la gráfica

Compañía Colombiana de Tabaco S.A.S

CDF Colombia S.A.

Grupo Casa Blanca S.A.

La Lina S.A.S

Construbotero SAS

Jaramillo Ospina y CIA. S.A.S

En 2016 la industria vendió 15.463 millones de cigarrillos en Colombia, si se tiene en cuenta tanto el mercado legal
como el ilegal.
Philipp Morris abrió su primera tienda de tabaco en Londres en 1847 y casi dos siglos después, su filial en Colombia,
Coltabaco, junto a la inglesa, British American Tobacco, mueve un negocio de US$613 millones en el que Boston,
Mustang y Marlboro se llevan 48% del consumo.

De acuerdo con las cifras de Euromonitor, Boston, una de las marcas de Coltabaco, es reina del negocio con 20% de
participación. A ella le sigue Mustang, de BAT, con 17,5% y Marlboro, también de Coltabaco, con 10,2% de las ventas,
que para 2016 sumaron 13.010 millones de cigarrillos en el mercado legal.

De acuerdo con Humberto Mora, vicepresidente de Coltabaco, la compañía vendió durante el año pasado 6.800 millones
de unidades, que equivalen a cerca de US$153.000 en ventas brutas.

Sin embargo, Mora aceptó que, durante el primer semestre de 2017, “se produjo una contracción del consumo de
productos legales que, en nuestro caso, fue de alrededor de 13%”. Sin embargo, aseguró que esta cifra responde al
incremento en el consumo de productos de contrabando impulsado por el diferencial de precios resultante del aumento
en los impuestos.

Por su parte, Rosa Pereira, directora legal y de asuntos externos de BAT, indicó que sus ventas durante 2016 sumaron
US$142.477 y que la caída económica del primer semestre también se sintió en este sector, pues la industria
experimentó una contracción de 12%.

Y es que la competencia entre Coltabaco y BAT es casi milimétrica, pues de las 19 marcas que investiga Euromonitor, 10
hacen parte del portafolio de la colombiana y nueve son de BAT.

En el primer grupo están Boston, Marlboro, Green, Caribe, Piel Roja, Derby, American Gold, Imperial, L&M y Royal,
mientras que Mustang, Lucky Strike, Premier, Belmont, President, Starlite, Continental, Pall Mall y Tropical mueven el
negocio de la segunda.

Aun así el contrabando sigue siendo uno de los principales, sino el principal problema de la industria, pues, aunque su
tamaño puede variar, según Euromonitor, solo el año pasado, el mercado ilegal vendió 2.452 millones de unidades.

Para Pereira, “el año pasado ingresaron al país 1.240 millones de cigarrillos de contrabando que representaron 9% del
mercado y una evasión fiscal por cerca de US$20 millones”.

La directiva agregó que, como consecuencia del incremento del impuesto de consumo al cigarrillo, que empezó a regir
en enero, “en el primer semestre del año las incautaciones de cigarrillos ilegales crecieron en 88,9%”.
La posición la confirmó Mora, quien agregó que “en los meses posteriores a la última reforma fiscal se ha venido
observando un fuerte aumento en la presencia y distribución de marcas de contrabando”.

Es por eso que la creatividad se hace necesaria ahora más que nunca en el sector, razón por la que BAT incursionó en la
categoría de cigarrillos electrónicos mediante su marca Vype y se mantendrá vigente en el negocio aumentando su
cobertura a 365.000 tenderos al cierre de este año.

Mientras que, en el caso de Coltabaco, Mora explicó que la compañía espera que las ventas se contraigan entre 17% y
18% al terminar diciembre. Así, las empresas inician un plan de innovación para cambiar la tendencia.

Historia del alcohol

Los cereales fermentados, el jugo de frutas y la miel, se han utilizado durante miles de años para fabricar alcohol
(alcohol etílico o etanol).

Las bebidas fermentadas existen desde los albores de la civilización egipcia, y existe evidencia de una bebida alcohólica
primitiva en China alrededor del año 7000 a. de C. En la India, una bebida alcohólica llamada sura, destilada del arroz,
fue utilizada entre los años 3000 y 2000a. de C.

Los babilónicos adoraban a una diosa del vino tan antigua que data aproximadamente del año 2700 a. de C. En Grecia,
una de las primeras bebidas alcohólicas que ganó popularidad fue el aguamiel, una bebida fermentada hecha de miel y
agua. La literatura griega está llena de advertencias contra los excesos de la bebida.

Diferentes civilizaciones nativas americanas desarrollaron bebidas alcohólicas durante la época precolombina1 épocas.
Una variedad de bebidas fermentadas de la región de los Andes, en Sudamérica, se hacían a base de maíz, uvas o
manzanas y se le dio el nombre de “chicha”.

En el siglo XVI, las bebidas alcohólicas (conocidas como “espíritus”) se utilizaban ampliamente con propósitos curativos.
A principios del siglo XVIII, el parlamento inglés aprobó una ley que fomentaba el uso de cereales para la destilación de
“espíritus”. Estas bebidas alcohólicas, sumamente baratas, inundaron el mercado y llegaron a su punto más alto a
mediados del siglo XVIII. En el Reino Unido, el consumo de ginebra alcanzó los 68 millones de litros y el alcoholismo se
generalizó.

El siglo XIX trajo un cambio de actitud y una campaña antialcohólica empezó a promover el uso moderado del alcohol,
algo que a la larga se convirtió en una prohibición total.

En 1920, en Estados Unidos se aprobó una ley que prohibía la fabricación, venta, importación y exportación de bebidas
embriagantes. El comercio ilegal de alcohol se disparó y en 1933, la prohibición del alcohol se canceló.

Hoy en día, se estima que 15 millones de norteamericanos se ven afectados por el alcoholismo y un 40% de todas las
muertes por accidentes automovilísticos en los Estados Unidos están relacionados con el alcohol.

¿Qué es una bebida con alcohol?

Primero que todo: las bebidas con alcohol son sustancias que contienen, en mayor o menor medida,  un
compuesto llamado etanol (alcohol etílico). Dicho compuesto es digerido fácilmente por el organismo, pero su
consumo en exceso puedo ocasionar graves daños a la salud.
¿Cómo se clasifican?

La clasificación de estas sustancias se lo hace a partir de su procedencia,  su graduación alcohólica o su


elaboración. De estos tres, la más general y la más usada es la que basa su criterio en la forma de elaboración, y
precisamente de esa hablaremos.

Según su forma de elaboración


Se encuentran las bebidas: fermentadas, destiladas o espirituosas, fortificadas o generosas, y los licores y cremas.  

1. Bebidas Fermentadas. Estas fueron las primeras clases de bebidas que existieron. Se las denomina así
porque se producen a través de un mecanismo químico llamado fermentación alcohólica, en el que el azúcar
propio de las frutas, las hierbas o las semillas, se convierte en alcohol por la acción de algunos microorganismos;
en este caso, de bacterias de levadura.
En este grupo, que por lo general posee una graduación alcohólica baja (5-15º),  se encuentran:

 Vinos, Cervezas, Champagne, Chicha, Cava, Sake, Vermut, Sidra, Sato, Pulke, Tepache, etc

2. Bebidas destiladas o espirituosas.  Éstas bebidas se las obtiene a través de la destilación. Este proceso
consiste en hervir jugos o zumos ya fermentados para separar el alcohol del agua, y así tener una mayor
graduación alcohólica (que van entre los 17 a 45º). Pero en ocasiones se le suele agregar otros ingredientes
(almidón o frutas) para aumentar el sabor.
En este grupo se encuentran:

 Vodka, Whisky, Tequila, Ron, Ginebra, Brandy, Pisco, Coñac, Orujo, etc.
3. Bebidas fortificadas o generosas. Éstas se las obtiene, primero, por fermentación para luego ser 'fortificadas' a
través de la adición de un alcohol proveniente de una destilación. Esto se lo hace con el objetivo de equilibrar los
sabores, pero a la vez se incrementa su graduación alcohólica.

Los principales ejemplos de este grupo son los vinos fortificados, de los cuales tenemos:

Oporto, Jerez, Marsala, Madeira, Banyuls francés, etc

4. Licores y cremas. Estas bebidas alcohólicas se las obtiene por maceración, infusión o destilación de diversas
sustancias vegetales naturales (frutas, hierbas, etc) con alcoholes destilados aromatizados y con una cantidad
determinada de azúcar.

Debido a que las frutas -u otras especias naturales- son el ingrediente principal, existe una inmensa variedad de licores y
cremas en el mundo, ya que dependen de la región geográfica dónde se los prepara.

Estas bebidas poseen un contenido alcohólico superior a los 15º (llegando a superar los 50º).

También se pueden clasificar:

Según su graduación alcohólica


Cuando hablamos de las bebidas según su graduación alcohólica, nos referimos a la concentración de alcohol que tiene
el trago. Aquí, al igual que la clasificación anterior, tenemos 4 tipos:

Ordinarios: de 20º a 25º.

Semifinos: de 25º a 35º.

Finos: de 35º a 40º.


Extrafinos: mayor a 50º.

El alcohol en los jóvenes


El consumo inicia desde los 11 años y el 58% lo hace con amigos, según la corporación Nuevos Rumbos. El alcohol se
considera una sustancia psicoactiva lícita.

Según expertos, está cifra está relacionada directamente con la alta permisividad de los padres de familia. Muchos creen
que sus hijos no toman o que tal vez hacerlo en el ambiente familiar no es tan malo, pero en realidad tiene graves
repercusiones.

El alcohol es una sustancia psicoactiva lícita y según la más reciente encuesta del Ministerio de Salud, de los
colombianos consultados, 9 de cada 10 dijeron que si habían consumido licor alguna vez. En el último año lo hicieron 6
de cada 10, y en el último mes 4 de cada 10.

¿Pero cuáles son los riesgos de una conducta que se ha normalizado en la sociedad? Según la doctora Ana María
Peñuela, “la afectación del alcohol no es solamente individual sino también familiar y social, hay una pérdida del
involucramiento parental, hay una desestructuración de la familia”.

Por su parte, Augusto Pérez, director de Nuevos Rumbos, manifiesta que “el problema del alcohol en Colombia es un
problema muy serio, porque, aunque a nivel internacional no tenemos un consumo tan elevado como Alemania, Francia,
Italia o EE. UU., lo que tenemos es una concentración de muy grande de consumo abusivo en los fines de semana”.

Algunos de los efectos físicos del consumo abusivo están relacionados con daños en el hígado, enfermedades
gastrointestinales o neurológicas. En términos de salud mental, se pueden presentar síntomas de ansiedad o depresión.

Esto, a juicio de los expertos, significa que estamos ante la sustancia psicoactiva más consumida en el país con mayor
consumo en los estratos altos, pero con mayores repercusiones sociales en los estratos más bajos y con gran impacto en
los jóvenes.

El 99.9% de quienes consumen drogas han empezado por alcohol.

En los índices registrados por la Organización Mundial de la Salud, Chile es el país que más consume alcohol puro de
Latinoamérica (9,6 litros por persona al año), mientras que Colombia ocupa el séptimo lugar en la región.

Por varios años, el país ha mantenido un consumo promedio de 6,2 litros por persona en un año, cerca de 300 millones
de litros aproximadamente en todo el territorio nacional, siendo superados por países como Brasil (8,7), Perú (8,1),
Uruguay (7,6), México y Ecuador, ambos con un índice de 7,2.

Según el director de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Guillermo Botero, la cerveza es el licor más
consumido en Colombia, cuyo porcentaje abarca el 66,1% del consumo total dado su bajo costo respecto a otras bebidas
de su categoría.

“El consumo de cerveza sigue en aumento debido a la variedad de marcas que han innovado en este segmento. Sin
embargo, las restricciones de las autoridades siguen limitando el consumo de las bebidas alcohólicas en las tiendas de
barrio”, asegura Juan Ernesto Barrios, director de Fenaltiendas de Fenalco.

No obstante, según Barrios, el segmento del mercado cervecero en Colombia se encuentra optimista. La inclusión de
nuevos productos especializados para mujeres y jóvenes ha hecho que las ventas aumenten considerablemente y es
posible que acaparen más porcentaje dentro de los colombianos, sin embargo, “aún falta mucho camino por recorrer”,
afirmó.

Por su parte, bebidas alcohólicas como el vino y algunas de tipo espirituosas como el aguardiente, el ron, el whisky, el
vodka y la ginebra, entre otras, ocupan el 33,9% de la ingesta.
“La producción del vino ha aumentado en todos los estratos socioeconómicos gracias a las grandes superficies y a la
cultura que se ha generado alrededor de él. Categorías como la del vodka está teniendo cada vez más aceptación entre
las comunidades”, dijo Barrios.

Algunos estudios también indican que, en el mes de diciembre, la gente prefiere permanecer en sus hogares para tomar
licor que asistir a establecimientos abiertos al público destinados para ello.

“La gente cree que estas fechas son buenas para los bares y lugares que permiten el consumo dentro de sus
establecimientos, pero es falso. El consumo se traslada en este mes a los ambientes más familiares”, aseguró David
Contreras, director de Asobares Colombia.

Según Contreras, sumado a esto, la situación económica que vivió el país este año afectó la compra de licor en los bares
y discotecas. “Obviamente un trago no va a valer lo mismo en un bar que en cualquier otro lugar, entonces la gente
prefiere reducir los gastos y llevarse el trago a la casa”, afirmó.

Durante el 2017, los pequeños supermercados independientes se mantuvieron como el mayor canal de distribución de
alcohol en el país, determinado por las ventas de cerveza que representa la mayoría de las ventas, según un estudio
presentado por Euro Monitor International.

“Colombia es un país de tiendas de barrio. La cerveza es un producto fundamental que ha acaparado el 20% de las
ventas totales de esas tiendas, es un producto que contrae más consumo de otro tipo de productos como los paquetes”,
aseguró el director de Fenaltiendas.

¿Qué tan buenos tomadores son los colombianos?


Muchos de los estudios muestran que conductas violentas están relacionadas al consumo de alcohol. Aunque las riñas
no solo se presentan en diciembre, según datos del Instituto Nacional de Medicina Legal, en esta época del año se
presentan cerca de 9.800 casos de violencia interpersonal en todo el país, de los cuales, gran parte están relacionados
con la falta de mesura en el consumo de licor.

“En Colombia la violencia y la ingesta excesiva de alcohol son índices que lastimosamente están muy correlacionados. El
problema no es el alcohol en sí mismo, sino es el alcohol en una sociedad que tiene prácticas violentas en su vida
cotidiana”, explica Wilson López, doctor en Psicología y docente de la Universidad Javeriana.

Según el experto, son necesarias más campañas de prevención y pedagogía de las autoridades para evitar que los
colombianos seamos conflictivos cuando nos dedicamos a tomar licor.

“Todo se ha movido hacia una conducta más punitiva que hacia las medidas pedagógicas y esto debe ser combinado. Se
deben tomar medidas de prevención con tiempos y cantidad de consumo para que la gente aprenda cómo regularse
socialmente”, aseguró López.

Consejos para no excederse a la hora de tomar licor


1. Cuando tome, no maneje. Si ha consumido alcohol pida un taxi o designe a un conductor.

2. Agua, mucha agua. Antes, durante y después de consumir bebidas alcohólicas consuma agua, o alguna otra bebida no
alcohólica para mantenerse hidratado.

3. Alterne la bebida con comida. Esto le ayudará a su cuerpo en el proceso de absorción del alcohol.

4. Conozca su medida. Si empieza a sentir que ha consumido demasiado licor, baje el ritmo o deténgase, y celebre con
responsabilidad.

5. No olvide que la venta de bebidas embriagantes a menores de edad está absolutamente prohibida, evítese sanciones
y dolores de cabeza.
Mecanismo de acción
El alcohol tiene un efecto bifásico sobre el cuerpo, es decir, que sus efectos cambian con el tiempo. Inicialmente,
produce sensaciones de relajación y alegría, pero el consumo posterior puede llevar a tener visión borrosa y problemas
de coordinación. Las membranas celulares son altamente permeables al alcohol, así que una vez que el alcohol está en
el torrente sanguíneo, se puede esparcir en casi todos los tejidos del cuerpo.
Tras el consumo excesivo puede aparecer la inconsciencia, y niveles extremos de consumo pueden llevar a
un envenenamiento por alcohol y a la muerte (una concentración en la sangre de 0.55% –aprox. 5 gramos de alcohol
por litro de sangre– podría matar a la mitad de los afectados por paro cardiorrespiratorio tras afectación bulbar). 2 La
muerte también puede ser causada por asfixia, si el vómito –un resultado frecuente de la ingesta excesiva– obstruye
la tráquea y el individuo está demasiado ebrio para responder. Una respuesta apropiada de primeros auxilios a una
persona inconsciente y ebria es ponerla en posición de recuperación.
Cuando el alcohol llega a la sangre (entre 30 y 90 minutos después de ser ingerido) se produce una disminución de
los azúcares presentes en la circulación sanguínea, lo que provoca una sensación de debilidad y agotamiento físico. Lo
anterior es debido a que el alcohol acelera la transformación de glucógeno (una sustancia que se encarga de almacenar
el azúcar en el hígado) en glucosa y ésta se elimina de forma más rápida.
Otra acción del alcohol es que inhibe a la vasopresina, una hormona sintetizada por el hipotálamo y luego liberada por
la neurohipófisis. Esta hormona es la responsable de mantener el balance de los líquidos en el cuerpo, ordenando
al riñón que reabsorba agua de la orina. Si la función de la vasopresina falla, el riñón empieza a eliminar más agua de la
que ingiere y provoca que el organismo busque el agua en otros órganos. Esto provoca que las meninges (membranas
que cubren el cerebro) pierdan agua y por tanto aparezca el dolor de cabeza. El alcohol disminuye los niveles
de vitamina B1 del organismo.
Fases de la intoxicación etílica
Tras la ingestión de alcohol se producen a corto plazo una serie de efectos o síntomas, dependientes de la dosis ingerida
(aunque afectan otros factores individuales).

1- Fase de euforia y excitación. Tasa de alcoholemia: 0,5 g/L. Locuacidad, euforia, desinhibición, conducta impulsiva.

2- Intoxicación. El organismo no está acostumbrado al alcohol que resiste. Poco a poco se afecta el sistema nervioso
al originarse la pérdida en la capacidad de coordinar los movimientos produciendo el desequilibrio y a veces caídas.
Si se abusa se puede producir la ataxia locomotriz que es una parálisis propia de los alcohólicos. El alcohol produce
efectos depresivos y una aparente sensación de calor al dilatarse los vasos cutáneos, pero lo que ocurre realmente
es la pérdida de calor del organismo.

3- Fase hipnótica o de confusión. Tasa de alcoholemia: 2 g/L. Irritabilidad, agitación,


somnolencia, cefalea. Disartria, ataxia, dismetría. Náuseas y vómitos.

4- Fase anestésica o de estupor y coma. Tasa de alcoholemia: 3 g/L. Lenguaje incoherente. Disminución marcada del
nivel de conciencia (obnubilación y coma) y del tono muscular. Incontinencia de esfínteres. Dificultad respiratoria.

5- Fase bulbar o de muerte. Tasa de alcoholemia: 5 g/L. Shock cardiovascular. Inhibición del centro respiratorio. Paro
cardio-respiratoria y muerte.
La marihuana y sus efectos

La situación del cannabis es ambigua, más de una tercera parte de la población juvenil la prueba, más del 10% la usa
frecuentemente y aproximadamente el 5% casi a diario. Además, su uso se normaliza en algunos países; pertenece al
grupo de los cannabinoides ya que proviene de Cannabis sativa, son de hojas, flores secas y molidas de algunas cepas de
la planta del cáñamo. El hachís que se usa en el Medio Oriente y Europa es el derivado resinoso de la misma planta 1.

La marihuana produce un efecto extraordinariamente atractivo. Por un lado, un estado de sedación; la persona se siente
muy tranquila, placentera y junto con eso se le produce deformaciones sensoriales al percibir los objetos que circundan.
Ve el cine de forma especial, escuchan los sonidos de modo diferente; por eso hay quienes están convencidos de que
necesitan de ella para captar aspectos y formas que no detectan lúcido. Tocan a sus amigos con los que están
consumiendo y los sienten de una dimensión distinta. Esta especie de juego y risa, en el cual va cambiando las
sensaciones en medio de la sedación, es el comienzo del uso de la marihuana, la puerta de entrada a una vida de intenso
sufrimiento.

Comúnmente se comienza a usar la marihuana a los 14 o 15 años, por curiosidad, por ser parte de un grupo, por
experimentar cosas nuevas. ¿Por qué no probarla cuando se dice que no es adictiva, es natural y que no hace daño?
piensa el joven. Probablemente, la fuma una o dos veces y no nota ningún efecto, pero después, como aprender a
consumirla y a aspirarla ya sin miedo.

Se inicia el consumo de la marihuana, se busca repetir la experiencia, a lo largo del tiempo se desarrolla tolerancia, el
efecto de la marihuana tiende a disminuir por lo que el consumo se hace más frecuente y solitario. El joven ya necesita
comprar él mismo la marihuana, no es suficiente la que le convidan, aumentan la dosis y aparecen los síntomas tóxicos,
el joven se ve cansado, ha perdido de peso o ha engordado, esta pálido, usa gotas para borrar el enrojecimiento de los
ojos, deja el deporte u otros hobbies, duerme en exceso, disminuye su concentración y memoria, baja su rendimiento
escolar, se relaja en su disciplina, esta irritable y reacciona con vehemencia a la observación de sus padres y a veces de
sus profesores.

Ese estado se denomina síndrome amotivacional; su apariencia es la de un cuadro depresivo y a menudo es tratado
como tal, por supuesto sin resultados. Algunos pueden sufrir intoxicaciones agudas, sienten mareo, se ponen pálidos y
llegan a desmayarse una vez que consumen. Un porcentaje desarrolla fenómeno paranoideo, se sienten perseguidos y
angustiados, han desarrollado adicción a la marihuana; la droga ya no produce placer, pero no atinan a dejarla y si tratan
de hacerlo, vuelven al consumo.

En muchos países la marihuana se convierte en un problema social, cuando se le preguntan a las personas porque
consumen la marihuana, responden convencido que se trata de una sustancia natural de origen vegetal, que no produce
dependencia física y que eventualmente podría ser útil para el tratamiento médico de diferentes enfermedades. Las
opiniones que banalizan los efectos y riesgos de la marihuana y que incluso apoyan iniciativas para despenalizar el
cultivo de esta droga, se contradicen con los conocimientos alcanzados por la ciencia y la medicina 2, 3.

La investigación de los últimos años, cuyos resultados más significativos se resumen a continuación, demuestran los
verdaderos efectos que provoca esta sustancia:

La marihuana es una droga que produce dependencia y adicción. Actualmente se conoce que su dependencia es un
proceso psicológico que se traduce en cambios neuronales en el cerebro; dependencia psíquica y dependencia física son
las dos caras de una misma moneda. Al fumarse, alcanza en pocos segundos el cerebro factor farmacocinético que
facilita el desarrollo de la dependencia. El tetrahidrocanabinol, principio activo de esta droga, se fija a estructura química
específica de la membrana neuronal. En el hombre, la marihuana se desliga lentamente de los receptores, por lo que los
síntomas de privación, como irritabilidad, ansiedad y agresividad son menos evidentes, pero si, suficientes efectivos para
que la persona persista en el consumo.

La marihuana produce las mismas enfermedades en el aparato respiratorio que el cigarrillo, especialmente las bronquitis
crónicas, enfisema y cáncer pulmonar.
El tetrahidrocanabinol puede reducir la movilidad de los espermatozoides hasta en el 40% y el 30% de ellos, son
incapaces de producir la enzima necesaria para atravesar la membrana externa del óvulo.

La marihuana produce déficit cognitivo en los usuarios, especialmente a nivel de la memoria, atención y capacidad de
aprendizaje. Las limitaciones cognitivas y de la iniciativa determina que el consumidor tenga un rendimiento escolar y
laboral inferior a quienes no la usan, el uso de la marihuana antes los 18 años reduce hasta en 10 unidades el coeficiente
intelectual y eso es irreversible.

Existe una asociación entre trastornos emocionales y conductuales de la adolescencia y consumo de marihuana. El uso
de esta sustancia se asocia a depresión, psicosis paranoidea y trastornos conductuales.

Actualmente existe la evidencia epidemiológica de que el consumir marihuana facilita el entrar en contacto, probar y
abusar de otras sustancias adictivas.

El uso indebido de esta sustancia implica una profunda degradación moral aguda, con posibilidad de cronificarse y de
rango individual, pero con potencialidades de generalización que la convierten en un fenómeno macrosocial de muy alta
relevancia porque sobrio nuestra conducta es cognitiva, volitiva, racional y controlada. Ello derriba además la creencia
de que la marihuana no produce violencia, ni criminalidad.

Es necesario que la discusión acerca de la legalización de la marihuana se apoye en estos hechos científicos y no se
desplacen al terreno de las emociones colectivas y los intereses electorales como ocurre en algunos países 4. No se trata
de un problema de derechos individuales, es un asunto de la salud de los seres humanos.

Marihuana en Colombia
Una nueva actividad agroindustrial florece por estos días en invernaderos, bodegas y laboratorios de Colombia, en
buena parte por el dinero que proviene de la Bolsa de Valores de Toronto y al capital acumulado de grandes
empresarios del arroz, flores y café, entre otros.

Se trata del cannabis o marihuana legal que se siembra desde hace un par de años, luego de la promulgación de la Ley
1787 de 2016, la cual permite el cultivo y fabricación de insumos y productos de esta planta con propósitos medicinales.

Esta ley fue el detonador para que entre 20 y 30 empresas grandes y medianas construyeran la hoja de ruta científica,
legal, tecnológica y comercial para que este negocio germine.

El propósito de esta naciente agroindustria es claro: entrar en la pelea por un mercado global de la marihuana legal que
podría alcanzar US$146.000 millones para el año 2025, según un informe de Grand View Research.

Además, las grandes multinacionales de bebidas y alimentos ya fijaron su mirada en la actividad. Un reporte de
Bloomberg destaca que “la legitimación de la marihuana se ha acelerado a una velocidad asombrosa, con empresas
tradicionales de consumo y farmacéuticas que van desde Constellation Brands y Anheuser-Busch InBev, hasta Altria
Group y Novartis que invierten o se asocian con compañías de cannabis”.

Informaciones publicadas en medios internacionales dan cuenta de al menos 149 compañías listadas en las bolsas de
valores canadienses con un valor combinado de US$50.000 millones.
Bibliografía

https://www.larepublica.co/empresas/las-marcas-boston-mustang-y-marlboro-tienen-48-del-mercado-local-de-
cigarrillos-2539455

https://www.legiscomex.com/Documentos/informe-sectorial-sector-cigarrillos-colombia-2017-rci318

https://caracol.com.co/radio/2017/05/31/salud/1496195031_160036.html

https://www.mediomilon.com/blog/cuales-son-los-tipos-de-bebidas-alcoholicas

https://noticias.caracoltv.com/colombia/colombia-lidera-el-ranking-de-paises-en-latinoamerica-donde-los-menores-
beben-mas-licor

https://es.wikipedia.org/wiki/Efectos_del_alcohol_en_el_cuerpo

http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-73482015000300004&lng=pt  

http://revcocmed.sld.cu/index.php/cocmed/article/view/2459  

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