nal y, a su vez, siempre tiene algo verdadero, hecho que lo configura como un territorio de disputas. Sopa de Wuhan, el primer título de esta editorial, es una captura de panta- lla (en movimiento). Una selección de artículos filosóficos que, como todo itinerario de lectura, en definitiva, es arbi- traria. Y a su vez, y en tanto discurso sobre un fenómeno tan novedoso e impactante, es aún una voz balbuceante; una suerte de bestiario, un catálogo de hipótesis. Nunca antes -permitamos la exageración- había sido tan eviden- te que no hay significados estables de los cuales “soste- nernos”, sino únicamente efectos de significación: la regla es la contingencia. Sopa de Wuhan no es la excepción. En un contexto de pura cotidianeidad, sin demasia- do margen para la imaginación, ASPO se propuso oficiar de micro alternativa a la infodemia. Quiso “profundizar”, porque sabe que lo único que sobrevive en las superficies es el virus, aquello que enferma el cuerpo social, la peste de la abundancia del dato estadístico, los sentidos planos y la literalidad. El objetivo, de este segundo volumen si- gue siendo el mismo. Mientras el confinamiento persista, ASPO seguirá publicando.