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DERECHO ELECTORAL.

Derecho:

El Derecho es, en términos generales, el ordenamiento jurídico que regula


las relaciones establecidas en una determinada nación o entre Estados.

Derecho deriva del latín directus que significa 'recto' o 'colocado en línea
recta' en lo que deriva en términos generales a la justicia, en latín clásico,
ius fue el término que se utilizaba para designar el derecho objetivo, el
conjunto de reglas que evolucionó para lo que se conoce como Derecho. El
término ius (jus) originó la creación de palabras como justo, justicia, entre
otras.

El significado de derecho, se refiere de manera general al conjunto de


normas jurídicas vigentes en un país, denominado también como derecho
objetivo.

La palabra derecho también puede tener el sentido de recto, correcto o


justo, la expresión “'tener derecho” significa que algo es de alguien por
justicia de igualdad como son los Derechos Humanos, derechos de los
niños y derechos civiles.

El derecho positivo. Es el conjunto de normas jurídicas escritas por una


soberanía (por el órgano estatal que ejerza la función legislativa).

El derecho positivo puede ser de aplicación vigente o no vigente,


dependiendo si la norma rige para una población determinada, o la norma
ya ha sido derogada por la promulgación de una posterior.

Derecho tradicional: Derechos tradicionales o consuetudinarios de


tierras, son el conjunto de reglas jurídicas, no escritas, que constituyen las
tradiciones de un pueblo o población y se oponen por su naturaleza al
derecho escrito. En el caso de tierras, el derecho consuetudinario regula
los derechos sobre la tierra.

Las leyes consuetudinarias son fundamentales para la identidad de los


pueblos indígenas y las comunidades locales, ya que definen los derechos,
las obligaciones y las responsabilidades de los miembros en relación con
importantes aspectos de sus vidas, culturas y visión del mundo.

El Derecho consuetudinario es un conjunto de costumbres, prácticas y


creencias que los pueblos indígenas y las comunidades locales aceptan
como normas de conducta obligatorias y que forma parte intrínseca de sus
sistemas sociales y económicos y su forma de vida.

Derecho constitucional: El derecho constitucional es una rama del


derecho público cuyo campo de estudio incluye el análisis de las leyes
fundamentales que definen un Estado.

Además, esta tiene la posibilidad de verse desde el punto de vista tanto


formal, como material. De esta manera, es materia de estudio todo lo
relativo a la forma de Estado, forma de gobierno, derechos fundamentales
y la regulación de los poderes públicos, incluidas las relaciones entre los
poderes públicos y ciudadanos.

Norma: norma es un término que proviene del latín y significa “escuadra”.


Una norma es una regla que debe ser respetada y que permite ajustar
ciertas conductas o actividades. En el ámbito del derecho, una norma es
un precepto jurídico.

Por ejemplo: “La multa que le impusieron se debió a que condujera a 120
kilómetros por hora en una carretera que, por norma, permite una
velocidad máxima de 110 kilómetros por hora”, “Disculpe, pero aquí no se
puede fumar; es una norma del establecimiento”, “Esta institución tiene
normas que deben ser respetadas por todos sus integrantes, sin
excepciones”.

Las normas jurídicas pueden dividirse en normas imperativas (son


independientes de la voluntad del sujeto ya que éstos no pueden
prescindir de su contenido) y normas dispositivas (son prescindibles a
partir del principio de autonomía de la voluntad).

Reglamento: Un reglamento es un documento que especifica una regla


(Norma jurídica). También se le conoce para regular un comportamiento o
para regular todas las actividades de los miembros de una comunidad.
Establecen bases para la convivencia y prevenir los conflictos que se
puedan generar entre los individuos. La aprobación corresponde a las
reglas poder ejecutivo, aunque los ordenamientos jurídicos actuales
reconocen potestad reglamentaria a otros lugares del Estado.

Por lo tanto, según la mayoría de la doctrina jurídica, se trata de una de


las fuentes del derecho, formando pues parte del ordenamiento jurídico. La
titularidad de la potestad reglamentaria viene recogida en la Constitución.
También se le conoce como reglamento a derecho internacional: Tratado
internacional es un término que designa los acuerdos jurídicos entre
diferentes Estados o entre un Estado y un organismo internacional.

Estos acuerdos establecen compromisos de parte y parte que, en principio,


facilitan las relaciones bilaterales entre naciones, sea a nivel económico,
político, cultural o científico, etc.

Los tratados internacionales se rigen por las normativas jurídicas del


derecho internacional. Normalmente se hacen por escrito, aunque pueden
hacerse verbalmente. Aquellos tratados que se establecen por escrito son
controlados por la Convención de Viena.
Derecho social: El derecho internacional es la rama del derecho que se
ocupa de definir y regular las relaciones entre los Estados y la utilización
de los bienes comunes a nivel mundial como el medioambiente o las aguas
internacionales.

El derecho internacional tiene como objetivo principal que la relación entre


los Estados sea armoniosa, pacífica y colaborativa. Está conformado por
un conjunto de normas jurídicas, tratados y convenciones que regulan el
cómo deben comportarse los Estados y otros agentes de carácter
internacional.

El origen del Derecho Internacional viene de la mano con el surgimiento de


los Estados.
Entre las más antiguas fuentes del Derecho Internacional podemos
encontrar un tratado

Entre Mesopotamia y Umma alrededor del año 3100 AC. Dicho tratado
regulaba las fronteras y su inviolabilidad. Pero este no es el único ejemplo,
en la antigüedad podemos encontrar varios tratados internacionales entre
dos o más Estados que usualmente se enfocaban en temas de fronteras,
acuerdos de paz y tratamiento de los extranjeros. No obstante, en aquella
época no existía un sistema jurídico ordenado de estos tratados o
convenios

Tratados internacionales. Tratado internacional es un término que


designa los acuerdos jurídicos entre diferentes Estados o entre un Estado
y un organismo internacional. ... Los tratados internacionales se rigen por
las normativas jurídicas del derecho internacional. Normalmente se hacen
por escrito, aunque pueden hacerse verbalmente
“Ensayo dogmático sobre el método sistemático jurídico”

Hay quienes piensan que la dogmática es una disciplina irreducible a los


criterios de cientificidad que se aplican a las ciencias naturales, a las
ciencias sociales y a las humanidades. Esta visión, cuyo linaje moderno se
remonta al menos a von Kirchmann,1 se encuentra generalmente implícita
en la forma como se conduce en chile la investigación jurídica sobre
derecho vigente, pero rara vez es sometida a examen razonado. Una
importante excepción es el editorial “medición de la calidad de las
publicaciones jurídicas chilenas”, del profesor Alejandro Vergara,
publicado en 2003 en la Revista Chilena de Derecho. En ese editorial el
profesor Vergara fija una posición que, me parece, puede representar
puntos de vista generalmente compartidos por los profesores que escriben
sobre derecho positivo en nuestro país, y proporciona, en consecuencia,
un apropiado punto de ilustración y contraste para abordar la pregunta
que nos interesa.
La posición que discutiré en este artículo, representada por el trabajo del
profesor Vergara, puede resumirse en dos tesis:
La dogmática jurídica, en cuanto estudia el derecho nacional de un país y
está entonces “ligada al territorio y a la actualidad”, no tiene “métodos,
materias y descubrimientos” universales. Sus problemas y, por lo tanto, la
audiencia a que está dirigida, son estrictamente nacionales. Llamaré a ésta
la tesis de la localidad de la dogmática.
La cualidad científica de la dogmática jurídica descansa sobre bases o
criterios esencialmente diferentes de los de unidad de método y objeto de
estudio que definen a las demás disciplinas. Es decir, si la dogmática es
una ciencia, lo es en un sentido distinto de todas las otras ciencias. Me
refiero a esta proposición como la tesis del carácter sui géneris de la ciencia
de la dogmática.
Algunas prevenciones antes de empezar: mi argumento se refiere a la
dogmática o doctrina jurídica, es decir, a los estudios o comentarios que
tienen por objeto describir (interpretar o sistematizar) el derecho positivo
vigente (navarro y moreso, 1997; Peczenik, 2004: 106 -7). Así, la dogmática
busca esclarecer qué es lo que dice el derecho vigente, cuál es su sentido.
Excluyo a la filosofía del derecho, la sociología del derecho, la criminología,
la historia del derecho, la antropología jurídica, la medicina forense y, en
general, a todos los saberes que se ocupan de lo jurídico desde sus propias
bases disciplinarias. El carácter científico de estas disciplinas aplicadas al
fenómeno jurídico hay que buscarlo en los estándares de las respectivas
ciencias fundantes, es decir, en los de la filosofía, la sociología, la historia,
etc. sin perjuicio de que lo que aquí interesa es la dogmática, cabe hacer
notar desde ya que los atributos que hacen de la doctrina jurídica una
disciplina científica se encuentran presentes también en estas otras
ciencias que se ocupan del derecho. Sólo que ellas pueden tener requisitos
adicionales. Esto es así porque los requisitos del carácter científico de la
dogmática que aquí se propondrán, lo anticipo

de una vez, son los comunes a toda ciencia: el mínimo común


denominador, si se quiere, de la cientificidad de un saber.
Estos límites entre dogmática y filosofía o sociología del derecho, porosos
como son, nos llevan a una segunda cuestión: ¿puede discutirse aquello
que hace científica a la dogmática sin definir, primero, ¿qué es el derecho?
Porque, por ejemplo, para algunos las objeciones que puedan levantarse
contra el derecho positivo vigente desde la moral son parte del derecho y,
más precisamente de la dogmática, así como otros incluyen dentro del
concepto de derecho las cuestiones que se suscitan a propósito de la
eficacia de las normas.
No obstante, la importancia de esta discusión, ella es inmaterial para los
efectos de la justificación de mi argumento, que es independiente tanto de
la postura que se tenga sobre lo que el derecho es, como de los contornos
precisos que se le atribuyan a la parte del estudio del derecho que
llamamos dogmática o doctrina legal. Por esta razón no inicio este trabajo
con una definición de qué entiendo por derecho.
Tampoco requiere el desarrollo de mi posición comprometerse con un
determinado concepto de doctrina o dogmática jurídica. Si bien más
adelante presentaré el concepto de dogmática que me ha servido de
referente, lo ofrezco con el carácter de hipótesis de trabajo, no de
supuesto del razonamiento. De hecho, mi concepto puede ser
reemplazado por otra definición (siempre que también aspire a la
cientificidad), sin que ello afecte mi tesis.
¿Cómo es posible, entonces, precisar el carácter científico de una parte del
derecho sin definir primero qué es aquello sobre lo cual la cientificidad o la
falta de ella se predican? ¿cómo es que puedo eludir el definir con
precisión a qué ámbito del conocimiento jurídico me refiero cuando hablo
de la doctrina jurídica? cuatro consideraciones lo explican.
Primero, las condiciones de cientificidad que propongo, al ser mínimas y
comunes a todas las ciencias, son aplicables a la dogmática –y, en este
nivel básico de cientificidad, a todo el derecho– cualquiera sea su
naturaleza, concediendo desde luego que, si en la naturaleza de la doctrina
está no ser una ciencia, sino, digamos, un género literario, o un arte de
apoyo a la práctica forense, entonces lo que digo no es aplicable a la
dogmática. Pero si la dogmática es una ciencia, entonces ha de serlo de la
manera que aquí se propone.

10 conceptos ensayo de derecho dogmático

Jurisprudencia: La jurisprudencia es el conjunto de sentencias y demás


resoluciones judiciales emitidas en un mismo sentido por los órganos
judiciales de un ordenamiento jurídico determinado. Tiene un valor
fundamental como fuente de conocimiento del derecho positivo, con el cual
se procura evitar que una misma situación jurídica sea interpretada en
forma distinta por los tribunales; esto es lo que se conoce como el principio
unificador o unificado.
Se entiende por jurisprudencia a la doctrina establecida por los órganos
judiciales del Estado (por lo general, el Tribunal Supremo o Tribunales
Superiores de Justicia) que se repite en más de una resolución. Esto
significa que para conocer el contenido completo de las normas vigentes
hay que considerar cómo han sido aplicadas en el pasado. En otras
palabras, la jurisprudencia es el entendimiento de las normas jurídicas
basado en las sentencias que han resuelto casos basándose en esas
normas.
Gnoseológico: La gnoseología (del griego γνωσις, gnōsis, «conocimiento» o
«facultad de conocer», y λόγος, logos, «razonamiento» o «discurso»), también
llamada teoría del conocimiento, es la rama de la filosofía que estudia la
naturaleza, el origen y los límites del conocimiento.
La gnoseología no estudia los conocimientos particulares, como pueden ser
los conocimientos de la física, de la matemática o de nuestro entorno
inmediato, sino la naturaleza del conocimiento en general. Muchas
ciencias particulares tienen además su propia filosofía, como por ejemplo
la filosofía de la física, la filosofía de la matemática, la filosofía de la
historia, etc. Otras disciplinas también se ocupan del conocimiento en
general, pero desde otros puntos de vista. La psicología estudia los
aspectos de la vida mental implícitos en el conocer, la lógica estudia la
corrección o incorrección de los razonamientos que pueden implicar
nuevos conocimientos, y la ontología estudia la naturaleza de los objetos
que se pueden conocer.
Dogmático: El dogmatismo es una corriente filosófica opuesta al
escepticismo y al idealismo, que haciendo derivar el pensamiento del ser,
objeto respecto al sujeto, de la realidad de las ideas, de la naturaleza del
espíritu. Dios mismo es concebido eminentemente en la naturaleza, e
identificado por tanto como un todo que contiene hasta lo último
(panteísmo). No se trata de un simple materialismo, puesto que Dios es
naturaleza, por tanto, unidad indisoluble, también visto como una unidad
complementaria: la naturaleza soltando manifestación concreta y tangible
del Dios, que sin embargo vive exclusivamente en ella, siendo esencial para
conforme a objeto convertido de si igual, que está al objeto.

El tema en hecho se forma solamente como tales la conexión con un


objeto. Y el objeto en su vuelta es siempre solo objeto de un tema.
Trascendental: Utilizamos este término tradicional confiriéndole un sentido
positivo opuesto al sentido metafísico según el cual esta idea fue utilizada
por los escolásticos o por el mismo Kant (trascendental, en la filosofía
kantiana, es lo que tiene que ver con las condiciones a priori de la
posibilidad de la experiencia, anteriores por tanto a la experiencia positiva,
a la que hacen posible: el espacio, el tiempo o las categorías son
trascendentales en este sentido; la acepción kantiana puede considerarse
a su vez como una transformación de la acepción escolástica, que ponía en
Dios, como ser por esencia, la fuente de las propiedades trascendentales a
todas las categorías).
Filosofar: La palabra filosofar se refiere a la facultad de pensamiento a
través del cual la persona se permite contemplar, interpretar, analizar e
incluso reflexionar sobre un tema en particular con el fin de entender la
realidad.
Priori: Las expresiones a priori (en latín: «previo a»)23 y a posteriori
(«posterior a») se utilizan para distinguir entre dos tipos de conocimiento: el
conocimiento a priori es aquel que, en algún sentido importante, es
independiente de la experiencia; mientras que el conocimiento a posteriori
es aquel que, en algún sentido importante, depende de la experiencia.
Por ejemplo, el conocimiento de que «no todos los cisnes son blancos» es
un caso de conocimiento a posteriori, pues se requirió de la observación de
cisnes negros para afirmar lo establecido. Los juicios a posteriori se
verifican recurriendo a la experiencia, son juicios empíricos, se refieren a
hechos. Tienen una validez particular y contingente. Ejemplos: «los
alumnos de filosofía son aplicados», «los ancianos son tranquilos». En
cambio, el conocimiento de que «ningún soltero es casado» no requiere de
ninguna investigación para ser establecido como verdadero, por lo que es
un caso de conocimiento a priori.
Jurisprudencia: La jurisprudencia es el conjunto de sentencias y demás
resoluciones judiciales emitidas en un mismo sentido por los órganos
judiciales de un ordenamiento jurídico determinado. Tiene un valor
fundamental como fuente de conocimiento del derecho positivo, con el cual
se procura evitar que una misma situación jurídica sea interpretada en
forma distinta por los tribunales; esto es lo que se conoce como el principio
unificador o unificado.
Hipotético: Observación del fenómeno a estudiar. Creación de una
hipótesis para explicar dicho fenómeno. Deducción de consecuencias o
proposiciones más elementales de la propia hipótesis. Verificación o
comprobación de la verdad de los enunciados deducidos comparándolos
con la experiencia.

Inferencia: Inferencia es la acción y efecto de inferir (deducir algo, sacar


una consecuencia de otra cosa, conducir a un resultado). La inferencia
surge a partir de una evaluación mental entre distintas expresiones que, al
ser relacionadas como abstracciones, permiten trazar una implicación
lógica.

Derecho internacional de E.U e irán


La Casa Blanca asegura que Donald Trump ordenó matar al general
Qasem Soleimani el pasado 3 de enero para "disuadir futuros planes de
agresión de Irán".
La prometida "severa venganza" de Irán, por el momento, ha consistido en
lanzar una serie de misiles el miércoles contra dos bases militares en Irak
que albergan tropas estadounidenses. Dice Teherán que "en defensa
propia".
¿Tiene Trump una estrategia real para afrontar la crisis con Irán tras la
muerte del general Solemne?
Quién era Qasem Soleimani, el poderoso y temido jefe de la Fuerza Que de
Irán muerto en un ataque de Estads Unidos
El ataque iraní no causó víctimas mortales y tanto Washington como
Teherán parecen decididos a rebajar la tensión y acallar los tambores de
guerra que resuenan desde el asesinato de Soleimani.
Pero ¿cuál es la base legal para justificar el ataque estadounidense contra
Soleimani y la respuesta iraní?, Ambos países han hecho alusión a la
"legítima defensa" para justificar sus Irán citó en concreto al artículo 51 de
la Carta de Naciones Unidas, que está dentro del Capítulo VII dedicado a la
"acción en caso de amenazas a la paz, quebrantamientos de la paz o actos
de agresión"
El artículo 51 que citó en su tuit el ministro de Relaciones Exteriores de
Irán, Javd Zarif, establece: "Ninguna disposición de esta Carta
menoscabará el derecho inmanente de legítima defensa, individual o
colectiva, en caso de ataque armado contra un Miembro de las Naciones
Unidas, hasta tanto que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas
necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales".
Este artículo tiende a ser interpretado de diferentes formas por los
gobiernos, advierten expertos en derecho.
Así, Estados Unidos también considera que el documento de la ONU
ampara su decisión de matar al general iraní.

"En el caso de Soleimani, EE.UU. alega que actuó en defensa propia para
evitar ataques inminentes, una categoría de acción que, de ser cierta,
generalmente se ve como admisible bajo la Carta de Naciones Unidas",
señala Dapo Akande, profesor de Derecho Internacional Público en la
Universidad de Oxford (Reino Unido) y codirector del Instituto de Ética,
Derecho y Conflicto Armado de Oxford.
Agnes Callamard, relatora especial de Naciones Unidas sobre Ejecuciones
Extrajudiciales, tuiteó su opinión sobre este punto.
"El criterio para la llamada defensa propia anticipatoria es muy estrecho:
debe ser una necesidad instantánea, abrumadora y que no deje espacio a
la elección de los medios ni momento para la deliberación. Es improbable
que este requisito se cumpla en este caso en particular", escribió.
Callamard también dijo que la muerte de otras personas en el bombardeo
contra Soleimani fue "absolutamente ilegal".
Por qué EE.UU. mató a Soleimani ahora (y qué es lo que se espera que
ocurra)
El primer comunicado del Departamento de Defensa de EE.UU., que omitió
la palabra "inminente", defendió que el ataque contra Soleimani tenía como
objetivo evitar futuras agresiones iraníes y denunció que el comandante
iraní estaba desarrollando activamente "planes para atacar a militares y
diplomáticos de EE.UU. en Irak y toda la región".
En posteriores comunicados, autoridades estadounidenses -incluido el
presidente Trump- dijeron que Soleimani tramaba "ataques inminentes".
Sin embargo, la revelación del primer ministro de Irak, Adil Abdul Mahdi,
sobre el motivo por el que el general Soleimani estaba en Bagdad el día de
su muerte contradice esa supuesta trama de ataques contra EE.UU.
"Se suponía que me iba a encontrar con él la mañana del día que lo
mataron. Vino para entregar un mensaje de Irán en respuesta al mensaje
que les habíamos entregado de parte de los sauditas", declaró Abdul
Mahdi.
El jefe del gobierno iraquí explicó que el encuentro estaba destinado a
rebajar tensiones entre Teherán y Arabia Saudita, algo que también era
beneficioso para Washington.
Elizabeth Warren, aspirante a la nominación del Partido Demócrata para
las elecciones presidenciales del próximo noviembre en EE.UU., declaró:
"El gobierno no es capaz de mantener una misma versión".

La legalidad del ataque mortal contra Soleimani, según el derecho


internacional, puede depender de que Estados Unidos aporte pruebas de
esas supuestas futuras agresiones, sostiene Akande,el gobierno de EE.UU.
no ha expuesto detalles públicamente, pero dice que ha compartido
material de los servicios de inteligencia con figuras clave del Congreso
estadounidense.
Ante la pregunta de un periodista el pasado martes sobre las "inminentes
amenazas", el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, mencionó los
incidentes previos ocurridos hace unos días en Irak (en referencia a la
muerte de un contratista estadounidense en Kirkuk y el ataque contra la
embajada de EE.UU. en Bagdad), pero no aportó ninguna prueba de
ataques inminentes.
Ante la pregunta de un periodista el pasado martes sobre las "inminentes
amenazas", el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, mencionó los
incidentes previos ocurridos hace unos días en Irak (en referencia a la
muerte de un contratista estadounidense en Kirkuk y el ataque contra la
embajada de EE.UU. en Bagdad), pero no aportó ninguna prueba de
ataques inminentes.
"Lo hicimos para frenar una guerra, no para iniciarla": las palabras de
Trump sobre el ataque de EE.UU. que mató a Qasem Soleimani
Hay otras justificaciones que se han usado en el pasado, opina Ralph
Wilde, experto en Derecho Público Internacional de la University Collage de
Londres.
"Desde el 11 de septiembre [de 2001], EE.UU. ha adoptado una postura
según la cual se puede alegar defensa propia para evitar ataques a largo
plazo; es decir, ataques que se están planeando, aunque no sean
inminentes. El gobierno de Obama utilizó ese argumento para justificar
ataques con drones.

Artículos constitucionales

ARTÍCULO 1 - En los Estados Unidos Mexicanos todo individuo gozará de


las garantías que otorga esta Constitución, las cuales no podrán
restringirse ni suspenderse, sino en los casos y con las condiciones que
ella misma establece.
ARTICULO 2 - Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos
Mexicanos. Los esclavos del extranjero que entren al territorio nacional
alcanzarán por ese solo hecho, su libertad y la protección de las leyes.
ARTÍCULO 3 - La educación que imparte el Estado - Federación, Estados,
Municipios -, tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del
ser humano y fomentará en él, a la vez el amor a la patria y la conciencia
de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia:
ARTÍCULO 4 - El varón y la mujer son iguales ante la ley. Esta protegerá la
organización y el desarrollo de la familia.
Toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e
informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos.
Toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La ley definirá las
bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la
concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de
salubridad general, conforme lo que dispone la fracción XVI del artículo 73
de esta Constitución.
Toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa. La ley
establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal
objetivo.
Es deber de los padres preservar el derecho de los menores a la
satisfacción de sus necesidades y a la salud física y mental. La ley
determinará los apoyos a la protección de los menores, a cargo de las
instituciones públicas.
ARTÍCULO 6 - La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna
inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la
moral, los derechos de tercero, provoque algún delito, o perturbe el orden
público; el derecho a la información será garantizado por el Estado.
ARTICULO 7 - Es inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre
cualquier materia. Ninguna ley ni autoridad puede establecer la previa
censura, ni exigir fianza a los autores o impresores, ni coartar la libertad
de imprenta, que no tiene más límites que el respeto a la vida privada, a la
moral y a la paz pública. En ningún caso podrá secuestrarse la imprenta
como instrumento del delito.

ARTÍCULO 9 - No se podrá coartar el derecho de asociarse o reunirse


pacíficamente con cualquier objeto lícito; pero solamente los ciudadanos
de la República podrán hacerlo para tomar parte en los asuntos políticos
del país. Ninguna reunión armada tienen derecho a deliberar.
ARTÍCULO 14 - A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de
persona alguna.
ARTICULO 16 - Nadie puede ser molestado en persona, familia, domicilio,
papeles o posesione, sino en virtud de mandamiento escrito de la
autoridad competente, que funde y motive la causa legal de procedimiento.
No podrá librarse ninguna orden de aprehensión o detención a no ser por
la autoridad judicial, sin que preceda denuncia, acusación o querella de
un hecho determinado que la ley castigue con pena corporal, y sin que
estén apoyadas aquéllas por declaración, bajo protesta, de persona digna
de fe o por otros datos que hagan probable la responsabilidad del
inculpado, hecha excepción de los casos de flagrante delito, en que
cualquier persona puede aprehender al delincuente y a sus cómplices,
poniéndolos, sin demora, a la disposición de la autoridad inmediata.
Solamente en casos urgentes, cuando no haya en el lugar ninguna
autoridad
judicial y tratándose de delitos que se persiguen de oficio, podrá la
autoridad administrativa, bajo su más estrecha responsabilidad, decretar
la detención de un acusado; poniéndolo inmediatamente a disposición de
la autoridad judicial. En toda orden de cateo, que sólo la autoridad judicial
podrá expedir, y que será escrita, se expresará el lugar que ha de
inspeccionarse, la persona o personas que hayan de aprehenderse y los
objetos que se buscan, a lo que únicamente debe limitarse la diligencia,
levantándose, al concluirla, un acta circunstanciada, en presencia de dos
testigos propuestos por el ocupante del lugar cateado o, en su ausencia o
negativa por la autoridad que practique la diligencia.
La autoridad administrativa podrá practicar visitas domiciliarias
únicamente para cerciorarse de que se han cumplido los reglamentos
sanitarios y de policía; y exigir la exhibición de los libros y papeles
indispensables para comprobar que se han acatado las disposiciones
fiscales, sujetándose, en estos casos, a las leyes respectivas y a las
formalidades prescritas para los cateos.
La correspondencia que bajo cubierta circule por las estafetas estará libre
de todo registro, y su violación será penada por la ley.
En tiempo de paz ningún miembro del Ejército podrá alojarse en casa
particular contra la voluntad del dueño, ni imponer prestación alguna. En
tiempo de guerra los militares podrán exigir alojamiento, bagajes,
alimentos y otras prestaciones, en los términos que establezca la ley
marcial correspondiente.
ARTÍCULO 17 - Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni
ejercer violencia para reclamar su derecho.
Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales
que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las
leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial.
Su servicio será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas las
costas judiciales.
Las leyes federales y locales establecerán los medios necesarios para que
se garantice la independencia de los tribunales y la plena ejecución de sus
resoluciones.
Nadie puede ser aprisionado por deudas de carácter puramente civil.

ARTICULO 25 - Corresponde al Estado la rectoría del desarrollo nacional


para garantizar que éste sea integral, que fortalezca la soberanía de la
Nación y su régimen democrático y que, mediante el fomento del
crecimiento económico y el empleo y una más justa distribución del
ingreso y la riqueza, permita el pleno ejercicio de la libertad y la dignidad
de los individuos, grupos y clases sociales, cuya seguridad protege esta
Constitución.El Estado planeará, conducirá, coordinará y orientará la
actividad económica nacional, y llevará al cabo la regulación y fomento de
las actividades que demande el interés general en el marco de libertades
que otorga esta Constitución.
Al desarrollo económico nacional concurrirán, con responsabilidad social,
el sector público, el sector social y el sector privado, sin menoscabo de
otras formas de actividad económica que contribuyan al desarrollo de la
Nación.
El sector público tendrá a su cargo, de manera exclusiva, las áreas
estratégicas que se señalan en el artículo 28, párrafo cuarto de la
constitución, manteniendo siempre el Gobierno Federal la propiedad y el
control sobre los organismos que en su caso se establezcan.
Asimismo, podrá participar por sí o con los sectores social y privado, de
acuerdo con la ley, para impulsar y organizar las áreas prioritarias del
desarrollo.
Bajo criterios de equidad social y productividad se apoyará e impulsará a
las empresas de los sectores social y privado de la economía, sujetándolos
a las modalidades que dicte el interés público y al uso, en beneficio
general, de los recursos productivos, cuidando su conservación y el medio
ambiente.
La ley establecerá los mecanismos que faciliten la organización y la
expansión de la actividad económica del sector social: de los ejidos,
organizaciones de trabajadores, cooperativas, comunidades, empresas que
pertenezcan mayoritariamente o exclusivamente a los trabajadores y, en
general, de todas las formas de organización social para la producción,
distribución y consumo de bienes y servicios socialmente necesarios.
La ley alentará y protegerá la actividad económica que realicen los
particulares y proveerá las condiciones para que el desenvolvimiento del
sector privado contribuya al desarrollo económico nacional, en los
términos que establece esta Constitución.
ARTÍCULO 26 - El Estado organizará un sistema de planeación
democrática del desarrollo nacional que imprima solidez, dinamismo,
permanencia y equidad al crecimiento de la economía para la
independencia y la democratización política, social y cultural de la Nación.
Los fines del proyecto nacional contenidos en esta Constitución
determinarán los objetivos de la planeación. La planeación será
democrática. Mediante la participación de los diversos sectores sociales
recogerá las aspiraciones y demandas de la sociedad para incorporarlas al
plan y los programas de desarrollo. Habrá un plan nacional de desarrollo
al que se sujetarán obligatoriamente los programas de la administración
pública federal.
La ley facultará al Ejecutivo para que establezca los procedimientos de
participación y consulta popular en el sistema nacional de planeación
democrática, y los criterios para la formulación, instrumentación, control y
evaluación del plan y los programas de desarrollo. Asimismo, determinará
los órganos responsables del proceso de planeación y las bases para que el
Ejecutivo Federal coordine mediante convenios con los gobiernos de las
entidades federativas e induzca y concierte con los particulares las
acciones a realizar para su elaboración y ejecución.
En el sistema de planeación democrática, el Congreso de la Unión tendrá
la intervención que señale la ley.

ARTICULO 27 - La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro


de los límites del territorio nacional corresponde originariamente a la
Nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de
ellas a los particulares constituyendo la propiedad privada.
Las expropiaciones sólo podrán hacerse por causa de utilidad pública y
mediante indemnización.
La Nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad
privada las modalidades que dicte el interés público, así como el de
regular, en beneficio social, el aprovechamiento de los elementos naturales
susceptibles de apropiación, con objeto de hacer una distribución
equitativa de la riqueza pública, cuidar de su conservación, lograr el
desarrollo equilibrado del país y el de su conservación, lograr el desarrollo
equilibrado del país y el mejoramiento de las condiciones de vida de la
población rural y urbana. En consecuencia, se dictarán las medidas
necesarias para ordenar los asentamientos humanos y establecer
adecuadas previsiones, usos, reservas y destinos de tierras, aguas y
bosques, a efecto de ejecutar obras públicas y de planear y regular la
fundación, conservación, mejoramiento y crecimiento de los centros de
población; para preservar y restaurar el equilibrio ecológico; para el
fraccionamiento de los latifundios; para disponer en los términos de la ley
reglamentaria, la organización y explotación colectiva de los ejidos y
comunidades; para el desarrollo de la pequeña propiedad agrícola en
explotación; para la creación de nuevos centros de población agrícola con
tierras y aguas que les sean indispensables; para el fomento de la
agricultura y para evitar la destrucción de los elementos naturales y los
daños que la propiedad pueda sufrir en perjuicio de la sociedad. Los
núcleos de población que carezcan de tierras y aguas o no las tengan en
cantidad suficiente para las necesidades de su población, tendrán derecho
a que se les dote de ellas, tomándolas de las propiedades inmediatas,
respetando siempre la pequeña propiedad agrícola en explotación.

ARTÍCULO 34 - Son ciudadanos de la República los varones y mujeres


que, teniendo la calidad de mexicanos, reúnan, además los siguientes
requisitos:
I. Haber cumplido dieciocho
años; y II. Tener un modo
honesto de vivir.
ARTÍCULO 36 - Son obligaciones del ciudadano de la República:
I. Inscribirse en el catastro de la municipalidad, manifestando la
propiedad que el mismo ciudadano tenga, la industria, profesión o
trabajo de que subsista; así como también inscribirse en el Registro
Nacional de Ciudadanos, en los términos que determinen las leyes:
La organización y el funcionamiento permanente del Registro Nacional de
Ciudadanos y la expedición del documento que acredite la ciudadanía
mexicana son servicios de interés público, y por tanto, responsabilidad que
corresponde al Estado y a los ciudadanos en los términos establezca la ley.
II. Alistarse en la Guardia Nacional;
III. Votar en las elecciones populares en el distrito electoral que le
corresponda;

IV. Desempeñar los cargos de elección popular de la Federación o de los


Estados, que en ningún caso serán gratuitos; y
V. Desempeñar los cargos concejales del Municipio donde resida, las
funciones electorales y las de jurado.
ARTÍCULO 39 - La soberanía nacional reside esencial y originariamente en
el pueblo. Todo poder público emana del pueblo y se instituye para
beneficio de éste. El pueblo tiene, en todo tiempo, el alienable derecho de
alterar o modificar la forma de su gobierno.
ARTICULO 41 - El pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de
la Unión, en los casos de la competencia de éstos, y por los de los Estados,
en lo que toca a sus regímenes interiores, en los términos respectivamente
establecidos por la presente Constitución Federal y las particulares de los
Estados, las que en ningún caso podrán contravenir las estipulaciones del
Pacto Federal.
Los partidos políticos son entidades de interés público; la ley determinará
las formas específicas de su intervención en el proceso electoral.
ARTÍCULO 49 - El Supremo Poder de la Federación se divide, para su
ejercicio, en Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
No podrán reunirse dos o más de estos Poderes en una sola persona o
corporación, ni depositarse el Legislativo en un individuo, salvo el caso de
facultades extraordinarias al Ejecutivo de la Unión, conforme al dispuesto
en el artículo 29. En ningún otro caso, salvo lo dispuesto en el segundo
párrafo del artículo 13,se otorgarán facultades extraordinarias para
legislar.
ARTÍCULO 50 El Poder Legislativo de los Estados Unidos Mexicanos se
deposita en un Congreso General, que se dividirá en dos Cámaras, una de
Diputados y otra de Senadores.
ARTÍCULO 51 - La Cámara de Diputados se compondrá de representantes
de la Nación, electos en su totalidad cada tres años. Por cada diputado
propietario, se elegirá un suplente.
ARTICULO 53 - La demarcación territorial de los trescientos distritos
electorales uninominales será la que resulta de dividir la población de los
distritos electorales uninominales entre las entidades federativas se hará
teniendo en cuenta el último censo general de población, sin que en
ningún caso la representación de un Estado pueda ser menor de dos
diputados de mayoría.

Para la elección de los doscientos diputados según el principio de


representación proporcional y el sistema de listas regionales, se
constituirán proporcional y el sistema de listas regionales, se constituirán
cinco circunscripciones electorales plurinominales en el país. La ley
determinará la forma de establecer la demarcación territorial de estas
circunscripciones.

ARTICULO 54 - La elección de los 200 diputados según el principio de


representación proporcional y el sistema de listas regionales, se sujetará a
las siguientes bases y reglas y a lo que disponga la ley:
I. Un partido político, para obtener el registro de sus listas regionales,
deberá acreditar que participa con candidatos a diputado por mayoría
relativa en por lo menos doscientos distritos uninominales;
II. Todo partido político que alcance por lo menos el uno y medio por
ciento del total de la votación emitida para las listas regionales de las
circunscripciones plurinominales, tendrá derecho a que le sean atribuidos
diputados según el principio de representación proporcional;
III. Al partido político que cumpla con lo dispuesto por las dos bases
anteriores, le serán asignados diputados por el principio de representación
proporcional. La ley establecerá la fórmula para la asignación. Además, en
la asignación se seguirá el orden que tuviesen los candidatos en las listas
correspondientes;
IV. En todo caso, para el otorgamiento de las constancias de asignación
se observarán las siguientes reglas:
ARTICULO 55 - Para ser diputado se requieren los siguientes requisitos:
-

I. Ser ciudadano mexicano, por nacimiento, en el ejercicio de sus


derechos;
II. Tener veintiún años cumplidos el día de la elección;
III.Ser originario del Estado en que se haga la elección o vecino de él con
residencia efectiva de más de seis meses anteriores a la fecha de ella.
Para poder figurar en las listas de las circunscripciones electorales
plurinominales como candidato a diputado, se requiere ser originario de
alguna de las entidades federativas que comprenda la circunscripción en
la que se realice la elección o vecino de ella, con residencia efectiva de más
de seis meses anteriores a la fecha en que la misma se celebre.
La vecindad no se pierde por ausencia en el desempeño de cargos públicos
de elección popular;

IV. No estar en servicio activo en el Ejército Federal, ni atener mando en la


policía o gendarmería rural en el distrito donde se haga la elección,
cuando menos noventa días antes de ella;
V. No ser secretario o subsecretario de Estado, ni magistrado de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, a menos que se separe
definitivamente de sus funciones noventa días antes de la elección.
Los gobernadores de los Estados no podrán ser electos en las entidades de
sus respectivas jurisdicciones durante el período de su encargo, aun
cuando se separen definitivamente de sus puestos.
Los secretarios de gobierno de los Estados, los magistrados y jueces
federales o del Estado, no podrán se electos en las entidades de sus
respectivas jurisdicciones si no separan definitivamente sus cargos
noventa días antes de la elección;
VI. No ser ministro de algún culto religioso; y
VII. No estar comprendido en alguna de las incapacidades que señala el
artículo 59.
ARTÍCULO 56 - La Cámara de Senadores se compondrá de dos miembros
por cada Estado y dos por el Distrito Federal, nombrados en elección
directa. La Cámara se renovará por mitad cada tres años.
La legislatura de cada Estado y la Comisión Permanente del congreso de la
Unión, en el caso del Distrito Federal, declararán electo al que hubiese
obtenido la mayoría de los votos emitidos.
ARTÍCULO 57 - Por cada senador propietario se elegirá un suplente.
ARTÍCULO 58 - Para ser senador se requieren los mismos requisitos que
para ser diputado, excepto el de la edad, que será de treinta años
cumplidos el día de la elección.
ARTÍCULO 59 Los senadores y diputados al Congreso de la Unión no
podrán ser reelectos para el período inmediato.
Los senadores y diputados suplentes podrán ser electos para el período
inmediato con el carácter de propietarios, siempre que no hubieren estado
en ejercicio; pero los senadores y diputados propietarios no podrán ser
electos para el período inmediato con el carácter de suplentes.

ARTÍCULO 60 - Cada Cámara calificará a través de un Colegio Electoral la


elegibilidad y la conformidad a la ley de las constancias de mayoría o de
asignación proporcional a fin de declarar, cuando proceda, la validez de la
elección de sus miembros.
El Colegio Electoral de la Cámara de Diputados se integrará por cien
presuntos diputados propietarios nombrados por los partidos políticos en
la proporción que les corresponda respecto del total de las constancias
otorgadas en la elección de que se trate.
El Colegio Electoral de la Cámara de Senadores se integrará, tanto con los
presuntos senadores que hubieren obtenido la declaración de la legislatura
de cada Estado y de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, en
caso del Distrito Federal, como con los senadores de la anterior legislatura
que continuarán en el ejercicio de su encargo.
Las constancias otorgadas a presuntos legisladores cuya elección no haya
sido impugnada ante el tribunal serán dictaminadas y sometidas desde
luego a los Colegios Electorales, para que sean aprobadas en sus términos,
salvo que existiesen hechos supervinientes que obliguen a su revisión por
el Colegio Electoral correspondiente.
Las resoluciones del tribunal electoral serán obligatorias y sólo podrán ser
modificadas o revocadas por los Colegios Electorales mediante el voto de
las dos terceras partes de sus miembros presentes, cuando de su revisión
se deduzca que existan violaciones a las reglas en materia de admisión y
valoración de pruebas y en la motivación del fallo, o cuando éste sea
contrario a derecho.
Las resoluciones de los Colegios Electorales serán definitivas e inatacables.
-

ARTICULO 61 - Los diputados y senadores con inviolables por las


opiniones que manifiesten en el desempeño de sus cargos y jamás podrán
ser reconvenidos por ellas.
El presidente de cada Cámara velará por el respeto al fuero constitucional
de los miembros de la misma y por la inviolabilidad del recinto donde se
reúnan a sesionar.
ARTÍCULO 62 - Los diputados y senadores propietarios, durante el período
de su encargo, no podrán desempeñar ninguna otra comisión o empleo de
la Federación o de los Estados por los cuales se disfrute sueldo, sin
licencia previa de la cámara respectiva; pero entonces cesarán en sus
funciones representativas, mientras dure la nueva ocupación. La misma
regla se observará con los diputados y senadores suplentes, cuando
estuviesen en ejercicio. La infracción de esta disposición será castigada
con la pérdida del carácter de diputado o senador.

ARTICULO 63 - Las Cámaras no pueden abrir sus sesiones ni ejercer su


cargo sin la concurrencia, en la de Senadores, de las dos terceras partes, y
en la de Diputados de más de la mitad del número total de sus miembros;
pero los presentes de una y otra deberán reunirse el día señalado por la
ley y compeler a los ausentes a que concurran dentro de los treinta días
siguientes, con la advertencia de que si no lo hiciesen se entenderá, por
ese solo hecho, que no aceptan su encargo, llamándose luego a los
suplentes los que deberán presentarse en un plazo igual, y si tampoco lo
hiciesen, se declarará vacante el puesto y se convocará a nuevas
elecciones.
Se entiende también que los diputados o senadores que falten diez días
consecutivos, sin causa justificada o sin previa licencia del presidente de
su respectiva Cámara con la cual se dará conocimiento a ésta, renuncian a
concurrir hasta el período inmediato, llamándose desde luego a los
suplentes.
Si no hubiese quórum para instalar cualquiera de las Cámaras, o para que
ejerzan sus funciones una vez instaladas, se convocará inmediatamente a
los suplentes para que se presenten a la mayor brevedad a desempeñar su
cargo, entretanto transcurren los treinta días de que antes se habla.
Incurrirán en responsabilidad y se harán acreedores a las sanciones que la
ley señale, quienes habiendo sido electos diputados o senadores no se
presente, sin causa justificada a juicio de la Cámara respectiva, a
desempeñar el cargo dentro del plazo señalado en el primer párrafo de este
artículo. También incurrirán en responsabilidad, que la misma ley
sancionará, los partidos políticos nacionales que habiendo postulado
candidatos en una elección para diputados o senadores, acuerden que sus
miembros que resultaren electos no se presenten a desempeñar sus
funciones.
ARTICULO 66 Cada período de sesiones ordinarias durará el tiempo
necesario para tratar todos los asuntos mencionados en el artículo
anterior, pero el primero no podrá prolongarse más que hasta el 31 de
diciembre del mismo año, y el segundo hasta el 15 de julio del mismo año.
ARTÍCULO 71 - El derecho de iniciar leyes o decretos compete:
I.Al Presidente de la República;
II. A los diputados y senadores al Congreso de la Unión; y
III. A las legislaturas de los Estados.
Las iniciativas presentadas por el Presidente de la República, por las
legislaturas de los Estados o por las diputaciones de los mismos, pasarán
desde luego a comisión. Las que presentaren los diputados o los
senadores, se sujetarán a los trámites que designe el reglamento de
debates.

ARTÍCULO 72 - Todo proyecto de ley o decreto, cuya resolución no sea


exclusiva de alguna de las Cámaras, se discutirá sucesivamente en ambas,
observándose el reglamento de debates sobre la forma, intervalos y modo
de proceder en las discusiones y votaciones;

ARTÍCULO 73 - El Congreso tiene facultad:


I. Para admitir nuevos Estados a la Unión Federal;
II. Para formar nuevos Estados dentro de los límites de los existentes,
siendo necesario al efecto:
1ro. Que la fracción o fracciones que pidan erigirse en Estados cuenten
con una población de ciento veinte mil habitantes, por lo menos;
2do. Que se compruebe ante el Congreso que tiene los elementos bastantes
para proveer a su existencia política;
-

3ro. Que sean oídas las legislaturas de los Estados de cuyo territorio se
trate sobre la conveniencia o inconveniencia de la erección del nuevo
Estado, quedando obligadas a dar su informe dentro de seis meses,
contados desde el día en que se les remita la comunicación respectiva;
4to. Que igualmente se oiga al Ejecutivo de la Federación, el cual enviará
su informe dentro de siete días contados desde la fecha en que le sea
pedido;
5to. Que sea votada la erección del nuevo Estado por dos terceras partes
de los diputados y senadores presentes en sus respectivas Cámaras;
6to. Que la resolución del Congreso sea ratificada por la mayoría de las
legislaturas de los Estados, previo examen de la copia del expediente,
siempre que hayan dado su consentimiento las legislaturas de los Estados
de cuyo territorio se trate;
7mo. Si las legislaturas de los Estados de cuyo territorio se trate, no
hubieren dado su consentimiento, la ratificación de que habla la fracción
anterior deberá ser hecha por las dos terceras partes del total de las
legislaturas de los demás Estados;
ARTÍCULO 78 - Durante los recesos del Congreso de la Unión habrá una
Comisión Permanente compuesta de 37 miembros de los que 19 serán
diputados y 18 senadores, nombrados por sus respectivas Cámaras la
víspera de la clausura de los períodos ordinarios de sesiones. Para cada
titular las cámaras nombrarán de entre sus miembros en ejercicio, un
sustituto.

ARTÍCULO 79 - La comisión, además de las atribuciones que


expresamente le confiere esta Constitución, tendrá las siguientes:
I. Prestar su consentimiento para el uso de la Guardia Nacional, en los
casos de que habla el artículo 76, fracción IV:
II. Recibir, en su caso, la protesta del Presidente de la República, de los
miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y de los
magistrados del Distrito Federal;
III. Resolver los asuntos de su competencia, recibir durante el receso del
Congreso de la Unión las iniciativas de ley y proposiciones dirigidas a las
Cámaras, y turnarlas para dictamen a las comisiones de la Cámara a la
que vayan dirigidas; a fin de que despachen en el inmediato período de
sesiones;
IV. Acordar por sí o a propuesta del Ejecutivo la convocatoria del
Congreso, o de una sola Cámara, a sesiones extraordinarias, siendo
necesario en ambos casos el voto de las dos terceras partes de los
individuos presentes. La convocatoria señalará el objeto u objetos de las
sesiones extraordinarias;
V. Otorgar o negar su aprobación a los nombramientos de ministros de
la Suprema Corte, así como a sus solicitudes de licencia que le someta el
Presidente de la República;
VI. Conceder licencia hasta por treinta días al Presidente de la
República y nombrar el interino que supla esa falta; y
VII. Ratificar los nombramientos que el Presidente de la República haga
de ministros, agentes diplomáticos, cónsules generales, empleados
superiores de hacienda, coroneles y demás jefes superiores del Ejército,
Armada y Fuerza Aérea nacionales, en los términos que la ley disponga;
VIII. Conocer y resolver sobre las solicitudes de licencia que le sean
presentadas por los legisladores federales;
ARTÍCULO 80 - Se deposita el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo de la
Unión en un solo individuo, que se denominará "Presidente de los Estados
Unidos Mexicanos".
ARTICULO 81 - La elección del Presidente será directa y en los términos
que disponga la ley electoral.
ARTÍCULO 82 - Para ser Presidente se requiere:
I. Ser ciudadano mexicano por nacimiento, en pleno goce de sus derechos,
e hijo de padres mexicanos por nacimiento;
II. Tener treinta y cinco años cumplidos al tiempo de la elección;
III. Haber residido en el país durante todo el año anterior al día de la
elección;

IV. No pertenecer al estado eclesiástico ni ser ministro de algún culto;


V. No estar en servicio activo, en caso de pertenecer al Ejército, seis meses
antes del día de la elección;
VI. No ser Secretario o Subsecretario de Estado, Jefe o Secretario
General de Departamento Administrativo, Procurador General de la
República, ni Gobernador de algún Estado a menos de que se separe de
su puesto seis meses antes del día de la elección; y
VII. No estar comprendido en alguna de las causas de incapacidad
establecidas en el artículo 83.
ARTÍCULO 89 - Las facultades y obligaciones del Presidente son las
siguientes:
I. Promulgar y ejecutar las leyes que expida el Congreso de la Unión,
proveyendo en la esfera administrativa a su exacta observancia;
II. Nombrar y remover libremente a los Secretarios del despacho, al
Procurador General de la República, al titular del órgano u órganos por
el que se ejerza el gobierno en el Distrito Federal, remover a los agentes
diplomáticos y empleados superiores de Hacienda y nombrar y remover
libremente a los demás empleados de la Unión, cuyo nombramiento o
remoción no esté determinado de otro modo en la Constitución o en las
leyes;
III. Nombrar los ministros, agentes diplomáticos y cónsules generales,
con aprobación del Senado;
IV. Nombrar, con aprobación del Senado, los coroneles y demás oficiales
superiores del
Ejército, Armada y Fuerza Aérea nacionales y los empleados superiores de
Hacienda;
V. Nombrar a los demás oficiales del Ejército, Armada y Fuerza Aérea
nacionales con arreglo a las leyes;
VI. Disponer de la totalidad de la Fuerza Armada permanente, o sea del
Ejército terrestre, de la Marina de Guerra y de la Fuerza Aérea, para la
seguridad interior y defensa exterior de la Federación;
VII. Disponer de la Guardia Nacional para los mismos objetos, en los
términos que previene la fracción IV del artículo 76;
VIII. Declarar la guerra en nombre de los Estados Unidos Mexicanos,
previa ley del Congreso de la Unión;
IX. (Derogada);

ARTÍCULO 99 - Las renuncias de los ministros de la Suprema Corte de


Justicia solamente procederán por causas graves; serán sometidas al
Ejecutivo, y si éste las acepta, serán enviadas para su aprobación al
Senado, y en su receso, a la de la Comisión Permanente.
“RESUMEN LA REALIDAD JURIDICA Y LA INFLUENCIA
EN LA METODOLOGIA DEL DERECHO”

La investigación en el Derecho suele ser catalogada como un acto de mera


recopilación de datos y emisión de conclusiones de acuerdo con la opinión
personal del autor o autores de la investigación. Con bastante frecuencia
se hace referencia a los grandes avances en otras ciencias cuya aplicación
es tan palpable que se llega a considerar que en las ciencias sociales no ha
habido adelantos que se le puedan comparar. Por ello, uno de los
propósitos de la presente unidad es tratar de mostrar que en las ciencias
sociales la aplicación del método científico puede ser tan riguroso como en
cualquier otra materia y que los productos cuentan también con una
meticulosidad del mismo calado o tal vez mayor, dado que el objeto de
estudio que se encuentra en juego es, de manera directa el hombre y la
sociedad, cuyas actuaciones por supuesto no se pueden reproducir en un
laboratorio para estudiarlas detenidamente, como ocurre en las llamadas
“ciencias duras”. Basta con dar una ligera mirada a la teoría
contemporánea de disciplinas como la Sociología y la Psicología, que han
tenido una gran evolución respecto de los postulados tradicionales. Por
otra parte, en virtud de la inter y multidisciplinar edad, la
interconectividad de teorías particulares para resolver problemas de otra
disciplina se ha reflejado en conclusiones realmente sorprendentes. En
nuestra propia disciplina, hace tan sólo algunos años, no se vislumbraba
siquiera la posibilidad de sistemas expertos e inteligencia artificial
aplicados al campo jurídico, por mencionar sólo un ejemplo. Eso, desde
nuestro punto de vista también es espectacular, tanto o quizá más que un
robot en la pizca de la fresa que sabe distinguir entre una verde y una
madura. Revisaremos la aplicación del método científico en nuestra
disciplina, así como algunos métodos adecuados para la realización de
investigaciones jurídicas. Estudiaremos algunas de las más
paradigmáticas posturas que han tratado de explicar el avance de la
ciencia. Todo ello será de gran utilidad no solamente en el estudio de esta
unidad y de esta disciplina, sino también para la vida cotidiana. Tal es el
caso del acento que pone Paul Feyerabend al comparar a la ciencia con la
religión, para ejemplificar el aletargamiento al que hemos sido sometidos
durante siglos por parte de reducidos círculos.
Artículo 41

La última reforma del artículo 41 constitucional, publicada en el Diario


Oficial de la Federación del 19 de abril de 1994, estableció que se
reformaban los párrafos octavo, noveno, décimo séptimo y décimo octavo
del artículo 41 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, para quedar como sigue, respectivamente: La organización de
las elecciones federales es una función estatal que se rea-liza a través de
un organismo público autónomo, dotado de personalidad jurídica y
patrimonio propios, en cuya integración concurren los poderes Ejecutivo y
Legislativo de la Unión, con la participación de los partidos políticos
nacionales y de los ciudadanos según lo disponga la ley. En el ejercicio de
esa función estatal, la certeza, la legalidad, independencia, imparcialidad y
objetividad serán principios rectores.
El organismo público será autoridad en la materia, profesional en su
desempeño y autónomo en sus decisiones; contará en su estructura con
órganos de dirección, ejecutivos, técnicos y de vigilancia. El órgano
superior de dirección se integrará por consejeros y consejeros ciudadanos
designados por los poderes Legislativo y Ejecutivo y por representantes
nombrados por los partidos políticos. Los órganos ejecutivos y técnicos
dispondrán del personal calificado necesario para prestar el servicio
profesional electoral. Los órganos de vigilancia se integrarán
mayoritariamente por representantes de los partidos políticos nacionales.
Las mesas directivas de casillas estarán integradas por ciudadanos.
El Tribunal Federal Electoral se organizará en los términos que señale la
ley. Para el ejercicio de su competencia contará con cuerpos de
magistrados y jueces instructores, los cuales serán independientes y
responderán sólo al mandato de la ley. Los magistrados del Tribunal
deberán satisfacer los requisitos que establezca la ley, que no podrán ser
menores de los que señala esta Constitución para ser ministro de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación. Serán electos por el voto de las
dos terceras partes de los miembros presentes de la Cámara de Diputados,
a propuesta del presidente de la República.
Los consejeros ciudadanos del órgano superior de dirección deberán
satisfacer los requisitos que señale la ley y serán electos por el voto de las
dos terceras partes de los miembros presentes de la Cámara de Diputados,
de entre los propuestos por los grupos parlamentarios en la propia
Cámara. La ley señalará las reglas y el procedimiento correspondientes.
Resumen las reglas no escritas.

Cuanto mayor es el número de personas que conviven y cuanto mayor es


la extensión territorial en la que se produce la convivencia, tanto más
necesaria es la presencia de normas escritas para que dicha convivencia
sea posible de una manera pacífica. El Derecho se convirtió en un universo
en expansión creciente y acelerada desde que el Estado Nacional se
constituyó en la forma dominante de organización del poder. El número de
normas que se publican en el Estado español en un solo año es superior a
todas las dictadas durante los siglos de la Monarquía preconstitucional.
Con la eclosión de lo que hemos venido a calificar como globalización, la
expansión del universo jurídico se ha acelerado todavía más. No se puede
dar prácticamente un paso sin que nos encontremos con una norma de
referencia para nuestra conducta.
Esta expansión de la norma escrita es imprescindible. Una sociedad
individualista que descansa en los principios de igualdad jurídica y de
libertad personal, se convierte inexorablemente en una cadena
ininterrumpida de relaciones jurídicas, en la que inevitablemente se
producen tensiones y conflictos de manera regular. Disponer de normas
acerca de lo que cabe esperar de cada una de las partes de la relación
jurídica es la única manera de disponer de una referencia objetiva para
dar respuesta a los mismos.
Esta omnipresencia de la norma escrita no hace, sin embargo, desaparecer
por completo la existencia de la norma no escrita en la ordenación de la
convivencia.
Al contrario. Cuanto mayor es la presencia de la norma escrita, más
indispensable resulta el respeto de las pocas, poquísimas normas no
escritas, que son en cierta medida la atmósfera que hace posible la vida en
el universo de la norma escrita.
Esta semana lo hemos podido comprobar con dos acontecimientos que han
centrado la atención de la opinión pública. Me refiero, como el lector
probablemente ya ha advertido, a la destitución del ministro de Cultura y
del seleccionador nacional de fútbol. Ninguno de ellos ha infringido
ninguna norma escrita. El exministro infringió una norma tributaria, sin
que dicha infracción llegara a ser constitutiva de delito y con el pago de la
deuda tributaria y de la sanción que se le impuso, carecía de cualquier
antecedente que le inhabilitara para el ejercicio del cargo. El ex
seleccionador tenía un contrato con la Federación que no le impedía entrar
en negociación para poder entrenar a un club de fútbol o incluso a la
selección de otro país. El hecho de que en su contrato hubiera una
cláusula de rescisión es la mejor prueba de ello. Al llegar a un acuerdo con
el Real Madrid no ha incumplido ninguna norma.

Y, sin embargo, los dos han incumplido una norma no escrita, que los
inhabilitaba para continuar en el puesto que estaban ocupando. No hay
ninguna norma escrita que obligara a Màxim Huertas a tener que informar
al presidente del Gobierno de que había sido condenado en sentencia firme
por haber defraudado a Hacienda. No hay ninguna norma escrita que
obligaran a Julen Lopetegui a informar al presidente de la Federación que
estaba negociando con el Real Madrid.
Pero ambos tenían la obligación moral de hacerlo. Un Gobierno no puede
operar si los ministros ocultan al presidente información que este tiene
necesariamente que conocer para decidir si los nombra o no. Una selección
nacional no puede competir si el seleccionador le oculta al presidente de la
Federación que en los días previos a que empiece el campeonato del
mundo está negociando su incorporación a un club. En ninguna parte se
pone esta obligación por escrito, porque a nadie se le ocurre que eso pueda
suceder. Es posible que de ahora en adelante se tenga que hacerlo.
La ocultación de información en una relación que descansa en la confianza
en expresión superlativa, es mucho más grave que el incumplimiento de
una norma escrita, porque es un indicador de una manera de ser, de un
rasgo de personalidad. Si Màxim Huerta hubiera informado a Pedro
Sánchez, se hubiera podido explicar a la opinión pública el nombramiento
poniendo de manifiesto que una condena tributaria no tiene por qué ser
una condena de por vida para ocupar un ministerio. Si Julen Lopetegui
hubiera informado al presidente de la Federación de la oferta que había
recibido del Real Madrid, se podría haber explicado a la opinión pública y
haberlo mantenido como seleccionador hasta el final del campeonato. Lo
que no es admisible es que personas que están en la élite de la sociedad se
comporten de la forma en que lo han hecho. La degradación moral que
posibilita conductas como estas es lo que resulta preocupante.
Resulta incomprensible que ninguno de los dos anticipara que, para ser
ministro o seleccionador nacional no basta con no haber infringido una
norma cuyo cumplimiento sea exigible ante los tribunales de justicia, sino
que es imprescindible cumplir las normas no escritas a través de las
cuales se reconoce en una sociedad la honorabilidad de una conducta.
No solamente se han faltado el respeto a sí mismos, sino que nos han
faltado el respeto a todos.
Afortunadamente, la destitución ha sido fulminante.
Ofrecer de entrada una definición de costumbre pretendidamente definitiva
sería una labor inútil, entre otras razones y no la menos fundamental
porque sería incompleta. En todo caso, para aproximarse a la idea y
relevancia de la costumbre

ciertamente no excesiva, como luego insistiremos en el ordenamiento


parlamentario, puede ser de cierta utilidad el recordatorio del concepto
utilizado en el ámbito de la teoría general del Derecho y, en concreto, el
que recogiera entre nosotros F. de Castro, para quien la costumbre era la
norma “creada e impuesta por el uso social” En todo caso, alejándonos de
toda pretensión dogmatizante, ha de reconocerse que tiene cierta dificultad
referirse a la teoría general de esta fuente jurídica. Puede apuntarse como
primera idea, y relevante a nuestros efectos, que la costumbre ha sido una
de las principales víctimas, sea en el plano práctico, sea en el teórico de los
vaivenes proyectados sobre el sistema de fuentes del Derecho por las
diversas teorías jurídico-políticas presentes en cada época 2. Sirva como
apunte la referencia de B. Pendás, quien de forma gráfica ha indicado la
“mala imagen” de la costumbre en la época de la “racionalización” que se
inicia con el movimiento constitucional. Así, al margen del fenómeno
británico se encuentra por diversas razones en unas condiciones
desventajosas respecto de las fuentes escritas, en cuanto van ser
consideradas éstas más propicias al objeto de obtener una mayor
generalidad, seguridad y garantía en el desmantelamiento de las
instituciones del Antiguo Régimen. Si bien, pasada la breve fase del
constitucionalismo revolucionario, durante la amplia etapa de la
monarquía constitucional o constitucionalismo liberal propiamente dicho
su incidencia se pretendiera notable, al menos en el plano teórico. Ahora
bien, con el triunfo en el último tercio del siglo XIX del positivismo legalista
por influencia fundamentalmente de la escuela alemana de Derecho
público, y hasta llegar a alcanzar con H. Kelsen sus últimos estadios en los
primeros decenios del siglo XIX, la costumbre, cuando menos en lo que
respecta al Derecho público, sufriría un nuevo e importante embate. Y no
olvidemos que el movimiento codificador discurre en amplia medida en
paralelo al movimiento constitucional. En efecto, dado el intento propuesto
por esta corriente metodológica de reconciliación del
“logos” con la voluntad del legislador empírico en los términos propuestos
por ejemplo de un B. Windscheid , se llegaría a formular la hipótesis de un
legislador ideal, al que se creyera capaz de prever todos los casos en los
entresijos de la realidad, o de otro modo, a la consideración de una ley —
escrita— más sabia que el legislador, por emplear la expresión utilizada
más tarde por G. Radbruch. Con todo, pese a estos retrocesos, la
costumbre sigue siendo fuente del Derecho en los sistemas jurídicos
continentales europeos, y el nuestro no constituye excepción, si bien, en
que lo ahora importa a efectos de un ensayo sintético de las características
del actual, y sobre todo por lo que afecta al marco del Derecho público, ha
de partirse del reconocimiento generalizado del muy limitado y casi anexos
tente alcance e influencia de la misma, hasta el punto de atribuírsele una
posición claramente secundaria y subordinada en el conjunto del sistema
de fuentes
Articulo 99
El Tribunal Electoral será, con excepción de lo dispuesto en la fracción II
del artículo 105 de esta Constitución, la máxima autoridad jurisdiccional
en la materia y órgano especializado del Poder Judicial de la Federación.
Para el ejercicio de sus atribuciones, el Tribunal funcionará en forma
permanente con una Sala Superior y salas regionales; sus sesiones de
resolución serán públicas, en los términos que determine la ley. Contará
con el personal jurídico y administrativo necesario para su adecuado
funcionamiento. La Sala Superior se integrará por siete Magistrados
Electorales. El Presidente del Tribunal será elegido por la Sala Superior, de
entre sus miembros, para ejercer el cargo por cuatro años. Al Tribunal
Electoral le corresponde resolver en forma definitiva e inatacable, en los
términos de esta Constitución y según lo disponga la ley, sobre: I. Las
impugnaciones en las elecciones federales de diputados y senadores; II.
Las impugnaciones que se presenten sobre la elección de Presidente de los
Estados Unidos Mexicanos que serán resueltas en única instancia por la
Sala Superior. Las salas Superior y regionales del Tribunal sólo podrán
declarar la nulidad de una elección por las causales que expresamente se
establezcan en las leyes. La Sala Superior realizará el cómputo final de la
elección de Presidente de los Estados Unidos
Mexicanos, una vez resueltas las impugnaciones que se hubieren
interpuesto sobre la misma, procediendo a formular, en su caso, la
declaración de validez de la elección y la de Presidente Electo respecto del
candidato que hubiese obtenido el mayor número de votos. III. Las
impugnaciones de actos y resoluciones de la autoridad electoral federal,
distintas a las señaladas en las dos fracciones anteriores, que violen
normas constitucionales o legales; IV. Las impugnaciones de actos o
resoluciones definitivos y firmes de las autoridades competentes de las
entidades federativas para organizar y calificar los comicios o resolver las
controversias que surjan durante los mismos, que puedan resultar
determinantes para el desarrollo del proceso respectivo o el resultado final
de las elecciones. Esta vía procederá solamente cuando la reparación
solicitada sea material y jurídicamente posible dentro de los plazos
electorales y sea factible antes de la fecha constitucional o legalmente
fijada para la instalación de los órganos o la toma de posesión de los
funcionarios elegidos; V. Las impugnaciones de actos y resoluciones que
violen los derechos político electorales de los ciudadanos de votar, ser
votado y de afiliación libre y pacífica para tomar parte en los asuntos
políticos del país, en los términos que señalen esta Constitución y las
leyes.
La crisis de Morena y el papel del INE y el escenario del tribunal
electora
secretaria general de Morena en funciones de presidenta, presentó este
martes ante Instituto Nacional Electoral (INE) una carta en la que anunció
que el partido renunciará al 75% de sus recursos para 2020.
Polevnsky explicó que este porcentaje equivale a 1,240 millones de pesos.
En 2018, la dirigente morenista había prometido devolver la mitad de los
recursos que le habían sido asignados para este año al partido fundado
por el presidente Andrés Manuel López Obrador, algo que no ocurrió.
Nosotros hemos logrado y hemos hecho lo que hemos hecho sin haber
tenido dinero, sin recursos, con mucha gente comprometida, dedicada,
que estaba decidida a hacer un cambio verdadero”, comentó en
conferencia de prensa en la que estuvo acompañada del consejero
presidente del INE, Lorenzo Córdova.
La dirigente de Morena aseguró que en el partido no es el dinero el que “les
marca la pauta” por lo que confió que el gobierno federal hará el mejor uso
de estos recursos en rubros que requieren atención. “Ojalá lo dediquen al
sector salud que es donde más va a ser útil”, mencionó .

Polevnsky firmó este martes un convenio con el Instituto Electoral para


usar su aplicación en la re afiliación de los militantes de Morena, una
medida a la que el Tribunal Electoral le había ordenado .
Luego de los resultados de la elección del 2018, Morena obtuvo un
financiamiento de 1,600 millones de pesos. En esa ocasión, Yeidckol
Polevnsky aseguró que renunciarían al 50% de los recursos, es decir, que
solo se quedarían con 800 millones, pero hasta ahora esto solo se quedó
en promesa, pues no se ha registrado ninguna devolución ante el INE.
En la Cámara de Diputados, Morena impulsa una reforma que prevé
modificar el artículo 41 de la Constitución para disminuir en 50% el
financiamiento público de los partidos políticos.
Sobre ese tema, el presidente López Obrador afirmó este martes que todos
los partidos deben sumarse a la política de austeridad y que la fuerza que
fundó, Morena, debe poner el ejemplo en esta materia.
Resumen derechos individuales civiles y políticos

Los Derechos Humanos son el conjunto de prerrogativas sustentadas en la


dignidad humana, cuya realización efectiva resulta indispensable para el
desarrollo integral de la persona. Este conjunto de prerrogativas se
encuentra establecido dentro del orden jurídico nacional, en nuestra
Constitución Política, tratados internacionales y las leyes.

Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres


humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo,
origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición.
Todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna.
Estos derechos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles.

Los derechos humanos universales están a menudo contemplados en la ley


y garantizados por ella, a través de los tratados, el derecho internacional
consuetudinario, los principios generales y otras fuentes del derecho
internacional. El derecho internacional de los derechos humanos establece
las obligaciones que tienen los gobiernos de tomar medidas en
determinadas situaciones, o de abstenerse de actuar de determinada
forma en otras, a fin de promover y proteger los derechos humanos y las
libertades fundamentales de los individuos o grupos.

El respeto hacia los derechos humanos de cada persona es un deber de


todos. Todas las autoridades en el ámbito de sus competencias, tienen la
obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos
humanos consignados en favor del individuo.

Los derechos humanos son inalienables. No deben suprimirse, salvo en


determinadas situaciones y según las debidas garantías procesales. Por
ejemplo, se puede restringir el derecho a la libertad si un tribunal de
justicia dictamina que una persona es culpable de haber cometido un
delito.
Los derechos humanos son iguales y no discriminatorios: La no
discriminación es un principio transversal en el derecho internacional de
derechos humanos. Está presente en todos los principales tratados de
derechos humanos y constituye el tema central de algunas convenciones
internacionales como la Convención Internacional sobre la Eliminación de
todas las Formas de Discriminación Racial y la Convención sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.

El principio se aplica a toda persona en relación con todos los derechos


humanos y las libertades, y prohíbe la discriminación sobre la base de una
lista no exhaustiva de categorías tales como sexo, raza, color, y así
sucesivamente. El principio de la no discriminación se complementa con el
principio de igualdad, como lo estipula el artículo 1 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos:
“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.
Los derechos humanos incluyen tanto derechos como
obligaciones. Los Estados asumen las obligaciones y los deberes, en
virtud del derecho internacional, de respetar, proteger y realizar los
derechos humanos. La obligación de respetarlos significa que los Estados
deben abstenerse de interferir en el disfrute de los derechos humanos, o
de limitarlos. La obligación de protegerlos exige que los Estados impidan
los abusos de los derechos humanos contra individuos y grupos. La
obligación de realizarlos significa que los Estados deben adoptar medidas
positivas para facilitar el disfrute de los derechos humanos básicos. En el
plano individual, así como debemos hacer respetar nuestros derechos
humanos, también debemos respetar los derechos humanos de los
demás.
La aplicación de los derechos humanos a la que se encuentran
obligadas todas las autoridades se rige por los principios de universalidad,
interdependencia, indivisibilidad y progresividad.
El principio de la universalidad. Todas las personas son titulares
de todos los derechos humanos. Dicho principio se encuentra
estrechamente relacionado a la igualdad y no discriminación. No obstante,
para lograr la igualdad real se debe atender a las circunstancias o
necesidades específicas de las personas.
Principio de Interdependencia: Consiste en que cada uno de los
derechos humanos se encuentran ligados unos a otros, de tal manera que
el reconocimiento de uno de ellos, así como su ejercicio, implica
necesariamente que se respeten y protejan múltiples derechos que se
encuentran vinculados.
Principio de Indivisibilidad: Implica que los derechos humanos no
pueden ser fragmentados sea cual fuere su naturaleza. Cada uno de ellos
conforma una totalidad, de tal forma que se deben reconocer, proteger y
garantizar de forma integral por todas las autoridades.
Principio de interdependencia e indivisibilidad: Todos los
derechos humanos, sean éstos los derechos civiles y políticos, como el
derecho a la vida, la igualdad ante la ley y la libertad de expresión; los
derechos económicos, sociales y culturales, como el derecho al trabajo, la
seguridad social y la educación; o los derechos colectivos, como los
derechos al desarrollo y la libre determinación, todos son derechos
indivisibles, interrelacionados e interdependientes. El avance de uno
facilita el avance de los demás. De la misma manera, la privación de un
derecho afecta negativamente a los demás.
Principio de Progresividad: Constituye una obligación del Estado
para asegurar el progreso en el desarrollo constructivo de los derechos
humanos, al mismo tiempo, implica una prohibición para el Estado
respecto a cualquier retroceso de los derechos. El Estado debe proveer las
condiciones más óptimas de disfrute de los derechos y no disminuir ese
nivel logrado.
14 DATOS SOBRE LA HISTORIA DEL IFE

El instituto inició funciones tras las controvertidas elecciones de


1988, no obtuvo autonomía de forma inmediata y organizó varios procesos
electorales en los que se puso a prueba su imparcialidad

A continuación, te presentamos algunos datos relevantes sobre el


organismo que estuvo encargado de organizar elecciones en los últimos 14
años.
• Arranca el IFE en 1990.
• El primer IFE no fue autónomo, inició sesiones no como un
organismo autónomo y ciudadano, sino como un organismo
perteneciente al Estado.
• Su primera sesión la presidió el entonces secretario de Gobernación,
Fernando Gutiérrez Barrios, y no fue hasta 1994 cuando se dio la
primera gran reforma al instituto.
• En 1992 se creó por primera vez una credencial para votar que
incluía la fotografía del votante, la cual comenzó a servir como
identificación oficial.
• El proceso de ciudadanización del instituto inició en 1994.
• En 1994 se eliminó el requisito de ser abogado para poder ser
consejero del instituto, con lo que el cargo de consejero magistrado
cambió al del consejero ciudadano.
• No fue sino hasta 1997, cuando el presidente del consejo general fue
presidido por un ciudadano, José Woldenberg, quien sucedió a
Emilio Chuayffet.
• El Instituto pasó sus primeras pruebas durante las elecciones
federales de 1997 y la elección presidencial de 2000.
• El IFE organizó en 1997 la elección federal en la que el Partido
Revolucionario Institucional (PRI) perdería por primera vez la
mayoría en el Congreso, y tres años después organizó le elección en
la que el mismo partido perdió la presidencia ante el candidato del
Partido Acción Nacional (PAN), Vicente Fox.
Al sucesor de Woldenberg, Luis Carlos Ugalde, le tocó presidir un
IFE que durante la elección presidencial de 2006, la más competida
y controvertida, luego de que el resultado final dio una diferencia
porcentual entre Felipe Calderón, candidato del PAN, y el de
izquierda Andrés Manuel López Obrador, de sólo 0.56 por ciento.
• Ugalde, a diferencia de Woldenberg, no pudo dar a conocer el
nombre de un ganador la noche de la elección, la cual se resolvió en
los tribunales a favor del candidato del PAN.
• Bajo la dirección de Valdés Zurita, el IFE introdujo por primera vez
el voto electrónico, el recuento de votos y la cuota de género.
• Antes de terminar oficialmente sus actividades para dar paso al
Instituto Nacional Electoral, el IFE aprobó dos modelos de credencial
de elector, para que los ciudadanos decidan si quieren que en esta
aparezca o no su domicilio.
• El año pasado se dio a conocer que el instituto pagaría 1.6 millones
de pesos por el mantenimiento del salón de sesiones del consejo
general, de su auditorio y por otras adecuaciones, lo que derivó en
acusaciones de partidos.
LAS REGLAS DE LA DEMOCRACIA

El sistema de política desarrollado por Aristóteles

Después de estos dos filósofos, Aristóteles no ponía tanto énfasis en


la necesidad de acceder a una verdad universal y absoluta
independientemente de las consecuencias que esto tuviese, pero sí creyó
importante fijar una serie de reglas para que la democracia fuese lo
más perfecta posible, evitando los riesgos de la corrupción y de las
triquiñuelas retóricas.

Esta serie de reglas de la democracia de Aristóteles fueron escritas


en su libro Política, y son las siguientes:

1. Elegir todas las magistraturas entre todos

Aristóteles entendía que la política afecta a todos y que por


consiguiente todos deben tener el derecho de influir en la política.

2. Que todos manden sobre el individuo y que el individuo


mande sobre todos

Este encaje entre los intereses colectivos y los individuales era


considerado fundamental para que la democracia no tuviese puntos ciegos.

3. Que los cargos públicos se designen por sorteo

Este filósofo griego creía que, allí donde fuese posible y donde la
necesidad de conocimientos técnicos no fuese un escollo, los cargos debían
ser elegidos por sorteo para evitar el tráfico de influencias.

4. Que una persona no pueda ejercer dos veces el mismo


cargo

Aristóteles creía que esta regla de la democracia era fundamental


para que no permaneciesen ciertos cargos enquistados, lo cual haría que
los intereses personales de la persona se mezclasen con los objetivos
políticos que persigue.

5. Que la misma persona solo ocupe a la vez un cargo público

Esta regla, que contaba con la excepción de las personas dedicadas


a la protección de la ciudad mediante el ejército, podía servir como un
modelo primitivo de separación de poderes.

6. Que los cargos públicos sean de corta duración

Esto era necesario, una vez más, para que los intereses personales
de los políticos no interfiriesen demasiado con su rol político.

7. Que los cargos elegidos administren justicia

La idea de la justicia debía estar por encima de los objetivos políticos


y de las estrategias concretas, por el bien del conjunto de la población y
para no sentar precedentes de injusticia.

8. Que la asamblea del pueblo tenga poder sobre todas las


cosas

Las decisiones fundamentales debían de proceder de la soberanía del


pueblo, no de las decisiones de unas pocas personas.

9. Que ningún cargo público sea vitalicio

Esto era necesario para impedir que apareciesen brechas entre el


poder de los cargos públicos y el resto de la población. Si existen cargos
vitalicios, estos podrían tomar cualquier medida injusta, dado que tienen
garantizado un extra de poder durante toda su vida y por consiguiente no
tendrían por qué pagar las consecuencias.
ELECCIONES DE 1994

Las elecciones federales de México de 1994 se llevaron a cabo el


domingo 21 de agosto de 1994, y en ellas fueron electos a nivel federal:
• Presidente de la República. Jefe de Estado y de Gobierno electo
para un periodo de seis años no reelegibles en ningún caso, y que
comenzó su gobierno el 1 de diciembre de 1994. El candidato electo
fue Ernesto Zedillo Ponce de León.
• 96 Senadores. Miembros de la cámara alta del Congreso de la
Unión, 3 senadores por cada una de las 32 entidades federativas,
electos por el principio de mayoría relativa (2 por entidad) y por la
primera minoría (1 por entidad) . Los senadores son electos de
manera directa por un periodo de seis años que comenzó el 1 de
septiembre de 1994.
• 500 Diputados Federales. Miembros de la cámara baja del
Congreso de la Unión, 300 elegidos de manera directa por cada
distrito uninominal y 200 elegidos indirectamente a través de un
sistema de listas nacionales por cada una de las 5 circunscripciones
en las que se divide el país, todos por un periodo de tres años, que
comenzó el 1 de septiembre de 1994.
Las elecciones se llevaron a cabo en un ambiente político tenso tras el
alzamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) el 1 de
enero de ese año en Chiapas y el asesinato del candidato del PRI a la
presidencia Luis Donaldo Colosio el 23 de marzo en Lomas Taurinas de
Tijuana. Aunque no se llegó a los niveles de tensión de 1988, la mayoría
de los analistas políticos coinciden en que la gente votó por la continuidad
del partido en el gobierno como una forma de contrarrestar su miedo a la
desestabilización del país después de cinco años percibidos como de
progreso en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari
Según el sitio del IFE, estos fueron los resultados en las elecciones para
diputados.
Candidatos no registrados 47,898 0.14% Votos nulos 1,126,218 3.24%
Total 34,811,903 100.00%
ELECCIONES 2000

Las elecciones federales de México de 2000 se llevaron a cabo el


domingo 2 de julio de 2000 siendo estas las últimas del Siglo XX y del II
milenio, y en ellas fueron electos a nivel federal:
• Presidente de la República. Jefe de Estado y de Gobierno electo para
un periodo de seis años no reelegibles en ningún caso, y que
comenzó su gobierno el 1 de diciembre de 2000. El candidato electo
fue Vicente Fox Quesada, primer presidente de oposición electo en
71 años.
• 128 Senadores. Miembros de la cámara alta del Congreso de la
Unión, 3 por cada estado de la federación y por el Distrito Federal,
electos de manera directa y 32 por una lista nacional, todos por un
periodo de seis años que comenzó el 1 de septiembre de 2000.
• 500 Diputados Federales. Miembros de la cámara baja del Congreso
de la Unión, 300 elegidos por el principio de mayoría relativa en
distritos uninominales y 200 elegidos por el principio de
representación proporcional en 5 circunscripciones plurinominales
en las que se divide el país (40 escaños por circunscripción), todos
por un periodo de tres años, que comenzó el 1 de septiembre de
2000.

Partido Revolucionario Institucional


Para las elecciones del año 2000, el PRI llevó a cabo un inédito proceso
interno para elegir a su candidato presidencial, debido a que el presidente
Ernesto Zedillo quería desmarcarse del tradicional ritual sucesorio priista
que se había mantenido durante 71 años «El llamado dedazo está muerto»
llegó a decir el presidente. Los precandidatos fueron Francisco Labastida,
Roberto Madrazo, Manuel Bartlett y Humberto Roque Villanueva. A pesar
de la declaración del presidente, durante todo el proceso se mantuvo la
percepción de que Francisco Labastida era el aspirante más cercano al
presidente Zedillo, y por eso el que resultaría como el candidato oficial.
Durante la elección destacó la confrontación entre Madrazo y Labastida, y
la actitud “retadora” de Madrazo hacia Zedillo, como su lema de campaña
«Dale un Madrazo al Dedazo». La elección se llevó a cabo el 7 de noviembre
del 1999, en donde se hicieron presentes las ya clásicas y conocidas
prácticas fraudulentas como el “ratón loco”, las “urnas embarazadas”, y el
acarreo.21 Aun así, Madrazo reconoció el resultado de la elección, después
de una reunión con Labastida en Los Pinos, en donde intervino Zedillo
para evitar la ruptura de Madrazo con el PRI, después regreso al gobierno
de Tabasco. Francisco Labastida fue proclamado candidato del PRI el 20
de noviembre de 1999. Los resultados de la elección del 7 de noviembre
fueron los siguientes:

Partido Acción Nacional.


Vicente Fox Quesada ex gobernador de Guanajuato se convirtió en el
candidato presidencial pues desde 1997 se pronunció para ser
precandidato del PAN a la Presidencia de la República, fue registrado como
precandidato único y hubo una elección interna para ratificarlo.

Partido de la Revolución Democrática


Luego de que Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo se
pronunciaran como interesados en ser candidatos empezó una pugna que
terminó con la salida de Muñoz Ledo del PRD. Muñoz Ledo dijo que si no
había un
“verdadero proceso democrático” en el PRD era inevitable que la misma
persona fuera candidato por tercera ocasión. Los órganos del PRD
designaron a Cárdenas como candidato y Muñoz Ledo fue candidato por el
PARM

Las elecciones de 2000 fueron un parteaguas en la historia de


México, debido a que por primera vez en la era moderna de la nación el
Partido Revolucionario Institucional resultó derrotado en una elección
presidencial, dado que desde su fundación en 1929 con el nombre de
Partido Nacional
Revolucionario, todos los presidentes mexicanos habían sido los candidatos
de éste Partido político, que había gobernado por más de 70 años.
GOBIERNO DIVIDIDO

El tema principal de este ensayo se inclina por una de las


consecuencias más importantes de las elecciones de julio de 1977: la
inauguración de un gobierno con mayorías divididas y sus posibles
implicaciones para los mexicanos. De igual manera, este trabajo incorpora
las teorías sobre las coaliciones parlamentarias, así como los escenarios de
confrontación entre el poder ejecutivo y el legislativo. Según se lee. Los
caminos que se anuncian para la vida política mexicana ya no se someten
a los criterios de la unanimidad.

En los últimos años, mucho se ha escrito sobre la naturaleza del


poder presidencial, sobre sus bases político-institucionales y su papel
como piedra angular del sistema político mexicano por más de seis
décadas. Pese a las diferencias interpretativas y a las posturas ideológicas,
existe un consenso en considerar que la figura ambivalente del presidente
de la República como jefe de Estado y líder de su partido— es la clave para
comprender la estabilidad de nuestro excepcional régimen político.

Desde 1929, con la creación del Partido Nacional Revolucionario y la


consolidación de la institución presidencial en la década siguiente, se
establecieron las características básicas del sistema presidencial
mexicano. A partir de entonces y hasta 1988, los cimientos del
presidencialismo mexicano fueron siempre los mismos: la existencia de
una presidencia con amplias prerrogativas constitucionales en lo federal y
local, la convivencia de un poder ejecutivo fuerte con un legislativo débil y
—en los hechos monopartidista, así como la existencia de poderes
presidenciales de facto, provenientes de la tradición política. De los
elementos anteriores, destacan aquellos ubicados más allá de las
facultades constitucionales del ejecutivo: su liderazgo indiscutible sobre el
Partido Revolucionario Institucional, la disciplina de los legisladores del
PRI y la facultad de cada mandatario para designar candidatos a distintos
puestos de elección popular, incluyendo al candidato a la presidencia de la
república.

Así las cosas, el poder presidencial en nuestro país, salvo contadas


excepciones, conoció muy pocos límites, en su mayoría emanados de la
prudencia del mandatario en turno, más que del control que otras
instituciones hicieran, en particular el poder legislativo. Las iniciativas de
ley, los presupuestos y las reformas constitucionales transitaron las más
de las veces sin ningún obstáculo; como señala Luis Aguilar, la presidencia
mantuvo el monopolio de la política y de las políticas.

Como primer elemento significativo tenemos que, a través del PRI, el


presidente mantenía su intervención en los procesos de selección de
candidatos a diputados y senadores. La mayoría de los legisladores debían
su asiento en las Cámaras al ejecutivo federal y no a los electores. Fue
común que los candidatos seleccionados por el PRI tuvieran asegurado su
escaño, una vez transcurridas las elecciones. Un segundo elemento fue la
disciplina de partido. Los legisladores se hallaban disciplinados al
presidente porque no tenían incentivos para actuar de manera contraria.
La disciplina era la fórmula política que los diputados y senadores
ejercitaron para dar continuidad a sus carreras políticas, puesto que se
premiaba la disciplina y se castigaba la desobediencia.

El esquema de control del ejecutivo hacia el legislativo se mantuvo


firme la mayor parte de este siglo. Sin embargo, en 1988 los resultados de
las elecciones comenzaron a modificar los patrones de conducta de los
legisladores y el dominio legislativo del PRI perdió una primera batalla. En
efecto, en aquella ocasión, casi la mitad de los escaños quedaron en manos
de los partidos de oposición. El PRI tuvo que recurrir a una alianza
legislativa para alcanzar las dos terceras partes de los votos, lo que implicó
también la inauguración de la compra de votos parlamentarios como
estrategia política.

ALTERNANCIA POLITICA

Alternancia en el poder es un concepto propio de las ciencias políticas que


describe la posibilidad de permitir una pacífica alternancia en los líderes y
partidos políticos que ejercen el poder político". Tal posibilidad es propia de
la democracia representativa, que mediante elecciones libres (bien en un
sistema bipartidista, bien en un sistema multipartidista; y tanto en los
sistemas parlamentarios como en los sistemas presidencialistas), permite
que el cambio de gobierno, siguiendo los mecanismos previstos en las leyes
y la Constitución, exprese la voluntad general. Las legislaciones suelen
imponer la limitación temporal de los mandatos (por ejemplo, cuatro años)
y, en algunos casos, el principio de no sus enemigos) son consustanciales a
la democracia tanto el cambio como la reversibilidad.
Es habitual el seguimiento de un protocolo de traspaso de poderes,
con una ceremonia o ritual (investidura) que incluya la presencia del
gobernante saliente y el gobernante entrante, recibiendo éste de aquél
algún elemento simbólico (un bastón de mando, una banda presidencial), y
realizándose algún tipo de juramento que culmine la toma de posesión.
Según la concepción tradicional, la posibilidad de alternancia
política es una condición necesaria para la democracia, aunque no sea una
condición suficiente: de hecho la alternancia en el poder puede efectuarse
con criterios completamente ajenos a la democracia, como ocurrió en
numerosas coyunturas históricas.
En la mayor parte de los casos, los principios que regulan la
sucesión monárquica prevén el ejercicio vitalicio del poder (tanto en las
monarquías electivas como en las hereditarias), aunque en algunos casos
el mecanismo permite el acceso de un nuevo gobernante de forma pactada
con el anterior, como ocurría con la práctica de sucesión imperial en el
Alto Imperio Romano (mediante adopción) o de asociación al trono en las
monarquías germánicas. Las revoluciones que pusieron fin al Antiguo
Régimen dieron lugar a distintas prácticas de ejercicio del poder y de
alternancia en él, considerándose un modelo el parlamentarismo inglés
(que reservaba al rey el poder ejecutivo, quien en la práctica procuraba
ponerlo en manos de un primer ministro que respondiera a la mayoría
parlamentaria).
El siglo XIX en España no contó con ninguna posibilidad de la
alternancia democrática en el poder: primero se impuso la reacción
absolutista sobre el liberalismo gaditano (1814) y luego se estableció una
prologada serie de pronunciamientos militares (entre 1820 y 1874) que
suponían la alternancia violenta. La alternancia pacífica se consiguió con
el turismo de la Restauración (entre 1874 y 1923), pero con mecanismos
completamente opuestos a la democracia (pucherazo). No fue hasta la
Segunda República Española (1931-1936) en que se asentó el principio de
alternancia, cediendo el poder el gobierno que perdía unas elecciones al
nuevo gobierno elegido en ellas (hasta entonces, el mecanismo era el
opuesto: todos los gobiernos, del signo que fuera, ganaban las elecciones
-que convocaban y gestionaban a su conveniencia- tras llegar al poder, y
no antes). En el caso de los regímenes de partido único, la alternancia en
el poder se logra mediante mecanismos internos de lucha por el poder o
de reparto del poder, como el que se establecía entre las familias del
franquismo (1939-1975).

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