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Anatomía de la Articulación Temporomandibular (ATM)

Aun cuando las uniones de los huesos del cráneo permanecen con cierta
laxitud por un tiempo variable, en edad adulta dichas uniones se calcificarán
formando sinostosis. Sólo la mandíbula continuará formando una articulación
móvil al unirse con el temporal (diartrosis), formando la articulación
temporomandibular o ATM. La ATM, por tanto, es la única articulación móvil en
la cabeza, y no es una, sino dos, a ambos lados del cráneo, con la participación
de tres huesos; ambos temporales y la mandíbula.

En sentido estricto, la ATM es la articulación que se realiza entre el cóndilo de


la mandíbula y el hueso temporal. Es una articulación de tipo diartrosis,
sinovial, bicondílea. Está compuesta por un conjunto de estructuras anatómicas
que, con la ayuda de grupos musculares específicos, permite a la mandíbula
ejecutar variados movimientos aplicados a la función masticatoria (apertura y
cierre, protrusión, retrusión, lateralidad). Existe, además, una articulación
dentaria entre los dientes superiores e inferiores, que mantiene una relación de
interdependencia con la ATM: Cualquier trastorno funcional o patológico de
localización en cualquiera de ellas será capaz de alterar la integridad del resto
del sistema.

La articulación en si misma está compuesta por una serie de elementos


anatómicos, cada uno tan relevante como el resto:

I. Superficie Articular del Temporal: Fosa mandibular o Cavidad


Glenoidea, que además presenta una cara o faceta articular, y un
tubérculo o eminencia articular ubicado anterior a la fosa.
Topográficamente, la zona articular se ubica por delante del hueso
timpánico y de la fisura petrotimpánica (Fisura de Glaser, en norma
antigua); y de detrás de la raíz de la apófisis cigomática. La fosa articular
es cóncava en sentido anteroposterior y lateral, y el techo de la fosa es
muy delgado y vulnerable a fracturas; en golpes violentos o caídas sobre
la mandíbula esta superficie podría fracturarse provocando una
perforación y penetración del cóndilo hacia la cavidad craneal. Por tanto
la superficie articular propiamente dicha es el borde posterior de la
eminencia articular, que cuenta con una vertiente posterior angulada en
30-35º con respecto a la horizontal, y una curvatura anteroposterior de
constricción variable.

La fosa mandibular y la vertiente posterior de la eminecia articular están


cubiertos por tejido conectivo fibroso, de tipo fibrocartílago con un espesor
promedio de 0,5 mm que permite resistir el roce constante. Dicho tejido está
ausente en la parte más profunda.

II. Superficie Articular Mandibular: Dada por el cóndilo mandibular. La


cabeza del cóndilo es una eminencia de forma elíptica que corona la
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rama mandibular, unida a ella por el cuello del cóndilo. La superficie
articular tiene dos vertientes: Una anterior, convexa, que mira arriba y
adelante y otra posterior, plana y vertical. Mide cerca de 15 a 20 mm en
sentido transversal y 8 a 10 mm en sentido anteroposterior.

Cómo en otras articulaciones, entre las dos superficies articulares se interpone


un elemento para corregir la incongruencia de las superficies óseas. En este
caso el disco o menisco articular.

III. Disco articular: Corresponde a una estructura de naturaleza fibrosa,


con células cartilaginosas en su periferia. Está desprovisto de fibras
nerviosas y de vasos sanguíneos, posee forma elíptica y está adaptado a
ambas superficies articulares. Hacia sus extremos se confunde con el
tejido de la cápsula articular. En los movimientos acompaña al cóndilo
mandibular, de manera que se desplaza en conjunto con él. En edades
tempranas, el disco tiene una elevada proporción de tejido cartilaginoso,
y ya en el adulto se ve una marcada preponderancia de tejido fibroso,
más resistente. Al unirse a la cápsula, el disco dividirá la articulación en
dos: una cavidad supradiscal, y una infradiscal. El disco presenta dos
caras: Una, anterosuperior, que es cóncava en su parte más anterior
para adaptarse a la eminencia del temporal, y convexa en la parte más
posterior, que se adapta a la cavidad glenoidea. Otra posteroinferior,
cóncava, que cubre al cóndilo mandibular. El borde posterior del disco es
más grueso que el anterior y se divide en dos láminas elásticas,
ligeramente distensibles: Una se dirige hacia el hueso temporal (freno
discal superior) y la otra al cóndilo mandibular (freno discal inferior). Las
dos extremidades laterales (interna y externa) se doblan ligeramente
hacia abajo y se fijan por medio de delgados fascículos
fibrosos(ligamentos cóndilo-discales) a ambos polos del cóndilo
mandibular, lo que explica que el disco acompañe a la mandíbula en sus
desplazamientos.

En la zona posterior del disco se observa una formación de tejido fibroelástico,


conocida como Lámina Retrodiscal, Bilaminar o Retrodisco, que no actúa como
superficie articular. Las fibras superiores de esta lámina se unen a la sutura
tímpanoescamosa y las inferiores a la zona posterior del cuello del cóndilo.
Entre ambos grupos se sitúa un tejido conectivo areolar. Es una zona ricamente
inervada y vascularizada, generalmente responsable del dolor en las patologías
articulares.

IV. Cápsula Articular: Revestimiento fibroso y laxo alrededor de toda la


articulación. Permite una gran amplitud de movimientos. Se fija en el
borde inferior de la eminencia articular y en los bordes de la cavidad
articular alcanzando la zona de la sutura petrotimpánica. De esta
manera los elementos vasculares y nerviosos entran por este lugar. Está
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formada por dos planos de haces de fibras verticales: Uno superficial, de
fibras largas y gruesas, desde la base del cráneo al cuello de la
mandíbula. Otro profundo, de fibras cortas, que van del temporal al
disco, y del disco al cóndilo mandibular. La cápsula articular es delgada
en casi toda su extensión, sobre todo en la parte anterior, donde se
insertan algunos fascículos de los músculos pterigoideos laterales. En
zonas donde las fuerzas de tracción son mayores se engruesa para
formar los ligamentos intrínsecos de la ATM. Una pequeña región ventral
y media no presenta cápsula articular, puesto que aquí se inserta el
tendón del músculo pterigoideo lateral directamente en la zona anterior
del disco. Ésta, por tanto, es la porción más débil de la cápsula, lo que
hace muy frecuente la luxación anterior del disco. La cápsula articular se
encuentra revestida en su interior por la Membrana Sinovial, que va a
regular la producción, composición y secreción del líquido sinovial a las
cavidades articulares superior e inferior. Mediante este mecanismo se
mantiene la vitalidad de las estructuras articulares.

V. Ligamentos:

i. Intrínsecos:

1. Ligamento Lateral Externo (o Temporomandibular): tiene


forma de abanico, con su parte ancha en la zona del arco
cigomático, extendiéndose más allá de la eminencia
articular, y con su parte más estrecha insertándose en el
cuello del cóndilo. Actúa como suspensorio de la mandíbula
en los movimiendos de apertura moderada (rotación).

2. Ligamento Lateral Interno: Ocupa el lado interno de la


cápsula. Es más delgado que el LTM.

3. Ligamento Anterior

4. Ligamento Posterior

ii. Extrínsecos:

1. Ligamento Esfenomandibular: Desde la porción lateral de la


espina del esfenoides hasta la língula mandibular.

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Universidad de Antofagasta
2. Ligamento Estilomandibula: Desde la apófisis estiloides
hasta el borde posterior de la rama mandibular y su cara
interna, por encima del gonion.

3. Ligamento Pterigomandibular: Desde el gancho del ala


medial de la apófisis pterigoides hasta la zona retromolar
del hueso alveolar de la mandíbula.

VI. Vascularización e Inervación:

Posee una irrigación de procedencia múltiple, destacándose las ramas


articulares de las arterias temporal superficial y maxilar.

1. Arteria Temporal Superficial, rama Parotídea.

2. Arteria Maxilar, ramas Timpánica Anterior, Meníngea Media


y Temporal Profunda Media.

3. Arteria Carótida Externa: Arteria Auricular Posterior, Arteria


Palatina Ascendente y Arteria Faríngea Superior.

El drenaje venoso de las estructuras lo realiza principalmente el plexo


pterigoideo, a través del retrodisco que se vacía con cada movimiento de la
articulación.

La inervación sensitiva va a estar dada por los nervios Aurículotemporal


y Masetérico, en los sectores posterior y anterior, respectivamente; ambos
provenientes del Nervio Mandibular, tercera rama del Nervio Trigémino.

Anatomía de la ATM – Sánchez B, Rodolfo – Unidad de Anatomía,


Universidad de Antofagasta

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