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o UNIDAD I Concepto y perspectivas de la pequeña empresa latinoamericana

Se estima que por lo menos 60% de la fuerza de trabajo de Perú es absorbida por la economía informal.

Los programas de asistencia para el desarrollo empresarial de las micros y pequeñas empre-
sas están dirigidos a establecer la capacidad del apoyo que las instituciones del gobierno pueden
ofrecerles, ya sea mediante sus programas bilaterales o multilaterales, cuyos costos son imposibles
de sostener, por lo que se convierten en grandes elefantes blancos; así, son pocos los que plantean
verdaderos programas o proyectos de solución a sus problemas técnicos y f,nancieros.
Constantemente, dichos programas y proyectos, y otros productos de alianzas responden a la
política nacional o son consecuencia de problemas macros de distinta índole que repercuten en
la situación social o económica de los países y que requieren de modificaciones políticas y ajus-
tes estructurales, que sería más peligroso si no se hicieran. Organismos internacionales como el
Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), laOrganización de Estados
Americanos (OEA), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Agency for International
Development de Estados Unidos (AID), laOrganización de las Naciones Unidas para el Desarrollo
Industrial (ONUDI), la ONU, el Women's World Banking (WWB), Young Presidents' Orgariza-
tion (YPO), entre otros, proponen una política empresarial que utilice el término "empresario"
tanto pa.ra negocios o empresas independientes y redituables como para negocios y empresas no
lucrativas en los que el problema de productividad o rendimiento se torna caótico y que presentan
gastos de operación costosos, especialmente en las naciones más pobres. Además, se deben con-
siderar también las grandes instituciones tanto públicas como privadas de asistencia con actividad
intraempresarial muy grande y en las que se faculta a mujeres y minorías con deseos empresariales
en desventaja.
Asimismo, en el sector empresarial se han generando cambios que buscan promover las lla-
madas "industrias chimenea" por medio de incentivos impositivos y otros apoyos para justifrcar la
importancia del crecimiento de las empresas e industrias caseras en economías locales; además, se
plantean sistemas que apoyen y fortalezcan a compañías de reciente creación, y que se redefinan
programas de flnanciamiento en los denominados capitales de riesgo, fondos de fomento, inversio-
nistas ángeles, capital semilla, programa de microcréditos, etc. En forma aislada, aparecen progra-
mas de apoyo y estímulo a las exportaciones, sustitución de importaciones, apoyo a la creación de
empresas de base tecnológica e innovación y competitividad, con la idea de resolver el problema
del déficit competitivo que exhiben nuestros países en desarrollo. El problema financiero que re-
claman las pequeñas empresas y el apoyo que demandan, está ligado al gran problema económico,
social y técnico que rebasa todos los ámbitos y sectores donde se hallan.
Todo lo anterior hace suponer que los grandes problemas de las pequeñas empresas de países
desarrollados y de países en vías de desarrollo son similares. Entre los principales problemas a que
se enfrentan, podemos citar:

o poder identificar, capacitar y mantener a los buenos empleados,


o saber negociar las políticas regulatorias del gobierno,
r la falta de capital,
o la falta de acceso al crédito,
. saberse cuidar de las grandes empresas,
o la falta de capacidad y habilidad administrativa del dueño de la pequeña empresa.

Revolución empresarial-emprendedora
En Latinoamérica, muchos desean ser independientes y dueños de su propio negocio; no obs-
tante, aún hay una fuerte tendencia a trabajar para alguien, sobre todo, de ser empleado de una
gran corporación. La idea de trabajar de manera independiente comenzó en la década de 1950 en
Estados Unidos, con los trabajadores de las fábricas, y se intensificó en la década de 1970 con el

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