Lo Siento

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Fragmentos de la saga stave

Primer libro:

Lauren se sentó a mi lado en el avión, jugueteando con mi iPhone. —No entiendo


cómo puedes tener tan mal gusto en la música. Hemos sido amigas por años. ¿No te he
enseñado nada?
—A no tomar tequila.
Ella rodeó los ojos.

—¿Qué? —Lo seguí hasta la puerta principal, quedándome unos pasos detrás de él
por si acaso era más prensa.
Abrió la puerta y David entró, con el rostro malhumorado y furioso. —Pedazo de
mierda. Será mejor que no la hayas tocado. ¿Dónde está ella?
—La pequeña novia está ocupada en otra parte. —Mal ladeó la cabeza, dándole a
David una mirada fresca—. ¿Por qué diablos te importa?
—No empieces conmigo. ¿Dónde está?
En silencio, Mal cerró la puerta, enfrentando a su amigo. Dudé, aguardando atrás. Muy bien,
así que me escondía de una manera cobarde. Como sea.

cosas. —Con las manos en las caderas, Mal se paró frente a la pared de ventanas,
admirando la magnificencia de la naturaleza—. Hombre, checa la vista.
—Bonito, ¿eh? —dijo Tyler detrás de su bebida—. Espera a ver el estudio.
Mal ahuecó sus manos alrededor de su boca. —Rey Hipster. ¡Baja aquí!
—Hola, cariño. —Pam entró deambulando, girando un juego de llaves con su dedo—.
Traté de hacer que esperaran unas horas, pero como ves, perdí. Lo siento.
—No importa —dije. No soy mucho de abrazar normalmente. No lo hacíamos mucho en mi
familia. Mis padres preferían más un método de manos libres. Sin embargo, Pam era tan
agradable que le devolví el abrazo justo cuando lanzó sus brazos alrededor de mí.

Su mirada se detuvo en mi cara, paciente y amable. Esto dolía. Algo dentro de mí se


sentía frágil y él lo sacaba directamente a la luz. El amor hace que parezcas sensible.
Ser precavida y no cometer locuras había quedado muy atrás. Era demasiado tarde
para preocuparme. Las palabras ya estaban allí. Si el amor era para los tontos que así
sea. Al menos yo sería uno honesto.
Me acarició la cara con el dorso de los dedos. —Esa fue una cosa hermosa que decir.
—David, no pasa nada…
—Eres tan jodidamente importante para mí—dijo, deteniéndome en corto—. Quiero
que lo sepas.
—Gracias. —¡Ay!, no eran exactamente las palabras que quería oír después admitir que lo
amaba.

—Me preguntaste si eras mi intento de una vida normal. Necesito que lo entiendas, no
es eso en absoluto. Estar contigo, lo que siento por ti, me pone los pies en la tierra. Me
haces cuestionarme jodidamente todo. Me dan ganas de hacer las cosas mejor. Me dan
ganas de ser mejor. No puedo ocultarme de la mierda o poner excusas cuando se trata
de ti, porque eso no va a funcionar. Ninguno de nosotros es feliz cuando las cosas son
así y quiero que seas feliz... —Su frente se arrugo y las cejas oscuras se tensaron—.
¿Entiendes?
—Creo que sí —le susurré, sintiendo tanto por él en ese momento que no sabía en qué
dirección estaba.
Volvió a bostezar, con la mandíbula abriéndose. —Lo siento. Joder, estoy agotado. ¿Te
importa si cierro los ojos durante cinco minutos?

Gran libro leelo completo!!!

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