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4 Las Respuestas A Las Crisis Por La Gran Depresión
4 Las Respuestas A Las Crisis Por La Gran Depresión
la crisis por la
gran depresión
Economía
Argentina
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Los años 20
En los años 20, el Gobierno hizo un esfuerzo por volver a la convertibilidad a la
paridad de guerra. Aunque no logró retornar a los niveles de precios de
entonces, en 1927 se decidió volver a la antigua paridad de 2,27 pesos = 1
dólar = 11,40 libras, sin que ello lograra bajar al nivel de precios de posguerra.
Entre 1918 y 1920, los salarios aumentaron más que el costo de vida, pero, a
partir de 1920, este último declinó, lo que redundó en el aumento en
términos de poder de compra de los salarios. Esta alza importante en los
salarios reales en Argentina puede que haya tenido que ver con la ampliación
del proceso de participación política y con la caída en la inmigración en los
años de guerra, que hizo que la oferta de trabajo no fuera tan flexible como
antes de la guerra.
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Ley 9479. (1914). Fondo de conversión y operaciones de redescuento. Honorable Congreso
de la Nación Argentina. Recuperado de https://goo.gl/jsU713
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La suba salarial en Argentina en los años veinte fue bastante mayor que en los
países europeos, lo cual dio motivo a que los empresarios locales se quejaran
por la pérdida de competitividad que ello implicaba, acentuada por el hecho
del auge de la industria textil, con un valor agregado de trabajo importante.
Si bien durante los años de la guerra los salarios reales disminuyeron, después
de 1920 ocurrió todo lo contrario. Los precios bajaron, pero los salarios
nominales se mantuvieron en sus niveles anteriores, lo que implicó una fuerte
suba en los salarios reales. Hacia fines de la década, se produjo un gran
cambio en la distribución del ingreso.
Entre los años 1924 y 1928, los salarios reales subieron un 4,4 % por año,
mientras que el producto per cápita creció un 0,9 % anual, lo cual repercutió
negativamente sobre las ganancias de los empresarios y dio lugar a conflictos
distributivos.
Es así como, en esta década, una proporción alta del ahorro se destinó al pago
de los préstamos y a las remesas de beneficios, significando un 27 % de
nuestras exportaciones promedio entre 1923 y 1929.
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realizaron con capitales extranjeros. Tal es el caso de los ferrocarriles, cuya
corriente principal de inversiones provino de Gran Bretaña. Luego de la
guerra, no solo disminuyó la inversión extranjera, sino que cambió su destino.
La recuperación de 1917-1927
El PBI (producto bruto interno), que durante la guerra cayó casi una cuarta
parte, tuvo una gran recuperación y en la década de los veinte casi se duplicó.
Los precios de las exportaciones bajaron desde fines de la guerra hasta 1922
un 41 %, mientras que las importaciones lo hicieron en un 22 %. Entre 1923 y
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1925, las exportaciones tuvieron un repunte, para continuar bajando hasta
1930.
Tras una salida de oro, 70 millones oro durante 1929, en octubre se decidió
cerrar la Caja de Conversión. A partir de entonces, la emisión no correspondió
necesariamente a la cantidad de oro depositado en la caja, dado que comenzó
a emitir también sobre la base de redescuentos del Banco Nación y luego
también sobre deuda del Gobierno (parte de los bonos del empréstito
patriótico). Así, la emisión, que tenía respaldo en oro, disminuía, y aumentaba
la emisión con redescuento. A pesar de todo, las reservas de oro continuaron
bajando porque el Gobierno retiró oro para pagos de la deuda externa.
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El empréstito patriótico y la ampliación de los redescuentos al
Gobierno
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Ley 11580. (1932). Empréstito Patriótico y Solidario. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de https://goo.gl/wJUxCz
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éste un instrumento que tendría profundas consecuencias en la vida argentina
y que modificaría el rol que hasta entonces había tenido el Estado.
El tipo de cambio oficial se mantuvo estable hasta 1933, lo cual dio lugar a que
a ese precio la demanda superara a la oferta y hubo racionamiento. En enero
de 1932, se dictó un decreto que obligaba los exportadores a la presentación
de un permiso previo en que constara toda venta de cambio realizada por los
bancos.
El Pacto Roca-Runciman
3Ley 11639. (1932). Convenio sobre Reciprocidad en el Pago de Indemnizaciones por Accidentes de
Trabajo con Bélgica. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://goo.gl/sEJqDf
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Las empresas que deseaban enviar sus ganancias generadas en el país al
extranjero no podían obtener divisas por el control de cambios instaurado en
octubre de 1931. Estos excedentes, acumulados en dos años, se depositaron
en bancos o invirtieron en títulos públicos, alcanzando alrededor de 13
millones de libras (250 millones de pesos). Como no era posible adquirir en el
país ese volumen de divisas de una sola vez sin que el peso se deprecie
fuertemente, el problema radicaba en obtenerlas en el exterior y a crédito
para poder venderlas a los que tenían pesos y querían libras para enviarlas a
Gran Bretaña. Por otra parte, el Gobierno nacional, causante de la
indisponibilidad de divisas, decidió sustituir a los deudores locales de
obligaciones en moneda extranjera, asumiendo sus deudas a cambio de las
sumas ahorradas por ellos en pesos. Ello significó para el Gobierno acceder a
recursos en pesos a cambio de tomar deuda a largo plazo en libras. De ese
modo logró captar ahorro doméstico.
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2. Se dividió el mercado cambiario en uno oficial y otro libre. En el
primero, el precio comprador regía para las exportaciones
tradicionales y transferencias financieras oficiales y el precio vendedor
para las importaciones esenciales. En el mercado libre, se liquidaban
divisas de exportaciones no tradicionales. El Gobierno también
intervino en ese mercado libre para evitar la volatilidad.
3. Se dispuso que toda importación debía tener el permiso de la
Comisión de Control de Cambios.
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Ley 12155. (1935). Banco Central de la República Argentina. Creación. Honorable Congreso
de la Nación Argentina. Recuperado de https://goo.gl/vbteSf
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Referencias
Cortés Conde, R. (2007). La economía política de la Argentina en el siglo XX.
Buenos Aires, AR: Edhasa.
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