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Biblia Profana PDF
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Profana
Silvia Rivas
BIBLIA PROFANA
Silvia Rivas
Ilustración de portada:
Silvia Rivas
Entre la bala que impulsó mi ojo
y su muerto reciente:
La caída del mundo en una calle,
el giro de una rueda de un carro
atravesando el día.
El último tren alejándose a la muerte.
PROFECÍAS
Sol ambiguo.
Pájaros de silencio.
En la carta,
barro caliente,
al ras de la carne,
del afán,
del arma tardía,
inútil.
Sol ambiguo.
Pájaros de silencio.
BALDÍOS
Anda Dios
de fango y de ceniza,
sangrando muertes olvidadas.
Y el tiempo
es un sueño que otros inventaron para
nombrar el dolor.
SUICIDIO
De estopa,
una luna amarillenta
silencia el despojo.
¿Qué pasa en la tierra que el cielo cada vez es más
chico?
FITO PÁEZ
COTIDIANO
Amarillos falaces
profanan la siesta
de otro día sin rumbo.
La primavera
exhausta
perece de gemas cautivas,
pero nadie lo ha notado.
Extraviada
en los anzuelos de sus pasos solitarios,
la humanidad
olvida los cántaros y el cielo.
Pero hay dos manos que el hombre hace tiempo ya
olvidó.
ROBERTO SÁNCHEZ
MORADA
Alguien se pregunta
donde queda la puerta de Dios.
Y es que Dios
desanda los pasos de los locos
para llegar a un lugar
en donde nadie espera.
Pero es mejor ser muerto que número que viene y va
CHARLY GARCÍA
UN LOCO
Y seguir olvidando.
Olvidar la verdad enlutada,
la miserable,
la que se pone a mendigar en las veredas
como cristos deshabitados.
Profetas
A cada cual su fe pequeña,
su regocijo de agua breve en la
continua inmensidad de páramo.
PRIMER PECADOR
I
En círculo,
caen lluvias extraviadas
de otras muertes.
Ausente la piedra.
Ausente el sudario.
Los maderos, verdes.
II
Un rostro de incienso
lo atraviesa en apocalipsis.
Hay luces de purgatorio.
El ángel oscuro
prueba su última máscara.
III
Lo reconozco de a vértices,
de a carne inconclusa,
de a espartos.
Por su sangre olvidada
y su nativa intemperie.
IV
Siempre por el revés del sol,
para burlar la ira de las piedras.
-Los náufragos,
cantan por voces de una tempestad-.
V
Para beber,
una encrucijada y una criba.
Mas...¿Quién es capaz de morir por heridas de la
lluvia?
VI
Enarenados de éxodo,
hombres polvorientos
regresan a sus máscaras.
Sin ocasos.
Sin huesos.
Sólo de sombras.
VII
Suenan muertes distantes, antiguas.
Pero la escritura separa aguas
para multiplicar el pan.
-No puede entender las armas de esta guerra-.
VIII
Se quiebra de palomas,
de trémulas voces que reclaman arcilla.
Desata el jagüel
y empieza a preguntar por los locos.
IX
¿Es que ya nadie fabrica balsas?
-Nadie conoce a los pecadores.
Ni a sus tinieblas-.
X
Respira por esos peces, que,
de barro,
va inventando de sus heridas.
No aprende a morir de olvido.
XI
La memoria es de paja,
a orillas de aldea y de mirra.
XII
Quedan de polvo las marionetas.
Del otro lado del mundo.
Como piedras vacías.
XIII
Y él, sin aprender a morir.
Sigue creciendo,
de barro,
para ser del mar.
Pescador.
Y profeta.
XIV
Cuervos en el péndulo.
Días despiertos en astas.
Casta de circo:
arena imperturbable,
un hombre desnudo
y nada.
Y en la tentación,
monedas sin fondo.
Fosas,
que, con creces,
se ahogan de cuervos.
SIN COORDENADAS
DE ARENA Y SIEMPRE
QUÉ VES
Y ahora,
te parece feraz el océano,
y ese sol,
incalculable.
Ahora,
todos los barcos están ahorcados en la cruz
de esa moneda irredenta.
Y vuelves a mirar tu mapa por el cerrojo de un
calendario inútil.
Y aquellos titanes que hicieron a la gloria de tus
osadías,
te miran para burlar el trofeo,
para reclamarte el barro, para vaciar el plinto.
Ya te es inverosímil ese rostro en el espejo.
Y reclamas tu mapa al letal océano.
Y vas por tu lluvia en las corolas...
Pero del tiempo no quedan más que fauces
de geometrías oscuras,
y cascos de palomas acribilladas.
Ahora
la quilla pende de una efigie.
Y tú
de tus fantasmas.
Proverbios
Algo muere, y por necesidad se busca otra
ceniza
Diego Radío
Si tu moneda hablara más de la cuenta
CARLOS SOLARI-EDUARDO BEILINSON
MÁSCARAS
En cada artesanía,
hay algo de redención y de pecado.
¿No se desangra el barro bajo el rostro la arcilla?
¿No se olvidan las corolas
en la estación de arándanos?
Un caminante de polvo
se ha puesto a habitar mis pasos para cobrar
destino.
A ahuecar la marea
donde pájaros invisibles enmudecen
de infinitud, o acaso, trivialidad
y empiezan a trazar las lluvias de otro calendario.
Extraña luz,
que conjura los metales del sol
y recuerda de las piedras,
capullos que aún no abren su pudor a las espinas.
CACERÍA
I
Tigre nutrido de sombras,
desnuda tus cruces, como yo, abre tu sangre.
Desafía con tus certezas mi fe avara.
Dispone a voluntad de mis armas en herrumbre.
Vístete con mis huesos, tan olvidables
que no serán polvo a ningún tiempo.
Atrévete a ese cazador que nadie conoce tanto
como mis vigilias,
porque somos el mismo par de fugitivos.
No dejes de agazapar la geografía de mis pasos;
sabes como nadie dónde se ciñen nuestros acechos.
Desata ira sobre mi carne; soy el más mortal
bajo esta vida.
Guarda en un escaparate mis rastrojos.
Para no volver sobre mí, más trofeo que tu olor
untado de batalla.
II
Fatigado por el sol y por la lluvia,
un poste,
tibio de ira, aún,
clavado en el centro de la tierra.
Y yo,
olvidado de mi nombre y sus guaridas,
sin poder regresar a ninguna muerte.
MORTAL
JOSÉ CAMPUS
PIDO UN POEMA
AMURALLADO
Las paredes
son relojes que, en vano, quieren enmudecer el
polvo.
¡No existen las paredes!
¡No existen los relojes!
Pablo Strika
Sólo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente.
LEÓN GIECO
PAISAJE DE GUERRA
La tarde
se crema, sin ángelus,
en el polvo de un sol ciego.
Es el fin de la genista.
Imágenes paganas se desnudan en sueños
FEDERICO MOURAS
Borracho
de tanto apedrear el alba,
de esa gula
por los desguaces
que dejen rendido al arcángel
sin última piedad.
Esa codicia de soles ácidos...
Famélicas,
de pan agrio,
circulares y oscuras,
caen las horas.
Alfiles que descomponen días
en sepulturas
negras,
blancas,
blancas,
negras...
En el vicio, equivocan batalla.
Vacían hasta los hedores de la guerra.
Y esas piedras,
que ya vacías,
se derrumban de sombra.
NÁUFRAGO
En vano,
busco el río que supo nombrar mis silencios.
Tantos huesos
no bastan
a la sustancia de esta muerte.
Por vaciar
quedan yelmos, quijadas, rocines.
Vaciarlos de hombres.
Hasta la hembra.
Vaciar el hambre.
Queda.
Circunvalar
nanas, molinos, aldeas.
Queda
vaciar el sol.
Hasta la liza.
Vaciar la arena.
Queda
ceñir la luna.
Hasta las rosas
Vaciar desvelos, profecías, poetas.
Tantos huesos,
no bastan.
VAGABUNDO
Profetas ............................................................. 11
PRIMER PECADOR .................................... 12
DELATOR.................................................... 15
SIN COORDENADAS................................. 17
DE ARENA Y SIEMPRE ............................ 18
QUÉ VES ..................................................... 19
Proverbios ......................................................... 20
MÁSCARAS ................................................ 21
CALENDARIOS .......................................... 22
TRAVESÍAS ................................................ 23
DESPUÉS DEL DESIERTO ........................ 24
ANTIGUAS ESCRITURAS ........................ 25
EXTRAÑA LUZ .......................................... 26
ESPEJOS ...................................................... 27
Epístolas............................................................ 28
CACERÍA ..................................................... 29
MORTAL ..................................................... 30
PIDO UN POEMA ....................................... 31
AMURALLADO .......................................... 32
Hechos .............................................................. 33
PAISAJE DE GUERRA ............................... 34
OTRO DÍA NOVENO ................................. 35
NÁUFRAGO ................................................ 37
ESTADO DE SITIO ..................................... 38
VAGABUNDO ............................................ 39
HAMBRUNA ............................................... 40