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Introducción
El nitrógeno se pierde de los sistemas agrícolas por diversas vías, el presente artículo está
enfocado a las pérdidas de nitratos por lixiviación. Teniendo en cuenta que el ion NO3 es un anión
y por tanto no puede ser retenido por las arcillas como ocurre con los cationes, es fácilmente
transportado por el agua. Por tal razón, las láminas de agua excesivas o lluvias abundantes
favorecen el arrastre de NO3 hacia estratos inferiores del perfil del suelo, fuera del alcance de las
raíces. La lixiviación puede presentar las mayores pérdidas de N, principalmente en climas
húmedos, aún por encima de las pérdidas por
volatilización amoniacal.
Evidentemente, las pérdidas de nitratos por lavado hacia aguas subterráneas, representan
pérdidas económicas para el agricultor, no sólo por el desperdicio de nutrimentos que no se
absorben por las raíces sino también por la disminución del rendimiento. Adicionalmente, la
lixiviación de nitratos tiene mayores consecuencias negativas, generando daños a la salud y
contaminación de acuíferos.
Consumo de agua contaminada con nitratos. Debido a daños observados por consumo de agua
con contenido excesivo de nitratos, la OMS ha establecido el nivel crítico en el agua para consumo
humano de 44 ppm como NO3 y 100 ppm para consumo animal. Cabe señalar que el efecto tóxico
lo produce en realidad el nitrito (NO2 ). La reducción de la molécula ocurre en el estómago de
algunos animales, especialmente en los rumiantes y humanos bebés. En el adulto normal el
estómago y la primera parte del intestino delgado son prácticamente estériles debido al bajo pH y
el NO3 se absorbe antes de ser reducido a NO2 . Sin embargo, en los lactantes, el pH del estómago
es más básico y permite el desarrollo de una microflora más abundante que es capaz de reducir los
nitratos. Los nitritos formados son absorbidos y transportados al torrente sanguíneo, donde
oxidan el Fe2+ de la hemoglobina a Fe3+, formando de esta manera metahemoglobina, la cual ya no
puede concretar su función principal, transportar oxígeno (O2 ). Debido a la falta de O2 , la piel del
bebe adquiere una coloración azul (cianosis), por ello, esta enfermedad se conoció como el
síndrome de “blue baby”. Los rumiantes son más susceptibles a la intoxicación con NO3 que los
humanos adultos debido a que en el rumen tienen microflora particularmente hábil para reducir el
NO3 a NO2 .
Nitratos en hortalizas. En los seres humanos también se han reportado casos de toxicidad por NO3
por consumo de cultivos de hoja, tales como espinacas, lechugas o acelgas. Estas verduras pueden
acumular grandes cantidades de nitratos (hasta 10,000 mg.kg-1 de N-NO3 ) y el efecto tóxico de su
consumo es también particularmente grave en los bebes; debido al proceso explicado en párrafos
anteriores. Los nitratos que absorben los vegetales se deben transformar a compuestos orgánicos,
una razón para que esto no ocurra a una tasa adecuada, puede ser una deficiencia de molibdeno
en la fertilización, puesto que provoca baja actividad de la enzima nitrato-reductasa. Cuando
existan probabilidades de que dichas hortalizas tengan niveles altos de nitratos, una estrategia es
realizar la cosecha durante las horas de la tarde, pues habrá menor concentración de nitratos
debido a que durante el día se pudo efectuar la metabolización de la molécula en la fase luminosa.
Considerando los factores anteriores, podemos decir que las zonas con más alto riesgo de y
contaminación de mantos acuíferos por lixiviación de nitratos son aquellas que tengan las
siguientes características: suelos arenosos (muy permeables y limitada capacidad de retención de
agua), nivel freático poco profundo, y pendientes pronunciadas (superiores al 3%) donde se
practica agricultura intensiva.
El contenido de nitratos en las aguas del subsuelo puede ser de origen geológico en algunos casos,
sin embargo, se ha comprobado en distintas regiones del mundo que hay estrecha relación entre
la presencia de nitratos y las zonas agrícolas donde se aplican altas dosis de N. Diversos estudios
afirman que la lixiviación de nitratos en zonas agrícolas puede ser hasta de un 40%. Se puede
asegurar entonces, que el aumento de nitratos en las masas de agua, tanto superficiales como
subterráneas es debido, en la mayoría de los casos, por las aplicaciones de altas dosis de nitrógeno
que superan las necesidades de los cultivos o de sistemas de riego con baja eficiencia.
Considerando lo anterior, podemos enumerar las medidas que se pueden implementar para
reducir la presencia de nitratos en cuerpos de agua por causas antropogénicas:
Dosificación correcta de fertilizante. No hay duda en que las aplicaciones de nitrógeno son
indispensables para el buen desarrollo de los cultivos, sin embargo, por el exceso de pérdidas del
nutrimento, hay una tendencia a sobredosificar N contribuyendo a los daños anteriormente
descritos. Es indispensable contar con una metodología precisa para calcular la dosis adecuada de
nitrógeno. Al estimar la dosis de fertilización nitrogenada, se deben considerar otros aportes de N,
como la mineralización de la materia orgánica del suelo, efecto de los residuos del cultivo anterior,
aplicación de abonos orgánicos y fijación biológica. Otro punto que se debe considerar es la
extracción nutrimental de cada cultivo y los rendimientos alcanzables, para determinar la dosis
adecuada. Se debe partir del contenido de nitrógeno del suelo y en su caso, del agua de riego;
partiendo de análisis confiables, se puede calcular la dosis con mucha precisión utilizando la
metodología que explica Intagri desde hace 15 años en su curso de interpretación de análisis para
generar recomendaciones de fertilización; la cual ha sido probada con resultados convincentes.
Uniformidad y oportunidad. Una vez que se cuenta con la dosis adecuada para el ciclo agrícola, es
necesario aplicarla de manera fraccionada y sincronizada en función de la demanda del cultivo en
cada etapa. Hay que recordar que los nitratos no permanecen en el suelo, por lo que no es
recomendable aplicar la dosis en un solo evento. Lo ideal es aplicarlo a lo largo del ciclo a través de
sistemas de fertirriego; cuando esto no sea factible, se debe procurar hacer un fraccionamiento
adecuado en varias etapas según el ciclo de cultivo. Cuando sólo se pueda hacer una aplicación se
recomienda no aplicar directamente nitratos, sino urea, por ejemplo, y si se acompaña de
inhibidores de la ureasa puede ser mejor. No aplicar riegos pesados en días posteriores a una
aplicación de fertilizante nitrogenado, se sugiere que durante estos días los riegos sean ligeros
para movilizar el nitrato. Las altas cantidades de NO3 sobre la superficie deben evitarse para que
no se contaminen los cuerpos de agua por escorrentías o percolación.
Incrementar la eficiencia en el riego. Los sistemas de riego localizado son excelentes herramientas
que ayudan a incrementar considerablemente la eficiencia en el uso del agua. En los suelos
arenosos (de baja retención de agua) los riegos deben ser más frecuentes y con dosis menores. El
diseño del sistema de riego deberá ser adecuado para obtener uniformidad en la aplicación. La
pluviometría de los aspersores nunca deberá ser superior a la velocidad de infiltración del agua en
el suelo para evitar escorrentía y erosión. Con la finalidad de reducir la percolación de agua por
debajo de las raíces de los cultivos lo ideal es ajustar el intervalo de riego a la demanda hídrica del
cultivo, teniendo en cuenta la necesidad de lavado que depende de la concentración salina del
agua de riego, la tolerancia de cada especie y de la frecuencia del riego.
Fuentes: