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Tiene una importancia especial en la música tonal porque nos marca de forma
completamente inambigua la tonalidad en la que nos encontramos, lo que no hace la
simple tríada de dominante.
Por ejemplo, si tocamos una tríada de Sol Mayor (sol-si-re) y después la de Do Mayor,
esto podría ser una dominante-tónica (V – I) en Do Mayor, pero también podría ser un
I – IV en Sol Mayor, y necesitaríamos un contexto más amplio para determinar la
tonalidad.
Sin embargo, si tocamos la séptima de dominante (sol-si-re-fa), ella ya nos sitúa
indudablemente en la tonalidad de Do (mayor o menor), y nos impulsa a resolver en
Do Mayor o menor.
Fundamental: se cifra con el 7 y el símbolo «+» sin ningún número, que nos indica
que la sensible está a distancia de tercera con el bajo.
Tercera inversión (bajo en la séptima): se cifra con un +4, que nos indica que la
sensible está a distancia de cuarta (aumentada) con el bajo
Resolución
Las dos notas de resolución obligada que hay en el acorde de séptima de dominante
son:
Si la séptima de dominante está en estado fundamental, hay que dejar incompleto uno
de los dos acordes (la séptima de dominante o la tónica) para que quede bien
resuelto. Cuando se deja incompleto un acorde, la nota que se omite es la quinta.
Vamos a ver las dos formas:
Con la séptima de dominante incompleta:
Séptima de dominante incompleta – Tónica completa
Con la tónica incompleta: