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Joel Ortega Erreguerena 3/03/14

Blog consideraciones:
http://revistaconsideraciones.com/2014/03/03/jovenes-rechazados-y-
universitarios-sin-trabajo/

Universitarios sin trabajo y jóvenes rechazados de las universidades.

En México el sistema universitario vive una de las contradicciones más absurdas.


Cada año cientos de miles de jóvenes son rechazados de las universidades y por
el otro lado cientos de jóvenes con preparación universitaria, con maestrías y
doctorados, se encuentran desempleados y sin la posibilidad de acceder a dar
clases. Es decir, unos jóvenes son rechazados de las universidades mientras otros
jóvenes, que podrían darles clases, son condenados al desempleo o al
subempleo. Un país con la capacidad para aumentar su nivel educativo y un
sistema universitario que simplemente bloquea las oportunidades. ¿Cómo se
llegó a esta situación? ¿Es inevitable?
Lo primero que hay que decir es que está contradicción obedece a toda una
estructura del sistema universitario en el terreno laboral, la cobertura y el sistema
de ingreso. En las últimas décadas se han ido agudizando una serie de elementos
del sistema universitario que hoy comienzan a hacer crisis.
La cobertura es quizás uno de los elementos más visibles y dramáticos. Después
de la gran expansión de los años 70 con la construcción de la UAM, el CCH y la
ampliación de UNAM la cobertura universitaria dejó de crecer al ritmo necesario y
poco a poco se fue rezagando frente al aumento de la población en edad de
estudiar. Es cierto que en términos brutos la población estudiantil se ha
incrementado, en 1990 México tenía un millón 258 mil estudiantes universitarios y
en el 2011 dos millones 981 mil 1, pero en relación con el aumento de la población
y con las transformaciones de la economía mundial no es suficiente. Así, mientras
que países como Corea del Sur tienen una cobertura del 95% para la población en
edad de estudiar México tenía en 2012 una cobertura de solamente el 30% según
la SEP. El promedio es bajo incluso en comparación con otros países de América
1
Elizondo, Carlos “Educar para la mediocridad” Excelsior, 27 de febrero 2014. En:
http://www.excelsior.com.mx/opinion/carlos-elizondo-mayer-serra/2014/02/27/945954
Latina, como Argentina con un 67% o Chile con el 52% 2. El resultado: cientos de
miles de jóvenes rechazados de las universidades y condenados a malos empleos
o de plano el desempleo.
Por otra parte, los jóvenes que logran ingresar a la universidad e incluso terminar
sus estudios y realizar un posgrado se encuentran con un panorama igualmente
complicado. Según la OCDE, en México el sector con mayores tasas de
desempleo (4.4% mayor al resto de la población 3) es justamente el que tiene
estudios universitarios. Para algunos intelectuales elitistas la razón de este
problema es que no todos deben estudiar porque el mercado de trabajo no lo
permite. Sin embargo, esto no sucede así en otros países, en el resto de la OCDE
las tasas de desempleo son menores mientras más sube el nivel educativo. Así el
desempleo entre los universitarios mexicanos habla más del modelo de desarrollo
adoptado en el país, uno en donde se privilegia la mano de obra barata y no una
cualificada, mejor pagada y con capacidad de innovación.
Ahora bien, si el país simplemente no tuviera la capacidad de ampliar su cobertura
educativa por falta de gente preparada el problema podría entenderse. Pero
resulta que existe una gran cantidad de jóvenes con maestrías y doctorados que
simplemente son desaprovechados por la sociedad y el sistema universitario.
Aunque son pocos, la tasa de desempleo entre quienes tienen un posgrado es
superior a la de otros países. Muchos de ellos podrían dar clases en universidades
a esos miles de jóvenes que cada año son rechazados pero el sistema
universitario no lo permite.
Como el sistema universitario no ha crecido lo suficiente no se abren nuevas
plazas y los jóvenes con preparación no encuentran espacios. Además la
estructura laboral de las universidades ha generado un sistema perverso que no
permite la renovación. Una buena parte del salario de los académicos proviene de
becas y estímulos que se pierden con la jubilación. Por eso los académicos no se
jubilan y la renovación no se da. En la UNAM el promedio de edad entre los

2
Padilla, Lizbeth, “México, rezagado en cobertura educativa: Narro”, El Economista, 4 de agosto 2010. En:
http://eleconomista.com.mx/sociedad/2010/08/04/mexico-rezagado-cobertura-universitaria-narro
3
Díaz, Nancy, “México tiene déficit de doctorados”, CNN Expansión, 7 de noviembre 2007. En:
http://www.cnnexpansion.com/actualidad/2007/11/06/mexico-tiene-deficit-de-doctorados
profesores de tiempo completo es casi de 60 años 4. Así, la situación es
catastrófica, los jóvenes no encuentran oportunidades y la propia universidad no
se renueva con todas las consecuencias pedagógicas y educativas que esto tiene.
De esta manera la situación del sistema universitario mexicano tiene muchas
contradicciones. Para el país no se genera un modelo de desarrollo con altos
niveles de educación y mejores oportunidades. Los jóvenes encuentran todas las
puertas cerradas. Al inicio de la cadena miles son rechazados de las
universidades y al final los jóvenes con posgrados no encuentran trabajo y son
desperdiciados. Afortunadamente el problema es cada vez más conocido y se
empiezan a generar luchas para solucionarlo. Desde hace varios años los
movimientos de rechazados crecen cada vez más y adquieren simpatías. En las
últimas semanas algunos profesores universitarios han comenzado a organizarse
para cuestionar la estructura laboral, absurda y excluyente, de la UNAM. Todavía
falta mucho, pero sólo luchando y visibilizando este problema lograremos algo tan
básico y sensato como que los profesores tengan donde dar clases y los jóvenes
no sean rechazados sino que tengan la oportunidad de recibir esas mismas
clases.

4
Olivares, Emir, “Da la UNAM el primer paso para la renovación del profesorado”, La Jornada, 12 de
noviembre 2012. En: http://www.jornada.unam.mx/2012/11/12/sociedad/038n1soc

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