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y Distritos Culturales
Nuevos espacios
para la creatividad y la
revitalización urbana
Miguel Ángel Chaves Martín
Jesús-Pedro Lorente
(Eds.)
Barrios artísticos y distritos culturales
Miguel Ángel Chaves Martín - Jesús Pedro Lorente (Editores)
Icono14 Editorial
C/ Salud 15, 5º derecha - Madrid (28013)
editorial@icono14.es
www.icono14.es
ISBN: 978-84-940289-7-7
Depósito Legal: M-43647-2016
Este volumen colectivo está vinculado a los resultados del proyecto de investigación del
Plan Nacional I+D+i Arquitectura, urbanismo y representación en la construcción de la imagen de
los barrios artísticos (MINECO, ref. HAR2012-38899-C02-02)
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las san-
ciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o proce-
dimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de la
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ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley.
Los editores no se responsabilizan de la selección y uso de las imágenes incluidas en la presente edición,
siendo responsabilidad exclusiva de los respectivos autores.
Índice
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
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allí se añadieron al cliché bohemio otros integrantes como las galerías de arte o los pro-
fesionales del diseño. La cultura postmoderna dilataría aún más aquel concepto, dando
gran protagonismo a ciertos componentes de los procesos de revitalización ciudadana
que les conÅriesen mayor visibilidad social, como el arte público y los museos u otras
instituciones artísticas emblemáticos de los creative quarters en el cambio de milenio. Ahora
bien, si el haberse hecho más visibles, a través de iconos mediáticos como el Guggenheim
de Bilbao, cobraban un glamour diferenciador, se deducía como corolario que otro ele-
mento deÅnidor de los ¹barrios artísticosº podía ser su frecuente representación en las
artes visuales ¸pinturas, grabados, fotos, cine¸ a lo cual en adelante habría que prestar
más atención en futuros estudios. Así surgió el doble planteamiento de nuestros proyec-
tos de investigación, que en realidad no ha sido una partición de aguas, porque muchos
hemos hibridado ambas perspectivas, lo cual no deja de ser lógico, tratándose de equipos
que trabajamos en interrelación constante.
Parece innecesario insistir en la condición multidisciplinar de este libro y en la am-
plia variedad de instituciones universitarias y áreas de estudios de sus autores, adscritos
a facultades de Arquitectura, Bellas Artes, Ciencias de la Información, Humanidades,
.ilosofía y Letras, Sociología, etc. Al Ån y al cabo, eso es ya lo habitual en este tipo de
publicaciones, pues nos instan a ello las convocatorias públicas de proyectos de investi-
gación competitivos. Pero un denominador común a la mayoría de nosotros es nuestra
convicción de que si el sector artístico conÅere a algunas zonas una particular ¹distin-
ciónº ¸dicho sea con un término ya consagrado por Bourdieu¸ su reconocimiento
es una construcción social e histórica. En todo caso, estos agregados culturales han ido
constituyendo precedentes a tener en cuenta en los procesos de vitalización urbana. De
ahí que ninguno ofrezcamos simplemente un análisis de determinado ejemplo de arte,
arquitectura, o urbanismo sino también estudios de su respectivo contexto de produc-
ción y consumo en la esfera pública, que van sumando un multi-relato diacrónico: su
argumento unas veces repite la típica estructura de los procesos de gentriÅcación, otras
no. Por eso hemos optado por ordenar más o menos cronológicamente los contenidos
del libro, para que se lean como capítulos enhebrados de una historia socio-política de
tejidos urbanos animados por viviÅcantes catalizadores artísticos.
ConÅamos poder completar la panorámica dentro de tres años con otros casos de
estudio tanto de España como en el extranjero, pues nuestras investigaciones continúan
ahora en otra red de proyectos coordinados Ånanciados por MINECO/.EDER, titu-
lada Arte y revitalización de distritos culturales, vigente desde enero de 2016 a diciembre de
2018. De ella forman parte cuatro proyectos: Museos y distritos culturales: arte e instituciones
en zonas de renovación arquitectónico-urbanística (código HAR2015-66288-C4-01-P), del que
Jesús Pedro Lorente es IP1 y Natalia Juan García la IP2 en la Universidad de Baragoza#
el proyecto Distritos Culturales: Imágenes e imaginarios en los procesos de revitalización de espacios
urbanos (código HAR2015-66288-C4-02-P), del que es IP Miguel Ángel Chaves Martín
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en la Universidad Complutense de Madrid# el denominado Espacio público y tejido social:
prácticas colaborativas, instituciones culturales y arte contemporáneo en tiempos de crisis económica (có-
digo HAR2015-66288-C4-03-P), del que es IP1 Ignacio López Moreno e IP2 Isabel
<ejeda en la Universidad de Murcia# y el proyecto El papel dinamizador del arte público en
distritos urbanos degradados (código HAR2015-66288-C4-04-P), del que es IP Juan Bautista
Peiró en la Universidad Politécnica de Valencia. <ambién es más amplia la locución
¹distritos culturalesº con la que ahora trabajamos, posiblemente más acorde a los múlti-
ples constituyentes que hoy tienden a considerar las investigaciones sobre el papel de las
¹industrias creativasº en las iniciativas de regeneración urbana, atendiendo a su especiÅ-
cidad como lugares de ¹alto nivel culturalº ¸siguiendo la terminología de Lazzeretti¸,
referida a aquellos lugares en los que un conjunto de actores económicos, no económicos
e institucionales deciden utilizar algunos de los recursos compartidos (artísticos, cultura-
les, sociales, medioambientales) con objeto de desarrollar un proyecto común atendiendo
tanto a factores creativos como productivos. Delimitan claramente un área de usos múl-
tiples en la ciudad, en la que una alta concentración de servicios culturales sirve de recla-
mo para el desarrollo de otras actividades. Protagonistas de la revitalización de espacios
urbanos, se conÅguran en catalizadores del sistema del arte contemporáneo, mediante la
presencia de artistas, talleres, estudios, arte público, museos, galerías de arte, academias
y otras instituciones culturales.
Queremos agradecer a los autores sus valiosas aportaciones y el esfuerzo por seguir
desarrollando esta línea de investigación abierta que presenta ahora una parte de sus
resultados, completando así la labor llevada a cabo estos años en foros de debate, semina-
rios de investigación, congresos y revistas académicas. Esperamos que esta publicación
sea a la vez un hito en el camino abierto de un tema cuya riqueza y complejidad no le
agotan sino que le abren nuevas perspectivas, y carta de presentación, en consecuencia,
para cuantos estén interesados en el tema, con los que poder compartir, crecer y plantear
nuevos casos de estudio.
Miguel Ángel Chaves Martín
Jesús-Pedro Lorente
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La bohemia artística de Florencia y sus
cafés históricos: 1865-1900
1. Introducción
Este texto se centra en el estudio de los cafés existentes en Florencia entre 1865-1900,
especialmente de aquellos que hicieron de ella el centro de la vida cultural italiana. La
elección de este período cronológico responde a que en 1865 Florencia fue nombrada
1
Profesora Titular del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza. Correo
electrónico: mvazquez@unizar.es. Este artículo se ha llevado a cabo dentro del Grupo de In-
vestigación Consolidado del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza
denominado Patrimonio Artístico en Aragón (H03-248126/1, coÅnanciado por el Gobierno de
Aragón y el Fondo Social Europeo, Programa Operativo 2014-2016, y bajo la dirección de la
Dra. María Isabel Álvaro Zamora como investigadora principal) y del Proyecto de Investigación
Museos y barrios artísticos: Arte público, artistas, instituciones (HAR2012-38899-C02-01, Ånanciado por
la Secretaría de Estado de I+D+i del Ministerio de Economía y Competitividad, y con el Dr.
Jesús Pedro Lorente Lorente como investigador principal). Hay que indicar que se ha mantenido
el nombre de los establecimientos, de las calles y de los espacios urbanos en su idioma original.
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Mónica Vázquez Astorga
capital de Italia, hecho que tuvo una notable repercusión para la ciudad en todos los ám-
bitos. Por su parte, la fecha de 1900 corresponde a la celebración de la Exposición Inter-
nacional de París, que tuvo su impacto a nivel ciudadano al proyectarse en ese año vistas
cinematográÅcas de esta muestra en la piazza Vittorio Emanuele, y al momento en el
que los locales de los cafés que mayor protagonismo tendrían en esa centuria (Paszkowski,
Gilli y Le Giubbe Rosse) estaban ya construidos. No obstante este marco temporal, nos
interesa trazar también, para una mejor comprensión del tema objeto de estudio, su evo-
lución histórica desde las primeras bottegPe di caٺv (en el siglo XVIII) hasta esos cafés que
se situaron a Ånales del siglo XIX en la nueva piazza Vittorio Emanuele (actual piazza
della Repubblica), y que conformaron un nuevo tipo de establecimiento (amplio, cómo-
do y lujoso) que tenía como modelo los cafés parisinos y vieneses. Asimismo, deÅniremos
las características tipológicas de los cafés Æorentinos, esto es, sus espacios y ambientes,
así como su emplazamiento urbano. En este sentido, Luca Basso Peressut concreta en
tres tipos las formas arquitectónicas del café en la ciudad: el café como parte de un in-
mueble, en el que generalmente ocupa la planta baja (e, incluso, el mezzanino y la primera
planta)# el café como ediÅcio, que es el menos usual# y el café como pabellón o SiosSo,
que se emplaza en espacios abiertos (plaza, jardín o parque) y estuvo muy difundido en
el siglo XVIII (Basso, 1994: 92-95). Como veremos a continuación, estas tres modalida-
des existieron en Florencia.
La ciudad del Arno desempeña un papel importante en la historia de los cafés eu-
ropeos entre la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX, dado que algunos de
sus establecimientos fueron centros de difusión de ideas innovadoras. A este respecto,
cabe recordar que el café es un lugar público de encuentro y reunión que hizo su apa-
rición tras la introducción en Europa, en el siglo XVII, de la bebida de homónima de-
nominación. De este modo, los austriacos, franceses e italianos fueron los primeros en
degustar el llamado “néctar” o “vino de los árabes” (Bonet, 2012: 15-16). En Italia fue
Venecia, en el siglo XVIII, la primera ciudad de los cafés (con el Florian, creado en 1720),
y de ahí se fueron extendiendo a otros puntos como Roma (caٺv Greco, 1760), Padua (caٺv
Pedrocchi, 1770) o la propia Florencia, como veremos a continuación.
Para desarrollar este estudio, hemos concretado cuatro apartados: en el primero, alu-
dimos a las primeras botteghe di caٺv, desde su origen en el siglo XVIII hasta su desarrollo
a principios del siglo XIX; en el segundo, abordamos el estudio de los cafés a mediados
del siglo XIX, cuando comenzaron a conformarse como lugar preferente de encuentro
cultural; en el tercero, nos centramos en los cafés de la época en la que Florencia fue la
capital del reino de Italia; y, en el cuarto, analizamos los establecimientos de las dos últi-
mas décadas del siglo XIX, dentro del contexto del proyecto de reordenación del centro
urbano, abarcando, en primer lugar, los locales de los años ochenta y luego los de los
noventa, que se concentran en la nueva piazza Vittorio Emanuele.
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La bohemia artística de Florencia y sus cafés históricos: 1865-1900
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En la documentación consultada aparece recogido que Salvetti ya pagaba tasas municipales por
este café en 1775.
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Este café fue inaugurado en 1781.
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Mónica Vázquez Astorga
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La bohemia artística de Florencia y sus cafés históricos: 1865-1900
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La inscripción que Ågura en la fachada del ediÅcio en el que estuvo el Michelangelo recuerda su
historia.
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En estos momentos, en los locales de la Real Accademia di Belle Arti enseñaban y trabajaban
Fattori, Rivalta, Burchi y Calosci. Cerca de allí, en via Lamarmora, tenían su estudio Lorenzo
Gelati y Carlo Ademollo.
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Mónica Vázquez Astorga
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El inicio de las obras se Åjó en 1842 y su Ånalización estaba prevista para 1846, pero acabaron
antes de esta fecha.
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Con esta actuación desapareció su histórico tejido artesanal y residencial, para ser dotada de las
funciones características de la dimensión urbana decimonónica: paseo, cafés y comercios.
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Luigi Gilli y socios poseían un establecimiento de venta de dulces y licores en via Calzaiuoli, que
también abría al vicolo del Fico. Comprendía en planta baja un horno, dos estancias y una bo-
dega, y otras dos pequeñas dependencias en mezzanino. El ingeniero municipal que giró la visita
a este negocio en junio de 1842 determinó su reducción (concretamente se verían afectadas la
bodega y las dos estancias en planta mezzanino).
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La bohemia artística de Florencia y sus cafés históricos: 1865-1900
grandes de la calle. Tenía una estancia destinada propiamente a café, con capacidad para
11 mesas y sillas de madera, que comunicaba con otros espacios como la cocina (donde se
elaboraban los licores, el chocolate, etc.), el almacén y la bodega (en planta sótano).
Por tanto, como ha podido comprobarse, las botteghe di caٺv existentes en via Calzaiuoli
antes de la intervención urbanística reÆejan una tipología de establecimiento que era
habitual en la ciudad y que hunde sus raíces en la centuria anterior. Se emplazan en
antiguos inmuebles (en su planta baja, y, en ocasiones, también con espacio en el sótano
y en mezzanino) y son locales modestos y sencillos, en los que la estancia reservada para
el público se acompaña de otras como la cocina y la bodega. A partir de mediados del
siglo XIX, como a continuación veremos, se evolucionará hacia formas más soÅsticadas.
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Los viales de Poggi intentaban conformar largas perspectivas dirigidas a las antiguas puertas
ahora aisladas sobre las grandes explanadas de las nuevas plazas conÅguradas (piazza Beccaria
y piazza Cavour).
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El Bottegone delimitaba con la propiedad de los hermanos Francini y el ediÅcio Vai (en este úl-
timo se habían hecho obras para instalar una cocina para el café). La planta baja del inmueble
contemplaba tres estancias destinadas a café, que comunicaban con una cocina, un almacén y
una bodega (en planta sótano).
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Mónica Vázquez Astorga
fachada sobre la via dei Martelli además de la que tenía a piazza del Duomo (A.S.C.F.I.,
1868-1874: 6).
En estos momentos, la vida mundana Æorentina seguía animada por renombrados
cafés como el Gilli, Bottegone, La Rosa, Le ;tanze Etrusche, Doney, Leone dEtruria o Giappone,
así como por otros de más reciente fundación como el caٺv Landini —también llamado
Flora— (via del Proconsolo, núm. 5, a pocos metros de la piazza del Duomo)11, o el caٺv
Wital (via Por Santa Maria, núm. 10, de Otto Paolo Wital). Además, contaba con una
amplia variedad de pasatiempos como las veladas musicales, literarias y teatrales celebra-
das en la ;ocieto Filodrammatica, en el Circolo Fiorentino (via Camillo Cavour, núm. 2, frente
al palazzo Medici-Riccardi) o en el Casino de Florencia (antes Casino Borghesi) (Fanelli, 2002:
403)12; o los espectáculos y representaciones teatrales y de ópera que tenían lugar en los
teatros como en el Niccolini, della Pergola, Pagliano, Goldoni, AlÅeri o Nuovo.
Al mismo tiempo se crearon nuevos establecimientos como el caٺv Giacosa, gestionado
por los hermanos turineses de ese apellido, que llegaron a Florencia en 1860 y abrieron
este local (con pastelería y una sala para café) en via dei Tornabuoni, núm. 913, frente al
palazzo ;trozzi y, por tanto, casi enfrente del Doney (Pesci, 1904: 357); caٺv LItalia (via dei
Tornabuoni, núm. 1, junto al ponte Santa Trinita), que fue inaugurado el 10 de mayo de
1860 al estilo francés, dado que disponía de servicio de pastelería y restaurant (La Nazione,
mayo de 1860: 4)14; caٺv delle Colonnine (en alusión a las dos columnas que Æanquean su
puerta de ingreso), ubicado en via dei Benci esquina con Borgo Santa Croce; caٺv dei Risorti
(via Camillo Cavour, núm. 2, frente al palazzo Medici-Riccardi) (La Nazione, julio de 1866: 4),
establecido en julio de 1866 y frecuentado por poetas como Petrini y Olinto Squarcialupi
(Rossi, 1988: 26); o caٺv Le Alpi (via dei Cerretani con piazza Santa Maria Maggiore, núm.
3) (Guida commerciale…, 1868: 33), abierto en 1868 con restaurante (con capacidad para 400
personas), sala de billar y una estancia donde se podían leer periódicos italianos y extran-
jeros y jugar al ajedrez (LAvvisatore <eatrale, 1870: 3). Como puede constatarse, los cafés
fueron contemplando en su interior dependencias especializadas en función de variadas
actividades (lectura, juego, etc.), otorgando mayor importancia al confort.
En la década de los sesenta comenzaron a abrirse también los primeros estableci-
mientos importantes especializados en cerveza, como el instalado en 1866 por Paolo
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Este café, fundado en 1856, estaba ubicado en la planta baja del inmueble de via del Proconsolo,
núm. 5, estando sobre él situado, en el primer piso, el restaurante y la pensión LEuropa. En la
actualidad, en este emplazamiento se halla el Gran 0otel Cavour (via Proconsolo, núm. 3).
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Este casino fue inaugurado por Leopoldo II en 1844 en las dependencias del palazzo Aldobran-
dini Borghese en via Ghibellina.
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Este café fue trasladado a comienzos del siglo XX a los locales situados en la planta baja del
inmueble de via dei Tornabuoni esquina con via della Spada, hoy ocupados por la tienda de alta
moda de Roberto Cavalli.
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Este café tuvo que cerrar en 1866 ante la quiebra económica de su propietario.
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La bohemia artística de Florencia y sus cafés históricos: 1865-1900
Cornelio en el jardín del conde Orlandini (que daba a via dei Buoni —actual via dei
Pecori— y via dei Naccaioli —ahora via dei Brunelleschi—), situado a pocos metros de
la piazza del Duomo (La Nazione, agosto de 1866: 4). Estaba destinado además a café,
buٺet y venta de helados, y en él se daban diariamente conciertos musicales y se podía leer
prensa europea. A diferencia de los locales analizados hasta el momento que formaban
parte de ediÅcios, en este caso se levantaron inicialmente tres pequeños Sioscos-pabe-
llones (con estructura de madera y cristal) en el jardín, pero paulatinamente se fueron
incorporando otras construcciones como una galería (a la entrada, en la parte de via
Naccaioli, levantada en madera), que lateralmente daba acceso al jardín y a otra sala
donde se jugaba a las cartas y al billar (A.S.C.F.I., 1888-1893).
Este período de Æorecimiento duró poco, porque en 1870 la capital se trasladó a
Roma, hecho que provocó una fuerte crisis económica en la administración municipal
que conllevó que muchas de las obras que se habían iniciado para el engrandecimiento
urbano se dilataran en el tiempo o se paralizasen. De ahí que en la década de los seten-
ta se abrieran pocos establecimientos, entre los que hay que mencionar el caٺv La ;tella
(piazza Santa Maria Novella) por Enrico Giannini (A.S.C.F.I., 1881); o el caٺv l=nito, por
Leopoldo Sacchi (fuera de la antigua porta alla Croce) (La Nazione, diciembre de 1874:
4), que era frecuentado por literatos y escritores como por el poeta Enrico Panzacchi.
Entre Ånales de los sesenta y principios de los setenta, y dentro del contexto de trans-
formación urbana y de los actos conmemorativos del IV centenario del nacimiento del
artista toscano Miguel Ángel Buonarroti celebrados en septiembre de 1875 (A.S.C.F.I.,
1875), se diseñó el piazzale Michelangiolo (en Oltrarno, en la zona de San Niccolò,
muy próximo a la iglesia de San Miniato al Monte), conforme al proyecto de Giuseppe
Poggi (Poggi, 1909: 109-114). En este sentido, cabe recordar que este arquitecto había
proyectado en esta misma zona, en 1869, un café-restaurante junto al piazzale Galileo
(A.S.C.F.I., 1870-1876)15, en el desaparecido jardín de Tivoli. Éste fue ideado por el con-
sistorio municipal en 1869 como parque recreativo y de espectáculos (A.S.C.F.I., 1869-
1878) e inaugurado el 1 de mayo de 1871 (A.S.C.F.I., 1871-1893).
El piazzale Michelangiolo16 fue el escenario ideal para la instalación en uno de sus la-
dos de un ediÅcio pensado inicialmente para museo pero que, al Ånal (ante la inesperada
crisis económica), fue destinado a café (AA.VV., 1989: 96)17 y que, haciendo honor a su
solución porticada, fue denominado della Loggia. Esto puede explicar que sea el único
15
En este ediÅcio se recurre, como es habitual en la obra de este profesional, a un estilo inspirado
en el mundo clásico. Consta de planta baja (con tres pequeñas estancias y un amplio salón) y
planta principal (con igual distribución a la anterior y con dos locales de servicio).
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En este piazzale se ubicó una copia en bronce, y a menor escala, del David de Miguel Ángel.
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La función originaria de este ediÅcio era la de acoger, entre otras obras, copias de las principales
esculturas de Miguel Ángel y documentación sobre la producción de este artista. Sin embargo,
esta iniciativa no salió hacia delante y fue destinado Ånalmente a café-restaurante.
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Mónica Vázquez Astorga
testimonio de café Æorentino (con el anterior situado junto al piazzale Galileo) levantado
como inmueble de nueva planta. Fue proyectado por Poggi en un amplio solar, siendo
inaugurado en 1875 con motivo de la celebración del IV centenario del nacimiento de
Miguel Ángel. Un año después dio cabida también al servicio de restaurante (La Nazione,
agosto de 1876: 3).
Esta construcción se resolvió como un palacio o villa de líneas clásicas, dentro de un
neocinquecentismo Æorentino sobrio y elegante (retomando así el estilo histórico asociado al
importante momento en el que Florencia se convirtió en la capital del estado territorial)
(Åg. 3). Presenta un frente de fachada porticado conformado por tres arcos de medio
punto (el “motivo Palladio”), Æanqueados por columnas dóricas, y rematado por su co-
rrespondiente entablamento y por una balaustrada. Desde la zona del pórtico se accede
a las dos salas de su interior (una de mayores dimensiones), elegantemente decoradas y
amuebladas, una de las cuales comunica con la despensa y la cocina. Dispone de plantas
sótano y baja y de una terraza al aire libre (en la que se ofrecían conciertos musicales),
desde la que se pueden contemplar unas magníÅcas vistas panorámicas de la ciudad. El
caٺv della Loggia se conserva actualmente y ha sido reformado por sus distintos propie-
tarios desde su fundación. Este café, aunque apartado del centro, fue lugar de reunión
de artistas, e, incluso, el grupo Italia futurista rodó un episodio (titulado: “Futuristi e
Passatisti”) de su película Vita futurista (dirigida por Arnaldo Ginna, y con colaboración
de Marinetti) en este establecimiento (Falqui, 1962: 571).
Como ha podido constatarse, los cafés Æorentinos vivieron su época de máximo es-
plendor en el período en el que Florencia fue capital, cuando mayores inversiones se
realizaron en su construcción y acondicionamiento. Sin embargo, el traslado de la capital
Figura 3. Aspecto actual del café-restaurante della Loggia (piazzale Michelangiolo). Fuente: autora
20
La bohemia artística de Florencia y sus cafés históricos: 1865-1900
a Roma en 1870 generó una marcada crisis presupuestaria, que implicó un recorte (e,
incluso, desaparición) de las expectativas proyectadas.
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Giovanni Fanelli señala que la zona del mercado viejo, por su estado degradado, había consti-
tuido uno de los focos de la violenta epidemia de cólera que golpeó a Florencia en 1835.
19
En los acuerdos municipales tomados entre marzo y abril de 1882 se decidió, entre otras cues-
tiones, que la zona a comprender dentro de la reordenación del centro de la ciudad tuviera
los siguientes límites: 1º via Calzaiuoli, 2º via Porta Rossa, 3º via dei Tornabuoni, piazza San
Gaetano e via Rondinelli, 4º via dei Cerretani, y 5º piazza San Giovanni. Además, se propuso
la conformación de cuatro ejes principales (que comunicarían el centro con otras partes de
la ciudad): via degli Strozzi e via degli Speziali, con su prolongación hasta via Calzaiuoli; via
Calimala, dei Succhielinai e dell´Arcivescovado, con la prolongación hasta canto alla Paglia; via
delle Nave, del Refenero, etc, con la prosecución hasta via dei Tornabuoni; via Pellicceria y dei
Naccaioli, con su prolongación; y via del Beccuto, degli Agli y dei Vecchietti, con su prosecución
hasta via Porta Rossa. Este proyecto (piano regolatore per il riordinamento del centro) fue formulado por
el ingeniero municipal Odoardo Rimediotti con fecha de 10 de julio de 1883. Su aprobación
deÅnitiva tuvo lugar mediante Real Decreto de 8 de marzo de 1888. En la propuesta inicial se
fueron introduciendo modiÅcaciones, entre las cuales, se hallaban las siguientes: trasladar el eje
de la piazza del Mercato Vecchio haciéndole corresponder con el de via degli Speziali; quitar
los pórticos en tres lados de la plaza nueva; construir un pórtico cubierto en el lado Este de via
21
Mónica Vázquez Astorga
la desaparición del ghetto ebraico (La Nazione, junio de 1885: 3)20, de la piazza del Mercato
Vecchio (Åg. 4)21 y de la Loggia del Pesce (donde se colocaban los vendedores de pescado en
esa plaza), es decir, de la parte más antigua y central de la urbe (que fue el primer núcleo
de la Florencia romana), con la especulación, expropiación y demolición de sus antiguos
inmuebles y pintorescos establecimientos. Esta intervención dejaba así paso a las nuevas
y rectilíneas calles y a la moderna plaza en homenaje a Vittorio Emanuele II, artíÅce de
la uniÅcación de Italia.
Respecto a los cafés, hay que decir que en estos años seguían abiertos los emblemá-
ticos Gilli, Bottegone, La Rosa, Doney, Giappone, Cornelio, Giacosa, Wital, Le Alpi (Ventinove,
Pellicceria; y prolongar calles como la via degli Speziali hasta via Strozzi.
20
En 1571, Cosme I de Médici encargó al arquitecto Bernardo Buontalenti adaptar un cuadriláte-
ro de calles, ubicadas en el lado septentrional de la piazza del Mercato Vecchio, para residencia
de la comunidad judía. Esta zona, cerrada por una muralla, recibió el nombre de ghetto. En esta
misma época, fue construida la Loggia del Pesce.
Los
habitantes del gueto tuvieron de plazo hasta mayo de 1885 para su abandono, y en junio de ese
año se cerró deÅnitivamente.
21
A la piazza del Mercato Vecchio se accedía desde las siguientes vías: di Calimala, degli Speziali,
delle Ceste, dei Succhiellinai, dei Rigattieri, dei Ferravecchi y di Pellicceria. En ella estuvo em-
plazada la columna de la Abundancia, que hoy se encuentra en el mismo punto donde estuvo,
en piazza della Repubblica.
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La bohemia artística de Florencia y sus cafés históricos: 1865-1900
1887: 143)22 o delle Colonnine, que eran espacios para el encuentro y el intercambio social
de ideas. Así, a la cervecería Cornelio concurrían literatos y escritores y otras personalidades
destacadas del mundo de la política y de la cultura. Por ella pasaron renombrados perso-
najes como el poeta y crítico de arte Enrico Panzacchi, durante su estancia en la ciudad
(La Nazione, junio de 1897: 2). Asimismo, continuaban los variados programas de espec-
táculos ofrecidos por los teatros (Niccolini, della Pergola, Nazionale o Polietama, entre otros),
los cafés cantantes como el Alhambra (al estilo parisino) (La Nazione, junio de 1889: 3)23, los
centros recreativos —como el Circolo di Micheangelo Buonarroti (via San Gallo, núm. 51)—
o las sociedades de baile. Sin olvidar otras formas de entretenimiento como las Åestas
campestres celebradas en el jardín de Boboli (La Nazione, junio de 1882: 3) o el giuoco del
pallone (“juego del balón”), que tenía lugar fuera de la porta a San Gallo (LIllustrazione
popolare, mayo de 1898: 277-278).
Para marzo de 1890 estaban ya Ånalizados los trabajos de demolición en la nueva
plaza (que fue denominada de Vittorio Emanuele —en la actualidad piazza della
Repubblica—) (La Nazione, marzo de 1890: 3), aunque continuaron en otros puntos para
conseguir la reordenación interna programada, y el 20 de septiembre de ese año (en el
veinte aniversario de la toma de Porta Pia) tuvo lugar la inauguración del monumento
al rey Vittorio Emanuele II, en presencia de sus sucesores Umberto I y Margherita (La
Nazione, septiembre de 1890: 2)24.
22
Este café pasó a denominarse en 1887 caٺv LItalia (piazza Santa Maria Maggiore, núm. 3).
23
Este café (piazza Beccaria con viale Carlo Alberto —hoy viale della Giovine Italia—) fue in-
augurado por T. Montelatici y compañía el 5 de junio de 1889. Contaba con amplios salones,
con un restaurant y con un jardín con un palco escénico, que estaban decorados atendiendo a la
estética islámica.
24
Esta estatua fue trasladada en 1932 a la piazza Vittorio Veneto, a la entrada del parque delle
Cascine.
25
En 1889 se nombró una comisión (integrada por los arquitectos L. Del Moro, G. Roster y G.
Mariani) para examinar los proyectos de los ediÅcios a erigirse en el centro de la ciudad, cuyas
fachadas tenían que presentar una disposición de líneas que tuviera presente la tradición cons-
tructiva toscana.
23
Mónica Vázquez Astorga
1)26, que fue uno de los primeros en Ånalizarse. Su proyecto (aprobado deÅnitivamente
en octubre de 1890) corrió a cargo del arquitecto Giuseppe Boccini, dentro de un estilo
neorrenacentista (La Nazione, octubre de 1892: 3). Su fachada principal abre a la plaza,
formando así parte del espacio urbano. Una vez terminado, se instalaron en él la com-
pañía italiana de seguros La Fondiaria a principios de 1893 (La Nazione, enero de 1893:
3), y, en su planta baja, dos renombrados cafés: el Centrale (con fachada principal a la
plaza y lateral a via dei Brunelleschi) de Bartolommeo Pitschen y compañía, en 1893
(A.S.C.F.I., 1893); y el Gilli (con fachada principal a la plaza y lateral a via Roma, núm.
3), en 1917 (Goubert, 1987-1988: 73).
Los demás inmuebles que fueron delimitando esta plaza se fueron construyendo pro-
gresivamente con el tiempo. Así, como a continuación veremos, en 1892 se proyectaron
los porches de su lado Oeste (A.S.C.F.I., 1889-1905: 2 y 55)27 y, en 1895, el arquitecto
Vincenzo Micheli concluyó toda su construcción con el arco triunfal (Arcone); y en 1893
estaba Ånalizado el ediÅcio de los hermanos Chiari (en su lado Este, que delimita con via
degli Speziali y via dei Medici) (A.S.C.F.I., 1893: 635)28 y su vecino de Luigi Buonamici
y compañía (A.S.C.F.I., 1884-1888). Por su parte, los ediÅcios del lado Sur de la plaza
fueron los últimos en construirse (estando terminados en 1896), delimitando con via
Calimala y via Pellicceria (A.S.C.F.I., 1893-1898).
Pronto la nueva plaza se convirtió en lugar preferente de encuentro social y cultural,
es decir, en el “salón” de la ciudad (La Nazione, enero de 1900: 2)29. En ella se dispusie-
ron en estos momentos, y siguiendo un criterio cronológico, los siguientes cafés: Centrale
(luego Paszkowski), Gambrinus, Reininghaus (luego Le Giubbe Rosse) y Gilli, que están vincula-
dos al recuerdo de artistas y literatos.
Como hemos mencionado anteriormente, en el lado Norte de la plaza se levantó el
inmueble de los hermanos Levi (Åg. 5), que, al ser uno de los primeros en terminarse,
pudo acoger el caٺv Centrale (destinado también a cervecería) que Bartolommeo Pitschen
y compañía abrieron el 6 de octubre de 1893 (A.S.C.F.I., 1893). En 1907 comenzó a ser
gestionado por la Sociedad Toscana anónima C. PaszSowsSi (al igual que el Gambrinus
Halle) (A.S.C.F.I., 1907), por lo que pasó a denominarse caٺv Paszkowski, en honor a su
dueño de procedencia polaca. Aunque no puede considerarse como un verdadero café
26
Los hermanos Ottavio y Enrico Levi adquirieron este solar (correspondiente al grupo XVI de
los ediÅcios expropiados) en enero de 1889.
27
En la zona de los porches intervino el arquitecto Vincenzo Micheli, conforme a su proyecto de
junio de 1889.
28
El 2 de marzo de 1896 tuvo lugar la inauguración del Gran Hotel ;avoia (en la actualidad, Hotel
;avoy), ubicado en este inmueble por el arquitecto Vincenzo Micheli.
29
Asimismo, este espacio urbano fue escenario de variados eventos (así bajo la denominación de
Panorama Internacional se mostraron en 1900 vistas de episodios recientes —exposiciones, la
vida en París, etc.—) y acogió los conciertos de la banda municipal.
24
La bohemia artística de Florencia y sus cafés históricos: 1865-1900
Figura 5. Aspecto actual del ediÅcio Levi (piazza della Repubblica), en cuya planta baja
se encuentran los cafés Gilli (a la derecha) y Paszkowski (a la izquierda). Fuente: autora
literario, fue frecuentado en ciertos períodos por literatos y artistas que tenían como
lugar habitual de encuentro el cercano Le Giubbe Rosse (Rossi, 1988: 55). Este café cobró
mayor protagonismo en el panorama cultural después de la Segunda Guerra Mundial,
cuando un grupo de literatos se reunía en él todas las tardes para intercambiar opiniones,
entre los que se encontraban Mario Luzi, Alessandro Parronchi, Piero Bigongiari y Pier
Francesco Marcucci (Casadei, 1969: 11).
En este mismo inmueble, y al lado del caٺv Paszkowski, se abrió el caٺv Gilli en 1917.
Hasta ese momento funcionaba una pastelería-conÅtería de lujo (en la planta baja del
inmueble de piazza Vittorio Emanuele esquina con via degli Speziali, núm. 6, frente al
café-concierto <rianon) (La Nazione, marzo de 1893: 4)30, que había sido fundada por Andrea
Gilli en 1893, bajo la denominación de Maison Gilli (A.S.C.F.I., 1928); y asimismo Luigi
Gilli seguía ejerciendo como propietario del comercio de pastelería, conÅtería, licores y
vinos (via Calzaiuoli esquina con via delle Oche) (La Nazione, diciembre de 1893: 3) fun-
dado en 1733 (AA.VV., 2007: 30, 37 y 42)31.
30
Este inmueble donde se emplazó en 1893 el <rianon (via degli Speziali, núm. 3, que abría también
a la piazza Vittorio Emanuele) era propiedad de los hermanos Chiari. En la actualidad, su local
se halla ocupado por La Rinascente.
31
En 1900 falleció Luigi Gilli, y su hijo mayor decidió vender el café a una familia suiza, la de
Settimo Frizzoni, que adquirió el local Gilli de via degli Speziali y el de via Calzaiuoli. Bajo su
gestión los dos negocios formaron un solo grupo, conocido con el nombre de Luigi Gilli, hasta
la desaparición del emplazado en via degli Speziali. Si el establecimiento de via Calzaiuoli se
25
Mónica Vázquez Astorga
El Gilli, tras una serie de reformas, se transformó en un establecimiento con dos salas
(una de ellas destinada a pastelería y café y otra más para salón de té)32 y una zona al
aire libre (Åg. 6), a la manera del cercano Paszkowski. Este local se convirtió en lugar de
encuentro de la burguesía Æorentina y acogió tertulias literarias y artísticas como las cele-
bradas por los pintores del grupo del Novecento Æorentino. Después de la segunda con-
Æagración mundial, comenzó a ser lugar de reunión de artistas como Silvio Pucci, Giulio
Giachetti y Enrico Sacchetti, que también exponían sus obras en este establecimiento.
En la única zona porticada de la piazza Vittorio Emanuele (en su lado Oeste), en el
solar donde estuvo situada la antigua Loggia del Pesce, se ubicó el fastuoso café-concierto Gam-
brinus Halle (via dei Brunelleschi, núm. 1, esquina con via del Campidoglio), dedicado
al mítico rey germánico inventor de la cerveza. Este café fue diseñado por el arquitecto
Giacomo Roster en 1893, dotándole de planta rectangular y con desarrollo en profundi-
dad. Presentaba planta sótano (que comprendía, entre otras estancias, una cocina, una
bodega y un salón de billar), planta baja (a la que se accedía desde cualquiera de los tres
arcos del porche de resabio clásico, que conducían desde el exterior a una amplia sala de-
Figura 6. Vista actual del interior del café Gilli (piazza della Repubblica esquina con via Roma,
núm. 3). Fuente: autora. Figura 7. Aspecto del gran salón del café-concierto Gambrinus principios del
siglo XX. Fuente: A. Molinari
destinaba para la venta de dulces y chocolate, el nuevo café en piazza Vittorio Emanuele esquina
con via Roma era el lugar de la burguesía medio-alta Æorentina. La familia Marchetti adquirió
en 1974 la cafetería de los núms. 100-104 de via Calzaiuoli y la transformó en lo que es hoy: un
snack self-service. Por su parte, el café de piazza della Repubblica ha ido cambiando de gestión,
introduciéndose reformas que han modiÅcado su aspecto primitivo.
32
El techo de este café fue decorado con cuatro frescos de Ezio Giovannozzi, que representan
damas francesas (entre ellas, Paolina Bonaparte y Madame Récamier), y las vidrieras de la zona
de ingreso están atribuidas a Ulisse De Matteis.
26
La bohemia artística de Florencia y sus cafés históricos: 1865-1900
nominada Gran Café, que comunicaba con el jardín situado al fondo, donde se ofrecían
conciertos musicales), planta mezzanino (con un amplio salón —que en dimensiones coin-
cidía con el del piso inferior—, en torno al cual se articulaban varias pequeñas estancias,
los servicios higiénicos y un palco de música) y terraza.
Este café destacaba por su luminosidad y dimensiones (de hecho, era uno de los más
grandes de la ciudad, con una capacidad para 1.300 personas) (Åg. 7), conseguidas por el
uso del hierro en su construcción siguiendo así las tendencias estéticas en boga en aquellos
momentos y evocando el modelo de las halles parisinas y de sus cafés, que también recurrían
a esta tipología constructiva (como, por ejemplo, el café Les Deu` Magots). Además de café, y
en la línea también de los establecimientos parisinos, tenía otras funciones complementarias
como cervecería y restaurante, y durante el verano se colocaban veladores bajo los porches.
Figura 8. Aspecto del exterior del antiguo café-concierto Gambrinus (via dei
Brunelleschi, núm. 1, esquina con via del Campidoglio). Fuente: autora
27
Mónica Vázquez Astorga
59)33. A lo largo de su existencia fueron acometiéndose varias reformas que han modiÅ-
cado su aspecto primitivo, como las efectuadas en los años veinte del siglo pasado para
convertirlo en cine (A.S.C.F.I., 1921). En la actualidad, acoge un Hard Rock café (Åg. 8).
En cuanto al lado Sur de la plaza, cabe decir que se tiene constancia documental de
que a Ånales de 1895 existía en su núm. 3 el caٺv LItalia (La Nazione, diciembre de 1895:
3), y que tres años después la prensa Æorentina anunciaba en este mismo emplazamiento
el café-cervecería fundado por los hermanos Reininghaus (procedentes de la ciudad aus-
tríaca de Graz) (La Nazione, mayo de 1898: 3)34.
El café-cervecería Reininghaus pasó a desempeñar un papel importante en la vida cultu-
ral Æorentina a partir de los años previos a la primera conÆagración mundial, cuando se
convirtió en punto de encuentro común para los poetas y artistas futuristas, algunos de
los cuales también frecuentaban en ese período otros cafés italianos como el Gambrinus de
Nápoles, inaugurado el 1 de noviembre de 1890 en pleno centro urbano (entre plaza Ple-
biscito y plaza Trieste y Trento) (Mangone, 2008: 14-16 y 31)35. En este café-cervecería
(en concreto, en su tercera sala) tuvo lugar la redacción de revistas como Lacerba, cuyo
primer número salió el 1 de enero de 1913, así como otros eventos culturales (Viviani,
1964: 27-31, 59-65 y 73)36. Fue en esos momentos, y bajo la gestión del alemán Andrea
Juon, cuando pasó a conocerse como caٺv Le Giubbe Rosse (en alusión a los smokings o
chaquetas de color rojo intenso y delantal blanco que llevaban sus camareros), denomi-
nación que mantiene en la actualidad. Desde entonces pasó a ser considerado como el
café literario Æorentino por excelencia, que posteriormente siguió contando con la pre-
sencia de destacados personajes como el poeta Eugenio Montale, que llegó a Florencia
en 1929 y comenzó a ser asiduo de este café (convertido en una especie de “convento
literario”) (Macrì, 1991: 4) hacia mediados de los años treinta, conformando en torno a
él una tertulia integrada por poetas, críticos y teóricos como Carlo Bo, Mario Luzi, Piero
Bigongiari u Oreste Macrì. Además de este café, había en esos momentos otra “sede” de
la literatura Æorentina que era el caٺv ;an Marco (piazza San Marco esquina con via Ca-
millo Cavour), que está situado a pocos metros de la Universidad y, particularmente, de
33
A la vigilia de la entrada en guerra de Italia, aquí se reunían los amigos del segundo movimien-
to futurista: Settimelli, Corrà, Chiti y Carli. Luego este grupo pasó del Gambrinus al próximo
café-cervecería Mucke (abierto en 1905 en via dei Lamberti, núm. 5, esquina con via Pellicceria),
que se encontraba próximo.
34
A mediados de la década de los años diez del siglo pasado el local contiguo a esta café fue ocu-
pado por el Bar Imperial de Donnini (piazza Vittorio Emanuele esquina con via Pellicceria), que
poco después pasó a denominarse caٺv Donnini.
35
Este café-cervecería se emplazó en el lugar donde anteriormente estuvo el Gran Café, que fue in-
augurado en 1864 y estuvo en funcionamiento hasta 1889. Poco después, este local fue adquiri-
do por el empresario Mariano Vacca, quien tras reformarlo lo convirtió en el célebre Gambrinus.
36
De hecho, entre los eventos que se gestaron en este café cabe aludir a la grande serata futurista que
tuvo lugar en el teatro Verdi de Florencia el 12 de diciembre de 1913.
28
La bohemia artística de Florencia y sus cafés históricos: 1865-1900
29
Mónica Vázquez Astorga
Figura 10. Aspecto actual del antiguo Bottegone desde piazza del Duomo
Fuente: Autora
30
La bohemia artística de Florencia y sus cafés históricos: 1865-1900
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31
Mónica Vázquez Astorga
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32
La bohemia artística de Florencia y sus cafés históricos: 1865-1900
33
Del entorno de la Piazza Spagna al
Gianicolo: artistas y fotógrafos en la
Roma del siglo XIX
Los becarios de la Academia de España en Roma debemos tener, como los enanos, según decía
Augusto Monterroso, un sexto sentido que nos permite reconocernos los unos a los otros. Debe
ser una especie de halo que brilla sobre nuestras cabezas constantemente: el halo de felicidad que
irradia desde el pasado, un privilegio que, a qué engañarnos, quizá ni merecíamos. El privilegio
de esa vida regalada en un lugar tan bien situado, tan inolvidable, a unos doscientos peldaños
del vívido barrio del Trastevere, a un paseo del centro de Roma, marca la personalidad, no sé si
imprime carácter, pero a cambio estoy convencido de que te condena a la melancolía.
(Juan Bonilla1, 2006)
1
Prólogo del libro de Antonio Portela: Ciudadano romano, El Gaviero Ediciones, col. Troquel, 4,
Impreso en España, 2006.
35
José Antonio Hernández Latas
Figura 1. Fachada de la Academia de España en Roma. Fuente: fotografía del autor (2011)
2
Sobre la historia de la Academia de España en Roma, consultar en el apartado bibliográÅco:
Bru, M. (1971), González, C. y Martí, M. (1987) y Montijano, J.M. (1998).
36
Del entorno de la Piazza Spagna al Gianicolo: artistas y fotógrafos en la Roma del siglo XIX
3
Aunque la presente relación de artistas corresponde a convocatorias y cronologías diferentes,
sigo aquí la división cronológica más próxima a la inauguración de la Academia, establecida
por Margarita Bru, para el estudio de la Academía Española de Bellas Artes de Roma (MAE,
Madrid, 1971), correspondiente a los años 1881-1888.
37
José Antonio Hernández Latas
38
Del entorno de la Piazza Spagna al Gianicolo: artistas y fotógrafos en la Roma del siglo XIX
A lo largo de estos últimos años como investigador en el ámbito de la historia del arte
y, más especíÅcamente en el de la historia de la fotografía, he tenido ocasión de indagar
en las biografías y carreras artísticas de algunos artistas españoles pensionados en Roma
durante el siglo XIX, como el zaragozano Bernardino Montañés (1825-1893)4, así como
de estudiar los legados de algunos pioneros de la fotografía vinculados con la colonia de
artistas españoles, como es el caso de los fotógrafos Giacomo Caneva o Pompeo Molins.
Se trata de estudios distantes cronológicamente en el tiempo que fueron editados en su
momento en publicaciones, catálogos y revistas de diferente índole y condición. Por eso,
el modesto objetivo de este estudio no es otro que recopilar y reunir, en uno solo, algunos
de esos textos, o parte de ellos, dada la diÅcultad en algunos casos de su consulta. Y, so-
bre todo, con la intención que la suma de estos estudios parciales sobre nuestra colonia
artística española pueda contribuir a esbozar un panorama colectivo sobre la presencia
de nuestros pensionados en Roma a lo largo del siglo XIX y su relación con la fotografía.
4
Objeto de mi tesis doctoral, “Vida y obra del pintor Bernardino Montañés (1825-1893)”, dirigi-
da por Manuel García Guatas, Universidad de Zaragoza, 2002.
5
Para ampliar información sobre el presente apartado, consultar el capítulo “Una plaza de los es-
pañoles en el centro del “Gran teatro del Mundo”, perteneciente del excelente ensayo histórico
La Italia de la Ilustración. Arqueólogos, artistas y viajeros españoles, publicado recientemente por Jorge
García Sánchez (ed. Nowtilus, 2014).
39
José Antonio Hernández Latas
40
Del entorno de la Piazza Spagna al Gianicolo: artistas y fotógrafos en la Roma del siglo XIX
Descendiendo hacia el sur, en las proximidades del Tiber, se ubicaba el palacio de Ferro
di Cavallo, en plena via di Ripetta, sede oÅcial las escuelas de la prestigiosa Academia de
Bellas Artes de San Lucas, por aquellos años ostentando todavía los títulos de Insig-
ne y PontiÅcia. El ediÅcio con planta en forma de herradura, obra del arquitecto Pietro
Camporese, por deseo de Gregorio XVI, se convirtió en la sede de la Academia de San
Lucas a partir de 1845. Aunque, como sabemos, la historia de esta insigne institución se
remonta hasta mediados del siglo XV. Desde entonces, la historia de Academia ha atra-
vesado por diferentes avatares y mudanzas. Federico de Zuccari es considerado el primer
“Príncipe de la Academia”, pues ese era el título que pomposamente se le asignaba a los
directores de la Institución y, en consecuencia, el año 1593 se suele citar como el año
de su fundación. Otro hito importante en su historia fue la creación de la célebre Scuola
del Nudo del Campidoglio en 1754, por iniciativa de Benedetto XIV, que con el tiempo
pasaría a convertirse en una de las escuelas más prestigiosas de la Academia. Con motivo
de la dominación u ocupación francesa de Roma, a partir de 1810, la enseñanza artística
sufrió una importante reestructuración, que le permitió incorporar a las habituales ense-
ñanzas de tipo práctico (dibujo, anatomía, etc.), asignaturas teóricas del tipo: Geometría,
Perspectiva, Óptica, etc. Durante esos años (1810-1814) e, incluso tras la Restauración
de Pío VII, la enseñanza de las bellas artes había tenido lugar en el Colegio Germanico-
Ungarico (Piazza di Sant’Apollinare). Y, por Ån, tras la anexión de Roma al Reino uni-
Åcado de Italia, en 1873 le fueron arrebatadas a la Academia sus competencias para la
impartición de la enseñanza artística, lo que propició el inmediato declive y decadencia
de la otrora prestigiosa institución romana.
El escultor catalán Antonio Solá (1780-1861), director de los pensionados españoles,
llegó a ser nombrado académico de San Lucas e incluso desempeñó el cargo de presi-
dente entre los años 1837 y 1840. Pero no quisiera abandonar esta institución educativa
sin hacer elogio de lo que fue uno de sus sellos característicos o, si se quiere, uno de los
aciertos de su estrategia pedagógica: el establecimiento de concursos y premios. Ya desde
tiempos de Zuccari, en el siglo XVI, se tenía la costumbre de premiar a los alumnos más
sobresalientes de las clases de Dibujo, con la intención de que les sirviera de estímulo.
Y, a lo largo de sus tres siglos de historia, han sido muchos los concursos públicos que
ha convocado, pero entre todos ellos tal vez merezca la pena resaltar el denominado
“Concurso Clementino”, en memoria de su impulsor Clemente IX, que a partir de 1702
convocó concursos de pintura de tema sacro, cada tres años. Este célebre concurso se
vino celebrando hasta el año 1869.
Pero, retomemos el hilo de nuestro discurso, por la cercanía a dichos centros de
formación artística, tanto la vía de Ripetta, como las vías paralelas del Babuino y de vía
Margutta, se habían convertido en las calles predilectas por los jóvenes artistas de todas
las nacionalidades para establecer sus domicilios particulares y estudios. Si hacemos caso
42
Del entorno de la Piazza Spagna al Gianicolo: artistas y fotógrafos en la Roma del siglo XIX
del testimonio de Augusto Jandolo (1953)6, la via Margutta era entonces (lo sigue siendo
hoy) una de las calles más silenciosas de Roma y por tanto, muy propicia para la ubica-
ción de estudios. Emplazada en la ladera del Pincio y paralela a la vía del Babuino, la
frecuencia del trato e intimidad establecida entre algunas modelos y los artistas residentes
en dicha calle, hizo que proliferara el apellido de Margutta o Margutti, entre los hijos
naturales de algunas de estas modelos que con este gesto pretendían dejar testimonio del
origen de sus vástagos, no reconocidos por los artistas.
Además, en plena via Margutta, se encontraba la popular Academia Gigi (Via
Margutta, 48), donde los artistas podían complementar su formación académica con
clases nocturnas de modelo desnudo y de ropajes. La modesta academia privada había
sido iniciativa de un antiguo modelo, Luigi Talarici, apodado “Gigi”, quien alquiló un
viejo granero ubicado en via Margutta, en cuyo espacio central levanto una plataforma
para el modelo, al cual iluminaba un potente reÆector de luces alimentadas por petróleo.
A su alrededor, los pintores y dibujantes disponían de caballetes y pequeños pupitres y
los escultores de trípodes sobre los que trabajar. El pago era mensual y daba derecho a
los jóvenes artistas a acudir indistintamente a las jornadas dedicadas al desnudo y a las
dedicadas al estudio de tipos y costumbres italianos. Por las aulas en penumbra de este
popular establecimiento pasaron los pintores de la generación de Bernardino Monta-
ñés, Luis de Madrazo, Francisco Sáinz, etc. Y otros artistas españoles como José García
Ramos, José Villegas, Alejo Vera, Eduardo Rosales o el propio Mariano Fortuny, a quien
el astuto Gigi dispensaba un trato de favor, sabedor del prestigio que su sola presencia
otorgaba a esta humilde academia nocturna. Jandolo transcribe la simpática escena del
peculiar acuerdo ofrecido por Gigi a Fortuny, tal vez transmitido oralmente por los artis-
tas o por el propio modelo:
-Pero, ¿qué dice, maestro Fortuny? Yo no quiero que usted me abone la mensualidad. Basta
con que me deje, de tanto en tanto, se entiende, alguno de sus dibujos mal acabados. Digo
mal acabados por impericia del modelo, entendámonos, nos por la suya, naturalmente.
El español sonreía y asentía con movimientos aÅrmativos de su cabeza°
Ni que decir tiene que, con Fortuny y algún otro “elegido” por Gigi, el negocio le
salía redondo, pues es sobradamente conocida la alta cotización que alcanzaban, ya
en vida del pintor catalán, hasta sus más modestos bocetos. Por otro lado, la vitalidad
del mercado artístico romano y la avidez de los marchantes en torno a estos centros de
enseñanza era tal que algunos de estos comerciantes se apostaban por las calles cercanas
a la espera de la salida de estos jóvenes pintores y adquirían en el acto sus trabajos recién
terminados. Cuenta el hermano del célebre escultor romano Ercole Rosa (1846-1893),
6
Studi e modelli di via Margutta (1870-1950), Casa Editrice Ceschina, Milano, 1953.
43
José Antonio Hernández Latas
que en muchas ocasiones antes de llegar a salir de la misma via Margutta su hermano
ya había vendido lo que había esbozado en la Academia. Gran bebedor, todo hay que
decirlo, la suma obtenida solía invertirla con frecuencia en vino.
También en la via Margutta, todavía hoy se puede contemplar el ediÅcio del Círculo
Artístico, anteriormente conocido como “Associazione Artística Internacionale”, esta-
blecido en dicha vía a partir de 1884. Frecuentado, entre otros artistas españoles por
la generación de los hermanos Benlliure, fueron muy recordadas sus celebraciones de
Carnaval, en las que la colonia española de artistas tomaba un protagonismo especial.
Podemos rememorar aquí la transformación del Salón del Círculo en “Café árabe”, con
motivo de las Åestas de Carnaval del año 1892, o en “Posada española”, con motivo de
las celebraciones carnavalescas de 1895. Sin olvidarnos de los desÅles de máscaras de
Cervara, organizados también por el Círculo Artístico, que tenían lugar al comienzo de
la primavera. Por cierto, no confundir “Cervara” con “Cervara di Roma”. En este caso
nos referimos a la localidad ubicada prácticamente a las puertas de la urbe, fuera de Por-
ta Maggiore, a pocos kilómetros de Torre degli Schiavi, siguiendo la via Prenestina. Una
vez llegados a las grutas de Cervara, los artistas celebraban una comida de hermandad.
A todo lo expuesto hay que añadir que, a partir de la segunda mitad del siglo XIX,
las escalinatas de la Piazza de Spagna se poblaban a primera hora de la mañana del
colorido de los ricos vestidos tradicionales del país
que lucían las Ciocciaras, piٺeraros, zampognaros…
quienes se ofrecían como modelos, a cambio de
unas monedas, para la numerosa y heterogénea
colonia artística extranjera. El lugar de proce-
dencia eran las aldeas de montaña de Anticoli
Corrado, Saracinesco o Subiaco, célebres por la
belleza y fortaleza de sus modelos. Por fortuna,
una vez prolifere el establecimiento de gabinetes
fotográÅcos en la ciudad, también los fotógrafos
se interesarán en elaborar series de retratos foto-
gráÅcos de estas y estos modelos, tradicionalmen-
te retratados por los pintores.
Pero, como el escritor granadino Pedro
Antonio de Alarcón sabía muy bien, si uno que-
ría encontrarse con sus compatriotas, los artistas
españoles, nada mejor que acercarse hasta la via
Condotti, donde se ubicaban la Trattoria della
Figura 6. Piferaro napolitano, fo- Lepre y el histórico café Greco. La desapareci-
tógrafo anónimo. Fuente: Legado
Bernardino Montañés, ca. 1867
da y muy concurrida Trattoria della Lepre
(Palazzo Maruscelli-Lepri, Via Condotti, 9) ocu-
44
Del entorno de la Piazza Spagna al Gianicolo: artistas y fotógrafos en la Roma del siglo XIX
paba un amplio local compartimentado en diferentes salas o habitaciones, con una carta
muy económica y cuyo dueño, como recuerdan algunos cronistas, acostumbraba a Åar
a los jóvenes artistas, muchos de ellos con economías precarias, hasta que estos recibie-
ran el pago de sus pensiones u otros irregulares ingresos procedentes de la venta de sus
obras artísticas. Una curiosidad: el popular aperitivo romano, conocido con el nombre
de “supplì”, está documentado, por vez primera, en un menú de este establecimiento del
año 1874.
°dentro del cual, me consta, acostumbran a reunirse todos los días los veinte o treinta
jóvenes españoles, pensionados o sin pensionar, que estudian las Bellas Artes en Roma
(entre los que tengo algunos amigos que ya buscaré allí).
7
También, otro escritor, Amos de Escalante, se encontraba en Roma por aquellos días de 1861
y esta es la cálida descripción que nos ofrece del popular café, punto de reunión de los artistas
45
José Antonio Hernández Latas
El café Greco conserva todavía una agenda alfabética donde los artistas, a partir del
año 1845, habían ido consignando sus direcciones. En la agenda, inédita, cuya consulta
me fue facilitada en Roma por el historiador Sr. Becchetti, se conservan las rúbricas y
direcciones de los pensionados españoles pertenecientes a promociones posteriores a la
del pintor Bernardino Montañés, algunos de los cuales habían sido alumnos suyos en
Madrid y que, por su interés, transcribo a continuación:
brindaron por compañeros ausentes, como el pintor Germán Hernández Amores, amigo
de Alarcón y responsable, al parecer, de la excelente prensa que el café Greco tenía para
el escritor granadino, que levantó su copa por él:
-¡Aquí te recordaban y aquí te recuerdo yo, por lo mucho que me tenías hablado en
Madrid de aquel ahumado templo de tus ilusiones de artista!
4. Giacomo Caneva y la
¹;K]WTINW\WOZIÅKIZWUIVIº8
Pero, regresemos a la promoción de pensionados de Bernardino Montañés, los vientos
de la Revolución de 1848 azotaban ya a la capital de los Estados PontiÅcios. Tras la
vergonzante huida de Pío IX a Gaeta (Nápoles), disfrazado de seglar, el 9 de febrero de
1849 iba a ser proclamada la República Romana. Desde su retiro napolitano y bajo la
protección del embajador español, Francisco Martínez de la Rosa, el pontíÅce solicita-
ría la intervención de las potencias católicas, con el Ån de derrocar la recién instaurada
República. El Gobierno español, como lo hicieron Austria, Nápoles y, sorprendente, la
República de Francia, decidió su intervención en favor de la restitución de Pío IX.
Así que, en el mes de abril de 1849, con las tropas francesas a las puertas de Roma,
la ciudad preparando sus defensas y los ánimos de los revolucionarios exaltados por el
anuncio de la llegada de Garibaldi y su “legión italiana”, los pensionados deciden reunir-
se con el resto de la colonia artística española, para despedirse, antes de salir de la ciudad
sitiada y emprender rumbo a Nápoles.
El objetivo fotográÅco del padovano Giacomo Caneva (1813-1865), será el encar-
gado de inmortalizar el incierto momento vivido por los jóvenes artistas españoles…
¿Quién sabe si algún día podrán volver a reunirse? Se trata de un documento histórico
verdaderamente excepcional, que se constituye en el testimonio fotográÅco más antiguo
conocido sobre la presencia de los artistas españoles en Italia, aventajando en once años
a la fotografía que hasta el momento se consideraba primera en antigüedad y que fue
dada a conocer por el historiador E. Pardo Canalís9.
La fotografía de la colonia artística española en Roma, tomada en abril de 1849 por
Caneva, junto al resto de calotipos conservados por Montañés, nos sirve para ilustrar la
insospechada relación de amistad del pintor zaragozano y, seguramente, del resto de los
artistas españoles con aquel grupo de pioneros de la fotografía en la capital pontiÅcia, que
8
El contenido del presente apartado fue dado a conocer en parte en mi publicación Recuerdo de
Roma (1848-1867). Fotografías de Roma de la colección Bernardino Montañés (ed. bilingüe español-ita-
liano, DPZ, Zaragoza, 1997)
9
“Una fotografía histórica. Roma, 1861”. Rev. Academia, nº 48, Madrid, primer semestre de 1979.
47
José Antonio Hernández Latas
Figura 5. Artistas españoles retratados por el fotógrafo Giacomo Cáneva. Roma, abril de 1849.
Fuente: Legado Bernardino Montañés
10
Becchetti, Piero. Giacomo Caneva e la Scuola FotograÅca Romana (1847-1855), Ed. Alinari, Florencia,
1989.
11
Pérez Gallardo, Helena. “Prince Girón de Anglona. A spanish aÅcionado at the Roman School
of Photography” (Printemps, nº 32, 2015).
48
Del entorno de la Piazza Spagna al Gianicolo: artistas y fotógrafos en la Roma del siglo XIX
Roma: los pintores Benito Soriano Murillo, Carlos Mújica y Manuel Arbós, el escultor
José Fernández, el propio fotógrafo Caneva y un personaje desconocido, el anglosajón
Shakery12.
Obligados por el desarrollo de los acontecimientos, y ante la certeza de la interven-
ción del contingente militar español, nuestros pensionados, en compañía de su director,
Antonio Solá, salieron de Roma a Ånales de abril de 1849 y se dirigieron a Nápoles,
donde permanecerían, bajo la protección del embajador español Martínez de la Rosa,
hasta la resolución del conÆicto.
La fascinación que las emergentes ruinas arqueológicas de Pompeya y Herculano
ejercieron sobre los jóvenes artistas españoles, durante su estancia de seis meses en
Nápoles, quedó reÆejada en los numerosos apuntes a la aguada, que el propio Montañés
tomó no sólo a través de sus recorridos por las ciudades sepultadas por la erupción del
Vesubio, sino de las copias que ejecutó de los abundantes restos almacenados en el “Mu-
seo Borbónico de Nápoles”, procedentes de las sucesivas campañas arqueológicas, Ånan-
ciadas por los monarcas españoles desde el siglo XVIII.
Álbumes de dibujo y pinceles en ristre, los pensionados deambularían como fantasmas
por las vías de Pompeya, la ciudad detenida en el tiempo. Sus botas polvorientas recorrerían
sus calzadas redescubiertas, por donde antaño transitaron los carros y las sandalias de los
ciudadanos romanos. Sus retinas debieron quedar hondamente impresionadas ante la
contemplación de las fastuosas decoraciones murales domésticas, de unas viviendas en las
que sus habitantes permanecían macabramente atrapados desde hacía ya más de dieciocho
siglos. Con la sensación de estar a merced de los crueles caprichos del Vesubio, ese coloso
iracundo que todavía amenazaba humeante, palparon como no hubiera sido posible por
aquel entonces, sino a través de estampas, la presencia viva y descarnada de la Antigüedad,
del arte Clásico, en la que fue una de sus páginas más sutiles y esplendorosas.
A Ånales del mes de octubre de ese año, una vez restituida la autoridad pontiÅcia, los
pintores y escultores españoles regresaron a Roma y comenzaron a ocuparse de la ejecu-
ción de sus trabajos artísticos obligatorios, que acreditasen sus progresos, y que debían
remitir desde Roma a la Academia de S. Fernando en Madrid.
De nuevo en la ciudad del Tiber, los pensionados se ejercitaron en la copia y estudio
de los fondos artísticos de la Academia de Bellas Artes de San Lucas, de los que Antonio
Solá era un gran conocedor. No en vano, había llegado a ser director de la prestigiosa
institución pontiÅcia. Allí impartiría a sus pupilos una asignatura que les iba a resultar
completamente novedosa, la “Anatomía pictórica”. Además, Montañés, según consta
en los libros de matrícula de la Academia de Bellas Artes de Francia en Roma (Villa
Medicis), asistió a las clases de dibujo del Antiguo, en el llamado “salón de los yesos”
Un nuevo ejemplar o copia de este histórico papel a la sal ha sido hallado recientemente en la
12
—actual biblioteca de la Academia Francesa—, conocido así por albergar la que sería
probablemente más importante colección europea de vaciados en yeso de esculturas de
la Antigüedad.
Sin embargo, Solá no consintió que los pensionados dejasen de lado el estudio del
natural, con modelo, y el estudio de ropajes, como también demuestran algunos de los ál-
bumes confeccionados por el pintor zaragozano, seguramente durante su asistencia a las
salas de la popular Academia Gigi. Esta academia privada, ubicada en la Vía Margutta
y regentada por un antiguo modelo, ofrecía a los artistas modelos para el estudio del des-
nudo y de los ropajes, junto a las muy recurrentes galerías de “tipos populares italianos”
(napolitanos, albaneses, piferaros, brigantes…), que indefectiblemente y, a partir de la gene-
ración de Montañés, conformarán los álbumes de dibujo y a la acuarela de las sucesivas
promociones de artistas españoles que recalen en Roma.
Durante estos años, los jóvenes artistas españoles habían sido testigos de una época
convulsa, peligrosa, pero al tiempo apasionante, plena de estímulos contradictorios que
no debió resultar nada fácil conciliar: Fueron “papistas” en la Roma de la revolución.
Asistieron como espectadores de excepción al despertar arqueológico de las ciudades
de Pompeya y Herculano; a la gloriÅcación de la espiritualidad Rafaelesca por la comu-
nidad de nazarenos alemanes. Peregrinaron por los más diversos centros de enseñan-
za artística, desde locales privados como la Academia Gigi, hasta las más prestigiosas
instituciones académicas de Roma, como Bellas Artes de San Lucas o la Academia de
Francia. Y, sobre todo, degustaron el singular microcosmos artístico romano, en tertu-
lias de cafés legendarios, como el café Greco, donde asistirían, tal vez incrédulos, a los
cada vez más perfeccionados y pictoricistas logros de sus compañeros, los pioneros de
la fotografía, artistas que habían sustituido su caballete, lienzo y pinceles, por el trípode
y la cámara, y que recorrieron los paisajes de Roma, coleccionándolos con la audacia
de un explorador.
Esta primera estancia de Montañés en Roma concluiría con un viaje de estudios,
realizado entre junio y octubre de 1852, que le llevó a recorrer toda Italia —una Italia,
todavía no uniÅcada—, y media Europa —Austria, Baviera, Sajonia, Prusia, Bélgica
y Francia—, junto a sus compañeros, los pintores Luis de Madrazo, Benito Soriano
Murillo y el arquitecto Jerónimo de la Gándara. No pudo acompañarles en su viaje
Francisco Sáinz, por hallarse en esos días convaleciente de una grave afección cerebral
que, apenas un año después, el 12 de junio de 1853, iba a poner Ån a su prometedora
carrera, cuando tan sólo contaba treinta años de edad. El pintor zaragozano conservó
siempre entre su colección de fotografías el retrato de su compañero malogrado, sen-
tado en un velador romano. Un soberbio retrato, pleno de naturalidad, Årmado, como
no, por Caneva.
50
Del entorno de la Piazza Spagna al Gianicolo: artistas y fotógrafos en la Roma del siglo XIX
13
El contenido de este apartado, forma parte del capítulo: “De Madrid a Nápoles: Alarcón en la
tertulia española del café Greco y en el gabinete fotográÅco de Altobelli y Molins”, dentro de
la publicación dirigida por J.A. Yeves (ed.): Una imagen para la memoria. La carte de visite. Colección de
Pedro Antonio de Alarcón (Fundación Lázaro Galdiano, Madrid, 2001.
14
Gioachino Altobelli (Terni, 1814 – Roma, ca. 1878).
51
José Antonio Hernández Latas
15
Pardo Canalís, Enrique: “Una fotografía histórica. Roma, 1861”, rev. Academia, nº 48, Madrid,
1979.
16
Becchetti, Piero. La fotografía a Roma dalle origini al 1915, Ed. Colombo, Roma, 1983.
52
Del entorno de la Piazza Spagna al Gianicolo: artistas y fotógrafos en la Roma del siglo XIX
trata junto a sus contertulios tocado con una txapela blanca, seguramente en recuerdo de
su origen o antecedentes familiares vascos.
Pero no son estos los únicos documentos de los que disponemos que atestiguan la
estrecha y asidua relación que el fotógrafo Pompeo Molins mantuvo con la colonia de
artistas. Precisamente, poco meses después de la visita de Alarcón a Roma, el escultor
madrileño José Pagniucci Zumel, con fecha de agosto de 1861, remitía una carta a su
antiguo compañero de pensionado, el pintor zaragozano Bernardino Montañés, en la
que le ponía al corriente de sobre el ambiente artístico de la capital y le esboza una breve
crónica de la situación personal de los artistas españoles aÅncados en Roma. En dicha
crónica, Pagniucci, incluye también al joven fotógrafo: “Molins ha estado en París, pero
ya ha vuelto a Roma y sigue haciendo tantos retratos en fotografía cuantos puede, se ha
asociado a un romano llamado Altobelli y tienen el mejor establecimiento fotográÅco de
Roma.” Por su parte, cuando Montañés realice su segundo viaje a Roma en 1867, según
dejó consignado en su agenda de bolsillo, la tarde del día 21 de junio acudirá al gabinete
fotográÅco de Pompeo Molins17, con quien posteriormente visitará algunos de los estu-
dios de sus compatriotas residentes en la ciudad.
Pero todavía existe un nuevo y elocuente testimonio de la familiaridad y complici-
dad existente entre Pompeo Molins y los artistas españoles pensionados o residentes en
Italia. Se trata de un nuevo retrato fotográÅco de la colonia de jóvenes artistas españoles
tomado en torno a la década de 1860, esta vez más multitudinario y realizado en lo
que parece un patio ajardinado a pleno sol. Entre la veintena de artistas retratados, de
nuevo encontramos al propio fotógrafo Pompeo Molins y, además, su autógrafo al pie de
la albúmina, junto al del resto de los retratados, entre los que hemos podido identiÅcar
los siguientes: Vicente Palmaroli, Lorenzo Vallés, Antonio del Castillo, Manuel Arbós,
Antonio Gisbert, Miguel Navarro, Marcos Hiráldez Acosta, Eusebio Valldeperas, José
Casado del Alisal, Francisco Aznar García, Felipe Moratilla, Eduardo Rosales, Ramón
Collado, José Armet y Ricardo Bellver. Dicha fotografía pertenece a la colección Rogent
y fue publicada en el ensayo de Joaquín Folch i Torres sobre el pintor catalán Mariano
Fortuny (Fortuny, Reus, 1962).
Para terminar con esta serie de testimonios gráÅcos, literarios y documentales, me
gustaría añadir también que entre los miembros no artistas de la tertulia española del
Greco, Alarcón cita a los señores Arnau y Gardiola, trabajadores de los ferrocarriles ro-
manos “que se construyen por nuestro célebre compatriota Sr. [Marqués de] Salamanca”
y que a su vez, los fotógrafos Molins y Altobelli, ostentaban el título de “FotograÅ delle
Ferrovie Romane”. Sorprende un tanto que algún historiador italiano haya querido ver
este título honoríÅco como una concesión obtenida por inÆuencia del suegro de Molins,
Desde 1865, disuelta ya la sociedad con el fotógrafo Gioachino Altobelli, regentará en solitario
17
Ludovico Fausti, secretario personal del poderoso Cardenal Antonelli, mientras que se
omite habitualmente la importante participación española en dicha empresa con la di-
rección del Marqués de Salamanca, como bien nos recuerda Alarcón en sus páginas.
En Ån, todos estos testimonios presentan incuestionablemente a Pompeo Molins,
como un artista fotógrafo con origen o, al menos, antecedentes familiares en el País
Vasco y constantemente relacionado con la colonia artística española, así como con em-
presas e intereses españoles en Roma. Y, por tanto, debemos reivindicar a este interesante
fotógrafo como una más de las asignaturas pendientes de nuestra historiografía.
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54
Valle Giulia: génesis y consolidación de
un área cultural en la Roma Moderna
Introducción
En 1911 Roma acoge, conmemorando el 50 aniversario de la UniÅcación de Italia, una
Exposición Internacional que se había organizado entre las tres sedes que habían sido
capitales del nuevo Estado: Turín, Florencia y Roma. En esta última se concentraron las
manifestaciones dedicadas a las Bellas Artes y la Etnografía, utilizando la cultura como
imagen de marca de la nueva capital que veía culminar así el proceso de construcción
de la imagen de la nueva Roma Capital iniciado en 1870 tras la entrada en la ciudad
de las tropas de Garibaldi. Si bien toda la ciudad participaría de los diferentes eventos
organizados, un área destacará especialmente como sede de las grandes exposiciones
de Etnografía y Bellas Artes con sus correspondientes pabellones, espacios públicos,
monumentos y nuevos trazados. El área elegida era una de las zonas de expansión al
norte de la ciudad, a uno y otro lado del Tíber entre los barrios (quartiere) della Vittoria
y Pinciano, en el entorno de Plaza de Armas en el primero y la zona aún sin sistema-
55
Miguel Ángel Chaves Martín
tizar ocupada por la Villa Giulia en el segundo, próxima a Villa Borghese y la colina
de Parioli. En esa área se localizaba desde el siglo XVI la Villa levantada para el papa
Julio III, aislada en medio de un paisaje todavía clásico y convertida hoy en sede del
Museo Nacional Etrusco; y será precisamente en los primeros años del siglo XX cuando
se sistematice todo el terreno como consecuencia de la Exposición Internacional. De
ella surgirá la Galería Nacional de Arte Moderno, la Facultad de Arquitectura y las
academias e institutos de cultura de diferentes países que convierten el área en un nuevo
distrito cultural completado con una presencia cada vez mayor de monumentos públicos
entre dos grandes referentes museísticos, el citado museo etrusco y la colección de Villa
Borghese1.
1
El presente estudio forma parte de los resultados del proyecto de investigación Arquitectura, urbanis-
mo y representación en la construcción de la imagen de los Barrios Artísticos (Ref. HAR2012-38899-C02-02).
MINECO Convocatoria 2012 Plan Nacional I+D+i.
56
Valle Giulia: génesis y consolidación de un área cultural en la Roma Moderna
Un evento, por otro lado, necesario puesto que la tan ansiada conformación territorial
de un Estado lograda en 1870 tan solo fue “el primer paso en la construcción de la nue-
va nación italiana, un proceso que se extendería hasta 1914” (Hearder y Morris, 2003:
9). Antes de 1860 eran muy pocos los que creían que Italia debiera integrar un Estado
unitario, de hecho “para la mayoría de los italianos expresiones como la nación italiana o
Italia en sí misma no signiÅcaba nada en absoluto” (Duggan, 1996: 1). En consecuencia,
el problema de la construcción de la nación obsesionó durante décadas a los gobernantes
del recién estrenado reino de Italia, preocupados por la falta de lealtad de la ciudadanía
hacia el nuevo Estado, que parecía no ser más que la suma de sus partes autónomas. En
este contexto, debía dotarse a la ciudad de Roma, capital de la nación en ciernes, de una
imagen que representara los valores con los que la nueva Italia pretendía comprome-
terse. Surgía así la necesidad de crear una marca ciudad capaz de proyectar al resto del
mundo la imagen de una capital monárquica, moderna y burguesa, sin renunciar a la
tradición de ser la ciudad símbolo del poder del Papado y la gloria del Imperio Romano2.
Si en la actualidad la necesidad de diferenciación de las ciudades en un mercado
global y en un contexto internacional marcado por las transformaciones tecnológicas,
geopolíticas, comerciales, Ånancieras, institucionales, culturales y sociales es el acicate
para la puesta en marcha de estrategias de city branding, en los albores del Estado moder-
no sucedía lo mismo con el deseo de proyectar una imagen reconocible por la ciudadanía
como identidad nacional. Es más, se podría aÅrmar que de igual manera que a día de
hoy la globalización ha favorecido el contacto entre diferentes culturas y, en consecuen-
cia, se multiplican las iniciativas institucionales por preservar los valores identitarios de
cada pueblo (Calvento y Ochoteco, 2009: 62), en la Italia recién uniÅcada, los diferentes
pueblos debían encontrar aquellos valores que les permitiesen reconocerse como una
única nación. En este sentido y analizado el proceso con la perspectiva del tiempo, se evi-
dencia cómo sin saberlo, las autoridades desarrollaron políticas activas para la mejora de
la imagen exterior de la nueva Italia mediante estrategias que se enmarcarían en lo que
hoy reconocemos con un proceso de brandiÅcación de la capital del reino como máximo
exponente del nuevo Estado. Desde este enfoque, la organización de un evento como la
Exposición Internacional de 1911 formaría parte de la última etapa de un largo camino
en el que la construcción de la marca ciudad de una Roma moderna debía contribuir
de manera decisiva al posicionamiento de la nueva Italia en el escenario internacional3.
2
Una primera aproximación al estudio de esta nueva imagen de marca que se busca para la Roma
Capital en: Chaves y Heredero, 2016.
3
No obstante, plantear la existencia de un proceso de brandiÅcación en el corazón de la Europa de
Ånales del siglo XIX puede resultar cuanto menos atrevido, teniendo en cuenta lo incipiente
de una disciplina como la del marketing de lugares, aún hoy bastante indeÅnida (Go y Govers
en Lasarte, 2015: 121), y que pese a sentar sus bases teóricas en la década de los 90, no ha sido
tenida en cuenta por los gestores urbanos hasta el cambio de milenio. Sea como fuere, lo cierto
57
Miguel Ángel Chaves Martín
es que explorar la posibilidad de que así fuera implica tomar en consideración el hecho de que la
construcción de una marca ciudad es un proceso de planiÅcación estratégica que siempre debe
trascender cualquier política de promoción turística entendida como una mera iniciativa de
comercialización urbana, para constituirse en una transformación global del territorio que im-
plique a las autoridades y a la ciudadanía en un proyecto de renovación, tanto en lo físico como
en lo intangible. Se trata de un continuum en el que “la dimensión de civilización evoluciona
desde la urbs hacia la civitas” (Muñiz y Cervantes, 2010: 139), de modo que cuando las necesida-
des básicas de la ciudadanía están satisfechas, adquieren importancia aquellas otras relacionadas
con la identidad y los valores compartidos.
58
Valle Giulia: génesis y consolidación de un área cultural en la Roma Moderna
Figura 1. (sup. izq.) G. Vasi. Casino di Villa Ludovisi presso Porta Pinciana, 1761. (sup. drch.) Puerta
de acceso a Villa Ludovisi antes de su derribo en 1886. (inferior) Detalle del área ocupada
todavía por Villa Ludovisi en el Piano Regolatore di Roma de 1883
59
Miguel Ángel Chaves Martín
Bellisimi viali ombrosi di querce e di allori, qua e là frammezzati da alti e grossi pini,
tranquillità e aria balsámica facevano della villa Ludovisi uno di quei luoghi di Roma
ch’erano nominati per primi quando si discorreva degli incanti della Città Eterna. Sì,
io credo che se si fosse domandato qual era il più bel giardino del mondo, coloro che
conoscevano Roma avrebbero risposto senza esitare: villa Ludovisi4.
Esta diversidad de posturas pone de maniÅesto el gran problema con el que arrancó
la ciudad su nueva condición, como fue la propia cuestión de su capitalidad. La antigua
ciudad de césares y papas se había convertido en una población de reducidas dimensio-
nes y escaso protagonismo frente a las grandes metrópolis europeas. Con una baja den-
sidad de población, sin industria y comercio fuertes, atesoraba la cultura y el patrimonio
que siempre la dieron protagonismo, y hacia donde una vez más querían encaminar
ahora la imagen de la nueva Roma. No faltaron críticas a su estado físico ya desde el siglo
anterior, cuando Charles de Brosses consideraba que “Roma, aunque grande, no parece
en absoluto una capital”, detenida en el tiempo y con su particular encanto y enseñanza
para artistas e intelectuales, mientras la aristocracia y el clero vivían cómodamente de sus
rentas. Prácticamente a la vez, la Enciclopedia francesa incidía en su escasa población,
seis veces menor que París y siete menos que Londres:
No tiene mar, ni industria, ni tráÅco. Sus palacios, tan alabados, no siempre son tan
bellos como se piensa, y en mal estado, al igual que las casas, pobres, miserables. Las
calles, estrechas, sucias, no se limpian salvo por la lluvia, que cae de tarde en tarde. La
ciudad, hormigueante de iglesias y conventos, está casi desierta al oriente y mediodía.
4
“Die Vernichtung Roms” (La destrucción de Roma). Carta abierta publicada en enero de 1886
en el Deutsche Rundschau, traducida y publicada también en Italia ese mismo año por C.V. Giusti
(Loescher, Firenze, 1886).
5
Recogido por Insolera (1985: 374) a partir de la recopilación de Silvio Negro. Seconda Roma,
1850-1870, Milano, 1843.
60
Valle Giulia: génesis y consolidación de un área cultural en la Roma Moderna
Su muralla incluye campos, huertos, tierras sin cultivar… Tiene razón quien dice que
las siete colinas, que una vez fueron el ornamento de la ciudad, hoy no le sirven sino
de tumba.
61
Miguel Ángel Chaves Martín
creando su nueva imagen de capital del Estado UniÅcado de Italia. En los trazados,
se trabaja simultáneamente en la regularización y alineación de calles, a la vez que se
abren las nuevas grandes arterias de la ciudad moderna, como Vía Nazionale o Vía XX
de Septiembre. Tal como había preconizado Quintino Sella, los distritos de imponentes
palacios, espaciosos bulevares, nuevos museos, colegios, hospitales, cuarteles, academias
y grandes ediÅcios públicos fueron dando la misma dignidad que ya presentaban en las
principales capitales europeas a la nueva Roma, que expresaba a través de sus obras
la fuerza y unidad del reino, aÅanzado y controlado por una burguesía sólida y em-
prendedora. En uno y otro sentido, la arquitectura se va a erigir en protagonista, tanto
de los procesos de restauración y/o transformación de ediÅcios históricos, como en la
búsqueda de una nueva arquitectura que establezca las señas de identidad del deseado
estilo nacional.
Figura 2. Piano Regolatore e di Ampliamento della città di Roma (Alessandro Viviani, 1883).
Fuente: Archivio Capitolino, Biblioteca Romana, Cartella XIII, 119
62
Valle Giulia: génesis y consolidación de un área cultural en la Roma Moderna
6
Recogemos aquí parte de las consideraciones ya planteadas en Chaves (2012 y 2016). Seguimos
el planteamiento de Carlos Aymonino (1983) cuando a propósito del signiÅcado de las ciudades,
apuntaba cómo las calles y las plazas se recuperan para la expresión y la ciudad se transforma
en su Åsonomía, desencadenando una reacción, donde la obra artística se abre en multiplicidad
de fragmentos, yuxtapuestos o enfrentados, que interactúan con las contradicciones y conver-
gencias de una colectividad ávida de sensaciones, de pulsiones, de vacíos y silencios. Además del
sentido primordial de las obras, cuentan sus virtualidades signiÅcativas, contextuales y margina-
les, para entender la lógica de la intercomunicación entre el ciudadano, el objeto artístico y el
espacio en el cual ambos cohabitan, en tanto escenarios de encuentro. La obra de arte se inserta
así en la ciudad como un valor que participa y, a la vez, modiÅca la arquitectura y los trazados,
estableciendo relaciones entre los volúmenes y los vacíos, la luz y las sombras, las texturas, con-
63
Miguel Ángel Chaves Martín
Diseminados por los nuevos espacios de la ciudad, forman parte de un programa perfec-
tamente planiÅcado con la intención de crear unos nuevos símbolos y una nueva imagen
en el paisaje urbano. Buscarán en los monumentos conmemorativos la exaltación de los
valores del Risorgimento y la representación heroica de los nuevos padres de la patria,
tanto desde el punto de vista militar como político y cultural. Calles y parques, plazas
y monumentos se llenan de sus nombres, de sus hazañas y de sus representaciones for-
males. Convertidos en símbolos de la nueva ciudad y vinculados a su arquitectura y sus
espacios públicos, los grandes monumentos se erigen en mitos, emblemas y referentes de
las nuevas ideas del Estado y de la sociedad. La ciudad se digniÅca y se celebra a sí misma
a través de ellos, como apuntara el político Luigi Pianciani ya en 1872:
Los nuevos símbolos de la Roma Capital se unen a los del pasado, a los grandes hitos
de la Roma de los Césares y de los Papas, tanto en lo arquitectónico como en lo escultó-
rico. En el primer caso, con notable predominio de lo arquitectónico (Coliseo, Panteón,
ruinas del Foro, termas, templos, columnas conmemorativas, arcos triunfales…) pero sin
olvidar tampoco el protagonismo y la trascendencia histórica de la gran Ågura de bronce
del Marco Aurelio a caballo que presidía desde hacía siglos la colina del Capitolio. En
el segundo caso, a la impresionante arquitectura del Vaticano y las nuevas iglesias del
barroco romano como hitos de los grandes jubileos (San Carlino, Santa Agnese, San
Giovanni Laterano) se suman los palacios de la aristocracia y las escenografías de las
plazas con sus esculturas monumentales (Navona, Trevi, Popolo…).
El programa con el que celebrar, en el “augusto recinto” de Roma, las conquistas
del Risorgimento y homenajear a sus protagonistas, está claro y bien deÅnido desde un
primer momento. Todos participaron haciendo frente común en la “noble tarea”, tanto
políticos como intelectuales, el Estado y el propio Municipio. Y así lo manifestaba el
diputado Antonio Mordini en la sesión celebrada el 20 de marzo de 1890, al aÅrmar
que Roma debería resumir en sí misma la vida de la nación, a la vez que convertirse en
el sagrado recinto que recordara a las futuras generaciones, con mármoles y bronces, la
gran obra de los padres de la patria. Pocos años antes, en 1881, el ministro Crispi insistía
en la importancia de que tanto el Gobierno como las instituciones no sólo eran los ga-
rantes del bienestar de la nación, sino que también tenían la obligación de perpetuarse
en mármoles y monumentos.
La decisión de convertir a Roma en la nueva capital del reino de Italia suponía trans-
ferir a la ciudad todos los poderes del Estado, con la necesidad, en consecuencia, de crear
una nueva imagen de poder que se reÆejara en sus arquitecturas, trazados y monumen-
tos. Roma, como apunta M. SanÅlippo (1993: 32), tenía que alojar al Rey y su corte, al
Gobierno y sus ministros, a las dos cámaras parlamentarias (diputados y senadores), los
Estados Mayores del Ejército y la Marina, el Consejo de Estado, los tribunales y las em-
bajadas. Todo ello supone una modiÅcación en la estructura funcional de la ciudad y una
nueva arquitectura, unida a un preciso y bien planiÅcado programa de escultura monu-
mental que va marcando los hitos de la nueva imagen del poder. Esta proliferación de
funciones y burocracias conÅgura una compleja red de espacios y de población
político-Ånanciera que engulle rápidamente las grandes posesiones pontiÅcias y tiene
ansiedad también de nuevos espacios, que logra a través de un completo plan de expro-
piaciones. Una de las primeras medidas será la construcción de grandes ediÅcios públi-
cos, pues la nueva Roma debía competir desde un primer momento con los monumentos
de la Roma de los césares y los papas. Todo se proyecta, necesariamente, a escala monu-
mental, desde los Ministerios a los Bancos, desde el Palacio de Justicia al Palacio de
Exposiciones, desde las Fuentes públicas al Monumento al Rey. Un ambicioso programa
que despliega por la ciudad estatuas ecuestres, como la del rey Carlos Alberto en los jar-
dines del Quirinal (1900), la del rey Vittorio Emanuele sobre el Capitolio (1900-1911), la
del rey Humberto en los jardines de Villa Borghese (1911) y la de Garibaldi en el
Gianicolo (1895); monumentos públicos, como los de Giordano Bruno en Campo de
65
Miguel Ángel Chaves Martín
Fiori (Ferrari, 1889), Cola di Rienzo y Mazzini en Circo Massimo (1887) y Quintino
Sella frente al Ministerio de Finanzas (Ferrari, 1893); y sobre todo a los tres grandes hé-
roes de la patria: Cavour en Prati (Bertolini, 1895), Garibaldi en el Gianicolo (Emilio
Gallori, 1895), y el rey Vittorio Emanuele en el denominado Altar de la Patria de Piazza
Venezia (Sacconi, 1885-1911). A ello se unen las fuentes monumentales, como las de
Piazza della Exedra, con la Fuente de las Náyades (Mario Rutelli, 1888) y las fuentes que
acompañan al Vittoriano (Altar de la Patria en Piazza Venezia) o el Palacio de Justicia,
en el que también aparecen los mejores ejemplos de escultura monumental vinculada a
la nueva arquitectura, con las imágenes de los juristas que presiden la fachada del nuevo
Palacio y su remate con la cuadriga en bronce dentro del macroproyecto de G. Calderini
(1888-1911) para cerrar uno de los ejes del nuevo área de Prati. Completan el programa
columnas y obeliscos conmemorativos, recordando tipologías antiguas, como el
Monumento a la breccia (columna conmemorativa rematada por la Ågura de una Victoria
alada) levantado en 1895 junto al fragmento de muralla próximo a Porta Pía por donde
entraron los primeros bersaglieri de Garibaldi, para conmemorar precisamente el 25 ani-
versario de la toma de la ciudad; o el Obelisco de Dogali colocado frente a la nueva
Estación de Términi en 1887, como recuerdo a los caídos en Eritrea, siguiendo así la
tradición papal de la Roma de los siglos XVI y XVII con la proliferación en las plazas de
los obeliscos egipcios. Sin olvidar tampoco el denominado Faro del Gianicolo, obra del
escultor Manfredi en 1911, donado por los emigrantes italianos en Argentina.
66
Valle Giulia: génesis y consolidación de un área cultural en la Roma Moderna
7
El Monumento al rey Vittorio Emanuele ha sido objeto de una reciente revisión por parte de la
historiografía moderna. Una completa recopilación bibliográÅca, así como el estudio y análisis
pormenorizado del Monumento en (Venturoli, 1995), (Brice, Racheli et al, 1986) y (Brice, 1998).
67
Miguel Ángel Chaves Martín
aÅrma la continuidad con la tradición romana del poder político desde la Antigüedad: el
umbiculus mundi, el lugar donde se concentran la historia y la cultura, la política y el poder.
El monumento conmemorativo cobra así signiÅcado simbólico y urbano a la vez, tanto
por su carácter de hito cuanto por su carácter cívico de identiÅcación de la ciudad. Roma
Capital quiso crear sus propios símbolos y lo logró uniéndolos a los antiguos símbolos de
la universalidad de la urbe.
8
G. Lavini. “La Terza Roma”. Revista L’Architettura Italiana, julio, 1909. Recogido por Alonso
Pereira (2003: 13)
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Valle Giulia: génesis y consolidación de un área cultural en la Roma Moderna
ventar, una nueva capital, ahora añaden una ciudad fantástica de escenografías y arqui-
tecturas efímeras, mobiliario, carteles, pero también de monumentos y escultura pública,
viviendas y museos, plazas y jardines, puentes y avenidas.
Figura 4. Cartel conmemorativo del 50 aniversario de la proclamación del Reino de Italia con
Roma Capital. En primer plano, sobre la planta de la ciudad histórica, los dos espacios destinados al
evento, la Exposición de Bellas Artes en Valle Giulia, y la Mostra EtnográÅca en Plaza de Armas
La división de papeles entre Roma y Turín estaba clara. A esta última se le conÅó la
tarea de mostrar al mundo el progreso técnico, la unidad de acción del pueblo italiano
hacia un radiante futuro. El progreso era todavía una luz indiscutible que guiaba todas
las actuaciones y hacia la que se seguían enfocando las grandes exposiciones de la indus-
tria y el trabajo encargadas de demostrarlo. Roma, sin embargo, asumió una tarea más
compleja. Debía narrar a la vez la grandeza de un país que había evolucionado en la
rica diversidad que caracterizó su historia y unirlo en un proceso que sirviera de cimien-
to sólido para la nueva realidad que precisamente se celebraba: el cincuentenario de la
UniÅcación.
La Exposición, diseñada por Marcelo Piacentini y bajo la dirección de obra de
Giuseppe Pagnani Fusconi, se organizó en dos grandes conjuntos, la Muestra Regional
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Miguel Ángel Chaves Martín
70
Valle Giulia: génesis y consolidación de un área cultural en la Roma Moderna
Pero más allá de ese ámbito urbano, la imagen de una Roma moderna como capital
cultural que aglutina el pasado más rico y monumental con un presente progresista pero
siempre condicionado por esos valores, se extendió por toda la ciudad.
Cuando los futuristas habían hecho de Milán la capital de su propuesta vanguar-
dista, las veladas futuristas romanas pasaban casi desapercibidas como acontecimien-
tos esporádicos ante el peso de la tradición simbolista de raíz internacional que habían
abierto Nino Costa y sus discípulos Norberto Pazzini, Giuseppe Cellini o Giulio Aristide
Sartorio, y el realismo costumbrista de Enrico Coleman o Francesco Paolo Michetti,
que no sólo copaban las galerías y círculos académicos sino que se extendía también a la
ilustración gráÅca y el cartelismo de la propia Exposición.
Si en 1902 Turín se había inclinado decididamente por el Art Nouveau en su
Exposición Internacional de Artes Decorativas Modernas, Roma venía optando des-
de los primeros días de la UniÅcación por la búsqueda de un estilo nacional apoyado
siempre en las formas clásicas de un Eclecticismo de raíces tanto romanas, como pia-
montesas o francesas. Estas últimas quedaron patentes en los nuevos hoteles del entorno
Ludovisi, mientras que las viviendas para los funcionarios en el área de Viminal se di-
señaron con los característicos soportales turineses y los grandes ediÅcios institucionales
adoptaron el monumentalismo romano presente en el nuevo Palacio de Exposiciones de
Vía Nazionale o en los ediÅcios para el Banco de Italia de Gaetano Koch y el Palacio
de Justicia de Giusepe Calderini. En esa línea se inaugura en 1911 el ya comentado
Altar de la Patria en memoria de los caídos y del rey Víctor Manuel II, mientras que la
Exposición Internacional de Turín de ese mismo año, apoyada en las maravillas del ma-
quinismo y la tecnología, se convierte en el verdadero símbolo de una Italia obsesionada
entonces por la euforia de la modernización. Hemos apuntado en páginas precedentes el
valor simbólico y urbano del nuevo monumento convertido en hito del proceso de trans-
formación de la ciudad e imagen de sus ideales. Inaugurado el 4 de junio, la séptima
sección de la Exposición Internacional desarrolló allí la Mostra del Risorgimento con ob-
jetos e iconografía del proceso uniÅcador. Prevista ya por el Comité organizador desde
1908 como núcleo del futuro Museo del Risorgimento, acogió documentos, mobiliario,
fotografías, grabados y cuantos objetos ilustraban la historia del cincuentenario en las
diversas ciudades italianas.
Paralelamente, en las Termas de Diocleciano, Rodolfo Lanciani diseña la Mostra
Archeologica con la exposición de las principales piezas romanas que han ido apareciendo
en las cada vez más numerosas excavaciones realizadas esos años, conÅgurando así el
germen del nuevo Museo Nacional Romano. La muestra contribuyó a legitimar al nuevo
Estado italiano con un discurso focalizado en la idea de “una nación nueva con viejos
valores”, una nación basada en los logros civiles y sociales de la Roma Antigua y unos
valores susceptibles de ser rescatados, pero también con la clara intención de dar a la
arqueología un papel protagonista en dicho proceso (Bellón y Tortosa, 2010: 205-206):
72
Valle Giulia: génesis y consolidación de un área cultural en la Roma Moderna
73
Miguel Ángel Chaves Martín
La enorme unidad de una diversidad que, antes que desgarrarse por la amplia ten-
sión de sus elementos, maniÅesta su incomparable fuerza precisamente a través de esa
tensión. Del mismo modo que el misterioso encanto de las telas antiguas reside en que
sus distintos colores, al compartir durante años un mismo destino, de sol y sombras, de
humedad y sequedad, acaban conciliándose en una unidad que sólo el tiempo da, así
cabría decir que las cosas más alejadas y extrañas entre sí, por compartir la experiencia
de estar en Roma y participar de su destino, experimentan una adaptación, un inÆujo
recíproco, una integración por la que la signiÅcación individual de cada cosa alcanza su
plenitud tanto como la alcanza la unidad en la que se encajan como partes integrantes.
(Simmel, 2013: 16)
Quizá el profundo atractivo que ejerce la belleza se deba a que siempre adopta la forma
de unos elementos que son, en sí mismos, indiferentes y ajenos a ella y que adquieren
valor estético sólo en virtud de su combinación. La palabra aislada, la mancha de color,
el ladrillo o un sonido suelto carecen de ese valor y sólo lo reciben, como un regalo que
por sí mismos no merecen, combinados en una forma que desprende belleza. […]
Quizá el paisaje urbano donde esa belleza nueva y no premeditada, nacida azarosa-
mente de la conjunción de puntuales creaciones humanas, alcanza su máximo atractivo
sea el de Roma. Ahí, múltiples generaciones han creado y construido, unas junto a otras,
unas sobre otras, sin preocuparse ninguna, incluso sin entender ninguna, lo que les pre-
cedía, limitándose cada una a atender las necesidades del momento según los gustos y
caprichos de cada época. Sólo el azar ha ido perÅlando el aspecto general de la ciudad,
como fortuito precipitado de lo más antiguo y lo más reciente, de lo preservado y de lo
degradado, de lo que resulta armonioso y lo que no. Y como el conjunto ha adquirido
a pesar de todo una incomprensible unidad, como si una voluntad consciente hubiera
combinado a los elementos buscando a propósito la belleza, la fuerza de su atractivo
se debería a esa enorme, y sin embargo reconciliada, distancia entre la arbitrariedad de
las partes y el sentido estético del conjunto; en esto radicaría la feliz seguridad de que,
aún a pesar de sus respectivos sinsentidos y de su mutua disonancia, los elementos del
mundo pueden conÆuir en un todo bello.
(Simmel, 2013: 9-10)
74
Valle Giulia: génesis y consolidación de un área cultural en la Roma Moderna
9
En este sentido, puede deÅnirse un gran evento cultural como “un acto puntual en el tiempo
y el espacio, que supone una inversión económica elevada (normalmente pública y con reper-
cusiones sobre toda la ciudad), repetitivo a pesar de aspirar a pasar por único y que atrae la
atención de ciudadanos, administraciones y medios de comunicaciones de una manera superior
a la habitual” (Paül i Agustí, 2013).
75
Miguel Ángel Chaves Martín
La villa evocaba la atmósfera idílica del paisaje clásico que sus terrenos habían sido
en su momento. Compuesto por bosques, arboledas, cuevas y una elegante residencia,
era el lugar donde Julio III y sus íntimos podían disfrutar de los placeres de la natu-
raleza, así como de sus pícaros deleites. El elemento central lo componían el Casino, el
10
Seguimos la deÅnición de Peter Rietbergen (2012): Rome and the world-The world in Rome. The poli-
tics of international culture, 1911-2011. Republic of Letters, Dordrecht, 2012.
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Valle Giulia: génesis y consolidación de un área cultural en la Roma Moderna
patio-jardín y el Ninfeo, un recinto cuya disposición axial seguía las líneas generales
de un valle recogido.
(Rowe y Satkowski, 2013: 216)
Villa Giulia va a ser el primer elemento arquitectónico que conÅgura el valle, dis-
puesta en un eje axial que arranca desde el Tíber incluyendo una fuente, una portada
almohadillada que abría el camino hacia los Monti Parioli, y el ediÅcio palaciego con su
fachada vignolesca ocultando la rica secuencia de variados espacios que se suceden tras
ella: muros, esculturas antiguas, bustos, relieves, escaleras, una logia y el Ninfeo11.
Figura 7. Villa Giulia (Roma). Actual Museo Nazionale Etrusco. Fuente: elaboración propia
11
“Entonces aparecen múltiples espacios como conclusiones alternativas a la passeggiata: los es-
tanques del Acqua Vergine en la fuente del nivel inferior, la gruta situada detrás de la serliana
del nivel principal del Ninfeo hundido, y el jardín que se ve a través de la logia pequeña y el
aviario del lado opuesto. Lo que era físico ha pasado a ser visual, y la claridad ha dado paso a
la ambigüedad. Bajando al recinto de la gruta-Ninfeo, la profusión del ornamento, la variedad
de la gramática arquitectónica y la diversidad de escalas crean el efecto de un suntuoso salone
al aire libre. No es de extrañar que el Ninfeo fuese el corazón del proyecto, el que incorporaba
todo el placer sensorial de la villa” (Rowe y Satkowsky, 2013: 219).
77
Miguel Ángel Chaves Martín
En manos de los papas hasta 1870, la nueva realidad política hizo que la villa pasara
a propiedad del Reino de Italia, creándose, por iniciativa del arqueólogo y diputado
Felice Barnabei, el Museo Nazionale Etrusco en 1889 con la Ånalidad de recoger piezas de
la antigüedad prerromana del Lazio, ampliándose entre 1912 y 1923 con la construcción
de las dos nuevas alas que terminan de conÅgurar su actual imagen12.
Próxima a Villa Giulia y con acceso desde Piazzale Flaminio se localiza la Villa Strohl-
Fern, que toma su nombre del artista y mecenas alsaciano Alfred Wilhelm Strohl-Fern
(1847-1927), que la adquirió de un propietario inglés en 1879. Desde entonces no sólo
vivirá en ella hasta su muerte sino que convertirá el lugar en una colonia de artistas con
estudios y talleres para pintores y escultores por donde pasaron, entre otros, Francesco
Trombadori, Amedeo Bocchi, Carlo Levi, Arturo Martini, Nino Bertoletti, Attilio Selva,
Giorgio de Chirico y Alfredo Biagini junto a músicos y literatos que también ocuparon
sus espacios, diseñados por el propio Strohl-Fern con una concepción totalmente funcio-
nal dominada por la geometría y las formas cuadrangulares tanto en los volúmenes de
los ediÅcios (palacete principal, estudios de artistas, talleres) como en el propio diseño del
jardín, jugando con la racionalidad, el paisaje y el romanticismo de ciertas formas y ele-
mentos naturales que sirvieran de inspiración a los artistas. La internacionalidad con que
planteó su colonia de artistas permitió la presencia de los pintores rusos Michail Wrubel
e Ilia Riepin, el español Enrique Serra o la periodista alemana Marianna Brezzi junto
a ilustres visitantes como Rainer Maria Rilke o el historiador del arte Roberto Longhi.
Strohl-Fern donó su villa al Estado francés tras su muerte en 1927 con la condición ex-
presa de conservar su legado
per opere francesi di pubblica utilità, a condizione che siano conservate le mie opere
di pittura e scultura, che siano pubblicati i miei manoscritti di prosa e poesia, che sia
conservato l’aspetto paesaggistico della villa e siano rispettate le antiche alberature.
12
El Museo guarda obras de la Etruria meridional (el Alto Lazio y la Umbria) así como importan-
tes piezas griegas provenientes de las antiguas colonias fruto de las excavaciones que se venían
realizando en esos años, junto a los fondos de las colecciones privadas de Augusto Castellani y
Cima-Pesciotti, y una parte signiÅcativa del antiguo Museo Kircheriano de Roma.
13
Gestionada inicialmente por la Embajada de Francia desde 1927, pasó después a manos de la
administración municipal romana, que en 1952 la anexionó al parque público de Villa Borghe-
se. Actualmente la villa está de nuevo bajo la administración del gobierno francés, que estableció
en ella la sede del Liceo Chateaubriand. La batalla por la recuperación y conservación del con-
junto con sus valores naturales y culturales se mantiene desde hace décadas, apoyada también
78
Valle Giulia: génesis y consolidación de un área cultural en la Roma Moderna
El parque de Villa Borghese se había abierto al público en 1903 con gestión munici-
pal, un año después de que la Galería con la colección de la familia Borghese fuera ven-
dida al Estado italiano. Dentro de él, y ya en el año de la gran Exposición Internacional,
el 5 de enero de 1911 se inaugura, tras tres años de preparativos, el Giardino Zoologico
de Roma según proyecto del zoólogo alemán Carl Hagenbeck y los arquitectos Lehmann
y Eggenschwiller, con una importante ampliación en 1933-35 por parte del arquitecto
Raٺaele de Vico, reformas y nuevas construcciones de pobre diseño arquitectónico entre
1970 y 1983 coincidiendo con el momento de mayor deterioro del conjunto, y su reciente
conversión en Bioparco di Roma en 1998 con proyecto de Giacomo Bessio.
El ediÅcio principal de la Exposición de 1911 construido por Cesare Bazzani para
Pabellón de las Bellas Artes se convirtió tras el cierre de la misma en la sede de la Galleria
Nazionale d’Arte Moderna, un ediÅcio monumental que preside la gran plaza resuelto en
una solución ecléctica de elementos clasicistas con pórtico de columnas pareadas y un
potente entablamento decorados con frisos y motivos escultóricos de Giovanni Primi,
Ermenegildo Luppi y Adolfo Laurenti. Desde entonces, y con sucesivas reformas y am-
pliaciones, en 1933 por el propio Bazzani y en 1988 por Luigi Cosenza entre otras, el
museo se ha consolidado como referente del arte contemporáneo, centro de documenta-
ción y exposiciones internacionales. Junto a él, el único pabellón conservado de la
79
Miguel Ángel Chaves Martín
Figura 9. Galleria Nazionale d’Arte Moderna, Roma (Cesare Bazzani, 1911). Fuente: elaboración propia
80
Valle Giulia: génesis y consolidación de un área cultural en la Roma Moderna
Figura 10. Monumento a Simón Bolívar (Pietro Canonica, 1934) en la Plaza de las Bellas, con la
Academia Británica al fondo (Lutyens, 1911). Roma, Valle Giulia
Pese a los intentos, pese a la consolidación de las instituciones, Valle Giulia sigue
siendo aún una “ciudad olvidada” (cittá dimenticata ha sido el término más utilizado en las
notas de prensa de estos últimos años) en la que el abandono y la degradación conviven
81
Miguel Ángel Chaves Martín
con sus anhelos culturales. En 2006 el entonces alcalde de Roma Walter Veltroni anunció
un ambicioso proyecto de recuperación y revitalización de este espacio encastrado entre
los Parioli y el barrio de Flaminio. Pero el resultado sigue mostrando el tono apagado de
un ambiente histórico, cultural y paisajístico de primer orden en un incompresible estado
de deterioro. La iniciativa que aspiraba a celebrar el centenario de la Exposición de 1911
sigue pendiente. Ya apuntó Lefebvre (1974) en este sentido la necesidad de recordar el
pasado para que el lugar, los lugares, no pierdan su signiÅcado y sigan siendo usados e
interpretados por los ciudadanos.
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83
Le Musée du Luxembourg et son
quartier à la veille de la Première Guerre
Mondiale : un écosystème urbain fragile
Julien Bastoen
Universidad Paris-La Villette (Francia)
A l’exception des travaux de Dominique Poulot ou Simon Texier (Poulot, 1994; Texier,
2004), en particulier, le rôle sociétal et l’impact urbanistique des musées dans les villes fran-
çaises depuis le XIXe siècle intéressent peu les chercheurs français. C’est d’ailleurs à des
universitaires américain et espagnol que l’on doit quelques-unes des contributions pion-
nières les plus importantes sur cette question : Daniel J. Sherman s’est intéressé à trois mu-
sées de beaux-arts provinciaux (Sherman, 1989), tandis que Jesús Pedro Lorente a inclus
le Musée du Luxembourg, à Paris, dans ses études comparatives sur les premiers musées
d’art contemporain en Europe (Lorente, 1995, 1998, 1999, 2001). Par ailleurs, l’histoire
des quartiers artistiques représente, encore aujourd’hui, un angle mort de l’histoire cultu-
relle française, à l’exception des deux quartiers parisiens les plus connus : Montmartre et
Montparnasse, pour lesquels on manque néanmoins d’études sociohistoriques pluridisci-
plinaires d’ensemble faites par des universitaires. Si on connaît mieux, désormais, le rôle
85
Julien Bastoen
1. La question du relogement du
Musée du Luxembourg
1.1. Le Musée du Luxembourg au début du XXe siècle :
un modèle en crise
Au tournant du XXe siècle, le Musée du Luxembourg est un musée doublement en
crise. Alors que son statut d’archétype des musées d’art contemporain n’a cessé d’exercer
une fascination sans limite à l’étranger, au point de voir se multiplier les transpositions
(Lorente 2008), la presse ne manque pas, à chaque nouvel accrochage ou à chaque
annonce d’enrichissement des collections par acquisition, don ou legs, de critiquer son
manque de représentativité artistique et d’exemplarité architecturale et muséographique.
Cette crise est accentuée par une concurrence internationale accrue, et une inversion de
la relation modèle/émule : dans les années 1890, les conservateurs du Musée du Luxem-
bourg reconnaissent que le modèle français est dépassé et qu’il s’agit de s’inspirer de
l’exemple de ses émules pour tenter de lutter à armes égales et maintenir le rayonnement
artistique et culturel de la France (Bastoen 2008, 2011).
86
Le Musée du Luxembourg et son quartier à la veille de la Première Guerre Mondiale : un écosystème urbain fragile
87
Julien Bastoen
de l’ancien hôtel de Luxembourg sur les terrains duquel fut bâti le palais de Marie de
Médicis, Ånit par s’imposer comme le nom d’usage du musée des artistes vivants ou
contemporains, au point d’en devenir un synonyme à l’échelle mondiale. On évoque
ainsi régulièrement un British Luxembourg dans la presse anglaise, au moment des débats
sur la création d’une National Gallery of British Art dans les années 1880-1890 (Woodson-
Boulton, 2003), ou encore un American Luxembourg dans la presse américaine au plus tard
dans les années 1880, et même encore pendant la Première Guerre mondiale.
Socioculturel, dans la mesure où le contingent le plus important des visiteurs du
Musée du Luxembourg est composé d’étudiants, d’amateurs d’art, de lettrés, de poètes,
d’artistes, qui habitent ou fréquentent le Quartier Latin et en font l’âme ; ce public spé-
ciÅque est l’une des composantes du microcosme artistique de la rive gauche de la Seine,
qui dépend également de la présence d’établissements correspondant à chaque étape
de la carrière de l’artiste, de sa formation (Ecole des Beaux-arts, Ecole nationale des
Arts décoratifs, Ecole de dessin pour les jeunes Ålles) à sa consécration (Académie des
Beaux-arts), en passant par la commercialisation et la reconnaissance oٻcielle (Musée
du Luxembourg).
Economique, enÅn, car le musée, créé en 1818 pour compenser la perte des collec-
tions d’art ancien du palais du Luxembourg, transférées au Musée du Louvre, a égale-
ment été pensé pour devenir un foyer d’attraction touristique et un moteur du dyna-
misme économique du quartier :
Par cette mesure, la Galerie de la Chambre des Pairs, loin de se trouver dépouillée,
deviendra un lieu d’exposition continuelle où le public et les étrangers iront examiner
les ouvrages des artistes qui honorent en ce moment l’Ecole française. Cette exposition,
Monsieur le Comte, attirerait une grande aټuence dans ce quartier1.
Voilà un Musée que tout étranger, tout voyageur traversant Paris veut visiter ; qu’enva-
hissent des caravanes entières de touristes, et qui a, par surcroît, toute une clientèle assidue
et Ådèle d’étudiants, de jeunes artistes, d’amateurs d’art, - si bien que la moyenne, soigneu-
sement contrôlée à diverses reprises, du nombre de ses visiteurs quotidiens, est de trois mille.
(Société des Amis du Musée du Luxembourg, 1904)
1
Lettre de Joseph Lavallée au Comte de Pradel, 23 novembre 1815, PierreÅtte-sur-Seine, Archives
nationales, O3 1430.
88
Le Musée du Luxembourg et son quartier à la veille de la Première Guerre Mondiale : un écosystème urbain fragile
Ces trois mille visiteurs quotidiens, qu’ils soient parisiens, touristes nationaux ou
étrangers, représentent un vivier de clientèle pour les commerces situés dans les envi-
rons du musée. La présence de plusieurs institutions artistiques, d’établissements univer-
sitaires et de communautés religieuses ont favorisé la concentration, dans le quartier, de
commerces et d’artisans spécialisés dans l’art et le livre : imprimeurs, relieurs, éditeurs,
mais aussi marchands d’estampes, de curiosités, d’antiquités, de tableaux, experts, mar-
chands de couleurs, encadreurs et doreurs. Si l’équilibre économique du quartier du
Luxembourg ne dépend pas essentiellement du musée, il est indéniable que les retombées
de la présence des touristes sur l’économie locale pèsent dans les décisions concernant
la localisation des collections. Aussi, c’est parce que “le quartier du Luxembourg tient
essentiellement à conserver ces collections qui sont un objet de grande attraction pour les
habitants et les étrangers qui visitent la capitale” (Huguet, 1884) que le Bureau du Sénat
décide, en 1884, de Ånancer à ses frais l’aménagement de l’orangerie du palais pour y
transférer mes collections du Musée du Luxembourg.
89
Julien Bastoen
particuliers au détriment des paysages qu’ils aiment représenter et qui constituent l’une
de leurs sources d’inspiration ; les architectes, coupables d’être complices des ambitions
démesurées des artistes et des conservateurs… En 1901, un collectif d’habitants du quar-
tier du Luxembourg réclame même l’abandon de tout projet de reconstruction du musée
dans le jardin, une revendication à laquelle le conservateur en chef du musée, Léonce
Bénédite, Ånit par se plier :
ce projet, […] est accueilli, il faut bien le dire, avec beaucoup de défaveur et par la
majorité du Sénat et par l’opinion publique, soucieux de sauvegarder Cmots rayésE ce qui
reste de ce beau et célèbre jardin déjà entamé par toutes sortes de constructions navrantes.
Il y a toute chance pour que la question n’aboutisse jamais si l’on continue s’entête sur
ce projet2.
Toutefois, avant 1904, les alternatives à une reconstruction du musée dans le jar-
din sont limitées et n’aboutissent pas. Deux hypothèses, qui reposent sur le postulat que
le musée peut jouer un rôle de catalyseur de l’urbanisation d’un nouveau secteur (le
Champ-de-Mars) ou de la régénération d’un quartier ancien et dégradé (le quartier du
Val-de-Grâce, non loin du jardin du Luxembourg), sont défendues devant le Parlement
mais ne convainquent pas, malgré les eٺorts du conservateur du musée, Léonce Bénédite,
pour trouver des alternatives au mode de Ånancement habituel de ce type d’opération de
construction publique. D’abord tenté par le recours aux capitaux privés (loterie, conces-
sion à un consortium privé), solutions qui se heurtent à la résistance de la tutelle du mu-
sée, il envisage ensuite de puiser dans d’autres types de ressources publiques (legs à l’Etat,
bénéÅces de l’Exposition universelle), une fois encore, en vain.
2
Léonce Bénédite, [Rapport au directeur des Beaux-arts, note pour le rapport de M. Déandréis, reconstruction
du musée, 1903], s.d. [1902], Archives des Musées nationaux, Paris, 2HH/4 (sont indiquées dans
cet articles les anciennes cotes des Archives des Musées nationaux, qui ont été transférées aux
Archives nationales en 2015).
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Le Musée du Luxembourg et son quartier à la veille de la Première Guerre Mondiale : un écosystème urbain fragile
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Julien Bastoen
92
Le Musée du Luxembourg et son quartier à la veille de la Première Guerre Mondiale : un écosystème urbain fragile
3
[Léonce Bénédite ?], note manuscrite, s.d. [ca. Ån 1905/début 1906], PierreÅtte-sur-Seine, Ar-
chives nationales, F21 6109.
93
Julien Bastoen
sement de paris, Justin de Selves, préfet du département de la Seine, Henry Maret, homme
de presse et député de la gauche radicale, mais encore Étienne Dujardin-Beaumetz, peintre
et sous-secrétaire d’Etat aux Beaux-arts, jouent un rôle déterminant dans l’aboutissement
rapide de la procédure de réaٺectation du bâtiment du séminaire. Dès le 8 janvier 1907, le
conseil des ministres présidé par Georges Clémenceau entérine le principe de l’aٺectation
des bâtiments du séminaire de Saint-Sulpice à l’agrandissement du musée du Luxembourg.
Cette mesure, qui a valeur d’exemple, dans la mesure où le ministre de l’instruction pu-
blique et des Beaux-arts, Aristide Briand, souhaite aٺecter les bâtiments des archevêchés,
évêchés et séminaires de province à la création de musées locaux, suscite majoritairement
espoir et soulagement dans la presse française (Vauxcelles, 1907) et internationale, y com-
pris dans le New York Times (Anónimo, 1907a), qui ne manque jamais de relayer les dé-
bats sur le sort du Musée du Luxembourg. L’enthousiasme suscité par cette annonce est
d’autant plus manifeste que la presse dresse systématiquement, par contraste, le constat
unanime de la situation critique du Musée du Luxembourg, rendue insoluble par “l’inertie
administrative et les diٻcultés Ånancières” (Anónimo, 1907b). L’aٺectation est Ånalement
décrétée le 18 novembre 1909, alors que l’on ne sait pas encore si le Parlement accordera
les crédits nécessaires à la mise en œuvre du projet.
Figure 2. Séminaire et place Saint-Sulpice, Paris, début du XXe siècle, carte postale.
Fuente: colección del autor
94
Le Musée du Luxembourg et son quartier à la veille de la Première Guerre Mondiale : un écosystème urbain fragile
4
Étienne Godde (1781-1869), architecte important de la première moitié du XIXe siècle, construi-
sit le nouveau séminaire Saint-Sulpice en tant qu’architecte en chef de la Ville de Paris, fonction
qu’il occupa de 1813 à 1848.
95
Julien Bastoen
s’inspire par exemple le Palais des études de l’Ecole des Beaux-arts, située dans le même
quartier ; il impose un circuit de visite linéaire et en boucle. Le bâtiment possède d’autres
qualités qui répondent point pour point aux critères énoncés par le conservateur en chef
dans diٺérents programmes théoriques rédigés depuis les années 1890 :
3. D’espoirs en désillusions
3.1. Un projet catalyseur de l’embellissement et la
dynamisation du quartier ?
La métamorphose du séminaire de Saint-Sulpice ne se limite pas, cependant, à la mo-
diÅcation de la conÅguration interne du bâtiment. Le conservateur en chef a en eٺet
parfaitement conscience que l’implantation du Musée du Luxembourg sur la place de
Saint-Sulpice pourrait, bien plus qu’une administration publique, redynamiser l’écono-
mie locale, déjà touchée par le départ de la Compagnie de Saint-Sulpice :
la Ville Cde ParisE a tout intérêt à l’installation d’un musée dans un quartier où il amè-
nerait la vie alors que le petit mouvement d’aٺaires créé par la présence des séminaristes
s’est déjà retiré, comme on en peut juger par le nombre de boutiques devenues vacantes6.
5
[Léonce Bénédite ?], note manuscrite, s.d. [ca. Ån 1905/début 1906], PierreÅtte-sur-Seine, Ar-
chives nationales, F21 6109.
6
Léonce Bénédite. Musée national du Luxembourg. Programme d’aménagement en Musée des Artistes contem-
porains du Séminaire St-Sulpice, manuscrit, 23 p., s.d. [1908], Paris, Archives des Musées nationaux,
L2A.
96
Le Musée du Luxembourg et son quartier à la veille de la Première Guerre Mondiale : un écosystème urbain fragile
rive gauche, terminus de quatre lignes de tramway et d’autobus7. Dès lors, la stratégie
du conservateur en chef consiste à réinventer le rapport du bâtiment au quartier, en
repensant ses façades, ses abords et ses relations aux autres foyers d’attraction du secteur.
A partir du moment où la presse est informée du projet de l’administration des
Beaux-arts d’obtenir l’aٺectation du séminaire pour le Musée du Luxembourg, les com-
mentaires se focalisent essentiellement sur l’austérité du bâtiment, sur son absence de
caractère : l’idée que le bâtiment “n’a rien d’artistique” (Casaux, 1904) fait consensus.
La façade principale sur la place Saint-Sulpice concentre l’essentiel des critiques : les
journalistes évoquent ainsi une “morne façade dépouillée de tout luxe ornemental”
(Anónimo, 1907c), d’une “monotonie désespérante” (Casaux, 1904), à l’image de la ri-
gueur de l’éducation reçue par les séminaristes. C’est précisément le déni du caractère
artistique du bâtiment qui autorise les conservateurs du Musée du Luxembourg à ne
pas avoir de scrupules quant à sa transformation radicale. “Il ne faut point cependant
se tenir au premier aspect. Ce n’est là vraiment qu’une impression de façade. Il ne s’y
faut point arrêter”, avertit le conservateur en chef, Léonce Bénédite. Pour son assistant
de conservation, François Monod, cette austérité, assimilée à une forme de neutralité,
devient une qualité : “la nudité même des bâtiments se prête à leur transformation : car
il ne s’agit point de reconstruire à pied d’œuvre, mais simplement d’adapter le séminaire
à sa nouvelle destination” (Monod, 1907).
Aussi, les deux premiers avant-projets soumis à l’avis du Conseil général des bâti-
ments civils, comité d’architectes experts chargé d’évaluer les projets de constructions
publiques, présentent-ils des façades presque entièrement redessinées. En mars 1907, en
eٺet, l’architecte Hippolyte Deruaz produit une première esquisse8, qui marque déjà un
virage crucial dans l’esprit du projet, par rapport aux premières intentions rendues pu-
bliques en janvier 1907. Dans cette proposition, reprise dans le premier avant-projet oٻ-
ciel présenté en juin 1908, le porche est surélevé et agrandi en profondeur, et deux avant-
corps sont prévus aux angles nord-est et nord-ouest de la façade, décorés de festons et
couronnés d’une balustrade et d’acrotères. La façade est presque entièrement aveugle, à
l’exception d’une douzaine de baies d’origine conservées au rez-de-chaussée, et de deux
loggias ouvertes dans les avant-corps. Le second avant-projet, terminé le 25 décembre
1908, comporte plusieurs changements importants par rapport au premier avant-projet :
la modiÅcation de la façade principale9, par la monumentalisation de l’avant-corps cen-
7
Ligne de tramway 25; lignes d’autobus 29, O, et AH.
8
Hippolyte Deruaz, Musée du Luxembourg. Projet d’installation dans le séminaire de Saint-Sul-
pice ¯, 18/03/1907 : plan du rez-de-chaussée, Arch. nat., Cartes et plans, Va 204/33 ; plan
du premier étage, Arch. nat., Cartes et plans, Va 204/35 ; coupe transversale, Arch. Mus. nat.,
2HH4, et Arch. nat., Cartes et plans, Va 204/37.
9
Hippolyte Deruaz, “ Musée national du Luxembourg ”, 25/12/1908, Arch. nat., Cartes et plans : élé-
vation de la façade principale sur la place Saint-Sulpice (Va 204/42) ; plan du sous-sol (Va 204/46) ;
97
Julien Bastoen
tral abritant la cage d’escalier, l’ornementation plus chargée des baies des loggias, la sup-
pression des balustrades et des acrotères ; l’ouverture d’une loggia sur la façade latérale
de chacun des deux avant-corps d’angle. Toutes ces modiÅcations envisagées convergent
vers une stratégie de camouÆage du bâtiment pour le rendre plus conforme avec le statut
d’une institution artistique nationale.
Figure 3. Hippolyte Deruaz, Musée national du Luxembourg. Façade principale sur la place Saint-Sulpice,
25 décembre 1908. Fuente: Archives nationales, Paris, Cartes et plans, Va/204/42)
Les abords du séminaire font l’objet d’un traitement spéciÅque, visant à ouvrir da-
vantage le bâtiment sur le quartier, à prolonger le jardin du Luxembourg, et à créer un
nouveau lieu de sociabilité : démolition des constructions parasites situées à l’est et à l’ouest
du bâtiment, aÅn de créer ou d’agrandir les jardins ; ouverture du jardin ouest au public,
et aménagement d’un accès direct au jardin du Luxembourg ; remplacement partiel par
une grille du mur séparant le jardin ouest de la rue Bonaparte, à la demande des habitants
des maisons voisines ; établissement d’un buٺet dans le jardin ouest, accessible aussi bien
depuis le musée que depuis les jardins, et ouvert le soir, même après la fermeture du musée.
plan du rez-de-chaussée (Va 204/47) ; plan du premier étage (Va 204/48) ; élévation de la façade
latérale sur la rue Férou (Va 204/50) ; coupe longitudinale nord-sud (Va 204/51) ; coupe transversale
est-ouest (Va 204/52). Hippolyte Deruaz, « Musée national du Luxembourg », 25/12/1908, BHVP,
FOL AT 120 : atlas contenant les mêmes documents graphiques que ceux conservés aux Arch. nat.
en Va 204 ; à l’exception de la coupe transversale avec variante de la verrière à l’encre rouge, et plan
du rez-de-chaussée avec annotations manuscrites et variantes sur calques.
98
Le Musée du Luxembourg et son quartier à la veille de la Première Guerre Mondiale : un écosystème urbain fragile
10
Lettre d’Hippolyte Deruaz à Léonce Bénédite, novembre 1908, Paris, Archives des Musées
nationaux, 2HH4.
11
Ibid.
99
Julien Bastoen
100
Le Musée du Luxembourg et son quartier à la veille de la Première Guerre Mondiale : un écosystème urbain fragile
Jusqu’au début des années 1900, la mobilisation collective des habitants du quartier
du Luxembourg avait été plutôt informelle et diٻcile à documenter, à l’exception d’une
pétition déposée en 1901 sur le bureau du Sénat pour protester contre l’idée d’une re-
construction in situ du musée dans le jardin du Luxembourg. Cette fois, les habitants se
mobilisent non pas contre le projet de reconversion du séminaire au proÅt du musée,
mais pour son accélération. Fin janvier 1909, après l’examen du premier avant-projet
de l’architecte par le Conseil général des Bâtiments civils, c’est d’abord Jean Rousselet,
avocat à la Cour d’Appel, qui adresse au président du Conseil, Georges Clémenceau,
une demande d’audience au nom du Comité républicain du quartier de l’Odéon, qu’il
préside. La délégation est Ånalement reçue le 4 mars 1909 au sous-secrétariat des Beaux-
arts, où elle dépose une pétition (Åg. 4). Le proÅl socio-professionnel des pétitionnaires est
particulièrement diversiÅé : typographe, représentant de commerce, épicier, restaurateur,
tailleur, employé... Cette diversité est d’ailleurs symptomatique du degré de gravité de
cette crise économique. Les revendications expriment non seulement l’impatience des
habitants du quartier, inquiets de ne pas voir aboutir un projet oٻciellement annoncé en
1907, mais aussi des attentes liées à la fois à la métamorphose du bâtiment du séminaire
et à la redynamisation de la place Saint-Sulpice :
De longs mois se sont passés depuis cette époque. Malgré cela, cet édiÅce peu esthétique
est resté vide, inutile, et par conséquent porte atteinte aux intérêts des habitants de notre
quartier. Son mauvais état de propreté chasse de la place déjà peu animée tous ceux qui
pourraient donner un peu de vie à cet endroit de Paris, qui mériterait cependant qu’on
lui porte intérêt12.
12
Pétition adressée aux pouvoirs publics par le Comité républicain du quartier de l’Odéon, mars
1909, PierreÅtte-sur-Seine, Archives nationales, F21 6109.
13
Cette organisation syndicale a été créée en 1888 à Paris par des commerçants réunis du centre
de Paris, menacés par la concurrence des grands magasins.
101
Julien Bastoen
Les petits commerçants et industriels ont été lésés dans leurs intérêts depuis ce temps
et ils seraient heureux que le malaise cesse en redonnant aux quartiers Notre-Dame-
des-Champs et de l’Odéon un regain d’animation et de prospérité, qu’ils attendent de
l’ouverture du nouveau musée14.
14
Pétition adressée au sous-secrétaire d’État aux Beaux-arts par L. Caignot, président de la 6e
section de la Ligue Syndicale et l’Union Fédérative des commerçants français réunies, 8 mars
1911, PierreÅtte-sur-Seine, Archives nationales, F21 6109.
15
Pétitions de la Société des artistes français adressées respectivement à Étienne Dujardin-Beau-
102
Le Musée du Luxembourg et son quartier à la veille de la Première Guerre Mondiale : un écosystème urbain fragile
metz les 21 mars 1911 et 10 mai 1911, à Théodore Steeg et Ernest Monis les 10 avril 1911 et 10
mai 1911 ; pétitions de la Société nationale des beaux-arts adressées à Théodore Steeg et Ernest
Monis les 03 avril 1911 et 27 avril 1911, PierreÅtte-sur-Seine, Archives nationales, F21 6109.
16
Albert Bartholomé (1848-1928), peintre et sculpteur, auteur notamment du monument à
Jean-Jacques Rousseau au Panthéon, achevé en 1912.
17
Alfred Agache (1842-1915), peintre, ancien trésorier de la Société nationale des beaux-arts.
18
Denys Puech (1854-1942), prix de Rome de sculpture en 1884, membre de l’Institut, puis direc-
teur de la Villa Médicis entre 1921 et 1933.
19
Jean Béraud (1849-1935), peintre, membre fondateur et ancien président de la Société nationale
des beaux-arts.
20
Henri Martin (1860-1943), peintre, reçoit des commandes prestigieuses pour les décorations de
la Sorbonne et de l’Elysée en 1908.
103
Julien Bastoen
Conclusion
Cette étude illustre ce que pouvait être un quartier artistique au tournant du XXe siècle,
dans une capitale culturelle dont l’attractivité internationale était irrésistible, et pro-
portionnelle au rayonnement mondial de son musée national d’art contemporain. Ce
quartier artistique se caractérise par la présence d’institutions de formation et de consé-
cration artistique, d’artistes, d’amateurs et collectionneurs, de marchands, d’experts,
de fournisseurs et d’artisans spécialisés. Nous pouvons également valider l’hypothèse
d’une interdépendance entre le Musée et le quartier du Luxembourg, qui se manifeste
à plusieurs niveaux : médiatique, politique, socioculturelle, économique. Une analyse
socioéconomique et socioculturelle plus poussée de ce terrain permettrait d’évaluer et de
chiٺrer plus précisément l’impact de la présence d’un musée de ce statut dans le quartier
du Luxembourg, ce qui permettrait sans doute de nuancer l’hypothèse de l’interdépen-
dance. Toutefois, le quartier du Luxembourg n’est pas qu’un quartier artistique, il est
également un quartier religieux ; l’imbrication étroite de ces deux spécialités nous auto-
rise à parler d’écosystème urbain, dont la complexité n’a d’égale que la fragilité.
Le projet de récupération et de transformation du séminaire de Saint-Sulpice apparaît
clairement comme un projet compensatoire, visant l’embellissement urbain et la relance
économique d’un quartier durement touché par les conséquences de la loi de séparation
des Eglises et de l’Etat, appliquée à partir de 1905, sur le commerce et l’artisanat local.
Les pétitions d’artistes représentés au Musée du Luxembourg et de commerçants du quar-
tier du Luxembourg conÅrment que le quartier comme le musée traversent une période
critique, que le Gouvernement français ne parvient pas à résoudre. Paradoxalement, la
volonté de maintenir en équilibre cet écosystème urbain a orienté le choix des conserva-
teurs et de l’administration des Beaux-arts vers le maintien des collections nationales d’art
contemporain dans le quartier du Luxembourg. La décision de les implanter dans un bâti-
ment existant mais inadapté à un usage muséographique est en grande partie à l’origine de
l’échec du projet : contraintes techniques insurmontables, inÆation du coût du projet, diٻ-
culté à convaincre les parlementaires d’accorder le budget demandé. Cet exemple montre,
en dernier lieu, que l’existence d’un milieu artistique n’est pas un gage de réussite d’un
projet d’implantation ou de déplacement d’un musée, y compris à l’intérieur du même
quartier. D’autres facteurs entrent en ligne de compte, comme l’eٺet de frein de certaines
instances administratives ou parlementaires, l’absence de volonté et de vision politiques,
voire des circonstances imprévisibles, comme l’éclatement d’un conÆit.
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Le Musée du Luxembourg et son quartier à la veille de la Première Guerre Mondiale : un écosystème urbain fragile
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106
Los Burgueses de Calais y El Pensador,
a las puertas de los museos
El éxito póstumo de Rodin como distintivo de
modernos distritos culturales
Jesús-Pedro Lorente
Universidad de Zaragoza
107
Jesús-Pedro Lorente
1
En español, el ensayo más completo sobre las decisiones de Rodin respecto a la exposición pública
de sus obras se centra sobre todo en los contextos vitales de sus diversos talleres o residencias en
París y sus alrededores (Marraud, 2009), por eso yo he querido aquí complementarlo considerando
cómo póstumamente algunas de sus esculturas llegaron a consagrar una tendencia moderna de
presentación perimuseal al aire libre. Para una visión más general sobre la fortuna museística de
las obras de Rodin remito a la bibliografía e informaciones citadas en un completísimo artículo de
Antoniette Le Normand-Romain, una de las mayores expertas en este escultor (Le Normand-Ro-
main, 2011), donde tampoco se aborda esta interrelación urbanístico-museística.
2
Todavía se sigue evocando aquel precedente rodiniano al comentar las nuevas puertas para el
Museo del Prado realizadas en 2007 por la escultora Cristina Iglesias; pero ciertamente no ha
habido muchos otros ornatos museísticos similares en la última centuria, así que tampoco hay
que exagerar su inÆuencia cara a la posteridad.
108
Los Burgueses de Calais y El Pensador, a las puertas de los museos
y Bellas Artes colocar a ambos lados de esa entrada las Åguras de tamaño natural de
Adán y Eva. No era nada insólito, porque la “estatuomanía” que tanto prosperó bajo
la III República solía escoger los alrededores de museos y otros ediÅcios institucionales
como marco urbano favorito para acervos de arte público. Precisamente la primera
escultura monumental encargada a Rodin por el Estado, para la colección del parisino
Musée des Artistes Vivants del parque Luxembourg, no había quedado instalada en 1884
dentro de sus salas sino en un rincón de los jardines aledaños3. Para Rodin había sido
su primera comisión pública y el comienzo de una amistosa relación con su principal
valedor en la administración estatal, que siguió haciéndole otros encargos, como el Adán,
el San Juan Bautista, o las citadas puertas (Elsen, 1985: 5-10).
Figura 1a. Tarjeta postal antigua (datable Figura 1b. Tarjeta postal antigua (con
en torno al cambio de siglo) rotulada: matasellos de 1906) rotulada:
París - Jardin du Luxembourg artistique - París - Musée du Luxembourg
Allée des Statues
Desde su traslado en 1886 a la Orangerie del antiguo predio real del Luxembourg,
cuyo palacio había pasado a ocupar en su totalidad el Senado, este museo de arte con-
temporáneo tenía su espacio interior tan saturado que se había reservado una terraza
lateral exterior para la exposición de esculturas, aproximadamente una docena de es-
tatuas en bronce o mármol, uso que siguió manteniéndose incluso después de la am-
pliación arquitectónica efectuada en 1897 para albergar el legado Caillebotte (Bastoen,
2015: 253-287). Muchas postales publicadas en el cambio de siglo, que todavía están a
la venta en los puestos de bouquinistes o por internet, muestran los jardines de esa fachada
occidental del museo donde algunas piezas en bronce de su colección escultórica estaban
3
Se trata de su escultura La Edad de Bronce, expuesta en 1877 en Bruselas y en el Salon de París con
gran escándalo —por las acusaciones infundadas de haber recurrido a un vaciado directo del
natural—. Cuando Rodin probó la verdad, fue desagraviado por Edmond Turquet con el encar-
go de una versión en bronce, la cual, una vez expuesta y premiada en el Salon de 1880, ingresó en
la colección del Musée du Luxembourg por decreto de 22 de noviembre de 1884, pero se colocó
en el jardín y no estuvo expuesta en las salas interiores del museo hasta 1901 (Pingeot, 2000: 65).
109
Jesús-Pedro Lorente
instaladas sobre pedestales en pleno parque, como si salieran al encuentro de los pasean-
tes (Åg. 1a)4. También se observa en otras de aquellas postales una variedad de estatuas
a ambos lados de la pomposa entrada del museo, junto a las escaleras y en los arriates
que la Æanqueaban, particularmente por el costado oriental, donde se iba acumulando
a principios del siglo XX una especie de depósito de esculturas para las que no había
sitio puertas adentro (Åg. 1b). Entre ellas puede verse en diversas imágenes el primer
modelo en bronce, a escala humana, de la Libertad iluminando al mundo de Bartholdi, así
que no parece que fuera un baldón Ågurar en ese “almacén a cielo abierto” a la vera
del museo, donde estaban representados incluso los escultores franceses coetáneos más
consagrados. Pero La Edad de Bronce había sido retirada de esos parterres en 1889 y pare-
ce que el museo no sacó afuera ninguna otra obra de Rodin en vida del artista, a pesar
de que el Luxembourg llegó a tener 45 rodins en su colección de esculturas, alguna de
tamaño monumental, como el mármol colosal de El beso, que ocupaba lugar de honor
en el montaje museográÅco puertas adentro (Pingeot, 2000: 67, nota 11). Curiosamente,
el entonces director, Léonce Bénédite, era un gran admirador y amigo de Rodin, cuyas
casas-museo en París y Meudon sí rodeó luego de esculturas suyas al aire libre. Y tam-
bién conforme avanzaba el siglo XX en muchos otros museos esta apuesta por jardines
de esculturas en clave moderna se redobló, muy a menudo a partir de populares obras
monumentales de Rodin, siguiendo los precedentes sentados por el propio artista y, sobre
todo, sus partidarios.
4
No era un caso aislado, pues también la Nationalgalerie de Berlín, tenía entonces distribuidas pie-
zas de su colección escultórica mojonando el acceso desde los setos de la Kolonnadenhof.
110
Los Burgueses de Calais y El Pensador, a las puertas de los museos
111
Jesús-Pedro Lorente
campaña contra dicha colocación la entablaron Rodin y sus adeptos conforme avanzaba
el siglo XX, siempre ligada a la propuesta de trasladar las Åguras al centro histórico de
Calais, donde serían instaladas ante el museo municipal. Pero antes de llegar a ese punto
nodal de esta historia, importa aquí destacar los vaivenes del escultor en otros pequeños
pasos previos.
5
Resulta tentador identiÅcar al indeciso Pierre de Wissant con la indecisión de Rodin entre su
vieja compañera Rose Beuret y su joven amante Camille Claudel, cuya máscara había repre-
sentado hacia 1895 en un busto en yeso al que pegó la mano de aquel ciudadano de Calais pro-
tegiéndola con gesto acariciante; pero tras la ruptura deÅnitiva entre los dos el propio escultor
debía sentirse un poco roto Åguradamente.
6
Con esta exposición, en la que se cobraba entrada al público —salvo a periodistas o artistas, y a
todos los visitantes los domingos, que era gratis—, Rodin seguía los precedentes sentados por otros
artistas que habían abierto también sus propios pabellones alternativos a otras Exposiciones Uni-
versales como Courbet frente a la de 1855, o en ocasión de la de 1867 de nuevo Courbet e igual-
mente Manet, que abrieron sus propios pabellones, erigidos uno a cada lado de la Place de l’Alma.
112
Los Burgueses de Calais y El Pensador, a las puertas de los museos
Exposición Universal y tanto al escultor como a sus admiradores les hubiera gustado
convertirla en museo permanente. De alguna manera, fue el germen del futuro Museo
Rodin y muchos ya le daban ese nombre (Le Normand-Romain, 2001). Incluso aparece
identiÅcado en tarjetas postales que se publicaron con el rótulo “Musée Rodin”.
Figura 2a. Tarjeta postal antigua Figura 2b. Tarjeta postal antigua
(datable en 1899) del Pabellón en la pari- (con matasellos de 1907) rotulada:
sina Place de l’Alma Issy-Les-Moulineaux - Le Musée et la Maison
du Sculpteur Rodin
Como el artista no alcanzó un acuerdo con la alcaldía de París para prorrogar esa
instalación sine die, Rodin decidió en 1901 reconstruir el pabellón con todos sus conteni-
dos junto a su mansión en Meudon, donde muchos siguieron acudiendo de visita como si
fuera un museo (Le Normand-Romain & Marraud, 1996). Incluso se publicaron a prin-
cipios de siglo postales de souvenir tituladas: Le Musée et la Maison du Sculpteur Rodin (Fig. 2b);
pero en ellas llama la atención que no aparece ya a sus puertas el reclamo vial del porche
circular con la provocadora Ågura expresionista de Pierre de Wissant. Quizá porque allí
no podía seguir realizando esa función social, puesto que el pabellón ya no estaba junto a
una plaza transitada de París, sino en un cerro solitario, en cuya cima se alzaba La Villa
des Brillants. Esa casa de campo había sido comprada poco antes por Rodin, atraído por
las impresionantes panorámicas que se dominaban desde esa altura, con hermosos cielos
inmortalizados en numerosas imágenes tomadas en ese comienzo de siglo por fotógrafos
admiradores suyos, como los ingleses Stephen Haweis y Henry Coles, el francés Jean
Limet o el americano Edward Steichen. De este último es una famosa foto de Rodin al
lado de El Pensador, que muchas veces ha servido para ilustrar textos en los que se argu-
menta la íntima identiÅcación del escultor con esa obra, pero otro tanto podría decirse
de piezas monumentales especialmente queridas para él, como las estatuas de Pierre de
Wissant y Balzac, que hizo fotograÅar allí a cielo abierto expuestas a las diferentes luces
cambiantes del día (Pinet, 1986, 2007). Recuérdese que, tal como había escrito al alcalde
de Calais, Rodin consideraba que la manera más propicia para presentar sus esculturas
era elevarlas en un terreno sin sombras para que sus siluetas se recortasen frente al cielo,
113
Jesús-Pedro Lorente
así que no es de extrañar que se tomase la molestia de sacar sus piezas preferidas fuera
del “museo” para que las fotograÅasen en los prados circundantes7. En otras panorá-
micas generales de la Ånca se ve afuera un zócalo vacío que quizá estuviera destinado a
colocar esculturas a cielo abierto para este tipo de posados fotogénicos; pero allí no podía
instalar Rodin permanentemente ninguna de sus mejores obras, pues de ellas conservaba
los estudios previos en yeso: las versiones deÅnitivas en materiales resistentes a la intem-
perie estaban dispersas por el mundo y eran propiedad de los poderes públicos o clientes
particulares que habían pagado su realización en mármol o bronce. Uno de ellos, el
magnate belga Raoul Warocqué encargó a Rodin en 1905 una versión de Los Burgueses de
Calais para su Ånca de las afueras Morlanwelz, donde tres años después lo emparejó con
otra comitiva escultórica más alegre, titulada Vers l’avenir o Vers la vie, encargada al artista
belga Victor Rousseau, instalando ambas sobre sendos pedestales de considerable altura:
ello no incomodó a Rodin, que admiraba esa antiguo coto real de encumbrado nombre,
Mariemont, legado patrióticamente por el mecenas a Bélgica, para que sus arboledas,
libros y obras de arte fueran accesibles como museo. Quizá fuera uno de los modelos que
inspiraron al escultor francés la creación de su particular “museo” en Meudon.
7
Directamente sobre la hierba fue fotograÅada por Haweis y Coles la blanca Ågura en yeso de
Pierre de Wissant sobre el telón de fondo de las amplias panorámicas dominadas desde ese alcor,
protagonizadas por cielos enmarcados por la vegetación. Cfr dossier Rodin, El Laboratorio de Crea-
ción, en el portal web del Musée Rodin. https://www.artsy.net/show/musee-rodin-rodin-the-la-
boratory-of-creation (consultado el 20 de enero de 2016).
114
Los Burgueses de Calais y El Pensador, a las puertas de los museos
115
Jesús-Pedro Lorente
El poeta fue uno de los huéspedes ilustres de esa acrópolis cultural donde, además de
la cincuentena de discípulos, operarios o empleados que trabajaban para Rodin, acudían
en peregrinación muchos visitantes ilustres, algunos venidos desde muy lejos, a quienes
generosamente se ofrecía allí comida y alojamiento, incluso durante prolongadas estan-
cias. Para toda esa colonia poblacional, en torno a Villa des Brillants y al pabellón mu-
seístico que coronaban esta rodiniana cité des arts, fueron erigiéndose otras construcciones
loma abajo. Allí llegó Rilke en el verano de 1905 y le instalaron en una casita para él solo,
desde la que escribió una elocuente carta para invitar a su esposa Clara, que entonces
residía en la colonia artística de Worpswede, y le describió entusiasmado sus habitaciones
con vistas al valle de Sèvres, así como el pintoresco vecindario arquitectónico y humano,
donde todos vivían rodeados de muchas antigüedades (Rilke, 1945: 191). Con muchas
de ellas fue adornando Rodin la parte Ånal del sendero que conducía a su villa (Garnier,
2015: 28), y todavía hoy siguen algunas allí dispuestas, al aire libre, a la vera del ampu-
losamente denominado “Sentier des Brillants” (Fig. 3b). Por él llegaban los carruajes de
ilustres visitantes de todo el mundo, mientras que los discípulos u operarios de Rodin eran
acogidos en construcciones anexas de esta especie de “colina de las musas”, una com-
paración muy típica de la época, que precisamente se realzaba con la existencia de una
gran biblioteca y la presencia de un hombre de letras como Rilke. Nadie como él para
dar lustre al ideal utópico denominado en alemán Künstlerstaat o Ästhetische Staat, que veía a
los artistas en la cúspide de la sociedad, acompañados de otras personalidades tanto de la
élite intelectual como también de la política y la economía (Raulٺ, 2006). Fascinado por
ese mito, el poeta se incorporó a la pequeña “corte” en torno a Rodin como secretario del
artista en un momento en que tanto él como su esposa preferían residir en algún Siedlung
artístico —mientras a su hija la criaban sus abuelos— y, aunque duró poco allí, tuvo más
adelante relación directa con otros célebres asentamientos artísticos erigidos en altozanos
suburbanos como la Mathildenhöhe en Darmstadt o Hohenhöhe en Hagen, creados por
ricos mecenas alemanes que aspiraban a fundir la naturaleza y las artes en una moderna
reelaboración art nouveau del ideal clásico del mouseion (Lorente, 2013)8.
8
Rilke era amigo de Ludwig von Hofmann, un pintor de Darmstadt, a través del cual conocía la
Mathildenhöhe y entró a formar parte del círculo cultural del promotor, el gran duque Ernst
Ludwig, quien le publicó algunos libros en su editorial. También formaba parte del cenáculo de
artistas y poetas favoritos de Karl Ernst Osthaus en el Folkwang Museum de Hagen y sin duda le
respaldó en su anhelo de construir en un monte suburbano su residencia rodeada de una colonia
de artistas y de villas de la élite local, a partir del cual desarrollaría el urbanista Bruno Taut su
ideal de Stadtkröne —corona de la ciudad—.
116
Los Burgueses de Calais y El Pensador, a las puertas de los museos
Figura 4a. Tarjeta postal antigua (con Figura 4b. Tarjeta postal antigua
inscripción datable antes de 1918) (datable en torno a 1918) rotulada: Paris -
rotulada: Hôtel Biron - Façade (coté Sud) Musée Rodin - 77, Rue de Varenne
117
Jesús-Pedro Lorente
Ya llevan al pie el rótulo Musée Rodin, aunque muchas de estas imágenes serán de
cuando el escultor todavía gestionaba personalmente su colección, que daba a conocer
con esa denominación para ponerla en valor mientras negociaba con una administración
muy reluctante a consagrar un museo monográÅco a su legado (Mattiussi, 2015). Era
importante que también la opinión pública menos progresista, hasta el ciudadano medio
que consideraba sus obras faltas de acabado, apreciase al menos sus estatuas antiguas,
e incluso observarse los paralelismos entre unas y otras, tal como se lee escrito a mano
al pie de una postal de su “jardín de esculturas” editada por Jacques-Ernest Bulloz: À
noter que beaucoup des marbres de Rodin ont des têtes inachevées (Fig. 4a). Usando como presti-
gioso fondo el palacete, la fotografía muestra entremezcladas algunas estatuas de Rodin
o de su colección románticamente esparcidas por la maleza y altas hierbas, mientras el
césped aparece mejor cortado y más despejado en las postales posteriores. No he dado
con ninguna datada por la fecha del matasellos, pero un hito en el interés de Rodin por
compartir con el público su colección de antigüedades sería la exposición que en 1913 se
les dedicó en la Facultad de Medicina de París. ¿Cuántas de ellas volvió a colocar luego
a cielo abierto alrededor del “museo” contra la tendencia profesional preponderante?9.
9
La costumbre de colocar antigüedades en el entorno de los museos ya estaba cayendo en desuso
en la política cultural francesa de principios del siglo XX. Esa estrategia había sido típica de la
Ilustración, cuando se fundaron los primeros museos públicos; particularmente en los pórticos
y jardines en torno al Louvre, donde se llegó a acumular un gran acervo monumental clásico
que alcanzó su máximo apogeo bajo Napoleón, pero en el periodo romántico, conforme se
desarrollaba una mayor profesionalidad museológica, poco a poco ese patrimonio antiguo para-
museal fue generalmente cobijado puertas adentro, para proteger esos tesoros arqueológicos de
la intemperie o del vandalismo. Cuando, a la muerte del artista, el Musée Rodin quedó en manos
de profesionales de museos poco a poco se plantearon la necesidad de proteger ese patrimonio
antiguo cobijándolo en salas y almacenes para asegurar su integridad. No queda ninguna de
ellas en los jardines exteriores; donde se ha optado por colocar versiones en bronce de las más
conocidas creaciones del escultor. Pero el Musée Rodin sigue atesorando unas seis mil piezas anti-
guas de su colección, de las cuales muestra una representativa selección en dos salas interiores, y
también las divulga en su web: http://www.musee-rodin.fr/fr/collections/antiques (consultada
el 15 de enero de 2016).
118
Los Burgueses de Calais y El Pensador, a las puertas de los museos
Este monumento se lo encargó el Estado en 1898 tras la muerte del pintor Puvis de Chavannes,
10
para honrar su memoria en Amiens, ciudad en la que había realizado las pinturas murales que
decoran la escalera de honor y galerías del primer piso del Musée de Picardie, en cuya colección
Åguraba ya desde 1892 un retrato de busto realizado por su amigo Rodin. El proyectado mo-
numento reutilizaba aquella eÅgie, añadiéndole iconografías típicas de las pinturas de Puvis:
capiteles clásicos, una Ågura desnuda cogiendo las frutas de un árbol, etc. Es de suponer que se
habría instalado a las puertas del museo, en algún patio o en otros ámbitos de intersección entre
el terreno público y el espacio museístico.
119
Jesús-Pedro Lorente
11
Solo en 1956 se instaló esta versión de Los Burgueses de Calais a baja altura, en medio del jardín
de Westminster, tal como aparece en la actualidad.
12
Mi agradecimiento a François Mairesse, ex director del Musée royal de Mariemont, bajo cuyo man-
dato se volvió a colocar esta versión de Los Burgueses de Calais al exterior del museo cuyo fundador,
Warocqué, era amigo de Rodin y murió como él en 1917.
13
Suscitando gran polémica, porque Rodin insistió en colocarlo en medio del patio del Palacio
120
Los Burgueses de Calais y El Pensador, a las puertas de los museos
preÅrió obviar esa tardía querencia del escultor por los altos podios, porque por entonces
sus amigos estaban reivindicando la eliminación del pedestal como uno de los legados
rodinianos más modernos.
Cuando a principios de los años veinte el propio Bénédite quiso abrir al público la Ån-
ca de Rodin en Meudon, de nuevo mandó colocar entre las antigüedades del jardín otra
versión monumental del burgués Jean d’Aire, realizada hacia 1903-04 en gres esmaltado
por Paul Jeanneney —pseudónimo del ceramista Paul-Cyprien Loewenguth—, colocán-
dola por supuesto a ras de suelo, justo delante de la Villa des Brillants y de la entrada al
museo del pabellón de l’Alma (así aparece en una imagen de la época, editada por la
agencia fotográÅca de Bernès y Marouteau, publicada en Garneri, 2015: 153). Era su
manera de apoyar a quienes reclamaban que el monumento a Los Burgueses de Calais fuera
instalado por el ayuntamiento de esa ciudad sobre el pavimento de la plaza mayor, donde
llegó a estar expuesto provisionalmente en 1919 y quedó instalado en 1924.
Farnese, donde molestaba al paso de vehículos; así que, atendiendo a las protestas de los diplo-
máticos, en 1923 el Estado lo depositó en el Musée de Lyon, en el exterior del cual estuvo hasta
1986 (Pingeot, 2000: 71, nota 37).
121
Jesús-Pedro Lorente
14
Annette Haudiquet ha relatado muy pormenorizadamente esta enrevesada historia, que no es
fácil de resumir. En diciembre de 1917 se encargó un informe técnico sobre cómo “restablecer
la obra de Rodin según la concepción del maestro”. En marzo de 1918, ante el cercano fragor
del frente bélico, el monumento fue desmontado y recogido en un almacén, del que saló a Ånales
de ese año y, previo informe favorable de la Comisión del Museo, a la sazón situado en la Place
d’Armes, fue instalado en esa céntrica plaza durante unos meses de manera que diversas comi-
siones de expertos, muchos periodistas y el público en general expresaron apasionadas opiniones
encontradas, hasta que en diciembre de 1919 fue recogido dentro del vestíbulo del museo. Pero en
marzo de 1920 fue vuelto a instalar en su ubicación original junto al parque Richelieu, si bien en
1924 se decidió erigir allí un monumento a los caídos en la Gran Guerra, llevándose Los Burgueses
de nuevo a la Place d’Armes, donde se pretendía situarlos sobre un nuevo pedestal arquitectónico
de un metro que resultó demasiado caro, así que se optó provisionalmente por colocarlos sobre un
bajo zócalo alrededor del cual se volvió a poner la verja neogótica que siempre había rodeado al
monumento pero serrada para acortar su altura. Lo Æanqueaban los bustos del cardenal Richelieu
y del Duque de Guisa y en la fachada del antiguo ayuntamiento, reconvertido en museo, había
otra escultura de Cortot representando a Eustache de Saint-Pierre: un programa iconográÅco pa-
triótico que se complementaba con el pintoresquismo medieval de otros ediÅcios cercanos. Todo
ello fue destruido durante la II Guerra Mundial, salvo el monumento de Rodin, que había vuelto
a ser resguardado en un almacén municipal en el verano de 1939 y evacuado en 1943 fuera de la
ciudad, a la que regresó en el otoño de 1945. El casco histórico de Calais había sido arrasado y se
llevó el monumento a otra zona de la conurbación cargada de simbolismo, entre las dos ciudades
históricas, ante el nuevo ediÅcio del Ayuntamiento —que había sido construido en estilo neogótico
en 1911-25— donde fue instalado sobre un muy bajo zócalo (Haudiquet, 2001: 70-76).
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Los Burgueses de Calais y El Pensador, a las puertas de los museos
Figura 5a. Tarjeta postal antigua Figura 5b. Tarjeta postal antigua
(datable de 1924 a 1939) de la Place (datable de 1924 a 1939) de Los Burgueses
d’Armes en Calais ante el Museo de Calais
Por desgracia, solo a través de algunos testimonios históricos como esos podemos hoy
día apreciar aquel antecedente fundamental de la fuerte apuesta por el arte público en
el entorno de los museos que el Movimiento Moderno usaría para realzar determinados
distritos culturales. En 1940 toda la colección del museo fue incendiada y esos ediÅcios
históricos quedaron arrasados por las bombas, tal como muestran las fotos tomadas tras
la guerra, donde se ven en medio de la plaza los restos de la cerca metálica que otrora
rodeaba al monumento de Rodin, afortunadamente guardado a buen recaudo durante
la contienda (Le Nouxne & Pinet, 1987).
123
Jesús-Pedro Lorente
cuyo muro perimetral se rompe en la rue de Varenne para dejar ver a quienes pasen por
la calle una vista de los jardines, ante la que desde hace años está colocada una versión
en bronce de Los Burgueses de Calais, llegada a la colección en 1930 (Åg. 6).
Figura 6. Los Burgueses de Calais en el Musée Rodin de París, vistos desde el jardin hacia la rue de
Varenne. Fuente: Jesús Pedro Lorente, 2016
124
Los Burgueses de Calais y El Pensador, a las puertas de los museos
15
La escultura de Rodin perdió los pies y el pedestal por un ataque con dinamita en 1970, pero sigue
ante la escalinata de entrada al museo sin reintegración de los elementos destruidos, por tratarse de
una de las pocas versiones realizadas por el propio artista: http://www.clevelandart.org/research/
in-the-library/collection-in-focus/rodins-thinker (consultado el 15 de enero de 2016).
16
En el ya citado Museo de Arte Occidental de Tokio, en Waldemarsudde, residencia y colección
del Príncipe Eugen a las afueras de Estocolmo legada al estado sueco en 1947, el Norton Simon
Museum en Padadena, inaugurado en 1974, etc.
125
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127
Barrios artísticos con un pasado monástico.
Su transformación urbana en
distritos culturales
1. Barrios artísticos:
una aproximación a su deÅnición
La abundante bibliografía que existe sobre este concepto hace que, para el caso concreto
de este trabajo, tengamos que hacer un gran esfuerzo de síntesis y contención a la hora
de intentar deÅnir qué es un barrio artístico. Para Jesús Pedro Lorente se trata de lu-
gares “que disfrutan de una alta densidad de artistas, de arte público o de instituciones
artísticas, [que] se convierten en atractivos focos de revitalización de nuestras ciudades”
(Fernández, 2009: 39)1.
1
Este artículo de Blanca Fernández hace alusión a lo señalado por Jesús Pedro Lorente oralmente
en la introducción del curso Arte en el espacio público: barrios artísticos y revitalización urbana que dio
lugar a la publicación que referenciamos en el texto.
129
Natalia Juan García
Un distrito de las artes es, según Steiner y Kent, un área urbana delimitada en cuyo
interior tienen lugar y se desarrollan un gran número de actividades vinculadas con el
arte, la cultura y donde existe, además, una elevada participación ciudadana (Steiner y
Kent, 2007: 435-437). Estas zonas surgen generalmente por dos motivos que se suceden
a la vez. La formulación de políticas (de arriba a abajo, y no al revés como algunos de-
Åenden) y la planiÅcación pública de la ciudad, lo que no dejaría de ser una reiteración
de la primera, en realidad. A veces ocurren espontáneamente, pero no es lo habitual,
como justiÅcaremos con diferentes ejemplos a lo largo de este estudio.
A este respecto hay que hacer una diferencia entre lo que ocurre en Estados Unidos
y lo que sucede en Europa. En Estados Unidos los barrios artísticos suelen estar por
lo general en la periferia, no en el centro de la ciudad. Un importante teórico de los
estudios urbanos en Norteamérica, Richard Florida, señala en sus investigaciones que
las instalaciones de producción cultural, es decir, los barrios artísticos están a menudo
situados a una cierta distancia de los centros históricos. En su deÅnición, Florida aclara
que normalmente se alejan de los cascos históricos con la excepción de algunas ciudades
muy tolerantes donde la vida nocturna no favorece un desmedido consumo de alcohol o
comportamientos maniÅestamente incívicos que llevan consigo noches bulliciosas y, a ve-
ces, conductas agresivas por lo que en estos casos, los barrios artísticos se pueden ubicar
sin problemas en los centros históricos (Florida, 2010 y Florida, 2008).
Sin embargo, en Europa, debido a la expansión de nuestras urbes, los barrios artís-
ticos están perfectamente integrados en los centros históricos, tal y como se reÆexiona
en el artículo “¿Qué es y como funciona un barrio artístico? Modelos internacionales en
los procesos de regenaración urbana impulsados por las artes” (Lorente, 2009: 15-38).
Si bien, aunque en determinadas ocasiones, no se localizan justo en el núcleo urbano al
menos, se encuentran inmersos en el entramado decimonónico de la ciudad donde se
ubican los lugares de consumo cultural como galerías de arte, teatros, arte cine, salas de
conciertos... En cualquier caso, los barrios artísticos son referentes de representaciones
sociales que actualmente cumplen dos funciones fundamentales: desarrollan la cultura
y dinamizan las ciudades (García Guatas, 2009: 14). Para clariÅcar cuestiones termino-
lógicas que saldrán a lo largo de este trabajo debemos aclarar que el concepto de barrio
artístico se conoce en inglés como ‘art districts’ o ‘creative quarter’ y en francés ‘quartiers
d’art como se explica en profundidad sobre estas cuestiones en determinadas publicacio-
nes (Lorente, 2000: 237-258).
130
Barrios artísticos con un pasado monástico
131
Natalia Juan García
con aquellos donde hay una gran población de creadores o la presencia de abundantes
talleres de artistas. Nada que ver con lo que ocurría en otras épocas como, por poner
sólo un ejemplo, el taller de Cezanne en Aix-en-Provence alejado del centro de la ciu-
dad, aislado, ubicado cerca de un bosque y lejos del mundanal ruido. Así, estaba más
próximo al retiro de un monje eremita que a la relación simbiótica entre artistas que
comparten un mismo distrito y se aÅncan en una misma calle o barrio. En efecto, el
atelier de Cezanne no estaba en las cercanías de otros artistas que en la misma época
estuvieron por la Provenza francesa como fue el caso de Matisse, Gaugin, Picasso, Van
Gogh, Renoir, Miró o Signac. Hoy en día, de la casa que compró Cézanne en 1901 en
la colina de Lauves se puede visitar el taller (pero no lo que fue su vivienda particular
situada en la planta calle) que ocupó hasta 1906. De allí, salieron por la ventana (literal
y Åsicamente) lienzos que hoy en día están en los principales museos del mundo y en los
que se representan determinados objetos (que aparecen en sus naturalezas muertas) que
aún se conservan en este pequeño taller musealizado (Beaurin, 2010 y VV.AA. 2002).
Sin embargo, hoy en día —y más en estos tiempos de crisis— los talleres de artistas
suelen aglutinarse en una misma zona que da lugar a barrios artísticos, convirtiéndose así
en importantes dinamizadores de algunas áreas2. Lo cierto es que los colectivos artísticos
están liderando muchas iniciativas de base en algunos barrios como ocurre en dos ciu-
dades españolas: Madrid y Barcelona que explicamos ahora para entender mejor luego
los casos de Lyon (con el barrio de la Croix Rousse) y Burdeos (el barrio des Chartrons).
En el caso de la capital española hay que señalar la calle Doctor Fourquet en el barrio
de Lavapiés (Carrillo, 2009: 193-212, este artículo se ofrece una visión muy interesante
al explicar su autor, Jesús Carrillo, como él mismo fue partícipe en primera persona de
la gestación y transformación que sufrió este distrito como barrio artístico). No es casual
que haya varios talleres de artistas en esta vía donde han proliferado tantas galerías de
arte al calor de la proximidad del Museo Reina Sofía. Lavapiés se considera como un
ejemplo paradigmático de barrio artístico3 en torno al cual orbitan diferentes institu-
ciones artísticas a partir de la transformación que tuvo en su momento —a Ånales de
los años ’80— el antiguo hospital de pobres de San Carlos inaugurado en 1992 como
2
Véase a modo de ejemplo el Vivero de Iniciativas Ciudadanas http://viveroiniciativasciudadanas.
net/category/espacio-publico-2/ y www.losmadriles.org (última consulta: 6 de octubre de 2015).
3
Y como muestra de ello dos noticias aparecidas en la prensa sobre esta misma calle. El periódico
El País con la noticia titulada ‘El mundo del arte cabe en una calle de Lavapiés’ publicada el
01/02/2013 http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/02/01/madrid/1359758278G141415.html.Y
otro períódico de tirada nacional El mundo se hizo eco del tirón de esta calle ‘Dr. Fourquet, la dis-
creta gran calle del arte español’29/05/2015 http://www.elmundo.es/madrid/2015/05/29/
5568ba2646163f32288b4597.html (última consulta: 6 de octubre de 2015). Además de noticias
en periódicos, numerosos blogs de artistas se focalizan en el barrio de Lavapiés, como sucede en
Artistas En La Nube, señalando repetidamente que las galerías de la calle Dr. Fouquet surgieron
al calor del Museo Reina Sofía.
132
Barrios artísticos con un pasado monástico
el MNCA Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (VV.AA. 1993 y De Esteban Curiel,
2009). Las polémicas que surgieron en su momento hoy han quedado completamente
olvidadas y, de hecho, es difícil recordar el uso original para el que fue construido este
ediÅcio. El Reina Sofía es el vértice sur del conocido como Triángulo del Arte de Madrid
que incluye a otros dos célebres museos: el Prado y el Thyssen-Bornemisza. A estos tres
grandes museos hay que sumar la reconversión —llevada a cabo por el estudio de ar-
quitectura Herzog & De Meuron— de una antigua fábrica (la antigua Central eléctrica
del Mediodía, uno de los escasos ejemplos de arquitectura industrial que persisten en el
casco antiguo de la ciudad) en la actual sede del Caixa Forum (VV.AA. 2006: 336-347;
Hernández Martínez, 2009: 133-146 y Reguera, 2008: 144-151). Esta rehabilitación ha
llevado consigo la proliferación de numerosos espacios artísticos en las cercanías, pues
junto a éste se encuentra también La Fábrica, un lugar en el que se trabaja en la gestión
cultural realizando otro estilo de proyectos, ambiciosos en sus objetivos y abiertos a la
sociedad4. En La Fábrica se trabaja en diversos campos de la cultura contemporánea a
través de proyectos propios o en colaboración con empresas, administraciones y entida-
des. Sus áreas de trabajo cubren diferentes parcelas del mundo de la cultura: fotografía,
artes plásticas, literatura, cine, teatro, danza, artes escénicas performance, arquitectura,
música y tendencias contemporáneas.
Justo detrás de la Fábrica está MediaLab Prado, un centro cultural que tiene su
origen en el año 2000 en el Centro Cultural Conde Duque. Dos años después tomó
el nombre de MediaLabMadrid y en septiembre de 2007 se trasladó a la Plaza de las
Letras, en la Antigua Serrería Belga, lugar en que se encuentra hoy. Desde entonces
pasó a denominarse MediaLab Prado, en alusión a su nueva ubicación junto al Paseo
del Prado. Se concibió como un laboratorio ciudadano de producción, investigación y
difusión de proyectos culturales que explora formas de experimentación y aprendizaje
colaborativo surgidas de las redes digitales, verdadera clave de MediaLab (VV.AA. 2014:
100-127). Sus objetivos son habilitar una plataforma abierta que permita a los usuarios
conÅgurar, alterar y modiÅcar los procesos de investigación y producción, sostener una
comunidad activa a través del desarrollo de esos proyectos colaborativos y ofrecer dife-
rentes formas de participación que permitan la colaboración de personas con distintos
perÅles (artístico, cientíÅco, técnico), niveles de especialización (expertos y principiantes)
y grados de implicación5.
Más o menos cerca de MediaLab Prado se encuentra La Casa Encendida, un Centro
Social y Cultural de Fundación Obra Social y Monte de Piedad de Madrid abierto y
dinámico en el que se dan cita desde las expresiones artísticas más vanguardistas a cursos
4
Sobre La Fábrica véase http://www.lafabrica.com (última consulta: 16 de octubre de 2015).
5
Sobre el MediaLab Prado, espacio perteneciente al Área de Las Artes, Deportes y Turismo del
Ayuntamiento de Madrid, véase http://medialab-prado.es (última consulta: 14 de octubre de
2015).
133
Natalia Juan García
y talleres sobre diferentes áreas (Delas, 2005: 4-5 y Rosillo Nieves, 2004: 141-148). La
programación cultural ofrece artes escénicas, cine, exposiciones y otras manifestacio-
nes de la creación contemporánea. Desde sus comienzos, La Casa Encendida apoya a
jóvenes creadores en el desarrollo de sus iniciativas con programas como Emergencias,
En Casa o el programa Artistas en Residencia. Dentro del Área de Cultura de La Casa
Encendida conviven cinco subáreas que son Literatura y Pensamiento, Artes Plásticas,
Artes Escénicas y Artes Audiovisuales, Talleres, Seminarios, Cursos y Proyectos. Además,
La Casa Encendida cuenta con biblioteca, mediateca, hemeroteca, laboratorio de radio,
fotográÅco y multimedia accesible a todos los públicos. En deÅnitiva, el bulevar artístico
de Lavapiés posee importantes referentes culturales de la ciudad presentes en la zona:
el Teatro Circo Price, la Filmoteca Nacional, las salas teatrales Triángulo y el Centro de
Nuevos Creadores, o el centro social autogestionado La Tabacalera, haciendo cada vez
más rico el tejido cultural de Lavapies.
Un caso similar al de Madrid lo encontramos en Barcelona, concretamente en el
Raval, donde cada vez más artistas instalan allís sus talleres como segundo elemento
clave de la conÅguración de un barrio artístico, como es el caso de este distrito. La pre-
sencia de artistas se puede comprobar año tras año cuando abren sus puertas al público
en la ya tradicional convocatoria de Tallers Oberts6. El Ayuntamiento de Barcelona en un
intento de mejorar la percepción de uno de los distritos de la ciudad más marginales
quiso reformar el Raval. La campaña buscaba proyectar una imagen más coherente del
barrio, pero sin perder su identidad característica y personalidad. El objetivo era atraer a
nuevos visitantes al distrito y crear un orgullo de pertenencia entre sus residentes. La pro-
puesta derivó en incluir un nuevo verbo, Ravalear (Ravalejar en catalán) que tuvo y tiene
la intención de crear una personalidad de la marca para el barrio una forma de vida, de
sentir, de hacer las cosas. Un verbo que representa la actitud y la energía activa del Raval.
En el barrio del Raval se encuentra el Centre de Cultura Contemporània de
Barcelona o CCCB (Martínez Lapeña y Torres Tur, 2011: 80-89)7. La historia del CCCB
pasa por explicar la Casa de Caridad que comprendía un enorme entramado de ediÅcios
levantados en distintas épocas, que había llegado a alojar a más de dos mil personas.
En el siglo XVIII se instaló allí un cuartel militar y, más tarde, un correccional. En el
año 1989 el Consorcio formado por la Diputación de Barcelona y el Ayuntamiento de
Barcelona aprueba la creación del CCCB en el marco de un proyecto de rehabilitación
del barrio del Raval con la intención de ubicar un complejo de cultura contemporánea
en la antigua Casa de Caridad. Actualmente el conjunto ocupa la estructura original
de tres alas dispuestas en forma de U alrededor de un gran patio central (el Pati de les
6
Para más información véase http://tallersobertsbarcelona.cat/
(última consulta: 14 de octubre de 2015).
7
Para más información véase http://www.cccb.org/ca/ (última consulta: 14 de octubre de 2015).
134
Barrios artísticos con un pasado monástico
Dones) y el ediÅcio del antiguo teatro de la Casa de Caridad. Este Centro trabaja en red
con agentes e instituciones internacionales, vinculado a su vez con artistas, colectivos
de creadores, comisarios y agentes culturales independientes del entorno de Barcelona,
apoya sus propuestas para participar de su capital creativo y darles visibilidad.
Es decir que con el CCCB en el Raval encontramos no sólo presencia de artistas y
sus talleres sino también el tercer rasgo que deÅne los barrios artísticos como es la exis-
tencia de instituciones artísticas. En el Raval se encuentra el MACBa, el espacio de la
asociación FAD (Fomento de las Artes Decorativas), el Museo Picasso (el más visitado de
la ciudad), el Museo Textil, el Museo Europeo de Arte Moderno, Museo de las ideas e
inventos de Barcelona y la sala de exposiciones de la Caixa. Animan la zona la Galería
Maeght, la Galería Ángela Rodeja, el Centro Metrònom de la Fundación Rafael Tous
de Arte Contemporáneo, y un sin Ån de galerías entre la calle Montcada y el Mercado
del Borne, así como en la calle Doctor Dou donde se encuentran las galerías Alter Ego,
Cotthem y Carles Poy, el espacio de arte virtual Art Box, la librería Espai Ras y la sala
autogestionada por artostas La Xina Art.
135
Natalia Juan García
8
Véase de nuevo ‘El mundo del arte cabe en una calle de Lavapiés’ 01/02/2013. http://ccaa.el-
pais.com/ccaa/2013/02/01/madrid/1359758278G141415.html (última consulta: 6 de octubre
de 2015) donde se puede leer: “Es curioso cómo muchas galerías de otras ciudades han elegido
estas estrechas aceras para montar su embajada madrileña y cómo otras que tenían sede en
diferentes lugares de Madrid han acabado recalando al calor de este jaleo”.
136
Barrios artísticos con un pasado monástico
abogados y otros profesionales tienen sus lofts, mientras que los artistas bohemios que
en origen pusieron de moda el SoHo tuvieron que emigrar a Tribeca, Chelsea, Queens
u otros barrios (que a su vez se gentriÅcaron) porque no pueden permitirse vivir allí
(Simpson, 1981). Por lo que ahora barrios como Williamsburg (al otro lado del río) están
cogiendo fuerza y se considera hoy un barrio artístico con galerías de arte, artistas y ta-
lleres de artistas (Anasi, 2012 y Lederer, 2005).
Muchos estudios sociológicos citan este distrito —situado junto al puerto de
Manhattan— como ejemplo de gentriÅcation, esto es, un proceso de transformación
social y urbana en el que la población original de un sector o barrio deteriorado es pro-
gresivamente desplazada por otra de un mayor nivel adquisitivo (Lorente, 2009: 21). El
término es un neologismo que procede del inglés ‘gentriÅcation’. Deriva de ‘gentry’, una
clase social histórica inglesa de composición mixta entre la baja y media nobleza que
vendría a ser equivalente a lo que aquí fue la hidalguía española y los propietarios de
tierra. Para utilizar una palabra castellana se han propuesto ‘aburguesamiento’, ‘elitiza-
ción’ o ‘aristocratización’, todos los cuales tienen referentes distintos y otro uso asentado
en español, quizá por ello, la Real Academia Española, por el momento, no recoge el
término gentriÅcación. Aunque más que el signiÅcado del término lo que aquí importa
es lo que signiÅca. La gentriÅcación comienza cuando un grupo de personas de un cierto
nivel económico descubren un barrio que, a pesar de estar degradado, ofrece una bue-
na relación entre calidad-precio y deciden instalarse en él9. Estos distritos suelen estar
situados cerca del centro de la ciudad o contar con determinadas ventajas, como el estar
ubicados próximos a polos de empleo. Según algunos estudiosos “es imposible hablar
de revitalización urbana hoy en día sin hablar de gentriÅcación en los barrios céntricos”
(Abarca, 2009: 53).
De hecho, se puede hablar de manera paralela de un fenómeno denominado urban
clustering cuyos ejemplos más famosos son los distritos culturales que acabamos de comen-
tar de París o Nueva York que siguieron un proceso de gentriÅcación ‘modélico’ donde
primero llegaron los artistas, luego los galeristas y, Ånalmente, la presencia institucional.
En la actualidad, suele ocurrir justo lo contrario, lo que se conoce como urban boosting tu-
rístico-cultural de manera que primero se implanta un importante museo (si puede ser de
arte contemporáneo, mejor) y luego en sus inmediaciones surgen altas concentraciones
de artistas, marchantes u otros activistas del sector, cuya presencia refuerza esta vitalidad
artística (Zukin, 1982 y Broner, 1986). No hay que confundir el término gentriÅcación
con los procesos de renovación urbana que se dieron en los centros de las urbes moder-
nas con el objetivo de sanear la ciudad o incluso crear ensanches para la burguesía ur-
9
Véase la noticia que salió publicada recientemente sobre esta cuestión en El País con el título
“Barrios que mueren de éxito” Årmada por Miguel Ángel García Vega. http://economia.elpais.
com/economia/2015/10/16/vivienda/1444984739G061329.html (última consulta el 17 de oc-
tubre de 2015)
137
Natalia Juan García
bana, ya que esto se produjo en un contexto histórico y económico diferente, con mayor
protagonismo de la administración pública y con un sector inmobiliario privado muchos
menos desarrollado.
Pero también puede darse un segundo modelo que se produce cuando en medio de
un área urbana deprimida se funda un nuevo museo, que es lo que se denomina como
resurgir de un barrio. Esta segunda opción de creación de un distrito artístico que cataliza
la proliferación de galerías y artistas a su alrededor con la creación de una institución de
envergadura. Hay una interesante reÆexión de Jesús Pedro Lorente que dice lo siguiente
“no todos los barrios de artistas se aburguesan enseguida en cuanto aparecen museos,
galería y fundaciones. Y sin embargo, el fantasma de esa amenaza surge inmediatamente
en la mente de analistas poco avezados cada vez que los artistas hacen su aparición en
un barrio pobre”. (Lorente, 2009: 23 nota al pie número 7). Este fenómeno se ejempli-
Åca siempre con el caso del Guggenheim —o como algunos lo denominan ‘el efecto
Guggenheim’— (Hernández, 2002: 149-176; López-Remiro, 2009: 257-263; Esteban,
2007; Guasch Ferrer y Zulaika, 2007 y Vozmediano, 2008: 6-12) de Bilbao que se puede
extrapolar a otras muchas ciudades. La construcción de este museo (sobre la que exis-
te abundantísima bibliografía) supuso la reconversión de la ciudad en diferentes nive-
les: social, cultual, urbanístico y económico. Similar circunstancia ocurrió con el IVAM
(Císcar, 2014: 90-91) que reanimó el barrio del Carmen en Valencia al que ahora le ha
salido un competidor con el barrio de Ruzafa. Según los especialistas, se puede hablar de
barrio artístico aunque sólo aparezca uno de los tres factores que antes hemos determi-
nado (arte, artistas e instituciones artística), aunque funciona mucho mejor si se dan dos
de estas combinaciones: artistas e instituciones artísticas; arte e instituciones artísticas o
bien arte y artistas. Pero con tal de que se dé uno de ellos en altas proporciones se puede
hablar ya de barrio cultural o barrio de las artes. Además, se habla del efecto contagio,
determinando que existe una interrelación creciente entre este trío de elementos, de
manera que en la actualidad una alta densidad de artistas acaba en seguida produciendo
una importante presencia de arte público y de establecimientos de arte, o viceversa, es
decir estamos ante una relación simbiótica. Cuando estos factores alcanzan una presen-
cia notable hacen que algunas zonas urbanas sean consideradas distritos culturales, esto
es, ‘art districts’, ‘creative quarter’ o ‘quartiers d’art’.
Hasta tal punto interesa este tema, (y ya no me reÅero sólo a la abundante bibliogra-
fía existente) que se organizan exposiciones bajo esta temática. Valga como ejemplo la
que se celebró entre 30 de marzo y 15 de julio de 2001 en el Museo de Londres bajo el
título Creative Quarters: The Art World in London 1700-2000 (Wedd, Peltz y Ross, 2001). Con
esta exposición el London Museum hizo historia al desarrollar un proyecto tan intere-
sante como necesario para comprender el devenir histórico de esta ciudad que posee un
urbanismo tan clave en la formación de los barrios. A través del contenido de la exposi-
ción se trazó un mapa del fenómeno de los creative quarters que han aparecido a lo largo
138
Barrios artísticos con un pasado monástico
de estos tres siglos en diferentes distritos. Para ello, doce artistas unieron fuerzas para de-
mostrar esta cuestión que se plasmó en pintura, fotografía, escultura, diseño, cerámica,
cristal e incluso poesía. La exposición se centró especialmente en el sureste de Londres
(Sydenham y Forest Hill) por ser lugares que tuvieron una contribución sustancial a la
escena del arte de Londres. Históricamente, el Sur londinense ha sido siempre un lugar
vinculado al arte y la cultura, de hecho, fue aquí donde se emplazó el lamentablemente
desaparecido Crystal Palace de la Exposición Universal celebrada en 1851. En esta mis-
ma zona tuvo lugar la creación de la primera galería de Inglaterra, la Dulwich Gallery
inaugurada en 1817 en un ediÅcio expresamente diseñado para ello pues fue el primer
museo de pinturas abierto en Londres (la National Gallery es unos años posterior). Su
construcción supuso una novedad en su momento, dado que casi todos los museos anti-
guos de la época (Louvre, Uٻzi, Museo del Prado, Ermitage, etc) reutilizaban ediÅcios
ya existentes. Si bien la colección no es muy extensa, incluye importantes pinturas de
Rembrandt, Rubens, Van Dyck, Poussin y Murillo que fue formada por dos marchantes
de arte Sir Francis Bourgeois y Noxl Desenfans. (Beresford, 2002 y Dejardin, 2009). En
deÅnitiva, la exposición Creative Quarters: The Art World in London 1700-2000 demostró que
los artistas y los talleres en los que éstos trabajaron tuvieron gran dispersión urbana, la
cual se fue desarrollando en los dos últimos siglos. A principios del XIX los barrios ar-
tísticos de Londres se asentaron en lugares alejados del centro. A mediados de aquella
centuria se instalaron en el West End, luego en St John’Wood y, más tarde, en el distrito
de Kensington y en el de Chelsea (Lorente y Target, 2000: 65-86). En el siglo XX, tras
la segunda Guerra Mundial —con la ciudad aniquilada— se dispersaron todavía más
hasta llegar a “atomizar la escena artística” (Lorente, 2009: 18-19 donde se explica con
mayor detenimiento la situación de los artistas de Londres en la segunda mitad del si-
glo XX) ocupando desde una antigua carpintería en el barrio de Fulham a otros casos
imponentes como el enorme complejo St Katharine’s Dock o las antiguas fábricas en el
barrio de Hackney (Lorente, 2009: 18-20). Hasta hace unos años se consideraban ba-
rrios artísticos de Londres: South Bank, London Broadway Market y Shoreditch. En la
actualidad, Shoreditch supone la culminación ideal de este proceso de constitución de lo
que podríamos denominar un barrio artístico con la instalación en él de un vecindario
de artistas lo que supone que creadores de todo tipo, atraídos por el glamour cultural de
la zona, decidan emplazar allí su taller, su vivienda o un local de encuentro para ellos
mismos y con el público.
Hay muchos más ejemplos similares en diferentes ciudades europeas, donde la inser-
ción de un museo de arte contemporáneo llega a funcionar como catalizador del Æorecer
de una alta presencia de artistas en la zona. Sin embargo, no es válido creer o asumir
como cierto que todo barrio artístico comienza como una iniciativa de abajo arriba, no
surgen espontánemante por la gente, por los artistas, por la concentración de talleres,
residencias o lugares de reunión de los artistas y después llegan los proyectos culturales
139
Natalia Juan García
auspiciados por la política para darles el último empujoncito. Hay muchos casos en los
que todo esto ha ocurrido desde el principio por instigación de los dirigentes de la polí-
tica cultural y urbanística, es decir, que existe otra opción en la “todo empieza cuando
se funda un museo en un barrio deprimido, y luego siguen las tiendas, galeristas u otros
negocios, hasta que Ånalmente hacen acto de presencia los artistas” (Lorente, 2009: 25).
140
Barrios artísticos con un pasado monástico
se ha ido desarrollando de manera natural. Es más, sus variadas formas y sus diferentes
tipologías nos han permitido estudiar y comprender mejor el periodo histórico-artístico
en el que fueron levantados. De hecho, muchas veces se estudian los monasterios desde el
punto de vista de la evolución de sus ampliaciones y reformas porque éstas son realmente
importantes para el conocimiento de su propia historia. No hay duda de que la rehabi-
litación del patrimonio monástico forma parte también del proceso constructivo de los
mismos y que, en determinados casos, las intervenciones que se han llevado a cabo en
algunos de ellos nos permiten conocer el devenir y las ideas de la práctica restauradora
y como estos nuevos ediÅcios se han insertado en el urbanismo de la ciudad. La historia
de la arquitectura monástica está íntimamente ligada a la de su rehabilitación y a su in-
serción social, si se me permite utilizar esta expresión.
De hecho, muchos ediÅcios monásticos no pueden ser entendidos si no investigamos
previamente los avatares por los que han pasado, si no conocemos las modiÅcaciones
que ha tenido y si, en deÅnitiva, no desentrañamos las restauraciones que ha sufrido a lo
largo de su vida (García Cuetos, 1998). En la reutilización de antiguos conjuntos monás-
ticos es frecuente encontrar una unión de historia y contemporaneidad que dan como
resultado interesantes propuestas (Marcén, 2013: 79-94 donde se analiza la arquitectura
eclesiástica de Aragón que tras su rehabilitación ha sido reconvertida en Museos). Esta
tendencia se impone, cada vez más, en la rehabilitación del patrimonio arquitectónico
monástico. Por un lado, está el caso de monasterios y/o conventos transformados en
museos como ocurre en el Machmit Museum ubicado en una antigua iglesia evangélica
de Berlín o, por citar un ejemplo español, el Museo Patio Herreriano emplazado en uno
de los claustros de este monasterio benedictino que fue sede de la Congregación de San
Benito de Valladolid.
Por otro lado, se reconvierten en centros culturales, de exposiciones y de arte con-
temporáneo como es el caso de numerosos ejemplos de los que tan sólo vamos a citar el
convento de Santa Mónica de Barcelona que en la actualidad es el Centro de Arts Santa
Mónica, el antiguo colegio-monasterio de Coimbra que hoy en día es el Centro de las Artes
Visuales (Portugal), un caso ciertamente particular es el del CAAC de Sevilla instalado en
la antigua cartuja de Nuestra Señora de las Cuevas en Sevilla (España), el Krea o lo que es
lo mismo el Centro de Expresión Contemporánea en Vitoria-Gasteiz ubicado en el antiguo
convento de Betoño y el Instituto de Cultural Hispano-Luso instalado sobre las ruinas del
antiguo convento de San Francisco de Zamora, situado extramuros de la ciudad.
También se da el caso de antiguas iglesias pertenecientes a monasterios reconvertidas
en librerías como ocurre con la antigua iglesia dominica de Maastricht, que hoy en día
es la exitosa Librería Selexyz Dominicanen, en bibliotecas como es el caso de la cons-
truida en las Escuelas Pías de Madrid ubicada en lo que fue la iglesia del convento de los
Escolapios o en archivo como ocurre con el Archivo Municipal de Valladolid ubicado en
el convento de San Agustín. El nuevo uso otorgado a estos exmonasterios, exconventos
141
Natalia Juan García
142
Barrios artísticos con un pasado monástico
A l’èst, le Rhône l’isole de la plaine ou rive gauche située aux environs de 170 mètres.
A l’ouest, la Saône la sépare du Plateau lyonnais formé de croupes arrondies avoisi-
nant 300 mètres et que domine au nord le massif du Mont-d’Or: mont Cindre, mont
Thoux, mont Verdum. Au sud-ouest, la Saône s’encaisse, devient courbe et coupe la
Croix-Rousse de l’autre colline lyonnaise: Fourvière. Entre Rhône et Saòne, les terrains
plats des Terreaux en forment la limite méridionale. Au nord, il n’y a pas de séparation
topographique marquée et la limite n’est pas naturelle mais artiÅciele, administrative :
la Croix-Rosse s’arrête à la commune de Caluire-et-Cuire.
(Barre, 2007: 7)
jusqu’à la Ån du Moyen Ìge, la colline, avec ses inconvénients et ses avantages naturels,
attirera peu les hommes. Les premiers habitants gaulois s’établiront à proximité, vers la
Saône. Au début de l’ère chretienne, les Pentes se pareront de deux monuments imposants
qui deviendront le centre politique et religieux des Trois Gaules. Mais cette fonction
durera peu et la colline sera vite délaissée. A l’époque médiévale, elle ne sera plus que la
campagne aux portes de la grande ville.
(Barre, 2007: 7)
143
Natalia Juan García
La Croix Rousse fue hasta el siglo XVI un lugar de terrenos agrícolas, tal y como se
constata en el llamado ‘plan scénographique de Lyon’ de 1550 (Barre, 1993). Es más,
el análisis de esta importante planimetría y “son observation confrontée à celle des reconsti-
tutions de Lyon au Moyen Ìge révèle une expansion de la ville en direction de la Croix-Rousse, plus
particulièremente le longde la Grande-Côte” (Barre, 2007: 25). A Ånales de esta misma centuria
comenzaron a establecerse muchas congregaciones religiosas en esta colina lo que dio
lugar a que proliferaran numerosos monasterios y construcciones religiosas, como revela
todavía hoy la toponimia de sus calles: Rue Sainte-Catherine, Rue des Agustins, Rue des
Capuchines, Rue de l’Annonciade, Rue du Bon Pasteur, Rue des Chartreux, Rue Saint
Bruno, Rue Sainte Clotilde o Rue Saint-Polycarpe. Así, “dés la Ån du XVIe siècle, le clergé et
la royauté se lancent dans une reconquête catholique. Il faut étendre les couvents, en créer d’autres, et la
colline va retrouver la vocation religieuse qui fut la sienne durant l’époque antique” (Barre, 2007: 39).
El primer centro monástico fue la Chartreuse du Lys-Saint-Esprit fundada en 1584
que permaneció con vida monástica cartujana hasta la Revolución de 1790 (Odin, 1937,
Ballet, 1859 y Barret, 2007: 39-43). Se
considera el único ediÅcio puramente ba-
rroco de tipo religioso erigido en la ciudad,
si bien la fachada actual no es la original,
puesto que se renovó por completo en tor-
no a 1870, cuando pasó a ser parroquia
del distrito. Afortunadamente aún existen
algunos ediÅcios y algunas dependencias
pertenecientes a la cartuja que se remontan
al siglo XVII. A partir del asentamiento de
los cartujos en la Croix Rousse a Ånales del
siglo XVI y durante todo el siglo siguiente
llegaron trece comunidades más de distin-
tas órdenes religiosas a esta zona.
Este hecho hizo que surgiera un apo-
do que se refería a la Croix Rousse como
“la colina que reza”. Lo cierto es que tras
los cartujos llegaron monjes carmelitas, las
Figura 1. Fachada de la iglesia de la
antigua Chartreuse du Lys-Saint-Esprit Hermanas de la Anunciación y numerosas
de Lyon. Fuente: N. Juan congregaciones religiosas. De esta manera,
Parmi les couvent voisins des Chartreux Ågurent ceux de Saint —Benoît et de Sainte-
Marie-des-Chaînes, situés en bord de Saône. Leurs possesseurs ont également racheté
d’anciennes propriétés de marchands italiens. D’autres communautés ont acquis des
terrains à l’est de la Grande-Côte. Il s’agit des Bernar-dines, des Colinettes, des Ur-
144
Barrios artísticos con un pasado monástico
sulines et du séminaire Saint-Irénée. Au contraire, d’autres ordres ont reçu des terrains
oٺerts par généreux donateurs, comme c’est la tradition depuis le Moyen Ìge. Entre
autres bénéÅciaires Ågurent les Carmélites, les Oratoriens qui reçoivent une partie de
l’ancien domaine Capponi, les Capucins, ou les Annonciades dotées para Gabrielle
de Gadagne. En moins d’un siècle (1584-1665), les Pentes vont ainsi attirer treize
communautés religieuses.
(Barre, 2007: 40)
Figura 2. El boulager des Chartreux, establecimiento comercial emplazado en la propia Rue des
Chartreux haciendo referencia a la toponimia del lugar. Fuente: N. Juan
145
Natalia Juan García
Así, este promontorio permaneció durante los siglos XVI y XVII como un territorio
eminentemente religioso. Sin embargo, en la centuria siguiente se produjo un importante
cambio: la conexión de la Croix Rousse con el centro de Lyon. Esta unión se produjo a lo
largo del siglo XVIII y para entenderla hay que tener en cuenta que el enorme desnivel
existente el cual se salva por largas escaleras, pronunciadas cuestas y sus traboules que no
son sino atajos para alcorzar las calles de Lyon constituidos por un pasaje que atraviesa
los patios interiores de varios ediÅcios permitiendo así pasar de una calle a otra cruzan-
do el interior de la manzana. Los comerciantes empezaron a instalar allí, en la Croix
Rousse, sus talleres, entre otras razones porque los impuestos eran más bajos en esta zona
de la ciudad que en el centro histórico de Lyon.
A Ånales del XVIII, la colina de la Croix-Rousse empezó a cobrar importancia lo
que llevó consigo la construcción de interesantes ediÅcios por parte de ricos nobles que
se aÅncaron allí y que poco a poco “ils ont parfois relayé les marchands étrangers et ont regroupé
plusieurs propriétés aux XVIIe XVIIIe siècle” (Barre, 2007: 43). Con todo, se empezó a consi-
derar como una aldea con carácter casi independiente, como un microcosmos, de hecho,
poseía (y todavía posee) Ayuntamiento propio “administrativement, le faubourg ne dépend pas de
Lyon, mais il composeavec Cuire la commune de Cuire-la Croix-Rousse” (Barre, 2007: 46). Durante
la Revolución, los bienes pertenecientes a las comunidades religiosas emplazadas en la
Croix Rousse se vendieron y sus bienes inmuebles se empezaron a desmantelar (Pointet,
1926-1930 y Grand, 1989). Una circunstancia inaudita puesto que “jamais auparavant, les
Lyonnais n’avaient osé toucher aux possessions des communautés religieuses, même si elle occupaient une
trop grande place dans la ville. La Révolution met, sans scrupule, un terme à des siècles d’appropriation
religieuse. De nombreux clos sont vendus comme bien nationaux” (Barre, 2007: 47).
A principios del siglo XIX, Lyon se convirtió en la primera ciudad de Francia, en pro-
ducción fabril, gracias en buena parte a todas las industrias asentadas en esta colina, espe-
cialmente impulsada por el lionés Marie-Joseph Jacquard que patentó la manera de traba-
jar ‘à la Jacquard’. La aÆuencia de los trabajadores de la seda en la Croix-Rousse, comenzó
a transformar profundamente este barrio marcando su historia y su planiÅcación urbana.
146
Barrios artísticos con un pasado monástico
Decorativas de Lyon10. Para dar cabida a los trabajadores (a sus familias y a su telares) se
construyeron de manera acelerada una gran cantidad de viviendas en la Croix Rousse
ediÅcios de 5 ó 6 pisos con techos muy altos para poder meter el telar dentro (con un
promedio de 4 metros de altura) con ventanas altas (la entrada de luz facilitaba el trabajo
de la seda) y un altillo (entrepiso utilizado para la vida familiar). Debido a la presión de
los promotores de terreno que parcelaron los antiguos terrenos religiosos de la Croix-
Rousse, el Este de la colina cambió radicalmente de Åsionomía y apariencia. Aumentó
la población y aparecieron nuevas calles. Jules Michelet escribió entonces sobre la ‘mon-
taña mística’ señalando que en origen había reunido un gran número de conventos y de
iglesias por lo que, en el siglo XIX, pasó a convertirse en la ‘montaña del trabajo’. Con
los años la expresión de Michelet se modiÅcó y pasó de ser de ‘la colina que reza’ a ‘la
colina que trabaja’ o la colina de la Revolución porque los tejedores de seda, sometidos
a unas duras condiciones de trabajo, se rebelaron en repetidas ocasiones. Su primera
revuelta de 21-22 de noviembre de 1831 se conoce con el nombre de Révolte des canuts
(Moissonnier, 1975) y está considerada como una de las primeras revoluciones obreras
con sus gritos “¡Vivir libre trabajando o morir
combatiendo ”. En la década de 1830, Lyon
fue famosa por las revueltas de los trabajado-
res en el distrito de Croix Rousse poblado por
los trabajadores y artesanos de la seda quienes
promovieron uno de los grandes levantamien-
tos sociales del comienzo de la era industrial.
La cuestión es que Lyon se convirtió en el siglo
XIX en una importante ciudad industrial con
fuertes implicaciones sociales, gracias a los teje-
dores de seda de la Croix-Rousse.
En 1852, la colina que en ese momento con-
taba con 30.000 habitantes se anexionó a Lyon
(mediante el Decreto imperial del 24 de marzo
de 1852). Por este motivo se emprendieron una
serie de grandes proyectos de los que destaca-
mos tres: la creación de la red de agua potable,
Figura 3. Estudio de arquitectura
la construcción del Hospital de la Croix-Rousse ubicado en la Croix-Rousse concre-
y, algo fundamental, el funicular que sirvió para tamente en la Montée des Carmeli-
unir el centro de Lyon con la Croix-Rousse, que tes de Lyon. Fuente: N. Juan
10
En el Museo de Tejidos y Artes Decorativas de Lyon no sólo se explica lo concerniente a tis-
sus sino también a su producción, fabricación e industrialización para lo cual el barrio de la
Croix-Rousse fue un elemento clave. Véase http://www.mtmad.fr/fr/Pages/default.aspx (últi-
ma consulta el 25 de octubre de 2015).
147
Natalia Juan García
fue clave para que esta zona se integrase en el urbanismo de la ciudad. De hecho, se trata
del primer funicular del mundo, que unió Rue Terme con la Croix-Rousse y fue apodado
rápidamente la “cadena” de Lyon.
En el siglo XX, la actividad textil de la Croix-Rousse estuvo fuertemente marcada
por una crisis (en la década de 1980) y pocos talleres textiles sobrevivieron a la reconver-
sión en la industria textil “técnico” o “de alta gama”. Así, el distrito de Croix-Rousse co-
menzó a disfrutar de una reputación especial precisamente por todo su pasado. Lo cierto
es que posee un urbanismo singular marcado por varios factores, en concreto tres. Por
un lado, la geografía, esto es, la propia colina que se eleva por encima de la ciudad lo que
hizo que se construyeran ediÅcaciones militares, pues “les bâtiments militaires, aujourd’hui
désaٺectés ou reconvertis à d’autres Åns, témoignent du rôle stratégique de la colline, de la nécessité de
se proteger contre l’ennemi étranger puis ouvrier, et de la vieille rivalité Lyon-faubourg” (Barre, 2007:
177). Esta elevación le otorgó en su momento numerosas ventajas gracias a las nuevas
comunicaciones con el centro de Lyon, no sólo el tranvía sino también carreteras que
descongestionan el denso tráÅco que padecen en el centro de la ciudad. Por otro lado,
Figura 4. Librería ‘Le libre en pente’ ubicada en la Croix Rousse concretamente en el número 18
de la Rue des Pierres Plantées de Lyon. Fuente: N. Juan
148
Barrios artísticos con un pasado monástico
su propia historia: primero monacal, al ser un barrio que en origen estuvo plagado de
monasterios y conventos durante los siglos XVI-XVII, luego vinculada a los talleres de
la seda de Lyon y los talleres textiles de la Croix Rousse convirtiéndose en un quartier
de mercaderes y comerciantes en el XVIII y, Ånalmente, transformado en un barrio de
clase trabajadora y fuerte industria textil en el siglo XIX con una clara presencia del
movimiento social, las revoluciones (Rapin, 1983). Es también aquí donde precisamente
por esta razón, se desarrollaron muchas innovaciones sociales: el primer consejo tribunal
industrial, las primeras experiencias mutuas o la primera tienda cooperativa de Francia.
Por último, hay que tener en cuenta como tercer factor, su propia alta densidad residen-
cial (una de las más altas de Europa).
Este amalgama de ingredientes tan variopintos ha hecho que las famosas pentes la
Croix Rousse se hayan convertido en un verdadero laboratorio social (Verneret, 1993). A
principios del siglo XXI, si bien la población empezó a cambiar bajo el impacto del au-
mento de los alquileres (llegada de bobo, acrónimo de bourgeoise-bohème), la zona sigue sien-
do un lugar especialmente animado, incluso dando lugar a iniciativas interesantes. Hoy en
día, la Croix Rousse es uno de los barrios más sugerentes y con mayor potencial de Lyon.
Es, sin duda alguna, un barrio artístico porque aglutina arte en cada cuesta. Entre
las manifestaciones artísticas urbanas que cabe citar hay que destacar ‘Le mur des canuts
de Cité de la Creation’, una enorme pared considerada como el fresco más grande de
Europa (ocupa 1200m2) lleno de perspectivas urbanas. Fue realizado en 1987 y retocado
diez años más tarde. En el centro de la composición se representan las típicas de escaleras
de la Croix Rousse necesarias para subir o bajar cualquier calle de este distrito. En los
laterales del muro se organiza la vida cotidiana de habitantes del barrio. En los ediÅcios
que se muestran a trompe l’oeil aparecen las altas ventanas características del hábitat del te-
jedor de seda que antes hemos señalado. Igualmente se representan diferentes elementos
de la actividad de la sed: bobinas de seda, telares, trabajo de la seda... El fresco mural es
una especiÅcidad lionesa y no es el único que se puede ver en este quartier d’art, sino todo
lo contrario. La asociación CitéCréation coopérative d’artistes lyonnaise —creada en
1978— realiza frescos por todo el mundo teniendo, por supuesto, su capital de referencia
en la Croix Rousse.
Además, encontramos abundancia de talleres de artistas en las diferentes calles que
conforman el urbanismo de este barrio y, por supuesto, es posible hallar el tercer ele-
mento que nos permite hablar de un barrio artístico, esto es, la presencia de diferen-
tes instituciones artísticas, que incluyen talleres de artistas, galerías de arte (como Le
Reverbère, Le Bleu du Ciel, Spacejunk, Atelier 28, Le Laboratoire, Glandeur Nature,
Néon Diٺuseur d’Art contemporain, Lafabriq, L’atelier des p’tits papiers, La Salle de
Bains, L’atelier du Croque-Mot, Blitz, Symbialys, Galerie 14, La BF 15, L’Oeil Vintage
Galerie, Art Gens, Atelier Gédéon Sillac, Galerie Caroline Vachet, Galerie C.Mainguy,
Flaye artiste peintre, Galerie Sans Titre nº42, Galerie Trib’Art, Galerie Anne-Marie et
149
Natalia Juan García
Roland, Galerie Françoise Besson, Galerie Elizabeth Couturier, Galerie Henri Chartier,
Art Up Deco, Galerie ArtScenik, Galerie Mathieu, Enjoyted, Le Bistrot Fait sa Broc,
Birdy Brain Boutique, Galerie Imag’in, Les Ateliers Terreaux, Galerie Clemouchka, A
Chacun Sa Toile, Sunset Résidence, Fedora Art Gallery, Atelier Galerie VisioSfeir, Colon
Sylvie, Brun Vale, Richard Fabien, Singul’Art, Darmedru Philippe, Olivier Auguste,
Loft d’Arc, Lorenzetti gallery, L’Oeil de Bœuf, Atelier-Galerie 27 Watts, 360 mètres
3, L’Alcove, Le 14eme Art, Galerie Françoise Souchaud, Estades, Hcda, Dailly Marc,
Galerie Gangurru, Galerie Artichaut, Regard Sud o Galerie Vrais Rêves), estudios de ar-
quitectura (como Wild architecture, Atelier de la Passerelle, Atelier Prométhée, L’Atelier
de Soierie o Moineau Vincent), teatros (Théatre de la Croix-Rousse), librerías (como la
librairie Vivement Dimanche, librairie La Bande Dessinée, librairie Monnier o librairie
des Canuts por citar unos pocos ejemplos). En deÅnitiva, un vecindario inquieto que
aglutina todo tipo de profesiones liberales que han permitido que este barrio (desde
Ånales de los años 90’ del siglo XX) reviviera gracias a “les petits commerces y sont nombreux
et variés. Ils se localisent sur le boulevard de la Croix-Rousse et sutout, dans la Grand-Rue qui a con-
servé son ancienne vocation commerçante grâce au dynamisme de l’associations Croix-Rousse Artisans
Commerçants” (Barre, 2007: 165). En la actualidad,
Les petites usines ou ateliers aux toits en dents de scie ont bientôt tous disparu, et les
autres entreprises se remarquent peu. Quelques-unes spécialisées dans la bijouterie, les
prothèses ; d’autres, d’imprimerie, de serrurerie ou de mécanique par example, se cachent
au fond d’une cour. L’est accueille également quelques activités tertiaires encore liées au
textiles (vente, ateliers de dessin, de recherche et création) ou sans rapport avec lui, mais
avec le centre des aٺaires tout proche et avec l’évolution récente du bâti et de la popula-
tion de la colline. Ce sont des cabinets ou ateliers d’architectes, d’architectes d’intérieur,
des décorateurs, des artisans et galeries d’art, des artisans du bâtiment spécialisés dans
la réhabilitation, et des agences immobilières.
(Barre, 2007: 166)
150
Barrios artísticos con un pasado monástico
elegido para levantar este monasterio en ese momento se encontraba fuera de las mu-
rallas de la ciudad como era propio de las comunidades religiosas y más todavía en el
caso de los cartujos quienes, por los estatutos de su propia Orden, debían erigir sus casas
alejados del mundanal ruido. De la cartuja no queda absolutamente nada más que la
cerámica que se ha conservado y se expone en algunas salas del Museo de Aquitania así
como la toponimia del nombre del barrio Chartrons y de algunas calles como Quai de
Chartrons o Rue du Convent.
151
Natalia Juan García
allí también»11. Así, muy pronto Chartrons se convirtió en un barrio de comerciantes, es-
pecialmente, de vino, tal y como atestiguan numerosas fuentes documentales de la época.
Las más elocuentes son, sin duda alguna, grabados y óleos que representan el trajín de
mercancías que desembarcaban en las orilla del Garona. No podemos obviar aquí que la
pujanza económica del comercio que llegó a Burdeos se basó (como muchas otras ciuda-
des de la costa atlántica, caso de Nantes12) en la explotación de esclavos, como se explica
en el Museo de Aquitania de Burdeos13. De ahí el rápido crecimiento de este barrio y el
enriquecimiento de comerciantes con el transporte de mercancías.
Este distrito colindaba —según señala Roger Galy en su libro Rues de Bordeaux y
que se recoge en diferentes documentos del Archives Departementales de la Gironde
—“limité au Sud par les allées de Chartres, à l’Este par les quais, la Garonne, au nord par le cours du
Maréchal-Foch, les rues Frère et du Jardin-Public jusqu’au cours du Medoc, le quartier des Chartrons est
né de la prospérité du commerce bordelais au XIVe siècle”14.
Chartrons disfrutó de un gran crecimiento durante el siglo XVIII, gracias a las alian-
zas comerciales y matrimoniales que fueron la base de una comunidad autosuÅciente.
Esta riqueza permitió que las manzanas de casas del barrio se fueran progresivamente
transformando y reformando “en el siglo XVIII, el mariscal de Ornano y el cardenal de
Sourdis emprendieron trabajos destinados a mejorar las condiciones de viabilidad y de
acceso del barrio”15. Al tiempo que Chartrons bullía debido a la actividad comercial de
mercancías, se construyeron una gran cantidad de hôtels particulares lo que dio lugar a un
urbanismo muy interesante. Se comenzaron a ediÅcar fachadas de casas que se conocen
en la actualidad como ‘fachada holandesa’. Todas de piedra blanca de Aquitania que
otorgaban (y otorgan) una uniformidad elegante al barrio pero al mismo tiempo diversi-
dad de formas en los bâtiments que raras veces superan los 3 ó 4 pisos de altura.
Bâties suivant un plan uniforme, [les habitations des négociants] comprennent souvent
trois niveaux surmontés d’une fausse galerie. Des balcons de fer forgé décorent le pre-
mier étage. La large porte cochère permet de pénétrer et de s’enfoncer dan un édiÅce très
profond où le bureau du patron et des employés est complété par une cuisine et des chais.
11
Archives Departementales de la Gironde, Service Educatif, Le quartier des Chartrons, s.f. “touts
les négocians étrangers, note un chroniqueur, et la plupart de ceux de la villa habitent le fau-
bourg [quartier des Chartrons], les consuls des nations étrangères y demeurent aussi”.
12
De hecho en Nantes se encuentra el Memorial de la Abolición de la Esclavitud. Véase http://
memorial.nantes.fr/es/ (última consulta 16 de octubre de 2015)
13
Véase http://www.musee-aquitaine-bordeaux.fr/ (última consulta 16 de octubre de 2015)
14
Archives Departementales de la Gironde, Service Educatif, Le quartier des Chartrons, s.f., Louis
Desgraves, Evocation du Vieux Bordeaux, 1989 PF1759.
15
Archives Departementales de la Gironde, Service Educatif, Le quartier des Chartrons, s.f. “au
XVIII siècle, le maréchal d’Ornano et le cardinal de Sourdis entreprennent des travaux destinés
à améliorer les conditions de viabilité e t d’accès du faubourg”.
152
Barrios artísticos con un pasado monástico
Le premier étage est occupé par le salon et la salle à manger tandis que les chambres
se trouvent à l’étage supérieure. Elles oٺrent, pour une part d’entre elles au moins, une
vue sur l’activité du port, sur la fôret des màts qui encombrent la Garonne et plus loin
encore sur les collines deLormont.
(Archives Departementales de la Gironde, Service Educatif, Le quartier des
Chartrons, s.f. Michel Espagne, Bordeaux-Baltique, 1991, PF 1884)
Il faut avouer que le Chartron est le plis bel endroit de Bordeaux. Le Chartron longe
la rivière un demi quart de mille suédosi. Il a de grandes hautes et superbes maisons.
Entre elles et la rivière il n’y a qu’une rue où les navires jettent leurs bouées et su laquelle
les négociants roulent leurs fûts. Ceci ressemble tout à fait au quai de Stockolm, mais
est d’autant plus joli que la rive en face est garnie d’arbres feuillus. Derrière ces arbres
il y a de hautes collines dont les pentes et même les sommets sont couverts de vignoble.
(Archives Departementales de la Gironde, Service Educatif, Le quartier des
Chartrons, s.f., Louis Desgraves, Evocation du Vieux Bordeaux, 1989 PF1759)
16
Archives Departementales de la Gironde, Service Educatif, Le quartier des Chartrons, s.f.
17
Archives Departementales de la Gironde, Service Educatif, Le quartier des Chartrons, s.f., Ha-
bitation d’un négociant en vins cours du pavé des Chartrons in Album de la municipalité bor-
delaise 1892. ADG4/L257.
18
Archives Departementales de la Gironde, Service Educatif, Le quartier des Chartrons, s.f., Louis
Desgraves, Evocation du Vieux Bordeaux, 1989 PF1759.
153
Natalia Juan García
Todas las fachadas del siglo XVIII fueron restauradas obligatoriamente por una orde-
nanza municipal de 1997, año de la promulgación de la ZAC (Zona d’aménagement concerté)
pues muchos de estos ediÅcios forman parte del Inventario de Monumentos Históricos.
En la actualidad están ocupados por comerciantes, negociantes, miembros de profesio-
nes liberales. En 1819, el arquitecto Dufort diseñó un interesante plan urbanístico para
ampliar este barrio en la “jonctions du cours du Pavé-des-Chartrons (cours Xavier-Arnozan), du
cours du jardin Public (cours Verdun) et du cours du 12-Mars (cours du Maréchal-Foch)”. Durante
el siglo XIX siguió manteniéndose como un barrio dedicado al comercio al transporte
trasatlántico de mercancías. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XX, el área fue
abandonada poco a poco por los mercaderes dejando vacíos almacenes que quedaron
desmantelados. En las últimas décadas del siglo pasado, resurgió de las cenizas cual ave
fénix y hoy podemos hablar de Chartrons como un barrio artístico porque posee los tres
elementos explicados en el primer epígrafe de este trabajo.
La entrada al barrio desde el Centro Histórico de la ciudad tiene como telón princi-
pal el Museo de Arte Contemporáneo CAPC. Fundado en 1983 se puso en marcha, en
realidad, a partir de 1990 al disponer de espacios rehabilitados y adecuados a funciones
museísticas. Se encuentra en un antiguo depósito de ultramarinos (Entrepôt de la Place
Lainé) que se fue reacondicionando durante los años siguientes.
154
Barrios artísticos con un pasado monástico
El almacén Lainé (antes conocido como depósito real de los productos coloniales)
es un ediÅcio originalmente diseñado para el acopio de mercancías que venían de las
colonias antes del envío a través de Europa. A menudo se habla de “almacenes Laine”
en plural, tal vez porque originalmente eran dos, uno fue destruido en 1965, pero el otro
afortunadamente se conservó y hoy en día es el CAPC, cuya misión es dar a conocer
el arte actual y familiarizar al público con la actualidad artística. Una vez pasado este
Museo hay que atravesar las calles de los anticuarios. Tal y como explica el urbanista oÅ-
cial del barrio: “aux négociants d’hier se sont substitués les antiquaires d’aujourd’hui”19.
A partir del año 2000, los políticos se anima-
ron a rehabilitar el barrio preservando las facha-
das históricas. Así surgió el Museo des Chartrons
que es el Museo del Vino y del Negocio de
Burdeos ubicado en un ediÅcio de 1720. En él
se explica la historia del barrio y sus negocios,
el vino y los viñedos de Burdeos (desde época
romana hasta el siglo XIX), su transporte por el
río Garona, así como las ampliaciones urbanísti-
cas del barrio. El Museo del Vino y del Negocio
de Burdeos, inaugurado en octubre de 2009,
presenta una colección de objetos históricos,
múltiples testimonios del pasado y del presente,
numerosos documentos y cuadros explicativos
retratando el comercio de los vinos de Burdeos,
la evolución de la profesión de negociante el tra-
bajo en los paseos del río y las exportaciones. En Figura 7. Uno de los anticuarios
este museo se abordan numerosas temáticas: el establecidos en el barrio de
Chartrons de Bordeaux,
sistema bordelés del comercio del vino; las pro- concretamente en la Rue Notre
piedades, la intermediación y el negocio del vino Dame. Fuente: N. Juan
que se explica mediante objetos de colección; el
puerto de Burdeos; las exportaciones de vinos, ilustradas por objetos de colección, docu-
mentos y otras reconstituciones; la historia de las grandes familias de negociantes de los
siglos XVIII y XIX retratadas mediante documentos familiares y testimonios20.
Chartrons hoy es el barrio de moda, y puede considerarse como un barrio artístico,
una zona con una alta concentración de presencia artística tanto en talleres, en estable-
cimientos como locales de ocio. Presencia artística para conformar un faubourg d’art que
Sobre el Museo del Vino y del Negocio de Burdeos véase la web http://www.museeduvinbor-
20
deaux.com
155
Natalia Juan García
se emplaza un antiguo hangar de mercancías que hoy es un hervidero artístico que rea-
grupa a artistas y artesanos los cuales generan abundancia de arte en el espacio público
mediante intervenciones y actuaciones efímeras, iluminaciones artísticas, instalaciones,
performances, murales, esculturas y monumentos, arquitecturas de mérito, mobiliario
urbano de diseño e instalaciones multimedia.
Figura 8. Museo del Vino y del Negocio Figura 9. Cartel indicador del faubourg
de Burdeos conocido como Museo des d’art ubicado en la propia calle Rue du
Chartrons ubicado en la Rue Borie. Faubourg d’art de Bordeaux.
Fuente: N. Juan Fuente: N. Juan
4. A modo de conclusión
Así pues, y debido a una concatenación de circunstancias tanto históricas como polí-
ticas, sociales y urbanas que ya se han desgranado, estos dos barrios han pasado por
múltiples vaivenes a lo largo del tiempo. Ambos distritos —de Lyon y de Burdeos—
han atravesado desde su nacimiento (en ambos casos con un origen monástico) épocas
de esplendor, pasando también por momentos de degradación, aunque sin llegar a ser
focos de pobreza o marginación. No obstante, el devenir de cada una de las dos ciuda-
des citadas y la propia implicación de la ciudadanía en lo relativo a su reivindicación
156
Barrios artísticos con un pasado monástico
como espacio público ha hecho que hoy día ambos barrios sean hervidero de propuestas
culturales en múltiples niveles. Destacan en todo aquello relativo al diseño, al arte, a la
implantación de todo tipo de comercios, talleres, workshops, propuestas artesanales, es-
tudios de fotografía, arquitectura y otras profesiones liberales, tiendas de diversa índole,
lugar de encuentro y sitio de moda, zona con multitud de restaurantes y ofertas de ocio
diurnas y nocturnas; en deÅnitiva, se han convertido en verdaderos barrios artísticos
con el denominador común de su pasado monástico. Barrios tan vibrantes como inte-
resantes que, aunque pudieran atraer simplemente por lo que son hoy en la actualidad,
seducen más cuando se conocen todos los devenires históricos por los que pasaron.
Figura 10. Escaparate de uno de los establecimientos de la Rue Notre Dame donde se puede leer
‘Laboratorio de imágenes. Fábrica de palabras’. Fuente: N. Juan.
157
Natalia Juan García
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La metamorfosis del concepto de barrio
artístico en dinámicas de distrito
cultural: la revitalización urbana de
Boulogne-Billancourt (París)
1
Este trabajo forma parte de los resultados del proyecto de investigación “Arquitectura, urbanis-
mo y representación en la construcción de la imagen de los barrios artísticos”. Ref. HAR2012-
38899-C02-02. MINECO, Plan Nacional I+D+i. Convocatoria 2012. Subprograma de Proyec-
tos de Investigación Fundamental No Orientada.
163
Pilar Aumente Rivas
2
Es el caso del propio Montmartre, así como el de Montparnasse, que pasaron de ser barrios
limítrofes especializados fundamentalmente en el trasiego y comercialización de vino y licores,
fuera de tasas de la capital y que se transformaron en barrios artísticos de forma paulatina, sin
que ninguna decisión política o administrativa intermediase.
3
Entendemos que este es uno de los aspectos más destacados entre los que caliÅcan a los barrios
artísticos como tales aunque no sea exclusiva de ellos sino circunstancia compartida con otros
formatos en el ámbito artístico-cultural. La revisión histórica nos induce a detectar permanen-
temente esa necesidad económica que se aÅanza como regla, precisamente por las excepciones
que puedan ser invocadas. La carencia económica en los estadíos iniciales de las carreras artís-
tico-culturales sigue siendo, a día de hoy, baza fundamental para la organización de espacios de
creación; a modo de ejemplo por su actualidad en el contexto parisino mencionemos que así se
lee en la presentación de la fundación de un centro de trabajo artístico alternativo, asociativo y
de gestión de ocupación en el 18e arrondissement de París. Se trata del Shakirail, una estructura
que, según propia presentación en su página web, es una de las formulas en la que se expresa
el colectivo Curry Vavart, que lleva trabajando de manera nómada desde 2006 para poner a
disposición de los artistas talleres temporales compartidos en un espacio en espera de rehabili-
tación, situado en un contexto en el que los alquileres son cada vez más difíciles de encontrar y
más caros. La oferta por parte de Shakirail de “espaces de travail à loyer réduit” se presenta como un
factor determinante para una estructura que comparte también alguno de los componentes de
los barrios artísticos. En años anteriores Curry Vavart ha utilizado formulas más precarias, como
la estancia en squatt, es decir, a título de ocupación, sin contrato, en espacios generalmente in-
dustriales desafectados; sus proyectos, no obstante, han buscado la legalidad.
4
Les relations des artistes avec leurs pairs et avec leurs fournisseurs se font selon un principe de proximité géographi-
que qui met en value l’importance du quartier. Ceci reÆète notamment une motivation partagée de ces artistas pour
vivre dans certaines zones urbaines, la convergence de leurs goûts entraînant la concentration spatiale. Parmi les
qualités attribuées à ces quartiers qui séduisent les artistes, les artistes insistent sur des spéciÅcités de marché comme
le moindre coût des loyers, mais aussi une image perçue où une certaine forme d’authenticité et de multiculturalisme
164
La metamorfosis del concepto de barrio artístico en dinámicas de distrito cultural
sont appréciées. La proximité spatiale aux fournisseurs peut s’interpréter quant à elle de deux manières. Soit l’on y
voit une logique d’accès au marché de ces derniers qui ont intérêt à se localiser dans des quartiers concentrant une
part importante des artistes, soit l’on considère que les artistes eux-mêmes accordent de l’importance à la proximité
spatiale auprès des fournisseurs de leurs matériaux artistiques Paris Metropole Creative. Halbert. Rapport,
2006 (secc. Barrios Artísticos). No obstante, por si sola, la concentración de artistas no indica
la constitución de un barrio artístico, sino la presencia de una estructura o un polo activo artís-
ticamente. La Ruche en Montparnasse, o en la acualidad los Frigos (Proyecto Paris Rive Gau-
che-Les Frigos) concentran un gran número de artistas, pero por sí mismos no son un quartier
artístico, aunque, sumados a otros elementos, sí pueden ser componentes de importancia para
la concreción de los mismos.
5
Recuérdese que, por ejemplo, el histórico Bateau-Lavoir, en la época de la bohemia, era un edi-
Åcio industrial, antigua fábrica de pianos, construido en madera y mal reconvertido por el pro-
pietario en conjunto de una veintena de espacios a bajo alquiler que se utilizaron como ateliers.
165
Pilar Aumente Rivas
6
Moréas, Jean: “Autrefois j´y arrivais à huit heures du matin et n´en sortais qu´à cinq heures du matin le lende-
main. Voilà qui s´appelle aller au café” (Caracalla, 2007: 43).
7
“Le travail createur est unique et personnel, mais ne peut exister dans l´isolement. Je ne crois absolument pas que
quelque grand art ait jamais été produit dans une context dénué de competition; à l´inverse, c´est l´environnement
e concurrence acharnée dans lequel le jeune artiste évolue qui le conduit à l´excellence. L´énorme eٺort qu´il doit
produire pour se hisser au-dessus de ses contemporains about it à ce que nous nommons souvent une “percée”, et
que tout artiste sur la voie du succées doit accomplir” (Bowness, 2011: 47). Históricamente el contraste
de las ideas y las obras del artista se venían haciendo a través de las exposiciones de grandes
instituciones —en el ámbito francés los Salones de París—, cuando el peso de estos eventos dis-
minuyó serán otros ámbitos los que permitan esas confrontaciones, los locales de intercambio
y comunicación de los barrios, que no tienen que ser exclusivamente los cafés. En el caso de los
postimpresionistas a veces una trastienda como la del comercio del Père Tanguy en donde se
realizaban tertulias a las que acudían los deudores del comerciante y pintor aÅcionado Tanguy;
espacio a medio camino entre rebotica y rudo espacio de exposición, gracias al cual se dieron a
conocer, se contrastaron y pusieron a prueba obras e ideas renovadoras.
8
(Al café)… “on y va pour causer, pour échanger des idées avec d´ autres humains, écrit Gourmont. Le café, dans
le monde moderne, joue le rôle que jouait l´agora dans la cité antique. Il est à la fois le lieu de rendez-vous et le lieu
d´echange” (Caracalla, 2007: 43).
9
Además de Montmartre, las publicaciones proliferaron también en barrios como Saint-Germain des
Prés, con una notable presencia de editores, literatos y Ålósofos como Sarte, Simon de Beauvoir o
Merleau-Ponty.
166
La metamorfosis del concepto de barrio artístico en dinámicas de distrito cultural
10
El barrio artístico de Saint Germain tuvo una larga vida en la que se destaca la actividad cultu-
ral desde momentos históricos.
11
En el Marais tienen gran peso las industrias creativas, junto al ámbito artístico tradicional. De
gran interés el eje Les Halles-Beaubour que comparte rasgos distritales.
167
Pilar Aumente Rivas
L’ambition de Nelly Wenger est de créer “le Montparnasse du 21e siècle”, un lieu qui
attirerait les artistes comme un aimant, où régnerait une “eٺervescence intellectuelle et
artistique permanente, partagée avec le grand public”. Le programme prévoit des ateliers
d’artistes en résidence, une grande halle d’exposition (1.200 mù, 9 m sous plafond),
20 à 30 galeries d’art dotées de surfaces d’exposition mutualisées, trois salles de vente
aux enchères, un amphithéâtre de 300 places et des réserves d’art ouvertes au public13.
(Le Journal du Dimanche 18 décembre 2011)
Se preveía que el R4, plataforma artística diseñada por les Ateliers Nouvel, inte-
ractuase con el resto de entidades e instituciones que habrían de asentarse en la isla y
que se llegase a crear red con las que existen en el territorio cercano, fortaleciendo de
12
Para un acercamiento clariÅcador, revísese el imprescindible texto de Edward W. Soja (2008)
Postmetrópolis. Estudios críticos sobre las ciudades y las regiones.Madrid, traÅcantes de sueños.
13
De la misma manera se expresa N. Wenger en declaraciones recogidas en Le Monde el 27 de
noviembre de 2012.
168
La metamorfosis del concepto de barrio artístico en dinámicas de distrito cultural
esta manera, los lazos del patrimonio, ya sea arquitectónico o cultural, en cualquiera
de sus variantes.
El proyecto no se ha realizado… aún… pero ha dado lugar a una serie de interaccio-
nes que han propiciado la ampliación a escala departamental que ha pretendido conse-
guir una irradiación regional que, en red con otras proyecciones emanadas de distintos
territorios franciliens consigan, junto con la Ville de Paris, una proyeccción internacio-
nal. Ahora bien, ¿es posible hacer la implantación ex-nihilo de un barrio artístico a partir
de una decisión institucional y aÅrmar que se mantienen las características de un barrio
artístico como Montparnasse o Montmartre? En primer lugar hay que insistir en que no
existe un modelo único de barrio artístico, pero además, es que otros aspectos entran en
juego en las nuevas consideraciones que afectan al cambio de modelo cultural.
169
Pilar Aumente Rivas
14
Hay que tener en cuenta, que la proliferación de bienes culturales responde a una demanda en
la que el consumo de estos bienes genera la sucesiva necesidad de nuevos consumos “I consumi
culturali mal si prestano a questo tipo di analisi” (…). Duranti, Sacco, Zarri (2005).
170
La metamorfosis del concepto de barrio artístico en dinámicas de distrito cultural
15
El “Décret relatif aux attributions du ministre de la culture et de la communication” que se desarrolla a
partir del decreto fundador del 24 juillet 1959, “le ministre de la culture et de la communication a pour
mission de rendre accessibles au plus grand nombre les oeuvres capitales de l’humanité et d’abord de la France. À
ce titre, il conduit la politique de sauvegarde, de protection et de mise en valeur du patrimoine culturel dans toutes
ses composantes, il favorise la création des oeuvres de l’art et de l’esprit et le développement des pratiques et des
enseignements artistiques” y se añade que: La cultura “englobe, outre les arts et les lettres, les modes de vie, les
droits fondamentaux de l’être humain, les systèmes de valeurs, les traditions et les croyances”. www.legifrance.
gouv.fr/jo_pdf.do?id=JORFTEXT00000029956.
16
http://www.economie.gouv.fr/Åles/03-rapport-igf-igac-culture-economie.pdf (p. 55)
17
Los dominios culturales han incorporado nuevas áreas desde los años 80. Décret n° 2012-776
du 24 mai 2012.
171
Pilar Aumente Rivas
18
Lazzeretti: “Un área bien diferenciada, etiquetada y de usos múltiples en una ciudad, en la
que una alta concentración de servicios culturales sirve de reclamo para el desarrollo de otras
actividades” (Frost Kumpf, 1998). Entre los investigadores italianos debemos mencionar a
Santagata (2005), que distingue entre distrito cultural “industrial”, distrito cultural “institu-
cional” y distrito cultural “metropolitano”; Valentino (2003) hace hincapié en los sistemas de
relaciones y en los procesos de mejora de los recursos culturales, que deben integrarse con los
procesos de producción conectados; Sacco y Pedrini (2003), por su parte, subrayan cómo los
distritos culturales no deben tanto generar beneÅcios por sí, cuanto desencadenar interaccio-
nes con otros sectores, desde los que Æuya la sinergia de la innovación (Lazzeretti, 2016: 328).
“El modelo de estructuración del distrito cultural está enfocado hacia el desarrollo económico
sostenible, basado en el trinomio cultura-economía-sociedad, y en el eje recursos-actores-co-
munidad, que tiende a realzar las diferencias artísticas, culturales, sociales y medioambien-
tales de las distintas localidades. El modelo parte de la base de que la cultura es un recurso
para el desarrollo económico de las ciudades y regiones europeas, y la perspectiva utilizada
responde a una duplicación e implementación del enfoque propio de Becattini y Marshall del
distrito industrial” (Lazzeretti, 2016: 327-328).
172
La metamorfosis del concepto de barrio artístico en dinámicas de distrito cultural
Con este bagage, conviene abordar la deÅnición sintética de Distrito desde las pala-
bras de Preite reelaboradas por Ferilli y Sacco, y teniendo muy presentes los trabajos de
Becattini y Marshall.
El Distrito Cultural es una construcción intencional de agentes políticos que consi-
deran el patrimonio cultural19 como eje estratégico de un nuevo modelo de desarrollo
(Preite,1998, en Ferilli y Sacco, 2011: 30).
No obstante, los recursos que pueden movilizarse o pueden propiciar la aparición
de un Distrito Cultural no se acaban en el patrimonio cultural (sin obviar su gran im-
portancia), sino que incorporan otras variantes como las artes escénicas, las artes vi-
suales contemporáneas en sus múltiples facetas. De la misma manera, la inÆuencia de
las orientaciones geográÅcas europeas de la creatividad ha facilitado la entrada de la
investigación acerca de las relaciones con el medio natural y las ventajas que supone
para la economía20. Al mismo tiempo que se ha insistido en la importancia de la herencia
artístico cultural como factor positivo para la economía. También se entienden como
componentes la fotografía, la industria cinematográÅca, la televisiva, la multimedia. La
moda… el deporte, el entretenimiento, y en cualquier soporte, que pueda potencialmen-
te tener valor cultural… Se incorpora como factor dinámico que se convierte en indica-
dor de las Æuctuaciones económicas, derivado de la valoración del patrimonio y del resto
de factores de impulso económico. Asimismo, se incorpora el turismo21, acercando la
perspectiva de la Industrias Creativas. Otro factor cultural que se está introduciendo por
su incidencia en el turismo, son los eventos en general con carácter más tradicional, y en
forma de festivales musicales, que generan beneÅcios para la economía local sumamente
destacables22.
El proceso de estructuración del distrito cultural, identiÅcado en base a lo indicado por Beca-
ttini, hace referencia a los siguientes puntos: aumento en la división del trabajo basado en el
patrimonio cultural, artístico y medioambiental; relaciones entre habilidades productivas espe-
ciales y un cuerpo general de necesidades culturales; construcción de un mercado laboral local
(equipos); presencia de integradores especíÅcos de diferentes especializaciones (por ejemplo, los
museos de Florencia); rutinas de socialización del distrito aplicadas por agentes colectivos e in-
dividuales; institucionalización de rutinas formales e informales; desarrollo de conocimiento y
habilidades dentro de los distritos; desarrollo de un fuerte sentimiento de pertenencia; plenitud
de la iniciativa empresarial; y, Ånalmente, otras destrezas a identiÅcar (Lazzeretti, 2001) (Lazze-
retti: 2016, 329).
19
la existencia de patrimonio y tradiciones culturales en un lugar determinado favorece el surgi-
miento de la dinámica distral. Becattini, En Ferilli y Sacco, 2011: 31.
20
“a recent tendency is to incorporate more nature-related asset into the analisis of the economic enhancement of
artistic and cultural heritage, and that there is now a signiÅcant branch of study on landscape, developed by agro-
nomists and foresters” The DeÅnition Of Cultural And Creative Industries, pág 13.
21
Another aspect needing explanation is the relation between CCIs and leisure experience and cultural tourism, Ibidem.
22
Today a diٺerent interpretation is given due to the relevance of the so-called “economy of events”, interlinking
tourism and experience economy. Striking evidence of this phenomenon can be found in the upsurge of traditional
173
Pilar Aumente Rivas
festivals related to popular customs and practices, as well as in events such as the Olympic Games, expos and
myriad festivals, exhibitions and fairs that in recent times have been organized one after another organizations
(experience museums). The DeÅnition Of Cultural And Creative Industries, 13-14.
174
La metamorfosis del concepto de barrio artístico en dinámicas de distrito cultural
23
Londres s’est positionnée depuis maintenant plus de dix ans sur cette thématique porteuse et la région capitale
anglaise est aujourd’hui reconnue dans le monde entier en tant que métropole creative.
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Aujourd’hui, la véritable richesse n’est pas concrète, elle est abstraite. Elle n’est pas matérielle, elle est immatérie-
lle. C’est désormais la capacité à innover, à créer des concepts et à produire des idées qui est devenue l’avantage
compétitif essentiel. Au capital matériel a succédé, dans les critères essentiels de dynamisme économique, le capital
immatériel ou, pour le dire autrement, le capital des talents, de la connaissance, du savoir. En fait, la vraie richesse
d’un pays, ce sont ses hommes et ses femmes. Levy Rapport de la Commission sur l’Économie (IAU, 2010: 11).
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Se distinguen 3 campos culturales, el de las actividades especíÅcamente culturales, actividades
indirectamente culturales, y actividades ligadas a la irradiación cultural. Estas últimas no son acti-
vidades estrictamente culturales, pero su presencia en Francia participa en la atractividad y el es-
plendor del país y además responden al campo cultural expandido tal como lo deÅne la UNESCO
corresponden a cuatro dominios: la moda, el lujo, las artes decortivas, la gastronomía.
Les activités liées au rayonnement culturel n’ont pas de lien avec les activités culturelles, ni avec les activités indirec-
tement culturelles. Elles correspondent à une acception alternative de la culture comme un élément central du choix
de visite du territoire français pour les touristes étrangers, ainsi qu’une composante de l’image de la France dans le
monde d’intégrer la mode dans cette déÅnition élargie, il est en eٺet logique de prendre en considération globalement
des codes comme “fabrication de parfums” ou “fabrication de vêtements”. Apport de la culture a l´economie
en France. en:http://www.economie.gouv.fr/Åles/03-rapport-igf-igac-culture-economie.pdf
En concreto, en Francia, la cultura contribuye con entre el 3,2 % y el 3,7% a la riqueza nacio-
nal, y ofrece alrededor de 670.000 empleos. Un informe de la Inspección Gènèral de Aٺaires
Culturelles (IGAC) y de la Inspección General de las Finances (IGF) determina que las activida-
des culturales han representado para 2011 (el informe fue publicado en 2013), un valor añadido
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Pilar Aumente Rivas
(bancos, fundaciones…), así como tenerles en cuenta conectados con los no económicos
(artistas, artesanos, diseñadores…) igualmente es precisa la presencia de los actores insti-
tucionales (gobiernos, universidades, centros tecnológicos, organizaciones sociales).
Estos factores han de estar dispuestos para realizar una determinada serie de accio-
nes. Tras la identiÅcación de los recursos, se ha de proceder a la puesta en valor y mejora
económica de los mismos, se ha de llevar a cabo la localización de actores (proximidad
territorial) y se ha de planiÅcar una gobernanza multinivel basada en la complejidad de
un cluster complejo compuesto de clusters singulares urbanos entre los que se producen
interacciones (clusters internos) al igual que con otros externos al distrito. Estas acciones
culminan en la creación de planes estratégicos.
Ahora bien, ¿qué se entiende por cluster creativo?, seguimos aquí la noción que
presenta Ricardo Méndez Gutierrez del Valle (Méndez, 2012: 5-32) cluster es una aglo-
meración de empresas de igual especialización en la actividad desempeñada (saber hacer
especíÅco) que se ubican en un lugar determinado concreto entre las que se dan compe-
titividad y cooperación entre las que se tejen relaciones de mercado, o incluso al margen
del mismo y relaciones con otras entidades locales con lo que se se obtienen ventajas
competitivas en las dinámicas de proximidad y se favorecen los intercambios de conoci-
miento. Todo ello gracias al apoyo de las instituciones favorables y a la ligazón a redes
multiescalares tanto extralocales e internacionales.
La masa crítica de común especialización, la ubicación concreta, la cooperación y
la competitividad, los intercambios y las conexiones internacionales son elementos esen-
ciales para la capacidad de atracción de talentos e inversión de capitales necesarios para
el desarrollo del cluster; por otro lado, ciertos clústeres están instalados en grandes polos
de 57,8 millones de euros, es decir, el 3,2% de la suma de los valores añadidos de la economía
francesa. Hay que señalar que se entiende el perímetro económico de la cultura situando junto
a actividades de producción y de difusión especíÅcamente culturales aquellas actividades que
tienen con ellas una relación de interdependencia suÅcientemente estrecha para considerarlas
como indirectamente culturales. En resumen, el valor de las actividades indirectamente cultura-
les se corresponde a unos 13,3 millones de euros, y un 44,5 millones a las actividades especíÅca-
mente culturales (Itty et al, 2013).
En el mismo informe se muestra cómo, según un estudio reciente, las evaluaciones llevadas a
cabo destacan que se produce un impacto sustancial para la economía local debido a la reaiza-
ción de manifestaciones culturales de cualquier tipo. Estableciendo la referencia en un festival
un retorno, para las economias locales entre un 30% y un 40% por visitante. Por otro lado,
siguiendo la metodología de investigación del Insee se está trabajado sobre la correlación entre
la implantación cultural estructural (Louvre-Lens) y festival reconducido sobre la duración y el
desarrollo a largo plazo de un territorio), el informe pone en evidencia “una correlación posi-
tiva”. entre ambos factores. En el informe se tiende a constatar que según el estudio realizado,
una implantación cultural es sin duda uno de los componentes dinámicos de carácter socio-eco-
nómico (L´apport de la culture à l´economie en France, Décembre 2013: 50, 45, 21).
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Para esta caracterización de los Distritos culturales nos hemos alineado, simpliÅcándolas, con
las propuestas de Ferelli y Saco, fundamentalmente en su texto Nuevas direcciones en políticas cultu-
rales. Los distritos culturales sistémicos.
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Pilar Aumente Rivas
vencional; por otro lado, la necesidad de trabajo de los integrantes en red puede multiplicar
exponencialmente su ámbito según la escala referencial de la que se parta y enlazar, no solo
con una red postmetropolitana (Grand Paris), sino regional-nacional (Île de France).
Recapitulando, lo que habíamos establecido en el concepto histórico de barrio artís-
tico ha ido asumiendo adaptaciones a una nueva situación, lo cual no quiere decir que
los barrios con la caracterización histórica desaparezcan, siguen siendo elemento im-
portante de actividad cultural, así como factores de incidencia en la renovación urbana,
sin embargo, muchos de los más dinámicos han sido concebidos, y se han desarrollado,
incorporando características del Distrito Cultural. En primer lugar, han asumido ser im-
plantados o reactivados por decisión política, en segundo lugar, han sido activados con la
expresa Ånalidad de ser factores de creación de riqueza que mejore las condiciones de la
urbe en la que se implanta o desarrolla. Procura de forma voluntaria, y no espontánea,
la interelación de no solo las distinas áreas artísticas, sino también las industrias creativas
y por otro lado, se busca la conexión con la sociedad. La misma creación de museos y
centros de arte que articulen entorno a ellos la génesis de un barrio artístico que consigan
reactivar barrios deprimidos, responde a la caracterización de las dinámicas distrales
(decisión política o institucional). En relación a la presencia del arte público en los barrios
artísticos tiene más que ver con el Distrito cultural, que con la presencia caracterizadora
del barrio artístico en sus raíces27.
El distrito cultural, por su parte, absorbe parte de la caracterización del barrio artístico,
ampliando —como el giro cultural lo exige— los aspectos de referencia, de manera señalada
en lo que se reÅere a la conservación del Patriminio de bienes muebles y lo relativo al paisaje
cultural y los jardines, pero fundamentalmente en lo relativo a la concertación con la socie-
dad. Si bien la decisión de establecimiento de un Distrito Cultural es política y jerárquica,
en función de un objetivo económico de mejora en términos de empleo, el desarrollo ha de
estar refrendado por el acuerdo con la sociedad. La presencia cooperadora de la sociedad
civil (asociaciones culturales de todo tipo, incluyendo las preocupadas por el desarrollo sos-
tenible y los presupuestos ecológicos), es requisito imprescindible para que lleguen a buen
puerto los términos en que se pueda hacer las propuestas o, en caso contrario, expresar su
desacuerdo de forma eÅciente pudiendo utilizar los recursos legales que se han de poner a su
disposición. De esta manera, debatido y aprobado, es decir asumido por la sociedad civil, el
proyecto termina siendo plenamente político, todo lo cual contribuye a culminar en el aÅan-
zamiento y profundización de un sentimiento identitario y de pertenencia a un territorio,
que a su vez se vea proyectado internacionalmente con vocación mundial.
27
Si es cierto que en Montmartre, la Cavalcade, o el hecho puntual del traslado del Chat Noir, son
elementos importantes a recordar, en otros casos, como en Montparnasse no parecen haber exis-
tido manifestaciones de este tipo, ni otras versiones de arte público, al menos con fuerte presencia.
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Entre “las tres ciudades periféricas más importantes que rodean la capital, fue la que en primer
lugar estableció relaciones permanentes y fecundas con la Ville de París” (Panerai, 2008: 52-56).
29
Cuatro mandatos municipales sucesivos (1919, 1925,1929,1935), con la corta interrupción de
la revocación de su nombramiento en 1922, lo que supone un caso excepcional en la duración
de mandatos municipales.
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diciones) en el sector oeste, cerca del llamado “Quartier des Princes”, el cual disfrutaba
de un estatus de poblamiento parcelado, urbanizable, que aún estaba en proceso de
consolidarse en barrio residencial, lo que se irá logrando paulatinamente durante las
décadas de los años veinte y treinta. Este terreno fue otorgado por Haussmann a la Villa
para compensar la pérdida del terreno del Bois de Boulogne que se adhirió a París. El
terreno del Fonds des Princes, convertido en nuevo quartier, limitaba al norte con la allée
des Chênes (hoy boulevard de Auteuil), y quedó cerrado al sur por la Route de la Reine.
En este sector se distinguen dos núcleos, uno más al norte, casi al término de calle
Denfert Rochereau, próximo a la rue y la Allée des Pins, y otro en torno a la rue du
Belvedere y cercanías (rue de La Tourelle, rue Schumann, Nungesser et Coli, etc.).
La parcelación del Fonds des Princes conllevaba un cuaderno de cargas que establecía
que en la zona se habían de evitar industrias y comercios, buscando que se mantuviera un
nivel estético en las construcciones pretendiendo materializar un área de carácter distin-
guido que efectivamente atrajo nombres de sociedad, tanto parisina como internacional.
Entre 1923 y 1925 Pierre Jeanneret y Le Corbusier fueron requeridos por el escultor
Lipchitz para que le construyeran su casa-taller, como parte de un proyecto de conjunto
de casas de artistas del que queda memoria en el nombre de la rue des Arts, pequeña
vía transversal al boulevard d´Auteuil, a la Allée des Pins y a la rue Denfert Rochereau.
En ese lapso de tiempo Pierre Jeanneret y Le Corbusier construyen también la Casa del
artista Miestchaninoٺ, en el número 5 de la Allée des Pins (1924), a instancias del propio
Lipchitz, de quien parece ser que partió la idea de crear una colonia de artistas en ese en-
torno30; justo al lado, se localiza la casa taller de los escultores Art Decó: los gemelos Jan y
Joel Martel (Texier, 2010: 62-63)31. Le Corbusier diseñará las dos villas contiguas. En prin-
cipio se pusieron de acuerdo también con Victor Canale (grabador), de tal forma que las
tres villas tuvieran un mismo “estilo”32; sin embargo, la falta de posibilidades económicas
hizo que Canale renunciara al proyecto y tomara la decisión de encargar a otro arquitecto
30
M. Bedarida (1992: 276). relaciona este proyecto con la Mathildenhöhe de Darmstadt creada por el
Grand-Duc de Hesse para el desarrollo de las artes a Ånales del siglo XIX y con otro pequeño con-
junto posterior, la Villa Seurat de Lurçat en el París del XIV arrondissement, en donde se situaron la
casa del escultor Coutourier, los pintores Gromaire y Georg, la de Chana Orlo ٺconstruida por Pe-
rret (1925), entre otras, junto a la casa del propio Lurçat. Vide: http://www.culture.gouv.fr/public/
mistral/dapamer_fr. Se puede establecer también relación con la que será la colonia de seis hoteles
construida en Paris en la que conocemos como calle Mallet Stevens, en donde el propio arquitecto
comienza la empresa levantando un chalet para su OÅcina Técnica y su vivienda.
31
Todas estas experiencias en la vivienda particular, y en especial la comandada por artistas, forman
parte de las investigaciones sobre el diseño y tipología de los ateliers de artista que se desarrolla con
carácter general a lo largo de los años veinte. En ese aspecto, para algunos especialistas (Texier,
2010: 63): las realizaciones más notables.
32
Se encuentran en el Grand París, Hauts de Seine e Yvelines; en ese ámbito son de gran interés las
realizadas en Boulogne. Carta de Lipchitz a le Corbusier, 18 mayo 1923 (Bédarida, 1992: 284).
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viviendas de sus amigos, viviendas que reunían condiciones modernas, o, de ser más con-
vencionales, estaban bien equipadas, eran amplias y se ubicaban en general en ambien-
tes relajados; no se trataba de las habitaciones incómodas y modestas de Montmartre o
de Montparnasse, se trataba de moradas vanguardistas o, en todo caso, confortables, que
permitían la reunión de los amigos y contertulios. Los propietarios eran artistas de algún
reconocimiento y cierto nivel económico, y aunque algunos tertulianos no lo tuvieran
(Max Jacob), sus anÅtriones, sí (Kahnweiler).
Durante la década de los veinte Perret, Le Corbusier, Mallet-Stevens, Patout, etc.
habían mostrado el repertorio formal y la efectividad de racionalismo en el Fonds des
Princes, durante la década de los treinta Morizet imprimirá al centro de la ciudad la
impronta funcionalista que marcará el centro geográÅco de la Villa, que no forma parte
del quartier, pero que es su hijo aventajado en clave de urbanismo y arquitectura pública.
Prolongó la avenida de la república haciéndola pasar delante de la Mairie y la llevó en
diagonal hasta el puente de Saint Cloud. Hoy la avenida lleva su nombre (Av. Morizet).
Durante el amplio periodo de su mandato, Morizet destacó por su voluntad de interve-
nir en urbanismo y arquitectura. La ciudad es considerada campo de experiencias de mo-
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Los equipamientos sociales impulsados por Morizet para la Villa tienen en la arquitectura escolar
puntos fuertes que es necesario mencionar. En la primavera de 1931 se lanzaron los concursos para
la construcción de dos centros escolares públicos, uno en el entorno du Point-du-Jour encargada por
el consistorio a un inexperto Cauwet, y el otro en la rue de Sèvres cuyo concurso fue ganado por
Débat-Ponsan con la consiguiente polémica por la vinculación familiar con el alcalde. El arquitecto
es conocido por su posicionamiento a favor de la arquitectura renovadora y funcional para una
enseñanza puesta al día; sobre ello se expresó a través de su artículo “Sommes-nous de mauvais cons-
tructeurs d´écoles?” (L´Architectura d´Aujourd´hui, 1933: 1-3). Dos son los conceptos en torno a los cuales
desarrolla su diseño arquitectónico: Aire y Luz, lo cual enlaza con las búsquedas de la arquitectura
de vanguardia y culmina en ella la orientación higienista que había comenzado en el siglo anterior.
Morizet, que escribe sobre los grupos escolares: 2 groupes scolaires à Boulogne Billancourt se sentirá orgu-
lloso de esta nueva arquitectura que se dota de los equipamientos especializados más actualizados y
funcionales.
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los componentes de estos artistas, que acudían a los rendez-vous de Saint-Germain se-
rán también habituales u ocasionales en los de Boulogne. De igual manera, otro rasgo
detectable en el entramado de la caracterización de los barrios es que en el concepto de
“artístico” se contempla la interación entre creadores de diversos modos de expresión.
Retomando mis palabras, con pequeñas modiÅcaciones (Aumente, 2016: 83-126),
músicos y pintores frecuentaron desde 1898 el quartier des Princes. Allí se había instala-
do la llamada Escuela Niedermeyer que “formaba maestros de capilla, organistas, can-
tantes y compositores” (Boulogne-Billancourt,1992: 17). Es en 1897 cuando la Escuela
de “Música clásica” Niedermeyer de la que Gabriel Fauré y André Messager fueron
alumnos, viene desde París a instalarse en la rue des Pins. En las cercanías los talleres
del pintor de historia Jules Uzane, y los escultores Bartholdi, quien parece que concibió
su escultura “La Libertad” en el taller Boloñés para ser fundida por Gaget en el taller
vecino; Bartholdi compartió con los boloñeses su defensa de la escultura colosal, a través
de la conferencia que pronunció en la Association philotechnique local (ibidem: 17).
Posteriormente, Troubetzkoy especializado en escultura-retrato de carácter intimista. En
las inmediaciones se instala también el ilustrador —de origen español— Daniel Vierge;
El círculo artístico de Landowski: de 1906 en adelante, P. Valery, y escritores como J.
Romains, P. Adam, Mardrus, Montherlant, H. Jouvenel, B. Grasset, F. Gregh, músicos y
artístas plásticos como J. E. Blanche, Dewambez, H. Bouchard et M. Gaumont, P. Tour-
non et A. Laprade, —que eran amigos o colaboradores del escultor—, se reunian en el
taller de Landowski. También frecuentaron las reuniones Salomon Reinach —quien a su
vez mantuvo un círculo cultural en Boulogne— y H. de Jouvenel, o el propio A. Morizet,
que mantuvo una gran relación con el anÅtrión, al que invitó a formar parte de comisio-
nes (Lefrançois, 2009: 31; Que faire après le turbin: 9-11).
Otro entorno cultural aÅncado en Boulogne fue el Círculo de Salomón Reinach que
tenía por costumbre reunirse los domingos après le midi en su residencia de Boulogne a
partir de 1914. Reinach fue Conservador del Museo de Arte Antiguo de Saint Germain
en Laye y, desde 1901, director. Realizó una encendida defensa de Dreyfus, elaboró una
historia de las artes plásticas: Apollo que se desarrollaba en base a la importancia del arte
paleolítico, sobre el que investigó y colaboró a difundir como expresión propiciatoria de
vocación mágico religiosa. Sus compañeros arqueólogos y sus amigos artistas, tanto locales
como internacionales, como N. Barney y Romaine Brooks, críticos como B. Berenson,
historiadores como J. Carcopino —quien relataba que el anÅtrión introducía en estas
reuniones temas de reÆexión relacionados, bien con sus investigaciones, o bien, en otras
ocasiones, elegidos por su interés—. Entre los contertulios parece haberse encontrado el
propio Thomas Mann quien relata en El artista y La sociedad una de estas reuniones en casa
de Reinach. Su gusto por este tipo de reuniones le vendría de su vivencia desde muy joven
de las reuniones culturales que su padre acogía en su Salón, frecuentado entre otros por
Claude Bernard y Renan (Cagnat, 1933: 444-460).
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Personalidades de todo tipo pasaron por las reuniones o fueron habituales de las mis-
mas, como el rey Ferdinando I de Rumanía en honor del cual se desarrolló la gran polé-
mica de las tablillas de Glozel de cuya autenticidad no dudaba Reinach y cuya defensa le
costó la amistad a alguno de sus más Åeles seguidores, al que excluyó por su incredulidad,
a pesar de sus treinta y tantos años de lealtad (Que Faire Après Le Turbin, 2005: 17-18), pero
sobre todo, al noroeste de Boulogne el Círculo Autour du Monde de Albert Kahn quien
fundó en 1898 las bolsas de viaje y en 1909 los Archives de la Planète, que recibía al Åló-
sofo Bergson, a Rodin, Anatole France, Rabindranath Tagore, Einstein, Manuel de Falla,
importantes cientíÅcos y gentes del ambiente político (Boulogne-Billancourt,1992:18).
Uno de los grandes puntos de encuentro se institucionaliza en torno a la Ågura de
Kahnweiler quien en su casa de Boulogne en la rue de la Mairie celebra los domingos
reuniones con su círculo de amigos; a estas citas para pasar un día festivo rodeado de
gentes del arte y de la cultura se les conocerá en adelante como Les dimanches de Boulogne
que se celebraran a lo largo del periodo 1921-1927.
El propio Kahnweiler cita a sus más próximos como habituales de los domingos de
Boulogne, pero fueron más los que compartieron las reuniones en la sala, en el hall de la
casa o en el jardín. Juan Gris, Max Jacob, Elie Lascaux, Michel Leiris, Erik Satie (hasta
su muerte en 1925), Salacrou, Malraux, Masson (calle Blomet y el grupo disidente su-
rrealista), Manolo (en los comienzos de Les dimanches), los muy asíduos Suzanne Roger y
Beaudin, Henry Laurens… Roux; poetas como Cingria, Limbour, Tual, Artaud, Tzara,
Desnos, Raynal, Cendrars, etc.Picasso esporádicamente, pero también ocasionalmente:
Le Corbusier, Morizet… y entre el resto de los contertulios Gertrud Stein. La amistad
con Gris venía ya desde cuando Juan vivía en Montmartre; se conocieron cuando el
galerista visitaba a Picasso en el Bateau-Lavoir. En 1922 Kahnweiler le buscó vivienda
en la calle donde él mismo residía en la rue de la Mairie (hoy Rue de l´Ancienne Mairie)
y desde entonces su amistad se intensiÅcó cada vez más. Muchos de los amigos de Gris
pasaron a formar parte de los íntimos de Kahnweiler. Otros mantuvieron buenas rela-
ciones durante un tiempo, pero acabaron enfrentados, es el caso del escultor Lipchitz,
íntimo amigo de Gris durante años, quien cerró un apasionado enfrentamiento, primero
con el pintor y más tarde con el propio Kahnweiler. Por su parte Lipchitz introdujo a
Le Corbusier con quien mantenía fraternales relaciones, más allá de las derivadas de un
cliente con su arquitecto.
Por otro lado, la amistad de Juan Gris con el poeta belga Camille Janssen, funda-
dor con Reverdy de la Revista Nord-Sud (1917), fué muy importante, no solamente en la
vida del pintor español; su intervención reforzó los contactos de Gris con Le Corbusier,
quien le hizo varias visitas y a quien estimaba por su rigor por lo que fué considerado
próximo a las investigaciones puristas. No solo fue Juan Gris quien tuvo buena relación
con el arquitecto, sino que el propio Kahnweiler se beneÅció de su buena disposición,
puesto que parece haber sido un contacto de Le Corbusier el que permitió que el mar-
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en 1926, de Juan Gris; en este último caso no por la intervención de otro galerista (su
competidor más directo fue Léonce Rosenberg quien continuamente tentaba a los artis-
tas de la escudería Kahnweiler), o por ambiciones personales —él fue el más leal de sus
pintores—, sino a causa de su muerte. El matrimonio Kahnweiler no se repuso nunca
de su pérdida y desde luego no se sintieron con fuerzas para recuperar las alegrías de los
encuentros dominicales sin su querido amigo. A partir de entonces dejan de celebrarse.
Otros pequeños círculos o puntos de reunión existieron en el entorno de Boulogne,
es el caso del de la familia Dujarric entre 1932 y 1933, vinculado al mundo de la música
debido a la vocación musical de la anÅtriona de la casa, circunstancia que se reÆeja en el
diseño realizado por el arquitecto Louis Faure-Dujarric, que considera como eje el salón
del piano. Por otra parte, también hubo interés por la estancia en la Villa de Boulogne
por el clima cultural que la aureolaba y que no necesariamente suponía la creación de
círculos o la asistencia a ellos, pero incluso sin forjarlos, las viviendas y ateliers de los
artistas y personajes de importancia en el ámbito cultural que habitaron en Boulogne
fueron nidos creativos que mantuvieron y potenciaron la llama artística y contribuyeron
a irradiar su esplendor.
Esta presencia de grandes personalidades de la cultura podría quedar representada
por la estancia en Boulogne de André Malraux durante el periodo 1945-1962 en el 19
bis de l’Avenue Victor Hugo (actual Avenue Robert Schuman) del Quartier des Princes.
La vivienda en la que va a establecer su domicilio es una parte del hotel construido
por Jean-Léon Courrèges (1926-28) en un estilo ecléctico (voluntariamente opuesto a la
inÆuencia del Movimiento Moderno y en especial en un voluntario lenguaje anti Bau-
haus (Theillou, 2009: 45) con orientaciones art decó y formulaciones en las cubiertas y
zonas altas de inÆuencia que el propio Malraux caliÅcó como holandesas (ibidem: 47).
El interior espacioso permitió la organización de las fotografías del Musée Imaginaire que
Malraux escribió durante su estancia boloñesa, de lo que nos da testimonio la fotografía
de Jarnoux que nos lo muestra con las fotografías-reproducciones de las obras maestras
que conÅguraban el Musée Imaginaire. Amplios espacios que fueron ornamentados por
reproducciones (Le Moulin de la Galette) o piezas originales de diversas culturas (obras
de Fautrier, Dubuٺet, muñequitos de las cultura Hopi etc., que materializaban su posi-
cionamiento de valoración de todas las expresiones artísticas.
El periodo de residencia en Boulogne es fundamental en la producción de Malraux,
previamente a ello y ya desde el comienzo de la década de los 20, incluso antes de la llegada
de Kahnweiler a Boulogne, ya tenía magníÅcas relaciones con el gran marchante alemán
con el que compartía no solo el interés por el arte en general, sino el entusiasmo por la edi-
ción de libros, y en concreto de libros de artista, compartían amistades muy queridas para
ambos (Max Jacob entre otros), y además el apoyo de Kahnweiler fue decisivo para la apa-
rición de su obra de juventud Lunes en papier (1921) editado por la Galería Simon con ilus-
traciones de Léger). En esa década de los veinte, Malraux fue un asíduo de los Dimanches, en
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Ainsi la ville incoherente de jadis, bâtie comme elles le furent à peuprès toutes au hasard des nécesités immédiates et
des intérêts individuels, a conquis un plan logique. Surtout en se créant un centre, elle s´est donné una âme. C´etait,
avec ses maissonnettes construites en bordure des grandes routes, un simple lieu de passage où l´on ne s´arrêtait
guère. Elle se découvre grande personne, ayant acquis ce qui constitue l´adulte raisonnable: caractère et personnalité.
(Morizet, A. Mémoires 1941, en André Morizet batisseur de Boulogne-Billancourt, Boulogne-Billancourt.
Archives Municipales: 94).
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No se puede olvidar el papel que pudo jugar Debat-Ponsant, yerno de Morizet en el posiciona-
miento del Maire en apoyo del movimiento moderno.
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Sin la presencia de los artistas, mejor dicho, del entramado artístico cultural que se
produjo en Boulogne, la ciudad no hubiera tenido el patrimonio arquitectónico de los
años veinte y treinta que hoy posee, ni la imagen que a partir de los años 70 se explota
como fuente de ingresos para la ciudad.
Por su parte en Billancourt, al sur de la ciudad, el proceso fue diferente. A partir de
1825, se procederá a instalar una población residencial destinada a la pequeña burgue-
sía, denominada Hameau Fleuri. En efecto, el Baron de Gourcuٺ, constituyó la Société
Gourcu ٺet Cie que compra las más de 50 ha de dominio de la Ferme de Billancourt,
intalada históricamente en la gran planicie de Billancourt, y buena cantidad de Åncas
aledañas. En esa zona residencial se instalan gran cantidad de familias parisinas y de
otras localidades francesas para disfrute en general de una segunda vivienda. Allí se ins-
taló la familia Renault que dejó levantar al pequeño de sus vástagos una cabaña en la que
comenzó sus investigaciones mecánicas. conseguidos sus primeros éxitos, los hermanos
Renault establecieron una empresa en la Ånca familiar y con el tiempo Louis Renault
fue comprando o alquilando las Åncas y viviendas próximas o un poco más lejanas, hasta
saturar el espacio con la instalación de talleres y “usines”, que se iban reconstruyendo a
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sí mismas, cada vez más grandes y mejor preparadas según se ampliaba el negocio, com-
prando también o consiguiendo la cesión de los espacios públicos, habitualmente vías de
comunicación, que terminaban absorbidos e incorporados a talleres y complejos fabriles.
La guerra del 14 con las necesidades de dotación bélica impulsó la empresa de manera
exponencial. Se construyó el gran taller denominado de la “Artillería”, para fabricar obu-
ses e igualmente se precisó un gran pabellón para aviones, la Usine “O” (Fridenson,1998:
100). La meta de Louis Renault tendió a ir completando todas las etapas de realización
de sus productos, para no tener que depender de otras fábricas constructoras de piezas
o accesorios. Su objetivo fue la fabricación integral, constituir la fábrica global, por todo
lo que fue ampliando sus talleres y fábricas en otras localidades cercanas, algunas zonas
en Île Saint Germain, Meudon, menos en Sèvres y hasta puntualmente en Île Monsieur,
pero fundamentalmente la ampliación más importante la hizo en Île Seguin que pau-
latinamente, a base de colmatación se fue convirtiendo en la gran “fortaleza obrera”,
nombre con el que ha pasado a la historia. Para comunicarla con los talleres del Trapèze,
construye el puente colgante Daydè, posteriormente para posibilitar la conexión con
los que desde 1926 se habían implantado en Meudon, instala el también metálico Pont
Siebert, lo que agilizó desde 1930 el proceso de producción más tarde se incorpora una
vía férrea que recorría por el interior el conjunto de las fábricas Renault y que atrave-
sando ambos puentes enlazaba con la red pública de ferrocarriles. A lo largo de 1933-34
las construcciones, que se habían ido extendiendo, se rematan con el piñón rodeado de
árboles de la punta rio arriba, el cual termina convirtiéndose en estandarte de la Årma,
al incorporar gráÅcamente el nombre de la empresa con Ånalidad publicitaria, igual que
ocurría con el frente de la pointe avant que también servía de reclamo. Ambas consti-
tuían parte sustancial de la identidad icónica de la marca.
Por esos, años se realizó la Portada del recinto de la Usine comunicando con la Place
National; portada emblemática del conjunto fabril desde los momentos en que la expan-
sión de los ateliers alcanzaron la plaza de la misma denominación, lo que se sitúa en el
entorno del año 1919 (en momentos anteriores existían ya ateliers en la zona inmediata.
En el plano de 1914 se advierten construcciones en la calle lateral, pero es en el plano de
1919 donde se observa que la adhesión de terreno alcanza el limite de la plaza). En los
años treinta, posiblemente en las misma fechas y por el mismo diseñador que el del piñon
de la punta aguas arriba y el de la embocadura del pont Daydé de Île Seguin, se instala
el frontón de la Puerta de la Plaza Jules Guesde36.
La central eléctrica de los primeros treinta se ampliará y se modernizará según la
propuesta del arquitecto Albert Laprade que diseñó los ediÅcios para el nuevo solar ad-
quirido y crea una banda de hormigón entorno a la isla y deÅne las aperturas de las ven-
tanas en pequeños cuadrados, dando el carácter físico-visual del conjunto. El envoltorio
36
Recuerda el toque Laprade de la embocadura del pont Daydé.
191
Pilar Aumente Rivas
es nuevo, salvo en algún pequeño lienzo de fachada antigua (Loubet, 2005: 77). Este nue-
vo gran complejo industrial absorbe miles de puestos de trabajo y sus éxitos exigen más
rendimientos y más espacio. Esto último es imposible, de ahí la paulatina densiÅcación
y la sobrecarga del sitio que se va congestionando en altura.En Billancourt se crearon
varias fábricas nuevas a Ånales de los años cincuenta y en los años 60 y 70 se hicieron
transformaciones de menor calado en Île Seguin, pero que contribuyeron a aÅrmar su
aspecto de gran paquebote. Los Ånales de los años 70 anunciarán la llegada de la crisis.
Los nuevos lugares de la creación se instalan en los intersticios urbanos, en los “espacios residuales
37
no construidos en medio urbano denso: terrenos vacantes, friches industriales y ferroviarias, delais-
sés de voiries y de operación de renovación urbana” (Manguin, (Dir.), 2013: 154. En Boulogne esto
ocurre de manera literal, aunque es cierto que es en el espacio dejado por las antiguas “usines”
Renault y otras marcas, donde se va a centralizar el núcleo de cambio de ciudad industrial en ciu-
dad acogida de las dinámicas creativas, en la que se va a insertar el corazón de un distrito cultural
de desarrollo a lo largo del valle del Sena en su transcurso por el Departamento de Hauts de Seine.
192
La metamorfosis del concepto de barrio artístico en dinámicas de distrito cultural
Figura 6. Fachada de la entrada a la usines Renault en Billancourt desde la Place Nationale (Jules
Guesde). Carte Postal 1Fi-0259. Archivos Municipales Boulogne-Billancourt
193
Pilar Aumente Rivas
38
“La era de la metrópolis moderna ha terminado. Me adelanto a decir que esto no signiÅca que
la metrópolis moderna haya desaparecido, solo que su predominio social, cultural, político y
económico como forma de organización característica del hábitat humano ya no es lo que era;
y que un nuevo hábitat urbano y una nueva forma urbana están surgiendo, no en la forma de
una sustitución total, pero sí como vanguardia del desarrollo urbano contemporáneo” (Soja, E.
W. 2008: 340).
39
En termes d’emplois, Paris concentre 28
de l’emploi culturel total de la France (30
si l’on y ajoute la
zone de Boulogne), et la part de l’Òle de France est ici de 49
. La seule zone d’emploi de Paris capte donc
plus du quart des emplois culturels de la France et plus de la moitié des emplois de l’Òle de France. En termes
d’établissements, Paris concentre 18
des établissements culturels de la France (21
si l’on y ajoute la zone
de Boulogne.), et la part de l’Òle de France est ici de 32
. Près des deux tiers des établissements culturels de
l’Òle de France sont donc concentrés à Paris, et près du cinquième de ceux de la France. On constate donc que
les zones contiguës de celle de Paris témoignent d’indicateurs de concentration en établissements et d’emplois
supérieurs aux zones plus éloignées. Ces dernières ne bénéÅcient guère d’un développement culturel, et l’on peut
se demander si l’économie culturelle francilienne n’est pas ici une économie culturelle de rente au proÅt de Paris.
(Industries Créatives en Île-de-France: 35).
194
La metamorfosis del concepto de barrio artístico en dinámicas de distrito cultural
40
Discurso de N. Sarkozy en la Cité de l´ Árchitecture et de Patrimoine de 9 de abril de 2009
195
Pilar Aumente Rivas
Por otro lado, en 2008 se pone en marcha la plataforma diseñada por Patrick Devedjian
a la sazón sucesor de Sarkozy en la presidencia del Departamento Hauts de Seine (2008)41,
para impulsar el territorio al que pertenecen Boulogne Billancourt, y todos sus enclaves,
para “créer une continuité avec la capitale” (Daniel Janicot), en beneÅcio de la consecución del
Gran Paris y el esplendor de Île de France. Se pretende deÅnir un recorrido aguas abajo de
los límites de la Villa de París con el rio como eje, tal y como en la ciudad de París ya viene
establecido, lo que supone lanzar puntos fuertes culturales en ambas márgenes, iniciándose
el recorrido con la Tour aux Ågures de Dubufett en la Isla de Saint Germain, siguiendo
por Le Cube (Centro para la creación digital desde 2001) en Issy-les-Moulineax, a conti-
nuación enlazar con l´Île Seguin, La Cité de la ceramique en Sèvres, el parc Nautique de
Île Monsieur, el dominio nacional de Saint Cloud, la Vallée aux Loups en Meudon, donde
se encuentra un patrimonio natural muy notable, junto a hitos evocadores de la memoria
cultural literaria (Maison de Chateaubrian); Si damos el salto hacia la ribera derecha del
Sena, nos encontramos con el quartier renovado por una gran operación immobiliaria, el
Trapèze que le ha dejado convertido en un hábitat de alta tecnología. En la actualidad se
está renovando el quartier du Pont de Sévrès. Hacia el norte se prevé visibilizar más inten-
samente los valores patrimoniales contenidos en el “Museo de los Años Treinta”, instalado
en el ala este del Espacio Landowsky, junto a la Mairie y en el límite de la actual renovación
urbana que se ha desarrollado en el entorno del centro administrativo que diseñó Morizet
en los años treinta, aún más al norte el Museo jardín departamental Albert Kahn, y Ånali-
zar en el Chateau Buchillot, en donde se decide presentar en conjunto la obra escultórica
de Paul Belmondo contextualizada con obras de sus contemporáneos).
Ha sido Patrick Devedjian, el Presidente del Departamento, quien ha dinamizado
la creación de la Vallée de la Culture entidad con carácter cultural que se organiza con
lógica distral, surge por decisión política y se estructura con la Ånalidad de dar impulso
económico y urbano al eje territorial en que se inscribe, con la voluntad de seguimiento
a la iniciativa de los ejes marcados por la presidencia del gobierno. Consciente de la
importancia del impulso que supone la cultura para la mejora de la atractividad de un
territorio, Devedjian lanza en 2008 el proyecto de La Vallée de La Culture42. El proyec-
to ha ido variando y precisando según las circunstancias se han modiÅcado y en 2011
41
Tras las elecciones de 2008 se crea la Agencia para la Vallée de la Culture. Se instituye bajo
el amparo del Estado y la colaboración del Departamento de Hauts de Seine, y la Ville de
Boulogne Billancourt.
42
“Hoy, y todos los estudios lo demuestran, la atractividad —comprendida en ella la económica—
de los territorios pasa por la cultura. Es en este espíritu que hemos lanzado en 2008 nuestro
proyecto del Vallée de la Culture. Declaración de P. Devejian en la presentación del número
extraordinario que la revista La Valée de la culture dedicó a la conmemoración de los 50 años de
la fundación del Departamento de Hauts de Seine. La Valée de la culture. La revue culturell du Conseil
Général des Hauts de Seine. Été 2014, pág. 3.
196
La metamorfosis del concepto de barrio artístico en dinámicas de distrito cultural
Figura 8. Espace Landowski, junto a la Mairie: Museo Años Treinta, Biblioteca Municipal,
Cinemateca-Videoteca, Espacio Expositivo. En primer plano replica el “Árbol”, escultura de los
Hermanos Martel. Fotografía: P. Aumente
43
A sugerencias de Sarkozy, Patrick Devedjian, Presidente del Consejo Général de Hauts- de-
Seine, con la intención de dar mayor valor al patrimonio cultural de Val de Seine, tras poner
en marcha la plataforma “Vallée de la Culture” crea, más tarde, la “Agence pour la Vallée de la
Culture” de la que fue nombrado presidente Daniel Janicot, anteriormente subdirector general
de la Unesco y antiguo administrador del Musée du Quai Branly.
44
Empresa especializada en logística y transporte de obras de arte.
197
Pilar Aumente Rivas
proyecto para el Portal de Artes plásticas. En 2011, aún en periodo Sarkozy, se conÅó la
concepción y gestión del proyecto cultural R4 a la empresa Nelly Wenger45.
45
Antigua directora de Nestlé Suisse y de Expo02.
46
Gréco, B. Un “aimant à artistes” sur l’île. Le Journal du Dimanche dimanche 18 décembre 2011.
http://www.lejdd.fr/Culture/Beaux-Arts/Actualite/Le-futur-pole-d-art-contemporain-bapti-
se-R4-ouvrira-en-2015-a-Boulogne-Billancourt.-441443. De la misma manera se expresa N. Wen-
ger en declaraciones recogidas en Le Monde | 27.11.2012 http://www.lemonde.fr/culture/arti-
cle/2012/11/27/ile-seguin-de-jolies-tours-de-magie_1796503_3246.html. Ce pôle d’art contemporain
devrait devenir ®le Montparnasse du XXIe siècle¯, pour reprendre les termes de Nelly Wenger, chargée de sa conception
et de sa réalisation. Résidences d’artistes, espace d’exposition de 1 200 mù, 20 à 30 galeries d’art, enchères, amphi-
théâtre... L’ensemble est porté par le Suisse Yves Bouvier, patron de Natural Le Coultre, société spécialisée dans l’en-
treposage et le transport d’oeuvres d’art. Surface à bâtir de 28 000 m2; budget global, environ 100 millions d’euros.
198
La metamorfosis del concepto de barrio artístico en dinámicas de distrito cultural
199
Pilar Aumente Rivas
200
La metamorfosis del concepto de barrio artístico en dinámicas de distrito cultural
del Pont de Sèvres es otra de las intervenciones la Pasarela Constant Lemaître, ha conec-
tado de forma directa la zona del intercambiador situada en la cabeza del Pont de Sèvres,
con el parque del Haut Forum, volando por encima de la rue du Vieux Pont de Sevrès,
hasta Ånalizar en El Cours d´Île Seguin. La obra de hormigón armado del arquitecto
Christian Devillers desembarca la circulación peatonal, o especializada en servicio y so-
corro, a la altura —sobrepasada— del ediÅcio singular realizado por Nouvel: la Torre
Horizons, para abocar a la avenida del General Leclerc. Se introduce así un eje peatonal
que comunica esta avenida con el nuevo quartier reorganizado en lo que fueron las fá-
bricas de Renault y que además se entiende como beneÅcio incalculable para conducir
y agilizar los Æujos de comunicación hacia los autobuses y el metro de Pont de Sèvres.
La operación ha contemplado también la renovación del parque de más de 1250 alo-
jamientos sociales HLM (Habitations à bon Marché), ILN (Inmuebles à Loyer Moderé)
del OPAC de París, implantando fachadas térmicas, mejora o sustitución de fontanería,
electricidad solerías húmedas o en malas condiciones etc. y, añadido a todo ello, la ve-
getalización de las terrazas de cierre en altura47. Hay que añadir la reordenación de los
47
A pesar de la importante partida de dinero público (100 millones de euros) destinado a las obras
de mejora de las viviendas sociales, y de la necesidad perentoria de muchas de las reformas pro-
201
Pilar Aumente Rivas
Figura 11. De izquierda.a derecha El 57 Metal, City Lights, Pasarela Lemaître, cité Pont de
Sèvres. Guardería La Girafe y Tour Horizons. Fotografía: P. Aumente, 2016
3.7. 57 Metal
Fue concebido como ediÅcio para alojar a una “usine” existente que estuvo situada
en el centro de la sede de Billancourt, dedicada al desengrasado de piezas de metal
que al ser instalada en la nueva construcción ganaba acceso al Sena y podía disfrutar
de instalaciones actualizadas. Sus actividades eran bastante contaminantes, lo que ha
pesado para el reciclaje posterior del ediÅcio, que ha necesitado de fuertes maniobras
de limpieza49.
El ediÅcio, inaugurado en 1984 en el marco del proyecto Billancourt 2000 diseña-
do por Vasconi en un intento de salvar a Renault en Billancourt, estuvo operativo con
actividades industriales hasta el momento en que Renault en 1992 decide trasladar sus
operaciones a Gouyancourt y cierra la sede de Billancourt-Île Seguin.
En 2001 Renault, con el placet de Vasconi, convoca al gabinete de arquitectos Jacob-
Macfarlane quienes proponen llevar a cabo un rediseño del interior del ediÅcio y de
parte del exterior para adaptar el ediÅcio a una nueva función: acoger la Dirección de la
Communicación. Así en 2004, el ediÅcio es transformado totalmente en su interior y el
57 Metal se convierte por un tiempo en el Square.com y dedicado fundamentalmente a
espacio expositivo y de conferencias.
Renault decidió venderlo en 2010 pero suscribió un contrato de utilización hasta Å-
nales de 2012; fue comprado por la Société Europa Wanda SNC, y estaba destinado a la
49
Des solvants chlorés toxiques comme le dichloréthylène (DCE) et le trichloréthylène (TCE).
Ces solvants sont par ailleurs en train de se décomposer dans les sols et la nappe phréatique et
produisent du chlorure de vinyle (CV), hautement cancérogène. Le Monde: http://www.square-
com.info/environnement/ Le Monde Idées. Contestación a la Tribuna de 26 de junio de 2014,
publicada el 27 de Junio de 2014.
203
Pilar Aumente Rivas
A los que habría que sumar la cantidad que se ha incorporadoen la zona del Trapèze en toda su
51
extensión con ediÅcios notables como el Aurelium de Dominique Perrault 2009 y otros muchos
que se dedican al terciario, y en particular al trabajo en digital, entremexclados con los ediÅcios
de viviendas.
204
La metamorfosis del concepto de barrio artístico en dinámicas de distrito cultural
Proyecto de Lobjoy Bouvier Boisseau con Yovan Josic. BET: Barbanel (concepcion), ICA 3 -
52
Figura 13. Fachada trasera del Espace Landowski hacia la rue Gallieni. Fotografía: P. Aumente
espacio expositivo que a su vez cumple las funciones de Hall de acogida y distribución,
así como una pequeña cafetería.
Estos servicios se reparten entre los dos bloques desiguales en diseño, de hormigón
blanco, a derecha e izquierda del tramo central realizado en metal y cristal. Con este
ediÅcio la cultura forma parte del núcleo central de la ciudad y es uno de los motores de
la nueva atractividad del centro de la Ville.
Por otro lado, el entorno arquitectónico y espacial en la zona trasera de la Mairie no
fué demasiado actualizado en la época en que se construyó, ni prácticamente renova-
do después. Llegados los años 90 del siglo pasado las nuevas necesidades urbanas y los
nuevos conceptos culturales exigirán una toma de decisión al respecto. Se adopta el plan
“Centre Ville” que asume una revitalización integral de las zonas aledañas a la Mairie.
En 1996 se encarga a Alexandre Chemetov de la coordinación del proyecto (Maestro
de obra urbana, encargado del plan Director y arquitecto diseñador del plan de masse)
que emite un informe (cahier des recommendations) en el que se contempla la estética del
conjunto, así como las especiÅcaciones relativas a los espacios públicos, las rampas de
acceso, a parkings, las terrazas de los restaurantes, el diseño del mobiliario urbano, etc.
así como el asesoramiento en comunicación.
206
La metamorfosis del concepto de barrio artístico en dinámicas de distrito cultural
Desde los complejos comerciales como las Galerías Vittorio Emmanuelle, Odessa, etc. y las más
53
pequeñas y numerosas que encontramos en París: Panoramas, etc. La misma denominación del
centro comercial indica la voluntad de la referencia.
207
Pilar Aumente Rivas
La llamada parcela B54 conÅgura una plaza abierta mas allá de “los Passages” está
constituida por bloques de viviendas, un complejo de cines, un parking para 600 plazas
para uso público y un hogar para la tercera edad. La disposición general, así como el tra-
zado de las vías de comunicación y sus enlaces quedaron bajo la dirección de Chemetov
que decidió que por lote pudiera haber un ediÅcio de Årma y que la separación de los
lotes A y B quedara plasmada por una vía, que ya había sido sugerida por Le Corbusier
en su propuesta a Morizet. La plaza abierta que se asocia por un lateral a la avenida Jean
Jaurès, una de las más comerciales de la ciudad, sirve de enlace con el polo comercial de
los Passages, con los que se comunica a través de una puerta trasera de los mismos, lo que
permite una comunicación, al estilo calle cubierta, con la plaza de la Mairie.
Este conjunto permite ampliar el núcleo de acogida social, de tal manera que ayuda
al peso del atractivo de la zona potenciando el valor de las instituciones55, interrelacio-
nandolas con entidades comerciales y sociales.
Figura 15. Plaza abierta al norte de la Mairie detrás de “Les Passages”. Fotografía: P. Aumente
54
De la Parcela A, en la cual está immerso el Espace Landowski, el coordinador fue el arquitecto
François Leclerc.
55
Sobre los cambios de sentido que suponen la introducción de los centros comerciales, ver
Lefevbre (2009: 10). Para distinciones entre urbanismo del sector público y el de los promotores
privados (2009: 21-23).
208
La metamorfosis del concepto de barrio artístico en dinámicas de distrito cultural
56
El Departamento des Hauts du Seine ha cumplido en 2014 cincuenta años de existencia.
57
Le Grand Paris est un projet urbain, social et économique d’intérêt national qui unit les grands territoires stratégi-
ques de la région d’Ile-de-France, au premier rang desquels Paris et le cœur de l’agglomération parisienne, et promeut
le développement économique durable, solidaire et créateur d’emplois de la région capitale. Il vise à réduire les désé-
quilibres sociaux, territoriaux et Åscaux au bénéÅce de l’ensemble du territoire national. Les collectivités territoriales
et les citoyens sont associés à l’élaboration et à la réalisation de ce projet. LOI 2010. Consolidada. 2 aout
2014. http://www.legifrance.gouv.fr/aٻchTexte.do?cidTexte=JORFTEXT000022308227
58
Ce projet s’appuie sur la création d’un réseau de transport public de voyageurs dont le Ånancement des infrastruc-
209
Pilar Aumente Rivas
código de urbanismo. Y se mantiene especial atención hacia los temas relacionados con
el alojamiento, los transportes, los equipamientos comerciales, el desarrollo económico
deportivo y cultural, y un compromiso en materia de economía social, y solidaria59, en
materia de espacios naturales, agrícolas y forestales, y los paisajes y recursos naturales60.
El proyecto comporta un aproximación cultural que reÆexiona sobre las relaciones
entre los arquitectos y los diseños de las Gares, pero también sobre los diálogos entre
estas nuevas construcciones funcionales y los espacios públicos en los que se intalan61
y las reacciones de los habitantes de los quartieres en los que se implantan. Desde otro
punto de vista el proyecto cultural asociado al técnico del Gran París Express, se plantea
tures est assuré par l’Etat. Ce réseau s’articule autour de contrats de développement territorial déÅnis et réalisés
conjointement par l’Etat, les communes et leurs groupements. LOI 2010. Consolidada. 2 aout 2014.
59
Cabría preguntarse si se mantiene, en el texto actual y en el espíritu de la ley del Grand París
recientemente aprobado, la vocación social y solidaria, así como las preocupaciones de quienes
en los momentos aurorales apostaron y defendieron los principios que inspiraron el proyecto.
Políticos como Henri Sellier y André Morizet defendieron desde las mismas plazas (Boulog-
ne-Billancourt y Suresnes en la banlieue oeste de París), durante muchos años a lo largo de su
carrera, en la primera mitad del siglo XX, el proyecto del Grand París, desde el convencimiento
de que —apoyados en la lucha por el alojamiento digno para los trabajadores desplazados hacia
la banlieue, en los transportes que vertebraran con eÅcacia los lugares de habitación y los de
trabajo, y en la dotación de servicios para la salubridad y el bienestar de la población—, mejora-
ría la situación de la sociedad y, de esta forma, se cubrirían los objetivos que ambos (junto a los
componentes de las formaciones que ellos integraban) se habían planteado y de los que, tanto
Sellier (en especial) como Morizet, hicieron objetivos, no solo políticos, sino vitales. A grandes
rasgos parece que el texto puede estar a la altura, esperemos poder decir a futuro que la cons-
tancia, y dedicación que ellos mostraron ha sido continuada por muchos otros, hasta fructiÅcar
con éxito. En cualquier caso, se trata de un proyecto de enorme envergadura, al que se habrá
de estar muy atento.
60
Les contrats déÅnissent, dans le respect des principes énoncés aux articles L. 110 et L. 121-1 du code de l’urba-
nisme, les objectifs et les priorités en matière d’urbanisme, de logement, de transports, de déplacements et de lutte
contre l’étalement urbain, d’équipement commercial, de développement économique, sportif et culturel, y compris
en matière d’économie sociale et solidaire, de protection des espaces naturels, agricoles et forestiers et des paysages
et des ressources naturelles.
61
El Grand Paris Express es la vertiente estructuradora de parte de los Æujos que son uno de
los pilares básicos de la consolidación de la capital renovada. De hecho, institucionalmente se
considera al Grand Paris Express el primer acto concreto de la construcción de la nueva me-
trópolis de carácter post-metropolitano. Se entiende que el diseño de esta red de comunicación
que ha de conectar las diversos comunes e intercommunalidades de la primera corona entre sí,
sin pasar por la Villa de Paris, desarrollada en forma de circuito, ha de contribuir al logro del
enraizamiento local al tiempo que inste a la pertenencia a una comunidad global. “Estos retos
son el fundamento de una aproximación cultural y artística innovadora para el futuro metro
fundada sobre una atención particular a los usos, habitantes y territorios atravesados” Des actions
culturelles pensées pour le métro-Société du Grand Paris (www.societedugrandparis.fr/actions-culture-
lles-pensees-metro)
210
La metamorfosis del concepto de barrio artístico en dinámicas de distrito cultural
contribuir a la creación de un relato que ayude a crear un imaginario común que contri-
buya a poner en valor los lugares, historias y símbolos especíÅcos de cada territorio. Para
ello se habrán de encargar obras narrativas y visuales que cuenten las transformaciones
urbanas, los eventuales descubrimientos arqueológicos y el conjunto de la memoria viva.
Según ha aÅrmado el arquitecto jefe de la Gare de Pont de Sevres, J. M. Duthiliel62,
arquitecto con protagonismo en la colaboración con Nouvel para el proyecto Île Seguin,
la Gare, al estar diseñada para estar en el borde del Sena bajo el muelle George-Gorse
y a gran profundidad, “a tal point qu’elle soutient le Æeuve”, debe presentar elementos
visuales que recuerden, espejeando, los reÆejos del agua, y que la luz natural vaya inun-
dando los espacios según se vaya ascendiendo por las grandes estruturas suterráneas que
se habran de revestir con materiales reÆectantes en facetas para conseguir el efecto de los
rayos del sol reÆejando sobre las aguas, y así, ascendiendo por las escaleras hasta la pieza
aérea acristalada, que será visible en superÅcie delante de la entrada a las City Lights.
La estación se enclava en la conexión con la línea 9 del metro y el intercambiador de
autobuses que sirve a las poblacines cercanas y por supuesto atiende a las conexiones ne-
cesarias para el Trapèze y a las conexiones automovilísticas y con la cercana parada del
T2, al otro lado del puente, aunque está previsto que se construya una salida en Sevres,
atravesando el río, con una galería subterránea recubierta con cerámica de Sèvres. Esta
galería habrá de Ånalizar en un jardín de las “profundidades”, con el Ån de estetizar el
entorno, al que en etapas anteriores no se prestaba atención y se consideraba unicamente
como lugar de paso.
Ha elaborado reÆexiones teóricas en torno al papel y las funciones de las nuevas Gares y ha
62
diseñado casi una treintena de estas nuevas estructuras arquitectónicas, no solo en Francia, sino
a nivel internacional.
211
Pilar Aumente Rivas
construidos los grandes bloques y el gran volumen de formato curvo que le otorga una
personalidad formal de gran potencia en lo visual.
El enrejado externo de madera de ese volumen establece la vinculación con la es-
tilística de su autor, puesto que ya ha empleado ese pattern del diseño en otros ediÅcios
emblemáticos previos. Ese pattern, si bien establece, por un lado, la voluntad de raíz con
su cultura, no es por otro lado, ajeno a la familiaridad cultural y perceptiva de París. En
efecto, desde 1996 el Museo Guimet posee una pareja de biombos que llevan el título
de Abanicos en el agua en los que Æotando sobre el agua aparecen formas cupulares con
un diseño semejante al del pattern elegido para el diseño del volumen curvo que exhibe
la Cité de la Musique, e, incluso los diseños de abanico invertidos, que aparecen en uno
de los biombos, mantienen relaciones de vinculación formal con la estructura sobre-
puesta que está previsto que sea añadida a ese volumen, una especie de vela fotovoltaica
giratoria. Vista desde el puente de Sévres la Cité asemeja un elemento Æotante sobre las
aguas, lo que aproxima aún más ambas referencias. El paquebote Renault está siendo
potentemente sustituido por el poder visual del estandarte cultural metáfora del navío
Figura 16. Futura Gare del Grand París Express en Pont de Sèvres.
Fotografía: P. Aumente de publicidad externa
212
La metamorfosis del concepto de barrio artístico en dinámicas de distrito cultural
Figura 17. Enrejado esférico externo de la Cité de la Musique en Île Seguin. Shigeru Ban-De
Gastines. Marzo 2016. Marzo 2016. Fotografía: P. Aumente
Figura 18. Eventails Æotant sur la Rivière Uji. Comienzos época Edo S. XVII, detalle.
Par de biombos. Museo Guimet. Paris
Figura 19. Cité de la Musique. Proyecto de Shigeru Ban en partenariado con Jean de Gastines en
Île Seguin. En construcción, marzo 2016. Fotografía: P. Aumente
213
Pilar Aumente Rivas
que avanza Æotando sobre las aguas de la Seine, hacia su desembocadura, siempre hacia
el oeste. Visualmente el conjunto arquitectónico es de gran eÅcacia y se integra perfec-
tamente con el lugar. Se espera que el ediÅcio de la Cité de la Musique sea concluido a
Ånales de este mismo año.
Con los problemas surgidos al último promotor del R4, y la actividad de los grupos
civicos63, la Cité de la Musique se ha convertido en el gran icono, la imagen de la cultura
como imagen de referencia de una ciudad en reconversión postindustrial, más aún, en la
imagen del Departamento de Hauts de Seine, que últimamente la ha presentado como
icono en la presentación de la dinámica y esplendor del oeste de Île de France, en el
aspecto económico. La imagen es muy clara y expresiva de la caracterización postindus-
trial: los elementos que costituyen la imagen gráÅca son los ediÅcios de bureaux, nueva
“USINE” de la industria postfordista y la cultura como locomotora de las economías
locales que pretenden una irradiación mundial. Podría convertirse también en el icono
de una revitalización urbana muy activa, que asume dinámicas de distrito cultural en la
construcción del Grand París.
63
La actividad de la sociedad civil a través de los colectivos ha sido muy importante a la hora
de hacer bascular el peso representacional de la Cité de la Musique como referencia de la
transformación de un polo industrial altamente asentado en el imaginario popular en polo de
cultura como motor de la economía a través de la renovación urbana. Su oposición persisitente
al proyecto de Nouvel para colmatar la Isla ha pasado por momentos de alta tensión, relajados
últimamente por la intervención de Nelly Wenger en diálogo con las Asociaciones. Pero a ello
se ha de sumar el frenazo del impulso de materialización del barrio artístico previsto para el R4
en el otro extremo de la isla.
64
Edouard André publicó L’art des jardins - Traité général de la composition des parcs et jardins, un texto
bastante conocido en la época, que tuvo una considerable repercusión (http://albert-kahn.
hauts-de-seine.fr/Åleadmin/images/Musee/decouvrir_le_musee/expo_AK/Livret_visi-
te_web.pdf)
214
La metamorfosis del concepto de barrio artístico en dinámicas de distrito cultural
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Pilar Aumente Rivas
216
La metamorfosis del concepto de barrio artístico en dinámicas de distrito cultural
crítica a la modernidad cuando se inicia una etapa dorada de valoración del patrimonio,
al entender que los retornos económicos, de creación de valor añadido y generación de
riqueza, así como de estímulo identitario65, que produce en un país o un determinado
territorio, le sitúan en una posición de primer rango que se traduce en una alta conside-
ración social y política. Durante el siglo XX se irá gestando el concepto de patrimonio
mundial, al que en 2003, la UNESCO ha asociado el de patrimonio immaterial66.
Junto a la clasiÅcación de Monumentos Nacionales, tienen una incidencia de cara
a la preservación y difusión con repercusión socio-económica, los “Labels” como reco-
cimientos de reciente creación. Otra fórmula de concienciación son los CIAP Centros
de Interpretación de la Arquitectura y el Patrimonio, entidad creada en el marco del
Label Ville d´Art et d´Histoire en cuya relación nacional aparece incluida la ciudad de
Boulogne-Billancourt. Este label fue creado a nivel de todo el Estado en 1985 a reque-
rimiento del Consejo Nacional de Villas et Pays d´Arte et d´Histoire, para distinguir de
forma oÅcial a las ciudades comprometidas en la valoración y animación de la arqui-
tectura con énfasis en el siglo XX y el Patrimonio. Se trata de integrar en una misma
plataforma aquellos elementos que contribuyan a la identidad de un territorio rico en
historia y en capacidad de creación. Una característica de este label es la movilización
ciudadana: el respaldo social.
El Label Patrimonio del siglo XX fue creado en 1999 por el Ministerio de Cultura y
Comunicación francés a instancias del Consejo de Europa67, con el objetivo de concien-
ciar sobre el valor de la arquitectura del siglo XX en el ámbito del patrimonio y conjuntos
paisajístico que supongan la valoración del territorio68, sin olvidar que ese deseado respe-
to debe conciliarse con la adaptación a las necesidades de sus habitantes y a la evolución
de los usos. Hasta el momento cerca de más de 2.800 elementos han sido labelizados de
los que más de un tercio no están protegidos por la ley de monumentos artísticos. Con
anterioridad, en Île de France, únicamente se había protegido, en el catálogo de monu-
mentos históricos el rascacielos de la rue Croulebarbe (París 13) del arquitecto E. Albert
65
“Ils generent des eٺects externs, prestige national, eٺets touristiques, vehiculent des valeurs collectives, contribuent
à forger l´identité nationale. Ils sont partie prenante des paysages nationaux et conduisent le visiteur à des dépenses
induites” (Benhamou: 2004, 60).
66
La noción de Patrimonio engloba los bienes materiales immobiliarios (monumentos históricos,
castillos, iglesias, granjas, esclusas, estaciones…) y los bienes muebles, generalmente conservados
en los museos a todo ello hay que añadir los bienes considerados por la UNESCO como bienes
inmateriales: las prácticas o saberes ligados al hacer, que comunidades o grupos de individuos,
reconocen como pertenecientes a su patrimonio (Mairesse y Rochelandet: 2015, 109).
67
Que insta a trabajar para evitar “perdidas irreparables… de la memoria europea”. Label
Patrimoine du xxème siecle. Les ensembles de logement en Île de France 1945-1975.
68
“Les édiÅces et ensembles urbains qui sont autant de témoins matériels de l’évolution technique, économique,
sociale, politique et culturelle de notre société”. http://www.maisonarchitecture-idf.org/IMG/pdf/li-
vret_expo_patrimoine_xx.pdf
217
Pilar Aumente Rivas
218
La metamorfosis del concepto de barrio artístico en dinámicas de distrito cultural
69
La casa de la escultora Dora Gordin en el 21 rue du Belvédère (1929) de Boulogne fue construi-
da, como se ha señalado supra, por los hermanos Perret.
70
Encartes publicitarios que se insertaron en gran cantidad de medios de prensa en los que se pro-
mocionaba la electriÅcación y la modernidad de los equipamientos de los distintos tipos de aparta-
mentos, en el Publireportage publicado entre otros en Paris-Match y en el Bulletin Boulogne-Billancourt.
71
Frecuentemente la de Fontvieille, cantera de uno de sus socios. Para él la piedra es el único ma-
terial que embellece con los años. Por eso la utiliza incluso en las obras que tienen una Ånalidad
social, porque en la arquitectura para todos y no solo para unos pocos, consideraba muy impor-
tante trabajar con lo mejor. En la publicidad se aseguraba que se construía con los materiales
más durables, piedra, mármol, hormigón tratado, acero y bronce.
72
Para detalles de sus sistemas constructivos vide también capitulo dedicado al complejo de la villa
de Meudon-La Forêt: “La superación de la (no) política de alojamiento de Renault: la Residen-
cia Le Parc de Meudon-La-Foret” en Aumente (2016b).
219
Pilar Aumente Rivas
220
La metamorfosis del concepto de barrio artístico en dinámicas de distrito cultural
73
En algún caso se trata de alegaciones de tipo técnico, como las de Philippe Robert, que esgri-
me las diÅcultades de cimentación por la calidad del terreno, en otros casos se trata de razones
estético-sociales. En el primer caso, Robert alude a estudios geotécnicos que hacen notar la arti-
Åcialidad de los terrenos que fueron aislados en el interior de contornos de doble pared rellenos
de cascotes y escombros para elevarlos sobre el nivel del rio y darles consistencia, a comienzos
de la década de los veinte del pasado siglo, puesto que, en origen, los terrenos eran tierras de
cultivo inundables por el río. Por otro lado, la cimentación histórica, a través de troncos de árbol
incorruptibles, y las sucesivas inyecciones de cemento hacen necesario tener que cimentar en las
nuevas construcciones a más de 30 metros, por lo que se argumenta que para ser rentables, las
construcciones deben ser torres (Aumente, 2013).
74
http://www.sauvonslileseguin.com/category/presse/
75
La plataforma deÅende una alternativa al dar soporte a la propuesta realizada en 2001 por
Philippe Robert (arquitecto al que le ha sido encomendado en 2012 la realización de la Cité du
Cinéma de Luc Besson, en Saint Denis. El proyecto de Robert se entiende más humanizado,
menos denso y con menos dominio del hormigón y alturas moderadas en los ediÅcios, por lo que
se estima en mayor armonía con la sede.
221
Pilar Aumente Rivas
Figura 23. Exposición itinerante “ Les Passagers du Grand Paris Express” sobre el proyecto del
metro automático. MAC VAL (Vitry sur Seine). Con otra disposición, ha estado a disposición de
los ciudadanos en Boulogne-Billancourt (Espace Landowski). Fotografía: P. Aumente
Tomamos como referencia, por su relevancia, una convocatoria actual: la revisión general del PLU
76
convocatorias para reuniones y debates impulsados por las instituciones, que han sido
difundidos por distintos medios incluidos los oÅciales. Cada uno de los proyectos han
seguido fases de comunicación a traves de distintas fórmulas, entre ellas se ha utilizado el
formato de la exposición en la que textos, fotograÅas, diseños, planos y maquetas suelen
estar presentes para mejor comunicar los objetivos y proyectos propuestos.
Las publicaciones municipales, cumplen una función imprescindible como e-bb
“l´e-journal de boulogne-billancourt” (http://www.e-bb.fr/ Boulogne-Billancourt. Com),
OTBB. Hebdo info. https://dub122.mail.live.com/?tid=cmnwx8it0m5hgswnidz1yju-
g2&Åd=Æinbox), la revista de información de Hauts de Seine y especialmente la revista
emanada de la presidencia del departamento “La Vallée de la Culture”, publicación edi-
tada en papel y en digital, que si bien no está dedicada exclusivamente a las informaciones
sobre el eje distrital, no obstante, dedica gran parte de sus artículos a aspectos relativos a los
acontecimientos y proyectos vinculados con él. Como es habitual la villa tiene página web
bien atendida que difunde puntualmente las convocatorias (http://www.boulognebillan-
court.com/cms/index.php), asimismo han cumplido una labor muy importante las web de
las asociaciones civiles, de entre las que destaca “Sauvons Île Seguin”.
24 de septiembre de 2015 . Es una convocatoria con carácter abierto en la que se insta a la partici-
pación para que pueda ser debatido con los representantes y los técnicos y así “concebir juntos la
ciudad del mañana”. Reunión pública en estrecha colaboración con el establecimiento tterritorial
GPSO (Grand París Seine Ouest) encargado, desde el 1 de enero de 2016, del PLU al entrar en
vigor la ley del Grand Paris. La reunión se celebrará el 2 de junio a las 19h. en el Hôtel de Ville.
Los desvelos de la sociedad civil, a través de las asociaciones, han tenido éxito.
223
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228
Los cinco sentidos en el Distrito
Cultural: aplicación del Atlas
Multisensorial en Bankside
1. Introducción
Vivimos en una sociedad donde el poder de la imagen se hace cada vez más latente.
Nos convertimos en meros espectadores del arte dando un claro protagonismo al ojo
humano centrándonos en toda la imaginería que nos rodea. Sin embargo, para poder
empaparnos del arte en sí de una manera plena, es necesario activar por completo los
cuatro sentidos restantes es decir, el oído, el gusto, el tacto y el olfato.
Varios son los artistas que apuestan por innovar con este tipo de experiencias donde
invitan al público a activar varios de sus sentidos ayudándoles a experimentar una nueva
forma de vivir el arte. Tal es el caso de Lukasz Marek Gierucki a través de audiotheotokópoulos
considerado —según las propias palabras del artista— como:
229
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Los cinco sentidos en el Distrito Cultural: aplicación del Atlas Multisensorial en Bankside
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Los cinco sentidos en el Distrito Cultural: aplicación del Atlas Multisensorial en Bankside
nocivo concentrando así gran parte de la polución londinense en ese pequeño núcleo
industrial. Otras actividades como el almacenamiento y la distribución se fueron asen-
tando en Bankside y en el siglo XIX las industrias se diversiÅcaron, pero seguían siendo
perjudiciales para la salud de los habitantes del lugar.
Sin embargo, con la llegada de la desindustrialización en el Reino Unido, esta zona
se vio claramente afectada viéndose obligada a cerrar fábricas y muelles. Tras conseguir
su desarrollo y el consecuente aumento de puestos de trabajo gracias al establecimiento
de grandes Årmas industriales, la Ribera Sur se convirtió en una zona contaminada
donde fábricas y almacenes quedaron vacíos y obsoletos —“(…) in the 1950s and even into
the 1960s Bankside and its surrounding largely retained the sights, sounds and smells of old-fashioned
industry” 1 (Brandon; Brooke, 2011: 227)—.
1
“(…) en la década de los 50 e incluso en la década de los 60, Bankside y sus alrededores conser-
varon en gran medida las vistas, sonidos y olores de las antiguas industrias” (traducción de la
autora).
233
Estíbaliz Pérez Asperilla
teatros se cerraran y/o demolieran a mediados del siglo XVII aunque a día de hoy al-
gunos de ellos siguen presentes gracias a su reconstrucción formando parte de una de
sus grandes atracciones turísticas. The Shakespeare Globe abrió de nuevo sus puertas en
1997 gracias al impulso del director y productor Sam Wanamaker quien fundó en 1970
el Shakespeare Globe Trust dedicado a la reconstrucción del teatro y a la creación de un
centro educativo además de una exposición permanente. Otro de estos grandes teatros
que hoy en día vuelven a abrir sus puertas al público es The Rose Theatre tras descubrir
el magníÅco estado de su arqueología en 1989 al realizarse una excavación arqueológi-
ca realizada en la zona para construir un bloque de oÅcinas —fue a partir de entonces
cuando se inició The Rose Theatre Trust y la campaña Save The Rose para impedir su
demolición y mantener su ediÅcación original—.
Bankside no sólo ofrece una amplia oferta artística protagonizada por galerías de
arte y exposiciones culturales, sino que se encuentra inundada de numerosas tiendas
donde el diseño y la creatividad tienen una fuerte presencia. La gastronomía no sólo está
presente por una gran variedad de bares, restaurantes y cafeterías, sino por los aromas
que el visitante puede experimentar al pasear por sus calles. Recorriendo Bankside, el
viandante se encuentra de repente inmerso en un mercado —el Borough Market— cuya
intensidad aromática le envuelve por completo.
234
Los cinco sentidos en el Distrito Cultural: aplicación del Atlas Multisensorial en Bankside
But it’s not just the sheer quality of the food on oٺer that makes Borough Market
special —it is also about the people and the place. The market is populated by a
community of remarkable individuals from all over the UK, Europe and the rest of
the world, all of whom care deeply about the food and drink on oٺer. Many of our
stallholders are themselves producers —people who grow, rear or bake the food that they
sell. Others are importers with intimate knowledge of whichever corner of the globe they
source their products from.
As a result, the market has become a vast repository of culinary knowledge and unders-
tanding. It’s a place to explore, to ask questions, to discover new Æavours and to savour
a unique atmosphere2.
(Página OÅcial de Boroughmarket – boroughmarket.org.uk/about-us)
2
“Pero no es sólo la excelente calidad de la comida que ofrece lo que hace al Borough Market
especial —sino que también tiene que ver con la gente y el lugar. El mercado está poblado por
una comunidad de notables individuos de todo el Reino Unido, Europa y el resto del mundo,
todos los cuales se preocupan profundamente por la comida y bebida que ofrecen. Muchos
de nuestros titulares de puestos son los propios productores —personas que cultivan, crían u
hornean la comida que venden. Otros son importadores con un conocimiento profundo de
cualquiera de los rincones del mundo de los que adquieren sus productos. Como resultado, el
mercado se ha convertido en un gran depósito de conocimiento y comprensión culinaria. Es un
lugar para explorar, hacer preguntas, descubrir nuevos sabores y saborear una atmósfera única”
(traducción de la autora).
235
Estíbaliz Pérez Asperilla
236
Los cinco sentidos en el Distrito Cultural: aplicación del Atlas Multisensorial en Bankside
Along with a mix of users and sizes, built forms of many diٺerent types are found here
and this is a much appreciated characteristic of the place. Speculative development in
the area is seen as a hazard to this diversity, tending towards monotonous facades and
large monolithic built formes (…)
The diversity of people that live in it is part of the essence of Bankside. BeneÅting of
historical waves o change and migration, the presence of diٺerent skin colours, tongues,
occupations, lifestyles and bank balances may be the reason why so many residents feel
‘accepted’ here (…)3.
(Shibani Rose en Witherford Watson Mann Architects, s.f.: 19)
3
“Junto con una mezcla de usuarios y tamaños, se encuentran formas construidas de varios tipos,
lo cual es una característica del lugar muy apreciada. El desarrollo especulativo en la zona es vis-
to como un peligro para esta diversidad, tendiendo hacia fachadas monótonas y grandes formas
monolíticas construidas (…). La diversidad de las personas que viven en la zona es parte de la
esencia de Bankside. BeneÅciándose de las olas históricas o del cambio y la migración, la presen-
cia de diferentes colores de piel, lenguas, ocupaciones, estilos de vida y saldos bancarios pueden
ser la razón por la que muchos residentes se sienten ‘aceptados’ aquí” (traducción de la autora).
237
Estíbaliz Pérez Asperilla
periodo de tiempo concreto, da igual que un cuadro esté fechado por ejemplo en 1975
porque en él podemos hallar otras épocas o nuestro presente y pasado a la vez, ya que
“(...) en cada objeto histórico todos los tiempos se encuentran, entran en colisión o bien
se funden plásticamente los unos en los otros, se bifurcan o bien se enredan los unos en
los otros” (Didi-Huberman, 2005: 46).
Para Walter Benjamin también era de suma importancia la consideración de ese
tiempo-ahora en la historia donde el pasado se impregna del presente (Benjamin, 2009:
152). Así, este autor hablaba de una imagen dialéctica, idea que Aby Warburg ya había
expresado bajo el término de “polaridad” aludiendo a la temporalidad de doble faz que
poseía la imagen y que creía necesaria para evitar que ésta se considerara únicamente
como mero documento histórico perteneciente a un periodo de tiempo concreto (Didi-
Huberman, 2005: 125).
Fritz Saxl, uno de los principales sucesores de Aby Warburg —su gran maestro—,
introdujo como una de sus mayores aportaciones los conceptos continuidad y variación.
Para Saxl, había que tener en cuenta la continuación de las imágenes a lo largo de la
historia y las posibles variaciones tanto contextuales como de signiÅcado que esta conti-
nuidad podía dar lugar en las imágenes estudiadas (García Mahíques, 2008: 204).
Por último, siguiendo esta línea anacrónica de la imagen, hay que apuntar que H.
G. Gombrich también hacía referencia a cómo el signiÅcado de una obra determinada
cambiaba a lo largo del tiempo —de ahí la diÅcultad interpretativa de tal término—. Pro-
puso una distinción entre el signiÅcado originario (meaning) y la implicación (implication)
—“signiÅcación latente, intencional del autor o añadida por otros en un contexto social
concreto” (García Mahíques, 2008: 401)—. Si se atiende a este último concepto (implica-
tion) Gombrich aludía a la variación de signiÅcación que una determinada obra de arte
podía tener diÅriendo por ejemplo de la proveniente del propio autor en el pasado con
la signiÅcación que una persona pueda dar de la misma obra en otro contexto y periodo
de tiempo diferentes.
Dicho esto, para poder construir el cosmos de cultura de Bankside se pueden tomar
de referencia y como punto de partida las páginas Web oÅciales que se encuentran en la
red, no sólo del Distrito Cultural a nivel general, sino de cada uno de sus museos, bares,
restaurantes, eventos, tiendas, organizaciones culturales... Esta primera toma de contacto
es esencial para poder organizar una clasiÅcación del material disponible de acuerdo a
temáticas facilitando así su estudio de una forma clara y ordenada.
Una vez terminada esta primera toma de contacto on-line, el siguiente paso sería
un estudio de la documentación que nos ofrece la red para poder tener así un mayor
conocimiento del objeto de estudio en cuestión pasando seguidamente a realizar una
investigación in situ no sólo en Bankside, sino consultando los diferentes archivos de la
ciudad londinense tales como:
238
Los cinco sentidos en el Distrito Cultural: aplicación del Atlas Multisensorial en Bankside
Así, se realizaría una primera organización del material disponible atendiendo a las
siguientes variables:
239
Estíbaliz Pérez Asperilla
240
Los cinco sentidos en el Distrito Cultural: aplicación del Atlas Multisensorial en Bankside
1. Southwark Cathedral (jardines), 2016. London 14. Jerwood Space, 2016. Jerwood Space, 171
Bridge, London, SE1 9DA, http://cathedral. Union Street, Bankside, London, SE1 0LN,
southwark.anglican.org/. Horario: 8:30-17:30 www.jerwoodspace.co.uk. Horario: lunes-viernes
(lunes-domingo). 10:00-17:00; sábado-domingo 10:00-15:00.
2. Golden Hinde, 2016. Clink Street, Pickfords 15. Flat Iron Square, 2016. Union Street. Abierto
Wharf, Bankside, London, SE1 9DG, www. al público 24 h.
goldenhinde.com. Horario: 10:30-17:30 (lunes-
16. Greening Bankside II, Better Bankside,
domingo).
2016. Varios emplazamientos. http://www.
3. The Rose Playhouse, 2016. 56 Park Street, betterbankside.co.uk/buf/greening-bankside.
Bankside, London, SE1 9AR, www.rosetheatre. Horario: abierto al público 24 h.t
org.uk. Horario: sábados.
17. Tate Modern, 2016. Bankside, SE1 9TG
4. Boro Bistro, 2016. 6-10 Borough High Street, London, www.tate.org.uk/modern. Horarios:
London, SE1 9QQ , borobistro.co.uk. Horario: domingo-jueves 10:00-18:00; viernes-sábado
lunes 13:00-21:00; martes-sábado 12:00-22:30 y 10:00-22:00.
domingo 13:00-21:00.
18. The Swan, 2016. 21 New Globe Walk,
5. Southwark bridge, 2016. River Thames, swanlondon.co.uk. Horario: lunes-viernes
Southwark. 12:00-23:00; sábado 12:00-23:00; domingo
12:00-21:00. Horario bar: lunes-miércoles 8:00-
6. The Barrowboy and Banker, 2016. 6-8 Borough
23:30; jueves 8:00-00:00; viernes 8:00 -00:30;
High Street, London, SE1 9QQ , http://www.
sábado 10:00-00:30; domingo 10:00 -22.30.
barrowboy-and-banker.co.uk/. Horario: lunes-
domingo: 8:00-23:00. 19. Cross Bones Graveyard, 2016. Redcross Way,
Bankside, www.crossbones.org.uk. Horario:
7. The Clink Prision Museum, 2016. 1 Clink Street,
abierto al público 24 h.
Bankside, London, SE1 9DG, www.clink.co.uk.
Horario verano lunes-domingo 10:00- 21:00; 20. Crossing Stories I, 2016. Varios
invierno: lunes-viernes 10:00-18:00 y sábado- emplazamientos, http://www.crossingstories.
domingo 10.00- 21:00. co.uk/. Horario: abierto al público 24 h.
8. Shakespeare’s Globe, 2016. 21 New GlobeWalk, 21. The Old Thameside Inn, 2016. Pickfords
Bankside, London, SE1 9DT, www. Wharf, Clink Street, London, SE1
shakespearesglobe.com. Horario: lunes-domingo 9DG, www.nicholsonspubs.co.uk/
9:00-18:00 (variable). theoldthamesideinnlondonbridge. Horario:
lunes-jueves 10:00-23:30; viernes 10:00-00:00;
9. The Anchor, 2016. 34 Park Street, London,
sábado 10:00-23:30, domingo 10:00-23:00.
SE1 9EF, www.taylor-walker.co.uk/pub/anchor-
bankside-southwark. Horario: Lunes-sábado 22. Borough Market, 2016. 8 Southwark Street,
11.00-23.00; domingo 12.00- 22.30. London, SE1 1TL, www.boroughmarket.org.
uk. Horario: lunes-jueves 10:00-17:00; viernes
10. Winchester Rose, 2016. Clink Street. Abierto al
10:00-18:00; sábado 8:00-17:00.
público 24 h.
23. Embassy Tea Gallery, 2016. 195-205
11. Bankside Community Space, 2016. 18 Great
Union Street, London, SE1 0LN, www.
Guildford St, London SE1 0FD, http://www.
embassyteagallery.co.uk. Horario: variable.
betterbankside.co.uk/. Horario: lunes-viernes
8:00-22:00; sábado-domingo 10:30-21:00. 24. Menier Chocolate Factory, 2016. 53
Southwark Street, London, SE1 1RU, www.
12. Greening Bankside I, Better Bankside,
menierchocolatefactory.com. Horario: variable.
2016, varios emplazamientos. http://www.
betterbankside.co.uk/buf/greening-bankside.
Horario: abierto al público 24 h.
13. Purdy Hicks Gallery, 2016. 65 Hopton Street,
London, SE1 9GZ, www.purdyhicks.com.
Horario: lunes-viernes 10:00-17:30; sábado
11:00-18:00.
241
Estíbaliz Pérez Asperilla
a) Museos y galerías.
b) Cines, teatros y espectáculos.
c) Festivales, eventos y actividades culturales.
d) Monumentos y construcciones civiles.
e) Espacios abiertos.
f) Gastronomía.
g) Tiendas.
h) Alojamientos.
Sin embargo, para poder analizar en profundidad los elementos que componen cada
uno de estos ocho grupos se necesita —tal como se ha indicado anteriormente— la
intervención activa de los cincos sentidos (la vista, el oído, el gusto, el olfato y el tacto),
englobando dentro de cada grupo los siguientes aspectos:
De este modo se hace posible una relación continua entre dos o más sentidos. Si nos
encontramos dentro de una iglesia no sólo se podrá realizar una conexión sonora —pa-
sos, silencios, susurros— y visual —fachada, esculturas, retablos—, sino también olfativa
si tenemos en cuenta por ejemplo los aromas que el incienso y las velas desprenden en
estos espacios. En el caso de un bar-restaurante también se podría establecer una rela-
ción entre el sentido del oído —hilo musical, música en directo, bullicio, tranquilidad—,
el gusto —consumo de bebidas y comidas ofertadas— e incluso del olfato si se tiene en
cuenta no sólo el aroma del plato que el cliente está degustando, sino de la propia cocina
del local.
242
Los cinco sentidos en el Distrito Cultural: aplicación del Atlas Multisensorial en Bankside
De esta forma, nos encontramos con un sistema solar donde hay una interrelación
continua y una clara conexión entre planetas y satélites ya que, a pesar de haberse di-
vidido en ocho grandes grupos, comparten elementos en común —en un restaurante
por ejemplo (que quedaría clasiÅcado dentro del planeta gastronomía) también podemos
encontrarnos diferentes actividades culturales como conciertos o performances realizadas
dentro del local, lo cual también tendría una fuerte conexión con el planeta festivales, even-
tos y actividades culturales—. No hay que olvidar tampoco la fuerte interrelación entre los
243
Estíbaliz Pérez Asperilla
diferentes satélites correspondientes a cada uno de los cinco sentidos, puesto que si volve-
mos al ejemplo del restaurante, el satélite del gusto no sería el único que destacaría frente
a los demás e incluso que ejerciera una inÆuencia notable en el estudio de este elemento,
sino también el satélite del olfato o del oído estableciéndose así una continua conexión y
retroalimentación entre los diferentes elementos que componen el sistema solar.
La Ånalidad del atlas fue la de explicar a través de un repertorio muy amplio de imá-
genes, y otro, mucho menor, de palabras, el proceso histórico de la creación artística en
lo que hoy denominamos Edad Moderna, sobre todo, en sus momentos iniciales de los
comienzos del Renacimiento en Italia, centrándose en algunos aspectos esenciales de
Ånales del siglo XV en Florencia y buscando sus fundamentos en la Antigüedad.
(Fernando Checa en Warburg, 2010: 138)
Con la introducción de este Atlas Mnemosyne en el estudio que nos ocupa se puede
incluir esa anacronía a la que autores como Didi-Huberman hacían referencia además
de la polaridad —imagen dialéctica en el caso de Walter Benjamin— que Warburg ya
apuntaba en varios de sus trabajos. De esta forma, se estudian las diferentes imágenes
recopiladas del Distrito Cultural Bankside atendiendo no sólo al presente, sino al pasado
realizando un recorrido durante la historia que permitirá un análisis más completo del
material recopilado.
Sin embargo parece ser que en este Atlas —tal como lo plantea Aby Warburg— sólo
tienen cabida la imagen y el texto. No obstante, aunque su creador no haya introducido
sonido, gusto, olfato o tacto no quiere decir que no se puedan incluir obteniendo como
resultado lo que compondría un Atlas Multisensorial donde tendrían cabida los cinco sen-
tidos de una forma clara y ordenada.
La organización planteada por Aby Warburg se basaba en un número de series com-
puestas a su vez por diferentes paneles. Estos paneles eran totalmente físicos y palpables,
pero si adaptamos el Atlas Mnemosyne a nuestros tiempos sirviéndonos sobre todo de las
244
Los cinco sentidos en el Distrito Cultural: aplicación del Atlas Multisensorial en Bankside
nuevas tecnologías, se puede realizar un Atlas mucho más Æexible donde se incluyan so-
nidos, vídeos, imágenes e incluso texturas. Aby Warburg hablaba de paneles y en nuestro
caso por ejemplo podemos hablar de carpetas y subcarpetas ubicadas en el ordenador y
organizadas según la clasiÅcación previamente establecida.
Dicho esto, siguiendo con la organización planteada por Warburg, en esta investi-
gación se presentan ocho series —(a) museos y galerías; (b) cines, teatros y espectáculos; (c) festi-
vales, eventos y actividades culturales; (d) monumentos y construcciones civiles; (e) espacios abiertos; (f)
gastronomía; (g) tiendas y (h) alojamientos— compuestas a su vez por diferentes paneles —los
cuales se enumeran a continuación—:
245
Estíbaliz Pérez Asperilla
Figura7. Ejemplo de panel simpliÅcado para la construcción del Atlas Multisensorial de Bankside.
Panel 14 – Borough Market (serie f). Fuente: E. Pérez Asperilla
Los cinco sentidos en el Distrito Cultural: aplicación del Atlas Multisensorial en Bankside
The Barrowboy and Banker; The Boot and Flogger; The Bridge-Health; The
Globe Pub; The Goldsmith Pub and Dining Room; The Loft; The Market
Porter; The Mudlark; The Old Kings Head; The Old Thameside Inn; The
Rake; The Real Greek; The Refectory Café; The ReÅnery; The Rooftop Cafe;
The Southwark Tavern; The Table; The Trinity; The White Hart; Tonkotsu;
Tortilla; Tossed; Union Street Cafe; Union Viet; Vapiano; Wagamama; Wine
Pantry; Wright Brothers; Zizzi.
g. Tiendas. Paneles: Aesop Borough Market; Albion; Borough Kitchen; Borough
Wines; Chez Michele; Contemporary Applied Arts; JOY; Konditor & Cook;
Laithwaites Wine; Neal’s Yard Dairy; Neal’s Yard Remedies; Oliver Bonas;
Paul Smith; Southwark Cathedral Shop; The Frame Club; Unit24 Gallery &
24 Design Project.
h. Alojamientos. Paneles: Bankside House; citizenM hotel London Bankside; Hilton
London Bankside; Holiday Inn Express London Southwark; Ibis London
Blackfriars; Ibis Styles Southwark Rose Hotel; Mercure London Bridge Hotel;
Mondrian London; Novotel London Blackfriars; Novotel London City South;
Premier Inn London Southwark (Borough Market); Premier Inn London
Southwark (Tate Modern); St Christopher’s Village.
El suÅjo ‘graÅa’ deriva del verbo griego graphein —escribir—; implica un método
puramente descriptivo, y a menudo incluso estilístico. En consecuencia, la iconografía
constituye una descripción y clasiÅcación de las imágenes (...) que nos informa sobre
cuándo y dónde determinados temas especíÅcos recibieron una representación visible a
través de unos motivos especíÅcos.
(Panofsky, 1995: 50)
247
Estíbaliz Pérez Asperilla
248
Los cinco sentidos en el Distrito Cultural: aplicación del Atlas Multisensorial en Bankside
4. Conclusiones
La amplitud y variedad que brindan los Distritos Culturales al visitante debería ser apro-
vechada sin reducirla únicamente a la visualización de sus imágenes. Hay que ahondar
en lo que los demás sentidos del ser humano son capaces de experimentar animando no
sólo al visitante a mantenerlos activos y darles el mismo protagonismo que el sentido de
la vista, sino invitando incluso al investigador a estudiarlos y analizarlos detenidamente.
Para ello la creación de una metodología estable y organizada es fundamental. Dada la
escasez de estudios donde se realice un análisis en profundidad de acuerdo a los cinco
sentidos a través de una metodología determinada, ha sido necesario crear nuevos mé-
todos y técnicas que permitieran organizar el análisis del objeto de estudio seleccionado
paso a paso y de una forma clara y estructurada modiÅcando y mejorando estas técnicas
escogidas a medida que se vaya avanzando en el estudio.
Sin embargo, la creación de una nueva metodología que partiera desde cero tampo-
co era del todo Åable puesto que podría incluso arruinar la investigación echando por tie-
rra su viabilidad. Por lo tanto, se ha optado por asentar una fuerte base metodológica de
acuerdo a los planteamientos y teorías de grandes estudiosos como Aby Warburg, Didi
Huberman y Erwin Panofsky —entre otros— cuyos estudios han servido como ejemplo
a seguir para numerosas investigaciones.
Adaptando las técnicas y métodos iconográÅcos e iconológicos de estos autores no
sólo al análisis a través de los cincos sentidos, sino a la presente época en la que vivimos,
se ha conseguido obtener como resultado una metodología que permita no sólo el aná-
lisis del Distrito Cultural que en este caso nos ocupa de una manera más completa, sino
que posibilite la ampliación de la investigación a los Distritos Culturales restantes de la
ciudad de Londres permitiendo una continuidad e interrelación constante gracias a la
organización planteada del material disponible mediante un Atlas Multisensorial que con-
lleva una retroalimentación constante a medida que se avanza en su contenido.
Optando como punto de partida el Distrito Cultural Bankside, se podrá realizar un
perfeccionamiento de las técnicas y métodos escogidos además de comprobar su viabi-
lidad posibilitando así la conÅrmación o no de la necesidad e importancia de los cinco
sentidos en el Distrito Cultural y la capacidad que tiene su implicación para conseguir
una experiencia global del espacio y de los diferentes elementos que lo conforman.
249
Estíbaliz Pérez Asperilla
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251
Estíbaliz Pérez Asperilla
252
Partenogénesis y alunizajes. Museos y
galerías en el Mall de Washington, D.C.
El Mall de Washington, D.C., ese espacio verde, cívico y representativo que corre de
Este a Oeste, enlazando el Capitolio con la Casa Blanca, es el feliz resultado de una
suma de principios, inÆuencias y decisiones ampliamente debatidas, más, quizás, de lo
que la homogeneidad y compacidad del conjunto pudieran dar a entender. El objetivo de
este capítulo es proporcionar una primera aproximación a un tema tan rico y complejo
como estimulante, más aún, tengo la impresión, para un observador europeo. Se trata
ahora, pues, de resumir esa complejidad hasta meterla, utilizando la gráÅca expresión
inglesa, “en una cáscara de nuez”, con la esperanza de hacerla fácilmente accesible des-
de este lado del Atlántico y atendiendo sólo a su condición de distrito museístico1.
1
Este trabajo se enmarca dentro del proyecto de investigación del Plan Nacional titulado «Museos
y barrios artísticos: arte público, artistas, instituciones» (HAR2012-38899-C02-01), Ministerio
253
Javier Gómez Martínez
El marco puede ser considerado como el más representativo de todo el país, y eso
lo ha sometido a fuertes presiones en términos de morfología y, sobre todo, estilo, pero,
por debajo de las formas, subyace la representación de una discriminación entre ciencias
y artes que es compartida, en general, aunque con matices, con el resto de los países
anglosajones. Lo que se aprecia sobre el tablero del Mall es cómo las colecciones cientí-
Åcas, a las que corresponden naturalmente los museos, se han ido multiplicando por una
dinámica interna de crecimiento y subdivisión, por partenogénesis, podríamos decir. Las
colecciones artísticas (de bellas artes), a las que corresponden según los usos anglosajones,
en paridad, las galerías, han ido llegando desde el exterior, como asteroides o naves es-
paciales alunizando controladamente en un suelo extraño a ellas, o bien, empotrándose
violentamente contra el escaparate, que es otra forma de alunizar.
2
En 1937, cuando le pidieron al arquitecto John Russell Pope que deÅniera en pocas y fáciles
palabras el Mall, donde iba a construir la National Gallery of Art, respondió que era una gran
arteria abierta en el plan de L’Enfant y en el entonces plan de futuro, conectando el Capitolio
con el Washington Monument y con el Lincoln Memorial, para rematar: “[E]s más ancho y me-
dia milla más largo que los Champs-Élysées desde la Place de la Concorde al Arc de Triomphe,
que creo está considerada la mayor avenida en el mundo” (House Committee on the Library,
1937: 33; cfr. Wilson, 2008: 28).
255
Javier Gómez Martínez
De entrada, la señalización in situ utiliza hoy una convención gráÅca muy eÅcaz para
entender esa misma idea a través de una representación de tipo radicular (Åg. 1). De la
256
Partenogénesis y alunizajes. Museos y galerías en el Mall de Washington, D.C.
base del Smithsonian Castle, que es como se conoce a la sede histórica, convertido en
“nuevo Centro de Visitantes”, brotan, a modo de raíces, 12 museos, de los que siete se
hallan en el Mall (Hirshhorm Museum and Sculpture Garden, Air and Space Museum,
Natural History Museum, American Indian Museum, American History Museum,
Freer and Sackler Asian Art Museums y African Art Museum) y cinco no (Anacostia
Community Museum, American Art Museum, National Zoo, Portrait Gallery y Postal
Museum). Más incluso que esa deslocalización, llamará poderosamente la atención la
ausencia de uno de los mayores imanes del Mall: la National Gallery of Art, que ocupa
dos de los ediÅcios más señalados y se extiende en su propio jardín escultórico; se tra-
ta del ejemplo de alunizaje por antonomasia. Dicho de otro modo, la dinámica de las
ciencias ha sido de dentro afuera; la del arte, a la inversa, abriéndose paso como hizo el
magma intrusivo de las rocas metamórÅcas.
2. Ciencias explosivas
El acta fundacional de la Smithsonian Institution establecía, en 1846, la construcción
de un ediÅcio sencillo y duradero para albergar los objetos de historia natural, incluido
un gabinete geológico y mineralógico, así como un laboratorio químico, una bibliote-
ca, una galería de arte y una sala de conferencias. El sesgo eminentemente cientíÅco
implícito en ese arranque quedaba reforzado al concluir que, en el ínterin, el “gabinete
nacional de curiosidades” (“national cabinet of curiosities”) podría ocupar un ala del Patent
Oٻce Building, un “templo de la invención” construido a partir de 1836 que exponía
modelos de los inventos del país3 , como en efecto hizo; con un pórtico neogriego (a
imagen del Partenón) en cada frente, aún habremos de verlo jugando otro importante
papel en nuestro presente. Lo que se construyó entre 1847 y 1855, en el lado sur del
Mall, fue un ediÅcio neomedieval (de estilo “normando” o “lombardo”), diseñado por
James Renwick y conocido como Castle; además del “museo” (cientíÅco) incluía una
generosa “galería de arte”, una gran sala (“hall”) en la planta baja, que nunca fue utili-
zada como tal sino como biblioteca, cediéndosele a cambio una más pequeña habitación
(“room”) en la planta alta (Rathbum, 1905: 193-207). Las colecciones cientíÅcas crecían
exponencialmente con las expediciones de la institución y tenían un claro sentido pro-
ductivo, por cuanto ilustraban “la geología, la metalurgia y otras fuentes económicas”
del país, y del mismo modo lo hacían las colecciones etnográÅcas, pero “las colecciones
que ilustran las artes y las industrias artísticas [‘arts and art industries’] son relativamente
3
Página oÅcial de Smithsonian Libraries. Disponible en http://www.sil.si.edu/Exhibitions/
Smithson-to-Smithsonian/1846act.htm (último acceso: 27 de noviembre de 2015). Página oÅ-
cial de Smithsonian American Art Museum. Disponible en http://americanart.si.edu/exhibitions/
archive/2006/temple_invention/ (último acceso: 4 de enero de 2016).
257
Javier Gómez Martínez
pequeñas”, dicho fuera en 1905 (ibíd.: 275). Se refería así la fuente a la antropología y
a lo que nosotros entendemos por artes industriales como la cerámica o la gráÅca, con
valor claramente productivo, léase pragmático, a su vez. Este pragmatismo cuadra con
la sencillez y la durabilidad arquitectónicas enunciadas arriba, aspiraciones propias de
una mentalidad protestante para la que el hedonismo de las bellas artes no era muy de
Åar. Se trata de principios que aparecieron recurrentemente, según iremos viendo.
Con ese tipo de contenidos, el Castle pronto quedó desbordado y vio brotar un edi-
Åcio “románico modernizado” (Cluss & Schulze, 1879-1881) que se quiso rápido y bara-
to, permanente pero como si fuera para una exposición nacional (temporal), bautizado
como U.S. National Museum (actual Arts and Industries Building), pero que ya se veía
insuÅciente aun antes de terminado, de modo que inmediatamente comenzaron las rei-
vindicaciones para otro ediÅcio más, el actual Natural History Museum. Los planos, de
la Årma local Hornblower and Marshall, fueron aprobados en 1903: entre otras cosas,
cumplían con el requisito de ser lo suÅcientemente Æexibles como para permitir una
construcción por partes (tres alas convergentes en una rotonda que, en una segunda
fase, generarían sendos patios) en caso de que faltase presupuesto, que no faltó. Todo
esto lo sigue narrando, desde dentro, Richard Rathbun (1905: 296), biólogo que pronto
dedicaría otro libro al nuevo museo. Ahí explica cómo pasaron a él los departamentos de
historia natural y se habilitó un espacio, no previsto en principio, como National Gallery
of Art para colgar los cuadros de la “colección de arte” (“art collection”, “picture gallery”),
mientras que los dos ediÅcios anteriores quedaron dedicados a “las artes e industrias y
la historia americana” (“the arts and industries and American history”); eso y que su emplaza-
miento frente al Castle, en el borde meridional del Mall, seguía cayendo dentro del terre-
no originalmente reservado y deÅnido como Smithsonian Park, entre las calles Séptima
y Duodécima (Rathbun, 1913: 7, 113).
Llegados a este punto, se abren dos temas clave. Por un lado, la visualización de
una National Gallery of Art dentro del National Museum, más bien una pesadilla que
se prolongaría durante décadas (Åg. 2). Por otro, la construcción del ediÅcio, el primero
tras el decisivo Senator McMillan Plan. El Plan del Senador McMillan fue redactado
por una comisión (Park Commission) que recorrió las principales capitales europeas en
1901 para comprender mejor las raíces y modelos del diseño original. En su cuarto
punto, el documento establecía que, en la cara norte del Mall, solo se construyeran mu-
seos y otros ediÅcios contenedores de colecciones con interés público, pero no ediÅcios
ministeriales (departamentales), que se concentrarían al norte de la Casa Blanca (los
ejecutivos) y junto al Capitolio (los legislativos); más adelante, precisaba que las áreas de
más de 122 m (400 pies) de ancho adyacentes a las calles B Norte y B Sur (las actuales
Constitution e Independence Avenues, las que delimitan el Mall) y entre el Capitolio y el
Monumento a George Washington (sencillamente, “el Monumento”, el obelisco), o sea,
el Mall sin contar su ampliación hacia el río Potomac, proporcionaban localizaciones
258
Partenogénesis y alunizajes. Museos y galerías en el Mall de Washington, D.C.
Figura 2. Planta alta del Natural History Building del U.S. National Museum (actual National
Museum of Natural History) con indicación de la superÅcie ocupada por la National Gallery
of Art hacia 1922, 16 de octubre de 2015. Fuente: J. Gómez a partir de Smithsonian Institution
Archives. RU 311, Box 25, Folder 28
4
“La primera estructura construida conforme al plan de 1901 fue el Ministerio de Agricultura.
El siguiente fue el Museo de Historia Natural” (informe de William T. Partridge, arquitecto
consultor, 21 de octubre de 1938, en U.S. Commission of Fine Arts. Minutes, 15 de noviembre
de 1938, Exhibit G-1).
259
Javier Gómez Martínez
proponía un ediÅcio, luchaba con todas sus fuerzas para asegurarse de que fuera “roma-
no, más que francés contemporáneo” (Kohler, 2007: xii). Con ese nombre, la comisión
juzgaba y orientaba aspectos como la composición y la ornamentación, no solo la in-
trínsecamente arquitectónica, la que velaba por la armonía exterior del conjunto, por la
unidad, sino también la escultórica y pictórica subsiguiente5.
5
Las reuniones de la Commission of Fine Arts continúan celebrándose mensualmente y poseen
un carácter público. Sus detalladísimas actas (Minutes) proporcionan una información preciosa.
Sobre su desarrollo histórico, vid. Kohler, 1996; Luebke, 2013. Las actas desde octubre de 2002
están publicadas electrónicamente. Página oÅcial de Commission of Fine Arts. Disponible en https://
www.cfa.gov/records-research/record-cfa-actions (última consulta 29 de diciembre de 2015).
260
Partenogénesis y alunizajes. Museos y galerías en el Mall de Washington, D.C.
a plain wall surface”)6. Tras aplicar esa enmienda, los planos volvieron a pasar el mes
siguiente, en dos versiones, con y sin pilastras, ambas ya aprobadas por los patronos
o regentes de la Smithsonian Institution. En esos momentos, presidía la CFA Charles
Moore, unánimemente considerado clave por la historiografía, no solo porque formara
parte y editara las conclusiones de la McMillan Park Commission, como él mismo la
denominó para resumir los caracteres del “Mall Plan” deÅnido en 1901. Y es que estaba
en la sala también un representante de la hermana National Capital Park and Planning
Commission (NCPPC), que protestó porque las alas previstas rebasaran las líneas del
ediÅcio original y Moore recordó que también antaño se había permitido una proyec-
ción más acusada de los dos pórticos del ediÅcio existente; como se acababa de excusar
el proyectista y recogió la resolución, esa pequeña licencia daba carácter al ediÅcio, y así
se aceptó y aprobó la propuesta de los dos “pabellones” (“pavilions”)7.
6
U.S. CF. Minutes, 2-3 de noviembre de 1931, 4 y Exhibit C.
7
U.S. Commission of Fine Arts. Minutes, 17 de diciembre de 1931, 9 y Exhibit E. Moore presidió
la CFA entre 1915 y 1937 (Kohler, 1996: 51).
261
Javier Gómez Martínez
parcelas rectangulares (las habituales) ediÅcios trimembres que, en algunos casos (como
el de la ocupada por ese museo), llegaban a disociar la fórmula en un combo de ediÅcio
central rectangular y un pabellón exento a cada lado (Moore, 1902: 28). El tamaño sería
un aspecto recurrentemente evaluado por la comisión. Lo comprobaremos sin cambiar
de proyecto, porque la NCPPC volvió a la carga con la cuestión del respeto de las distan-
cia a las líneas de acera en julio de 1938 y, aunque se solicitó nuevos dibujos al arquitecto,
quien compareció tres meses más tarde, en octubre, fue otro, el “arquitecto supervisor”
Louis Simon, que comenzó sacando a colación a un colega del que se llevaba hablando
mucho a cuenta de otro proyecto paralelo: dijo que, hacía unos años, John Russell Pope
(ya difunto) le había sugerido que el museo quedase a la misma distancia de la calle No-
vena que la que separaba a la National Gallery (en las primeras fases de construcción)
de la Séptima. A la CFA le daba lo mismo porque la distancia entre ambos ediÅcios era
considerable, pero lo cierto es que la parcela entre ambas calles estaba declarada no edi-
Åcable en 1937, cuando consta que también se había barajado para la National Gallery
of Art (Senate Committee on Public Buildings and Grounds, 1937: 34); el caso era que
toda la franja entre ambas calles, de norte a sur del Mall, estaba reservada para parterres,
fuentes y bancos en el Plan de 1902 (Moore, 1902: 45) y aún iba a tener que madurar
su conÅguración deÅnitiva, según seguiremos viendo. Las dos comisiones quedaron en
reunirse otra vez en noviembre. La nueva propuesta, más compacta porque el museo no
quería renunciar a ganar la máxima superÅcie, le pareció “demasiado grande y masiva
para el Mall” (“too large in mass for the Mall”) al nuevo presidente de la CFA. No era ya
Moore, sino Gilmore D. Clarke, pero defendió el ediÅcio original, completo y unitario en
sí mismo y en su propio estilo, de modo que, aunque las formas fueran respetadas, el blo-
que central, incluso con la cúpula, quedaría fuera de escala. Asimismo, evocó a Charles
Follen McKim, principal autoridad arquitectónica del plan de 1901 y responsable de la
concepción del Mall como una serie de ediÅcios pequeños (“a series of small buildings”) que
nunca competirían en escala con el Capitolio ni con el Monumento y tan espaciados en-
tre sí que las intersecciones de calles no formasen un hiato en el ritmo de ediÅcios blancos
(“white buildings”) y separaciones de follaje verde8. Esgrimía un informe entregado un mes
antes por el arquitecto consultor William T. Partridge, ya citado, en el que reconocía
que, tal y como se construyó, el actual Natural History Museum torpedeó (“wrecked”) la
secuencia de McKim aun antes de empezar, porque supuso un ediÅcio grande en vez de
tres pequeños, algo que sí respetaba el diseño de la National Gallery of Art, que parecía
inspirado, al menos en cuanto a masa, por las propuestas del propio McKim9. El tema
siguió coleando al menos otro año más y, como hemos visto, reapareció con nueva y deÅ-
8
U.S. Commission of Fine Arts. Minutes, 28 de julio de 1938, 12; 15 de octubre de 1938, 11; 15
de noviembre de 1938, 7-8.
9
U.S. Commission of Fine Arts. Minutes, 15 de noviembre de 1938, Exhibit G-1 (21 de octubre
de 1938).
262
Partenogénesis y alunizajes. Museos y galerías en el Mall de Washington, D.C.
nitiva faz décadas más tarde, pero nosotros lo dejamos aquí para ir al otro gran proyecto
arquitectónico de aquellos últimos años treinta, aún más polémico, que acaba de quedar
citado: la actual National Gallery of Art.
3. Artes intrusivas
A partir de lo apuntado para el nacimiento de la Smithsonian Institution, el origen del
departamento artístico resulta menos asertivo que el del cientíÅco. La bibliografía que
se ha ocupado de historiar el origen de la National Gallery of Art sigue una línea muy
precisa, establecida por Richard Rathbun (1909: 11), quien, en tanto se construía el
nuevo ediÅcio del U.S. National Museum, el que acabamos de ver, le dedicó otro libro
al Departamento de Bellas Artes, que se fue deÅniendo a partir de la entrada de colec-
ciones particulares modestas al principio pero cada vez más importantes, empezando
por una de estampas y destacando, ya desde esos primeros momentos, un especial in-
terés en los retratos por lo que respecta a pintura, las manifestaciones, de nuevo, más
aplicables. Si detrás de las colecciones cientíÅcas (las del “museum”) se hacía evidente un
interés aplicado al desarrollo económico y comercial, a las colecciones artísticas (las de
la “gallery”) cabía imprimirles un sesgo en esa misma dirección, aunque no fuera tan
evidente, aunque se tratara de obras sencillamente disfrutables por su belleza. Así, una
galería nacional de arte inspiraría a toda la nación para ponerse a la cabeza del mundo
en literatura, en arte, en todas las empresas tan nobles del género humano, del mismo
modo que estaba llamada a ir a la cabeza del comercio internacional (“A national art
gallery”, 1903: 4). Se trataba de un beneÅcio mucho menos tangible, pero eso era lo que
se podía leer en alguno de los muchos medios que se hicieron eco de la intención de J.
Pierpont Morgan de importar desde Londres su colección de, entre otras cosas, “pintu-
ras, estampas y minerales” siempre y cuando llegase a un acuerdo con el Gobierno en
materia de los impuestos asociados a la operación, para crear una galería nacional en
Washington, D.C.; costearía, incluso, la construcción de un ala con su nombre en ella,
quizás en la Corcoran Gallery (“For a national gathering”, 1903: 2), la galería privada
pero postulante a nacional localizada al oeste de la Casa Blanca, en la misma zona
donde Franklin W. Smith había planeado construir, inmediatamente antes, su propio
proyecto de una galería nacional de historia y arte, según vimos. Ya sabemos que la
idea de Morgan, que también incluía a Nueva York en sus magnánimos planes, acabó
de otro modo, feliz, pero el caso es que estos dos intentos no suelen Ågurar en la historia
oÅcial de la National Gallery of Art. A Smith sí lo reconocía como precedente John
Walker (1995: 20), al historiar la National Gallery of Art de la que era director, la que
hoy conocemos en el Mall.
263
Javier Gómez Martínez
10
U.S. Commission of Fine Arts. Minutes, 16 de septiembre de 1954, 11.
264
Partenogénesis y alunizajes. Museos y galerías en el Mall de Washington, D.C.
11
“The Great Need of a National Gallery Building./ Statement made to the Secretary of the
Smithsonian [Charles D. Walcott] by the Director/ of the National Gallery of Art [William
H. Holmes],/ June 16, 1922.” (Smithsonian Institution Archives. RU 311 “NCFA, Oٻce of
the Director, 1892-1975”, Box 25, Folder 28 “Proposals for a National Gallery of Art, 1901,
1916-1917, 1920-1923, 1925, 1927, 1936-1937, 1948, 1950, 1952, and undated”). La campaña
de reivindicación fue muy intensa en esos años, incluyendo medidas como la comparecencia en
programas de radio, en 1923 (vid. Fink, 2007: 183, n. 36).
265
Javier Gómez Martínez
una “National Gallery of Art” que incluyera la “National Portrait Gallery” y las colecciones
de historia (“history collections”) del “United States National Museum”, es decir, un museo de
arte e historia12. Nada se hizo. La agrupación de estructuras, algo en lo que el McMillan
Plan se había esforzado especialmente, era ya difícil, cuando no gravosa, llegados a un
punto. En el principio absoluto, cuando se delimitó el Smithsonian Park corriendo de
norte a sur del Mall, se construyó un museo a cada lado, pensando en ambos casos en
colecciones cientíÅcas. Las bellas artes eran inapreciables frente a las ciencias y, al pare-
cer, no se contó con que llegaran a tener existencia autónoma. Y aunque ya se habían
independizado de las ciencias, todavía, por lo que acabamos de ver, necesitaban hacerlo
respecto de la historia.
12
U.S. Commission of Fine Arts. Minutes, 23 de abril de 1924, 8-9 y Exhibit F.
266
Partenogénesis y alunizajes. Museos y galerías en el Mall de Washington, D.C.
los que necesitaba aclaración antes de reunirse con los regentes, recurriendo una y otra
vez a la Freer Gallery (entendida en su momento por su fundador como “una unidad de
la National Gallery of Art”) a modo de término de referencia; las respuestas anotadas
a lápiz en lo que parece un borrador fueron “no”, a la capacidad de la Smithsonian
Institution de vetar a un director declarado non grato, y “ninguna” a su autoridad sobre
cualquier director13 .
A la vista de esa incompatibilidad pero a la vez de la “excelente conexión entre la
Smithsonian Institution y esta National Gallery of Art”, otro tipo de asociación se llegó
a plantear desde el entorno de Mellon: una semejante a la que permitía en París que
ciertas obras de artistas vivos pasaran del Musée du Luxembourg al Musée du Louvre al
cabo de un tiempo o a la que existía, en Londres, entre la Tate y la National Galleries14,
pero sin limitarse a pintura y escultura; de ese modo, podrían “montar otra galería de
arte con líneas diferentes”, a lo que Pope había ido apostillando un rotundo “Exacta-
mente” (House Committee on the Library, 1937: 31-32). Las galantes palabras del equi-
po del coleccionista seguían arrastrando una nada desdeñable dosis de manipulación. Si
alguien conocía la esencia del Mall, ése era Charles Moore, presidente (Chairman) de la
CFA, que acababa de intervenir minutos antes para recordar que el proyecto de ley que
estaba a punto de ser aprobado no solo Åjaba el solar de la National Gallery (entre las ca-
lles Séptima y Cuarta en su vertiente norte) sino que reservaba para su futura ampliación
el extremo oriental de esa franja (entre la Cuarta y la Tercera). Eso le permitía aÅrmar,
con evidente satisfacción, cómo
Durante los últimos 36 años el plan de 1901 ha sido resuelto lentamente y está ahora
virtualmente completado. En el último plan se aconsejó que los espacios a lo largo de la
cara norte del Mall, mirando al parque central del área, fueran asignados a ediÅcios en
los que el público está generalmente interesado, como galerías y museos. Siguiendo esa
política, el gran National Museum fue construido en el lado norte del Mall, en frente
de la Smithsonian Institution, y la más pequeña Freer Gallery fue construida en el lado
sur, junto a la Smithsonian. Por último, las localizaciones restantes serán probablemen-
te utilizadas para museos o Ånes análogos como una galería nacional de retratos, un
museo de historia americana y un museo dedicado a la ciencia y la invención
(House Committee on the Library, 1937: 22)
13
Smithsonian Institution Archives. RU 000046, Box 47, Folder “NGA Administrative
correspondence, 1937-1949”, 4 de junio de 1937 (3 ٺ.). Cfr. Fink, 2007: 80.
14
Vid. Fink, 2007: 94, 136. La tensión entre maestros antiguos internacionales y contemporáneos
nacionales fue habitual, también en la ya citada Corcoran Gallery, de arte americano (Lorente:
2008: 53).
267
Javier Gómez Martínez
Una galería solo de retratos no era el tipo al que su amigo Mellon se refería. Seguía
y seguiría quedando fuera, porque ese abanico de museizables se repetiría en 1946, con el
agravante, si acaso, de que incluso los retratos se habían caído del plantel (Fink, 2007:
103). Pero, a la vista de la documentación generada a su alrededor, la National Gallery of
Art de Mellon catalizó la conÅguración del Mall tal y como hoy lo conocemos, culminan-
do una década, la de los años treinta, especialmente intensa. Eso ocurrió con la puesta
en marcha, casi en paralelo, de la Smithsonian Gallery of Art, que no pasó de proyecto
pero clariÅcó el destino de los últimos grandes solares disponibles.
Por lo que respecta al ediÅcio promovido por Mellon, que ocupa dos parcelas del
Mall (Åg. 6), todo lo que lo rodea posee el sabor agridulce de un otoño o la belleza de
un crepúsculo, no solo por lo que acabamos de leerle a Charles Moore, que fue pieza
clave en ello. Son bien conocidas sus fuentes de inspiración (Bedford, 1998: 186-200) y
la pugna en que una nueva generación de arquitectos dentro de la CFA insistió en sim-
pliÅcar el proyecto (menos ornamentación, nada de cúpula), es decir, clasicismo frente
a racionalismo (Wilson, 2002: 143-167; Luebke, 2013: 146-150). La tormenta se veía
venir desde el momento en que el acta correspondiente a la reunión de la CFA del 29 de
enero de 1937, extraordinariamente celebrada en casa de Mellon para ver los dibujos
preparatorios (“cabinet drawings”) remitidos por Pope, aceptó de manera informal (“infor-
mally agreed”) el emplazamiento (condenando la calle Sexta), la estructura en dos plantas
y, asimismo, aunque cuestionó importantes factores en el diseño, estuvo conforme con
que el ediÅcio fuera “clásico”, pero tachando el suÅjo “al”15: una cosa era un ediÅcio de
calidad y estilo tradicional, conformado al de la ciudad (classic), y otra un revival clásico
(classical). Poco después, en la audiencia del 17 de febrero, Pope aÅrmó que esa galería
“será el mejor ediÅcio construido nunca” y que había tenido en cuenta la arquitectura
del entorno, lo que signiÅcaba que “seguirá las mejores tradiciones de la arquitectura
americana que tenemos”, pero lo cierto era, como Moore hubo de precisar minutos
antes, que todavía tendrían que volver sobre el proyecto porque lo que la comisión había
aprobado era un “plan general del ediÅcio” (House Committee on the Library, 1937: 23;
Senate Committee on Public Buildings and Grounds, 1937: 35). Ese retorno se prolongó
aun después de que fuese aprobada (el 24 de marzo) la ley que confería estatus legal a
la nueva galería. Los críticos no querían más cúpulas pero querían, en cambio, una es-
calera monumental en el interior. Pope respondía con los nueve ediÅcios cupulados que
representó en su plano McKim, a quien decía haber visto hasta cinco veces por semana
entonces, y casi acababa testando: “Mi intención fue hacer un ediÅcio clásico [classical]
utilizando el orden jónico con columnas sin acanaladuras. He puesto tal interés personal
15
Le acompaña una versión corregida del mismo documento (U.S. Commission of Fine Arts.
Minutes, 29 de enero de 1937, s/p). Sobre el ideal estético deÅnido por el arquitecto Charles
Follen McKim en el Plan de 1901, vid. Wilson, 2008: 27-40.
268
Partenogénesis y alunizajes. Museos y galerías en el Mall de Washington, D.C.
en el diseño que estoy preparado para decir que estaría encantado de construir este edi-
Åcio y morir con él”16. Unos días más tarde, Fiske Kimball, historiador cercano a Pope,
publicaba una carta abierta reconociendo que la arquitectura clásica americana estaba
muriendo y se desvanecería tras un ediÅcio más, que McKim estaba muerto y que Pope
era el último de esos hombres (Wilson, 2002: 153). Pope falleció en agosto de ese mismo
año (Bedford, 1998).
La política de hechos consumados (o Årmados, por el Presidente), salvó la cúpula,
pero no deja de resultar contradictorio el empeño en suprimirla cuando, por otro lado,
se demanda un aparato tan desfasado como una escalera monumental (¡frente a la mo-
dernidad de los ascensores previstos por Pope ), de la que recordaremos cómo el National
Museum (Natural History) había prescindido conscientemente décadas atrás. Respecto
a la cúpula, es cierto que lo que no querían los comisionados era generar un rosario de
ellas en Mall, pero, a la vez, demostrando que las decisiones son hijas de su tiempo y
también de sus sujetos, habría de llegar el proyecto del National Museum of American
Indian, en 1995, para que un comisionado pidiese una cúpula más elevada que la dise-
ñada y Ånalmente construida (Kohler, 1996: 226).
U.S. Commission of Fine Arts. Minutes, 8 de abril de 1937, 3-10. Vid. Thompson, 1992: 32-33
16
Las simetrías entre ambas galerías iban mucho más allá de la localización, con ser esa
cuestión elocuente como ninguna, y el estilo (Luebke, 2013: 148). Administrativamente,
la fórmula público-privada propuesta por Mellon17 ha sido comparada con la del Me-
tropolitan Museum of Art, donde la Ciudad de Nueva York aporta el solar y el ediÅcio
pero la corporación del museo posee y administra las colecciones (Fink, 2007: 81). Otra
fórmula Ånanciera explícitamente sugerida para la segunda galería fue la del Museum
of Modern Art que estaba siendo construido a la sazón en Nueva York18. Frederic A.
Delano, responsable de esa idea, había participado en las dos sesiones o hearings de 1937,
defendiendo en todo a Mellon (el suyo ha sido un regalo como ningún otro jamás y “he-
mos de estar dispuestos a hacer algunas concesiones”, House Committee on the Library,
1937: 17), si bien nunca fue preguntado por el ediÅcio. Apenas un año más tarde se des-
tapaba como el principal promotor de un proyecto racionalista, proponiendo a Hudnut19
para coordinarlo y apelando, no por casualidad, a razones eminentemente económicas
para optar por la vía racionalista. En la búsqueda de un ediÅcio barato, solicitó la des-
cripción técnica del Mariners’ Museum de Newport News (VA), un ediÅcio nuevo y ra-
cionalista integrado en un parque, sin ventanas, alargado en su única planta y construido
17
Construcción del inmueble, colección y gestión privadas, así como los sueldos de director, subdi-
rector, conservador y secretario, pero no el resto de los sueldos ni el mantenimiento del ediÅcio,
que correspondería al Congreso, como en el caso de las restantes unidades de la Smithsonian
Institution (Senate Committee on Public Buildings and Grounds, 1937: 7).
18
Carta de Frederic A. Delano, regente de la Smithsonian Institution y presidente de la National
Capital Park and Planning Commission, a Charles G. Abbot, Secretario de la Smithsonian
Institution, 17 de octubre de 1938 (Smithsonian Institution Archives. RU 000046, Box 50,
Folder “Smithsonian Gallery of Art. General Correspondence, 1938”, 2).
19
Carta de Frederic A. Delano a Charles G. Abbot, de 13 de agosto de 1938, explicándole cómo
no conocía a Hudnut más que por su reputación como iconoclasta dentro de la profesión, pero
que había leído el artículo adjunto y se había encontrado a sí mismo de acuerdo con muchas
de sus palabras, por lo que creía que debían escuchar a hombres como él en el asunto de su
“Smithsonian Gallery of Modern Art” (Smithsonian Institution Archives. RU 000046, Box 50, Folder
“Smithsonian Gallery of Art. General Correspondence, 1938”). El crítico desaprueba la imita-
ción de los estilos del pasado, lógicamente, incluida esa “muerte arquitectónica conocida como
el classic revival”, al que pertenece la arquitectura georgiana, una decoración envolvente “justa-
mente popular en tanto que mascarada” en aquellos momentos (Hudnut, 1938: 9). Unos meses
antes, precisamente, la CFA había hecho frente a varios proyectos para escuelas en el Distrito
de Columbia, todos ellos ajustados al mismo “tipo georgiano” seguido hasta entonces: pese a las
protestas de los vecinos, el arquitecto Nathan C. Wyeth, al que conocemos por el proyecto de
ampliación del Natural History Museum en 1931, proponía un diseño “modernista” para uno
de ellos, mucho más barato y respaldado por la falta de fondos; había que economizar al máxi-
mo en época de recortes en los presupuestos públicos, de modo que “frontones, cornisas y teja-
dos inclinados han de ser reducidos hasta el mínimo” (U.S. Commission of Fine Arts. Minutes,
27 de septiembre de 1937, 5 y Exhibit D). A Pope, holgadamente pagado con dinero privado, se
le pediría contención por razones estilísticas, según hemos visto ya.
270
Partenogénesis y alunizajes. Museos y galerías en el Mall de Washington, D.C.
20
Carta de W. Gatewood, director (Manager) del museo, a Frederic A. Delano, presidente
(Chairman) de la NCPPC, 28 de febrero de 1938 (Smithsonian Institution Archives. RU 000046,
Box 50, Folder “Smithsonian Gallery of Art. General Correspondence, 1938”).
21
“A Tentative Memorandum In Re/ The Proposed Gallery of Modern/ and Other Art Which
Has Just/ Been Authorized by Act of Congress/ By Frederic A. Delano/ April 25, 1938”
(Smithsonian Institution Archives. RU 000046, Box 50, Folder “Smithsonian Gallery of Art.
General Correspondence, 1938”, 3. Al director de la Freer Gallery, J. E. Lodge, en carta a
Charles G. Abbot, secretario de la Smithsonian Institution, con fecha de 8 de junio de 1938
(ibíd.), le parecía bien un ediÅcio susceptible de ser construido en fases (“piecemeal”), pero le re-
sultaba disparatado uno de carácter tan provisional (“a ready-cut bungalow of the so called exposition
type”). Cfr. Fink, 2007: 96 (y 202 del manuscrito).
22
Previsto para que lo introdujera el senador Walsh, lo había redactado Charles Moore, como
presidente en funciones (Acting Chairman) del Comité de la Smithsonian National Gallery Art
Commission. Con fecha de 19 de abril de 1937, se lo enviaba Charles L. Borie Jr. (presidente
de la comisión misma y favorable a esta otra denominación según otros documentos) al ar-
quitecto Stephen F. Voorhees para consultarle sobre los puntos referidos al diseño, mediante
concurso, y la construcción, a cargo del arquitecto supervisor del Departamento del Tesoro
(Smithsonian Institution Archives. RU 000046, Box 50, Folder “Smithsonian Gallery of Art.
271
Javier Gómez Martínez
General Correspondence, 1935-1937”). Borie era uno de los tres arquitectos de la CFA Årman-
tes de una carta muy crítica con los dibujos preliminares de Pope para la National Gallery of
Art, fechada el 31 de marzo de 1937 y discutida en la reunión del 8 de abril, con el acusado res-
pondiendo punto por punto y de viva voz a las críticas contenidas en la misiva, como ya vimos
(U.S. Commission of Fine Arts. Minutes, 8 de abril de 1937, 1-12 y Exhibit A).
272
Partenogénesis y alunizajes. Museos y galerías en el Mall de Washington, D.C.
Los problemas para deÅnir los contenidos de la segunda galería también afectaban,
en cierto grado, al menos, a la elección de su emplazamiento: el formato “museo” en-
cajaba mejor en el solar al oeste del Museum of Natural History; el formato “galería”,
en el frontero respecto a la National Gallery of Art, que fue el Ånalmente asignado.
Presuponiendo ese matiz diferencial, tiene sentido la sorpresa con la que el secretario
de la Smithsonian Institution, Charles G. Abbot, se dirigía a Delano en febrero de 1938,
recordándole que de lo que estaban tratando era de un ediÅcio nuevo para tres tipos
de contenidos artísticos (la National Collection of Fine Arts, los retratos nacionales y
el arte contemporáneo), que por muy congestionadas que estuvieran las salas de arte
habilitadas en el Natural History Museum, las alas previstas para la ampliación de este
último estaban solo pensadas para los no menos colapsados almacenes y laboratorios,
que las solicitudes para “el” Museum of Industry and Transportation no eran menos
apremiantes y que los regentes (ente los que se incluía el propio Delano) llevaban quince
años discutiendo constantemente, una y otra vez, la congestión de los “Museums”, pero la
asignación de recursos era aún insuÅciente23. Del mismo modo, en abril y desde su cargo
en la NCPPC, Delano le explicaba a Abbot que el solar del lado norte del Mall estaba
reservado para un ediÅcio costoso, de gran tamaño, para hacer frente a los que tendrá al
otro lado de la calle (el enorme y clasicista Federal Triangle), que contaba con que llegase
a ser el ediÅcio que ilustrara la historia del transporte por tierra y mar y que, en Ån, de lo
que ellos estaban hablando era de una “Smithsonian Gallery of (contemporary) Art”24, es decir,
del proyecto racionalista y pegado al suelo para el solar del Sureste que ya conocemos,
enfáticamente identiÅcado con el arte contemporáneo únicamente.
Así las cosas, el proyecto para la galería nunca salió adelante, ni aun en los años cin-
cuenta, cuando aÆoró un renovado interés por él que parece haberse visto perjudicado
por las sospechas de comunismo que acompañaron a los artistas radicales y que también
incluyó intentos de renombrarlo como National Collection of Fine Arts Museum (Fink,
2007: 112, 114-115). Su solar fue adjudicado en 1957 al futuro Air and Space Museum
(inaugurado en 1976), un año antes de que a la National Collection of Fine Arts le fuera
asignado el Patent Oٻce Building, al que se trasladó desde el Natural History Museum
como Smithsonian American Art Museum y National Portrait Gallery (1968); para
ello, los objetos de cerámica y las estampas fueron traspasados al Museum of American
History and Technology (National Museum of American History, inaugurado en 1964)
en el otro gran solar, el del Noroeste, que le había sido asignado en 1955 (ibíd.: 116-122).
Paralelamente, la histórica Renwick Gallery, en las inmediaciones de la Casa Blanca,
era transferida a la Smithsonian Institution para reabrir en 1972 como una sucursal
23
Carta de 21 de febrero de 1938 (Smithsonian Institution Archives. RU 000046, Box 50, Folder
“Smithsonian Gallery of Art. General Correspondence, 1938”.
24
Carta de 21 de abril de 1938 (Smithsonian Institution Archives. RU 000046, Box 50, Folder
“Smithsonian Gallery of Art. General Correspondence, 1938”.
273
Javier Gómez Martínez
25
El Museum of History and Technology fue pensado para “alojar las colecciones existentes en
el ediÅcio de Arts and Industries, que es inadecuado para ello” (U.S. Commission of Fine Arts.
Minutes, 17 de junio de 1954, Exhibit B). La exposición de la tecnología aeronáutica ocupó un
cobertizo en el jardín al sur del Castle entre 1919 y 1975, cuando abrió el actual museo; pronto
se construiría en su lugar el Quadrangle (Ewing, 1992: 4).
26
U.S. Commission of Fine Arts. Minutes, 8 de abril de 1937, 11.
274
Partenogénesis y alunizajes. Museos y galerías en el Mall de Washington, D.C.
Figura 5. National Museum of American History, con la escultura InÅnity, de José de Rivera, y, al
fondo, el National Museum of African Art, 10 de octubre de 2015. Fuente: J. Gómez
placado para cubrir los cubos en que se fragmenta el volumen construido, alternado con
franjas más bajas de cristal tintado; sacó provecho, dice la empresa, de su experiencia en
la construcción de centros comerciales, es decir, shopping malls27.
27
Página oÅcial de HOK. Disponible en http://www.hok.com/about/timeline/telling-a-story-of-
leadership-in-Æight-and-space-exploration (última consulta: 2 de diciembre de 2015). Detalles
de los debates de la CFA y de las variaciones del proyecto en torno al concepto de fragmentación
del volumen en pabellones, entre 1964 y 1975, en Luebke, 2013: 268-270. La expresión shopping
mall se documenta desde comienzos de los años sesenta al menos (Simpson y Weiner, 1989: 269).
275
Javier Gómez Martínez
Figura 6. National Gallery of Art. West y East Buildings desde el Hirshhorn Museum and
Sculpture Garden, 30 de octubre de 2015. Fuente: J. Gómez
jado en reserva junto al primero (Harris, 2013: 131, 134). Sobre este segundo ediÅcio se
ha escrito tanto o más que sobre su antecesor: la suya fue una celebridad instantánea,
un evento (Canty, 1979: 105). Para el tipo de cuestiones que llevamos tratadas aquí, nos
resultarán muy esclarecedoras algunas de las muchas palabras escritas por John Carter
Brown, subdirector y director de la National Gallery of Art durante el proceso, que
tenía muy claros dos principios a los que el arquitecto respondió con genialidad: quería
un ediÅcio no “Classical” pero sí “classic” y, además, con sentido de pabellón (“in a sense,
a pavilion”), de arquitectura doméstica y de exposición universal, igual le daba (citaba
la Expo’67 de Montreal y el Museo Poldi-Pezzoli de Milán como sus principales refe-
rentes) porque lo que le gustaban eran los ediÅcios pequeños (Brown, 2002: 279, 293).
Lo primero tiene que ver con el debate estilístico que ha quedado anotado. Lo segundo
ayuda a comprender, en parte al menos, la insistencia con que el formato pabellón ha
aparecido y aún habrá de aparecer asociado al Mall. Podemos intuir que era consciente
del desajuste de tamaños entre continente y contenido apreciable en el West Building
y reivindicaba la sensibilidad espacial privada, característica de una sociedad tendente
a desconÅar de los mensajes de la monumentalidad, tan europea en cambio. También
merecería una explicación el hecho de que las más que evidentes notas que anteceden a
la ampliación del Musée du Louvre (desde los tetraedros de cristal brotando de la plaza
hasta las escaleras de caracol, pasando por las comunicaciones bajo la plaza pública)
hayan recibido tan poca atención que incluso en las actas del simposio que celebró su
vigésimo aniversario quedó fuera el paper que tendría que haberlo hecho, dedicado a los
276
Partenogénesis y alunizajes. Museos y galerías en el Mall de Washington, D.C.
Grands Travaux de París (Cropper, 2009: 10); todo lo que la galería de Mellon tuvo de
francesa (no todo fue Londres) e incluso más lo tuvo el Grand Louvre de norteamerica-
no, no solo en lo arquitectónico, pero eso no cabe ahora.
Por accesorio que resulte, hablábamos de recubrimiento. El siguiente ediÅcio en su-
marse al Mall iba a tener al lado al Air Museum, “rosa para casar con el Mellon”, pero
sus autores preÅrieron un mármol más cálido y claro, clásico como ninguno, el traver-
tino, aunque hoy lo veamos con hormigón bruto por imposiciones presupuestarias. Se
trataba del Hirshhorn Museum and Sculpture Garden, diseñado por Gordon Bunshaft,
de los neoyorquinos Skidmore, Owings and Merrill, y ese mismo año, 1967, coincidía
en el orden del día de las reuniones de la CFA con otro proyecto de la misma Årma,
pero de su oÅcina en San Francisco, relacionado con él, el National Sculpture Garden.
Aparte del detalle del recubrimiento, otras características fueron precisadas a demanda
de los miembros de la comisión, la principal, que la conformación a partir de dos círculos
excéntricos (la rosquilla, “doughnut”, ya era su metáfora) constituía una fuerte forma es-
cultórica que acentuaba un eje transversal ya conocido a través del Mall, entre las calles
Séptima y Novena, por el que discurriría el jardín rehundido incluido en su nombre; el
equivalente, en el otro extremo del eje, lo constituiría otro jardín escultórico, el admi-
nistrado por la National Gallery of Art28. Su autor siempre quiso verlo como una pieza
escultórica y no como un ediÅcio minimalista y, en su carácter, “casi clásico”, enfrentado
al muy clasicista volumen del National Archives Building, que es lo que sobresale por en-
cima del extremo norte, ya fuera del Mall (Wilson, 2002: 163). Esa plasticidad se hizo aún
más evidente, si cabe, en cualquiera de las posibilidades de ampliación que, entre 1986
y 1989, barajó el equipo The Architects Collaborative (Cambridge, MA), no realizadas
(Åg. 7): todo cuerpo prismático añadido al cilindro, incluso sin llegar a rozarlo, le resta-
ría expresión29; el caso es comparable con la sí realizada ampliación del Guggenheim
Museum de Nueva York, justo después (1989-1992)30. Por otra parte, hemos de conside-
28
U.S. Commission of Fine Arts. Minutes, 20 de junio de 1967, 5 y Exhibit S1, 77-78, 84. Cit.
Luebke, 2013: 265. OÅcialmente, museo y jardín han de ir siempre juntos en el nombre, pero,
durante la tramitación del proyecto, los miembros de la CFA se referían a él a menudo, senci-
llamente, como “gallery”, ya que la colección lo era de escultura y pintura principalmente y el
muro exterior se había dejado ciego para colgar cuadros al interior. Podría decirse que se trata
de una galería, en el sentido arquitectónico del término, que se muerde la cola.
29
Smithsonian Institution Archives. Accession 04-156, Box 1, Folder “Floor Plans”. Tras el falle-
cimiento del coleccionista, el museo recibió el resto de su colección en 1986; Ånalmente, se ganó
espacio expositivo remodelando la planta subterránea. Vid. Página oÅcial de Smithsonian Institution.
Disponible en http://sirismm.si.edu/EADpdfs/SIA.FA97-044.pdf (última consulta: 30 de dic-
iembre de 2015).
30
Página oÅcial de Guggenheim Museum New York. Disponible en http://www.guggenheim.org/new-
york/about/frank-lloyd-wright-building/chronology-1980s (última consulta: 31 de diciembre
de 2015).
277
Javier Gómez Martínez
rar al museo y los dos jardines como prueba del ansia de escultura contemporánea al aire
libre que iba a recorrer el Mall en los años sesenta y setenta y que podemos remontar
hasta 1960, cuando la Smithsonian Institution organizó un programa para colocar cinco
esculturas alrededor del todavía en obras Museum of History and Technology (también
pinturas murales en el interior), si bien entre los siete escultores sugeridos31 no Åguraba
José de Rivera; su obra InÅnity (Åg. 5) fue instalada junto a la puerta principal en 1967 y
fue seguida por otra de Calder en 1968 (Shayt: 2008: 1). La calidad escultórica también
deÅnió, desde un principio, al East Building de la National Gallery of Art (Canty, 1979:
105).
Ya vimos que el plan de 1902 dejaba libre el eje que Æanquean, en el extremo norte,
la National Gallery of Art y el Natural History Museum. Omitía (daba por desaparecido)
el U.S. Army Medical Museum (parte del Armed Forces Institute of Pahology), que tenía
su origen en la Guerra Civil, que ocupaba el extremo sur de ese eje (la esquina sureste del
Smithsonian Park original) y que sí podía verse en los planos reales (Rathbun, 1905: 184-
31
U.S. Commission of Fine Arts. Minutes, 19 y 20 de abril de 1960, 4, 2.
278
Partenogénesis y alunizajes. Museos y galerías en el Mall de Washington, D.C.
185); sí indicaba, justo por debajo, pero ya fuera del Mall, un gran ediÅcio equivalente al
National Archives Building. Ese ediÅcio pendiente (y nunca realizado) lo veía Delano, en
su ya citada carta al Secretario de la Smithsonian Institution en 1938, en forma de pla-
netario y ratiÅcaba el tratamiento abierto “pero para algo monumental” reservado al eje
comprendido entre ambos polos32. La solución Ånal, aprobada en 1966 y culminada en
1974, fue una ingeniosa pirueta en tanto permitió el traslado de la vieja infraestructura
militar33 y su sustitución por un ediÅcio nuevo que actuaba como polo arquitectónico al
sur del eje, invadiéndolo, sí, pero a la vez conceptuándolo como escultura y camuÆán-
dolo en la colección de arte contemporáneo que iba a alojar, la del industrial que le da
nombre: alunizaje perfecto.
Nada fue casual. Dirigía la Smithsonian Institution el todo-inÆuyente Dillon Ripley,
promotor de la construcción de nuevos ediÅcios y de la restauración de otros antiguos
(Dean, 1981: 54-60). Él fue quien más trabajó en convencer a Joseph Hirshhorn, como
tuvo ocasión de explicar en el hearing correspondiente, celebrado en 1966. Allí, remon-
tándose a 1938 y sacando a colación al arquitecto Saarinen, presentó el nuevo museo
como la respuesta a la promesa incumplida de una Smithsonian Gallery of Art que
equilibrase a la de Mellon en el terreno del arte contemporáneo, algo que la falta de
presupuesto había impedido llevar a efecto en aquel entonces; más aún, vislumbraba
la continuación de ese eje entre la Séptima y la Novena, el de siempre, fuera del Mall,
hacia el Norte, hasta que al cabo de cinco manzanas alcanzase el Patent Oٻce Building,
donde la National Collection of Fine Arts (actual Smithsonian American Art Museum) y
la National Portrait Gallery estaban a punto de abrir sus puertas (ibíd.: 14-15). Del East
Building de la National Gallery of Art aún no procedía hablar. Valga que la selección de
I. M. Pei (Luebke, 2013: 271) y la gestión de la cesión del terreno se produjeron en 1967
(Walker, 1995: 24), pero también que la galería ya había consultado a Pei en 1963 sobre
futuras necesidades y la recomendación de un diseño para un nuevo ediÅcio (Thomas,
1992: 46). ¿Volvían a pisarse los dos proyectos? Si era así ¿quién pisaba a quién? Ripley,
ornitólogo de formación, lo tuvo meridianamente claro cuando, recién llegado al cargo
en 1964, informó a la National Gallery of Art de sus contactos con Hirshhorn y su in-
tención de establecer un jardín escultórico de Norte a Sur del Mall: la otra parte, siempre
según Ripley, que se consideraba a sí misma la única institución artística en Washington,
que despreciaba las obras de arte de la Smithsonian desde la época de Andrew Mellon
32
Carta de Frederic A. Delano a Charles G. Abbot, de 21 de abril de 1938 (Smithsonian Institution
Archives. RU 000046, Box 50, Folder “Smithsonian Gallery of Art. General Correspondence,
1938”).
33
Se previó la absorción de los objetos museables del instituto por parte de la Smithsonian
Institution para que fueran gestionados por su personal y expuestos de manera apropiada en
una sala especial dentro del Arts and Industries Building (House Committee on Public Works,
1966: 5, 18).
279
Javier Gómez Martínez
y David Finley y que miraba por encima del hombro a los cientíÅcos, corrió a tramitar
su propia legislación y proponer un National Sculpture Garden bajo su administración
(Harris, 2013: 114-115). Desde luego, John Walker, que había formado parte del equipo
fundador de la National Gallery of Art, primero como conservador y luego como direc-
tor, repetía en 1964 que “la obra de arte no es una muestra, ni un documento histórico
principalmente, sino una fuente de placer” (Walker, 1964: 21). Su sucesor en la dirección
de la pinacoteca, el ya citado J. Carter Brown, también presidente de la CFA durante tres
décadas, fue un rival a la medida de Dillon Ripley y, como él, una Ågura de la posmoder-
nidad (Luebke, 2013: 302).
280
Partenogénesis y alunizajes. Museos y galerías en el Mall de Washington, D.C.
34
News Release, enero de 1987, y Publicity Plan, 20 de mayo de 1986 (Smithsonian Institution
Archives. Accession 89-136, Box 1, Folders “Public aٺairs general” y “Sackler symposium”). El
punto de vista del arquitecto, reÅriéndose a la contención de las notas étnicas y al uso del arco
de medio punto vía Freer Gallery, en Park y Carlhian, 1988: 104-109. El National Museum
of African Art contiene los bronces de Benin que Hirshhon coleccionó en tanto que modelos
para los artistas contemporáneos, donados prácticamente todos en 1966. Página oÅcial de National
Museum of African Art. Disponible en https://africa.si.edu/collections/start (última consulta: 29
de diciembre de 2015).
35
A día de hoy, la cabecera institucional ha cambiado a Freer | Sackler Asian Art Museums, como
vimos en la cartelería, o Freer | Sackler. The Smithsonian’s Museums of Asian Art, aunque en
detalle la referencia siga siendo Freer Gallery y Sackler Gallery. Página oÅcial de Freer d Sackler. The
Smithsonian’s Museums of Asian Art. Disponible en ttp://www.asia.si.edu/collections/default.asp
(última consulta: 4 de enero de 2016).
281
Javier Gómez Martínez
282
Partenogénesis y alunizajes. Museos y galerías en el Mall de Washington, D.C.
vamente las comunidades nativas (Spruce, 2004: 16, 24). Con su sinuoso contorno, el
responsable del diseño quiso construir una réplica al anguloso ediÅcio de Pei (Luebke,
2013: 364). Y es que ocupa el solar triangular simétrico respecto al del East Building de
la National Gallery of Art, apuntando al mismísimo Capitolio (Åg. 9).
El año anterior, 2003, había sido creado el National Museum of African American
History and Culture, cuya primera piedra fue colocada en 2012 (National Museum…
2012: s/p.). El proyecto de Freelon Adjaye Bond/Smith Group, elegido por delante de
Ånalistas como Norman Foster, se comporta de manera parlante gracias su “corona” (tal
es la denominación empleada en inglés), inspirada en la estructura de las columnas en
la cultura yoruba36. Se trata de una celosía en forma de triple tronco de pirámide inver-
tido, que es de plástico tintado aunque se previó de bronce, y que envuelve las plantas
centrales. Como de costumbre, la CFA siguió muy de cerca el desarrollo del proyecto,
defendiendo enérgicamente, aunque en vano, el uso de bronce en la celosía y prestando
especial atención a las láminas de agua que, en el exterior, habrán de evocar la travesía
transoceánica de los primeros afroamericanos. Desde su perspectiva, que era la del con-
junto, la comisión entendía que el diseño debía conciliar las relaciones en el contexto del
sitio, “resolviendo la forma platónica del ediÅcio del museo en un paisaje pintoresco, así
como en relación al orden Beaux-Arts del Mall y de los museos de la Smithsonian hacia
el Este” y sacando el mayor partido a su “espectacular proximidad al Monumento”,
según se contiene en una de las actas de 201037. Efectivamente, el museo se asienta a los
pies ya del Monument, y a continuación del National Museum of American History (Åg.
5), donde puede verse, en el ínterin, un avance de sus contenidos; hablamos, claro está,
de nuevas partenogénesis.
Por último y completando la terna poblacional mayor, en 2013 fue elevado al Senado
un proyecto de ley para crear el Smithsonian American Latino Museum, con vistas a ins-
talarlo en el Arts and Industries Building (actualmente cerrado al público) más un anexo
subterráneo (Senate Committee on Rules and Administration, 2013: 2). Salvo quizá el
solar frontero (que no simétrico porque es más pequeño) al último museo enumerado
y otro semejante (también barajado en este caso) en el extremo opuesto, frente al U.S.
Botanic Garden (que no depende de la Smithsonian Institution), el Mall no da más de sí,
espacialmente hablando. La ocupación del viejo ediÅcio victoriano sería una excelente
forma de cerrar no uno sino varios círculos, el de la historia y el de los contenidos, cuan-
do menos.
36
Página oÅcial de National Museum of African American History and Culture. Disponible en http://
nmaahc.si.edu/Building/Finalists (última consulta: 26 de diciembre de 2015). Luebke, 2013:
451.
37
Página oÅcial de U.S. National Commission of Fine Arts. Disponible en https://www.cfa.gov/
records-research/project-search/cfa-16sep10-1 (última consulta: 26 de diciembre de 2015).
283
Javier Gómez Martínez
El baile de solares o parcelas dentro del Mall ha sido uno de los puntos recurrentes
en su conÅguración, hasta el punto de que su historia también podría ser narrada como
una especie de Game of Plots, valga la licencia. Entre las reglas de ese juego —estamos
concluyendo— dos han destacado sobre las demás. Una, esencial, tiene que ver con la
pugna entre ciencias y artes en un marco cultural o mental. Otra, formal, se reÅere a la
expresión arquitectónica, a los múltiples valores y representaciones del clasicismo. Ahí
entran en escena, otra vez, motivaciones tan profundas como las que han antepuesto,
de manera sistemática, la simplicidad (renuncia a excesos ornamentales y/o represen-
tativos) y la funcionalidad (partes operativas aun sin su todo). Hay más, sin duda, como
la que se intuye en el protagonismo de administradores e individuos en general parti-
cularmente formados e inÆuyentes, pero eso daría para una novela y esto no era sino un
capítulo resumen.
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2015).
287
De La Castellana a Madrid Río:
ámbitos de regeneración, intervención y
comunicación artística
Introducción1
En este estudio se realiza un recorrido general de enlace de dos puntos estratégicos que
actualmente forman el perÅl de Madrid: eje Castellana-Recoletos-Prado y los distintos
ámbitos y circuitos que lo conectan con el Madrid Río. Desde un eje de arte privilegia-
do, plataforma de eventos artísticos y celebraciones de todo tipo, de espacio tradicional
de turismo, a lo largo del tiempo se han ido constituyendo trayectos de arte hacia las
periferias. El resultado ha sido una siempre recobrada convivencia entre escultura/ar-
1
“El presente estudio se enmarca dentro del proyecto de investigación Arquitectura, Urbanismo
y Representación en la construcción de la imagen de los Barrios Artísticos (ref. HAR2012-
38899-C02-02).MINECO Convocatoria 2012. Plan Nacional I+D+i. Subprograma de Proyec-
tos de Investigación Fundamental No Orientada”.
289
María Dolores Arroyo Fernández
1. Eje Castellana-Recoletos-Prado
La línea trazada en este apartado recoge dos importantes extremos: desde la Plaza Cas-
tilla a la Plaza del Emperador Carlos V (Atocha). Ámbito extenso y favorecido que
cruza la ciudad, en él se concentra la mayoría de los museos públicos a los cuales se han
sumado otros centros o entidades culturales de distinta naturaleza. Es además espacio
de exhibiciones artísticas temporales, de celebraciones y eventos heterogéneos de matiz
político-cultural-recreativo.
2
Las referencias electrónicas que Åguran al Ånal en Bibliografía, fueron consultadas desde sep-
tiembre 2014 a enero de 2016.
3
Las referencias a los sitios web de centros e instituciones, y otros espacios de artistas o arquitec-
tos, se colocan en nota a pie de página. Asimismo, las de algunos vídeos recogidos en canales de
youtube.
290
De La Castellana a Madrid Río: ámbitos de regeneración, intervención y comunicación artística
En primer lugar, el cambio de uso del Depósito del Canal como Fundación Cultural
comenzó en el 20054, siendo el mayor de sus objetivos el servicio a la sociedad “Desde
su sede, junto a la Plaza de Castilla de Madrid, la Fundación Canal se dirige a la socie-
dad en defensa del agua, como bien cultural, fuente de vida y como recurso escaso y
vulnerable, en el fomento de su gestión sostenible”, como así se describe en su web5, con
el Ån de que los ciudadanos tomen conciencia de la trascendencia social, económica y
ambiental de este recurso. Para ello su acción se concentra en actividades de interés ge-
neral: exposiciones, conferencias, conciertos, foros de debate, publicaciones, abarcando
todos los campos del pensamiento, la cultura, el arte, la historia, las ciencias naturales y
sociales. Con la Fundación Canal, un ediÅcio de arqueología industrial de primeros del
siglo XX se convierte en espacio cultural moderno (Casas, 2005). Consta de aulas, salas
de exposiciones, auditorio para conciertos, conferencias, debates; asimismo integra un
4
En el 150º aniversario de la creación de Canal de Isabel II, se constituyó la Fundación Canal.
5
http://www.fundacioncanal.com/; http://www.cyii.es/ente/historia_6.html
291
María Dolores Arroyo Fernández
gran parque sobre la cubierta del Cuarto Depósito. Muestras como Guerreros de Xi´an en
2004-2005 a la actual, 2015-16, dedicada a Cleopatra y la fascinación de Egipto; pero ante
todo, presta atención especial a todas “las manifestaciones artísticas que nacen de la
relación del ser humano con su entorno”. El abanico de disciplinas y lenguajes es, por
tanto, muy abierto, aunque sin desviarse de su Ån último: hacer que el visitante reÆexione
acerca de los diferentes aspectos que inciden sobre la conservación del medio ambiente
y, en particular, sobre el valor del agua.
En un lado de la Plaza Castilla, al Ånal de la que se llamó Avda. Generalísimo, se le-
vanta desde 1960 el Monumento a José Calvo Sotelo, inaugurado el 13 de julio de 1960,
en el 24 aniversario de su asesinato (Brown, 2014). Este político6 (1893–1936) fue consi-
derado «protomártir de la Cruzada» al ser asesinado poco antes del inicio de la Guerra
Civil. La obra fue encargada por el régimen franquista al arquitecto Manuel Manzano
Monís y Mancebo7 (Sevilla, 1913-Madrid, 1997) y al escultor Carlos Ferreira de la To-
rre (Valdemoro, Madrid, 1914), que en 1970 se trasladó a Tenerife y allí vivió hasta su
muerte en 1990. De material constructivo hormigón armado, en su estética se combina
el monumentalismo constructivo retórico con la vanguardia artística de los años sesenta.
La perspectiva frontal del monumento, mirando a la Castellana, crea con respecto a la
inclinación de las posteriores Torres Kío un perfecto eje de simetría. Varias controver-
sias y opiniones se han vertido sobre dicho monumento, sobre todo en relación con la
inconveniencia, o no, de que éste siga Ågurando en la plaza. Ejemplo de este debate son
peticiones como la Årmada en El País por Carlos Pla y Abogados, al considerar que “ni
la relevancia artística del monumento, ni su escasa originalidad lo hará pasar a la historia
ni su simbolismo” (Pla, 1991).
En 1979 se incorpora la llamada Torre Castilla, construida por la promotora Filasa
para una cooperativa de jueces; un ediÅcio que estéticamente difería de las ya existen-
tes construcciones del Juzgado. Tampoco conectaba, ni formal ni visualmente, con el
resto de inmuebles que conÅguraban el espacio de la Plaza Castilla, llamado “espacio
maldito” en el blog de Farina (Farina, 2008). Con más de 70 metros la Torre de Castilla
destacó por su altura, aunque otras construcciones la han superado. Puerta de Europa, o
Torres Kío8 (1989-1996), dos torres9 acristaladas e inclinadas expresamente hacia el mismo
lugar, simétricas con respecto al eje Castellana. De una manera simbólica, la idea de la
Puerta de Europa sigue la tradición de sellar el área de la ciudad con puertas urbanas.
6
José Calvo Sotelo había recibido una calle Paseo de José Calvo Sotelo, con que se denominó el histó-
rico Paseo de Recoletos. Su nombre original fue recuperado en 1981 siendo alcalde de Madrid
Enrique Tierno Galván.
7
También escritor, se le otorgó el “Premio Europeo a la Reconstrucción de la Ciudad” por su tra-
bajo de recuperación del casco antiguo y del conjunto amurallado de Fuenterrabía (Guipúzcoa).
8
Porque fueron encargo de Kuwait Investments Oٻce.
9
Altura 114,7 m de altura y casi 30 plantas.
292
De La Castellana a Madrid Río: ámbitos de regeneración, intervención y comunicación artística
Se convirtió entonces en uno de los ediÅcios más altos de Madrid, y su visibilidad desde
cualquier punto ha marcado, y sigue marcando, el skype de la capital.
La Torre I fue adquirida por la Caja Madrid (Bankia) y Torre II por Realia. Los ar-
quitectos, Philip Johnson10 (Cleveland, 1906) y John Burgee (Chicago, 1933), socios desde
1967 a 1991, idearon una forma plástica basada en una gráÅca que tenía una inclinación
de 15° del ruso Alexander Rodchenko (1891-1956). Su idea era romper con el concepto
de diseño lineal. Johnson en su visita a las torres en 1996, aÅrmó: “...Hay que acabar con
el ángulo recto si no nos queremos morir del aburrimiento...”, “...Los arquitectos nos
podemos concentrar ahora en la misión de hacer las formas de los ediÅcios que mejoren
al hombre...” 11. La Puerta de Europa, con su entonces extraña estética de estructura
metálica de acero y hormigón, de juego de diagonales, verticales y horizontales, de brillo
intenso del metal, de vidrio oscuro, de cuadrícula roja, se integra al resto de los ediÅcios
de la plaza y al trajín y el paseo diario. En la vida cotidiana del ciudadano se interÅeren
también las esculturas públicas, como la obra de José María Cruz Novillo (Cuenca, 1936)
instalada en 1996 en la puerta de entrada de la Torre II.
A las Torres Kío se sumaron las Cuatro Torres Business Area (CTBA)12, iniciadas en el
2004 sobre terrenos del complejo deportivo del Real Madrid, y terminadas en el 2009. Al
aplicarse el emblema “hacer más ciudad”, con la prolongación de la Castellana hacia el
norte, hacia la ciudad del futuro los PAUs, el skyline de Madrid ha cambiado para siempre
y un nuevo logo identiÅca la imagen de marca de esta ciudad.
Con motivo del 300º aniversario de fundación Caja Madrid (1702–2002), esta en-
tidad encargó al arquitecto y escultor Santiago Calatrava (Valencia, 1951) el diseño de
un monumento que sería donado a la Villa de Madrid. El Obelisco de la Caja u Obelisco de
Calatrava ocupó el centro de la Plaza de Castilla, después de ser desmantelada la fuente
existente. Inspirado en la Columna del InÅnito (1938) del escultor rumano Constantin Brân-
cu̫i (1876–1957), el proyecto de 92 metros13, consta de un fuste metálico cilíndrico sobre
pivotes de hormigón, superÅcie de lamas y movimiento ascensional a manera de onda14.
Las obras se iniciaron en julio del 2008 y fue inaugurado oÅcialmente el 23 de diciembre
de 2009 por S.M. El Rey. Sin embargo, el coste elevado de conservación y mantenimien-
to, su limpieza y vigilancia, el mal funcionamiento del mecanismo móvil, han resultado
10
Discípulo de Mies van der Rohe, en 1979 recibe el primer premio Pritzker de la historia: el
Nobel de la arquitectura.
11
http://es.wikiarquitectura.com/index.php/Torres_Kio
12
Las Cuatro Torres, la gran postal de Madrid del siglo XXI telemadrid, actualizado el 18 dic.
2009. https://www.youtube.com/watch?v=XTaX-hA3f1o
13
El proyecto iba a tener 120 m de altura, pero se rebajó a 92 metros dada la complejidad de su
construcción, por su magnitud y su peso.
14
“Obelisco de Calatrava en movimiento día y noche”. https://www.youtube.com/watch?v=Z-
6m6zPoUcR8
293
María Dolores Arroyo Fernández
un lastre a muchos efectos (Sanz, 2014). Deyan Sudjic en Arquitectura del poder (Sudjic,
2007) plantea ese endiosamiento de los arquitectos puestos al servicio de los poderosos,
y con múltiples ejemplos se reÅere a los excesos, desde las construcciones de la época de
Hitler al Guggenheim de Bilbao. El caso de Calatrava podría entrar en el libro como un
ejemplo más de su estudio.
Si la Plaza Castilla ha ido adquiriendo la apariencia actual, espacio amplio y abierto
cubierto de torres de distintas épocas y estilos y una actividad cultural signiÅcativa a
través de la Fundación Canal, otro centro neurálgico anterior a destacar es el Puente
de Eduardo Dato en cuyos bajos se asienta el Museo de Arte Público de La Castellana.
Inaugurado oÅcialmente el 9 febrero 1979, su restauración integral se realizó en 2001-
2002, (Åg.2).
294
De La Castellana a Madrid Río: ámbitos de regeneración, intervención y comunicación artística
u otros ámbitos urbanos de Madrid. Muchas son también las intervenciones que reinter-
pretan o interÅeren en los monumentos ya existentes, como el diálogo establecido entre
la escultura perteneciente a la vanguardia clásica española del Paseo de la Castellana
(Museo de Arte Público) con intervenciones modernas del certamen “Madrid Abierto”
(Arroyo, 2012).
15
Debido a la muerte de don Alfonso XII, no pudo inaugurarse en la fecha señalada para el 6 de
enero de 1886. El 12 de octubre de 1892 se hizo entrega del Monumento a Colón al Ayunta-
miento de Madrid.
16
Arquitecto Manuel Herrero Palacios, director del Departamento de Parques, Jardines y Estética
Urbana, siendo alcalde Carlos Arias Navarro.
17
http://teatrofernangomez.esmadrid.com/; http://teatrofernangomez.esmadrid.com/infor-
macion/historia/
295
María Dolores Arroyo Fernández
a las hazañas del Descubrimiento18. La narración del viaje y las profecías que lo antici-
paron se ilustran tanto en los relieves e inscripciones de los muros exteriores del Centro
Cultural de la Villa como en las tres enormes esculturas públicas, situadas en el límite
con la calle Serrano. El Monumento al Descubrimiento de América, obra del pintor y escultor
Joaquín Vaquero Turcios (Madrid, 1933–Santander, 2010) fue inaugurado el 15 de mayo
de 1977 (Fernández, 1982: 178-183).
Los dos rascacielos gemelos ubicados en la Plaza de Colón: las Torres de Colón19 con
sus 116 metros de altitud y sus 23 plantas, cambiaron el panorama y la estética de la plaza
desde que se levantaron en 1976. Sus autores: el arquitecto madrileño Antonio Lamela y
los ingenieros Leonardo Fernández Troyano, Javier Manterola y Carlos Fernández Casa-
do, idearon dos grandes pilares unidos en la cima por una plataforma de la que cuelgan
las dos torres20 y fachadas cubiertas por cristal de color granate. Se coronan ambas con
18
No a la Hispanidad, ya que ésta era una consecuencia del Descubrimiento.
19
Fue la sede de Rumasa, y su nombre fue cambiado por el de Torres Jerez, por la ciudad andaluza
originaria de dicha empresa. Hoy alberga oÅcinas de diferentes empresas y comercios en las
plantas bajas.
20
https://es.wikipedia.org/wiki/Panorama_urbano_de_Madrid
296
De La Castellana a Madrid Río: ámbitos de regeneración, intervención y comunicación artística
Figura 4. Estatua de Valle Inclán en el Paseo de Recoletos, febrero de 2010. Fuente: M.D. Arroyo
“La Isla de los Museos vs Eje Prado-Recoletos”. Semana de la Arquitectura 2015, COAM.
21
El llamado Paseo del Arte va tomando más cuerpo con el traslado de la sede de la
Fundación Cultural Mapfre a un palacio del Paseo de Recoletos en otoño de 2008. El
ediÅcio de cuatro plantas y semisótano, fue construido en 1884 por el arquitecto Agustín
Ortiz de Villajos (Quintanar de la Orden, 1829 – Madrid, 1902) para la duquesa de
Medina de las Torres. La oferta cultural de la Fundación se presenta hoy en tres espa-
cios: el citado de Recoletos, el dedicado a exposiciones fotográÅcas en la cercana calle
Bárbara de Braganza, mientras se mantiene la Sala Azca en la Avda. General Perón para
muestras de distinta índole. Después de una fundamental revisión del arte español de
Ånales del siglo XIX hasta la Guerra Civil, ha derivado a una programación más inter-
nacional iniciada con Degas, procesos de creación, que es la desarrollada en la actualidad22.
La compañía de seguros posee centro de exposiciones, centro de documentación, salas
de conferencias, edición de arte e historia, ofrece becas y desarrolla importante acción
social. Participa con más de 350 fotografías de su Colección en el Google Art Project,
para la difusión de sus fondos.
En la Plaza de Cibeles se halla el Palacio de Linares23, hoy la Casa de América24, una
de las instituciones más activas en su programación de eventos de distinta índole (actos
culturales, exposiciones, conferencias o ciclos cinematográÅcos y literarios), con el obje-
tivo de fomentar un mejor conocimiento entre los pueblos iberoamericanos y España. El
ediÅcio se integra al ámbito de la calle a través de la zona de jardín en su entrada por la
Castellana esquina Marqués del Duero. Enfrente, cruzando la calle Alcalá, el más joven
incorporado es el Centro de Arte, Palacio de Cibeles, en el que fue Palacio de Correos,
obra de Antonio Palacios y Otamenti (1876-1945), construido en 1907-1919. La recupe-
ración de un ediÅcio para centro cultural municipal con una oferta muy amplia y variada,
así como la descripción y funcionalidad de sus espacios, se detallan en su web25. La planta
principal es punto de información cultural sobre Madrid, una exposición permanente
sobre la historia del Palacio de Cibeles, su restauración y transformación actual26 (2005)
en sede del Ayuntamiento de Madrid y en gran centro cultural. En las distintas plantas se
da acogida a proyectos artísticos sobre cultura urbana y propuestas de reÆexión en torno
a la ciudad actual, la futura y sobre sus habitantes, como la celebración de la I Feria In-
22
Programación de exposiciones de pintura, escultura y dibujo centrada en el estudio del período
que abarca del tercio Ånal del siglo XIX hasta después del Ån de la II Guerra Mundial. http://
www.fundacionmapfre.org/fundacion/es_es/cultura-historia/
23
Se mandó construir 1877 por los Marqueses de Linares (José María Murga y Reolid y su esposa
Raimunda Osorio y Ortega). Las obras Ånalizaron en 1900. Arquitectura de Carlos Colubí,
Adolf Ombrecht y Manuel Aníbal Álvarez y motivos decorativos del exterior (ángeles, jarrones
y escudos nobiliarios) fueron obra del escultor Jerónimo Suñol.
24
http://www.casamerica.es/
25
http://www.centrocentro.org/centro/espacios
26
Estudio de arquitectura de Francisco Rodríguez Partearroyo y asociados, especialistas en este
terreno.
298
De La Castellana a Madrid Río: ámbitos de regeneración, intervención y comunicación artística
27
http://www.museothyssen.org/thyssen/historia
28
Durante el verano de 1992, se lleva a cabo el traslado de 800 obras a España desde la antigua
sede de la Colección en Villa Favorita en Lugano.
29
En 2004 se incorporó como préstamo a largo plazo la Colección
Carmen Thyssen-Bornemisza.
30
https://www.herzogdemeuron.com/index/focus/444-expo-milano-focus/introduction.html
299
María Dolores Arroyo Fernández
31
Exposiciones que antes se realizaban en la Sala de Exposiciones de la calle Serrano.
32
Trabaja para el Centre National de la Recherche ScientiÅque (CNRS), se caracteriza por crear
jardines verticales en forma de muro vegetal. Consultar su web: http://www.murvegetalpatric-
kblanc.com/
300
De La Castellana a Madrid Río: ámbitos de regeneración, intervención y comunicación artística
Figura 6. Burgueses de Calais de Rodin en Caixaforum, marzo de 2009. Fuente: M.D. Arroyo
El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS), antes Centro de Arte
Reina Sofía (Arroyo, 1990: 153-157), en el vértice sur del Triángulo del Arte, fue inaugu-
rado en 199233 en el ediÅcio que fue antiguo Hospital General de Madrid, de estilo neo-
clásico del siglo XVIII. El hoy llamado ediÅcio Sabatini34 fue completado con la ampliación
del ediÅcio Nouvel, inaugurado en el 2005. En un entorno privilegiado (Calle Santa Isabel.
Ronda de Atocha y esquina plaza del Emperador Carlos V), su amplia programación35
de arte contemporáneo, más los centros y galerías de arte que han proliferado a su alre-
dedor, cercano al Barrio de Las Letras, hacen de este lugar un área de excepción.
Atocha, como testigo de los atentados terroristas, ha ido transformando su aspecto
al incorporar obras homenaje a estos dramáticos acontecimientos. El Monumento homenaje
33
Con fondos artísticos procedentes del antiguo MEAC (Museo Español de Arte Contemporá-
neo). En la actualidad, es un organismo autónomo dependiente del Ministerio de Educación,
Cultura y Deporte. En 2013 se aprobó el estatuto propio del museo.
34
Diseño de José de Hermosilla y continuado después por Francesco Sabatini.
35
http://www.museoreinasoÅa.es/
301
María Dolores Arroyo Fernández
a las víctimas del 11-M, del estudio de arquitectura FAM36, fue inaugurado por los Reyes
Don Juan Carlos I y por Doña Sofía el 11 de marzo de 2007, en el tercer aniversario de
los atentados. El monolito, de 11 metros y diámetro de 9,5 metros, se alza delante de la
estación de tren de Atocha y consta de dos partes: una exterior acristalada visible desde
la plaza del Emperador Carlos V y otra interior a la que se accede desde la estación. Pos-
teriormente se sumó a este monumento el conjunto escultórico en bronce formado por
dos enormes cabezas de una misma niña, una despierta y otra dormida, El día y la noche37
de Antonio López (Tomelloso, 1936). Siendo un homenaje a las víctimas del 11-M, para
el artista el simbolismo de la escultura no reÆeja el miedo y la angustia sino la esperanza
e inocencia, algo reconfortante para los viajeros. Colocadas las dos cabezas, en julio 2008
(García, 2008), en la planta baja de la estación junto a los andenes, el conjunto se trasladó
al exterior en noviembre de 2010 debido a la remodelación de la estación de Atocha y su
entorno (Fotonoticia, 2010).
36
El concurso se falló el 30 de noviembre de 2004. Este estudio creado en 2002 desarrolla una
acción interdisciplinar de proyectos de arquitectura y urbanismo.
37
Retrato de una de las nietas del artista cuando aún tenía pocos meses.
38
Sans façon: colaboración práctica entre el artista (Tristan Surtees) y el arquitecto (Charles Blanc).
http://www.sansfacon.org/
39
http://www.madridabierto.com/intervenciones-artisticas/2004/sans-facon.html
302
De La Castellana a Madrid Río: ámbitos de regeneración, intervención y comunicación artística
Figura 7. Intervención de Sans Façon en el Depósito de Agua del Canal, Plaza Castilla, Madrid
Abierto, 2004. Fuente: M.D. Arroyo
40
http://www.house-projects.com/
303
María Dolores Arroyo Fernández
41
http://madridabierto.com/intervenciones-artisticas/2007/dan-perjovschi.html
304
De La Castellana a Madrid Río: ámbitos de regeneración, intervención y comunicación artística
42
Iniciado en el 2000 en el Centro Cultural Conde Duque, en el 2002 pasa a denominarse Me-
diaLabMadrid. En septiembre de 2007 se traslada a la Plaza de las Letras, cerca del Paseo del
Prado, en los bajos del ediÅcio de la Serranía Belga.
43
http://medialab-prado.es/article/que_es
44
http://www.langarita-navarro.com/. Ha recibido el premio de la XII Bienal Española de Ar-
quitectura y Urbanismo, el Premio COAM 2013 y el Premio Sacyr a la Innovación 2014.
305
María Dolores Arroyo Fernández
y en el comienzo del Barrio de las Letras, entre sus objetivos se haya el incentivar el
trabajo colaborativo desde diferentes perÅles, niveles y grados de implicación. Entre sus
actividades de interés, por lo que supone del uso y ocupación del espacio exterior de la
plaza, están convocatorias como “Fachada digital” del programa europeo Connecting
Cities. En 2013 la propuesta temática de experimentación consistió en conectar entre sí
ciudades, barrios y personas. Cabe destacar el trabajo de Pedro Valbuena: Entramado -
Plaza de Luz, una instalación urbana en la Plaza de las Letras, proyecciones de luz sobre
espacios físicos, un ejemplo de uso de la llamada escultura aumentada, que combina la
realidad física y virtual.
Ya en el ámbito de Atocha, la Plaza del Emperador Carlos V se vio sorprendida,
durante la celebración de la “Noche en Blanco” de 2009, por un Burro gigante obra de
Fernando Sánchez Castillo. La escultura de 17 metros de alto y 9,5 metros de ancho,
destacó por su sentido irónico, como así es el mordaz estilo de su autor al referirse a
monumentos, símbolos y anécdotas españolas. Sobresalen las ya señaladas celebraciones
del “Madrid Abierto”, “Noche en Blanco”, o muestras temporales en la calle, como la
dedicada a las esculturas de Igor Mitoraj, que ocuparon en febrero de 2008 el Paseo
del Prado, Plaza de Atocha, adentrándose en la Cuesta Moyano en dirección al Retiro,
como parte del programa de la Caixa de “Arte en la Calle” (Åg.10).
306
De La Castellana a Madrid Río: ámbitos de regeneración, intervención y comunicación artística
45
Denominación genérica de las cinco vías sucesivas que forman parte del primer anillo de circun-
valación en el arco norte del casco antiguo de Madrid: calles de Marqués de Urquijo, Alberto
Aguilera, Carranza, Sagasta y Génova.
46
Escultura de bronce fundido. 82,5 x 353 x 125 cm, fue regalada por el escultor al Ayuntamiento
de Madrid después de la buena acogida que tuvo la exposición titulada “Botero en Madrid”,
formada por 21 piezas y que se celebró durante la primavera de 1994 a lo largo del Paseo de
Recoletos. Javier Górriz. http://www.fotomadrid.com/ver/521
47
Manuel Delgado Bracquenbury: Monumento a las Víctimas de la aviación militar (1918-1995). Rafael
Saénz (escultor), Luis Gutiérrez Soto (arquitecto) Monumento a los Héroes (1951/ 1956) del Plus-Ul-
tra. Martín Chirino: Mirada del Horizonte II (2006).
307
María Dolores Arroyo Fernández
Figura 11. Martín Chirino, Mirada del Horizonte II, 2006, en la Plaza Moncloa.
Fuente: M.D. Arroyo
En los laterales del recorrido por los bulevares, varios ámbitos de interés se han su-
mado a este trayecto cultural que lleva hacia el Madrid Río: Centro Cultural Conde
Duque48, que contiene el Museo de Arte Contemporáneo y el Estudio de Gómez de la
Serna; programa una intensa actividad cultural desde exposiciones, conferencias, cine,
conciertos de música y danza, además de albergar en su seno la Hemeroteca Nacional,
Archivo Histórico y bibliotecas. El Real Cuartel de Guardias del Corps de 1717 fue res-
taurado y rehabilitado para nuevos usos en los años ochenta del siglo XX. En distintas
fases se ha ido conformando y adaptando el aspecto que tiene hoy, siendo uno de los
centros de cultura y de ocio más importantes del barrio Universidad en distrito Centro,
al lado de Argüelles. Los proyectos de exposiciones sobre arte español contemporáneo49
han destacado especialmente debido a la iniciativa de sus diferentes directores, el pri-
mero Luis Caruncho. Pero fue a partir del año 2000, cuando Juan Carrete Parrondo,
el cuarto director, abrió una línea de trabajo muy distinta y novedosa: la creación del
taller de arte digital Medialab, que ocupó desde entonces gran parte del espacio y de la
programación del centro cultural, hasta 2007 en que se traslada a la Plaza de las Letras.
Sobre la relevancia y repercusión de esta iniciativa se pronunciaba Juan Carrete: “Hoy
lo importante es crear redes de comunicación entre creadores. (…) Más que de artistas,
se habla de activistas, porque tienen una Ånalidad no sólo multidisciplinar sino interdis-
48
http://www.condeduquemadrid.es/
49
http://www.condeduquemadrid.es/info/conde-duque-madrid/
308
De La Castellana a Madrid Río: ámbitos de regeneración, intervención y comunicación artística
50
http://museo.abc.es/
51
http://www.arangurengallegos.com/ag/
52
Paseo de Rosales se abrió con el ensanche de Argüelles en 1875.
309
María Dolores Arroyo Fernández
Esta pieza escultórica sigue la línea desde Colón y la Mujer con espejo de Botero al inicio
del recorrido de los bulevares para desembocar en nuevos recintos regenerados que se
van acercando al Madrid Río. Por un lado, se llega a la Casa de Campo por el Teleférico
de Rosales cruzando por el aire el río Manzanares; asimismo desde la Escuela de Cerá-
mica en el Parque del Oeste se llega al recinto de las dos Ermitas de San Antonio de la
Florida, al Parque de la Bombilla y a las urbanizaciones cruzando el río por el Puente de
la Princesa. Por otro lado, el Paseo de Rosales dirige sus pasos al Templo de Debod en
la Montaña del Príncipe Pío, un verdadero mirador a la Casa de Campo (Arroyo, 2015).
Desde el tramo inicial del río Manzanares, entre Puente de los Franceses y el Puente
del Rey, al que se llega desde el Parque del Oeste, el camino a lo largo del Madrid Río
permite el acceso a zonas ahora ajardinadas. Al contrario que las ciudades alemanas que
tienen déÅcit de plazas, de lugares de encuentro, y en las que domina el verde del paisaje
natural, “En España, las ciudades tienen densidades de locura. Eso provoca necesidad de
tocar verde”, pero el jardín debe ser siempre sostenible, aÅrma Peter Latz (Zabalbeascoa,
2008: 24).
53
Sucesión de cuatro vías que forman parte del primer anillo de circunvalación de Madrid en
el arco sur del casco antiguo. Lo constituyen: la Ronda de Atocha que se inicia en la Plaza del
Emperador Carlos V y conÆuye en la calle Valencia; Ronda de Valencia desde la Calle Valencia
hasta Glorieta de Embajadores; Ronda de Toledo, desde Glorieta Embajadores hasta Glorieta
de la Puerta de Toledo; Ronda de Segovia, desde Glorieta de la Puerta de Toledo hasta la calle
de Segovia.
54
http://www.lacasaencendida.es/
310
De La Castellana a Madrid Río: ámbitos de regeneración, intervención y comunicación artística
55
http://www.mecd.gob.es/cultura-mecd/areas-cultura/promociondelarte/tabacalera/tabaca-
lera-pres.html;jsessionid=D519FFD5A1F2031AA2D0049CD9599BB3
56
http://www.murostabacalera.com/
http://www.murostabacalera.com/news/2014/5/15/intervenciones-muros-2014
311
María Dolores Arroyo Fernández
de la ciudad, espacio abierto, convertido en paisaje urbano, lo que antaño fueron los
extrarradios de Madrid.
Un estudio previo (Arroyo, 2015: 153-170) que divide el proyecto del río en tramos,
establece las conexiones entre los barrios de la rivera norte y sur de Manzanares. A tra-
vés de puentes, antiguos o modernos, pasarelas, monumentos emblemáticos o centros
culturales de distinto tipo, se ha insistido en su función de comunicación con el entorno
a varios niveles: físico espacial (Åjo o temporal), humano y signiÅcativo o conceptual. Se
destacó en dicho estudio la conjunción entre lo nuevo con lo antiguo, ediÅcios históricos
y modernos, la imagen del pasado y la actual con la implicación de los espacios interveni-
dos. Comprendiendo la actividad generada: artística y cultural, festiva y de ocio, incluso
profesional, Madrid ha incrementado su perÅl de ciudad y ha conformado una nueva
estética del paisaje urbano. Todo ello no tiene más Ån que adaptarse al siglo XXI y a las
nuevas sociedades democráticas que demandan una ciudad más habitable, transitable,
más cultura, conocimiento y respeto por el patrimonio. De esta manera se siguen los
ejemplos de otras ciudades como Barcelona, Bilbao, Zaragoza, Gijón, entre otras, cuyas
actuaciones se han centrado en el ámbito costero o en la rivera como eje central de co-
nexión de barrios.
Algunos oÅcios, actividades festivas y de ocio continúan manteniéndose en el ahora
Madrid Río, reemplazadas o modernizadas con el nuevo diseño de jardines y espacios
para el ocio y deportes. El Puente del Rey, que forma conjunto monumental con la remo-
delada Puerta del Rey, sirve de enlace entre el Distrito Centro en el entorno de la rivera
norte (Puerta San Vicente, Estación del Príncipe Pío, Plaza de España, Jardín del Moro,
Palacio Real y Catedral de la Almudena) y la Casa de Campo en la Latina.
En la sucesión de puentes a lo largo de la rivera hacia el suroeste, se ha buscado por
estética y por funcionalidad la alternancia entre los ya existentes y los nuevos: el Puente
de Segovia con sus remozados estanques, el Puente Oblicuo (1976) reconvertido para uso
peatonal y ciclista, los tres brazos del Puente Verde en Y (2011), de acero, el Puente de
San Isidro que lleva al Parque del mismo nombre y donde aún se mantienen sus típicas
romerías. A la altura del Puente de Toledo y el Puente Monumental de Arganzuela o
Puente de Perraut57 (Åg. 13) se produce las conexiones desde Arganzuela a Carabanchel y
Usera. Ambos puentes son de uso peatonal, y también para ciclistas el de Perrault desde
cuyo interior se puede descender al histórico Parque de la Arganzuela.
Sigue el Puente de Praga, inaugurado en 1952, para el tráÅco y uso peatonal, los
modernos Puentes Gemelos (Invernadero y Matadero), ambos abovedados y con deco-
ración de mosaicos de vidrio reciclado de Daniel Canogar; un ejemplo de colaboración
de los artistas plásticos y arquitectos e ingenieros. Cada puente gemelo se dirige o al
57
Dominique Perrault, arquitecto. Escultura-puente, 274 mts. longitud. Forma cónica, malla me-
tálica.
312
De La Castellana a Madrid Río: ámbitos de regeneración, intervención y comunicación artística
Figura 13. Puente de Perraut desde el Puente de Toledo, Madrid Río, 2013. Fuente: M.D. Arroyo
58
http://mma.soundreaders.org/
59
http://www.parquelineal.es/introduccion/
313
María Dolores Arroyo Fernández
Figura 14. Puente del Invernadero con decoración de Daniel Canogar, Madrid Río, 2013.
Fuente: M.D. Arroyo
Figura 15. Parque Lineal del Manzanares, Madrid Río, 2013. Fuente: M.D. Arroyo
314
De La Castellana a Madrid Río: ámbitos de regeneración, intervención y comunicación artística
e inutiliza otros. Pero jamás la ciudad es ni será estática. La frase “hacer ciudad” se ha
puesto de moda, y todos participamos, cada habitante, cada ciudadano, cada público,
cada turista. Se habla de ciudad participativa, intervenida, conceptual, funcional, adap-
tada a las necesidades e ideologías de cada época. Un “Madrid sin barreras”, que co-
necta barrios, experiencias, que invita a ser recorrida a pie, a jugar, a ejercitar deporte, y
a disfrutar de su cultura mediante el apoyo de mapas, placas informativas, folletos en la
web. Pero esas transformaciones exigen adaptación, y como maniÅesta tan sinceramente
Jacques Herzog en entrevista para Babelia desde su estudio de Basilea: “(…) intentamos
adaptarnos a un mundo en mutación (…) Este cambio dramático (…), pasa por encima
de nosotros como una ola (…), y no queremos ignorarlo, pero tampoco que nos arrastre”.
(Hernández-Galiano, 2003: 28).
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316
Los ensanches urbanos,
ejes de dinamización cultural
Desde el siglo XVIII en algunos casos y desde el XIX de manera generalizada, la ciu-
dad europea rompe sus murallas y ocupa una periferia que habrá de servir para dar
solución a los problemas causados por un crecimiento demográÅco derivado del masivo
éxodo rural y la implantación de nuevas actividades con requisitos intensivos de suelo
como el ferrocarril o los tejidos industriales. Dicha colonización territorial va acom-
pañada generalmente de una ordenación planiÅcada a partir de estrictas cuadrículas
trazadas entre amplias y rectas avenidas, son los denominados ensanches.
La nueva sociedad decimonónica requiere igualmente nuevos espacios de relación
y ocio: la ciudad intensiva se abre con la creación de parques urbanos, un paso más allá
en la incorporación de la naturaleza a la urbe que tuvo su comienzo en las plazas arbo-
ladas y los paseos ciudadanos trazados en muchos casos a la salida de las poblaciones;
las antiguas pinacotecas reales se muestran a la mirada de no tan ilustres personajes; en
317
Isabel Yeste Navarro
los nuevos cafés, las tertulias literarias y/o artísticas encierran las claves para un nuevo
discurso; el arte rompe las barreras de las formas tradicionales e incorpora nuevos ve-
hículos de expresión, tales como la fotografía o el cine; los viejos claustros universitarios
se quedan pequeños ante la aparición de nuevas disciplinas académicas y un gradual
engrosamiento en el número de alumnos que desean cursarlas… Son, en deÅnitiva, las
consecuencias de una progresiva democratización de la cultura que condiciona la bús-
queda de nuevos lugares para su desarrollo, espacios de reciente factura que la ciudad
Åjará en los modernos ensanches.
Hemos deÅnido estos ensanches como una ampliación del perímetro urbano, lo cual
es estrictamente cierto, sin embargo, a lo largo del siglo XIX aparecen también lo que
podemos entender como “ensanches interiores”, esto es, terrenos situados en el interior
de la ciudad consolidada que cambian de manos y de ocupación como consecuencia de
las nacionalizaciones o desamortizaciones de bienes procedentes de la nobleza o la igle-
sia, expropiaciones por causa de utilidad pública o la traslación a la periferia de activi-
dades productivas que requieren de mayor espacio y que optan por la compra de solares
baratos en las afueras. La adquisición del suelo generado en el interior de la ciudad, bien
por parte del propio municipio o por manos privadas, permite la creación de nuevas vías
de comunicación, amplias y rectas, en las que se construyen necesarios equipamientos
culturales, comerciales, etc., que intensiÅcan y hacen más variada la vida ciudadana.
De tal forma, veremos cómo, en el ámbito occidental y a lo largo de la edad con-
temporánea, estos ensanches, interiores y exteriores, habrán de convertirse en ejes de
dinamización cultural, dotando a la ciudad de nuevos equipamientos que intensiÅcarán
igualmente las actividades urbanas llevadas a cabo en su ámbito de inÆuencia.
318
Los ensanches urbanos, ejes de dinamización cultural
Figura 1. Vista aérea parcial de ensanches de ciudades españolas. De izq. a dcha. y de arriba aba-
jo: Valencia, Madrid, Bilbao, Barcelona, Pamplona y Palma de Mallorca. Fuente: Google earth
cocina que deja de ser el centro de la vivienda, para pasar a constituir, junto con otras
dependencias derivadas de las labores domésticas, tales como la despensa o el cuarto de
la plancha, las zonas de servicio.
Ahora bien, a medida que el ensanche se consolida, se individualiza. El mismo deseo
de representatividad al que hemos aludido en el párrafo anterior lleva a una progresiva
diversiÅcación tipológica. La modernidad dejará de estar condenada, dejará de repre-
sentar el estigma de lo advenedizo como oposición a lo clásico y llegará incluso a conver-
tirse en tarjeta de presentación del status alcanzado por su “poseedor”, sea éste el dueño
de un inmueble de carácter residencial o de un ediÅcio corporativo. Los ensanches se
convertirán así en magnos escenarios expositivos de una de las artes mayores: la arquitec-
tura, y vinculada a esta idea irá apareciendo otra, la del “arquitecto estrella”.
El ensanche decimonónico tiene en la ciudad de Barcelona un valor paradigmático.
El ensanche de Ildefonso Cerdá se caracteriza por una isotropía, rota apenas por varias
diagonales impuestas por necesidades de circulación. Esta “jaula” de 113x113 puede en-
tenderse como seña de identidad del ensanche barcelonés, pero también como realidad
espacial insatisfactoria, resultado, en inÅnidad de ocasiones, de crecimientos hipertróÅ-
cos demasiado mecánicos, sencillamente repetitivos. Y frente a la sobriedad minimalista
de la trama urbana reaccionará la arquitectura burguesa —caliÅcativo que sin caliÅcar,
319
Isabel Yeste Navarro
320
Los ensanches urbanos, ejes de dinamización cultural
camino que lo comunicaba con la ciudad condal fue urbanizado en el primer cuarto del
siglo XIX e inaugurado como paseo de Gracia en 1827. Hasta la ediÅcación del paseo
a partir del proyecto de Ensanche, éste fue lugar de recreo y esparcimiento de los barce-
loneses, ya que toda la zona estaba ocupada por diversos parques y jardines en los que
además se daban conciertos y representaciones teatrales. Estos espacios verdes se irían
sustituyendo por construcciones. El solar donde se ediÅcarían los ediÅcios a los que nos
estamos reÅriendo formaba parte de una zona verde llamada Jardines de Tívoli, propie-
dad de la familia de las Casas.
En 1854 se concedió permiso para el derribo de las murallas que rodeaban la ciu-
dad de Barcelona, fue el punto de arranque para una expansión territorial de la ciudad
que identiÅcamos con el proceso de Ensanche. Las Ordenanzas de ediÅcación de 1857
dictadas a tal efecto establecían la ocupación máxima de la ediÅcación en el 50% de la
parcela, con el resto destinado a jardín; la altura máxima permitida se Åjó en 16 m. dis-
tribuidos en cuatro plantas (b+3). De esta forma, entre 1860 y 1890, el paseo de Gracia
estaba conÅgurado por ediÅcios residenciales de baja densidad, en su mayoría viviendas
unifamiliares con jardines. En 1891 se aprobaron unas nuevas ordenanzas municipales
que incrementaban la ediÅcabilidad al 73’6% de la parcela, elevaban la altura máxima
a 23 m. en 7 plantas y ático retranqueado (b+6+a) y reducían las restricciones de la
composición y elementos a utilizar en la fachada que Åjaba la anterior ordenanza. Esta
nueva legislación conllevó el derribo de muchos de estos ediÅcios y su transformación en
ediÅcios plurifamiliares, y, también, un gran número de reformas en las fachadas de las
casas de viviendas ya existentes (Serratosa, 1994: 64-65).
La burguesía, aprovechando la mayor libertad de composición que permitían las
nuevas ordenanzas, intenta escapar de la imagen de homogeneidad del Ensanche y lo
hace volcando en las nuevas fachadas toda la individualización de la que es posible.
Frente a un Ensanche sin fachadas singulares, monótono y anodino, la nueva arqui-
tectura posibilita la construcción de inmuebles únicos, distintos y distintivos del status
socioeconómico de sus moradores. Las fachadas se decorarán con un coronamiento que
las individualice y adquirirán una mayor presencia a partir, sobre todo, de la existencia
de cuerpos salientes de notable envergadura. En el caso de la llamada “manzana de la
discordia” se reformaron cinco ediÅcios.
La reforma de estos ediÅcios fue encargada a los arquitectos más famosos del mo-
mento. La rivalidad que se estableció entre ellos atrajo a muchos nuevos clientes que
pretendían tener la casa de mayor distinción y excelencia en el paseo de moda. Ahora
bien, mientras estos arquitectos y sus obras generaban un indicador de distinción entre
sus clientes, la pugna establecida entre unos y otros era criticada por la prensa satírica1.
1
La Esquella de la Torratxa. Núm 1.397, Barcelona, 13 de octubre de 1905, p. 688 (Sobre aixo del
concurs de ediÅcis y fatxadas).
321
Isabel Yeste Navarro
322
Los ensanches urbanos, ejes de dinamización cultural
dez y dinamismo de las olas del mar”2. Una fachada gaudiniana de formas onduladas,
prácticamente enfrente de la fachada de la Casa Milá.
El proyecto del ediÅcio Suites Avenue fue contestado en un principio por las au-
toridades locales de la ciudad condal, hubo incluso problemas para lograr la licencia
de obras debido a su proximidad y “parecido” con La Pedrera en el Paseo de Gracia.
Finalmente, el Ayuntamiento de Barcelona apoyó el proyecto, considerando incluso que
la obra habría de convertirse con el tiempo en un nuevo icono arquitectónico del siglo
XXI. En palabras del entonces alcalde de Barcelona, Jordi Hereu: “Este es un ediÅcio
importante y singular que refuerza el prestigio de este paseo”, y que supone una demos-
tración de “amor especial a la ciudad” por parte de su autor y de aquellos que promo-
vieron este proyecto3.
El paseo de Gracia se ha convertido en un lugar emblemático para entender la cul-
tura arquitectónica de los últimos cien años. Un espacio urbano que se convierte en
“contenedor de contenedores”, un espacio expositivo en el que los “objetos” expuestos
resultan ser a su vez, ámbitos de exposición. En este sentido, en el archivo del Colegio de
Arquitectos de Cataluña se conserva una colección de Åchas con datos y fotografías del
paseo de Gracia datadas en 1979, para elaborar el inventario de protección del patrimo-
nio cultural europeo4.
De forma explícita, la arquitectura, entendida como elemento a mostrar, pudo ex-
hibirse en las numerosas exposiciones nacionales, internacionales o universales que se
llevarían a cabo a lo largo de la época contemporánea. Pabellones concebidos con una
vida efímera se convertirían en algunos casos en paradigmas arquitectónicos reconverti-
dos en espacios “autoexpositivos”. Ejemplos como el Pabellón de Alemania de la exposi-
ción de Barcelona de 1929 del arquitecto Ludwig Mies van der Rohe, una construcción
concebida para albergar la recepción oÅcial presidida por el rey Alfonso XIII junto a las
autoridades alemanas que fue desmontada tras la clausura de la Exposición en 1930 y
que se reconstruyó en su emplazamiento original entre 1983 y 1986 al haberse conver-
tido, aun sin existir físicamente, en un referente clave para la arquitectura del siglo XX5.
La reconstrucción de este pabellón vino acompañada de la creación de la Fundación
Mies van der Rohe, la cual supone un motor de dinamización cultural que trasciende el
ámbito municipal y nacional, no sólo por la labor que ésta realiza, sino también y espe-
2
http://www.elperiodico.com/es/noticias/barcelona/20090318/toyo-ito-crea-una-facha-
da-gaudiniana-ante-pedrera/218345.shtml (última consulta: 29 de diciembre de 2015).
3
http://www.lavanguardia.com/cultura/20090318/53662549755/inauguran-ante-la-pedre-
ra-unos-apartamentos-de-lujo-disenados-por-toyo-ito.html (última consulta: 29 de diciembre de
2015).
4
http://www.elperiodico.com/es/noticias/barcelona/antes-despues-del-paseo-gracia-2949409
(última consulta: 28 de diciembre de 2015).
5
http://miesbcn.com/es/el-pabellon/ (última consulta: 30 de diciembre de 2015).
323
Isabel Yeste Navarro
cialmente, por la organización, conjuntamente con la Unión Europea, del Premio Mies
van der Rohe, uno de los premios más prestigiosos de arquitectura en Europa6.
Sin embargo, podemos llevar el valor expositivo de la arquitectura más allá, enten-
diéndola, no como un elemento aislado digno de contemplarse, como es el caso que aca-
bamos de mencionar, sino como un conjunto de arquitecturas que puedan en sí mismas
constituir un barrio muestral, un auténtico laboratorio de ideas, motor de dinamización
cultural de un amplio sector en la ciudad. Un ensanche en el que las propias construc-
ciones que lo componen, le otorgan un valor cultural del que, generalmente y a priori,
carecen las ampliaciones urbanas.
6
http://miesbcn.com/es/la-fundacion/ (última consulta: 30 de diciembre de 2015).
324
Los ensanches urbanos, ejes de dinamización cultural
junio y terminó el 31 de octubre de 1927. Durante este tiempo la visitaron una media
de 20.000 personas por día. Tras su conclusión, las viviendas fueron puestas a la venta.
Tomando como punto de partida la crítica a las metrópolis insalubres del siglo XIX,
en la Weissenhof se lleva a cabo una verdadera síntesis de las diferentes investigaciones
realizadas en Europa en relación a la renovación de la vivienda social. Cada ediÅcio
constituye así una muestra en sí mismo, un pabellón “autoexpositivo” en el que cada uno
de los arquitectos participantes en el proyecto mostraba su propuesta para “un nuevo
modo de vivir”.
Bajo el nacionalsocialismo, se planteó la demolición de la Weissenhofsiedlung. Du-
rante la Segunda Guerra Mundial, algunos de sus ediÅcios sufrieron daños graves, otros
fueron completamente destruidos. En la década de los años 50, se rellenaron los vacíos
con nuevas, pero modestas, construcciones, lo que distorsionó la imagen de la siedlung.
No obstante, a Ånes de los años 70 se iniciaron diversos trabajos de restauración tenden-
tes a la recuperación, en la medida de lo posible, del estado original del conjunto. En el
año 2002, la Fundación Wüstenrot se hizo cargo de la restauración de la Casa Doble de
Le Corbusier y Pierre Jeanneret en el marco de un convenio de cooperación con el mu-
nicipio de Stuttgart7. En 2006 se instaló en ella el Museo Weissenhof. En la actualidad,
la colonia supone uno de los atractivos turísticos más señalados de la ciudad y motor
impulsor de una serie de actividades de carácter cultural que se desarrollan en torno a
la misma8.
En años posteriores se celebrarán otras exhibiciones de carácter internacional pro-
movidas por la Werkbund que repiten el modelo organizativo de la de Stuttgart, basado
en aportaciones individuales coordinadas para formar una agrupación residencial. El
balance de estas exposiciones resulta, en conjunto y por comparación con la Weissenhof-
siedlung, decepcionante. No obstante, en el otro extremo temporal de estas exposiciones,
se celebró la Internationale Bauausstellung —Interbau 1957— de Berlín, un interesante
muestrario de obras de autor que invita a su contemplación.
El lema escogido para la Exposición Internacional de Arquitectura fue “La Ciudad
del Mañana” —die Stadt von Morgen— y el lugar, el Hansaviertel, barrio decimonó-
nico totalmente arrasado durante la Segunda Guerra Mundial, ubicado en el noroeste
del parque Tiergarten, junto al río Spree, y compuesto por compactas manzanas resi-
denciales. Para la muestra fueron invitados más de cuarenta arquitectos, entre los que
se encontraban algunas de las Åguras internacionales más reconocidas como Gropius,
Le Corbusier, Bruno Taut —todos ellos presentes ya en la Weissenhof de 1927—, Alvar
Aalto u Oscar Niemeyer. El ordenamiento adoptado para la muestra planteaba la idea
7
http://www.weissenhof2002.de/english/weissenhof.html (última consulta: 4 de enero de 2016).
8
http://www.stuttgart.de/item/show/335193/1/dept/108751?language=en (última consulta: 4
de enero de 2016).
325
Isabel Yeste Navarro
2. Universidad y ciudad
La universidad como institución se ha transformado notablemente a lo largo de su histo-
ria y también lo han hecho sus instalaciones y así su relación con el entorno urbano en el
que se emplazaron. Además de ciudades cuya principal función es la universitaria —son
clásicos los ejemplos de Oxford y Cambridge en Inglaterra, el de Bolonia en Italia o el de
Salamanca en España—, existen distintas formas de disponer espacialmente las instalacio-
nes universitarias y también de ensamblarlas con el tejido urbano consolidado o no, desde,
universidades desvinculadas del centro urbano al que se adscriben —como la Universidad
Autónoma de Barcelona, la Pablo Olavide de Sevilla o la Universidad de Almería—, a
universidades cuyas Facultades y Escuelas se hallan diseminadas por toda la trama urbana
—como ocurre en Valencia, Sevilla o Barcelona— (Bellet, 2011). No obstante, y tomando
en cuenta el tema del que tratamos, existe un tipo que nos resulta verdaderamente intere-
sante: el campus concentrado y localizado en el ensanche de la ciudad, tipo que ejempliÅca
perfectamente y en sucesivas ocasiones la ciudad de Zaragoza.
El antiguo ediÅcio que albergaba los Estudios Generales de la Ciudad se localizaba
en la plaza de la Magdalena, junto a la iglesia del mismo nombre y a una de las calles
más antiguas de Zaragoza, el Coso. Convertido en Maestranza de Artillería durante los
Sitios de Zaragoza, en la Guerra de la Independencia de 1808-1809, fue prácticamente
destruido durante el ataque francés. La reconstrucción del antiguo ediÅcio fue lenta.
Mientras tanto, los estudios de Medicina se daban en el Hospital de Ntra. Sra. de Gracia,
también destruido durante los mencionados Sitios. La necesidad de ubicar estas ense-
ñanzas, junto a las recientemente iniciadas de Ciencias, obligó a buscar un nuevo lugar
en el que impartir ambas. Se eligió para ello un solar en el llamado “Campo hondo de
Lezcano”, al sur de la Puerta de Santa Engracia. En marzo de 1866 se encargó al arqui-
tecto municipal Ricardo Magdalena la redacción del proyecto, el cual sería aprobado en
9
La idea de “ciudad en un jardín” deriva de los planteamientos de Le Corbusier expuestos en su
Ville Radieuse. Frente a los planteamientos de ciudad-jardín de Howard, la ciudad aparece aquí
como un inmenso parque en donde los bloques continuos de viviendas van serpenteando en él,
lo que signiÅca la supresión de la calle-corredor, en palabras del propio Le Corbusier: “Mort de
la rue”.
10
http://spa.archinform.net/stich/543.htm (última consulta: 5 de enero de 2016).
326
Los ensanches urbanos, ejes de dinamización cultural
noviembre del mismo año. Seis años más tarde se inauguraba el nuevo ediÅcio (Sancho
Izquierdo, 1956: 4-7).
Ubicado al sur de la población, contribuyó considerablemente a impulsar el creci-
miento de la misma en esta dirección. A partir de este punto nacerá la Gran Vía, eje di-
rector del ensanche de Zaragoza, construida tras el cubrimiento del río Huerva, frontera
natural de la ciudad.
A comienzos del siglo XX se llevó a cabo una amplia reforma del viejo ediÅcio de la
Magdalena, lo cual no impidió, no obstante, que parte del mismo se viniera abajo. Dada
la situación del inmueble, en 1930 Moneva y Puyol presentó a la Junta de Gobierno un
informe en el que se ponían de maniÅesto las deÅciencias del mismo, al igual que pro-
ponía la construcción de uno nuevo. Se barajaron distintas ubicaciones para éste, lo cual
llevó a pensar que lo más adecuado habría de ser construir varios, ya que el ediÅcio de las
Facultades de Medicina y Ciencias empezaba a quedarse pequeño y que estos se hicie-
ran “con holgura” y “lejos de los espacios que se iban cuajando de ediÅcios particulares
en aquel estirón que dio la ciudad”. Tal idea cuajó y se dio así un paso más, se pensó
entonces en la construcción de una Ciudad Universitaria, quizá por “estar entonces en
primer plano de actualidad la construcción en Madrid de una Ciudad Universitaria”
y por el impulso cultural que había dado en la ciudad, unos años antes, la creación de
la Residencia de Estudiantes —luego Colegio Mayor Pedro Cerbuna—, el Instituto de
Idiomas, la revista Universidad y los Cursos de Verano de Jaca (Sancho Izquierdo, 1956: 9).
Los terrenos elegidos en 1932 se situaban en una zona llamada “de casas baratas”,
solar que ocupaba el extremo sur de la Zona de Ensanche gestionada por de la recien-
temente creada Sociedad Zaragozana de Urbanización y Construcción. La elección de
estos terrenos, tan alejados del corazón de la ciudad, fue inicialmente criticada por mu-
chos, no obstante, el centro urbano se iba ya desplazando inexorablemente hacia el sur
y al igual que la antigua Facultad de Medina y Ciencias se había convertido en punto
de arranque de la Gran Vía, la Ciudad Universitaria se habría de convertir en núcleo
central de la formación de los paseos de Fernando el Católico e Isabel la Católica —am-
bos abiertos en prolongación de la Gran Vía— y de un nuevo Distrito de la ciudad, el
denominado precisamente Distrito Universidad.
En 1942, se traslada la Biblioteca Universitaria desde el ediÅcio fundacional de la
Magdalena hasta la Facultad de Medicina y Ciencias. En 1966, la Facultad de Ciencias
se traslada al campus construido en la plaza de San Francisco y siete años más tarde lo
hará la Facultad de Medicina. A partir de ese momento, gran parte del antiguo ediÅcio
queda sin uso, con el consiguiente proceso de degradación que ello conlleva, lo que no
impide, no obstante, que fuera declarado monumento histórico artístico en diciembre
de 197811, que nunca se renunciara al mantenimiento de la construcción en sus aspectos
11
Real Decreto 3.326/1978, de 7 de diciembre, por el que se declara monumento histórico ar-
327
Isabel Yeste Navarro
329
Isabel Yeste Navarro
En Berlín, el camino abierto por Juan Jorge de Brandeburgo en 1573 para acceder
a sus cotos de caza en el Tiergarten se plantó de tilos en 1647, nacía así la Unter den
Linden, gran avenida arbolada de derivación francesa que unía el palacio del príncipe
elector, Juan Jorge I de Hohenzollern, con las puertas de la ciudad. Esta vía, inicialmente
exterior a la ciudad, vendría a constituir el principal eje de expansión urbana hacia el
oeste del antiguo núcleo de Kölln y una nueva centralidad no sólo topográÅca, sino so-
bre todo política y cultural (Guidoni y Marino, 1982: 563). Además de convertirse en un
histórico punto de reunión de los berlineses, el bulevar transcurre entre la Pariser platz
y el Schlossbrücke —puente del castillo—, el cual a su vez lo enlaza con la Isla de los
Museos, y en él se construyeron verdaderas enseñas de la identidad cultural de la ciudad
como la Opera Estatal, el Museo Histórico Alemán, la Universidad Humboldt de Berlín
o, durante más de una década, el museo Guggenheim.
En España, estas calles arboladas, síntesis de utilidad y belleza, deben inscribirse en una
serie de obras llevadas a cabo ya en el siglo XVII, obras que se caracterizan por la planta-
ción de árboles formando paseos a la salida de las poblaciones, bordeando las murallas y, en
muchas ocasiones, junto a ríos o arroyos que permiten la construcción de fuentes o pilares.
330
Los ensanches urbanos, ejes de dinamización cultural
…cuidarán de que las entradas, y salidas de los Pueblos estén bien compuestas; que las
alamedas, y arboledas que hubiere á las cercanías de los Lugares para recreo, y diversión
se conserven, procurando plantarlas de nuevo adonde no las hubiere, y fuere el terreno
á propósito para ello13.
Estos paseos enlazan la ciudad con su espacio exterior, ordenan y planiÅcan su cre-
cimiento futuro y permiten igualmente la construcción de nuevos ediÅcios públicos que
habrán de convertirse en ejes dinamizadores de una intensa vida cultural. En Madrid, el
Salón del Prado supuso la culminación de las obras llevadas a cabo para ordenar el frente
oriental de la ciudad. De forma circoagonal, se articula según un eje norte-sur, entre las
Puertas de Recoletos y de Atocha. El terreno se obtuvo a partir de la compra, por parte
de la corona, de una serie de huertas a particulares. Tras la plantación de olmos traídos
desde Aranjuez, su entornó se transformaría totalmente, pasando a convertirse en marco
natural de algunas de las construcciones residenciales más suntuarias de la corte, un nue-
vo lugar de recepciones en un paseo arbolado (Capel, 2002: 251). Además, la actuación
urbana llevada a cabo en este extremo de la población sitúa al entonces Real Gabinete de
Historia Natural —actual Museo del Prado—, en proximidad a una serie de institucio-
nes de carácter cientíÅco como el Real Jardín Botánico —obra, al igual que el anterior,
del arquitecto Juan de Villanueva— o el Real Observatorio Astronómico, con los que
formaba un conjunto conocido como la Colina de las Ciencias, esto es, la aproximación
a los lugares de expansión de la ciudad de una residencia de alto standing y de una serie
de ediÅcios institucionales de carácter cultural que buscan su lugar en la nueva ciudad
contemporánea (Gómez Mendoza, 2003: 35-36). En la actualidad, el paseo del Prado
alberga uno de los principales focos museísticos de España, ya que se abren a él: el Museo
del Prado y la colección Thyssen-Bornemisza; igualmente, en sus inmediaciones se halla
el Centro de Arte Reina Sofía. Esta concentración en proximidad de varias entidades ex-
positivas se publicita turísticamente bajo la denominación de Paseo o Triángulo del Arte.
12
Ordenanza de 13 de Octubre de 1749 para el restablecimiento e instrucción de intendentes de provincias y exerci-
tos, cap. XXXIII, Madrid, Imprenta de Manuel Fernández, p. 13.
13
Real Cédula de S.M. y Señores del Consejo (de 15 de mayo de 1788) en que se aprueba la Instrucción inserta
de lo que deberán observar los Corregidores, y Alcaldes Mayores del Reyno, cap. LIX, Madrid, Imprenta de
Don Pedro Marín, pp.32-33.
331
Isabel Yeste Navarro
Tras el Prado en Madrid, estos paseos arbolados realizados a la salida de las ciudades
se hicieron también en lugares como Burgos, en donde el paseo del Espolón, obra del ar-
quitecto municipal Fernando González de Lara, creado a Ånes del siglo XVIII entre las
puertas de San Martín y San Pablo, es hoy un lugar céntrico considerado el “salón” de la
ciudad. O en Valladolid, el paseo de Floridablanca, promovido por la Sociedad Econó-
mica de Amigos del País en 1784, desde la Puerta de Santa Clara hasta el convento del
Carmen Descalzo. En Salamanca, se crean amplios paseos de circunvalación que enlaza-
ran las distintas puertas de la ciudad, una de las obras, si no la obra más importante del
urbanismo salmantino del siglo XVIII. También, el camino de BellaÆor en Sevilla —un
paseo iniciado por Pablo de Olavide junto al antiguo Colegio de San Telmo, hoy sede de
la Presidencia de la Junta de Andalucía, que terminaba en los alrededores de la venta de
Eritaña, aproximadamente donde hoy se encuentra la Glorieta de Méjico—, o el paseo
de la Alameda de Málaga —diseñado en 1783 por el ingeniero militar Fernando López
Mercader e inaugurado dos años más tarde, y construido sobre el amplio arenal formado
delante de las antiguas murallas de la ciudad con los permanentes aportes de tierra ori-
ginados por las repetidas inundaciones del cercano río Guadalmedina—.
En Zaragoza, los salones de Santa Engracia y de las Tapias de Santa Engracia
—ambos paseos exteriores al muro de la ciudad— vinieron a sumarse como zonas de
esparcimiento ciudadano a la denominada arboleda de Macanaz, en la orilla izquierda
del Ebro y formada a principios del siglo XVIII a instancias de Melchor de Macanaz.
Según fuentes de la época, este paseo de Santa Engracia, germen de la futura ampliación
hacia el sur de la población, se convirtió en el más concurrido de la ciudad en detrimento
del primero, destacando, en este sentido, la celebración en él de la Åesta de San Juan.
A lo largo del siglo XIX, la ciudad experimenta un crecimiento demográÅco sin
precedentes. Esto se traduce en un incremento de la densidad ediÅcatoria que ocuparía
masivamente los espacios residuales del interior de la ciudad, derivando en una falta de
espacios libres, salvo los estrictamente necesarios para las comunicaciones viales. Esta
densiÅcación espacial, unida a la contaminación producida por las industrias, produjo
graves problemas de salubridad e higiene. Surgen así propuestas que cuestionan la pro-
pia viabilidad de la ciudad industrial, pero también otras que proponen su regeneración
para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. En esta sociedad industrial, el sistema
capitalista se impone mayoritariamente en el occidente europeo. Un sistema que estable-
ce, como uno de sus principios éticos, la estricta separación entre trabajo productivo y
tiempo libre, una separación no sólo horaria, sino también geográÅca. Se reivindica para
ello la necesidad de incorporar a la ciudad espacios abiertos, verdes y públicos. Lugares
que, prácticamente desde su origen, no sólo atenderían a la necesidad de lograr una ciu-
dad más saludable, sino que se transformarían en espacios más complejos con una oferta
variada de usos entre las que destacarían las actividades culturales: música al aire libre,
museos y galerías de arte, restaurantes, kioscos, etc. De esta forma, a los objetivos sanita-
332
Los ensanches urbanos, ejes de dinamización cultural
rios iniciales de los parques se les incorporarán aquellos otros que logren cubrir diversas
necesidades de ocio y esparcimiento de los ciudadanos.
Un primer paso en esta creación de espacios libres, lo supuso la apertura de Åncas
privadas de propiedad real o aristocrática para uso y disfrute de los ciudadanos. En este
sentido, es necesario señalar el temprano ejemplo de Hyde Park en Londres, inicialmente
coto de caza real que fue abierto al público en 1637 por Carlos I. Por encargo de la Reina
Carolina, Charles Bridgeman lo ordenó y rediseñó entre 1728 y 1733, construyendo en
su interior el lago —o canal— Serpentine que separa como tal Hyde Park de Kensington
Gardens, aunque generalmente se considera que estos últimos forman parte del todo que
es Hyde Park.
Sin embargo, el carácter público que habrían de tener los parques urbanos obligaba
a que estos fueran lugares de nueva creación y a que su Ånanciación corriera a cargo
del erario público, de igual manera a como lo hacían el resto de los equipamientos de la
ciudad. Será entonces cuando la incorporación de los espacios naturales a la ciudad dé
un paso dimensional, creándose así nuevos espacios lúdicos, lugares que formarán parte
de las políticas urbanas y de la planiÅcación a la que se someterá a la “ordenada” ciudad
decimonónica. Nace el parque urbano, un espacio identiÅcado con actividades antitéti-
cas a las de productividad, el “templo del recreo”. El antiguo salón ilustrado, escenario
de corteses paseos entre los árboles a pie o preferiblemente en carruaje, se ampliará en
extensión y extraordinariamente en cuanto a la variedad de equipamientos que irán liga-
dos a esos parques urbanos: el hipódromo, los paseos en barca, el patinaje, el velódromo,
el zoológico o el parque de atracciones (Sica, 1981: 1.058).
En 1833, el Parlamento inglés promulga leyes para mejorar las condiciones de vida de
los obreros, entre éstas destaca aquella que proveía de fondos y organizaba la gestión de
nuevos parques para la ciudad. En 1841, la Birkenhead Improvement Commission autori-
zó la disposición de fondos públicos para la compra de los terrenos necesarios para la cons-
trucción de un parque público para la ciudad. Esta disposición sería refrendada por una
Private Act del Parlamento inglés. Dos años más tarde se concretaba la compra de dichos
terrenos y se contrataba para su diseño a Joseph Paxton que acababa de concluir el Princes
Park de Liverpool14. Así, el Birkenhead Park es el primero que fue concebido como un es-
pacio para uso y disfrute ciudadano y Ånanciado con fondos públicos, un lugar que, desde
el principio, fue pensado para el conjunto de la población (Martínez y Rivas, 1990: 225).
14
El Princes Park, inaugurado en 1842, era inicialmente un parque privado que formaba parte
de un plan inmobiliario en el que la zona verde central pretendía revalorizar las viviendas que
lo bordeaban —no obstante, su adquisición por parte del municipio tendría lugar en 1918—.
Una operación inmobiliaria similar había sido llevada a cabo por el Príncipe Regente —futuro
Jorge IV— en Londres para Ånanciar su residencia con las plusvalías resultantes de la venta de
las viviendas que iban vinculadas a esta actuación inmobiliaria. El resultado fue Regent’s Park,
proyectado por John Nash entre 1812 y 1827.
333
Isabel Yeste Navarro
15
Frederick Law Olmsted (1822-1903) era en 1850 un joven periodista interesado por la jardine-
ría que estaba realizando un viaje de investigación en el que visitó algunos parques ingleses. En
1852 publicó su experiencia en el libro Walks and Talks of an American Farmer in England —Paseos
y conversaciones de un agricultor americano en Inglaterra—, en donde manifestaba la conve-
niencia de utilizar las dos tendencias prioritarias en jardinería —paisajista y clásica— en función
de las circunstancias de cada terreno y lugar.
16
Los pabellones del programa, concebido en el año 2000 por la directora de la Serpentine, Julia
Peyton-Jones, son obra de arquitectos o equipos de diseño internacionales que, en el momento
de la invitación, todavía no hubieran completado ningún ediÅcio en Inglaterra. Desde la fecha
del encargo hasta su terminación no pueden transcurrir más de seis meses. Cada pabellón, una
vez terminada su correspondiente exhibición estival, es desmontado y vendido para ser recons-
truido en otro lugar del mundo, recuperando así una parte de la inversión.
334
Los ensanches urbanos, ejes de dinamización cultural
convertirse muy pronto en centro de la vida elegante de la capital, todo ello gracias a la
creación en su interior de dos lagos, varios estanques y grutas artiÅciales y, sobre todo, a
la construcción por parte del arquitecto Gabriel Davioud de quioscos, restaurantes y am-
plias instalaciones de patinaje. Entre 1858 y 1860, Alphand remodelará también el Bois
de Vicennes, de carácter mucho más popular que el anterior y situado al este de París.
335
Isabel Yeste Navarro
extremo este de la ciudad, al tiempo que se construían sus jardines, fue abierto parcial-
mente al pueblo por Carlos III y Fernando VII y convertido en parque público tras la
Revolución de 1868. A Ånales del siglo XIX y principios del XX, El Retiro se aprovechó
como marco para la celebración de diversas exposiciones internacionales de las que se
conservan, a manera de testimonio y como ejemplo vivo de la carga dinamizadora cul-
tural que habrán de tener estos parques públicos del siglo XIX en los años —y ya casi si-
glos— posteriores a su creación, ediÅcios tan emblemáticos como los palacios de Cristal17
y de la Minería18, ambos destinados en la actualidad a la celebración de exposiciones del
Ministerio de Cultura.
A lo largo del siglo XX, los parques públicos urbanos se transmutan como espacios
multifuncionales en la población. Aquellos espacios periféricos ganados a la naturaleza
en siglos anteriores, son ahora parte integrante de la ciudad consolidada, un lugar en
donde la naturaleza se “ordena” según sistemas que permiten acoger diversas activida-
des desempeñadas por el hombre contemporáneo. Su incorporación a la trama urbana
posibilitó en la mayoría de los casos la formación de ensanches en los que el parque se
convirtió en bisagra de unión entre distintos modos de entender la ciudad y, sobre todo,
en eje dinamizador de una intensa vida ciudadana y, por añadidura, cultural: un cua-
derno de diálogo entre naturaleza y artiÅcio, un espacio de integración monumental, un
maridaje perfecto entre el arte y la naturaleza.
Figura 8. Vista aérea del parque de la Villete en París (izq. 1949, dcha. 2014).
Fuente: Google earth
Es preciso señalar también el caso inverso, esto es, espacios urbanos que se han “ce-
dido” total o parcialmente a la naturaleza. En este sentido, uno de los proyectos más in-
17
Fue construido por Ricardo Velázquez Bosco en 1887 con motivo de la Exposición de las Islas
Filipinas.
18
Construido también por Ricardo Velázquez Bosco, por quien se le conoce popularmente como
Palacio de Velázquez, entre los años 1881 y 1883 con motivo de la celebración de la Exposición
Nacional de Minería
336
Los ensanches urbanos, ejes de dinamización cultural
teresantes llevados a la práctica en las últimas décadas ha sido la construcción del parque
de la Villete en París, situado al noreste, en un terreno que anteriormente servía como
mercado de carnes y matadero, ambos cerrados en 1974.
Tras la convocatoria de un primer concurso en 1976 declarado desierto, se convo-
có un segundo en 1982, del que fue ganador el arquitecto suizo Bernard Tschumi. La
propuesta de Tschumi propone una ruptura con la concepción histórica de los jardines
urbanos, cuestionando el modelo parisino del siglo XIX. El parque se deÅne más por la
propuesta cultural de fuerte componente arquitectónico, que por un diseño paisajista
clásico, un lugar en donde la arquitectura y el arte se aúnan para fabricar naturaleza. A
pesar de ello el objetivo del parque sigue siendo el mismo, el reencuentro del hombre con
el paisaje dentro del ámbito urbano19.
El proyecto del parque se basa en tres componentes fundamentales que interactúan
entre sí: un sistema de puntos —constituido por una grilla de 120 x 120 metros que
determina el lugar donde se localizan las referencias construidas, las Folies—, de super-
Åcies —áreas de pavimentos, césped y arboles— y de líneas —galerías20—. Además de
las folies, hay numerosos ediÅcios en el parque que no son obra de Tschumi, tales como
la Grande Halle de la Villette —antiguo mercado convertido en biblioteca—, la Geóde
—una enorme esfera espejada que encierra un teatro IMAX—, la Ciudad de las Ciencias
e Industrias —un ediÅcio educativo para exposiciones temporales y permanentes—, el
Conservatorio Nacional Superior de Música y de Danza de París, el Cabaret Sauvage y
la Ciudad de la música —obra de Christian de Portzampac21—.
19
http://www.tschumi.com/projects/3/# (última consulta: 9 de enero de 2016).
20
http://tecnne.com/urbanismo/parc-de-la-villette/ (última consulta: 9 de enero de 2016).
21
http://lavillette.com/ (última consulta: 9 de enero de 2016).
337
Isabel Yeste Navarro
de una mejor adaptación al terreno, pero con quiebros y sinuosidades que entorpecían
la correcta Æuidez del tráÅco.
En París, desde 1828, ómnibus de tres caballos transportan hasta un total de cator-
ce pasajeros. Este medio de transporte, sin embargo, resulta demasiado caro para los
obreros, que continúan haciendo sus trayectos a pie. También de tracción animal, la
primera línea de tranvía exclusivamente urbano se puso en servicio en 1832 en el barrio
de Harlem en Nueva York (EE.UU.). En Europa, la primera línea se inaugura en Paris en
1853 —impulsada por los promotores del tranvía americano—. Posteriormente llega a
Inglaterra, a Birkenhead en 1860 y un año más tarde a Londres. Y será ya en 1871 cuan-
do el tranvía llegue a Madrid. Estos primeros tranvías de tracción animal serían sustitui-
dos por otros con motor a vapor en 1873 (Londres) y estos a su vez lo serían por los de
motor eléctrico en 1881 (Lichterfelde, cerca de Berlín, Alemania). En la misma línea, en
enero de 1886, Karl Benz patenta el primer vehículo con motor de gasolina, un modelo
fabricado a partir de la estructura de madera de un triciclo y propulsado por un motor
de explosión de un cilindro. En la década siguiente, muchos fabricantes de automóviles
comenzaron a producir sus propias interpretaciones de ese primer modelo.
Figura 9. Primeros vehículos a motor: izq. primera motocicleta del mundo (Daimler, 1885); dcha.
documento de patente de vehículo motorizado (Benz, 1886).
La ciudad, también por mor del transporte, se abre al exterior a través de la instala-
ción de una cada vez más extensa red ferroviaria que requerirá de la construcción de las
“nuevas catedrales” del XIX, las estaciones del ferrocarril —en París las más importantes
son la Gare d’Austerlitz (1840), la Gare St.-Lazare (1842), la Gare du Nord (1843) y la
Gare de l’Est y la Gare de Lyon (1847-1849)—.
338
Los ensanches urbanos, ejes de dinamización cultural
339
Isabel Yeste Navarro
En este sentido, podemos señalar la obra de Emile Zola, El paraíso de las damas, en donde el
22
autor recoge la aparición y auge de los primeros grandes almacenes franceses. Asistimos así al
nacimiento del gran comercio, aquel que fue creado para satisfacer, y explotar, los deseos de la
nueva burguesía urbana.
340
Los ensanches urbanos, ejes de dinamización cultural
23
Es curioso señalar como estas protestas tuvieron su reÆejo en: “La Gran Vía, revista lírico-
cómica, fantástico-callejera en un acto” —título completo original—. La Gran Vía es una zarzue-
la en un acto y cinco cuadros con música de los maestros Federico Chueca y Joaquín Valverde y
libreto de Felipe Pérez estrenada en el Teatro Felipe de Madrid el 2 de julio de 1886. Entre los
cuadros que recoge, destaca el que obra comience con un coro en el que las Calles y Plazas de
Madrid asisten al parto de Doña Municipalidad de una nueva calle —Gran Vía— mientras se
quejan del trato recibido por ella:
Somos las calles, somos las plazas pues causó ¡voto a tal!
y callejones de Madrid, un asombro general…
que por un recurso mágico porque doña Municipalidad
nos podemos hoy congregar aquí. para tales casos pasa de la edad.
Es el motivo que nos reúne A decir la verdad
perturbador de un modo tal esa vía está de más,
que solamente él causaría porque todos aquí
un trastorno tan fenomenal (…) tienen calles para sí,
Porque es el caso, que según dicen, con arreglo y razón
doña Municipalidad a su clase y condición;
va a dar a luz una gran vía, y es de suponer que en concepto tal,
que de Åjo no ha tenido igual. para una Gran Vía no habrá personal (…)
Cuando yo lo escuché Porque si esa vía, por llamarse grande,
asombrada me quedé; cuando nazca a todas trata de humillar,
todo aquél que lo oyó va a llevar un susto de seguro
asombrado se quedó; la señá Municipalidad.
http://www.arcadiajerez.com/gestion/contenidos/agenda/libretos/Libreto%20Gran%20
Via.pdf (última consulta: 15 de enero de 2016).
341
Isabel Yeste Navarro
24
A Ånales del siglo XX, nuevas formas de ocio hicieron desaparecer numerosas salas, no obstan-
te, el éxito de los musicales de los últimos años vuelve a llenar de vida y de luces las aceras de la
Gran Vía.
342
Los ensanches urbanos, ejes de dinamización cultural
A Ånes de enero de 1812 se inició al derribo de la mayor parte de las casas que
componían el antiguo camino de Santa Engracia. En marzo del mismo año, se habían
ya corregido alineaciones y se habían plantado cuatro hileras de árboles, en junio, se
colocarían faroles y bancos. El paseo se “inauguró” el 30 de septiembre de 1812. Un año
más tarde, los franceses abandonaban la ciudad y con ellos lo hacía Joaquín Asensio. A
pesar del cambio político, el proyecto de paseo Imperial se retomaría una y otra vez por
considerar que la actuación llevada a cabo hasta ese momento resultaba irreversible y
de utilidad pública para el futuro desarrollo de la ciudad. Buscando un valor alegórico
343
Isabel Yeste Navarro
para el proyecto que lo alejara de primitiva idea napoleónica, se fue gestando la idea
de construir un paseo con salón central y dos calzadas laterales que concluyera en una
glorieta con jardines y en donde se construyera igualmente una “magníÅca” puerta para
la ciudad. El paseo napoleónico pasó a denominarse Salón de Santa Engracia, una de-
nominación, no obstante, que lo entroncaba de modo directo con los bulevares franceses
y con la política de espacios verdes que, respondiendo a propuestas higienistas, se había
iniciado ya en Europa en épocas anteriores.
Una vez concluido el paseo, faltaba por completar su entorno, lo cual se llevaría a
cabo a partir de la construcción de ediÅcios porticados —según proyecto de 1834 de José
de Yarza y Joaquín Gironza, reformado en 1854 por José Segundo de Lema— y con una
ordenación uniforme de fachada, similar a la elaborada por Percier y Fontaine para la
rue de Rivoli parisina.
Desde su apertura, el paseo de la Independencia se convirtió en el nuevo centro de la
vida ciudadana de Zaragoza. Los pórticos en planta baja favorecieron la instalación de
un buen número de comercios que culminarían ya en pleno siglo XX con la construcción
de dos pasajes comerciales: Pasaje Palafox y El Caracol; y dos grandes almacenes: SEPU
—hoy C&A— y Galerías Preciados —hoy El Corte Inglés—. Y también la de cafés, es-
tablecimientos que desde un principio han servido para mucho más que para beber un
café o tomar una copa, ya que estos locales públicos se convirtieron en auténticos “menti-
deros”, cuevas de conspiradores y ateneos culturales. Lugares en los que la sociedad bur-
guesa podía, sentada en cómodos divanes, disfrutar de una intensa tertulia amenizada
por un pianista acompañado a veces por un violinista, o de una buena partida de billar,
pues resultaba notable la aÅción que por este juego, en sus distintas modalidades, se tenía
entre los jóvenes. Cafés como los míticos Ambos Mundos y Gambrinus se convirtieron en
espacios de ocio y encuentro de la población zaragozana (Vázquez, 2015: 72-84). Y en
Independencia, destacaban también otros como Iberia, Matossi o Suizo, o ya mucho más
modernos como el Café Salduba, la Cervecería Abdón, el Café Alaska o Espumosos (Vázquez,
2015: 64-67 y 163-193).
También los teatros encontraron en el paseo un lugar privilegiado en el que instalar-
se y así lo hicieron el Teatro Novedades (1864-1892), el Teatro Pignatelli (1878-1914), el Salón
Variedades (1899-1924), el Teatro Parisiana (1910-1934) y en el mismo emplazamiento que
el anterior, el Teatro Argensola (1935-1987) (Martínez Herranz, 2003: 601-853). Y como
no, los cines, con: Actualidades (1934-1979), Alhambra (1911-1965), Aragón (1924-1934),
Avenida (1968-1979), Coliseo Equitativa (1950-1999), Dorado (1914-1980) y el único que to-
davía permanece abierto, Palafox (1954- ) (Martínez Herranz, 1994: 183-215).
344
Los ensanches urbanos, ejes de dinamización cultural
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345
Isabel Yeste Navarro
346
Tabacalera
y la gentriÅcación de Lavapiés
Javier Abarca
Artista e investigador
347
Javier Abarca y Lucila Urda Peña
El proyecto, cuyo coste ascendía a 30 millones de euros, no pudo llevarse a cabo por
falta de Ånanciación y, dado que se pretendía evitar que el ediÅcio continuase abandona-
do, se plantearon nuevas alternativas para posibilitar su uso.
La Dirección general de Bellas Artes propuso a la asociación cultural SCCPP1 liderar
un proyecto artístico y cultural en el ediÅcio. La asociación extendió el encargo a otras
asociaciones de Lavapiés y aceptó la propuesta de la DGBA Årmando un contrato de
un año en el que se comprometían a llevar a cabo un proyecto autogestionado llamado
“Centro Social Autogestionado La Tabacalera”. El acuerdo permitía utilizar 9.200m² de
los 30.000 disponibles en el ediÅcio aunque al cabo del tiempo se ocuparon, sin permiso,
muchos más. Después de dos años de renovaciones de contratos se consigue un acuerdo
de cesión por parte del Ministerio de Cultura que daría estabilidad al proyecto con con-
tratos bianuales prorrogables hasta un máximo de ocho años. La gestión se lleva a cabo
por la Asociación Cultural de Lavapiés “CSA La Tabacalera” con un modelo asamblea-
rio abriendo a cualquier persona interesada su posible participación. La asociación se
1
“Sabotaje contra el capital pasándoselo pipa”. Colectivo asesor constituido para apoyar iniciati-
vas de okupación. http://www.sindominio.net/Åambrera/sccpp/septiembre/bureau.htm
348
Tabacalera y la gentriÅcación de Lavapiés
deÅne de esta forma “LTBC es un centro social que promueve la participación y favorece
la creatividad, la acción social, pensamiento crítico y difusión de ideas y trabajos para su
expansión y democratización de la esfera pública”2.
2
http://latabacalera.net/about-la-tabacalera/
349
Javier Abarca y Lucila Urda Peña
3
http://elkeller.wordpress.com/
4
Melodías subterráneas es un proyecto colectivo de exploración audiovisual comisariado
por “El Keller”.
5
“Buraco Negro” es un programa que permite la invitación de artistas ajenos a la organización
ofreciéndoles u espacio expositivo.
6
Crítica urbana (c.u.) es un festival de arte urbano autogestionado que plantea reÆexiones acerca
350
Tabacalera y la gentriÅcación de Lavapiés
En las exposiciones se exhiben obras del propio colectivo o bien se invita a otros artistas
a que participen. La participación de “El Keller” en los Festivales de Crítica Urbana 2 y 3
proporcionó un escenario nuevo al primer festival de arte urbano madrileño (gestionado por
artistas y colectivos de modo informal, al margen de instituciones culturales). Además “El
Keller” ha organizado festivales independientes más relacionados con el campo audiovisual.
Los festivales alternativos son algunos de los eventos organizados que mayor repercu-
sión han tenido en el mundo del arte urbano. Los espacios de “urbanismo efímero” son
lugares idóneos sobre los que intervenir, sus muros se llenan de obras artísticas de artistas
relevantes en el panorama del arte urbano. Tabacalera es uno de esos lugares.
Jordi Borja ya nos alertaba sobre el valor del urbanismo efímero y la importancia de
este tipo de espacios en las ciudades en su libro “El espacio público. Ciudad y ciudadanía”.
Una consideración especial merecen Ånalmente los espacios de transición, es decir, aque-
llos que se sitúan entre privados y públicos, o los generados por el impacto o el vacío de
un equipamiento o una infraestructura sobre su entorno, o espacios residuales produci-
dos por las formas de desarrollo urbano. Si vemos estos espacios como una oportunidad
nos daremos cuenta que en la ciudad actual las posibilidades de crear espacios públicos
caliÅcados son inmensas. Bien como espacios públicos permanentes, bien como oportu-
nidad para el urbanismo efímero.
(Borja, 2003)
Estos espacios ambiguos permiten que se produzcan situaciones curiosas en las que
se desdibujan los límites entre los ediÅcios y las calles del barrio en el que están ubicados.
El numeroso grupo de artistas urbanos de “El Keller” actúa a menudo por las noches en
el barrio de Lavapiés, que es una de las áreas favoritas de intervención para los artistas
urbanos madrileños.
La idea de Tabacalera como un centro “activador” cristaliza de forma muy signiÅca-
tiva en el caso del arte urbano, donde el trabajo que se madura y nace de la reÆexión en
el taller se experimenta luego en las calles del barrio.
Existe una relación muy clara entre las estructuras organizativas de los artistas urba-
nos y el espacio urbano que rodea el ediÅcio de Tabacalera. La inÆuencia de este espacio
cultural en las transformaciones del barrio donde se ubica es evidente. El campo de
actuación de “El Keller” es mucho más amplio que el barrio de Lavapiés pero es cierto
que la posibilidad de intervenir en el entorno próximo al ediÅcio ha sido aprovechada
por muchos de sus miembros, en grupo o en solitario.
de la ciudad y los espacios públicos, su uso, disfrute y regulación. La intención es construir una
crítica desde el arte y el espacio público centrada en las obras y artistas que dentro del arte ur-
bano tienen un compromiso social. En http://old.kaosenlared.net/noticia/madrid-festival-ar-
te-urbano-critica-urbana-2
351
Javier Abarca y Lucila Urda Peña
7
Madrid Street Art Project es una asociación que pretende apoyar, poner en valor y propiciar
el arte urbano a través de la organización de distintas actividades, como los safaris urbanos o
los talleres con artistas; la mediación para la intervención artística en espacios públicos y otras
iniciativas de interés, partiendo de la escena de Madrid y con el objetivo de contribuir a la
reÆexión, animar a los ciudadanos a disfrutar del arte urbano y respaldar a sus creadores. En
http://madridstreetartproject.com/msap-about/
352
Tabacalera y la gentriÅcación de Lavapiés
calle se ha transformado por completo y es un reclamo más para los visitantes y partici-
pantes en las actividades de Tabacalera.
La progresiva formalización de las prácticas de arte efímero en la ciudad tiene un
claro reÆejo en este proyecto, en el que participan artistas habituados a realizar trabajos
por su cuenta en el centro de Madrid.
La paradoja de una práctica prohibida y a la vez contratada por el Ministerio de
Cultura es un reÆejo del momento de transición que vive el arte urbano, cada vez más
aceptado por las instituciones.
La situación del ediÅcio de Tabacalera es una metáfora de sí mismo. Sus actividades
se gestionan a través de dos vías paralelas: una institucional y otra independiente aunque
las dos gestiones utilizan una infraestructura común para poder llevarse a cabo.
5. La gentriÅcación de lavapiés
El término inglés gentriÅcation, castellanizado de forma ya muy habitual como gentriÅcación,
se reÅere a una serie de transformaciones urbanísticas y poblacionales que vienen teniendo
lugar desde las últimas décadas del siglo pasado. En principio, el término describe un fe-
nómeno concreto, particular de ciertas grandes ciudades estadounidenses. Hoy es común
usarlo con un sentido más amplio, para designar procesos más o menos parecidos al mode-
lo original, y que tienen lugar en ciudades de todo el mundo.
El proceso que culmina en la gentriÅcación comienza cuando se permite que un barrio
obrero entre en decadencia. Esto hace que los precios del suelo caigan, de modo que las
empresas inmobiliarias pueden comprar por poco dinero. El precio del suelo atrae también
a inmigrantes y a artistas, cuya presencia conÅere al barrio una identidad cosmopolita y cul-
tural. Este cambio, unido a operaciones públicas y privadas relacionadas habitualmente con
la cultura (construcción de museos o teatros, por ejemplo), transforma la imagen del barrio,
que pasa de ser un gueto que es necesario evitar a ser una atracción que es necesario visitar.
Los inversores inmobiliarios convierten entonces las viejas viviendas obreras en moder-
nos apartamentos, que son ocupados por población de clase media cada vez más conven-
cional y adinerada. Los comercios de barrio se sustituyen por locales de ocio y hostelería
cada vez más exclusivos, orientados tanto a la nueva población como a turistas y visitantes.
El creciente precio del suelo y la ausencia de servicios expulsa deÅnitivamente del barrio a
sus pobladores originales, y con ellos han de marchar también los inmigrantes y los artistas.
Existen dos corrientes de pensamiento que tratan de explicar la gentriÅcación
(Diekjobst; Froidevaux y Jüssen: 2012). La primera se enfoca en la demanda, es decir, en
el papel que ejerce la población gentriÅcadora. Según esta visión la gentriÅcación ocurre
de forma natural, impulsada por los gustos de cierto segmento de la clase media: jóvenes
que desean vivir en los barrios degradados del centro por su multiculturalidad, su am-
353
Javier Abarca y Lucila Urda Peña
Entre los atractivos culturales de los barrios en proceso de gentriÅcación, el arte suele
ser el más prominente. Este valor se incorpora, como hemos visto, tanto de forma indu-
cida, por ejemplo construyendo ediÅcios, como de forma orgánica, por ejemplo por la
llegada de artistas, espacios culturales alternativos y galerías de arte. En los últimos años
el arte urbano está cumpliendo esta misma función, de forma quizá más efectiva aún.
Esto es así porque, si el graٻti suele considerarse parte de los signos de desorden que
expulsan a la clase media de los centros urbanos en decadencia (Kelling y Coles: 1996),
el arte urbano puede tener un efecto inverso8.
El arte urbano es, de hecho, un efectivo reclamo para las primeras oleadas de clase
media gentriÅcadora, que llega a los barrios obreros atraída por su “autenticidad”. Para
estos nuevos pobladores el arte urbano funciona como “un sucedáneo asimilable del
graٻti, capaz de aportar a las calles el Ålo barriobajero (otro deseable signo de autenti-
cidad) mientras sustituye la hostilidad de lo ininteligible por la cercanía y amabilidad”
que caracteriza sus contenidos habituales (Abarca, 2009: 61). Este tipo de cambio es una
constante en los procesos de gentriÅcación: la transformación de signos naturales de vi-
talidad urbana, atractivos pero también inquietantes a ojos de la clase media, en réplicas
manufacturadas controlables y comercializables9.
8
En este texto usamos los términos “graٻti” y “arte urbano” según la acepción descrita por
Abarca, 2007 o Levihson, 2008. Esta acepción diferencia un fenómeno de otro atendiendo ante
todo a sus audiencias: el graٻti como código cerrado dirigido tan solo a la subcultura capaz de
descifrarlo, y arte urbano como grupo heterogéneo de formas de comunicación que se dirigen al
viandante en general.
9
El papel que estos aspectos juegan en el proceso de gentriÅcación se estudia en Abarca, 2009.
354
Tabacalera y la gentriÅcación de Lavapiés
Los artistas urbanos actúan en los barrios en proceso de gentriÅcación mucho más a
menudo que en otras áreas, al menos por dos motivos. Por un lado, es habitual que vivan
o alternen allí. Por otro, es allí donde conÆuye la gente atenta a las tendencias subcultu-
rales y cercana al mundo del arte, es decir, el público más rentable en términos de visi-
bilidad mediática y de proyección social. La aparición del arte urbano en estos barrios,
y la llegada de nuevos pobladores atraídos por su presencia se contarían, entonces, entre
los factores a los que se reÅere la corriente de pensamiento que entiende la gentriÅcación
como un proceso natural.
Desde hace pocos años los festivales de murales se han convertido en algo común en
ciudades grandes y pequeñas de todo el mundo. En este tipo de eventos los artistas son
invitados por instituciones y empresas para pintar obras de gran escala, habitualmente
fachadas enteras10. Esta nueva encarnación del arte urbano es más espectacular y mediá-
tica, y por tanto aún más efectiva a la hora de conferir atractivo cultural a un barrio. Un
festival de murales, además, resulta extremadamente barato respecto a la visibilidad que
proporciona. Estos factores han hecho del mural la herramienta ideal en el arsenal de
empresas y ayuntamientos interesados en el cambio de imagen de un barrio.
En Madrid, el caso más temprano y más claro se dio en una pequeña zona cercana a
la Gran Vía que una empresa inmobiliaria ha designado con el nombre “Triball” (Peris,
2014: 3-4). Para lavar la imagen de la zona, conocida hasta entonces por el comercio
sexual, en 2008 la empresa organizó la producción de varios murales. El Ayuntamiento,
por su parte, ha promovido entre 2012 y 2015 la producción de murales en los barrios
de Tetuán, Usera, Villaverde y Vallecas, históricamente obreros y degradados. La dis-
creta iniciativa municipal ha estado lejos del modelo mediático de festival, y ha tenido
una clara voluntad de servicio público para los habitantes actuales de esos barrios. Sin
embargo, en al menos dos de estas zonas hay intereses especulativos que pueden verse
beneÅciados por la presencia de los murales: Tetuán lleva tiempo inmerso en un claro
proceso de gentriÅcación, y Usera es un objetivo futuro desde que el soterramiento de
la autopista de circunvalación M-30 eliminara la frontera que separaba el barrio de las
zonas deseables del centro, y sustituyera los coches por un atractivo parque Æuvial. Por
último, también en Lavapiés han conÆuido murales y gentriÅcación, sobre todo con la
celebración en 2014 del festival Muros Tabacalera.
10
Es habitual referirse a estos eventos como “festivales de arte urbano”, y a los murales resultantes
como “arte urbano”. Discusiones terminológicas aparte, se trata de dos actividades con diferen-
cias claras y muy determinantes. Para un análisis detallado de estas diferencias ver Abarca, 2016.
En el contexto de este escrito usamos “arte urbano” para referirnos a las obras producidas sin
permiso, casi siempre de forma encubierta y precaria, y “murales” para referirnos a los encargos
institucionales producidos con andamios y grúas.
355
Javier Abarca y Lucila Urda Peña
Figura 2. Imagen del proyecto Muros en la esquina de las calles Miguel Servet y Mesón de Pare-
des. Fuente: Imagen publicada por R2hox bajo la licencia Creative Commons CC BY-SA 2.0 ES.
11
El tema ha sido estudiado a fondo en Sequera, 2013.
356
Tabacalera y la gentriÅcación de Lavapiés
Creo que [el CNAV] puede ser un lugar de buena acogida siempre que se tenga en
cuenta otras realidades y que no se convierta en un ovni. Para ello el proyecto de CSA es
fundamental para darle un tipo de comunicaciones entre un proyecto ministerial y una
realidad social. [sic]
(Sequera, 2013: 213)
Unos días antes de Årmar estas líneas, en diciembre de 2015, la asociación que or-
ganizó Muros ha coordinado la producción de varios murales más en Lavapiés. Uno
de ellos, en el número 16 de la calle Embajadores, es uno de los murales de escala más
monumental que se han producido en Madrid. Pocas semanas más atrás, a unas calles
de allí, en el cruce de Mesón de Paredes con Cabestreros, había aparecido otra imagen
monumental: una impresión publicitaria del tamaño de una fachada.
El anuncio sorprendió por ser algo propio de avenidas principales, y no de las estre-
chas calles de un barrio obrero. Para muchos, la presencia del mastodóntico mural de
Embajadores 16 resulta tan ajena al barrio como la de la fachada publicitaria de Mesón
de Paredes. En cualquier caso, ambos son signos de que la gentriÅcación deÅnitiva de
Lavapiés, que hace poco parecía aún lejana, está haciéndose realidad.
357
Javier Abarca y Lucila Urda Peña
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359
El impacto en la ciudad del Museo de
Teruel y los Estudios de Bellas Artes
de la Universidad de Zaragoza
361
José Prieto Martín
En primer lugar, hablaré del Museo, que tiene su origen en el Servicio de Excava-
ciones Arqueológicas establecido por la Diputación Provincial de Teruel en 1955; fue
creado con el objetivo de conservar y difundir el patrimonio cultural turolense. Desti-
nado, en un principio, a albergar colecciones de arqueología, prehistoria y etnografía;
en la actualidad, además, realiza una amplia actividad investigadora, organiza ciclos de
conferencias, exposiciones temporales y otras actividades de divulgación; en el presente
artículo, me centraré en sus exposiciones temporales y en la promoción del arte contem-
poráneo, mediante la convocatoria de las becas ENDESA.
En segundo lugar, hablaré de la implantación de los estudios de Bellas Artes en el
Campus de Teruel de la Universidad de Zaragoza, en el curso 2006-2007, que han dado
lugar a que los futuros artistas contemporáneos aragoneses y de otras comunidades limí-
trofes (Valencia, Navarra, La Rioja, Castilla la Mancha) se trasladen a nuestra ciudad y
se formen dentro de nuestra comunidad y, en algunos casos, desarrollen, aquí, su carrera
profesional. Estos estudiantes, durante sus cuatro años de permanencia en la ciudad,
desarrollan una amplia actividad cultural en ella.
1. El Museo de Teruel
El Museo de Teruel demuestra, a través de iniciativas como la exposición Desde la
sombra. Una visión del arte turolense, hoy, su permanente compromiso con la creativi-
dad artística de nuestro entorno. No sólo eso, sino que desea ser instrumento aglutinador
y divulgador de una tarea que reclamaba un bien ganado protagonismo y que, por tanto,
justiÅca el que deba ser conocida por nuestros conciudadanos y por quienes nos visitan.
(Arrufat, 2010: 9)
Desde 1987, esta institución ha realizado interesantes exposiciones temporales con cua-
tro ámbitos de actuación: por un lado, exposiciones monográÅcas que contribuyen al
conocimiento de las vanguardias-artísticas; por otro, ha mostrado la obra de artistas
contemporáneos españoles, principalmente aragoneses como: Pablo Serrano (Crivillen,
Teruel 1908-Madrid, 1985), escultor expresionista que también destacó en el campo de
la escultura no Ågurativa, heredero de la escultura cubista, y amante del vacío; le preo-
cupaba el espacio, que él dramatizaba con el tema de su “ausencia”. Salvador Victoria
(Mora de Rubielos, 1928-1994) es uno de los principales pintores aragoneses, gran maes-
tro de la abstracción lírica española; su exposición ha permitido que se conozca con
detalle la donación realizada por la viuda del artista Marie-Claire Decay al Museo.
Francisco Rallo Lahoz nació en Alcañiz en 1924, pronto su familia se desplazó tempo-
ralmente al Sur de Francia (Clermond-Ferrand) y al cabo de un año Åjaron su residencia
en Zaragoza, donde vivió hasta su muerte en 2007; siempre fue un escultor realista. José
362
El impacto en la ciudad del Museo de Teruel y los Estudios de Bellas Artes…
Manuel Broto (Zaragoza, 1949), que el día 2 de octubre de 2008 inauguró su exposición
“Pintura y gesto: Broto el fragor de la luz”, es la primera vez que este artista ha tenido una
exposición individual en la provincia de Teruel. Enrique Larroy (Zaragoza, 1954), que
comenzó a pintar de forma autodidacta al principio de la década de los setenta; adscrito
a la pintura abstracta, y buen conocedor de los movimientos Pop-Art y Post-Pop Art y
de los Cinéticos e inÆuenciado por el grupo francés supports-surfaces. También ha re-
descubierto el trabajo de artistas turolenses; unos, casi desconocidos, como es el caso de
Francisco Fuertes Martín, que nació en Singra en 1946 y murió en Barcelona en 1994, y
pasó los primeros años de su vida en su pueblo natal; otros, famosos internacionalmente,
como Nati Cañada, nacida en Oliete, es una de las artistas aragonesas de mayor proyec-
ción internacional, principalmente, gracias a sus retratos.
Colabora y muestra las sucesivas ediciones (son ya catorce) de CERCO, principal
Feria Internacional de Cerámica Contemporánea en España, que pretende ser reÆejo de
los distintos lenguajes y usos de la cerámica actual. Poder contemplar, en una sola con-
vocatoria, los trabajos de más de cien artistas, da idea de la importancia y trascendencia
que adquiere un acontecimiento cultural de este calado. Y, por último, ha promovido
las artes plásticas mediante el apoyo y estímulo a los nuevos creadores con las becas
ENDESA que nacieron en 1989, fruto, como su nombre indica, de la colaboración del
Grupo ENDESA, muy vinculado a la provincia de Teruel y la Diputación Provincial. Es-
tas Becas tienen dos objetivos: el principal posibilitar la actividad creativa de artistas cuya
carrera profesional no se encuentra todavía consolidada, permitiéndoles llevar a cabo un
conjunto de obras que, de otro modo, se habrían producido difícilmente o, sencillamen-
te, no se habrían producido. El segundo objetivo es complementario del primero, ya que
algunas de esas obras son cedidas por sus autores, de acuerdo con el jurado, pasando a
formar parte de la importante colección de arte contemporáneo de este Museo. En las
últimas ediciones, se han presentado más de ochocientos candidatos, lo que pone de ma-
niÅesto el interés y prestigio que estas becas han logrado con el paso de los años. Quiero
destacar la calidad del Jurado, formado por prestigiosos críticos de arte y artistas, que
apenas ha sufrido variaciones a lo largo de los años: Tomás LLorens, como presidente,
y Daniel Girald-Miracle, Fernando Huici, Francesc Rodon, Juan Manuel Bonet, Alicia
Fernández, y Miguel Fernández Cid, como vocales (Prieto, 2013: nº 22). Han sido ya un
total de 75 los artistas seleccionados, de distintas disciplinas. Si en las primeras edicio-
nes dominaron las técnicas más tradicionales, pintura y escultura, con los años y como,
también, ha ocurrido en ferias y eventos artísticos, los nuevos medios audiovisuales y
principalmente la fotografía se han impuesto, relegando en cierta forma a las disciplinas
“clásicas”. Aunque, en las últimas ediciones, parece que la pintura y la escultura vuelven
a reconquistar, en parte, el terreno perdido. Uno de los proyectos ganadores de las Becas
Endesa, en la XIII convocatoria (2013-2015), pudo verse en el Museo de Teruel, entre
el 8 de mayo y el 14 de junio de 2015, “RANK AMN” de Sergio Prego (San Sebastián
363
José Prieto Martín
1969), licenciado en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, en la especialidad de
escultura. La muestra incluye las obras cedidas al Museo por la Fundación ENDESA.
Hay dibujos y esculturas: neumáticas, hinchables (lonas negras rellenas de agua) y arti-
culadas (de plástico y aluminio). Prego, en sus obras, pone de maniÅesto su interés por el
espacio, pero, también, es interesante resaltar la dependencia de la electricidad en varias
de las instalaciones que se muestran, como en la “AMNH-1 y 2” y en la “RANK AMNH”.
La relación de la escultura contemporánea con las nuevas tecnologías y los nuevos mate-
riales es algo que ya se viene produciendo desde comienzos del pasado siglo XX (Prieto,
2015: nº 31).
2. La Universidad de Zaragoza
en el Campus de Teruel
El 17 de septiembre de 1972 se aprobaba el denominado “Plan experimental de 1971”,
tal y como correspondía tras la aprobación de la Ley General de Educación de 1970.
Esto dio lugar a la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado de EGB de
Teruel. Este mismo año el Colegio Universitario de Teruel apareció en el BOE (24-VIII-
1972) como “centro de educación universitaria adscrito a la Universidad de Zaragoza”.
Se le facultó para impartir el primer ciclo universitario en dos especialidades de Filoso-
364
El impacto en la ciudad del Museo de Teruel y los Estudios de Bellas Artes…
1
En el curso 2015-16 en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Teruel tenía, aproxima-
damente, 1700 estudiantes y 160 profesores/as, y la población censada en Teruel (capital) era
de 35.675 habitantes.
2
La Universidad de Verano de Teruel es un centro académico vinculado a la Universidad de Za-
ragoza que imparte cursos de verano, organiza jornadas y celebra cursos extraordinarios, dentro
del ámbito universitario, en la ciudad y en la provincia de Teruel. Nació, en 1985, heredando
una tradición más antigua que organizaba cursos de Geología práctica en esta provincia.
365
José Prieto Martín
obra de Carmen Escriche Balfagón (Teruel, 1974), “Dame alas”, es una de las selecciona-
das en este concurso. Una instalación que realzaba uno de esos lugares en Teruel “desde
los que nos gustaría saltar y no caer, sino volar”, una invitación a “pasar la frontera y
tocar el cielo” (VVAA, 2006: s.p.).
Figura 2. Carmen Escriche Balfagón. Dame alas. Estructura de hierro, alambre y tela de tul blan-
co. 340 x 150 x 110 cm. Paseo del Óvalo. TERUEL Espacio Abierto, 2006. Fuente: C. Escriche
366
El impacto en la ciudad del Museo de Teruel y los Estudios de Bellas Artes…
Los profesores del grado hemos colaborado ofertando distintos cursos, entre ellos
quiero destacar. De la edición XXV (2009): Grabado: La mancha en el grabado calcográÅco,
técnicas aditivas y grabado fotográÅco, estampación (5ª ed.), dirigido por Francisco López Alonso;
este curso, con anterioridad, fue dirigido por el catedrático de dibujo de la Universidad
Complutense de Madrid, Álvaro Paricio Latasa3, y Fenomenología del Arte (el artista como
modelo), dirigido por Fernando Sinaga, catedrático de escultura de la Universidad de
Salamanca y José Prieto Martín, como secretario. De la edición XXVI (2010): Grabado
sobre aluminio y gráÅca digital actual, dirigido por Francisco López Alonso. De la edición
XXVII (2011): Técnicas antiguas en tiempos modernos (2ª ed.), dirigido por Soledad Córdoba
Guardado, y José Aznar Alegre, como secretario. De la edición XXIX (2013): Arte, na-
turaleza y/o artiÅcio, co-dirigido por los profesores José Carrasquer Zamora y José Prieto
Martín. De la edición XXX (2014): Del taller al museo. Procesos de creación contemporáneos en
la práctica artística, (2ª ed.) dirigido por el profesor del área de escultura Diego Arribas
Navarro, celebrado en Rubielos de Mora; Workshop: Mente y cognición, perspectivas actuales,
dirigido por Rafael Lorenzo Alquezar, profesor del departamento de Ålosofía y decano
de la facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Teruel, su sede fue Calanda. Y, de la
edición XXXI (2015): Curso de pintura de paisaje: Miradas y territorio (3ª ed.), dirigido por
la profesora Marta Marco Mallent, celebrado en Rubielos de Mora. Serigrafía artística,
dirigido por el profesor Francisco López Alonso y la profesora Silvia Hernández Muñoz
como secretaria.
3
El profesor Álvaro Paricio junto con los profesores, de la Universidad Politécnica de Valencia,
Amparo Carbonell y Pepe Galindo fueron los asesores para la implantación de los estudios de
Bellas Artes en Teruel.
367
José Prieto Martín
368
El impacto en la ciudad del Museo de Teruel y los Estudios de Bellas Artes…
como Feito, Saura, Josep Renau, Rueda, Guinovart, Genovés, Sempere, Monpo, Zamora-
no, Saura y Chillida, pertenecientes a la colección privada del profesor de dibujo Manuel
Adsuara. ALABASTROARTE2009. Exposición de Escultura en Alabastro, celebrada en
Teruel, en mayo de 2009, con obras realizadas en el marco del VII Simposium de Escultura en
Alabastro, que tuvo lugar en Albalate del Arzobispo del 31 de agosto al 11 de septiembre de
2008, la muestra se realizó en colaboración con la Asociación para el Desarrollo Integral
del Bajo Martín y Andorra-Sierra de Arcos (ADIBAMA); constaba de doce esculturas y sus
autores eran de diferentes nacionalidades: Francia, Colombia, Japón, Argentina y España.
Hasta 2013, se siguieron realizando las exposiciones en la sala de Vicerrectorado, pero con
la inauguración del nuevo ediÅcio, cobró importancia la nueva sala de exposiciones y el
grueso de las muestras pasó a celebrarse en el ediÅcio de Bellas Artes. Las obras comenza-
ron el cinco de octubre de 2010 y Ånalizaron en 2012. El 9 de febrero de 2012, empezamos
las clases en él. El autor es el arquitecto José Antonio Gómez Muñoz4, que ha renovado
arquitectónicamente el Campus de la Ciudad Universitaria de Teruel, creando espacios
arquitectónicos modernos y funcionales. El ediÅcio está girado para mejorar la orientación
de la parcela, para vincularlo con el ediÅcio de Vicerrectorado y, como no, para provocar
espacios libres a la vía pública, con rotura de volúmenes que alternan el recorrido con una
sensación de amplitud y dominio público de los que la parcela, en sí, carece, utilizando los
espacios, generados en la parte posterior, para actividades docentes al aire libre. Con la
forma, se ha conseguido el máximo perímetro de fachada que posibilita la máxima ilumi-
nación natural y, a la vez, el máximo contacto con el entorno privilegiado donde se ubica.
4
José Antonio Gómez es, también, autor del Colegio Mayor Universitario Pablo Serrano, el Vice-
rrectorado y la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas.
369
José Prieto Martín
En la sala del nuevo ediÅcio, por un lado, hemos hecho exposiciones con un objetivo
didáctico, por otro, hemos acercado a nuestros estudiantes a conocer la trayectoria de
artistas aragoneses, realizado muestras colectivas de artistas contemporáneos. Y, mostra-
do exposiciones que anteriormente se han visto en el Paraninfo de Zaragoza. Además,
hemos contemplado las piezas premiadas y seleccionadas de Las Bienales de Arte de la
Comarca Andorra-Sierra de Arcos y, el XI Certamen Internacional de Fotografía Villa
de Andorra. Entre las muchas exposiciones celebradas en el nuevo ediÅcio quiero des-
tacar la primera muestra retrospectiva del escultor turolense, reconocido internacional-
mente, Eleuterio Blasco Ferrer (1907-1993), “Dibujo y compromiso en la obra de Blasco Ferrer”
del 22 septiembre al 3 de octubre de 2014, una selección de 46 bocetos, que analiza su
faceta como dibujante y que se mostró por primera vez en el Museo de Molinos durante
el verano de 2014. Esta exposición5 fue posible gracias a la colaboración con la Comarca
del Maestrazgo y el Ayuntamiento de Molinos.
No tardó en ponerse en contacto con Picasso. Blasco escribió una carta al malagueño
pidiéndole una entrevista tras haber pasado por su casa sin hallarlo. Al día siguiente en
Montparnasse, se tropezó con el pintor Pedro Flores, y le dijo que Picasso le esperaba.
(Pérez, 2019: 40)
La exposición “La obra gráÅca de Agustín Alegre. El dibujo como principio”, celebrada durante
los meses de octubre y noviembre de 2014, rindió un merecido homenaje al pintor turo-
lense Agustín Alegre Monforte (Santa Eulalia del Campo, 1936). Comisariada por la pro-
fesora del área de pintura Marta Marco, mostró unos 30 dibujos en los que predominaba
la Ågura, el dibujo del natural, el paisaje y los registros de la vida cotidiana. Estuvo patroci-
nada por la Fundación Antonio Gargallo y el Instituto de Estudios Turolenses. “Para mí el
dibujo es una pasión, es algo más íntimo y personal que la pintura y lo considero esencial, el
elemento preparatorio para los cuadros. En ocasiones, realizar algunos dibujos ‘duele más’
que un cuadro” (Prieto, 2014: nº 29). La exhibición “Noh - Kabuki. Escenas del Japón”, cele-
brada del 9 al 25 de febrero de 2015, fue una selección de obras procedentes de la colec-
ción de “Pájaro Profeta” de José Antonio Giménez y de otras colecciones particulares, que
fueron expuestas en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza (7 de octubre 2014-10 de
enero 2015). Planteaba un recorrido por el teatro japonés tanto en su vertiente clásica Noh,
como en la popular Kabuki. El comisario fue el profesor del departamento de Historia del
Arte David Almazán. Constaba de veinte pinturas conocidas como “kakejiku” y xilografías
en color-”ukiyo-e”-, recorriendo el siglo XIX y los comienzos del XX. Además, el profesor
5
Surgió de una investigación realizada sobre los fondos pertenecientes al artista, en el Museo de
Molinos por Inmaculada Real López y por Rubén Pérez y es obra que no se había mostrado
anteriormente.
370
El impacto en la ciudad del Museo de Teruel y los Estudios de Bellas Artes…
Fernando Beltrán impartió una conferencia sobre “El arte de las espadas japonesas”. La
muestra colectiva “(7x1) Usos”, en la que participaron ocho artistas (Alex Francés, Juan An-
tonio Cerezuela, Gloria G. Durán, Juan Carlos Castro, Monique Bastiaans, Claudia Mar-
tínez, Uxía Piñeiro, Duarte Encarnação) vinculados o colaboradores del grupo de inves-
tigación (los) usos del arte (noviembre diciembre 2014). También se han podido contemplar
las piezas premiadas y seleccionadas en La Bienal de Arte de la Comarca Andorra-Sierra
de Arcos (2013-2015), que pudieron verse con anterioridad en el Centro de Arte Contem-
poráneo Pablo Serrano de Crivillén, y el XI Certamen Internacional de Fotografía Villa de
Andorra (enero 2014).
Recientemente, en diciembre de 2015, en el ediÅcio de Vicerrectorado, se han mos-
trado las obras, inspiradas en la ciudad Teruel, de dos artistas chinos, residentes en el
campus, el escultor Xu Sheng (Dalian 1986) con la exposición “Arcos y cúpulas continuas” y
la pintora Wang Lin (Changchun, 1986) con “Paisaje de siete horas después”, su estancia ha
sido posible gracias al programa “Chinesse Friendly International”. El proyecto consiste
en albergar, en cuatro ciudades españolas: Segovia, Sevilla, Villena (Alicante) y Teruel,
artistas chinos, durante un mes, para que trabajen y creen sus obras dentro del proyecto
“España, desde los ojos artísticos chinos”.
b) Jornadas y seminarios. En 2008 se celebraron las “I Jornadas de Arte del siglo XX en
Aragón: Arquitectura, Artes Plásticas y Exposiciones”, coordinadas por Pedro Luis Hernando
y Natalia Juan, profesores del Departamento de Historia del Arte. Se desarrollaron en
el Salón de actos del ediÅcio del Vicerrectorado del campus de Teruel, entre el 14 de
febrero y el 13 de marzo. Entre el 22 de abril y el 20 de mayo de 2009 se celebraron las
“II Jornadas de Arte del siglo XX en Aragón”.
En la primavera de 2009 desde el vicerrectorado se decidió poner en marcha un pro-
yecto, “Punto de Encuentro Cultural”, en el que tuvieran cabida los distintos miembros del
tejido cultural universitario y no universitario (artistas, fundaciones, empresas de entre-
tenimiento, galerías, críticos, etc.). Se enmarcó dentro del programa de Actividades Cul-
turales de la Universidad de Zaragoza, en el Campus de Teruel, bajo mi coordinación.
Para poner en marcha este proyecto, en el mes de mayo, estuvieron con nosotros en con-
ferencias/coloquio: Rafael Navarro (fotógrafo), Ana Revilla (directora de la Fundación
Norte) y Paco Paricio (director de los Titiriteros de Binefar). “Punto de Encuentro Cultural”
2010 se desarrolló entre Zaragoza y Teruel, en el que el grabado (Ricardo Calero y su
exposición en el Paraninfo de Zaragoza), el arte sonoro (con el compositor y director
de Medios Audiovisuales de Zaragoza Cultural, Daniel Ríos), la pintura (con el pintor
Gonzalo Tena y el Galerista Mariano Santander), el cine y la Ågura de Segundo de Cho-
món (con Paco Martín y Gonzalo Montón) fueron los protagonistas.
La vicerrectora del campus de Teruel, Alexia Sanz, destacó la importancia de esta
propuesta cultural porque “en la Universidad nos estamos repensando con todo el proce-
so de Bolonia pero no por ello podemos descuidar lo mucho que tenemos que hacer por
371
José Prieto Martín
6
Con la marcha de Natalia Juan al Campus de San Francisco en Zaragoza el Comité CientíÅco
se redujo a tres miembros, José Prieto, Pedro Luis Hernando y el nuevo coordinador de la titu-
lación, Sergio Romero.
372
El impacto en la ciudad del Museo de Teruel y los Estudios de Bellas Artes…
las obras ganadoras del II Premio Simón del Cine Aragonés, organizado por Asamblea
de Cineastas Aragoneses.
En On Art V Light & Sound (2015), ocho ponentes de muy variado perÅl han desÅlado du-
rante los meses de abril, mayo, octubre y diciembre, por la sala de proyecciones del ediÅcio
de Bellas Artes y el salón de actos del colegio Mayor Pablo Serrano. El cineasta turolense
Guillermo Chapa inauguró el seminario, que en esta edición ha puesto especial énfasis en
los medios audiovisuales y en las herramientas tecnológicas, aunque sin perder la multipli-
cidad de temáticas que lo han caracterizado en las ediciones anteriores. Continuamos con:
el catedrático de Historia del Arte Gonzalo Borrás; el pintor Emilio Fernández-Galiano;
el profesor del grado Joaquín Escuder; el artista urbano Sue Esteban; el artista multimedia
Nestor Lizalde; el ingeniero especialista en drones, Mariano E. Gros; el experto en juegos
de mesa, cómics, manga y merchandising Marcos Valle; el diseñador multimedia Paco de la
Torre; y el artista chino Xu Sheng. Como novedad, este año, el Comité CientíÅco respon-
sable se ha incrementado de tres a cinco miembros, dando cabida a un nuevo miembro de
la reciente creada Comisión de Garantía de la Calidad del grado en Bellas Artes, Soledad
Córdoba, y a una estudiante, Mercedes Bueno.
Estaba previsto que Gonzalo Borrás abriera el seminario, aunque no ha podido ser por
motivos de agenda. Aun así, la organización quiere que On Art V Light & Sound sea
una ocasión para homenajear a este historiador del arte nacido en Valdealgorfa. Rafael
Lorenzo, decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad, recordó que
Borrás “tomó en su momento decisiones y actuó en puestos de responsabilidad muy a
favor del campus de Teruel”.
(Artigas, 2015: 41)
Las primeras jornadas del seminario (los) usos del arte fueron en 2013, consistían en
conferencias, mesas redondas en las que participaron: José Luis Pérez (comisario y crítico);
Miguel Molina (catedrático de escultura de la UPV), Pepe Miralles (director de la Cátedra
“Arte y Enfermedades” y profesor de la UPV), Diego Arribas (director del Museo Salvador
Victoria y profesor), Gloria G. Durán (investigadora del departamento de antropología de
la UNED y crítica independiente), Silvia Martí (profesora); Alex Francés (artista); Moni-
que Bastians (artista); Holga Méndez (profesora). En las Segundas jornadas (2014), en las
conferencias y mesas redondas, participaron profesores del campus turolense y miembros
colaboradores (Juan Cruz Resano, Uxia Piñeiro, Juan Antonio Cereruela) de otros campus
de España y varios ex-alumnos que estaban realizando su doctorado. Además, se realizó
la exposición colectiva “(7x1) Usos”, en la que participaron ocho artistas vinculados o co-
laboradores del grupo. En las terceras jornadas, celebradas el día 2 de diciembre de 2015,
participaron los profesores: Silvia Marti, Jesús Pedro Lorente, Mª Carmen Martínez, Juan
Senis, Neus Lozano y Juan Cruz; y, las alumnas egresadas Alicia Pascual y Elena Moncayo.
373
José Prieto Martín
374
El impacto en la ciudad del Museo de Teruel y los Estudios de Bellas Artes…
El Vicedecano responsable de estos estudios, Luis Perpiñan, recordó ayer por la tarde,
durante la inauguración de la exposición, que “desde el principio hemos pretendido que
los verdaderos protagonistas de esta titulación sean los alumnos y esta muestra es una
forma de lograrlo”.
(Muñoz, 2007: 31)
375
José Prieto Martín
zaron seis exposiciones colectivas de forma consecutiva durante un mes; en esta ocasión,
estaban coordinadas por la profesora Silvia Martí, comenzaron con “En femenino” y con-
cluyeron con “AÆuir”. También, participaron Carmen Andrés, Hugo Casanova, Ángel
Martínez, Melissa Muñoz y Joel Rico, proponiendo un viaje por diferentes espacios a
través del arte, utilizando diferentes soportes y disciplinas, entre el 7 y el 31 de mayo.
En “AÆuir”, del 7 al 13 de mayo de 2015, participaron: David Moreno, Yadira Morales,
Ana Casas, Ainara Berezo, Jorge Calonge, Cristina Gros y Elisa Garza. En 2015, vimos
“Coordenadas 5”, del 18 de mayo al 29, según Holga Méndez: “Coordenadas plantea
las estrategias y metodologías de formulación, desarrollo y producción del pensamiento
creador en los procesos de construcción y conocimiento de las instalaciones artísticas. La
temporalidad inherente al proyecto” (Artigas, 2015a: s.p.).
En el ámbito de la performance, quiero destacar las organizadas desde el año 2011
por Juan Bernardo Pineda, profesor de la asignatura Artes de Acción, y que ya van por
su cuarta edición. Natalia Almudí, Carmen Andrés, Mercedes Bueno, Alice Chiabra,
Eva Corés, Sheila Laotre, Engombe Ouanehla y Yaiza Navarro intervinieron con varias
performances que tuvieron lugar en el laboratorio del campus, mientras, en el exterior
del ediÅcio, fue proyectado el audiovisual realizado por los mismos estudiantes titulado,
Hui mouvements cinema Tiquers pour deus danseures, en él colaboraron para su realización los
bailarines Daniel Jiménez y Engombe Ouanehla.
El 27 de noviembre de 2013, se inauguró, en la sala de exposiciones del ediÅco Be-
llas Artes, la muestra de los trabajos presentados al “Concurso sobre intervenciones en espacio
Público Somos Térvalis, Somos Teruel”, teniendo como entorno el ediÅcio Portal de Valencia,
nº 7, situado en la ciudad de Teruel. El objeto del concurso iba destinado a iniciativas
artísticas que, conjugando elementos diversos como agricultura, tradición, identiÅcación
con el territorio y tecnología e investigación, remarcaban la potencialidad sugestiva y
simbólica de este espacio, y más especíÅcamente la fachada de este ediÅcio. La propuesta
estaba pensada para cubrir, temporalmente, la fachada del ediÅcio con una lona (con la
obra que resultará ganadora del concurso) durante el tiempo que durará su restauración.
Se planteó como un encuentro entre arte, público y contextos urbanos. Con una gran
voluntad de servicio cultural y como pretexto para dar cauce a las manifestaciones más
innovadoras de arte contemporáneo. Esta iniciativa pretendía remarcar la potencialidad
sugestiva y simbólica del ediÅcio pre modernista del Portal de Valencia nº 7, propiedad y
futura sede de la Fundación TÉRVALIS en Teruel. El proyecto ganador fue “No somos de
Cartón” de Marta Boza Samanes, con una obra de marcado carácter conceptual. Sirvién-
dose de una reproducción tridimensional, en cartón, del ediÅcio, registró su imagen foto-
gráÅca y la acompañó con una inscripción que hace una reÆexión sobre la importancia
de cuidar el patrimonio “PORQUE NO ESTAMOS HECHOS DE CARTÓN. AYÚDANOS
A CONSERVAR TU PATRIMONIO”.
376
El impacto en la ciudad del Museo de Teruel y los Estudios de Bellas Artes…
Figura 5. No somos de Cartón, de Marta Boza, proyecto ganador del Concurso sobre Intervenciones
en el Espacio Público: Somos Térvalis, somos Teruel. Lona sobre la fachada del ediÅcio del portal
de valencia, nº 7. Teruel, 2015. Fuente: J. Prieto
377
José Prieto Martín
Con motivo del 25 aniversario de la declaración del mudéjar de Teruel, como Patri-
monio de la Humanidad por la UNESCO en 1986, los estudiantes de Bellas Artes reali-
zaron varias exposiciones en la torre de San Martín y en el Claustro de San Pedro, bajo el
título: “A partir del Arte Mudéjar: una visión contemporánea”. Además, se organizó un concurso
patrocinado por el Ayuntamiento y la Fundación Amantes, en el que participaron nues-
tros estudiantes con más de 40 obras (esculturas, grabados, pinturas), que se mostraron
en el Claustro de San Pedro (noviembre 2011), con todos los logotipos que concursaron
en la reinterpretación de la estrella mudéjar.
El mudéjar turolense estrenó logo, una estrella en color rojo inspirada en el entrela-
zado geométrico característico del mudéjar, cuyo autor fue Álvaro Pérez Arias. Entre los
meses de noviembre y diciembre de 2013, se celebró la exposición: “Antes de morir quie-
378
El impacto en la ciudad del Museo de Teruel y los Estudios de Bellas Artes…
ro…” que constaba de montajes y fotografías de cinco estudiantes de Bellas Artes: Merce-
des Bueno, Leticia Burillo, Carlos Cuevas, Carlos Fuentes y Laura López. Antes de morir
quiero… fue inaugurada el día 29 de noviembre de 2013 en la sala de exposiciones del
Centro Social ciudad de Teruel. Formaba parte de un proyecto artístico internacional
que fue creado por la china Candy Chang en Nueva Orleáns, y al que se han sumado
unas 400 propuestas en 60 países.
También, se han hecho intervenciones en espacios públicos como la realizada por
Laura Delgado Guillen, “27 escalones que llevan a la memoria”, en las escaleras que dan acce-
so al puente de la reina y que comunican el barrio del Rabal con el barrio de San León,
para recordar a 27 turolenses que estuvieron presos durante la guerra civil en el fuerte de
San Cristóbal de Pamplona. Esta intervención realizada en junio de 2014 formó parte
de su Trabajo Fin de Grado.
Figura 6. Laura Delgado Guillen. “27 escalones que llevan a la memoria”, intervención en las
escaleras situadas entre la Calle Miquel Ibáñez y la carretera de Alcañiz. Fuente: J. Prieto
379
José Prieto Martín
7
En la comarca de Enkartaciones: Güeñes, Sodupe y Balmasera. En Gúeñes, se expuso escultura;
en Sodupe, pintura y dibujo; y en Balmasera, video y fotografía.
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El impacto en la ciudad del Museo de Teruel y los Estudios de Bellas Artes…
“los pasos”, sobre un papel creado especialmente para esta acción, de 114 metros y 1,15
de ancho, de una sola pieza, que se desplegó desde la casa natal de Goya hasta el Museo
del Grabado, todos los participantes en esta acción caminaron sobre el papel y, tras ellos,
pasó una apisonadora.
Entre el 21 de enero y el 26 de febrero 2010, en la Galería A de Arte de Zaragoza,
Alumnos de Bellas Artes de la Universidad de Zaragoza y de las Escuelas de Arte de
Huesca, Teruel y Zaragoza expusieron en esta galería con el pintor José Beulas “Beulas
entre Azules”. El tema era entorno a la obra de este artista y al color azul como referencia
creativa. Las obras fueron seleccionadas entre las presentadas a una convocatoria abier-
ta. Del 26 de agosto al 17 de octubre, en el Centro de Historia de Zaragoza, se pudo ver
“Arte en Formación. Graduados 2010”, fue un observatorio sobre las prácticas creativas que
se estaban desarrollando en Aragón a través de una selección de centros de formación.
Englobaba todo la creación, desde las artes plásticas a las artes escénicas, visuales, el
diseño. Se presentaron obras realizadas por alumnos que estaban cursando estudios en
diferentes centros de la comunidad: Escuela de Arte de Huesca, Escuela Universitaria de
Ingenieros de Zaragoza, Grado en Bellas Artes de Campus de Teruel.
Graduados 2010, que nace con vocación de continuar en el tiempo, engloba toda la
creación actual, desde las artes plásticas a las artes escénicas pasando por pintura,
escultura, grabado, fotografía, videoarte, videodanza, videointervenciones, diseño in-
dustrial, etc. (…) este proyecto quiere dar a conocer también “la labor docente de los
centros”, según explico Manu Azcona, durante la inauguración, en la que estuvo acom-
pañado por Sergio Sevilla; y Míchel Zarzuela, director gerente de Zaragoza Cultural,
quien aseguro que con esta propuesta se mantiene la idea de que el Centro de Historia
acoja tanto a autores consagrados como “lo más emergente”, como en esta iniciativa.
(García, 2010: 44)
381
José Prieto Martín
de Javier Vázquez, los columpios de Fernando Laredo y Luis Vilán, las fotografías sobre
parques reciclados de Laura Soriano (Sáenz, 2010: s.p.).
El 26 de marzo de 2015, alumnos y profesores de la titulación de Bellas Artes partici-
pan en una edición muy especial del Diario de Teruel, un número extraordinario, susti-
tuyendo a los fotógrafos del periódico y siendo los reporteros gráÅcos; todas las imágenes
de este diario estaban creadas con todas las disciplinas posibles de las bellas artes, había
ilustración, diseño, escultura, grabado, imágenes interactivas que funcionan en el teléfo-
no móvil... Se trata de un proyecto pionero dentro de la prensa española, han participado
53 estudiantes y siete docentes, además de la plantilla de Diario de Teruel. Ha sido un
proyecto, pionero dentro de la prensa española (VVAA, 2015: s.p).
382
El impacto en la ciudad del Museo de Teruel y los Estudios de Bellas Artes…
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José Prieto Martín
tos sensibles que coexisten, mostrándose a nosotros generosos, dispuestos a ser atravesado
y a enseñarnos la diferencia entre el delante y detrás, al adentro y el afuera, el atravesar, el
penetrar, incitándonos a inventar caminos para ese recorrido (Carbonell, 2010: 5).
Marta Marco Mallent realizó la exposición Galería de anónimos en la sala de la Cámara
de Comercio en octubre de 2010. Exposición de pinturas que centran su mirada en la
Ågura humana, en unas Åguras que vagan por la ciudad, o que se encuentran inmersas
en el proceso de la creación.
De las exposiciones colectivas, varias han sido las celebradas en la capital; la primera
tuvo lugar en la Escuela de Arte de Teruel en 2007 y, en ella, participamos: José Prieto,
Carmen Martínez Samper, Sergio Romero; en años sucesivos se han desarrollado otras
muestras. También, la celebrada en el Museo de Teruel con el título de Desde la sombra.
Una visión del arte turolense, hoy, celebrada entre el 18 de mayo y el 18 de julio de 2010, y en
la que participaron, entre otros, Joaquín Escuder y Diego Arribas.
b) Los profesores del grado en Bellas Artes participamos en varios grupos de inves-
tigación de la Universidad de Zaragoza, entre ellos quiero destacar: Observatorio Ara-
gonés del Arte en la Esfera Pública (OAAEP); VESTIGIUM, Filosofías de la imagen,
etc.… Propios de nuestra titulación, me gustaría destacar dos: Arte y Memoria (2009), y,
(los) Usos del Arte (2013).
Arte y Memoria surgió en el campus de Teruel, en el año 2009, a raíz de un proyecto
de la Fundación Universitaria Antonio Gargallo. Es un grupo de Investigación multidis-
ciplinar, integrado por profesores/as de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de
Teruel y de la Universidad de Zaragoza, y por destacados profesionales de la comunidad
aragonesa. El grupo, a lo largo de los años, ha ido creciendo e internacionalizándose ya
que a él se han unido profesores de la universidad Stendal de Grenoble (Francia) y de
la de Albany en New York (USA). La primera publicación del grupo fue en el año 2012
y la segunda, en el año 2015. Sus investigaciones son eminentemente integradoras, con
vocación de asumir un “entramado de perspectivas”, para abordar las relaciones del
arte con la guerra, con la memoria y el olvido. Este proyecto quiere servir como material
de reÆexión para aquellos que quieran comprender y profundizar en las relaciones que
mantienen las manifestaciones artísticas, con la memoria, el olvido. Y con los conÆictos
bélicos y sus consecuencias. Y contribuir a la recuperación del patrimonio inmaterial
del siglo XX: la memoria, los recuerdos y los olvidos de una centuria marcada por las
guerras. La tercera publicación y la página web del grupo están previstas para Ånales de
2016. Integramos el grupo: José Prieto, director del proyecto, profesor, artista y crítico de
arte; Vega Ruiz, artista; Pedro L. Hernando, profesor; Natalia Juan, profesor; Soledad
Córdoba, profesora y artista; Joaquín José Pérez, diseñador gráÅco y profesor; José Az-
nar, profesor y artistas; Victoria Diehl, artista y profesora; María C. Fernández, profesora
y artista; Edgard Schwarzschild, escritor y profesor; Pierre Géal, profesor; Sofía Sánchez,
profesora y técnico cultural; Isabel Rando, arquitecto; Gonzalo Montón, profesor; Da-
384
El impacto en la ciudad del Museo de Teruel y los Estudios de Bellas Artes…
niel Ríos, músico y jefe del Departamento Audiovisual de la Sociedad Zaragoza Cultural
del Ayuntamiento de Zaragoza; Marta Fortea, profesora y postgrado en corrección del
español; María Lorenzo, licenciada en Historia del Arte. Master en Gestión Cultural; Y
los estudiantes: Leticia Burillo, Hugo Casanova y Lucía Villarroya.
Tal y como explica a Efe José Prieto, coordinador del proyecto, la Ålosofía de este
trabajo es “recoger todo ese material que se puede perder, como son los testimonios de
supervivientes de la guerra que ya son muy mayores, o fotografías y trabajos que no
tienen divulgación.
(EFE, 2010: s.p.)
H-70, (los) Usos del Arte 2013, investiga y trabaja sobre la forma de conocimiento
que la sociedad extrae, o puede extraer, del arte, así como la forma de conocimiento que
el arte incorpora, o podría incorporar, desde el tejido social, con el objetivo de producir
un enriquecimiento, visibilización y ampliación de ambas esferas. Actividades del grupo:
intervenir en el Æujo de inÆuencias e incorporaciones mutuas entre distintos modos de
conocimiento: en los usos que la sociedad hace o puede hacer del arte; intervenir en los
usos que el arte hace, podrá hacer, de “tácticas” o modos que provienen de lo social. El
objetivo principal: actualizar las reÆexiones acerca de los usos del arte; llevar a la práctica
alguno de estos usos posibles, en un intento de acercar el conocimiento propio del arte.
Junto a Martí, trabajan, en este grupo, otros docentes del grado de Bellas Artes del
departamento de Expresión Musical, Plástica y Corporal: Holga Méndez, Diego Arri-
bas, Carmen Martínez Samper y Miguel Ángel Alvira. También son miembros cola-
boradores: Miguel Molina, Diego Durán, Teresa Luesma, Claudia Raquel Martínez,
Dolores Piqueras, Neus Lozano, Minerva Rodríguez, Duarte Miguel Foria” .
(Muñoz, 2013: 20)
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José Prieto Martín
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El impacto en la ciudad del Museo de Teruel y los Estudios de Bellas Artes…
Figura 8. COGE Y PINTA en el II Concurso de Arte Urbano de San Julián. Calle el Rosario (en
la entrada del ascensor), intervención de aproximadamente de 96 metros cuadrados. Agro Punk,
Set y Soer. Teruel 31 de octubre de 2011. Fuente: J. Prieto
Panorámica de la entrada y efecto del arte urbano, como pretexto a formar el —Museo
a cielo abierto—. Una persona levanta el gran muro de asfalto, dentro del cual se des-
pliega la contención de una gran ciudad con intención de reÆejar Teruel, sobre la que
se levantan las torres mudéjares (como fundamento del arte histórico de la localidad).
A su vez, en la escena se integra la propia intervención de los artistas, los cuales salen
pintando el paisaje, mediante un juego óptico de perspectivas y superponiéndolas sobre
las imágenes. Un gran letrero y la representación de la pintura por la escena son el
contexto de reÆexión sobre la Ånalidad de la obra, que, aparte de pretender formar parte
de un gran museo, es una llamada al arte y los artistas a participar en la intervención
(Prieto, 2013: 147)
387
José Prieto Martín
(uno de los accesos al barrio), cuesta de la Enriqueta con carretera de San Julián (otro
de los accesos), Eras de San Julián, y carretera de San Julián. En 2013, 2014 y 2015, se
continuó con la misma línea de actuación de 2012, primando las grandes intervenciones
en fachadas y medianeras monumentales, y cambiando el formato de concurso abierto
con invitaciones a artistas reconocidos a nivel nacional e internacional.
Para visualizar estos proyectos y generar un auténtico barrio artístico, se han pro-
ducido propuestas de los estudiantes del grado en Bellas Artes, de las que quiero desta-
car “Una cartografía sonora del Museo a Cielo Abierto de Teruel (MCAT)” de Hugo Casanova
Lambán y Leticia Burillo Pinac. Este proyecto pretende, por un lado, crear una obra
artística en la que participen los vecinos y viandantes del entorno del MCAT. Dicha obra
acabará siendo un archivo sonoro en el que se describirán, uno a uno, los murales del ba-
rrio en una conversación Åcticia, resultado del montaje de producción. Estará localizado
en una página web y será accesible a través de dispositivos móviles y fácilmente localiza-
ble por medio de códigos QR ubicados en su correspondiente mural. Esto proporcionará
una ampliación al concepto de arte urbano empleando las nuevas tecnologías, además
de poner, a disposición de quien quiera, una información complementaria, enriquecien-
do el recorrido turístico.
La última de las intervenciones, realizada en 2015, es ALKUZKUZ, ejecutada por
Isaac Mahon y Trazo.
De ellas me gustaría destacar el “XXIV Simposio Internacional Educação Música Artes In-
terculturais (SIEMAI®) y IX Encontro de Primavera®”, que se celebrarán en la Ciudad de
Teruel, del 13 a 16 de Abril de 2016. Desde el año 2008, cuando tuvieron lugar en la
Escola Superior de Educação del Instituto Politécnico de Coimbra (Portugal), estos pro-
yectos de Educación, Educación con las Artes y Humanidades, Educación Intercultural,
para la Ciudadanía y Derechos del Hombre, contemplan la promoción de la Educación,
las Artes y las Humanidades, desde su papel en la educación de la sociedad en general
y en la construcción de una ciudadanía democrática que respete los Derechos del Hom-
bre. En su transcurso, proponemos, a los participantes, el tratamiento de un tema a
partir de su área de especialidad y de interés académico y laboral, el cual será publicado
y presentado en un simposio y encuentro internacional. Con la edición que ahora se
presenta, pretendemos: Profundizar en la dimensión internacional de los programas del
SIEMAI® y del Encuentro de Primavera®. Promover el conocimiento mutuo y contac-
tos entre los participantes para realizar intercambios entre investigadores y profesores
de diversas áreas, preocupados con la 171 Identidad y Diversidad cultural, educativa,
artística y humanística, y preocupados, también, con la Ciudadanía democrática y los
388
El impacto en la ciudad del Museo de Teruel y los Estudios de Bellas Artes…
Figura 9. ALKUZKUZ. Calle Eras de San Julián, intervención de 130 metros cuadrados.
Isaac Mahow y Trazo. Fuente: H. Casanova
389
José Prieto Martín
3. Conclusiones
Las diferentes actividades impulsadas por el Museo de Teruel y la Universidad de Zaragoza
han permitido acercar, a Teruel, las últimas corrientes artísticas del panorama nacional
e internacional, y, de esta forma, ambas instituciones se han convertido en eje cultural
fundamental para la ciudad. Es evidente que, con el paso de los años, se han logrado gran
parte de aquellos objetivos iniciales de Teruel Espacio Abierto, que eran: contribuir a la reha-
bilitación artística de los espacios de referencia en la ciudad; reforzar la identidad cultural
de Teruel, integrando los proyectos en su tramo urbano; dinamizar la ciudad a nivel ar-
quitectónico, artístico y cultural; crear una sinergia entre los habitantes, los agentes cultu-
rales, la administración pública, los comerciantes y el sector empresarial y tecnológico que
genere beneÅcios estratégicos para la economía, el turismo y la cultura. Además, algunos
alumnos egresados de nuestro Campus han creado nuevas empresas (en la ciudad) de
diseño, comunicación, audiovisuales, etc. Entre ellas quiero destacar: Teku Studio, que está
desarrollando un videojuego para Nintendo, y Galeria Alternativa, que pretende trasladar el
arte a la calle, para ayudar a promover la obra de los artistas emergentes.
390
El impacto en la ciudad del Museo de Teruel y los Estudios de Bellas Artes…
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393
Impacto de los grandes proyectos
culturales en la infraestructura
cultural de las ciudades sede
Anna Biedermann
Universidad de Zaragoza
1. Introducción
Los Grandes Proyectos Culturales (GPC) tienen un importante y duradero impacto en
la transformación de las ciudades contemporáneas, tanto en su composición y estructura
funcional, como en su economía, identidad y branding. El caso que ocupa a este estudio
se concentra en los resultados de la investigación sobre su impacto en la infraestructura
cultural de las ciudades-sedes. El principal problema cientíÅco consta en la posibilidad
de explorar el potencial de este tipo de eventos para el desarrollo de tejido urbano desti-
nado a las funciones culturales y cientíÅcas. El estudio ha incluido 183 GPC que tuvie-
ron lugar en ciudades de todo el mundo en el período comprendido entre mediados del
siglo XIX hasta principios del siglo XXI.
El método de investigación adoptado, está basado en el esquema: recopilación de
datos - análisis - evaluación - síntesis.
395
Anna Biedermann
• Periodicidad.
• Una organización internacional responsable de la selección de la ciudad-
organizador y del control sobre el cumplimiento de los procedimientos esta-
blecidos.
• Un protocolo establecido para el proceso de candidatura de las ciudades, así
como para el transcurso del evento.
• Un periodo de varios años de preparación del evento y transformación de la
infraestructura necesaria para el mismo.
• La divulgación de aquellos acontecimientos mundiales relacionados con el
progreso de la civilización: culturales, deportivas o tecnológicos.
• Una duración limitada del evento.
• Un área de proyecto deÅnida (por lo general estrictamente limitada).
• Una representatividad diplomática: la participación de los jefes de estado,
celebridades, etc.
• Una inauguración y clausura oÅciales de los eventos.
• Un interés del público internacional muy amplio y de los medios de comu-
nicación.
• IdentiÅcadores del evento estrictamente deÅnidos: Logotipo, bandera, mas-
cota, etc.
• Una generación de productos oÅciales.
La deÅnición del los Grandes Proyectos Culturales, en una parte, coincide con el
concepto de “mega-eventos”, presente en la literatura, principalmente de habla inglesa.
La diferencia radica en el hecho de que el concepto “mega-eventos” destaca los eventos
masivos, así como su brevedad y espectacularidad, mientras que el término “Grandes
Proyectos Culturales”, además de la escala, se centra en el proceso de planiÅcación y en
el factor de la cultura, y por lo tanto el patrimonio legado tras el proyecto, distinguiendo
estos proyectos de otros, puramente comerciales.
396
Impacto de los grandes proyectos culturales en la infraestructura cultural de las ciudades sede
1.3. Objetivos
Los objetivos de este estudio abarcan la comparativa entre los distintos GPC y su in-
Æuencia en la creación y renovación de la infraestructura cultural y cientíÅca en las
ciudades y la creación de zonas o barrios dedicados a la cultura.
397
Anna Biedermann
de ellas, complementando de esta manera tanto la edición anterior del “Historical Dic-
tionary of World’s Fairs and Expositions 1851-1988” (1990) como la publicación de John
Allwood (2001). Erik Mattie (1998), Schroeder-Gudehus y Rasnussen (1992) también
han tratado el tema de las exposiciones de manera transversal. Las exposiciónes realiza-
das en EEUU han sido presentadas por Robert Rydel (1984,1993, 2000). La publicación
“International Exhibitions and Planning. Hosting Large-scale Events as Place Promotion
and as Catalysts of Urban Regeneration” (Monclus, 2006) como las obras de Servant y
Takeda (1996), o Mullin (1972) destacan la importancia de las exposiciones como proyec-
tos estratégicos para el desarrollo urbano.
Acerca de los Juegos Olímpicos, sus orígenes, la evolución y el impacto escribieron
MacAloon (1981), Ebert (1981), MĐodzikowski (1984), Findling y Pelle (2004). El impacto
de los Juegos Olímpicos en la ciudad lo han tratado Essex y Chalkley (1998, 1999, 2003),
Gold & Gold (2007) y Cashman (2003).
La historia e impacto de las Exposiciones de Horticultura han sido presentadas en
“Grounds for Review. The Garten Festival in Urban Planning and Design” (Theokas,
2004). Los mismos aspectos han sido estudiados en el caso de las Capitales Europeas de
la Cultura por Robert Palmer de RAE Associates (2004) y Ponzini & Ruoppila (2011).
Las páginas oÅciales de las organizaciones internacionales que coordinan los distintos
proyectos (BIE, AIPH, y Comisión Europea y Centro de Estudios Olimpicos) han sido
otra fuente de información junto con publicaciones dedicadas a proyectos individuales:
Exposiciones Mundiales e Internacionales (Gunning, 1904; Monaghan, 1939; Harrison,
1980; Chiorino, 2012; Wachtel, 1986), Olimpiadas (Georgiadis, 1996; Hart-Davis, 1986;
Klausen, 1999; Hall, Hodges, 2000; Hanna, 1999; Nimmo et al. 2011), Exposiciones de
Horticultura (Kluska, Hansjakob 1983; Kluska 1979; Allinger 1963) y CEC (Mooney,
2004; Garcia, 2005, 2004; Balsas, 2004; Paris & Baert, 2011; Jones & Wilks-Heeg, 2004;
Peterson, 2009; Bergsgard et al. 2010; O’Brien, 2011; Haselbach, 2011; Colomb, 2011;
Andres, 2011).
Burbank, Andranovich y Heying (2001) creen que las candidaturas de las ciudades
para organizar un mega-evento son los resultados del deseo de estimular la economía
local llamado por los autores la “estrategia de los mega-eventos”. Por lo tanto la organi-
zación de un gran proyecto es interesante para los líderes de las ciudades ya que permite
renovar la imagen y la estructura física del tejido urbano (Essex & Chalkley, 1998).
Roche (2005) ha llevado a cabo un análisis comparativo del impacto de los Juegos
Olímpicos y Exposiciones Mundiales en la conformación de una cultura global, ponien-
do énfasis en la cobertura de los medios y el impacto social de los grandes eventos. En
una perspectiva similar, con el enfoque cultural y medial están analizadas las exposicio-
nes en el libro: “Culture, Urbanism and Planning” (Monclús & Guàrdia, 2006).
El factor cultural como elemento de renovación urbana y el impacto de la cultura en
la creación consciente de la imagen de la ciudad, han sido presentados por Evans (2001,
398
Impacto de los grandes proyectos culturales en la infraestructura cultural de las ciudades sede
2006). La relación entre las estrategias de imagen y la revitalización real de la trama ur-
bana ha sido objeto de estudio de Carmen Gil de Arriba (2010). La cultura como parte
de los Juegos Olímpicos y actividad complementaria a los eventos deportivos ha sido ana-
lizada por García (2008), Good (1998), Brown (1996), Guevara (1992) y Moragas (1992).
399
Anna Biedermann
400
Impacto de los grandes proyectos culturales en la infraestructura cultural de las ciudades sede
Las inversiones llevadas a cabo en la ciudad, presentadas por los medios de comu-
nicación, crean una nueva imagen atractiva de la ciudad-organizador, que anima a rea-
lizar otras inversiones de carácter comercial, que se beneÅcian de un mayor interés y el
aumento del turismo.
El patrimonio legado por los Juegos Olímpicos de Verano y de Invierno, depende de
las diferentes condiciones de las ciudades que los organizan. Nuevas instalaciones depor-
tivas, parques, transformación de instalaciones de comunicación son algunos de los cam-
bios estructurales más comunes de las ciudades organizadores así como la conformación
y consolidación de marca de la ciudad.
Los Juegos Olímpicos son un fenómeno global, despertando interés en todo el mun-
do, y reforzado éste por la gran cobertura de los medios de comunicación.
401
Anna Biedermann
sido localizadas, tanto en las inmediaciones del centro como en la periferia, ayudando
a llevar a cabo procesos de regeneración o creando nuevas zonas verdes en áreas no
urbanizadas.
El proceso de la candidatura de la ciudad para convertirse en el organizador de la ex-
posición permite crear una visión y planes para la transformación de determinadas zonas
de la ciudad. El patrimonio de las exposiciones hortícolas consta principalmente de zonas
verdes, situando en sus inmediaciones ediÅcios públicos, recreativos y de ocio, así como
ediÅcios residenciales y servicios. Las Exposiciones de Horticultura demostraron ser una
excelente herramienta para la creación de parques urbanos y espacios verdes como tam-
bién para la implementación de políticas para el desarrollo sostenible de las ciudades.
402
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Anna Biedermann
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Impacto de los grandes proyectos culturales en la infraestructura cultural de las ciudades sede
405
Anna Biedermann
3. Estudio de caso
En el año 2010, toda una región participó por primera vez en el proyecto de la Capital
Europea de la Cultura, siendo Essen la ciudad representante de 53 municipios que ha-
bían presentado una candidatura común.
Essen, con 570.000 habitantes, es una ciudad experimentada en el aprovechamiento
de Grandes Proyectos Culturales para su propia transformación. Ya en el año 1929 y
con motivo de la Exposición de Jardinería - GRUGA (Groe Ruhrlqndische Gartenbau-
Ausstellung), se construyó uno de los más importantes parques de la ciudad como zona
de la naturaleza y ocio. El mismo terreno sirvió para las exposiciones de 1938, 1952 y
1965. Hasta la actualidad, el Grugahalle (auditorio construido en años 50 tras la demoli-
ción de un ediÅcio de uso similar durante la II Guerra Mundial) se utiliza para conciertos
y otras actuaciones artísticas y deportivas, mientras que el resto de infraestructuras loca-
lizadas en la proximidad forman parte del complejo de la feria de Essen.
Durante la CEC 2010, la Escuela de Arte existente ganó el estatus de Universidad de
Bellas Artes - Folkwang Universitqt der Künste, institución imprescindible para fomentar
la producción artística en la región. Con motivo de la capitalidad cultural se construyó
también el nuevo ediÅcio del Museum Folkwang Essen, diseñado por David ChipperÅeld
Architects, pero el legado más signiÅcativo fue la estrategia para la colaboración de dis-
tintas ciudades en la creación de sus barrios artísticos, vinculada a la estrategia de desa-
rrollo de las industrias culturales en una región impregnada por las industrias más tra-
dicionales del carbón y el acero. El objetivo fue la conversión de un conjunto de lugares
abandonados o demandantes de revitalización en barrios únicos de producción, difusión
y consumo de cultura para llegar a formar un conjunto, una Metrópolis Cultural. El
concepto no solamente ha permitido poner en valor espacios y talentos pero también
crear redes de conexiones entre ellos. Para posibilitar el cumplimiento de este objetivo
era necesaria toda una serie de medidas: se fundó una institución coordinadora ECCE -
European Centre for Creative Economy, se destinaron los ediÅcios municipales y postin-
dustriales para usos culturales de manera gratuita o con alquileres preferentes y el diseño
406
Impacto de los grandes proyectos culturales en la infraestructura cultural de las ciudades sede
407
Anna Biedermann
tangibles en la revitalización de los barios creativos han sido prolongados fuera del marco
temporal de la CEC 2010, gracias al impulso de la CEC han sido puestos en valor espa-
cios y obra artística, creando un nuevo patrimonio para la región y generando riqueza
económica.
408
Impacto de los grandes proyectos culturales en la infraestructura cultural de las ciudades sede
5. Conclusiones
Los GPC, aunque su tiempo de actuación es deÅnido, dejan un legado que perdura en
el tiempo: un incuestionable legado intangible, y también unas nuevas infraestructuras
o las renovaciones de estructuras existentes, que ayudan a la difusión y la creación de
nuevos mensajes, obras y actuaciones culturales.
Se ha demostrado que los objetivos, resultados y la escala de estos acontecimientos
se desarrollan paralelamente a los cambios de los prioridades de la civilización, y los
distintos tipos de GPC se han utilizado de diferentes formas para lograr los objetivos
de desarrollo de las ciudades-sede a lo largo de diferentes períodos históricos. Sin em-
bargo, los proyectos que dejan el legado cultural tangible con mayor frecuencia son las
Exposiciones Mundiales e Internacionales y las Capitales Europeas de la Cultura. La
inyección de energía y activación de recursos que llevan estos proyectos consigo ayuda a
poner en valor la infraestructura necesaria para la producción y difusión de la obra ar-
tística. Los Grandes Proyectos Culturales pueden ayudar a Æorecer el potencial cultural
que las ciudades-sedes han ido incubando durante años.
409
Anna Biedermann
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Un nuevo corner artístico en la Venezia
del s. XXI: Fondazione Vedova
y Punta della Dogana
Venecia es, sin lugar a dudas, una de las ciudades míticas en la historia de la humanidad.
Un espacio que ha suscitado la fascinación de poetas, artistas e intelectuales, y, desde
hace décadas, una meca para el turismo mundial que ha alcanzado tales dimensiones
que llega a amenazar su propia existencia, suscitando fuertes debates e intensas reÆexio-
nes (Settis, 2014).
Además de los monumentos y espacios urbanos, generadores en si mismos de un ex-
traordinario interés, desde la edad moderna se añade, como un atractivo más, la existen-
415
Ascensión Hernández Martínez
cia de relevantes colecciones artísticas, entre ellas Ca’Rezzonico, donde se encuentra hoy el
museo del Settecento veneciano (Romanelli, 2009), y la famosa Gallerie dell’Accademie1, fun-
dada en 1750, que atesora extraordinarias obras de maestros venecianos como Gentile
Bellini, Giorgione, Canaletto, Tintoretto, Tiépolo, entre muchos otros, y cuya sede se
encuentra a orillas del Gran Canal (Codello, 2009).
La casualidad o el azar hicieron que, con el paso del tiempo, esta zona del Gran
Canal se haya convertido en una especie de ‘distrito artístico’ en el que el arte contem-
poráneo ha cobrado gran relevancia. A ello contribuyó el hecho de que en 1948 la co-
nocida coleccionista norteamericana Peggy Guggenheim (1898-1979) compró el Palazzo
Venier dei Leoni, un ediÅcio histórico cercano a la Academia, abierto al público desde 1951
para mostrar su colección de arte contemporáneo europeo y norteamericano (Rylands,
2009). Esta importante colección privada, considerada una de las mejores del mundo
en su género, se nutre con obras de sobresalientes artistas, muchos de ellos promovidos
por la misma Peggy Guggenheim2. Tras su muerte, la colección fue gestionada por la
Fundación Guggenheim3, enriqueciéndose con sobresalientes obras de artistas italianos y
europeos a través de dos importantes donaciones realizadas en los años 1997 (Colección
Gianni Mattioli) y 2012 (Colección Hannelore B. Y Rudolph B. Schulhof).
En la misma zona, pero situado al otro lado de la orilla del Gran Canal, se encuentra
el imponente Palazzo Grassi4, una construcción de 1772, que pasó por varios propietarios
desde su venta en 1840, entre ellos la FIAT, empresa que lo adquirió en 1983 para utili-
zarlo como sede de exposiciones temporales, función a la que ha continuado dedicándo-
se pese al cambio de dueño. Desde 2006, y tras una interesante intervención del arqui-
tecto japonés Tadao Ando, el empresario francés François Henri-Pinault, propietario de
un emporio de industrias de lujo (el grupo HMLV) y actual poseedor de una de las casas
de subastas más importantes del mundo (Christie’s), muestra en el mismo su colección de
arte actual, una de las más relevantes a nivel internacional
Conviene apuntar algunos detalles acerca de François Pinault, ya que la Fundación
creada para mostrar su colección de arte contemporáneo es un signo evidente de la cre-
*
Este trabajo se desarrolla en el marco del proyecto de investigación “Museos y barrios artísti-
cos: arte público, artistas, instituciones” (proyecto I +D+i ref. HAR2012-38899-C02-01, 2013-
2015), Ministerio de Economía y Competitividad, Secretaría de Estado de Investigación, Desa-
rrollo e Innovación.
1
Más información sobre esta institución puede consultarse en su página web: http://www.galle-
rieaccademia.org (consulta realizada 3/12/2015).
2
Sobre la fascinante biografía de esta coleccionista (Guggenheim, 2002).
3
Más información sobre esta fundación se encuentra en su página web: http://www.guggenheim-
venice.it (consulta realizada 3/12/2015).
4
Acerca del Palazzo Grassi y su uso como sede de la colección de arte de François Pinault puede
consultarse su página web: http://www.palazzograssi.it/it/museo/palazzo-grassi (consulta rea-
lizada 3/12/2015).
416
Un nuevo corner artístico en la Venezia del s. XXI: Fondazione Vedova y Punta della Dogana
ciente importancia del coleccionismo privado como motor del actual ecosistema artísti-
co5. Por un lado, como dueño de la casa de subastas Christie’s, ha contribuido a reforzar
la importancia en el mercado actual de artistas como Murakami, Je ٺKoons o Damien
Hirst, de los que ha organizado numerosas subastas en las que las obras de dichos ar-
tistas han superado los tradicionales records de cotización de valores clásicos como los
impresionistas, Picasso, Francis Bacon o Lucien Freud. Por otro lado, como coleccionista,
con sus compras ha contribuido en la misma medida a consolidar en el mercado valores
emergentes, entre ellos algunos de los miembros del famoso YBA, Young British Art (grupo
artístico inglés promovido por el publicista y coleccionista inglés Charles Saatchi), como
los Hermanos Chapman o el antes mencionado Damien Hirst. La orientación de la co-
lección de François Pinault es, por tanto, netamente actual, recogiéndose en ella obras de
artistas internacionales de los últimos quince años (Serra, 2009; Pulido, 2009).
Precisamente, a este coleccionista se debe la inauguración, en 2009, de un extraordi-
nario centro de arte contemporáneo denominado Punta della Dogana, situado en el extre-
mo del Gran Canal, en el punto en el que éste se une al Canal de la Giudeca, una nueva
institución que venía a consolidar esta zona como el ‘nuevo corner del arte contempo-
ráneo’ en una urbe cuya imagen está estrechamente vinculada al pasado, a pesar de la
proyección de la centenaria Bienal de Arte que, cada dos años desde 1895, reúne una
nutrida selección de artistas de todo el mundo en diversos espacios de la ciudad.
5
Este fenómeno ha merecido la atención de los medios de comunicación, que prestan puntual atención
a las repetidas y sucesivas inauguraciones de nuevos museos y centros culturales, con un punto de
crítica e ironía en muchas ocasiones. “Si usted es multimillonario, ama el arte y quiere que el mundo
lo sepa solo tiene una opción: crear su museo. Nunca se había vivido algo similar. InÅnidad de co-
leccionistas están abriendo museos privados para albergar sus tesoros. Ya sean rothkos o huevos de
Fabergé. Una estrategia que mezcla altruismo y ego” (García, 2015: 23). Y, precisamente, se señala
la iniciativa de François Pinault en Venecia como el punto de partida de este hecho que reúne varias
circunstancias: la presencia de arquitectos estrella vinculados a la forma arquitectónica de los museos,
el carácter casi ‘enciclopédico’ de estas colecciones, y su mimetismo puesto que “los mismos artistas
—próximos a la moda y el mercado— se repiten en unas y otras” (García, 2015: 23).
Los críticos y periodistas recelan de esta situación: “Este mimetismo impide averiguar si ese es el ca-
mino del arte actual o una fotografía distorsionada por los grandes coleccionistas, las galerías más
poderosas y las casas de subastas” (García, 2015: 23). Esta es también la opinión de directores de
museos públicos, como Manuel Borja-Villel, quien considera que: “En una época donde el merca-
do es tan dominante puede provocar que muchas colecciones sean idénticas siguiendo criterios de
modas y etiquetas” (García, 2015: 23). En el mismo sentido se expresan Solita Mishaan, miembro
del comité de adquisiciones de la Tate Modern de Londres: “Ser coleccionista no depende de ad-
quirir muchas obras sino de la calidad en el trabajo de investigación, en la búsqueda de las piezas”
(García, 2015: 23), y el crítico Hal Foster: “Estas neoaristocráticas instituciones no pretenden tener
conexión real con la esfera pública. Están lejos de los centros urbanos, son museos con el mismo
tipo de propuesta, en el que pesan a partes iguales el prestigio y la colección y que compiten en la
compra con instituciones que son, al menos, semipúblicas” (García, 2015: 23).
417
Ascensión Hernández Martínez
Ha nacido la Venecia del nuevo milenio, que mira al futuro sin olvidar su pasado. La
Galería de la Academia, la Scuola Grande di San Rocco y las innumerables iglesias
de la ciudad guardan tesoros de los grandes maestros. Ca’Pesaro, el museo Correr o
la Colección Peggy Guggenheim nos acercan al arte moderno. A partir de ahora, el
arte contemporáneo dispone de dos grandes espacios, ambos con el sello Pinault. La
Serenísima tiene ya su propia Milla de Oro del Arte.
(Pulido, 2009)
6
Es el arquitecto Francesco Dal Co quien acuña esta expresión en su artículo “Venezia: il chilo-
metro dell’arte” (DalCo, 2009 a), título que se da al número monográÅco que la revista italiana
Casabella, dedica en 2009, a los museos situados en el Gran Canal de la ciudad, con motivo de la
inauguración de la Punta della Dogana.
418
Un nuevo corner artístico en la Venezia del s. XXI: Fondazione Vedova y Punta della Dogana
7
La Fondazione Prada ha desarrollado desde 1993 una intensa serie de actividades en apoyo a la
creación artística contemporánea y, recientemente, en abril de 2015, ha inaugurado una nueva
sede en la zona sur de Milán, en un antiguo espacio industrial remodelado por el estudio de
arquitectura OMA, liderado por el arquitecto Rem Koolhas (Ellis-Peterson, 2014; Vogel, 2015).
Más información sobre la historia y actividades de esta fundación se encuentra en su página
web: http://www.fondazioneprada.org
8
La exposición recibió críticas confrontadas, sobre todo por el carácter comercial de la colección.
“About de exhibits, Pinault seems to follow the same policy as in his commercial activities —to ‘emphasise star
brands as against star-designers’— so there can’t be anything personal about his choices, though metaphysical
claims are made for it” (Rykwert, 2009: 22).
9
Una relación completa de las exposiciones realizadas desde su inauguración hasta la actualidad
en Punta della Dogana se encuentra en: http://www.palazzograssi.it/it/mostre-passate (consul-
ta realizada 3 diciembre 2015).
419
Ascensión Hernández Martínez
ediÅcios tan importantes como la extraordinaria basílica de Santa María della Salute,
una imponente construcción del arquitecto Baldassare Longhena.
La Punta della Dogana cuenta con una superÅcie de 5.000 m2, y se adapta en su planta
al solar, presentando una forma triangular con ocho grandes naves transversales que con-
ducen a una gran puerta conmemorativa de piedra, rematada por un grupo escultórico
en bronce. En el interior, el conjunto se divide en ocho rectángulos paralelos, delimitados
por gruesos muros de carga de ladrillo, cubiertos por unas potentes cerchas de madera.
En 2006, tras experimentar numerosas transformaciones y en una grave situación de
degradación debido al abandono de los últimos treinta años, las autoridades de Venecia
decidieron poner en marcha un concurso para la rehabilitación del antiguo ediÅcio
de aduanas como centro de arte contemporáneo. Al mismo se presentaron varias pro-
puestas, entre ellas la propuesta de la Región de Venecia, asociada al banquero Alberto
Rigotti y la Fundación Guggenheim, con el respaldo de la arquitecta Zaha Hadid. Tras
una áspera lucha, el jurado se decidió por el proyecto de Pinault, apoyado por el alcalde
de la ciudad Massimo Cacciari, cuya colección contiene obras de los más importantes
artistas actuales (Chaslin, 2008). Este proyecto preveía la rehabilitación del ediÅcio por
parte del arquitecto japonés Tadao Ando, habitual colaborador de la Fundación Pinault,
para la que ya había recuperado, años atrás, el Palazzo Grassi, también gestionado por
esta institución francesa.
420
Un nuevo corner artístico en la Venezia del s. XXI: Fondazione Vedova y Punta della Dogana
Figura 2. Punta della Dogana. Exterior del ediÅcio desde el Gran Canal.
Fuente: A. Hernández (2010)
421
Ascensión Hernández Martínez
iluminación cenital asemeja la piel de una gran dama veneciana, con años de historia a
sus espaldas, y, a su vez, generar ricos contrastes visuales entre los nuevos volúmenes en
hormigón (el patio central, las escaleras, los recorridos alternativos en salas intermedias
en el mezzanino), las obras de arte contemporáneo y el propio ediÅcio.
422
Un nuevo corner artístico en la Venezia del s. XXI: Fondazione Vedova y Punta della Dogana
La crítica (Franzoia, 2009; Ramírez, 2009; Dal Co, 2009 a y b; Malfona, 2010;
Ferrioli, 2013) y el ámbito profesional han recibido el ediÅcio de manera unámime y
entusiasta, considerándolo una restauración ejemplar por su respeto a la preexistencia, a
la vez que subrayan su capacidad como símbolo para llevar la ciudad a una nueva etapa
de la historia (Pulido, 2009). De hecho, esta intervención obtuvo la Medalla de Oro en la
tercera edición del Premio Internazionale “Domus Restauro e Conservazione” (2013)10.
Figura 5. Punta della Dogana. Interior de una de las naves restauradas dedicadas a espacio
expositivo. Fuente: A. Hernández (2010)
10
El jurado del Premio reconoció en la intervención de Tadao Ando: “da un lato un atto ‘rivelativo’
delle volumetrie originarie così come esse si presentavano dopo le trasformazioni sette-ottocentesche dei corpi di
fabbrica, attraverso l’eliminazione di tramezzature e solai latero-cementizi; dall’altro, come raٻnato inserimento,
all’interno della pseudo-corte centrale frutto di demolizioni opérate durante l’occupazione austriaca, dell’elemento
caratterizzante la parte espositiva, vale a dire il grande corpo a forma di cubo, cifra poética dell’architetto Tadao
Ando. Di particolare interesse è la reintegrazione della tesitura dei setti murari, sapientemente condotta da una
nutrita équipe di restauratori, così come l’uso raٻnato del sistema d’illuminazione in grado di bilanciare perfetta-
mente la luce naturale con quella artiÅciale” (Ferrioli, 2013: 38).
423
Ascensión Hernández Martínez
a la arquitectura histórica, como uno de los grandes méritos del proyecto11. Para el crítico
norteamericano Philip Jodidio, Ando ha sido capaz de modernizar el ediÅcio de mane-
ra sutil y depurada, respetando las huellas del pasado (Jodidio, 2009, 16), una opinión
que es compartida por la arquitecto italiana Lina Malfona12; mientras Renata Codello,
architetto sopreintendente de Venezia, sostiene que la transformación de esta construcción de
carácter industrial en un centro de arte contemporáneo ha sido una operación muy
compleja y de gran interés en la que la obra de Ando se revela “en total armonía con la
historia del ediÅcio” (Muller, 2009, 15). Por último, en opinión de la semióloga Isabella
Pezzini, uno de los atractivos fundamentales de este museo es que presenta un “espacio
relacional” en el que la arquitectura histórica establece un diálogo abierto y sugestivo
con el arte contemporáneo, que no ocurre en ediÅcios de nueva construcción y que crea
un paisaje mental diferente en el espectador (Pezzini, 2011: 89). Un proyecto que ha sido
producto de la pasión por el arte contemporáneo de un coleccionista, François Pinault,
del entusiasmo de un alcalde, Massimo Cacciari, y de la sensibilidad frente a la historia
de un arquitecto, Tadao Ando.
11
“Gli elementi in cemento armato, simbolo e segno dell’architettura di Tadao Ando, pur essendo ben evidente non
invadono gli ambienti e sopratutto non stravolgono la semplicità caratteristica del luogo, anzi, assieme agli altri
‘discreti’ interventi architettonici, ne esaltano le dimensioni e la luminosità rendendo gli antichi magazzini luoghi
‘raٻnati’ e consoni al loro nuovo utilizzo” (Ferrioli, 2013: 35).
12
“(…) il progetto di Tadao Ando si conÅgura come un intervento sommesso, che non ha velleità di apparire all’es-
terno, lasciando prevalere l’autorevolezza di un passato esemplare. Solo al di là dill’involucro esso rivela la sua
statura architettonica, senza utilizzare pratiche mimetiche o eccedere in egocentrismo, semplicemente palesando la
sua alterità rispetto all’antico ediÅcio. Si può aٺermare che l’autore abbia utilizzato in questo progetto la pratica
della sprezzatura, di cui parla Baldassare Castiglione nel Cortegiano, che consiste nell’arte di nascondere l’arte e
cioè di operare con stile ed eleganza, celando lo sforzo impiegato e in modo tale che tutto sembri ottenuto in modo
naturale” (Malfone, 2010: 88).
“Tadao Ando ha mostrato un profondo rispetto per il patrimonio storico, identiÅcato non solo come prezioso
contenitore o utilizzato in maniera strumentale ma ritenuto parte integrante del progetto contemporaneo, sebbene
antecedente ad esso” (Malfone, 2010: 90).
424
Un nuevo corner artístico en la Venezia del s. XXI: Fondazione Vedova y Punta della Dogana
movimientos artísticos de vanguardia como la Nuova Secessione Italiana (1946), más tarde
Fronte Nuovo delle Arti. Su trayectoria profesional13 se enmarca en el ámbito del informa-
lismo europeo y del action painting norteamericano, y se caracterizó por una constante
voluntad de búsqueda de las innovaciones y de superación de los límites físicos de la
pintura, un rasgo que —como veremos— ha sido recogido en su fundación. Su obra fue
exhibida por todo el mundo, obteniendo el reconocimiento de la crítica y de los artistas
como muestran los premios y distinciones obtenidas por Emilio Vedova a lo largo de su
trayectoria, entre ellos el Gran Premio de Pintura de la Bienal de Venecia de 1960 y el
prestigioso León de Oro a su carrera artística en 1997. Además de la Bienal de Venecia,
participó en la Documenta de Kassel y entre las grandes exposiciones de su obra hay que
destacar dos extraordinarias muestras antológicas realizadas, la primera, en el Castillo
de Rivoli de Turín (1998) y la segunda, tras la muerte del artista, en la Galleria Nazionale
de Arte Moderna de Roma y en la Berlinische Galerie de Berlín (2006).
Una completa aproximación al perÅl biográÅco y profesional del artista se realizó en el catálogo
13
La Fondazione Vedova14 fue inaugurada tres años después de la muerte del artista, el
3 de junio de 2009, con la asesoría artística del crítico Germano Celant y de Fabrizio
Gazarri, este último director de la colección y del archivo del artista, si bien había sido
impulsada ya en vida de Vedova por el mismo artista y por su esposa, Annabianca. El
objetivo era preservar el legado del artista, difundiendo su conocimiento a nivel nacional
e internacional a través de una serie de iniciativas culturales, entre ellas exposiciones con
las obras del artista italiano, además de muestras temporales de otros artistas contempo-
ráneos, apoyo a jóvenes artistas, investigaciones, actividades didácticas, etc. La fundación
tiene dos sedes: el magazzino del Sale 266, adaptado como espacio expositivo por el arqui-
tecto Renzo Piano, y el antiguo estudio y último taller del artista, situado en el mismo
barrio de Dorsoduro, en el que se han hecho mínimas intervenciones para conservar el
ambiente en el que trabajó durante tantos años.
El primer espacio, el antiguo almacén de sal convertido en un espacio expositivo
dedicado al arte contemporáneo, es una estructura ligeramente irregular de setenta me-
tros de largo, por nueve metros de ancho y ocho de altura, que forma parte de una
construcción más amplia de nueve naves dedicadas a contener la sal, un negocio clave
para la economía veneciana, antes de distribuirla por la ciudad. Se trata, por tanto, de un
ediÅcio de carácter preindustrial, situado detrás de la iglesia de Santa Maria della Salute,
dispuesto sobre el canal de La Giudeca, a lo largo de la ribera conocida como Fondamenta
delle Zattere, por ser este el lugar a donde llegaban las embarcaciones (zattere) con mercan-
cías para descargar en la ciudad. Esta construcción que se remonta al Trecento, pero que
en su aspecto actual responde a una profunda reforma de estilo neoclásico del arquitecto
Giovanni Alvise Pigazzi realizada entre 1835 y 1838, consiste en una potente fábrica
de ladrillo con nueve naves de una sola planta cubiertas por impresionantes cerchas de
madera (Catanni, 2006).
La relación de Emilio Vedova con este lugar viene de tiempo atrás. Durante cin-
cuenta años vivió en esta zona de la ciudad, aquí tuvo sus tres estudios principales, y en
1974 impulsó la campaña de conservación de este ediÅcio, que amenazaba ser demolido
o convertido en un centro deportivo (¡piscina incluida!). Diez años después, en 1984,
celebró aquí su primera exposición antológica, y en este mismo almacén tuvo su estudio
durante unos años, entre 1967 y 1974. Todas estas circunstancias apuntaban, por lógica,
a que fuera la sede natural de su fundación, algo que el Comune de Venezia, propietario del
conjunto, entendió y cedió el uso del almacén para mostrar en él las obras del artista que
tanto había luchado por su preservación. Para Vedova, frente a los monumentos más re-
presentativos y señalados de la ciudad, este ediÅcio representaba la memoria del trabajo
Figura 7. Vista del Fondamenta delle Zattere, desde el otro lado del Canal de la Giudeca.
En primer plano el ediÅcio magazzini del sale donde se encuentra la Fondazione Vedova.
Fuente: A.H.
de las clases más humildes que habían mantenido la vida de la ciudad durante siglos.
Una relevante razón por la que debía ser estrictamente conservado. Esta idea pesó, sin
duda, en el ánimo de su amigo, el arquitecto Renzo Piano, encargado de traducir en for-
mas arquitectónicas el espíritu y el sentido del arte de Vedova, así como su afecto hacia el
lugar, adecuando esta estructura preindustrial a las necesidades expositivas de un centro
cultural del siglo XXI.
De acuerdo con estos principios, la intervención de Renzo Piano ha estado guiada,
por un lado, por el respeto hacia la robusta y austera estructura original (muros y cercha),
mostrando los efectos del paso del tiempo, con las señales también de la sal sobre los
muros; por otro, la introducción de elementos necesarios para cumplir el uso al que se
destina: mostrar la colección del artista. Para ello Piano diseñó un pavimento de madera,
ligeramente inclinado para forzar la percepción del espacio por parte del espectador,
bajo el que se encuentran las instalaciones, y una estructura metálica que combina un
peine situado al Ånal de la nave, donde se disponen treinta cuadros de grandes dimensio-
nes (2x2 m), y una guía suspendida del techo por la que discurren las obras colgadas de
una especie de robot, en un intervalo de tres horas15. El control de la luz, diseñada para
15
“Le opere che verranno prelevate dallڇarchivio e portate attraverso speciali bracci mobili robotizzati allڇinterno
dello spazio sono le grandi tele di Emilio Vedova, quelle cioè con dimensioni attorno ai 2 m. x 2 che costituiscono
la maggior parte della sua produzione artistica. La movimentazione delle opere è deÅnita da una precisa regia ed
è stabilita dal curatore del museo. La sequenza dellڇentrata in scena delle opere prevede che una decina di quadri,
ad un breve intervallo di tempo lڇuno dallڇaltro, vadano a collocarsi in posizioni con inclinazioni ed altezze ben
deÅnite.
Una volta che le opere hanno raggiunto la loro posizione i visitatori potranno contemplarle camminando tra loro,
immergendosi in un universo pittorico in continuo devenire. Dopo un lasso di tempo deÅnito, le opere faranno ritorno
nellڇarchivio, e saranno sostituite da un altro ciclo di opere e così, consecutivamente, per un totale di tre cicli. Per
lڇuscita di scena delle opere è previsto che lڇazione si svolga allڇinverso rispetto alla sequenza sopra descritta. Non
427
Ascensión Hernández Martínez
Figura 8. Fondazione Vedova, interior con la instalación diseñada por Renzo Piano para exhibir
las pinturas de Vedova. 2009. Fotógrafo Attilio Maranzano.
Fuente: http://www.rpbw.com/project/91/fondazione-vedova/#
appena lڇultima opera ha raggiunto la sua posizione nellڇarchivio, il primo quadro del ciclo successivo inizierà il
suo movimento nello spazio. Il sistema di movimentazione garantirà la perfetta manutenzione delle opere grazie a
movimenti Æuidi privi di strappi improvvisi e grazie a sistemi di aggancio che non alterano la struttura dei quadri.
Il programma di movimentazione e di illuminazione è totalmente automatizzato ed è governato da un software
con consolle sistemata nella cabina di regia accanto allڇaccesso”. Explicación del funcionamiento de la es-
tructura expositiva por parte de Alessandro Traldi. Fuente: http://www.fondazionevedova.org/
spazi-espositivi/magazzini-del-sale/approfondimenti [consulta realizada 15 diciembre 2015]
428
Un nuevo corner artístico en la Venezia del s. XXI: Fondazione Vedova y Punta della Dogana
Figura 9. Fondazione Vedova, Maqueta de la máquina para exponer las obras de Vedova,
diseñada por Renzo Piano. Fuente: Fondazione Vedova.
http://www.fondazionevedova.org/spazi-espositivi/magazzini-del-sale/gallery
16
La opinión de Rykwert sobre la intervención de Ando es suÅcientemente expresiva al respecto:
“The intelligence of the architect has operated on both the space and the exhibits to create a uniquely rewarding
experience” (Rykwert, 2009: 22).
429
Ascensión Hernández Martínez
Figura 10. Fondazione Vedova, interior con la instalación diseñada por Renzo Piano para exhibir
las pinturas de Vedova. 2009. Fotógrafo Attilio Maranzano.
Fuente: http://www.rpbw.com/project/91/fondazione-vedova/#
17
“Ecco dunque il primo museo in movimento, dove l’arte va materialmente incontro al visitatore, non più il contrario.
Un risultato di una bellezza e di una soÅsticatezza tecnica tali da essere in concorrenza con le stesse opere esposte. Le
condizioni igrometriche, di oscurità, di temperatura dello spazio espositivo sono perfette. Talmente tanto che il maga-
zzino, con tutta la machina computerizzata di movimentazione dei quadri, sarà utilizzato anche come sede per mostre
temporanee, soprattutto per ospitare artisti contemporanei a Vedova e creare interessanti confronti” (Menetto, 2009).
18
Al respecto, en una entrevista realizada a Alfredo Bianchini, Presidente de la fundación, en
2009, éste subraya la trascendencia de esta institución en la consolidación de un polo cultural en
430
Un nuevo corner artístico en la Venezia del s. XXI: Fondazione Vedova y Punta della Dogana
esta zona de la ciudad. “La presenza della Fondazione garantisce un nuovo polo espositivo e culturalre di alto
pregio, inserito nel percorso urbano e rivolto alla comunità intera. La Fondazione organizzerà anche mostre di altri
artista e si farà carico dell’apertura di un Centro del Restauro delle opere d’arte contemporanea” (Salerno, 2009).
19
Más información sobre este proyecto puede encontrarse en: http://www.decorazione.org/in-
dex.php?option=com_content&view=article&id=129&Itemid=477 [consulta realizada 15 di-
ciembre 2015]
20
“Ya no basta con tener por lo menos una tienda de Prada para ser una ciudad de la lista A: hay
que tener, como Milán, una Fondazione Prada dedicada al arte contemporáneo. Y si de verdad
se quiere ser una marca de lujo-lujo, conviene seguir el ejemplo de Cartier y encargar a Jean
Nouvel una fundación artística y contemporánea en París. Porque ya se sabe que los ruinosos
desÅles de alta costura resultan rentables en tanto que vanguardia simbólica y emblema de las
marcas prêt-à-porter que vestimos a diario los ciudadanos de a pie. Del mismo modo, un esca-
parate fastuoso en la rue Saint Honoré acaba equivaliendo a un museo glamuroso en el Bois de
Bologne o el Gran Canal de Venecia: gastos —y fastos— de representación” (Montes, 2007: 34).
431
Ascensión Hernández Martínez
21
La Academia de Bellas Artes ha sido especialmente sensible a la cuestión de la relevancia del
lugar y la proximidad a otras instituciones como Fondazione Vedova o Punta della Dogana. “La
realizzazione di un adeguato spazio didattico-espositivo all’interno del Magazzino n°3 consentirà all’Accade-
mia di oٺrire un’ottimale visibilità ai propri partner istituzionali, come il Ministero dell’Istruzione, Università
e Ricerca, il Ministero per i Beni e le Attività Culturali, la Regione Veneto e il Comune di Venezia, ma anche di
coinvolgere in modo adeguato gli enti e le strutture private in grado di collaborare alle attività programmate e agli
interventi logistici necessari al corretto funzionamento del Magazzino3. La favorevole collocazione del complesso,
sulla riva che conduce al Centro per l’Arte Contemporanea di Punta della Dogana (sede espositiva della Fonda-
zione Pinault), a pochi metri dalla Fondazione Vedova e dalla Fondazione Guggenheim, consente infatti di poter
oٺrire una notevole visibilità ai partners che collaboreranno alla programmazione” Fuente: http://www.de-
corazione.org/index.php?option=com_content&view=article&id=129&Itemid=477 [consulta
realizada 15 diciembre 2015]
432
Un nuevo corner artístico en la Venezia del s. XXI: Fondazione Vedova y Punta della Dogana
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433
Ascensión Hernández Martínez
434
Poblenou: de centro de cultura
a centro cultural
*
Investigación realizada en el marco de los siguientes proyectos: Proyecto de investigación: Mu-
seos y barrios artísticos: arte público, artistas e instituciones (HAR 2012-38899-C02-0), Ånan-
ciado por el Ministerio de Economía y Competitividad y desarrollado en la Universidad de
Zaragoza y del cual es investigador principal Jesús Pedro Lorente Lorente.
435
Mª Pilar Biel Ibáñez
Este espacio urbano inicia su industrialización en el primer tercio del siglo XIX con la
instalación de fábricas para el tratamiento de las indianas. A partir de ese momento,
proliferan las actividades relacionadas con el blanqueo, el estampado y la tintorería de
tejidos ya que Poblenou está cerca de la ciudad de Barcelona y dispone de abundante
agua en el subsuelo además de una gran extensión de terreno para el asentamiento fa-
bril. De esta manera, a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, se va conÅgurando
un espacio industrial en el que las fábricas textiles conviven con las harineras, las me-
talúrgicas, las de curtiduría, las químicas y las manufactureras. Estos establecimientos
se ven rodeados de núcleos de población que acogen una masa obrera que desarrolla su
vida laboral y social en unas condiciones precarias, sin urbanización, sin equipamientos
y en un entorno altamente contaminado. Tras la aprobación del Pla Cerdà, en 1897,
Sant Martí de Provençals deja de ser un municipio independiente y pasa a depender del
ayuntamiento Barcelona (Arxiu Històric del Poblenou, 2001).
A mediados de los años 50 del siglo XX, la actividad industrial del barrio inicia un
declive económico que supone el arranque de un proceso de desindustrialización de la
zona y que genera grandes solares y ediÅcios desocupados. Algunas de estas naves con
el paso del tiempo terminan albergando nuevas empresas del sector del metal y del de
transportes así como talleres y almacenes debido a la fácil adaptabilidad de estos espacios
a los nuevos usos y a su proximidad al centro de la ciudad. No obstante, esta circunstan-
cia no evita que a Ånales de la década de los años 1980 el barrio presente un contexto
urbano obsoleto que requiere de una importante operación de regeneración. Y así, el
ayuntamiento de Barcelona utiliza la celebración de los Juegos Olímpicos en el año 1992
para iniciar el proceso de revalorización de este barrio de la ciudad. Viviendas para los
atletas, equipamientos culturales y deportivos, hoteles, oÅcinas, entre otros, se levantan
en el barrio de Icaria. Este proceso de sustitución provoca el derribo indiscriminado de
todos los vestigios industriales de esta zona de Poblenou (Caballé, 2010).
La transformación de este espacio urbano no concluye con el evento olímpico sino
que continúa con el proyecto 22@Barcelona. Este plan abarca ambos lados del núcleo
tradicional del barrio y aspira a que Poblenou se convierta en una nueva zona industrial
con empresas vinculadas a los sectores de las tecnologías de la información y de la comu-
nicación (TIC). Señala también la necesidad de ubicar equipamientos que den soporte a
estas empresas como son la universidad y los centros de investigación además de desarro-
llar un plan de infraestructuras para el sector. En el año 2000 se aprueba la ModiÅcación
del Plan General Metropolitano para la renovación de las áreas industriales de Poblenou que se conoce
como Plan 22@Barcelona. Además se crea la Sociedad Privada Municipal 22@ Barcelona
S.A. encargada de aglutinar todos los instrumentos y las competencias para gestionar el
proceso de transformación previsto en el mismo (Ajuntament de Barcelona, 2010). Los
tres ejes en torno a los cuales se articula la transformación de este espacio urbano son:
la actividad productiva, la habitacional y los equipamientos e infraestructuras. Todo ello
436
Poblenou: de centro de cultura a centro cultural
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Mª Pilar Biel Ibáñez
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Poblenou: de centro de cultura a centro cultural
1
Los espacios son: Cuadrado 9, La función, MQ Creative Lab, Espacio Viviente / La contraseña,
Toni Yranzo, Stay hungry stay foolish, Encantadas, Loft 85, Mediodesign, Nauart, Hangar, La
Escocesa, Laboratorio Symbolon, Galería Chez Xefo, Espacio la Amistad Sala Ramona, Taller
de Luz darte arte, Espacio kam kam, La Plataforma, Espronceda 164, Factoría de arte, Crater
Lab, Taller Pellaires, Taller Pallars, Laboratorio Andi Dom Dom, Zamora 99, Nido, Can Hierro,
Mercedes Girona, Rosa Palo, La ventana, Now P9. (Poblenou Crea, 2015)
439
Mª Pilar Biel Ibáñez
b) El asociacionismo
Poblenou tiene una rica tradición asociativa (Alfama, Casedemunt, Cruz y Martí, 2007;
Valera, 2009) que se inicia con la creación de ateneos y cooperativas impulsada por el
movimiento obrero a principios del siglo XX y que se prolonga hasta la dictadura. Este
movimiento vuelve a renacer en los años 70 con la oposición al Plan de la Ribera. Para
canalizar este descontento se crea la Comissió de barri (1969), germen de la Asociación
de Vecinos de Poblenou (1972) y de la Coordinadora de entidades de Poblenou (1975),
antecedentes de la actual Asociación de Vecinas y Vecinos de Poblenou. Muchas de las
reivindicaciones que estos colectivos deÅenden en estos años se centran en la defensa del
centro histórico del barrio.
Con el desarrollo del Plan 22@Barcelona, la Asociación de Vecinas y Vecinos de Po-
blenou mantiene su trayectoria reivindicativa en el barrio al mismo tiempo que surgen
una serie de plataformas vecinales que deÅenden diferentes interés y tienen objetivos
distintos. Entre las que incluyen en sus objetivos la defensa del patrimonio industrial del
barrio están, además de la ya citada Asociación de Vecinas y Vecinos de Poblenou, la
Plataforma “Salvem Can Ricart”, la coordinadora contra el 22@ (cc22@), y el Forum
de la Ribera del Besos.
La Plataforma “Salvem Can Ricart” es el resultado de la unión de diversas asocia-
ciones entre ellas el colectivo de artistas de Poblenou. Realiza un importante trabajo de
estudio histórico y arquitectónico de Can Ricart, convertido en símbolo de la defensa del
patrimonio industrial del barrio, y elabora propuestas alternativas a las del ayuntamiento
de Barcelona para su uso.
La coordinadora contra el 22@ (cc22@) agrupa a sectores anticapitalistas, la asocia-
ción de jóvenes de Poblenou, el Centro Social Icaria y el Ateneo Popular de Octubre.
Uno de sus objetivos es denunciar la agresión que supone el Plan para el patrimonio
histórico y cultural de Poblenou.
El Forum de la Ribera del Besos nace en 1992 y se dedica principalmente a temas
educativos. Sus líneas de trabajo, más destacadas, son la revisión de los planes urbanísti-
cos, el patrimonio industrial, la vivienda y los equipamientos, entre otros. Está formada
por personas a título individual y por unas 35 entidades, la mayoría vecinos pero también
personas de otras partes de la ciudad. Muchos de ellos son trabajadores sociales, artistas,
cientíÅcos y personas de instituciones educativas y culturales.
2
http://poblenoucrea.cat/es/statement-poblenou-crea (última consulta: 6 de marzo de 2016).
440
Poblenou: de centro de cultura a centro cultural
3
Para conocer toda la actividad investigadora que ha llevado a cabo este grupo consultar las
referencias bibliográÅcas de: Grup de Patrimoni Industrial del Fòrum de la Ribera del Besòs,
2005, 2005b, 2006; Clarós i Ferrer, 2004; Grup de Patrimoni Industrial del Fòrum de la Ribera
del Besòs, Tatjer, Urbiola, 2005, 2006; Tatjer y Urbiola, 2008; Grup de Patrimoni Industrial del
Fòrum de la Ribera del Besòs, Tatjer, Urbiola, Clarós y Roca, 2007.
441
Mª Pilar Biel Ibáñez
añade la colaboración con la Plataforma “Salvem Can Ricart” para abordar el estudio
de Can Ricart (Can Ricart. Estudio patrimonial) con la Ånalidad de elaborar dos documentos
esenciales: el Plan de Usos para Can Ricart y la declaración de Bien de Interés Cultural
Nacional (Tatjer: 2008). Todo este esfuerzo concluye con la declaración en abril de 2008
del Conjunto de Can Ricart como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN)4. Además,
este mismo grupo propone la creación de un Museo del Treball en el año 2003 en el
espacio de Can Ricart (Grup de Patrimoni Industrial del Forum de la Ribera del Besós,
2006), proyecto que no se ha llegado a concretar en la actualidad.
4
BOE, nº 141, de 11 de junio de 2008, Acuerdo GOV/69/2008, de 22 de abril, por el que se de-
clara bien cultural de interés nacional, en la categoría de conjunto histórico, a favor de una agru-
pación de ediÅcios del recinto fabril de Can Ricart, en Barcelona, y se delimita su entorno de pro-
tección, pp. 26879 a 26881. http://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2008-10049
(última consulta: 6 de marzo de 2016).
442
Poblenou: de centro de cultura a centro cultural
enriquecer los criterios con los que valorar estos conjuntos ya que los arquitectónicos (en
los que está basado el Catálogo del Patrimonio Histórico Artístico de la ciudad de Barcelona) no son
suÅcientes para una lectura global de este tipo de patrimonio. Así, deÅende que es ne-
cesario atender a sus signiÅcados como memoria colectiva, documento histórico y valor
urbanístico y paisajístico. De tal manera que entiende el patrimonio industrial como la
síntesis de los ediÅcios con la organización empresarial, la social y la cultura del trabajo
(Tatjer, 2008).
d) La administración
La administración interviene en este proceso de patrimonialización en un triple plano:
el dictamen de normativa para el desarrollo del Plan 22@Barcelona en la que se incluyen
elementos destacados del patrimonio industrial del barrio; la protección de algunos de
estos bienes incluyéndolos en el Catálogo del Patrimonio Histórico Artístico de la ciudad de
Barcelona y el desarrollo de proyectos de conservación arquitectónica (Hernández, 2016)
y de refuncionalización, en los que destacan los destinados a actividades culturales.
La preocupación del ayuntamiento de Barcelona por este patrimonio tiene un pun-
to de partida en el Catálogo de 1979 donde además de las Atarazanas y de la Fábrica
Casarramona, se incluyen otros elementos industriales5 relacionadas con los sistemas pro-
ductivos, la arquitectura del hierro del siglo XIX y la arquitectura ligada a los transportes.
No obstante, será en los planes especiales redactados en las décadas de los años 80 y 90
del siglo XX como el Plan Especial del Vapor Viejo (1988), el Plan Especial del entorno de la calle
Campeny (1990) o el Plan Especial de Reforma Interior del Sector Diagonal-Poblenou (1993), donde
se inicia una política más ambiciosa de protección del patrimonio industrial. De tal mane-
ra que, el conjunto de Planes Especiales y Catálogos de los diferentes distritos de la ciudad,
aprobados durante el año 2000, recogen un centenar de elementos industriales.
5
Los elementos incluidos son: la Seca, la editorial Montaner y Simón, la Casa Thomas, la torre
de la fábrica de Gas de la Barceloneta, la torre de Aguas del Tibidabo, el complejo de la Escuela
Industrial, la Central de Vilanova además de la ejemplos de la arquitectura del hierro como
los mercados de El Born, la Concepción, la Boqueria y la Libertad de Gracia. Dentro de la
arquitectura relacionada con los transportes: la estación superior del funicular de Vallvidrera,
la Estación de Francia y las dos torres del aéreo del puerto. Posteriormente se incorporaron las
tres chimeneas del Paralelo, la Estación del Norte, los almacenes del depósito del muelle, el de-
pósito de agua situado en la Isla Lauria / Diputación / Bruc / Consejo de Ciento y el ediÅcio
y chimenea del Vapor Vell. Recogidos en: Pla especial del patrimoni arquitectónic historic i artistic de
la ciutat de Barcelona. Districte de San Martí. Patrimoni industrial del poblenou (PEPA) https://bcnroc.
ajuntament.barcelona.cat/jspui/bitstream/11703/86881/1/3201.pdf. (última consulta: 6 de
marzo de 2016).
443
Mª Pilar Biel Ibáñez
Desde el punto de vista de la zona que nos interesa, la normativa urbanística que va
a regular la identiÅcación y protección de su patrimonio industrial es:
• ModiÅcacio del pla geneal metropolitá per a la renovació de les zones industrials del Po-
blenou districte d´Activitats 22@BCN (MPGM22@BCN) año 20006. Este docu-
mento determina dentro del Plan 22@Barcelona la catalogación y protección
del patrimonio industrial y supone un paso adelante con respecto a la nor-
mativa anterior ya que el documento reconoce el interés de las preexistencias
urbanas y propone su incorporación a la ordenación.
• Pla especial del patrimoni arquitectónic historic i artistic de la ciutat de Barcelona. Dis-
tricte de San Martí. Patrimoni industrial del poblenou (PEPA)7. Se aprueba en 2000
y se modiÅca en 2006 (Cia, 2006). Otorga el régimen jurídico a los ediÅcios
patrimoniales así como la regulación de la protección. Este plan especial in-
corpora los primeros elementos arquitectónicos destacables a nivel ciudad de
los elementos deÅnidos en el anterior documento MPGM22@BCN.
6
ModiÅcació del pla geneal metropolitá per a la renovació de les zones industrials del Poblenou districte d´Ac-
tivitats 22@BCN año 2000 http://www3.amb.cat/normaurb2004/Docs/Normes_mod/
NUM-Barcelona-5.pdf (última consulta: 6 de marzo de 2016).
7
Pla especial del patrimoni arquitectónic historic i artistic de la ciutat de Barcelona. Districte de San Mar-
tí. Patrimoni industrial del poblenou (PEPA) https://bcnroc.ajuntament.barcelona.cat/jspui/
bitstream/11703/86881/1/3201.pdf (última consulta: 6 de marzo de 2016).
444
Poblenou: de centro de cultura a centro cultural
dera que es la manera más idónea para su conservación y presenta una amplia variedad
de posibilidades para ello que van desde equipamientos públicos a viviendas “donde
experimentar nuevas tipologías huyendo de los modelos más estándar” (PEPA, 2006).
El PEPA desarrolla las normas urbanísticas que regulan la protección y la conserva-
ción de este patrimonio. En relación con la protección, deÅne cuatro niveles (A, B, C, y
D) y sus características y en relación con la conservación, establece los criterios de inter-
vención y las propuestas de uso en función de los niveles de protección.
El resultado es la protección de 68 elementos (ediÅcios y conjuntos) y 70 frentes
consolidados de viviendas especialmente cualiÅcados a sumar a los ya recogidos en la
normativa anterior. De esos 68, se propone un nivel de protección C y D para la gran
mayoría; mientras que para siete de ellos la propuesta es B (Can I´lla, Can Ricart, Palo
Alto, fábrica La Escocesa, Productos Frigo, Industrias Waldo, y Can Gili Nou). Y no hay
ninguno que se proponga para nivel A.
Del desarrollo de este proceso de protección, llama la atención que pese a la deÅni-
ción de patrimonio industrial con la que se trabaja en la ModiÅcación, a la hora de pro-
teger los bienes se siga manteniendo un Nivel C que permite el derribo y la conservación
solo de determinados elementos distorsionando de esta forma la comprensión global
del equipamiento industrial. Por otro lado, y en relación con la lista previa, perpetúa el
mismo grado de protección en todos los casos a excepción de Can Ricart. Este conjunto
en el catálogo de 2000 tenía un nivel D y solo se conservaba la chimenea, mientras que
en la modiÅcación de 2006 alcanza el nivel B.
A este escenario de protección se suma, el impulso que, como consecuencia del mis-
mo, se imprime a la refuncionalización de estos espacios. El resultado es una variedad
de usos que se relacionan con las grandes líneas de actuación previstas en el propio Plan
22@Barcelona: vivienda, nuevas actividades productivas relacionadas con las TIC y equi-
pamientos e infraestructuras. Dentro del primer grupo, hay una apuesta explícita por
la adecuación de espacios industriales a loft. Así las actuaciones previstas son dieciocho
aunque Ånalmente solo se llevan a cabo las propuestas en Can Gili Vell8, Can Gili Nou9,
el Pasat del Sucre10 y Vapor Llull11.
Por lo que respecta a la generación de oÅcias y espacios para negocios relacionados
con el sector de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, el diseño,
la actividad multimedia o la gestión de bases de datos señalar algunas intervenciones
como las impulsadas en Galletas Viñas (conocida como La Galeta)12 que ha consistido
8
Harinera construida en 1877, nivel C, inicialmente solo estaba protegida la chimenea y la torre,
Ånalmente se conserva parte del ediÅcio complementario a la nave principal.
9
Harinera construida entre 1879-1880 y nivel B.
10
Complejo industrial que en origen fue una destilería de alcohol construido en 1916.
11
Fábrica de productos químicos construida en 1942. Nivel C.
12
Elaboración de galletas y construido entre 1880 y 1886. Nivel C.
445
Mª Pilar Biel Ibáñez
446
Poblenou: de centro de cultura a centro cultural
en la recuperación de las fachadas y de los patios interiores que funcionan como ele-
mentos de distribución hacia los diferentes locales; la antigua Unión Metalúrgica13; la
de Hilaturas de Gal i Puigsech; la de Can Illa14; las naves de la familia Ametller15 donde
se ubica Amc Networks International o las de Industrias metálicas de Luis Sabala Paloma16
actualmente Institute for Advanced Architecture of Catalonia. Asimismo, el ocio de la noche
tiene su presencia en estos espacios como sucede con las salas de música de Razzmatazz
localizadas tanto en Huracán Motors s.a.17 como en la fábrica de Albert Musterós18.
Dentro de los equipamientos @, es decir aquellos relacionados con las actividades
vinculadas a la formación, la investigación y la empresa, destacan, por un lado, la crea-
ción del Campus de la Comunicación Poblenou, levantado por la Universidad Pompeu
Fabra en Can L´Aranyo. Esta fue una fábrica textil que presenta un nivel de protección
B. De la misma se conserva el cuerpo de pisos (1877) donde se localizaban los telares y
una nave de planta baja más piso (1877). El conjunto se completa con la presencia de
una chimenea. Por otro lado, la Universidad de Barcelona Årma un convenio en 2013
con el Ayuntamiento de la ciudad para ubicar un campus de diseño y de la imagen en
Can Ricart y en Can Jaumandreu19. En estos momentos, este último espacio acoge la
dirección y la administración del parque de las Humanidad y las Ciencias Sociales y el
Centro de Digitalización de la UB. Mientras que en Can Canela/Can Tiana se localiza
el Instituto de Formación Continua de esta misma universidad (IL3), lugar que ya con
anterioridad acogió las oÅcinas del Institut Català de Tecnología (ICT).
En deÅnitiva, este conjunto de ejemplos se alejan del modelo inicial de ocupación
de artistas plásticos y artesanos que generan un tejido social y cultural determinado
para optar por una vinculación entre los bienes culturales y el progreso económico en
el marco del proyecto 22@Barcelona. Así, se asiste a un desarrollo de las actividades pro-
ductivas vinculadas a las nuevas tecnologías y a nuevas actividades cultuales como la
industria del videojuego o el diseño, entre otras. En deÅnitiva, se introduce el patrimonio
industrial dentro del paradigma del economicismo cultural (Zallo, 2016).
13
Fabricación de objetos de hierro y construida en 1914. Tiene protegido el Pabellón de entrada.
Nivel C.
14
Industria de blanqueo de textil, tintes, aprestos y estampados y construida 1930. Nivel B y D.
15
Almacenes para alquiler. Inquilinos: Galletas Solsona y Eladio Escofet. Construidas en 1932,
1950. Nivel C.
16
Industria metalúrgica construida en 1959. Nivel C.
17
Fábrica de motores construida en 1957. Nivel C.
18
Fábrica de Albert Musteros levantada a inicios del siglo XX. Niveles C y D.
19
Fábrica textil, levantada en 1853. Nivel C.
447
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20
Fábrica textil fundada en 1858. Nivel C.
21
Fábrica textil construida en 1885. Nivel C.
22
Fábrica de lanas, levantada en 1875. Niveles B y C.
448
Poblenou: de centro de cultura a centro cultural
dustriales del barrio, son ocupados por una segunda oleada de talleres y almacenes. En
esta ocasión, sus naves acogen 34 empresas generando algo más 250 puestos de trabajo
además de varios talleres de artistas como Hangar o La Nau21 entre otros. Así, hasta el
año 2005 es un recinto industrial que deÅne el carácter obrero del barrio del Poblenou
(Assemblea de Joves del Poblenou (AJP-CAJEI) i Assemblea d’Endavant (OSAN) del
Poblenou, 2011). Sin embargo, este tejido social y laboral cambia con la aprobación del
PMU del Parque Central ya que este plan implica el cierre de la mayoría de las industrias
situadas en ese ámbito (Can Ricart, Oliva Artés y alrededores), por no corresponderse
con la producción @, basada, como ya se ha indicado, en las TIC. De esta manera, Can
Ricart y otros espacios industriales se vacían de actividad productiva y cultural y quedan
a la espera de proyectos de refuncionalización o del derribo.
La única instalación activa que permanece con posterioridad al desalojo indicado es
Hangar. Se trata de un centro de producción artístico creado en 1997 por la Asociación
Artistas Visuales de Cataluña. Su creación está inspirada en la experiencia de Lower
East Manhattan y diez años más tarde, en 2007, el propietario del inmueble trata de
desplazarlos para derribar todo el conjunto y aplicar el nuevo plan de reconversión del
suelo. Sin embargo, la presión de los artistas y del barrio consigue que el ayuntamiento
449
Mª Pilar Biel Ibáñez
En Can Ricart, como decía, la llamada Casa de las Lenguas se hará sobre los restos,
tristemente calcinados, de Can Font donde habían trabajado hasta 25 artistas y ar-
tesanos. ¿Dónde están ahora? Algunos emigraron a Can Batlló, convencidos de que el
mayor valor histórico del ediÅcio les protegería. Hoy por hoy, están de nuevo en precario.
Sin minusvalorar el contenido de un centro que aún desconocemos, no parece un buen
trato para Barcelona. Perdemos centros de cultura y ganamos centros culturales. Podría-
mos llegar a no tener nada que exhibir, si seguimos echando de la ciudad a creadores,
artistas y poetas.
(Guayabero, 2006)
450
Poblenou: de centro de cultura a centro cultural
Una vez desmembrado ese tejido artístico y social, la administración sigue apostan-
do por el papel dinamizador de los centros culturales donde se exhibe, se difunde y, en
deÅnitiva, se consume cultura. No cabe duda, que desde el gobierno catalán no se des-
atiende la inversión en cultural en Poblenou pero con unos criterios diferentes a aquella
que surge desde las bases. La promocionada desde el ayuntamiento va encaminadas a
generar otro tipo de beneÅcios: el turismo de calidad, las inversiones, la rehabilitación de
las zonas cercanas, entre otras Ånalidades. Ejemplos de esta apuesta, además del fallido
plan de equipamientos de Can Ricart, son los tres casos que se presentan a continuación.
Andreu Oliva Gallamí funda en 1880 La Constructora de Máquinas que con el tiempo pasa
a ser conocida como Talleres Oliva-Artés (1948) y más tarde como Toasci Talleres Olivartés
(1979). Desde su origen esta empresa se dedica a la reparación, la construcción y la
compraventa de todo tipo de maquinaria, como calandras para el papel y el algodón,
prensadores vulcanizadores, prensadores polimerizados, de corte, de extrusión y em-
pacadoras, repuestos y laminados. En su etapa Ånal se especializa en la fabricación de
maquinaria destinada a la fundición del aluminio. Está en activo hasta abril del 2000.
En esta fecha la producción se traslada a otro espacio de la ciudad ya que los viejos
talleres se ven afectados por el PERI de Poblenou-Diagonal (Checa, Alberich, Claver,
Fernández Delkader, Fernández Valentí, Güell, Gatnau y Llobet, 2000).
Y, a Ånales del año 2002, la Asociación de Vecinos y el Forum de la Ribera del
Besòs piden a los responsables de Urbanismo que no derriben la fábrica Oliva Artés, tal
como está planiÅcado, y en el año 2003 es adquirida por el ayuntamiento de Barcelona.
Se localiza entre las calles Espronceda y Marruecos y su entorno está afectado por la
ampliación de la Diagonal hasta el mar y la creación del Parque Central del Poblenou,
diseñado por Jean Nouvel. De hecho, en estos momentos ha quedado absorbida por el
citado parque (Sierra, 2003).
Del conjunto inicial de naves que conforman los talleres, en el momento actual so-
breviven una nave de 1930 localizada en uno de los laterales del solar y la pieza central
del conjunto de 1920 (arquitecto: Claudi Duran i Ventosa) formada por tres naves de
planta basilical con cubierta a doble vertiente donde la central es más alta y se prolonga
en fachada a modo de pequeño atrio.
Dentro del PEPA, este conjunto se incluye en la revisión del año 2006 y presenta
un protección de Nivel C. En relación con los criterios de intervención, este documento
451
Mª Pilar Biel Ibáñez
indica que se debe mantener los ediÅcios según los criterios generales de la ModiÅcación
General Metropolitano para el ajuste de suelos de equipamiento, zonas verdes y servicios técnicos en el
Sector del Parque Central del Poblenou (aprobado deÅnitivamente el 3/03/2005): restaurar
las fachadas; eliminar los elementos superpuestos no originales; recuperar los huecos
arquitectónicos originales; mantener, limpiar y recuperar los paramentos (texturas, cro-
matismos, etc.); respetar la estructura espacial original para hacer inteligibles los espacios
originales; y recuperar y poner en valor de los elementos estructurales originales de inte-
rés visibles en el interior (PEPA: 2006).
b) Proyecto de intervención
La primera nave en la que se interviene es la localizada en el lateral del solar con facha-
da a calle Marruecos. En 2005 se inaugura la nueva sede de la Comisaría de la Guardia
Urbana del distrito de Sant Martí. El proyecto es diseñado por la arquitecta Núria Mon-
tfort i Cabané y consiste en la limpieza de las fachadas para dejar el ladrillo a cara vista
y en la división interior en planta baja más dos alturas (Sierra, 2004).
La decisión sobre el uso del cuerpo central de fabricación es mucho más larga y
más prolija y varía desde los primeros proyectos que quieren ubicar en ella un centro de
arquitectura (Redacción, 2006) hasta que Ånalmente se decide convertirlo en una de las
sedes del Museo de la Historia de la Ciudad. El proyecto tendría como Ånalidad explicar
la formación de la metrópolis a partir del crecimiento industrial, dentro de un contexto
de ampliación de contenidos que pone en marcha el Museo de Historia de Barcelona
452
Poblenou: de centro de cultura a centro cultural
(MUHBA). De esta manera, se prevé que el futuro centro forme parte de un plan estra-
tégico del MUHBA que articula su proyecto museológico en tres espacios: el conjunto
monumental de plaza del Rei, donde se muestra la Barcelona antigua y medieval, el mer-
cado del Born, para analizar la edad moderna y la Oliva Artés que expondrá la ciudad
contemporánea (Angulo, 2010).
En el año 2010, el equipo de arquitectura BAAS dirigido por Jordi Badia23 gana el
concurso para la rehabilitación de las dos naves restantes y la adecuación de sus espacios
a museo. Badia propone liberar el espacio de las naves para evidenciar su estructura y
la construcción de un porche exterior de acceso como un elemento de transición entre
el parque que rodea el conjunto y el nuevo espacio museístico. Además plantea añadir
una estructura vertical, que evoca a las chimeneas del entorno, para ubicar en ella los
servicios y el ascensor. De esta manera mantiene intactos los interiores y el protagonis-
mo de la intervención recae en el exterior. Entiende que el material más adecuado para
ejecutar la intervención es la chapa de hierro al ser el más acorde con los elementos es-
23
http://www.baas.cat/es/equipamientos/muhba (última consulta: 6 de marzo de 2016).
453
Mª Pilar Biel Ibáñez
454
Poblenou: de centro de cultura a centro cultural
Espero que este reenfoque sea provisional y que cuando acabe la rehabilitación de la
Oliva Artés se recupere el proyecto museístico original centrado en la ciudad industrial
(…) Una cosa es que se aproveche el nexo de la industrialización para explicar pro-
yectos actuales de dinamización económica, pero de forma secundaria; si la mitad del
museo es un escaparate de proyectos municipales quedaremos muy decepcionados (…)
No le veo consistencia como relato de museo, parece más bien un para poder estrenar
rápido el equipamiento.
(Pauné, 2015)
455
Mª Pilar Biel Ibáñez
Del complejo industrial sobreviven dos volúmenes además de la chimenea en los que
se ubican Ånalmente dos equipamientos: uno privado que corresponde a la Fundación
Vila Casas y otro público, el EdiÅcio Tanger, que es parte del Campus de la Comunica-
ción de la Universidad Pompeu Fabra.
La Fundación inaugura en abril de 2009 un Museo de Pintura Contemporánea con
la Ånalidad de promocionar el arte contemporáneo catalán. Para ello, muestra unas 300
obras que abarcan desde los años 60 del siglo XX hasta la actualidad. Antoni Vila Casas
es un industrial farmacéutico que dona a esta fundación el conjunto de su colección ar-
tística que se encuentra repartida en cinco sedes. Dos de ellas se localizan en el Empordà:
en el Palau Solterra de Torroella de Montgrí dedicado a la fotografía y en Can Mario en
Palafrugell a la escultura; además de los dos centros del Espai VolArt, localizados en una
casa modernista en la calle Ausiàs Mar de Barcelona (Sesé, 2009; BuÅll, 2009).
b) Proyecto de intervención
Dentro del PEPA, este conjunto se incluye en la revisión del año 2006 y presenta una
protección de Nivel C y D. Los criterios de intervención en los ediÅcios de Nivel C son: el
mantenimiento de los ediÅcios; la restauración de las fachadas mediante la eliminación
de elementos superpuestos no originales (instalaciones, aparatos de aire acondicionado,
etc.); el mantenimiento de la modulación original de los huecos arquitectónicos; la recu-
peración y puesta en valor de los elementos estructurales originales de interés y visibles
en el interior; y el mantenimiento de la chimenea mediante su consolidación y su restau-
456
Poblenou: de centro de cultura a centro cultural
ración. Mientras que los caliÅcados como Nivel D se permite su derribo y su sustitución
aunque se debe mantener la traza de la ediÅcación.
El proyecto de intervención lo diseña el equipo de Arquitectura BAAS con Jordi
Badia24 al frente y concluye en el año 2009 mientras que el acondicionamiento del es-
pacio público como jardines de Miguel Martí i Pol lo desarrolla el propio Badia en cola-
boración con Martí Franch. En ambos casos, han recibió premios o reconocimientos de
carácter nacional e internacional. Así la intervención arquitectónica ha sido galardonada
con Premio Ciutat de Barcelona de Diseño, Arquitectura y Urbanismo (2010); y con el
premio Nacional de Patrimonio Cultural, de la Generalitat de Catalunya (2009). Por su
parte, el jardín fue Ånalista de 6º Premio Europeo de Paisaje Rosa Barca, COAC (2010)
y Ånalista del Public Space European Prize, CCCB (2010)25.
El proyecto interviene en las dos naves preexistentes y diseña una tercera como ele-
mentos de unión de las anteriores. De esta manera el espacio exterior queda dotado de
unidad compositiva y el espacio interior, de continuidad en su recorrido expositivo. Así,
en el exterior se genera un patio cuadrilátero que ocupa el centro de la manzana y se esta-
blece como vestíbulo exterior de acceso al museo y contenedor de actividades polivalentes.
Por lo que respecta a la intervención en las naves históricas, Badia y su equipo optan por
cerrar los huecos existentes y cubrir con una capa de mortero y otra de pintura gris todos
los paramentos para que actuaran como protectoras de los muros pero dejando visible la
textura de los elementos constructivos primigenios (la mampostería). Además, conservan la
estructura original de nave de una sola crujía y aprovechan la diafanidad de estos espacios
para la distribución del programa expositivo. Por otro lado, en el nuevo ediÅcio, optan por
el hormigón basto para unas fachadas que se caracterizan por su sentido horizontal, y por
la madera en lugares puntales como en la escalera, en las ventanas o en las mamparas di-
visorias para generar puntos de contraste. Finalmente, en el exterior diseñan una serie de
caminos y recorridos zigzagueantes que recuerdan el gusto por la naturaleza salvaje propia
del paisajismo británico, logrando crear un entorno misterioso.
Como ya se ha puesto de maniÅesto, esta intervención es muy bien acogida por los
medios profesionales y los de comunicación. En general todos ellos, coinciden en que el
mayor logro de la intervención es dotar a estas naves de aquellos valores que no tienen
tal y como lo expresa Llàtzer Moix, periodista de La Vanguardia:
Lo que el arquitecto se encontró allí fueron dos naves en paralelo, carentes de gran interés
arquitectónico. (…) La iniciativa de Badia tiene diversas ventajas. Por una parte, evoca
el pasado de modo elocuente, pero evitando caer en actitudes conservacionistas o pacatas.
24
http://www.baas.cat/es/equipamientos/museo-can-framis (última consulta: 6 de marzo de 2016).
25
http://www.baas.cat/es/premios.php?year=2010 (última consulta: 6 de marzo de 2016).
457
Mª Pilar Biel Ibáñez
‘No se trataba de enterrar a una vieja dama, ni de hacerle un lifting, sino de permitir
que en su piel se reÆejara el paso del tiempo; he querido hacer arquitectura contemporá-
nea usando la preexistente como un material constructivo más’.
(Moix, 2009)
La Torre de las aguas del Besos y la antigua casa de válvulas es un conjunto patrimonial
que se localiza en la Plaza Ramon Calsina y se ha convertido en uno de los referentes
del patrimonio industrial de Poblenou por su tipología y su concepción constructiva y
estructural.
La sociedad que levanta esta torre es la Compañía General Anónima de Aguas de Barcelona
de la Ladera Derecha del Besos. Se constituye en 1881 con la Ånalidad de extraer y distribuir
agua de boca a través de la red al barrio de la Ribera, en un primer momento, y al res-
to de Barcelona y de los pueblos de la plana en un segundo periodo de expansión. Las
obras para la captación se inician en enero de 1880, y consisten en la construcción de
dos pozos de captación, una galería que los comunica y una torre donde se localiza un
458
Poblenou: de centro de cultura a centro cultural
Figura 10. La Torre de las aguas del Besos. Fuente: Carlos Colás
primer depósito de agua y los tubos de ascenso y descenso además de la casa de válvulas
(Fossas, 2012).
La explotación comercial se inicia en septiembre de 1882. Pero la proximidad del
mar y el efecto de succión que ejercen las bombas propiciaron una elevación del índice
de salinidad que inutiliza estos pozos como agua de consumo. Esta situación provoca la
quiebra de la empresa que se disuelve en 1888. Todo el sistema es adquirido en 1895
por la Sociedad General de Aguas de Barcelona (SGAB) que lo redirige hacia el abastecimiento
de agua industrial. La proximidad a Can Girona es decisiva para tomar esta decisión y
facilita un nuevo cambio de manos, un cuarto de siglo más tarde. Esta fundición, que
en 1947 se convierte en Materiales y Construcciones S.A. (Macosa), se sirve de estos pozos
para enfriar sus dos trenes de laminación hasta 1990, momento en el que la empresa se
traslada a otra localidad y estas instalaciones hidráulicas quedan deÅnitivamente sin uso
y abandonadas.
459
Mª Pilar Biel Ibáñez
b) Proyecto de intervención
Se trata de una torre construida por el arquitecto Pedro Falqués en ladrillo macizo, tan-
to en el cilindro estructural y sus contrafuertes interiores como en las vueltas catalanas
de conÅguran las escaleras y los rellanos interiores. Se inaugura en junio de 1882. Es
un elemento protegido incluido en el PEPA en el año 2000 con una protección de Nivel
B (BCIL), que obliga a mantener tanto los elementos así como la construcción adosada,
por lo que este nivel de protección se aplica también a la casa de válvulas. El Ayunta-
miento de Barcelona es el titular de ambos elementos que son recuperados gracias a la
acción de los antiguos trabajadores de Macosa y de las entidades culturales y del barrio.
El proceso de intervención se lleva a cabo entre los años 2011 y 2014 (Hernández,
2012; Cia, 2012; Sierra, 2014; Marchan, 2015) por los arquitectos Antonio Vilanova y
Eduard Simó y es Ånanciado por Sociedad General de Aguas de Barcelona (AGBAR). Su ob-
jetivo principal es destacar los valores originales de ambas piezas respetando al máximo
las características constructivas que las identiÅcan, siguiendo las ideas de la denominada
conservación preventiva. De esta manera, en el caso de la torre, se mantienen los elemen-
tos originales; se restauran los que están dañados y se respetan las pátinas y las texturas
en los materiales de los paramentos exteriores e interiores. En aquellos casos de pérdida
de la pieza o el material, se procede a la reproducción mimética, tal y como sucede con
los barrotes de forjan de la barandilla exterior. Finalmente, los elementos de nueva incor-
poración, como la escalera de caracol, se diferencian claramente mediante el uso de otro
tipo de material (en este caso acero galvanizado) (Vilanova y Simó, 2014:16).
Por lo que respecta a la casa de válvulas, se mantiene el mismo criterio de destacar
las características deÅnitorias de su uso industrial combinadas en este caso con un destino
cultural. Ya que su interior acogerá un pequeño centro de interpretación donde se narra
el funcionamiento de la instalación y la historia industrial y urbana del espacio públi-
co que las rodea. Además de poder disfrutar del conjunto escultórico Himmelsrichtungen
(Puntos cardinales), obra del artista alemán Blinky Palermo (Vilanova y Simó, 2014: 16).
Este proyecto de centro de interpretación está supervisado por el Museo de Historia de
Barcelona, entidad que ha incluido la torre en sus guías de historia urbana (Mangue,
460
Poblenou: de centro de cultura a centro cultural
4. Conclusiones
El proceso de patrimonialización de los restos industriales de Poblenou está protagoni-
zado por el tejido social del barrio y canalizado a través de la amplia estructura aso-
ciativa que este tiene desde principios del siglo XX. Tradicionalmente, este entramado
de asociaciones y liceos es muy activo y esta dinámica de actuación se extiende al desa-
rrollo de su transformación urbana. En este proceso de cambio, la conservación de los
restos industriales se convierte en un elemento importante para sus vecinos ya que se
identiÅcan con ellos. Se trata de un barrio obrero que encuentra sus señas de identidad
en las fábricas. Además, sin duda, en esta defensa de los restos históricos de la indus-
tria cobra especial importancia el derribo indiscriminado que unas décadas antes vive
el barrio de Icaria con la construcción de la zona olímpica. En esa ocasión se borran
todo tipo de huellas industriales para levantar la Diagonal Mar una “horrible urbani-
zación para clases medias que solo parecen soñar con las vistas al mar desde la planta
19” (Muñoz, 2003). En deÅnitiva, cobra importancia conservar el pasado por razones
sociales y culturales. Barcelona “es una ciudad que tiene una relación incómoda con su
pasado; pero la rápida mutación en curso de un sector signiÅcativo de su territorio no
puede seguir construyéndose sobre el olvido intencionado de este” (Muñoz, 2003). Se
trata, por lo tanto, de alterar esta relación incómoda y reconocer que para que pueda
existir la Barcelona Modernista, la de las grandes familias burguesas, es necesario pre-
servar la Barcelona obrera, que queda expresada en los restos industriales de un barrio
obrero como es Poblenou.
La presión que ejercen los diversos colectivos analizados lleva al Ayuntamiento de
Barcelona a introducir un número importante de ediÅcios industriales en el Catálogo del
Patrimonio Histórico Artístico de la ciudad de Barcelona cobrando de esta forma un protagonis-
mo inusitado hasta el momento. La administración asume un concepto de patrimonio
industrial global e inclusivo donde lo material (los inmuebles y los muebles) y lo inmaterial
(la memoria del trabajo) adquieren un valor equivalente. Se trata, por lo tanto, de conser-
var el conjunto de valores que dotan de personalidad propia al patrimonio industrial. No
obstante, en los procesos que la administración pone en marcha para deÅnir los niveles
de protección de cada uno de los casos se observa que un número nada despreciable de
los nuevos inmuebles incluidos no supera la caliÅcación de Nivel C. Con este grado de
protección la permisividad de la intervención es bastante alta ya que fundamentalmente
se trata de conservar las fachadas y adsorbe un importante número de actividades en los
procesos de refuncionalización.
461
Mª Pilar Biel Ibáñez
26
http://www.bcn.cat/plaestrategicdecultura/pdf/Plan_Estrategico_CulturaBCN.pdf (última
consulta: 6 de marzo de 2016).
462
Poblenou: de centro de cultura a centro cultural
o el turista cultural y se esfuerza en la apertura de museos como son los tres casos aquí
analizados o los proyectos fallidos como la casa de las lenguas.
En deÅnitiva, el proceso de refuncionalización del patrimonio industrial de Poblenou
dirigido desde la administración se identiÅca con el valor económico que el nuevo uso
otorga al espacio. Hay una explotación económica de las cualidades patrimoniales. Se
asiste a una sustitución de los valores identitarios por el valor económico ya que estos
nuevos usos atraen un tipo determinado de profesional o de usuario. De esta manera,
las infraestructuras se diseñan pensando en el cliente (estudiantes, profesionales liberales,
turista) y no en los valores del patrimonio. En consecuencia, con la política de conserva-
ción del patrimonio industrial en Poblenou se ha perdido una oportunidad de generar
un tejido cultural y económico basado precisamente en su conservación y restauración.
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artísticos y activismo político.
El caso del Raval (Barcelona)
Joaquim Rius-Ulldemolins
Universidad de Valencia - Universidad Antonio de Nebrija
Ladys Posso
Consultora independiente
Maria Patricio-Mulero
Universidad de Barcelona - Université Paris 8
1. Introducción
La centralidad de la cultura en los procesos de transformación urbana es un hecho
crecientemente analizado y documentado en los países avanzados (Montgomery, 2003:
293-293, García, 2004b: 312-326). Desde los pioneros estudios de los años ochenta en
EEUU o Gran Bretaña (Zukin, 1989, Bianchini, 1991: 66) la transformación de barrios
céntricos en clústeres de actividad cultural ha sido analizada de una forma más positiva,
como factor generador de crecimiento económico y empleo (Markusen y Schrock, 2006:
1661-1686, Williams y Currid-Halkett, 2011: 3043-3066) o bien de una forma más crí-
469
Joaquim Rius-Ulldemolins, Ladys Posso y Maria Patricio-Mulero
470
Regeneración urbana, distritos artísticos y activismo político. El caso del Raval (Barcelona)
político —el llamado artivismo—, siendo este Distrito no sólo un escenario de creación ar-
tística, también uno de los principales focos de innovación social y política en Barcelona.
471
Joaquim Rius-Ulldemolins, Ladys Posso y Maria Patricio-Mulero
472
Regeneración urbana, distritos artísticos y activismo político. El caso del Raval (Barcelona)
1
En los años ochenta se inició un proceso de reforma del barrio gestionado por una empresa mix-
ta, Promoción de Ciutat Vella (PROCIVESA) que ha comportado el derribo de 500 ediÅcios, la
construcción de 1.200 viviendas públicas nuevas, la rehabilitación del 45% de las viviendas y la
apertura de tres grandes espacios públicos, así como otras muchas pequeñas intervenciones ur-
banísticas, que han supuesto una inversión pública total de 1.215 millones de euros desde 1984
a 2004 (PROCIVESA, 2002).
473
Joaquim Rius-Ulldemolins, Ladys Posso y Maria Patricio-Mulero
2
Desde Ånales del siglo XIX hasta Ånales del siglo XX el Raval fue uno de los principales territo-
rios literarios de la ciudad de Barcelona. Según el proyecto cultural Geografías Literarias del Raval
elaborado por el CCCB podemos contabilizar cincuenta y seis novelas u obras de teatro y doce
libros de poesía dedicados o ambientados al Raval.
474
Regeneración urbana, distritos artísticos y activismo político. El caso del Raval (Barcelona)
Figura 1. Mapa de las instituciones y agentes culturales en el barrio del Raval (2008)
Fuente: J. Rius-Ulldemolins
475
Joaquim Rius-Ulldemolins, Ladys Posso y Maria Patricio-Mulero
Figura 2. Exposición Escenas del Raval (1998) y Sonar Village (2011) - Centro de Cultura
Contemporánea de Barcelona (CCCB). Fuente: J. Rius
3
Sonar, cada año congrega a músicos y aÅcionados a este estilo, muchos de ellos extranjeros, que
invaden literalmente el Raval durante los cinco días que dura el festival. En la edición del 2011
contó con la participación de 89 mil espectadores y 499 artistas participantes de 42 países dife-
rentes. Según la organización del Sonar, aproximadamente la mitad de las entradas anticipadas
se venden fuera de España y, de los 895 periodistas acreditados, sólo el 25% son medios españo-
les; datos que dan cuenta de la repercusión internacional que tiene el evento.
476
Regeneración urbana, distritos artísticos y activismo político. El caso del Raval (Barcelona)
yectado a nivel local y a veces internacional, consolidando la marca Raval como espacio
urbano de producción y consumo cultural.
Este es el caso por ejemplo de la novela gótica de Carlos Ruiz Zafont, La sombra del
viento4, que caracteriza el barrio de una forma tenebrosa y misteriosa: “Al llegar a la calle
Arco de Teatro nos aventuramos camino del Raval bajo la arcada que prometía una
bóveda de bruma azul. Seguí a mi padre a través de aquel camino angosto, más cicatriz
que calle hasta que el reluz de la Rambla se perdió a nuestras espaldas” (Ruiz Zafon,
200181). También ha sido escenario de obras de teatro como Olors (Olores) de Benet i
Jornet (2000), en la que el autor reÆexiona acerca del proceso de reforma del barrio y
critica su pérdida de identidad. También trata sobre el Raval la obra de Marc Martínez
exhibida en 2001, Super Rawal que analiza las ambivalentes relaciones entre inmigrantes
y vecinos del barrio. Plou sobre Barcelona (Llueve sobre Barcelona) de Pau Miró (2004)
sitúa en cambio la acción dramática en el Raval y plantea “un triángulo frágil y oscuro
que componen los tres personajes (una prostituta, su compañero proxeneta y uno de sus
clientes habituales) y que tiene como trasfondo esta particular proximidad, tan propia
del barrio, entre los signos de la ciudad oculta, los del consumismo globalizador y los del
mundo de la “alta cultura” (Casares, 2004). Finalmente, un gran éxito de taquilla ha sido
La Vampira del Raval (2012) en la que en formato de musical se reproduce un escándalo
basado en hechos históricos del rapto de niños para el disfrute de personas ricas ocurrido
en 1912 como metáfora de las relaciones entre dinero y deseo. Una historia que tiene
su versión literaria en el libro de Marc Pastor, La mala dona. Por último, Carrer Robadors,
escrito por el francès Mathias Enard, premio Goncourt y aÅncado en el barrio durante
años, nos narra la vida de un joven magrebí en esa calle, cerca de la Plaza Cataluña que
en ese momento se encuentra ocupada por el movimento de los indignados.
Asimismo, el Raval ha sido foco de atención para los cineastas. El documental En
construcción, dirigido por José Luis Guerín y estrenado en 2001 presenta una mirada co-
ral sobre el proceso de cambio al barrio. De nens, documental de Joaquim Jordà (2004)
reÆexiona sobre la pederastia, la pobreza y la reforma urbana. Y Mónica del Raval. Au-
tobiografía de una puta del 2009 retrata sin pudor el mundo semi-clandestino y marginal
de la prostitución pobre del barrio. De una forma más desenfadada y festiva muestra el
director Cédric Klapisch el ambiente multicultural y bohemio del barrio en la película
de gran celebridad Una casa de locos (2002). A pesar de realizar una cierta lectura banal y
exenta de conÆicto de este espacio urbano (M. P. Balibrea, 2004: 261-271), el protagonis-
ta al pasar delante del CCCB hace una ardiente defensa del barrio ante su amante que
se queja de sus sucias calles, reivindicando por lo tanto el Ålm su autenticidad y valor.
Finalmente, no podemos dejar de mencionar que Vicky Cristina Barcelona de Woody Allen
4
La novela de Ruiz Zafón es un best seller de proyección internacional con 15 millones de ejempla-
res vendidos de los cuáles dos terceras partes son traducciones a otros idiomas.
477
Joaquim Rius-Ulldemolins, Ladys Posso y Maria Patricio-Mulero
muestra dos caras opuestas del barrio, el de la plaza reformada del MACBA y, el de Sant
Ramon, la calle de la prostitución pobre del barrio. Podemos decir por lo tanto, que el
barrio del Raval es motivo de lecturas aparentemente contradictorias: espacio de ocio
de las nuevas capas medias como muestra En la ciudad de Cesc Gay (2003) y a la vez,
escenario de vidas marginales y atormentadas como la película Biutiful (2010) dirigida
por Alejandro González Iñárritu, en la que Javier Bardem interpreta los últimos días de
un ex-toxicómano. En ambos casos, estas producciones contradicen la imagen oÅcial de
Barcelona y plantean el debate sobre la reforma urbanística o de la persistencia de la
exclusión social. Sin embargo, de forma paradójica estas dos producciones contribuyen a
dotar al territorio de un halo singular, auténtico, de una gran carga simbólica que puede
producir fascinación o rechazo por este espacio, pero que lo convierte en foco de aten-
ción pública. Un recurso en deÅnitiva que es aprovechado como veremos a continuación
por la comunidad artística y los comerciantes para potenciar una marca Raval que los
proyecta a nivel local e internacional.
478
Regeneración urbana, distritos artísticos y activismo político. El caso del Raval (Barcelona)
habíamos pedido— han elaborado una campaña que se llama “ravalejar” con sus dife-
rentes implementaciones. Y este verbo sugiere una actitud, que cada uno lo entiende a
su manera. En este barrio no hay “pose” como en otros barrios, hay una autenticidad.
Es un barrio auténtico, no un parque temático” (Entrevista galerista y restaurador, 2008).
Como vemos, los agentes promotores de la marca Raval la presentan no como un icono
simpliÅcador, aunque en parte lo es, sino como una demostración de autenticidad que
permite expresar una actitud, acorde con las necesidades de individualización que ofrece
el consumo postmoderno (Bell, 1976). A pesar de que se trata de una visión interesada
479
Joaquim Rius-Ulldemolins, Ladys Posso y Maria Patricio-Mulero
en presentar la reforma y sus efectos de una forma aÅrmativa, podemos decir que la
campaña muestra cómo se ha conseguido formular una narrativa exitosa sobre el barrio,
dotando de valores positivos a la marca. Fruto de estas campañas y del efecto asertivo de
la marca podemos observar un aumento constante de la oferta cultural, de restauración
y de ocio y un tráÅco de visitantes calculado en 18,8 millones de personas anuales, que lo
sitúa como cuarto espacio comercial de Barcelona (Fundació Tot Raval, 201248).
Al mismo tiempo, esta imagen de distrito cultural ha atraído a profesionales y pe-
queñas empresas culturales que se han agrupado a su alrededor. Inexistentes antes del
proyecto de regeneración, hoy en las estrechas calles del barrio hay 46 talleres de artistas,
16 galerías de arte, 11 estudios de diseño y arquitectura, 19 tiendas de música, 54 talleres
y tiendas de ropa “de autor” y medio centenar de bares, restaurantes y salas de Åestas
trendy, formando así un importante polo de producción, difusión y consumo cultural y de
ocio (Subirats y Rius, 2008). Según datos de 2007, el 11,57% de las actividades empre-
sariales del Raval se podían clasiÅcar en la categoría de servicios culturales y personales,
y el 14,8% como profesionales del arte y del espectáculo (ibídem). Todo ello conforma
un mercado de trabajo relacionado con las industrias creativas o bien proporciona a los
artistas empleos Æexibles en el sector servicios para poder continuar con su labor creativa
en los inicios de su carrera (J. Rius-Ulldemolins, 2014: 73-88).
En el barrio se ha formado una comunidad artística que se hace visible, como he-
mos analizado a partir del street art y en ocasión de la celebración anual de los Talleres
Abiertos de Ciutat Vella (Rius, 2008: 179-205). Organizados desde el año 1996 hasta la
actualidad, agrupan a casi medio centenar de talleres de artistas en el Raval, lo que lo
480
Regeneración urbana, distritos artísticos y activismo político. El caso del Raval (Barcelona)
convierte en la zona de la ciudad con más talleres artísticos participantes (Foment de les
Arts Decoratives, 2011). Asimismo, las creaciones de la comunidad artística del Raval no
se limitan solamente a la representación visual, hacen referencia al barrio como tema y
se inspiran frecuentemente en otros sectores de creación como las artes escénicas y musi-
cales, la literatura, el cine documental o las nuevas tecnologías. Esta fertilización cruzada
se ha desarrollado a partir de locales y talleres informales que permiten un trabajo en
red basado en el buzz y el intercambio face-to-face (Zarlenga et al., 2013: 1-24, J. Rius-Ull-
demolins, 2014: 3026-3045). Por otra parte, las relaciones entre los neobohemios no se
limitan al ámbito profesional o creativo sino que se presentan como lazos sociales que
implican relaciones afectivas y que se substancian en la existencia de redes de ayuda
mutua y espacios de ocio compartido, generando lo que podríamos caliÅcar como lazos
comunitarios (J. Rius-Ulldemolins y Zarlenga, 2014: 47-68). Unos lazos que han servido
de base para el desarrollo de actividades que combinan creación estética en el marco
urbano con innovación social y política.
A continuación se analizaran tres casos de núcleos artivistas del barrio del Raval de
Barcelona, que consideramos los más relevantes para analizar la nueva relación entre
arte y política en el marco de las actuales transformaciones urbanas, del nuevo rol de las
ciudades en el marco de la economía postfordista y del surgimiento de nuevas formas de
resistencia a esta refuncionalización y mercantilización del espacio urbano5.
5
Ciertamente, existen o han existido desde los años noventa cuando se inicia su transformación
urbana otros núcleos artivistas radicados en el barrio del Raval (El lokal, Espai Obert, Almacén,
etc.). No obstante, no los analizaremos a pesar de su interés por razones de espacio y porque
entendemos que los tres casos elegidos conforman las experiencias más relevantes y con mayor
incidencia a nivel local y extra-local.
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Joaquim Rius-Ulldemolins, Ladys Posso y Maria Patricio-Mulero
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Regeneración urbana, distritos artísticos y activismo político. El caso del Raval (Barcelona)
Figura 6. Performance Art Mani en Barcelona (2001) Cartel Cómo Acabar con el Mal (2012).
Fuente: Las Agencias y EnMedio
de publicidad, la productora. Y nos salimos para inventarnos un sitio nuevo desde donde
hacer lo que queremos hacer, un espacio que es un tanto incómodo, difícil y está en una
tierra de nadie” (Entrevista en Fernández-Savater, 2013). Reproducen la actitud incon-
formista y antiautoritaria de la bohemia pero se reconocen no obstante como parte de la
clase profesional que trabaja en sectores creativos y que hace del artivismo un medio y un
estilo de vida. Actualmente sus actividades han evolucionado en conÆuencia con el mo-
vimiento 15M organizando actividades de denuncia del paro (Fiesta en el INEM) o contra
los bancos y los desahucios (Fiesta Cierra Bankia, Que no te calle la Caixa) acompañando las
acciones de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). El Colectivo Enmedio com-
bina de este modo activismo político, actividad lúdica y componente estético en el diseño
de las campañas y de las performance de denuncia que se realizan en espacios públicos
o dentro de las instituciones o empresas en el centro de Barcelona.
483
Joaquim Rius-Ulldemolins, Ladys Posso y Maria Patricio-Mulero
Riereta congrega a una diversidad de personas que tienen derecho a entrar libre-
mente en el local, en una práctica acordada por la asociación gestora del espacio. Sin
embargo, sus miembros permanentes —los que pagan el alquiler y tienen derecho a una
mesa— son una combinación de arquitectos, diseñadores gráÅcos, diseñadores web e in-
formáticos. Estos han formado empresas de servicios como Straddle3, redes de investiga-
ción como Hackitectura.net o proyectos colaborativos impulsados por sociólogos como
Compartir dona gustet (compartir da gustito) orientados a la cultura DIY (Do It Yourself), com-
binando así diferentes lógicas sociales de reciprocidad o intercambio (Polanyi y Stiglitz,
2006: 399) sin aparente contradicción. Además, en línea con la idea de creatividad en la
nueva economía y su concepción de trabajo en red (Ouellet, 2009: 177-205), Riereta.net
se presenta como un espacio que favorece un libre intercambio informal de conocimien-
tos: (…) “al igual que ocurre para los laboratorios tecnocientíÅcos, el taller de Riereta es,
en realidad, un nodo de una red mayor compuesta por hardwares, Æujos de información,
energías, gestos y palabras que circulan entre lo virtual y lo físico. Como para cualquier
484
Regeneración urbana, distritos artísticos y activismo político. El caso del Raval (Barcelona)
485
Joaquim Rius-Ulldemolins, Ladys Posso y Maria Patricio-Mulero
un notable éxito en la escena o ٺbarcelonesa (Vidal, 2001: 23-27). Sin embargo, progre-
sivamente se ha convertido en uno de los centros destacados de los nuevos movimientos
sociales urbanos y de la creación artivista a nivel europeo, creando campañas sobre la
libre circulación de conocimientos, el derecho a la vivienda o el uso del espacio público.
Actualmente constituye uno de los laboratorios de innovación social, reconocidos a nivel
internacional, en la generación de alternativas al capitalismo cognitivo y en la genera-
ción de nuevas formas de participación política. Expresión de esta capacidad creativa
e innovadora es el evento InMotion, programado como una parte del Festival de artes
escénicas Grec, y que desde el año 2000 convierte al Centro de Cultura Contemporánea
de Barcelona (CCCB) en el escaparate de la escena creativa emergente de la ciudad y
espacio de reÆexión sobre los conÆictos urbanos.
486
Regeneración urbana, distritos artísticos y activismo político. El caso del Raval (Barcelona)
7. Conclusiones
El fomento de la ciudad creativa se ha convertido en uno de los grandes objetivos de
los planiÅcadores urbanos (Landry y Bianchini, 1995). En este contexto el city branding
se ha convertido en uno de los instrumentos principales para la promoción interna-
cional de las ciudades que quieren presentarse como creativas (Evans, 2003: 417-440).
No obstante, en las visiones habituales del desarrollo de la ciudad creativa se insiste en
factores infraestructurales o de contexto social y no tanto en los propiamente culturales
(García, 2004: 103-118). Este capítulo ha mostrado, sin embargo, que en Barcelona la
cultura no es sólo un instrumento más en el desarrollo de la ciudad o en la regeneración
urbana. Sino que se ha convertido en un elemento clave en el proceso de singularización
y atribución de autenticidad y un intercambio recíproco de valor entre espacio urbano
y creaciones culturales.
En Barcelona se ha desarrollado un potente proceso de branding place, fuertemente
asociado a una cierta lectura —sesgada social y políticamente— del legado histórico y
cultural de la ciudad. Una creación de marca que se ha orientado progresivamente a
fomentar su promoción internacional y turística a partir de la utilización de la cultura
(Degen y García, 2012: 1022-1038). En este marco, en el centro de Barcelona y especial-
mente en el Raval, la cultura se ha convertido en un instrumento imprescindible para
revertir el proceso de estigmatización social y marginalidad urbana. Se ha desarrollado
un intenso programa de regeneración urbana que ha tenido como actuación destacada
la construcción de unas infraestructuras culturales en el centro del barrio y que ha con-
seguido crear un clúster de instituciones e industrias culturales. No obstante, este proceso
de regeneración a partir de elementos infraestructurales se ha combinado con un intenso
proceso de creación de una marca del barrio y una estetización del proceso de regene-
ración urbana a partir, en primer lugar, de las actividades culturales de estas mismas
instituciones culturales. Unas actividades que han conseguido poner en valor el capital
cultural acumulado en el territorio (patrimonio cultural material e inmaterial, como la
literatura sobre el barrio) generando una marca Raval. Esta marca se ha construido in-
tencionadamente a partir de un relato idealizado y sesgado de una memoria histórica,
combinada con un relato heroico de su cambio, aplicando las técnicas de construcción
de branding de productos a partir de la narración de la autenticidad del producto (Brown
et al., 2003: 19-33). Por otra parte, se ha destacado su singularidad como espacio multi-
cultural y como escenario de nuevos estilos de vida y consumo, atrayendo así la atención
de los creadores.
Así pues, este proceso ha ganado amplitud al conseguir generar producciones cul-
turales de impacto (obras literarias, teatrales y audiovisuales de impacto local e interna-
cional) que han conseguido una potenciación de la marca, al transmitirle parte del aura
artística al lugar (Molotch, 2002: 665-688, Beverland, 2005: 1003-1029) y ha propor-
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El paisaje de los museos vieneses: del
Kaiserforum al Museumsquartier
493
Ángeles Layuno Rosas
aplica la nueva disciplina urbanística surgida entonces mediante los sucesivos proyec-
tos de ensanche. En esa décadas, y con un carácter netamente pragmático, en torno
al Städtebau, se pone en marcha la tratadística alemana encabezada por Baumeister,
Stübben o Eberstadt, pero también, marcando cierta distancia con ellos, pero compro-
metidos en la misma tarea de crear las bases de una disciplina propia, se desarrollan los
planteamientos de quienes sienten la necesidad de afrontar la construcción de la ciudad
contemporánea desde criterios preferentemente artísticos, tal es el caso de Camilo Sitte
y su obra Construcción de ciudades según principios artísticos (1890) o de Charles Buls con su
Esthétique des Villes (1893), a las que daría continuidad una de las opciones académicas
de la disciplina urbanística en torno a las propuestas del nuevo Civic Art anglosajón o
Art Urbain francés reÆejadas en el fenómeno de la City Beautiful americana, la Garden City
de Howard o la propuesta de Forestier en su Grandes villes et systèmes de parcs (1908). No
obstante, tras la Conferencia Mundial de Urbanismo de 1910 celebrada en Londres, el
triunfo del pragmatismo que el Movimiento Moderno imprime en la planiÅcación de
las ciudades eclipsa esta otra opción aún defendida entonces por Lewis Munford en The
Culture of Cities (1938), donde aÅrma que “la ciudad es una obra de arte consciente y con-
tinua, que incluye dentro de su armazón comunal muchas formas de arte más simples
y más personales, y es, junto con el idioma, la obra de arte más grande del hombre”, y
que terminará derivando en las propuestas de revisión postfuncionalistas donde el Urban
Design se va imponiendo como solución dominante sobre el Town Planning en la teoría y
la práctica del urbanismo contemporáneo.
En este sentido, resulta paradigmático el desarrollo arquitectónico y urbano que se
produce en la Viena Ånisecular, a caballo entre los siglos XIX y XX, por parte de arquitec-
tos como Otto Wagner y sus discípulos, planteando una particular versión de la deÅnición
y construcción de la metrópoli moderna dentro de una simbiosis de ingredientes históricos
e innovaciones técnicas y estéticas. La consolidación de Viena como ciudad liberal bur-
guesa se había llevado a cabo con la construcción de un proyecto urbanístico, el anillo
de circunvalación de la Ringstrasse, convertido ahora en foco de múltiples reacciones
críticas por parte de los arquitectos, artistas e intelectuales de la Viena más renovado-
ra, acusándole de su carácter escenográÅco, historicista y monumentalista, así como de
prolongación ideológica de los antiguos valores académicos ligados a una sociedad en
proceso de desintegración colectiva y personal (Pizza, Pla, 2002: 38-40).
El pensamiento arquitectónico y urbano vienés de estos años plantea abiertamente
dos cuestiones: una, el rechazo a la ciudad potemkizada heredada, representada por el sis-
tema de valores y la arquitectura de los estilos de la Ringstrasse que irá derivando hacia
la búsqueda de un nuevo lenguaje e imagen de la ciudad; y la otra, en parte derivada de
la anterior, el desarrollo de una reÆexión crítica sobre la disociación entre sinceridad es-
tructural versus revestimiento-ornamento, que implicaba la contemplación de los aspectos
estéticos y comunicativos de la forma arquitectónica, en concreto, sobre la fachada como
494
El paisaje de los museos vieneses: del Kaiserforum al Museumsquartier
1
Claudio Magris en “Le Æambeau d´Ewald”, alude a que Altenberg, Musil y sus contemporáneos
habían comprendido completamente cómo resultaba difícil distinguir la existencia, hasta la suya
propia, de su imagen reproducida y multiplicada en innumerables copias. Idea de vivir al borde
de la existencia, en el borde del conocimiento desencantado de la realidad política y social, la
civilización vienesa entre el Ån del siglo y el Anschluss, fue una estación metereológica del Ån del
mundo, según la deÅnición de Karl Krauss (Clair, 1986: 20).
495
Ángeles Layuno Rosas
496
El paisaje de los museos vieneses: del Kaiserforum al Museumsquartier
impulsada a partir de los proyectos urbanísticos del arquitecto Otto Wagner, la vigencia
de la idea de ciudad como obra de arte primará sobre cualquier otro aspecto técnico. La
renovación estética impulsada por el movimiento sezessionista fundado en 1897, aspiró
a fusionar todas las artes entre sí y éstas con la vida, como ha aÅrmado Carl E. Schorske,
favoreciendo que el arquitecto se comportara menos como un constructor y más como
un artista, mutándose en un Raumkünstler (un artista del espacio) y la arquitectura en
Raumpoesie (poesía del espacio) (Clair, 1986: 76). La Viena Ån de siglo, era una ciudad en
renovación a costa de mantener la imagen de ciudad “artística”, materializando abierta-
mente el debate entre arquitectura como arte y arquitectura como técnica en el campo
de las actuaciones urbanas.
La concepción de la ciudad como obra de arte va a encontrar su más completa
expresión en la inÆuyente obra de Camillo Sitte El planeamiento urbano según principios ar-
tísticos (1889), quien basa su crítica a los planteamientos del urbanismo moderno en la
reivindicación de las características de las ciudades preindustriales como modelos apro-
vechables para el presente, proporcionando sugerencias acerca de la reintegración de
unas bases artísticas en el planeamiento moderno, como la recuperación de los espacios
públicos colectivos tradicionales, los criterios de emplazamiento óptimo de esculturas y
monumentos públicos concretándolo en el desarrollo de la Ringstrasse y en la relación
con la ciudad histórica2. La obra de Sitte publicada en 1903, tuvo una gran repercusión
en Wagner, quien también, como Sitte, consideraba el planeamiento urbano como una
obra de arte total.
2
Sobre la obra de Sitte véase Collins, G.R (1980).
3
Una primera aproximación a este tema en Layuno (2014: 99-140).
4
Editado y reeditado en 1896, 1898, 1902 y 1914, con variaciones y modiÅcaciones sustanciales
entre la primera y la última versión, incluido el propio título. En nuestro caso hemos utilizdo la
edición de Wagner (1993).
5
Traducido como Gran Ciudad, metrópoli. Publicado entre otros por Samonà (1980: 115-122).
De manera fragmentada, incluyendo el primer apartado, en Pizza y Pla (2002: 79-81). Comen-
tarios críticos del texto en Luque Valdivia (2005: 933-943).
497
Ángeles Layuno Rosas
1893. En su ensayo Die Grosstadt, expone las dos cuestiones fundamentales que planean
en sus proyectos: la ciudad debe renovarse de acuerdo al espíritu de los tiempos, y en
segundo lugar, ello debe hacerse siguiendo la guía del arte: “El arte, en síntesis, debe
adaptar el ambiente urbano al hombre que en este preciso momento lo habita”. Wagner
promoverá en este marco la conciliación entre el arte y la técnica, entre la imagen de
progreso y a la vez artística de la ciudad, pero partiendo de una postura antiacadémi-
ca plantea paradojas propias de una época en tránsito en la explicación de la relación
entre belleza y funcionalidad. Coincide con Semper en el concepto de “estilo” como la
concordancia entre innovación del lenguaje y renovación de técnicas constructivas y
materiales, y además con éste y con Riegl en su visión evolucionista del estilo como la
expresión de los tiempos, representación del ideal de belleza de cada período y su volun-
tad artística: “Es correcto suponer que el arte y los artistas siempre han representado
su época” (Wagner, 1993: 53) conÆuyendo con el lema sobre el zeitgeist secessionista: “A
cada tiempo su arte, a cada arte su libertad (Der zeit ihre kunst, der kunst ihre freiheit)”.
Desde el punto de vista lingüístico su estilo evoluciona desde unos orígenes plena-
mente historicistas hacia la inÆuencia epidérmica sezessionista pero manteniendo siem-
pre la constante del clasicismo como base para alcanzar avances renovadores en la línea
protorracionalista en algunos de sus proyectos Ånales, actuando como arquitecto “crí-
tico”, utilizando la denominación de Nietzsche, “como aquel que es capaz de despren-
derse del farragoso peso del eclecticismo historicista decimonónico”6. Las razones de
esta disyunción entre vida y cultura arquitectónica volcada hacia el pasado las explica
Wagner en los siguientes términos: “los acontecimientos (de la vida) se han sucedido a
mayor velocidad de lo que ha evolucionado el arte” (Wagner, 1993: 53), enquistado en
los ediÅcios del Ring de Viena, aÅrma en Moderne Architektur.
En su ensayo Wagner aÅrma que “nunca puede ser bello aquello que no es práctico”
(Wagner, 1993: 64) y proclama la necesidad de crear formas de arte modernas acordes
con los tiempos modernos. Pero además, tanto en Moderne Architektur, como posterior-
mente en su texto Die Grozstadt, enuncia el postulado de que “el Ån último de la arquitec-
tura de nuestro tiempo es el diseño armonioso de la gran ciudad”. En esa búsqueda de
armonía, la inÆuencia de las ideas de Sitte y del urbanismo clásico-barroco, así como de
la propia forma urbana heredada, serán cruciales en su propuesta del Plan Regulador
6
Como ha señalado J.M. Rovira, Wagner debía conocer el texto que el Ålósofo publica en 1873
cuya traducción es “Acerca de la utilidad y el daño de la historia para la vida”, como uno de los
pilares de la crítica antihistoricista, a partir de que en la segunda parte de su ensayo Moderne
Architektur el propio Wagner se presenta como “el arquitecto crítico” enfrentado a la decisiones
sobre el estilo. Nietzsche menciona tres clases de historia, entre ellas la historia crítica, un sen-
timiento presente que oprime el pecho y uno se lo quiere quitar de encima a cualquier precio.
Sólo queda una salida para el Ålósofo: destruir la serpiente del historicismo. J.M. Rovira, “Intro-
ducción”, en Otto Wagner, La arquitectura de nuestro tiempo, 1993, pp. 15-16.
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El paisaje de los museos vieneses: del Kaiserforum al Museumsquartier
para el crecimiento de la futura Viena, desde la escala global del plano que evidencia un
crecimiento en anillos radioconcéntricos formados por distritos o zonas, hasta el detalle
del plan de ordenación del distrito XXII, donde las nuevas funciones e instituciones de la
vida moderna ahora descentralizadas se encarnan en una morfología axial, simétrica y
jerárquica heredada de formas urbanas tradicionales. Así en cada barrio planea un cen-
tro dominante con ediÅcios públicos y semipúblicos, sala de reunión y sala de exposición,
teatro, instituto, iglesia, dispuestos sobre un eje orientado hacia el centro de la ciudad.
Este escrito y su propuesta tienen su origen en la conferencia pronunciada por
Wagner en el International Congress of Municipal Arts de Nueva York celebrado en 1910,
que coincide además con la Stqdtebauausstellung (Exposición Universal de Urbanística
celebrada en Berlín en 1910) que el propio Wagner cita en la introducción a su escri-
to. Wagner retoma la reÆexión contenida en el concurso del Plan Regulador de Viena
(1893), pero también una reÆexión que se encauza en un contexto global de deÅnición
de la disciplina urbanística a nivel internacional, y que se revela a través de la celebración
de congresos y exposiciones, estableciéndose instrumentos como el plan regulador, en un
proceso en que los arquitectos van desplazando a los ingenieros en sus competencias so-
bre la planiÅcación de la ciudad (Luque Valdivia, 2004: 933), y del que no queda exento
el papel ejercido por la arquitectura en la construcción de la ciudad, tema candente en
la trayectoria de Wagner.
El texto aparece ilustrado con las tres imágenes que expresan la condición del carác-
ter básico de la propuesta: el plano general a escala 1:100.000, donde se puede apreciar
el concepto de crecimiento indeÅnido a partir de un modelo radioconcéntrico distribui-
do en sectores más o menos regulares que llega a fundir el centro de la ciudad con el
territorio circundante. Wagner plantea el tema de la ciudad del crecimiento ilimitado
con sectores gravitando y envolviendo el centro, convertibles en núcleos satélites, deÅni-
dos de un modo más regular en torno a las áreas centrales y adaptándose a la topografía
y a los caminos existentes en su fusión con el territorio a medida que nos alejamos del
centro, hasta alcanzar un radio de 14 kilómetros, que podrían ser superados acorde con
las necesidades. En segundo lugar, incluye un plano del distrito XXII a escala 1:27.500,
que permite una mejor deÅnición de cada sector, donde combina el trazado reticular
moderno con una jerarquía de equipamientos-monumentos centrales basada en ordena-
ciones barrocas; y una tercera imagen constituida por una vista aérea del mismo distrito
XXII, donde prevé la construcción de manzanas regulares de 23 metros de altura entre
calles del mismo ancho, que coincide con el centro monumental de la ciudad, y donde
se observan las singularidades arquitectónicas enriqueciendo los trazados reticulares más
uniformes destinados a uso residencial.
Wagner comparte la idea de Sitte del confort urbano pero diÅere de su rechazo
de los trazados en línea recta propios de la modernidad, puesto que “el arte de nues-
tro tiempo ha transformado esta uniformidad en monumentalidad y sabe explotar este
499
Ángeles Layuno Rosas
El breve escrito sobre la Die Grosstadt, cuyas ideas enriquece recíprocamente Moderne
Architektur, en un proceso de retroalimentación sobre la reÆexión urbana, se articula en
tres epígrafes, el primero de los cuales signiÅcativamente está referido a la “imagen de la
ciudad”. La visión que posee Wagner de la Grosstadt es eminentemente fenomenológica,
500
El paisaje de los museos vieneses: del Kaiserforum al Museumsquartier
Es indudable que, para armonizar con la sociedad actual, todas las creaciones mo-
dernas han de responder a los nuevos materiales y a los requisitos del presente, han
de manifestar nuestra propia idiosincrasia ideal, más democrática y consciente de si
misma, y han de tener en cuenta los colosales logros técnicos y cientíÅcos, así como la
actual tendencia hacia lo práctico.
(Wagner, 1993: 60)
Wagner, adaptando a los tiempos presentes los mecanismos de seducción del espacio
urbano barroco, muy presente en la ciudad de Viena, junto a la inÆuencia de las teorías
de Sitte, explica la necesidad de planiÅcar y construir la ciudad artísticamente con el
objetivo de atraer por medio de una impresión placentera tanto al ciudadano como al
visitante, por lo que describe los elementos que deÅnen una ciudad técnica y ambiental-
mente eÅciente pero sobre todo hedonista y elegante, formada por elegantes escaparates
de comercios, restaurantes, plazas con monumentos de notable valor artístico, a lo que
agregar los mejores medios de transporte, una limpieza perfecta de las calles, y aloja-
mientos confortables para todas las posiciones sociales. No obstante, en un plano de
interpretación más profundo, la ciudad wagneriana es una imagen ideal y utópica que
obvia las contradicciones sociales, la falta de cohesión social e individual que la sociedad
vienesa está atravesando en estos momentos, así como la insensibilidad administrativa
y económica que determina una indiferencia hacia estos objetivos, lo que explica el es-
501
Ángeles Layuno Rosas
fuerzo por representar una Viena moderna al menos en el plano de las ideas y la teoría
de la ciudad.
Así Wagner abordaba la heroica tarea de concebir una Viena reestructurada colecti-
vamente, una concepción vanguardista y utópica que de ningún modo coincidía con la
realidad vienesa, la cual proseguía día a día su complejo proceso de desintegración…
(Pizza, Pla, 2002: 46)
Las cuestiones de carácter más técnico del Plan Regulador de Viena las desarrolla en
el segundo punto de Die Grosstadt, entre ellas, la deÅnición de la morfología urbana con su
red viaria que deÅne los segmentos urbanos constituidos por los distritos, centrándose el
último apartado en los recursos o medios económicos para llevar a cabo el planeamiento,
instando a la Administración Municipal a la expropiación y compra de los terrenos peri-
féricos donde llevar a cabo luego el desarrollo futuro con el Ån de evitar el vampirismo de
la especulación privada. A pesar de la criticada falta de innovación o concreción del dis-
curso —considerando que se trata de un plan no desarrollado—, observamos su realismo
en el tratamiento de los niveles burocráticos, Ånancieros y administrativos que revelan
su conocimiento profundo de estos instrumentos y los obstáculos reales para ejecutar sus
proyectos. Como han destacado algunas fuentes (Luque Valdivia, 2005), lo más signiÅ-
cativo de la obra de Wagner es precisamente el entendimiento de la urbanística como
arte, y en este sentido su aportación más notable no es técnica, sino estética. Wagner hace
explícita, también por experiencia propia, que la polémica arquitectos-ingenieros salpica
de lleno a los temas urbanos, y por ello, aunque en todos los proyectos wagnerianos rela-
cionados con la ciudad de Viena se llega a cierto compromiso entre el urbanismo como
arte y como técnica, y de la ingeniería como obra que debe dotarse obligatoriamente de
una dimensión estética, en su escrito clama a favor de “dar la palabra al arte y a los artis-
tas, interrumpir la inÆuencia del ingeniero que destruye la belleza” (Samonà, 1980: 115).
502
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El paisaje de los museos vieneses: del Kaiserforum al Museumsquartier
sobre la trama, generando una imagen pregnante que debía incorporar el signiÅcado de
la modernidad, junto a la propuesta ideal de la planiÅcación de la Grosstadt. La aÅrma-
ción que mejor revela su pensamiento urbano se resume en esta frase:
Lo que más inÆuye en la imagen de una ciudad es su “Åsonomía”. Ésta tiene la difícil
tarea de provocar la primera impresión, que ha de ser lo más favorable posible. Tal
impresión depende a su vez de la “mímica” de la Åsonomía urbana, en este caso de la
vida palpitante del ambiente urbano.
(Pizza, Pla, 2002: 80)
Figura 4. Otto Wagner: Concurso para el Vindobonabrücke sobre el canal del Danubio.
Perspectiva (1904) (Fuente: Horvat, 1989, p. 102)
505
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7
Cfr. Pizza, Pla, 2002: 167-185; 181-183.
8
Estas inÆexiones secesionistas del lenguaje funcionan a veces como un camuÆaje, para esconder
bajo una pátina de modernismo proyectos tradicionales, tentativas prudentes de renovar, casi
exclusivamente en sus apariencias iconográÅcas, la tradición académica del Ån del historicismo.
Estos proyectos divulgados en Europa a través de revistas, inÆuyeron bastante por el carácter
seductor de su graÅsmo elegante, que revela el alto nivel alcanzado por las artes gráÅcas vienesas
de este período. Estas contaminaciones artísticas del proyecto arquitectónico son la causa del
éxito internacional de estos proyectos divulgados a través de la revistas, según Boris y Godoli
(1985).
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El paisaje de los museos vieneses: del Kaiserforum al Museumsquartier
Parece por lo tanto evidente que existe una contaminación de las experiencias de las
artes plásticas coetáneas en esta condición visual de la arquitectura, y a su vez de las teo-
rías y ensayos que se estaban desarrollando sobre los mecanismos de la visión que afec-
taron lógicamente a la renovación de los medios pictóricos. Como señala Josep María
Rovira el libro de Wagner se muestra deudor de una larga tradición vienesa, que desde
Theodor Fechner a Adolf Göller, pasando por Konrad Fiedler y su teoría de la pura
visibilidad, hasta los ensayos sobre el Einfühlung (empatía) de Vischer, se centraron en la
ciencia del arte como ciencia de la percepción9. De hecho, el término “imagen” destaca
en cualquiera de los aspectos de composición urbana a los que se reÅere Wagner en su
obra teórica. Este enfoque determina analizar una serie de aspectos que aparecen en su
teoría pero que son excluidos de las láminas de sus proyectos. En concreto las referencias
que hace a la caótica y antiestética periferia, con las precarias viviendas de las clases me-
nos favorecidas de los suburbios de las zonas industriales, donde condena la uniformidad
especulativa. Pero además, la concepción hedonista de la arquitectura y la ciudad por
parte de Wagner conlleva el establecimiento de una postura de cierto rechazo ante cier-
tas presencias ligadas al nuevo paisaje urbano generado por el progreso de la metrópolis,
revelándose su idealismo al referirse a que las fábricas que aparecen en los suburbios con
sus grandes chimeneas perjudican la imagen de la ciudad, formal y ambientalmente,
por el humo y hollín generados, afectando a los monumentos y al aspecto de las calles.
Sobre este asunto, critica que el desorden prime en las alineaciones de los ediÅcios, los
postes telegráÅcos de madera repartidos por todas partes, las vías, los horribles mástiles
del tendido eléctrico de los tranvías, las farolas de gas colocadas con igual desorden,
junto con un buen número de tenderetes, que “forman una imagen realmente salvaje de
la calle” (Wagner, 1993: 114-115), que contrasta radicalmente con las imágenes ideales
9
Véase el ensayo introductorio de Josep Maria Rovira, en Wagner (1993: 18).
507
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de sus láminas en las que se reproduce la ciudad limpia, elegante, utópica, el sueño de
la Grosstadt vienesa. No obstante, para Wagner el planeamiento urbano se ha de dividir
en dos partes: el crecimiento de la periferia y el centro compacto de la ciudad, donde los
deseos de reforma se han de acomodar a los ediÅcios, monumentos de arte y jardines
existentes. Wagner distribuye la responsabilidad de la imagen artística de la ciudad entre
los poderes municipales y la labor de arquitectos y artistas. La crítica a los primeros es
constante en sus escritos por entorpecer la buena tarea de los segundos.
Como antídoto a este escenario, el arte urbano y su composición práctica es prescrito
en Moderne Architektur atendiendo a los mecanismos morfológicos de la buena forma per-
ceptiva, entre ellos el cuidado en la ordenación de plazas y calles, la relación armónica
entre la anchura y longitud de las calles, su dimensionamiento en relación a la altura de
los ediÅcios; la relación proporcional entre ediÅcios, espacios libres y monumentos escul-
tóricos o mobiliario urbano. Su concepción de la ciudad como escenario donde transcu-
rre la vida cotidiana cargada de estímulos sensoriales, se reÆeja en su preocupación por
las perspectivas Ånalizadas en hitos monumentales, las vistas y ejes que ha de adoptar
la composición de los espacios urbanos y la de los propios monumentos, la variedad en
las alineaciones, la creación de espacios, plazas y jardines delante de los ediÅcios, la bi-
furcación de las calles en torno a esculturas y fuentes y la colocación de aquellos objetos
que ha de recoger la propia superÅcie viaria como alamedas, pérgolas, setos, kioscos, etc.
(Wagner, 1993: 107).
Figura 5. Otto Wagner: Plan Regulador de Viena. Proyecto para la plaza de la emperatriz
Elisabeth con la estación de ferrocarril urbano subterránea (1892-1893). Detalle.
(Fuente: Horvat, 1989: 77)
508
El paisaje de los museos vieneses: del Kaiserforum al Museumsquartier
Por lo tanto, el objetivo de la imagen exterior de tales obras es, con toda seguridad,
doble: la fachada con sus detalles tenía que satisfacer al espectador de la plaza o de la
calle, mientras que el perÅl de la parte sobresaliente, o formaba parte de una panorá-
mica o armonizaba con la silueta de la ciudad, para formar un símbolo característico
perceptible a gran distancia.
(Wagner, 1993: 71)
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10
Loos, A. “El principio del revestimiento”, aparecido en Neue Freie Presse, Viena, 4 de septiembre
de 1898. Reproducido en Loos (1993: 151-157).
512
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1888 publica Die Entstetung der architektonischen Stilfomen (El origen de la forma y el estilo
arquitectónico), como señala Rovira (1993).
Otto Wagner proporciona un nuevo townscape vienés, a través de una imagen en
que el progreso se conjuga con la visión estética de la ciudad, a partir sobre todo de su
reÆexión teórica y de las numerosas propuestas que no pasaron del papel, un corpus do-
cumental y gráÅco que incluye diferentes proyectos no ejecutados que revelan múltiples
paradojas, pero que constituyen documentos de primer orden para entender la impronta
de Wagner en la construcción de la Viena moderna. La renovación a nivel morfológico e
iconográÅco no se completó de una manera global en este período, llevándose a cabo tan
sólo intervenciones puntuales en la ciudad, que plantearon el debate del impacto estético
de las nuevas funciones e infraestructuras en el espacio urbano. No obstante, las ideas
de Otto Wagner, más allá de lo construido, se imponen en una ciudad en transforma-
ción que exhibe su imagen bella y hedonista frente a la interiorización de los conÆictos,
exteriorizando al máximo la realidad maquillada. La construcción de la imagen de la
Viena Ånisecular como una ciudad bella y hedonista se basó en parte en la creación de
una escenografía que representaba una realidad social y urbana soñada pero inexistente.
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Figura 7. Otto Wagner: Artibus. Proyecto para las Artes (1880) (Fuente: Horvat, 1989, p. 51)
En este punto del culto al pasado, a la memoria de la ciudad, se multiplican en Viena los proyec-
11
tos de museos, algunos de los cuales fueron objeto de las propuestas de Wagner. En 1917, un año
antes de su muerte, aparece publicado un artículo suyo en el inÆuyente periódico Neue Freie Presse
titulado “Viena after the War”, donde enumera los proyectos más importantes para la postguerra,
entre ellos un centro de arte con espacios expositivos Ånanciado por el gobierno austríaco y la
municipalidad de Viena; un complejo de estudios para artistas con una galería y un Museo de
Reproducciones o moldes de escayola; una “galería moderna” (la cual Wagner había planeado
como un ediÅcios de cien años en 20 secciones, a rellenar sucesivamente —una cada 5 años—
por artistas contemporáneos de todas las disciplinas con el Ån “de que sus éxitos y sus defectos
puedan permanecer expuestos para la posteridad”; extensión de los museos vieneses; un museo
de los Habsburgo con una cripta imperial, entre otros. Geretsegger y Peintner, 1979: 23-24.
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cultura de los pueblos se recoge en este planteamiento, y estuvo muy presente en la obra
proyectual de Wagner, en diversos emplazamientos de la ciudad. Los planes y proyectos
urbanísticos y arquitectónicos que se propusieron sobre la zona de la Karlsplatz estaban
destinados a conÅgurar una nueva centralidad simbólica en la trama y en la imagen de
la ciudad moderna. El propio ediÅcio de la Sezession, diseñado por Olbrich, ocupa un
lugar privilegiado en la nueva conÅguración de la ciudad, precisamente en el área de la
Karsplatz, donde debía acompañarse de otras instituciones artísticas y por un nuevo es-
pacio público fruto de la regularización del espacio creado por las nuevas arquitecturas,
por las dos estaciones de metro y por otros ediÅcios representativos de carácter expositi-
vo. Un espacio que debía transformarse pero considerando y respetando la presencia de
la admirada Karlskirche de Fischer Von Erlach, que sería englobada en una nueva ordena-
ción viaria de tráÅco (Oechslin, 2002: 100-101).
La decisión tomada en 1900 por el Consejo Municipal de Viena, bajo la presidencia
del alcalde Lueger, sobre la creación de un Museo Municipal que ocuparía el lado este
de la plaza, determina la convocatoria de un primer concurso de proyectos en 1902,
prolongado en otras convocatorias hasta 1912, en las que la participación de Wagner fue
decisiva. Los proyectos tendentes a la regularización de la Karlsplatz encarnan las di-
rectrices enunciadas por Wagner en Moderne Architektur acerca del arte de la composición
urbana. Este proyecto fue conÆictivo en la trayectoria de Wagner, pues las decisiones del
jurado siempre se paralizaron y Ånalmente ningún proyecto fue construido aunque se
abrió una discusión entre tradición y modernidad urbana del máximo interés. El Franz-
Josef Museum proyectado para la Karlsplatz debían formar, según el programa que el
concurso especiÅcaba, una “agrupación armoniosa” con la iglesia de Fischer von Erlach,
y constituía la posibilidad de crear en el corazón de Viena un vasto conjunto monumen-
tal, reurbanizando toda la plaza. Esta actuación plantea un doble interés, primero por los
sucesivos concursos entre 1900 y 1912 en los que participa Wagner y en los que puede
seguirse puntualmente su evolución conceptual y lingüística, y su alejamiento paulatino
del historicismo de la tradición barroca hacia soluciones clásicas depuradas; y en se-
gundo lugar, y precisamente por esto, por las polémicas generadas en torno al lenguaje,
entre los conservadores y los partidarios de la modernidad. Como se ha mencionado, los
proyectos presentados por Wagner generaron controversias y división de opiniones entre
los miembros del jurado12, pero en sus diversas versiones entre 1900 y 1909, ofreció una
articulación básica de refuncionalización y monumentalización de la zona. En la vista de
pájaro de la Karlsplatz que acompaña el proyecto aparece el Museo, la Iglesia, el Colegio
Técnico, la Escuela Evangélica y los grandes almacenes proyectados por Wagner en
12
Para un estudio minucioso e interesante del tema véase el artículo de Peter Haiko “The Franz
Josef-Stadtmuseum: the attempt to implement a theory of modern architecture”, en Mallgrave,
1993: 53-83.
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13
Después de una sesión del Consejo Artístico en 1899, el propio Carl Moll demanda un estudio
serio de este tema.
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Figura 10. Otto Wagner: Galería de Arte Moderno (1900). Detalle del alzado principal mostran-
do la decoración de mayólica (Fuente: Horvat, 1989: 121).
Los proyectos no realizados que presenta Otto Wagner para el Franz Josef-
Stadtmuseum en el marco de la reforma de la Karlsplatz entre 1901 y 1909, revelan la
aspiración del ediÅcio museo a convertirse en una alternativa de los antiguos espacios
públicos colectivos a través de las contaminaciones urbanas presentes en algunos de sus
ámbitos, además de funcionar como transmisores de los valores culturales y de las nuevas
funciones metropolitanas. La formulación de J. M. Olbrich en el ediÅcio de la Sezession
de un templo modernizado para sugerir la función del arte en tanto religión secular de la
élite intelectual vienesa, se alinea con el concepto de institución museística como espacio
de la sacralidad estética para las sociedades modernas, planteando la disyunción entre
el mundo del arte como cultura autónoma o bien fundida con la vida cotidiana, tema
que será objeto de debates y críticas desde los primeros años del siglo XX a favor de una
democratización y apertura del museo a la sociedad en su conjunto.
Peter Haiko ha comparado de manera muy pertinente los diseños de las cajas de
escalera de los proyectos presentados por Wagner en 1902 y en 1912 para el Kaiser
Franz-Josef Museum, analizando la evolución operada en la idea de museo como lugar
de autorepresentación de la alta burguesía a través de la introducción de metáforas ur-
banas en la propia espacialidad del museo. Centrándose en el espacio del vestíbulo, si
en el diseño de su primera escalera Wagner reÆeja el rapto emocional y la evasión que
procura el museo decimonónico, cuyo propósito era elevar al visitante desde el plano
trivial de la realidad cotidiana a la “alta” esfera del arte, por el contrario, en la perspec-
tiva del vestíbulo y escalera del proyecto denominado Opus IV (1912), en su intento de
reconciliar arte y vida, Wagner diseñó el vestíbulo del museo con una escalera que no
está rodeada por alegorías del arte historicistas, sino por cabinas telefónicas. Llama la
519
Ángeles Layuno Rosas
atención en este último proyecto un ambiente próximo a los ámbitos relacionados con
los grandes almacenes, ya que las compras, y por analogía posiblemente también las
obras de arte, hacia 1900 se entenderían según Haiko, como “un placer festivo secreto”
para el Æanêur (Mallgrave, 1993: 78-79), recordando la descripción que hace Émile Zola
de los centros comerciales modernos, y los nuevos rituales colectivos de la burguesía en
la ciudad contemporánea.
520
El paisaje de los museos vieneses: del Kaiserforum al Museumsquartier
parisinos, llegando a acusarse a Wagner en una sesión municipal de practicar “un mate-
rialismo arquitectónico francés”. La incomprensión del proyecto wagneriano por parte
del jurado también se centraba en los préstamos visibles de la arquitectura de hierro y
cristal de los grandes almacenes. Este debate es interesante porque reÆeja el peso de la
inÆuencia del academicismo entrado ya el siglo XX, y la lucha por la imposición de la
modernidad moderada. En este sentido, sabemos que Wagner defendía, además del viaje
formativo centrado en la cultura clásica italiana, un viaje formativo a las nuevas metró-
polis como París, “donde se encuentra el lujo moderno para ejercitarse en la mirada y
en la percepción de las actuales necesidades del hombre moderno” (Wagner, 1993: 47)14.
Retomando la propuesta de 1912, que por otra parte, estaba asociado a la creación
de una moderna “ciudad de las artes” en el nuevo emplazamiento del Schmelz, que
contendría, además del museo, la Galería de Arte Moderno, la Academia de Bellas Artes
con laboratorios y talleres de artistas formados por un sistema de pabellones ordenados
entre el verde y con parcelas libres para futuras escuelas de arte, la búsqueda del carácter
urbano induce a introducir la ciudad dentro del ediÅcio: el vestíbulo se asemeja a una so-
lemne plaza-teatro, con sus calles-palco jalonadas con lámparas-farolas. En este sentido,
Pellegrino Bonaretti, ha aludido a que el museo se presenta como metáfora misma de la
ciudad. El espacio del museo es un espacio social, de ritual colectivo, donde el público
va a participar de cosas que lo pre-existen y que subsisten tras su ausencia, como en un
espacio sacro e inmanente. El diseño del vestíbulo muestra cómo la escalera ya no está
Æanqueada por signos pretéritos y alegorías del arte, sino por cabinas de teléfono y faro-
las, aÅrmando una clara y, controvertida entonces, metáfora de la vida urbana moderna,
y anticipando soluciones de los museos actuales (Bonaretti, 2002: 130).
Wagner había declarado en 1889 que Francia era el modelo del arte contemporáneo y no el
14
522
El paisaje de los museos vieneses: del Kaiserforum al Museumsquartier
regeneración urbana ligado a una estetización funcional del espacio público, concibiéndo-
se la ciudad, siguiendo la tradición iniciada por Camillo Sitte en su inÆuyente obra El
planeamiento urbano según principios artísticos (1889), como un contenedor de obras de arte y
como Gesamtkunstwerk en sí misma.
La creación de paisajes culturales urbanos dedicados a la cultura y los museos fue de
hecho un recurso originario de la historia del museo que tiene en la ciudad de Munich
un ejemplo paradigmático. Su caso ilustra dos aspectos extrapolables que constituyen
uno de los parámetros metodológicos objeto de análisis: por un lado, la idea de museo
extensivo, en el que distintos ediÅcios dedicados a temáticas o especializaciones diversas
inciden urbanísticamente de manera diacrónica sobre un área de la ciudad; y en segundo
lugar, los procesos de resiliencia y de continuidad de estas áreas, en las que se estratiÅ-
can en el tiempo nuevos proyectos culturales que marcan la morfología y el paisaje de
estas zonas de la ciudad, buscando sinergias a la hora de atraer visitantes. También en
Alemania, Frankfurt será un ejemplo claro de la convergencia entre voluntad de preser-
vación del patrimonio urbano con estrategias políticas y económicas de renovación de la
imagen de la ciudad por medio de la cultura a través de un ambicioso programa para los
museos: la Museumsufer, consistente en la creación de trece museos a lo largo de la ribera
del río Maine, rehabilitando para ello una serie de palacetes del siglo XIX entre jardines,
en una zona histórica que había entrado en decadencia tras la Segunda Guerra Mundial.
El modelo berlinés lo encontramos en la Musemsinsel y su Plan Director de reestructura-
ción dirigido por David ChipperÅeld desde 1994. En Viena el ejemplo de estos nuevos
paisajes culturales lo encontramos en el proyecto de MuseumsQuartier inaugurado en 2001
recuperando el área ocupada por los establos imperiales y el pabellón de equitación que
había construido en 1723 Fischer von Erlach cerrando el lado norte de la Marie Teresian
Platz, donde el Kunsthistorisches y el Naturhistorisches Museum (construidos entre 1871 y 1891
por G. Semper) enmarcaban el Palacio Real y otras instituciones de gobierno formando
el Kaiserforum a través de la Ringstrasse, símbolos de la simetría entre arte y ciencia apli-
cada a la forma urbis materializando la capacidad estructurante de la forma urbana y de
la imagen de la ciudad —su singularidad— que poseen las instituciones museísticas en
toda Europa en la segunda mitad del siglo XIX.
Desde mediados de 1860 el anillo de defensa que había generado el espacio vacío (gla-
cis) entre la muralla y las nuevas áreas de expansión de Viena conoce un proceso de urba-
nización apoyado por la nueva burguesía que busca en él el reconocimiento de sus valores
y aspiraciones, así como la imagen de la nueva y moderna metrópoli, en torno a un gran
eje de comunicación y representación, la Ringstrasse, formada por ediÅcios monumenta-
les y espacios públicos con una escenografía historicista sobre la que se desenvuelven las
relaciones sociales de la burguesía liberal que sustenta el imperio austrohúngaro.
El proyecto de Gotfried Semper en colaboración con Carl von Hasenauer para esta
zona de la Ringstrasse presidida por el nuevo Hofburg por encargo del emperador fue un
523
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15
Un análisis completo del proyecto en Eggert (1978).
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El paisaje de los museos vieneses: del Kaiserforum al Museumsquartier
Figura 13. Vista aárea Museums Quartier y en primer plano los Museos de Historia del Arte e
Historia Natural (Foto Peter Korrak, MuseumsQuartier, Wien)
El origen del concurso restringido de ideas para dotar de un nuevo uso a la zona de
la “Messepalast” tiene que ver con la voluntad de la opinión pública de frenar una ope-
ración de especulación inmobiliaria y banalización de usos de un área prestigiosa de la
ciudad a espaldas del Ring y en el eje del Hofburg (Dietmar Steiner, 1988), reclamando
525
Ángeles Layuno Rosas
una “utilización cultural” de la zona con la creación de un gran barrio de los museos.
Dos importantes estudios vieneses habían presentado un proyecto que preveía sobre el
terreno de las caballerizas un gran centro comercial y recreativo aprovechando el ven-
cimiento de los contratos de arriendo que tenían entonces los inquilinos de las caballe-
rizas. Las bases del concurso establecían un programa de usos muy vago en cuanto a la
reutilización de las caballerizas, ofreciendo una lista de posibles usos pero encaminados
todos al tema museo como elemento central de la solución urbanística y arquitectónica
del conjunto.
El nuevo complejo completa de este modo una zona céntrica de la ciudad destinada
a usos representativos y culturales a través de la historia, aportando un elemento de vida
y modernidad por las actividades ligadas al arte contemporáneo, generando la denomi-
nada “ciudad del arte” dentro de la ciudad histórica. La irradiación de estos efectos se
potencia por la apertura del conjunto a través de calles y callejones interiores al resto
de la ciudad, creando un complejo poroso, transitable, interactuante respecto a su en-
torno urbano16. Además de la restauración y rehabilitación de la arquitectura histórica,
en el interior del recinto formado por las alas de los establos se insertan dos ediÅcios
de nueva planta concebidos con lenguaje arquitectónico contemporáneo adoptando la
forma de dos cubos minimalistas revestidos de caliza blanca y piedra volcánica oscura
respectivamente, el Leopold Museum y el Museo de Arte Moderno (MUMOK) que
alberga la colección de arte de la Ludwig Foundation. Con sus casi cinco mil metros
cuadrados de espacio expositivo, el ediÅcio destaca por su fachada de basalto gris, su
techo curvo y sus ángulos redondeados de la estructura que contrasta con la ortogona-
lidad del Leopold Museum, dando una impresión de mayor solidez y peso, como un
bloque macizo cerrado al exterior. A ellos se añade la instalación de la Kunsthalle como
centro de exposiciones de arte adosada a uno de los establos preexistentes, mientras que
en el ala barroca del complejo imperial se instalan estudios de producción audiovisual,
media, performance y estudios para artistas en el denominado Quartier 21. Se incluyen
también espacios comerciales, librerías, tiendas, cafeterías, restaurantes, el Museo de los
Niños (Zoom Kindermuseum) y el Centro de Arquitectura. Los espectáculos y la pro-
gramación cultural son continuos y se extienden al entorno de este recinto por el barrio
de Spittelberg, donde en su entramado de calles con pequeñas viviendas decimonónicas
han ido abriéndose galerías de arte contemporáneo, cafés y restaurantes de ambiente bo-
hemio y una animación cosmopolita típica de los barrios artísticos (Lorente, 2006: 99)17.
16
En este sentido, se plantea también el debate teórico sobre la concepción de los centros históri-
cos como organismos unitarios, conservados íntegramente, o por el contrario, concebidos como
organismos vivos, que se transforman en el tiempo a través de distintas actuaciones referidas a
fases sucesivas, incluida la contemporánea.
17
J.P. Lorente enumera entre las nuevas galerías de arte abiertas en el barrio: Atrium ed Arte,
Cult, Hubert Winter, Mezzanin, Raifenstein K.G., y Silvia Kosian, entre otras.
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El paisaje de los museos vieneses: del Kaiserforum al Museumsquartier
los dos volúmenes de los museos —Leopold y MUMOK— y la eliminación de una torre
vertical son muestras de esta problemática habitual en la arquitectura para la cultura
reciente (Astorg, 2013). Precisamente la presencia de Manfred Wehdorn en el proyecto
materializa en este caso la necesidad de ajustar el diálogo entre áreas con protección
patrimonial de la ciudad y la inserción de piezas contemporáneas. En efecto, algunas rea-
lizaciones museísticas emplazadas en áreas urbanas históricas con niveles de protección
variables han generado debates y polémicas, cuando se plantea la inserción de ediÅcios
contemporáneos en tejidos históricos consolidados como signo de renovación urbana18.
Estas operaciones han desatado el debate sobre la inserción de la arquitectura contem-
poránea en contextos históricos consolidados, siendo precisamente la ciudad de Viena
la que acogió la reunión internacional de la UNESCO de la que saldría un importante
documento que trata de regular la armónica y controlada convivencia de lenguajes en los
conetros y en las periferias urbanas de las ciudades históricas: el Memorándum de Viena, que
promueve un enfoque integrado de la arquitectura contemporánea, el desarrollo urbano
y el paisaje heredado19.
Desde hace décadas, dentro de las políticas de recuperación y rehabilitación de la ciu-
dad histórica, es frecuente ver el aprovechamiento de contenedores en desuso para alojar
equipamientos culturales y museos, con el Ån de evitar, por un lado, la pérdida de patri-
monio histórico, y por otro, conseguir la revitalización de áreas deprimidas o degradadas.
El desarrollo sostenible y la rehabilitación integrada constituyen la base de las medidas
legislativas, planes, proyectos y programas activados en materia de cultura y patrimonio.
Desde esta óptica, los organismos encargados de la regulación y la gestión del patrimonio
inmueble consideran éste como “un capital de valor espiritual, cultural, social y económico
insustituible”, cuya utilización debe verse no como un lujo sino como un “bien económico”
para la comunidad. La conversión de los centros y áreas históricas en símbolos de la memo-
ria colectiva, como motores que abren nuevas perspectivas para el desarrollo económico y
social, generan la problemática de obviar los objetivos terapéuticos a nivel socio-económi-
co, que son los que precisamente, en muchos casos, han quedado relegados a un segundo
plano u olvidados bajo la presión de otros intereses (Lorente, 1996 y 1997: 11-27). A ellos
18
El Centro del Patrimonio Mundial en cooperación con el ICOMOS y la Ciudad de Viena or-
ganizó la conferencia internacional “El Patrimonio Mundial y la Arquitectura Contemporánea.
Gestión de los Paisajes Históricos Urbanos”, que tuvo lugar en Viena entre el 12 y el 14 de mayo
de 2005.
19
De hecho, el Memorándum de Viena, muy centrado en las ciudades patrimonio de la Humanidad,
excede la categoría de centro histórico o conjunto aparecido en otras cartas y documentos in-
ternacionales para ampliarlo al territorio y paisaje urbano histórico en su desarrollo evolutivo,
como parte de los procesos de urbanización desde un punto de vista holístico. La arquitectura
contemporánea en las ciudades históricas debería activar recursos de competitividad, identidad,
economía, ocio y turismo.
529
Ángeles Layuno Rosas
se suma también un riesgo habitual en este sentido como son los procesos de gentriÅcación y
terciarización de estas zonas dedicadas a los museos o la cultura, lo que en esencia cortocir-
cuita cualquier plan que aspire a emprender dinámicas urbanas integradas.
Para concluir es preciso volver a subrayar la tendencia a la concentración de institu-
ciones museísticas en determinadas áreas de la ciudad, y la evidente continuidad históri-
ca en todos estos espacios urbanos de sus funciones y espíritu primigenios, combinando y
equilibrando operaciones de conservación y transformación que no han desvirtuado, no
obstante, el deseo de perpetuar la zoniÅcación de estos entornos ligados a la cultura con-
cebidos como objetivos de prestigiosas y sucesivas actuaciones arquitectónicas y urbanís-
ticas promovidas por los poderes públicos. Esta tendencia se reÆeja en las intervenciones
que afectan a los ejemplos ya mencionados como el Plan Director de la Museumsinsel de
Berlín; el eje del arte madrileño en el Paseo del Prado con la remodelación y ampliación
del Museo del Prado, la ampliación del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y la
creación de otras instituciones artísticas como Caixaforum; o el proyecto que nos ocupa
del MuseumsQuartier de Viena.
Figura 16. Vista aérea Museums Quartier. Viena. (Foto Peter Korrak, MuseumsQuartier, Wien)
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El paisaje de los museos vieneses: del Kaiserforum al Museumsquartier
Los distritos culturales se han convertido desde el último cuarto del siglo pasado en
uno de los elementos vertebradores más relevantes en los procesos de revitalización de
áreas urbanas. Atendiendo a su especiÅcidad como lugares de “alto nivel cultural”, si-
guiendo la terminología utilizada por Cooke y Lazzeretti (2008), referida a aquellos luga-
res artísticos y culturales en los que un conjunto de actores económicos, no económicos e
institucionales deciden utilizar algunos de los recursos compartidos (artísticos, culturales,
sociales, medioambientales) con objeto de desarrollar un proyecto común atendiendo
tanto a factores creativos como productivos. Así, los distritos culturales delimitan cla-
ramente un área de usos múltiples en la ciudad, en la que una alta concentración de
servicios culturales sirve de reclamo para el desarrollo de múltiples actividades. Y como
distrito cultural lo deÅnió el anterior director de Museums Quartier, Wolfgang Waldner,
haciendo una reÆexión sobre los valores y la capacidad de atracción turística y económi-
ca de estos nuevos espacios que combinan industrias culturales, centros creativos, lugares
de ocio, galerías de arte, instituciones culturales, museos, librerías, moda, diseño, música,
danza, arte urbano, video juegos, festivales de cine, exposiciones, nuevas tecnologías,
cultura digital y actividades comerciales:
The MuseumsQuartier Wien (MQ), one of the ten largest cultural complex in the
world, belongs to a new category of urban cultural districts. Right in the heart of Vien-
na, the MQ features cultural institutions specializing in various genres of art alongside
restaurants, cafés, and shops in an architectonic setting that Baroque buildings with
modern architecture to form a single, spectacular whole.
The venue’s variety of contents is also extraordinary: visual and performing art, archi-
tecture, music, fashion, dance and design have a permanent place here alongside litera-
ture, children’s culture, new media, game culture and theater. In addition to renowned
large museums and exhibition venues, there are small cultural initiatives, cultural oٻ-
ces, shops and restaurants. A large number of open air events are held during summer
and winter in the large closed interior courtyards.
In the years since it has existed the MuseumsQuartier has not only become a magnet for
tourists from around the world, it has also become a second living room for the Viennese,
a demanding recreational area in the center of the city.
(…) The MQ represents a perfect synthesis of tradition and modernism and is a
Project that enriches Vienna’s predominantly classic cultural landscape with a new
and “trendy” element. Eٺective marketing focusing on younger target groups and the
integration of the creative industries are necessary to convey the zeitgeist and lifestyle
of an urban environment alongside historical cutural attractions. The MQ example
demostrate the courage that cities will need in the future to be able to continue to Æourish
as destinations of cultural tourism.
(Waldner, 2007: 174, 176)
531
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