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Índice.
1. Introducción.
2. La crisis del Antiguo Régimen.
2.1. El reinado de Carlos IV.
2.2. La Guerra de la Independencia (1808 - 1814)
2.3. Las Cortes de Cádiz.
2.4. El reinado de Fernando VII (1814 – 1833).
2.5. La independencia de las colonias americanas.
3. La construcción del Estado Liberal.
3.1. El reinado de Isabel II.
3.2. El Sexenio Democrático.
4. La Restauración
4.1. Bases políticas.
4.2. Oposición política y social.
4.3. La crisis de 1898.
5. Transformaciones económicas y sociales.
1. Introducción.
Como en el resto de Europa occidental, España va a experimentar en el siglo XIX algunas
transformaciones fundamentales: la población creció, la sociedad estamental fue sustituida por una
sociedad de clases y se abandonó el absolutismo para implantar un régimen libera. Este periodo
estará marcado por la inestabilidad política, como ponen de manifiesto los múltiples cambios de
gobierno, las sucesivas constituciones y los conflictos sociales que se producen a lo largo de todo
el siglo.
El siglo XIX en España estará marcado por la Guerra de la Independencia contra los
franceses, la independencia de las colonias americanas y por el escaso desarrollo económico.
España deja de ser, durante este periodo una potencia importante y la población española pasará a
ser una de las más pobres de Europa.
2. La crisis del Antiguo Régimen.
Cronológicamente en España la crisis del Antiguo Régimen se extiende desde el inicio del
reinado de Carlos IV (1788) hasta la muerte de Fernando VII (1833). El periodo va estar marcado
por la Guerra de la Independencia contra los franceses, el enfrentamiento entre los absolutistas y
los liberales y la independencia de las colonias.
2.1. El reinado de Carlos IV.
Carlos IV es proclamado rey en 1788, un año más tarde se
produce el estallido de la Revolución Francesa que tendrá
importantes consecuencias en España: en primer lugar, se
paraliza la política de reformas lustradas que había iniciado
Carlos III, se cierran las fronteras a las ideas revolucionarias por
el temor a que se produzca una revolución en España y se inicia
una guerra contra Francia. La derrota española provoca que se
convierta en aliada militar de Francia contra Gran Bretaña
(Tratado de San Ildefonso 1796).
En 1805 España es derrotada por los ingleses en la batalla de
Trafalgar lo que aumenta el descontento popular y el rechazo de
la población hacia Carlos IV y su secretario de Estado Manuel
Godoy. Dos años más tarde Godoy firmará con Napoleón el
Tratado de Fontainebleau, por el que acuerdan invadir Portugal,
Carlos IV. que se había convertido en aliado de Inglaterra (principal enemigo
de Francia). Las tropas francesas debían atravesar España para
llegar a Portugal, pero aprovecharon la situación y ocuparon algunas ciudades españolas, lo que
provocó el rechazo de la población. Fernando (hijo de Carlos IV) aprovechó este descontento e
instigó el Motín de Aranjuez (1808), que supone no sólo la caída del favorito Godoy, sino también
la abdicación al trono de Carlos IV en su hijo Fernando (Fernando VII).
Esta situación de inestabilidad política es vista por Napoleón como una oportunidad de intervenir en
la política española. Convoca en la ciudad de Bayona a Carlos IV y a Fernando VII a los que obliga
a abdicar en su hermano José Bonaparte (Abdicaciones de Bayona). Este hecho, unido a la
mayor presencian de tropas francesas y a la enorme crisis de subsistencia provocan la sublevación
de los madrileños el 2 de mayo de 1808 que supone el inicio de la Guerra de la Independencia.
Godoy
• Durante su minoría de edad, las regencias de María Cristina y Espartero, de 1833 a 1843.
• A los 13 año es nombrada reina iniciándose su reinado efectivo de 1843 a 1868..
En 1833 muera Fernando VII dejando como heredera a su hija Isabel de tan sólo tres
años, su tío Carlos María Isidro rechaza el testamento y se proclama rey de España, se inicia así la
Primera Guerra Carlista que enfrentó a absolutistas y liberales.
Entre los carlistas (defensores de Don Carlos) se encuentran los sectores más
tradicionales de la sociedad, que aspiran a que se mantengan los privilegios del Antiguo Régimen,
la propiedad señorial y la importancia de la Iglesia. Los carlistas serán especialmente importantes
en algunas regiones como Navarra y el País Vasco y defienden que estos lugares mantengan sus
fueros. (leyes particulares de estos territorios). En el bando contrario la madre de Isabel II, María
Cristina, que ejercía como regente, buscó el apoyo de los liberales que aspiran a conseguir
establecer una monarquía constitucional.
Entre 1833 y 1840 se produce la primera guerra carlista, el carlismo se limitará a
controlar algunas zonas del País Vasco, Navarra,
Aragón, Cataluña y Valencia, pero no consiguen
controlar ciudades importantes. A partir de 1836 el
ejército liberal consigue controlar la situación, lo que
unido a los problemas internos de los carlistas hace
que se inicien las conversaciones de paz que
terminan con el Abrazo de Vergara entre el general
carlista Maroto y el liberal Espartero.
Además de este enfrentamiento durante la
regencia de María Cristina se produjeron importantes
cambios en el gobierno. Inicialmente el gobierno
estará en manos de los moderados que aprueban
una serie de reformas que los progresistas consideran insuficientes. El descontento popular y
político obliga a la regente a entregar el poder a los progresistas, encabezados por Mendizábal, con
ellos en el gobierno se aprueba la Constitución de 1837 que defiende la Soberanía Nacional, la
separación de poderes (aunque controlados por la Corona) y los derechos individuales. Se inicia
también la desamortización (incautación y venta por el Estado de los bienes de otras instituciones)
de los bienes del clero.
Los problemas internos provocan la dimisión de María Cristina, la regencia es asumida por
Espartero quien gobernará de manera autoritaria lo que descontenta a progresistas y moderados
que se unen y acaban forzando su dimisión. Isabel será nombrada reina con 13 años en 1843.
B. El reinado de efectivo de Isabel II (1843-1868).
Durante este periodo se suceden diferentes gobiernos:
a. La revolución de 1868.
La revolución de 1868, conocida como la Gloriosa, se inició en Cádiz y fue liderada por el Almirante
Topete y apoyada por otros militares como Prim y Serrano. El levantamiento fue seguido por
revueltas en las principales ciudades. Los militares sublevados vencen al ejército gubernamental en
Alcolea (Córdoba) lo que supuso el exilio de Isabel II.
En el triunfo del levantamiento influyeron muchos intereses, además del apoyo de la mayoría
de los grupos políticos, la revolución cuenta con el apoyo de grupos financieros e industriales, que
veían al gobierno de Isabel II incapaz de superar la profunda crisis económica. Tras el triunfo de la
revolución se forma un gobierno provisional que convoca elecciones.
b. La Constitución de 1869.
El nuevo gobierno elegido por sufragio universal
masculino, apruebo la Constitución de 1869:
• Soberanía nacional.
• División de poderes.
• Sufragio universal masculino.
• Se establece como sistema de gobierno para
España la monarquía parlamentaria.
• Libertad de expresión, reunión, asociación, etc.
Los partidarios del federalismo apuestan por instaurar un estado federal sin esperar a la
regulación de una constitución, con lo que provocan la insurrección cantonalista que se extiende
por todo el territorio. Mientras, siguen la Guerra carlista y el levantamiento cubano. Todo esto
provocará la dimisión de Pi i Maragall. Los dos últimos gobiernos republicanos (Nicolás Salmerón y
Emilio Castelar) serán más autoritarios y conservadores.
Finalmente, el 3 de enero de 1874, el General Pavía disuelve las Cortes y entrega el poder
al general Serrano; en diciembre el general Martínez Campos proclama rey a Alfonso XII, hijo de
Isabel II.
4. La Restauración.
a. Constitución de 1876.
En 1876 se aprueba una nueva constitución que estará vigente
hasta 1923. Este texto tiene un carácter conciliador, ya que incorpora
principios moderados y progresistas. Para contentar a los progresistas
y a los demócratas el texto contiene una amplia relación de derechos y
libertades. Y para satisfacer a los moderados proclama el catolicismo
como religión oficial y la soberanía compartida entre las Cortes y el rey,
al que se le conceden amplios poderes. No establece el tipo de
sufragio.
• Socialistas. Liderados por Pablo Iglesias, que en 1879 funda el PSOE (Partido Socialista
Obrero Español), años más tarde se creó la UGT (Unión General de Trabajadores),
sindicato que se vinculó estrechamente al partido socialista.
• Nacionalismos. En esta época surgen los partidos nacionalistas que serán especialmente
importantes en Cataluña, País Vasco y Galicia. Las causas de su aparición son muy
variadas podemos destacar la centralización del Estado, el desarrollo de una amplia clase
burguesa en estas regiones que apoya el nacionalismo o la pervivencia de reclamaciones
forales en muchos territorios.
4.3. La crisis de 1898.
A comienzos del siglo XIX España pierde la mayoría de sus colonias americanas, y con
ellas su prestigio internacional, tan solo conserva Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Cuba se había
convertido en el territorio más importante para España en el exterior. El enriquecimiento de la
población local gracias al comercio de tabaco, cacao y azúcar provocó un aumento de los deseos
de independencia. En 1895 estalló una nueva insurrección en Cuba, que en esta ocasión contará
con el apoyo de Estados Unidos, país al que perjudican los aranceles que limitan el comercio con la
isla. Tras tres años de guerra el conflicto termina en 1898 cuando EEUU declara la guerra a
España tras el hundimiento del acorazado Maine en la Habana. Después de una rápida derrota
España pierde sus últimas colonias: Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
La derrota del 1898 provocó en la sociedad española un estado de frustración y
pesimismo. Como reacción surgió el denominado
regeneracionismo, un movimiento intelectual que pide la
verdadera democratización del Estado y el fin del
caciquismo y la corrupción.
• Sector textil, al igual que ocurre el modelo inglés, las industria textil fue el primer motor de
la industrialización en España. Será en Cataluña donde se produce una rápida
mecanización de las fábricas (husos y telares mecánicos). Inicialmente utilizan como fuente
de energía tanto el carbón como la fuerza hidráulica. Los productos textiles estarán
destinados al mercado interior.
• Industria siderúrgica. Los primeros altos hornos españoles se instalan en Marbella. Pero,
a partir de 1875, el País Vasco intensifica la explotación de sus minas de hierro lo que,
unido a la importación de carbón británico – más barato y de mayor poder calórico- le
permiten convertirse en el principal centro siderúrgico español. La siderurgia andaluza no
puede competir con estos precios por lo que termina cerrando.
• Comercio interior. El mercado interior se caracteriza por su debilidad, ya que gran parte de
la población es todavía demasiado pobre para consumir, y el lento desarrollo agrícola e
industrial limita también la demanda de productos. Las comunicaciones, por su parte, se
desarrollan lentamente, lo que no favorece crecimiento del mercado nacional.
• Comercio exterior, los gobiernos se debaten entre el proteccionismo, que limita las
importaciones desde el extranjero, lo que es bueno por ejemplo para los industriales
catalanes y vascos, que evitan la competencia extranjera; el librecambismo, que favorece,
los intercambios internacionales, lo que es demandado por sectores que desean exportar,
como los dedicados a la producción agrícola de vino u hortofrutícola.
b. Transformaciones sociales.
Durante el siglo XIX en gran parte de Europa se pasa de una sociedad estamental a una
sociedad de clases, en España también se produce este fenómeno, pero con algunos matices
como consecuencia de la evolución política y del escaso desarrollo industrial:
• La aristocracia no desaparece, sino que incluso se fortalece y se une a los nuevos grupos
dirigentes en ascenso.
• Aunque el clero desaparece como clase social, sigue manteniendo una gran influencia en la
sociedad.
• La burguesía se convierte en el grupo social más influyente, pero no es tan dinámico como
en el resto de Europa.
• Las escasas reformas agrarias impiden el desarrollo de una clase de propietarios agrícolas.
• Aunque aparece un proletariado asociado a las fábricas, existe una enorme variedad de
tipos en las clases urbanas (artesanos, pequeños comerciantes, trabajadores de servicios,
etc.).