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SEMINARIO INTERNACIONAL - 1999
EDIFICACION DEL REINO DE DIOS EN LA FAMILIA
Andreas Dura
ESTUDIO 1
El propósito de la vida
“El éxito en cualquier ramo requiere un
blanco definido” (La Educación, pág. 255).
¿Cuál es el blanco definido en este
campamento?
1. Obtener el espíritu de arrepentimiento
2. La segunda venida de Cristo
3. Nuestra preparación para recibir el
Espíritu Santo.
4. Orar por la lluvia tardía
No permitamos que nada nos distraiga de
estos blancos.
¿Cuál era el blanco de Pablo? “Y
ciertamente, aun estimo todas las cosas como
pérdida por la excelencia del conocimiento de
Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo
he perdido todo, y lo tengo por basura, para
ganar a Cristo” (Filipenses 3:8).
“Pablo hacía muchas cosas. Desde el
tiempo que decidió ser fiel a Cristo, su vida
estuvo llena de un servicio incansable. De
ciudad en ciudad, de país en país, viajaba
refiriendo la historia de la cruz, ganando
conversos al Evangelio y estableciendo
iglesias. Por esas iglesias sentía una constante
solicitud y les escribió muchas cartas de
instrucción. A veces, trabajaba en su oficio
para ganarse el pan cotidiano. Pero en todas
las absorbentes actividades de su vida, Pablo
nunca perdió de vista su gran propósito:
Extenderse hacia el premio de su soberana
vocación. Mantenía resueltamente su blanco
ante sí: ser fiel a Aquel que se le había
revelado junto a la puerta de Damasco. Nada
tenía poder para apartarlo de ese blanco.
Exaltar la cruz del Calvario, era el absorbente
motivo que inspiraba sus palabras y actos”
(Los Hechos de los Apóstoles, pág 385).
Las preguntas que se formularán durante
este estudio serán: Cuál es el propósito de
Dios para la familia, cuál es el plan
concerniente a la familia, y cómo Dios planea
una familia.
Para entender el plan de Dios para la
familia necesitamos entender los objetivos
propios de la vida o el significado de la vida:
1. Para qué estoy aquí
2. De dónde vengo
3. Hacia dónde voy
Solamente la Biblia puede dar las respuestas
correctas.
“El éxito en cualquier ramo requiere un
blanco definido” (La Educación, pág. 255).

Existen tres blancos:
1. Blanco a corto plazo
2. Blanco a mediano plazo
3. Blanco eterno.
“Nuestro concepto de la educación tiene un
alcance demasiado estrecho y bajo” (La
Educación, pág. 11).
La segunda venida de Cristo nos prepara
para un servicio más elevado.
La segunda venida de Cristo no ha sucedido
a causa de que nuestras mentes no están
concentradas en ese blanco.
“Es deber de todo cristiano adquirir hábitos
de orden, minuciosidad y prontitud. No hay
excusa para hacer lenta y chapuceramente el
trabajo, cualquiera sea su clase. Cuando uno
está siempre en el trabajo, y el trabajo nunca
se hace, es porque no se ponen en él la mente
y el corazón. La persona lenta y que trabaja
con desventajas, debiera darse cuenta de que
ésas son faltas que deben corregirse. Necesita
ejercitar su mente haciendo planes referentes a
cómo usar el tiempo para alcanzar los mejores
resultados. Con tacto y método, algunos
realizarán tanto trabajo en cinco horas como
otros en diez. Algunos que se ocupan en las
tareas domésticas están siempre trabajando, no
porque tengan tanto que hacer, sino porque no
hacen planes para ahorrar tiempo. Por su
manera de trabajar lenta y llena de dilaciones,
se dan mucho trabajo por cosas muy
pequeñas. Pero todos los que deseen pueden
vencer esos hábitos de morosidad y excesiva
meticulosidad. Tengan los tales un propósito
definido en su obra. Decidan cuánto tiempo se
requiere para hacer una tarea determinada, y
entonces dedíquese todo esfuerzo a terminar el
trabajo en ese tiempo. El ejercicio de la
voluntad hará más diestras las manos”
(Palabras de Vida del Gran Maestro, pág.
279).
Lo que nosotros planeamos para cada día,
para cada semana, para cada mes, para cada
año, debe estar sujeto a ese blanco de la pronta
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venida de Cristo. Significa que las cosas que
no contribuyan a la venida de Cristo deben
cortarse de nuestras vidas. Nuestras mentes
deben estar enfocadas en esas cosas que sirvan
a la segunda venida de Cristo. Ese tiene que
ser nuestro propósito.
Leamos una declaración en Testimonies,
tomo 4, página 468:
“Cristo dijo, ‘que difícilmente entrará un
rico en el reino de los cielos.’ Y los discípulos
estaban atónitos de su doctrina. Cuando un
ministro que ha trabajado con éxito
asegurando almas para Jesús abandona su
trabajo sagrado para asegurar la ganancia
temporal, será tenido responsable ante Dios
por los talentos que aplicó mal. Cuando los
comerciantes, granjeros, mecánicos,
ayudantes, abogados, etc, llegan a ser
miembros de la iglesia, llegan a ser siervos de
Cristo. Y aunque sus talentos puedan ser
completamente diferentes, su responsabilidad
de adelantar la causa de Dios por el esfuerzo
personal y sus recursos, no es menos de la que
descansa sobre el ministro. El mal que caerá
sobre el ministro si no predica el Evangelio, es
tan seguro como el que caerá sobre el
comerciante, si él, con sus diferentes talentos
no es un colaborador de Cristo en la
consecución de los mismos resultados.
Cuando llega a comprenderse por individuos,
algunos pueden decir: dura cosa es esta. Sin
embargo, es verdad aunque continuamente
contradictorio por la práctica de hombres que
profesan ser seguidores de Cristo.”
Esto indica cuánto Dios espera que su
pueblo sea un pueblo dedicado.
¿Se ha preguntado usted si realmente es un
adventista?
ESTUDIO 2

En el estudio anterior consideramos dos
capítulos del libro La Educación, página 16,
donde el significado de la vida se describe en
el punto de nuestra ascendencia de donde
nosotros venimos. Leamos unas declaraciones
del mismo libro para poder comprender mejor
lo que estamos estudiando:
“El ideal que Dios tiene para sus hijos está
por encima del alcance del más elevado
pensamiento humano. El blanco a alcanzarse
es la piedad, la semejanza a Dios. Ante el
estudiante se abre un camino de progreso
continuo. Tiene que alcanzar un objeto, lograr
una norma que incluye todo lo bueno, puro y
noble. Progresará tan rápidamente e irá tan
lejos como fuere posible en todos los ramos
del verdadero conocimiento. Pero sus
esfuerzos se dirigirán a fines tanto más altos
que el mero egoísmo y los intereses
temporales, cuanto son más altos los cielos
que la tierra.”
Cuando nosotros miramos el significado de
la vida, debemos entender desde el comienzo
que no puede ser un significado egoísta.
Cuando miramos el reino animal hoy, vemos
tremendas diferencias entre los seres humanos
y los animales. Los animales en la naturaleza
viven para conservar su especie y para su
supervivencia.
Antes de continuar el estudio sobre el
significado de nuestras vidas y de dónde
procedemos, debemos ir brevemente a la gran
batalla que tenemos que pelear y ella tiene un
nombre, Armagedón. Nosotros estamos ante
esta batalla y el Espíritu de Profecía nos
señala que será una batalla más dura que la
que esperamos. Leamos en El Conflicto de los
Siglos, página 678:
“Satanás induce a muchos a creer que Dios
no se fija en la infidelidad de ellos respecto a
los asuntos menudos de la vida; pero, en su
actitud con Jacob, el Señor demuestra que en
manera alguna sancionará ni tolerará el mal.
Todos los que tratan de excusar y ocultar sus
pecados, dejándolos sin confesar y sin haber
sido perdonados en los registros del cielo,
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serán vencidos por Satanás. Cuanto más
exaltada sea su profesión y honroso el puesto
que desempeñen, tanto más graves aparecen
sus faltas a la vista de Dios, y tanto más
seguro es el triunfo de su gran adversario.”
Esta declaración no habla solamente de los
ministros que tienen alta profesión, sino del
pueblo de Dios de los últimos días. Por el
mensaje que recibimos estamos en alta
profesión. Nuestra profesión es que podemos
vencer el pecado y que podemos alcanzar la
perfección del carácter. Cuanto más alta sea la
profesión, tanto más intolerable es el hecho
cuando excusamos el pecado, aunque sea
pequeño. Pensemos y veamos si hay pequeños
rincones en nuestra vida que no están limpios,
permitiendo que lo sucio se pegue más y más.
Si no buscamos la limpieza total, Satanás nos
vencerá.
“Los cristianos profesos que llegarán sin
preparación al último y terrible conflicto,
confesarán sus pecados con palabras de
angustia consumidora, mientras los impíos se
reirán de esa angustia. Esas confesiones son
del mismo carácter que las de Esaú o de Judas.
Los que las hacen lamentan los resultados de
la transgresión, pero no su culpa misma. No
sienten verdadera contrición ni horror al mal.
Reconocen sus pecados por temor al castigo;
pero, lo mismo que Faraón, volverían a
maldecir al cielo si se suspendiesen los juicios
de Dios...
“Los tiempos de apuro y angustia que nos
esperan requieren una fe capaz de soportar el
cansancio, la demora y el hambre, una fe que
no desmaye a pesar de las pruebas más duras.
El tiempo de gracia les es concedido a todos a
fin de que se preparen para aquel momento.
Jacob prevaleció porque fue perseverante y
resuelto.” ¿De qué depende el progreso en
cualquier ramo? Requiere un blanco definido.
Esto es algo a lo que nosotros no estamos
acostumbrados. Escogemos el camino más
fácil para buscar alivio lejos de la
perseverancia.

“Los que sólo ejercitan poca fe, están en
mayor peligro de caer bajo el dominio de los
engaños satánicos y del decreto que violentará
las conciencias. Y aun en caso de soportar la
prueba, en el tiempo de angustia se verán
sumidos en mayor aflicción porque no se
habrán acostumbrado a confiar en Dios. Las
lecciones de fe que hayan descuidado, tendrán
que aprenderlas bajo el terrible peso del
desaliento....”
El párrafo después del siguiente dice: “La
juventud no se dejaría seducir por el pecado si
se negase a entrar en otro camino que aquel
sobre el cual pudiera pedir la bendición de
Dios”. ¿Por qué la hermana White menciona
especialmente la juventud aquí? Porque los
que no tenemos tantos años podemos ver
llegar ese tiempo. La juventud y algunos de
nosotros que no somos tan viejos, tenemos
más chance para entrar en esta lucha.
“El ‘tiempo de angustia, cual nunca fue
después que hubo gente’ se iniciará pronto; y
para entonces necesitaremos tener una
experiencia que hoy por hoy no poseemos y
que muchos no pueden lograr debido a su
indolencia.” (Página 680). Se menciona a la
juventud por las muchas energías y
habilidades, y se piensa que ellos pueden
conducir todavía nuestro barco. Es decir, no
necesitan apresurarse demasiado para alcanzar
el blanco, porque lo pueden lograr el próximo
año o después. Mientras tanto podemos salir a
vacaciones, formar una familia, hacer muchas
cosas más, y entonces Jesús puede venir. Este
es uno de los engaños de Satanás. El desea
conducirnos dentro de su terreno con la
promesa de que más tarde podemos rectificar
esto. Quiere decir: o nosotros somos apáticos
simplemente o estamos aferrados de nuestros
ídolos. Más tarde veremos cuáles son los
ídolos y cuáles cosas tenemos que abandonar.
Tengo que decir que un terrible estupor
descansa sobre esta generación y aun sobre el
pueblo de Dios. Estupor quiere decir lentitud
para ver las cosas espirituales, para avanzar y
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ver las amplias providencias de Dios para
proceder conforme a ellas.
Nosotros pensamos que la batalla de
Armagedón se ejecuta entre las iglesias
apostatas y la iglesia de Dios, y por eso somos
muy vigilantes para ver lo que las iglesias
apostatas están haciendo. ¿Estamos seguros de
que comprendemos las doctrinas erróneas y la
doctrina real? ¿Quién pasará esta batalla?
¿Cuál es la condición para pasarla?
La condición es tener un blanco definido y
nuestra consecución de ese blanco. Quiero
decir que nuestro peor enemigo contra el cual
tenemos que luchar en el último conflicto no
son las iglesias caídas. El peor enemigo es
nuestra propia mente, pero esto es lo que
menos tememos. Sentimos miedo con los
ateos y a las naciones anticristianas, pero esto
no es nada comparado con las iglesias caídas y
todos los asuntos del papado. Pero el papado
no es nada comparado con los que estando a
nuestro lado abandonan la fe y se vuelven
contra nosotros. Y esto es nada todavía
comparado con este enemigo que somos
nosotros mismos. ¿A quién nosotros realmente
tememos y contra lo cual deseamos luchar?
Estamos dispuestos a hacerlo contra cualquier
cosa y contra todo el mundo, menos contra
nosotros mismos. Así es nuestra naturaleza
humana. Y debido a esto no pasaremos el
Armagedón, a menos que cambiemos nuestra
dirección en nuestro pensar.
¿Dónde será peleada la batalla de
Armagedón? Será peleada en nosotros
mismos. A menos que comprendamos esto no
la ganaremos. Quiero enfatizar el hecho de
que debido a que nos hemos concentrado por
tanto tiempo en la batalla externa, es decir,
entre las iglesias y nosotros, es que hemos
pasado por alto al enemigo real. Como
resultado no hemos comprendido la naturaleza
de la batalla. La naturaleza de la batalla está
en la mente, y cuando leemos el capítulo, “El
Tiempo de Angustia”, en El Conflicto de los
Siglos, ¿de qué batalla estamos leyendo? ¿La
batalla entre el bien y el mal? Ese es un lado

del asunto, y no es entre los impíos y los
justos. Pero el punto principal es el pecado
contra la justicia en la mente del pueblo de
Dios.
“En esta vida es donde debemos separarnos
del pecado por la fe en la sangre expiatoria de
Cristo. Nuestro amado Salvador nos invita a
que nos unamos a él, a que unamos nuestra
flaqueza con su fortaleza, nuestra ignorancia
con su sabiduría, nuestra indignidad con sus
méritos.” (Página 681). Leamos algunas citas
con relación a esta verdad: “Engañoso es el
corazón más que todas las cosas, y perverso,
¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9).
Siempre que Dios señala nuestro pecado,
¿cuál es la primera reacción? Defensa
personal. Esto muestra que no reconocemos a
nuestro verdadero enemigo. “No nos conviene
dejarnos llevar del enojo con motivo de algún
agravio real o supuesto que se nos haya hecho.
El enemigo a quien más hemos de temer es el
yo. Ninguna forma de vicio es tan funesta para
el carácter como la pasión humana no
refrenada por el Espíritu Santo. Ninguna
victoria que podamos ganar es tan preciosa
como la victoria sobre nosotros mismos” (El
Ministerio de Curación, página 386).
Cuando miramos el Armagedón como una
batalla entre nosotros y el mundo impío a
nuestro alrededor, ciertamente no estaremos
en el lugar correcto en esta batalla. Porque
intentaremos siempre en protegernos y
escudarnos nosotros mismos de todas las
cosas, de todos los demás, y no estaremos
preparados para esta última batalla. Se
concede este tiempo de prueba para que cada
uno se prepare para ella. Volvamos al libro El
Conflicto de los Siglos, páginas 680 y 681.
“Sucede muchas veces que los peligros que
se esperan no resultan tan grandes como uno
se los había imaginado; pero éste no es el caso
respecto de la crisis que nos espera. La
imaginación más fecunda no alcanza a darse
cuenta de la magnitud de tan dolorosa prueba.
En aquel tiempo de tribulación, cada alma
deberá sostenerse por sí sola ante Dios. ‘Si
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Noé, Daniel y Job estuvieren’ en el país, ‘!
vivo yo! dice Jehová el Señor, que ni a hijo ni
a hija podrán ellos librar por su justicia; tanto
sólo a sus propias almas librarán’ (Ezequiel
14:20, V.M.).
“Ahora, mientras que nuestro gran Sumo
Sacerdote está haciendo propiciación por
nosotros, debemos tratar de llegar a la
perfección en Cristo. Nuestro Salvador no
pudo ser inducido a ceder a la tentación ni
siquiera en pensamiento. Satanás encuentra en
los corazones humanos algún asidero en que
hacerse firme; es tal vez algún deseo
pecaminoso que se acaricia, por medio del
cual la tentación se fortalece. Pero Cristo
declaró al hablar de sí mismo: ‘Viene el
príncipe de este mundo; mas no tiene nada en
mí’(Juan 14:30). Satanás no pudo encontrar
nada en el Hijo de Dios que le permitiese
ganar la victoria. Cristo guardó los
mandamientos de su Padre y no hubo en él
ningún pecado de que Satanás pudiese sacar
ventaja. Esa es la condición en que deben
encontrarse los que han de poder subsistir en
el tiempo de angustia.”
¿Podemos entender ahora qué es la batalla
de Armagedón? Es una batalla que se pelea en
la mente, donde cada pensamiento
pecaminoso tiene que ser expulsado
completamente. Si se acaricia el pecado más
pequeño, Satanás ganará ventaja y nos
vencerá. Es muy difícil en ese momento
asegurar absolutamente que ningún
pensamiento ni la menor duda se le den a
Satanás. Satanás nos ha entrenado en muchos
malos hábitos y maneras, que es grande la
obra para llegar al nivel de estar preparados
para entrar en esa batalla de Armagedón. Pero
la obra puede ser hecha todavía. Sólo se
necesita qué es lo que se debe hacer,
efectuarlo y Jesús nos ayudará. “Ahora,
mientras que nuestro gran Sumo Sacerdote
está haciendo propiciación por nosotros,
debemos tratar de llegar a la perfección en
Cristo.”

¿Qué significa esto? No rendirnos ni
siquiera en un solo pensamiento al poder de la
tentación. Con frecuencia nos tranquilizamos
nosotros mismos al decir que incurrimos
solamente en pensamiento, no en el acto
pecaminoso todavía. Por lo tanto, no es
completamente malo. Pero recuérdese que
Dios lee nuestros pensamientos como un libro
abierto. Imagine que usted tuviera un
altoparlante en su cabeza hablando
constantemente lo que piensa, ¿le gustaría
eso? Para Dios eso no es nada extraño, porque
conoce nuestros pensamientos como si los
habláramos. Para El estos pensamientos son
como hechos definitivos, como si los
hubiéramos llevado a cabo. ¿Cómo puede
Satanás alcanzar nuestros pensamientos si no
puede leerlos? ¿Cómo puede tomar ventaja de
ellos? Debido a que él puede leer nuestro
semblante no lo traicionamos fácilmente. A
causa de que los pensamientos abren la puerta
a sus tentaciones a los que no verá exacta e
inmediatamente, ellos se manifestarán por una
u otra circunstancia de nuestra vida. Los
invito a leer el Comentario Bíblico tomo 7-A,
página 327.3.
“¿Querrán tomar en cuenta los hombres y
las mujeres cómo considera Dios a las
criaturas que ha creado? El formó la mente del
hombre. No producimos un solo pensamiento
noble que no derive de él. El conoce todos los
procesos misteriosos de la mente humana,
porque ¿acaso no la hizo? Dios comprende
que el pecado ha rebajado y degrado al
hombre, pero contempla con misericordia y
compasión, porque ve que Satanás lo tiene en
su poder. El intelecto, ennoblecido,
purificado, orientado hacia el cielo, es el
poder universal para vigorizar el reino de
Dios. El intelecto pervertido tiene
exactamente la influencia opuesta: es
corruptor del poder humano, confiado para ser
multiplicado mediante ferviente trabajo para
bien. Engaña y destruye. Dios ha dado
suficientes cualidades a los hombres para
hacerlos capaces y sabios, para llevar adelante
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y representar con gracia y fortaleza las
admirables obras del Señor delante de todos
los que lo aman y guardan sus mandamientos.
Satanás no puede tocar la mente o el intelecto,
a menos que se lo entreguemos. El diablo
usará vuestra mente si se la entregáis.”
Satanás se regocija cuando algunos
permiten que tenga acceso a la mente. Quiero
señalar al hombre en la sinagoga de
Capernaúm. ¿Cuál fue el curso secreto del
problema del hombre? Era un vicio que
acariciaba continuamente, hasta que su mente
se confundió tanto que no pudo regresar más.
Esto no lo puede controlar Satanás a menos
que se le entregue. Este último conflicto será
una prueba para la mente. Golpeará la mente
de los hombres, a menos que estemos
preparados para él. Necesitamos entender que
la batalla de Armagedón será librada dentro de
nosotros. Al enemigo que más debemos temer
es nuestro corazón perverso, que es engañoso
sobre todas las cosas. Si el intelecto
ennoblecido, purificado, edifica el reino de
Dios, ¿qué es lo que el intelecto pervertido
hace? Actuará contrario a la edificación del
reino de Dios en todas las formas, sea que lo
sepamos o no. El intelecto pervertido engaña
y destruye.
Para entender un poco mejor de este
constante conflicto, necesitamos regresar a la
pregunta de cómo Dios hizo al hombre y de
dónde proviene. Necesitamos ver que hay
tremendas diferencias entre la mente humana
y la mente de las criaturas irracionales. En el
último estudio citamos varias declaraciones
que hacían esto bastante claro, y podríamos
añadir otras. En Salmo 32:9: “No seáis como
el caballo, o como el mulo, sin entendimiento,
que han de ser sujetados con cabestro y con
freno”. ¿Qué no tienen las bestias?
Entendimiento o razón. Por supuesto que hay
algunos animales inteligentes y lo vemos
también en la Palabra de Dios. Por ejemplo en
el asna de Balaam, que pudo reconocer al
ángel de Dios y fue más sabia que su jinete. El

hombre con frecuencia se degrada tanto que es
más torpe que el reino animal.
Nosotros fuimos formados a la imagen de
Dios. Esta es la gran verdad y no sólo es algo
que nosotros debemos aceptar teóricamente
sino experimentarlo. Lo ilustramos en el
diagrama. Tenemos instintos en nuestra
naturaleza humana y tenemos poderes
racionales en la naturaleza humana. Cuando
comparamos a los animales con el ser humano
vemos que los animales tienen instintos, pero
no tienen poderes racionales. El animal es
guiado por sus instintos y esos instintos fueron
dados por Dios, y en el animal esto es
totalmente normal. Estos instintos han sido
divinamente destinados y conducidos para
hacer la cosa correcta o para hacer lo que ha
de ser hecho en naturaleza, a menos que el
hombre lo entrene para hacer lo malo. En el
hombre los instintos no son los factores que
deciden sino los poderes de la razón que
nosotros llamamos los atributos divinos.
Somos hechos a la imagen de Dios y tenemos
la habilidad para controlar nuestros instintos y
dirigirlos con los poderes de la razón y no
permitir que ellos nos gobiernen.
Otro factor que hace esto claro es la cita en
la Biblia que el hombre gobernará sobre todo
animal en el mar y en el aire. El hombre ha de
enseñorearse sobre el reino animal que
significa no sólo en el reino animal por fuera
sino en el reino animal dentro de él, que es la
función de los instintos. Este es el orden que
Dios designó al hombre y esto lo hace
conforme a la imagen de Dios.
ESTUDIO 3
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El propósito de Dios con la familia
La primera pregunta realmente es: ¿Cuál es
el propósito de Dios para la familia? Leamos
en el libro de la creación, Génesis 1:26-28.
“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a
nuestra imagen, conforme a nuestra
semejanza; y señoree en los peces del mar, en
las aves de los cielos, en las bestias, en toda la
tierra, y en todo animal que se arrastra sobre
la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a
imagen de Dios los creó; varón y hembra los
creó. Y los bendijo Dios, y les dijo:
Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y
sojuzgadla, y señoread en los peces del mar,
en las aves de los cielos, y en todas las bestias
que se mueven sobre la tierra.”
Este es un breve relato de la creación del
hombre donde se define el propósito que Dios
tiene para la creación, y en estos pasajes
hallamos las siguientes razones por las que
Dios creó a la raza humana:
1. Fue creada a la imagen de Dios.
2. Debía poblar la tierra.
3. Debía gobernar la tierra.
Estas son las tres razones que se dan para la
creación del hombre. Estas razones están
juntas, no son entidades separadas, y se deben
estudiar en el contexto. Primero que todo el
hombre fue creado a la imagen de Dios para
poblar la tierra y gobernarla. La declaración
“fructificad y multiplicaos” es solo la
declaración de llenar la tierra. Pero para que el
hombre pudiera llenar la tierra él debía
fructificarla y multiplicarla. ¿Cuándo llena
Usted algo? Por ejemplo, Usted tiene en la
despensa cierta cantidad de alimento y cuando
está vacía tiene que llenarla otra vez. Cuando
el tanque del carro esta vacío tiene que
llenarse con nuevo combustible.
Igualmente, el propósito de Dios era que el
hombre debía poblar la tierra y debía
obedecer. En esta tierra nada había, es verdad,
pero existía algo anteriormente. Estaban los

ángeles que dejaron su lugar para estar en un
lugar perdido del universo. Tiene que
comprenderse que esta tierra no es más que
una parte del universo, es una parte de todo el
sistema. Cuando Dios puso algo en el universo
realmente estaba llenando el universo. De esta
forma, creó al hombre para diera
cumplimiento a ese propósito y tenía que
llenar los lugares vacíos que se produjeron.
Tenemos una declaración de Elena White a
este respecto. El hombre fue creado a la
imagen de Dios para repoblar el cielo y la
tierra. Ahora pensemos un poco para ver en
cuál contexto esta repoblación sería gobernada
por la imagen de Dios. Para que la raza
humana pudiera llenar los lugares vacíos, el
hombre debía ser creado a la imagen de Dios,
y debía también gobernar al reino animal. Lo
que esto realmente significa, lo entenderemos
durante estas reuniones. Hay un profundo
significado en el hecho de que el hombre
debía gobernar al reino animal. ¿En cuáles
maneras el hombre fue creado a la imagen de
Dios?
Hay tres áreas:
1. Mental
2. Física
3. Moral
En todas esta áreas el hombre debía ser
semejante a Dios. Leamos en el libro La
Educación, página 17: “Creados para ser la
‘imagen y gloria de Dios’ (2 Corintios 11:7)
Adán y Eva habían recibido capacidades
dignas de su elevado destino. De formas
graciosas y simétricas, de rasgos regulares y
hermosos, de rostros que irradiaban los
colores de la salud, la luz del gozo y la
esperanza, eran en su aspecto exterior, la
imagen de su Hacedor. Esta semejanza no se
manifestaba solamente en su naturaleza física.
Todas las facultades de la mente y el alma
reflejaban la gloria del Creador”.
Ella habla de la naturaleza física. ¿Y qué es
lo que ella menciona especialmente? “De
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formas graciosas y simétricas, de rasgos
regulares y hermosos, de rostros que
irradiaban los colores de la salud, la luz del
gozo y la esperanza.” Usted sabe que cuando
pensamos en la apariencia externa, sea que
uno piense o camine dando vueltas todo el día,
quizás pensamos en la salud. Pero piense en
esto, o usted representa a Dios o no lo
representa. Después quisiera que realmente
entendiéramos qué representamos en los
movimientos que hacemos durante el día.
Cuando somos hechos a la imagen de Dios
nuestra forma es graciosa y simétrica, regular
y de rasgos hermosos. Ahora, ¿qué del
semblante? Algunos rostros manifiestan
penas, ansiedades, tristezas o cualquier otra
cosa, otros gozo y esperanza. ¿Y qué de la
imagen de Dios?
Recuérdese que estamos aquí porque
hemos sido hechos a la imagen de nuestro
Creador. Aun nuestro semblante y nuestra
postura tienen un propósito. Y “...de rostros
que irradiaban los colores de la salud, la luz
del gozo y la esperanza.” Aquí hay otro punto
que es la salud. “...eran en su aspecto exterior,
la imagen de su Hacedor. Pero no se
manifestaba solamente en su naturaleza física.
Todas las facultades de la mente y el alma
reflejaban la gloria del Creador.”
Ella menciona: “Todas las facultades de la
mente y el alma reflejaban la gloria del
Creador. Adán y Eva, dotados de dones
mentales y espirituales superiores, fueron
creados en una condición ‘un poco inferior a
los ángeles’ (Hebreos 2:7), a fin de que no
discerniesen solamente las maravillas del
universo visible, sino que comprendieran las
obligaciones y responsabilidades morales”.
¿Cuál es el contexto de la semejanza mental
conforme a la imagen de Dios? ¿Cómo somos
en el área mental conforme a la imagen de
Dios? Un poquito menor que los ángeles.
¿Qué es lo que realmente hace la imagen de
Dios en la mente? Es la habilidad para
discernir las maravillas del universo visible.
Esto nos hace a la imagen de Dios. Si en

cambio descuidamos entender el universo a
nuestro derredor, no cumpliremos nuestro
propósito. Primero que todo nuestras
capacidades mentales se nos dieron para
comprender las responsabilidades y privilegio de relacionarse íntimamente, cara a
obligaciones.
¿Cuáles son las responsabilidades y
obligaciones morales? Responsabilidades y
obligaciones morales son las decisiones que
hacemos. Sea que deseemos seguir la voluntad
de Dios o decidamos seguir la voluntad de
otro. Esta es una obligación moral. La
naturaleza moral del hombre es realmente
aquella que es capaz de seguir la voluntad de
Dios. En esta área nosotros somos a la imagen
de Dios. Así, el aspecto mental y moral
pertenecen a la misma cosa y están muy cerca
la una de la otra. Sin la facultad mental no
tenemos la naturaleza mental adecuada. Pero
esto lo entenderemos mejor a medida que
avancemos en los estudios. Deseo hacer este
punto bien claro. Primero que todo, hemos
sido hechos conforme a la imagen de Dios, en
mente, cuerpo y naturaleza moral. Esta
experiencia del desarrollo del cuerpo, mente y
espíritu que es la experiencia de ser hechos a
la imagen de Dios, debía crecer
constantemente. Así leemos en las páginas 12
y 13: “Cuando Adán salió de las manos del
Creador, llevaba en su naturaleza física,
mental y espiritual, la semejanza de su
Hacedor. ‘Creó Dios al hombre a su imagen’
(Génesis 1:27), con el propósito de que,
cuanto más viviera, más plenamente revelara
esa imagen –más plenamente reflejara la
gloria del Creador”. No era solamente un
asunto de crear al hombre a la imagen de Dios
y dejarlo así, sino que debía crecer
constantemente. Cuanto más plenamente
reflejara esa imagen, tanto más reflejaría la
gloria del Creador. Así, el propósito es crecer
constantemente en cuerpo, mente y espíritu.
“Todas sus facultades eran susceptibles de
desarrollo; su capacidad y vigor debían
aumentar continuamente. Vasta era la esfera
que se ofrecía a su actividad, glorioso el
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campo abierto a su investigación. Los
misterios del universo visible –‘las obras de
Aquel que es perfecto en saber’ (Job 37:16)--,
invitaban al hombre a estudiar. Tenía el alto
cara, con su Hacedor. Si hubiese permanecido
leal a Dios, todo esto le hubiera pertenecido
para siempre. A través de los siglos eternos,
hubiera seguido adquiriendo nuevos tesoros de
conocimiento, descubriendo nuevos
manantiales de felicidad y obteniendo
conceptos cada vez más claros de la sabiduría
del poder y del amor de Dios. Habría
cumplido cada vez más cabalmente el objeto
de su creación; habría reflejado cada vez más
plenamente la gloria del Creador.”
¿Cuál es realmente la gloria del Creador en
esencia? Su carácter. Podríamos decir que es
su apariencia externa y sabiduría, pero en
esencia es su carácter, que es el fundamento
de su sabiduría y gloria externas también.
¿Cuál era el destino del hombre? Era reflejar
más plenamente el carácter de su Hacedor.
Ahora, comprendemos que Dios necesita una
demostración de su carácter ante el universo
debido a la apostasía de Lucifer, y el destino
del hombre era revelarlo, no sólo en su
apariencia física, sino también en sus poderes
mentales y en su capacidad moral. El
propósito fue que revelara el carácter de Dios.
“Pero por su desobediencia perdió todo
esto. El pecado mancilló y casi borró la
semejanza divina. Las facultades físicas del
hombre se debilitaron, su capacidad mental
disminuyó, su visión espiritual se oscureció.
Quedó sujeto a la muerte. No obstante, la
especie humana no fue dejada sin esperanza.
Con infinito amor y misericordia había sido
trazado el plan de salvación y se le otorgaba
una vida de prueba. La obra de la redención
debía restaurar en el hombre la imagen de su
Hacedor, hacerlo volver a la perfección con
que había sido creado, promover el desarrollo
del cuerpo, la mente y el alma, a fin de que se
llevase a cabo el propósito divino de su

creación. Este es el objeto de la educación, el
gran objeto de la vida.”
En otras palabras, ¿qué es objeto?
Propósito. ¿Cuál es el gran propósito de la
vida? Ser a la imagen de Dios en cuerpo,
mente y espíritu. Restaurar al hombre a su
imagen y la perfección original en la que fue
creado es realmente el propósito básico que
Dios tiene para la familia humana.
Necesitamos entender esto muy claramente.
Leamos otras declaraciones que nos hacen
pensar en lo que es el propósito de Dios. Hay
una declaración en el Ministerio de Curación,
página 323: “Sobre todos los órdenes
inferiores de los seres, Dios dispuso que el
hombre, corona de su creación, expresara el
pensamiento divino y revelara la gloria de su
Dios”. Entonces, ¿cuál es el destino del
hombre y para qué fue creado? Para que
expresara su pensamiento y revelara su gloria.
Este es un gran privilegio, ¿verdad? Cuando
estudiamos nuestra naturaleza física, cuando
estudiamos nuestra mente, cuando estudiamos
nuestra naturaleza moral, ciertamente estamos
siguiendo los pensamientos de nuestro
Hacedor. Comenzamos a comprender cómo
piensa El, y ese es un gran privilegio. Nos está
dando un libro abierto en su carácter, un libro
abierto en su mente, para que podamos
comprenderlo y familiarizarnos con El. Ese es
el estudio del cuerpo y alma de la raza
humana. Pero hay mucho más para esto. Por
supuesto, Satanás desea destruir en el hombre
esta imagen modelo, y necesitamos verlo muy
claramente.
Ahora leemos en el libro Medical Ministry,
página 221: “Desde el primer destello de la
razón, la mente humana debía llegar a ser
inteligente con relación a la estructura física.
Aquí Jehová estaba dando una muestra de sí
mismo; porque el hombre fue hecho a imagen
de Dios. La obra resuelta de Satanás es
destruir la imagen moral de Dios en el
hombre. Haría de la inteligencia del hombre,
que es el don más alto y noble, la agencia más
10
destructora para contaminar con pecado todo
lo que tocara”.
Necesitamos entender que hay una batalla
en acción y, por una parte, es el propósito de
Dios revelar su pensamiento, revelar su
carácter a través de este ser humano y a través
de la familia. Por otra parte, Satanás desea
destruir la imagen de Dios en el hombre. Estos
son los dos poderes antagónicos que luchan el
uno contra el otro. ¿Dónde es que Satanás más
ataca? “El haría de la inteligencia del
hombre ..., la agencia más destructora para
contaminar con pecado todo lo que tocará”.
Especialmente la inteligencia, que es la mente,
y hacer que contamine todo lo que alcance.
Esta es la batalla que se está desarrollando.
El campo de esta batalla la estudiaremos en
este campamento. Es un campo de batalla real
el que se menciona aquí. La pregunta es,
¿tenemos la imagen de Dios, o esta imagen ha
sido destruida? Es una cuestión que concierne
nuestro propósito y nuestro destino. Para
entender este asunto del gran conflicto,
necesitamos expandirnos un poco en las
teorías de los hombres como opuestas a los
registros de Dios en el libro de la creación.
Usted sabe que una de las teorías más
populares es la evolución. Nos inclinamos a
pensar que el asunto de la evolución es un
asunto de juego intelectual, pero hay un
profundo aspecto moral en este asunto. Hay
una decisión profunda, sea que creamos en la
evolución o en la creación. No es solamente
seguir una cierta teoría, tiene en sí un aspecto
práctico en nuestra vida. Veremos lo que la
hermana White dice en Patriarcas y Profetas,
páginas 24 y 25.
“Una vez creada la tierra con su abundante
vida vegetal y animal, fue introducido en el
escenario el hombre, corona de la creación
para quien la hermosa tierra había sido
aparejada. A él se le dio dominio sobre todo lo
que sus ojos pudiesen mirar; pues, ‘dijo Dios:
Hagamos al hombre a nuestra imagen,
conforme a nuestra semejanza; y señoree ... en
toda la tierra. Y crió Dios al hombre a su

imagen, ... varón y hembra los crió” (Génesis
1:26, 27).
“Aquí se expone con claridad el origen de la
raza humana; y el relato divino está tan
claramente narrado que no da lugar a
conclusiones erróneas. Dios creó al hombre
conforme a su propia imagen. No hay en esto
misterio. No existe fundamento alguno para la
suposición de que el hombre llegó a existir
mediante un lento proceso evolutivo de las
formas bajas de la vida animal o vegetal.
Tales enseñanzas rebajan la obra sublime del
Creador al nivel de las mezquinas y terrenales
concepciones humanas. Los hombres están tan
resueltos a excluir a Dios de la soberanía del
universo que rebajan al hombre y le privan de
la dignidad de su origen. El que colocó los
mundos estrellados en la altura y coloreó con
delicada maestría las flores del campo, el que
llenó la tierra y los cielos con las maravillas
de su potencia, cuando quiso coronar su
gloriosa obra, colocando a alguien para regir
la hermosa tierra, supo crear un ser digno de
las manos que le dieron vida. La genealogía
de nuestro linaje, como ha sido revelada, no
hace remontar su origen a una serie de
gérmenes, moluscos o cuadrúpedos, sino al
gran Creador. Aunque Adán fue formado del
polvo, era el ‘hijo de Dios’ (Lucas 3:38,
V.M.).”
Lo que la hermana White realmente enfatiza
aquí es el hecho que Dios hizo al hombre
conforme a su propia imagen, como contrario
al hombre desarrollado de las plantas y del
reino animal. Allí están los dos conceptos: o
nosotros somos del reino animal o somos de la
imagen de Dios. Esta es una realidad que tiene
que ver con nuestro poder intelectual. Una
realidad que tiene que ver con nuestra
naturaleza humana. La función que
desempeña nuestra conducta humana presente
depende de donde nosotros venimos. Quiero
ilustrar esto un poco. Por ejemplo, algunos de
ustedes provienen de diferentes países.
Tomemos un país antiguo, digamos que
Rumania. Así, usted representa ese país, viene
11
de allá, y no puede negar de donde viene. El
idioma lo declara, la conducta lo declara y aun
los sentimientos lo declaran. Por supuesto,
usted desea representar su país
apropiadamente. Esas son las bases de donde
usted viene.
Tomemos esto más de cerca. Nosotros
como un movimiento sabático, venimos del
mensaje de la justificación por la fe, y ésta es
nuestra base y nuestro fundamento. Cualquier
cosa que edifiquemos hoy tiene que ser
edificada sobre ese fundamento. En otras
palabras, regresamos siempre a ese
fundamento, porque es nuestra herencia,
nuestra naturaleza y eso es lo que creemos y
deseamos creer. Usted puede decir, el
comienzo del movimiento está diseñado para
el crecimiento futuro. Si un movimiento
comienza en legalismo entonces crece en
legalismo. Si un movimiento comienza en la
justificación por la fe, crecerá en la
justificación por la fe. Si un movimiento
comienza en historia, crecerá en historia. Si
comienza en profecía, él crecerá en esa
dirección. Miraremos siempre atrás la estirpe
de donde venimos. Por supuesto, es muy
importante el credo en lo cual está formado
todo nuestro desarrollo.
Yo quiero regresar ahora para aplicar esto a
la cuestión de si somos de la imagen de Dios o
somos del reino animal. Si fuéramos del reino
animal, entonces tendríamos que conocer que
hay ciertas propensiones animales que están
en la naturaleza humana a las que
regresaremos vez tras vez.
Yo hice un diagrama para ilustrarlo. Esto es
evolución, esto es la naturaleza humana, y de
acuerdo a las ideas del entender humano de la
naturaleza animal, tenemos que entender que
los hombres creen que la naturaleza animal en
nosotros, o las propensiones animales en
nosotros, gobiernan sobre toda la naturaleza y
consecuentemente sobre los atributos divinos.
Tal creencia nos enseña con claridad que los
atributos divinos nunca pueden gobernar en la
raza humana. ¿Y por qué no? Porque venimos

del animal, y puesto que venimos del animal
naturalmente nos comportamos de conforme a
los instintos, propensiones y pasiones
animales. A estas pasiones animales se les ha
dado una función prominente. De hecho, los
hombres hoy enseñan que nosotros tenemos
que ejercitar las propensiones animales para
poder tener salud. Estas son las filosofías de
los hombres provenientes de las enseñanzas de
la evolución. ¿Pueden ver esto? Por otra parte,
permítanme usar esta ilustración ahora. El
concepto de la creación observa también la
naturaleza humana, y aquí pensamos en que
los atributos divinos están todavía en la
naturaleza y en todo ser humano aunque no
seamos cristianos. Que aunque seamos
esclavos del apetito hay algunos atributos
restantes de Dios. Tenemos que admitir esto y
creo en que se acepte. Ahora, estos atributos
divinos de los propósitos de Dios deben
gobernar sobre cualquier pasión animal que
haya allí.
¿Cuál fue el propósito de Dios en la
creación del hombre? ¿En qué manera lo hizo
conforme a su imagen? Lo creó para que
gobernara sobre los animales. Esto no
significa que debía gobernar sobre los
animales como eran ellos allá, sino también
gobernar sobre los animales como son hoy. El
propósito de Dios en el comienzo era que
gobernara sobre todos los animales. Esto
significa también gobernar sobre todas las
pasiones animales. Tenemos que comprender
que el hombre fue hecho conforme a la
imagen de Dios, y entonces podemos
comprender verdaderamente este punto.
Volvamos a algunas declaraciones del
Espíritu de Profecía, para ver que la hermana
White muestra vez tras vez que la controversia
es entre dos poderes en la naturaleza humana,
y éstos son los altos poderes de la razón por
una parte y las propensiones animales por la
otra. Leamos en El Hogar Cristiano, página
112. “Las pasiones inferiores tienen su sede en
el cuerpo y obran por su medio. Las palabras
‘carne’, ‘carnal’, o ‘concupiscencias carnales’
12
abarcan la naturaleza inferior y corrupta; por
sí misma la carne no puede obrar contra la
voluntad de Dios. Se nos ordena que
crucifiquemos la carne, con los afectos y las
concupiscencias. ¿Cómo lo haremos?
¿Infligiremos dolor al cuerpo? No, pero
daremos muerte a la tentación a pecar. Debe
expulsarse el pensamiento corrompido.”
¿Cómo crucificamos nosotros la carne en la
práctica? Dice: “Debe expulsarse el
pensamiento corrompido”. Así es como se
crucifica la carne. Hallo esto muy interesante,
porque en la historia se encuentra cómo la
gente puso la carne en penas con el fin de
superar las bajas pasiones, pero en vano.
Usted no puede hacerlo de esa manera. Los
pensamientos corruptos tienen que ser
expulsados. En otras palabras, ha de haber
verdadera santidad en el pensamiento.
Continuemos leyendo: “Todo intento debe
someterse al cautiverio de Jesucristo. Todas
las propensiones animales deben sujetarse a
las facultades superiores del alma. El amor de
Dios debe reinar supremo; Cristo debe ocupar
un trono indiviso. Nuestros cuerpos deben ser
considerados como su posesión adquirida.
Los miembros del cuerpo han de llegar a ser
los instrumentos de la justicia”. Aquí hay
diferentes ideas que necesitamos tocar muy de
cerca en el trascurso de este estudio. Primero
que todo habla de la expulsión de los
pensamientos corruptos, y luego habla de
traer todo pensamiento en cautividad a
Cristo.
Lo que hemos aprendido en este Evangelio
es que hay siempre dos trabajos completos:
primero hay una limpieza y luego el
henchimiento del vacío después que hemos
sido limpiados. Exactamente eso es lo que
hemos descrito aquí, primero, la expulsión de
los pensamientos corruptos, y segundo, debe
ocuparse el espacio con los pensamientos de
obediencia o sometimiento a la cautividad de
Cristo. “Todas las propensiones animales
deben sujetarse a las facultades superiores del
alma.” Aquí tenemos dos fuerzas, por una

parte las propensiones animales y, por otra
parte, las facultades superiores del alma.
Regresemos otra vez a la ilustración. Los
atributos divinos son las facultades superiores
del alma y luego tenemos las propensiones
animales. Las facultades superiores del alma
han de gobernar sobre las propensiones
animales. Este es el propósito de Dios para el
hombre y así es como debe ser conforme a la
imagen de Dios. “Nuestros cuerpos deben ser
considerados como su posesión adquirida. Los
miembros del cuerpo han de llegar a ser los
instrumentos de la justicia.”
Esta es una declaración importante que nos
revela la batalla que se está desarrollando
entre el bien y el mal. Ahora volvamos a otra
declaración. Aquí hallamos una declaración en
el libro de la Conducción del Niño, página
414, y habla del hecho de que las
propensiones animales son heredadas.
“Los padres generalmente no sospechan que
sus hijos entienden algo de este vicio. En
muchísimos casos, los padres son los
verdaderos pecadores. Han abusado de sus
franquicias matrimoniales y debido a su
complacencia han fortalecido sus pasiones
animales. Y al fortalecerse éstas, las
facultades morales e intelectuales se han
debilitado. Lo espiritual ha sido dominado por
lo brutal. Los hijos nacen con las propensiones
animales grandemente magnificadas, han
recibido el propio sello del carácter de sus
padres ... Los hijos nacidos de estos padres
casi invariablemente están inclinados a los
hábitos repugnantes del vicio secreto ... Los
pecados de los padres serán visitados sobre
sus hijos porque los padres les han dado el
sello de sus propias propensiones
concupiscentes.”
Aquí otra vez habla del dominio propio que
parece haberse perdido. “Algunos reconocerán
el mal de las prácticas pecaminosas, y, sin
embargo, se disculparán diciendo que no
pueden vencer sus pasiones. Esta es una
admisión terrible de parte de una persona que
lleva el nombre de Cristo. ‘Apártese de
13
iniquidad todo aquel que invoca el nombre de
Cristo’ (2 Timoteo 2:19). ¿Por qué existe esta
debilidad? Es porque las propensiones
animales han sido fortalecidas por el
ejercicio, hasta que han prevalecido sobre las
facultades superiores. A los hombres y
mujeres les faltan principios. Están muriendo
espiritualmente porque han condescendido
durante tanto tiempo con sus apetitos naturales
que su dominio propio parece haber
desaparecido. Las pasiones inferiores de su
naturaleza han empuñado las riendas, y la que
debiera ser la facultad dominante se ha
convertido en la sierva de la pasión corrupta.
Se mantiene al alma en la servidumbre más
abyecta. La sensualidad ha apagado el deseo
de santidad y ha agotado la prosperidad
espiritual.” (Id., 419, 420).
Así, usted puede ver con claridad que,
especialmente en estos últimos días,
necesitamos tener un poder grande para
desechar estas cosas. Permanece la pregunta:
¿Es el hombre de la imagen de Dios o es del
reino animal? Esta es la controversia, la
controversia entre la evolución y la creación.
Este asunto se ha de decidir en nuestras
propias vidas, no es sólo una teoría. Es una
experiencia práctica en la vida diaria. Cuando
nos preguntamos sobre qué es lo que fortalece
las pasiones animales, tenemos que ver
claramente que es la indulgencia en el apetito.
La hermana Elena escribe repetidas veces
sobre este asunto. Lo leeremos después, pero
ahora leamos sólo una declaración aquí.
Consejos Sobre el Régimen Alimenticio,
página 73.
“El comer en exceso de la mejor clase de
alimentos producirá una condición mórbida en
los sentimientos morales. Y si el alimento no
es el más saludable, los efectos serán aún más
perjudiciales. Cualquier hábito que no
promueva una acción saludable en el
organismo humano, degrada las facultades
más elevadas y más nobles. Los hábitos
erróneos en el comer y beber conducen a
yerros en el pensamiento y la acción. La

complacencia del apetito fortalece las
propensiones animales, dándoles el
predominio sobre las facultades de la mente y
el espíritu”
Usted comprenderá por qué Adán cayó en
el apetito, y por qué Cristo tuvo que venir a
ese mismo punto del apetito para traer al
hombre de regreso a su estado original.
ESTUDIO 4
Los sentimientos
Quiero leer solamente una cita concerniente
a los sentimientos del libro El Hogar
Cristiano, páginas 42 y 43:
“La imaginación y el amor sentimental
enfermizos deben evitarse como una lepra.
Muchísimos jóvenes, hombres y mujeres,
carecen de virtud en esta época del mundo;
por lo tanto se requiere mucha cautela ... Los
que hayan conservado un carácter virtuoso
pueden tener verdadero valor moral, aunque
carezcan de otras cualidades deseables.
“Hay personas que durante cierto tiempo
profesaron la religión; y sin embargo, estaban
realmente apartadas de Dios e insensibles a la
voz de la conciencia. Son vanas y triviales, su
conversación es de baja índole. El galanteo y
el casamiento ocupan su mente, con exclusión
de los pensamientos más nobles y superiores.
“Los jóvenes están hechizados por su
obsesión del galanteo y del casamiento.
Prevalece un sentimentalismo amoroso
enfermizo. Se necesita mucha vigilancia y
tacto para proteger de estas malas influencias
a la juventud.”
2 Corintios 10:5. “... llevando cautivo todo
pensamiento a la obediencia a Cristo.”
Regresemos otra vez a nuestro tema sobre el
propósito de Dios para con la familia.
Deseamos entender más claramente para qué
estamos en esta tierra y cuál es el propósito de
14
Dios para nosotros, y lo que desea hacer por
nosotros y en nosotros, especialmente en el
contexto de la familia que es de importancia
especial hoy. Volvamos a una declaración en
Testimonies, tomo 3, páginas 561 y 562:
“Satanás vino al hombre así como vino a
Cristo con todo su poder y tentaciones para
satisfacer el apetito. El conoce bien su poder
para vencer a los hombres sobre este punto.
Venció a Adán y a Eva con el apetito y ellos
perdieron su feliz hogar. Qué cúmulo de
miserias y crímenes han llenado el mundo
como consecuencia de la caída de Adán.”
Cuando la hermana Elena habla de miserias
pienso que sabemos lo que es eso. Miserias
son enfermedad, pobreza, etc., ¿pero qué es
crimen? Cuando ella usa la palabra crimen no
se refiere al término moderno. Hoy crimen es
asesinato, hurto y por supuesto eso está
incluido, pero es más que eso. Crimen en los
escritos del Espíritu de Profecía incluye todo
lo que se hace contra nuestro cuerpo. Esto es
lo que la hermana White considera crimen.
Ella describe también crimen lo expresado en
emociones en nuestra propia mente y en la
mente de otros. Por ejemplo, considera un
crimen si una persona juega con las emociones
de otro, lo cual hoy la gente no lo considera
como crimen. El significado de la palabra
crimen tenemos que verlo en el contexto de
los escritos de la hermana White. “¿Qué
cúmulo de miserias y crímenes han llenado el
mundo como consecuencia de la caída de
Adán? Ciudades enteras han sido borradas de
la superficie de la tierra a causa de los
degradantes crímenes y violenta iniquidad que
ha hecho de ellas una mancha en el universo.”
¿Caerán en un colapso New York, los
Angeles, San Francisco, Johanesburg o
cualquier otra ciudad por esta causa? En cierto
tiempo hubo ciudades que fueron eliminadas.
Podemos mencionar algunas ciudades antiguas
y prósperas que fueron borradas del universo
como Sodoma y Gomorra, Babilonia, Jericó,
Jerusalén y Nínive. “La complacencia del
apetito fue el fundamento de todos esos

pecados. Por medio del apetito Satanás
controla el alma y el ser. Miles que pudieron
haber vivido mucho tiempo pasaron
prematuramente a sus tumbas y al descanso
físico, mental y moral. Ellos tuvieron buenas
fuerzas, pero sacrificaron todo a la
satisfacción del apetito permitiendo que las
riendas de la concupiscencia fueran puestas
sobre su cuello. Nuestro mundo es un hospital.
Estos hábitos están aumentado.”
El punto principal aquí en esta declaración
es la idea que la degeneración física es el
resultado de la debilidad moral. Usted puede
decir que la degeneración física es el resultado
cuando la mente no gobierna las propensiones
animales, y más bien las propensiones
gobiernan la mente. Todo es sacrificado por la
satisfacción del apetito. Vamos a una
declaración bíblica que hace el punto claro, y
es 2 Pedro 1:2-4. “Gracias y paz os sean
multiplicadas, en el conocimiento de Dios y
de nuestro Señor Jesús. Como todas las cosas
que pertenecen a la vida y a la piedad nos han
sido dadas por su divino poder, mediante el
conocimiento de aquel que nos llamó por su
gloria y excelencia, por medio de las cuales
nos ha dado preciosas y grandísimas
promesas, para que por ellas llegaseis a ser
participantes de la naturaleza divina, habiendo
huido de la corrupción que hay el mundo a
causa de la concupiscencia.”
Ahora, ¿Qué es el conocimiento de Dios?
¿Es saber la teoría del carácter de Dios? Esto
es una parte de ello, no hay duda de eso. Pero
es mucho más. El conocimiento de Dios
significa tener personalmente familiaridad con
El. Que sus pensamientos llenen nuestras
mentes y nuestros pensamientos estén en
cautividad y obediencia a Cristo. Este es el
conocimiento de Dios. Jesús tenía el
conocimiento de Dios. ¿Y cómo era su vida?
Moraba constantemente con Dios, su palabra y
su ley. Sus pensamientos revivían
constantemente en esto, y nunca permitió que
su mente trocara estos pensamientos por otra
cosa, sino que siempre había obediencia a
15
Dios. Dice: “El hacer tu voluntad, Dios mío,
me ha agradado. Y tu ley está en medio de mi
corazón” (Salmo 40:8). Este es el
conocimiento práctico de Dios. Es también
comprender que Dios es nuestro Padre y
nuestro Amigo, etc. “... para que por ellas
llegaseis a ser participantes de la naturaleza
divina, habiendo huido de la corrupción que
hay en el mundo a causa de la
concupiscencia.”
¿Qué traen las promesas a nosotros?
Primero que todo, nos hacen partícipes de la
naturaleza divina. Segundo, nos han hecho
escapar de la corrupción. ¿Qué clase de
corrupción? La corrupción que hay en el
mundo. ¿A través de qué es la corrupción en
el mundo? A través de la concupiscencia. Para
ella hay otra palabra, y es la propensión
animal gobernando sobre las facultades
superiores de la mente. Esto es lo que está
gobernando al mundo hoy. De esto debemos
escapar llegando a ser partícipes de la
naturaleza divina. La esencia del Evangelio es
la de darnos liberación de esto. Después que
usted comience a ver lo que Dios nos propone,
puede ver más claramente el gran conflicto, y
lo halla repetidas veces por todas partes en la
Biblia. En este contexto yo quiero hacerle
saber que los primeros escritos de la hermana
White con relación a la salud fueron acerca de
esta misma cosa que estamos estudiando en
este momento. Se encontraba en la mitad de
sus escritos acerca de la historia del gran
conflicto, un tema muy importante, pero
interrumpió ese trabajo, porque Dios le dio la
luz sobre este asunto y su primer libro sobre
salud fue Un Llamado a las Madres. Ella
escribe aquí acerca de cuán ciegas están las
madres. Les recomiendo la lectura de este
libro. Yo he hallado en él que estamos más
ciegos todavía de estas cosas que gobiernan al
mundo, y el resultado es el de no haber
batallado contra estas cosas con la suficiente
seriedad. Como resultado la obra no se ha
terminado, y como resultado nos hallamos en
la condición laodicense en alto grado. Como

resultado de esto muchas personas están
enfermas aun en medio de nosotros.
Necesitamos hacerle frente al hecho.
Que podamos ver el interés que el Dios
poderoso tiene en esto, y que lo
comprendamos claramente hoy. “... habiendo
huido de la corrupción que hay en el mundo a
causa de la concupiscencia.” Debiera decir
que debido a esto hay muchos entre nosotros
enfermos y es porque el mensaje de la
Conducción del Niño no ha obrado tampoco.
Esta es la causa profunda de esa falta de
experiencia. La siguiente declaración que
deseo leer se halla en The Review and Herald,
6 de noviembre, 1900:
“Con su propia vida Cristo ha comprado al
hombre, y le dio tiempo de gracia en el cual
obre su salvación. Dios solicita a sus hijos
vivir una vida pura y santa. Dio a su Hijo para
que podamos alcanzar esta norma. Hizo toda
provisión necesaria para capacitar al hombre
para vivir, no para la satisfacción animal,
semejante a las bestias que perecen, sino para
Dios y el cielo. Dios no se satisface cuando el
ser humano sólo vive una vida egoísta. Cristo
murió para que la imagen de Dios sea
restaurada en la humanidad, para que los
hombres y las mujeres sean participantes de la
naturaleza divina habiendo escapado de la
corrupción que hay en el mundo a causa de la
concupiscencia. No debemos usar ningún
poder de nuestro ser para la satisfacción
egoísta, porque todos nuestros poderes le
pertenecen, y han de ser usados para su gloria.
El que nada hace para glorificar a Dios fuera
mejor no haber nacido. Los que sólo viven
una vida animal están enseñando a otros por
ejemplo y doctrina, a dejar la eternidad por
fuera de sus cálculos” (RH 6-11-1900, parr.
8).
“La violación de una obligación moral por
el hombre mismo debe significar robar a Dios.
De este modo actuamos contrario a nuestros
más altos intereses, y fracasamos
completamente en representar a Dios. La
culpa de pasar por alto las leyes de la
16
naturaleza aparecerá en forma de
enfermedades, constituciones arruinadas, y
aun la misma muerte. Pero un ajuste será
también hecho por Dios. El guarda un registro
de toda obra, sea buena o mala, y en el día del
juicio todo hombre recibirá conforme a sus
obras. Toda violación de las leyes físicas de la
vida es una violación de las leyes de Dios; y el
castigo tiene que seguir a toda violación” (RH
6-11-1900 parr. 9). Esta afirmación hace claro
que el vivir la vida de los animales significa
enfermedad. Así se invita a la enfermedad.
Volvamos a las ideas de la evolución otra
vez. Cuando usted hoy tiene el privilegio de
mirar una película de la naturaleza es un
ejercicio totalmente inocente, ¿verdad? Mirar
películas sobre la naturaleza es maravilloso y
uno sólo mira animales. ¿Pero cuál es el tema
principal de la naturaleza en toda película? El
apareamiento de los animales. Y esa es una
película para verla con mucho cuidado.
Muchas de las películas de la naturaleza no
tienen que ver con esto. Pero en ellas está la
escuela de Satanás en práctica. Se propone
enseñar que en el animal está usted. Cuando
los animales hacen esto, y cuando cumplen
con su satisfacción y preservan su existencia,
entonces así tiene que hacerlo usted, porque
proviene también de los animales. El mensaje
detrás de todo eso es: Viva lo mismo. Pero la
Palabra de Dios nos enseña otra cosa. Si usted
va a la naturaleza podrá observar que los
animales no lo hacen públicamente.
Generalmente lo hacen delante de la cámara.
Pero no los hallaría haciéndolo por lo menos
cuando se hace en forma inapropiada. Así
veamos claramente que Dios ha dado aun a los
animales una protección con relación a esto. Y
cuando el hombre destruye esta protección se
está poniendo a sí mismo en un nivel más bajo
que los animales. Hallo interesante también
que en el Antiguo Testamento en la adoración
de Baal, los ritos paganos estaban conectados
con las pasiones. Los acompañaba siempre las
concupiscencias terrenales. Ahora, tan pronto
como el hombre pone algo en lugar de Dios se

rebaja él mismo, no sólo en vicios de
degradación moral sino en lo físico y mental.
Pero esto es así con los mundanos, con los
paganos y aun con la gente religiosa. Ellos
colocan al hombre más bajo que los animales.
Nosotros deseamos ver esto en el caso de los
judíos, que en la forma exterior mantenían
altas normas morales al menos aparentemente.
Exteriormente ellos eran representativos de la
ley, sin embargo tenían una experiencia de
enseñar al pueblo a ser más bajo que los
animales. Leamos en El Deseado de Todas las
Gentes, en la página 253:
“Los espías no se atrevían a contestar a
Jesús en presencia de la multitud, por temor a
meterse en dificultades.” La cuestión era que
Jesús había sanado en el día sábado, y Jesús
les preguntó: ¿Si una oveja cae en una fosa en
sábado, qué harías con ella, no la levantarías?
Así, ¿puedo yo ayudar aquí a la humanidad?
“Sabían que él había dicho la verdad. Más
bien que violar sus tradiciones, estaban
dispuestos a dejar sufrir a un hombre,
mientras que aliviarían a un animal por causa
de la pérdida que sufriría el dueño si lo
descuidaban. Así manifestaban mayor cuidado
por un animal que por el hombre, que fue
hecho a la imagen de Dios. Esto ilustra el
resultado, de todas las religiones falsas. Tiene
su origen en el deseo del hombre de exaltarse
por encima de Dios, pero llegan a degradar al
hombre por debajo del nivel de los brutos.
Toda religión que combate la soberanía de
Dios, defrauda al hombre de la gloria que le
fue concedida en la creación, y que ha de serle
devuelta en Cristo. Toda religión falsa enseña
a sus adeptos a descuidar los menesteres,
sufrimientos y derechos de los hombres. El
Evangelio concede alto valor a la humanidad
como adquisición hecha por la sangre de
Cristo, y enseña a considerar con ternura las
necesidades y desgracias del hombre. El Señor
dice: ‘Haré más precioso que el oro fino al
varón, y más que el oro de Ofir al hombre’
(Isaías 13:12).”
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La idea es que la degradación del hombre
está acompañada con la falsa religión. No sólo
un hábito tal como falsa religión, los vicios de
la falsa religión conducen a la degradación del
hombre como quiera que sea. Usted puede ver
realmente que esto sucede por el rechazo de la
ley por parte de las iglesias protestantes que
resulta en una caída moral en la sociedad. Esto
se muestra en el libro El Conflicto de los
Siglos. En otras palabras, es la falsa religión la
que degrada al hombre a un nivel por debajo
de los animales. Usted puede ver esto aun en
las iglesias de reavivamientos que rechazan la
ley. Ellos hacen grandes profesiones, ¿pero
cuál es el resultado? Pasiones animales. Yo no
tengo muchos contactos con las iglesias caídas
hoy, pero cuando lo hago me doy cuenta que
ese es realmente el caso. Por ejemplo,
nosotros tuvimos campamentos en Puerto
Rico y en República Dominicana junto con
otros grupos religiosos juveniles. Algunos
grupos se reunieron simultáneamente con
nosotros en el mismo sitio de las reuniones.
¿Cuál era el principal ejercicio que hacían?
Era cantar en la forma más emocional que yo
pueda decir. La música que se escuchaba era
muy emocional. ¿Y junto con eso, qué se
ejercitaba? Muchachos y muchachas sentados
juntos se tomaban de la mano mientras
escuchaban música, algunos de ellos bailaban,
y de esa forma pasaban medias y noches
enteras. A la mañana siguiente el pastor leía
un salmo o algo semejante, y luego
continuaban el mismo ejercicio como antes.
Todo el ejercicio cristiano consistía en
expresar emociones y sentimentalismo.
Este es el cristianismo de hoy. Eran
reuniones juveniles y posiblemente se sentían
orgullosos de tener esas reuniones religiosas
mientras los padres pensarían que sus hijos
estaban en manos seguras. Sí, en manos
seguras de verdad, las manos seguras de
Satanás. Observé y puedo decir que las
personas allí eran muy amables cuando uno
las encontraba. No eran rudas, antipáticas, no
gritaban, y cuando me encontraba con ellas

eran muy amables. Cuando cargaba mi maleta
pesada escaleras arriba una joven se me acercó
y me pregunto: “¿Puedo ayudarle?” Yo pensé,
qué bueno, parece muy gentil , esto es notable.
Nosotros no debemos ser engañados por esto.
El hecho es que aun las personas mismas no
pueden ser en el momento débiles en la
apariencia y en las acciones y, al mismo
tiempo, estar en la escuela de Satanás. Más
bien son víctimas, y no deseamos condenarlas,
más bien sentimos pesar. Pero no tenemos que
ser engañados por esas conductas aunque son
agradables en el momento cuando los jóvenes
la expresan. En este sentido, yo deseo leer
algunas historias del Antiguo Testamento que
nos dan más ideas completas en el libro
Patriarcas y Profetas, página 483:
Esto fue antes de entrar a Canaán. Como
Usted bien lo sabe, realmente podemos
comparar nuestra situación con las de los
israelitas en ese tiempo. Estamos también en
las fronteras de la Canaán celestial. Satanás
quiso impedir con todo su poder que Israel
entrara a la Canaán terrenal. Desea impedir
también con todo su poder que nosotros
entremos a la Canaán celestial. Leemos: “Las
victoriosas fuerzas de Israel habían vuelto de
Basán con corazones alborozados y renovada
fe en Dios. Habían logrado la posesión de un
territorio de valor, y estaban seguras de la
inmediata conquista de Canaán”. ¿Estamos
nosotros seguros de la pronta entrada a la
Canaán celestial? “Solamente el río Jordán
mediaba entre ellas y la tierra prometida. Al
otro lado del río había una rica llanura,
cubierta de verdor, regada por arroyos
provenientes de manantiales copiosos, y
sombreada por palmeras exuberantes. En el
límite occidental de la planicie se destacaban
las torres y los palacios de Jericó, tan
enclaustrada entre sus palmeras que se la
llamaba ‘la ciudad de las palmeras.’
“En el lado oriental del Jordán, entre el río
y la alta meseta que Israel había atravesado,
había también una planicie de varios
kilómetros de achura, y que se extendía por
18
alguna distancia a lo largo del río. Este valle
abrigado tenía clima tropical; y florecía allí el
árbol de Sittim, o acacia, por lo que se le daba
a la planicie el nombre de ‘valle de Sittim.’
En él acamparon los israelitas, y los bosques
de acacias que había junto al río les
proporcionaron agradable retiro.” Es
interesante que poseía un clima tropical. Eso
significa un clima muy placentero. Un clima
donde muchas cosas podían cultivarse. Estaba
a lo largo del río Jordán, y como dice aquí
había muchas palmeras y al lado oriental del
río se le llamaba el valle de Sittim.
“Pero en este ambiente atractivo iban a
encontrar un mal más mortífero que poderosos
ejércitos de hombres armados o las fieras del
desierto.” ¿Ha considerado usted la causa para
que esto fuera así? ¿Cuáles son los más
grandes enemigos de la causa de Dios? Aquí
los tenemos. No es un gobierno que nos
persigue. No es una corte por la cual somos
llevados. No es nada semejante a esto. El
enemigo más mortal es ese que se interpone
en el camino, como sucedió aquí en el caso de
Israel. Leámoslo: “Ese territorio, tan rico en
ventajas naturales, había sido contaminado por
sus habitantes. En el culto público de Baal, la
divinidad principal, se practicaban
constantemente las escenas más degradantes e
inicuas. Por doquiera se encontraban lugares
notorios por su idolatría y su libertinaje, cuyos
nombres mismos sugerían la vileza y la
corrupción del pueblo.
“Este ambiente ejerció una influencia
corruptora sobre los israelitas. La mente de
ellos se familiarizó con los pensamientos viles
que les eran sugeridos constantemente; la vida
cómoda e inactiva produjo sus efectos
desmoralizadores; y casi inconscientemente,
se fueron alejando de Dios, y llegaron a una
condición en la cual iban a sucumbir
fácilmente a la tentación.”
Formulemos aquí una pregunta después
haber leído estos párrafos. ¿Era necesario que
las mentes llegaran a familiarizarse con las
cosas viles que les eran sugeridas

constantemente? Algunos de nosotros tal vez
vivamos en ciudades, pero yo no sé si todos
vienen del campo. Aun si vivimos en el
campo tenemos que venir a las ciudades de
tiempo en tiempo a comprar cosas. En mi caso
con rareza voy a la ciudad, excepto cuando
hago viajes. Cuando entro en ellas puedo ver
el gran contraste entre lo que son las ciudades
y lo que tenemos en este sitio. Particularmente
cuando paso por Frankfurt veo el tremendo
contraste, no sólo en la multitud de gente y el
humo del cigarrillo, sino en todas las cosas.
Los cuadros, la música, la actitud de los
individuos, las costumbres, los hábitos, etc.
Ahora, es un peligro que lleguemos a
familiarizarnos con estas cosas. ¿Cómo
evitaron Enoc y José familiarizarse con estas
cosas? Veamos primero que todo a Enoc.
Conscientemente se mantuvo lejos de estas
influencias lo más que pudo. Cerró todas las
puertas que pudo. Si tenía que ir al valle, iba
con un propósito, con el propósito de llevar
bendiciones a la gente y luego salía otra vez.
Cualquier demora en estos lugares más allá
del propósito, era invitar la tentación.
Nosotros necesitamos comprender esto
claramente. Cada momento de demora en un
lugar donde los pensamientos viles son
constantemente sugeridos, abrirán la puerta a
la tentación. Necesitamos cerrar estas puertas,
y si vamos a esos lugares con un propósito
específico, entonces salgamos otra vez
inmediatamente después de cumplirlo. Me
gustaría comparar esto cuando voy a nadar y
tengo que hacerlo debajo del agua por un
momento. Usted sabe que uno no necesita
estar por debajo del agua mucho tiempo más
de lo necesario. Si desea sacar una cosa que
está debajo del agua, la toma y luego sale otra
vez. Usted no permanece allí por largo tiempo
más de lo requerido. Sabe exactamente cuánto
tiempo debe demorar dependiendo del caso, y
luego sube. Nosotros debemos considerarlo
con el mundo y los pensamientos viles que
son sugeridos constantemente. Vamos a las
ciudades solamente con un propósito. Esto no
19
sólo incluye las ciudades sino también el uso
que hacemos del mundo en muchos aspectos.
Pero los israelitas obviamente se demoraban
en estas cosas más de lo necesario para el
propósito. Lo que les sucedió lo veremos
pronto. Sus mentes se familiarizaron con los
pensamientos de Baal. Si permanecemos más
tiempo en esos lugares sin propósito, y esto no
significa que inmediatamente llegamos a ser
semejantes a las demás personas, porque uno
no cae de lo alto a lo bajo en un momento.
Pero el primer paso es llegar a ser familiar, y
tener familiaridad quizás no es tan malo.
“La mente de ellos se familiarizó con los
pensamientos viles que les eran sugeridos
constantemente; la vida cómoda e inactiva
produjo sus efectos desmoralizadores.” Este es
otro punto: comodidad e inactividad. Nosotros
vivimos en un mundo de comodidad y de
inactividad; para la mayoría es bastante fácil.
Alguno tiene que trabajar duro y yo reconozco
esto, pero generalmente hablando en el mundo
occidental se vive una vida más bien cómoda.
La inactividad es también una maldición,
debido a la falta de empleo, etc. Así, “la vida
cómoda e inactiva produjo sus efectos
desmoralizadores. Y casi inconscientemente,
se fueron alejando de Dios, y llegaron a una
condición en la cual iban a sucumbir
fácilmente a la tentación.
“Mientras el pueblo acampaba al lado del
Jordán, Moisés preparaba la ocupación de
Canaán. El gran jefe estaba muy atareado en
esta obra; pero este lapso de suspenso y espera
resultó una prueba para el pueblo, y antes de
que hubieran transcurrido muchas semanas, su
historia quedó manchada por las más terribles
desviaciones de la virtud e integridad.
“Al principio hubo muy pocas relaciones
entre los israelitas y sus vecinos paganos.”
Esto quiere decir que tan pronto hubo una
pequeña relación, hubo también una pequeña
familiaridad con el mal naturalmente. La poca
relación es con un propósito, y una vez
terminada, entonces salir, esa es la idea.

“Al principio hubo muy pocas relaciones
entre los israelitas y sus vecinos paganos; pero
después de algún tiempo, las mujeres
madianitas comenzaron a introducirse en el
campo. La aparición de ellas no causó alarma,
y tan cautelosamente llevaron a cabo sus
planes que nadie llamó la atención de Moisés
al asunto.” ¿Qué significa eso? Me pregunto,
¿por qué no se le llamó la atención de Moisés
al asunto? ¿Significa eso que Moisés estaba un
poco dormido también? Tuvo que haber visto
inmediatamente cuando estas mujeres llegaron
al campamento que algo no estaba bien. Pero
Moisés no pudo ver todas las cosas porque
estaba ocupado. Además no podía estar en
todas partes al mismo tiempo. Podemos estar
seguros de que lo hubiera reconocido y habría
dicho algo. ¿Entonces quiere decir que no se
llamó la atención de Moisés? Fue que no se le
prestó atención, es decir, los israelitas no
pudieron ver el peligro, y porque no veían el
peligro pensaban que no necesitaban
informarle a Moisés. Ellos se decían: “Eso no
es perjudicial, es sólo una relación de amistad,
tengámosla”. En algún momento unos podían
pensar que decirle a Moisés cosas malas
acerca de otros, era algo que no querían hacer.
Recuérdese que hacer tal cosa para no llamar
la atención, no es hablar mal de los demás,
sino simplemente acallar la exhortación. Tales
cosas tienen que ser hechas en ocasiones. A
mí no me gusta la crítica ni recoger
información de aquí y de allí, pero si hay un
peligro es necesario informase a las personas
que tienen responsabilidades en la iglesia. No
para hablar mal sino como asunto de interés.
Si se hubiera llamado la atención de Moisés
sobre el peligro, usted puede estar seguro de
que lo habría detenido. Pero no fue así. De
modo que, “... tan cautelosamente llevaron a
cabo sus planes que nadie llamó la atención de
Moisés al asunto”. En este caso el término
“cautelosamente” significa, con sutileza y en
secreto.
“Estas mujeres tenían por objeto, en sus
relaciones con los hebreos, seducirlos para
20
hacerles violar la ley de Dios, llamar la
atención a costumbres y ritos paganos, e
inducirlos a la idolatría. Ocultaron
diligentemente estos motivos bajo la máscara
de la amistad, de modo que ni siquiera los
guardianes del pueblo los sospecharon.” Había
guardianes que las vieron entrar, ¿pero por
qué no vieron nada? ¿Por qué guardaron
silencio? Porque las mujeres llegaron para
buscar amistad. Si ellas hubieran llegado
como rameras habrían sido reconocidas por el
pueblo y los guardianes las habrían detenido
inmediatamente y les hubiera advertido:
“Aquí en el campamento no se hacen esas
cosas, salgan de este lugar”. Pero no fue así.
Ellas llegaron como amigas. Y ¿por qué ser
tan particulares como para no recibir amigos?
Es decir, usted no puede ser tan extraño al
mundo como para no recibir amigos. Pero
recuérdese que ellas tenían un propósito, no
era el pueblo de Dios quienes tenían un
propósito. Si no tenemos un propósito en
nuestra asociación con la gente del mundo,
ellos tienen un propósito y sino lo tienen,
Satanás tiene uno con ellos. Usted puede estar
seguro de esto. Fue el fin que tenían estas
mujeres, y puede decirse que Satanás estaba
detrás de este fin. “Estas mujeres tenían por
objeto en sus relaciones con los hebreos,
seducirlos para hacerles violar la ley de Dios,
llamar la atención a costumbres y ritos
paganos, e inducirlos a la idolatría. Ocultaron
diligentemente esos motivos bajo la máscara
de la amistad, de modo que ni siquiera los
guardianes del pueblo los sospecharon.
“Por consejo de Balaam, el rey de Moab
decidió celebrar una gran fiesta en honor de
sus dioses, y secretamente se concertó que
Balaam indujera a los israelitas a asistir. Ellos
le consideraban profeta de Dios, y no le fue
difícil alcanzar su fin.” Esta es otra
amonestación seria; sí, una persona apostata
puede llegar a ser un instrumento efectivo en
las manos de Satanás. Puede descarriar a
muchos. Esta es una advertencia muy seria.
Incluso un profeta de Dios puede apartarse y

llegar a ser un instrumento. No debemos
permitir caminar por esta senda prohibida,
aunque el ejemplo sea de un profeta o
mensajero o por quien pueda ser. Que esto sea
claro. No sólo fue Balaam quien los indujo
sino que Satanás estaba detrás de Balaam.
“Ellos le consideraban profeta de Dios, y no le
fue difícil alcanzar su fin. Gran parte del
pueblo se reunió con él para asistir a las
festividades. Se aventuraron a pisar terreno
prohibido y se enredaron en los lazos de
Satanás.” Quiero enfatizar muy seriamente
que nosotros tendemos a pensar que somos
muy fuertes y que podemos resistir. Eva
pensó: yo soy fuerte, yo sé cuándo decir no, y
puedo discernir cuando las cosas van mal. Me
entristezco siempre cuando las personas, sean
jóvenes o viejas, expresan esta confianza: Yo
puedo resistir, no estoy en peligro. Quisiera
que ellos no dijeran eso, porque expresan el
mismo sentimiento de Eva. Tan pronto usted
esté en ese terreno está perdido, no importa lo
intelectual que sea, no importa lo fuerte que
sea. La única seguridad es no transitar por ese
camino.
“Gran parte del pueblo se reunió con él para
asistir a las festividades. Se aventuraron a
pisar terreno prohibido y se enredaron en los
lazos de Satanás. Hechizados por la música y
el baile y seducidos por la hermosura de las
vestales paganas, desecharon su lealtad a
Jehová. Mientras participaban en la alegría y
en los festines, el consumo de vino ofuscó sus
sentidos y quebrantó las vallas del dominio
propio. Predominó la pasión en absoluto; y
habiendo contaminado su conciencia por la
lascivia, se dejaron persuadir a postrarse ante
los ídolos. Ofrecieron sacrificios en los altares
paganos y participaron en los ritos más
degradantes.
“No tardó el veneno en difundirse por todo
el campamento de Israel, como una infección
mortal. Los que habían vencido a sus
enemigos en batalla fueron vencidos por los
ardides de mujeres paganas. La gente parecía
atontada.” Hallo esto muy interesante. “Los
21
que habían vencido a sus enemigos en
batalla.” Hombres poderosos cayeron allí.
Tiene que ser recordado claramente, que
podemos ser muy fuertes en todo aspecto, no
obstante podemos caer. Esto pone de
manifiesto al enemigo más mortal. El produjo
la caída de los hombres más fuertes y más
espirituales. Ninguno de nosotros puede
ponerse de pie y decir: “yo estoy seguro.” Ya
seamos viejos o jóvenes, sea que tengamos
experiencia o no, ricos o pobres, necesitamos
entender que las pasiones de la carne es el
enemigo más mortal.
ESTUDIO 5
Continuamos considerando el tema sobre la
edificación del reino de Dios en la familia.
Por supuesto, este mensaje ciertamente rompe
con algunas cosas que hallamos en nuestras
vidas, y estoy seguro de que en una manera o
en otra toca nuestros corazones. Debo decir
que personalmente no me gozo en presentar o
en estudiar este tema. Pero siento que es un
deber hacerlo, pero en esto no hay alegría
especial, y deseo que usted entienda por qué.
Por otra parte, veamos el tema en el contexto
de que todo mandamiento de Dios es una
promesa. En otras palabras, no miraremos el
tema por el lado negativo al descubrir nuestros
pecados, sino deseamos ver que Dios quiere
expeler estos pecados de nuestras vidas.
Recuérdese siempre que al estudiar la
apostasía en el río Jordán, no es con el fin de
mirar sus pecados, no es con el fin de mirar
nuestros pecados si fuera necesario, sino ver
más allá de esto, a las grandes victorias que el
Señor quiere darnos. Ver la pureza de corazón
y la pureza de nuestro comportamiento y,
como tales, ser el ejército que Dios puede usar
para terminar la obra. Este es nuestro
propósito. Pero hay mucho más que aprender
porque necesitamos ser abiertos y

suficientemente francos para escudriñar
nuestros corazones honestamente.
Necesitamos tiempo para esto también, y
usted sabe que cuando somos reformados por
el mensaje, quizás nos toma mucho tiempo ver
esto, y hay necesidad de cavar más profundo.
Así, antes de que salga para decir que el
tema no lo tocó, deténgase y pregúntese,
dónde en su vida se aplica este mensaje.
Primero que todo, nosotros concluimos el
estudio con la idea de que ninguno puede
decir que está libre de tentación y de lo que
pueda suceder antes de entrar en Canaán. Lo
leemos claramente en la epístola de Pablo, 1
Corintios 10:11, 12: “Y estas cosas les
acontecieron como ejemplo, y están escritas
para amonestarnos a nosotros, a quienes han
alcanzado los fines de los siglos. Así que, el
que piensa estar firme, mire que no caiga”.
El mensaje que Dios nos da hoy es que el
que piensa estar firme, mire que no caiga.
Debemos estar constantemente advertidos del
peligro para que ninguno de nosotros caiga.
No hay diferencia en si somos jóvenes o
viejos, si somos casados o solteros, si vivimos
en países pobres o ricos, si estamos en la
ciudad o en el campo, aunque obviamente las
tentaciones en el campo son menos que en las
ciudades como ya lo hemos estudiado.
Regresamos al capítulo “La Apostasía a la
Orilla del Jordán”, para leer la segunda parte
ahora, pues, la primera parte ya la
consideramos. Dice que después que
participaron del festín, las puertas estuvieron
realmente abiertas desde ese momento en
adelante. Podemos ver el problema paso a
paso. Primero llegaron las mujeres
amablemente como amigas, y probablemente
tuvieron éxito con algunos de los israelitas en
forma secreta para infectarlos. Finalmente
invitaron a Israel a su fiesta en donde muchos
participaron de sus pecados y entonces se
extendió a todos. Leamos en la página 485:
“No tardó el veneno en difundirse por todo
el campamento de Israel, como una infección
mortal. Los que habían vencido a sus
22
enemigos en batalla fueron vencidos por los
ardides de mujeres paganas. La gente parecía
atontada.” Pienso que es muy interesante ver
cuán poderosos eran los israelitas en la batalla,
que un momento anterior ningún enemigo
pudo resistirlos, pero aquí ellos cayeron. Esto
muestra que el enemigo real no
necesariamente es aquel que aparece como
enemigo, sino alguien que aparece como
amigo. La Biblia confirma esta idea
claramente con Salomón, de quien leeremos
después, donde él estaba consciente de estos
peligros y amonestó a todos de ellos. Escribió
los proverbios probablemente como una
advertencia contra el curso por el que él
anduvo. No vio este pecado que causó la caída
de Israel antes de pasar el Jordán, pero al
menos lo menciona en el capítulo 5 y en el
capítulo 7 de Proverbios.
Leamos en el capítulo 7: 1-5; 26. En una
manera amorosa Dios dice: “Hijo mío, guarda
mis razones, y atesora contigo mis
mandamientos. Guarda mis mandamientos y
vivirás, y mi ley como la niña de tus ojos.
Lígalos a tus dedos; escríbelos en la tabla de
tu corazón. Dí a la sabiduría: Tú eres mi
hermana, y a la inteligencia llama parienta;
para que te guarden de la mujer ajena, y de la
extraña que ablanda sus palabras ... Porque a
muchos ha hecho caer heridos, y aun los más
fuertes han sido muertos por ella.” Así,
personas que de otra forma fueron fuertes,
cayeron en este mismo terreno. Eso es lo que
Satanás intenta hacer. Y cuando usted mira el
capítulo 5:1-6, Salomón amonesta sobre el
mismo caso. “Hijo mío, está atento a mi
sabiduría, y a mi inteligencia inclina tu oído,
para que guardes consejo, y tus labios
conserven la ciencia. Porque los labios de la
mujer extraña destilan miel, y su paladar es
más blando que el aceite; mas su fin es
amargo como el ajenjo, agudo como espada de
dos filos. Sus pies descienden a la muerte; sus
pasos conducen al Seol. Sus caminos son
inestables; no los conocerás, si no
considerares el camino de vida.”

En otras palabras, el pecado es muy
engañoso y lo fue en el caso de Israel. Sus
caminos no fueron conocidos. Si usted no
conserva las seguras y estrictas leyes que da la
palabra de Dios, será engañado. Con
seguridad lo será no importa lo fuerte que
moralmente sea, y no importa lo inteligente
que sea. La única seguridad consiste en prestar
atención a las palabras de la Biblia, la Palabra
de Dios. Con mucha frecuencia cuando se nos
dan tales amonestaciones somos inclinados a
pensar que no somos verdaderamente
estimados, porque se juzgan nuestros deseos
legítimos o nos desean privar de algo, pero
eso no es así. Otra vez, “Hijo mío, está atento
a mi sabiduría”. Aquí se está hablando en
amor, y es semejante al mensaje laodicense,
¿verdad? El mensaje laodicense es una seria
reprensión. Y sin embargo, es amor el que
expresa en ese mensaje. Nosotros necesitamos
ver esto, para aceptarlo de todo corazón.
Con estas consideraciones quiero
ciertamente continuar otra vez con Patriarcas
y Profetas, página 485. “Las prácticas inicuas
hicieron para Israel lo que todos los
encantamientos de Balaam no habían podido
hacer: lo separaron de Dios. Debido a los
castigos que les alcanzaron rápidamente,
muchos reconocieron la enormidad de su
pecado. Estalló en el campamento una terrible
pestilencia de la cual decenas de millares
cayeron prestamente víctimas”. Yo hallo
interesante que con frecuencia se habla acerca
de desarrollos continuos contra el pueblo de
Dios. ¿Ha oído usted que el Papa está
haciendo esto y aquello, contra el pueblo de
Dios? ¿Ha leído acerca de eso? Quiero decir
que esto puede ser así, pero esto no es tan
peligroso para nosotros ¿Es esto verdad? ¿Qué
es lo peligroso para nosotros? Lo que estamos
leyendo aquí. “Estalló en el campamento una
terrible pestilencia de la cual decenas de
millares cayeron prestamente víctimas.”
En otras palabras, no importa lo que los
enemigos puedan hacer contra nosotros, no es
tan peligroso porque Dios nos protege. Es
23
cuando nosotros consentimos el pecado que
Satanás gana ventaja. Encontramos que
algunos de los líderes de Israel estuvieron
envueltos en el asunto. “Dios ordenó que
quienes encabezaron esa apostasía fuesen
ejecutados por los magistrados. La orden se
cumplió inmediatamente.” Después veremos
que hubo un príncipe que fue una víctima de
esto. Su nombre es Zimri. “Todos creyeron
que el castigo era justo, y el pueblo se dirigió
apresuradamente al tabernáculo, y con
lágrimas y profunda humillación confesó su
gran pecado.” Esa fue una gran victoria.
Nosotros tenemos que ver esto. Era una
victoria más grande que la que hubieran
tenido aniquilando totalmente a los
amalecitas, los madianitas y a los idumeos.
Realmente no habían derrotado a los idumeos
en ese momento, los amalecitas lo fueron más
tarde y los madianitas debían ser aniquilados
todavía como lo veremos pronto, pero esa
victoria no era tan grande como la que leemos
aquí. Ellos confesaron su pecado.
“Mientras lloraba así ante Dios a la puerta
del tabernáculo y la plaga aun hacía su obra de
exterminio, y los magistrados ejecutaban su
terrible comisión, Zimri, uno de los nobles de
Israel, vino audazmente al campamento,
acompañado de una ramera madianita,
princesa de familia distinguida de Madián, a
quien él llevó a su tienda." ¿Por qué hizo él
eso? ¿Estaba inflado de vino y no sabía lo que
hacía? Ciertamente sabía lo que hacía. Sólo
llegó a ser más audaz cuando bebió vino.
¿Cuál fue la razón para hacer eso? El deseó
decir: “Yo tengo derecho de hacer lo que me
guste. Quiero mostrarles que lo que he hecho
es correcto”. Realmente este es un acto de
abierta rebelión contra el pueblo de Dios y fue
todo, menos que con derecho. Usted tiene que
considerar el hecho que Israel estaba en ese
momento llorando delante de Dios suplicando
perdón. Por lo tanto, fue un hecho de
verdadera rebelión. Fue una rebelión
cimentada y profunda. “... Zimri, uno de los
nobles de Israel, vino audazmente al

campamento, acompañado de una ramera
madianita, princesa de una familia distinguida
de Madián, a quien él llevó a su tienda. Nunca
se ostentó el vicio más osada o tercamente.
Embriagado de vino, Zimri publicó su pecado
como Sodoma, y se enorgulleció de lo que
debiera haberle avergonzado. Los sacerdotes y
los jefes se habían postrado en aflicción y
humillación, llorando ‘entre la entrada y el
altar’ e implorando al Señor que perdonara a
su pueblo y que no entregara su heredad al
oprobio, cuando este príncipe de Israel hizo
alarde de su pecado en presencia de la
congregación, como si desafiara la venganza
de Dios y se burlara de los jueces de la
nación.” Entonces fue cuando Phines, hijo del
sumo sacerdote Eleazar, se levantó y lo
asesino y a la ramera también. Esta era otra
manera de separarlos del pueblo de Dios.
Mientras nos despojamos de la espada por
algunas razones, y no es parte de la
edificación del reino de Dios, es todavía
necesario alejarnos de estos elementos. En 1
Corintios capítulo 5, Pablo habla de un caso
que es muy similar a este. El habla de la
separación de la tal persona, y hace muy claro
que esa persona no debe ocupar un lugar en la
iglesia. Necesitamos recordar esto muy bien,
que es un deber del pueblo de Dios separarse
del pecado. Nosotros amamos a los pecadores,
pero tenemos que separar el pecado si los
pecadores se aferran de sus pecados
obstinadamente. Entonces tenemos que
separarnos de ellos. No hay otra opción. Por
supuesto, les haremos entender que los
amamos y los animaríamos todavía al
separarse del pecado, pero tenemos que
actuar. Esa tiene que ser nuestra posición si
deseamos mantener un registro limpio delante
de Dios.
Ahora dejamos estos casos, y deseamos leer
algunas lecciones. Usted sabe que el pueblo de
Israel tuvo que pelear contra los madianitas e
inmediatamente se deslizaron y cayeron. No
sólo los hombres sino también las mujeres.
Patriarcas y Profetas, página 487: “Las
24
mujeres que fueron capturadas por el ejército
atacante, fueron muertas según la orden de
Moisés, como las más culpables y como el
enemigo más peligroso de Israel.
“Cuando Balaam fue llamado a maldecir a
los hebreos, no pudo, con todos sus
encantamientos, hacerles daño alguno, pues el
Señor no había ‘notado iniquidad en Jacob’, ni
había ‘visto perversidad en Israel’ (Números
23:23, V.M.) Pero cuando, cediendo a la
tentación, violaron la ley de Dios, su defensa
se alejó de ellos. Cuando el pueblo de Dios es
fiel a sus mandamientos, entonces ‘en Jacob
no hay agüero, ni adivinación en Israel.’ De
ahí que Satanás ejerza todo poder y todas sus
astutas artimañas para inducirlo a pecar. Si los
que profesan ser depositarios de la ley de Dios
violan sus preceptos, se separan de Dios y no
podrán subsistir delante de sus enemigos.
“Los israelitas, que no pudieron ser
vencidos por las armas ni por los
encantamientos de Madián, cayeron como
presa fácil de las rameras. Tal es el poder que
la mujer, alistada en el servicio de Satanás, ha
ejercido para enredar y destruir las almas.”
Debiera realmente decir que los hombres
hacen uso también de los hombres pero son
exclusivos para las mujeres. Parece que los
hombres tienen los más grandes apetitos en
esta área y por eso es que Satanás usa las
mujeres. Pero al mismo tiempo no debemos
pasar por alto que los hombres pueden ser
tentados también.
“Tal es el poder que la mujer, alistada en el
servicio de Satanás, ha ejercido para enredar y
destruir las almas. ‘A muchos ha hecho caer
heridos; y aun los más fuertes han sido
muertos por ella’ (Proverbios 7:26). Fue así
como los hijos de Seth fueron alejados de su
integridad y se corrompió la santa posteridad.
Así fue tentado José. Así entregó Sansón su
propia fuerza y la defensa de Israel en manos
de los filisteos. En esto tropezó también
David. Y Salomón, el más sabio de los reyes,
al que por tres veces se le llamó amado de
Dios, se trocó en esclavo de la pasión y

sacrificó su integridad al mismo poder
hechicero.” (Página. 488).
Todas estas cosas les sucedieron como
ejemplo, y lo leemos aquí: “Satanás conoce
muy bien el material con el cual ha de vérselas
en el corazón humano. Por haberlos estudiado
con intensidad diabólica durante miles de
años, conoce los puntos más vulnerables de
cada carácter; y en el transcurso de las
generaciones sucesivas ha obrado para hacer
caer a los hombres más fuertes, príncipes de
Israel, mediante las mismas tentaciones que
tuvieron tanto éxito en Baal-peor. A través de
los siglos pueden verse los casos de caracteres
arruinados que encallaron en las rocas de la
sensualidad. Mientras nos acercamos al fin del
tiempo, mientras los hijos de Dios se hallan en
las fronteras mismas de la Canaán celestial,
Satanás, como lo hizo antaño, redoblará sus
esfuerzos para impedirles que entren en la
buena tierra. Tiende su red para prender toda
alma. No sólo los ignorantes y los incultos
necesitan estar en guardia; él preparará sus
tentaciones para los que ocupan los puestos
más elevados en los cargos más sagrados; si
puede inducirlos a contaminar sus almas,
podrá, por su intermedio, destruir a muchos.
Emplea ahora los mismos agentes que hace
tres mil años. Por las amistades mundanas, los
encantos de la belleza, la búsqueda del placer,
la alegría desmedida, los festines o el vino,
tienta a los seres humanos a violar el séptimo
mandamiento.”
“Satanás indujo primero a Israel al
libertinaje y luego a la idolatría. Los que
deshonran la imagen de Dios en su propia
persona y contaminan así su templo, no
retrocederán ante ninguna cosa que deshonre a
Dios con tal que satisfaga el deseo de sus
corazones depravados. La sensualidad debilita
la mente y degrada el alma. La satisfacción de
las propensiones animales entorpece las
facultades morales y no puede el esclavo de
las pasiones comprender la obligación sagrada
impuesta por la ley de Dios, apreciar el
sacrificio expiatorio, o justipreciar el alma. La
25
bondad, la pureza, la verdad, la reverencia a
Dios y el amor por las cosas sagradas, todos
estos afectos sagrados y deseos nobles que
vinculan al hombre con el mundo celestial,
quedan consumidos en el fuego de la
concupiscencia. El alma se torna en desierto
negro y desolado, en morada de espíritus
malignos y ‘albergue de todas aves sucias y
aborrecibles’ En esta forma, los seres creados
a la imagen de Dios son rebajados al nivel de
los seres irracionales.”
Esto lo estudiamos esta mañana, y ahora
necesitamos entender claramente, que el
propósito de Dios es hacer al hombre a su
imagen y dar una revelación de su carácter.
Esto es lo que teme Satanás, y desea destruir
esa imagen a cualquier costo. El ha estudiado
durante seis mil años cómo hacerlo.
Tengamos cuidado. No podemos hacer frente
a Satanás, a menos que seamos cuidadosos de
preservar cada precepto de la Palabra de Dios.
Ahora regresamos otra vez rápidamente a la
declaración que leímos esta mañana. Está en
Romanos 1:19-24:
“Porque lo que de Dios se conoce les es
manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque
las cosas invisibles de él, su eterno poder y
deidad, se hacen claramente visibles desde la
creación del mundo, siendo entendidas por
medio de las cosas hechas, de modo que no
tienen excusa.” Así se le conoce a Dios a
través de la naturaleza. “Pues habiendo
conocido a Dios, no le glorificaron como a
Dios, ni le dieron gracias, sino que se
envanecieron en sus razonamientos, y su necio
corazón fue entenebrecido.” La palabra
“razonamiento” se halla en la versión inglesa
como “imaginación”, y es una palabra que
nosotros necesitamos recordar porque la
encontramos repetidas veces, y necesitamos
comprender cuál es el papel que juega la
imaginación en el plan de Dios para la familia
o en la edificación de su reino. “Profesando
ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la
gloria del Dios incorruptible en semejanza de
imagen de hombre corruptible, de aves, de

cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también
Dios los entregó a la inmundicia, en las
concupiscencias de sus corazones, de modo
que deshonraron entre sí sus propios cuerpos.”
¿Cuándo adoraron los paganos a Dios? No
solamente consistió en seguir como tal a los
ídolos en actos externos que fueron tan
ofensivo a Dios donde se destruyeron ellos
mismos, y que llega a ser muy aparente en
este texto. Eran sus pensamientos
acompañando a esas acciones y las
imaginaciones que tenían en sus mentes lo que
hicieron esto. Estas imaginaciones fueron
impuras, profanas y sensuales, y eso fue lo
que los destruyó.
Hoy, siempre que llenemos nuestra
imaginación de cosas que no son de Dios,
hacemos precisamente las mismas cosas que
los paganos hicieron en el pasado, aunque
exteriormente no nos postremos delante de
una imagen. Esto lo veremos más claro a
medida que avancemos en nuestro estudio.
Necesitamos aceptar este hecho. Nosotros
violamos el segundo mandamiento tanto como
la gente lo hizo en ese tiempo, cuando
permitimos a nuestras mentes fluir por canales
prohibidos. Volvamos a mirar en la
ilustración, para ver que Dios propuso en el
principio que los atributos divinos que había
dado al hombre en su imagen, debían
gobernar sobre las pasiones animales. Esto
significa que el hombre conforme a la imagen
de Dios no sólo debía gobernar sobre el reino
animal exteriormente sino dentro de él. Esto
no significa que había impureza en el hombre
cuando lo creó, sino significa simplemente
que existen similitudes entre el animal y el
hombre. Nada hay equivocado en esto, porque
todas las cosas provienen de las manos del
Creador, pero todo en su propio lugar y esfera.
Nuestras propensiones animales tenían que ser
gobernadas por los atributos divinos. Esto fue
lo que el hombre destruyó y la enseñanza
detrás de eso es la evolución. Esta enseña que
puesto que el hombre desciende del animal
tiene que sentirse como el animal y tener las
26
pasiones como la de los animales. Las
pasiones deben ser normales y si desea tener
salud debe ejercitarlas y debe regresar a donde
usted cree que ha venido. Nosotros creemos
que venimos de la justificación por la fe,
entonces volvamos allí. La evolución tiene
que regresar al reino animal. Los hombres han
destruido la imagen de Dios al permitir que
las pasiones animales los gobierne. De este
modo, pecan moralmente a un nivel aun más
bajo que el reino animal.
Ahora regresamos otra vez a la declaración
en Patriarcas y Profetas. “Por sus relaciones
con los idólatras y la participación que
tuvieron en sus festines, los hebreos fueron
inducidos a violar la ley de Dios, y trajeron
sus juicios sobre toda la nación. Así también,
Satanás obtiene su mayor éxito, en lo que se
refiere a hacer pecar a los cristianos, cuando
logra inducirlos a que se relacionen con los
impíos y participen en sus diversiones.”
Realmente tengo que enfatizar aquí cómo es
que nosotros llegamos a tener familiaridad con
estas cosas. No es necesario ir a las fiestas del
mundo ni unirnos en sus fiestas de bebidas o
cualquier otra cosa que ellos hagan. Así no es
como comienza, y esto es solamente el
resultado final del rollo. ¿Dónde comienza?
Todo comienza con la demora en el terreno
prohibido. ¿Qué significa demorar? Significa
permanecer más tiempo del necesario en el
lugar donde somos extraños. Somos extraños
en la ciudad, somos extraños en lugares donde
abunda el pecado, somos extraños en la
asociación con los mundanos, y no debemos
permanecer allí más tiempo del necesario. En
ocasiones tenemos que relacionarnos con
ellos, tenemos que llevarles también el
mensaje, y no podemos separarnos totalmente
de ellos. Necesitamos servir al mundo, eso es
claro. Pero tiene que haber un propósito para
asociamos con ellos. El estricto propósito es
llevarles el Evangelio. Si tardamos más de lo
necesario allí, entonces ya estamos en terreno
prohibido, y esto tiene que ser claro. Nuestras
vidas tienen que poseer mucho dominio

propio, quizás más de lo que hemos
imaginado en el pasado.
“ ‘Salid de en medio de ellos, y apartaos,
dice el Señor, y no toquéis lo inmundo’ (2
Corintios 6:7). Dios exige hoy de su pueblo
que se mantenga tan distinto del mundo, en
sus costumbres, hábitos y principios, como
debía serlo el antiguo Israel. Si siguen
fielmente las enseñanzas de su Palabra,
existirá esta distinción; no podrá ser de otro
modo. Las advertencias dadas a los hebreos
para que no se relacionaran ni se mezclaran
con los paganos, no eran más directas ni más
terminantes que las hechas a los cristianos
para prohibirles que imiten el espíritu y las
costumbres de los impíos. Cristo nos dice: ‘No
améis al mundo, ni las cosas que están en el
mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del
Padre no está en él’ ‘La amistad del mundo es
enemistad con Dios. Cualquiera pues, que
quisiere ser amigo del mundo, se constituye
enemigo de Dios’ (1 Juan 2:15; Santiago 4:4).
Los que siguen a Cristo deben separarse de los
pecadores y buscar su compañía tan sólo
cuando haya oportunidad de beneficiarlos. No
podemos ser demasiado firmes en la decisión
de evitar la compañía de aquellos cuya
influencia tiende a alejarnos de Dios. Mientras
oramos: ‘No nos dejes caer en tentación’,
debemos evitar la tentación en todo lo
posible.” (Páginas 489, 490).
Me recuerda aquí y pienso en estas
afirmaciones que realmente tenemos un
terrible defecto engañoso. Con frecuencia
Satanás nos habla y dice: “Usted puede hacer
algún bien si demora con ellos un poco más,
se asocia con ellos y no sea más que amable
con ellos. Posiblemente de esta forma los
puede ganar”. Pero ese no es el punto aquí.
¿Lo puede ver? El punto es hacerles el bien de
la forma correcta, sea hablándoles
directamente o cualquier otra cosa. Es también
importante tomar ciertas medidas cuando
tenemos que asociarnos con los mundanos y
es que la mujer no debe estar en compañía de
un hombre mundano o viceversa. Eso es
27
simplemente ponerse uno mismo en terreno
peligroso. Es más seguro que el hombre esté
con el hombre y la mujer con mujer. Esa es
una de las razones por las cuales la hermana
White dice que los médicos no deben hacer
tratamientos a las mujeres y que las mujeres
médicas no lo hagan a los hombres.
Aprendimos esto en los estudios sobre salud, y
eso no es más que ponerse uno mismo en gran
peligro si transita por esa senda. Esto es
debido a que el mundo es impuro, y nosotros
debemos simplemente verlo.
Continuamos leyendo. “Los israelitas
fueron inducidos al pecado, precisamente
cuando se hallaban en una condición de ocio y
seguridad aparente.” En otras palabras, ellos
acababan de ganar victorias importantes.
Tengo que decir que con frecuencia después
de un buen campamento Satanás nos tienta
más. “Se olvidaron de Dios, descuidaron la
oración, y fomentaron un espíritu de seguridad
y confianza en sí mismos. El ocio y la
complacencia propia dejaron la ciudadela del
alma sin resguardo alguno, y entraron
pensamientos viles y degradados. Los
traidores que moraban dentro de los muros
fueron quienes destruyeron las fortalezas de
los sanos principios y entregaron a Israel en
manos de Satanás. Precisamente así es cómo
Satanás procura aún la ruina del alma. Antes
que el cristiano peque abiertamente, se
verifica en su corazón un largo proceso de
preparación que el mundo ignora. La mente
no desciende inmediatamente de la pureza y la
santidad a la depravación, la corrupción y el
delito. Se necesita tiempo para que los que
fueron formados en semejanza de Dios se
degraden hasta llegar a lo brutal o satánico.
Por la contemplación nos transformamos. Al
nutrir pensamientos impuros en su mente, el
hombre puede educarla de tal manera que el
pecado que antes odiaba se le vuelva
agradable.
“Satanás emplea todos los medios posibles
para popularizar el delito y los vicios
envilecedores. No podemos transitar por las

calles de nuestras ciudades, sin notar cómo se
presentan descaradamente actividades
delictuosas en alguna novela o en algún
escenario teatral. La mente se educa en la
familiaridad con el pecado. Los periódicos y
las revistas del día recuerdan constantemente
al pueblo la conducta que siguen los
depravados y viles; en relatos palpitantes le
describen todo lo capaz de despertar las
pasiones. Tanto lee y oye la gente con
respecto a crímenes degradantes, que aun los
que fueran una vez dotados de una conciencia
sensible, a la cual hubieran horrorizado tales
escenas, se vuelven empedernidos, y se
espacian en estas cosas con ávido interés.”
(Páginas, 490, 491). ¿Es eso verdad? Sí, lo
que leemos aquí es verdad. Cuando los niños
crecen en las escenas del ambiente, tienen
conciencias dóciles. Después que se
envenenan esas conciencias se enfurecen y
llegan a ser venenos para otros.
“Muchas de las diversiones que son
populares en el mundo hoy, aun entre aquellos
que se llaman cristianos, tienden al mismo fin
que perseguían las de los paganos. Son, en
verdad, pocas las diversiones que Satanás no
aprovecha para destruir las almas. Por medio
de las representaciones dramáticas ha obrado
durante siglos para excitar las pasiones y
glorificar el vicio. La ópera con sus
exhibiciones fascinadoras y su música
embelesadora, las mascaradas, los bailes y los
juegos de naipes, son cosas que usa Satanás
para quebrantar las vallas de los principios
sanos y abrir la puerta a la sensualidad. En
toda reunión de placer donde se fomente el
orgullo o se dé rienda suelta al apetito, donde
se le induzca a uno a olvidarse de Dios y a
perder de vista los intereses eternos, allí está
Satanás rodeando las almas con sus cadenas.”
En efecto usted no puede viajar hoy sin poder
evadir algunas de estas cosas simplemente
porque se presentan delante de sus ojos. Usted
tiene que cerrarlos intencionalmente para
evitar esto. Es tremendo cómo Satanás tiene
todo el mundo en sus manos.
28
“‘Sobre toda cosa guardada, guarda tu
corazón –es el consejo del sabio--; porque de
él mana la vida.’” Los últimos párrafos están
dedicados a lo que nosotros especialmente
deseamos entender en el estudio, es decir,
sobre los pensamientos. “Sobre toda cosa
guardada, guarda tu corazón.” ¿Cuál es el
corazón en este caso? Nuestra mente; y en este
caso son nuestros pensamientos. Guárdalos.
En otras palabras, usted tiene una
responsabilidad y debe guardarla. Después
que caiga, es imposible escapar con su propio
poder. Pero cuando tiene la victoria, usted
puede guardarla. “‘Sobre toda cosa guardada,
guarda tu corazón –es el consejo del sabio--;
porque de él mana la vida.’ ‘Cual es su
pensamiento [del hombre] en su alma, tal es
él.’ (Proverbios 4:23; 23:7). El corazón debe
ser renovado por la gracia divina, o en vano se
buscará pureza en la vida. El que procura
desarrollar un carácter noble y virtuoso, sin la
ayuda de la gracia de Cristo, edifica su casa
sobre arenas movedizas.” En otras palabras,
necesitamos reconocer que por nuestra propia
fuerza no podemos alcanzar la victoria y
caemos. Después del pecado de Adán no
podemos evitar entrar en la tentación y esa es
nuestra parte, pero no podemos ganar la
victoria sobre nuestros pensamientos que son
impuros. “La verá derribarse en las fieras
tempestades de la tentación. La oración de
David debiera ser la petición de toda alma:
‘Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; y
renueva un espíritu recto dentro de mí.’
(Salmo 51:10.) Y habiendo sido hecho
partícipes del don celestial, debemos proseguir
hacia la perfección, siendo ‘guardados en la
virtud de Dios por fe’ (1 Pedro 1:5).
“Tenemos, sin embargo, algo que hacer
para resistir a la tentación. Los que no quieren
ser víctimas de los ardides de Satanás deben
custodiar cuidadosamente las avenidas del
alma; deben abstenerse de leer, ver u oír
cuanto sugiera pensamientos impuros. No se
debe dejar que la mente se espacie al azar en
todos los temas que sugiera el adversario de

las almas. Dice el apóstol Pedro: ‘Por lo cual,
teniendo los lomos de vuestro entendimiento
ceñidos ... no conformándoos con los deseos
que antes teníais estando en vuestra
ignorancia; sino como aquel que os ha
llamado es santo, sed también vosotros santos
en toda conversación’ (1 Pedro 1:13-15).
Pablo dice: ‘Todo lo que es verdadero, todo lo
honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo
amable, todo lo que es de buen nombre; si hay
alguna virtud, si alguna alabanza, en esto
pensad’ (Filipenses 4:8). Esto requerirá
ferviente oración y vigilancia incesante.”
Debido a que hay mucho significado en estos
párrafos nosotros no podemos comprender
todo en un momento, pero estaremos haciendo
referencia a ellos vez tras vez a medida que
avancemos en nuestros estudios.
ESTUDIO 6
El soñar despierto
Continuamos otra vez con el estudio del
plan de Dios para las familias en el tiempo del
fin en Patriarcas y Profetas, 492: “La
naturaleza ha vinculado a estos crímenes
terribles castigos que, tarde o temprano, se
aplicarán a todos los transgresores”. Esto
realmente significa que con frecuencia la
enfermedad es el resultado de este crimen. A
menudo somos invitados a orar por el enfermo
y este crimen yace detrás. Entonces todas
nuestras oraciones no pueden ser contestadas y
nos sorprendemos por qué no son contestadas,
hasta que Dios dirige nuestra atención a estas
cosas. Quiero hacer claro que no toda
enfermedad tiene su causa aquí, y pensamos
en Job por ejemplo, pero sí muchísimo más de
lo que pensamos. Recuerdo el texto de 1
Corintios 11:30. “Por lo cual hay muchos
enfermos y debilitados entre vosotros, y
muchos duermen.” ¿Por cuál causa? Aquí
29
dice, que no discernían el cuerpo. El contexto
no es solamente la descripción de la Cena del
Señor; sino había una mala aplicación en la
iglesia de Corinto, y eso tenía que ver con el
apetito. Ellos se juntaban y hacían una fiesta
en la cual se descuidaba al pobre, mientras el
rico se embriagaba. Lo cual en ninguna
manera es como la Cena de Señor se ha de
observar. Uno se sorprende cómo los
cristianos de Corinto podían comportarse de
esta forma en la Cena del Señor. Cuando los
comparamos con nosotros ni siquiera soñamos
en hacer tales cosas en la Cena del Señor, pero
tenemos que recordar que estas personas
apenas salían del mundo pagano y estaban
muy acostumbradas a esta clase de fiestas.
Para ellos era algo normal portarse de esa
forma en grandes fiestas. No es de admirarse
que ellos durmieran regresando a estas
costumbres otra vez. Pero este no es el punto
aquí. La pregunta que debemos hacernos es
dónde esto se aplica a nosotros hoy, y sí tiene
aplicación. Principalmente se aplica al apetito.
En los versículos 21 y 22 dice: “Porque al
comer, cada uno se adelanta a tomar su propia
cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga.
Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y
bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y
avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os
diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo”.
En el contexto de muchos débiles y
enfermos entre vosotros y de muchos que han
caído a muerte es la mala aplicación de la
Cena del Señor, o dicho en otras palabras, la
indulgencia en el apetito. Eso está en armonía
con lo que hemos leído en Patriarcas y
Profetas, que la naturaleza ha vinculado leyes
inflexibles o penalidades a estos crímenes
terribles que están íntimamente conectados
con el apetito, como lo veremos todavía.
Ahora es tiempo para mirar un poco más
profundo en el asunto. Necesitamos entender
cómo Israel llegó a esta apostasía. Para mirar
esto tenemos que ver a nuestros primeros
padres y sus pecados.

Regresemos a Patriarcas y Profetas, página
34. “No siéndole posible continuar con su
rebelión en el cielo, Satanás halló un nuevo
campo de acción para su enemistad contra
Dios, al tramar la ruina de la raza humana.
Vio en la felicidad y en la paz que la santa
pareja gozaba en el Edén el deleite que él
había perdido para siempre. Estimulado por la
envidia, resolvió inducirlos a desobedecer y
atraer sobre sí la culpa y el castigo del pecado.
Trataría de cambiar su amor en desconfianza,
y sus cantos de alabanza en oprobio para su
Creador. De esta manera no sólo arrojaría a
estos inocentes seres en la desgracia en que él
mismo se encontraba, sino que también
ocasionaría deshonra para Dios y pesar en los
cielos.
“A nuestros primeros padres no dejó de
advertírseles el peligro que les amenazaba.
Mensajeros celestiales acudieron a los jóvenes. Después de ceder a la tentación
presentarles la historia de la caída de Satanás
y sus maquinaciones para destruirlos; para lo
cual les explicaron ampliamente la naturaleza
del gobierno divino, que el príncipe del mal
trataba de derrocar. Fue la desobediencia a los
justos mandamientos de Dios lo que ocasionó
la caída de Satanás y sus huestes. Cuán
importante era, entonces, que Adán y Eva
honrasen aquella ley, único medio por el cual
es posible mantener el orden y la equidad.
“La ley de Dios es tan santa como él
mismo. Es la revelación de su voluntad, el
reflejo de su carácter, y la expresión de su
amor y sabiduría. La armonía de la creación
depende del perfecto acuerdo de todos los
seres y las cosas, animadas e inanimadas, con
la ley del Creador. No sólo ha dispuesto Dios
leyes para el gobierno de los seres vivientes,
sino también para todas las operaciones de la
naturaleza. Todo obedece a leyes fijas, que no
pueden eludirse. Pero mientras que en la
naturaleza todo está gobernado por leyes
naturales, solamente el hombre, entre todos
los moradores de la tierra, está sujeto a la ley
moral. Al hombre, obra maestra de la
creación, Dios le dio la facultad de
30
comprender sus requerimientos, para que
reconociese la justicia y la benevolencia de su
ley y su sagrado derecho sobre él; y del
hombre se exige una respuesta obediente.”
Saltamos un párrafo adelante.
“Los ángeles amonestaron a Adán y a Eva a
que estuviesen en guardia contra las astucias
de Satanás; porque sus esfuerzos por tenderles
una celada serían infatigables. Mientras fuesen
obedientes a Dios, el maligno no podría
perjudicarles; pues, si fuese necesario, todos
los ángeles del cielo serían enviados en su
ayuda. Si ellos rechazaban firmemente sus
primeras insinuaciones, estarían tan seguros
como los mismos mensajeros celestiales. Pero
si cedían a la tentación, su naturaleza se
depravaría, y no tendrían en sí mismo poder ni
disposición para resistir a Satanás.” Este es un
mensaje especial para nosotros también y para
cambia la naturaleza. Pablo describe esto en 1
Corintios 6:16: “¿O no sabéis que el que se
une con una ramera, es un cuerpo con ella?
Porque dice: Los dos serán una sola carne.”
En otras palabras, la naturaleza del hombre se
cambia a la naturaleza de la ramera. La
conciencia es marcada y la naturaleza es
cambiada. Esto significa que tienen una norma
para sus vidas y pueden tener la victoria sobre
el pecado solamente por la gracia de Cristo.
No es que sean impotentes pero por su propio
poder serán vencidos. Se necesita la gracia de
Cristo. Esto significa verdadero
arrepentimiento del pecado, confesión del
pecado y luego la aceptación del Evangelio,
que es la liberación del poder del pecado. ¿De
qué manera cambia la naturaleza del hombre
después de caer? Suceden dos cosas. Primero,
no tiene más poder. Esta es la cosa peor
porque el Evangelio puede suplir el poder.
Pero lo que realmente produce tristeza es la
segunda parte, y es que no tiene disposición
para resistir a Satanás. Eso es lo que hace el
asunto triste. ¿Qué se necesita hacer en
nuestras naturalezas para que tengamos la
disposición para resistir a Satanás? No sólo

necesitamos el conocimiento intelectual, sino
la disposición tan pronto llega la tentación
para decir no, porque tenemos la disposición
para no entrar en el terreno prohibido. Dios
necesita obrar realmente en nosotros, para
restaurarnos nuevamente a lo que Adán
perdió. Ese es el punto.
“El árbol de la sabiduría había sido puesto
como una prueba de su obediencia y de su
amor a Dios. El Señor había decidido
imponerles una sola prohibición tocante al uso
de lo que había en el huerto. Si
menospreciaban su voluntad en este punto
especial, se harían culpables de transgresión.
Satanás no los seguiría continuamente con sus
tentaciones; sólo podría acercarse a ellos junto
al árbol prohibido. Si ellos trataban de
investigar la naturaleza de este árbol,
quedarían expuestos a sus engaños. Se les
aconsejó que prestasen atención cuidadosa a la
amonestación que Dios les había enviado, y
que se conformasen con las instrucciones que
él había tenido a bien darles.”
Es muy interesante que sólo hubiera un sitio
para la tentación en el jardín. ¿Dónde está esa
tentación hoy, en el árbol del conocimiento
del bien y del mal? De él se habla por todas
partes, sea en las ciudades, en los aeropuertos,
la estación del tren, y por todas partes existe
un árbol del conocimiento del bien y del mal.
Nosotros en ocasiones no podemos evitar estar
en esos lugares, pero retenemos la promesa de
la protección especial, si sólo vamos a cumplir
nuestros deberes, y no nos demoramos en esos
lugares. Pero si demoramos en esos lugares
entonces los ángeles no pueden protegernos.
“Si ellos trataban de investigar la naturaleza
de este árbol, quedarían expuestos a sus
engaños.” La curiosidad es un aspecto
demasiado poderoso en la naturaleza humana.
Usted sabe eso. Pensamos que con sólo una
vez que tengamos la experiencia no nos
cambia mucho. Necesitamos conocerla, y si
conocemos el fin de la historia, al menos
necesitamos verla realmente. Toda persona
conoce la historia y estamos en la capacidad
31
para hablar la misma lengua porque con la
forma no podemos. Debemos tener la
habilidad para hablar también a fin de tener
algo que conversar. Curiosidad. ¿La puede ver
que está ahí? “Se les aconsejó que prestasen
atención cuidadosa a la amonestación que
Dios les había enviado.” Ellos no debieron
haber intentado investigar su naturaleza.
Vengo ahora al uso de una terminología que
la usaremos con más frecuencia, y es la de
soñar despierto. Aquí tenemos el primer
indicio de soñar despierto. Por ejemplo, esto
puede ser investigar las cosas que Dios no ha
dado que investiguemos; las cosas que Dios
no ha visto conveniente que se centren en
nuestra mente. Esto podría ser sobre cosas
espirituales, es decir, cosas que Dios no ha
revelado. Puede ser desarrollar un nuevo
mensaje o investigar algunos misterios que
Dios no le place revelar. Aun esto puede ser
soñar despierto. Leamos en el párrafo
siguiente:
“Para conseguir lo que quería sin ser
advertido, Satanás escogió como medio a la
serpiente, disfraz bien adecuado para su
proyecto de engaño.” ¿Por qué se adaptó bien
la serpiente? La hermana White da algunas
razones. Primero que todo, ella era uno de los
seres más inteligentes. Segundo, era la criatura
más hermosa sobre la tierra. Así, Satanás usa
lo que es hermoso. Hermosura significa
conforme a la semejanza de Dios. Justamente
eso es lo que Satanás usa. “La serpiente era en
aquel entonces uno de los seres más
inteligentes y bellos de la tierra. Tenía alas, y
cuando volaba presentaba una apariencia
deslumbradora, con el color y el brillo del oro
bruñido. Posada en las cargadas ramas del
árbol prohibido, mientras comía su delicioso
fruto, cautivaba la atención y deleitaba la vista
que la contemplaba. Así, en el huerto de paz,
el destructor acechaba su presa.”
Antes de que lleguemos a la tentación real
veamos la amonestación de los ángeles: “Los
ángeles habían prevenido a Eva que tuviese
cuidado de no separarse de su esposo mientras

éste estaba ocupado en su trabajo cotidiano en
el huerto; estando con él correría menos
peligro de caer en tentación que estando sola.”
Cuando usted lee esto, ¿qué piensa de este
mandato, de esta medida de precaución? ¿No
es esto temor, no debían tener un poco de más
confianza en estas personas? No se les pidió
que no fueran al árbol. Era más inteligente
pedirles que no se separaran el uno del otro,
pues había mucho espacio en el jardín y ella
podía investigar aquí y allá; El momento
llegaría cuando podían estar juntos otra vez.
¿Por qué debían estar juntos todo el tiempo?
Cuando Dios dijo esto no fue sin razón.
Cuando dice algo significa el bien para
nosotros, y conoce mejor que nosotros el
peligro. Así veamos esto claramente. Fue con
amor que lo dijo. Pero otra vez, difícil es ver
la razón en esto, ¿verdad? Al menos en el
instante. Usted la entiende cuando ve el
resultado. Pero sin ver el resultado, ¿qué clase
de orden es esta? ¿Es razonable? Parece que
no lo fuera. Sin embargo lo fue, porque Dios
conoce y nosotros debemos confiar. Debemos
confiar que todo lo que El exige es para
nuestro bien, aunque quiera decir que Eva no
debe separarse de su esposo. Ahora, Dios ha
dado ciertas reglas en cuanto a hombres y
mujeres, jóvenes y señoritas concierne. Parece
que algunas de estas reglas son muy poco
juiciosas y demasiado estrechas. Parecen ser
innecesarias porque podemos confiar que ellos
saben lo que hacen, no obstante debemos
confiar en Dios cuando da estos reglamentos
porque son sabios y buenos. Eso es muy
importante. Debido a que necesitamos estas
normas, necesitamos estudiarlas y apreciarlas.
Una manera para escapar de ellas sería
ignorarlas. Leamos otra vez.
“Los ángeles habían prevenido a Eva que
tuviese cuidado de no separarse de su esposo
mientras éste estaba ocupado en su trabajo
cotidiano en el huerto; estando con él correría
menos peligro de caer en tentación que
estando sola. Pero distraída en sus agradables
labores, inconscientemente se alejó del lado de
32
su esposo.” Al principio, no fue su intención
hacerlo, sabía lo que era correcto e incorrecto,
pero lo hizo inconscientemente. Esto puede
suceder, y esto no era pecado en sí mismo,
pero ya estaba en una senda peligrosa. Esto
necesita ser entendido. Esto llega a ser obvio
cuando vemos cómo reacciona la conciencia.
“Al verse sola, tuvo un presentimiento del
peligro, pero desechó sus temores, diciéndose
a sí misma que tenía suficiente sabiduría y
poder para comprender el mal y resistirlo.” En
otras palabras, Dios habló a su mente con
relación al peligro. Ella consideró que tenía
suficiente sabiduría para discernir el mal y
suficiente fuerza para resistirlo. Esto significa
que era muy inteligente, y era, más inteligente
de lo que nosotros somos y tenía fuerza moral.
Me sorprendo cuando Dios les dijo antes
que no tendrían poder y disposición para
obedecer a Satanás si creían en lo que Dios
decía. Pues ellos no imaginaban que no
tuvieran disposición para obedecer a Dios.
Cuando la vida suya es una vida de obediencia
que ni siquiera piensa en otra cosa y se halla
en completa armonía con Dios, luego se le
dice que si ejecuta cierta acción no tiene más
disposición para obedecer a Dios, esto es algo
que usted no puede imaginar, porque nunca ha
experimentado cosa tal. ¿Le creería usted a
Dios? A este punto no lo aceptaría.
A este punto Eva dijo no, yo tendré
siempre disposición para obedecer a Dios.
Ella fue semejante a Pedro quien dijo que si
todos lo negaran, él no lo haría. “Yo sé dónde
estoy”, dijo Pedro. Pero él no sabía que el
Señor conocía mejor. Uno de los primeros
pasos que hace segura nuestra vida es la
admisión de que necesitamos todos los
mandamientos de Dios. Necesitamos
comprenderlos y vivir por ellos con precisión,
y entonces estaremos seguros. “Desdeñando la
advertencia de los ángeles, muy pronto se
encontró extasiada, mirando con curiosidad y
admiración el árbol prohibido.” ¿Qué es lo
que nosotros tenemos aquí y cuáles son las
palabras, “mirando con curiosidad”? ¿Cuál es

otro término para esto? Soñar despierto. Ella
estaba soñando despierta. Y cuando una
persona está soñando despierta, no
necesariamente es consciente exactamente de
lo que está haciendo. Esta es la cosa graciosa.
Si usted conociera que está soñando despierto
no continuaría haciéndolo. Pero no nos damos
cuenta cuando estamos soñando despiertos.
Estamos en la mitad del arrobamiento y
algunas veces nos damos cuenta pero no todas
las veces. Estamos extasiados y no sabemos lo
que está pasando. “Desdeñando la advertencia
de los ángeles, muy pronto se encontró
extasiada, mirando con curiosidad y
admiración el árbol prohibido.”
Mucho estaba sucediendo en su mente,
pero lo que estaba sucediendo en su mente no
eran la imaginación y los pensamientos que
Dios puso en ella. Ya eran pensamientos de su
particularidad. Estaba en terreno prohibido. Es
decir, su mente estaba contaminada en ese
momento. “El fruto era bello, y se preguntaba
por qué Dios se lo había vedado.” ¿Qué
significa preguntar? Significa duda
exactamente. No sólo era un asunto de interés,
sino el comienzo de duda. Las dudas se
pueden expresar en preguntas. Cuando estos
pensamientos surgieron allí, entristeció mucho
a Dios. Uno lo puede imaginar porque era el
comienzo de la desconfianza. Pero veamos
claramente que soñaba despierta. Y en el
proceso de soñar despierta, ella ni siquiera
sabía que ella misma estaba hablando en voz
alta. Si usted en alguna ocasión prendiera una
grabadora en su pieza, hallaría que a veces
habla solo. Cuando se encuentra algunas veces
con personas que piensan que están solas y no
se dan cuenta que usted está cerca, notará que
hablan para sí mismas. No necesariamente
tienen que estar soñando despiertas, sino
pueden estar repitiendo un salmo u orando en
voz alta como algunas veces lo hizo Jesús.
Pero cuando ellas sueñan despiertas muchas
cosas pasan.
Eva habló acerca de las dudas y por esta
razón Satanás la escuchó. “Esta fue la
33
oportunidad de Satanás. Como discerniendo
sus pensamientos, se dirigió a ella diciendo:
‘¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de
todo árbol del huerto?’ (Véase Génesis 3).
“Eva quedó sorprendida y espantada al oír
el eco de sus pensamientos. Pero con voz
melodiosa, la serpiente siguió con sutiles
alabanzas de su hermosura; y sus palabras no
fueron desagradables a Eva. En lugar de huir
de aquel lugar permaneció en él, maravillada
de oír hablar a la serpiente. Si se hubiese
dirigido a ella un ser como los ángeles,
hubiera sentido temor; pero no se imaginó que
la encantadora serpiente pudiera convertirse
en instrumento del enemigo caído.”
Es interesante la voz musical. La música
con frecuencia es algo que Satanás usa para
fortalecer el soñar despierto. Cuando vamos
hoy a un concierto con las presentaciones que
se hacen, ¿qué sucede al final del concierto?
La gente alaba a las personas que presentaron
tal concierto. Usted puede decir que es un acto
de apreciación, pero es mucho más que eso.
No es sólo apreciación. ¿A quién debiéramos
apreciar, al ejecutante o a Dios? En ese
momento toda la atención y todas las mentes
de los hombres se vuelven para alabar al
hombre. Por lo tanto, concluyo que estas
reuniones no son realmente de beneficio en
nuestra preparación para los últimos días. Así
fue alabada Eva por su hermosura. “Y sus
palabras no fueron desagradables. Y en vez de
huir de aquel lugar, permaneció en él.
“A la capciosa pregunta de Satanás, Eva
contestó: ‘Del fruto de los árboles del huerto
comemos; mas del fruto del árbol que está en
medio del huerto dijo Dios: No comeréis de
él, ni le tocaréis, porque no muráis.’” ¿Dijo
Dios esto? Dios no dijo que no lo podían
tocar, sino que no debían comer de él, porque
en el día que comieran de él morirían. Eva
quiso decir, si nosotros lo tocamos puede ser
que muramos.
“Le dijo que al comer del fruto de este
árbol, alcanzarían una esfera de existencia más
elevada y entrarían en un campo de sabiduría

más amplio. Añadió que él mismo había
comido de este fruto prohibido y como
resultado había adquirido el don de la palabra.
Insinuó que por egoísmo el Señor no quería
que comiesen del fruto, pues entonces se
elevarían a la igualdad con él.” (Página 37).
¿Puede usted ver cómo Satanás continúa
estimulando el soñar despierto en la mente de
Eva? En otras palabras, ella puso su mente a
funcionar. Nosotros soñamos despiertos y
Satanás usa ciertos medios semejantes a una
película, teatro o música, o cualquier otra cosa
que usa para que nosotros estemos
continuamente soñando despiertos. Las cosas
comienzan a desarrollarse más y más y así él
obra. Puede sugerir malas conversaciones o
una cosa tal. En este caso Satanás sugirió que
ellos alcanzarían una esfera más elevada,
serían más exaltados y tendrían mejores
sentimientos para todas las cosas. Así, su
imaginación estaba funcionando, y ella fue
exaltada como lo veremos ahora. Vamos a leer
un poco más adelante. “Vio ‘que el árbol era
bueno para comer, y que era agradable a los
ojos, y árbol codiciable para alcanzar la
sabiduría; y tomó de su fruto, y comió.’ Era
agradable al paladar, y a medida que comía,
parecía sentir una fuerza vivificante, y se
figuró que entraba en un estado más elevado
de existencia.” (Página 39).
¿Alcanzó ella realmente fuerza vivificante?
No, ella le parecía sentir una fuerza
vivificante. ¿Entró ella en un estado más
elevado de existencia? No, se lo imaginaba.
Puede Usted ver cómo ella estaba soñando.
Nada era real, era un mundo imaginario en el
que estaba ahora viviendo. Yo hallo también
interesante, pero la gnosis actúa semejante a
esto. Las personas son puestas en un mundo
imaginario y les parece que tienen fuerzas
diferentes y se sienten mejor. Los
sentimientos desempeñan un gran papel. Eva
halló que el fruto era de un sabor agradable al
comerlo. ¿Era el fruto venenoso, ácido o
amargo? No era venenoso, ni ácido, ni
amargo, sino bueno semejante a otro fruto. El
34
problema no era el fruto, el problema era la
presencia de Satanás en el árbol. Dios sabía
que ella comería y fue entregada a Satanás.
“... y se figuró que entraba en un estado más
elevado de existencia.” Este es el fruto de
soñar despierto y así podemos llamarlo ahora.
Siempre que tengamos cualquier medio que
nos guíe a soñar despiertos, entonces
tendremos el fruto de soñar despiertos.
Después estudiaremos los muchos frutos de
soñar despiertos que existen en el mundo hoy,
para saber cómo es eso.
“Sin temor, tomó el fruto y lo comió. Y
ahora, habiendo pecado, ella se convirtió en el
agente de Satanás para labrar la ruina de su
esposo. Con extraña y anormal excitación, y
con las manos llenas del fruto prohibido, lo
buscó y le relató todo lo que había ocurrido.”
Ahora estudiaremos a Adán porque deseamos
ver cómo su mente funcionó, y veremos cómo
el soñar despierto era con él, lo que lo condujo
a la caída.
“Una expresión de tristeza cubrió el rostro
de Adán. Quedó atónito y alarmado. A las
palabras de Eva contestó que ése debía ser el
enemigo contra quien se los había prevenido;
y que conforme a la sentencia divina ella
debía morir. En contestación, Eva le instó a
comer, repitiendo el aserto de la serpiente de
que no morirían. Alegó que las palabras de la
serpiente debían ser ciertas puesto que no
sentía ninguna evidencia del desagrado de
Dios; sino que, al contrario, experimentaba
una deliciosa y alborozante influencia, que
conmovía todas sus facultades con una nueva
vida, que le parecía semejante a la que
inspiraba a los mensajeros celestiales.” Eva
estaba enferma de amor. No hacia el hombre,
sino hacia el fruto, hacia Satanás realmente.
“... experimentaba una deliciosa y alborozante
influencia, que conmovía todas sus
facultades...”
“Adán comprendió que su compañera había
violado el mandamiento de Dios,
menospreciando la única prohibición que les
había sido puesta como una prueba de su

fidelidad y amor. Se desató una terrible lucha
en su mente. Lamentó haber dejado a Eva
separarse de su lado. Pero ahora el error
estaba cometido; debía separarse de su
compañía, que le había sido de tanto gozo.”
Ahora su imaginación comenzó a funcionar.
El no se imaginaba cosas futuras, no
imaginaba el elevado estado al que Eva había
llegado, sino imaginaba la experiencia que
con Eva ya tenía. Se vio solo perdiendo la
compañía que era semejante a él. Vio la falta
que le hacía cuando puso nombres a los
animales y luego Dios le proveyó la
compañera igual a él, y cuán feliz se sintió
después de eso. Luego pasó por su mente su
hogar feliz.
Yo hallo el caso interesante, porque si una
persona a quien nosotros amamos mucho
muere, todos sabemos que nos entristecemos,
¿verdad? Pero necesitamos entender esto
cuidadosamente. Entonces pensamos en los
momentos más felices que pasamos con ella.
¿Pero pensamos en la mañana de la
resurrección? ¿Sabe usted lo que la hermana
White dijo con tristeza después de la muerte
de su esposo? Ella dijo: “Yo no puedo
derramar una lágrima porque es muy gloriosa
delante de mí la mañana de la resurrección”.
Eso es dominio propio. Eso es ser libre de
soñar despierto. Soñar despierto también
ocurre en estas circunstancias. Yo no quiero
culpar a nadie que se siente triste y derrama
lágrimas, porque esa no es mi función e
imagino que es duro y no se puede gobernar al
ser humano, pero tenemos que vencer el
sentimentalismo al mirar la mañana gloriosa
de la resurrección. Leamos otras vez aquí en
la página 40:
“Adán había gozado el compañerismo de
Dios y de los santos ángeles. Había
contemplado la gloria del Creador.
Comprendía el elevado destino que aguardaba
al linaje humano si los hombres permanecían
fieles a Dios. Sin embargo, se olvidó de todas
estas bendiciones ante el temor de perder el
don que apreciaba más que todos los demás.
35
El amor, la gratitud y la lealtad al Creador,
todo fue sofocado por amor a Eva. Ella era
parte de sí mismo, y Adán no podía soportar
la ida de una separación.” Eso es enfermedad
de amor. Eso era soñar despierto. Entender al
diablo como él es, era soñar despierto y tenía
el deber de vencer esto. “No alcanzó a
comprender que el mismo Poder infinito que
lo había creado del polvo de la tierra y hecho
de él un ser viviente de hermosa forma y que,
como demostración de su amor, le había dado
una compañera, podía muy bien
proporcionarle otra.” ¿Puede usted ver que
esto era sentimentalismo y soñar despierto?
Aunque eso era comprensible, tenemos que
ver cuán profundo esto fue. “Adán resolvió
compartir la suerte de Eva; si ella debía morir,
él moriría con ella. Al fin y al cabo, se dijo
Adán, ¿no podrían ser verídicas las palabras
de la sabia serpiente?” Este es el segundo
paso. El primer paso fue cuando no pudo
controlar sus pensamientos. No los dirigió
hacia la mañana de la resurrección, o mejor
dicho, al poder de Dios en este caso; el no
entendía la resurrección todavía, sino el poder
de Dios. El segundo paso fue que comenzó a
dudar. “Al fin y al cabo, se dijo Adán, ¿no
podrían ser verídicas las palabras de la sabia
serpiente?” Muchos han dejado el mensaje en
este terreno, y es debido a soñar despierto.
“Eva estaba ante él, tan bella y aparentemente
tan inocente como antes de su desobediencia.
Le expresaba mayor amor que antes. Ninguna
señal de muerte se notaba en ella, y así decidió
hacer frente a las consecuencias. Tomó el
fruto y lo comió apresuradamente.” Ahora se
hallaba en la mitad de la trayectoria y no
podía detenerse más.
“Después de su transgresión, Adán se
imaginó al principio que entraba en un plano
superior de existencia.” ¿Puede usted ver aquí
la misma situación de Eva?. Nosotros no
hemos leído cada paso que condujo a Eva a su
caída, pero hay un punto que por lo menos
debiéramos mencionarlo. Cuando Eva estaba
repitiendo las palabras de Dios dijo: “No

comeréis de él, ni le tocaréis, porque no
muráis.” Pero Dios había dicho: “No comeréis
de él”, porque ciertamente morirían. Ella no
repitió apropiadamente esas palabras, y
cuando tocó el fruto, Satanás dijo: ¡Ah, te das
cuenta!, lo tocaste, ahora puedes comerlo,
pues eso no hace ninguna diferencia. Esa es la
evidencia, y es una táctica que Satanás usa a
menudo. En la senda que transitamos nos dice:
“Ah, usted ha ido tan lejos que puede caminar
el resto.” Pero eso no es la verdad. Aunque
hayamos comenzado a dar entrada a la
tentación de Satanás, es mejor regresar que
seguir adelante. Siempre en cualquier punto,
es mejor regresar.
“Después de su transgresión, Adán se
imaginó al principio que entraba en un plano
superior de existencia. Pero pronto la idea de
su pecado le llenó de terror. El aire que hasta
entonces había sido de temperatura suave y
uniforme pareció enfriar los cuerpos de la
culpable pareja. El amor y la paz que habían
disfrutado desapareció, y en su lugar sintieron
el remordimiento del pecado, el temor al
futuro y la desnudez del alma. El manto de luz
que los había cubierto desapareció, y para
reemplazarlo hicieron delantales; porque no
podían presentarse desnudos a la vista de Dios
y los santos ángeles.
“Ahora comenzaron a ver el verdadero
carácter de su pecado. Adán increpó a su
compañera por su locura de apartarse de su
lado y dejarse engañar por la serpiente; pero
ambos presumían que Aquel que les había
dado tantas muestras de su amor perdonaría
esa sola y única transgresión, o que no se
verían sometidos al castigo tan terrible que
habían temido.” (Páginas, 40, 41).
Ese es el caso generalmente. Tengo que
decir que este es el comportamiento típico que
se repite vez tras vez. Cuando miramos en
nuestras vidas ¿no es este el caso? Este pecado
de Adán y Eva tiene una repetición en la vida
de nosotros. Ellos temieron la desnudez y esto
significa que continuaron realmente soñando
despiertos. ¿De qué manera ellos soñaron
36
despiertos? No que imaginaran ellos mismos
que habían ido a una existencia más elevada.
De hecho las cosas fueron peores que antes y
se dieron cuenta de esto. A propósito, un
resultado típico de soñar despierto es que
usted despierta y se da cuenta que es peor que
antes. ¿Pero en cuál forma continuaron ellos
soñando despiertos?. En esa forma cuando
presumieron ellos mismos que Dios
perdonaría su transgresión. Esto es otra vez
soñar despierto. Nada está basado en la
realidad. No preguntaron, sino que imaginaron
y presumieron esto. Ellos escaparon a la
realidad otra vez, para pasar a otro sueño.
¿Puede verlo aquí? Mañana continuaremos el
estudio.
ESTUDIO 7
El control de los pensamientos
Como hasta ahora hemos estudiado acerca
del plan que Dios tiene para la familia y para
la terminación de la obra en la familia,
estamos considerando la caída de los primeros
padres en este contexto. Hemos visto el gran
destino o propósito que Dios tuvo en la
creación del hombre al crearlo conforme a su
propia imagen. Ahora estamos considerando
la caída del hombre y la causa por la que
perdió la imagen divina, cómo la dejó y la
destruyó. Ya vimos que la hermana White
llama a esto un crimen. Volvamos a
Patriarcas y Profetas, página 40.
“Después de su transgresión, Adán se
imaginó al principio que entraba en un plano
superior de existencia” Esto lo leímos ayer
con relación a Eva. Vimos que ambos
vivieron en un mundo imaginario, en un
mundo que no era real, sino en uno sugerido
por pensamientos erróneos. Satanás los azotó
con sus tentaciones y podemos decir que el
fruto que les dio contribuyó un poco a esto,

pero el problema no era el fruto en sí, sino lo
que estaba alrededor del fruto: la tentación
que se hallaba allí. En este estado de ser, Adán
y Eva cayeron en pecado, y tuvo algo que ver
con el apetito también; tuvo algo que ver con
el control de pensamientos. Estas cosas están
ligadas y tenemos que considerarlas juntas
esta mañana.
Primero que todo, veamos claramente que
los pensamientos de Adán y Eva, no fueron
controlados apropiadamente. En ese momento
cuando Adán conoció que ella no estaba más
en su presencia, en ese momento sus
pensamientos la desearon. Fue una señal de
advertencia para mostrarle el peligro. Ahora
ella comenzó a poner a un lado este guardián,
al decir literalmente: “Yo tengo sabiduría para
saber qué es lo correcto y lo incorrecto y
tengo suficiente fuerza para resistir”. Cuando
ella dio ese paso, sus pensamientos
continuaron fluyendo por ciertos canales, y
ahora estaba pensando concerniente a por qué
Dios les había prohibido hacer eso. ¿Por qué
debió ser así? ¿No somos nosotros
suficientemente inteligentes y sabios? ¿Por
qué hace Dios tales cosas ridículas? Esto era
realmente encauzar sus pensamientos en la
dirección equivocada, hasta que Satanás tomó
ventaja de su carácter conduciéndola tan lejos
donde pudo imaginar que estaba por encima
de Dios. Nosotros mencionamos ayer que la
hermana White habla sobre el buen control de
sus pensamientos. Les declaro que ni aun en
sus sufrimientoso permitió que sus
pensamientos salieran del control. Primero
que todo, hay una declaración general para
esto que se halla en el libro Mente, Carácter y
Personalidad, tomo 2, página 689:
“Puesto que no nos pertenecemos, pues
hemos sido comprados por precio, es deber de
quien profesa ser cristiano poner sus
pensamientos bajo el dominio de la razón y
obligarse a si mismo a ser alegre y feliz. Por
amarga que sea la causa de su pena, debe
cultivar una actitud de tranquilidad y quietud
en Dios. ¡Qué preciosa y sanadora es la
37
influencia de la tranquilidad que hay en Cristo
Jesús, de su paz, y cuán sedante es para el
alma oprimida! Por oscuras que sean las
perspectivas, albergue una actitud de
esperanza para bien. Nada se gana con el
desaliento, y en cambio se pierde mucho. Si
bien es cierto que la alegría, la tranquila
resignación y la paz harán mucho en favor de
la felicidad y la salud de los demás, nos dará a
nosotros el mayor beneficio.”
Aquí fue donde Adán falló. ¿Puede verlo?
“No obstante, lo amargo que pueda ser la
causa de su dolor.” La causa del dolor de
Adán fue muy amarga, porque perdió su
compañera. Si un hombre pierde a su esposa
hoy, es muy amargo. Puede decir que es una
de las cosas más amargas que usted puede
experimentar. Cuando los padres mueren,
pues tienen que morir en un cierto punto y eso
no es bueno, pero no es comparable cuando la
compañera muere. Comparado con Adán,
quien primero que todo tenía solo una
compañera, no había otra mujer a su alrededor
con la cual casarse. Segundo, ella era quien
llenaba exactamente su necesidad. Ellos tenían
una relación que era la más íntima, profunda y
más feliz que toda otra cosa que alguien puede
imaginar. Perder una compañera tal era
realmente una causa de dolor. Pero permitió
que sus pensamientos fluyeran por el canal
equivocado. ¿Qué debió él haber hecho?
Debió cultivar un espíritu de reposo y calma
en Dios. “El descanso que está en Cristo
Jesús, la paz de Cristo, ¡cuán preciosa, cuán
sanadora su influencia.” Dicho de otra
manera, Adán no mantuvo sus pensamientos
bajo el control de la razón.
Existen dos posibilidades: dominio propio y
sentimentalismo. El pecado en el que cayó
Adán fue el sentimentalismo. Lo que él debió
ejercitar fue el dominio propio. Desde el
tiempo que Adán cayó en este pecado, llegó a
ser el hábito de sus hijos y es fácilmente
acariciado. Piense un poco en esto. ¿Puede
usted ver realmente que la caída de Adán fue

el sentimentalismo? Veámoslo. Dominio
propio significa que la razón está gobernando
nuestros sentimientos, y la razón está bajo el
control de la voluntad de Dios.
Sentimentalismo, sin embargo, hace que los
sentimientos gobiernen sobre la razón, y los
sentimientos son marcados por pensamientos
equivocados, principalmente la imaginación.
La hermana White dice esto en Testimonios
para la Iglesia, tomo 5, página 289:
“Aun vuestros pensamientos han de ser
sujetados a la voluntad de Dios y vuestros
sentimientos puestos bajo el control de la
razón y la religión.
“La imaginación no os fue dada para
permitir que anduviera desbocada siguiendo
su propia voluntad, sin que se hiciera esfuerzo
alguno para restringirla o disciplinarla. Si los
pensamientos son malos, los sentimientos
también lo serán, y los pensamientos y
sentimientos combinados constituyen el
carácter moral de la persona.” Y, “aun
vuestros pensamientos han de ser sujetados a
la voluntad de Dios y vuestros sentimientos
puestos bajo el control de la razón y la
religión. La imaginación no os fue dada para
permitir que anduviera desbocada siguiendo
su propia voluntad...” Eso es lo que nosotros
intentamos hacer. ¿Fue así con Adán? Se
desbocó siguiendo su propia voluntad ¿Qué
significa desbocar? Significa no estar más
bajo control, sino estar absolutamente fuera de
él. Esto me recuerda mucho de la lección
objetiva del perro con el cordel. Cuando usted
ve a la gente caminando con perros, tienen
que ser llevados y controlados por un cordel,
porque en el bosque pueden haber animales
salvajes y pueden ser afectados con la
enfermedad de la rabia. Por esa razón tienen
que adoptar la regla de llevarlos asidos de un
cordel. Pero algún amo puede decir que su
perro no se aleja, que le obedece siempre y no
lleva el cordel. Entonces cuando el ciervo
llega el perro corre tras él. ¿Y que hace el
amo? Lo llama a gritos pero el perro no
regresa. Ahora él perro está absolutamente
38
bajo el control de los sentimientos. Sus
sentimientos se desbocan. Esas son las
pasiones animales.
Por supuesto, esta fue la situación de Adán.
No pensó más razonablemente. De este modo
llegó a concluir: ¿no pueden ser verdaderas las
palabras de la serpiente? Pensar eso era
completamente irrazonable. ¿Cómo pudo él
llegar a semejante conclusión? Sólo porque le
permitió a sus sentimientos gobernar sobre la
razón. “La imaginación no os fue dada para
permitir que anduviera desbocada siguiendo
su propia voluntad, sin que se hiciera esfuerzo
alguno para restringirla o disciplinarla.”
Quiero regresar a las experiencias de la
hermana White. Es un esbozo de la última
enfermedad y muerte de Jaime White. Folleto
168, 40.1. “Yo quiero decir unas palabras a
los presentes en esta ocasión. Mi querido
Salvador ha sido mi fuerza y apoyo en este
momento de necesidad. Cuando fui tomada de
mi lecho de enfermedad para estar con mi
esposo en el momento de morir, al principio,
el golpe inesperado pareció ser demasiado
difícil de soportar. Y clamé a Dios que no me
lo quitara, que no lo separara de mí y que no
me dejará trabajar sola. Hace dos semanas
estuvimos lado a lado en este escritorio.
“Estaré delante de vosotros una vez más; él
hará falta. Entonces no estará presente para
ayudarme. Yo estaré sola, y además no estoy
sola porque mi Salvador estará conmigo.
Cuando mi esposo expiró silenciosamente, sin
gemido y sin lucha, pensé que sería egoísmo
de mí parte desear echar mis brazos de
afección alrededor de él para retenerlo. El
parecía un agotado guerrero tendido en
descanso. Mi corazón puede sentirlo hasta sus
profundidades y, a pesar de todo, os puedo
decir que no tengo lágrimas para derramar por
los muertos. Mis lágrimas son por los vivos. Y
te pongo en tierra para el descanso mi querido
tesoro, para descansar hasta la mañana de la
resurrección, cuando el Dador de la vida llame
a todos los cautivos en la tumba a la gloriosa
inmortalidad.”

¿Para quién eran las lágrimas que la
hermana White derramaría? Para los vivos, no
para los muertos. Jesús lloró también algunas
veces. Cuando lloró en la tumba de Lázaro,
¿por qué lloró? Lloró por causa de la
incredulidad de la gente, no por la muerte de
Lázaro, pues él iba a resucitar en un momento
próximo. Pero los demás pensaron que lloraba
por la muerte de Lázaro. “¡Mira cómo le
amaba!”, decían ellos. Entendieron mal el
carácter de Jesús, porque sus pensamientos se
encaminaron por diferentes canales. “Mi
corazón puede sentirlo hasta sus
profundidades y, a pesar de todo, os puedo
decir que no tengo lágrimas para derramar por
los muertos. Mis lágrimas son por los vivos. Y
te pongo en tierra para el descanso mi querido
tesoro, para descansar hasta la mañana de la
resurrección, cuando el Dador de la vida llame
a todos los cautivos en la tumba a la gloriosa
inmortalidad.”
La hermana White no sólo perdió a su
esposo sino también a dos de sus hijos.
“Amigos, todos deseamos esta esperanza en
Cristo Jesús; todas nuestras esperanzas se
centran en la vida eterna, así que trabajemos
para Dios. Desde ahora en adelante será mi
Guía, mi Esposo, Consejero y Amigo.
Caminará conmigo a través de la senda
escabrosa de la vida, y al final nos
encontraremos otra vez, donde no habrá un
adiós, donde no habrá separación y ninguno
dirá, ‘estoy enfermo.’ Te entrego mi especial
tesoro, me despido de él. No iré a su tumba
para llorar, tampoco pude derramar lágrimas
por mi hijo más joven ni por el de más edad.
La mañana de la resurrección es demasiado
espléndida.” Esto es dominio propio, ¿verdad?
“Y entonces contemplo esa mañana cuando
los lazos rotos de la familia se unirán otra vez,
y veremos al Rey en su hermosura, y veremos
su incomparable simpatía, para echar las
brillantes coronas a sus pies y tocar las arpas
de oro, llenar todo el cielo con los compases
de la música y el cántico del Cordero.
Cantaremos todos juntos allí. Triunfaremos
39
todos alrededor del gran trono blanco” (PH 68
43.1).
Esta es una experiencia que usted no la
puede tener de un momento a otro. No es que
en un momento estemos llenos de
sentimentalismo y en el siguiente poseamos
semejante victoria. La hermana White hizo la
práctica de disciplinar su mente desde sus
tempranos comienzos. Cuando lleguemos al
conflicto final, a la angustia de Jacob,
nosotros necesitamos ese control de la mente.
La hermana White dice que necesitamos una
experiencia que nosotros no tenemos ahora, y
que muchos son indolentes para adquirirla.
Eso es triste. Pero en realidad, la verdad llega
al corazón y será anulada por las personas que
son indolentes. Es verdad, el mensaje les gusta
y lo escuchan, pero pronto pierden la
concentración y con el tiempo se hallan en
otra dirección. Luego están los que realmente
trabajan por continuar adelante y por recibir
esta experiencia. Ahora es el tiempo, el último
tiempo de preparación.
Separándonos de la hermana White, yo
quiero ir brevemente a la cuestión del apetito
y el soñar despierto. Como ya lo hemos visto,
el apetito es una cosa que puede realmente
impedir el trabajo de Dios, y fortalece las
pasiones animales, como lo leímos ayer.
Vamos al libro Consejos sobre el Régimen
Alimenticio, página 73:
“Que nadie que profesa piedad considere
con indiferencia la salud del cuerpo y se haga
la ilusión de que la intemperancia no es
pecado, y que no afectará su espiritualidad.
Existe una estrecha simpatía entre la
naturaleza física y la espiritual. La norma de
virtud resulta elevada o degradada por los
hábitos físicos. El comer en exceso de la
mejor clase de alimentos producirá una
condición mórbida en los sentimientos
morales. Y si el alimento no es el más
saludable, los efectos serán aún más
perjudiciales. Cualquier hábito que no
promueva una acción saludable en el
organismo humano, degrada las facultades

más elevadas y más nobles. Los hábitos
erróneos en el comer y beber conducen a
yerros en el pensamiento y la acción. La
complacencia del apetito fortalece las
propensiones animales, dándoles el
predominio sobre las facultades de la mente y
el espíritu.”
¿Qué significa esto en la práctica? Si por
ejemplo llenamos demasiado nuestro
estómago es obvio que en cierto sentido nos
entenebrecemos. Y si hacemos algunos
ejercicios después de eso, comemos más. En
los campamentos es donde debemos practicar
especialmente la temperancia en este aspecto,
pero pensemos qué es entenebrecer la mente,
y cómo es que se nubla. Cuando comemos
tenemos buenos alimentos y de esto no hay
duda. Alimento saludable es lo que nosotros
necesitamos, y es semejante al maná que
Israel tuvo. ¿Por qué es que deseamos comer
un poco más de lo que realmente necesitamos?
Es así, porque estamos acostumbrados a cierto
patrón. Es porque estamos acostumbrados al
alimento rico, alimento rico en el sentido de
tener variedades de alimentos en una comida,
en vez de tres, y. se comen muchos dulces o
muy salado al mismo tiempo. Después que la
lengua se acostumbra a estos alimentos, el
alimento del plato ya no tiene más sabor.
Usted sabe que cuando bebe muchos jugos
todo el tiempo y luego bebe agua, ¿cómo es el
sabor? No tiene ningún sabor. Pero si sólo
bebe agua ella tiene sabor a dulce. Cuando
consume mucho azúcar y miel sobre el pan, ¿a
qué sabe el pan? No es bueno en absoluto. El
pan masticado solo tiene sabor a dulce. Así,
cuando nos antojamos por comer más de lo
normal, es porque estamos acostumbrados a
comer otras clases de comidas.
Cuando no nos sentimos satisfechos con lo
que tenemos en la despensa y buscamos los
alimentos que el mundo ofrece, de cierto se
nublan nuestras mentes. Yo deseo agregar
algo. Las cosas demasiado dulces contribuyen
a este problema. Las cosas artificiales
provistas por el mundo con sabor
40
intensificado, añadiendo algunos aditivos que
fortalecen el sabor, se encuentra por todas
partes. Estas cosas crean un apetito
antinatural. Cuando nos antojamos de estas
cosas y entendemos que existe un antojo, yo
mismo lo entiendo por mi propio cuerpo.
Nosotros no estamos satisfechos con el simple
maná que Dios ha provisto en este
campamento. Como resultado hemos
entenebrecido nuestra mente a cierto grado, y
no tendremos esta resistencia mental tan
necesaria para entender cada reflexión.
Cuando llego a los campamentos donde
presento una lección durante una hora y
media, me doy cuenta que las personas
comienzan a dormirse. Mientras yo predico
ellas duermen. Formulo algunas preguntas
para mantener un poco la atención. Pero he
hallado con frecuencia en algunos
campamentos que yo no puedo continuar
presentando normalmente estudios. Se puede
hacer en grupo o cosa semejante. No estoy en
contra de este modo de estudio, sino que es
evidente que hay una falta de control de los
pensamientos. Esto es muy obvio y evidente.
Tenemos que preguntarnos, por qué esto es
así, y una razón es el apetito. No sólo nosotros
dañamos nuestros órganos sino dañamos
nuestra mente. No solamente nuestros órganos
físicos, sino nuestra capacidad para pensar y
eso es lo peor. “Los hábitos erróneos en el
comer y beber conducen a yerros en el
pensamiento y la acción.”
La razón por la cual somos tan amonestados
contra estas cosas es porque Adán cayó en este
punto. Nosotros leemos vez tras vez que fue
por el apetito que Adán cayó. ¿Tenía Adán un
apetito pervertido? ¿Tenía él antojos por
ciertas cosas? Cuando miramos a Eva, ella
desechó su guardián, y ese fue su problema. Y
tan pronto comió el fruto se imaginó estar en
una condición más elevada. Luego ella tuvo
un antojo; un antojo antinatural. Esto se
heredó por todos los hijos de Adán y Eva.
Cristo tuvo que ayunar durante cuarenta días
para vencer este mal. El venció para que

nosotros podamos tener su victoria, pero
tenemos que concentrarnos en esa victoria.
Para nosotros no sería tan difícil si tuviéramos
que ayunar durante cuarenta días, porque
Cristo ganó la victoria por nosotros. Pero
todavía sería una lucha. Tenemos que desear
por lo menos entrar en esta lucha, y eso es lo
menos que Dios espera de nosotros. Entonces
nos dará la fortaleza. Pero si botamos la
victoria anticipadamente diciendo que esa es
la costumbre como esta gente come, entonces
nunca obtendremos la victoria. Hermanos y
hermanas, tenemos que luchar contra los
antojos del apetito, y todos los tenemos. Yo
entiendo esto con claridad, porque cuando me
levanto de la mesa me gusta comer algo más.
Yo siento antojo de tener en mi boca alimento
adicional. Pero necesitamos vencer esto si
deseamos tener una mente clara.
Yo quiero contarle una de mis experiencias
cuando rendía exámenes en el colegio. Estos
duraban alrededor de una semana, y cada día
por la mañana yo no comía porque sentía que
deseaba tener mi mente apta para esta tarea.
Los exámenes requerían plena concentración y
se debían terminar ciertas tareas en cierto
tiempo. No era fácil aprender todas las cosas
que no se habían aprendido todavía, y tenía
que dedicar más tiempo a lo que no había
aprendido. Tenía que realmente concentrarse
en esas cosas. Recuerdo que todo iba bien día
tras día, y en el último día tuvimos el examen
de física. Eran temas muy complejos y cosas
complicadas que uno tenía que desarrollar y a
medida que el trabajo avanzaba salía muy bien
y en cada procedimiento yo hallaba la
solución. Luego hubo un pequeño receso y se
ofrecieron algunos alimentos. Me dije a mí
mismo: bueno, yo no comí esta mañana y de
todas maneras he realizado buen progreso en
los exámenes anteriores y es poco lo que hay
que hacer. ¿Por qué no comer? Comí algunos
alimentos, pero noté la diferencia en mi
habilidad para concentrarme. Hubo una
diferencia notable. Antes yo podía pensar con
agudeza pero después que comí, mi mente se
41
nubló un poco. Fue solamente poco lo que se
nubló pero suficiente para hacerme lento, y
pronto me di cuenta que con dificultad podía
terminar la tarea. Esa fue para mí una lección
grande que el alimento tiene una gran
influencia en la mente y en la capacidad para
pensar.
Cuando usted piensa en Juan el Bautista,
que fue el precursor de Jesús, recuerda que fue
muy cuidadoso en este campo. ¿Qué es lo que
nosotros debemos hacer? Debemos ser
semejantes a Juan el Bautista para preparar la
segunda venida de Cristo. Debemos ser tan
claros como él fue y, de hecho, debemos
luchar contra estos hábitos que imposibilitan
el trabajo de Dios.
Volvamos al diagrama otra vez. Vimos
previamente que los pensamientos erróneos en
la imaginación producen sentimientos
erróneos y los sentimientos erróneos
gobiernan sobre la razón. Hay una diferencia
entre soñar despierto y la fe y, a pesar de todo,
estas dos cosas son similares. Lo enfatizaré un
poco, y después podemos estudiarlo más
cuidadosamente. Yo necesito enfatizarlo
porque la imaginación no es mala todas las
veces. La imaginación que no está llena de los
pensamientos de Dios es la que es errónea. De
hecho, la fe es también imaginación. Pero es
la imaginación de las realidades divinas que
no vemos, y debido a que no las vemos la
gente piensa que ellas no son reales, pero
nosotros sabemos que son reales porque la
Palabra de Dios lo dice. Por ejemplo,
imaginamos la Nueva Jerusalén. Imaginamos
la felicidad y el gozo que se halla allá y el
compañerismo que tendremos e imaginamos
el día de la resurrección, etc. Esto es lo que
debemos imaginar. Pero hay otras cosas en las
cuales nuestra imaginación no debe morar.
Esto son los crímenes de este mundo y asuntos
sin importancia de este mundo; las cosas
materiales que son temporales. En estas cosas
debemos invertir poquito de nuestra
imaginación, lo más poco posible.

Las personas que añaden casa a casa,
posición a posición, tienen que ocupar mucho
su pensamiento en estas cosas. La imaginación
está llena y es difícil hallar lugar para las
cosas espirituales naturalmente. Sólo tenemos
una imaginación, no dos. Algunas personas
tienen doble imaginación pero entonces tienen
también dos personalidades. Pero realmente
nosotros tenemos una imaginación. Esta
imaginación puede llenarse, o de las cosas
divinas o de las cosas terrenales. Inclusive
nuestra vida terrenal es una cosa terrenal. La
preservación de nuestra vida es una cosa
terrenal, en lo cual no debemos poner
demasiada atención.
Ahora leamos algunas declaraciones
concernientes a los pensamientos. Yo quiero
estudiar esta mañana sobre los pensamientos
con todos ustedes. Leamos un testimonio de la
hermana White:
“Él [Cristo] murió por mí para que yo
pudiera ser bendecida y para que su gozo
permaneciera en mí. Por eso mantengo mi
mente en este canal; la adiestro; adiestro mi
lengua; adiestro mis pensamientos; adiestro
todo lo que hay en mí para poder aferrarme a
Jesucristo” Ms 36, 1891 (Mente Carácter y
Personalidad, tomo 2, página 692).
Me gusta esta declaración. Ella muestra que
tenía esas batallas que nosotros tenemos. El
que fuera la mensajera de Dios no significaba
que su mente se encaminara naturalmente por
el canal correcto. Tenía esta clase de
pensamientos pero los desechaba. Esto me
recuerda cierta declaración de Pablo en
Gálatas 2:20. “Con Cristo estoy juntamente
crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo
en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo
en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se
entregó a sí mismo por mí.” Esta es una
declaración fuerte. Yo vivo, pero no yo. En
otras palabras, yo no pienso tanto en mí,
Cristo vive en mí, mis pensamientos están
llenos de Cristo. “... y lo que ahora vivo en la
carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual
me amó y se entregó a sí mismo por mí.” Otra
42
declaración similar se halla en 1 Corintios 2:2.
“Pues me propuse no saber entre vosotros cosa
alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.”
En Filipenses 1:21: “Porque para mí el vivir
es Cristo, y el morir es ganancia.”
Toda su concentración estaba en Cristo, y lo
que Dios realmente desea es que nuestra
imaginación esté llena de las realidades
divinas, llena de Cristo. Piense en El, piense
en su carácter. Sería bueno dedicar una hora
cada día para estudiar la vida de Cristo.
¿Recuerda usted esa declaración? Está en El
Deseado de Todas las Gentes, página 63.
“Sería bueno que cada día dedicásemos una
hora de reflexión a la contemplación de la
vida de Cristo. Debiéramos tomarla punto por
punto, y dejar que la imaginación se posesione
de cada escena, especialmente de las finales.”
Aquí vemos cuál es el propósito de Dios al
darnos la imaginación, y es para que la
concentremos en estas cosas.
Como hemos visto, el pecado de Adán fue
el pecado del sentimentalismo. No se controló,
sino que cayó en la lucha del sentimentalismo,
que es tener pensamientos erróneos e
imaginaciones erróneas o como lo llamamos
hoy, soñar despierto. Desde la caída de Adán
todo el pensamiento del hombre es semejante
al de él. Y esto en el hombre natural, como es
él en su naturaleza. Veremos cómo Dios nos
juzga acerca de esto, porque Dios lo ve
claramente, Génesis 6:5. “Y vio Jehová que la
maldad de los hombres era mucha en la tierra,
y que todo designio de los pensamientos del
corazón de ellos era de continuo solamente el
mal”. Esta es la condición del hombre que no
ha nacido de nuevo. ¿Qué piensa de este
mundo tan culturizado? No quiero decir que
cada uno es un asesino, sin embargo, Dios
dice que todo designio de los pensamientos
del corazón de ellos es de continuo solamente
el mal. Si Cristo no está llenando ese lugar de
la imaginación, entonces es mala. Es mala
aunque no necesariamente se piense en
homicidios, pero en algunos lo es. Veremos
esto después cuando veamos más de cerca lo

que es soñar despierto. Hay muchas áreas
donde el pensamiento del hombre es siempre
la exaltación de sí mismo. Ese es el factor
clave. Debemos aceptar realmente lo que Dios
dice que todo designio de los pensamientos
del corazón de ellos es de continuo solamente
el mal. Esta es una declaración demasiado
humillante y perjudicial, ¿verdad? Pero es la
palabra de Dios.
Nosotros, habiendo escapado de la
corrupción que hay en el mundo a causa de la
concupiscencia, y de los designios de los
pensamientos del corazón que es
continuamente el mal, tenemos que guardar
nuestros pensamientos. Ahora tenemos una
obra por la cual cooperar para tener un canal
diferente de pensamientos. Esto es lo que el
apóstol Pedro hace claro, 1 Pedro 1:13. “Por
tanto, ceñid los lomos de vuestro
entendimiento, sed sobrios, y esperad por
completo en la gracia que se os traerá cuando
Jesucristo sea manifestado.” ¿Qué está
diciendo el apóstol aquí? “... ceñid los lomos
de vuestro entendimiento.” ¿Qué significa
esto? ¿Qué son los lomos del entendimiento?
Significa la mente ejercitada, la mente que se
puede controlar. Ceñid los lomos de vuestro
entendimiento significa prepararse uno
mismo. Normalmente en las Escrituras cuando
habla de ceñir los lomos significa alistarse uno
mismo para un largo camino o para ir a la
batalla. Por ejemplo, una vez Elías le dijo a su
siervo que ciñera sus lomos y fuera a una tal
persona y que no hablara con nadie en el
camino. Leámoslo porque es muy importante
en este contexto; 2 Reyes 4:29. “Entonces dijo
él a Giezi: Ciñe tus lomos, y toma mi báculo
en tu mano, y vé; si alguno te encontrare, no
lo saludes, y si alguno te saludare, no le
respondas; y pondrás mi báculo sobre el rostro
del niño.”
“Ciñe tus lomos ...” En otras palabras, ciñe
los lomos de vuestro entendimiento dice
Pedro. No se distraiga sino avanza. Lo que
esto significa en forma práctica lo veremos
43
cuando leamos algunas declaraciones en la
siguiente sesión.
ESTUDIO 8
Volvamos otra vez al asunto del
sentimentalismo, porque estamos
considerando la cuestión de dominar los
pensamientos y la importancia de controlarlos.
Hay una estrecha relación entre el apetito y el
control de los pensamientos, y también en la
sensualidad como lo veremos a medida que
avancemos en nuestros estudios. A una cierta
persona que violó el séptimo mandamiento, la
hermana White le escribe lo siguiente en
Joyas de los Testimonios, tomo 1, páginas 197
y 198. Lo hallo muy interesante en cuando al
sentimentalismo concierne. Ella dice:
“Usted ha caído en forma terriblemente.
Satanás lo atrajo a su red, y lo dejó para que
se desenredara lo mejor que pudiese. Se ha
visto acosado, perplejo y terriblemente
tentado. Lo atormenta una conciencia
culpable. Desconfía de sí mismo, y se imagina
que todos los demás desconfían de usted.”
¿Qué es eso? Soñar despierto,
sentimentalismo. “Es celoso de sí mismo, y se
imagina que otros corazones lo celan.”
Imaginación. He hallado muy interesante
cuando se mira la experiencia de Adán y Eva
después de la caída, pues hay ciertas
imaginaciones acerca de Dios. Por eso fue que
ellos se escondieron cuando Dios deseó
verlos. Ellos salen corriendo. ¿Por qué lo
hacen? Porque imaginaron que Dios pensaba
de ellos como ellos pensaban de sí mismos, y
la conciencia culpable realmente los alcanzó.
“Es celoso de sí mismo, y se imagina que
otros corazones lo celan.” Yo pienso que uno
de los peores males hoy es el temor sobre lo
que otros piensan de mí. Esto ha impedido a
los mensajeros de Dios en el pasado traer el
mensaje en forma clara; el temor de lo que

otros pensaran acerca de ellos. Con frecuencia
esto conduce a la venganza, a la desconfianza,
al rechazo de la persona que Dios envía. “No
tiene confianza en sí mismo, y se imagina que
sus hermanos no la tienen tampoco.” Cuando
piensa que otros no tienen confianza en Usted,
¿por qué lo piensa? Porque no tiene confianza
en usted mismo. Si piensa que otros
desconfían de usted, ¿por qué lo hace? Porque
su conciencia culpable lo condena. Esa es la
razón. A menudo Satanás presenta el pasado
delante de usted y le dice que no tiene ningún
sentido intentar vivir la verdad, y que la senda
es demasiado estrecha para usted. Ha sido
vencido. Ahora Satanás toma ventaja del
curso pecaminoso, para hacerle creer que está
fuera de redención.
“Se encuentra en el campo de batalla de
Satanás, empeñado en su severo conflicto.
Usted ha derribado la valla que rodea todo
círculo familiar, para hacerlo sagrado. Y ahora
Satanás lo acosa casi constantemente. Usted
no tiene reposo ni paz; y procura hacer
responsables a sus hermanos de los conflictos
ocasionados por sus sentimientos, dudas y
celos; considera que ellos yerran y que no le
prestan atención. La dificultad estriba en usted
mismo. Usted quiere seguir su propio camino,
y no desgarra su corazón delante de Dios: Se
niega, quebrantado y contrito, pecaminoso y
contaminado, a confiar en su misericordia.
Sus esfuerzos por salvarse, si persiste en ellos,
le acarrearán la ruina.”
Ruina no es solamente ruina eterna, aunque
esta es la peor cosa, pero antes de eso está la
ruina de la mente agobiada porque es
irrazonable, los sentimientos gobernando la
mente, y como resultado el individuo no
puede entender más al mundo que lo rodea.
Piensa que el mundo no lo entiende, y esa es
la razón por la que él se vuelve insociable.
Este es un defecto, y el otro defecto es la
enfermedad que finalmente causa daño en el
cuerpo humano. Entonces el curso correcto es
pensar correctamente. Regresemos por unos
momentos a Adán porque deseamos ver cómo
44
sus pensamientos se distorsionaron por su
pecado, pero pronto el pensamiento de su
pecado lo llenó de terror. Se halla en
Patriarcas y Profetas, página 40.
“El aire que hasta entonces había sido de
temperatura suave y uniforme pareció enfriar
los cuerpos de la culpable pareja. El amor y la
paz que habían disfrutado desapareció, y en su
lugar sintieron el remordimiento del pecado,
el temor al futuro y la desnudez del alma. El
manto de luz que los había cubierto
desapareció, y para reemplazarlo hicieron
delantales; porque no podían presentarse
desnudos a la vista de Dios y los santos
ángeles.” Detengámonos aquí por un
momento y pensemos acerca de los delantales
usados para cubrirse. ¿Por que hicieron ellos
mismos estos delantales? Obviamente
perdieron el manto de luz y sintieron esa
pérdida intensamente. Ellos hicieron algo para
su reemplazo y fue los delantales de higuera.
¿Necesitamos nosotros delantales de
higuera hoy? ¿Cuándo los hacemos? Los
hacemos cuando excusamos nuestros pecados
por las circunstancias, por lo que otros
hicieron, etc. Hacemos delantales cuando nos
comparamos con otros, y esa es otra forma de
soñar despierto que es demasiado peligroso.
Lo hacemos al compararnos con otros en el
sentido de expresar que tenemos la razón y
que otros están equivocados. En esto sólo
existe una seguridad y es cuando nosotros nos
comparamos con Jesús y nos sentamos a sus
pies. Nunca sentiremos el espíritu de
justificación propia, porque aparecemos
exactamente como somos, con vestidos sucios.
Nos convertiremos en humildes, y entonces
tendremos una actitud totalmente diferente
hacia nuestros hermanos, y aceptaremos la
reprensión también cuando venimos al
mensajero del Señor. Pero cuando nos
comparamos con otros seres humanos, sean
ellos nuestros hijos, nuestros padres, hermanos
o hermanas, para pensar en sus
equivocaciones y defectos, entonces nos
veremos buenos comparados con ellos. Este es

un delantal de higuera aunque no nos demos
cuenta. Es un delantal de higuera con el cual
nos cubrimos nosotros mismos, y lo podemos
llamar distracción. Obviamente esto llegó a
ser claro cuando Dios se acercó a Adán para
preguntarle: “¿Has comido del árbol de que yo
te mandé no comieses?” ¿Cuál fue la respuesta
inmediata de Adán? La mujer lo hizo. Esto es
un desarrollo práctico del delantal de higuera.
Con esto cubrió su propia iniquidad. Tenemos
que ver que el delantal de higuera es otra
forma de sentimentalismo. Es otra forma de
no hacer frente a la realidad, sino hallar otra
cosa diferente en su lugar; buscar un sustituto
para aquello que debemos tener y no tenemos.
Esto es un delantal de higuera.
“Ahora comenzaron a ver el verdadero
carácter de su pecado. Adán increpó a su
compañera por su locura de apartarse de su
lado y dejarse engañar por la serpiente; pero
ambos presumían que Aquel que les había
dado tantas muestras de su amor perdonaría
esa sola y única transgresión, o que no se
verían sometidos al castigo tan terrible que
habían temido.
“Satanás se regocijó de su triunfo. Había
tentado a la mujer a desconfiar del amor de
Dios, a dudar de su sabiduría, y a violar su
ley; y por su medio, causar la caída de Adán.
“Pero el gran Legislador iba a dar a conocer
a Adán y a Eva las consecuencias de su
pecado. La presencia divina se manifestó en el
huerto. En su anterior estado de inocencia y
santidad solían dar alegremente la bienvenida
a la presencia de su Creador; pero ahora
huyeron aterrorizados, y se escondieron en el
lugar más apartado del huerto. ‘Y llamó
Jehová Dios al hombre, y le dijo: ¿Dónde
estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el
huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo;
y escondíme. Y díjole: ¿Quién te enseñó que
estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de
que yo te mandé no comieses?” Patriarcas y
Profetas, páginas 40 y 41.
Adán no pudo hablar más francamente con
su Hacedor. No pudo limitar a él sus
45
problemas. ¿Por qué esto así? Exactamente
como Dios se lo había predicho sucedió.
Había caído y su naturaleza había cambiado.
Por lo tanto, su compañerismo con su Hacedor
había cambiado. “Adán no podía negar ni
disculpar su pecado; pero en vez de mostrar
arrepentimiento, culpó a su esposa, y de esa
manera al mismo Dios: ‘La mujer que me
diste por compañera me dio del árbol, y yo
comí.’” Yo hallo esto muy interesante, porque
fue por este don más grande por cuya causa él
dio este paso de caer en pecado. Pero ahora
después de su caída hizo de este don el más
grande obstáculo para caer en pecado. ¿Puede
Usted ver la diferencia? Primero la mujer era
el don más grande, y ahora era el obstáculo
más grande. “La mujer que me diste por
compañera me dio del árbol, y yo comí.” Al
principio, no permitió que ella se separara, y
ahora acusa a Dios por habérsela dado. “El
que por amor a Eva había escogido
deliberadamente perder la aprobación de Dios,
su hogar en el paraíso y una vida de eterno
regocijo, ahora después de su caída culpó de
su transgresión a su compañera y aun a su
mismo Creador. Tan terrible es el poder del
pecado.” En otras palabras, hace el asunto
irrazonable literalmente. Encuentro interesante
que siempre que hay una pelea suceden
muchas cosas irrazonables alrededor. La gente
ya no piensa más razonablemente. Por
ejemplo, ¿es una guerra razonable? ¿Produce
beneficio a las dos partes? A pesar de eso, la
gente pelea el uno con el otro. Necesitamos
conocer que el pecado distorsiona los
pensamientos en la mente.
“Cuando la mujer fue interrogada: ¿Qué es
lo que has hecho? contestó: ‘La serpiente me
engañó, y comí.’” Ella tenía un delantal de
higuera, ¿y cuál era? La serpiente me engañó;
la serpiente que colocaste en el jardín. “‘¿Por
qué creaste la serpiente? ¿Por qué la dejaste
entrar en el Edén?’ Estas eran las preguntas
implícitas en sus disculpas por su pecado. Así
como Adán, ella culpó a Dios por su caída. El
espíritu de justificación propia se originó en el

padre de la mentira; lo manifestaron nuestros
primeros padres tan pronto como se
sometieron a la influencia de Satanás, y se ha
visto en todos los hijos e hijas de Adán. En
vez de confesar humildemente su pecado,
tratan de justificarse culpando a otros, a las
circunstancias, a Dios, y hasta murmuran
contra las bendiciones divinas.” En otras
palabras, ellos se amparon a sí mismos al
hacer delantales de higuera. Otra vez quiero
enfatizar que el delantal de higuera es una
forma de soñar despierto.
Veamos el diagrama por un momento, para
hacer esto un poco más claro. Hemos
aprendido que el propósito de soñar despierto
en busca de placeres, produce buenos
sentimientos. Con frecuencia el hombre no
tiene buenos sentimientos cuando la culpa está
a la puerta, porque culpa no es buenos
sentimientos en absoluto. Es un sentimiento
malo. ¿Qué fue lo que hizo Adán para
producir en él buenos sentimientos? Al
principio imaginó que Dios no sería tan
severo, que podía pensar que una ocasión no
es sino una ocasión, en la siguiente podía ser
mejor, pero fue imaginación. En el momento
siguiente cuando Dios se le acercó se imaginó
que podía esconderse delante de Dios. ¡Qué
terrible ilusión fue esa! Esto es realmente
soñar despierto. Cuando Dios le preguntó:
“¿Has comido del árbol?”, imaginó que Dios
podía excusarlo si le hubiera dicho: “si lo
hiciste...” Esto es soñar, soñar y soñar
despierto. Cubriendo los malos sentimientos
que tenía, procuró producir buenos
sentimientos en él. ¿Pero tuvo éxito? ¿Produjo
esto buenos sentimientos al final? ¿Halló él la
paz con este delantal de higuera? ¡No! Tal
esfuerzo sólo estimula la degradación del
alma.
Dios ha propuesto que estas cosas no
produzcan buenos sentimientos; solamente la
fe y la obediencia lo pueden hacer. Quiero
añadir algo aquí, que es la fe y la obediencia,
y en esta conexión es verdadero
arrepentimiento también, lo que al final
46
producirá buenos sentimientos. O podemos
decir que es la paz que tenemos con Dios. Fe,
obediencia y verdadera humillación a Dios, es
lo destinado por Dios a producir buenos
sentimientos. No busquemos soñar despiertos
y hacer delantales de higuera. Cuando los
hombres hoy salen a buscar placeres,
realmente salen corriendo. Es la única cosa
que hacen, salen corriendo por la mala
conciencia. Salen corriendo por causa de los
malos sentimientos y buscan buenos
sentimientos. Lo buscan bebiendo, fumando,
en las drogas o hacen cualquier otra cosa.
Intentan escapar de sus conciencias malas y
oscuras que les causa problema, y de esta
forma buscan buenos sentimientos. Este punto
llega a ser más claro a medida que avancemos.
Así son los placeres y el soñar despierto
como lo vimos en el caso de Adán y Eva
después que Dios los visitó. “El Señor
sentenció entonces a la serpiente: ‘Por cuanto
esto hiciste, maldita serás entre todas las
bestias y entre todos los animales del campo;
sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos
los días de tu vida’. Puesto que la serpiente
había sido el instrumento de Satanás,
compartiría con él la pena del juicio divino.
Después de ser la más bella y admirada
criatura del campo, iba a ser la más envilecida
y destetada de todas, temida y odiada tanto
por el hombre como por los animales. Las
palabras dichas a la serpiente se aplican
directamente al mismo Satanás y se señalan su
derrota y destrucción final. ‘Y enemistad
pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente
y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza,
y tú le herirás en el calcañar.
“A Eva se le habló de la tristeza y los
dolores que sufriría. Y el Señor dijo: ‘A tu
marido será tu deseo, y él se enseñoreará de
ti’. En la creación Dios la había hecho igual a
Adán. Si hubiesen permanecido obedientes a
Dios, en concordancia con su gran ley de
amor, siempre hubieran estado en una mutua
armonía; pero el pecado había traído
discordia, y ahora la unión y la armonía

podían mantenerse sólo mediante la sumisión
del uno o del otro.” (Página 42).
Lo que yo veo claramente es esto: A
menudo usted tiene que dar una declaración
abierta del orden en un plan hecho para varias
personas que trabajan juntas. Por ejemplo,
tiene que explicarles que ese es el orden.
Realmente el orden ya debiera ser claro por sí
mismo, pero debido al pecado en nosotros, y
por nosotros soñar despiertos al imaginar una
cualidad o posición que no tenemos sin ver la
realidad como ella es, por esa razón tiene que
hacerse un arreglo. Dios necesitó decirle a
Adán y a Eva que se sometiera el uno al otro.
Antes de la caída, Eva se hubiera sometido
alegremente sin ninguna declaración. Pero en
ese momento Dios tuvo que decirle: “Tú te
sometes, tú obedeces”. Esto no le daba a Adán
autoridad para usar mal su posición, para
causar amargura o para abusar de ella. Su
posición ahora era guiarla y amarla. Pero
colocó responsabilidad en ambos, en Eva y
Adán, cuando Dios pronunció esta orden. En
el reino de Dios el orden no significa que el
gobernante puede relajarse poniendo sus pies
sobre la mesa y ordenar que los demás le
sirvan donde nada hace sino que deja que todo
el arduo trabajo se haga para su placer. Así no
es el reino de Dios. Como usted sabe, el reino
de Dios en ningún caso tiene posiciones como
el mundo las tiene. En el reino de Dios la
posición significa gran responsabilidad de
servicio. Si una persona anhela tener una
importante posición, entonces no entiende
realmente el reino de Dios. Pero si una
persona desea una cierta tarea es algo
diferente. Porque Pablo dice en 1 Timoteo 3:1:
“Palabra fiel: Si alguno anhela obispado,
buena obra desea.” Esto no significa que desea
una posición. Significa que desea el trabajo. Si
lo desea es porque el Señor lo puso en su
corazón. Es porque Dios le da el ánimo para
hacer este trabajo. Pero si una persona desea
una posición, ella no comprende el reino de
Dios. Usted podría decir cuál es la gran
diferencia entre posición y trabajo. Existe una
47
gran diferencia, porque cuando usted hace el
trabajo no piensa en que es más alto que los
demás, sino se ve en el mismo nivel. Pero
cuando usted piensa en una posición el trabajo
llega ser secundario y la posición llega a ser
primero.
Cuando Dios le dio la orden a la pareja en
el Edén que debían someterse el uno al otro,
no estaba otorgando posiciones de gobierno
sobre otro, sino que debían hacer trabajos
diferentes. Eva debía hacer un trabajo y Adán
debía hacer un trabajo. Es bastante importante
comprender estos principios mientras
estudiamos el plan de Dios para la familia y
para la terminación de la obra. Leamos esto
otra vez.
“Si hubiesen permanecido obedientes a
Dios, en concordancia con su gran ley de
amor, siempre hubieran estado en mutua
armonía; pero el pecado había traído
discordia, y ahora la unión y la armonía
podían mantenerse sólo mediante la sumisión
del uno o del otro. Eva había sido la primera
en pecar, había caído en tentación por haberse
separado de su compañero, contrariando la
instrucción divina. Adán pecó a sus instancias,
y ahora ella fue puesta en sujeción a su
marido. Si los principios prescritos por la ley
de Dios hubieran sido apreciados por la
humanidad caída, esta sentencia, aunque era
consecuencia del pecado, hubiera resultado en
bendición para ellos; pero el abuso de parte
del hombre de la supremacía que se le dio, a
menudo ha hecho muy amarga la suerte de la
mujer y ha convertido su vida en una carga.”
Yo diría que hay dos extremos: 1) cuando el
esposo no cumple su función, 2) cuando la
emprende equivocadamente pensando más en
la posición que en el trabajo que ha de ser
hecho en esa posición.
“Junto a su esposo, Eva había sido
perfectamente feliz en su hogar edénico; pero,
a semejanza de las inquietas Evas modernas,
se lisonjeaba con ascender a una esfera
superior a la que Dios le había designado. En
su afán de subir más allá de su posición

original, descendió a un nivel más bajo.
Resultado similar alcanzarán las mujeres que
no están dispuestas a cumplir alegremente los
deberes de su vida de acuerdo al plan de Dios.
En su esfuerzo por alcanzar posiciones para
las cuales Dios no las ha preparado, muchas
están dejando vacío el lugar donde podrían ser
una bendición. En su deseo de lograr una
posición más elevada, muchas han sacrificado
su verdadera dignidad femenina y la nobleza
de su carácter, y han dejado sin hacer la obra
misma que el Cielo les señaló.
“Dios manifestó a Adán: ‘Por cuanto
obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del
árbol de que te mandé diciendo, No comerás
de él; maldita será la tierra por amor de ti; con
dolor comerás de ella todos los días de tu
vida; espinos y cardos te producirá, y comerás
hierba del campo; en el sudor de tu rostro
comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra;
porque de ella fuiste tomado: pues polvo eres,
y al polvo serás tornado.” (Páginas 42, 43).
Esta orden fue una bendición aunque parece
como una maldición, ¿verdad? Pero esto era
exactamente lo que Adán necesitaba para
restablecerse de soñar despierto, y para
superar su sentimentalismo que lo condujo a
su caída. El tratamiento que Dios le dio para
vencer fue trabajar y comer el pan con el
sudor de su frente, hasta que regresara a la
tierra.
“Era voluntad de Dios que la inmaculada
pareja no conociese absolutamente nada de lo
malo. Les había dado abundantemente el bien,
y vedado el mal. Pero, contra sus
mandamientos, habían comido del fruto
prohibido, y ahora continuarían comiéndolo y
conocerían el mal todos los días de su vida.
Desde entonces el linaje humano sufriría las
asechanzas de Satanás. En lugar de las
agradables labores que se les habían asignado
hasta entonces, la ansiedad y el trabajo serían
su suerte. Estarían sujetos a desengaños,
aflicciones, dolor, y al fin, a la muerte.
“Bajo la maldición del pecado, toda la
naturaleza daría al hombre testimonio del
48
carácter y las consecuencias de la rebelión
contra Dios.”
Pienso que no debemos leer más, porque
aunque todo es muy interesante no podemos
leer todas las cosas. Este es un capítulo de los
más interesantes, y lo es también el plan de la
redención, acerca del cual estudiaremos un
poco ahora. Deseamos estudiarlo no sólo en el
contexto de la experiencia de Adán y Eva,
sino de nuestra experiencia también. Así como
hemos estudiado su caída en el contexto de
nuestra experiencia, así también en la de su
redención. La redención comienza con el texto
de Génesis 3:15:
“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y
entre tu simiente y la simiente suya; ésta te
herirá en la cabeza, y tú le herirás en el
calcañar.” Hasta este punto en nuestro estudio
hemos considerado el plan original de Dios
para el hombre y para la familia. Esto es
crearlo conforme a la imagen de Dios y,
como lo hemos visto, no ha desechado este
plan. Aun después de la caída de Adán es
todavía el plan de Dios hacernos conforme a
su imagen, y crecer en su imagen. De hecho,
como lo hemos leído, el gran propósito es
restaurar esa imagen en cuerpo, mente y
espíritu. Ahora leemos aquí en Génesis 3:15,
que el gran propósito de Dios es herir la
cabeza de la serpiente. Esto se describe como
un trabajo más, el trabajo muy importante de
herir la cabeza de la serpiente. ¿Quién es la
serpiente? Es Satanás. Apocalipsis 12:9. “Y
fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente
antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual
engaña al mundo entero; fue arrojado a la
tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.”
A la antigua serpiente se le llama diablo y
Satanás. ¿Entonces cuál es el propósito para la
raza humana? Es aplastar la cabeza de la
serpiente. Aquí no sólo está hablando de la
raza humana como tal, sino habla de la vida
de la simiente que herirá la cabeza de la
serpiente. ¿Entonces, cuál es la simiente? Es
el hijo de la mujer. Ahora tenemos una
familia. Tenemos un esposo, tenemos una

esposa hecha conforme a la imagen de Dios
que debía gobernar sobre los animales. Por
esta razón debía ser creada a la imagen de
Dios, pero su tarea adicional ahora es aplastar
la cabeza de la serpiente. Esta tarea se le da
especialmente a la simiente, es decir, al hijo.
¿Cuál hijo? A su hijo, o al hijo que Dios desea
dar a los padres en este tiempo final.
Cuando Adán y Eva estaban allí perplejos
de lo que esto significaría, tuvieron que haber
pensando en el niño que tendrían, y esperar
que este hijo ahora pondría un fin al pecado.
Ellos comprendían que Dios no hablaba de la
serpiente literal sino del poder que estaba
detrás de la serpiente, es decir, de Satanás.
Entonces esperaban y hablaban que la
simiente heriría la cabeza de la serpiente. Así,
aguardaban que la Simiente viniera. Podemos
estar seguros de que cuando ellos recibieran
esa simiente esperarían que la promesa se
cumpliera. ¿Se cumplió eso? No entendemos
exactamente por qué no se cumplió. Pero una
cosa es clara. Adán y Eva eran ciertamente
más elevados moralmente de lo que nosotros
somos. Entendían más el plan para la familia
de lo que entendemos nosotros hoy. Excepto a
través de la Palabra de Dios y por las
continuas revelaciones que el Señor nos da.
Lo que yo diría es que ellos tenían una mente
más aguda. No solamente producirían un hijo
conforme a sus ideas, no producirían un hijo
como resultado de la indulgencia en pasiones
animales, sino que producirían un hijo de
acuerdo al plan de Dios. Y cuando lo hicieran,
esperarían que este hijo sería la promesa del
Salvador que quebrantaría la cabeza de la
serpiente. Pero no fue así. Ellos no lo
lograron. De hecho, su primer hijo fue Caín
que llegó a ser homicida. No lo alcanzaron
como familia. El pecado de Adán y Eva se
reprodujo en Caín al punto de que llegó a ser
realmente un homicida. Esto significa que el
crimen continuó. ¿En qué forma fue Caín
azotado por el pecado del sentimentalismo?
¿Y por qué fue él azotado por el
sentimentalismo? Estas son preguntas que
49
necesitamos comprender. Debemos ir al libro
de Génesis primero, para investigar allí un
poco y luego leeremos el libro Patriarcas y
Profetas.
“Conoció Adán a su mujer Eva, la cual
concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por
voluntad de Jehová he adquirido varón.
Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel
fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la
tierra. Y aconteció andando en el tiempo, que
Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a
Jehová. Y Abel trajo también de los
primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo
de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a
su ofrenda, pero no miró con agrado a Caín y
a la ofrenda suya: y se ensañó Caín en gran
manera, y decayó su semblante” (Génesis 4:1-
5).
El hombre fue hecho conforme a la imagen
de Dios. ¿En qué forma? En cuerpo, mente y
espíritu. ¿De qué manera se ve la imagen de
Dios en el cuerpo? En el semblante que es
hecho a la imagen de Dios también. Cuando
dice aquí que su semblante decayó, ¿qué
indica eso? Algo estaba mal en su conciencia,
y su semblante decayó. “Entonces Jehová dijo
a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha
decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no
serás enaltecido? si no hicieres bien, el pecado
está a la puerta; con todo esto, a ti será su
deseo, y tú te enseñorearás de él.” Es muy
interesante cómo Dios aquí dirige los
pensamientos de Caín otra vez al canal
razonable. La mente de Caín no fue más
razonable, sino dijo: “Dios es el culpable por
no aceptar mi ofrenda, es culpable por Abel.”
Realmente estaba enojado con todas las cosas
y con todos los demás, pero no así con él
mismo. En la pregunta que Dios le hace: ¿Por
qué ha decaído tu semblante? hay dos
posibilidades. 1) que él hiciera el bien, y si
hizo el bien, no había razón para que su
semblante decayera. 2) si no hizo el bien,
entonces debió buscar su pecado en él mismo.
Pero usted sabe que cuando su semblante
decayó, ya revelaba que algo estaba mal. El

decaimiento del semblante es algo que
nosotros necesitamos entender como algo que
tiene que ver con el sentimentalismo.
Volvamos a la lectura para entender esto
mejor.
“Caín y Abel, los hijos de Adán, eran muy
distintos en carácter. Abel poseía un espíritu
de lealtad hacia Dios; veía justicia y
misericordia en el trato del Creador hacia la
raza caída, y aceptaba agradecido la esperanza
de la redención. Pero Caín abrigaba
sentimientos de rebelión y murmuraba contra
Dios, a causa de la maldición pronunciada
sobre la tierra y sobre la raza humana por el
pecado de Adán. Permitió que su mente se
encauzara en la misma dirección que los
pensamientos que hicieron caer a Satanás,
quien había alentado el deseo de ensalzarse y
puesto en tela de juicio la justicia y autoridad
divinas” (Patriarcas y Profetas, pág. 58).
Leamos cuidadosamente: “Permitió que su
mente se encauzara”. No dice que su mente se
encauzó en la dirección equivocada, sino que
simplemente permitió que su mente se
encauzara. Esto significa que tenía la
obligación moral de no permitir que su mente
se encauzara en esa dirección. Esta obligación
moral no fue acatada por él, y para eso no
había excusa. Una persona se excusa diciendo
que eso es cuestión suya, que es su manera y
siente no poder hacer nada. Pero está bajo la
obligación moral. La obligación moral es no
permitir que la mente se encamine en esas
direcciones. “Permitió que su mente se
encauzara en la misma dirección que los
pensamientos que hicieron caer a Satanás,
quien había alentado el deseo de ensalzarse y
puesto en tela de juicio la justicia y autoridad
divinas.”
Yo les recomiendo que lean todo este
capítulo, y con seguridad lo podemos hacer
brevemente para contemplar acerca del tema.
Necesitamos comprender la caída de Caín, y
necesitamos comprender por qué el plan de
Dios para la familia fue destruido otra vez, y
cómo fue destruido. Necesitamos entender
50
esto como una amonestación. Lo que Dios nos
quiere decir es que no hagamos la misma
cosa, sino que nos muestra el mejor camino en
el plan para la familia.
ESTUDIO 9
Pensar correctamente
Estamos estudiando la edificación del reino
de Dios para la familia y en qué forma la usa
para terminar la obra. En este contexto
estamos estudiando mucho acerca de pensar
correctamente. Nos podemos sorprender en
cómo estas dos cosas se vinculan, y pienso
que esto llegará a ser más evidente a medida
que sigamos los estudios. Pensar
correctamente es esencial para la terminación
del gran conflicto. Ni aun en pensamiento el
Salvador se rindió al poder de la tentación; ni
siquiera en uno. Significa que sus
pensamientos estaban absolutamente
concentrados en la obra que estaba haciendo
como la tarea de toda su vida. Lo hizo desde
la de edad doce años en adelante. No hubo un
soñar despierto en su vida. No hubo
desviación en asuntos importantes que
nublaran su mente. Todas las cosas se
efectuaban estrictamente para el propósito de
su vida, tanto que pudo finalmente resistir las
más grandes tentaciones.
El diablo lo llevó a un monte alto y lo
motivó a soñar despierto, pero Jesús lo resistió
diciendo: “¡No!, yo no lo acepto”. Cuando
Satanás lo tentó por medio de su discípulo que
le decía: “Señor esto no te puede suceder”,
Jesús pudo decir firmemente, “apártate de mí
Satanás”. Cuando los discípulos desearon
hacerlo rey, pudo decir: “¡No!”, sin ser
dominado. Si por lo menos hubiera acariciado
un pensamiento propio, si hubiera poseído un
pensamiento del cual Satanás pudiera haber
ganado un asidero en su vida, entonces la

salvación se habría perdido. Nosotros
debemos ser conscientes de esto. Debiéramos
concentrarnos un poco en la vida de Cristo a
medida que continuemos en los estudios. En
este contexto debiéramos estudiar la tentación
de Cristo y toda su existencia, especialmente
las últimas escenas cuando dio su vida por
nosotros, porque esta tiene que ser la
condición de los que encontrarán al Salvador.
Esta tiene que ser la condición de los que
entrarán en la angustia de Jacob, para poder
estar delante de Dios sin un intercesor.
En otras palabras, los que estamos
estudiando aquí se supone que nos estamos
preparando para ese tiempo. Estamos bastante
atrasados, y esto significa que tenemos que
aprender mucho en este aspecto. Ante todo es
debido a la mundanalidad de donde venimos,
y no haber avanzado más de lo que se pudo
haber avanzado, la venida de Cristo afronta
ese hecho, ésta se ha demorado. Se ha
demorado por razones similares a las que
impidió a Israel entrar en el reposo. ¿Por qué
no pudieron entrar en el reposo? Por su
incredulidad. Porque sus mentes estaban
congestionada por las imaginaciones en lugar
de la fe. Estas son las dos fuerzas posibles. O
nuestras mentes están llenas de fe y de
imaginaciones de las cosas divinas o están
llenas de cosas mundanales. En esto Satanás
gana ventaja especialmente en lo sensual. A
esto tenemos que hacer frente, comenzando
con las pequeñas influencias como veremos en
nuestro estudio. Pero confío en que todos nos
despertemos cuando leamos estas
declaraciones de la hermana White.
Volvamos a Caín, y el propósito por el cual
estudiamos su historia es porque deseamos ver
cómo el plan que Dios hizo para la familia se
destruyó en ese ejemplo y, sin embargo, lo
que Dios predijo se cumplió. Esto significa
que la enemistad que Dios predijo entre la
simiente justa y la simiente de iniquidad se ve
en la controversia entre Caín y Abel. Pero,
que Caín el hijo mayor debiera ser un
homicida, no era el plan de Dios obviamente.
51
Especialmente no era su plan que Caín matara
a su hermano, sino más bien debió aniquilar a
Satanás, no con las pasiones asesinas por
supuesto, sino con la justicia. En cambio mató
a su hermano. Regresaremos a Patriarcas y
Profetas, página 58.
En el primer párrafo vimos que Caín ya
había abrigado sentimientos de rebelión y
luego dice: “Permitió que su mente se
encauzara en la misma dirección que los
pensamientos que hicieron caer a Satanás...”
¿Cayó Satanás de un día para otro?
Ciertamente no, su caída fue gradual, él
descendía moralmente en forma paulatina. En
otras palabras, su alianza absoluta con el
Creador se interrumpió con otros
pensamientos. Otras reflexiones llegaron a su
mente, pensamientos de exaltación propia.
Vimos que Caín permitió que su mente se
encauzara en la misma dirección. También
con Caín su decisión de matar a su hermano
no fue de un día para otro, sino fue algo que
creció gradualmente. Se formula la pregunta
por qué Caín fue así, especialmente
comparado con Abel. Ambos tenían los
mismo padres. Lo dos tenían los mismos
antecedentes. ¿No tenían los dos la misma
educación también? ¿Qué es lo que hace la
diferencia? Aquí viene un hecho que no
podemos omitir que es nuestra propia
responsabilidad moral. Aunque Dios hace
todas las cosas para introducirnos en el plan
de salvación, todavía tenemos una función que
desempeñar, donde podemos decir sí o no.
Aunque hayamos crecido en un ambiente muy
opuesto al cristianismo, no caemos tan bajos
que Cristo no nos pueda salvar. Todavía
podemos decir sí o no. Hay una obligación
moral que cada uno tiene. Esto es algo que
vemos en Caín, y es que decidió caminar en la
dirección equivocada. Cada uno de los que
estamos aquí, tiene que hacer una decisión
realmente. Caín permitió que su mente se
encauzara en la misma dirección de Lucifer.
Veámoslo en más detalles leyendo el
párrafo siguiente:

“Estos hermanos fueron probados, como lo
había sido Adán antes que ellos, para
comprobar si habrían de creer y obedecer las
palabras de Dios. Conocían el medio provisto
para salvar al hombre, y entendían el sistema
de ofrendas que Dios había ordenado. Sabían
que mediante esas ofrendas podían expresar su
fe en el Salvador a quien éstas representaban,
y al mismo tiempo reconocer su completa
dependencia de él para obtener perdón; y
sabían que sometiéndose así al plan divino
para su redención, demostraban su obediencia
a la voluntad de Dios. Sin derramamiento de
sangre no podía haber perdón del pecado; y
ellos habían de mostrar su fe en la sangre de
Cristo como la expiación prometida
ofreciendo en sacrificio las primicias del
ganado. Además de esto, debían presentar al
Señor los primeros frutos de la tierra, como
ofrenda de agradecimiento.
“Los dos hermanos levantaron altares
semejantes, y cada uno de ellos trajo una
ofrenda. Abel presentó un sacrificio de su
ganado, conforme a las instrucciones del
Señor. ‘Y miró Jehová con agrado a Abel y a
su ofrenda’ (Génesis 4:4.). Descendió fuego
del cielo y consumió la víctima. Pero Caín,
desobedeciendo el directo y expreso
mandamiento del Señor, presentó sólo una
ofrenda de frutos. No hubo señal del cielo de
que este sacrificio fuera aceptado. Abel rogó a
su hermano que se acercase a Dios en la forma
que él había ordenado; pero sus súplicas
crearon en Caín mayor obstinación para seguir
su propia voluntad.” Por qué Caín estuvo más
resuelto para seguir su propia voluntad
después de la amorosa súplica? ¿Fue hecha
con un mal espíritu? ¿Fue Abel rudo cuando
hizo la súplica a su hermano? La respuesta
está en la oración siguiente. “Como era el
mayor, no le parecía propio que le amonestase
su hermano, y desdeñó su consejo.” Esto es
algo contra lo cual tenemos que estar en
guardia, porque eso es orgullo. Orgullo es
nuestro gran enemigo. Lo que veo repetidas
veces es que la gente no acepta consejos
52
técnicos razonables por causa del orgullo.
Ellos rechazan la clara Palabra aplicada al
corazón debido al orgullo.
Generalmente es la palabra de Dios la que
punza nuestros corazones. semejante a una
flecha. Algunos se rinden a ella y hacen
confesiones, pero otros se endurecen a sí
mismos. Eso es triste porque se repite muchas
veces, principalmente con la llegada de nueva
luz suceden estas cosas. “Como era el mayor,
no le parecía propio que le amonestase su
hermano, y desdeñó su consejo.” No fue el
consejo de Abel, sino la palabra de Dios. No
fue que Abel lo dijera, sino Dios quien lo dijo
así.
“Caín se presentó a Dios con murmuración
e incredulidad en el corazón tocante al
sacrificio prometido y a la necesidad de las
ofrendas expiatorias. Su ofrenda no expresó
arrepentimiento del pecado. Creía, como
muchos creen ahora, que seguir exactamente
el plan indicado por Dios y confiar
enteramente en el sacrificio del Salvador
prometido para obtener salvación, sería una
muestra de debilidad. Prefirió depender de sí
mismo. Se presentó confiando en sus propios
méritos. No traería el cordero para mezclar su
sangre con su ofrenda, sino que presentaría
sus frutos, el producto de su trabajo.”
¿Puede usted recordar cómo nosotros
consideramos lo que es soñar despierto?
Abramos el diagrama otra vez.
Existe el esfuerzo por producir buenos
sentimientos. Compárese esto con la ofrenda
de Caín. El trajo su fruto del producto de su
trabajo. Usted sabe que los gentiles traían
siempre sus ofrendas. En la Edad Media los
cristianos que entendían los principios de la
justicia por la fe traían sus obras a Dios. ¿Cuál
era la razón? Usted puede decir que para
apaciguar a un Dios enojado. Al final esto los
hacía sentir mejor. Esta es la razón, la
profunda razón de hacer nuestras propias
obras. Nos hace sentir mucho mejor, porque
se supone que estamos en el plan de la
obediencia y la fe. Usted puede decir siempre

que la justicia por obras es un esfuerzo por
producir mejores sentimientos en nosotros.
Pero no está de acuerdo con los caminos de
Dios sino con nuestros caminos. De verdad,
usted puede decir que Caín soñaba despierto,
en el sentido de que imaginaba que Dios
descendería y aceptaría su ofrenda conforme a
sus términos, en vez de que él tenía que
someterse a los términos de Dios.
Continuamos leyendo el capítulo “Caín y Abel
Probados”. (Página 59).
“Presentó su ofrenda como o un favor que
hacía a Dios, para conseguir la aprobación
divina. Caín obedeció al construir el altar,
obedeció al traer una ofrenda; pero rindió una
obediencia sólo parcial. Omitió lo esencial, el
reconocimiento de que necesitaba un
Salvador.” Ahora leemos las similitudes entre
los dos hermanos. “En lo que se refiere al
nacimiento y a la educación religiosa, estos
hermanos eran iguales. Ambos eran
pecadores, y ambos reconocían que Dios
demandaba reverencia y adoración. En su
apariencia exterior, su religión era la misma
hasta cierto punto, pero más allá de esto, la
diferencia entre los dos era grande.” ¿Qué le
dice a usted esta declaración? Que la religión
de los dos era exteriormente la misma hasta
cierto punto. Esto me habla a mí que en Caín
y Abel Dios representa a su pueblo antes del
último zarandeo, porque las dos religiones, la
religión de las vírgenes prudentes y la religión
de las vírgenes fatuas son iguales. Ambas
religiones estaban construidas sobre la
justificación por la fe. Los dos hermanos
reconocían las exigencias de Dios en la
reverencia y la adoración, los dos venían a
escuchar la verdad y, en la apariencia, no
había diferencia. Pero había una diferencia en
esencia.
“‘Por la fe Abel ofreció a Dios mayor
sacrificio que Caín’” (Hebreos 11:4). Ahora
hágase esta pregunta seriamente: ¿Es fe la que
yo ejercito? ¿O está mi mente llena de
imaginaciones vanas? Si está llena de
imaginaciones vanas, entonces no puede ser fe
53
con la cual pueda seguir a Dios. O es una
forma o la otra. “Por la fe Abel ofreció a Dios
mayor sacrificio que Caín.” ¿Entonces, qué
significa esto concerniente a Caín? Pues no
fue con fe que ofreció su sacrificio, sino que
lo ofreció conforme a su propia imaginación.
“Abel comprendía los grandes principios de la
redención. Veía que era pecador, y que el
pecado y su pena de muerte se interponían
entre su alma y la comunión con Dios. Trajo
la víctima inmolada, la vida sacrificada, y así
reconoció las demandas de la ley que había
sido quebrantada. En la sangre derramada
contempló el futuro sacrificio, a Cristo
muriendo en la cruz del Calvario; y al confiar
en la expiación que iba a realizarse allí,
obtuvo testimonio de que era justo, y de que
su ofrenda había sido aceptada.”
Formúlese esta pregunta: ¿Lo que yo hago
es porque Cristo es mi expiación, se sacrificó
por mí, y está realmente en todo mi ser? ¿O
están mis pensamientos congestionados de la
tristeza de esta vida, los cuidados, ansiedades,
o por mis propias obras literalmente? Soñar
despierto no es solamente en un área esencial
donde termina allí, sino comienza en otras
áreas. Por supuesto un área de la imaginación
equivocada de lo que se nos ha hecho es la
compasión propia o cosas semejantes. Lo
veremos más claramente mientras avancemos.
“No fue elegido un hermano para ser aceptado
y el otro para ser desechado. Abel eligió la fe
y la obediencia; Caín, en cambio, escogió la
incredulidad y la rebelión. Todo dependió de
esta elección.
“Caín y Abel representan dos clases de
personas que existirían en el mundo hasta el
fin del tiempo. Una clase se acoge al sacrificio
indicado; la otra se aventura a depender de sus
propios méritos; el sacrificio de éstos no posee
la virtud de la divina intervención y, por lo
tanto, no puede llevar al hombre al favor de
Dios. Sólo por los méritos de Jesús son
perdonadas nuestras transgresiones. Los que
creen que no necesitan la sangre de Cristo, y
que pueden obtener el favor de Dios por sus

propias obras sin que medie la divina gracia,
están cometiendo el mismo error que Caín. Si
no aceptan la sangre purificadora, están bajo
la condenación. No hay otro medio por el cual
puedan ser librados del dominio del pecado.”
Yo tengo que decir realmente que esto me
habla a mí, porque se ve claramente que los
descendientes espirituales de Abel sienten la
necesidad de la sangre de Cristo, sienten que
sin la gracia divina no hay seguridad.
Entonces, ¿No hablarían ellos más de su
Salvador? ¿No serían sus testimonios mucho
más fervientes? ¿No tendrían algo que decir
de su familiaridad con Jesús? ¿No
escucharíamos menos gemidos,
murmuraciones, rebeliones o cosas
semejantes? ¿No oiríamos más de Jesús? Esa
es mi pregunta.
“La clase de adoradores que sigue el
ejemplo de Caín abarca la mayor parte del
mundo; pues casi todas las religiones falsas se
basan en el mismo principio, a saber que el
hombre puede depender de sus propios
esfuerzos para salvarse. Afirman algunos que
la humanidad no necesita redención, sino
desarrollo, y que ella puede refinarse, elevarse
y regenerarse por sí misma.
“La verdadera fe, que descansa plenamente
en Cristo, se manifestará mediante la
obediencia a todos los requerimientos de Dios.
Desde los días de Adán hasta el presente, el
motivo del gran conflicto ha sido la
obediencia a la ley de Dios. En todo tiempo
hubo individuos que pretendían el favor de
Dios, aun cuando menospreciaban algunos de
sus mandamientos. Pero las Escrituras
declaran ‘que la fe fue perfecta por las obras’
y que sin las obras de la obediencia, la fe ‘es
muerta.’”
La hermana White vio algunas visiones
sobre el carácter del hombre y vio los vicios
que ellos practican. Ella se pregunta: “¿En
quién puede uno confiar?” No fue fácil para la
profeta ver estas cosas, porque se pregunta si
realmente puede confiar en alguien. Cuando
vemos cómo han caído los buenos hombres
54
que hicieron frente a ejércitos, pero cayeron
en este grado de sensualidad, Dios puede
preguntarse: ¿En quién puedo confiar para
terminar la obra? Nosotros tenemos que seguir
adelante y creer que tiene que ser hecha.
Aprendamos de las experiencias de Caín y
Abel. Leamos en la página 61:
“Cuando Caín vio que su ofrenda era
desechada, se enfureció contra el Señor y
contra Abel.” ¿Cómo dice la Escritura? “Y se
ensañó Caín en gran manera, y decayó su
semblante.” Yo entendía siempre que esto
quería decir que él había adquirido una
expresión oscura en su rostro. Pero fue un
rostro enojado e infeliz que no estuvo más en
conformidad con la imagen de Dios. El Señor
simplemente le pregunta: “Si bien hicieres;
¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el
pecado está a la puerta”. En otras palabras, no
me acuses, porque te habría aceptado si
hubieras seguido el camino correcto. “Se
disgustó porque Dios no aceptaba el sacrificio
con que el hombre substituía al que había sido
ordenado divinamente, y se disgustó con su
hermano porque éste había decidido obedecer
a Dios en vez de unírsele en la rebelión contra
él. A pesar de que Caín despreció el divino
mandamiento, Dios no le abandonó a sus
propias fuerzas; sino que condescendió en
razonar con el hombre que se había mostrado
tan obstinado: Y el Señor dijo a Caín: ‘¿Por
qué te has ensañado, y por qué se ha inmutado
tu rostro?’ Por medio de un ángel se le hizo
llegar la divina amonestación: ‘si bien
hicieres, ¿no serás ensalzado? Y si no hicieres
bien, el pecado está a la puerta’ (Génesis 4:6,
7). Tocaba a Caín escoger. Si confiaba en los
méritos del Salvador prometido, y obedecía
los requerimientos de Dios, gozaría su favor.
Pero si persistía en su incredulidad y
transgresión, no tendría fundamento para
quejarse al ser rechazado por el Señor.
“Pero en lugar de reconocer su pecado, Caín
siguió quejándose de la injusticia de Dios, y
abrigando envidia y odio contra Abel.”
Después que el asunto se aclaró vino la dorada

oportunidad para que Caín hiciera un claro
reconocimiento. ¿Cuál es el propósito de un
reconocimiento de nuestros pecados? Uno
podría decir que si una persona no dice nada,
significa que ella dice sí. Si un pecador se
rebela contra una persona y permanece
callada es porque fue convencida. Yo vengo a
la conclusión de que eso no es así. He visto
que estas personas caen repetidas veces en el
mismo pecado. ¿Por qué? Porque no
reconocen que lo que se ha hecho es malo.
Debido a que no pudieron reconocerlo, caen
otra vez. ¿Cuál es el propósito de reconocer
nuestros pecados? Es hacer una declaración
abierta de lo que es malo y lo que es bueno.
Por esta razón hago un propósito determinante
de seguir por la senda correcta. Cuando digo
que lo que hice es malo, y lo que Dios me dice
es correcto pero deseo seguir el camino de
Dios, lo estoy hablando clara y abiertamente
para que usted sepa cuál es mi entender, y si
llego a debilitarme, me pueda ayudar a
proseguir en el camino correcto. Pero si
permanecemos callados porque pensamos que
es debilidad decirlo, esto le da una ventaja a
Satanás y nos guía otra vez al mismo pecado.
Un reconocimiento abierto o una confesión
abierta cuando usted está convencido nos
ayuda realmente. Afirma nuestros propósitos
para continuar en el camino correcto y ayuda
a nuestros hermanos para que nos ayuden
cuando seamos débiles. Por supuesto,
invitamos a los ángeles y a Dios para que nos
ayuden.
Pero Caín no lo pudo reconocer y fue
demasiado humillante para él reconocer su
equivocación. Así fue con Lucifer en el cielo;
habría sido demasiado humillante entrar en
reconocimiento de que habiendo sido
altamente honrado estuviera equivocado.
“Censuró violentamente a su hermano y trató
de arrastrarlo a una disputa acerca del trato de
Dios con ellos. Con mansedumbre, pero
valiente y firmemente, Abel defendió la
justicia y la bondad de Dios. Indicó a Caín su
error, y trató de convencerle de que el mal
55
estaba en él. Le recordó la infinita
misericordia de Dios al perdonar la vida a sus
padres cuando pudo haberlos castigado con la
muerte instantánea, e insistió en que Dios
realmente los amaba, pues de otra manera no
entregaría a su Hijo, santo e inocente, para
que sufriera el castigo que ellos merecían.
Todo esto aumentó la ira de Caín. La razón y
la conciencia le decían que Abel estaba en lo
cierto; pero se enfurecía al ver que quien solía
aceptar su consejo osaba ahora disentir con él,
y al ver que no lograba despertar simpatía
hacia su rebelión. En la furia de su pasión, dio
muerte a su hermano.”
En esto vemos muy claramente cómo los
sentimientos gobiernan sobre la razón. Caín
no pudo actuar más razonablemente, porque
sus pasiones fueron poderosas y mató a su
hermano. Este no fue un acto estudiado sino
un acto cometido por la pasión. Consideremos
si Abel reaccionó correctamente como lo hizo.
Ciertamente, pudo haber permanecido callado
cuando Caín le hizo preguntas y trató de
inducirlo a la misma situación. Pudo haber
pensado que era el más joven y nada podía
decir. Pudo haber dicho a Caín que estaba en
lo correcto en las cosas que no eran correctas.
Al hacer esto Abel buscaría una posición
neutral entre Dios y Caín. Pero no existe
neutralidad, había que tomarse una posición
resuelta, y Abel lo hizo. De esta forma fue un
testigo fiel, y por ello tuvo que sufrir. Esto es
triste. Pero así es. Ser un testigo fiel puede
significar que tengamos que sufrir. El es
odiado por los que no aceptan el testimonio,
hasta el punto de ser muerto. ¿Estamos listos
para esto? Pero Abel fue el primer mártir; lo
fue en los dos aspectos, como predicador de
justicia y como justo. Puedo ver realmente
que hoy cuando afrontamos cosas tales,
debiéramos tomar siempre una posición
resuelta y clara por la causa correcta sin
vacilación. Si por algunas razones que son
humanas, como el amor hacia una persona o
por compasión, no hablamos la verdad
directamente, entonces pecamos contra esa

persona y contra Dios. Usted puede estar
seguro de que Abel amaba a su hermano, y
pudo haberle hablado más bien de otras cosas.
Le habló pero no con violencia sino con
razón, bondad y amor. Esa debe ser también
nuestra posición.
Toda esta historia nos revela un poco cómo
el plan para la familia que Dios tenía en el
principio no fue realmente cumplido al no
herir la cabeza de la serpiente. Pero en vez de
herir la cabeza de la serpiente, el primer hijo
fue el primer homicida. Luego la raza humana
continuó creciendo y pronto hubo dos clases:
la descendencia de Set y la de Caín.
Necesitamos mirar un poco estas dos clases.
Primero que todo abramos la Biblia donde se
describen brevemente las descendencias.
Génesis 4:15-19. “Y le respondió Jehová:
Ciertamente cualquiera que matare a Caín,
siete veces será castigado. Entonces Jehová
puso señal en Caín para que no lo matase
cualquiera que le hallara. Salió, pues, Caín de
delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod,
al oriente de Edén. Y conoció Caín a su
mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y
edificó una ciudad, y llamó el nombre de la
ciudad del hombre de su hijo, Enoc. Y a Enoc
le nació Irad, e Irad engendró a Mehujael, y
Mehujael engendró a Metusael, y Metusael
engendró a Lamec. Y Lamec tomó para sí dos
mujeres; el nombre de la una fue Ada, y el
nombre de la otra, Zila.”
Este es la primera vez que un hombre toma
dos esposas. Hasta entonces cada uno tuvo una
esposa, aun Caín tuvo una esposa. Pasaron
algunas generaciones y entonces tenemos que
el pecado de la poligamia se introdujo en el
mundo. Desde entonces llegó a ser tan
prevaleciente que aun los hijos de Dios no
entendieron más el principio. Como usted
sabe, Abraham tuvo más de una esposa, lo
mismo Jacob, David y Salomón. Eso es muy
triste. Así, las tinieblas cubrieron la tierra y
aquí comenzó. Por supuesto, este es un
testimonio claro de que la mente de los
hombres no permaneció más en las cosas
56
divinas sino en lo sensual. Esa fue la razón
para tomar más de una esposa. Fue un orgullo
frustrador también.
La hermana White simplemente dice que
Lamec fue el primero en introducir esto.
Leamos en Patriarcas y Profetas, 67:
“Al recibir la maldición de Dios, Caín se
había retirado de la familia de sus padres.
Había escogido primeramente el oficio de
labrador, y luego fundó una ciudad, a la cual
dio el nombre de su hijo mayor. Se había
retirado de la presencia del Señor, desechando
la promesa del Edén restaurado, para buscar
riquezas y placer en la tierra maldita por el
pecado, y así se había destacado como
caudillo de la gran multitud que adora al dios
de este mundo. Sus descendientes se
distinguieron en todo lo referente al mero
progreso terrenal y material. Pero
menospreciaron a Dios, y se opusieron a sus
propósitos hacia el hombre. Al homicidio,
cuya comisión iniciara Caín, Lamec, su quinto
descendiente, agregó la poligamia, y con
cínica jactancia, reconoció a Dios tan sólo
para sacar de la venganza prometida a Caín
una garantía de su propia salvaguardia. Abel
había llevado una vida pastoral, habitando en
tiendas o cabañas, y los descendientes de Set
hicieron lo mismo y se consideraron
‘peregrinos y advenedizos sobre la tierra’, que
buscaban una patria ‘mejor, es a saber, la
celestial’ (Hebreos 11:13, 16).”
Es muy interesante ver que dos clases
llegaron a la existencia. Unos se llamaron los
hijos de Dios, y los otros los hijos de los
hombres. Los descendientes de Set eran los
hijos de Dios y se llenaron de imaginaciones
de las realidades divinas. En otras palabras,
practicaron la verdadera fe. Y no fue solo
diferencias en gustos entre estas dos clases,
sino diferencias en vidas reales. En otras
palabras, la poligamia se desató más y más y
el homicidio llegó a ser común entre los
descendientes de Caín, mientras que los
descendientes de Set se esforzaron por
adquirir más santidad y la recibieron también.

Fue el plan del Señor que la diferencia entre el
pueblo de Dios y el mundo fuera más y más
grande, pues debe haber un abismo demasiado
grande entre ellos y no permitir que estas dos
clases se junten.
“Durante algún tiempo las dos clases
permanecieron separadas. Esparciéndose del
lugar en que se establecieron primeramente,
los descendientes de Caín se dispersaron por
todos los llanos y valles donde habían
habitado los hijos de Set; y éstos, para escapar
a la influencia contaminadora de aquéllos, se
retiraron a las montañas, y allí establecieron
sus hogares.” ¿Dónde es más cómodo para
vivir, en los valles o en las montañas? En los
valles. ¿Por qué es más difícil vivir sobre las
montañas? Hace más frío, la vegetación no es
muy rica y el trabajo de la tierra es más duro.
En otras palabras, lo que Dios dijo en el
principio que la tierra sería labrada con el
sudor de sus frentes, fue practicado
literalmente por ellos. Esto lo vieron como
una bendición, la practicaron así, mientras que
la descendencia de Caín vio el trabajo como
una maldición. Ellos buscaron las formas más
fáciles. Aquí usted ve también dos diferentes
actitudes. Una que busca las formas más
fáciles y la otra realmente lucha duro con el
sólo propósito de recibir santidad. No estoy
hablando aquí de imponer aflicciones propias,
sino estoy hablando de la verdadera
obediencia a Dios bajo estas direcciones. Otro
punto que es muy importante es que escaparon
de esa influencia. Me asombra realmente que
algunas personas que profesan la verdad
presente les gusta vivir en ciudades. Quizás
alguno tiene que hacerlo, ¿pero cómo es que
algunos gustan vivir en ciudades? Tengo
dificultad en entender eso, porque la
influencia no es buena, y llegan a
familiarizarse con el mundo. ¿Existe allí
alguna diferencia? Esta es una pregunta que
nosotros mismos debemos hacernos.
57
ESTUDIO 10
Los hijos de Set
Continuamos observando nuevamente sobre
los hijos de Set. La promesa que Dios dio en
el principio fue que la descendencia o la
simiente de la mujer debía herir la cabeza de
la serpiente. Esta promesa no se cumplió en
Caín, pero en cierto grado comenzó a ser
cumplida en los hijos de Set. Esta obra sólo
pudo ser conducida al mantener la separación
de los hijos de Caín. Eso fue esencial para
hacer el trabajo, porque Dios había dicho: “Y
pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre
tu simiente y la simiente suya”. Entre la
simiente de la serpiente, que es Satanás, y la
simiente de la mujer, que es la línea de los
creyentes. Ahora esta enemistad se manifestó
claramente con el homicidio de Caín, pero no
todas las veces se manifiesta en un homicidio
visible. Se puede manifestar algunas veces en
un estilo opuesto. Por ejemplo, cuando las
mujeres paganas llegaron a las tiendas de los
israelitas, ¿llegaron ellas como asesinas? No,
ellas llegaron como amigas. ¿Qué eran ellas
en realidad? La clase más peligrosa de
asesinos. Y sólo la Palabra de Dios puede
enseñarnos, de otro modo no las podemos
reconocer, porque si las observamos, ellas son
personas amables. Las madianitas eran
amables, sociables, y todo era bueno. ¿Para
qué ser demasiados estrictos, y para qué ser
demasiado particulares? Pero la Palabra de
Dios nos dice que ellas eran homicidas de la
clase más peligrosa.
Los hijos de Set reconocieron eso y como
resultado se separaron y se fueron a las
montañas. Ese hecho de ir a las montañas no
era sólo separarse, sino fue una oportunidad
bienvenida para vivir una vida elevada y
estricta. Repito, los que no tienen su mente
fija en Cristo sino en las cosas terrenales,
buscan siempre la parte más fácil; no por la
parte más dura. Cuando se les exige ayunar

dicen, “no, nosotros no podemos hacerlo”.
Cuando se les requiere alimento simple dicen:
“no podemos hacer esto”. Cuando se les
quiere que vivan en condiciones pobres dicen
que no pueden hacerlo. Ellos buscarán lo fácil
y desearán tener siempre ropas calurosas y
costosas.
En la edificación de la familia necesitamos
entender que podemos edificar conforme a los
descendientes de Set, o podemos edificar
conforme a los descendientes de Caín. Esto
quiere decir que, o nosotros cumplimos el
plan de Dios o no lo cumplimos, no importa lo
que profesemos exteriormente. Recuérdese,
los dos, Caín y Abel, edificaron altares muy
similares. Exteriormente la confesión fue muy
similar y, no obstante, había una gran
diferencia. Por la descendencia esto llegó a ser
manifiesto. Unos gustaron la comodidad y los
otros amaron la dureza. Quiero leer una
declaración que describe la actitud de los hijos
de Set. La hallamos en el libro El Ministerio
de Curación, página 402:
“Todo aquel que acepte a Cristo como a su
Salvador personal anhelará tener el privilegio
de servir a Dios. Al considerar lo que el Cielo
ha hecho por él, su corazón se sentirá
conmovido de un amor sin límites y de
agradecida adoración. Ansiará manifestar su
gratitud dedicando sus capacidades al servicio
de Dios. Anhelará demostrar su amor por
Cristo y por los hombres a quienes Cristo
compró. Deseará pasar por pruebas,
penalidades y sacrificios.”
Wesley fue impresionado por el trato cruel
que los ingleses daban a los moravos cuando
cruzaban el mar. ¿Qué era lo que ellos decían?
Es bueno para nuestros corazones orgullosos
que se nos trate de esta manera. En otras
palabras, amamos esta manera porque es
buena para nuestros corazones orgullosos.
Amaban las pruebas, penalidades y sacrificios.
Usted no halla eso en la descendencia de Caín.
Hagamos la pregunta, ¿por qué la
descendencia de Set amaba las pruebas,
penalidades y sacrificios? ¿Deseaban eso para
58
su propio bienestar? ¿Para la gloria de Dios?
¿Por qué lo deseaban? Porque en la posición
de Abel, revelaban la gratitud hacia el
Salvador. Otro ejemplo de esto es Pedro, y me
impresiono por su vida después de su
conversión. Usted sabe que él amaba las
pruebas, penalidades y sacrificios también.
Escuchó la sentencia que debía ser crucificado
y no desmayó sino se gozó. Pero una cosa
solicitó y fue que lo crucificaran diferente a
como crucificaron a su Maestro. De este
modo, codició el sacrificio y no deseó la
forma más fácil.
Hoy cuando se ejecuta a un asesino (en
Estados Unidos se practicó este asunto en
algunas ocasiones), ¿qué es lo que el asesino
normalmente solicita? La forma más fácil, no
la forma dura. Esta no fue la actitud de Pedro.
Prefirió la forma más dura. ¿Y por qué?
Porque esto le daba a él la posibilidad de
mostrar la gratitud hacia su Salvador. Otra vez
quiero hacer este punto claro, que no fue la
dureza en sí misma lo que codiciaron o
codiciamos. Sino la posibilidad para servir.
Aquí necesitamos entender que es cuando la
mente está cautiva a Dios y no permite ser
distraída en ninguna manera, que entonces
tendremos esta actitud y codiciaremos las
pruebas, penalidades y sacrificios.
¿Por qué la descendencia de Set subió a las
montañas rocosas y frías? Porque eso era
necesario para aplastar la cabeza de la
serpiente. Esto no significa que permanecieron
allí todo el tiempo. De tiempo en tiempo
tenían que bajar a los valles, porque debían
llevar el Evangelio a las gentes que vivían allí,
y sin demorar más de lo necesario regresaban
otra vez a las montañas. Esto me recuerda a
los valdenses quienes desearon también vivir
en las montañas. Estas personas eran fuertes y
resignadas y podían soportar muchos
sufrimientos y pruebas. ¿Por qué? Porque
mantenían su mente únicamente en la gloria
de Dios. Estas dos cosas funcionan juntas.
Cuando amamos la comodidad y las forma
más suave, entonces fácilmente permitimos

que nuestra mente se distraiga y llegamos a
ser irrazonables.
Una cosa que necesitamos entender aquí es
que el amor por lo fácil o el amor abnegado
por el Salvador, comienza en los primeros
años de la niñez. Nosotros crecemos en un
lado o en el otro. Cuando hagamos el plan
para tener una familia necesitamos entender
esto. La mayoría de los padres, y lo digo para
vergüenza, no practican esto, porque nuestra
sociedad no lo practica. Nosotros somos muy
familiares con la sociedad en la realización de
las cosas. Nos inclinamos a dar a nuestros
hijos la facilidad, comodidad, placeres y cosas
semejantes. Estas cosas conducen a la
sensualidad, como lo veremos pronto. No
sucedió así con la descendencia de Set. Ellos
edificaron el reino de la familia conforme a
los planes de Dios y caminaron por el buen
camino para aplastar la cabeza de la serpiente
como Dios lo propuso.
Regresemos y leamos otra vez cómo se
desarrolló. Está en El Hogar Cristiano, página
354. “A menudo las circunstancias en las
cuales se vea colocado un niño, ejercerán en él
una influencia más eficaz que el ejemplo de
los padres.” ¿Ustedes creen en eso? ¿Qué
ejerce la más grande influencia en los niños,
las circunstancias o nuestro ejemplo? La
Palabra de Dios dice que las circunstancias.
“Ciertos padres ricos esperan que sus hijos
serán lo que ellos mismos fueron en su
juventud, y si esto no sucede culpan de ello a
la depravación de la época. Pero no tienen
derecho a esperar esto de sus hijos, a menos
que los hayan puestos en circunstancias
similares a aquellas en las cuales ellos mismos
vivieron. Las circunstancias en que vivió el
padre hicieron de él lo que es. En su juventud
la pobreza le apremió y tuvo que trabajar con
diligencia y perseverancia. Su carácter se
modeló en la severa escuela de la pobreza. Se
vio obligado a ser modesto en sus deseos,
activo en su trabajo, sencillo en sus gustos.
Tuvo que hacer trabajar sus facultades para
59
obtener alimento y ropa. Le tocó practicar la
economía.
“Los padres trabajan para colocar a sus
hijos en situación desahogada, antes que en la
misma en la que ellos comenzaron. Este es un
error común. Si los niños tuviesen que
aprender hoy en la misma escuela en que
aprendieron sus padres, llegarían a ser tan
útiles como ellos. Los padres han alterado las
circunstancias de sus hijos. La pobreza fue
maestra del padre; al hijo le rodea la
abundancia de recursos. Todas sus
necesidades están suplidas. El carácter del
padre fue modelado bajo la severa disciplina
de la frugalidad; él apreciaba todo beneficio
trivial. Los hábitos y el carácter de su hijo
serán formados, no por las circunstancias que
existía antes, sino por la situación actual, de
comodidad e indulgencia ... Cuando abundan
los lujos por todos lados ¿cómo es posible
negárselos.”
Cuando venga la persecución y seamos
obligados a huir, ella será una gran bendición,
aunque consideremos que es una gran
calamidad. Pero Dios nos está dando estas
lecciones antes que la persecución llegue.
Apela a nuestros sentidos y ahora nos dice que
nos separemos de las influencias del mundo y
vayamos a donde es arduo. Que ascendamos a
las montañas donde es frío, rudo, y allá
obtengamos el valor trabajando y tendremos
mejor ambiente para nuestros hijos que en el
valle donde hay comodidad y abundancia de
todas las cosas y donde se gana más dinero.
Tal vez se gane menos en las montañas que en
el valle. En el valle nosotros podemos ganar
más dinero, porque todas las cosas crecen
fácilmente. Pero en las montañas es más
difícil subsistir. Allá tenemos que trabajar más
duro, y por esa causa la gente no se traslada a
esos lugares. Esta es una cuestión que nos
afronta a nosotros. ¿Qué influencias damos
nosotros a nuestros hijos, es decir, qué
ambiente les hacemos? En esto vemos la sabia
decisión que los hijos de Set hicieron al
trasladarse a las montañas. Fue con el

propósito de dar a sus hijos tales
circunstancias que son necesarias para el
crecimiento saludable, por lo que mantuvieron
la mente dedicada solamente a la gloria de
Dios. Leamos estas palabras aquí otra vez.
“Su carácter se modeló en la severa escuela de
la pobreza. Se vio obligado a ser modesto en
sus deseos, activo en su trabajo, sencillo en
sus gustos. Tuvo que hacer trabajar sus
facultades para obtener alimento y ropa. Le
tocó practicar la economía.”
¡Qué bendición! Como nosotros vemos
claramente, muchas personas estuvieron sobre
las montañas. Volvamos a Patriarcas y
Profetas, página 68. “Mientras duró esa
separación, los hijos de Set mantuvieron el
culto a Dios en toda su pureza. Pero con el
transcurso del tiempo, se aventuraron poco a
poco a mezclarse con los habitantes de los
valles. Esta asociación produjo los peores
resultados.” ¿Qué significa mezclarse?
Primero que todo significa que ellos
demoraban más de lo necesario para hacer su
trabajo. Quizás ellos permitieron que las
gentes del valle subieran a las montañas y les
permitían que permanecieran en sus casas más
de lo necesario para la conducción saludable.
Comenzaron a mezclarse primero socialmente
con base a la amistad y así se hicieron amigos.
Esto los condujo más y más a la familiaridad
con el pecado. La hermana White
simplemente dice que produjo los peores
resultados. “Vieron ‘los hijos de Dios que las
hijas de los hombres eran hermosas’ (Génesis
6:2). Atraídos por la hermosura de las hijas de
los descendientes de Caín, los hijos de Set
desagradaron al Señor aliándose con ellas en
matrimonio.”
Probablemente ellos pensaron que se iban a
mantener en el lado correcto, porque después
de todo se casaban solamente con una mujer,
y no con muchas como la gente del valle lo
hacía. No renunciarían a todos sus principios,
probablemente no beberían en exceso como
práctica, y no cometerían homicidios. De este
modo, al principio mostrarían que estaban
60
haciendo las cosas correctas y podían
mantener su justicia. Pero después que tales
uniones se forman, la utilidad de la persona se
anula. Ella no puede aplastar más la cabeza de
la serpiente. Esta es una verdad que
simplemente tenemos que afrontar. Quiero
repetir algo para que no se comprenda mal, y
los veremos más claramente en el matrimonio
de Isaac, que una vez se forme un matrimonio
entre el creyente y el incrédulo, es imposible
que el creyente pueda herir la cabeza de la
serpiente. Es imposible, no pudo hacerlo. El
puede mantener su religión externa, o
continuar siendo un creyente al menos
exteriormente, pero no puede ser idóneo para
la última obra. Esto es así, porque llega a ser
una carne con la mujer. Y al ser una carne con
la mujer, él tiene que complacerla hasta cierto
grado. Esta distracción pecaminosa lo aparta
del propósito de terminar la obra. Aun si nos
casamos con una creyente puede limitarse
nuestra habilidad para terminar la obra. Al
respecto tenemos que comprender que en
muchos hogares en nuestro movimiento, aun
entre creyente y creyente no se halla la sonrisa
de Jesús. Puedo decir que estas personas con
frecuencia se paralizan el ciento por ciento.
Los esposos ya no pueden avanzar más como
avanzaban antes. Se desvían del propósito, y
en vez de concentrarse en la obra para
terminarla, prefieren complacer a sus esposas
con ciertas exigencias o requerimientos que
los distrae de la obra. Entonces ellas desean
tener hijos no sólo uno sino dos, porque es
bonito tener otro bebé, luego un tercero, y es
bonito tener otro cuarto bebé, etc. Entonces un
plan de la familia se establece, el cual no está
conforme al plan de Dios sino más bien
conforme al egoísmo del hombre y,
permítanme decirles, que es conforme a las
pasiones también. El hecho de que el esposo y
la esposa sean dos creyentes no hace ninguna
diferencia. Ahora se monta un plan familiar
que no es conforme a Dios, y como resultado
la familia es incapaz de aplastar la cabeza de

la serpiente. No será esta la simiente que
herirá la cabeza de la serpiente.
¿Cuál es el plan de Dios? El plan de Dios es
que la simiente aplaste la cabeza de la
serpiente. Ese es el plan para la familia.
Tenemos que entender que el reino de Dios
nunca podrá ser edificado mientras la
serpiente esté todavía viva. Es verdad que
Cristo al ser esa Simiente cumplió la promesa
hasta un cierto grado pero tiene que ser
cumplida en el fin por el pueblo de Dios. En
otras palabras, los 144.000 deben ser esa
simiente que aplastará la cabeza de la
serpiente y, por lo tanto, tienen que ser
personas extraordinarias. Tendrán una
experiencia que muchos no tienen ahora
porque son indolentes para adquirirla.
Tenemos que ver con claridad que tenemos
que hacer frente al hecho de continuar
adelante o nos rezagamos. Habrá una
separación definitiva entre el pueblo de Dios.
Algunos irán al descanso, otros marcharán
adelante, y otros llegarán a ser enemigos como
Caín. Deseamos estar entre los 144.000, y eso
es lo que deseo para cada uno, pero algunos
prefieren la comodidad y no planean
conforme a Dios. El tiempo es muy solemne y
necesitamos comprender que Dios tiene un
plan definitivo para terminar la obra.
Mirando a Jesús vemos que Dios tenía un
plan definitivo con detalles en cuanto a El se
refiere, en su venida a este mundo. Viendo la
diferencia en un detalle, digamos que si Jesús
hubiera ido a Jerusalén adelantándose al plan
o retardándose al plan, ¿cuál habría sido el
caso? La serpiente no habría sido aplastada.
Tuvo que salir en ese momento porque Dios
así lo había planeado. Usted sabe cómo
Satanás intentó distraerlo y desviarlo de esa
senda sugiriéndole buenos pensamientos:
Piensa en los discípulos y en el buen trabajo
que puedes realizar aquí y allá y, ¿por qué
eres tan necio siguiendo adelante? ¿Qué dijo
Jesús al respecto? La voluntad de mi Padre es
que suba a Jerusalén ahora. Aunque haya
muchas personar a quienes pueda ayudar, a
61
pesar de eso, subiré a Jerusalén. Afirmó su
rostro para ir y no permitió ser distraído. Jesús
no tenía un pequeño bebé en sus brazos
producto de su propia esposa, sino muchos
bebés. Cumplió el plan de Dios al pie de la
letra y en todo detalle. Hizo todas las cosas
con ese fin y no fue desviado de este camino.
Esto requiere completa libertad del
sentimentalismo, requiere dominio propio,
que probablemente muchos de nosotros no lo
tenemos todavía. Un dominio propio que esté
concentrado en la obra a un grado tal que pone
a un lado toda consideración terrenal.
Yo recuerdo siempre cuando estuvimos en
un campamento en 1977, y el mensaje que se
presentó fue sobre los siete ángeles. Este
estudio hizo una profunda impresión en mi
mente. Sentí claramente que esa era la
oportunidad para el pueblo de Dios poder
terminar la obra. Fui convencido que esta es la
verdad. Vi muy claramente el propósito para
el pueblo de Dio cuando el hermano Wright lo
enfatizó. Recuerdo todavía esa ilustración con
la línea de todo el proceso. Primero, la
experiencia del nuevo nacimiento, en el cual
el creyente tiene la vida eterna en él. Si muere
en ese momento, con tal de que no tenga
pecado conocido en su vida, resucitará para el
cielo. Si continúa viviendo, desde ese
momento en adelante, mientras no
permanezca un pecado conocido, puede saber
que es salvo. Cualquier cosa que le pase no
tiene ninguna importancia, porque es salvo en
los brazos de Jesús. Si Cristo no regresa
inmediatamente y espera su venida, se
formuló la pregunta: ¿qué hace él en ese
transcurso de tiempo? ¿En qué nos ocupamos
durante ese espacio de tiempo? Se hicieron las
sugerencias: Formaremos una familia,
construiremos una casa, haremos la huerta
casera, enmallaremos la casa para estar más
cómodos, tendremos varios hijos y viviremos
una vida feliz. Luego Jesús puede venir, no
tan pronto porque anhelamos disfrutar más esa
vida feliz. Esta fue una actitud.

Ahora, en el instante que la persona tiene el
nuevo nacimiento entra en un ejército, y el
único propósito es la demostración del
carácter de Dios o la terminación de la obra.
Ella no está en esta tierra para construir una
casa o formar una familia o una cosa tal, sino
para demostrar el carácter de Dios. Cuando es
necesario tener una familia porque Dios lo
quiere para terminar la obra, entonces debe
tenerse, pero conforme al plan de Dios. Pero
esto tiene que ser formado primero en nuestra
mente, y necesitamos tener una disposición
única para ese propósito de terminar la obra, y
sólo así podrá ser terminada. Mientras no
tengamos esta actitud, la obra no será
terminada y la venida de Jesús será demorada
más y más.
Quiero decir que fui muy impresionado por
este mensaje y desee terminar la obra de Dios.
Realmente tuve la actitud de que podía
casarme porque la obra necesitaba terminarse.
Fue verdad que me casé tres años después,
pero fue con mucha consideración y cuidado
de que este matrimonio no me impidiera
realizar el servicio de esta obra. No quiero
decir que nunca he sido distraído. Ha habido
siempre la tentación de desviarme del
propósito, porque cuando avanzamos en la
demostración del carácter de Dios, tenemos
éxitos en el camino. Por ejemplo, se logró una
iglesia establecida, se construir un edificio,
nos gozamos en esto porque se tienen
reuniones internacionales. Luego tendemos a
relajarnos y a decir: “Sí por fin lo logramos.
Ahora podemos descansar”.
Pero no debemos estar satisfechos, tenemos
que avanzar, tenemos que entender que no hay
un momento cuando podamos decir que todo
se ha logrado. Habrá siempre montones de
trabajo hasta que Cristo venga. Semejante a
Jesús quien afirmó su rostro para salir sin ser
distraído, así también tiene que ser nuestra
actitud. Cualquier bendición que Dios nos dé
en el camino debe ser solamente un medio
para hacer la tarea, no más que eso. Si llega a
ser más que eso, entonces comenzamos a
62
desviarnos del propósito. Esto es algo que
necesitamos aprender y lo hablo para mí
mismo.
Regresemos ahora a los hijos de Set.
“Atraídos por la hermosura de las hijas de los
descendientes de Caín, los hijos de Set
desagradaron al Señor aliándose con ellas en
matrimonio. Muchos de los que adoraban a
Dios fueron inducidos a pecar mediante los
halagos que ahora estaban constantemente
ante ellos, y perdieron su carácter peculiar y
santo. Al mezclarse con los depravados,
llegaron a ser semejantes a ellos en espíritu y
en obras; menospreciaron las restricciones del
séptimo mandamiento; y ‘tomáronse mujeres
escogiendo entre todas.’ Los hijos de Set
siguieron ‘el camino de Caín’ (Judas 11),
fijaron su atención en la prosperidad y el gozo
terrenales y descuidaron los mandamientos del
Señor. A los hombres ‘no les pareció tener a
Dios en su noticia’; ‘se desvanecieron en sus
discursos, y el necio corazón de ellos fue
entenebrecido’. Por tanto, ‘Dios los entregó a
una mente depravada’ (Romanos 1:21, 28). El
pecado se extendió por toda la tierra como una
lepra mortal.” (Página 68).
Este es un evento triste. Los hijos de Set
eran muy buena gente que hicieron buen
progreso aplastando la cabeza de la serpiente.
Ellos eran realmente la promesa de la simiente
y pareció ser cuando Dios les dio la promesa
que destruirían la cabeza de la serpiente, pero
al mezclarse con los de Caín la perdieron. Por
amor a la comodidad, por las imaginaciones y
pensamientos equivocados puestos en sus
mentes se desviaron por el mal camino.
¿Dónde estamos nosotros hoy? ¿Somos ese
pueblo de Set? ¿Están nuestros hijos creciendo
en el camino necesario para ser los 144.000?
Es una pregunta que todos necesitamos
hacernos. Tuvo que ser muy duro para Adán
ver eso.
“Adán vivió casi mil años entre los
hombres, como testigo de los resultados del
pecado. Con toda fidelidad trató de poner coto
a la corriente del mal.” ¿Dónde piensa usted

que él se hallaba, en el valle o en la montaña?
Ciertamente se trasladó a las montañas. “Se le
había ordenado instruir a su descendencia en
el camino del Señor; y cuidadosamente
atesoró lo que Dios le había revelado, y lo
repetía a las generaciones que se sucedían. A
sus hijos y a sus nietos hasta la novena
generación, pudo describir Adán el estado
santo y feliz del hombre en el paraíso, y
repitiéndoles la historia de su caída, les refirió
los sufrimientos mediante los cuales Dios le
había enseñado la necesidad de adherirse
estrictamente a su ley y les explicó las
misericordiosas medidas tomadas para su
salvación. Pero sólo unos pocos prestaron
atención a sus palabras. A menudo le hacían
amargos reproches por el pecado que había
traído tanto dolor a sus descendientes.”
Otra vez esto es el delantal de higuera,
¿puede usted verlo? El es el culpable de mi
situación. Por supuesto, cuando observamos el
testimonio de nuestros padres hoy reflejados
en nosotros, no permitamos que hagamos
delantales de higuera, sino que entendamos
que tenemos nuestra propia obligación moral,
no importa de dónde vengamos. Podemos
hacer una decisión, podemos ser los 144.000
si sólo mantenemos nuestra mente únicamente
en Dios, y especialmente llevando a cabo el
plan de la familia.
El siguiente paso que necesitamos estudiar
es el matrimonio de Isaac, y en este contexto
necesitamos ver que el plan para la familia es
la forma como Dios edifica el reino por la
familia, y comienza con la elección de la
esposa. Mencioné esto antes, que no importa
si la esposa es una creyente o incrédula, puede
en ambos casos paralizar la utilidad de
terminar la obra. Esto nos sorprende porque
habíamos pensado que casándonos con una
creyente nos hallábamos seguros. Pero
nosotros somos la iglesia militante, no la
iglesia triunfante. Indica que hay muchos
entre nosotros que son todavía creyentes para
las dos condiciones. El verdadero creyente
tiene la mente exclusiva para la gloria de Dios
63
y sólo se casará con el propósito de terminar
la obra. Muchos se casan por las siguientes
razones: porque no pueden estar solos, porque
tal vez tienen pasiones, porque desean tener
hijos, porque desean construir una casa en su
sitio privado, etc. Si estas son las razones para
edificar la familia, entonces fracasaremos en
obtener el significado del matrimonio. El
significado es muy diferente. Hoy, cuando los
jóvenes se asocian el uno con el otro aparecen
estos pensamientos. Recuerde siempre no
pensar en matrimonio, a menos que sea para
terminar la obra. Les aconsejo que ni siquiera
piensen en eso. Quiero enfatizar otra vez que
en el tiempo del campamento no es el
momento para pensar en cosas tales.
Concéntrese sólo en una cosa, la cual es
terminar la obra y aquí nos entrenamos para
eso. No permita ser motivado a llevar a otros a
la tentación, sino concéntrese para el trabajo
se haga. No permanezca más de lo necesario
en el terreno que Dios no ha santificado.
Yo podría leerles varias citas en esta
conexión, pero el tiempo es corto y debemos
hacerlo antes de leer la historia de Isaac y
Rebeca. Usted sabe que mucho romance se
coloca alrededor de su relato presentando un
cuadro completamente equivocado. La
Palabra de Dios nos muestra que hay un orden
estricto en todo el matrimonio y que debe ser
conformado de acuerdo al plan. Si así no
fuera, ¿cómo podría venir la Simiente y
aplastar la cabeza de la serpiente? Usted sabe
que la simiente vendría de este matrimonio
para aplastar la cabeza de la serpiente. Quiero
leerles una declaración concerniente al colegio
en Avondale donde estudiaban jóvenes de
dieciséis años de edad o menos edad. La
hermana White dice: “Hemos trabajado duro
para mantener la revisión de todas las cosas en
el colegio como favoritismo, enamoramientos
y citas. Les hemos dicho a los estudiantes que
no permitiremos que un hilo de esto se
entreteja con el trabajo del colegio. En este
punto nosotros éramos firmes como una roca.
Les dije que desecharan toda idea de

enamorarse mientras estuvieran en el colegio.
Las jóvenes se preservarían ellas mismas y los
jóvenes harían lo mismo. El colegio fue
establecido a un costo grande en tiempo y
trabajo, para capacitar estudiantes que
obtuvieran toda educación para ganar
conocimiento de toda cultura, un
conocimiento de las ramas comunes de la
educación y todo conocimiento acerca de la
Palabra de Dios. ¿Para qué estamos aquí?”
Esta fue la pregunta que yo les hice en el
comienzo de las reuniones, ¿la recuerdan?
Procuremos desechar cualquier cosa para que
realmente nos concentremos en aquello por lo
cual estamos aquí, es decir, la Palabra de
Dios.
ESTUDIO 11
Abraham edificó su hogar conforme
a las instrucciones divinas
Deseamos continuar estudiando el plan de
Dios para terminar la obra y de su anhelo por
edificar su reino a través de la familia.
Cuando tenga éxito en esta obra, la simiente
prometida aplastará la cabeza de la serpiente.
En resumen, esta es la idea central de nuestro
estudio. Para que podamos aplastar la cabeza
de la serpiente, necesitamos tener la verdadera
santidad en nuestra vida, y necesitamos saber
cómo es eso y cómo adquirirla. Necesitamos
ver también su relación con la salud física,
necesitamos ver su relación con el éxito en
nuestras familias, como es la educación del
niño. En nuestro estudio hemos visto cómo el
pecado de Adán fue el sentimentalismo.
Pienso que también lo fue en Eva, pero pienso
que es más evidente en el pecado de Adán.
Podemos decir que es más obvio como se ve
en el caso de Eva también. Luego vimos cómo
cayó Caín porque no pudo controlar
apropiadamente sus pensamientos, y la
64
promesa que Dios hizo que la simiente heriría
la cabeza de la serpiente no pudo ser
cumplida. Sin embargo, por medio de la
descendencia de Set, Dios edificó su pueblo
otra vez y parecía que esta descendencia iba a
ser la simiente de la mujer que aplastaría la
cabeza de la serpiente. Pero con infortunio,
comenzaron a mezclarse con las hijas de Caín
y como resultado la serpiente no fue herida.
La batalla tuvo que continuar. Como usted
sabe la historia de Abraham, Dios lo llamó de
un ambiente bastante oscuro y le mostró
varias razones principales para que no
gobernara su familia con sentimentalismo,
sino con los mandamientos de Dios. Yo quiero
que leamos esto en Patriarcas y Profetas,
página 136:
“De Abrahán está escrito que ‘fue llamado
amigo de Dios’ padre de todos los creyentes’
(Santiago 2:23; Romanos 4:11). El testimonio
de Dios acerca de este fiel patriarca es: ‘Oyó
Abrahán mi voz y guardó mi precepto, mis
mandamientos, mis estatutos y mis leyes’. Y
en otro lugar dice: ‘Yo lo he conocido, sé que
mandará a sus hijos y a su casa después de sí,
que guarden el camino de Jehová, haciendo
justicia y juicio, para que haga venir Jehová
sobre Abrahán lo que ha hablado acerca de él’
(Génesis 26:5; 18:19).
“Fue un gran honor para Abrahán ser el
padre del pueblo que durante siglos fue
guardián y preservador de la verdad de Dios
para el mundo, de aquel pueblo por medio del
cual todas las naciones de la tierra iban a ser
bendecidas con el advenimiento del Mesías
prometido. El que llamó al patriarca le juzgó
digno. Es Dios el que habla. El que entiende
los pensamientos desde antes y desde muy
lejos y justiprecia a los hombres, dice: ‘Lo he
conocido’”. ¿Qué fue lo especial con
Abraham? Que Dios pudo llamarlo para que
fuera el padre de muchas naciones. Que podía
escogerlo para que fuera ese padre de la
simiente que aplastaría la cabeza de la
serpiente. “En lo que tocaba a Abrahán, no
traicionaría la verdad por motivos egoístas.

Guardaría la ley y se conduciría recta y
justamente. Y no sólo temería al Señor, sino
que también cultivaría la religión en su hogar.
Instruiría a su familia en la justicia.” Esta es
una frase clara que debemos recordar:
“instruiría a su familia en justicia”. Esto no
significa que marcharían por sí mismos,
orando solamente para ascender, sino que los
instruiría tomando una función activa. “La ley
de Dios sería la norma de su hogar.”
“La familia de Abrahán comprendía más de
mil almas. Los que por sus enseñanzas eran
inducidos a adorar al Dios único encontraban
un hogar en su campamento; y allí, como en
una escuela, recibían una instrucción que los
preparaba para ser representantes de la
verdadera fe. Así pesaba sobre Abrahán una
gran responsabilidad. Educaba a los padres de
familia, y sus métodos de gobierno eran
puestos en práctica en las casas que ellos
presidían.
“En la antigüedad el padre era el jefe y el
sacerdote de su propia familia, y ejercía
autoridad sobre sus hijos, aun después de que
éstos tenían sus propias familias. Sus
descendientes aprendían a considerarle como
su jefe, tanto en los asuntos religiosos como
en los seculares. Abrahán trató de perpetuar
este sistema patriarcal de gobierno, pues
tendía a conservar el conocimiento de Dios.
Era necesario vincular a los miembros de la
familia, para construir una barrera contra la
idolatría tan generalizada y arraigada en aquel
entonces.”
Cuando usted lee aquí acerca de la idolatría
tan generalizada y arraigada, ¿cómo se siente
al respecto? Cuando yo leí esto pensé que las
personas estaban realmente en tinieblas al
postrarse delante de las imágenes. Algunas
personas lo hacen hoy quizás en las iglesias
caídas; especialmente la iglesia católica tiene
algunas imágenes ante las cuales se postra.
Lejos estaba de mí hacer una cosa tal. No
participaría de la ignorancia de las personas de
quienes usted se reiría y se inclinaría a decir:
“¡pobre gente!” Cosas semejantes nos
65
suceden, pues somos bastantes educados.
Nunca nos postraremos ni adoraremos las
imágenes. ¿Pero comprende usted lo que es
idolatría? ¿Entiende que ella comienza cuando
nos hacemos imágenes en nuestra propia
mente? Eso es idolatría. Cuando los paganos
de entonces se postraban delante de esas
imágenes, no era el acto de caer delante de
esas imágenes lo que los contaminó, sino los
pensamientos que se asociaban con eso. En
otras palabras, la sensualidad, la vida
licenciosa que se practicaba en ese tiempo con
la adoración de los ídolos, era lo que
degradaba a las personas y las rezagaba al
nivel de los animales o aún más bajo.
Exaltaban a ese ídolo y se degradaban ellos
mismos. Esto era la cosa real y esto llegó a
generalizarse y arraigarse.
No sólo era un asunto de decir a su hijo:
“Mire estas son cosas de madera para las
cuales nosotros no podemos hacer nada. Trate
de hacerles cosquillas y ellas no reirán.
Háblales y no le responderán”. Usted puede
declarar esto a un niño y él lo creerá. De
hecho, cuando yo era niño se me educó para
no creer en cosas supersticiosas. Pero una vez
mi madre no fue consistente, (si lo puedo
decir así, pues todos cometemos errores). Se
vistió y entró como el papá Noel e
inmediatamente supe que era mi madre y no
pude ponerme de pie. Que yo sepa, tomé la
cámara de video y la apagué. No es difícil
enseñar a un niño a no creer en cosas
supersticiosas y usted tiene que enseñar
realidades y eso es bueno. Me siento feliz que
ese es el testimonio de mi madre que me
educó a no creer en cosas supersticiosas.
¿Sabe usted cuántos niños son educados hoy
de esta forma? Le infunden al niño que si no
es obediente, papá Noel vendrá y lo azotará.
Así son los niños educados hoy.
Especialmente en Rusia me dijeron que los
niños estaban vinculados con estas cosas. Esto
es instruir a los niños haciéndoles castillos en
el aire y a imaginar cosas irreales. El mundo
cree en cosas tales y le enseña a usted que los

niños tienen que ser entrenados en fantasías.
Puesto que la imaginación debe desarrollarse,
usted debe relatar historias en detalles claros,
debe alimentarla para que la fantasía llegue a
desarrollarse, de otra manera el intelecto se
perderá. Esa es la filosofía del mundo hoy.
¿Es esa la filosofía de Dios? No, El desea
llenar la mente de cosas reales no de ídolos.
Desea llenar nuestra mente de fe, con la
imaginación de Cristo sentado sobre su trono
en el juicio venidero y en su venida. Estas
cosas son las que debemos implantar en
nuestros hijos. Si lo hacemos, ciertamente no
seremos engañados por el papá Noel cuando
aparezca ante nosotros. Los niños
comprenderán que es simplemente un adulto
vestido de Noel, y debemos enseñarles eso.
Estas cosas son semejantes a un mundo
imaginario y está muy generalizado y
arraigado hoy. En otras palabras, la idolatría
está hoy tan generalizada y arraigada como lo
fue en los tiempos de Abraham. Necesitamos
el mismo sistema de gobierno que existió en
su tiempo. El esfuerzo de Abraham fue
construir una barrera contra la idolatría que se
generalizó y se arraigó, y ese tiene que ser el
esfuerzo de los padres hoy; el de construir una
barrera para sus hijos contra la idolatría que
está tan generalizada y arraigada. Si no es el
papá Noel será cualquier otra cosa, es una
película, es el cine, es la televisión, es el
juego, etc.
“Abrahán trataba por todos los medios a su
alcance de evitar que los habitantes de su
campamento se mezclaran con los paganos y
presenciaran sus prácticas idólatras; pues sabía
muy bien que la familiaridad con el mal iría
corrompiendo insensiblemente los sanos
principios. Ponía el mayor cuidado en excluir
toda forma de religión falsa y en hacer
comprender a los suyos la majestad y gloria
del Dios viviente como único objeto del
culto.” (Página 137). Construir una barrera
contra la idolatría tan generalizada y arraigada
hoy es una cosa. Pero otra cosa es llenar la
mente con la majestad y la gloria del Dios
66
viviente. Si usted deja sus mentes vacías, los
niños no se desarrollan como debiera ser,
perderán el intelecto y Satanás tomará ventaja;
usted puede estar seguro de esto. La mente
necesita llenarse con la imaginación de la
majestad del Dios viviente como el verdadero
objeto de culto.
“Era sabio arreglo, dispuesto por Dios
mismo, el que consistía en aislar a su pueblo,
en lo posible, de toda relación con los
paganos, para hacer de él un pueblo separado,
que no se contase entre las naciones. El había
separado a Abrahán de sus parientes idólatras,
para que el patriarca pudiese adiestrar y
educar a su familia alejada de las influencias
seductoras que la hubieran rodeado en
Mesopotamia, y para la verdadera fe fuese
conservada en su pureza por sus
descendientes, de generación en generación.
“El afecto de Abrahán hacia sus hijos y su
casa le movió a resguardar su fe religiosa, y a
inculcarles el conocimiento de los estatutos
divinos, como el legado más precioso que
pudiera dejarles a ellos y por su medio al
mundo. A todos les enseñó que estaban bajo el
gobierno del Dios del cielo. No debía haber
opresión de parte de los padres, ni
desobediencia de parte de los hijos. La ley de
Dios había designado a cada uno sus
obligaciones, y sólo mediante la obediencia a
dicha ley se podía obtener la felicidad y la
prosperidad.”
Con el plan educativo de Abraham
necesitamos concentrarnos un poco en ese
contexto de edificar una familia. Nosotros
tenemos dos sistemas en el mundo, y los dos
son erróneos. Quiero ilustrar la naturaleza del
niño por el momento, teniendo en cuenta que
la naturaleza es en lo mental y físico también.
Tomemos la parte espiritual. En el área
espiritual está la imaginación y el
pensamiento. Con frecuencia los padres dejan
que sus hijos ejerzan su propia voluntad. Le
preguntan al niño: “¿Mi tesoro, quieres comer
ahora o quieres comer más tarde? ¿Deseas
comer carne o tomar leche con chococrispe?

¿Deseas salir a jugar o ir a dormir?” Es decir,
se le permite seguir su propia voluntad, y esa
es la filosofía de hoy. Por supuesto, los niños
tienen una personalidad no desarrollada y esto
es lo que los padres pasan por alto. Esto
significa en términos prácticos que usted le
permite al niño seguir su propia voluntad,
¿pero puede él decidir qué es lo correcto o lo
incorrecto? Se le dice: “Mi tesoro, ¿deseas
comer carne hoy, quieres comer ahora o
después, quieres comer diez veces en el día o
una vez al día? Pregunto: “¿Sabe el niño qué
es lo correcto?” Ciertamente no. ¿Cuál es el
resultado de ese niño? El resultado es la
desobediencia, no hay duda de eso y creo que
todos podemos verlo con claridad. Cuando
este niño llegue a ser un adulto, ¿qué clase de
adulto será? El tendrá su propia voluntad que
será fuertemente desarrollada. ¿Qué clase de
personalidad tendrá él? Será una personalidad
débil, y aunque tenga una voluntad fuerte y
obstinada, será una persona débil. ¿Por qué?
Porque es esclava de un mundo imaginario. Es
un esclavo de sus pasiones y de sus tendencias
animales. Por eso es una persona débil, porque
es gobernado por su propia voluntad.
Exteriormente puede ser una persona decente,
pero en su corazón hay pasiones animales.
Cuando las personas están satisfechas con un
desarrollo tal, dicen: “Mira él no es muy malo,
no mata, no roba, viste bien, es correcto”.
Luego están los que no dejan que sus hijos
sigan su propia voluntad, pero imponen su
voluntad sobre ellos. La persona bajo el
educador es una persona no desarrollada.
¿Cuál es el resultado? Desobediencia. Cuando
la voluntad del padre es impuesta sobre el
niño, ¿es el resultado desobediencia? El
resultado será la obediencia esclava. ¿Cuál es
el resultado cuando el niño crece? ¿Cómo será
esa persona, fuerte o débil? Ella tendrá una
personalidad destruida. En otras palabras, no
es una persona, y necesita siempre de alguien
para que la gobierne. La voluntad de otro
tiene que guiarla. Aquí tenemos otra vez una
dependencia esclava. ¿Qué debe gobernar a
67
ese niño no desarrollado? ¿Su propia voluntad
o será él su propio educador? Lo debe
gobernar la voluntad de Dios, en otras
palabras, los mandamientos de Dios, y el
resultado será una obediencia natural. Cuando
ese niño crezca bajo esas condiciones, él
tendrá una personalidad firme. Una persona
que tiene la victoria sobre sus propias pasiones
y una personalidad fuerte. Puede no ser así
para el mundo. Para el mundo una persona
fuerte es la que tiene siempre un cigarro en la
mano, y puede montar a caballo. Pero, la
persona realmente fuerte es alguien que puede
gobernar sus pasiones. Ella es el héroe en la
Biblia. El niño será entonces una persona
fuerte y lo que gobernará su vida será la
voluntad de Dios; el resultado será la
verdadera justicia.
De modo que el sistema de Abraham o de
Dios era que los padres no oprimieran a sus
hijos ni que los niños desobedecieran. Dice:
“La ley de Dios había designado a cada uno
sus obligaciones”. La ley de Dios determina
que los padres son los padres no niños; la ley
de Dios determina que los niños son niños no
padres. Pero no es porque el padre diga:
“Bueno, yo deseo ser tu padre o tengo que ser
tu padre porque así lo quiero, sino es porque
la ley de Dios así lo hace. En otras palabras, la
autoridad del padre es de origen divino. Eso le
da a él verdadera autoridad. No es su
superioridad física ni es porque es el más alto
de todos, esto no le da la autoridad, sino la
palabra de Dios. Esto fue muy claro en el
hogar de Abrahán. ¿Es esto claro también en
nuestros hogares? No es lo que el padre dice,
sino lo que Dios dice por medio del padre.
Los niños deben obedecer al padre porque
Dios habla por medio del padre. Eso fortalece
su autoridad. Leamos otra vez:
“Su propio ejemplo, la silenciosa influencia
de su vida cotidiana, era una constante
lección. La integridad inalterable, la
benevolencia y la desinteresada cortesía, que
le habían granjeado la admiración de los
reyes, se manifestaban en el hogar. Había en

esa vida unas fragancias, una nobleza y una
dulzura de carácter que revelaban a todos que
Abrahán estaba en relación con el Cielo. No
descuidaba siquiera al más humilde de sus
siervos. En su casa no había una ley para el
amo, y otra para el siervo; no había un camino
real para el rico, y otro para el pobre. Todos
eran tratados con justicia y simpatía, como
coherederos de la gracia de la vida.” Nosotros
con frecuencia entendemos mal este punto de
igualdad, porque tendemos a pensar que si
todos somos iguales entonces debemos hacer
todos la misma cosa. Pero eso no es así.
Somos todos iguales pero con diferentes
tareas. El esposo tiene una tarea diferente, la
esposa tiene una tarea diferente y las dos no
deben confundirse. Ser todos iguales no
significa que todos son amos o esclavos.
Cristo dijo a sus discípulos, “Vosotros me
llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque
lo soy”. Así, cuando el padre le dice a sus
hijos que lo llamen padre, dice lo correcto.
¿Recuerdan cómo Sara llamaba a su esposo?
Con gran respeto lo llamaba amo, y mi señor.
Aprendimos durante el seminario cómo Isaac
se dirigía a su padre. No lo interrumpía en sus
reflexiones o en sus discursos, sino que
aguardaba en silencio y luego el padre le
preguntaba cuál era su petición. Entonces
Isaac hablaba. Eso es respeto, ¿verdad? Isaac
pudo haber dicho: “Bueno, todos somos
iguales y por eso te puedo hablar en cualquier
momento”. Pero esa no era su posición; él
respetaba al padre como padre y como su
autoridad. ¿Y por qué? Porque la ley de Dios
le había enseñado eso. El ser igual no significa
que el padre no es padre y que el hijo no es
hijo. Significa simplemente que los dos se
someten a la ley de Dios en las diferentes
posiciones y aunque son diferentes, se
consideran iguales. Así tiene que ser en la
iglesia de Dios también. Tenemos diferentes
tareas que hacer, no obstante, todos somos
iguales. En la iglesia de Dios no existe esa
diferencia que se halla en las iglesias caídas
entre los clérigos y los laicos. Entre nosotros
68
no hay diferencias, porque todos somos
hermanos en Jesús. Pero además tenemos
diferentes tareas. Es así porque la ley de Dios
lo dice, y es también el orden evangélico. “No
descuidaba siquiera al más humilde de sus
siervos. En su casa no había una ley para el
amo, y otra para el siervo; no había un camino
real para el rico, y otro para el pobre. Todos
eran tratados con justicia y simpatía, como
coherederos de la gracia de vida.” Mostró la
igualdad en no descuidar al más humilde.
¿Puede usted ver cómo Abraham fue libre del
sentimentalismo? Aquí gobernaba la ley de
Dios, no el sentimentalismo. No es porque yo
pienso que usted debe hacer esto o aquello,
sino porque la palabra de Dios lo dice. A
menudo se escucha: ¡Oh, no me siento con
deseos hoy! ¿Qué significa esto? Quiere decir
que los sentimientos gobiernan sobre la
mente. ¿Desea desayunar hoy? No siento
deseo de comer. Las pasiones están
gobernando sobre la mente. ¿Desea
levantarse? No siento deseos. ¡Qué
argumento! Los sentimientos no deben
gobernar nuestras acciones, sino nuestra
mente. La mente debe estar sujeta a la
voluntad de Dios.
“El ‘mandará a su casa después de sí.’ En
Abrahán no se vería negligencia pecaminosa
en lo referente a restringir las malas
inclinaciones de sus hijos, ni tan poco habría
favoritismo imprudente, indulgencia o
debilidad; no sacrificaría su convicción del
deber ante las pretensiones de un amor mal
entendido.” ¿Por qué los padres descuidan y
no restringen las malas inclinaciones de sus
hijos? Porque son muy dóciles en sí mismos.
Significa que no entran en conflicto con sus
hijos, porque no desean entrar en disputa con
nadie. Temen que cuando son un poco
directos pueden ser estropeados por los que
están contra ellos. Por esa razón usted no
quiere perjudicar mucho, y es más flexible
hasta que sea aceptable por la otra persona. Al
buscar ser aceptado, ya no está más allí la
palabra de Dios. Ese es el problema.

No tema, si usted enseña la Palabra de Dios
sin enojo ni rudeza sino con bondad, hallará
que eso es bueno. En mi trabajo he visto con
claridad que tenía temor de hablar con
personas cuando aparecían asuntos delicados,
y los ponía de lado. Veía cómo los
sentimientos se alzaban más y más, y luego
trataba de ganar tiempo un poquito aquí, un
poquito allá, pero esto hacia el asunto peor.
Yo llegaba al punto de que tenía que hablarles
abiertamente, que debía ser un testigo fiel para
ellos, y les decía que no estaba debatiendo
contra ellos sino que quería ser su amigo.
Luego hablábamos acerca del pecado. Hallaba
que cuando los creyentes no cerraban sus
corazones esto era apreciado mucho más que
cuando les daba algunas indicaciones. Si
confrontaba el asunto y les hablaba
directamente, les decía: “Miren hermanos
necesitamos vencer esto, esa es la mejor cosa
que podemos hacer”. Por supuesto, esto se
hace bajo la dirección de Dios.
Si usted restringe las malas inclinaciones
de sus hijos hallará que ellos le agradecerán.
Los hijos serán más felices si encuentran una
mano firme. Yo recuerdo mi niñez. Mi madre
solía llevarme de la mano cuando salíamos a
caminar y mantenía el puño apretado con
igualdad. Cuando yo era desobediente, ella me
apretaba más fuerte, y a mí no me gustaba en
absoluto. Le decía que me apretara menos.
Cuando me apretaba muy suave, le decía que
lo hiciera con más firmeza. Demasiado suave
no es correcto tampoco. En otras palabras,
cuando usted toma una conducción definitiva
con sus hijos sin descuidar restringir sus malas
propensiones, al final ellos estarán
agradecidos. Puede ser que discutan porque
no lo entienden o se revelen en el momento,
pero al final hallará que serán más felices y lo
amarán más por esto también. El verdadero
amor no sólo se manifiesta en una acción, sino
se revela en toda la vida. Estoy seguro de que
los hijos de Abraham lo amaban.
Otra vez, esto tiene que ver con el
sentimentalismo. “... ni tampoco habría
69
favoritismo imprudente, indulgencia o
debilidad...” ¿Qué es indulgencia? Significa
permitir que los sentimientos gobiernen sobre
la mente, o dejar que las pasiones gobiernen
sobre la razón. “... no sacrificaría su
convicción del deber ante las pretensiones de
un amor mal entendido. No sólo daría
Abrahán la instrucción apropiada, sino que
mantendría la autoridad de las leyes justas y
rectas.
“¡Cuán pocos son los que siguen este
ejemplo actualmente! Muchos padres
manifiestan un sentimentalismo ciego y
egoísta, un mal llamado amor, que deja a los
niños gobernarse por su propia voluntad
cuando su juicio no se ha formado aún y los
dominan pasiones indisciplinadas. Esto es ser
cruel hacia la juventud, y cometer un gran mal
contra el mundo. La indulgencia de los padres
provoca muchos desórdenes en las familias y
en la sociedad. Confirma en los jóvenes el
deseo de seguir sus inclinaciones, en lugar de
someterse a los requerimientos divinos. Así
crecen con aversión a cumplir la voluntad de
Dios, y transmiten su espíritu irreligioso e
insubordinado a sus hijos y a sus nietos. Así
como Abrahán, los padres deberían ‘mandar a
su casa después de sí.’ Enséñese a los niños a
obedecer a la autoridad de sus padres, e
impóngase esta obediencia como primer paso
en la obediencia a la autoridad de Dios.”
Qué es lo que los niños necesitan aprender
primero, ¿la obediencia o el entendimiento?
¿Necesitan entender primero o necesitan
obedecer primero? Obediencia es primero
antes que entender. Esto es algo que nosotros
entendemos mal. Pensamos que ellos no
pueden obedecer cuando no pueden entender.
Entonces decimos: “¡Oh, él es demasiado
pequeño!” Estos argumentos se escuchan con
mucha frecuencia de los padres. Los niños
pueden hacer lo que quieran: Si usted le
ordena a un padre que no permita que sus
niños corran en el momento del culto, él
responde: “Oh, ellos son muy pequeños y no
pueden entender”. ¿Pero qué viene primero?

Primero es la obediencia y luego el
entendimiento. Este es un principio que
necesitamos entender. Es claro que nuestra
tendencia a que ellos entiendan primero y
luego obedezcan es sentimentalismo y
debilidad. El primer paso tiene que ser la
obediencia. Leamos otra vez esta declaración,
porque es muy importante para nosotros hoy
en conexión con nuestros estudios: Hasta
ahora me doy cuenta mientras yo mismo la
leo.
“Muchos padres manifiestan un
sentimentalismo ciego y egoísta, un mal
llamado amor...” ¿Pregúntese usted si este es
el caso en su educación? La hermana White lo
llama egoísmo ciego, porque evade el
conflicto y es la manera más fácil. Ese es
nuestro problema porque siempre deseamos
seguir el camino más fácil para establecernos
en los valles semejante a los descendientes de
Caín, en vez de ascender a las montañas.
Luego dice: “Un mal llamado amor”. Así se le
llama porque no es verdadero amor. El mundo
lo llama amor, pero no es verdadero. ¿Y cómo
se manifiesta? Se manifiesta en “que deja a los
niños gobernarse por su propia voluntad
cuando su juicio no se ha formado aún y los
dominan pasiones indisciplinadas.” En otras
palabras, la personalidad no está desarrollada.
Por lo tanto, el juicio no se ha formado y las
pasiones son indisciplinadas. “Esto es ser
cruel hacia la juventud, y cometer un gran mal
contra el mundo” ¿Es esto amor? No, es
crueldad. Ser sentimental es crueldad. Esa es
una revelación, ¿verdad? Nos imaginábamos
que éramos amorosos y, sin embargo, somos
crueles. Necesitamos afrontar este hecho.
ESTUDIO 12
Regresemos otra vez a Patriarcas y
Profetas, página 138, para entender cómo
Abraham edificó un reino conforme a las
70
instrucciones divinas, y como resultado
produjo la simiente que aplastaría la cabeza de
la serpiente. Ese es nuestro destino en el
mundo hoy. Hemos de edificar un reino
familiar conforme a las instrucciones divinas y
entonces produciremos la simiente. No
conforme al sentimentalismo, sino de acuerdo
con la ley divina. Leamos la oración otra vez.
“Muchos padres manifiestan un
sentimentalismo ciego y egoísta, un mal
llamado amor ... Esto es ser cruel hacia la
juventud, y cometer un gran mal contra el
mundo.”
Yo hallé muy interesante cuando escuché
que en Norte América algunos niños sin
control asesinaron con armas a otros niños.
Pienso que sus padres tienen una gran
responsabilidad. Toda la furia de la nación se
dirigió contra estos niños, pero si la furia
hubiera sido justa, debió haberse dirigido
contra los padres realmente. Nosotros
sabemos que no fue justa, sino más bien eran
sentimientos de venganza contra otros
sentimientos y no entraríamos dentro de esa
controversia. Pero la culpa fue de los padres.
Los padres habían hecho de sus hijos lo que
ellos eran. Por tanto, necesitaban recibir el
castigo. Pero no solamente ellos sino muchos
padres y abuelos también, porque esto pasa de
generación a generación. “La indulgencia de
los padres provoca muchos desórdenes en las
familias y en la sociedad. Confirma en los
jóvenes el deseo de seguir sus inclinaciones,
en lugar de someterse a los requerimientos
divinos.” La ley de Dios es muy precisa y
penetra los pensamientos y las intenciones del
corazón. Aquí tenemos que aprender a no
seguir las inclinaciones sino someternos a los
requerimientos divinos.
Volvamos otra vez a la descendencia de
Abraham. “Así como habrahán, los padres
deberían ‘mandar a su casa después de sí.’
Enséñese a los niños a obedecer a la autoridad
de sus padres, e impóngase esta obediencia
como primer paso en la obediencia a la
autoridad de Dios.”

Preguntémonos cómo se enseña la autoridad
de los padres y cómo se impone. Enseñar la
autoridad de los padres se hace mucho por
ejemplo y por precepto. Primero por ejemplo;
significa que tiene que llegar a ser evidente
que los padres se someten a la ley de Dios. Si
los niños ven que los padres se someten a la
ley de Dios, esto tendrá una fuerte influencia
en ellos y harán la misma cosa. Someterse a la
ley de Dios puede significar una lucha
también. Puede significar una lucha contra
nuestras inclinaciones, contra las ideas
preconcebidas y los hábitos malos. Puede
significar que tengamos que librar una batalla
diaria contra las pasiones y las inclinaciones,
contra las imaginaciones erróneas de la mente.
Se testificará de ello al tener una victoria de
éxito en nuestra máxima obra de la vida, y
podremos enseñar a nuestros niños lo
correcto.
¿Por qué Jesús tuvo tanto éxito en lo que
enseñó? Porque vivía todo lo que enseñaba.
Eso fue lo que hizo de El un maestro de éxito.
Repito, los padres no son perfectos. Y porque
usted no es perfecto tiende a pensar que los
niños tendrán siempre razones para excusar
sus pecados, pero eso no es así. Si los padres
no son perfectos y por lo menos luchan contra
la imperfección y contra el pecado, entonces
no dejarán excusa para el pecado. Por otra
parte, si los pecadores se complacen en el
pecado y sino no luchan contra él, entonces
proveen una excusa para el pecado en sus
hijos. Esto se enseña claramente en ejemplo y
en precepto. Nuestra tendencia a pensar es que
tenemos que hacer un largo estudio para que
las cosas valgan la pena. Sí, tenemos muchos
y largos estudios en los campamentos, pero
con los niños no tenemos reuniones. Con los
niños es diferente, un poquito aquí un poquito
allá. Lo que le animo hacer es que si ha tenido
con sus hijos algún éxito en su vida, marque la
fecha en el calendario y escriba la experiencia
de victoria. Marcar significa dar a Dios la
gloria y las gracias por ello. Cuando se marca
esa victoria los niños son inducidos a seguir
71
otra vez esa victoria. Si existe una derrota
proceda hasta que la victoria sea ganada. En
otras palabras, no tolere el mal testimonio,
sino actúe en usted mismo y en sus hijos. Así
se les enseña en ejemplo y en precepto.
¿Cómo puede imponerse la autoridad de los
padres? Quiero poner un ejemplo. El padre
ordena a sus niños que entren y se sienten.
Los niños no tienen ninguna inclinación a
sentarse. Los invita por segunda vez, y los
niños no se sientan. Entonces el padre no
insiste más y piensa que si los llama por
tercera vez los niños se van a irritar; entonces
piensa que es mejor que sigan corriendo. ¿Es
esto imponer la autoridad de los padres? Eso
es indulgencia. Mejor habría sido que el padre
nunca los hubiera llamado a sentarse, pues por
lo menos no habrían desobedecido. Si el padre
entiende que el niño no se inclina a sentarse y
si no desea tener una situación embarazosa es
mejor que no le diga nada. Es mejor que salga
con el niño para que hablen juntos. Pero
decirle algo y no llevarlo a cabo eso es
distracción. La lógica nos dice que es así.
Imponer algo es que usted se mantenga en lo
que ha dicho, su palabra tiene que ser ley, a
menos que su palabra esté en desacuerdo con
la Palabra de Dios. Si no lo está, entonces
tiene que admitirlo y confesar que se ha
equivocado. Tenemos el libre albedrío para
hacer esto, pero después que la palabra se
pronuncie conforme a la Palabra de Dios,
debemos insistir que se obedezca. Tal vez no
se obedezca inmediatamente debido a que el
niño no tiene la disposición para obedecer,
pero usted no puede dejar que las cosas se
escapen. Necesita insistir en ello. La clase de
indulgencia que se repite una, dos y tres veces,
conduce al niño a que él gobierne
eventualmente. Así que imponer la autoridad
de los padres es un paso muy importante.
Imponer la autoridad de los padres no
quiere decir opresión por su parte. ¿Qué es
opresión? Esto sucede cuando los niños son
oprimidos arbitrariamente. En cambio, la ley
de Dios y la voluntad de los padres deben

gobernar sobre ellos. Ahora, la ley de Dios
aunque los restringe les da también la libertad.
Les da la libertad para que desarrollen la
personalidad. Pero si no les damos esta
libertad a nuestros hijos, entonces los
oprimimos. Esto no existió en el hogar de
Abraham. Por otra parte, la autoridad de los
padres necesita ser impuesta. La idea es que
usted establezca con firmeza y bondad lo que
dice, sin cambiar su palabra, no diciendo una
cosa hoy y otra mañana. Así se impone la
autoridad de los padres. Yo sé que no es fácil,
pero necesitamos hacer frente a esto.
Ahora leamos el párrafo siguiente en la
página 138:
“El poco aprecio en que aun los dirigentes
religiosos tienen de la ley de Dios ha
producido muchos males.” Es interesante que
habla de la ley de Dios. Podría ser dicho: La
poca apreciación que se tiene de la autoridad
de los padres. Esto me enseña que la autoridad
de los padres es conforme a la ley de Dios. La
autoridad de los padres necesita ser enseñada e
impuesta, y eso es la ley de Dios. Este el
orden evangélico en la familia. “La enseñanza
tan generalizada de que los estatutos divinos
ya no están en vigor es, en sus efectos morales
sobre las personas, semejante a la idolatría.”
Yo hallo esto lo más interesante porque hasta
ahora lo estamos estudiando. ¿Qué es
idolatría? La hermana White lo aclara aquí, y
es que es igual que un hecho sobre la moral de
la gente. Podemos decir que las dos cosas son
sentimentalismo. “Los que procuran disminuir
los requerimientos de la santa ley de Dios
están socavando directamente el fundamento
del gobierno de familias y naciones. Los
padres religiosos que no andan en los estatutos
de Dios, no mandan a su familia para que siga
el camino del Señor. No hacen de la ley de
Dios la norma de la vida. Los hijos, al fundar
sus propios hogares, no se sienten obligados a
enseñar a sus propios hijos lo que nunca se les
enseñó a ellos. Y este es el motivo para que
haya tantas familias impías; ésta es la razón
72
porque la depravación se ha arraigado y
extendido tanto.
“Mientras que los mismos padres no anden
conforme a la ley del Señor con corazón
perfecto, no estarán preparados para ‘mandar
a sus hijos después de sí.’ Es preciso hacer en
ese aspecto una reforma amplia y profunda.
Los padres deben reformarse. Los ministros
necesitan reformarse; necesitan a Dios en sus
hogares. Si quieren ver un estado de cosas
diferente, deben dar la Palabra de Dios a sus
familias, y deben hacerla su consejera. Deben
enseñar a sus hijos que ésta es la voz de Dios a
ellos dirigida y que deben obedecer
implícitamente. Deben instruir con paciencia a
sus hijos; bondadosa e incesantemente deben
enseñarles a vivir para agradar a Dios.” Esto
me habla de la disciplina propia con el
término, incesantemente. En otras palabras, no
se canse. Cuando oramos a Dios y no
recibimos respuestas rápidas, nosotros nos
cansamos. Así los padres con los hijos, cuando
les ordenan algo y sus niños no lo hacen, ellos
se cansan, les hablan por segunda vez y no lo
hacen, entonces los padres se cansan.
“Bondadosa e incesantemente deben
enseñarles a vivir para agradar a Dios. Los
hijos de tales familias están preparados para
hacer frente a los sofismas de la incredulidad.
Aceptaron la Biblia como base de su fe, y por
consiguiente, tienen un fundamento que no
puede ser barrido por la ola de escepticismo
que se avecina.
“En muchos hogares, se descuida la
oración. Los padres creen que no disponen de
tiempo para el culto matutino o vespertino. No
pueden invertir unos momentos en dar gracias
a Dios por sus abundantes misericordias, por
el bendito sol y las lluvias que hacen florecer
la vegetación, y por el cuidado de los santos
ángeles. No tiene tiempo para orar y pedir la
ayuda y la dirección divinas, y la permanente
presencia de Jesús en el hogar.” Con
frecuencia pareciera que la oración y el culto
no hicieran mucho, porque los niños no
expresan en los cultos una respuesta

emocional más profunda. Esto puede suceder
en ocasiones, pero no es así en cada culto, sin
embargo, no es en vano. Un poquito aquí y un
poquito allá, continuamente. Usted no necesita
hacer un sermón largo en estos cultos o
presentar ideas complicadas, sólo palabras
sencillas, una palabra que puesta en sus
mentes llenará su imaginación de cosas
divinas durante el día, y eso los ayudará.
Recuerdo cuando aprendía textos de memoria
que me ayudaban mucho, porque permanecían
dentro de mi mente todo el día. Cuando leía
mi Nuevo Testamento mientras viajaba en el
bus al colegio, era algo grande para mí, y lo
leía hasta el final. Cada día tenía cuarenta y
cinco minutos en mi recorrido hacia el
colegio, y entonces los dedicaba a leer
mientras iba y venía. Quiero decirle que estos
pensamientos me llenaban bastante la mente y
me acompañaban todo el día. Era una gran
bendición. De esta manera, no me sentía
tentado a seguir las conversaciones de otros
estudiantes quienes expresaban pensamientos
mundanos que tenían en sus mentes. Como
dice la Biblia, sus pensamientos eran de
continuo al mal. Mi humor también lo habría
sido si no hubiera estado lleno de las cosas
divinas. Continuamos leyendo.
“No tienen tiempo para orar y pedir la
ayuda y la dirección divinas, y la permanente
presencia de Jesús en el hogar. Salen a
trabajar como va el buey o el caballo, sin
dedicar un solo pensamiento a Dios o al cielo.
Poseen almas tan preciosas que para que no
sucumbieran en la perdición eterna, el Hijo de
Dios dio su vida por su rescate; sin embargo,
aprecian las grandes bondades del Señor muy
poco más que las bestias que perecen.
“Como los patriarcas de la antigüedad, los
que profesan amar a Dios deberían erigir un
altar al Señor dondequiera que se establezcan.
Si alguna vez hubo un tiempo cuando todo
hogar debería ser una casa de oración, es
ahora. [Especialmente en estas reuniones].
Los padres y las madres deberían elevar sus
corazones a menudo hacia Dios para suplicar
73
humildemente por ellos mismos y por sus
hijos. Que el padre, como sacerdote de la
familia, ponga sobre el altar de Dios el
sacrificio de la mañana y de la noche,
mientras la esposa y los niños se le unen en
oración y alabanza. Jesús se complace en
morar en un hogar tal.
“De todo hogar cristiano debería irradiar
una santa luz. El amor debe expresarse en
hechos. Debe manifestarse en todas las
relaciones del hogar y revelarse en una
amabilidad atenta, en una suave y
desinteresada cortesía. Hay hogares donde se
pone en práctica este principio, hogares donde
se adora a Dios, y donde reina el amor
verdadero. De estos hogares, de mañana y de
noche, la oración asciende hacia Dios como
un dulce incienso, y las misericordias y las
bendiciones de Dios descienden sobre los
suplicantes como el rocío de la mañana.” He
hallado que los niños especialmente tienen la
tendencia a revelar este amor. Y es un don
también porque hay un amor artificial.
“Un hogar piadoso bien dirigido constituye
un argumento poderoso en favor de la religión
cristiana, un argumento que el incrédulo no
puede negar. Todos pueden ver que una
influencia obra en la familia y afecta a los
hijos, y que el Dios de Abrahán está con ellos.
Si los hogares de los profesos cristianos
tuviesen el debido molde religioso, ejercerían
una gran influencia en favor del bien. Serían
ciertamente, ‘la luz del mundo.’ El Dios del
cielo habla a todo padre fiel por medio de las
palabras dirigidas a Abrahán: ‘Porque yo le he
conocido, sé que mandará a sus hijos, y a su
casa después de sí, que guarden el camino de
Jehová, haciendo justicia, y juicio, para que
haga venir Jehová sobre Abrahán lo que ha
hablado acerca de él’”
Que los padres aprendan hoy cómo ser
libres del sentimentalismo en la educación
con sus hijos. Regresando a Abraham, usted
sabe que él fue realmente libre del
sentimentalismo y. recibió la promesa: “Y
serán benditas en ti todas las familias de la

tierra”. En otras palabras, tu simiente herirá la
cabeza de la serpiente. ¿Cuándo vino la
promesa a Abraham, la entendió realmente?
La entendió un poquito, pero no pudo ver
completamente cómo Dios podía cumplir sus
palabras. Pensó que tenía que ser hecho por él,
es decir, por sus propias obras. Como
sabemos, él entró en el plan de tener otra
esposa. Aquí tenemos otra vez la violación del
séptimo mandamiento. Sabemos que Abraham
no hizo esto por pasión, esto es bien claro. No
lo hizo porque estaba insatisfecho con su
esposa o porque tuviera pasiones por otra
esposa. Ese no es el caso. Lo hizo por motivos
elevados y buenos. Aquí tenemos otra lección,
y es que los motivos pueden ser muy buenos,
sin embargo, podemos violar el séptimo
mandamiento. Eso es posible.
La hermana White describe esto, aunque en
una situación diferente. Dice que personas
muy espirituales se juntan para hablar cosas
espirituales, no obstante, violan el séptimo
mandamiento. En su tiempo se le llamó a esto,
matrimonios espirituales. Recuerdo que
Waggoner en sus últimos años promovió esta
idea de matrimonios espirituales y realmente
violó el séptimo mandamiento. Estas cosas
tengo que mencionarlas a usted, no como
crítica sino para que veamos cómo aun los que
fueron mensajeros del Señor pudieron caer.
Necesitamos comprender que ni los buenos
motivos, ni siquiera el buen ambiente pueden
protegernos de esto, sino solamente la ley de
Dios. La única seguridad está en la obediencia
implícita a los mandamientos de Dios.
Matrimonios espirituales significan que usted
tiene una afinidad especial con otra esposa,
quien le permite ser su esposo. En el tiempo
de la hermana White prevalecían estas cosas.
En otras palabras, ellos oraban juntos y luego
transgredían el séptimo mandamiento
pensando que aún así los bendecía Dios. Esto
suena extraño a nosotros, pero usted sabe que
cuando la mente se convierte en sensual y en
sentimental puede ir a cualquier parte.
74
Nosotros no debemos pasar por alto este
hecho.
Abraham podía excusarse porque vivió en
las grandes oscuridades de su tiempo, pero
nótese que es todavía una violación de la ley
de Dios. Tenemos que ser muy firmes en este
aspecto. La experiencia de Abraham se limitó
en esto, y Dios vino y le dijo que deseaba
hacer un pacto con él, pero este pacto no era
con Ismael sino con Isaac. Cuando el pacto
con Isaac se confirmó, Abraham realmente se
arrepintió de su pecado y aceptó el
mandamiento de Dios. Finalmente tuvo que
poner a un lado a Ismael y a la segunda
esposa, porque no eran obedientes a la ley de
Dios. Pero mirando únicamente el cuadro y la
situación, vemos que Abraham ahora recibió
una fe nueva y una fuerza nueva, y su
autoridad no fue destruida porque se
arrepintió realmente de su pecado y siguió
adelante en verdadera fe. Cuando nosotros
cometemos un error y, esto es posible,
tenemos que decidir si nos adherimos al
pecado o renunciamos a él. Si renunciamos al
pecado, nuestra autoridad no sufre y nos
fortalecemos después de eso. La única
seguridad es hacer la confesión apropiada si es
necesaria, y avanzar hacia delante en el orden
establecido por Dios.
Ahora venimos a Isaac y vemos que fue ese
niño que no fue solamente esa simiente
conforme a la palabra de Dios antes
pronunciada, sino ver también cómo la
palabra fue cumplida en la experiencia real en
Isaac. ¿Qué clase de persona fue Isaac? Fue un
niño obediente y maduro que pudo aplastar la
cabeza de la serpiente. Esa obediencia no
puede ser mejor ejemplificada que en la
experiencia de Abraham cuando se le ordenó
que lo sacrificara. Queremos concentrarnos
rápidamente en su historia porque muestra
cómo la cabeza de la serpiente fue aplastada.
“Aconteció después de estas cosas, que
probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y
él respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma ahora
tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a

tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto
sobre uno de los montes que yo te diré”
(Génesis 22:1, 2). ¿Qué piensa usted acerca de
esto? Nosotros conocemos la historia y
estamos muy acostumbrados a ella, ¿pero si se
nos diera una orden tal cómo nos sentiríamos?
Yo hallo admirable cuán libre de
sentimentalismo es Dios. Si tuviera el menor
rasgo de sentimentalismo hubiera dicho: “Oh,
tú amas tanto a Isaac y es el único hijo, no,
no; no puedo decírtelo. Realmente quisiera
decir que lo sacrifiques, pero desisto. Es tu
único hijo y tú lo amas, él es obediente en
todo; así que no, no...” Yo simpatizo con los
obreros cuando les pregunto que si pueden
ayudarnos en ciertas cosas. Sé que ellos tienen
familias y cuando les solicito hacer un trabajo
les causa extrañeza. Pero yo se lo declaro con
tranquilidad, y les expreso que soy consciente
que tienen familias y que los entiendo. Aun en
Israel había una ley que cuando había guerra,
los que en ese momento se habían casado no
necesitaban ir a pelear. Se les permitía
permanecer en el hogar. ¿Pero para qué se dio
esa ley? Porque el nivel de fe era muy bajo.
Esa era la razón. Y como tales, recientemente
casados, no podían ser buenos soldados, y esa
era la razón. Dios es absolutamente libre de
sentimentalismo. El entendía lo que podía
decirle a Abraham y le dijo: “Yo reconozco
que Isaac es tu único hijo, reconozco que es a
quien tú amas y no hay duda de esto, ahora ve
y me lo sacrificas”. Esta es una orden.
¿Podemos nosotros ser tan libres de
sentimentalismo como es Dios? ¿Podemos
exigir a nuestros hijos que obedezcan la ley en
todo aspecto? O pensamos: bueno, los niños
tienen que gozar su juventud, permitamos que
corran. Esa es la cuestión. Dios no tiene
sentimentalismo en absoluto. Le dice: “Toma
tu hijo, preséntamelo en sacrificio”. Dios pudo
haberle dicho: “Abraham, si tú haces esto, tu
hijo va a desconfiar de ti en el futuro. Si él te
ve con el cuchillo y las tijeras, ¡Oh!, nunca
más podrá él confiar en ti. Te odiará por eso,
y la relación entre tú y tu hijo se romperá para
75
siempre”. Abraham pudo haber dicho: “Señor,
no puedo hacer esto. Si lo llevo para atarlo y
colocarlo sobre el altar y, luego desenvaino el
cuchillo, ¿cómo puedo yo esperar que mi hijo
confíe en mí?” Pero recuerde que no era
Abraham quien lo mataría. La orden de Dios
era que lo sacrificara. El no lo haría porque lo
amaba, sino porque Dios así lo había dicho.
Esa es la ley de Dios. Este es el principio que
estamos estudiando en Génesis 22:3-12.
“Y Abraham se levantó muy de mañana, y
enalbardó su asno, y tomó consigo a dos
siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña
para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar
que Dios le dijo. Al tercer día alzó Abraham
sus ojos, y vio el lugar de lejos. Entonces dijo
Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el
asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí, y
adoraremos, y volveremos a vosotros. Y tomó
Abraham la leña del holocausto, y la puso
sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el
fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos.
Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y
dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí,
mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña;
más ¿dónde está el cordero para el
holocausto? Y respondió Abraham: Dios se
proveerá de cordero para el holocausto, hijo
mío. E iban juntos. Y cuando llegaron al lugar
que Dios le había dicho, edificó allí Abraham
un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su
hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. Y
extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo
para degollar a su hijo: Entonces el ángel de
Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo:
Abraham, Abraham: Y él respondió: Heme
aquí. Y dijo: No extiendas tu mano sobre el
muchacho, ni le hagas nada; porque ya
conozco que temes a Dios, por cuanto no me
rehusaste tu hijo, tu único”.
La Biblia no dice mucho aquí acerca de la
reacción de Isaac. ¿Pero cómo piensa usted
que Isaac pudo haber reaccionado? Quiere
decir que al final su vida fue perdonada, él no
fue sacrificado, se levantó del altar y los dos
descendieron juntos. ¿Se le acercó a su padre

cuando tomó el cuchillo? ¿Dijo Isaac: “Yo no
vuelvo hablar más con él porque puede recibir
otra orden para matarme, pues voy a estar
siempre bajo su dirección, y quién lo sabrá?”
¿Fue esta la actitud de Isaac? ¿Piensa usted
que esta fuera su actitud si fuera Isaac?
Abraham sabía qué clase de material era su
hijo, porque lo había formado bajo la
dirección de Dios. Ese es el punto. Fue un hijo
sin sentimentalismo. No era alguien que
lloraba todo el tiempo por compasión propia,
que lloraba para llamar la atención y decir:
“Yo quiero, yo quiero, yo quiero”. No, era un
hijo que estaba libre de sentimentalismo.
Estaba acostumbrado a las penas, a la
sumisión a los mandamientos de Dios a
cualquier costo. Así es como Dios desea
edificar la familia. Este es el plan de Dios para
la familia, y si solamente esto se implanta en
nuestras familias hoy, puede la obra ser
terminada y la simiente puede llegar a herir la
cabeza de la serpiente.
Pasemos brevemente al libro Patriarcas y
Profetas, página 147. No leeremos todo el
capítulo sino sólo la sumisión de Isaac, que es
muy importante para nosotros. Mucho se dice
acerca de la lucha en que Abraham entró, y
sería de gran beneficio si usted personalmente
la lee. Por algunas razones no leeré todo el
capítulo.
“En el sito indicado construyeron el altar, y
pusieron sobre él la leña. Entonces, con voz
temblorosa, Abrahán reveló a su hijo el
mensaje divino. Con terror y asombro Isaac se
enteró de su destino; pero no ofreció
resistencia. Habría podido escapar a esta
suerte si lo hubiera querido; el anciano,
agobiado de dolor, cansado por la lucha de
aquellos tres días terribles, no habría podido
oponerse a la voluntad del joven vigoroso.
Pero desde la niñez se la había enseñado a
Isaac a obedecer pronto y confiadamente, y
cuando el propósito de Dios le fue
manifestado, lo aceptó con sumisión
voluntaria. Participaba de la fe de Abrahán, y
consideraba como un honor el ser llamado a
76
dar su vida en holocausto a Dios. Con ternura
trató de aliviar el dolor de su padre, y animó
sus debilitadas manos para que ataran las
cuerdas que lo sujetarían al altar.
“Por fin se dicen las últimas palabras de
amor, derraman las últimas lágrimas, y se dan
el último abrazo. El padre levanta el cuchillo
para dar muerte a su hijo, y de repente su
brazo es detenido. Un ángel del Señor llama al
patriarca desde el cielo: ‘Abraham,
Abraham.’” Es interesante cuán voluntario era
Isaac para ir a través de todo esto. Pero estaba
libre de sentimentalismo. Eso era fe y
obediencia. Aquí está realmente la experiencia
de Isaac, la fe y la obediencia fue lo que le
produjo la paz de la mente. En otras palabras,
le produjo buenos sentimientos. El tenía paz,
no estaba preocupado, no pensaba acerca del
dolor o cosa semejante, sino que tenía la paz
de Dios y esto significa que era un héroe a la
vista de Dios, ¿verdad? Fue una persona que
pudo controlar sus sentimientos. Eso es
dominio propio. Eso es justificación por la fe.
Por esa causa Isaac fue un instrumento, fue
esa simiente prometida. Si hubiera tenido
cualquier inclinación a soñar despierto y a la
búsqueda de placeres para producir buenos
sentimientos, no habría tenido ningún gusto
por adquirir la paz por la fe y la obediencia.
Usted puede estar seguro de que habría salido
corriendo y pudo haberlo hecho porque era un
joven y su padre un anciano. Pero él se
sometió verdaderamente.
“El gran acto de fe de Abrahán descuella
como un fanal de luz, que ilumina el sendero
de los siervos de Dios en las edades
subsiguientes. Abrahán no buscó excusas para
no hacer la voluntad de Dios.”
ESTUDIO 13

Los principios de la verdadera educación
Esta mañana consideramos los principios de
la verdadera educación, y vimos cómo existe
una educación que prevalece hoy, la cual el
Espíritu de Profecía llama sentimentalismo
propio. Estudiaremos sobre esto más
cuidadosamente para ver que la voluntad del
niño es la cosa más importante y que no es
cosa visible, porque es todavía la personalidad
no desarrollada en ese tierno e inocente niño.
Los padres piensan que si desobedece está
bien porque no está desarrollado, y entonces
esperan que cuando se desarrolle todo será
bien. Detrás de todo eso está la voluntad del
niño, que es una impresora, que después de
crecer llega a ser un adulto, y el egoísmo lo
gobernará para ser esclavo de las pasiones. No
necesariamente el padre lo sabe porque estas
cosas pueden ser encubiertas con frecuencia, y
la esclavitud en pasiones puede ser expresada
en la sensualidad y también en otras cosas.
Esencialmente es el sentimentalismo por el
que estas personas son gobernadas y la
personalidad que tienen es muy débil y lo es
porque son esclavas de las pasiones.
Algunas personas confunden estas pasiones
con la personalidad fuerte. Piensan que porque
una persona puede beber mucho entonces es
un hombre valiente. Pero en realidad es un
hombre débil. En contraste con esta
educación opresiva está la que practicó
Abraham. En la educación opresiva el
educador es el factor decisivo. La
personalidad no es desarrollada todavía y eso
es lo que hallamos aquí, una obediencia
esclava donde los niños son forzados a
obedecer. Cuando ellos crezcan y llegan a ser
adultos, la voluntad del educador continúa
siendo el factor decisivo sin que los niños seas
desarrollados teniendo la voluntad de otro.
Cuando digo la voluntad de otro, quiere decir,
la voluntad de otro hombre. La personalidad
de ese individuo es una personalidad
estropeada. Ella no será una persona real
porque está siempre dependiendo de otras
77
personas. Es un esclavo del hombre realmente.
Hallo muy importante cuando leemos el
subtítulo: “La mente sobre la mente”. ¿Y a
dónde dice la hermana White que guía eso
cuando una mente controla otra mente? Guía a
la corrupción de las más bajas pasiones. Las
pasiones de la persona que controla la mente
de otro, llegan a ser sus pasiones. Con
frecuencia el médico que pone a una persona
en tratamiento de hipnosis abusa de esa
persona. Tenemos que ver también que los
poderes de la razón se debilitan por estas
prácticas, cuando una mente gobierna a otra
mente y como resultado los sentimientos
tienen más dominio sobre la persona y las
propensiones animales se vigorizan. Esto
porque los poderes de la razón son más
débiles por las prácticas de una mente que
controla a otra mente. Esta es la educación
opresiva. Y usted puede ver que los resultados
como males no son peores que la educación
sentimental, sino que también conduce al
sentimentalismo, y es realmente la misma
cosa.
Ahora venimos a la educación de Abraham,
y esta educación es conforme al plan de la
familia, porque eso es lo que estamos
estudiando aquí; el plan divino para la familia,
y se requiere la educación que tuvo Abraham.
La voluntad de Dios era la norma de su
hogar; no la voluntad de Abraham. Esto se
aplica tanto a Abraham como a los hijos. Se
hizo claro a los hijos y se hizo comprensible
que era esa ley la que gobernaría su casa. Una
cosa hallo y es que había de entenderse que
cuando la ley de Dios gobierna la obediencia
llega a ser más fácil. Es cuando gobierna la
incertidumbre sobre este hecho que la
obediencia llega a ser más complicada. Es
claro que cuando la voluntad de Dios
gobierna, la obediencia es más fácil. ¿Por
qué? Porque todos saben, que estamos sujetos
a la ley de Dios. Cuando el niño crece desde
sus tempranos años en esta línea siguiendo la
voluntad de Dios, entonces su obediencia es
una obediencia natural. El niño crece a la vida

adulta y como adulto será también la voluntad
de Dios lo que lo guiará. La personalidad de
este individuo será una personalidad fuerte y
tendrá verdadera santidad. Esto es lo que Dios
intenta de cada ser humano. En Isaac nosotros
podemos ver eso. ¿Pueden ver cómo su
atención estaba en las cosas divinas y cómo
estuvo listo para ser atado y puesto sobre el
altar sin ninguna murmuración? Inclusive
animó a su padre a cumplir su obra, y esto es
libertad del sentimentalismo.
Pero queremos ver también la vida de
Abraham, y por esta razón abrimos el libro
Patriarcas y Profetas, 148, 149. “El acto de fe
de Abrahán descuella como un fanal de luz,
que ilumina el sendero de los siervos de Dios
en las edades subsiguientes. Abrahán no buscó
excusas para no hacer la voluntad de Dios.
Durante aquel viaje de tres días tuvo tiempo
suficiente para razonar, y para dudar de Dios
si hubiera estado inclinado a hacerlo”. Quiere
decir que no tenía el hábito de pensar
irracionalmente, sino había aprendido a
controlar cuidadosamente sus pensamientos.
“Pudo pensar que si mataba a su hijo, se le
consideraría asesino, como un segundo Caín,
lo cual haría que sus enseñanzas fuesen
desechadas y menospreciadas, y de esa
manera se destruiría su facultad de beneficiar
a sus semejantes.”
¿Qué es soñar despierto? Es imaginar cosas
irreales y es también imaginar cosas reales.
Por ejemplo, si Abraham hubiera tenido la
tendencia a la compasión propia habría
pensado en sus problemas, sus enfermedades,
su pobreza, sus persecuciones y esto lo
hubiera torturado realmente. Pero no eran las
persecuciones y su pobreza sino las
circunstancias bajo las cuales se hallaba la
orden de Dios. Pudo haber pensado acerca de
lo que otros pensaran de él y lo vieran como
un homicida. Si hubiera seguido este tren de
pensamientos de que otros lo vieran como
homicida, habría sido soñar despierto. ¿Por
qué? Porque no necesitaba preocuparse de eso,
pues nada era real y sería preocuparse del
78
futuro que no existía todavía. Así, él estaba
pensando en algo. ¿No tomaría Dios cuidado
de esa posibilidad? Quiero enfatizar este
aspecto muy de cerca, porque cuando
educamos a nuestros hijos, con frecuencia no
les decimos la verdad como nosotros la
entendemos. ¿Por qué no? Porque sabemos la
reacción que podría producir. O imaginan que
nosotros somos ellos o pensemos que es una
perturbación para nosotros. Y es por esta
causa que tendemos a no decirles la verdad.
Qué vieran en mí como padre severo. Los
padres algunas veces tienen tales pesares. Y
por esta razón, los hijos no cumplen sus
deberes. ¿Puede ver usted que esto es
realmente soñar despierto? La razón es que se
preocupan acerca del futuro y se imaginan
acerca de cosas irreales. ¡Mi futuro que no
conozco! ¡Mis problemas si ellos me
observan! ¡Lo que ellos piensan de mí! ¡De
todas maneras, lo que otros piensan acerca de
mí es el mal! ¿Qué es lo que otros piensan de
mí? Esto es soñar despierto.
Para estas cosas no debe haber lugar en
nuestras mentes. Sólo debe existir una
pregunta. ¿Y cuál es esa pregunta? Ella es:
¿qué piensa Dios acerca de mí? Cualquier otra
cosa es de poca consecuencia. Esa era la
experiencia de Abraham. Pudo haber pensado
acerca de lo que otros pensaran de él si hacía
el sacrificio. Pero él no hizo eso, sólo pensaba
en lo siguiente: ¿qué piensa Dios acerca de
mí? “Pudo pensar que si mataba a su hijo, se
le consideraría asesino, como un segundo
Caín, lo cual haría que sus enseñanzas fuesen
desechadas y menospreciadas, y de esa
manera se destruiría su facultad de beneficiar
a sus semejantes. Pudo alegar que la edad le
dispensaba de obedecer. Pero el patriarca no
recurrió a ninguna de estas excusas. Abrahán
era humano, y sus pasiones y sus inclinaciones
eran como las nuestras; pero no se detuvo a
inquirir cómo se cumpliría la promesa si Isaac
muriera.”
En otras palabras, no permitió soñar
despierto ni siquiera un minuto. Su mente se

llenó de tanta responsabilidad para hacer la
voluntad de Dios, que no se detuvo para soñar
sobre el asunto. Aquí hay otra expresión
demasiado fuerte: “No se detuvo a discutir
con su dolorido corazón”. Es decir, no
permitió por un momento que sus
sentimientos prevalecieran. También nos
recuerda la declaración de la hermana White:
“no tengo lágrimas para derramar por los
muertos”. No hay duda de que ella sintiera el
dolor de la separación. Todo ser humano lo
siente cuando sus amados mueren y los
extrañan. Pero ella no se detuvo para razonar
con su dolorido corazón. En cambio, llenó su
mente con las glorias de la mañana de la
resurrección. Esa fue su actitud.
“Sabía que Dios es justo y recto en todos
sus requerimientos, y obedeció el mandato al
pie de la letra.” Vamos a leer otra declaración
concerniente a la lealtad de Abraham: “Dios
deseaba probar la lealtad de su siervo ante
todo el cielo, para demostrar que no se puede
aceptar algo inferior a la obediencia perfecta y
para revelar más plenamente al plan de la
salvación” .(Página 151). No se puede aceptar
menos que la perfecta obediencia, y esto se
requiere especialmente en el último conflicto
al que estamos por entrar.
“Los seres celestiales fueron testigos de la
escena en que se probaron la fe de Abrahán y
la sumisión de Isaac. La prueba fue mucho
más severa que la impuesta a Adán.” Nuestra
fe y sumisión serán probadas también. De eso
debemos estar seguros y tendremos que dar
una demostración similar como lo hizo
Abraham delante del universo, esto es, delante
de los ángeles.
Concerniente al sentimentalismo
permítanme buscar otra declaración en
Manuscript Raleases, Vol. 6. página 42. Es
una carta que la hermana White recibió, y
deseo leerla a ustedes. Ella escribió unos
puntos interesantes, y aquí podemos hallar
buenas descripciones de victorias sobre el
sentimentalismo.
79
“La obra de Dios exige la más seria labor y
el Señor tendrá ministros y esposas
íntimamente unidos en este trabajo. El esposo
y la esposa se unirán en la labor para que la
esposa deba ser el complemento del esposo. El
Señor les desea la unión para que velen por su
voz, para que se acerquen más y más a El al
alimentarse de su Palabra, y recibir la luz para
impartirla a otros. Deben estar lo más libre
posible para asistir a los congresos y otras
reuniones generales. La esposa ha de ser una
ayuda continua para su esposo en la visitación
y otras labores personales ... Las esposas de
muchos de los siervos del Señor se han unido
de corazón con sus esposos en el trabajo de
salvar almas. Por su servicio desinteresado en
el avance de la causa de Dios, las esposas han
hecho que el trabajo sea mucho más completo.
Pero para algunos el poner su voluntad en
armonía con la voluntad de Dios es una
lección difícil de aprender. La experiencia de
una hermana como me la relató hace años,
está llena de instrucciones. (6MR 43.1).
“Ella me pregunta: ¿Piensa usted que estoy
asumiendo demasiada responsabilidad en
buscar entender las razones de nuestra fe, para
que pueda hacer la obra misionera con mi
esposo? Deseo grandemente crecer como una
obrera abnegada con él. ¿Estoy fuera de mi
lugar tratar lo más posible de mantener la
armonía con él en la comprensión de la
Palabra de Dios, y en las diversas líneas de la
obra? Algunas veces me ha formulado
preguntas que me hacen sentir que debo estar
en la capacidad para ayudar a ver algo en una
luz más clara. ¿Estoy equivocada en este
deseo ferviente? Oro mucho para que yo no
cometa un error. Pero me parece que la
relación entre esposo y esposa es más sagrada
y solemne. Si pensara que me ligué con lazos
matrimoniales solamente para ser acariciada y
tratada igual que un niño, que debo divertir a
mi esposo y él divertirme a mí, fuera la
persona más infeliz. Dios me ha dado razón,
capacidades y talentos que debo aumentarlos
por el uso. Pienso que estas aptitudes son

responsabilidades sagradas que tengo que
emplear para la gloria de Dios. (6MR 43.2).
“Después que tuvimos dos hijos mi mente
estuvo casi totalmente absorbida por ellos. No
obstante, cuando mi esposo se sobrecargaba a
menudo de los cuidados del trabajo, y deseaba
consejo, permitía que el cuidado de mis hijos
ocupara mucho de mi tiempo y le dedicara a él
muy poco. No me quejaba ni él se quejaba;
pero estaba ciega. ¡Oh, tan ciega! Aun con el
cuidado de mis hijos, pude haberme unido a él
para investigar la Escritura, y dos corazones
pueden trabajar con más éxito que uno. Pude
haber aprendido a copiar sus cartas, y pude
haberle ayudado a mantener la contabilidad.
Pero cuando pensaba en esto, me excusaba yo
misma al decir que Dios sabía que mis manos
estaban ocupadas. Me enorgullecía de mis
hijos y compraba muchas cosas innecesarias
para vestirlos y gastaba mucho tiempo sin
necesidad, preparando sus vestidos para
excitar la admiración.”
Hallo muy interesante que los hijos se
convierten en ídolos. Al sentirnos orgullosos
de los hijos, y al verlos como si nos fueran
dados para exaltarlos, es una parte del
sentimentalismo. Ahora, el sentimentalismo,
como lo veremos más claramente, exalta al
yo. Cuando nos enorgullecemos de nuestros
hijos y así los tratamos, entonces fortalecemos
el yo en ellos. Es una educación de
satisfacción egoísta. Estas fueron las cosas que
Abraham no hizo. Si se hubiera sentido
orgulloso de su hijo, no lo hubiera llevado
voluntariamente al altar. ¿Qué nos ayuda a
vencer este orgullo sobre los hijos? El
conocimiento de que ellos pertenecen a Dios.
Que sólo somos mayordomos en sus manos
porque pertenecen a Dios, es su propiedad, y
nosotros somos responsables delante de El por
esta propiedad. Esa tiene que ser nuestra
actitud. Yo me baso en el relato de Ana quien
crió a Samuel solamente para darlo.
Reconoció que él era propiedad de Dios.
También me baso en el relato de María quien
dio a luz a Jesús. Lo crío sabiendo que no era
80
su propiedad, sino que pertenecía a Dios. Este
es, por supuesto, el secreto del éxito en la
educación.
Yo puedo ver más claro que nunca, que el
fracaso en la educación es debido a la
educación sentimental. El sentimentalismo
destruye a los hijos. Y si tuviéramos una
educación libre del sentimentalismo
tendríamos éxito en la educación, como lo
tuvo María en la educación de Jesús o como lo
tuvo Ana en la educación de Samuel. Hallo
interesante que la vida de Samuel en sus
postreros días fue una vida de seria disciplina
y real dominio propio. Su dominio propio se
hubiera extendido a sus hijos si él se hubiera
dado cuenta de lo que sus hijos hacían. Pero
aquí tenemos otro problema, es decir, que no
se le informó a él lo que estaba sucediendo.
Así, los hijos de Samuel no fueron detectados.
Pero un punto es muy claro, Samuel recibió
una educación libre de sentimentalismo. Y eso
hizo de él un hombre fuerte. Así fue con
Jesús. Si Cristo hubiera recibido una
educación sentimental, no habría sido nuestro
Salvador.
Continuamos leyendo. “Ahora sé que mis
hijos eran mis ídolos. Los amaba delante del
Señor. Les permitía que absorbieran mi
interés, así tenía poco tiempo para
capacitarme y para ayudar almas.” (6MR
44.1).
Pregúntese cada uno: ¿Son mis hijos mis
ídolos? Idolo significa que ocupa el lugar que
Jesús debe ocupar en mi imaginación. De
quién me gusta conversar más, ¿de Jesús o de
mis hijos? Quién ocupa mis sueños, mis
deseos y esperanzas, ¿mis hijos o Jesús? En
otras palabras, lo que se ve es que realmente
podemos salvar a los hijos si renunciamos a
ellos, y sólo se pueden ganar cuando se dan a
Jesús. Pero si yo los retengo como ídolos, los
pierdo. Esta es una verdad desagradable, pero
tenemos que conocerla. “Ahora sé que mis
hijos eran mis ídolos.
“Cuando mis pequeños me fueron quitados
por la muerte, murmuré y lloré que casi no

pude soportarlo.” El sentimentalismo halla
expresión en ese momento cuando los niños le
fueron quitados. “No sería consolada por mi
pérdida. No permitiría que mi esposo amara
mis hijos plenamente como yo lo hice. Yo
entristecí su corazón con mis sediciosas penas,
pero mis ojos se abrieron y vi mi error. Vi que
él conocía el valor de las almas de sus hijos,
porque era un médico de almas, y puso una
estima mayor en sus amados de lo que yo lo
hice” .(6MR 44.1).
Si pudiéramos oír confesiones tales
estaríamos llenos de victorias, porque esa es
una verdadera confesión. Yo realmente deseo
que Dios nos guíe a ver nuestros pecados y
también a confesarlos como lo hizo esta
hermana. Una confesión semejante, si es
escrita, me sujeta a mí a cierta posición. Y si
realmente deseamos esa posición
escribámosla, como esta hermana lo hizo.
La hermana White perdió también dos
hijos. ¿Qué escribió ella? No permitió que su
mente se concentrara en la compasión propia.
Pensó en la mañana de la resurrección, y no
derramó lágrimas. De hecho, valoró las almas
de sus hijos por encima de sus vidas físicas.
Eso la hizo sentir como ella se sintió. Veamos
las realidades, y seremos libres de los
ensueños y del sentimentalismo. “Mis pesares
egoístas casi me matan y paralicé a mi esposo
en sus labores.” Se entienden los pesares, pero
en ella eran egoísmo. “Pero el Señor tuvo
misericordia de nosotros y me permitió ver el
egoísmo de mi corazón. Ahora soy como una
de los despiertos de un sueño profundo. No
estoy en el mundo para divertirme a mí
misma, para que me diviertan y me acaricien o
para trabajar en mi interés egoísta.” ¿Puede
ver usted cómo esta mujer obtuvo la libertad
del sentimentalismo? Es muy admirable esta
cita, es una verdadera confesión.
“Mis pesares egoístas casi me matan, y
paralicé a mi esposo en sus labores. Pero el
Señor tuvo misericordia de nosotros y me
permitió ver el egoísmo de mi corazón. Ahora
soy como una de los que despiertan de un
81
sueño profundo. No estoy en el mundo para
divertirme a mí misma, para que me diviertan
y me acaricien o para trabajar en mi interés
egoísta. Estoy aquí para cumplir mi deber.
Trato de mostrar que respeto y honro a mi
esposo interesándome en su trabajo por la
causa en las diversas líneas de la obra. No me
haré más miserable con cosas que no me
permiten ayudar, sino trataré de adaptarme a
las circunstancias. Si el Señor ve conveniente
darme otro niño, lo tendré no como un juguete
sino como una responsabilidad sagrada y
santa. No como un ídolo sino como un ser
educado para la causa en las alturas. (6MR
45.1).
“Estoy tratando de ayudar a mi esposo a
llevar sus cargas. Hago la mayoría de sus
copias. El trabajo no me fue placentero al
principio, pero vencí mi desagrado por él. No
siento más ese sentimiento, sino debe ser
traído a nuestra experiencia en nuestra vida
conyugal. Como obreros de Dios, nosotros
debemos buscar hacer su servicio, honrar su
nombre, fijar nuestros ojos en Jesús, y
animarnos unos a otros a trabajar por Cristo.
Mi esposo dice que ahora puede descansar y
ahora puedo animarlo, porque estamos muy
interesados en salvar almas para Cristo. Tuve
en ocasiones que estudiar y orar mucho para
vencer mis debilidades de carácter y llegar a
ser en cierto grado lo que debe ser una esposa:
una ayuda para su compañero. No deseo ser
conducida al pecado como lo hizo Eva, sino
aferrarme con firmeza de Jesús. Me separaré
del pecado y del orgullo y amaré mostrar en lo
más íntimo la mansedumbre y la humildad de
corazón.”
Desearía que cada esposa cristiana
escribiera una carta semejante a esta. Entonces
seríamos libres de sentimentalismo y
educaríamos a nuestros hijos como lo hizo
Abraham. Esto traería el cumplimiento de la
simiente prometida, y aplastaría la cabeza de
la serpiente como Cristo ha prometido. Deseo
leer ahora otra declaración que es bastante
interesante.

La hermana White estuvo también en el
peligro de hacer de sus hijos ídolos. Leamos
en el libro Notas Biográficas de Elena de
White, página 116:
“Antes de mucho, nuestro pequeño Enrique
cayó enfermo y empeoró tan rápidamente que
nos alarmamos mucho. Yacía sin
conocimiento; su respiración era agitada y
penosa. Le dimos remedios, pero sin éxito.
Llamamos entonces a una persona de
experiencia en cuanto a enfermedades, y nos
dijo que era dudoso que se restableciera.
Habíamos orado por él, pero no había cambio.
Habíamos hecho del niño una excusa para no
viajar ni trabajar por el bien de otros.” ¿Qué
significa esto en otras palabras? No era que no
les gustara viajar o porque tuviera una celo
equivocado por algo, sino simplemente tenían
que seguir las órdenes del Señor. Esa era la
razón de sus viajes, no más ni menos. Tenían
que seguir las órdenes del Señor. Ellos
resistían las órdenes del Señor por causa de
sus hijos. Decían: “Nosotros tenemos una
familia y tenemos niños. ¿No sabe Dios que
tenemos una familia? No podemos viajar. Por
favor, excúsanos.” Ahora, ¿no sabía Dios que
ellos tenían hijos? ¿Entonces por qué se les da
la orden para que viajen? ¿Se equivocó Dios?
¿Por qué le dijo a Abraham que saliera y
sacrificara a su hijo: ¿No cometió un error y
dio la impresión de que Abraham se
convirtiera en un asesino? ¿No hace esto una
mala impresión en el carácter de Dios que
confundiría a los teólogos hasta el fin del
tiempo? ¿Por qué lo hace Dios? ¿Comete El
equivocaciones? ¡Nunca!
Cuando Dios nos dice algo tenemos que
obedecer. Y la hermana White no fue
semejante a Abraham. “Habíamos hecho del
niño una excusa para no viajar ni trabajar por
el bien de otros, y temíamos que el señor nos
lo fuera a quitar. Una vez más acudimos al
Señor para suplicarle que se compadeciese de
nosotros y le perdonara la vida al niño,
comprometiéndonos solemnemente a salir
82
confiados en Dios, para ir dondequiera que
nos enviara.
“Nuestras peticiones fueron hechas con
fervor y en agonía mental. Por la fe nos
acogimos a las promesas de Dios, y creímos
que él oía nuestros clamores. La luz del cielo
atravesó las nubes y resplandeció sobre
nosotros. Nuestras oraciones recibieron
misericordiosa respuesta. Desde aquella hora,
el niño empezó a restablecerse.”
¿Cuál fue la razón para la recuperación del
niño? Ellos renunciaron al ídolo. Lo quitaron
y pusieron a Dios en primer lugar. Entonces el
Señor pudo responder sus oraciones. Hay
también otras declaraciones sobre hechos
similares y creo que esto es suficiente. La
hermana White escribió que en otro caso
cuando otro hijo se enfermó, ella oró a Dios
que le revelara si ella había hecho un ídolo de
ese hijo, y Dios le reveló que ese no era el
caso. Esto no significa que siempre que
estamos en peligro de perder un hijo es una
manifestación de que él es nuestro ídolo.
Regresemos a Abraham otra vez, porque
quiero que continuemos formulando la
pregunta acerca de cómo seguimos el plan de
Dios en la edificación de la familia. Todo
comienza con el compromiso del matrimonio
y así se forma la vida conyugal. Aquí tenemos
la hermosa experiencia de Isaac. ¿Qué edad
tenía Isaac cuando se casó? Tenía cuarenta
años. Pero él no salió para decir que tenía
cuarenta años y que era un tiempo bastante
largo. Que lo iba a perder todo si no se decidía
en ese momento, y que saldría rápidamente a
buscar una esposa. No dijo: “Tengo que
conseguir una esposa. Yo no puedo estar
sólo”. ¿Fue esa su actitud? No. El estaba libre
del sentimentalismo y esto indica que no tenía
preocupación en absoluto. Mas bien dijo:
“Esta es una responsabilidad de mis padres,
por lo tanto, no me preocupo”. Y su padre
tampoco se preocupaba. El espera también
que pase año tras año, hasta que llegó a ser
viejo y pronto iba a morir. Entonces dijo:
“Tengo que hacer algo al respecto”. Y oró a

Dios y Dios le ordenó que enviara a su siervo
Eliezer. Es muy interesante ver la calma de
estas personas, Abraham e Isaac, con relación
a este asunto. No había preocupación
excesiva, ni ansiedad. Con cuánta frecuencia
los hijos, y sobre todo los padres hoy, se
preocupan que sus hijos busquen una
compañera. Y cuando el hijo tiene veinte años
dicen que algo anda mal. Si él o ella cumplen
veinticinco años y no se casan todavía, los
padres dicen que eso no es normal.
Yo me encontré con unos padres que su hija
era todavía una estudiante en la universidad y
tenía diecisiete años y no era casada; los
padres estaban demasiado preocupados.
Decían: “Ella no se ha casado, y muchas
compañeras de colegio ya se casaron. Nuestra
hija tiene diecisiete años y no se casa todavía”.
¿Sucedía esto en Abraham? No se preocupaba
aunque su hijo estaba sobre los cuarenta años.
Y cuando tuvo cuarenta años él no se
preocupó tampoco, sino que sólo sabía que
algo debía hacer conforme al plan divino. Y lo
que él hizo lo veremos en el estudio siguiente.
ESTUDIO 14
Factores que fomentan el soñar despierto
Deseamos regresar otra vez a nuestro
estudio sobre el plan para la familia. Quiero
enfatizar que lo que hemos estudiado aquí
sobre el control de los sentimientos no niega
que la persona cristiana es una persona con
sentimientos. Usted puede adquirir la
impresión, cuando enfatizo el control de la
razón sobre los sentimientos, que el cristiano
no tiene sentimientos. Que el cristiano no
puede llorar cuando tiene angustias, que es
descuidado y sin amor personal, que no tiene
ilusiones e imaginaciones, pero ese no es el
caso. Yo quiero hacer este punto bien claro. El
cristiano tiene sentimientos, tristezas, pero
83
estas cosas están bajo el control de la razón y
la religión, como la hermana White lo
expresa. Deseamos ver claramente también
que existen sentimientos en el sentido
positivo, buenos sentimientos producidos por
la fe, la obediencia y por el verdadero
arrepentimiento. Estos sentimientos son de
paz y son aceptables a Dios. “Regocijaos en el
Señor siempre, otra vez digo ¡regocijaos!”,
dice Pablo. En otro lugar él dice, no me canso
de deciros regocijaos en el Señor. Por
supuesto, estos sentimientos son el resultado
de la fe y la obediencia.
Lo que estamos tratando aquí, lo que
realmente tenemos que ver y de lo que
debemos liberarnos es de los sentimientos
falsos. De aquellas cosas que no son reales, las
cosas que vuelan como burbujas de jabón que
desaparecen, que nos dejan más vacíos que
antes. Estas son las cosas de las que hablamos
aquí y que necesitan alejarse. No los buenos
sentimientos que el Señor nos desea dar que
son el resultado de la fe, la obediencia y del
verdadero arrepentimiento. Aparte de esto,
tenemos sentimientos igual que otra persona,
pero estarán bajo el control de la obediencia.
Ahora tenemos luchas para ponerlos bajo
control, pero al lograr la victoria seremos
verdaderos héroes en el cielo.
Quiero enfatizar también que nosotros
como cristianos tenemos imaginación. El
mundo está saturado de toda clase de éxtasis.
La imaginación está saturada y no hay espacio
para las cosas buenas, pero debe ser llena de
cosas buenas, porque ese es el designio de
Dios. Los que están en el reino de Dios tienen
buen poder de imaginación. Y esa
imaginación está enfocada en las realidades
eternas, en la nueva Jerusalén, done Cristo
habla cara a cara. Con esta imaginación
caminaremos con Jesús en las calles de oro a
paso marcado sobre el mar de vidrio. ¿Se ha
dado cuenta cuando usted lee El Deseado de
Todas las Gentes que se siente como si
estuviera al lado de Jesús experimentando
todo a su alrededor? Lo que Dios desea es que

nos pongamos en ese lugar. Eso es bueno y
provechoso. Pero la lectura de la novela es la
falsificación, donde nosotros somos colocados
en un romance y en una situación sentimental.
Así, existe la imaginación.
Ahora venimos a la cuestión de soñar
despiertos. Quiero observar un poco para ver
qué es esto. Necesitamos ver realmente que no
es más que hacernos nosotros mismos un
ídolo. Debemos leer la cita en Exodo 20:3-5.
“No te harás imagen, ni ninguna semejanza de
lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la
tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te
inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo
soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito
la maldad de los padres sobre los hijos hasta la
tercera y cuarta generación de los que me
aborrecen.”
“No te harás imagen” Imagen viene de
imaginación. Quiere decir, no hacer imagen
en la mente. Eso es lo que significa
literalmente. “Ni ninguna semejanza de lo que
esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni
en las aguas debajo de la tierra.” El cielo
mencionado aquí no es el cielo donde está
Dios sino las cosas que pasan. El cielo y la
tierra, dice Jesús, pasarán. En otras palabras,
no es en las cosas temporales que su mente
debe enfocarse sino en las cosas eternas. “No
te inclinarás a ellas, ni las honrarás.” Honrar
significa ponerse usted mismo en sujeción a
estas cosas. “Porque yo soy Jehová tu Dios,
fuerte, celoso, que visito la maldad de los
padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que me aborrecen.”
Hermana, ¿qué es lo que dice su esposo si su
mente está siempre puesta en otro hombre en
vez de él? No sería usted muy feliz y de
hecho, esto es lo que causa daño, porque sería
infeliz con su matrimonio actual. Saque a ese
otro hombre de su mente. Esto es verdad
también en nuestro matrimonio con Cristo.
“...visito la maldad de los padres sobre los
hijos hasta la tercera y cuarta generación de
los que me aborrecen.” ¿Qué significa esto?
Quiere decir que soñar despierto hace
84
realmente tanto dañando, porque se lega una
posteridad débil a nuestros hijos y a los hijos
de los hijos, hasta la tercera y cuarta
generación. Eso es lo que Dios dice y así es.
La hermana White dice que por el vicio
secreto mucha gente llega a la demencia. En
los tiempos de Jesús se le llamaba
endemoniado. En otras palabras, el diablo
toma ventaja cuando hacemos un ídolo,
porque toma el lugar que Cristo debe ocupar.
Otra vez, ¿qué es soñar despierto? Nosotros
lo hemos puesto aquí en dos categorías.
Primero, es toda imaginación indebida sobre
cosas irreales. Segundo, la imaginación
indebida aun en cosas reales o en asuntos
temporales. Estudiemos primero la
imaginación indebida sobre cosas irreales. Por
ejemplo, yo me imagino ser otra persona de la
que soy en una posición más elevada, sueño
que soy rico, que soy el mejor de todos, que
soy un héroe o el super-hombre. Este es todo
el material de un mundo imaginario. Me
sorprendo que este cómico es tan popular.
¿Por qué es tan popular? Porque de él es que
la gente sueña. Yo quiero ser el super-hombre,
se escucha. Aparte de esto, usted sabe que en
toda película hay un héroe, ¿y por qué es así?
Porque con ese es que yo me identifico. Yo
quiero ser como él o ella, un hombre o mujer
gallardo, simpático, que hace cosas
extraordinarias. Eso es lo que a la gente le
gusta ver en la película o televisión, y así
desean ser. Luego se escucha: Yo soy otro
héroe más prominente, rico y mejor. Eso es
soñar despierto y la gente así vive en ese
mundo. Ahora, piense si ese es el caso con
usted. Esto puede suceder aun en lo espiritual.
Si yo pienso que tengo una posición más
elevada en cualquier área, o si le dijera a la
hermana White: “Tiene que ser muy
maravilloso viajar como usted lo hace, yo
quisiera hacer lo mismo”. Eso es realmente
soñar despierto. Es no ver lo que es la
realidad. Es tener una fantasía acerca de algo
romántico que no existe.

Por ejemplo, los discípulos se postulaban
para sentarse en el trono con Jesús. Cada uno
decía que Jesús era el rey y se sentaría a su
lado. Judas decía que tendría el más grande
honor por lo que había hecho. Eso era soñar
despierto. El ni aun pensaba traicionar a su
Señor sino exaltarlo a tal posición. ¡Qué
fantasía era eso! Se escucha decir: Yo vivo
con otro cónyuge, con un cónyuge que no
tengo. Tal persona sueña que vive con ese
cónyuge o con otro cónyuge, si ya tiene uno.
La hermana White llama a esto sensualidad,
que es tan común hoy. Otro habla acerca de su
futuro que no conoce, es decir, piensa en el
futuro que no conoce. Ya hemos hablado un
poco acerca de problemas o del mundo
imaginario en el cual yo me incluyo también.
Pueden ser temores del futuro o pueden ser
esperanzas del futuro. Entonces se piensa en
las posibles injusticias que me puedan hacer,
imagino en lo que otro piensa de mí, y
realmente a esto se le puede llamar soñar
despierto. Otro sueño frecuente es cuando
digo que tomaré venganza de mis enemigos.
En otras palabras, fui tratado injustamente, y
luego empiezo a soñar cómo devolver el pago.
O puede ser que uno imagina que los demás
ya lo maltrataron y que ya hizo venganza,
aunque no lo hayan tratado mal en absoluto.
Pero en mi compasión propia imaginé que
podía ser tratado de esa forma, y luego les
devolví el mal que hicieron. Y esto va hasta el
punto donde una persona asesina a otra
soñando despierta, y se piensa que esto no es
perjudicial por que se está soñando despierto.
Definidamente estas cosas hieren nuestro
corazón. “Porque cual es su pensamiento en su
corazón, tal es él”, dice la Biblia. Tenemos
que creer en la Palabra de Dios.
Otra forma de soñar despierto es cuando
uno dice vivir en otras circunstancias.
Entonces allí usted no necesita trabajar, se
acuesta todo el día y el alimento llega volando
a su boca y no necesita hacer nada, porque
tiene todas las cosas que se pueda imaginar y
todo llega le hasta el lugar donde se encuentra.
85
Esto es ubicarse en el otro extremo para vivir
en diferentes circunstancias y sólo permanece
soñando en otras cosas. La persona desearía
vivir allá donde tiene lo que necesita, viviendo
en un mundo imaginario. También es posible
vivir en un mundo de aventura, este es otro
mundo imaginario donde la vida no es fácil
sino se vive de la aventura.
Todas estas cosas son imaginaciones acerca
de cosas irreales. Sentémonos por un
momento y pensemos dónde nos hallamos
nosotros soñando despiertos. Pensemos
cuidadosamente, y de seguro que en una o en
otra área hemos sido tentados, a menos que
hayamos sido criados sin sentimentalismo y
muy centrados en las cosas divinas. Pero la
mayoría de la gente no se concentra en las
cosas divinas. Quiero enfatizar un poco más el
punto de vivir soñando con un cónyuge.
Algunas personas dicen que no pueden vivir
solas. ¿Por qué no? Porque se han hecho tan
esclavos del soñar despiertos que no pueden
vivir solos, y constantemente están alrededor
de otra persona. Pero recuerde que el hombre
cual es su pensamiento, tal es él. Lo que hallo
bastante interesante es que lo que el hombre
piensa lo vive en cierto grado por lo menos.
Usted halla muchachos que permanecen
siempre junto a las señoritas, y algunos
hombres se reúnen con las mujeres. ¿Por qué
es esto así? Aquí esta la respuesta: el
sentimentalismo.
Otra vez, esto no significa que cuando hablo
con una mujer o la mujer conmigo ya es
sentimentalismo, sino quiero decir que lo es
cuando siento la ansiedad de eso. Este es el
punto. Si tengo una finalidad con ello, es el
resultado de soñar despierto.
Veamos el otro punto. Puede haber otra
imaginación indebida acerca de cosas reales.
Comenzamos con mi justicia. Este es un punto
muy fuerte de soñar despierto. Quiero decir
que la religión sobre legalismo que hallamos
descrita por Jesús, es también
sentimentalismo. No parece a primera vista,
pero el legalismo es sentimentalismo: ¿Y por

qué? Porque el legalismo gira alrededor de la
persona misma: mis sentimientos, mis
maneras, mis imaginaciones, mi justicia, etc.
Esto es a la larga justicia propia. ¿En qué
forma mi justicia puede ser soñar despierto?
Por ejemplo, si me concentro en un evento
pasado y lo veo desde el punto de vista de mi
justicia, puedo decir: “¡Vea qué bueno lo hice!
¡Qué correcto fui en hacerlo!” Así me justifico
yo mismo.
Algunas personas se alegran compitiendo y
entonces sienten lástima por el perdedor. Yo
lo sé porque cuando era joven en los círculos
cristianos a veces nos gustaba tener
competencias. Por ejemplo, el que abriera la
Biblia más rápido. Teníamos otras
competencias, y ésta era el quien tuviera el
mejor argumento. Había ciertos jóvenes
quienes eran vistos con admiración, pues
podían ganar cualquier argumento, y sentían
placer discutiendo con otros. Les parecía
conocer todas las cosas y cuando discutían con
otra persona decían tener siempre la sabia
respuesta. De todos modos, yo no las pude
comprender y eran demasiado complicadas
para mí. Pero admirábamos estas cosas y
quiero decirles que cuando el mensaje vino a
mí, perdí completamente el gusto por todas
estas competencias. El mensaje provee buenas
ventajas.
Por ejemplo, después que se discute acerca
del carácter de Dios y uno puede objetar punto
por punto que no quedan respuestas, usted
gana el argumento y luego se concentra en
ello. Su sentir es: ¡cómo pude dar la respuesta
correcta! ¡Cómo abatí a esta persona! Esto es
exaltación propia. Por supuesto, al mirar atrás
esos días, podemos mirar las victorias que
hemos tenido sobre el pecado. ¿Cuál es la
diferencia de mirar las victorias pasadas sobre
el pecado y la ilusión? Quiero decir que somos
amonestados a recordar el día en que tuvimos
victorias y a concentrarnos en ellas también.
¿Entonces cuál es la diferencia entre soñar
despierto y recordar victorias? Soñar despierto
es siempre exaltación propia. Así es como
86
usted lo puede reconocer. Porque siempre que
sueña despierto usted se exalta a sí mismo.
Eso es hacer un ídolo y es muy interesante que
hacer una imagen es siempre exaltación de sí
mismo. Así era con los paganos cuando hacían
imágenes talladas; se exaltaban a sí mismos,
ese era el propósito. ¿Para qué hizo
Nabucodonosor una imagen en la llanura de
Dura? Para exaltarse a sí mismo. Ese era el
propósito y, por supuesto, la sensualidad
también. Veamos claramente que mi justicia
puede ser mucho el tema de soñar despierto.
Otro punto para considerar son las
injusticias que han hecho. Es también algo,
como ya lo dijimos, injusticias supuestas
hechas a mí, pero pueden ser también
injusticias reales cometidas a mí. Si alguien
realmente me causó un perjuicio y acudo a la
ley del estado sin razón, yo puedo
concentrarme en esto todo el tiempo. Esto
puede ser compasión propia, pero es soñar
despierto también, y es sentimentalismo.
Nosotros tenemos que terminar con esto y no
podemos concentrarnos en estas cosas. Más
bien concentrarnos en Jesús. Porque si me
concentro en las injusticias que me hicieron,
siempre quiero tomar venganza y me exalto a
mí mismo. Este es el punto. No podemos
hacer esto.
Otro punto de soñar despierto es, mis
adversidades. Hemos hablado brevemente de
este asunto, y es un punto de compasión
propia. Mis enfermedades, mi pobreza, mi
persecución. Si nuesra mente está concentrada
en estas cosas más bien que en la gloria de
Jesús, ciertamente nos destruimos, y por eso
tenemos que apartarla de estas cosas. Otra
causa puede ser mis acciones heroicas en los
eventos pasados y éstas son similares a mi
justicia. Se dice: “Ciertamente lo lancé al
piso”. Esto aparece especialmente en los
eventos deportivos. En eso hay mucho de
ilusión: ¡Cómo obtuve la victoria! Y de
repente la persona se exalta aún más que Dios,
y aunque la victoria no fuera muy notable, se
exalta demasiado sobre su contendor. De todas

formas, tales competencias son algo en las
cuales nosotros no participaríamos, pero
tenemos que darnos cuentas que Satanás esta
usando estas cosas para fortalecer la
imaginación.
Cuando yo era niño entré en ese estado de
ilusión en cuanto al deporte concierne.
Realmente yo ponía mi imaginación en
muchas cosas. El juego de tenis absorbió mi
tiempo y me constó mucha lucha para
librarme de estas cosas. Entonces en el área
espiritual algunos pueden entrar en la lucha
por el deseo de conocer cosas no reveladas.
Conocer cosas que Dios no ha revelado, es
soñar despierto. Se nos prohíbe aun pensar en
esto, porque si Dios no las ha revelado
entonces hay que dejarlas. Si nos
concentramos en estas cosas la ilusión es muy
peligrosa como bien lo sabemos. También
puede ser la posesión de algo real que
tengamos. Por ejemplo, yo tengo un
computador nuevo. Y ahora mi computador
está llenando toda mente y todas mis
imaginaciones. Cuando voy a la cama pienso
en mi computador, y cuando me levanto
pienso en mi computador. Eso es soñar
despierto, porque aunque el computador está
ahí, realmente es una ilusión. Compro un
carro nuevo y es el primer carro en mi vida:
¡qué hermoso carro!, ¡qué brillante!, y
permanezco mirando el carro por un lado y
por el otro todo el tiempo. Eso es soñar
despierto, ¿verdad? Esto puede suceder
también en mi trabajo si digo: “¡qué bien lo
hice!”, y luego me conduce al orgullo o a la
exaltación. En otras palabras, todo lo que sea
necesario para realizar el trabajo, la
imaginación debe estar concentrada en el
trabajo para que se haga adecuadamente. Con
frecuencia tenemos que pensar con
anticipación también. Tenemos que formar
planes en nuestra mente y luego llevarlos a
cabo. Pero el punto es que los planes que
tenemos en mente tienen que realizarse,
porque si se planean formas y no se llevan a
cabo, es porque algo anda mal. Entonces
87
estamos soñando despiertos. Es decir, si
pensamos en éste, en aquél y en más
proyectos y nada llega a ser efectivo, entonces
tenemos que pensar que algo está mal en
nosotros, y es que estamos soñando
despiertos. Un punto para librarnos de la
ilusión es tener realmente un propósito
definido y claro para el día o incluso para la
hora siguiente, y luego ejecutarlo sin permitir
que los pensamientos intervengan o que
asuntos de poca importancia lo excluyan. Esto
significa concentración en la tarea. Sólo esto
puede hacernos obreros eficientes. Yo tengo
que decirlo que muchos son realmente obreros
deficientes. Tienen talentos pero son
deficientes. ¿Por qué? Porque no pueden
dedicarse a un propósito claro. Y cuando se
dedican permiten que los pensamientos los
distraiga a asuntos que no son importantes.
Este hábito tiene que ser vencido. Tengo que
decirlo que yo mismo he tenido luchas en esta
área. Es importante que lleguemos a ser un
pueblo que está aprendiendo a controlar los
pensamientos para la gloria de Dios. Por
supuesto, todas las cosas serán logradas bajo
el gran propósito de cumplir la obra de Dios
sobre esta tierra. Aquí tenemos algunos
factores que apoyan el soñar despierto:
Soñar despierto es hacer ídolo o la mente
gira entorno al yo.
Aquí están los factores que lo sostienen:
Películas, cuadros sensuales. Pueden ser
también mis fotografías. Si me gusta mirar
demasiado mis fotos, hay un peligro en eso.
Uno puede transportarse a un mundo
imaginario. Piense un poco sobre eso. Si usted
le gusta concentrarse en ello y la mente es
distraída, es soñar despierto. La foto de la
novia puede también motivar la ilusión o
sentimentalismo. ¿Y cómo es con las
películas? Es bastante malo. Una persona
puede ser arrastrada imperceptiblemente a un
mundo imaginario que no se da cuenta dónde

está. Está sumergida en esa clase de mundo, y
con la filosofía del mundo fortalece ese
mundo imaginario, lo cual es poner la
humanidad en manojos para la quema en los
últimos días. Satanás está reuniendo su
ejército.
Las novelas. Ellas ponen a la gente en un
mundo imaginario. Hay poder en la lectura. Si
usted lee buenos materiales esto obra para
bien. ¿Cómo llenar nuestra memoria de cosas
buenas?
Los juegos. No quiero decir sólo deportes
sino también muchos juegos de pasatiempo y
diversión. Estos juegos le dan apoyo al soñar
despierto. Y por esa razón se nos prohíbe
practicarlos. Así lo dice la clara palabra de
Dios.
Música sensual. Este es otro factor que
produce la ilusión, que posiblemente se ha
pasado por alto. Música sensual no
necesariamente es la música del mundo que
tanto excita a la gente, sino puede ser otra
clase de música. Todo lo que nos coloque en
un mundo imaginario es un factor, y puede ser
música clásica.
Masturbación. Esto lo estudiaremos después
en más detalles. La masturbación es la
irritación de los órganos sexuales que guía
bastante a soñar despierto y lo fortalece. Es un
pecado que está en muchos y que aun
comienza en la infancia. Así lo dice la
hermana White.
Deseamos ver lo que pueden hacer los
padres para impedir esto. Una cosa tiene que
ser bien clara y es que el mundo imaginario
está en conexión con este pecado.
Generalmente conduce a las personas a toda
clase de enfermedades. Enfermedades del
pulmón, enfermedades del hígado, del corazón
y otras más. Muchas enfermedades son debido
a este pecado. Otro punto que necesitamos
comprender es que la mente se debilita
88
demasiado por esta práctica, tanto que las
personas se vuelven dementes. Se hace una
estrecha conexión en el Espíritu de Profecía
entre este pecado y la demencia.
Malas conversaciones. La hermana White
llama esto tonterías o bromas. Yo creo que la
conversación debe tener una norma elevada.
Tal vez hayan conversaciones que no son
malas en sí mismas pero no son beneficiosas,
y por lo tanto, nos distraen. Por ejemplo,
pienso en los campamentos. Nosotros estamos
aquí con un propósito especial. El propósito es
llenar nuestras mentes de pensamientos puros
y santos, para entender las leyes de la vida.
Satanás desea distraernos. Por consiguiente,
nos invita para que hablemos del trabajo y de
otras cosas. Esto puede ser malo en el
contexto aunque no sea malo en sí mismo,
pero es malo porque nos distrae. Lo que yo
observo es que tan pronto tenemos un estudio
importante que nos impresiona
profundamente, esto es lo que sucede. Luego
viene el vecino y dice, “¿qué va hacer usted
esta tarde? ¿Quiere que salgamos a dar una
vuelta en el carro o desea que salgamos de
compras?” Quiero expresarle que
inmediatamente la mente pierde la
concentración alejándola del tema y Satanás
obtiene el éxito. Quitó la semilla que debió ser
implantada en el corazón. ¿Puede ver esto
usted?
Información mundanal. Esto puede ser una
lucha para alguno de nosotros, la cual nos
llega en los periódicos, el radio, televisión y
cosas semejantes. Necesitamos tener alguna
información del mundo, eso es cierto, y no
quiero decir que tenemos que descartar toda
noticia, pero puede ser un factor para soñar
despierto. En otras palabras, deseamos más y
más información, soñamos e imaginamos y no
podemos detenernos. Entonces es peligroso
porque el resultado es que el corazón se llena
de estas informaciones. El pensamiento del
hombre fácilmente se asocia con los políticos

de nuestros días, porque hay muchos políticos
en las noticias del radio y de algún modo
somos repentinamente políticos. Entendemos
cómo deben ser las cosas y cómo no deben
ser, y nuestra conversación se asemeja a eso.
¿No es verdad? La información mundanal no
debe llenar nuestra mente y por tanto escuche
lo necesario y apague su radio.
Irregularidad y trabajo en exceso. La
irregularidad produce sobrecargo de trabajo y
tensión, lo cual con frecuencia se pasa por alto
cuando la mente se cansa. Con la tensión las
barreras se desmoronan y es entonces cuando
la intemperancia entra en acción. En otras
palabras, por la tarde cuando está cansado por
el trabajo usted debe ir a la cama. Pero si
demora más tiempo trabajando, entonces
Satanás está listo para sugerir cuadros impuros
y toda clase de cosas, y esto es lo que tenemos
que evitar. La irregularidad en cuanto a las
comidas también. Si no seguimos un
programa regular y somos arrastrados a la
ociosidad del día, ciertamente estamos dando
apoyo al soñar despierto. La sobrecarga de
trabajo tiene relación con la tensión.
Horas tardes de la noche. La hermana White
menciona siempre este punto y presenta el
peligro cuando los jóvenes se sientan juntos
hasta tarde de la noche. Ellos pueden
preguntar, ¿por qué no? Si está oscuro
podemos prender la luz y sentarnos y no hacer
nada secreto aquí. ¿Por qué razón los jóvenes
y las señoritas deben estar juntos en horas de
la noche? La razón puede ser el sol. De todos
modos hay una luna resplandeciente y es casi
igual que el día, ¿por qué debe ser esto malo?
Es por otra razón. Es porque el sistema
nervioso está débil en esas horas, y todo el
sistema humano comienza a cambiar. Es
entonces cuando las tentaciones de Satanás
son más fuertes y las barreras se destruyen.
Esa es la razón del consejo de ir a la cama
temprano y levantarse temprano. ¿Practicamos
nosotros esto? ¿Desea usted practicar esto?
89
Tratemos de ponerlo por obra en este
campamento y hagámolo con todo el corazón.
Indolencia. Esto es inactividad y es un
factor que sustenta la ilusión y los malos
hábitos de la dieta. Ya mencionamos esto pero
quiero enfatizarlo otra vez. Los malos hábitos
de la dieta fortalecen las emociones, el
sensualismo y el sentimentalismo. ¿Por qué es
esto así? Es simplemente porque los malos
hábitos en el comer tienen una influencia en
nuestro sistema nervioso y está muy
conectado con el sistema emocional; así
podemos despertar directamente estas cosas.
Cuando el pueblo de Dios ayuna, ¿por qué lo
hace? Para concentrar la mente en las cosas
divinas. Enfatizo nuevamente: estamos aquí
en el campamento que son momentos y
privilegios especiales y debemos guardar
cuidadosamente nuestros hábitos de la dieta.
Si no lo hacemos, perdemos mucho, porque la
mente se nubla y perdemos la verdad. Satanás
se exalta y dice: “Magnífico, ahora tengo el
dominio y los alejo de las verdades para el
pueblo de Dios en este tiempo. Luego nos
tienta en los hábitos de comer.
Las drogas. Es algo que usted puede decir
que no se aplica a su vida y debemos
mencionarlas porque es un factor que da
apoyo a soñar despierto. Coloca a la persona
directamente en un mundo imaginario y lo
hacen también otros estimulantes, como el
café, especies, etc.
Hipnosis. Esto coloca definitivamente en un
mundo imaginario y da apoyo a la formación
de un ídolo. Y otra forma de la hipnosis es el
entrenamiento en el autohipnotismo que es la
meditación en el sentido como se usa hoy.
Quiero decir que podemos meditar en las
cosas divinas. Pero hablamos aquí de esa
meditación que conduce a malos
pensamientos.

Moda y perfumes. Existe una tendencia
fuerte a vestir conforme a las modas cuyos
trajes son diseñados por un mundo que no
posee el conocimiento de Dios y, por lo tanto,
viste para exaltar al yo. La moda juntamente
con los perfumes son un ídolo para la mayoría
de la gente. El cristiano debe vestir para
glorificar a Dios.
Falsa religión. Una religión como la judía
construida por normas y tradiciones y ausente
del Evangelio de Cristo Jesús, es una religión
que termina en la idolatría. Sus adeptos se
enorgullecen de ella y la estiman por encima
de la verdad y entran en una condición donde
se vive de una mera ilusión.
Falsa obra de salud. Es donde el médico se
presenta como el sanador para recibir gloria
después que realiza su trabajo. En su búsqueda
de conseguir fama termina soñando despierto.
Con esta clase de obra médica, miles de
cristianos están engañados y por esta causa
son víctimas de la ilusión.
ESTUDIO 15
Factores que vencen el sentimentalismo
y el soñar despierto
Regresamos ahora a nuestro tema el cual es
el plan que Dios tiene para edificar su reino
por medio de la familia. Y como hemos visto,
su promesa es que por medio de la simiente de
la mujer la cabeza de la serpiente se aplastará.
Este fue su plan desde el tiempo de Adán.
Cristo cumplió este plan porque vivió una
vida en la cual controló cada pensamiento.
Como hemos leído, ni aun en un pensamiento
pudo Satanás ganarle una ventaja. Para que
esta obra pueda completarse, Dios necesita
otra vez un pueblo que tenga las mismas
condiciones. Necesitamos entender mejor
90
cuáles son los problemas, tenemos que
escudriñar nuestros corazones, y estoy seguro
de que Dios nos está revelando estas cosas,
poco a poco, no para desanimarnos sino para
fortalecernos. Desea darnos estas cosas como
promesas, no obstante, su dedo tiene que
señalar algunas veces nuestras heridas y, como
lo hace el médico, algunas veces inflige dolor
para sanar. Igualmente, la Palabra de Dios
parece infligir dolor en ocasiones, pero
recuerde que es para sanar. En este sentido
deseamos continuar nuestro tema.
Volvamos al tema que estamos
considerando sobre cómo es soñar despierto.
Es necesario que entendamos el trabajo en
nuestras mentes, no para señalar con el dedo a
otra persona, no para que nos desanimemos,
sino para ver de qué no quiere liberar Dios. Y
tenemos que afrontar el hecho de que soñar
despiertos es la causa de muchos problemas.
Problemas de salud física y problemas
mentales. No podemos pasar por alto este
hecho. Estoy seguro de que Dios obrará mejor
por nosotros si entendemos estas cosas y si no
somos demasiados sordos para entender lo que
Dios quiere enseñarnos aquí. Invito a cada uno
ahora para que piense dónde está esto
afectando su vida.
Una cosa es que yo imagine ser otra persona
de la que soy realmente y otra cosa es que
viva por las cosas reales, las irreales y por las
injusticias que me hayan hecho. Esto pueden
ser cosas irreales o reales. Si me concentro en
las injusticias que han hecho, entonces yo
mismo me perjudico. Este punto se hace muy
claro en la declaración que Dios expresó a
Caín: “Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué
te has ensañado, y por qué ha decaído tu
semblante? Si bien hicieres (no tienen razón
para preocuparte), ¿no serás enaltecido? Y si
no hicieres bien, el pecado está a la puerta;
con todo esto, a ti será su deseo, y tú te
enseñorearás de él” (Génesis 4:6, 7).
Si yo no hago el bien y tengo problemas,
entonces tengo que entender que me estoy
dañando a mí mismo. Yo tengo que

enseñorearme de las malas imaginaciones de
cosas que me hayan hecho. Y si no hacemos
esto, nos hacemos daño nosotros mismos. No
perjudicaremos a otros, sino que nos
perjudicamos nosotros. Nuestra parte es
gobernar sobre estas cosas.
“No nos conviene dejarnos llevar del enojo
con motivo de algún agravio real o supuesto
que se nos haya hecho. El enemigo a quien
más hemos de temer es el yo. Ninguna forma
de vicio es tan funesta para el carácter como la
pasión humana no refrenada por el Espíritu
Santo. Ninguna victoria que podamos ganar es
tan preciosa como la victoria sobre nosotros
mismos” (El Ministerio de Curación, página
386).
Debo decir que si hay alguien que pueda
reportar la victoria sobre este pecado, él tal es
contado como un gran héroe en el cielo. Esta
mañana en el desayuno estaba sentado a la
mesa y una hermana relató cómo ella había
ganado la victoria sobre este pecado. Yo me
sentí muy agradecido al oír eso, porque mi
mente está concentrada en estas cosas. Su
relato fue muy refrescante y fortalecedor para
mí. La victoria ganada en esta esfera es tan
preciosa como la victoria ganada sobre
nosotros mismos. Pensemos en estas cosas un
poco. “No nos conviene dejarnos llevar del
enojo con motivo de algún agravio real o
supuesto que se nos haya hecho.” Si lo
hacemos nos hacemos daño nosotros mismos.
En otra declaración la hermana White
describe con frecuencia el término lujo. No
puedo darme el lujo de pensar en cualquier
mal que me hayan hecho. ¿Por qué el lujo?
Porque no es necesario, y puede ser que sea
cómodo para tener un poco de compasión
propia. Sentir un poco de enojo contra persona
puede ser cómodo y produce buenos
sentimientos y nos motiva para soñar
despiertos, pero nos deja agotados al final y
nos destruye. No puedo darme el lujo, y este
lujo es venenoso para nosotros. Pero por otra
parte miremos esta victoria. “Ninguna victoria
91
que podamos ganar es tan preciosa como la
victoria sobre nosotros mismos.”
“No debemos permitir que nuestros
sentimientos sean quisquillosos.” ¿Son sus
sentimientos fácilmente heridos? Piense en
esto. Tengo que decir que soy débil en esta
área, y he tenido que luchar contra ello, pero
sé que cuando lucho Dios me da la victoria.
De hecho mi testimonio es que tengo mucha
paz consigo mismo. Debido a que mis
pensamientos desearon encauzarse por canales
equivocados, cuando oré un texto llegó a mi
mente: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. Ahora
comprendo por qué tengo una paz tal. Me di
cuenta que Cristo me había dado un don. Me
dio la paz, y eso sobrepasa todo
entendimiento. Sé que Dios está realmente
obrando. Nosotros podemos tener la paz, la
cual es el verdadero reposo del sábado de
Dios. Esa paz es un don, y si nos asimos de
ella con las dos manos, no la perderemos.
Volvamos otra vez a la declaración en El
Ministerio de Curación, página 386:
“No debemos permitir que nuestros
sentimientos sean quisquillosos. Hemos de
vivir, no para proteger nuestros sentimientos o
nuestra reputación, sino par salvar almas.
Conforme nos interesemos en la salvación de
las almas, dejaremos de notar las leves
diferencias que suelen surgir en nuestro trato
con los demás. Piensen o hagan ellos lo que
quieran con respecto a nosotros, nada debe
turbar nuestra unión con Cristo, nuestra
comunión con el Espíritu Santo. ‘¿Qué gloria
es, si pecando vosotros sois abofeteados, y lo
sufrís? Mas si haciendo bien sois afligidos, y
lo sufrís, esto ciertamente es agradable delante
de Dios’ (1 Pedro 2:20).”
¿Entonces por qué decae nuestro
semblante? Si haces bien, entonces todas las
cosas están correctas. Pero si no haces bien,
póngase en guardia, porque el pecado está a la
puerta. “No os desquitéis: En cuanto os sea
posible, quitad toda causa de falsa aprensión.

Evitad la apariencia del mal. Haced cuanto
podáis, sin sacrificar los principios cristianos,
para conciliaros con los demás. ‘Si trajeres tu
presente al altar, y allí te acordares de que tu
hermano tiene algo contra ti, deja allí tu
presente delante del altar, y vete, vuelve
primero en amistad con tu hermano, y
entonces ven y ofrece tu presente’ (Mateo
5:23, 24).” Recomiendo que debe leerse todo
el capítulo.
Las primeras palabras que tocan nuestro
tema son: “No nos conviene dejarnos llevar
del enojo con motivo de algún agravio real o
supuesto que se nos haya hecho”. En otras
palabras, la hermana White nos muestra el
pecado del sentimentalismo o el pecado de
soñar despierto. Así vemos claramente que el
soñar despierto existe en el roce o en cualquier
mal real o supuesto. Los que prosiguen en las
injusticias que se les ha hecho, con frecuencia
es para venganza, lo cual comienza con los
pensamientos y se expresan en palabras. Y
cuando se comenta a los oídos de otra persona
produce algo de satisfacción y buenos
sentimientos. ¡Qué bueno, ya se lo dije! Con
infortunio, esta es la clase de conversación
que conduce a soñar despierto. Pero recuerde
que en esto sólo nos perjudicamos nosotros
mismos. Por supuesto, cuando hablamos
acerca de esto perjudicamos a otros también.
Así somos responsables del efecto causado en
ellos también.
Otro punto es cuando nuestros
pensamientos están enfocados en nuestra
justicia o nuestra función heroica de eventos
pasados. Esto es, cuando declaramos a otros lo
que era bueno y lo que era malo: ¡Nosotros se
lo dijimos que eso era así! A menudo con la
imaginación ya hemos avanzado hasta la
mitad de la discusión. Tengo que decir que
cuando pienso en esto me doy cuenta que
durante mucho tiempo soñé despierto.
Pensaba que si solamente fuera invitado por la
iglesia o por mis compañeros de colegio para
entablar con ellos una discusión abierta
haciéndome esta pregunta, les contestaría de
92
esta forma. Así llevaba en mi mente la
discusión completa. Eso era soñar despierto
aunque fuera acerca de temas espirituales.
Pero eso no me traía ningún beneficio. De
todas formas, ellos formularían diferentes
preguntas cuando la batalla real llegara. Debía
confiar en el Espíritu Santo para que me diera
la respuesta correcta sin planear mi trabajo en
mi propia mente. ¿Y sabe usted a dónde
conduce todo esto? Uno termina diciendo:
“¡Ah, yo tengo la última palabra! ¡Logré la
victoria!” Esto es exaltación propia, y por esto
podemos reconocerlo como soñar despierto.
Estudiamos ayer los factores que sostienen
el soñar despierto como son las novelas,
fotografías, películas, juegos, deportes, música
sensual, masturbación, malas conversaciones,
información mundanal, irregularidad, trabajo
excesivo, horas tardes de la noche, indolencia,
hábitos erróneos en la dieta, drogas,
estimulantes, hipnosis y entrenamiento en el
autohipnotismo, y tal vez existan otros
factores que no están en mi mente en el
momento. Necesitamos entender estos
factores. No los señalamos para condenar a
alguien, sino para condenarme a mí mismo
cuando sé que en mí tengo la práctica de estas
cosas. Eso es lo que yo veo aquí. Ahora,
necesitamos entender estas cosas para que
cuando deseemos obtener la victoria sobre el
pecado de ilusiones, sepamos qué es lo que
tenemos que cortar. Esa es la razón de nuestro
estudio sobre estas cosas. No las estudiamos
para exaltarlas o para concentrarnos en ellas,
sino que necesitamos entenderlas para que la
victoria sea obtenida. Ese es el propósito. Una
gran tentación con las películas es cuando
somos forzados a estar en algún lugar. Por
ejemplo, cuando visitamos a alguien y la
televisión está prendida todo el tiempo. Una
vez estaba visitando a una familia, pusieron a
funcionar un video y me hallaba sentado en
medio de todos. Me pregunté: ¿Ahora qué voy
hacer? Entonces decidí ser mal educado
mirando hacia otra dirección. Esa es una gran
tentación porque Satanás quiere introducirnos

en cosas tales. Me daba cuenta que cuando
miraba la pantalla era semejante al
magnetismo. Usted encuentra que sus ojos se
fijan en ese punto. Igualmente, cuando
viajamos en bus o en el avión la pantalla está
precisamente delante de los ojos. Es una lucha
apartar la mente de ella, pero tenemos que
determinar hacerlo si deseamos obtener la
victoria sobre el soñar despierto. No hay otra
manera. Necesitamos afrontar el hecho porque
Satanás trae en esto sus tentaciones.
Después de condescender con las novelas es
muy difícil liberarse. Los que no han dado
rienda suelta a las novelas, ni siquiera deben
comenzar a verlas.
Los deportes son algo que parecen ser
inocentes, pero pueden ser un factor para
alimentar la ilusión, especialmente el deporte
competitivo, y otros deportes también.
La música no es mala en sí misma, pero
puede conducir a soñar despierto. Cuando
siente que lo está guiando a ilusiones, córtela.
Yo no tengo más esos sentimientos, pero
cuando era joven y conducía el carro ponía la
música para tener buenos sentimientos.
Entonces competía con otros a lo largo de la
carretera y lo hacía mientras escuchaba la
música. Así era llevado a soñar despierto
literalmente. Música sensual es un problema.
Lo mismo sucede con las malas
conversaciones y la información mundanal,
etc.
Yo no quiero concentrarme demasiado en
esto porque lo comentamos ayer y esto es
solamente la repetición.
Debemos formularnos la pregunta: ¿Cómo
podemos vencer estas cosas? Primero que
todo necesitamos entender que soñar despierto
no es solamente una acción sino un hábito.
Todas las cosas comienzan viviendo en un
mundo imaginario. Es un mundo que no es
apoyado por la Palabra de Dios, sino por la
imaginación de cosas malas que me han hecho
o por ubicarme yo mismo en otra posición o
cosa semejante. Esto conduce a la sensualidad,
y la sensualidad, conforme a la definición del
93
Espíritu de Profecía, es impureza de
pensamiento. Luego eventualmente conduce a
la mala acción, a las malas conversaciones, y
conduce también a los malos hábitos. Aquí el
problema se engrandece, porque después que
la cosa se convierte en hábito es muy difícil de
vencer.
Quiero decir que la primera cosa es
reconocer la dificultad. La hermana White
describe esto repetidas veces y dice que es casi
imposible vencer el mal hábito que está
cimentado en la ilusión. Jesús dice: “Porque es
más fácil pasar un camello por el ojo de una
aguja, que entrar un rico en el reino de Dios”.
Pudo haber dicho que es más fácil entrar un
camello por el ojo de una aguja que una
persona que sueña despierta entre en el reino
de los cielos. ¿Qué es ser rico? ¿Qué dijeron
los discípulos cuando escucharon estas
palabras? ¿Quién, pues, podrá ser salvo? ¿Qué
les dijo Jesús? “Lo que es imposible para los
hombres, es posible para Dios” (Lucas 18:25-
27). Esto se aplica aquí también. Tenemos que
reconocer la dificultad y tenemos que
reconocer el remedio. El remedio sólo puede
ser hallado en Cristo. Necesito enfatizar con
firmeza esto. Aquí no estamos estudiando
mecanismos de cómo liberarnos de esta vileza.
Eso es imposible. Estamos estudiando aquí la
gracia de Cristo. Es solamente con El, que
podemos liberarnos de estos pecados. Lo que
es imposible para los hombres es posible para
Dios. Y debemos recibir fuerza con estas
palabras de Jesús. Ahora necesitamos estudiar
rápidamente algunos pasos escritos aquí, para
romper con el círculo vicioso del
sentimentalismo.
1. Reconocer el problema. Mientras yo no
reconozca la dificultad que tengo, mientras me
diga, bueno, tal vez haya una justificación en
esto o aquello, mientras esto suceda, Dios no
puede ayudar. Es imposible. Sin embargo, es
una de las cosas que tenemos que hacer. Por
supuesto, solo podemos reconocer el problema
cuando la palabra de Dios hable claramente a
nuestro corazón; esa es la obra del Espíritu

Santo la cual hará, y podemos estar seguros de
esto. El Espíritu Santo lo hará entender a
nuestro corazón, y entonces tendremos que
reconocerlo. No lo resista. Muchos de
nosotros nos hemos habituado tanto a resistir
la Palabra de Dios que no podemos oír más, y
algunos llegan a tal punto que la declaración
más nítida nada hace en ellos. Tanto se han
acostumbrado a rechazar la luz, que la llaman
tinieblas. Existe un peligro de permanecer en
estas cosas. Cuando la luz llegue, acéptela, y
reconozca el problema. Entendamos
claramente que cuando reconozcamos el
problema somos contados en ese instante
como héroes. Cuando vencemos el problema
por medio de la gracia de Cristo somos
contados como héroes en el cielo. Cuanto más
grande es el problema tanto más grande es la
bendición.
Cuando yo miro sus rostros tengo de
ustedes algunas experiencias y mi corazón se
regocija cuando veo las victorias que han
ganado en esta área. Si usted puede relatar esa
experiencia para la fortaleza de otros, hágalo,
por favor. Lo que nosotros estamos buscando
son victorias reales sobre estos pecados.
2. Buscar la ayuda de Dios. Significa venir a
Dios en oración y no sólo orar sino hacer la
oración de fe; en otras palabras, entrar en el
trono de Dios creyendo su palabra. Tenemos
que saber que Satanás quiere interferir. ¿Está
usted de acuerdo conmigo, que cuando hago
mis oraciones personales y cierro mis ojos
para orar movido emocionalmente porque
algunas injusticias se hicieron o algo parecido,
no puedo concentrar mis pensamientos, y se
me escapan repetidas veces? Es muy difícil
mantener la mente en Jesús, especialmente
cuando hay grandes tentaciones de soñar
despierto. Y aun no siendo esta tentación tan
grande la mente se aparta. ¿Puede usted
mantener la mente en Cristo por diez minutos,
cuando cierra sus ojos estando en la calle con
el ruido a su alrededor? Pruebe esto y verá que
no es fácil. Tengo que decirlo, que es algo que
necesitamos aprender. Especialmente cuando
94
en su mente arden las injusticias que le han
hecho mientras se sienta para concentrarse en
Jesús, pero la mente se aleja.
¿Entonces que debemos hacer?
Lo que yo hago es tomar la Biblia y
comienzo a leer y así aprendo a concentrarme.
No sé, pero cuando leo la Palabra de Dios el
patrón de mis pensamientos cambia. Yo le
recomiendo que usted haga lo mismo. Esto
nos guía a la oración de fe, porque la fe es por
el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Entonces cuando tenga esta fe aférrese de las
promesas. Este es un punto muy importante.
Tenemos el hábito en nosotros de declarar que
lo hemos intentado y tenemos muchas
victorias sobre el pecado, pero las últimas
palabras son: “Yo no sé si pueda mantenerme
en esta victoria”. Me da tristeza por esas
últimas palabras. Sé que usted lo dice con
humildad probablemente y con desconfianza
propia, y no deseo criticar los motivos, pero
esto no es muy positivo en su adhesión a las
promesas de Dios. Un afianzamiento positivo
en las promesas es declarar: “Yo sé en quien
he creído. Yo sé que Jesús me guarda, y
decido en mi corazón no pecar más”. Este
debe ser nuestro lenguaje y toda nuestra
actitud.
He hablado con algunas personas en este
campamento acerca del culto de oración que
tenemos por la mañana, y les he preguntado si
desean participar, y me han dicho que van a
intentarlo. ¿Funciona esto? No. Usted tiene
que decir en su corazón, determino estar allí.
Esta es la única forma en la que usted puede
hacer lo que se propone en su corazón. Tiene
que tener un propósito definido en su corazón
y así puede llevarlo a cabo. Primero es buscar
a Dios, reconocer que necesita su gracia.
Segundo, usted hace la oración de fe, y para
esto necesita la Palabra de Dios. Y tercero, se
coge de esa palabra y declara: “Sí lo puedo
hacer, no por mi fuerza sino porque Cristo así
lo promete”. Hay que tener un propósito
definido y si usted no lo tiene, entonces no
funciona, esté seguro de eso.

3. Manos ayudadoras de creyentes
experimentados. Buscar las manos ayudadoras
de los hermanos que tienen la victoria. Por
supuesto, usted necesita ir a Dios
personalmente porque la conexión personal
con Dios es más importante, pero algunas
veces la ayuda de hermanos es necesaria
también. La hermana White habla de las
manos ayudadoras en el libro El Ministerio de
Curación. La persona a quien nosotros
pedimos consejo hará la oración de fe con
nosotros. Puede haber un consejo, puede haber
un pacto y también puede haber un programa
que se recomiende para mantener la victoria.
Pienso en los que están bebiendo alcohol,
fumando cigarrillo o drogas. Nosotros hemos
tratado con estas personas y no tenemos
ninguna condenación contra ellos, pero
sentimos que tuvieran esa situación,
trabajamos para ellos y podemos decir que
tuvimos buen éxito al dar estos pasos:
ejerciendo la oración de fe, el consejo,
haciendo un pacto y un programa. Esto se
aplica también al soñar despierto; este
problema puede estar arraigado y algunos
hábitos pueden estar conectados con las
ilusiones y son tan fuertes, que las manos
ayudadoras se necesitan. Cuando nos sintamos
débiles busquemos el sometimiento y
aceptemos las manos ayunadoras.
4. Confesión del pecado. No necesariamente
viene después del segundo y tercer punto, pero
lo escribo como el cuarto punto. La confesión
del pecado es necesaria para el propósito
definido. En otras palabras, tengo que
arrodillarme en una confesión del pecado,
aunque ésta es también una confesión de fe,
porque no diría que soy un pecador que hago
esto y aquello, sino que tengo la victoria sobre
ese pecado. De otro modo, no necesitaría
confesión. Así, la confesión del pecado es la
confesión de fe y debe producir fortaleza y
ánimo. No debemos concentrarnos tanto en el
pecado sino más bien en la victoria sobre el
pecado. La confesión del pecado les dirá a los
demás que reconozco que me he equivocado,
95
y esto es correcto. Así, yo invito a cada uno
que juzgue y vea si mi vida futura está
conforme al nuevo camino que veo. En otras
palabras, yo los invito para que me ayuden,
que permanezcan a mi lado para que vean que
continúo en ese nuevo camino. Pero si no
hago confesión, dejo la puerta abierta. Uno
puede decir que algunas cosas son mejor no
confesarlas, porque si lo hago, no las puedo
hacer más. Si confieso estas cosas no quiero
hacerlas realmente, pero tengo que dejar la
puerta abierta, puede ser que haya una
excepción, y si tengo que practicar este
pecado, todos lo van a ver. No permito
confesarlo. Este es un obstáculo y Satanás
llega por este canal, y si deseamos avanzar
necesitamos hablar un lenguaje claro.
Tenemos que decir sí a la justicia y no al
pecado, cuando estamos convencidos de él, y
esto se debe hacer públicamente.
Factores que sostienen la victoria sobre el
sentimentalismo y la pureza de pensamiento.
1. La oración.
2. Arrepentimiento continuo.
3. Entregar a Dios el problema.
4. Interés en el progreso de la causa
de Dios.
5. Concentración en lo divino
6. Hablar de fe
7. Cantar himnos cristianos
8. Buen compañerismo cristiano o buenas
conversaciones.
9. Una meta y un propósito
10. Regularidad
11. Limpieza en el vestido y el orden
12. Ir temprano a la cama y levantarse
temprano.
13. La dieta cuidadosa y el ayuno.
14. Trabajar diligentemente
15. Ejercicio rígido.
16. Ropa apropiada
Hay un clamor por parte de las madres de
permitir la permanencia en la ignorancia con

relación a los hábitos de sus niños. Niños muy
pequeños practican este vicio secreto. El
primer consejo en cuanto a ayudar a los padres
son las manos ayudadoras. Necesitamos el
control de nosotros mismos antes de poder
ayudar a otros. Elena de White habla de la
buena asociación y del papel de la dieta, la
limpieza, el vestido y el ejercicio, etc.
Queremos ver cuál función desempeñan
estas cosas especialmente en el control de
nuestros pensamientos. Es admirable que la
hermana White da muchos consejos prácticos.
ESTUDIO 16
Factores para vencer el soñar despierto
Ahora deseamos ver los factores que nos
brindan apoyo para vencer el pecado de soñar
despierto. Cuando estudiamos la ilusión,
sabemos que con frecuencia va unida a la
sensualidad y junto con la sensualidad está la
práctica que hoy se llama masturbación, la
cual la hermana White llama el vicio secreto.
Después veremos cuando estudiemos la vida
de Cristo, que usualmente los endemoniados
que Jesús sanó, eran personas que adquirieron
estas enfermedades por el vicio secreto, y es la
hermana White quien describe esto. La causa
de estas enfermedades mentales era el vicio
secreto. El vicio secreto es una terminología
que ella usa y no como se usa hoy. A medida
que estudiemos este punto, deseamos señalar
que es una práctica peligrosa y dañosa, aunque
no es la única cosa para tratar aquí, sino se
describe también todo el complejo del
sentimentalismo. Tiene que ver con las
propensiones animales, es algo que tiene que
ver con la imaginación y con llenar la mente
de cosas impuras.
“Cuan importante es que enseñemos a
nuestros hijos el dominio propio desde su
misma infancia y les enseñemos la lección de
96
someter su voluntad a nosotros. Si tuvieran la
desgracia de aprender hábitos erróneos, sin
conocer todos los malos resultados, pueden ser
reformados recurriendo a la razón y
convenciéndolos de que tales hábitos arruinan
el organismo y afecta la mente. Debiéramos
mostrarles que no importa cuáles sean los
argumentos que empleen las personas
corruptas para aquietar sus justos temores e
inducirlos a seguir complaciendo ese hábito
pernicioso, cualquiera que sea su pretexto, son
sus enemigos y son los agentes del diablo”
(Conducción del Niño, pág. 430). Se aconseja
leer el resto del capítulo.
Lo que leemos aquí es una de las maneras
del soñar despierto o sentimientos. Aunque el
vicio secreto no sea el problema de alguien,
algo podemos aprender de estas declaraciones,
porque las aplicamos a todas las formas de
soñar despierto. Los que tienen manos
ayudadoras o las personas que prestan ayuda,
primero tienen que aprender ellas mismas, y
tienen que aprender la lección del dominio
propio para ayudar a otros. Aun en el mundo
se practica así: los alcohólicos anónimos son
personas que tuvieron la victoria sobre el
alcoholismo, y entonces ayudan a otros a
obtener la victoria. Este es el sistema que
funciona. Ellos no hacen esto con base a la
gracia de Cristo sino con el poder de la
voluntad y con una religión que nosotros no
podemos seguir, la cual es el espiritismo. No
recomiendo que adoptemos estas agencias
como cristianos, porque el principio que
siguen se opone directamente a la verdad que
Dios presenta.
Cuando tengamos la victoria podremos
ayudar a otros, porque sabemos por
experiencia propia cuán degradante es el
pecado. Recuerde cuando los endemoniados
fueron sanados por Jesús, ¿qué hizo
inmediatamente con ellos? Los envió para que
sirvieran a otros. Parece ser también el sistema
en el reino de Dios; tan pronto como nos
libera nos envía a salir. ¿Y por qué?. Porque
sabemos por nuestra experiencia cuán

poderoso es el hábito. Sabemos también por
nuestra propia experiencia cómo la gracia de
Cristo puede salvarnos. Esto da a nuestro
testimonio un efecto grande, y de esta forma
podemos ayudar a otros. Cuando deseamos
ayudar a otros primero tenemos que tener el
dominio propio nosotros mismos. Esto habla
de los padres educando a los niños, pero no lo
apliquemos sólo a los padres con relación a
los niños, sino también a los hermanos y
hermanas. Es decir, a los hermanos creyentes
que enseñan a otros. Yo no deseo leer todas
las cosas aquí porque tomaría mucho tiempo.
Llegamos ahora a otra declaración donde la
hermana White habla de asociaciones:
“A menos que la mente de nuestros hijos
esté firmemente equilibrada por principios
religiosos, se corromperá su moral por el
ejemplo depravado de aquellos con quines se
relacionan” .(CTBH, 134).
“Resguardadlos, como deben hacerlo las
madres fieles, para que no se contaminen
asociándose con cualquier joven.
Conservadlos, como joyas preciosas, de la
influencia corruptora de este siglo. Si debido a
las circunstancias no siempre podéis vigilar su
asociación con jóvenes, como quisierais
hacerlo, visiten ellos entonces a vuestros hijos
en vuestra presencia; y en ningún caso
permitáis que esos amigos duerman en la
misma cama, ni aun en la misma habitación.
Será mucho más fácil evitar un mal que
curarlo después...
“Ellos [los padres les permiten visitar a
otros amigos jóvenes, amistades formadas por
su cuenta, y aun alejarse del cuidado paternal,
a cierta distancia del hogar, donde tiene la
libertad de hacer lo que les plazca. Satanás
aprovecha tales oportunidades y toma
posesión de la mente de esos hijos cuyas
madres exponen ignorantemente a sus astutas
trampas” (Conducción del Niño, pág. 433).
Aquí habla que los padres deben proteger a
sus hijos de ciertas asociaciones.
“Resguardadlos, como deben hacerlo las
madres fieles, para que no se contaminen
97
asociándose con cualquier joven.” (Página
433). Esto es algo que tiene que ser entendido
muy claramente. Los padres de hoy que
entienden esto deben ser muy cuidadosos. Por
ejemplo, los estudiantes salen de vacaciones
por varios días, y los profesores en el mundo
no entienden estos principios de pureza. Más
bien actúan contrario a ellos diciendo a los
jóvenes que deben practicar el hábito porque
es bueno y saludable para el cuerpo. Bajo esas
circunstancias, usted puede esperar que los
niños estarán expuestos al pecado en
ocasiones tales como las salidas estudiantiles.
Otros lugares donde hay gran peligro, y lo sé
por experiencia propia, son los internados.
Mis padres me enviaron doce años a un
internado y como era un internado cristiano
pensaron que era algo bueno, pero no hicieron
nada bueno. Lo estimaron así pero no lo era.
Quiero decir realmente que había mucho
peligro, porque los estudiantes dormían con
otros estudiantes en un mismo cuarto. No
necesariamente en una misma cama, y quizás
tenga que hacerse en países pobres como
Rumania o Africa, donde sólo hay pocas
camas en un cuarto.
Yo no quiero entrar en detalles sobre esta
cuestión de madres y niños. Ustedes pueden
leer por sí mismos y aprender
inteligentemente estos asuntos. Pero estoy
hablando también aquí de nosotros como
ayudantes y de otros creyentes de experiencia
que ayudan a otros. El punto es la asociación
con otros. Si elegimos asociarnos con los que
conversan de cosas mundanales, entonces
podemos estar seguros de que seremos
influidos en cualquier momento. Hay algunas
personas que tienen que estar en esos
ambientes, como en el caso cuando la mujer
está casada con un incrédulo o viceversa. Esas
personas pueden contar la historia cuán duro
es estar constantemente expuesto a la
impureza. Es muy difícil de resistirla, y aun lo
que usted hace causa inevitablemente una
influencia en cierto grado. Moisés es un buen
ejemplo de esto. En la corte de Egipto él entró

con principios poderosos y, sin embargo, el
lugar lo influyó en cierto grado. La elección
de nuestra asociación es muy esencial si
deseamos vencer el soñar despierto. Elija a los
creyentes, escoja la compañía de creyentes
verdaderos que hablen cosas espirituales, cuya
conversación conduzca a las alturas. Haga esto
conscientemente si desea ser vencedor. Eso es
muy importante.
Si en su situación usted no puede gobernar
las relaciones con jóvenes todas las veces, y se
quiere mantener la relación de estas personas,
entonces que visiten a sus niños en su
presencia. En ningún momento permita que
estas asociaciones se alojen en la misma cama
o aun en el mismo cuarto. Es mucho mejor
prevenir el mal que curarlo.
Ahora la dieta. Nosotros ya hablamos sobre
esto, pero leamos aquí. “No podéis despertar
la sensibilidad moral de vuestros hijos si no
sois cuidadosos en la elección de su alimento”
(Conducción del Niño, pág. 433).
Esta declaración es bastante importante. En
otras palabras, usted puede trabajar y orar,
trabajar y orar lo más que desee y no podrá
cambiar nada, a menos que cambie la dieta.
¿Qué tiene que ver la dieta con la mente?
¿Qué tiene que ver con las ilusiones? “Las
mesas que los padres generalmente preparan
para sus hijos son una trampa para ellos.”
“Los padres indulgentes no enseñan a sus
hijos al dominio propio.” Su trato con el niño
es: ¿Quieres comer dulce mi querido? Aquí
tienes los dulces. ¿Quieres comer
chocolatinas? Aquí tienes las chocolatinas. Así
es como los padres actúan con frecuencia. No
enseñan a sus hijos el dominio propio. “El
mismo alimento que les colocan por delante es
tal que les irrita el estómago. La excitación
que así se produce se comunica al cerebro, y
como resultado se despiertan las pasiones. No
se puede repetir con demasiada frecuencia que
todo lo que entra en el estómago afecta no
sólo al cuerpo, sino finalmente también a la
mente. El alimento pesado y estimulante
afiebra la sangre, excita el sistema nervioso y
98
con demasiada frecuencia embota la
percepción moral, de modo que la razón y la
conciencia son dominadas por los impulsos
sensuales. Es difícil, y con frecuencia casi
imposible, que tenga paciencia y dominio
propio el que es intemperante en la
alimentación. De aquí la importancia especial
de permitir a los niños, cuyos caracteres
todavía no se han formado, que participen
solamente de alimento saludable y no
estimulante. Nuestro Padre celestial envió con
amor la luz de la reforma pro salud para
preservarnos contra los males de la
complacencia desenfrenada del apetito.”
(Páginas 433, 434).
¿Comprende usted lo que es alimento
estimulante? El preparado con especies, puede
ser también té, café, cosas demasiado dulces,
especialmente cosas hechas con chocolate.
Estas son las cosas que alteran y excitan el
sistema nervioso. El Espíritu de Profecía dice
mucho sobre estas cosas y usted mismo debe
leer. “Si hubo alguna vez un tiempo en que la
alimentación debía ser de la clase más
sencilla, es ahora. No debe ponerse carne
delante de nuestros hijos. Su influencien
tiende a excitar y fortalecer las pasiones
inferiores, y tiende a amortiguar las facultades
morales.”
Ahora venimos a otro factor, que es la
limpieza. ¿Qué tiene que ver la limpieza con
la mente?
“El baño frecuente es muy beneficioso,
especialmente por la noche, antes de
acostarse, o al levantarse por la mañana. Se
necesitarán sólo unos pocos momentos para
dar un baño a los niños y frotar su cuerpo
hasta que entren en calor. Esto lleva la sangre
a la superficie aliviando el cerebro, y habrá
menos inclinación para la complacencia en
prácticas impuras. Enseñad a los pequeños que
Dios no se agrada al verlos con su cuerpo
sucio y con ropas desaseadas y rotas. Decidles
que él quiere que sean puros por fuera y por
dentro para poder morar en ellos.” Creed en la
Palabra de Dios y seréis prosperados. A la

limpieza se le añade el orden también, y lo sé
por experiencia propia. Cuando mi oficina no
está ordenada, y alguien entra y ve muchas
cosas allí, yo puedo presentar muchas excusas
por ello. Pero el punto es que mis ojos ven
una cantidad de papeles y en seguida quiero
hacer ese trabajo, luego veo otros más allá y
quiero hacer ese trabajo también. En vez de
concentrarme para hacer una sola cosa, deseo
hacer todas las cosas al mismo tiempo.
Entonces ya no soy más eficiente. El orden en
nuestro entorno tiene mucho que ver con los
pensamientos puros, y esto nos ayuda para ser
eficientes.
Llegamos al vestido. Este es otro factor
para los pensamientos puros. ¿Qué tiene que
ver el vestido con los pensamientos puros?
“La ropa limpia y aseada será uno de los
medios para conservar los pensamientos puros
y amables.” ¿Cuál el medio de mantener los
pensamientos puros y amables? La ropa
limpia. ¿Qué es lo que la gente viste algunas
veces? Ropas sucias y rotas. Usted puede
comprar jeans sucios y rotos hoy por altos
precios porque está de moda; y ese es el
sentimentalismo del mundo. “Cada prenda de
vestir debe ser llana y sencilla, sin adornos
innecesarios, de modo que dé poco trabajo
lavarla y plancharla. Especialmente cada
prenda que esté en contacto con la piel debe
ser limpia y libre de cualquier olor ofensivo.
El cuerpo de los niños no debiera ser tocado
por nada de carácter irritante, ni se debiera
permitir que su ropa los apriete en forma
alguna. Si se prestara más atención a este
asunto, se practicaría mucho menos
impureza.” Yo conozco por experiencia propia
cuando vestía ropa apretada, y aunque no me
complacía en malos pensamientos porque
luchaba contra ellos, me di cuenta que había
una irritación. Y esta irritación tendía a
debilitarme y tendía a invitarme a la tentación.
Creo que las personas que tienen dificultad
con vestidos apretados ya sea ropa interior o
cosa tal, definitivamente esto les fomenta los
pensamientos impuros. Hay una relación
99
íntima entre estas dos cosas, y la hermana
White dice claramente que no debemos
permitir que la ropa nos apriete en forma
alguna. Me sorprendí en unas de mis visitas a
Rumania que un niño nació y después del
segundo día lo tenían envuelto en ropa muy
apretada, y los padres pensaban que era bueno
para el niño. Ese es el hábito hoy, y no sé
cómo es en su país, pero existe el hábito de
envolverlos bien apretados. Esto restringe el
fluido de la sangre y la irritación más grande
es en la mente. “Si se presta más atención a
este asunto, se practicaría mucho menos
impureza.” Veamos que nuestro Padre
celestial es el buen Médico y aquí están los
remedios para nuestras enfermedades.
Otro factor es el ejercicio. La hermana
White dice: “En extenso grado se exime [a los
jóvenes] de ejercicio físico por temor a que
trabajen demasiado ... Es malo trabajar con
exceso, pero los resultados de la indolencia
son más temibles. La ociosidad conduce a la
práctica de hábitos corrompidos: La
laboriosidad no cansa ni agota a una quinta
parte de lo que rinde el hábito pernicioso del
abuso propio [masturbación]”. Hoy se habla
mucho de la labor del niño y es por supuesto
entendible. Si a los niños se les exige que
trabajen doce horas en el día eso no es
correcto. Mucha atención se da a esto, ¿pero
qué es peor conforme a la Palabra de Dios?
“La laboriosidad no cansa ni agota a una
quinta parte de lo que rinde el hábito
pernicioso del abuso propio [masturbación].”
Esto significa que los niños en países pobres
que trabajan barato, no son tan pobres como
los de países industriales que practican la
masturbación. Aquí es donde está el problema
y esto lo oculta Satanás. Llama la atención a
que las labores para el niño son realmente
malas, y así fomenta la masturbación. “Si el
trabajo sencillo y bien regulado agota a
vuestros hijos, tened la seguridad, padres, de
que hay, además del trabajo, algo que enerva
su organismo y les produce una sensación de
cansancio continuo. Dad a vuestros hijos

trabajo físico para que pongan en ejercicio los
nervios y los músculos. El cansancio que
acompaña un trabajo tal, disminuirá su
inclinación a participar en hábitos viciosos.”
(Página 435).
Otra vez la indolencia abre la puerta a la
tentación, y el último párrafo es de fortaleza.
“Debéis animar a vuestros hijos pues un
Dios misericordioso aceptará el corazón
verdaderamente arrepentido y bendecirá sus
esfuerzos para limpiarse de toda inmundicia
de carne y espíritu. Cuando Satanás vea que
está perdiendo el dominio de la mente de
vuestros hijos, los tentará fuertemente y
procurará atarlos para que continúen con la
práctica de este vicio seductor. Pero con un
firme propósito deben resistir las tentaciones
de Satanás de complacer las pasiones animales
porque son pecado contra Dios. No debieran
aventurarse en terreno prohibido, donde
Satanás puede dominarlos. Si ellos, con
humildad, ruegan a Dios que les dé pureza de
pensamientos y una imaginación refinada y
santificada, él los oirá y les concederá sus
peticiones. Dios no los dejará que perezcan en
sus pecados, sino que ayudará al débil y
desvalido si se entregan a él con fe.” (Página
436).
“El oirá y les concederá sus peticiones.”
Estos cuidados prácticos de cómo vencer el
soñar despierto los quiero dejar por el
momento. Podemos estar seguros de que
Abraham enseñó todo esto a Isaac por
precepto y ejemplo. Ahora aprendimos las
mismas cosas y podemos ser esa simiente
prometida que aplastará la cabeza de la
serpiente. Si usted halla que su debilidad se
está describiendo aquí, por favor, no deje de
actuar. No diga que quizás pueda vencer o
demore el trabajo de vencer, sino que ahora es
el tiempo. Aprópiese de la oportunidad porque
si la pierde en la ocasión siguiente será más
difícil de vencer. En la siguiente, la voz ya no
suplicará como lo hace ahora, y muchos no
estarán listos para la última batalla.
100
Volvamos ahora a Abraham y a Isaac
porque deseamos estudiar cómo se planea el
matrimonio conforme al plan de Dios. Para
esto abrimos el libro Patriarcas y Profetas,
página 168, en el capítulo “El Casamiento de
Isaac”. Como lo mencionamos, Abraham ya
era un hombre avanzado en años y esperaba
morir pronto mientras Isaac era de cuarenta
años de edad. Cuarenta años había esperado
sin preocuparse por salir a buscar una
compañera. Por supuesto, el prospecto para
hallarla no era muy bueno. El pueblo de Dios
era muy pequeño en ese tiempo y en los
alrededores vivían solamente paganos.
Naturalmente la inquietud podía venir: ¿De
dónde conseguiremos una esposa? ¿Suena esto
familiar? Nosotros somos muy pocos hoy
también, y los paganos nos rodean. Tengo que
decir que algunos preguntan: “¿Dónde puedo
yo conseguir una esposa?” Algunos jóvenes se
hacen esta pregunta y también lo hacen los
padres con relación a sus hijos. Pero todas
estas ideas tienen que abandonarse. Mi abuela
es muy buena en estas cosas y cuando yo era
joven me decía que estuviera tranquilo en este
aspecto. No se preocupe, permita que Dios
haga el plan y aparte todo pensamiento
entregándolo a Dios. Podemos decir que esta
fue la condición para Abraham e Isaac.
“Abrahán había llegado a la ancianidad y
sabía que pronto moriría, pero aún le quedaba
un acto por cumplir, para asegurar a su
descendencia el cumplimiento de la promesa.”
La razón para Abraham de conseguir una
esposa para Isaac, fue debido a esta promesa.
Tenía que venir de la simiente de la mujer que
aplastaría la cabeza de la serpiente. Eso quería
decir que Isaac debía tener una esposa y una
familia. Abraham entendía eso y por esa razón
vio que la promesa de Dios era que Isaac
debía tener una esposa y que el mandamiento
era que debía tener una esposa e hijos. “Ese es
el plan para mi hijo”, decía. Entendió también
que esta esposa debía hallarse mientras él
viviera, porque era responsabilidad de los
padres guiar y decidir por sus hijos. “Isaac era

el que Dios había designado para sucederle
como depositario de la ley de Dios y padre del
pueblo escogido; pero todavía era soltero. Los
habitantes de Canaán estaban entregados a la
idolatría, y Dios, sabiendo que tales uniones
conducían a la apostasía, había prohibido el
matrimonio entre ellos y su pueblo. El
patriarca temía el efecto de las corruptoras
influencias que rodeaban a su hijo. La fe
habitual de Abrahán en Dios y su sumisión a
la voluntad divina se reflejaban en el carácter
de Isaac; pero el joven era de afectos
profundos, y de naturaleza benigna y
condescendiente. Si se unía con una mujer que
no temiera a Dios, se vería en peligro de
sacrificar sus principios en aras de la armonía.
Para Abrahán, elegir esposa para su hijo era
asunto de suma importancia y anhelaba que se
casara con quien no le apartase de Dios.
“En los tiempos antiguos, los compromisos
matrimoniales eran hechos generalmente por
los padres; y ésta era la costumbre también
entre los que adoraban a Dios. No se exigía a
nadie que se casara con una persona a quien
no pudiese amar.” Esto es también importante
y muestra que el reino de Dios no es un reino
de fuerza. En la Edad Media los padres
casaban también a sus hijos pero sin el
consentimiento de ellos. Aun los bebés eran
casados en esos tiempos por amor a la
política. Después que la niña nacía ya era
casada con otro rey. Cuando ella crecía ya
estaba casada. Pero así no era antiguamente.
“Pero al brindar sus afectos, los hijos eran
guiados por el juicio de sus padres piadosos y
experimentados.” ¿Le gustaría a usted esto?
¿Desearía ser guiado en sus afectos? Aquí se
toca un área sensible. Y esto sucede porque
estamos acostumbrados al sentimentalismo.
Una cosa que la gente en el mundo no le gusta
es el control de sus afectos. De hecho cuando
usted quita de alguien un estorbo se dispara
como un misil en el aire, y se molesta. Cuando
hubo una crisis de petróleo en América o en el
mundo occidental durante un tiempo porque
los árabes cerraron los pozos de petróleo,
101
¿Qué sucedió? El petróleo fue racionado.
Usted no podía comprar la gasolina que
deseara, sino que tenía que ir a la gasolinera
en ciertos días para comprarla. ¿Sabe usted a
dónde condujo eso? La gente venía a las
estaciones de gasolina armada y comenzaba a
disparar unos contra otros. Solamente se les
quitó un poquito de comodidad e
inmediatamente estallaron. Eso es
sentimentalismo.
Cuando usted corta algo sensible, está
cortando algo delicado, está metiendo el dedo
en la herida, produce muchos accidentes y una
batalla al rojo vivo. En el otorgamiento de
afectos la gente no desea ser guiada.
Pregúntese usted mismo si pertenece a este
grupo. Esa fue la experiencia de Isaac. Vemos
claramente que en el sacrificio él fue muy
sumiso. La sumisión no sólo fue en la cuestión
de hallar una compañera, sino también en la
cuestión de su propia vida. Si quería entregar
su vida voluntariamente, también deseaba
entregar a su padre la decisión de escoger una
compañera. ¿Cuál elección es la más difícil?
La vida, por supuesto. Pero algunas veces la
compañera de la vida puede ser más difícil.
“Obrar de otro modo era como deshonrar a los
padres, y hasta cometer un delito” ¿Qué es un
delito? Exactamente lo que dice aquí el
Espíritu de Profecía. Delito puede ser
deshonrar a los padres al no respetar sus
sabios consejos y experiencias en cuanto a los
afectos concierne. Con infortunio tengo que
decir que aun los padres hoy con frecuencia
no son sabios y no tienen experiencia. Ellos
tienen matrimonios infelices y cometen los
mismos errores si transitan sobre el mismo
terreno. Como resultado no pueden aconsejar
con seguridad a sus hijos. Por lo tanto, este
mensaje nos habla a todos nosotros. Ninguno
de nosotros está seguro, y necesitamos pedir la
dirección de Dios humildemente en estos
asuntos.
“Isaac, confiando en la sabiduría y el cariño
de su padre, se conformaba con dejarle a él la
solución del asunto creyendo que Dios le

guiaría en la elección. Los pensamientos del
patriarca se dirigieron hacia los parientes de
su padre que estaban en Mesopotamia.
Aunque no estaban libres de idolatría,
apreciaban el conocimiento y el culto del
verdadero Dios. Isaac no debía salir de
Canaán para ir a donde estaban ellos; pero tal
vez se podría hallar entre ellos a una mujer
dispuesta a dejar a su país y a unirse con él
para conservar puro el culto del Dios
viviente.” Cuando Abraham pensó acerca de
esto, un plan comenzó a formarse en su
mente. ¿De dónde provenía este plan? No eran
pensamientos sentimentales que él tenía, sino
pensaba en el plan de salvación. Vio la
necesidad de una esposa para su hijo mientras
él vivía. Presentó el asunto a Dios y recibió el
plan: En el país de donde tú vienes podrías
encontrar a alguien. Había muchos factores en
este plan que restaban por cumplirse, y al
comienzo la idea sería débil pero comenzaría
a tomar forma a medida que los asuntos se
fueran ejecutando conforme al plan de Dios.
“Abrahán confió este importante asunto al
servidor más anciano de su casa, hombre
piadoso y experimentado, de sano juicio, que
le había dado fiel y largo servicio. Hizo
prestar a este servidor el solemne juramento
ante el Señor de que no tomaría para Isaac una
mujer cananea, sino que elegiría a una
doncella de la familia de Nacor, de
Mesopotamia.” Se menciona aun el nombre de
la familia, y ahora, aquí está el país y aquí está
la familia. Tenía la seguridad de que todo se
desarrollaba bajo el plan de Dios por medio
del canal divinamente designado. ¿Quién era
el canal designado? Era Abraham. ¿Se sentiría
usted satisfecho si Dios escogiera un canal y
comenzara a darle instrucción en la elección
de la compañera para su vida? Que le dijera:
“Bien, tu esposa tiene que venir precisamente
de una familia tal.” ¿Le gustaría eso? Isaac se
sometió totalmente. Ni siquiera conocía la
familia, ¿verdad? Todo era desconocido para
él, pero descansaba con Dios con bondad
102
sabiendo que el plan de Dios se llevaría a
cabo.
“Le ordenó que no llevara allá a Isaac. En
caso de que no se encontrase una doncella que
quisiese dejar a sus parientes, el mensajero
quedaría absuelto de su juramento.” Esto
indica que no había garantía, y entregó a Dios
el plan para que lo ejecutara o desistiera como
su providencia lo indicara. Nada era seguro en
esto. Abraham no le dijo: “Tienes que traer
una esposa de ese país y de esa familia”. Mas
bien le dijo: “Si es el plan de Dios, tú hallarás
una esposa allí, pero si Dios cierra las puertas
no hay problema, tú quedarás absuelto del
juramento”. Se ve aquí también la sumisión de
Abraham a la voluntad de Dios. No era un
proyecto de Abraham, Dios debía guiar. Este
es el punto importante. “El patriarca le animó
en su difícil y delicada empresa, asegurándole
que Dios coronaría su tarea con éxito.
‘Jehová, Dios de los cielos –le dijo--, que me
tomó de la casa de mi padre ... enviará su
ángel delante de ti’ (Véase Génesis 24).
“El mensajero se puso en camino sin
demora.” No esperó sino que salió adelante.
Entonces llevó algunas cosas necesarias
consigo, entre ellas diez camellos. No sólo
hizo todas las cosas que tenía que hacer sino
que se rindió él mismo a Dios. No se sintió
complacido que Abraham se entregara a Dios,
sino que se entregó él mismo también. Los
resultados fueron importantes, no sólo para el
hogar de su amo sino para las futuras
generaciones que pudieran seguir la elección.
¿Cómo escogería sabiamente la doncella en
medio de extraños? Esta es la pregunta.
Imagine que usted es enviado a otro país para
traer una cierta persona para cierto trabajo.
¿No se sentiría absolutamente impotente? Si
yo fuera enviado a Arabia para encontrar a
una persona allá para hacer el trabajo de la
imprenta, yo me sentiría impotente. Diría:
“Señor, ¿qué voy hacer?” Eso fue lo que el
mensajero sintió, porque resultados
importantes descansaban sobre la elección. No

era únicamente la casa de su amo, sino mucho
más que eso.
El punto principal aquí es que esta forma de
matrimonio estaba totalmente libre de
sentimentalismo, y como resultado fue el
éxito. Esta es una lección que necesitamos
aprender, y es que Dios edifica su iglesia
sobre los principios de justicia y sobre los
principios del reposo del sábado de Dios.
Edifica sus familias sobre estos principios, y
sólo de esta manera puede la simiente de la
mujer herir la cabeza de la serpiente. Esta es
nuestra oración.
ESTUDIO 17
Dios, el Hacedor del plan en
el matrimonio
Volvamos otra vez al matrimonio de Isaac
con Rebeca, para ver que este fue un
matrimonio formado con base a los principios
del plan divino para la familia y, por esta
razón, Isaac pudo ser un hijo que es un
ejemplo para todo hijo hoy. Eliécer, sin
demora, tomó diez camellos e inmediatamente
salió a cumplir la tarea. Obtuvo juramento,
fue cuidadosamente escogido, realizó buena
preparación y partió por su camino. No sólo
vio los resultados para la casa de su amo sino
para las naciones futuras, para que por esta
elección pudieran continuar. Por esta razón
fue muy cuidadoso. Luego dice aquí que oró
honestamente por la dirección divina. Es una
ley que el éxito de la misión depende de la
honestidad con la que nosotros oramos. No
indica lo largo que oremos, aunque debemos
sacar tiempo para orar, sino la honestidad con
la cual oramos. Si usted no tiene esta
honestidad entonces pídala. Podemos recibirla
y poseerla.
“En la familia de su amo estaba
acostumbrado a ver de continuo
103
manifestaciones de amabilidad y hospitalidad,
y rogó ahora que un acto de cortesía le
señalase la doncella que Dios había elegido.”
Este es un buen testimonio. Se que en algunas
familias las personas están acostumbradas a la
continua crítica, a constantes abusos, ataques,
argumentos y a toda esa clase de cosas. Pero
aquí nosotros tenemos una constante
amabilidad y hospitalidad. Esto es hermoso.
Esto es lo que nuestros hogares deben ser para
el mundo. Así, Dios desea terminar su obra a
través de ejemplos tales. “Y rogó ahora que un
acto de cortesía le señalase la doncella que
Dios había elegido.” Es muy interesante que
aquí las bondades del hogar fueron la señal
para hallar la esposa correcta. Esto nos enseña
algo, es decir, que la amabilidad del hogar
donde cada uno se educa, determina el rango
de la compañera que busca. En otras palabras,
cuando uno está acostumbrado a la amabilidad
y a la hospitalidad, buscará esa clase de
compañera también, con tal de que sea sabio
para hacerlo. No todos lo hacen y no es la
garantía, pero sabe mejor qué cualidades
busca. Digamos que él no busca una esposa,
sino tiene que colocar ciertas categorías
cuando determina si el plan es del Señor o no.
Esta es la idea. No es que salgamos a buscar
esposa, sino a observar a toda persona que es
bondadosa. Ahora, muchas son bondadosas y
entonces tengo que escoger de entre todas las
que son bondadosas. Esta no es la idea. Si
Dios hace el plan y deseamos probar ese plan,
entonces lo que tenemos que hacer es aplicar
estas reglas. Podemos aplicar las reglas mejor
de lo que lo hizo Harán, sobre la bondad y la
hospitalidad. Hay cierta hospitalidad pero no
amabilidad. Algunos tienen amabilidad pero
no tienen hospitalidad. No obstante, estas
cosas son una misma.
“Apenas hubo formulado su oración, le fue
otorgada la respuesta. Entre las mujeres que se
habían reunido cerca del pozo, había una
cuyos modales corteses llamaron su atención.”
¿Cuál es la diferencia entre estos modales
corteses de Rebeca y los modales corteses de

las madianitas que vinieron al campamento de
Israel? ¿Qué es cortesía? Es amistad, atención,
respeto, pero es también decencia. Esto
significa saber cuál es mi parte. Quiere decir
que usted respeta a otros más que a usted
mismo, y una persona tal será siempre
bienvenida. En otras palabras, el joven que
tiene en el corazón la verdadera cortesía será
alegre dondequiera que esté. La persona que
tiene un verdadero corazón cortés, será
siempre bienvenida en cualquier hogar,
porque la persona cortés es agradable. ¿Cuál
es la diferencia entre las madianitas y Rebeca?
¿Eran las madianitas respetuosas? Ellas tal vez
eran amigables y con demasiada dulzura, pero
no eran respetuosas, no eran ordenadas,
porque no sabían cuándo regresar al hogar y
demoraban más de lo prudente. Eso no es
cortesía. Otra diferencia entre estas dos clases
es que la cortesía de Rebeca no fue estudiada.
No hizo esto para ese hombre Eliécer, porque
no lo conocía ni sabía que él la estaba
observando. Se hallaba actuando normalmente
como ella era. Las mujeres madianitas
estudiaban para engañar. Otras vez, hay
diferencias reales entre la dulzura artificial y
la dulzura natural. Lo dulce de las madianitas
era semejante a los caramelos, dulces en la
boca pero dañinos en el estómago. Después
que se digiere el dulce se convierte en veneno.
Pero una cortesía que no es tan dulce
exteriormente, sino que es más natural, va más
al punto. Leamos el párrafo siguiente en la
página 170:
“Apenas hubo formulado su oración, le fue
otorgada la respuesta. Entre las mujeres que se
habían reunido cerca del pozo, había una
cuyos modales corteses llamaron su atención.
En el momento en que ella dejaba el pozo, el
forastero fue a su encuentro y le pidió un poco
de agua del cántaro que llevaba al hombro. Le
fue concedido amablemente lo que pedía, y se
le ofreció sacar agua también para los
camellos, un servicio que hasta las hijas de los
príncipes solían prestar para atender a los
ganados de sus padres. Esa era la señal
104
deseada. ‘La moza era de muy hermoso
aspecto’, y su presta cortesía daba testimonio
de que poseía un corazón bondadoso y una
naturaleza activa y enérgica.” Hay una
estrecha relación entre el carácter de una
persona y su aspecto personal. Si la persona es
rebelde y amargada las expresiones del rostro
eventualmente muestran eso. Quizás no es
tanto cuando es joven, pero cuanto más vieja
es más revelará esto en su rostro. Si la persona
es amable, cortés y semejante a Cristo, tendrá
por lo general también una expresión
correspondiente.
Esto me recuerda las fotos genuinas de la
hermana White. Como joven no era
absolutamente atractiva. Pero cuanto más
avanza su edad halló que era más bonita.
Había en ella una calma y devoción, y en su
expresión general había bastante que admirar
en esa expresión de carácter. Creo que los que
comprenden la verdad buscarán esa belleza,
que se expresa en el carácter y no sólo en una
forma personal. “Hasta aquí la mano divina
había estado con Eliécer.” Esto significa que
no todas las preguntas estaban resueltas. La
puerta se abría un poco más pero no podía
determinar que esa fuera la mujer. El estaba
siempre devolviendo el plan a Dios para que
se ejecutara o para que se abandonara según lo
indicara su providencia. Así es como nosotros
debemos avanzar en casos tales; siempre
moderados y cuidadosos. Algunos obtienen
una pequeña señal e inmediatamente dan el
salto y dicen eso es. No consideran nada y
aunque Dios quiera amonestarlos, no escuchan
más porque piensan que ya lo tienen. Eso es
peligroso, y es así, porque los sentimientos
desempeñan una gran función. Pero no fue así
con Eliécer, porque no estaba personalmente
involucrado en emociones en este asunto. Esta
es una buena razón para confiar siempre más
en los padres y en los hermanos de
experiencia que en nosotros mismo, cuando
llegamos a estos asuntos.
“Después de retribuir la amabilidad de la
joven dándole ricos regalos, el forastero le

preguntó por su parentela, y al enterarse que
era hija de Betuel, sobrino de Abrahán, ‘el
hombre entonces se inclinó, y adoró a
Jehová.’” ¿Por qué adoró al Señor? Porque se
especificó que era de esa familia. Ningún ser
humano puede planear esto. Que se solicite
una señal de entre las muchas familias que
vivían allí, y exactamente en el momento
correcto esta mujer da la señal, eso es
providencia. “El hombre entonces se inclinó,
y adoró a Jehová.” Se sintió feliz que Dios
hubiera hecho el plan. Nos llenamos de gozo
cuando vemos que Dios es el que hace los
planes, y no los hacemos nosotros.
Finalmente, Eliezer llegó y solicitó
hospedaje, y los padres de Rebeca después de
oír el reporte, dieron respuesta positiva. No se
entendió por sí mismo, pero es interesante.
¿Sabe usted de dónde eran los padres? Labán
era hermano de Rebeca. ¿Saben ustedes quién
era Labán? No era una persona placentera,
pero consintió en el asunto. ¿Sobre qué
terreno consintió él? Sobre el relato que
Eliezer le dio de la dirección de Dios. En otras
palabras creyó en la dirección del relato. Pero
esta no era la última cuestión, el final era
Rebeca. “Obteniendo el consentimiento de la
familia, preguntaron a Rebeca misma si iría
tan lejos de la casa de su padre, para casarse
con el hijo de Abrahán.” ¿Fue esta una
decisión fácil para ella? No fue fácil, porque
tenía que trasladarse a otro país para casarse
con una persona que no conocía, y no tenía
mucho tiempo para permanecer en el hogar.
No podía decir, por favor, permítanme estar
unos días más en mi hogar, porque a la
mañana siguiente, después de escuchar las
respuestas aun de Rebeca, Eliezer partiría del
lugar. Es un poquito austero tal vez, pero es la
orden del día, y si usted la conoce continúe
adelante. No mire hacia atrás. Mirar hacia
atrás y demorar, es generalmente
sentimentalismo.
“El criado, previendo la alegría de su amo
por el éxito de propia su misión, no pudo
contener sus deseos de irse, y a la mañana
105
siguiente se pusieron en camino hacia su país.
Abrahán vivía en Beerseba, e Isaac después de
apacentar el ganado en los campos vecinos,
había vuelto a la tienda de su padre, para
esperar la llegada del mensajero de Harán. ‘Y
había salido Isaac a orar al campo, a la hora de
la tarde; y alzando sus ojos miró, y he aquí los
camellos que venían. Rebeca también alzó sus
ojos, y vio a Isaac, y descendió del camello; ...
Ella entonces tomó el velo, y cubrióse.
Entonces el criado contó a Isaac todo lo que
había hecho. E introdújola Isaac a la tienda de
su madre Sara.” Ahora se dan algunas
declaraciones de las precauciones de
Abraham. ¿Y por qué fue tan precavido? El
tenía resultados notables de relaciones
matrimoniales, y esto especialmente de tres
personas: Agar en su propia experiencia,
luego Ismael quien se casó con una mujer
pagana, y Lot quien se casó con una mujer
pagana también. En los tres caso, él vio los
efectos malos en esta mezcla de matrimonios.
Y por esta razón fue muy cuidadoso. De la
vida de Agar y del matrimonio de Ismael la
hermana White escribe sobre la influencia de
su esposa: “Pero la influencia de sus esposas
determinó la introducción de la idolatría en su
familia”. Y luego de la mujer de Lot: “La
esposa de Lot era una mujer egoísta e
irreligiosa, que ejerció su influencia para
separar a su marido de Abrahán”.
Probablemente ella no era así cuando Lot se
casó con ella o por lo menos no parecía serlo.
“Si no hubiera sido por ella, Lot no habría
quedado en Sodoma, privado de los consejos
del sabio y piadoso patriarca. La influencia de
su esposa y las amistades que tuvo en esa
ciudad impía, le habrían inducido a apostatar
de Dios, de no haber sido por la instrucción
fiel que antes había recibido de Abrahán. El
casamiento de Lot y su decisión de residir en
Sodoma iniciaron una serie de sucesos
cargados de males para el mundo a través de
muchas generaciones.” (Página 172).
Es muy interesante ver qué consecuencias
tiene la formación de nuestra familia.

Pensamos únicamente en nuestra propia
felicidad o infelicidad cuando nos casamos
con determinada persona. Pero tiene
consecuencias de mucho alcance, no sólo para
la historia de este mundo en el que no
viviremos mucho tiempo, sino para el
universo y para el plan de salvación. La
asignación de aplastar la cabeza de la
serpiente tiene que ver con todo el universo,
no solamente con nosotros. Estamos en la
obligación de edificar nuestras familias
conforme al plan de Dios, en el matrimonio y
en el concebimiento de los hijos. Y si no
hacemos esto, no produciremos familias que
aplasten la cabeza de la serpiente. Tenemos
que ser muy claros en este asunto. “Por puros
y rectos que sean los principios de una
persona, la influencia de un cónyuge incrédulo
tenderá a apartarla de Dios.”
“El que contrajo matrimonio antes de
convertirse tiene después de su conversión
mayor obligación de ser fiel a su cónyuge, por
mucho que difieran en sus convicciones
religiosas. Sin embargo, las exigencias del
Señor deben estar por encima de toda relación
terrenal, aunque como resultado vengan
pruebas y persecuciones. Manifestada en un
espíritu de amor y mansedumbre, esta
fidelidad puede influir para ganar al cónyuge
incrédulo. Pero el matrimonio de cristianos
con infieles está prohibido en la Sagrada
Escritura.” ¿Puede usted exigir una
declaración más nítida que esta? ¿Qué
significa esto cuando alguien se casa con un
incrédulo? Esa persona actúa directamente
contra la Palabra de Dios. ¿Y si alguien actúa
abiertamente contra la Palabra, puede él ser
miembro de la iglesia? No puede. La excusa
puede ser que ella no es impía, sino que cree
en Dios. Pero el punto es que hoy en las
naciones cristianas no se cree en Dios. ¿Cuál
es la definición de incrédulo? Alguien que no
cree en la verdad presente, y no tiene que ser
necesariamente una persona impía. Si ella no
cree en la verdad presente, es una incrédula.
Pero mientras él o ella no crea en la verdad
106
presente no puede ser un candidato para el
matrimonio. De otra manera se actúa
directamente contra la Palabra de Dios. Esto
tiene que ser absolutamente claro. El resultado
es que es alguien que no puede ser un
miembro del pueblo del Señor, porque se
descalifica al pasar por alto la Palabra de
Dios. Puede intentar mantener una vida
religiosa, pero será influido por tal proceder.
“El mandamiento del Señor dice: ‘No os
juntéis en yugo con los infieles’ (2 Corintios
6:14; también 17, 18).
“Isaac fue sumamente honrado por Dios, al
ser hecho heredero de las promesas por las
cuales sería bendecida la tierra; sin embargo, a
la edad de cuarenta años, se sometió al juicio
de su padre cuando envió a un servidor
experto y piadoso a buscarle esposa. Y el
resultado de este casamiento, que nos es
presentado en las Escrituras, es un tierno y
hermoso cuadro de la felicidad doméstica: ‘E
introdújola Isaac a la tienda de su madre Sara,
y tomó a Rebeca por mujer; y amóla: y
consolóse Isaac después de la muerte de su
madre.”
“¡Qué contraste entre la conducta de Isaac y
la de la juventud de nuestro tiempo, aun entre
los que se dicen cristianos! Los jóvenes creen
con demasiada frecuencia que la entrega de
sus afectos es un asunto en el cual tienen que
consultarse únicamente a sí mismos, un asunto
en el cual no deben intervenir ni Dios ni los
padres. Mucho antes de llegar a la edad
madura, se creen competentes para hacer su
propia elección sin la ayuda de sus padres.
Suelen bastarles unos años de matrimonio
para convencerlos de su error; pero muchas
veces es demasiado tarde para evitar las
consecuencias perniciosas. La falta de
sabiduría y dominio propio que los indujo a
hacer una elección apresurada agrava el mal
hasta que el matrimonio llega a ser un amargo
yugo. Así han arruinado muchos su felicidad
en esta vida y su esperanza de una vida
venidera.

“Si hay un asunto que debe ser considerado
cuidadosamente, y en el cual se debe buscar el
consejo de personas experimentadas y de
edad, es el matrimonio; si alguna vez se
necesita la Biblia como consejera, si alguna
vez se debe buscar en oración la dirección
divina, es antes de dar un paso que ha de
vincular a dos personas para toda la vida.
“Nunca deben los padres perder de vista su
propia responsabilidad acerca de la futura
felicidad de sus hijos. El respeto de Isaac por
el juicio de su padre era resultado de su
educación, que le había enseñado a amar una
vida de obediencia. Al mismo tiempo que
Abrahán exigía a sus hijos que respetasen la
autoridad paterna, su vida diaria daba
testimonio de que esta autoridad no era un
dominio egoísta o arbitrario, sino que se
basaba en el amor y procuraba su bienestar y
dicha.” (Páginas 173, 174).
El último párrafo se dedica a lo que es el
verdadero amor. Quiero concentrarme un
poco ahora. El verdadero amor es muy
diferente del amor emocional. Se hace la
pregunta con relación a cuál es la diferencia
entre amar a mi hijo y el sentimentalismo.
Deseo concentrarme en este asunto un poco
más. Primero que todo entendemos que el
cristiano no es alguien que no tiene
sentimientos. El amor humano hacia el hijo no
es pecado en sí mismo; sólo es pecaminoso
cuando gobierna sobre la razón. Ese es el
punto. Yo tengo que enfatizar esto repetidas
veces porque parece que siempre que uno hace
énfasis sobre una cosa se entiende mal el otro
lado de la misma. Necesitamos ver que hay un
balance. Pero la razón debe gobernar los
sentimientos. Eso es dominio propio. ¿Cuál es
el verdadero amor?
“El amor verdadero es un principio santo y
elevado, por completo diferente en su carácter
del amor despertado por el impulso, que
muere de repente cuando es severamente
probado.” Primero que todo veamos que el
verdadero amor tiene que ver con el misterio
de Dios. ¿Cuál es el misterio de Dios de
107
acuerdo con Pablo? Cristo en vosotros la
esperanza de gloria. ¿Y qué es eso? Es la
encarnación de Cristo. Cuando Cristo vino
para ser un hombre reveló el carácter de Dios
a nosotros. Así como el carácter de Cristo
tenía su fuente en la Divinidad pero se
manifestó en la humanidad, así también, el
verdadero amor tiene su fuente en nuestra
relación con Dios, pero se manifiesta en
nuestra relación con el hombre.
Tenemos que entender esto primero, y
podríamos tener todo un congreso acerca de
este principio, porque es el misterio de Dios.
Aquí nosotros podríamos estudiar más y más
la profundidad del verdadero amor. El
verdadero amor solamente se halla en nuestra
relación con Dios. Algunas personas dicen que
no necesitan a Dios para amar a sus vecinos.
La esposa puede decir: “No necesito a Dios
para amar a mi esposo, porque puedo amar a
mi esposo a mi manera”. Aunque las personas
no lo digan actúan igual porque no ven
relación con Dios y, después de todo,
parecieran ser corteses con sus esposos. Pero
no es verdadero amor, porque el verdadero
amor sólo se halla en nuestra relación con
Dios. Por otra parte, algunas personas tienen
una relación fantástica con Dios pero no
tienen un compañerismo con nadie en esta
tierra. ¿Es este verdadero amor? ¿Qué dice el
apóstol Juan? “El que ama a Dios, ama
también a su hermano.” En otras palabras el
amor fraternal es la manifestación de nuestro
amor a Dios.
Pero el amor de Dios es la fuente del amor
hacia nuestro hermano. Los dos son la misma
cosa y usted no puede separar el uno del otro,
así como usted no puede separar la divinidad y
humanidad de Cristo. ¿Recuerda su vestido?
No pudo ser partido en pedazos, así también,
la naturaleza de Cristo era un solo pedazo. Fue
a través de la divinidad que en su humanidad
reveló el carácter de Dios. Así es con
nosotros. Al ser Cristo en nosotros la
esperanza de gloria es como el carácter de
Dios se revela en la humanidad. Este es el

misterio de Dios, y puesto que ya hemos
estudiado esto en el pasado, no quiero
concentrarme mucho, pero podríamos
entenderlo mucho mejor.
La primera cosa que debe ser entendida es
que el verdadero amor es el misterio de Dios.
¿Puede verlo usted aquí? Es por la divinidad
unida a la humanidad que se manifiesta
nuestra relación con Dios y se revela en
nuestra relación con el hombre.
Veamos la diferencia del amor sentimental
y el amor verdadero.. La hermana White dice
que el amor sentimental son impulsos y
sentimientos. El amor verdadero es un
principio. “El amor verdadero es un principio
santo y elevado, por completo diferente en su
carácter del amor despertado por el impulso,
que muere de repente cuando es severamente
probado.” Un impulso es algo que viene de los
sentimientos, de la naturaleza emocional. Las
personas dicen que de repente siente amor por
alguien. Eso es emoción, es impulso; no es
más que eso, y esto conduce a la locura y a
realizar cosas irrazonables. Eso no es amor
verdadero, es un amor sentimental. El amor
verdadero es un principio. Esto significa que
usted ama porque usted es amor. Es un
principio, y no es porque usted lo siente. En
otras palabras, el amor verdadero no depende
de nuestros sentimientos. Yo puedo no sentir
amar francamente a mi esposa en el momento,
sin embargo, yo la amo, y ella lo sabe. Quizás
no lo sienta porque estoy cansado, pero ella
sabe que yo la amo. Eso no hace diferencia.
Pero todos los que dependen del amor
sentimental necesitan de las caricias y si no lo
logran dicen no son amados. A veces algunos
piensan que porque no les enviamos saludos
cariñosos sienten que no los amamos. ¿Es esto
verdad? En ocasiones quizás no hable con
dulzura como normalmente hablo, y entonces
algunos piensan que nos los amo. ¿Es esto
verdad? No. Si usted piensa que no lo amo es
porque depende de las emociones. El amor no
tiene nada que ver con sentimientos y
emociones, es un principio. El amor está ahí,
108
sea que no se manifieste mucho cariño, yo lo
amo lo mismo, y no hay diferencia. No mire
las emociones, porque el amor es un principio.
El amor sentimental depende de las
circunstancias. ¿Qué es circunstancia? Por
ejemplo, la mujer es muy bonita, pero cuando
tiene sesenta y cinco años de edad no es más
bonita. Las circunstancias cambian todo y el
amor se marchita. Eso es depender de las
circunstancias y es un amor sentimental.
Quizás yo amo a alguien porque tiene cierta
forma de ser; luego esa forma se pierde en un
accidente o en cualquier otra cosa y mi amor
cambia. Jaime White amaba a Elena Harmon a
pesar del accidente que ella sufrió en su nariz.
El no dependía de las circunstancias exteriores
sino que miraba la belleza de carácter. Y eso
la hizo hermosa, y cuanto más años tenía
descubro que era más bonita aun en su rostro.
El amor sentimental depende de las
circunstancias mientras que el amor verdadero
depende de la relación con Dios. Esa es la
gran diferencia. Así también con nuestros
hijos. Usted ama a sus niños porque son
pequeños, los puede llevar en sus brazos,
porque los bebés son muy tiernos y los ama
porque son propiedad de Dios.
A menudo veo que los padres aman a sus
hijos cuando son pequeños, pero cuando
crecen este amor comienza a disminuir y
entonces anhelan otro bebé para amarlo como
amaban el primero. Le dan más atención y
más amor al pequeño bebé porque es pequeño,
pero cuando crece el amor hacia él disminuye.
Eso es sentimentalismo. ¿Puede verlo? El
amor verdadero no depende de esto; depende
de nuestra relación con Dios y esto tiene que
ser visto claramente. Ahora usted sabe que el
amor sentimental es temporal, porque depende
de las circunstancias. Quítese la belleza que
está ahí, y el amor muere y no permanece
más. ¿Desea usted edificar sobre un amor
sentimental? Si lo hace edifica sobre la arena.
Pero si edifica sobre el amor verdadero,
edifica sobre la roca, porque ese amor es
eterno.

Otra cosa que va junto con esto es que el
amor sentimental es muy egoísta, y solamente
piensa en sí mismo. El amor verdadero es
desinteresado y puede respetar a otras
personas. Una vez tuve que leer una carta de
una mujer que describía cuánto amaba a un
hombre aunque ella era casada. Daba la
impresión que su amor era sincero y honesto
en todo, pero pude ver inmediatamente que el
amor era egoísta. Ella justificaba sus
sentimientos y nada más, porque si no fuera
egoísta respetaría el orden que estaba ahí, es
decir, su propio hogar. No se engañe, porque
el amor sentimental es siempre egoísta,
mientras que el amor verdadero es siempre
desinteresado. Cuando usted considera estos
principios ve la diferencia entre el amor
verdadero y el amor sentimental. Aplique
estos principios y usted los entenderá.
Regresaremos otra vez a Isaac por el
momento, y quiero leer sólo unas
declaraciones concernientes a los hijos de
Isaac. Con infortunio, Isaac no tuvo la firmeza
y la libertad del sentimentalismo en su vida
ulterior y lo veremos claramente cuando
entendamos lo que es el amor verdadero.
Patriarcas y Profetas, página 175.
“Esaú se crió deleitándose en la
complacencia propia y concentrando todo su
interés en lo presente. Contrario a toda
restricción, se deleitaba en la libertad
montaraz de la caza, y desde joven eligió la
vida de cazador. Sin embargo, era el hijo
favorito de su padre.” ¿Qué dice usted a esto?
Era el hijo favorito de su padre. ¿Era este
amor verdadero o amor sentimental? El
favoritismo es amor sentimental porque el
amor verdadero se basa en el principio, y el
principio significa igualdad. No hay diferencia
en amar a este hijo que amar al otro hijo. Pero
si hay favoritismo esto significa que hay
sentimentalismo. Es triste decirlo, pero existió
aun en ese patriarca. “El pastor tranquilo y
pacífico se sintió atraído por la osadía y la
fuerza de su hijo mayor, que corría sin temor
por montes y desiertos, y volvía con caza para
109
su padre y con relatos palpitantes de su vida
aventurera.
“Jacob, reflexivo, aplicado y cuidadoso,
pensando siempre más en el porvenir que en el
presente, se conformaba con vivir en casa,
ocupado en cuidar los rebaños y en labrar la
tierra. Su perseverancia paciente, su economía
y su previsión eran apreciadas por su madre.
Sus afectos eran profundos y fuertes, y sus
gentiles e infatigables atenciones contribuían
mucho más a su felicidad que la amabilidad
bulliciosa y ocasional de Esaú. Para Rebeca,
Jacob era el hijo predilecto.” ¿Qué es esto?
Sentimentalismo. Usted ve que el
sentimentalismo conduce a la desunión en las
familias. No deseo leer más aquí porque usted
conoce la historia de Isaac y Rebeca, pero una
cosa debemos notar aquí.
“Cuando Esaú, al volver un día de la caza,
cansado y desfallecido, le pidió a Jacob la
comida que estaba preparando, éste último, en
quien predominaba siempre el mismo
pensamiento, aprovechó la oportunidad y
ofreció saciar el hambre de su hermano a
cambio de la primogenitura: ‘He aquí yo me
voy a morir –exclamó el temerario y
desenfrenado cazador--; ¿para qué, pues, me
servirá la primogenitura?’ (Génesis 25:32). Y
por un plato de lentejas se deshizo de su
primogenitura, y confirmó la transacción
mediante un juramento. Unos instantes
después, a lo sumo, Esaú hubiera conseguido
alimento en las tiendas de su padre; pero para
satisfacer el deseo del momento, trocó
descuidadamente la gloriosa herencia que
Dios mismo había prometido a sus padres.
Todo su interés se concentraba en el momento
presente. Estaba dispuesto a sacrificar lo
celestial por lo terreno, a cambiar un bien
futuro por un goce momentáneo.”
Queremos sólo continuar brevemente el
estudio de Esaú para ver cómo la satisfacción
del apetito y el sentimentalismo ciertamente
gobernaron sobre la vida de este hombre.
“Pero para satisfacer el deseo del momento,
trocó descuidadamente la gloriosa herencia

que Dios mismo había prometido a sus padres.
Todo su interés se concentraba en el momento
presente. Estaba dispuesto a sacrificar lo
celestial por lo terreno, a cambiar un bien
futuro por un goce momentáneo.
“‘Así menospreció Esaú la primogenitura.’
Al deshacerse de ella, tuvo un sentimiento de
alivio.” ¡Con cuánta frecuencia las personas
botan la vida eterna, y después de eso tienen
un sentimiento de alivio. Esto indica que
anduvieron siempre con un yugo en el cuello,
y ahora que se deshacen de él sienten descanso
y se sienten libres para hacer lo que desean.
¿Por qué tuvo Esaú un sentimiento de alivio?
¿Qué obligaciones tenía él cuando tenía la
primogenitura? Tenía obligaciones
espirituales: no podía casarse con una mujer
pagana y debía tener ciertas restricciones.
“Sometido siempre a los estímulos
exteriores y terrenales, Esaú se había casado
con dos mujeres de las hijas de Het. Estas
adoraban dioses falsos, y su idolatría causaba
amarga pena a Isaac y Rebeca. Esaú había
violado una de las condiciones del pacto, que
prohibía el matrimonio entre el pueblo
escogido y los paganos; pero Isaac no vacilaba
en su determinación de conferirle la
primogenitura.” Tristemente, Isaac no se
sometió a la voluntad de Dios sino que se
sometió a sus sentimientos al no vacilar en dar
a Esaú la primogenitura. Esto es triste porque
trajo problemas sobre toda la familia por
muchos años. No queremos estudiar más la
historia, y hay muchas lecciones para ser
aprendidas. Les recomiendo que lean el resto
del capítulo a la luz del sentimentalismo y el
amor verdadero. Deseamos abrir otro capítulo
sobre el sentimentalismo sobre la relación de
los padres y los hijos, antes de ir a la vida de
Jesús, en la cual queremos concentrarnos más.
En el capítulo 2 de Génesis hallamos la
descripción de la institución del matrimonio:
“Entonces Jehová Dios hizo caer sueño
profundo sobre Adán, y mientras éste dormía,
tomó una de sus costillas, y cerró la carne en
su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios
110
tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al
hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora
hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta
será llamada Varona; porque del varón fue
tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre
y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán
una sola carne” (Génesis 2:21-24).
En estos versículos nosotros tenemos dos
elementos: 1) Una unión. 2) Una separación.
La una es necesaria para la otra. En otras
palabras, debe haber una separación para que
pueda haber una unión. Esto es algo que
muchos pasan por alto. Otra vez tocamos el
área de los sentimientos y es algo que se omite
con facilidad aun por los padres. Esta es otra
parte del sentimentalismo acerca del cual
usted no pensaba antes.
“Por tanto; dejará el hombre a su padre y a
su madre, y se unirá a su mujer, y serán una
sola carne.” Esto significa separación. Para
que el esposo y la esposa lleguen a ser una
sola carne el hombre y la mujer tienen que
dejar a sus padres, y tienen que ser libres. En
esto es donde muchos padres yerran. Se
adhieren a sus hijos como su propiedad, como
si pensaran que van a violar el orden
evangélico cuando salen del hogar. Pero este
es el plan de Dios. Este es el orden de Dios.
Usted tiene que dejarlos ir, ellos tienen que
llegar a ser una sola carne con otra persona.
Aquí tenemos otra vez el pecado que se
comete con frecuencia por los padres, al no
ver a sus hijos como la posesión de Dios.
Tienen la tendencia a ver a sus hijos como su
posesión personal, y como resultado existe un
amor no basado en el principio, sino que tiene
bases en los sentimientos.
¿Significa esto que cuando los hijos tengan
más edad y se casan, son ellos desobedientes a
los padres? ¿Cuál era el orden del patriarca?
Aun después que los hijos tenían a sus hijos,
se sometían a él, y eso parece una aparente
contradicción. La pregunta puede formularse
de esta forma: ¿Los padres que entregan a un
hijo en casamiento, pierden ellos al hijo o
ganan otro hijo? Por ejemplo, los padres de la

novia pueden preguntarse: ¿Perdemos nuestra
hija o ganamos a un yerno? De igual manera,
los padres del novio pueden decir:
¿Perdonemos un hijo o ganamos una hija?
¿Qué hacen ellos? Pierden un hijo para ganar
una hija? El principio es: primero tenemos que
perder antes que poder ganar. Ese es siempre
el principio en el reino de Dios y a éste
debemos adherirnos. Pero si tratamos de
aferramos de lo que tenemos, entonces lo
perdemos. Perdemos a los hijos aunque
puedan estar en el momento bien sujetos a
nosotros, pero los perderemos. Pero cuando
los entregamos nosotros los ganamos. Este
principio nunca es más claro que en la vida de
Cristo y su Padre, quien entregó a su Hijo para
que se casara con la raza humana. ¿Perdió
Dios a su Hijo? Lo perdió. ¿Pero qué ganó al
final? Ganó una hija. Cuando el Hijo se casó
con nosotros, es decir, con la humanidad, Dios
ganó a la humanidad para sí mismo, porque
Cristo nos reconcilió con Dios. ¿Puede ver
usted este principio en Cristo? Cristo tuvo que
dejar a su Padre para casarse con nosotros; y
nunca se habría casado con nosotros si no
hubiera dejado a su Padre en el cielo; y nunca
se habría casado con nosotros si el Padre no lo
hubiera dejado salir. A pesar de todo, fue una
lucha para su Padre permitir que su Hijo lo
dejara. Fue una lucha, porque la separación no
es fácil. No piense que no es una lucha cuando
sus hijos son adultos y usted tiene que dejar
que salgan a tomar su propia posición. Esta es
una lucha porque desea retenerlos en el hogar,
pero el tiempo llega cuando debe dejarlos ir.
Esta lucha fue experimentada también por
María. Cuando Jesús creció y comenzó a
comprender por sí mismo y comenzó a ser
guiado por su Padre celestial, la madre en
ocasiones tuvo conflictos. Ella deseaba que
creciera y luego le dijera: “Madre, yo te
obedezco pero tengo que obedecer a mi Padre
primero. Jesús le dijo a María y José: “¿No
sabíais que en los negocios de mi Padre me es
necesario estar?” Su madre tuvo que dejarlo
ir, y así pudo ganarlo. Pero si se hubiera
111
aferrado de él lo habría perdido, porque habría
estado espiritualmente separada de Jesús. Si lo
hubiera retenido como su posesión lo habría
perdido. Esta es una lección bien importante,
que nosotros necesitamos aprender. Todo lo
que intentamos retener lo perderemos y lo que
damos a Dios lo ganaremos. Ese es siempre el
caso. Cuando los padres están listos para dejar
que los hijos salgan, ellos ganan a otros hijos.
Yo debo enfatizar claramente, que ganamos a
nuestros hijos al permitir que ellos se vayan
conforme a la norma de Dios. Les permitimos
ser uno con Dios para que sigan el camino
recto. Y si hacemos esto, entonces somos
realmente uno con nuestros hijos, porque
podemos ser verdaderamente uno con Cristo.
Si quiere ser uno con sus hijos permítales que
corran tras Cristo. Aunque ellos pasen
adelante, déjelos que corran tras Cristo. Si no
van tras Cristo entonces es un asunto
diferente. Pero déjelos ir, y entonces puede
ver lo que puede aprender de ellos.
Algunos padres no comprenden este punto.
Piensan que tienen que controlar a los hijos
aun en la edad adulta, hasta el punto de
impedirles el acceso libre a Dios. Piensan que
tiene que ejercer este control, y aquí ejercen el
amor egoísta, y el amor egoísta es el amor
sentimental. Piense un poco acerca de esto.
“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su
madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola
carne.” Igualmente la hija, dejará a su madre y
a su padre para casarse con su esposo; y el
hijo dejará a su madre y a su padre para
casarse con su esposa. Y cuando los padres los
dejan ir a Cristo, entonces los ganarán
verdaderamente, porque mostrarán fidelidad
por el resto de sus vidas aunque sean adultos.
Respetarán a sus padres, los amarán y los
llevarán a su hogar cuando sean viejos. Con
seguridad este será el caso, porque planearán
en nuestros días la familia conforme a este
orden, y desearán tener descendencia para que
termine la obra. Querrán producir la simiente
para que destruya la cabeza de la serpiente.

ESTUDIO 18
El pecado del sentimentalismo y
el arrepentimiento
Regresamos ahora al asunto del
arrepentimiento y queremos saber cuál es el
arrepentimiento del pecado que hemos estado
conociendo especialmente en este
campamento. La primera cosa es llegar a ser
conscientes de la condición en que nos
hallamos, que es lo más difícil para el Espíritu
Santo cumplir en ocasiones, mientras
conocemos y podamos numerar nuestros
pecados y ver realmente nuestra
pecaminosidad. La naturaleza se inclina a
excusarse pero este es el camino más eficiente
para continuar sin parar. Tenemos que
aprender primero a permitirle al Espíritu
Santo que escudriñe nuestros corazones. En
Exodo 19:1-8, contemplamos la experiencia
de los israelitas que fue escrita para nuestra
admonición y debemos aprender de ella. Los
israelitas fueron culpables de los mismos
pecados que nosotros tenemos, porque se
hallaban en la condición laodicense. La
pregunta ahora es, ¿cómo fue revelado?
Queremos ver su situación aplicada a la
nuestra hoy. Primero que todo, Dios los guió
al pie del monte.
“En el mes tercero de la salida de los hijos
de Israel de la tierra de Egipto, en el mismo
día llegaron al desierto de Sinaí. Habían salido
de Refidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y
acamparon en el desierto; y acampó allí Israel
delante del monte. Y Moisés subió a Dios; Y
Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así
dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los
hijos de Israel: Vosotros visteis lo que hice a
los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de
águilas, y os he traído a mí. Ahora, pues, si
diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto,
112
vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos
los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y
vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y
gente santa. Estas son las palabras que dirás a
los hijos de Israel. Entonces vino Moisés, y
llamó a los ancianos del pueblo, y expuso en
presencia de ellos todas estas palabras que
Jehová le había mandado. Y todo el pueblo
respondió a una, y dijeron: Todo lo que
Jehová ha dicho, haremos. Y Moisés refirió a
Jehová las palabras del pueblo.”
¿Cómo puede uno solicitar una situación
mejor?. Dios les dio su ley, les recordó el trato
pasado con ellos, y entonces responden:
“Todo lo que el Señor ha hablado haremos”.
Lo que el pueblo quería decir era que de todas
maneras así lo habían hecho, que lo justo lo
habían hecho siempre, y ahora continuarían
haciendo lo correcto. Le dijeron: “Somos tus
mejores estudiantes. Somos el pueblo más
obediente que cualquier otro, y haremos lo
que tú nos has dicho”. Pero ellos más bien
eran torpes. Quizás no es una palabra correcta.
Es decir, que sus mentes estaban embotadas y
no podían ver su condición real. Estaban en
desacuerdo con Dios y todavía decían, “todo
lo que el Señor dice haremos”. Eso parece ser
una torpeza estúpida. ¿Pero podemos ver
nosotros que ellos no estaban en armonía? Tal
vez lo podamos ver por el resultado que trajo
la adoración del becerro de oro, pero no lo
manifestaron en ese momento. ¿Entonces
cómo podemos ver que ellos no estaban en
armonía con Dios? Primero, lo podemos ver
por la historia pasada, es decir, por las
acciones que los expone y los traiciona;
segundo, por la conducta en el monte Sinaí.
Leamos un poco más para ver lo que hicieron
allí.
“Y Jehová dijo a Moisés: Vé al pueblo, y
satifícalos hoy y mañana; y laven sus vestidos,
y estén preparados para el día tercero, porque
el tercer día Jehová descenderá a ojos de todo
el pueblo sobre el monte de Sinaí. Y señalarás
término al pueblo en derredor, diciendo:
Guardaos, no subáis al monte, ni toquéis sus

límites; cualquiera que tocare el monte, de
seguro morirá. No lo tocará mano, porque será
apedreado o asaeteado; sea animal o sea
hombre, no vivirá. Cuando suene largamente
la bocina, subirán al monte. Y descendió
Moisés del monte al pueblo, y santificó al
pueblo; y lavaron sus vestidos.” (Versículos
10-14).
¿Por qué Dios da esas órdenes tan
rigurosas? “Cualquiera que tocare el monte,
de seguro morirá.” ¿Es este un Dios de amor?
¿O no fue Dios quien dio estas órdenes?
Ciertamente fue Dios. A pesar de todo, es la
benignidad de Dios la que guía al
arrepentimiento. ¿Podemos ver la benignidad
de Dios aquí? ¿O estamos embotados como
estaban los israelitas? Es interesante que ellos
no murmuraron. Respetaron el orden, pues
Dios es la Cabeza y Moisés el portavoz.
Moisés les dijo: “No debéis tocar la montaña y
lavaréis vuestros vestidos”; ellos dijeron que
no lo harían, que eran un pueblo obediente y
harían todo lo que el Señor había ordenado.
Mostrarían que eran un pueblo obediente.
“El sonido de la bocina iba aumentando en
extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía
con voz tronante. Y descendió Jehová sobre el
monte Sinaí, sobre la cumbre del monte; y
llamó Jehová a Moisés a la cumbre del monte,
y Moisés subió. Y Jehová dijo a Moisés:
Desciende, ordena al pueblo que no traspase
los límites para ver a Jehová, porque caerá
multitud de ellos. Y también que se
santifiquen los sacerdotes que se acercan a
Jehová, para que Jehová no haga en ellos
estrago. Moisés dijo a Jehová: El pueblo no
podrá subir al monte Sinaí, porque tú nos has
mandado diciendo: Señala límites al monte y
santifícalo. Y Jehová le dijo: Vé, desciende, y
subirás tú, y Aarón contigo; más los
sacerdotes y el pueblo no traspasen el límite
para subir a Jehová, no sea que haga en ellos
estrago. Entonces Moisés descendió y se lo
dijo al pueblo.” (Versículos 19-25).
Otra vez necesitamos hacernos la pregunta:
¿Entendemos nosotros el amor de Dios aquí?
113
¿Cuando hace todo esto vemos su benignidad?
Necesitamos entender en este contexto que
ellos eran muy torpes y que todos las órdenes
que recibían eran absolutamente necesarias.
Era un momento cuando Dios se reunía con
ellos, pero el Dios santo es fuego consumidor
para los que están viviendo en pecado. Esto
fue algo que no entendían, porque estaban
demasiado embotados. Sin embargo, pensaban
que eran siempre obedientes. Pensaban que
todo lo que el Señor había dicho harían,
aunque tuvieran leves desviaciones, pues no
debían ser tan particulares.
El capítulo veinte contiene los diez
mandamientos. Entonces tenemos la reacción
del pueblo después que se le dio los
mandamientos: “Todo el pueblo observaba el
estruendo y los relámpagos, y el sonido de la
bocina, y el monte que humeaba; y viéndolo el
pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos: Y
dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, y
nosotros oiremos; pero no hable Dios con
nosotros, para que no muramos. Y Moisés
respondió al pueblo: No temáis; porque para
probaros vino Dios, y para que su temor esté
delante de vosotros, para que no pequéis:
Entonces el pueblo estuvo a lo lejos, y Moisés
se acercó a la oscuridad en la cual estaba
Dios” (Exodo 20:18- 21).
¿Qué dijo el pueblo? Que Dios no nos hable
para que no muramos. Aquí es donde debemos
ver el verdadero carácter y situación de los
israelitas. Pero ellos no lo veían todavía.
Cómo puede ser posible que no pudieran
hablar con Dios. ¿Por qué no lo querían? No
querían debido a su pecaminosidad. ¿Qué le
dijo Dios a Caín? “¿Por qué ha decaído tu
semblante? ¿Si usted es justo por qué se
preocupa? Pero si no es justo, recuerde que el
pecado está a la puerta.” Esa fue exactamente
la situación de Israel; sus semblantes
decayeron. No podían hablar con Dios. Tenían
temor de hablar con El. ¿Por qué? Porque
había pecado en sus vidas, pero ellos no lo
aceptarían. Ese era realmente el último
momento para que lo aceptaran y llegaran al

verdadero arrepentimiento. Pero declaraban
que llevarían a cabo todo lo que el Señor
había ordenado. No hablamos con El, pero
todo lo que Dios ha dicho haremos. ¿Es esto
tinieblas? Ciertamente.
Regresando a la experiencia del pueblo de
Israel, tenemos que ver que desde la liberación
de Egipto Dios hizo cosas maravillosas para
ellos. Hizo brotar el agua de tierra seca, y
quiero preguntar: “¿Quién ha experimentado
alguna vez cosas semejantes?” Fueron
liberados del ejército más poderoso del mundo
sin una pérdida humana. Luego su liberación
de los amalecitas, el constante recibimiento de
agua en el desierto, el pan y todo lo necesario.
Pero a cada paso tenían que murmurar
primero, y así se repitió esta situación muchas
veces. Esta ingratitud no produjo ningún
arrepentimiento, porque si se hubieran
arrepentido de murmurar no se habría repetido
vez tras vez. La situación de Israel era el
arrepentimiento sentimental. Su
arrepentimiento se hizo más con base al temor
que a la apreciación del carácter de Dios.
Cuando usted ve los eventos en el monte de
Sinaí, ¿puede ver que así fue el caso?
¿Apreciaron ellos el carácter de Dios?
Ciertamente no. Sintieron temor a Dios. Fue
un arrepentimiento sentimental que duró sólo
un corto tiempo. Indica que tenían algo de
remordimiento después que habían pecado,
por lo menos parcialmente, y pecaban otra vez
y otra vez. Esta es una clara evidencia que el
problema no estaba resuelto. Esa era la razón
por la cual no guardaron el pacto. Nosotros
necesitamos aprender de esto. En otras
palabras, no nos sintamos complacidos
diciendo que hacemos la voluntad de Dios y
luego emprendemos nuestros negocios como
si nada hubiera sucedido en el pasado.
Volvamos a la cuestión de cómo podemos
arrepentirnos del pecado de las ilusiones, del
pecado del sentimentalismo y de toda otra
cosa que esté conectada con esto. ¿Cómo
podemos arrepentirnos de esto? Nosotros
vemos el error pero no vemos la
114
pecaminosidad, esta es la cuestión. No vemos
cómo obstruimos la obra del Señor. Para
entender un poco mejor deseamos volver a los
discípulos quienes tuvieron el mismo
problema. Ellos caminaron con Jesús casi tres
años y no fueron realmente personas muy
inteligentes. Fueron el mejor material de Israel
y, sin embargo, soñaron constantemente
cuando caminaron con Jesús. ¿En qué
pensaban ellos? Pensaban en la posición
admirable en el reino de Dios, que para ellos
era un reino terrenal. Cuando Cristo se sentara
en el trono terrenal con los romanos abatidos,
y toda la nación judía estuviera en la gloria,
Pedro y Juan se sentarían al lado del gran
trono. Si usted piensa en estar cerca del trono
es una cosa grande. Ellos hacían planes bien
precisos cuando soñaban despiertos y era un
buen negocio soñar. Todos eran víctimas del
sentimentalismo. Pero con once de estos
discípulos Jesús tuvo éxito dándoles la
victoria sobre este pecado y los capacitó para
ver la pecaminosidad de ello. Pero con Judas
no tuvo éxito,.
Usted sabe que desde el mismo comienzo
los discípulos se desviaron en cierto grado por
esta razón y cuando Jesús realizó los grandes
milagros se llenaron de exaltación y
excitación. Eso es lo que nosotros estamos
buscando. Después que alimentó a los cinco
mil su emoción alcanzó el clímax, porque si
Jesús podía hacer una cosa tal con cinco panes
y dos peces para alimentar un ejército de cinco
mil hombres sin contar las mujeres y los
niños, entonces cuánto podemos nosotros
hacer. Fue un milagro obvio. Cada persona
fue feliz y las gentes se excitó también.
Decían, este es el rey, lo vamos hacer rey, y
los discípulos decían: “Sí, hagámoslo rey”. Se
dieron cuenta que Jesús no era un buen
cooperador y pensaron hacerlo rey por la
fuerza, porque era demasiado manso. Pero
Jesús fue muy claro al rechazar la oferta igual
que Dios en el monte Sinaí. Ellos se
sorprendieron bastante con esa conducta tal.
De hecho fue muy rudo con ellos: ¿Es esto

amor? Cuando le intentan hacer un bien, ¿por
qué se desanima? ¿Es esto amor verdadero?
Fue difícil para ellos entenderlo, pero aquí
debieron detenerse por un momento y
preguntarse por qué no podían ver ese amor.
Fue porque estaban embotados en sus
pecados. Cuando Jesús comenzó
introducirlos en las realidades, quiso alimentar
su imaginación con cosas reales, deseó
mostrarles que iba a sufrir, que iba a ser
crucificado, Pedro en su ardor le dijo:
“¡Señor, estas cosas no te pueden suceder!”
Ahora los discípulos escuchan algo que nunca
habían oído de labios de Jesús. Llamó a Pedro
por el nombre Satanás, que es el nombre de su
peor enemigo. Cuando alguien lo llama a
usted Satanás, quiere decir que usted es su
enemigo. Eso fue lo que dijo Jesús; apártate
de mi Satanás. ¿Es eso amor? Sí, eso es amor,
y es la benignidad de Dios hablando por
medio de Cristo. En ese momento todos los
discípulos se sorprendieron y no pudieron
entender. Pero ciertamente fue una revelación
de la benignidad de Dios, porque con esto
quiso ayudarlos. Les quiso hablar del pecado
de soñar despierto, y en esto fueron
sorprendidos.
Quiero usar una lección objetiva y es que
cuando usted sueña despierto normalmente no
se da cuenta de lo que pasa en su derredor. No
es que todo pensamiento de la imaginación sea
malo, porque podemos meditar acerca de las
cosas divinas y esto es posible también. Pero
digamos que su compañero está soñando
despierto, ¿qué hace usted para liberarlo de
eso? ¿Puede usted continuar hablando con él?
No. ¿Entonces qué hace usted en un caso tal?
Tiene que hacer algo y es darle golpes con las
manos y decirle: “Despiértese, despiértese”.
Esta es una manera suave de despertar a
alguien. Si usted sueña despierto en lo
espiritual, esto es muy peligroso y difícil de
librar. Esta forma amable y suave de decir,
despiértese, ese fue el mensaje de Jesús.
Apártate de mí Satanás. Es verdad que fue una
reprensión seria, pero fue en amor.
115
Despiértate Pedro, no continúes durmiendo
porque si continúas durmiendo ciertamente
morirás. Y fue bueno lo que Jesús pudo hacer.
Podemos saber que cada acto de Jesús tuvo un
propósito, y no habló conforme a las pasiones
ni habló con impaciencia. Pero supo lo que
a expresaba en cada palabra.
De igual manera, cuando Dios habló en el
monte de Sinaí, estuvo absolutamente en lo
correcto. Le dijo al pueblo, despiértate que es
tiempo. ¿Qué supone usted cuando se nos da
el mensaje: “¡Aquí viene el esposo; salid a
recibirle!?” ¿Es bueno y dulce semejante a un
caramelo? “Despiértese”, ese sería el mensaje.
Es el mismo mensaje que se dio en el monte
Sinaí y el que se dio a Pedro. Tenemos que
entender claramente que un mensaje tal no
agrada a nuestra naturaleza humana. Pero
tenemos que aceptarlo con fe porque es un
Dios de amor quien nos da ese mensaje. ¡Pero
cuántos vuelven su corazón contra Dios en ese
momento! Judas lo hizo al acariciar más sus
propios sentimientos que a Cristo. Se
impacientaba mucho cuando Jesús le hablaba
sólo pocas palabras. Si Jesús le hubiera dicho
a Judas: “Apártate Satanás”, por el orgullo que
tenía habría explotado. Jesús le enseñaría la
lección en forma indirecta, para despertarlo a
través de las serias lecciones en la fiel
presentación del mensaje. Jesús lo haría un
poco igual que con el pueblo de Israel.
Es muy difícil de comprender el mensaje la
persona que es torpe y está en la condición
laodicense porque sólo cierra su corazón. En
la fiesta que se hizo en la casa Simón, Judas
fue el primero que empezó a murmurar y
Jesús hizo muy claro que esas murmuraciones
eran malas. No señaló a Judas, pero con el
acto se lo dijo personalmente, y Judas propuso
vengarse. Dijo para sí mismo: “Le voy a
mostrar que no soy el hombre que él piensa
que soy. Soy un ciudadano establecido y hago
lo correcto. Todo lo que el Señor me ordena
lo hago y se lo voy a mostrar”. Esa fue su
opinión hecha a su manera, y trató de
mostrarle que era el mejor discípulo al

traicionarlo. ¿No suena eso extraño? Lo
traicionó al ser forzado a defenderse a sí
mismo como prueba de que era un hijo de
Dios. Esta fue la situación con el discípulo.
Tristemente Judas nunca vio su situación sino
hasta el último momento cuando Jesús lavó
los pies a sus discípulos, pero no aceptó la
humillación. Los otros discípulos la aceptaron
y fueron profundamente movidos, aunque
eran todavía torpes. Cuando Jesús les dijo que
oraran y velaran, ¿por qué cayeron dormidos?
Sintieron un poco de simpatía al orar Jesús
con fervor, pero luego cayeron dormidos otra
vez. Y cuando la turba llegó y tomaron a Jesús
por la fuerza Pedro hizo muy poco, y el resto
lo abandonó. Por supuesto, lo que Pedro hizo
por su Señor fue bajo la promesa que cuando
fuera el rey podía tener poder. Pero cuando
vio a Jesús atado de manos y no se libraba,
entonces huyó. Un momento después negó a
su Señor con maldiciones y juramentos.
Deseamos volver a este evento y ver cómo
Pedro se despertó finalmente. Es muy
importante entenderlo. pero antes de hacer
esto observemos a los discípulos como un
todo. Deseamos ver cómo ellos se
arrepintieron y en su experiencia de
arrepentimiento podemos ver lo débil que es
nuestro arrepentimiento hoy. Meditemos
acerca de la historia para que podamos
despertarnos. Abramos el libro Los Hechos de
los Apóstoles, página 29.
“Cuando los discípulos volvieron del Olivar
a Jerusalén, la gente los miraba, esperando ver
en sus rostros expresiones de tristeza,
confusión y chasco; pero vieron alegría y
triunfo. Los discípulos no lloraban ahora
esperanzas frustradas. Habían visto al
Salvador resucitado, y las palabras de su
promesa de despedida repercutían
constantemente en sus oídos.” En ese
momento sus mentes estaban realmente llenas
de buenas cosas, llena de pensamientos acerca
de Jesús. Y por esta razón se les llamó
cristianos también, porque antes de recibir el
nombre de cristianos hablaban constantemente
116
de Cristo. A ellos se les dio el don del
verdadero arrepentimiento, y no podemos
negarnos a recibir este don.
“En obediencia a la orden de Cristo,
aguardaron en Jerusalén la promesa del Padre,
el derramamiento del Espíritu. No esperaron
en la ociosidad. El relato dice que
permanecieron ‘de continuo en el templo,
alabando y bendiciendo a Dios.’ Se reunieron
también para presentar sus pedidos al Padre en
el nombre de Jesús y sabían que tenían un
Representante en el cielo, un Abogado ante el
trono de Dios. Con temor reverente se
postraron en oración, repitiendo las palabras
impregnadas de seguridad: ‘Todo cuanto
pidieres al Padre en mi nombre, os lo dará.
Hasta ahora nada habéis pedido en mi
nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro
gozo sea cumplido’ (Juan 16:23).” Es
interesante que Jesús dice que hasta ahora no
habéis pedido en mi nombre. Quiere decir:
“Hasta ahora vosotros no habéis pedido
realmente y comienzan a suplicar alto y
todavía más alto”. “Extendían más y más la
mano de la fe, con el poderoso argumento:
‘Cristo es el que murió; más aún, el que
también resucitó, quien además está a la
diestra de Dios, el que también intercede por
nosotros’ (Romanos 8:34). ¡Qué preciosas
eran esas palabras para ellos y no sólo eran
palabras sino doctrina!
“Mientras los discípulos esperaban el
cumplimiento de la promesa, humillaron sus
corazones con verdadero arrepentimiento, y
confesaron su incredulidad.” Esto es
importante, humillaron sus corazones en
verdadero arrepentimiento. Aquí puede usted
ver cómo la gracia divina y el esfuerzo
humano cooperan. ¿De dónde viene el
arrepentimiento? Nosotros no podemos
producir arrepentimiento, solamente Dios.
¿Pero cuál es la parte que nos toca hacer? Lo
nuestro es humillar nuestros corazones y
confesar la incredulidad. A los discípulos Dios
les dio el arrepentimiento y se humillaron,
esto es, se sometieron a la voz del Espíritu

Santo o a la voz de la conciencia que les habló
y confesaron su incredulidad. ¿Cómo
comenzamos a ver que el pecado es pecado?
¿Cómo podemos despertar de nuestro estado
de embotamiento? Veámoslo. “Al recordar las
palabras que Cristo les había hablado antes de
su muerte, entendieron más planamente su
significado.” ¿Qué hicieron? Evocaron las
palabras de Cristo. En otras palabras, la mente
se concentró en el tema. Constantemente
evocaron la vida de Cristo, probablemente
tomaron nota de lo que hizo y habló, luego
intercambiaron lo que escribieron. Repitieron
constantemente estas palabras y algunos las
compararon con las escrituras del Antiguo
Testamento. Posiblemente fueron impactados,
y creo que el Espíritu Santo los guió en esto.
Se ocuparon más y más en este importante
tema, absorbió toda otra cosa y todo otro
interés era absolutamente secundario. “Al
recordar las palabras que Cristo les había
hablado antes de su muerte, entendieron más
planamente su significado. Fueron traídas de
nuevo a su memoria verdades que habían
olvidado, y las repetían unos a otros.” ¿Quién
trajo verdades a su memoria? El Espíritu
Santo, pero no sin su cooperación y hablaron
las palabras de Dios cuando el Espíritu las
traía a sus mentes.
Tengo que decirlo por experiencia propia
que después que uno se concentra en las cosas
divinas, hay un tren de pensamientos que
aumenta más y más. Si usted sigue el estudio
y no duerme, se dará cuenta que el Espíritu
Santo le da más reflexión, ve conexiones y
recuerda pasajes en su mente que confirman el
tema. Ciertamente esta es la obra del Espíritu
Santo, pero sólo si cooperamos. Si nos
esforzamos y ponemos nuestra mente en las
cosas correctas, entonces el Espíritu Santo
obra. “Se reprocharon a sí mismos el haber
comprendido tan mal al Salvador.” Pudieron
haber dicho: “Bien, no pudimos entender el
punto. Es muy duro para nosotros comprender
todas las cosas en sólo tres años, y además El
debe ser más considerado con nosotros. Por
117
favor, somos simplemente lentos, no corra
tanto, espéranos”. Pero esta no fue su actitud
en ninguna manera. Sino que dice: “Se
reprocharon a sí mismos el haber
comprendido tan mal al Salvador”. Querían
decir que estaban embotados. Esa admisión es
una gran victoria. Usted puede imaginarse
cuánto los ángeles del cielo se regocijaron
cuando escucharon esto. Se sintieron
frustrados frente al hecho de que eran los
discípulos que estuvieron junto al Comandante
del cielo durante tres años y medio, y no lo
comprendieron. Tuvo que haber sido una
terriblemente desilusión para los ángeles que
acompañaron a Jesús. Pero ahora cuando
vieron el punto y pudieron expresarlo, qué
felices fueron. Yo puedo sentir que hubo
cantos en el cielo en el momento que los
discípulos se reunieron y se reprocharon por la
incomprensión hacia su Salvador.
Al comienzo de este campamento pregunté
que si realmente entendíamos nuestro
privilegio de estar aquí. ¿Podemos ver que
nuestro privilegio es el mismo que los
discípulos tuvieron en ese tiempo? “Como en
procesión, pasó delante de ellos una escena
tras otra de su maravillosa vida. Cuando
meditaban en su vida pura y santa, sentían que
no habría trabajo demasiado duro, ni sacrificio
demasiado grande, si tan sólo pudiesen ellos
atestiguar con su vida la belleza del carácter
de Cristo. ¡Oh, si tan sólo pudieran vivir de
nuevo los tres años pasados, pensaban ellos,
de cuán diferente modo procederían!” No
miraron atrás para complacerse a sí mismos
diciendo que habían hechos todo
correctamente, que habían cometido algunos
errores, pero se sabe que ninguno se hace
maestro en un momento. ¿Se veían a menudo
así los discípulos? Podemos verlos y decir que
no aprendieron todo de una vez, Jesús tuvo
que tener mucha paciencia con ellos, y tiene
que tener la misma paciencia con nosotros.
¿Es esa nuestra actitud? Sí, esa es.
No tenemos esa actitud de los discípulos.
Ellos no pensaron en estas líneas. Pero eso fue

como los Israelitas pensaron en el monte
Sinaí. Miraron hacia atrás y dijeron: “Está
bien, cometimos algunos errores, pero usted
sabe, tenemos que aprender”. Jesús pudo
haberlos excusado pero ellos no debieron
haberse excusado a sí mismos. De igual
manera, Jesús puede excusarnos, pero cuando
nos excusamos nosotros mismos algo está
mal. “Cuando meditaban en su vida pura y
santa ...” En otras palabras, ellos llenaron sus
mentes de lo que es noble, puro, santo y todo
lo que es de buen nombre. Así, su confianza
en su relación con Jesús crecía más y más en
poder, y consecuentemente su paz llegó a ser
más grande. “Cuando meditaban en su vida
pura y santa, sentían que no habría trabajo
demasiado duro, ni sacrificio demasiado
grande, si tan sólo pudiesen ellos atestiguar
con su vida la belleza del carácter de Cristo”
¿Es esta nuestra actitud, que ningún sacrificio
es demasiado duro y que podemos renunciar a
nuestras cosas costosas, a nuestra comodidad
y a nuestras facilidades por la causa?. ¿Y para
ir más allá, estaríamos dispuestos a renunciar
a nuestra familia, como lo hizo Job?
¿Podemos dar nuestra propia vida? Esa es una
pregunta que cada cual debe hacerse. “¡Oh, si
tan sólo pudieran vivir de nuevo los tres años
pasados, pensaban ellos, de cuán diferente
modo procederían! Si sólo pudieran ver al
Señor de nuevo, cuán fervorosamente tratarían
de mostrar la profundidad de su amor y la
sinceridad de la tristeza que sentían por
haberle apenado con palabras o actos de
incredulidad. Pero se consolaron con el
pensamiento de que estaban perdonados. Y
resolvieron que, hasta donde fuese posible,
expiarían su incredulidad confesándolo
valientemente delante del mundo.”
Este es siempre el fruto del verdadero
arrepentimiento. Hay un esfuerzo por redimir
nuestro fracaso pasado. Si hemos robado algo
debemos devolverlo y no sólo devolverlo sino
doble y hasta tres veces más. Si usted a
mentido a alguien y desea confesarlo a la otra
persona, sea claro y de ahí en adelante sea
118
honesto con ella. Si hemos cometido otro
pecado debemos confesarlo porque deseamos
confesar nuestra incredulidad, pues así lo
deseamos. El otro asunto es que los discípulos
desearon expiar su incredulidad al confesar
valientemente a Cristo delante del mundo.
¿Cómo podemos nosotros expiar? Al
confesarlo valientemente. Ese fue el pecado
anterior, pues lo negaron. Pedro lo negó al
decir que no lo conocía, y los hizo con
juramentos y maldiciones. Esta es una terrible
vergüenza. Ahora él desea expiar al confesarlo
valientemente delante del mundo diciendo:
“Yo creo y estaré con El, aunque me cueste la
vida”. Esta será nuestra actitud también si le
permitimos al Espíritu que nos guíe. Ahora, la
benignidad de Dios ha de ser vista cuando
meditemos en las alturas o en la forma que El
nos despierte.
ESTUDIO 19
En el último estudio comenzamos a ver la
obra del arrepentimiento, y lo vimos tan
necesario para recibir el don del Espíritu
Santo, el refrigerio del Señor. El
arrepentimiento es la obra que la precede.
Esto se confirma con declaraciones y deseo
leer algunas de ellas con usted ahora. Una está
en el libro de Joel 2:28. “Y después de esto
derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y
profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas;
vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros
jóvenes verán visiones.”
Esta es una promesa que conocemos muy
bien, la cual esperamos y por la cual oramos.
La obra que la precede está descrita en los
versículos anteriores. Retrocedamos un poco
al versículo 12. Esta es la obra que precede al
Espíritu Santo. “Por eso pues, ahora, dice
Jehová, convertíos a mí con todo vuestro
corazón, con ayuno y lloro y lamento.” Esto

no es sentimentalismo. Ayunar significa
apartar todas las cosas que nos impiden tener
una mente clara que nos habilita para
controlar los sentimientos por la razón. Luego
llorar. ¿Llorar acerca de qué? Llorar por la
pecaminosidad del pecado en mí primero que
todo, y por el pecado del mundo también.
Luego lamento. No lamento en la forma
sentimental sino lamento acerca del pecado.
“Rasgad vuestro corazón, y no vuestros
vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios;
porque misericordioso es y clemente, tardo
para la ira y grande en misericordia, y que se
duele del castigo. ¿Quién sabe si volverá y se
arrepentirá y dejará bendición tras de él, esto
es, ofrenda y libación para Jehová vuestro
Dios?”
Cuando dice aquí que Dios se arrepiente, su
arrepentimiento no es como el de nosotros
Con nosotros arrepentimiento significa
cambio de corazón; con Dios arrepentimiento
es el cambio de circunstancias. Debemos saber
que los caminos de Dios son más altos que
nuestros caminos. Cuando habla del
arrepentimiento de Dios significa cambio de
circunstancias. ¿Qué significa el
arrepentimiento de Dios aquí? Cuando Dios se
arrepiente significa que las circunstancias han
cambiado. Antes Dios no podía bendecirnos y
ahora puede bendecirnos. “Tocad trompeta en
Sion, proclamad ayuno, convocad asamblea.
Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad
a los ancianos, congregad a los niños y a los
que maman, salga de su cámara el novio, y de
su tálamo la novia.”
¿Qué significa esto? Significa ser libre del
sentimentalismo. Comparemos este pasaje con
otro que hallamos en 1 Corintios 7:29-33.
“Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es
corto; resta, pues, que los que tienen esposa
sean como si no la tuviesen; y los que lloran,
como si no llorasen; y los que se alegran,
como si no se alegrasen; y los que compran,
como si no poseyesen; y los que disfrutan de
este mundo, como si no lo disfrutasen; porque
la apariencia de este mundo se pasa. Quisiera,
119
pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero
tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo
agradar al Señor; pero el casado tiene cuidado
de las cosas del mundo, de cómo agradar a su
mujer.” Quiero que ninguno diga ahora que yo
estoy diciendo que se separen de sus esposas.
Esto sería una confusión satánica nuevamente.
Usted puede elegir seguir estas ideas pero sepa
que estos pensamientos no son de Dios. El
punto es que tenemos que realmente vivir una
vida nueva antes de la segunda venida de
Cristo. Significa que cortemos todo
sentimentalismo. Los que tienen esposas como
si no la tuvieran, los que lloran como si no
lloraran, los que se alegran como si no se
alegraran. En otras palabras, si nuestra
atención es primero sobre estas cosas,
entonces no estamos preparados para la venida
del Señor.
¿Recuerda el ejército de Gedeón? Ellos eran
diez mil personas que marchaban a la batalla y
Dios dijo que eran muchos. Gedeón los
condujo a la orilla del río y algunos se
acostaron a descansar en el valle y bebieron
agua y otros bebieron un poco de agua nada
más. Los que avanzaron tenían un propósito
en mente y ese era la batalla. Para los otros
eso era secundario. Para los que descendieron
al valle su deseo primordial fue calmar su sed
y lo secundario fue la batalla. Hoy estamos
ante esta decisión y es la decisión de lucha
laodicence. Ante esta decisión hay dos
opciones: O descendemos al valle y gozamos
los placeres de este mundo o avanzamos
teniendo las demás cosas como secundarias.
Eso es lo que Pablo quiere decir aquí. ¿Dónde
está nuestra atención y qué es lo primero en
nuestra vida? Esto es exactamente lo que
leímos en Joel capítulo 2.
“Tocad trompeta en Sion, proclamad ayuno,
convocad asamblea. Reunid al pueblo,
santificad la reunión, juntad a los ancianos,
congregad a los niños y a los que maman,
salga de su cámara el novio, y de su tálamo la
novia.” En otras palabras, que todos se reúnan
aunque haya niños de brazos. Esto es serio; no

los deje en casa o detrás, sino que reúnanse
todos, es el urgente llamado del Señor. ¿Con
qué propósito? “Entre la entrada y el altar
lloren los sacerdotes ministros de Jehová, y
digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no
entregues al oprobio tu heredad, para que las
naciones se enseñoreen de ella.” ¿Dónde
encontramos un pueblo hoy que ore igual? Lo
que se describe aquí son hombres de oración.
Eso es lo que Dios desea otorgar, y nos habla
a todos no sólo a los ministros o al mensajero.
Nos desafía para hacer esta misma obra
descrita aquí, y con este propósito somos
llamados a congregarnos. Con este propósito
el novio es llamado a salir de su cámara. Por
esta causa declaro que este no es el tiempo
para pensar en novia o novio, esposa o esposo,
sino que es el tiempo para pensar en la
terminación de la obra. Salga de su cámara y
de su tálamo y en confianza haga este trabajo
“Entre la entrada y el altar lloren los
sacerdotes ministros de Jehová, y digan:
Perdona, oh Jehová, a tu pueblo”.
Usted sabe que la gente no es muy
adiestrada, por lo menos en algunos lugares, y
tengo que decir que no hay una disciplina.
Nosotros necesitamos hacer estas oraciones.
“Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no
entregues al oprobio tu heredad, para que las
naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han
de decir entre los pueblos: Dónde está su
Dios?. Y Jehová, solícito por su tierra,
perdonará a su pueblo.” Esta es la promesa
que debemos recordar, pero no pasemos por
alto la condición. Si hallamos que esta es
nuestra experiencia, si oramos como se
describe en el versículo 17, entonces el Señor
será solícito por su tierra, y perdonará a su
pueblo.
“Responderá Jehová, y dirá a su pueblo: He
aquí yo os envío pan, mosto y aceite, y seréis
saciados de ellos; y nunca más os pondré en
oprobio entre las naciones.” Pan, mosto y
aceite, todos estos son símbolos para la obra
de Dios, lo cual enviará en abundancia y
suplirá la necesidad, y no seremos más
120
oprimidos entre las naciones. Abramos ahora
el libro Primeros Escritos, página 269. Aquí
vemos también que el arrepentimiento es una
condición para recibir la lluvia tardía.
“Vi que algunos, con fe robusta y gritos
acongojados, clamaban ante Dios. Estaban
pálidos y sus rostros demostraban la profunda
ansiedad resultante de su lucha interna.
Gruesas gotas de sudor bañaban su frente;
pero con todo, su aspecto manifestaba firmeza
y gravedad. De cuando en cuando brillaba en
sus semblantes la señal de la aprobación de
Dios, y después volvían a quedar en severa,
grave y anhelante actitud.” ¿Qué clase de
personas son estas? Son las personas que
hacen de la obra de Dios la primera
consideración. No son los que se acuestan
para beber agua, sino los que están en acción y
tienen un blanco. No es una lucha fácil y son
para los que oran como leímos en el libro de
Joel.
“Los ángeles malos los rodeaban,
oprimiéndolos con tinieblas para ocultarles la
vista de Jesús y para que sus ojos se fijaran en
la obscuridad que los rodeaba, a fin de
inducirlos a desconfiar de Dios y murmurar
contra él.” Es decir, es una tentación poderosa
contra el sentimentalismo y en la que Satanás
desea introducirlos. Después veremos cómo
Satanás intentó meter a Jesús en el
sentimentalismo y sabe cómo hacerlo, y en
esto ejerce toda su habilidad. “Su única
salvaguardia consistía en mantener los ojos
alzados al cielo ...” ¿Cuáles ojos? Los ojos
espirituales, esto es, los ojos de la mente para
mantener los pensamientos puestos en el
propósito, semejante a la aguja de la brújula.
“... pues los ángeles de Dios estaban
encargados del pueblo escogido y, mientras
que la ponzoñosa atmósfera de los malos
ángeles circundaba y oprimía a las ansiosas
almas, los ángeles celestiales batían sin cesar
las alas para disipar las densas tinieblas.”
“De cuando en cuando Jesús enviaba un
rayo de luz a los que angustiosamente oraban,
para iluminar su rostro y alentar su corazón.

Vi que algunos no participaban en esta obra de
acongojada demanda, sino que se mostraban
indiferentes y negligentes, sin cuidarse de
resistir a las tinieblas que los envolvían, y
éstas los encerraban como una nube densa.”
Estos indiferentes no es la gente del mundo.
Ellos están con el pueblo de Dios en ese
momento y no participaban en la obra de
aflicción exigida. Pregúntese usted dónde se
encuentra. La hermana White observa pero no
es la que dice que son indiferentes y
negligentes sino ese es el juicio que da Jesús.
Pero el cuadro que ella vio indicaba esto con
claridad. ¿Y por qué mostró Dios un cuadro
semejante a este? Porque en realidad son
indiferentes y negligentes. Si usted les
preguntara, ¿son ustedes indiferentes y
negligentes? Le contestarían, en ninguna
manera, por qué piensa eso de nosotros. “Los
ángeles de Dios se apartaron de ellos y
acudieron en auxilio de los que anhelosamente
oraban. Vi ángeles de Dios que se apresuraban
a auxiliar a cuantos se empeñaban en resistir
con todas sus fuerzas a los ángeles malos y
procuraban ayudarse a sí mismos invocando
perseverantemente a Dios. Pero nada hicieron
sus ángeles por quienes no procuraban
ayudarse a sí mismos, y los perdí de vista.”
(Página 270).
No quisiéramos dejar a nadie rezagado y lo
que deseamos es ser buenos pastores para
tener cuidado de la última oveja. Este es el
carácter de Dios y no hay duda de esto. Pero
vendrá el tiempo cuando los que no hacen
esfuerzos por ellos mismo, se quedarán, y se
perderá el tiempo intentando animarlos.
Debieran ahora comer el alimento por sí
mismos. En otras palabras, tenemos que ser
amonestados de que vendrá el tiempo cuando
algunos quedaremos atrás. Lo que se espera de
nosotros no es un conocimiento de gran
intelectualidad, ni es una dotación
extraordinaria que no tenemos. Todo lo que se
espera es cooperar con las agencias divinas
que trabajan en este tiempo. Eso es todo, tan
fácil y simple que hasta los niños lo pueden
121
alcanzar. La gracia de Dios hará el resto y
hará más de lo que nosotros podemos hacer.
Pero debemos cooperar y entonces veremos la
bendición.
“Pregunté cuál era el significado del
zarandeo que yo había visto, y se me mostró
que lo motivaría el testimonio directo que
exige el consejo que el Testigo fiel dio a la
iglesia de Laodicea.” ¿Puede ver usted que la
descripción aquí en este libro es realmente la
descripción del verdadero arrepentimiento que
es motivado por el testimonio del Testigo fiel
a los laodicenses, y que este testimonio
conduce al zarandeo entre el pueblo de Dios?
“Vi que el testimonio del Testigo fiel había
sido escuchado tan sólo a medias. El solemne
testimonio del cual depende el destino de la
iglesia se tuvo en poca estima, cuando no se lo
menospreció por completo.” ¿Es esto verdad?
Espero que no, y con seguridad se pasó por
alto en el pasado. Pero sinceramente espero
que desde el año pasado no lo hemos
menospreciado más. “Este testimonio ha de
mover a profundo arrepentimiento. Todos los
que lo reciban sinceramente lo obedecerán y
quedarán purificados.
“Dijo el ángel: ‘Escuchad.’ Pronto oí una
voz que resonaba dulce y armoniosa como
concertada sinfonía. Era incomparablemente
más melodiosa que cualquier música que yo
hubiese oído hasta entonces, parecía henchida
de misericordia, compasión y gozo santo y
enaltecedor. Conmovió todo mi ser.” Esta es
ahora la descripción de la lluvia tardía. Así,
usted puede ver los eventos claramente en este
capítulo. Primero, el mensaje laodicense
motiva un profundo arrepentimiento que se
describe aquí como angustioso y, a su turno,
produce un zarandeo, luego llega la lluvia
tardía. Ahora comprendo mejor cómo la
hermana White describe esto en Testimonios
para los Ministros, página 507, que cuando la
lluvia tardía se derrame algunos a nuestro
derredor no la discernirán.
“Muchos, en gran medida, han dejado de
recibir la lluvia temprana. No han obtenido

todos los beneficios que Dios ha provisto para
ellos por medio de ella. Esperan que la
deficiencia sea suplida por la lluvia tardía.”
Ellos oran por la lluvia tardía y esperan que
ella abastezca la falta de esfuerzo actual.
“Cuando se conceda la gracia en forma
abundante y rica, se proponen abrir sus
corazones para recibirla.” El lenguaje que el
indolente expresa es: Yo puedo lograrla
todavía, y no necesito hacer esfuerzo ahora.
“Están cometiendo una terrible
equivocación. La obra que Dios ha
comenzado en el corazón humano al darle su
luz y conocimiento, debe progresar
continuamente. Todo individuo debe ser
consciente de su propia necesidad. El corazón
debe estar exento de contaminación, y limpio,
para que en él more el Espíritu. Por medio de
la confesión y el abandono del pecado, por
medio de la oración ferviente y la
consagración a Dios, los primeros discípulos
se prepararon para el derramamiento del
Espíritu Santo en el día de Pentecostés. La
misma obra, sólo que en mayor medida, debe
realizarse ahora. En aquel entonces el
instrumento humano sólo tenía que pedir la
bendición y esperar que el Señor
perfeccionara la obra concerniente a él. Es
Dios quien comienza la obra, y la terminará,
perfeccionando al hombre en Cristo Jesús.”
“Pero no debe descuidarse la gracia
representada por la lluvia temprana. Sólo los
que estén viviendo a la altura de la luz que
tienen, recibirán más luz. A menos que
estemos avanzando diariamente en la
ejemplificación de las virtudes cristianas
activas, no reconoceremos las manifestaciones
del Espíritu Santo en la lluvia tardía. Podrá
estar derramándose en los corazones de los
que están en torno de nosotros, pero no lo
percibiremos ni lo recibiremos.” Esta es una
amonestación seria. No esperemos que vamos
a ver la lluvia tardía y entonces nos uniremos
y marcharemos con el ejército. Para eso es
demasiado tarde. Pablo y la hermana White
dicen que este es el tiempo para angustiarnos
122
porque estamos viviendo exactamente en ese
tiempo. Algunos afligen su corazón y otros no
hacen esfuerzos por sí mismos y
eventualmente los ángeles los dejarán. No
piense ni aun pase por su mente que esto
significa que Jesús es de corazón frío. El es
todavía el buen pastor y está cuidando a cada
oveja, pero no puede hacer todas las cosas por
nosotros. Hay algo que tenemos que hacer sin
cerrar la puerta, y tenemos que mantenerla
abierta. Dejemos este capítulo aquí, aunque es
muy interesante, porque nos habla de la
necesidad del arrepentimiento para recibir la
lluvia tardía.
Pero ahora tenemos que mirar más
profundo para saber qué es el arrepentimiento,
porque se ha entendido mal. Un punto es que
el arrepentimiento se alimenta por el temor. Si
el temor es la base del arrepentimiento
entonces no es arrepentimiento verdadero. Y
aquí venimos otra vez a la cuestión del
sentimentalismo. Porque hay un
arrepentimiento sentimental y hay un
arrepentimiento verdadero. ¿Qué es el
sentimentalismo? Cuando nuestros
sentimientos gobiernan sobre la razón.
¿Cuáles son los sentimientos en este caso? El
temor. Cuando el temor es la base
fundamental del arrepentimiento, entonces es
un arrepentimiento sentimental, porque es un
arrepentimiento sustentado por los
sentimientos. Pero hay otro arrepentimiento
que no es sustentado por los sentimientos, sino
por convicciones profundas de la mente. Estas
convicciones son las convicciones de la
benignidad de Dios, y eso es lo que guía al
verdadero arrepentimiento. Pero antes de
entender mal la benignidad de Dios, ella no es
dulce semejante a un caramelo; no es todo paz
y sosiego. Esa no es la benignidad de Dios. La
benignidad de Dios se ve en el consejo del
Testigo fiel que declara la verdad.
Si usted desea un amigo, ¿qué clase de
amigo desea? ¿Desea un amigo que lo
halague? ¿O quiere un amigo que le diga que
su rostro está sucio para que usted lo limpie?

Por supuesto, usted desea un amigo que le
diga la verdad naturalmente. Pero algunos
desean amigos que sólo los halaguen. Los
reyes y los presidentes tienen personas a su
lado para que los adulen, y desconfían siempre
de ellas porque nunca les dicen la verdad.
Demos gracias porque Cristo es el Testigo
fiel, y en esto debemos ver la benignidad de
Dios. Si vemos la benignidad de Dios,
entonces arrepintámonos porque este es el
mensaje laodicense que nos guía al
arrepentimiento. Uno puede preguntarse:
¿Cómo puede el mensaje laodicense guiar al
arrepentimiento si no fuera la benignidad de
Dios? Pero nos guía al arrepentimiento porque
la Biblia lo dice, y es la benignidad de Dios la
que nos guía al arrepentimiento. El mensaje
del Testigo fiel es una evidencia de su amor
hacia nosotros. Y esto es lo que el Espíritu
Santo espera ver de nosotros. El verdadero
arrepentimiento tiene como fundamento la
clara convicción de la benignidad de Dios.
Un error que se practica con frecuencia es
no entender cómo es que obra el
arrepentimiento. Muchos piensan que el
arrepentimiento es la parte que tenemos que
hacer. Esto es algo que tenemos que hacer con
el mayor esfuerzo diligente. Nuestro mayor
esfuerzo diligente es arrepentirnos. Luego
pensamos que nos conduce al perdón del
pecado y, a su turno, nos guía a la benignidad
de Dios. Decimos: “¡Cuán bueno es Dios que
nos ha perdonado!”, y después de ver la
benignidad de Dios pensamos que recibimos
la paz con Dios. Decimos: “Solamente
podemos tener paz con Dios cuando vemos su
benignidad”. ¿Es este el camino de la fe? Este
es el camino de la incredulidad. No es después
de ver la benignidad de Dios cuando
recibimos paz con Dios. Debemos tener paz
con Dios porque creemos en El, aunque no
entendamos. ¿Cómo recibió Job la paz con
Dios? Al creer en su Palabra y al confiar en El
en toda circunstancia, y no al ver su ternura.
Tuvo paz con Dios porque se rindió al
Todopoderoso. La benignidad de Dios es la
123
fuente del perdón, no el fruto. Puede ser
también el fruto pero es la fuente. La cosa
peor en este cuadro es que tendemos a pensar
que el arrepentimiento es nuestro esfuerzo
diligente el cual produce perdón. Esto es
justicia por obras nuevamente.
Este es el verdadero cuadro: necesitamos
comprender que la gracia de Cristo hace todo
realmente. Comienza con el hecho de
atraernos a Cristo, semejante al magnetismo.
Nos atrae aun antes de que demos una
respuesta, pero algunas veces tenemos que dar
una respuesta para ser más atraídos. Esta
atracción hacia Cristo nos revela la benignidad
de Dios. Pero la benignidad de Dios puede ser
vista cuando estudiamos su Palabra y esa es
nuestra parte. Si no estudiamos nunca la
Biblia, ¿cómo podemos ver la bondad de
Dios? Nuestro esfuerzo diligente es estudiar y
mientras estudiamos sentimos que Cristo nos
atrae más, y veremos más su benignidad.
Ahora usted puede ver que son necesarias las
dos cosas: la gracia de Dios y nuestro esfuerzo
diligente. “Por la gracia de Dios y sus propios
y diligentes esfuerzos deberán ser vencedores
en la lucha con el mal” (El Conflicto de los
Siglos, pág. 478).
Llevando esto en mente vamos a la
ilustración para ver que es por la gracia divina
que Cristo nos atrae junto con nuestro propio
y diligente esfuerzo, lo cual es el estudio de la
Palabra; allí veremos la revelación del carácter
de Dios o su benignidad. A la vez esto nos
conduce al arrepentimiento. Y aquí vemos
claramente que el arrepentimiento es un don
que recibimos en la gracia de Cristo. No es
nuestro esfuerzo diligente sino es un don de
arrepentimiento. Repito que debemos entender
este punto con claridad, y es que no podemos
producir arrepentimiento. Pero hay una parte
que desempeñar por la gracia de Dios y
nuestro diligente esfuerzo. ¿Cuál es nuestro
diligente esfuerzo? La sumisión. Cristo no
puede darnos este don si nosotros no nos
sometemos y no rendimos nuestros pecados.
Es imposible para Dios dar el don porque no

podemos pedirlo sin hacer nada, y sentir la
sensación en el cuerpo de que estoy
arrepentido. Así no es como que Dios obra.
Tenemos que someternos y luego recibimos el
don del arrepentimiento. Esto nos prepara para
recibir perdón porque el arrepentimiento
recibe siempre perdón. Sin arrepentimiento no
hay perdón. ¿Pedemos alcanzar el perdón sin
la cooperación? Nuestra parte aquí es ejercitar
la fe. No es la fe la que nos da un nuevo
corazón sino el poder de Dios, pero ejercitarla
es nuestro. Con esto cooperamos
diligentemente con el Espíritu Santo. Cuando
recibimos el perdón entonces tenemos paz con
Dios, y esta paz sobrepasa todo
entendimiento. Estos son los pasos del
arrepentimiento verdadero, y es por la
revelación de la benignidad de Dios que lo
recibimos de Cristo.
Observará que el ministro puede hacer muy
poco por usted. El puede predicar la Palabra
con toda honestidad, pero es el Espíritu Santo
el que obra en el corazón, y es su propio
diligente esfuerzo el que trae el don al
corazón. Yo necesito enfatizar esto porque
puedo predicarle a usted todo el tiempo, pero
es la benignidad de Dios la que guía al
arrepentimiento. Usted conoce ahora los pasos
que nos guían a ver la benignidad de Dios.
Pienso que a medida que estudiemos la vida
de Cristo veremos esto con más claridad. Otro
punto que deseo mostrar es que el
arrepentimiento verdadero perdurará e incluso
aumentará con el transcurso del tiempo. El
arrepentimiento verdadero no se detiene
ocasionalmente sino será un proceso continuo.
El arrepentimiento es realmente un proceso, y
no es algo que tenemos, ejecutamos y termina.
El debe continuar mientras nosotros vivamos,
y lo veremos mejor a medida que estudiemos
la vida de algunos siervos de Dios. Unas de
las primeras partes del arrepentimiento es el
remordimiento. Pero hay otro arrepentimiento
sentimental que se sustenta por el sentimiento
de temor y dura corto tiempo. Ciertamente
habrá remordimiento, pero este remordimiento
124
termina y luego pecamos otra vez. Estas
personas serán las vírgenes fatuas que
ciertamente no estarán en la cámara con el
novio. Tenemos que vencer el
sentimentalismo para llegar al verdadero
arrepentimiento. El remordimiento que
recibimos a través del arrepentimiento
sentimental no es placentero y hiere en cierto
grado, pero podemos obtenerlo y después de
eso somos libres para pecar otra vez. Que no
seamos de esta clase.
ESTUDIO 20
Ejemplos de arrepentimiento
Regresamos a nuestro estudio acerca de
cómo Dios edifica la familia para producir la
simiente que aplastará la cabeza de la
serpiente. Vimos que edificará la familia al
vencer el sentimentalismo. De hecho, pienso
que usted comienza a ver ahora este mal,
llamado crimen por la hermana White, el
sentimentalismo, que ha sido un manto negro
para el pueblo de Dios, y que ha obstaculizado
efectivamente la continuación de la obra. Es
algo que Satanás ha usado para atarnos a esta
tierra, a tal grado que la obra ha sido
demorada repetidas veces. Ahora viene el
llamado a despertar, que es igual que el
llamado, “¡aquí viene el esposo; salid a
recibirle!”.
Continuamos nuestro estudio acerca del
genuino arrepentimiento, porque deseamos
conocer cómo arrepentirnos del pecado, y este
es nuestro gran interés en el momento. Ayer
observamos que el temor no puede ser el
motivo del arrepentimiento, porque es un
sentimiento y es más bien el temor a las
consecuencias. Puede ser el temor al castigo o

el temor a la muerte o cualquier otra cosa.
Pero el verdadero arrepentimiento nace
primero que todo de la convicción de la
benignidad de Dios, y en contraste con esto la
verdadera tristeza por nuestros pecados.
Quiere decir, sentimos agonía por la
pecaminosidad del pecado, esto es algo que
sólo Cristo puede producir y por esta razón
estamos mirando un poco dentro de este
factor.
Algunos han cometido el error que tiene
que producir el arrepentimiento y entonces
Dios les da el perdón. Dios es el que otorga el
don del arrepentimiento, pero nuestra parte es
quitar los obstáculos y abrir nuestros
corazones para recibir el arrepentimiento.
Tenemos que reconocer, y no hay ninguno en
este salón que puede negar esto, pues Cristo
está continuamente invitando y lo hace sea
que lo solicitemos o no, porque murió por
nosotros siendo aún pecadores. No obstante,
podemos resistir ser atraídos por la libertad
que tenemos, y así llegamos a debilitarnos
tanto hasta no sentirlo más. Pero si nos
rendimos a este llamado y lo alimentamos con
nuestro estudio diligente de la Biblia, veremos
la revelación de la benignidad de Dios como
nunca antes. Esto nos guía al verdadero
arrepentimiento, y aquí se nos exige a
someternos, porque la parte más difícil es
nuestra parte. ¿Está usted listo para
someterse? Si en realidad no nos sometemos
es inmundicia. Y si lo hacemos, este
arrepentimiento se profundizará y nos
preparará para recibir el perdón, porque es
cuando odiamos y detestamos el pecado que
se hace la separación del pecado y Jesús puede
sanarnos con su perdón. Ahora necesitamos
ejercer fe, y cuando ejerzamos la fe Dios nos
dará la paz con El a través de este perdón. La
cita que leímos está en El Conflicto de los
Siglos, página 478. “Por la gracia de Dios y
sus propios y diligentes esfuerzos deberán ser
vencedores en la lucha con el mal.”
Pero aquí hay una trampa en la cual nunca
debemos caer y es que nunca debemos
125
apoyarnos sobre nuestros propios y diligentes
esfuerzos. No debemos apoyarnos sobre eso
porque es una trampa en la cual nos quiere
meter Satanás cuando estudiamos el
arrepentimiento. Usted tiene que apoyarse en
la gracia de Cristo, es decir, depender de la
gracia de Cristo y, sin embargo, poner su
diligente esfuerzo. La liberación de nuestra
justicia propia es algo contra lo que debemos
permanecer en guardia. Hay una cita en el
libro Fe y Obras, página 38, donde la hermana
White habla de esa clase que no busca la
justicia de Cristo sino su propia justicia y no
comprende la ciencia de la salvación: “Al paso
que piensan que se entregan a Dios, existe
mucha confianza propia. Hay almas
concienzudas que confían parcialmente en
Dios y parcialmente en sí mismas”.... No hay
victoria en esta clase de fe”. Pero para ser
honesto creo que la mayor parte se pierde,
porque se niegan a poner en acción esta
pequeña cantidad de esfuerzo diligente que es
tan necesario para abrir un diluvio de
bendiciones por parte de Dios. Este es el
problema real.
Ahora necesitamos estudiar más el trabajo
del verdadero arrepentimiento. Ayer
mencionamos que el verdadero
arrepentimiento no es un acto que acontece
una sola vez, sino es un proceso que dura
mientras nosotros vivamos. Vimos que los
discípulos, por ejemplo, antes del día de
Pentecostés se reunían para alabar
continuamente a Dios en el templo, que sus
mentes estaban llenas de cosas celestiales, que
sentían congoja real por haber descuidado el
tiempo de tres años y medio. Sentían el
tiempo perdido, el embotamiento de sus
capacidades intelectual y espiritual por no
haber hecho el uso completo de ellas.. Y esto
era porque vivían un mundo imaginario y de
estas ilusiones se arrepentían ahora. Había
remordimiento verdadero y tenían la paz del
perdón.
Estudiemos a Pedro por un momento y
veamos cómo obró en él. Recuerda que Jesús

le dijo: “Pedro, tú me negarás tres veces”, y
Pedro le dijo: “No, yo no te voy a negar”.
Jesús le dijo: “Yo sé que lo harás”. Y
finalmente cuando la situación llegó y Jesús
fue arrestado por la turba, los discípulos
intentaron pelear, pero cuando vieron que
Jesús permitió el ultraje salieron huyendo. A
pesar de todo, Pedro y Juan desearon seguir a
Jesús al concilio y escucharon todo lo que le
decían. Pedro se impacientó, pero al mismo
tiempo no quiso ser reconocido. La turba y sus
sentimientos se describen bien en El Deseado
de Todas las Gentes, página 657. “Pero una
angustia más intensa desgarraba el corazón de
Jesús; ninguna mano enemiga podría haberle
asestado el golpe que le infligió su dolor más
profundo. Mientras estaba soportando las
burlas de un examen delante de Caifás, Cristo
había sido negado por uno de sus discípulos.”
Hallo que esta es una declaración interesante.
Estudiamos esta semana acerca del enemigo
más grande a quien debemos temer, y es el yo.
Leímos esta mañana una declaración en el
libro Mensajes Selectos, tomo 1, página 142:
“Los que fueron portaestandartes antaño
sabían lo que era luchar con Dios en oración y
disfrutar del derramamiento de su Espíritu.
Pero los tales están desapareciendo del
escenario, ¿y quiénes surgen para ocupar sus
lugares? ¿Cómo es la nueva generación? ¿Está
convertida a Dios? ¿Estamos atentos a la obra
que se realiza en el santuario celestial, o
estamos esperando que algún poder
apremiante venga a la iglesia antes de que nos
despertemos? ¿Esperamos ver que se reavive
toda la iglesia? Ese tiempo nunca llegará.
“Hay personas en la iglesia que no están
convertidas y que no se unirán a la oración
ferviente y eficaz. Debemos hacer la obra
individualmente. Debemos orar más y hablar
menos. Abunda la iniquidad, y debe enseñarse
a la gente que no se satisfaga con una forma
de piedad sin espíritu ni poder ... Tenemos
mucho más que temer de enemigos internos
que de externos. Los impedimentos para el
126
vigor y el éxito provienen mucho más de la
iglesia misma que del mundo.”
¿Qué fue lo que produjo la angustia más
profunda en Jesús? Fue la negación de Pedro.
En los siguientes párrafos leemos cómo llegó
Pedro a su experiencia. Pero vamos al punto
cuando llegó al arrepentimiento. ¿Qué es lo
que motiva el arrepentimiento? Es cuando
Cristo nos conduce a la comprensión de la
benignidad de Dios y nosotros deseamos ser
guiados. Leamos:
“Mientras los juramentos envilecedores
estaban todavía en los labios de Pedro y el
agudo canto del gallo repercutía en sus oídos,
el Salvador se desvió de sus ceñudos jueces y
miró de lleno a su pobre discípulo. Al mismo
tiempo, los ojos de Pedro fueron atraídos
hacia su Maestro. En aquel amable semblante,
leyó profunda compasión y pesar, pero no
había ira.” En ese momento Pedro se da
cuenta que su juramento y negación fueron
percibidos completamente por Jesús. El los
escuchó y los vio. Comprendió también que
en ese momento Jesús se sometía a terribles
sufrimientos porque era abofeteado, burlado y
maltratado. Jesús fue literalmente abandonado
por todos, y en ese momento escuchar cosas
tales de su discípulo tuvo que haber sido lo
peor de todo. Usted sabe que cuando todos me
pisotean y mi esposa llega para darme el
último puntapié, para mí es la peor cosa de
soportar, ¿verdad? Eso fue lo que Jesús sintió
en ese momento. Fue traicionado por todos, y
ahora su discípulo entró para hacer la misma
cosa. ¿Por qué era esto así? Era porque Jesús
no esperaba esto de sus discípulos. Ellos eran
las columnas de su reino, debían estar a su
lado. Ahora que lo abandonan, ¿entonces qué
va a suceder con el reino? Esa es la pregunta.
“Al ver ese rostro pálido y doliente, esos
labios temblorosos, esa mirada de compasión
y perdón, su corazón fue atravesado como por
una flecha. Su conciencia se despertó. Los
recuerdos acudieron a su memoria y Pedro
rememoró la promesa que había hecho unas
pocas horas antes, de que iría con su Señor a

la cárcel y a la muerte. Recordó su pesar
cuando el Salvador le dijo en el aposento alto
que negaría a su Señor tres veces esa misma
noche. Pedro acababa de declarar que no
conocía a Jesús, pero ahora comprendía, con
amargo pesar, cuán bien su Señor lo conocía a
él, y cuán exactamente había discernido su
corazón, cuya falsedad desconocía él mismo.”
En otras palabras, él comienza a ver la
pecaminosidad de su pecado, no por la
consecuencia de su negación, porque ya era
salvo de consecuencias como lo imaginaba.
¿Cuál era la principal razón de su congoja? Al
ver lo que había hecho a Jesús y al observar
que su traición había herido a Jesús, motivó su
profunda tristeza.
Hermanos y hermanas, esta tiene que ser
también la causa de nuestra tristeza. Tenemos
que ver cuánto hiere a Jesús nuestro
sentimentalismo. Debemos estudiar a Jesús
para ver cuál es su deseo de guiarnos al final
de la obra, y preguntarnos individualmente
cómo hemod retrasado la obra con el pecado
de soñar despierto y el sentimentalismo.
Dónde está mi responsabilidad si he dado
mala influencia a otros. Solamente al mirar a
Jesús veremos la herida causada y podemos
llegar a este arrepentimiento. Esta es el área
que nosotros deseamos estudiar ahora. Este no
es un ejercicio placentero como lo veremos en
la declaración siguiente. En ninguna manera
es miel dulce en la boca.
“Una oleada de recuerdos le abrumó. La
tierna misericordia del salvador, su bondad y
longanimidad, su amabilidad y paciencia para
con sus discípulos tan llenos de yerro: lo
recordó todo. También recordó la advertencia:
‘Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido
para zarandearos como a trigo; mas yo he
rogado por ti que tu fe no falte’ (Lucas 22:31,
32). Reflexionó con horror en su propia
ingratitud, su falsedad, su perjurio. Una vez
más miró a su Maestro, y vio una mano
sacrílega que le hería en el rostro. No
pudiendo soportar ya más la escena, salió
corriendo de la sala con el corazón
127
quebrantado.” ¿Qué es horror? Es angustia
absoluta, es la peor cosa en la que usted puede
pensar, y es una situación que usted no puede
soportar mucho tiempo. En ese estado mental
no se puede vivir mucho porque causa una
tremenda presión en la mente. Las personas
han muerto bajo esa tensión. Un ejemplo de
esto es Ananías y Safira. ¿Por qué murieron
ellos? Debido al horror. La hermana White
dice claramente que el remordimiento
destruye las fuerzas de la vida. Nosotros
necesitamos una experiencia que destruya las
fuerzas de la vida. ¿Deseamos nosotros
aceptar eso y deseamos ir por este camino?
“Reflexionó con horror en su propia
ingratitud, su falsedad, su perjurio. Una vez
mas miró a su Maestro, y vio una mano
sacrílega que le hería en el rostro. No
pudiendo soportar ya más la escena, salió
corriendo de la sala con el corazón
quebrantado.”
“Siguió corriendo en la soledad y las
tinieblas, sin saber ni querer saber adónde. Por
fin se encontró en Getsemaní. Su espíritu
evocó vívidamente la escena ocurrida algunas
horas antes. El rostro dolorido de su Señor,
manchado con sudor de sangre y
convulsionado por la angustia, surgió delante
de él. Recordó con amargo remordimiento que
Jesús había llorado y agonizado en oración
solo, mientras que aquellos que debieran
haber estado unidos con él en esa hora penosa
estaban durmiendo. Recordó su solemne
encargo: ‘Velad y orad, para que no entréis en
tentación’ (Mateo 26:41). Volvió a presenciar
la escena de la sala del tribunal. Torturaba su
sangrante corazón el saber que había añadido
él la carga más pesada a la humillación y el
dolor del Salvador.” (Página 660). No hubo
doctrina de arrepentimiento para él, sino fue
una experiencia y tortura. La tortura se usó en
la Edad Media para producir confesión de la
gente. Quizás usted ha leído en los libros de
historia de los instrumentos que se usaron en
estas cámaras de tortura. Veamos claramente
que todo esto no es nada comparado con la

tortura espiritual, porque lo que Jesús sintió en
la cruz, por ejemplo, fue una tortura espiritual,
y fue tan intensa que no sintió sus dolores
físicos. Pedro saboreó algo de esa tortura no
en el mismo grado como su Salvador la sintió,
pero sintió algo similar. “En el mismo lugar
donde Jesús había derramado su alma
agonizante ante su Padre, cayó Pedro sobre su
rostro y deseó morir.”
Esto es verdadero remordimiento y vemos
que fue motivado por la revelación de la
benignidad de Dios. Ahora necesitamos
formularnos la pregunta que si nuestra vida
continuara en este estado, ¿cuánto tiempo
viviríamos? No viviríamos por mucho tiempo.
Si Pedro hubiera continuado en este estado
mental no habría vivido largo tiempo. Sin
embargo, había una cosa en esta experiencia
que mantenía el balance entre la tortura y el
remordimiento de espíritu. Y era el rostro del
Salvador en el cual no había ira. Eso es muy
interesante. ¿Qué leyó en ese rostro? Lo
leemos otra vez: “Al ver ese rostro pálido y
doliente, esos labios temblorosos, esa mirada
de compasión y perdón, su corazón fue
atravesado como por una flecha”. Mientras
sufría en ese momento se aferró también por
la fe de ese perdón y finalmente recibió la paz
del perdón. No se nos dice en estos párrafos
en cuál momento lo recibió, pero por lo
menos lo vemos viajando con los discípulos y
luego se encontró con Jesús. Una cosa tuvo
que haberle dado la paz aparte de esos
recuerdos, porque vemos que fue una de las
personas que vio a Jesús resucitado. Esto es
una señal notable de su carácter, puesto que
pudo sentir un profundo arrepentimiento, y al
mismo tiempo se aferraría de Jesús sin
soltarse. Recuerde usted que un día Pedro le
dijo: “¡Apártate de mí, Señor, que soy un
hombre pecador!”; y al mismo tiempo cayó de
rodillas ante El. Ese debe ser también nuestro
carácter y debemos orar por esto. Después
Jesús junto al mar le dijo, “¿Me amas más que
a estos? ... El le dijo: Apacienta mis
corderos”.
128
Si no hubiera estado libre de orgullo le
habría respondido: “Por supuesto que te amo,
¿qué piensas, te amo más que a estos? Si
quieres subo y bajo contigo el monte”. Pero él
nunca subió al monte, lo hizo el Pedro
anterior, pero ahora es diferente y no hay
osadía en su lenguaje. Muy humildemente
dijo: “Señor tú sabes que te amo. Tu me
conoces mejor y más de lo que yo mismo me
conozco.” Ahora él confía mucho más en el
juicio de Jesús y menos en su propio juicio.
Este es el punto, que cuando Jesús me da su
estimación intento rechazarla y digo: “No, yo
no soy así, yo me conozco mejor”. Pero ahora
esto desapareció de Pedro y se sometió a toda
palabra que procedía de Dios en los labios del
mensajero, en este caso, Jesús. Se sometió y lo
aceptó para su vida personal, y como resultado
Pedro creció en arrepentimiento. Nunca
olvidó esta acción que hizo y usted puede
leerlo en el libro Los Hechos de los Apóstoles
en muchos párrafos, y se puede ver que este
pensamiento de la negación del Señor estuvo
siempre con él. No como algo que
obstaculizara su trabajo sino más bien lo
mantenía en sumisión, y lo guardaría de caer
en la confianza de sí mismo. De hecho,
cuando murió dio la más grande evidencia de
su continuo arrepentimiento. Abramos el libro
Los Hechos de los Apóstoles, página 429:
“A Pedro, por ser judío y extranjero, le
condenaron a recibir azotes y a ser crucificado
después. En perspectivas de esa espantosa
muerte, el apóstol recordó su gravísimo
pecado de negar a Jesús en la hora de su
prueba. Aunque una vez se había mostrado tan
poco dispuesto a reconocer la cruz, tenía ahora
por gozo dar su vida por el Evangelio,
sintiendo tan sólo que fuese demasiada honra
para él morir como había muerto el Señor a
quien había negado. Pedro se había
arrepentido sinceramente de su pecado, y
Cristo le había perdonado, según lo
comprueba el altísimo encargo de apacentar a
las ovejas y corderos del rebaño. Pero Pedro
no podía perdonarse a sí mismo.”

Es debido a que nosotros nos perdonamos a
nosotros mismos que Cristo no puede
perdonarnos. Este es un obstáculo para que
entre el poder sanador. Pedro poseía el perdón
de Jesús no su propio perdón, y que no
pudiera perdonarse no significa que no era
feliz. Pablo dice: “Regocijaos en el Señor
siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!”
(Filipenses 4:4). Usted puede estar seguro que
Pedro fue esa persona que se regocijó. Pero no
en cosas vanas ni en metas mundanales porque
sólo podía regocijarse pensando en su amante
Salvador y en su ministerio en el santuario
celestial. En eso se regocijó. “Ni aun el
pensamiento de las agonías de la muerte que
le aguardaba era capaz de mitigar la amargura
de su aflicción y arrepentimiento. Como
último favor, suplicó a sus verdugos que lo
crucificaran cabeza abajo. La súplica fue
otorgada, y de esa manera murió el gran
apóstol Pedro.”
Eso es dedicación y muestra lo que es el
verdadero arrepentimiento. Es algo que se
profundiza a medida que transcurre la vida y
no es algo que se pueda decir que ya pasó y no
quiero oír hablar más de eso. Cuando caemos
en un pecado necesitamos sufrir
constantemente el clavo de ese pecado y
buscar el perdón para estar seguros de no caer
otra vez. En otras palabras, somos conscientes
que hemos sido débiles y solamente nos
mantenemos por la gracia de Cristo. Ese es el
arrepentimiento que se profundiza a medida
que contemplemos a Jesús y veamos cuánto lo
hemos herido.
En la experiencia de Pedro tenemos primero
el remordimiento que es el horror o tortura, y
luego llegó el momento cuando tuvo la paz
del perdón. La declaración que leímos ayer
dice que los discípulos sabían que habían sido
perdonados. En otras palabras, tenían la paz
del perdón. Tener la paz del perdón no
significa que ahora no necesitamos oír más
acerca del pecado. Nos dedicamos a recordar
nuestro pecado para ser humildes, y esta es
nuestra actitud. Deseo que los hermanos me
129
recuerden que esa es mi debilidad y me digan
que no caiga otra vez, y eso es lo que deseo.
Si deseo oír esto, y si alguien me dice: “Mire
esa es su debilidad”. Luego digo: “De qué me
está hablando, no quiero oír más de eso”. ¿Es
esto verdadero arrepentimiento? En otras
palabras, si nosotros tenemos disposición a
dejar nuestros pecados pasados atrás y
pensamos que somos salvos para siempre de
ellos, esta es una seguridad propia que
ciertamente nos conducirá al pecado otra vez.
La paz del perdón no nos exime del espíritu
de sumisión sino lo sustenta si hay verdadera
paz del perdón. El arrepentimiento
sentimental como lo hemos visto durará sólo
corto tiempo. Existe un momento de
remordimiento que hace estruendo en la
persona humana semejante a caballos. Y tanto
más pecamos tanto más somos agobiados
especialmente si vemos ante nosotros el ideal
y caemos vez tras vez. En cada ocasión
tenemos un remordimiento, luego desaparece
otra vez, y esta constante tensión destruye las
fuerzas de la vida. Las personas que viven en
esa clase de tensión no llegarán a viejos y, por
lo tanto, debemos alcanzar el punto de la
verdadera paz del perdón.
ESTUDIO 21
Continuamos estudiando la obra del
arrepentimiento y en esta ocasión lo
estudiaremos en la vida del apóstol Pablo.
Leamos en el libro Los Hechos de los
Apóstoles, página 94:
“Mientras la luz brillaba en derredor de
ellos, Saulo oyó ‘una voz que le decía’ ‘en
lengua hebraica’: ‘Saulo, Saulo, ¿por qué me
persigues?’ Y el dijo: ¿Quién eres, Señor? Y
él dijo: Yo soy Jesús a quien tú persigues:
dura cosa te es dar coces contra el aguijón.’”
Jesús quiso decirle: “es muy duro para usted
obrar contra mí, esto es imposible, sin

embargo, usted lo intenta pero no tiene éxito”.
El punto real es que Jesús se revela a Pablo, y
se revela a una persona que lo persigue con
severidad; esto es lo que quebranta su
corazón.
“Temerosos y casi cegados por la intensidad
de la luz, los compañeros de Saulo oían la
voz, pero no veían a nadie. Sin embargo,
Saulo comprendió lo que se le decía, y se le
reveló claramente que quien hablaba era el
Hijo de Dios. En el glorioso Ser que estaba
ante él, reconoció al Crucificado. La imagen
del Salvador quedó para siempre grabada en el
alma del humillado judío. Las palabras oídas
conmovieron su corazón con irresistible
fuerza. Su mente se iluminó con un torrente
de luz que esclareció la ignorancia y el error
de su pasada vida, y le demostró la necesidad
que tenía de la iluminación del Espíritu Santo.
“Saulo vio ahora que al perseguir a los
seguidores de Jesús, había estado en realidad
haciendo la obra de Satanás. Vio que sus
convicciones de lo recto y de su propio deber
se habían basado mayormente en su implícita
confianza en los sacerdotes y los magistrados.
Les había creído cuando le dijeron que el
relato de la resurrección era una ingeniosa
creación de los discípulos. Cuando Jesús
mismo se reveló, Saulo se convenció de la
veracidad de las aseveraciones de los
discípulos.”
¿Quién era el más culpable, Pedro o Pablo?
Es muy difícil de responder. Pablo pudo haber
dicho: “La caída de Pedro fue mayor, porque
sabía lo que estaba haciendo, pero yo no lo
sabía. ¿Pensó Pablo alguna vez en esto?
Nunca. La culpa de Pablo se mantenía delante
de él en una forma tal que pudo decir que era
el mayor pecador de todos los demás. Leamos
algunas declaraciones en 1 Corintios 15:9:
“Porque yo soy el más pequeño de los
apóstoles, que no soy digno de ser llamado
apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.”
En otras palabras, la experiencia de
perseguidor estuvo delante de él, y se mantuvo
en continuo y progresivo arrepentimiento de
130
estos pecados pasados. Otra declaración está
en 1 Timoteo 1:15. “Palabra fiel y digna de ser
recibida por todos: que Cristo Jesús vino al
mundo para salvar a los pecadores, de los
cuales yo soy el primero.” ¿Quién puede decir
esto con todo el corazón? ¡Con cuánta
frecuencia uno escucha expresiones
contrarias! Esta es su profunda convicción, y
como resultado recibió una vida más pura y
noble despojada del sentimentalismo.
“En aquel momento de celestial
iluminación, la mente de Saulo actuó con
notable rapidez.” Esta es otra señal interesante
cuando el Salvador se revela a sí mismo. Por
ejemplo, cuando una persona tiene un
accidente, la mente actúa con tanta rapidez
que en algunos casos toda la historia de su
vida pasa por la mente en un momento. Esa
fue la experiencia de Pablo aquí. “Las
profecías de la Sagrada Escritura se abrieron a
su comprensión. Vio que el rechazamiento de
Jesús por los judíos, su crucifixión,
resurrección y ascensión habían sido
predichos por los profetas y le demostraron
que era el Mesías prometido.” Es interesante
que en pocos minutos recibiera los estudios de
muchos congresos. Todos los pasajes de la
Biblia que estudió durante su vida llegaron a
su mente con todo el significado. “El discurso
de Esteban en ocasión de su martirio le vino
vívidamente a la memoria, y Saulo
comprendió que el mártir había contemplado
en verdad ‘la gloria de Dios’ cuando dijo: ‘He
aquí veo los cielos abiertos, y al Hijo del
hombre que está a la diestra de Dios’ (Hechos
7:55, 56). Los sacerdotes habían declarado
blasfemas esas palabras, pero ahora Saulo
sabía que eran verdad.”
“¡Qué revelación fue todo esto para el
perseguidor! Ahora Saulo sabía con toda
seguridad que el prometido Mesías había
venido a la tierra en la persona de Jesús de
Nazaret, y que aquellos a quienes había
venido a salvar le habían rechazado y
crucificado. También sabía que el Salvador
había resucitado triunfante de la tumba y

ascendido a los cielos. En aquel momento de
divina revelación, recordó Saulo, aterrorizado,
que con su consentimiento había sido
sacrificado Esteban por dar testimonio del
Salvador crucificado y resucitado, y que
después fue instrumento para que muchos
otros dignos discípulos de Jesús encontrasen la
muerte por cruel persecución”.
¿Quién fue el principal pecador? Es difícil
de decir y esto se sabrá en el fin. Lo que Pablo
hizo costó vidas y lo que Pedro hizo costó la
vida del Salvador también.
“El Salvador había hablado a Saulo
mediante Esteban, cuyo claro razonamiento no
podía ser refutado. El erudito judío vio el
rostro del mártir reflejando la luz de la gloria
de Cristo, de modo que parecía ‘como el
rostro de un ángel” (Hechos 6:15). Presenció
la longanimidad de Esteban para con sus
enemigos y el perdón que les concedió.
Presenció también la fortaleza y la alegre
resignación de muchos a quienes él había
hecho atormentar y afligir. Hasta vio a
algunos entregar la vida con regocijo por
causa de su fe.
“Todas estas cosas impresionaron mucho a
Saulo, y a veces casi abrumaron su mente con
la convicción de que Jesús era el Mesías
prometido. En esas ocasiones luchó noches
enteras contra esa convicción, y siempre
terminó por creer que Jesús no era el Mesías
y, que sus seguidores eran ilusos fanáticos.”
¡Cuán fácilmente Pablo pudo haber resuelto
todo el asunto! Pudo haber dicho: “Bueno, yo
fui influido por otros, fui una víctima de mi
tiempo, perseguí a los discípulos y aunque
costó la vida de algunos, Cristo ha resucitado,
¿para qué tanta preocupación?” ¿Pensó él en
estas líneas? En ninguna manera.
“Ahora Cristo le hablaba con su propia voz,
diciendo: ‘Saulo, Saulo, ¿por qué me
persigues?’ Y la pregunta: ‘¿Quién eres,
Señor?’ fue contestada por la misma voz: ‘Yo
soy Jesús a quien tú persigues’. Cristo se
identifica aquí con su pueblo. Al perseguir a
los seguidores de Jesús, Saulo había atacado
131
directamente al Señor del cielo. Al acusarlos
al testificar falsamente contra ellos, lo hacía
también contra el Salvador del mundo.
“No dudó Saulo de que quien le hablaba era
Jesús de Nazaret, el Mesías por tanto tiempo
esperado, la Consolación y Redentor de Israel.
Saulo, ‘temblando y temeroso, dijo: Señor,
¿qué quieres que haga? Y el Señor le dice:
Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo
que te conviene hacer.’” (Páginas 95, 96).
¿Por qué temblaba él? ¿Temblaba por la
manifestación de Jesús y temía que pudiera ser
destruido en ese momento? Tal pensamiento
no estaba en su mente. Temblaba a causa de
su remordimiento. Esa era su experiencia que
se inició en ese momento y continuó por un
tiempo “temblando y temeroso.” ¿Temeroso
de qué? Temeroso de dos cosas: 1) de la
tremenda paciencia de Jesús hasta ese
momento. 2) de su terrible ceguedad,
obstinación, iniquidad y rechazo. Estas dos
cosas vinieron vívidamente a su mente en ese
instante. Por esa razón estaba temblando y
temeroso.
“¡Cuán diferente de lo anticipado fue su
entrada en la ciudad! Herido de ceguera,
impotente, torturado por el remordimiento, sin
saber qué juicio adicional pudiese estarle
reservado, buscó el hogar del discípulo Judas,
donde en la soledad tuvo amplia oportunidad
de reflexionar y orar.
“Por tres días Saulo estuvo ‘sin ver, y no
comió, ni bebió.’ Estos días de agonía de alma
le parecieron años. Vez tras vez recordó, con
angustia de espíritu, la parte que había tomado
en el martirio de Esteban. Con horror pensaba
en la culpa en que había incurrido al dejarse
dominar por la malicia y el prejuicio de los
sacerdotes y gobernantes, aun cuando el rostro
de Esteban había sido iluminado con el brillo
del cielo. Con tristeza y contrición de espíritu
repasó las muchas ocasiones en que había
cerrado sus ojos y oídos a las más
impresionantes evidencias, y había insistido
implacablemente en la persecución de los
creyentes en Jesús de Nazaret.”

Veamos claramente que esto es contrición
de corazón. ¿Qué prometió Jesús en el sermón
de la montaña? Prometió que esta misma clase
de personas, los pobres en espíritu, los
quebrantados y contritos de corazón, de ellos
sería el reino de los cielos. Aquí se describe la
verdadera tristeza por el pecado.
“Estos días de riguroso examen propio y
humillación de espíritu, los pasó en solitaria
reclusión.” No había un amigo que le diera
seguridad. No conocía la doctrina del
cristianismo sino hasta ese momento. No
conocía el procedimiento del perdón y, sin
embargo, lo veía claramente. “Los creyentes,
advertidos del propósito del viaje de Saulo a
Damasco, temían que pudiera estar simulando
a fin de engañarlos más fácilmente. Y se
mantuvieron lejos, rehusando su simpatía. No
deseaba recurrir a los judíos inconversos, con
quienes había planeado unirse en destrucción
de los creyentes; porque sabía que ni siquiera
escucharían el relato de su caso. Así parecía
estar privado de toda simpatía humana. Toda
su esperanza de ayuda se cifraba en un Dios
misericordioso, y a él recurrió con corazón
contrito.” (Páginas 96, 97).
“Al entregarse Saulo completamente al
poder convincente del Espíritu Santo, vio los
errores de su vida, y reconoció los abarcantes
requerimientos de la ley de Dios.”
Necesitamos entender dos cosas. Primero, que
el arrepentimiento no es un asunto personal
sino es un don de Dios. Segundo, que aun en
ese don existe una cooperación entre lo divino
y lo humano. Cuando deseamos recibir el don
tenemos que desempeñar una parte. El don del
arrepentimiento viene totalmente de Dios.
¿Cuál es la parte de Pablo aquí? Se entregó
completamente a esa convicción. Pudo haber
escogido no rendirse y tenía libertad para eso.
Pudo haber dicho no, como lo había hecho
con frecuencia anteriormente. Pero ahora él se
rinde a ese don que Dios le dio, el don del
arrepentimiento. Continuemos leyendo: “El
que había sido un orgulloso fariseo, confiado
en que lo justificaban sus buenas obras, se
132
postró delante de Dios con la humildad y la
sencillez de un niñito, confesando su propia
indignidad, e invocando los méritos de un
Salvador crucificado y resucitado. Saulo
anhelaba ponerse en completa armonía y
comunión con el Padre y el Hijo; y en la
intensidad de su deseo de obtener perdón y
aceptación, elevó fervientes súplicas al trono
de la gracia.
“Las oraciones del penitente fariseo no
fueron inútiles. Sus recónditos pensamientos y
emociones fueron transformados por la gracia
divina; y sus facultades más nobles fueron
puestas en armonía con los propósitos eternos
de Dios. Cristo y su justicia llegaron a ser para
Saulo más que todo el mundo.
“La conversión de Saulo es una
impresionante evidencia del poder milagroso
del Espíritu Santo para convencer de pecado a
los hombres.” Es una impresionante
evidencia, pero no piense por un momento
que todo el mundo va a ser convencido. Habrá
algunos que lo resistirán y no se rendirán a
pesar del hecho de que recibirán la convicción
con el mismo poder. Veremos todo eso en los
últimos días, y muchos saulos que podían
haber llegado a ser pablos no lo serán porque
pondrán resistencia, y ese será un cuadro
desagradable. Aquí tenemos un ejemplo de lo
que todos pueden ser, al no importar lo
pecadores que hayan sido. Esta es una
oportunidad que se abre ante nosotros y es por
fe que podemos entrar en esa experiencia. “El
había creído en verdad que Jesús de Nazaret
menospreció la ley de Dios, y que enseñó a
sus discípulos que ella no estaba en vigor.
Pero después de su conversión, Saulo
reconoció a Jesús como Aquel que había
venido al mundo con el expreso propósito de
vindicar a la ley de su Padre. Estaba
convencido de que Jesús era el originador de
todo el sistema judío de los sacrificios. Vio en
la crucifixión el tipo, que se había encontrado
con la realidad simbolizada; que Jesús había
cumplido las profecías del Antiguo
Testamento concernientes al Redentor de

Israel.” Lo que yo veo claramente aquí es que
esta conversión de Saulo es una experiencia
que realmente necesitamos. No es
necesariamente una experiencia que ya logré
en su plenitud con el nuevo nacimiento,
aunque pudiera ser y es el caso ideal. Ya
tuvimos las mismas impresionantes
experiencias como en el caso de Saulo, pero
debemos realizarlas a un grado mayor y tener
la misma convicción de pecado como se
describe en Joel capítulo 2.
“En el relato de la conversión de Saulo se
nos dan importantes principios que
deberíamos tener siempre presentes. Saulo fue
puesto directamente en presencia de Cristo.
Era uno a quien Cristo había destinado a una
obra importantísima, uno que había de ser
‘instrumento escogido’; sin embargo, el Señor
no le habló ni una sola vez de la obra que le
había señalado. Lo detuvo en su carrera y lo
convenció de pecado; pero cuando Saulo
preguntó: ‘¿Qué quieres que haga?’ el
Salvador colocó al inquiridor judío en relación
con su iglesia, para que conociera allí la
voluntad de Dios concerniente a él.”
Luego se relata que Ananías como
representante de la iglesia fue enviado a Pablo
y por algún tiempo permaneció en Damasco,
para recibir ciertas instrucciones de los
discípulos con base al cristianismo. Pablo no
pudo estar mucho tiempo en Damasco porque
su cambio de vida hizo que los judíos fueran
sus grandes enemigos. ¿A dónde salió él?
Eventualmente salió para Arabia y allí
permaneció por algún tiempo. ¿Qué hizo
durante este tiempo? Abramos el capítulo
siguiente titulado “Días de Preparación”.
Pablo comienza a compartir su fe con sus
antiguos amigos judíos y luego tuvo que huir
de Damasco.
“La oposición se tornó tan fiera que no se le
permitió a Pablo continuar sus labores en
Damasco. Un mensajero del cielo le ordenó
que dejara el lugar por un tiempo; y fue ‘a la
Arabia’(Gálatas 1:17), donde halló un refugio
seguro.
133
“Allí, en la soledad del desierto, Pablo tenía
amplia oportunidad para estudiar y meditar
con quietud. Repasó serenamente su
experiencia pasada, y se arrepintió
cabalmente.” ¿Qué significa esta oración?
Significa que hay una función que debemos
desempeñar en el trabajo de arrepentimiento.
Aunque el arrepentimiento no es algo nuestro
sino un don, no obstante, tenemos una parte
que hacer. O podemos arrepentirnos
cabalmente o podemos sentarnos para ver caer
el arrepentimiento sobre el corazón. ¿Qué hizo
Pablo durante ese tiempo en Arabia? Tuvo
comunión con Dios y escudriñó las Escrituras.
¿Con qué propósito? Con la intención de ir
más profundo en el trabajo de
arrepentimiento, para entrar por la fe en esa
experiencia que se ilustra en Joel capitulo 2.
Quería tener la certeza del arrepentimiento.
Igual que Jacob dijo: “No te dejaré, si no me
bendices”. ¿Y cuál era la bendición? Era
entrar en el arrepentimiento más profundo que
buscaba. No se excusó pidiendo perdón y
disculpas a los discípulos por lo cometido, y
ahora muestra su celo. ¿Qué más podía hacer?
No, sino más bien salió para asegurar el
trabajo de arrepentimiento, y este sentir
permaneció en su vida continuamente. “Buscó
a Dios con todo su corazón, sin descansar
hasta saber con certeza que su arrepentimiento
fue aceptado y sus pecados perdonados.
Anhelaba tener la seguridad de que Jesús
estaría con él en su ministerio futuro. Vació su
alma de los prejuicios y tradiciones que hasta
entonces habían amoldado su vida, y recibió
instrucción de la Fuente de la verdad. Jesús se
comunicó con él, y lo estableció en la fe
concediéndole una rica medida de sabiduría y
gracia.”
Lo que leemos aquí es una promesa
maravillosa. “En cada paso de avance que
demos en la experiencia cristiana, nuestro
arrepentimiento será más profundo.” (Página
448). Pero hay una condición para esta
promesa, ¿y cuál es? Que por la fe entramas
en esa experiencia, y si no hacemos nuestra

parte la promesa no se cumple para nosotros.
Puede estar seguro de esto.
Cuando usted compara al apóstol Pablo con
muchos de los fariseos y judíos que se
convirtieron del judaísmo al cristianismo,
¿cuál es la notable diferencia que se ve? El
mismo se vació de prejuicios y tradiciones.
¿Qué hicieron los demás? ¿Se vaciaron ellos
mismos de prejuicios y tradiciones? No, ellos
entraron con estas cosas al cristianismo y eso
impuso enormes cargas a la iglesia.
Necesitamos ver que podemos ser la misma
carga para la iglesia hoy cuando no nos
vaciamos de las viejas maneras de pensar.
Nosotros ni siquiera soñamos ser una carga
para la iglesia, ¿verdad?; y a pesar de todo lo
podemos ser cuando no nos vaciamos de
nuestra propias manera de pensar, y al
negarnos a continuar en la senda del
arrepentimiento.
La hermana White dice en el libro Los
Hechos de los Apóstoles, páginas 333 y 334:
“Las palabras de reproche del Salvador a
los hombres de Nazaret se aplicaron, en el
caso de Pablo, no solamente a los judíos
incrédulos, sino también a sus propios
hermanos en la fe.” ¿Qué dijo Jesús? Que los
judíos eran la carga más grande y esto fue
triste con los hermanos de Pablo. ¿Y por qué
pusieron cargas? Porque no se vaciaron de su
vieja manera de pensar. Ellos no comulgaron
ni estudiaron, en otras palabras, no crecieron
en arrepentimiento.
Cuando leemos esa experiencia en Joel
capítulo 2 y en Primeros Escritos, 270, se ve
que dos clases comienzan a aparecer. Los que
luchan y entran en el trabajo de
arrepentimiento y los que no aseguran el
trabajo de arrepentimiento. Dice que los
ángeles se apartaron de los indiferentes y
negligentes, pero hay mucho más en todo este
asunto. Los que son negligentes y pasivos son
obstáculos activos para el progreso de la obra,
y esta es otra razón para los ángeles apartarse
de ellos. Podemos ser también obstáculo y
carga para la obra si nos oponemos a ella y no
134
aceptamos esa experiencia. Continuemos
leyendo.
“Cuando la mente del hombre se pone en
comunión con la mente de Dios, el ser finito
con el Infinito, el efecto sobre el cuerpo, la
mente y el alma es superior a todo cálculo. En
esa comunión se halla la más elevada
educación. Es el método de Dios para
desarrollar a los hombres. ‘Amístate ahora con
él’ (Job 22:21), es su mensaje a la
humanidad.” ¿Sabe usted cómo podemos
librarnos del sentimentalismo? Delante de
nosotros está la declaración y este es el
método de Dios para liberarnos del él.
“El solemne cometido que se dio a Pablo en
ocasión de su entrevista con Ananías pesaba
de modo creciente sobre su corazón. Cuando,
en respuesta a las palabras: ‘Hermano Saulo,
recibe la vista’, Pablo había mirado por
primera vez el rostro de este hombre devoto,
Ananías, bajo la inspiración del Espíritu
Santo, le dijo: ‘el Dios de nuestros padres te
ha predestinado para que conocieses su
voluntad, y vieses a aquel Justo, y oyeses la
voz de su boca. Porque has de ser testigo suyo
a todos los hombres, de lo que has visto y
oído. Ahora pues, ¿por qué te detienes?
Levántate, y bautízate, y lava tus pecados,
invocando su nombre’ (Hechos 22:14-16).”
¿Cuánto duró el remordimiento de Pablo?
Tres días. Cuando recibió la visión, recibió la
seguridad del perdón y fue cuando Ananías
vino a él. Pero fue tres años más tarde cuando
profundizó su arrepentimiento y después de
eso continuó todavía en arrepentimiento.
¿Cuánto duró su arrepentimiento? Toda su
vida. Después que apareció y relató la
resurrección de Cristo a los discípulos, leemos
en 1Corintios 15:7-9: “Después apareció a
Jacobo; después a todos los apóstoles; y al
último de todos, como aun abortivo, me
apareció a mí. Porque yo soy el más pequeño
de los apóstoles, que no soy digno de ser
llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia
de Dios”. El no esconde su pecado. No se
excusa al decir que no sabía lo que hacía, sino

que dice que lo hizo. Lo que deseaba hacer a
cada paso era hacer expiación por sus pecados
al confesar a Cristo con valentía delante del
mundo. Primero lo perseguía y ahora quiere
confesarlo delante del mundo. Finalmente
cuando Pablo estaba por ser decapitado no
sintía ninguna preocupación. Igual que Pedro
fue honrado. Y cuando estaba ante
emperadores y reyes Pablo mantenía en su
mente que había perseguido al Salvador.
Ahora estaba tan agradecido que podía expiar,
que podía en cierto grado deshacer las cosas
terribles que había hecho antes.
Una cosa es cierta, y es que Pablo fue la
persona que impulsó poderosamente la obra
de Dios y en todas las cosas que hacía
demostraba estar lleno del Espíritu Santo. No
se manifestaba en formas de milagros, y no
aparecía hablando en lenguas aunque las
hablaba. No tenía a menudo visiones, pero la
presencia del Espíritu Santo se manifestaba
más en la clase de trabajo que realizaba
cuando fundaba iglesias. Y usted sabe que
Dios nunca tuvo antes un campeón semejante
a él. ¿Por qué? Porque quiso tener la certeza
de la obra del arrepentimiento. Porque
comprendió que, “en cada paso de avance que
demos en la experiencia cristiana, nuestro
arrepentimiento será más profundo”. Esta es la
posibilidad que está delante de nosotros.
Todos somos débiles y llenos de
sentimentalismo, pero a medida que hagamos
con honestidad la obra de arrepentimiento, la
oportunidad es muy grande. Nosotros no
imaginamos cuánto hemos estorbado la obra
de Dios por todo el sentimentalismo. Pero
cuando estas cosas sean eliminadas, la obra
avanzará. Si no nos interponemos en el
camino, entonces Dios será habilitado para
actuar.
135
ESTUDIO 22
Antes de continuar quiero que volvamos al
trabajo de Pablo, como intentamos hacerlo en
el estudio de ayer. Nosotros aprendimos que
quiso tener la certeza de su arrepentimiento.
Aprendimos que el arrepentimiento es un don
de Dios y que no podemos producirlo nosotros
mismos. Es un error común decir que tenemos
que arrepentirnos, pero nuestro propio
esfuerzo no produce ningún resultado. Por eso
es que la Iglesia Católica pone muchos
reglamentos y reglas, porque es algo que no
brota del corazón y, por esa causa, sus adeptos
tienen que ser forzados a hacer una cantidad
de sacrificios penosos. Esas cosas son un
sustituto para el arrepentimiento pero no es
arrepentimiento. El verdadero arrepentimiento
es un don de Dios, y además leemos en el
contexto de Pablo que aseguró la obra del
arrepentimiento. Esto parece ser una
contradicción, pero no existe cosa tal, y sólo
tenemos que aprender cómo es la cooperación
entre lo divino y lo humano; cuál es nuestra
parte y cuál es la parte de Dios. Producir la
verdadera tristeza por el pecado y otorgar la
revelación de la benignidad divina,
corresponde a Dios, pero estudiar la Palabra,
someternos y ejercer la fe que Dios nos da
aunque sea una fe pequeña, corresponde a
nosotros.
¿Cuál es la parte más dura de las tres que he
mencionado? La sumisión parece ser la más
difícil. La hermana White dice que es más
fácil cortar la piel o hacer cualquier cosa que
crucificar la carne. La sumisión parece ser lo
más difícil para la mente humana y
necesitamos estar advertidos contra ella. La
conversión de Pablo en este aspecto fue muy
notable y es un ejemplo para nosotros en estos
últimos días. Tiene que estudiarse vez tras vez
debido a su arrepentimiento cabal. Su
conversión del fariseísmo al verdadero
cristianismo fue lo que le dio poder a la iglesia

cristiana, mientras que los demás convertidos
al cristianismo no trajeron consigo este poder.
Más bien, trajeron al cristianismo las viejas
ideas y hábitos. Ellos amaron la causa y
desearon verla prosperar, luego pensaron que
Pablo era un obstáculo en todo el asunto
debido a sus ideas y opiniones preconcebidas.
Tenemos que ver cuál fue diferencia entre
estas dos clases. Una buscó la seguridad del
arrepentimiento y la otra no, más bien lo
vieron superficialmente. Yo no sé si esas
personas nacieron de nuevo verdaderamente y
pienso que muchos de ellos lo fueron y
durante un tiempo tuvieron el poder del
Espíritu. Sabemos que recibir la simiente de
Cristo y crecer en Cristo son dos trabajos
diferentes. Primero recibimos la simiente de
Cristo y luego crecemos en El. Para crecer en
El necesitamos la obra de arrepentimiento
continuo. Como dice, “en cada paso de avance
que demos en la experiencia cristiana, nuestro
arrepentimiento será más profundo”.
Quiero señalar otra vez los ídolos que
tenemos en el diagrama. Vamos al último
punto de la lista, la falsa religión. ¿Era el
judaísmo una religión verdadera dada por
Dios? No. Era una religión pervertida y, por
lo tanto, era una religión falsa. Aunque tenían
la Biblia, el santuario, las doctrinas y muchas
cosas más, sin embargo, era una religión falsa.
Es difícil verlo, pero se le añadieron cosas, y
la forma como se entendían esas cosas hacía
todo una religión falsa y un engaño para la
gente. Esto no quiere decir que usted tiene que
botar todas las cosas que los judíos enseñaban.
En ese asunto había importantes verdades en
sus enseñanzas que son verdades para el
tiempo presente. Tenían el santuario y las
Escrituras que señalaban a Cristo, practicaban
mejor disciplina que los gentiles, tenían mejor
alimentación que los gentiles, había buenas
cosas entre ellos, sin embargo, el sistema
como tal era una religión falsa y un ídolo que
necesitaba ser derribado. Pero cuán difícil era
destruir ese ídolo. Vemos esto en los que
acompañaron a Pablo durante un tiempo y
136
luego lo traicionaron. Porque se aferraban a su
ídolo de las antiguas ideas. Leamos esto en el
libro Los Hechos de los Apóstoles, página
320:
“En los primeros años del trabajo
evangélico entre los gentiles, algunos de los
principales hermanos de Jerusalén,
aferrándose a anteriores prejuicios y modos de
pensar, no habían cooperado de corazón con
Pablo y sus asociados.” Pensemos por un
momento. Ellos se habían adherido a los
antiguos prejuicios y modos de pensar. ¿Cuál
fue el resultado de asirse de los anteriores
prejuicios y modos de pensar? El resultado fue
que no cooperaron de corazón con Pablo y sus
asociados. Hay una diferencia entre cooperar
de corazón y no cooperar de corazón. La
diferencia consiste entre lo caliente y
cualquier otra cosa. No hay mucha diferencia
entre lo frío y lo tibio, y lo tibio es peor que lo
frío porque es hostil contra la cosa correcta.
Así, estos hermanos no eran perseguidores
sino que amaban la causa y deseaban verla
prosperar, pero su primer paso consistía en no
cooperar de corazón. Cooperar de corazón
significa que apoyarían y trabajarían con
Pablo íntegramente. Usted sabe que cuando se
tiene un personal de trabajo las personas les
gusta recibir consejo para trabajar juntas y en
esto hay cooperación; pero hay desconfianza y
lucha por los derechos cuando no se permite
consejo. Cada cuál dice: “Yo sé lo que tengo
que hacer y no necesito que otro me lo diga”.
Esta era una clase de individualismo que
tenían los judíos en Jerusalén, y no
cooperaban de corazón con el mensajero de
Dios. ¿Qué les ocupaba su voluntad? Su modo
de pensar. Eso fue lo que aprendieron en la
falsa religión, y no quisieron destruir ese ídolo
que los hacía soñar despierto. Ellos no
reconocieron su pecado del sentimentalismo, y
eso era una realidad en ellos. Tengo que decir
que en estas reuniones he visto mucho
sentimentalismo en mí mismo y he podido
analizar que pude haber avanzado más y
mejor sin estos sentimientos que obstruían el

camino. Quiero enfatizar que los sentimientos
tienen un lugar, pero tienen que ser sometidos
a la razón y la razón a la voluntad de Dios.
Esto es importante. He decidido marchar
adelante y no permitir que el sentimentalismo
desempeñe una parte en el trabajo. La falsa
religión fue el problema de estos judíos
cristianos.
“En su ansiedad por conservar algunas
formas y ceremonias carentes de significado
habían perdido de vista las bendiciones que les
reportaría a ellos y a la causa que amaban un
esfuerzo por unir en una todas las fases de la
obra de Dios. Aunque deseosos de proteger
los mejores intereses de la iglesia de Cristo,
habían dejado de mantenerse al paso con la
marcha de las providencias de Dios, y en su
sabiduría humana, trataban de imponer a los
obreros muchas restricciones innecesarias. Así
se levantó un grupo de hombres que no
conocían personalmente las circunstancias
cambiantes y las necesidades peculiares
afrontadas por los obreros en los países
distantes, pero quienes insistían, sin embargo,
en que tenían autoridad para ordenar a los
hermanos de esos países que siguieran ciertos
métodos determinados de trabajo. Creían que
la obra de predicar el Evangelio debía hacerse
de acuerdo con sus opiniones.”
Usted puede decir que ese no es su
problema, porque no intenta manejar a otros y
que sigue su propio camino no teniendo que
decidir lo que otros deben hacer en campos
distantes, porque ese no es su problema. Esos
líderes en Jerusalén no eran papistas en el
sentido de la palabra y no eran dictadores,
aunque podían ser papistas en el corazón, pero
no eran obviamente dictadores. Esto sucedía
en una forma diferente.
“Después, cuando se vio que crecía
rápidamente el número de conversos entre los
gentiles, algunos de los principales hermanos
radicados en Jerusalén volvieron a acariciar
sus anteriores prejuicios contra los métodos de
Pablo y sus asociados. Estos prejuicios se
fortalecieron con el transcurso de los años,
137
hasta que algunos de los dirigentes llegaron a
la conclusión que la obra de predicar el
Evangelio debía realizarse desde entonces de
acuerdo con sus propias ideas. Si Pablo
conformaba sus métodos a ciertos planes de
acción que ellos defendían, reconocerían y
apoyarían su trabajo; de otra manera, no le
considerarían más con favor ni le apoyarían.”
De todas maneras, ellos no cooperaban de
corazón, y dicían abiertamente que no
cooperarían más con Pablo si no hacía lo que
se le ordenaba. Hubía un rechazo a cooperar
de corazón. Pregúntese usted mismo: ¿Hallo
dificultad para cooperar de corazón con la
obra de Dios para hacerla avanzar en los
diferentes campos? Si no existe cooperación
de corazón es por causa de los dioses falsos,
esto es, la falsa religión y las falsas ideas. Yo
quiero aplicar esto en el campo médico,
porque el brazo derecho es algo que el Señor
está edificando en el tiempo presente. En este
tiempo es crítico que aprendamos los
principios, aprendamos de nuestros errores
pasados y los cometidos en las generaciones
pasadas. Había siempre un conflicto entre el
brazo médico y el brazo espiritual de la obra.
Lo había en el tiempo de Kellog y lo había en
nuestro movimiento también. Existía la obra
médica en líneas naturistas que realmente
llegó a la nada porque contradecía la obra
espiritual. Quiero decir que esto no se vio en
el comienzo pero fue evidente que este trabajo
se fundó sobre invenciones y teorías humanas.
Cuán conscientes llegaron a ser los médicos al
hecho de que habían aprendido en las escuelas
del mundo, y por esa razón, depusieron
complemente el trabajo hecho conforme a los
métodos del mundo. Hallamos en las falsas
religiones, en la falsa medicina o en cualquier
otra línea, algunas verdades mezcladas con el
error, y por esa causa son erróneas y falsas
religiones que son ídolos que necesitan ser
destruidos. Si nuestros médicos no hubieran
destruido esos ídolos no habrían podido hacer
el trabajo del brazo derecho del Evangelio.

Tuvieron que hacer lo que Pablo hizo, y fue
entrar en un profundo arrepentimiento.
Para que podamos ver cuán completo tiene
que ser este trabajo, leamos una declaración
en Patriarcas y Profetas, página 254. Esta es
una declaración muy importante porque
muestra cómo Moisés fue liberado del
sentimentalismo, que es exactamente nuestra
obra en el tiempo presente.
“Al dar muerte al egipcio, Moisés había
caído en el mismo error que cometieron tan a
menudo sus antepasados; es decir, había
intentado realizar por sí mismo lo que Dios
había prometido hacer. Dios no se proponía
libertar a su pueblo mediante la guerra, como
pensó Moisés, sino por su propio gran poder,
para que la gloria fuese atribuida sólo a él. No
obstante, aun de este acto apresurado se valió
el Señor para cumplir sus propósitos: Moisés
no estaba preparado para su gran obra.”
¿Qué adquirió él en Egipto? Alcanzó una
tremenda educación, llegó a ser un general,
aprendió lenguas, entendió cómo conducir a la
gente, adquirió conciencia espiritualmente, fue
resistente, y pudo mantenerse contra la
adoración de los ídolos. Si tuviéramos que
buscar una persona con cualidades tales para
realizar una obra específica, la hallaríamos en
él. Pienso que no existía otra persona en
Egipto igual a él. Si usted hubiera vivido en
ese tiempo y me ordenara buscar a alguien con
dotes tales, yo le habría dicho, aquí esta esa
persona. Pero Dios vio que Moisés no estaba
preparado todavía para esta gran obra. En
otras palabras, toda la educación en Egipto no
lo preparó para la obra. “Aun tenía que
aprender la misma lección de fe que se les
había enseñado Abrahán y a Jacob, es decir, a
no depender para el cumplimiento de las
promesas de Dios, de la fuerza y sabiduría
humanas, sino del poder divino. Había otras
lecciones que Moisés había de recibir en
medio de la soledad de las montañas. En la
escuela de la abnegación y las durezas había
de aprender a ser paciente y a temperar sus
pasiones. Antes de poder gobernar
138
sabiamente, debía ser educado en la
obediencia.”
¿Qué significa temperar las pasiones? ¿Qué
son pasiones? Apetitos y sentimientos. Es
decir, tenía que aprender que la razón debe
gobernar a los sentimientos. Esto es algo que
tenía que aprender en el desierto y a través de
la abnegación y las durezas. ¿Qué es lo que
motiva los buenos sentimientos? La
obediencia y la fe. ¿Qué tenemos que
obedecer hoy? La Palabra de Dios. Causa
asombroso ver cómo la Palabra de Dios se ha
entendido mal. Kellog tenía muy buenos
principios, buen conocimiento del cuerpo
humano, pero se jactó al no recibir la Palabra
de Dios ante sus ideas. Con esto dañó todo su
servicio, y aunque fue notable lo dañó, porque
falsificó su conocimiento y no pudo ser más
confiable y apropiado para ser el brazo
derecho. Tenemos que ver claramente que el
trabajo de Kellog no fue una traba inútil en
este aspecto, pero fue totalmente perjudicial
para la obra porque fue engañoso. Moisés
tenía que aprender a obedecer antes de poder
gobernar sabiamente. “Antes de poder enseñar
el conocimiento de la divina voluntad a Israel,
su propio corazón debía estar en plena
armonía con Dios. Mediante su propia
experiencia debía prepararse para ejercer un
cuidado paternal sobre todos los que
necesitasen su ayuda.”
“El ser humano se habría evitado ese largo
período de trabajo y obscuridad, por
considerarlo como una gran pérdida de
tiempo. Pero la Sabiduría infinita determinó
que el que había de ser el caudillo de su
pueblo pasara cuarenta años haciendo el
humilde trabajo de pastor.” Cuando leo esto
me da ánimo porque hemos experimentado
tantas demoras en muchas áreas que fueron
obviamente necesarias. Es verdad, no deseo
decir en ningún momento que no sea
necesario, pero pudimos haber aprendido
rápido igual que Moisés. Estas cosas son
necesarias y tenemos que aprender antes de
poder salir con poder al mundo. “Así

desarrolló hábitos de atento cuidado, olvido de
sí mismo y tierna solicitud por su rebaño, que
le prepararon para ser el compasivo y paciente
pastor de Israel. Ninguna ventaja que la
educación o la cultura humanas pudiesen
otorgar, podría haber substituidos a esta
experiencia.”
Y esto lo necesitamos comprender
especialmente los que hemos aprendido en
colegios humanos.
“Moisés había aprendido muchas cosas que
debía olvidar.” Esto significa que la
destrucción de ese ídolo llamado religión falsa
o medicina falsa es algo que no puede suceder
de un momento a otro. En el caso de Pablo
vemos esto claramente. Pasó tres años aunque
su mente corrió tan rápido con notable
repetición a través de todas las promesas, y
vio las cosas con tremenda brillantez y
claridad. Luego fue a Arabia y estuvo un
tiempo para asegurar la obra de
arrepentimiento. ¿Y cuánto tiempo necesitó
Moisés?. Cuarenta años para asegurar la obra
del arrepentimiento. Es interesante que todas
las cosas que aprendió en Egipto fueron
sentimentalismo, y lo que tuvo que aprender
fue la libertad del sentimentalismo. Estas dos
cosas son realmente contrarias.
“Moisés había aprendido muchas cosas que
debía olvidar. Las influencias que le habían
rodeado en Egipto, el amor a su madre
adoptiva, su propia elevada posición como
nieto del rey”. ¿Qué era el amor a su madre
adoptiva? Sentimentalismo. En los caminos de
Dios tampoco hay lugar para pensar en
posición. No importa la posición que uno
tenga, está bajo la ley de Dios. Si es un niño o
siervo o cualquier otra persona, está bajo la
ley de Dios y la ley se aplica a todos por igual.
Delante del Señor todos somos iguales, y
aunque esta es la teoría en la condición
humana es simplemente teoría, porque en la
práctica no es así debido a que la gente es muy
sentimental. “El libertinaje que reinaba por
doquiera, el refinamiento la sutileza y el
misticismo de una falsa religión.” ¿Qué es
139
libertinaje?. Es superfluidad, indulgencia y
lujo; todo esto es sentimentalismo ¿Qué es
refinamiento? Los alimentos y las cosas
refinadas. Las comidas refinas son más
suaves. Cuando usted come el pan duro, tiene
que masticarlo y demanda esfuerzo, hasta que
la saliva aparece. Refinamiento en este caso es
sentimentalismo. Refinamiento es también
sutileza en las falsas religiones. Esto es
sentimentalismo, porque apela a los
sentimientos y presenta un mundo imaginario.
Por ejemplo, en las iglesias del mundo los
predicadores se destacan por su retórica,
cuando presentan sermones delante del
pueblo, que dejan a los oyentes admirados por
la presentación retórica. ¿Y qué esto? Es
misticismo y sentimentalismo. ¿Por qué le
gusta a la gente escuchar esos sermones?
Porque estimulan sus sentimientos. “El
esplendor del culto idólatra, la solemne
grandeza de la arquitectura y de la cultura.”
¿Qué es idolatría? Es soñar despierto, o soñar
despierto es idolatría.
Es interesante que Moisés nunca rindió
reverencia a estas cosas. ¿Por qué tenía que
liberarse de ellas? Lo que sigue tiene la
respuesta: “Todo esto había dejado una
profunda impresión en su mente entonces en
desarrollo”. Nosotros tenemos la tendencia a
reírnos por la idolatría del pasado, cuando los
reformadores derribaban las estatuas. ¿Pero no
adoramos igualmente esas mismas cosas hoy,
cuando soñamos despiertos? Lo hacemos
exactamente al soñar en el mundo de la
impureza, y esto es lo que significa adoración
de ídolos. Y aunque Moisés no condescendió
en pensamientos impuros, permanecía todavía
en medio de esas cosas e hicieron cierta
impresión en él. Cuando usted va a la ciudad y
se ve rodeado de estas cosas, ellas hace una
impresión en su mente, especialmente la
cultura y la arquitectura. En Madian Moisés se
hallaba entre las montañas donde no había
sido puesta la mano humana. Alrededor había
enormes rocas, piedras toscas, deformes y
escabrosos terrenos por todas partes. Moisés

comenzaba a ver que allí estaba la mano de
Dios, y necesitaba verlo antes de llegar a
poseer ese espíritu claro y libre de
sentimentalismo. Si Moisés hubiera acariciado
en el menor grado el sentimentalismo, ¿cuánto
hubiera hecho con el pueblo de Israel? Los
habría abandonado en su primer encuentro.
Necesitaba un espíritu extraordinario libre de
sentimentalismo para poder guiar al pueblo.
Fue acusado, golpeado, abusado,
escarnecido y muchas cosas más. ¿Y cómo
reaccionó él, excepto cuando golpeó la roca?
Lo hizo siempre de la manera apropiada, y
mantuvo siempre la palabra de Dios delante
del pueblo. Fue humilde y, sin embargo, de
carácter firme e inflexible, y por eso pudo
guiar a Israel en el desierto y, finalmente, los
capacitó para entrar a la tierra prometida. Dios
tenía un instrumento que podía usar, pero si
este instrumento no hubiera estado cuarenta
años en el desierto, no habría sido idóneo para
esta obra extraordinaria.
Esto debe darnos una idea de lo que
necesitamos ser y necesitamos hacer. Hemos
estudiado en el contexto de Joel capítulo 2,
sobre el hecho de que debemos de asegurar la
obra de arrepentimiento. También nuestras
viejas ideas están llenas de sentimentalismo y
de conocimiento mundanal que admiramos, y
necesitamos ver el poder de la palabra de
Dios. Las palabras de Dios deben ser enormes
estatuas ante nuestros ojos y ante las cuales
todas las demás cosas pierdan significado. Esa
debe ser nuestra actitud, y entonces estaremos
listos para avanzar. Pero mientras nuestro
conocimiento tenga la primacía, y la palabra
de Dios se ponga a un lado, no seremos
idóneos para hacer la obra. Tenemos que
destruir este ídolo de la falsa religión en todo
aspecto. Dice aquí: “El tiempo, el cambio de
ambiente y la comunión con Dios podían
hacer desaparecer estas impresiones”. Tres
factores: tiempo, ambiente y comunión con
Dios. La comunión con Dios es un aspecto
importante, lo mismo el tiempo. Ahora
consideramos el ambiente. ¿Qué significa el
140
ambiente para nosotros? Cuando yo leo
ambiente me inclino a pensar en alejarme de
la ciudad para estar en la naturaleza en lugares
agradables, en las montañas, entre árboles y
arroyos. Esto es lo que tendemos a pensar que
es ambiente. ¿Pero dónde estuvo Juan el
discípulo en sus últimos días? ¿En un
ambiente semejante? Estuvo en la isla de
Patmos. ¿Usted se imagina como es allá?
Rocas por todos lados y al alrededor se
extiende el mar. No hay allí montañas verdes,
no hay arroyos fluyendo cerca de la casa ni
pastos verdes con ganados. Juan era un
hombre prisionero que estaba en un lugar
desértico. ¿Dónde estuvo Juan el Bautista? En
el desierto, y esta es otra cosa interesante. ¿Y
dónde estuvo Moisés? En el desierto también.
¿Por qué estuvieron esos sitios? Porque
necesitaban ser liberados del sentimentalismo.
Permítanme leer una declaración en el libro El
Hogar Cristiano, página 354, concerniente a
la educación de los hijos, y más tarde
tocaremos el tema en más detalles.
“A menudo las circunstancias en las cuales
se vea colocado un niño ejercerán en él una
influencia más eficaz que el ejemplo de los
padres. Ciertos padres ricos esperan que sus
hijos serán lo que ellos mismos fueron en su
juventud, y si esto no sucede culpan de ello a
la depravación de la época. Pero no tienen
derecho a esperar esto de sus hijos a menos
que los hayan puesto en circunstancias
similares a aquellas en las cuales ellos mismos
vivieron. Las circunstancias en que vivió el
padre hicieron de él lo que es. En su juventud
la pobreza le apremió y tuvo que trabajar con
diligencia y perseverancia. Su carácter se
modeló en la severa escuela de la pobreza. Se
vio obligado a ser modesto en sus deseos,
activo en su trabajo, y sencillo en sus gustos.
Tuvo que hacer trabajar sus facultades para
obtener alimento y ropa. Le tocó practicar la
economía.” Pensemos un poco acerca de esto
y veamos cuán necesario es el tiempo, el
cambio de circunstancias y la comunión con

Dios para asegurar la obra de arrepentimiento,
aun en el trabajo de la educación.
ESTUDIO 23
Un pecado conduce a otro pecado
Continuamos mirando la experiencia de
Caín y cómo Dios obró con él. Primero que
todo volvamos al hecho que la ofrenda de
Caín no fue una ofrenda armoniosa, y fue una
ofrenda que produjo todo menos una buena
influencia en el mundo. Esta clase de ofrenda
es con frecuencia descrita por Juan quien
rindió un servicio en lo mejor de la realidad.
Leamos el libro Los Hechos de los Apóstoles,
página 439. “Los que nunca experimentaron el
tierno y persuasivo amor de Cristo, no pueden
guiar a otros a la fuente de la vida. Su amor en
el corazón es un poder compulsivo, que
induce a los hombres a revelarlo en su
conversación, por un espíritu tierno y
compasivo, y en la elevación de las vidas de
aquellos con quienes se asocian. Los obreros
cristianos que tienen éxito en sus esfuerzos
deben conocer a Cristo, y a fin de conocerle,
deben conocer su amor. En el cielo se mide su
idoneidad como obreros por su capacidad de
amar como Cristo amó y trabajar como él
trabajó.” El principio en la vida de Caín no era
trabajar como Cristo trabajó, ni amar como
amó, sino trabajar como el hombre trabaja y
amar como el hombre ama. El sacrificio de
Caín fue de carácter contrario al que se
describe aquí.
“Los obreros cristianos que tienen éxito en
sus esfuerzos deben conocer a Cristo.” Por
supuesto que todos nosotros conocemos a
Cristo, ¿verdad? ¿Qué significa conocer a
Cristo? Tenemos que conocerlo,
personalmente, y familiarizarnos con El.
Tenemos que sentarnos a sus pies como María
lo hizo. Esta es la única manera por la cual
141
podemos hacer un trabajo aceptable a Dios, y
ser una ofrenda aceptable. Para conocerlo
debemos conocer su amor. “En el cielo se
mide su idoneidad como obreros por su
capacidad de amar como Cristo amó y trabajar
como él trabajó.” Es decir, su trabajo o
sacrificio será aceptado en la forma que se
presentó. Esta no es una acción arbitraria de
Dios. Es simplemente porque ese trabajo o
sacrificio que humanamente hicieron para
Dios de nada aprovechó y nada produjo.
Exteriormente produjo unas pocas cosas, y
algunas personas son muy activas pero no le
dan el motivo real a la obra, y no produce
fruto de verdadera justicia. Algunas personas
trabajan y trabajan sin ganar almas al
Evangelio, ¿por qué? Porque no trabajan
como Cristo trabajó ni aman como Cristo
amó. Esta es la simple razón.
“‘No amemos de palabra’, escribe el
apóstol, ‘sino de obra y en verdad.’ La
perfección del carácter cristiano se obtiene
cuando el impulso de ayudar y beneficiar a
otros brota constantemente de su interior.” Es
decir, cuando el sacrificio que presentamos es
el resultado del verdadero aprecio por la vida
que el Salvador dio por nosotros, entonces
será un servicio aceptable y será sabor de vida
para vida a otros. No es la cantidad de trabajo
que hacemos, no es el trabajo de horas tardes
de la noche y no es ninguna cosa que hacemos
para la causa en dinero. La pregunta es: ¿Lo
hago en la forma de Caín o en la forma de
Abel? Esto es, ¿nos someternos al amor de
Cristo y apreciamos realmente su amor por
nosotros, y lo hacemos motivados por eso o
no? Cada cual debe probarse a sí mismo, y
creo con todo mi corazón que todos pueden
ver de qué carácter es su sacrificio. Sin
embargo, no debemos estar satisfechos con lo
que amamos a Cristo sino si lo amamos
suficientemente. Ninguno puede decir que ha
alcanzado plenamente el carácter cristiano.
Tenemos que luchar constantemente por tener
más de esta clase de sacrificio, es decir, el
sacrificio de Abel.

Regresamos ahora a la Biblia para leer otra
vez la amonestación que Dios dio a Caín,
quien no trabajó como Cristo trabajó ni amó
como Cristo amó. “Si bien hicieres, ¿no serás
enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado
está a la puerta; con todo esto, a ti será su
deseo, y tú te enseñorearás de él” (Génesis
4:7). Este es por supuesto, el pecado de
sentimientos que controlan la razón. Es el
pecado del sentimentalismo o en otras
palabras, el pecado del egoísmo o la
exaltación del yo que es lo que Dios señala
aquí. El Señor dice claramente que no
permitamos que este pecado gobierne sobre
nosotros y que ahora es el tiempo cuando
podemos resistirlo. Y cuando esa voz nos
habla es absolutamente fatal no hacerlo. Yo no
puedo decirlo diferente, no podemos jugar con
Dios. Si usted rechaza su voz, entonces va a
las tinieblas. La pregunta es: ¿Por qué te has
ensañado? No hay razón para que te ensañes.
Cuando realmente pensamos en este asunto,
¿tenemos una razón para llenarnos de ira,
resentimiento y oposición? ¿Seremos siempre
aniñados y estúpidos? ¿Está nuestra vida
escondida con Cristo en Dios? ¿Por qué no
podemos estar siempre calmados y humildes
sin represalias?
¿Por qué te has ensañado, por qué hay odio
en tu semblante? ¿Cuál es la razón para esto?
Cuando Dios formula estas preguntas hace
que pensemos, y no es porque no conozca la
respuesta. ¿Por qué fueron estas cosas así?
Porque su rostro probablemente sufrió una
postración nerviosa y debió haber rendido al
Salvador. Pero rechazó hacer esto. “Si bien
hicieres, ¿no serás enaltecido?” Pero hay algo
que no está en orden y usted debe ponerlo en
orden. Antes del acontecimiento hubo una
discusión entre los dos hermanos y está
descrita en Signs of the Times, 16 de
diciembre 1886.
“Caín invitó a Abel a que caminaran en los
campos, y allí manifestó su incredulidad
contra Dios. Reclamó que al presentar su
ofrenda lo hacía bien. Cuanto más habla
142
contra Dios y censura su justicia y
misericordia al rechazar su propia ofrenda, y
la aceptación de la ofrenda de su hermano
Abel, tanto más cruel son sus sentimientos de
ira y resentimiento” (ST, 16 de diciembre
1886 parr. 11).
Es un asunto de que cuanto más habla, más
amargo se convierte su sentimiento. Habría
sido mejor si hubiera cerrado su boca, pero
hablaba y hablaba más y más. ¿Por qué
hablaba a Abel? Buscaba a alguien que
consintiera con él, que le dijera, sí. Y
generalmente como hermano menor debía
respetar al mayor y debía decir, sí, a lo que
Caín expresaba. Esto era una costumbre, y
pensaba lograrlo señalando sus puntos de
vista. Usted sabe que Satanás busca a alguien,
especialmente al débil con el cual pueda
discutir acerca de sus dudas. Caín deseaba
animarse a sí mismo con esto. “Abel defendió
la bondad y la imparcialidad de Dios, y colocó
delante de Caín la simple razón de por qué
Dios no aceptó su ofrenda” (ST, 16 de
diciembre 1886 parr. 12).
¿Qué arma usó Abel para explicar esto a
Caín? La simple razón. Es sorprendente cómo
Caín estaba realmente tan ciego que lo que
había hecho era correcto, y dijo que había
traído la ofrenda que Dios exigía.
“El hecho de que Abel se atreviera a estar
en desacuerdo con Caín y aun al grado que
señaló sus errores, dejó a Caín atónito. Esta
fue una nueva experiencia, porque hasta ese
momento Abel se sometió al juicio de su
hermano mayor; y Caín se enfureció a tan alto
grado, que Abel no simpatizó más con él en
sus desafectos. Abel cedería en cuanto no
concirniera a la conciencia; pero cuando la
conducta del Dios del cielo se puso en duda, y
Caín habló burlescamente del sacrificio de fe,
Abel defendió la verdad con valor.” Esto
indica que Abel tenía la victoria sobre el
sentimentalismo porque defendió con valor la
verdad. “La razón de Caín le decía que Abel
estaba en lo correcto.” Esto es también
formidable que su razón testificara que su

hermano estaba en lo correcto, cuando le
hablaba de la necesidad de presentar la sangre
de la víctima para que su sacrificio fuera
aceptado. “La razón de Caín le decía que Abel
estaba en lo correcto cuando le hablaba de la
necesidad de presentar la sangre de la víctima
si quería que su sacrificio se aceptara; pero
Satanás presentó el asunto en una luz
diferente. Incitó a Caín a una locura furiosa,
hasta que mató a su hermano, y el pecado del
homicidio fue puesto sobre su alma” (ST, 16
de diciembre, 1886 parr. 13).
¿Por qué lo mató? Simplemente porque
Abel era fiel a la verdad. Las mismas cosas
pasan hoy, aunque no hay un homicidio físico,
hay todavía odio y Jesús dijo: “Oísteis que fue
dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera
que matare será culpable de juicio. Pero yo os
digo que cualquiera que se enoje contra su
hermano, será culpable de juicio; y cualquiera
que diga: Necio, a su hermano, será culpable
ante el concilio; y cualquiera que le diga:
Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego”
(Mateo 5:21, 22). ¿Qué es lo que Jesús
realmente dice? Que el homicidio comienza
antes de cometer el acto. Comienza al sentirse
ira contra el hermano y el pecado de que hay
siempre una causa. Caín pudo haber dicho:
“Yo tengo una causa para estar airado con mi
hermano, y ciertamente tengo una causa”.
Pero no hay causa. Volvamos a la historia.
“Un tiempo pasó desde la muerte de Abel.
‘Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu
hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo
acaso guarda de mi hermano?’ ¡Qué verdadero
es que un pecado sigue a otro; y cuán
enfáticamente se ilustra esta verdad en el caso
de Caín! Parece sorprenderse con la pregunta:
¿Dónde está Abel tu hermano? Había ido tan
lejos en pecado, tanto había cedido a la
influencia de Satanás, que había perdido el
sentido de la presencia de Dios, de su
grandeza y conocimiento. Así mintió al Señor
para cubrir su culpa. Caín sabía muy bien
dónde estaba su hermano; y Dios sabía dónde
estaba, porque había un testimonio de la
143
acción sanguinaria” (TS, 16 de diciembre,
1886 parr. 14).
“El espíritu de Satanás había entrado en
Caín. Satanás es un acusador, y Caín comenzó
su mal proceder acusando a Dios de injusticia
y parcialidad. Satanás es un engañador, y Caín
engañó a Abel al invitarlo a salir al campo
cuando el homicidio estaba en su corazón,
para ejecutar la oscura acción en secreto.
Satanás ‘ha sido homicida desde el principio’,
e instigó a Caín para que hiciera el mismo
trabajo cruel. ‘Es mentiroso, y padre de
mentira’; y aquí, también, Caín demostró ser
un alumno hábil” (TS, 16 de diciembre, 1886
parr. 15).
ESTUDIO 24
Jesús es nuestro ejemplo
Ahora quiero ir a la historia de Cristo.
Cuando nosotros estudiamos a Cristo vemos
claramente que fue un Hombre libre del
sentimentalismo, y creció libre del
sentimentalismo. Vamos al libro El Deseado
de Todas las Gentes, página 49.
“Jesús pasó su niñez y juventud en una
aldea de montaña.” Primero, hallo interés
cuando menciona aquí que pasó en una aldea,
y segundo, en una aldea de montaña.
Recuerda cuando estudiamos acerca de las
montañas y que son los sitios más bruscos,
fríos y estériles y que los hijos de Set
escogieron vivir allá, mientras que los hijos de
Caín escogieron vivir en el valle. ¿Cómo era
el nombre de la montaña de la aldea? Nazaret.
¿Era un buen lugar libre de tentación?
Ciertamente no. ¿Por qué Dios colocó a su
Hijo donde estaban las tentaciones? Lo
veremos. “No había en la tierra lugar que no
habría resultado honrado por su presencia.
Habría sido un privilegio para los palacios

reales recibirle como huésped. Pero él pasó
por alto las mansiones de los ricos, las cortes
reales y los renombrados atrios del saber, para
vivir en el obscuro y despreciado pueblo de
Nazaret.
“Es admirable por su significado el breve
relato de sus primeros años: ‘Y el niño crecía,
y se fortalecía, y se henchía de sabiduría; y la
gracia de Dios era sobre él’. En el resplandor
del rostro de su Padre, Jesús ‘crecía en
sabiduría, y en edad, y en gracia para con Dios
y los hombres’ (Lucas 2:52). Su inteligencia
era viva y aguda; tenía una reflexión y una
sabiduría que superaban a sus años. Sin
embargo, su carácter era de hermosa simetría.
Las facultades de su intelecto y de su cuerpo
se desarrollaban gradualmente, en armonía
con las leyes de la niñez.
“Durante su infancia, Jesús manifestó una
disposición especialmente amable. Sus manos
voluntarias estaban siempre listas para servir a
otros. Revelaba una paciencia que nada podía
perturbar, y una veracidad que nunca
sacrificaba la integridad. En los buenos
principios, era firme como una roca, y su vida
revelaba la gracia de una cortesía
desinteresada.”
Me gusta esta declaración: “Revelaba una
paciencia que nada podía perturbar”. Esto es
amor verdadero, no es sentimentalismo.
Cuando una persona es fácilmente perturbada,
hay algo mal en la vida. Pero al amor
verdadero nada puede perturbarlo. ¿Puede ser
destruido el amor verdadero? ¿Puede apagarse
el amor? Es imposible. Porque es un
principio, y está fuera del alcance del diablo y
sus ejércitos. En otras palabras, yo amo a
alguien no porque él me ama a mí, no porque
él es amable conmigo, no porque me da
regalos o cosas semejantes, sino lo amo
debido a que el amor es un principio porque
Dios lo implantó en mi corazón. Y sí la otra
persona me golpea, yo la amo todavía ¿Qué
dice Job? “Aunque él me matare, en él
esperaré.” En otras palabras, yo lo amo
todavía. ¿De dónde obtuvo él ese amor? Ese
144
amor viene de Dios, y así es Dios. ¿Qué
significa, que Dios ama aun al pecador?
¿Podría amar al pecador si el amor no fuera
un principio en El? Cuando el amor no es un
principio usted no puede amar a una persona
cuando ella no lo ama. “Revelaba una
paciencia que nada podía perturbar, y una
veracidad que nunca sacrificaba la integridad.
En los buenos principios, era firme como una
roca, y su vida revelaba la gracia de una
cortesía desinteresada.”
Realmente me gusta esto: “En los buenos
principios, era firme como una roca”. Yo
busco niños, jóvenes, adultos y viejos que
sean firmes como una roca. Uno no puede
desviarse de los principios. Ellos serán
revelados y brillarán como las estrellas en la
oscuridad de la media noche.
“Con profundo interés, la madre de Jesús
miraba el desarrollo de sus facultades, y
contemplaba la perfección de su carácter. Con
deleite trataba de estimular esa mentalidad
inteligente y receptiva. Mediante el Espíritu
Santo recibió sabiduría para cooperar con los
agentes celestiales en el desarrollo de este
niño que no tenía otro padre que Dios.
“Desde los tiempos más remotos, los fieles
de Israel habían prestado mucha atención a la
educación de la juventud. El Señor había
indicado que, desde la más tierna infancia,
debía enseñarse a los niños su bondad y
grandeza, especialmente en la forma en que se
revelaban en la ley divina y en la historia de
Israel.”
Lo que dice aquí acerca de su educación es
que fue educado, no en escuelas porque las
escuelas en su tiempo estaban pervertidas, y
fue educado por su madre y por Dios
directamente en su comunión a través de la
naturaleza. Pienso que hoy nos preocupamos
por la educación mundanal y probablemente
necesitamos algo de ella para ser una parte de
la sociedad, pero no debe ponerse mucho
interés en ella; porque creo realmente que si
nuestros hijos aprenden como Jesús lo hizo,
pueden ser muy inteligentes y útiles para la

vida. Hay una promesa que todo niño puede
aprender como Jesús lo hizo.
“Así se revelaba a Jesús el significado de la
Palabra y las obras de Dios, mientras trataba
de comprender la razón de las cosas que veía.”
Es decir, tenía siempre una mente
investigadora, y no era un pensador
superficial. Deseo que todos seamos así
también. Nuestra tendencia es a ser muy
superficiales y rápidos al sentirnos satisfechos
con algo. Pero tenemos que ir a la razón de las
cosas. Sería útil que usted organizara un día
una escuela sabática, donde formula las
preguntas tratando de poner profundizar el
pensamiento. Hacer las preguntas acerca del
significado que está detrás de la materia. No
estoy diciendo que se hagan preguntas sobre
cosas no reveladas, sino preguntar sobre el
profundo significado de las cosas que están
reveladas. Esto lo hace a usted un pensador
profundo. Generalmente hablando las
universidades y los colegios no hacen a los
alumnos pensadores profundos. ¿Cuál es la
regla a seguir en estas instituciones? Usted
tiene que aprender bastantes conocimientos de
diversos libros. ¿Pero enseñan los profesores
que se averigüe cuidadosamente las razones
que están detrás de la materia? Puede ser que
lo hagan hasta cierto grado, pero por lo
general es únicamente acumulación de
conocimiento. ¿Es esto verdad o estoy
equivocado? Por supuesto que hay una teoría
que pregunta lo que está detrás de las cosas,
eso es claro. ¿Pero cuál es la práctica? ¿Leer
muchos libros u ocupar más el tiempo
tratando de entender las razones de las cosas?
“Le acompañaban los seres celestiales, y se
gozaba cultivando santos pensamientos y
comuniones. Desde el primer destello de la
inteligencia, estuvo constantemente creciendo
en gracia espiritual y conocimiento de la
verdad. Todo niño puede aprender como
Jesús.” Esta es una promesa para los padres y
los hijos.
Ahora vamos al punto que muestra que
Jesús fue libre de la educación sentimental, y
145
señala un poco las circunstancias de su
educación. Los padres de Jesús eran pobres, y
la pobreza es más buena que detrimento para
la educación de los hijos. Somos propensos a
decir: “¡Esa pobre gente!” Pero cuando Dios
mira su pobreza sabe que es buena para la
educación.
“Los padres de Jesús eran pobres y
dependían de su trabajo diario para su sostén.
El conoció la pobreza, la abnegación y las
privaciones. Esto fue para él una salvaguardia.
En su vida laboriosa, no había momentos
ociosos que invitasen a la tentación. No había
horas vacías que preparasen el camino para las
compañías corruptas. En cuanto le era posible,
cerraba la puerta al tentador. Ni la ganancia ni
el placer, ni los aplausos ni la censura, podían
inducirle a consentir un acto pecaminoso. Era
sabio para discernir el mal, y fuerte para
resistirlo.”
Es interesante que no fue como Eva que fue
sabia y fuerte también para resistir, sin
embargo, no cerró todas las puertas al
tentador. Aunque Jesús era sabio para
discernir el mal y fuerte para resistirlo, cerró
las puertas al tentador. Esa fue la diferencia
entre Jesús y Eva. Los padres no admiten que
los hijos estén tan ocupados como lo estuvo
Jesús, porque piensan que trabajan con exceso
y que deben jugar un poco. Que deben tener
un tiempo libre para que jueguen en equipos o
cosas semejantes. Cosas como éstas no
sucedieron en la vida de Jesús. Tenía un
propósito en cada hora del día para el sostén
de su familia, terminaba el día cansado, y
después de orar iba a la cama. No había un
momento para sentarse a mirar televisión, y
no había un momento para el entretenimiento
con juguetes. Es decir, Jesús era alguien que
no tenía juguetes. ¿Qué piensa usted de un
niño que no tiene juguetes? ¡Pobrecito niño,
no tiene un juguete para entretenerse! Por
supuesto, cuando se lee que no tenía horas
ociosas no queremos decir que en todo
momento hacía un trabajo laborioso,
especialmente en su niñez. No deseamos que

los niños trabajen con exceso, eso es claro.
Quiero advertir de no pensar que estoy
hablando de extremos aquí; uso solamente la
Palabra como está escrita. “En su vida
laboriosa, no había momentos ociosos que
invitasen a la tentación. No había horas vacías
que preparasen el camino para las compañías
corruptas. En cuanto le era posible, cerraba la
puerta al tentador. Ni la ganancia ni el placer,
ni los aplausos ni la censura, podían inducirle
a consentir un acto pecaminoso.”
Esto habla de simplicidad, y de la libertad
del sentimentalismo. De una cosa usted puede
estar seguro y es de que el sentimentalismo
está en proporción directa con los juguetes.
Cuanto más juguetes artificiales tiene el niño,
tanto más tendencia tiene al sentimentalismo.
“Cristo fue el único ser que vivió sin pecar
en esta tierra. Sin embargo, durante casi
treinta años moró entre los perversos
habitantes de Nazaret. Este hecho es una
reprensión para los que creen que dependen
del lugar, la fortuna o la prosperidad para
vivir una vida sin mácula. La tentación, la
pobreza, la adversidad son la disciplina que se
necesita para desarrollar pureza y firmeza.”
Yo acepto que la pobreza es una disciplina
muy necesaria igual que la adversidad para
desarrollar pureza y firmeza. ¿Pero es
necesaria la tentación? ¿Usted cree en eso? Sí,
la tentación es necesaria para tener disciplina a
fin de desarrollar pureza y firmeza.
Si usted desea alejar todas las tentaciones de
sus niños, les está negando la disciplina para
desarrollar pureza y firmeza. ¿Qué fue lo que
hizo Dios cuando tuvo sus primeros hijos en
esta tierra, Adán y Eva? Les dio el árbol de la
ciencia del bien y del mal, un lugar donde la
tentación fuera posible. Pudo haberlos alejado
completamente y haber hecho el jardín del
Edén sin el árbol de la ciencia del bien y del
mal. ¿Habría producido esto disciplina, y
habría desarrollado pureza y firmeza en ellos?
Dios sabía por qué colocaba el árbol allí. No
quiero decir que usted tiene que tentar a sus
hijos, eso es claro, pero no puede alejar todas
146
las cosas y no puede encerrarlos
completamente. No les puede impedir que
vean el resultado del pecado, porque ellos
tienen que verlo. Si el niño mira algo por
primera vez y lo declara, el padre le llama la
atención y le dice: “No, no puede verlo porque
usted es demasiado tierno”. ¿Por qué no?
Cuando lo haga usted debe hablar con el niño,
y debe explicarle que eso es necesario para la
disciplina, a fin de desarrollar pureza y
firmeza. Esto es lo que el Espíritu de Profecía
dice: “La tentación, la pobreza, la adversidad
son la disciplina que se necesita para
desarrollar pureza y firmeza”.
“Jesús vivió en un lugar de artesanos, y con
fidelidad y alegría desempeñó su parte en
llevar las cargas de la familia. Había sido el
generalísimo del cielo, y los ángeles se habían
deleitado cumpliendo su palabra; ahora era un
siervo voluntario, un hijo amante y obediente.
Aprendió un oficio, y con sus propias manos
trabajaba en la carpintería con José. Vestido
como un obrero común, recorría las calles de
la pequeña ciudad, yendo a su humilde trabajo
y volviendo de él. No empleaba su poder
divino para disminuir sus cargas ni aliviar su
trabajo.
“Mientras Jesús trabajaba en su niñez y
juventud, su mente y cuerpo se desarrollaban.
No empleaba temerariamente sus facultades
físicas, sino de una manera que las conservase
en buena salud, a fin de ejecutar el mejor
trabajo en todo ramo. No quería ser deficiente
ni aun en el manejo de las herramientas. Fue
perfecto como obrero, como lo fue en
carácter. Por su ejemplo, nos enseñó que es
nuestro deber ser laboriosos, y que nuestro
trabajo debe cumplirse con exactitud y
esmero, y que una labor tal es honorable. El
ejercicio que enseña a las manos a ser útiles, y
prepara a los jóvenes para llevar su parte de
las cargas de la vida, da fuerza física y
desarrolla toda facultad. Todos deben hallar
algo que hacer benéfico para sí y para otros.”
Todo el capítulo es muy interesante porque
se ve lo que es ser libre del sentimentalismo.

“Durante toda su vida terrenal, Jesús trabajó
con fervor y constancia. Esperaba mucho
resultado; por lo tanto intentaba grandes
cosas. Después que hubo entrado en su
ministerio, dijo: ‘Conviéneme obrar las obras
del que me envió, entretanto que el día dura:
la noche viene, cuando nadie puede obrar’
(Juan 9:4)”. En otras palabras, todas las cosas
en su vida tenían un propósito. Hacía las cosas
y cuando todo estaba listo salía para el hogar.
Cuando terminaba su trabajo no hacía demora
sin necesidad en el lugar. Por ejemplo, al
comer lo hacemos con un propósito, y es el de
alimentarnos. Algunos cuando lo hacen
pierden el propósito, y si usted come más de
lo que conviene arruina su salud y su mente.
Jesús nunca hacía eso. Cuando comía, comía
con un propósito. El plan de la familia debe
desarrollarse de la misma manera; no
conforme al sentimentalismo sino conforme al
propósito.
¿Por qué me casé? Porque tengo un
propósito, no porque es bueno para mis
sentimientos. ¿Para qué tengo hijos? No para
satisfacer mis sentimientos. Eso es lo que la
vida de Cristo nos enseña claramente. “Jesús
no rehuyó los cuidados y la responsabilidad,
como los rehuyen muchos que profesan
seguirle. Y debido a que tratan de eludir esta
disciplina, muchos son débiles y faltos de
eficiencia. Tal vez posean rasgos preciosos y
amables, pero son cobardes y casi inútiles
cuando se han de arrostrar dificultades y
superar obstáculos. El carácter positivo y
enérgico, sólido y fuerte que manifestó Cristo,
debe desarrollarse en nosotros mediante la
misma disciplina que él soportó. Y a nosotros
se nos ofrece la gracia que recibió él.”
Esta es una promesa. Tome esto no como
una orden sino como una promesa. Su carácter
“debe desarrollarse en nosotros, mediante la
misma disciplina que él soportó.” Otra vez, las
dos cosas son necesarias, la gracia de Cristo y
la disciplina. No lo podemos hacer sin la
gracia de Cristo ni tampoco lo podemos hacer
sin disciplina. “El carácter positivo y
147
enérgico, sólido y fuerte.” Cuando yo
comparo a Cristo con nosotros como pueblo,
tengo que decir que no estamos listos para el
conflicto final. Tengo que decir que en esto
me veo yo mismo, y considero que hay un
camino largo para transitar, pero veo las
promesas y deseo seguirlas, y por la gracia de
Dios lo haré.
“Mientras vivió entre los hombres, nuestro
Salvador compartió la suerte de los pobres.
Conoció por experiencia sus cuidados y
penurias, y podía consolar y estimular a todo
los humildes trabajadores. ...
Aquí es donde la verdadera fe entra. “Jesús
trabajaba con alegría y tacto. Se necesita
mucha paciencia y espiritualidad para
introducir la religión de la Biblia en la vida
familiar y en el taller; para soportar la tensión
de los negocios mundanales, y, sin embargo,
continuar deseando sinceramente la gloria de
Dios. En esto Cristo fue un ayudador. Nunca
estuvo tan embargado por los cuidados de este
mundo que no tuviese tiempo o pensamientos
para las cosas celestiales. A menudo
expresaba su alegría cantando salmos e
himnos celestiales. A menudo los moradores
de Nazaret oían su voz que se elevaba en
alabanza y agradecimiento a Dios. Mantenía
comunión con el Cielo mediante el canto; y
cuando sus compañeros se quejaban por el
cansancio, eran alegrados por la dulce melodía
que brotaba de sus labios. Sus alabanzas
parecían ahuyentar a los malos ángeles, y
como incienso, llenaban el lugar de fragancia.
La mente de los que le oían se alejaba del
destierro que aquí sufrían para elevarse a la
patria celestial.”
¿A dónde es usted alejado? “La mente de
los que le oían se alejaba del destierro que
aquí sufrían para elevarse a la patria celestial.”
Aquí está imaginado el mundo real, es decir,
el hogar celestial, y de esto nosotros debemos
llenar nuestras mentes. Tenemos que ser
alejados del exilio terrenal al hogar celestial.
Me gusta la reflexión que así se alejaban las
mentes de los oyentes. ¿Cuál es la atmósfera

alrededor de mí? ¿Me maravillo si algunas
veces mis oyentes son alejados de este exilio
terrenal al hogar celestial? Tengo que decir
que mi asociación con mi esposa me ha sido
una gran bendición, porque con frecuencia
ella canta himnos cuando estamos solos en el
hogar, y hallo que es tranquilizante y
confortable. Me lleva la mente lejos de las
tristezas terrenales al hogar celestial. Eso es lo
que Dios propone que seamos esa clase de
influencia y atmósfera como la de Jesús.
“Jesús era la fuente de la misericordia
sanadora para el mundo; y durante todos
aquellos años de reclusión en Nazaret, su vida
se derramó en raudales de simpatía y ternura.
Los ancianos, los tristes y los apesadumbrados
por el pecado, los niños que jugaban con gozo
inocente, los pequeños seres de los vergeles,
las pacientes bestias de carga, todos eran más
felices a causa de su presencia. Aquel cuya
palabra sostenía los mundos podía agacharse a
aliviar un pájaro herido. No había nada tan
insignificante que no mereciese su atención o
sus servicios.”
“Así, mientras crecía en sabiduría y
estatura, Jesús crecía en gracia para con Dios
y los hombres: Se granjeaba la simpatía de
todos los corazones, mostrándose capaz de
simpatizar con todos. La atmósfera de
esperanza y de valor que le rodeaba hacía de
él una bendición en todo lugar.” Eso no
significa que él tenía solamente amigos.
Alguno no serían felices debido a que no se
asociaría con ellos en sus juegos. No quiere
decir que no podían ver y apreciar su buena
influencia, pues como personas lo harían
mostrando que había buen atmósfera
alrededor de él. En realidad ellos lo amaban.
“Y a menudo, en la las sinagoga, los sábados,
se le pedía que leyese la lección de los
profetas, y el corazón de los oyentes se
conmovía al ver irradiar una nueva luz de las
palabras familiares del texto sagrado.
“Sin embargo, Jesús rehuía la ostentación.
Durante todos los años de su estada en
Nazaret, no manifestó su poder milagroso. No
148
buscó ninguna posición elevada, ni asumió
títulos. Su vida tranquila y sencilla; y aun el
silencio de las Escrituras acerca de sus
primeros años, nos enseña una lección
importante. Cuanto más tranquila y sencilla
sea la vida del niño, cuanto más libre de
excitación artificial y más en armonía con la
naturaleza, más favorable será para el vigor
físico y mental y para la fuerza espiritual.”
Cristo es nuestro ejemplo y esto indicia que
lo podemos seguir, y es un ejemplo aun para
los niños. Quiero terminar esta reflexión, y
usted puede leer los capítulos siguientes y ver
cómo creció Jesús sin sentimentalismo. Luego
en la siguiente sesión nos lanzaremos al
estudio real de la vida de Cristo, para entender
cómo debe nuestra familia edificar el reino de
Dios. Con seguridad aprenderemos muchas
lecciones de ese estudio, y oremos para que
nuestros ojos se abran realmente a esta verdad.
No sé todavía lo que Dios desea revelarnos y
ciertamente lo hará porque se nos ordena
estudiar la vida de Cristo y ver en ella un
ejemplo para edificar la familia.
ESTUDIO 25
Deseamos volver a nuestro tema del
ejemplo de Cristo con el fin de descubrir la
forma como siguió el plan de Dios para la
familia y, por lo tanto, fue la simiente que
aplastó la cabeza de la serpiente. El fue la
simiente que hirió la cabeza de la serpiente,
porque edificó conforme al plan de Dios. Si
comenzamos a edificar nuestras familias de la
misma forma como Cristo lo hizo, veremos
esa generación que aplastará la cabeza de la
serpiente. Esta es la promesa y debemos
percibirla por la fe. Puesto que comenzamos
mirando el capítulo, “La Niñez de Cristo”,
contemplamos aquí la situación de cómo la
afrontaremos en cierto sentido, cuando
entremos en la fase del fuerte pregón.

Generalmente hablando, sabemos que la
situación de Cristo como niño es una situación
en la cual nos estamos introduciendo hoy.
Regresamos al libro El Deseado de Todas
las Gentes, página 54, para ver que esta es
nuestra experiencia directamente ahora. En
este párrafo leemos que Jesús tenía una
influencia específica en los que lo rodeaban.
“A menudo expresaba su alegría cantando
salmos e himnos celestiales. A menudo los
moradores de Nazaret oían su voz que se
elevaba en alabanza y agradecimiento a Dios.
Mantenía comunión con el Cielo mediante el
canto; y cuando sus compañeros se quejaban
por el cansancio, eran alegrados por la dulce
melodía que brotaba de sus labios. Sus
alabanzas parecían ahuyentar a los malos
ángeles, y como incienso, llenaban el lugar de
fragancia. La mente de los que le oían se
alejaba del destierro que aquí sufrían para
elevarse a la patria celestial.”
¿Puede usted ver que esta será nuestra
influencia al ministrar para el mundo? “La
mente de los que le oían se alejaba del
destierro que aquí sufrían para elevarse a la
patria celestial.” Esa es la forma como
predicaremos el mensaje en los últimos días.
“Jesús era la fuente de la misericordia
sanadora para el mundo.” Esto habla de la
verdadera obra médica misionera que
acompañará el mensaje del fuerte pregón. “Y
durante todos aquellos años de reclusión en
Nazaret, su vida se derramó en raudales de
simpatía y ternura. Los ancianos, los tristes y
los apesadumbrados por el pecado, los niños
que jugaban con gozo inocente, los pequeños
seres de los vergeles, las pacientes bestias de
carga, todos eran más felices a causa de su
presencia. Aquel cuya palabra sostenía los
mundos podía agacharse a aliviar un pájaro
herido. No había nada tan insignificante que
no mereciese su atención o sus servicios.” Esa
es exactamente la situación a medida que
entremos en el fuerte pregón y durante el
fuerte pregón también.
149
“Así, mientras crecía en sabiduría y
estatura...” ¿Se dará todo en un instante en la
lluvia tardía,? Hemos aprendido que se
intensificará gradualmente. Así, tiene que
haber primero un crecimiento en sabiduría y
estatura entre el pueblo de Dios, y debemos
crecer en gracia delante de Dios y los
hombres. “Se granjeaba la simpatía de todos
los corazones, mostrándose capaz de
simpatizar con todos.” Para hacer esto
tenemos que ser realmente libres de todo
sentimentalismo. No podemos simpatizar con
otros mientras no simpaticemos con nosotros
mismos. Esto será imposible, o quizás
mostremos favoritismo con nuestra propia
familia. Por ejemplo, cuando una persona
piensa que ha sido tratada injustamente por
otros, inmediatamente los otros miembros de
la familia entran para defenderla, y aunque no
sepan lo que está pasando, ellos la defenderán.
¿Por qué? Porque están vinculados
sentimentalmente a esa persona. Eso es
favoritismo. Para ser libres de esto no
debemos caer en la trampa de no simpatizar
con todos, porque mientras tengamos este
sentimentalismo no estaremos abiertos al
mundo sino solamente abiertos a nuestra
familia. Eso es bueno, pero la familia como tal
no puede ser un servicio. Recuerde que Elí
tenía esta clase de sentimentalismo, porque
protegía a sus dos hijos en la forma no
adecuada. Estas injusticias no las excusarían
los verdaderos siervos de Dios con sus propios
hijos si las cometieran. Hermanos y hermanas,
esto no significa que tenemos que odiarlos
sino que simplemente tenemos que ser libres
del sentimentalismo, lo cual nos impide hacer
justicia y rectitud. Necesitamos luchar contra
el pecado no contra las personas.
“Se granjeaba la simpatía de todos los
corazones, mostrándose capaz de simpatizar
con todos.” Jesús podía mostrar simpatía con
todos, no solamente con sus hermanos y con
su madre. No sólo con sus compañeros sino
con todos. En otras palabras, su corazón
estaba abierto a todos, y este es un punto muy

importante. Esto muestra cuán libre de
sentimentalismo estaba. “La atmósfera de
esperanza y de valor que le rodeaba hacía de
él una bendición en todo hogar. Y a menudo,
en la sinagoga, los sábados, se le pedía que
leyese la lección de los profetas, y el corazón
de los oyentes se conmovía al ver irradiar una
nueva luz de las palabras familiares del texto
sagrado.
“Sin embargo, Jesús rehuía la ostentación.
Durante todos los años de su estada en
Nazaret, no manifestó su poder milagroso.” Es
decir, mantenía su simplicidad y se mantenía
libre de toda excitación. Cuando la lluvia
tardía se derrame lo hará con gran poder, pero
tiene que ser libre de excitación artificial y
esto caracterizará siempre al verdadero
movimiento de Dios. Nosotros hallamos en el
mundo hoy una falsificación de la lluvia
tardía, y esta falsificación tiene en sí misma
mucha excitación artificial, donde la gente
piensa que si usted no experimenta excitación
no tiene religión. El movimiento de Dios tiene
que distinguirse claramente de eso. Cuando el
Espíritu Santo obra, lo hace silenciosamente
semejante al sol saliente de la mañana. ¿Cómo
sale el sol por la mañana? ¿En forma
repentina o de un momento a otro? Asciende
suave y delicadamente y va en aumento. No
aparece repentinamente sobre las gentes para
darles el calor que no pueden soportar, y no
aparece haciendo exhibición, sino con
humildad y simplicidad.
Esta es otra declaración que nos ayuda a
comprender cuáles son las condiciones para
que se dé el fuerte pregón al mundo. Primero
que todo, habla de las circunstancias de que
los padres de Jesús eran pobres y dependían
de las labores diarias, de la abnegación y
privacidad. Su vida era industriosa y no tenía
momentos de ociosidad y horas vacías que
invitaran a la tentación y que abriera
posiblemente la puerta al tentador. “Ni la
ganancia ni el placer, ni los aplausos ni la
censura, podían inducirle a consentir en un
acto pecaminoso.” En Capernaúm hizo
150
muchos milagros y predicó muchos sermones
en su ministerio público. Esto es un
importante ejemplo para nosotros cuando Dios
use el brazo derecho, la verdadera obra
médica misionera, lo hará con discreción no
permitiendo que llegue a ser el cuerpo.
Cuando las personas fueron tentadas por los
milagros de sanidad física fueron conducidas a
otro lugar, y así esta obra les impidió mirar al
Salvador que era su principal propósito. La
declaración dice que Jesús vivió en gran
contraste con los fariseos que deseaban
siempre su lugar. Luego dice la declaración:
“La vida de Jesús ofrecía un marcado
contraste con todo esto. En ella no había
disputas ruidosas, ni cultos ostensivos, ni acto
alguno realizado para obtener aplausos.”
(Página 226). Yo quiero dirigir su atención a
la palabra aplausos por el momento. ¿Qué
significa esta palabra? Aplausos pueden ser
cuando las personas alaban a otras personas.
Puede ser también una recomendación o una
expresión positiva: ¡Usted lo hizo muy bien
hoy! Los aplausos no siempre necesitan ser
negativos como tales sino pueden ser una
tentación, aunque se usen correctamente.
Aunque la persona merezca el aplauso puede
ser una tentación y quiero mostrarles la razón
de esto en un momento. Pero para Jesús no
fueron una tentación, aunque lo aplaudieran.
Deseamos comprender la razón, y ella fue
porque Jesús no buscó los aplausos. Pero
algunas personas lo hacen, y para los que
buscan los aplausos es peligroso recibirlos.
Leamos la otra declaración en la Página
297: “En el corazón de Cristo, donde reinaba
perfecta armonía con Dios, había perfecta paz.
Nunca le halagaban los aplausos, ni le
deprimían las censuras o el chasco. En medio
de la mayor oposición o el trato más cruel,
seguía de buen ánimo.” Este es el principio en
el capítulo siete en El Deseado de Todas las
Gentes. Estas mismas palabras que leemos
aquí se aplican a Jesús como un niño.
Volvamos por el momento al capítulo siete,
página 52: “En cuanto le era posible cerraba la

puerta al tentador. Ni la ganancia ni el placer,
ni los aplausos ni la censura, podían inducirle
a consentir en un acto pecaminoso”. ¿Por qué
era esto así? La respuesta es porque tenía la
victoria total sobre el sentimentalismo y no
hay registro de sentimentalismo en su vida.
¿Cuál es el pecado del sentimentalismo? Es
cuando los sentimientos gobiernan sobre la
razón básicamente. Por supuesto, los
sentimientos son afectados por los malos
pensamientos, por la imaginación, las
ilusiones o cualquier otra cosa. Pero cuando
estas cosas gobiernan sobre la razón eso es
sentimentalismo.
¿Cuál es la influencia de los aplausos y la
censura? Primero que todo, observemos en
una persona sentimental para ver cuál es la
influencia que tienen los aplausos y la censura
en sus sentimientos. Primero, sus sentimientos
están bien, luego viene el aplauso: ¡qué bueno
lo hizo! ¿Y qué pasa con la persona? Sus
sentimientos se elevan. Mientras recibe estos
aplausos todo está bien, pero de repente viene
la censura. ¿Y qué pasó ahora con sus
sentimientos? Estos son abatidos y bajan
vertiginosamente, y son peores que antes. No
es solamente censura sino puede ser también
el chasco. Los aplausos suben los sentimientos
y la censura baja los sentimientos. Ahora,
¿Qué es la justicia por obras en cuanto al
sentimentalismo concierne? La justicia por
obras tiene como fin producir buenos
sentimientos: ¡Mis obras! Esto es placer o
soñar despierto. ¿Qué busca entonces la
persona que desea tener buenos sentimientos
en su elección? Aplausos. ¿Puede ver usted lo
peligroso que son los aplausos para esa
persona? Esto lo coloca muy dentro del
sentimentalismo. Es siempre fácil aplaudir,
pero cuando aplaudimos a una persona que es
sentimental le causamos heridas. Todo el
tiempo está buscando estos buenos
sentimientos y clama para que lo aplaudan, de
modo que se pueda sentir bien. Y si a usted no
lo aplauden, se reduce y siente un vacío total.
151
Pregúntese qué hacen los aplausos en sus
sentimientos.
Igualmente la censura. Algunas veces la
Palabra de Dios nos censura, y algunas veces
esta censura divina se transmite por medio del
mensajero. Cuando recibimos censura y
somos abatidos a causa de esto, entonces
somos sentimentales, porque permitimos que
los sentimientos gobiernen. No hay razón para
el desánimo por la censura. Si hace el bien, no
hay razón para que baje su cabeza. Pero si no
haces el bien, entonces lucha contra el pecado
que está ahí. ¿Por qué uno es abatido por la
censura? Por causa del sentimentalismo. Y
conozco esto muy bien. Con algunas personas
usted debe ser cuidadoso en decir algo que
pueda entenderse que es una censura. Estas
personas son semejantes a una herida en el
cuerpo, si usted la toca duele. Tal vez no
quiere maltratar la herida, sino está tratando
de sanarla y desea poner un bálsamo sobre
ella, pero se hiere fácilmente. Así es como las
personas sienten cuando se recibe la censura,
pero con algunos no es así. Con los que no son
sentimentales usted puede hablar abierta y
francamente, y aunque sean censurados lo
aceptarán, porque piensan que es bueno y dan
una respuesta razonable. Si la censura es
equivocada, no se impacientarán por ello.
Usted puede hablar siempre con ellos, y eso es
ser libre del sentimentalismo. De este modo
fue Jesús. No se desanimó por la censura y no
se alegró por los aplausos. En otras palabras,
sus sentimientos eran constantes. ¿Era El un
ser humano con sentimientos como nosotros?
¿Fue tentado por los aplausos, la censura o el
chasco? Sí, lo fue, pero tenía sus sentimientos
bajo el control de buenos pensamientos. Sus
sentimientos estaban bajo el control de la
razón y la religión. Así, los aplausos no
pudieron cambiar sus sentimientos. De este
modo, la censura no lo abatía porque sus
sentimientos estaban bajo el control de la
razón, y respondía siempre cortésmente no
importaba cuán impíamente los hombres lo
atacaran. Permanecía siempre lo mismo para

con ellos: bondadoso, calmado y razonable.
Una persona así es un ser precioso. Es una
persona que puede cooperar con el reino de
Dios, y será una columna fuerte en la iglesia
de Dios. Si cada uno de nosotros fuera como
Jesús, entonces sería buen colaborador. Con
qué orden la obra avanzaría. A Jesús no le
halagaron los aplausos ni se deprimió por la
censura.
Volvamos al libro El Deseado de Todas las
Gentes, capítulo 9. Pero antes de hacerlo hay
dos puntos más que deseo estudiar con usted,
pero permítame dar un corto esbozo del
capítulo 7. Este capítulo habla de su situación
cuando era niño, y de cómo las personas eran
influidas en su entorno para una vida mejor, y
de cómo era la fuente de sanidad para sus
compañeros y sus semejantes. Esto realmente
habla de nuestro trabajo durante el período del
fuerte pregón y en la fase de su intensificación
también. Así es exactamente como debemos
ser. Lea este capítulo otra vez bajo esta idea y
verá que es nuestra obra la que se describe
aquí.
Ahora, en el capítulo nueve leemos acerca
del conflicto en el que Jesús entró, y fue la
batalla de Armagedón. ¿Qué nos dice este
capítulo? Leemos acerca de las pruebas y las
luchas en las que vamos a entrar. Si desea
entender más acerca de Armagedón, entonces
lea en El Deseado de Todas las Gentes
capítulo 9 titulado “Días de Conflicto”. A
medida que estudiemos este capítulo veremos
que cuando seamos libres del
sentimentalismo, tendremos la capacidad para
pelear esta batalla adecuadamente. Si hay un
rasgo de sentimentalismo en nosotros, no
podremos pelear la batalla de Armagedón. No
será posible.
ESTUDIO 26
El cambio de circunstancias como
152
medio educativo
Hemos estudiado que el cambio de
ambiente o circunstancias fue necesario a
Moisés para asegurar la obra de
arrepentimiento. Primero, necesitó tiempo,
cambio de ambiente y comunión con Dios.
Todos estos elementos fueron absolutamente
esenciales. En cuanto al cambio de
circunstancias concierne, señalamos que
pensamos siempre en un lugar en la naturaleza
que sea hermoso y placentero, donde estemos
separados de otras cosas. Pero esto no es el
cambio de circunstancias que es necesario
para liberarnos del sentimentalismo. Más bien
es la dureza lo que se requiere, y por esa causa
Dios llevó a su pueblo al desierto. Moisés fue
puesto en el desierto, lo fue Israel, Pablo, Juan
el teólogo y Juan el Bautista.
Cuando deseamos dejar las ciudades, y este
es un buen deseo que lo apoyo, ¿cuál es
generalmente el punto principal? ¿Por qué
deseamos estar separados de las ciudades? Los
individuos se alejan de las ciudades al campo
porque se cansan de esa civilización y de esa
vida artificial, y desean cambiar a algo
romántico. Si somos creyentes, esta no es
nuestra razón exclusiva para escapar de las
malas influencias de las ciudades. Quiero
repetir que no es la única razón. Algunas
veces queremos escapar de la contaminación y
la vida compleja de la ciudad, pero la pregunta
que debemos hacernos es: ¿Deseamos
nosotros salir al campo por amor a la dureza
del trabajo? ¿O es simplemente porque
deseamos escapar de las malas influencias?.
En el campo usted no tiene el almacén en la
esquina, y si no tiene carro tiene que
levantarse muy temprano por la mañana, tiene
que tomar el bus a las cinco de la mañana que
pasa sólo una vez al día, y regresa a las seis de
la tarde. Si desea salir de compras sólo tiene
que hacerlo una vez a la semana, y si compra
algunas cosas tiene que hacerlo rápidamente
porque no puede demorar mucho tiempo. En
cuanto a la electricidad no es muy estable,

muy poca posibilidad de tener teléfono, y las
casas no son suficientemente amplias y
cómodas.
Lo que quiero decir es que se pasan trabajos
en el campo. Cuando los padres tienen niños
deben considerar celosamente cómo gastan el
dinero. Nosotros en Alemania estamos
viviendo la segunda generación después de la
segunda guerra mundial. Nuestros padres
comenzaron sin nada y tuvieron que trabajar
diligentemente toda esa primera generación.
Cuando era un niño, no tenía juguetes, el
alimento era escaso, no había dulces ni dinero
suficiente para comprar. Esa fue una gran
bendición. Así, mientras crecía participé un
poco de la situación, porque al poco tiempo la
gente comenzó la vida de comodidad y
acumulación de cosas. ¿Los padres que
acumulaban en qué gastaban su dinero? Lo
gastaban en sus propios hogares y familias
para abastecerse más y más. El resultado es
que tomamos por seguro cosas que nuestros
padres aun no soñaban. Ahora todos tenemos
carros, y cuando el muchacho tiene dieciséis
años ya tiene un carro. Hoy los niños pueden
tener variedades de cosas, y si no las tienen es
visto por el mundo como cosa extraña. La
gente pregunta: ¿No tiene su niño juguetes?
Cada vez que los niños son visitados por un
miembro de la familia o amigos esperan que
se les lleve por lo menos un juguete. Uno está
obligado a llevar juguetes a los niños, porque
se volvió un hábito hacer eso y es una señal de
aprecio y amistad. Personalmente he decido
no dar juguetes a los niños que visito y, a
pesar de eso, ellos me quieren.
Cuando llega la Navidad y los cumpleaños,
¿qué es lo que esperan los niños de los padres
y amigos? Ellos esperan regalos. ¿No
podemos educar a nuestro hijo que el
cumpleaños es una ocasión de expresar
gratitud dando regalos a otros? Si la Navidad
fue cuando Cristo dio su vida por nosotros,
tiene que ser un día de gratitud cuando los
niños deben dar regalos a la obra de Dios. Si
nuestros niños se educaran de esta forma sería
153
diferente, y si usted hace esto las personas lo
consideran extraño. Ellos piensan que usted es
cruel con sus hijos, ¿pero sabe usted qué es
crueldad? Crueldad es cuando usted los
complace, y esto es algo que el mundo no lo
ve bien.
“Ciertos padres ricos esperan que sus hijos
serán lo que ellos mismos fueron en su
juventud, y si esto no sucede culpan de ello a
la depravación de la época. Pero no tienen
derecho a esperar esto de sus hijos a menos
que los hayan puesto en circunstancias
similares a aquellas en las cuales ellos mismos
vivieron. Las circunstancias en que vivió el
padre hicieron de él lo que es. En su juventud
la pobreza le apremió y tuvo que trabajar con
diligencia y perseverancia. Su carácter se
modeló en la severa escuela de la pobreza. Se
vio obligado a ser modesto en sus deseos,
activo en su trabajo, y sencillo en sus gustos.
Tuvo que hacer trabajar sus facultades para
obtener alimento y ropa. Le tocó practicar la
economía” (El Hogar Cristiano, pág. 354).
En nuestros días los muchachos tienen
hospedaje gratis, alimento gratis y luego van
al trabajo y todo lo que ganan lo gastan en lo
que quieran. ¿Y qué es lo que quieren?.
¿Desean ellos adelantar la obra, y por eso dan
lo que ganan para la causa? Ellos viven de
ilusiones y salen a diferentes lugares a hacer
cosas que no tienen como propósito apurar la
segunda venida de Cristo. Ese es el problema.
Si deseamos que nuestros jóvenes tengan
como meta la segunda venida de Cristo, no
debemos condescender con ellos en su manera
de actuar. Cuando permanezcan en casa y
trabajen, entonces pueden contribuir a la
causa. Si comen en nuestras mesas pueden
contribuir también. Esto es absolutamente
normal. Si ellos no ganan dinero por lo que
hacen en casa, contribuyen al hacer una parte
del trabajo del hogar. El tiempo llegará
cuando ellos querrán construir su hogar por sí
mismos.
Aprendamos a ver que hay una bendición
en la escuela de la pobreza. Usted puede hacer

algunas elecciones, yo también las hago, y una
de éstas es que voluntariamente se prive usted
mismo de una porción de su salario para
destinarla a la terminación de la obra a fin de
que Cristo pueda venir pronto. Haga esto por
amor a sus hijos y por amor a la causa; este es
mi consejo. Este es un buen motivo. Cuando
lo haga se coloca usted mismo en la escuela de
la pobreza, tiene que trabajar, ser simple en
sus gustos, y ser modesto con sus
obligaciones. Si los niños se educan de esta
forma serán bendecidos. Algunas veces Dios
quita de nosotros ídolos de esta clase. Nos
coloca en circunstancias donde caemos
inesperadamente de un nivel social a otro más
bajo. Hay personas piensan que las cosas que
poseen tienen que retenerlas por toda la vida.
Todos necesitamos aprender a ser una
bendición para nuestros hijos.
En el caso de Moisés el cambio de
circunstancia fue el de descender. Primero,
estuvo en la clase alta con sus siervos y con
todas las cosas en el ostentoso hogar. Ahora
está en el desierto donde tiene que dormir en
tiendas o al aire libre y es realmente diferente.
Pero eran las circunstancias necesarias porque
necesitaba de tiempo y comunión con Dios.
Si se hubiera eliminado uno de estos factores
no habría tenido éxito. En otras palabras, si
usted no da tiempo al asunto, y espera que los
cambios sean repentinos en esta obra de
arrepentimiento, está equivocado. Todos los
factores son necesarios; si se eliminan las
circunstancias, no funciona. Si se elimina la
comunión con Dios tampoco funciona. Estar
en una situación pobre no es ayuda, y usted
debe saber que la comunión con Dios solo
hace de esto una bendición. No predico sólo
cambio de circunstancias, pues tenemos que
ver que estos factores son una cosa sin que
nada se omita.
Quiero dejar el asunto de asegurar la obra
de arrepentimiento y volver a Adán para ver
lo que hizo en la educación de sus hijos. En el
caso de Adán y Eva el cambio de
circunstancias fue brusco. La situación que
154
tenían antes era de una atmósfera suave,
placentera y todas las cosas eran buenas a su
alrededor. Ahora la atmósfera era fría, ya no
estaban vestidos de luz sino se vestían con
pieles de animales. Otra situación era la caída
de las hojas de los árboles, el testimonio de
muerte en su contorno y el conocimiento de
que tenían que morir. Este cambio era
necesario debido al pecado. Si hubieran
permanecido donde estaban primero, nunca
habrían aprendido lo que aprendieron en la
escuela de las penas. Dios vio que el cambio
de circunstancias, del tiempo y de la
comunión con Dios eran necesario para que
Adán y Eva fueran liberados del
sentimentalismo. El tiempo era necesario, es
decir, no podían ser libres repentinamente.
Veamos ahora cómo reacciona Adán cuando
tuvo que dejar el paraíso. Leamos Patriarcas
y Profetas, página 46:
“Después de su pecado, Adán y Eva no
pudieron seguir morando en el Edén.
Suplicaron fervientemente a Dios que les
permitiese permanecer en el hogar de su
inocencia y regocijo. Confesaron que habían
perdido todo derecho a aquella feliz morada, y
prometieron prestar estricta obediencia a Dios
en el futuro.” ¿Qué deseaban Adán y Eva?
Permanecer en esa posición de antes. ¿Cuál
era la diferencia entre el jardín del Edén y
otros lugares? En el jardín probablemente
había muchos árboles frutales con hermosa
frondosidad, y estaba el árbol de la vida. Por
fuera del jardín la atmósfera era un poco
diferente. Usted puede imaginar la gran
diferencia y es igual que vivir en tierras de
verdes pastos y entrar al desierto. Ellos
querían permanecer en el hogar de inocencia y
regocijo. Ahora “confesaron que habían
perdido todo derecho a aquella feliz morada, y
prometieron prestar estricta obediencia a Dios
en el futuro.” ¿Cómo reaccionó Dios? Muy
seriamente, se puede decir. “Pero se les dijo
que su naturaleza se había depravado por el
pecado, que había disminuido su poder para
resistir al mal, y que había abierto la puerta

para que Satanás tuviera más fácil acceso a
ellos.” En otras palabras, Dios no es
sentimental, y en este caso no fue guiado por
sentimientos en lo más mínimo. Y eso es lo
que yo debo ser y realmente deseo seguir.
Pienso que si algunas personas se me
acercaran como Adán y Eva se acercaron a
Dios confesando su pecado, para decir que
habían perdido todo derecho y me
preguntaran: “¿Podemos estar en este hogar?”
Me hubiera inclinado a decir: “Está bien,
pueden permanecer”. Pero Dios les dijo, “no,
ustedes no pueden”. ¿Tenía Dios ahora menos
amor del que antes tenía? Ciertamente no.
Dios los amaba más de lo que yo puedo
amarlos. Pero yo sería guiado por los
sentimientos y Dios es guiado por la sabiduría.
Yo tengo que aprender a someter mis
sentimientos a su sabiduría y este es el trabajo
que necesito hacer.
La razón por la cual no podían estar allí
Dios la explicó: “Pero se les dijo que su
naturaleza se había depravado por el pecado,
que había disminuido su poder para resistir al
mal, y que había abierto la puerta para que
Satanás tuviera más fácil acceso a ellos. Si
siendo inocentes habían cedido a la tentación,
ahora, en su estado de consciente culpabilidad,
tendrían menos fuerza para mantener su
integridad”. Por esa causa ustedes tienen que
dejar el lugar; Adán y Eva aceptaron esa
sentencia con humildad. Quiere decir que
tenían una experiencia de conversión, pero
veamos cómo los sentimientos estaban sobre
el asunto y eso es importante que entendamos.
Leamos el párrafo siguiente:
“Con humildad e inenarrable tristeza se
despidieron de su bello hogar, y fueron a
morar en la tierra, sobre la cual descansaba la
maldición del pecado. La atmósfera, de
temperatura antes tan suave y uniforme,
estaba ahora sujeta a grandes cambios, y
misericordiosamente, el Señor les proveyó de
vestidos de pieles para protegerlos de los
extremos del calor y del frío.” ¿Qué es
inenarrable tristeza? Eso son sentimientos y
155
eso es entendible. ¿Pero qué debieron haber
colocado contra esa tristeza? El continuo
arrepentimiento y confianza en Dios tanto que
pudieran decir: “Si Dios nos expulsa del Edén
debe ser bueno para nosotros; es bueno para
nuestras naturalezas y para ser humildes fuera
del paraíso”. Quiero ilustrar este punto porque
si Dios no los expulsaba del paraíso entonces
no debieran dejar el paraíso. Pero es
solamente porque se piensa que podemos ser
humildes a sí mismos. Esa sería una falsa
humildad, y su situación era que no veían
realmente la bendición en la maldición. No
veían la bendición en la realidad de estar bajo
los espinos y cardos, en diferente temperatura
y en diferente ambiente. Debido a que
necesitaban todo esto debían haber dicho: “Es
bueno para nuestras naturalezas transitar por
este camino”. Pero sus pensamientos estaban
concentrados en el hermoso hogar, y en cierto
grado esto son ilusiones, es soñar en el
pasado.
“Cuando vieron en la caída de las flores y
las hojas los primeros signos de la decadencia,
Adán y su compañera se apenaron más
profundamente de lo que hoy se apenan los
hombres que lloran a sus muertos.” Nosotros
estamos tan acostumbrados a la decadencia de
la naturaleza que no lloramos ante ese hecho.
Es semejante a alguien que trabaja como
doctor o enfermera y tiene que tratar con
enfermos y muertos. No se espantan cuando
alguien está por morir porque eso es normal
para él o para ella. Pero si uno no está
acostumbrado a esto, cuando ve un accidente
en la calle sale corriendo de miedo. Por
supuesto, son sentimientos que necesitan ser
vencidos. El médico no hace eso, él va al sitio
del accidente porque siente la obligación de
ayudar y sabe como tratar con eso. La
educación de Adán y Eva y la de nosotros hoy
es bastante diferente.
Regresemos al punto del sentimentalismo al
llorar la caída de las hojas y las flores cuando
debieron haberse sentido agradecidos por ello.
“La muerte de las delicadas y frágiles flores

fue en realidad un motivo de tristeza; pero
cuando los bellos árboles dejaron caer sus
hojas, la escena les recordó vívidamente la fría
realidad de que la muerte es el destino de todo
lo que tiene vida.”
“El huerto del Edén permaneció en la tierra
mucho tiempo después que el hombre fuera
expulsado de sus agradables senderos. (Véase
Génisis 4:16.) Durante mucho tiempo
después, se le permitió a la raza caída
contemplar de lejos el hogar de la inocencia,
cuya entrada estaba vedada por los vigilantes
ángeles. En la puerta del paraíso, custodiada
por querubines, se revelaba la gloria divina.
Allí iban Adán y sus hijos a adorar a Dios.
Allí renovaban sus votos de obediencia a
aquella ley cuya transgresión los había
arrojado del Edén.” Vemos en Adán y Eva
algo de sentimentalismos cuando dejaron su
hogar en el Edén, porque miraron hacia atrás
el bello hogar, y al ver la muerte lloraron.
Pero mientras crecían en arrepentimiento
destruían ese sentimentalismo. Cuando Adán
sobrepasaba los novecientos años y se
encontró con la muerte, ¿cómo se sintió ahora
al considerar la muerte? ¿Lloraba todavía?
No, más bien dio la bienvenida a la muerte,
pues estaba cansado de vivir realmente y había
contemplado tanto el pecado, que se enfermó
de tristeza a causa de su consecuencia. Cuando
había alcanzado esa edad ya era un cristiano
maduro, pero tenía sentimentalismo todavía.
Tuvo su primer hijo y su nombre fue Caín.
¿Cómo se sintió acerca de ese hijo? Pensó que
ese hijo sería la simiente que aplastaría la
cabeza de la serpiente. Los padres tuvieron
que regocijarse y le pusieron el nombre Caín
que significa “del Señor”. Esta es una
expresión de verdadera gratitud. Pero, ¿fue
Caín esa simiente que hirió la cabeza de la
serpiente? No, fue lo contrario porque
fortaleció el reino de Satanás. Imagine el
chasco experimentado por los padres por
varias razones: 1) en el primer hijo se colocó
toda la esperanza espiritual. 2) fue el asesino
de su hermano. 3) él perdió a un hermano
156
también. Los padres perdieron realmente dos
hijos, y se puede decir que fue un evento triste
para ellos más que la caída de las hojas de los
árboles.
Caín era hermano de Abel y los dos tenían
la misma herencia, la misma educación y las
mismas oportunidades y, sin embargo, uno fue
el asesino y el otro el mártir. ¿Por qué fue
Caín así? La respuesta se da en Patriarcas y
Profetas, página 58:
“Caín y Abel, los hijos de Adán, eran muy
distintos en carácter. Abel poseía un espíritu
de lealtad hacia Dios; veía justicia y
misericordia en el trato del Creador hacia la
raza caída, y aceptaba agradecido la esperanza
de la redención.” ¿Cómo trató el Creador a la
raza caída? Le dio otra oportunidad, previno
lo que pudo haber venido si el Salvador no
hubiera muerto por ellos, y permitió que las
espinas y los cardos crecieran mientras
vivieran los hombres. Abel vio en todo esto la
justicia y la misericordia divina. Esto era el
fundamento de su lealtad a Dios, y aceptó
agradecido la esperanza de la redención. En
otras palabras, las reprensiones y correcciones
del Señor las contó como bendición. ¿Qué
dice la Escritura? “Y habéis ya olvidado la
exhortación que como a hijos se os dirige,
diciendo: Hijo mío, no menosprecies la
disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres
reprendido por él” (Hebreos 12:5).
Este es un texto que debiéramos aprender
de memoria. ¡Pero cuántos desprecian las
exhortaciones de Dios que nos declaran como
a hijos, y cuántos se hunden cuando son
reprendidos! Este fue un caso en el que Abel
no cayó. Tenía el espíritu de lealtad a Dios,
veía justicia y misericordia en el trato de su
Creador para la raza caída y aceptaba con
gratitud la esperanza de la redención. Luego
viene el contraste. “Pero Caín abrigaba
sentimientos de rebelión y murmuraba contra
Dios, a causa de la maldición pronunciada
sobre la tierra y sobre la raza humana por el
pecado de Adán.”

Dos términos necesitamos conocer aquí. El
primero es sentimientos. Los sentimientos en
sí mismos no son malos, sino lo son cuando
los sentimientos gobiernan. El segundo
término es abrigar. ¿Qué significa esto?
Concentración en algo, sentir afectos y
adhesión. Es decir, Caín no se apartó de esas
cosas y los sentimientos de rebelión
aparecieron. La pregunta es si los abrigamos o
los cortamos inmediatamente, pues de esto
depende nuestro destino. Con infortunio, Caín
abrigó estos sentimientos de rebelión y
murmuró contra Dios por la maldición del
pecado de Adán. “Permitió que su mente se
encauzara en la misma dirección que los
pensamientos que hicieron caer a Satanás,
quien había alentado el deseo de ensalzarse y
puesto en tela de juicio la justicia y autoridad
divinas.”
¿Qué habría dicho Abel?. “Yo merezco la
situación fría, merezco vivir en el campo entre
espinas y cardos, porque veo justicia y
misericordia en ello.” ¿Pero qué dijo Caín?:
“Mis padres lo merecen porque ellos pecaron;
no hay razón para sufrir por su pecado”. Hay
tres puntos: 1) decir que lo merezco, y esto es
verdadero arrepentimiento de corazón. 2) lo
acepto, pero no lo merezco. 3) yo no lo
merezco, y por tanto no lo acepto. El caso es
que uno no lo acepta mientras no es
consciente de que lo merece. La consecuencia
del pecado es buena para nuestros corazones
orgullosos y la merecemos. Necesitamos
obtener el espíritu de Abel y ser liberados del
espíritu de Caín.
ESTUDIO 27
Regresamos al capítulo 5 de Patriarcas y
Profetas titulado, “Caín y Abel Probados”.
Aquí se compara a Caín y Abel, y en el último
estudio vimos que cuando Adán dejó su hogar
edénico lo hizo con mucha tristeza. Por
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supuesto, tuvo una actitud humilde, y lo que
sintió fue una verdadera tristeza por su
pecado. Al mismo tiempo, parecía no haber
visto plenamente las bendiciones de la
maldición. El que es capaz de dar la
bienvenida al trabajo, a las penas y al
sacrificio es un cristiano maduro. No podemos
esperar que Adán en el momento que se
convierte sea un cristiano verdadero, sino que
al final vería más la justicia de Dios al
permitir que estas cosas llegasen. Vería el
amor en los cardos y espinos y daría gracias
por ello, pero inicialmente no podía apreciar
estas bendiciones extrañas. Cuando los dos
hijos crecieron, ciertamente escucharon
mucho acerca de este paraíso y de las
condiciones que allí existían. Escuchaban el
relato con tristeza por lo que se había perdido.
Esta educación en estas líneas motivaba dos
reacciones. En Abel motivaba una reacción
para decir que veía amor y justicia en el
cambio. Ciertamente esto era lo que Adán
deseaba transmitir a sus hijos. Por otra parte,
Caín recibía también este mensaje pero se
complacía en el sentimentalismo deseando
escapar de la situación presente en la que se
hallaba. Y este deseo de escapar de la
situación conducía más y más a los
sentimientos de rebelión y murmuración
contra el Creador quien permitía esta
situación.
Quizás podemos decir con certeza que todo
el que desea huir de las situaciones difíciles es
porque está en rebelión contra Dios, y así no
pueden dar gracias por el trabajo, las penas y
el sacrificio. Esto exige alcanzar una
apreciación por las cosas que no son
agradables a nuestra naturaleza humana, y aun
dar gracias a la reprensión. Pienso que es
grandioso si una persona que es corregida y
reprendida viene al Señor y le da gracias por
ello y por sus instrumentos. Caín “Permitió
que su mente se encauzara en la misma
dirección que los pensamientos que hicieron
caer a Satanás, quien había alentado el deseo

de ensalzarse y puesto en tela de juicio la
justicia y autoridad divinas.”
Es difícil señalar con el dedo el deseo de
exaltación propia, porque está bien escondido
bajo una máscara. El deseo de exaltación
propia no lo tienen solamente los presidentes
de los países. No había mucha gente en ese
tiempo y debió someterse a sus padres, porque
era hijo, y los padres eran padres. Pero otra
posición definida que deseaba lograr era
dominar a su hermano. ¿Cuál era la posición a
la que deseaba exaltarse? ¿Quería él ser el
padre? ¿Cuál era el deseo de exaltación
propia? ¿Hacia cuál dirección deseaba
dirigirse? Abrigaba el deseo de exaltación
propia. Si usted le hubiera dicho a Caín que si
abrigaba el deseo de exaltación propia, habría
dicho que no deseaba ser Adán. De todos
modos, lo hubiera comprendido. Entonces,
¿de qué manera estaba él abrigando la
exaltación propia? Abrigaba el deseo de
exaltación propia, esto es, la exaltación de su
propio yo. Esa fue su lucha. De todas maneras
deseaba conocer mejor que Dios y ser el mejor
planeador. Si Dios hubiera permitido que
sucedieran estas cosas se habría rebelado
también contra su padre, diciendo: “Usted es
la persona que ha causado este pecado y
nosotros tenemos que sufrirlo. Y debido a su
administración y sus faltas, estamos aquí.
Nosotros no hemos pecado, pero usted lo hizo
y tenemos que sufrir por esa causa”.
Mis amigos, eso es exaltación propia.
¿No estaba él diciendo la verdad al decir
que su padre había pecado y que ellos tenían
que sufrir? “Por tanto, como el pecado entró
en el mundo por un hombre, y por el pecado
la muere, así la muerte pasó a todos los
hombres, por cuanto todos pecaron”
(Romanos 5:12). Esto indica que todos
participamos del pecado de Adán. Es
interesante ver que, aunque Abel murió
físicamente tenía en él la vida, pero Caín no.
Abel confesó verdaderamente su pecado y
sintió tristeza, pero Caín no. Leamos el
párrafo siguiente que hace claro el asunto.
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“Estos hermanos fueron probados, como lo
había sido Adán antes que ellos, para
comprobar si habrían de creer y obedecer las
palabras de Dios. Conocían el medio provisto
para salvar al hombre, y entendían el sistema
de ofrendas que Dios había ordenado. Sabían
que mediante esas ofrendas podían expresar su
fe en el Salvador a quien éstas representaban,
y al mismo tiempo reconocer su completa
dependencia de él para obtener perdón; y
sabían que sometiéndose así al plan divino
para su redención, demostraban su obediencia
a la voluntad de Dios. Sin derramamiento de
sangre no podía haber perdón del pecado; y
ellos habían de mostrar su fe en la sangre de
Cristo como la expiación prometida
ofreciendo en sacrificio las primicias del
ganado. Además de esto, debían presentar al
Señor los primeros frutos de la tierra, como
ofrenda de agradecimiento.”
Los dos trajeron el sacrificio, los dos
entendían el sistema y lo que debían ser. Uno
lo siguió al pie de la letra, y el otro lo siguió
conforme a sus propias ideas. La ofrenda de
agradecimiento que trajo Caín era la
especificada pero no en ese orden, porque
primero tenía que ser la ofrenda por el pecado.
El orden cambió sólo un poco, es decir, el no
confió plenamente en la Palabra de Dios.
Como ya dijimos, él tenía un ídolo. ¿Y cuál
era ese ídolo? Su propia falsa religión. Y en
vez de quitar este ídolo lo mantuvo en alto, y
colocó la Palabra de Dios en segundo lugar.
Su labios no hablaban de la Palabra de Dios,
sino acerca del ídolo. Se convenció él mismo
de que lo que hizo era correcto, porque eso no
fue lo que conocía como la verdad. De
acuerdo con su forma de pensar estaba en
orden, porque hacía lo que Dios ordenaba. Le
dijo a Dios: “¿No fue esto lo que usted me
ordenó? Mira la ofrenda, aquí está, y ella es de
mis frutos. ¿No estoy haciendo lo correcto?
Por supuesto que estoy haciendo lo correcto,
porque usted me dijo que trajera esta
ofrenda”.

Ahora, si nosotros no cooperamos de
corazón con las Agencias divinas, los ángeles
celestiales y las agencias humanas, que son
sus ministros en las mismas líneas,
ciertamente tropezaremos repetidas veces. El
punto es que hacemos siempre lo que se nos
ordena pero conforme a nuestras propias ideas
y conforme a nuestra justicia propia. Y esto
daña todo el asunto y produce un error
después de otro. Luego nos justificamos
nosotros mismos al decir: “¿No me ordenó
que hiciera esto?” Caín hizo exactamente lo
que Dios le ordenó, pero en su propia justicia,
en su propia manera, y se sintió muy bien por
eso: ¡Aquí está mi sacrificio, por favor,
alábenme! ¿Fue el alabado por su sacrificio?
En ninguna manera. Al no ser aprobado, se
desilusionó y se enfureció terriblemente.
“Los dos hermanos levantaron altares
semejantes, y cada uno de ellos trajo una
ofrenda. Abel presentó un sacrificio de su
ganado, conforme a las instrucciones del
Señor. ‘Y miró Jehová con agrado a Abel y a
su ofrenda’ (Génesis 4:4). Descendió fuego
del cielo y consumió la víctima. Pero Caín,
desobedeciendo el directo y expreso
mandamiento del Señor, presentó sólo una
ofrenda de frutos. No hubo señal del cielo de
que este sacrificio fuera aceptado. Abel rogó a
su hermano que se acercase a Dios en la forma
que él había ordenado; pero sus súplicas
crearon en Caín mayor obstinación para seguir
su propia voluntad. Como era el mayor, no le
parecía propio que le amonestase su hermano,
y desdeñó su consejo.” (Páginas 58, 59).
Esto es muy triste porque Caín se sintió por
encima de su hermano. ¿Estaba él por encima
de su hermano? El reflexionaba: “¿Tenía Abel
el derecho de enseñarle? Usted nada tiene que
decirme porque es mi hermano menor.
¿Entonces con qué derecho usted me habla?”
Fue en medio de esta situación que Abel se
acercó para señalar a Caín la palabra de Dios.
Nosotros debemos estar listos para aceptar de
cualquier persona el consejo que esté basado
en la Palabra de Dios, aun el consejo de un
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niño. La posición no desempeña ninguna
función en este caso. Cuando es la palabra de
Dios, ella proviene de la más alta autoridad, y
nuestra actitud es aceptarla, y se aplica
también en la familia. La Palabra de Dios es la
regla aquí, no la palabra del padre. Es decir, si
es la palabra de Dios, no importa por medio
de quien venga, es la palabra de Dios y
debemos someternos a ella. Eso es realmente
el verdadero gobierno, y esa fue la clase de
gobierno que Caín no practicaba. Pensaba que
como era el hermano mayor no necesitaba
consejo. Por supuesto, no necesitaba consejo
porque tenía su propia justicia y edificaba
sobre ella. Pensaba que había hecho lo que el
Señor le había ordenado, porque Dios
prescribía la ofrenda de agradecimiento. Caín
podía decir: “Eso fue lo que yo hice, eso fue
lo que usted me dijo que hiciera”. Pero no lo
hizo como Dios quería.
“Caín se presentó a Dios con murmuración
e incredulidad en el corazón tocante al
sacrificio prometido y a la necesidad de las
ofrendas expiatorias. Su ofrenda no expresó
arrepentimiento del pecado. Creía, como
muchos creen ahora, que seguir exactamente
el plan indicado por Dios y confiar
enteramente en el sacrificio del Salvador
prometido para obtener salvación, sería una
muestra de debilidad.” ¡Cuántos consideran
esto como debilidad en seguir realmente el
orden evangélico en todo detalle! ¡Cuántos
nos han abandonado a causa de reconocer
como debilidad seguir el camino prescrito en
todo detalle! Esos individuos quieren
implantar su norma y quieren dejar tras ellos
sus propias marcas. Si seguimos el orden
evangélico al pie de la letra, no es una
demostración de debilidad, sino de fortaleza.
Pero alguien puede decir: “Yo no puedo
seguir a un hombre, yo mismo tengo que
hacer lo que desee, de otro modo es
debilidad”. Caín pensaba como muchos ahora
piensan, que sería un reconocimiento de
debilidad seguir el plan exacto especialmente
si ese era el deseo de Abel. Era entonces un

conocimiento real de debilidad el postrarse
delante de su hermano, y Abel como el menor
debió haberlo hecho después que su hermano
Caín se lo ordenara. Decía a sí mismo: “Yo
soy el hermano mayor y no lo haré, esta es la
posición que tengo y, por lo tanto, él nada
tiene que decirme. Quizás Dios pudiera
hacerlo, pero no usted”.
“Prefirió depender de sí mismo. Se presentó
confiando en sus propios méritos. No traería
el cordero para mezclar su sangre con su
ofrenda, sino que presentaría sus frutos, el
producto de su trabajo.” Una persona
semejante a Caín, que desea predicar el
evangelio, ¿qué predicaría? Predicaría su
propio mensaje pero no el mensaje de Dios;
presentaría su fruto. Esto no significa que lo
que predicara fuera totalmente diferente a lo
que escuchara. Esta persona pudo haber
escuchado el mensaje y transmitir bastante de
ese mensaje, pero daría su propia norma, y
presentaría el fruto de su trabajo. “Presentó su
ofrenda como un favor que hacía a Dios, para
conseguir la aprobación divina. Caín obedeció
al construir el altar, obedeció al traer una
ofrenda; pero rindió una obediencia sólo
parcial. Omitió lo esencial, el reconocimiento
de que necesitaba un Salvador.”
Desde entonces ha sido lo mismo. Ahora no
traemos ofrendas, pero hacemos otras cosas
que Dios ordena hacer. Cuando no seguimos
las instrucciones de Dios en su Palabra al pie
de la letra, entonces dejamos a un lado la parte
esencial. ¿Cuál es la parte esencial? Nuestro
reconocimiento de dependencia. La necesitad
de reconocer y aprender constantemente a
sentarnos a los pies de Jesús. Aprender de El
por medio de sus canales señalados, y
aprender de la Palabra de Dios. Eso
ciertamente no lo podremos hacer cuando
edificamos conforme a nuestra justicia.
“En lo que se refiere al nacimiento y a la
educación religiosa, estos hermanos eran
iguales. Ambos eran pecadores, y ambos
reconocían que Dios demandaba reverencia y
adoración. En su apariencia exterior, su
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religión era la misma hasta cierto punto; pero
más allá de esto, la diferencia entre los dos era
grande.” Usted puede decir que los dos
pertenecían a la misma iglesia, creían en las
mismas doctrinas, con todo, la diferencia entre
los dos era grande. Exteriormente pertenecían
a la misma iglesia, pero eran diferentes en
corazón, y pronto llegó a ser obvio.
“‘Por la fe Abel ofreció a Dios mayor
sacrificio que Caín’ (Hebreos 11:4). Abel
comprendía los grandes principios de la
redención. Veía que era pecador, y que el
pecado y su pena de muerte se interponían
entre su alma y la comunión con Dios. Trajo
la víctima inmolada, la vida sacrificada, y así
reconoció las demandas de la ley que había
sido quebrantada.” ¿Cuáles son los sacrificios
que traemos hoy? El servicio. Cuando yo les
predico a ustedes estoy trayendo el sacrificio;
cuando usted hace cualquier trabajo para Dios
está presentando el sacrificio. ¿Qué clase de
sacrificio usted trae a este altar? ¿Está
presentando su sacrificio sobre este altar
porque aprecia lo que el Salvador ha hecho
por usted? ¿Cuándo hacemos este sacrificio lo
hacemos por esa causa? ¿O más bien lo
hacemos como un favor? ¿Lo hago porque soy
bueno y porque se me ordena hacerlo? Si este
es el caso, nuestro sacrificio no es nada y no
será aceptable a Dios. Tenemos que ver esto
claramente.
“Caín tuvo la misma oportunidad que Abel
para aprender y aceptar estas verdades. No fue
víctima de un propósito arbitrario. No fue
elegido un hermano para ser aceptado y el
otro para ser desechado. Abel eligió la fe y la
obediencia; Caín, en cambio, escogió la
incredulidad y la rebelión. Todo dependió de
esta elección.” Entonces no fue la educación
como tal, no fue su herencia natural como tal,
fue su decisión. Como dice la hermana White:
“... todo dependió de esta elección.” No sólo
una parte del asunto dependió de esta
elección, sino todo. No hubo deficiencia en la
instrucción que Adán dio, no hubo deficiencia
por parte de Dios para obrar en favor de ellos,

fue un asunto de su propia decisión. Hemos
aprendido en el estudio sobre el carácter de
Dios, que El no nos rechaza y eso es verdad.
Nunca nos abandona, nosotros lo
abandonamos. Eso es verdad, sin embargo,
necesitamos formar el cuadro más completo.
Cuando el diluvio vino sobre esta tierra las
gentes cerraron la puerta de sus corazones a la
predicación de Noé. El resultado fue que no
entraron en el arca, y el día llegó cuando la
puerta del arca se cerró. ¿Quién cerró esa
puerta? Dios cerró la puerta, no la gente.
Usted puede decir: “¿Cómo puede hacer eso,
por qué no deja la puerta abierta? Cuando
nosotros le cerramos la puerta, Dios nos cierra
la puerta; no arbitrariamente, sino como el
resultado natural de nosotros cerrar la puerta.
Quiero ir a una declaración en el Nuevo
Testamento que hallamos en Apocalipsis 3:7.
“Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia:
Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene
la llave de David, el que abre y ninguno
cierra, y cierra y ninguno abre.” ¿Qué es lo
que Jesús abre? Abre las puertas de la justicia
eterna. Tiene abierta la puerta que comunica
al lugar santísimo, pero esta es otra aplicación
del versículo, y es que abre principalmente las
puertas de su justicia eterna. El acto de abrir la
puerta del lugar santísimo es también abrir la
puerta a la justicia eterna. Porque en ese
tiempo abrió la puerta para que el pueblo
ascendiera a una experiencia personal más
elevada, y es una puerta que ninguno puede
cerrar. Por supuesto, las otras iglesias intentan
cerrar esa puerta. Intentan oscurecer esta
verdad con sus dudas, argumentos y
enseñanzas, pero la puerta permanece abierta
hasta hoy, y nadie puede cerrarla. Pero Jesús
cierra también y ninguno puede abrir. Así
como cerró la puerta del arca, igualmente
cierra la puerta de la oportunidad para los que
cierran la puerta de sus corazones.
Necesitamos entender que son dos puertas las
que se cierran. Primero que todo, la puerta de
nuestro corazón la cual cerramos nosotros, y
la llave de esa puerta la tenemos nosotros.
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Jesús no porta la llave que nosotros usamos.
Pero hay otra puerta que El cierra que ninguno
puede abrir. Significa que cuando esta puerta
se cierra, no puede ser abierta por nadie.
“Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto
delante de ti una puerta abierta, la cual nadie
puede cerrar; porque aunque tienes poca
fuerza, has guardado mi palabra, y no has
negado mi nombre.” Ciertamente Jesús abrió
la puerta para el pueblo de Dios en ese tiempo
y eso es maravilloso. Pero los que rechazaron
el mensaje del tercer ángel hallaron la puerta
cerrada. Ellos intentaron orar a Dios, pero
hallaron la puerta cerrada. Con esto no quiero
decir que en realidad desearon arrepentirse.
Ellos desearon orar a Dios en su espíritu de
rebeldía y por eso fue que hallaron la puerta
cerrada. Dios no abre la puerta a los que
desean orar con el espíritu rebelde. Eso no es
posible, Dios no puede ser burlado, y esto
tiene que ser muy claro. Sin embargo, si
persistimos en pecado y reclamamos que
somos hijos de Dios se nos negará ser hijos de
Dios.
La determinación de Caín era que en todo
creía ser muy justo. Creía que lo que hacía era
exactamente la cosa correcta de lo que se le
había ordenado. ¡Mi fruto, el producto de mis
labores!. Dios no era arbitrario, sino era un
asunto por decisión propia de Caín, su
decisión de cerrar y abrir la puerta. Cuando
Dios cierra la puerta es porque el hombre ha
cerrado la puerta primero. Inclusive, si Dios
cerrara la puerta y el pecador intentara entrar
con su pecado, continuaría todavía en su
rebelión y no cambiaría en lo mínimo.
Recuerde cómo Satanás deseaba regresar al
cielo cuando se dio cuenta cuán bajo estaba.
Con lágrimas le suplicaba a Dios que lo dejara
regresar a su posición, y Dios le negó la
entrada porque contaminaría el cielo con el
pecado. Entonces no pudo regresar al cielo y
fue entonces cuando continuó con la rebelión.
Veamos que la misma responsabilidad
descansa con la iglesia también. Ella tiene que
cerrar la puerta de la injusticia y Dios le ha

dado las llaves también. Le dijo a Pedro que
como representante de la iglesia recibiría las
llaves para que abriera y lo que se abriera aquí
sería abierto en cielo; y lo que cerrara en la
tierra sería cerrado en el cielo. Es decir, la
iglesia tiene la misma responsabilidad y
necesita abrir puertas a los que se arrepienten
y desean entrar, y cerrar las puertas a los que
persisten en rebelión, porque tiene que cerrar
la puerta a la iniquidad. De otro modo, el
Señor sería deshonrado y la obra no pudiera
avanzar. Leamos en la página 60:
“Caín y Abel representan dos clases de
personas que existirán en el mundo hasta el fin
del tiempo. Una clase se acoge al sacrificio
indicado; la otra se aventura a depender de sus
propios méritos; el sacrificio de éstos no posee
la virtud de la divina intervención y, por lo
tanto, no puede llevar al hombre al favor de
Dios. Sólo por los méritos de Jesús son
perdonadas nuestras transgresiones. Los que
creen que no necesitan la sangre de Cristo, y
que pueden obtener el favor de Dios por sus
propias obras sin que medie la divina gracia,
están cometiendo el mismo error que Caín. Si
no aceptan la sangre purificadora, están bajo
condenación. No hay otro medio por el cual
puedan ser librados del dominio del pecado.
“La clase de adoradores que sigue el
ejemplo de Caín abarca la mayor parte del
mundo; pues casi todas las religiones falsas se
basan en el mismo principio, a saber que el
hombre puede depender de sus propios
esfuerzos para salvarse. Afirman algunos que
la humanidad no necesita redención, sino
desarrollo, y que ella puede refinarse, elevarse
y regenerarse por sí misma.” Estas son falsas
doctrinas, pero primero está el falso espíritu
detrás de esas doctrinas, y nosotros
necesitamos ver esto claramente.
Avanzaremos ahora para ver que Dios no
abandonó a Caín sin amonestarlo primero.
Génesis 4:5. “Pero no miró con agrado a Caín
y a la ofrenda suya: Y se ensañó Caín en gran
manera, y decayó su semblante. Entonces
Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado,
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y por qué ha decaído tu semblante?” Al decaer
su semblante él perdió la imagen divina, y la
expresión gozosa de su rostro desapareció. Y
en su lugar se manifestó la ira, el odio,
insatisfacción, amargura, dureza de corazón y
todas estas cosas. Es difícil esconder el
verdadero espíritu, porque se expresa
generalmente en el semblante. El semblante
de Caín decayó literalmente hablando, y
cuando las personas tienen mala conciencia se
mantienen con la cabeza baja. Esta clase de
espíritu es difícil de ocultarlo, y tan pronto
como Dios lo vio le dijo: “¿Por qué te has
ensañado?” Esta es una tremenda
condescendencia por parte del Señor de haber
hablado con Caín aun en ese punto del tiempo.
¿Puede verlo? Cuán grande es el amor de Dios
para con el más grande pecador. Desea
salvarlo y por eso le envía el poderoso
mensaje de amonestación. Primero le
pregunta, ¿por qué ha decaído tu semblante?
Por favor, respóndeme, “¿si bien hicieres ¿no
serás enaltecido? y si no hicieres bien, el
pecado está a la puerta”. Es decir, si todas las
cosas están correctas, ¿por qué te enfureces?
Pero si las cosas no son correctas, ciertamente
el pecado está a la puerta y él te seguirá; pero
gobernarás sobre él, y no permitas que tus
sentimientos gobiernen, sino tu razón. Yo
ilumino tu razón ahora, por favor, permite que
ella gobierne. Esta fue una amonestación seria
en ese momento, y si Caín hubiera prestado
atención, no habría matado a su hermano.
ESTUDIO 28
La vida de Jesús será el patrón en
el conflicto final

En el último conflicto tendremos un patrón
delante de nosotros, y es Jesús. El es nuestro
ejemplo, no sólo en su ministerio sino aun
como niño, joven y especialmente lo es para el
último conflicto. Es verdad que como joven
no fue perseguido de igual manera como lo
fue en su edad madura. En otras palabras, los
espías estuvieron rodeándolo todo el tiempo,
pero sintió la mano de la persecución aun
como joven. El no la evadió, sino la aceptó
como parte de su destino. Esto se describe
hermosamente en el capítulo 9 de El Deseado
de Todas las Gentes, página 64:
“Desde sus más tiernos años, el niño judío
estaba rodeado por los requerimientos de los
rabinos. Había reglas rígidas para cada acto,
aun para los más pequeños detalles de la vida.
Los maestros de la sinagoga instruían a la
juventud en los incontables reglamentos que
los israelitas ortodoxos debían observar. Pero
Jesús no se interesaba en esos asuntos. Desde
la niñez, actuó independientemente de las
leyes rabínicas. Las Escrituras del Antiguo
Testamento eran su constante estudio, y
estaban siempre sobre sus labios las palabras:
‘Así dice Jehová.’
“A medida que empezó a comprender la
condición del pueblo, vio que los
requerimientos de la sociedad y los de Dios
estaban en constante contradicción. Los
hombres se apartaban de la Palabra de Dios, y
ensalzaban las teorías que habían inventado.
Observaban ritos tradicionales que no poseían
virtud alguna.”
Primero que todo, este capítulo habla acerca
de su lucha contra la tradición, su problema de
escapar de esta influencia y cómo Dios tuvo
éxito en evitar que su Hijo llegara a
involucrarse en ese asunto. Luego habla de sus
familiares y se hace la declaración que Jesús
no era bien comprendido por sus hermanos,
porque no era como ellos. Su norma no era la
de ellos. Ser mal comprendido por sus propios
hermanos, no es fácil, porque usted espera por
lo menos sentir simpatía hacia ellos.
¿Entendía María a Jesús? Debió haberlo
163
comprendido. ¿Acaso no recibió el mensaje
del ángel que lo que estaba en su vientre era
del Espíritu Santo? ¿No era ella consciente de
que su hijo era más que un hijo ordinario? Sí,
ella lo percibía y, sin embargo, no comprendía
a Jesús. El estaba constantemente rodeado de
personas que no lo comprendían y que
intentaban que hiciera cosas que no las haría
porque seguía a su Padre celestial. Por esa
razón estaba en constante conflicto a cada
momento de su vida. Nosotros nos inclinamos
a quejarnos cuando tenemos pequeños
conflictos o carecemos de algo. Pero Jesús fue
absolutamente libre de un sentimentalismo tal,
ni siquiera se dio el lujo de pensar acerca de
esto. Pero pisó solo el lagar. ¿Qué significa
esto? Quiere decir que recorrió el camino con
valentía y ánimo libre del sentimentalismo. Y
este capítulo es un maravilloso testimonio de
la libertad del sentimentalismo, y esta es la
clase de carácter que necesitamos para el
último conflicto. Su título es Días de
Conflicto. Ahora aplíquelo a usted mismo,
porque los días de conflicto vendrán sobre
nosotros como vinieron sobre Jesús.
“Entre las amarguras que caen en suerte a la
humanidad, no hubo ninguna que no le tocó a
Cristo. Había quienes trataban de vilipendiarle
a causa de su nacimiento, y aun en su niñez
tuvo que hacer frente a sus miradas
escarnecedoras e impías murmuraciones.”
(Página 67). Cuando las personas murmuran
contra nosotros, ¿cómo se hieren nuestros
sentimientos? Satanás usa ciertas corrientes
para causar una influencia en las emociones, y
en éstas se cuentan las impías murmuraciones
y las burlas. Jesús no se alegraba por los
aplausos, ni era abatido por las circunstancias
o las censuras. Aquí vemos claramente cómo
fue con Jesús. “Si hubiese respondido con una
palabra o mirada impaciente, si hubiese
complacido a sus hermanos con un solo acto
malo, no habría sido un ejemplo perfecto.”
¿Por qué no respondió con una mirada o
palabra impaciente? Porque sus sentimientos
estaban siempre bajo el control de la razón,

nunca se daba el lujo de que sus sentimientos
estuvieran sobre la razón. Ese es nuestro
ejemplo y este tiene que ser nuestro carácter
en los días de conflicto que están delante de
nosotros. “Si hubiese respondido con una
palabra o mirada impaciente, si hubiese
complacido a sus hermanos con un solo acto
malo, no habría sido un ejemplo perfecto. Así
habría dejado de llevar a cabo el plan de
nuestra redención. Si hubiese admitido
siquiera que podía haber una excusa para el
pecado, Satanás habría triunfado, y el mundo
se habría perdido. Esta es la razón por la cual
el tentador obró para hacer su vida tan penosa
como fuera posible, a fin de inducirle a pecar.
“Pero para cada tentación tenía una
respuesta: ‘Escrito está’. Rara vez reprendía
algún mal proceder de sus hermanos, pero
tenía alguna palabra de Dios que dirigirles.
Con frecuencia le acusaban de cobardía por
negarse a participar con ellos en algún acto
prohibido; pero su respuesta era: Escrito está:
‘El temor del Señor es la sabiduría, y el
apartarse del mal la inteligencia’ (Job 28:28).”
Hemos considerado el verdadero
arrepentimiento y estamos estudiando en este
momento los días de conflicto que están
delante de nosotros tal como se prefiguran en
la vida de Jesús en su juventud. Lo hacemos
especialmente para ver cuánto estuvo libre de
sentimentalismo, y realmente esto le ayudó
para ganar la victoria. Usted puede decir que
ser libre del sentimentalismo es una cosa
negativa, pero no es negativa, sino que la
libertad del sentimentalismo significa llenar la
imaginación de cosas reales y de la Palabra de
Dios. Esto se verá claramente a medida que
leamos en las páginas 67 y 68.
“Pero para cada tentación tenía una
respuesta: ‘Escrito está.’” ¿Por qué tenía esta
respuesta y por qué salía rápidamente de sus
labios? Porque su mente estaba llena de la
Palabra. Meditaba constantemente en las
Escrituras, un versículo aquí y un versículo
allá. Es decir, no tenía tiempo para leer
revistas y otra clase de publicidad. No tenía
164
tiempo para esas cosas, pues su mente estaba
llena de la Palabra de Dios. La respuesta salía
con naturalidad de sus labios. ¿Sobre qué nos
gusta conversar más? ¿Qué es lo que sale con
naturalidad de nuestra boca? “Rara vez
reprendía algún mal proceder de sus
hermanos, pero tenía alguna palabra de Dios
que dirigirles. Con frecuencia le acusaban de
cobardía por negarse a participar con ellos en
algún acto prohibido; pero su respuesta era:
Escrito está: ‘El temor del Señor es la
sabiduría, y el apartarse del mal la
inteligencia’ (Job 28:28)”.
Una cosa de la que fue acusado es la
cobardía. Existe un truco que Satanás usa
constantemente para el joven cristiano
especialmente. Se le invita a beber licor, y si
no lo hace se le dice: “Usted es un cobarde; si
no lo hace con nosotros usted es un cobarde y
débil”. Estas son las frases que se usan con
frecuencia. Pero la respuesta era, escrito está,
y esta podía ser una buena respuesta si usted la
usa: “Escrito está: ‘El temor del Señor es la
sabiduría, y el apartarse del mal la
inteligencia’ (Job 28:28)”.
“Había algunos que buscaban su sociedad,
sintiéndose en paz en su presencia; pero
muchos le evitaban, porque su vida
inmaculada los reprendía.” Si las personas nos
evitan es algo difícil de sobrellevar. ¿Cómo
hallamos sospechas si todos nos evitan?
Satanás nos tentaría y nos evitarían por dos
razones: o porque somos rudos y crueles, o
porque no podemos unirnos en sus acciones
pecaminosas. Que no nos sintamos satisfechos
con facilidad al pensar que los hombres nos
evitan por nuestros buenos actos. Es mejor
preguntarnos por qué nos evitan, si es que lo
hacen. Y si no lo hacen, y tememos ser
atraídos por la sociedad mundana, entonces
sería desconfiar de nosotros mismos. Con
Jesús era natural que ellos lo evitaran, porque
los impíos no pueden soportar la justicia, y
porque su vida inmaculada los reprendía. “Sus
jóvenes compañeros le instaban a hacer como
ellos. Era de carácter alegre; les gustaba su

presencia, y daban la Bienvenida a sus prontas
sugestiones; pero sus escrúpulos los
impacientaban, y le declaraban estrecho de
miras. Jesús contestaba: Escrito está: ‘¿con
qué limpiará el joven su camino? Con guardar
tu palabra’. ‘En mi corazón he guardado tus
dichos para no pecar contra ti’ (Salmo 119:9,
11).
“Con frecuencia se le preguntaba: ¿Por qué
insistes en ser tan singular, tan diferente de
nosotros todos? Escrito está, decía:
‘Bienaventurado los perfectos de camino; los
que andan en la ley de Jehová.
Bienaventurados los que guardan sus
testimonios y con todo el corazón le buscan:
pues no hacen iniquidad los que andan en sus
caminos’ (Versículos 1-3).
“Cuando le preguntaban por qué no
participaba en las diversiones de la juventud
de Nazaret, decía: Escrito está: ‘Heme gozado
en el camino de tus testimonios, como sobre
todo riqueza. En tus mandamientos meditaré,
consideraré tus caminos. Recrearéme en tus
estatutos: no me olvidaré de tus palabras’
(Versículos 14-16).
“Jesús no contendía por sus derechos. Con
frecuencia su trabajo resultaba
innecesariamente penoso porque era
voluntario y no se quejaba.” Una cosa es que
su trabajo sea penoso, y otra es que al hacerlo
innecesariamente penoso sea duro. Digamos,
usted construye algo y luego lo destruye
constantemente, y al volverlo hacer cuesta
mucho esfuerzo y sabe que no puede
reproducirlo otra vez. ¿Cuál es la reacción?
Piense en esto. Pero Cristo no se quejaba, y
eso es ser libre del sentimentalismo. Esto es
no dejar que los pensamientos controlen los
sentimientos. “Y sin embargo, no desmayaba
ni se desanimaba. Vivía por encima de estas
dificultades, como en la luz del rostro de
Dios.” Esto es libertad del sentimentalismo.
Cuando estas dificultades nos abaten todo el
tiempo, entonces es porque no estamos
viviendo por encima de ellas y mostramos que
tenemos sentimentalismo en nuestras vidas.
165
“Vivía por encima de estas dificultades, como
en la luz del rostro de Dios. No ejercía
represalias cuando le maltrataban, sino que
soportaba pacientemente los insultos.” ¿Dónde
está ese ejército que tiene estas características?
¿Dónde está ese ejército de jóvenes que son
como Jesús fue? Ciertamente habrá algunos en
medio de nosotros.
“Repetidas veces se le preguntaba: ¿Por qué
te sometes a tantos desprecios, aun de parte de
tus hermanos? Escrito está, decía: ‘Hijo mío,
no te olvides de mi ley; y tu corazón guarde
mis mandamientos: porque largura de días, y
años de vida y paz te aumentarán.
Misericordia y verdad no te desamparen;
átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu
corazón: y hallarás gracia y buena opinión en
los ojos de Dios y de los hombres’
(Proverbios 3:1-4).” Le decían: “¿Por qué te
sometes a estos espías que abusan de ti; por
qué no les devuelves mal por mal, por qué no
toma represalia, por qué permites que esto
suceda todo el tiempo? El decía: “Porque
escrito está...” Su mente estaba demasiado
llena de la Palabra escrita.
Acerca de esto quiero decirle algo que yo
experimento, y esto me sucede especialmente
en los campamentos. No sé por qué, pero el
Señor me da mucha paz generalmente en estas
reuniones. Yo pienso que tiene algo que ver
con mi necesidad que tengo en estas ocasiones
y la vida de oración correspondiente. Pero
usted sabe que a menudo en los principales
campamentos especialmente, hay problemas
que surgen. Algunas veces los problemas
tienen relación con pecados, y otros surgen
cuando otras personas vienen y desean influir
sobre otras para apartarlas del mensaje. Hay
diversas clases de cosas en muchos
campamentos. Pero puedo testificar de que
puedo vivir por encima de estas dificultades, y
puedo tener paz. Por supuesto, esto me causa
tensión y procura arrastrar mi mente lejos del
mensaje, pero me siento siempre en paz. ¿Y
por qué es esto así? Porque la palabra de Dios
mora en nuestra mente.

No puedo testificar de que en todas las
veces sucede lo mismo y quiera tener la
victoria más completa, pero el período de las
reuniones es de gran bendición para mí y para
ustedes también. Esta es una paz que Dios
quiere darnos constantemente para vivir por
encima de las dificultades. No sintamos
preocupación que la victoria es de Cristo.
“Desde el tiempo en que los padres de Jesús le
encontraron en el templo, su conducta fue un
misterio para ellos. No quería entrar en
controversia; y, sin embargo, su ejemplo era
una lección constante. Parecía puesto aparte.”
Esto desearía verlo en los jóvenes como
alguien que es apartado. “Hallaba sus horas de
felicidad cuando estaba a solas con la
naturaleza y con Dios.”
Hubo un campamento en el que salí a
caminar el sábado por la tarde, y dondequiera
que me detenía hallaba a un creyente orando
detrás de arbustos, y parecía como si tuviera la
suerte de encontrarme con ellos esa tarde.
Pero usted sabe que me dio mucho ánimo al
verlos solos con la naturaleza y con Dios. No
había bullicio de voces en su entorno sino que
se hallaban solos con la naturaleza y Dios,
preparándose a sí mismos para la Cena del
Señor. Eso me fortaleció. ¿Por qué es que
tenemos que estar solos con la naturaleza y
con Dios? Es porque en la conversación con
otros decae con frecuencia el fervor del
mensaje. Especialmente si las personas con las
que hablamos no buscan plenamente el
mensaje. Se presentan excusas, se hacen
excepciones y toda la cosa es que no existe un
interés de aceptarlo con seriedad. “Hallaba sus
horas de felicidad cuando estaba a solas con la
naturaleza y con Dios. Siempre que podía, se
apartaba del escenario de su trabajo, para ir a
los campos y meditar en los verdes valles,
para estar en comunión con Dios en la ladera
de la montaña, o entre los árboles del bosque.
La madrugada le encontraba con frecuencia en
algún lugar aislado, meditando, escudriñando
las Escrituras, u orando. De estas horas de
quietud, volvía a su casa para reanudar sus
166
deberes y para dar un ejemplo de trabajo
paciente.”
Esta tiene que ser nuestra condición si
deseamos entrar en los días de conflicto.
Quiero responder una pregunta no expresada
aquí. A menudo nos causa asombro cómo es
que podemos comunicarnos con la naturaleza
y con Dios, y cómo podemos concentrarnos.
Y esto se debe a que cuando cierro mis ojos
mi mente desea escapar y es difícil mantener
los pensamientos juntos. ¿Qué podemos
hacer? Hay un proceder que puede practicar
con seguridad, y es el de almacenar versículos
de la Biblia en la memoria. Mientras lo hace
medite sobre el contenido también no sólo en
forma mecánica sino con devoción cristiana.
Existen grandes beneficios en memorizar
pasajes de la Escritura. Quiero leer con usted
algunas afirmaciones relacionadas con esto.
La primera está en el libro La Fe por la cual
Vivo, página 9.
“Nosotros debemos tener mejor
conocimiento de nuestras Biblias. Debemos
cerrar la puerta a muchas tentaciones si
almacenamos en nuestra mente pasajes
bíblicos. Cerremos las vías de las tentaciones
de Satanás con un escrito está.” ¿Cómo
podemos cerrar las puertas de la tentación?
Poniendo pasajes en la memoria. Esto le toma
un esfuerzo a la mente, especialmente si usted
no está acostumbrado. Algunas personas se
excusan diciendo: “Soy demasiado viejo, yo
no puedo recordar eso”, pero el caso no es la
edad sino que la persona es sentimental. No
estamos acostumbrados a disciplinar la mente
y por eso hallamos difícil aprender las cosas
de memoria.
La siguiente declaración es del libro
Eventos de los Ultimos Días, páginas 68 y 69.
“Guardad con vosotros una Biblia de bolsillo
mientras trabajáis, y aprovechad cada
oportunidad para memorizar sus preciosas
promesas.” Hoy las Biblias de bolsillo se
pueden encontrar disponibles por todas partes.
“Llegará el tiempo cuando muchos serán
privados de la Palabra escrita. Pero si esta

Palabra está grabada en la memoria, nadie
puede quitarla de vosotros.”
Leamos otra en el libro Nuestra Elevada
Vocación, página 205. “El Libro de los libros
tiene el derecho más elevado a nuestra
reverente atención. No debemos satisfacernos
con un conocimiento superficial sino debemos
aprender el pleno significado de las palabras
de verdad, y beber profundamente del espíritu
de los oráculos divinos. El leer un cierto
número de capítulos cada día, o confiar a la
memoria una cierta cantidad sin pensar
cuidadosamente en el significado del texto
sagrado, es un trabajo de poco provecho. ...
algunas porciones de las Escrituras son, en
realidad, demasiado sencillas para ser
entendidas mal; pero hay otras cuyo
significado no está en la superficie, para ser
visto de una ojeada.” Tengo que decir que
algunos son muy superficiales. Saben las
respuestas del estudio de la lección y, a pesar
de todo, no hay concentración, y es porque no
están acostumbrados a sentarse y meditar en el
pasaje hasta que comprendan ellos mismos
todo significado. Ese es el problema. Tenemos
que hacer de esto nuestro propio trabajo
individual.
La declaración siguiente está en un Reporte
de Wisconsin del 25 de agosto, 1909. Quiero
leer esta declaración en conexión con las
tentaciones de Jesús, y no sé si podamos verla
en su totalidad hoy. ¿Cuando vino Satanás a
Cristo, apareció como un hombre con
apariencia ofensiva? No, vino como un ángel
de gloria y como un amigo semejante a las
mujeres madianitas. Con relación a la falta de
alimento para Cristo dijo: “Si eres el Hijo de
Dios, dí que estas piedras se conviertan en
pan”. ¿Lo aceptó Cristo inmediatamente? Ni
siquiera pronunció palabra, y sólo acudió a la
Escritura. “Escrito está: No sólo de pan vivirá
el hombre, sino de toda palabra que sale de la
boca de Dios.” Piense en esto. El estaba lleno
de la Biblia, no de revistas. Muchas revistas
llegan a las puertas de las casas hoy, ¿verdad?
Bótelas, no las guarde, no vale la pena. En
167
nuestros días, necesitamos llenar nuestras
mentes de cosas diferentes. Estoy seguro de
que usted desea confiar a su mente textos
bíblicos. “Si profesamos ser hijos de Dios
sepamos que tenemos el derecho de ser sus
hijos, porque lo hemos aceptado y porque
hacemos sólo lo que nos enseña en su Palabra.
Si tenemos tiempo libre no iremos a las
revistas para leer fatuas y ambulantes
historias, pero hallemos algo en la Biblia para
memorizar.”
Cuando murió la princesa Diana las noticias
de su muerte permanecieron en revistas y se
escucharon muchas cosas acerca de ella. Usted
puede imaginar cuánto sentimentalismo había
en todo el asunto, y me imagino que toda una
empresa de sentimentalismo apareció.
Nosotros no tenemos tiempo para esa clase de
cosas, porque estas son historias fatuas,
ambulantes y también historias mentirosas. “...
pero hallemos algo en la Biblia para
memorizar. Entonces cuando el enemigo nos
persiga podemos resistirlo con la Palabra
escrita de Dios.” Así fue que Jesús confrontó
al enemigo en el desierto de la tentación. No
con argumentos personales en contra de los
de Satanás, sino con el claro escrito está.
Fue en los tiempos de Elena de White
cuando las revistas fueron una gran tentación
como lo son hoy también. Pero tenemos otras
tentaciones, y una de ellas es la televisión que
es igual que las revistas. La pregunta es:
¿Tenemos nosotros tiempo para esas historias
fatuas y ambulantes, o debemos llenar
nuestras mentes de la Palabra de Dios para
decir: “Escrito está?” Esta es la pregunta. Si
deseamos ser parte del ejército en la última
batalla, necesitamos botar estas cosas y no hay
duda de que así es. Quiero contarles una
pequeña experiencia:
Un sábado tuvimos una caminata con los
niños, y usted sabe cómo son los niños cuando
son pequeños, que les cuesta dificultad
concentrarse y dirigir sus mentes hacia la
naturaleza para enseñarles algo. Mas bien
ellos pensaban en una variedad de cosas, y no

me sentía satisfecho con esto, porque deseaba
que se concentraran en las cosas divinas.
Entonces aprendimos un texto bíblico de
memoria. Eramos seis personas y nos
tomamos de la mano, luego caminamos en la
naturaleza y repetíamos el texto. Cada uno
inició la travesía y lo repetíamos muchas
veces hasta que lo aprendimos de memoria.
Nos tomó dos horas completas hasta que cada
uno de estos seis niños lo aprendió de
memoria. Así, dedicamos toda la tarde del
sábado, y esto fue una gran bendición. Les
hice claro que teníamos que concentrarnos,
pues no podemos salir y pensar en los
juguetes, en el colegio o cosas semejantes.
Debemos concentrarnos, y la mente tiene que
ser enfocada en la Biblia. Quiero decirles que
fue agobiador porque no estaban
acostumbrados a esta disciplina de
concentración. Descubrí que algunos niños
que tendían más a soñar despiertos, tenían más
dificultad de aprender, y sus mentes eran más
débiles. Otros niños que tenían más disciplina
aprendían con facilidad. La edad no tenía
mucho que ver allí, sino era la disciplina la
que desempañaba una gran función en si
aprendían o no. Y, aunque unos eran más
rápidos que otros, repetíamos el texto un gran
número de veces, hasta que lo aprendíamos.
Obtuve en esto una importante experiencia.
Si usted lleva sus niños a la naturaleza no
permita que su imaginación divague. Tiene
que controlar las mentes de sus hijos cuando
son pequeños, y conocer su responsabilidad.
Cuando los niños son pequeños no saben qué
significa controlar los pensamientos, y por eso
se deben ayudar, no permitiendo que corran
por su cuenta para hablar con otros adultos
acerca de cosas que no son esenciales. Este es
el camino más acertado para que los niños
caigan en la trampa del sentimentalismo.
Ahora volvamos a leer las últimas
declaraciones en el libro El Deseado de Todas
las Gentes acerca de los días de conflicto.
Como leímos aquí, la vida de Cristo se marcó
por el respeto a su madre. María, por
168
supuesto, no cumplió su parte plenamente, y
aunque entendía el misterio vaciló, y en esto
no fue de ayuda para Jesús. Tuvo que
permanecer literalmente solo sabiendo que
aun su madre no lo entendía totalmente.
“María hablaba con frecuencia con Jesús, y
le instaba a conformarse a las costumbres de
los rabinos. Pero no podía persuadirle a
cambiar sus hábitos de contemplar las obras
de Dios y tratar de aliviar el sufrimiento de los
hombres y aun de los animales. Cuando los
sacerdotes y maestros pedían la ayuda de
María para dominar a Jesús, ella se sentía muy
afligida; pero su corazón se apaciguaba
cuando él presentaba las declaraciones de la
Escritura que sostenían sus prácticas. ...
“Sin embargo, durante su niñez, su juventud
y su edad viril, Jesús anduvo solo. En su
pureza y fidelidad, pisó solo el lagar, y
ninguno del pueblo estuvo con él. Llevó el
espantoso peso de la responsabilidad de salvar
a los hombres. Sabía que a menos que hubiese
un cambio definido en los principios y los
propósitos de la familia humana, todos se
perderían. Era esto lo que pesaba sobre su
alma, y nadie podía apreciar esa carga que
descansaba sobre él. Lleno de un propósito
intenso, llevó a cabo el designio de su vida, de
ser él mismo la luz de los hombres.”
En este párrafo podemos ver nuestro
destino, y será nuestro destino en los días de
conflicto que están por venir sobre nosotros.
Se debe esperar que nuestros niños, nuestros
jóvenes y los adultos tengamos que caminar
solos, y en pureza y fidelidad tengamos que
pisar el lagar solos, sin esperar que alguien
esté con nosotros. Tenemos que llevar el
espantoso peso de responsabilidad por la
salvación de los hombres. Tenemos que saber
que, a menos que haya un cambio definido en
los principios y los propósitos de la familia
humana hoy, todos se perderán. En realidad
este mundo se hunde más y más en el
sentimentalismo, y así se practica al pensar
que es una virtud. Esta es la situación, y todos
se perderán si no hay un cambio definitivo, y

debe comenzar en nuestro propio corazón.
Esta tiene que ser la carga que descansa sobre
nosotros aunque ninguno lo aprecie. Tenemos
que ser absorbidos por un intenso propósito, a
fin de llevar a cabo el designio de nuestra vida
que es ser la luz de los hombres. Este es
nuestro destino.
Este es el propósito de Dios en la formación
de la familia y es realmente el intento de
llevar a cabo la obra de Dios. No tenemos
tiempo para edificar hermosas casas ni para
disfrutar solamente. Tenemos que realizar este
propósito, y si no es el propósito más
importante en nuestra vida, entonces
demoraremos la obra más y más. Ya hemos
causado demora durante mucho tiempo.
Tenemos que ser libres de las ilusiones y
libres del sentimentalismo. Yo les recomiendo
que lean por sí mismos este capítulo,
especialmente esos párrafos que no leímos.
Dejo a su responsabilidad estudiar
especialmente las tentaciones de Jesús de
soñar despierto y del sentimentalismo, y ver la
forma como las resistió. Hay un capítulo en El
Deseado de Todas las Gentes, página 295, que
deseo meditar con usted y es el capítulo
titulado “La Invitación”.
“‘Venid a mí todos los que estáis trabajos y
cargados que yo haré descansar.’”
“Estas palabras de consuelo fueron dirigidas
a la multitud que seguía a Jesús. El Salvador
había dicho que únicamente por él podían los
hombres recibir un conocimiento de Dios. Se
había dirigido a los discípulos como a quienes
se había dado un conocimiento de las cosas
celestiales. Pero no había dejado que nadie se
sintiese privado de su cuidado y amor. Todos
los que están trabajados y cargados pueden
venir a él.
“Los escribas y rabinos, con su escrupulosa
tentación a las formas religiosas, sentían una
falta que los ritos de penitencia no podían
nunca satisfacer. Los publicanos y los
pecadores podían afectar estar contentos con
lo sensual y terreno, pero en su corazón había
desconfianza y temor” Aquí usted puede ver
169
cómo el sentimentalismo tenía en estas
personas un fuerte asidero, y Jesús los invitó a
deponer todo su sentimentalismo al decirles:
“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended
de mí”. No dice tomad mi dulce miel y
hallaréis paz en ella. No mete en nuestra boca
un calmante para hallar paz. ¿Qué es lo que
nos da? Un yugo, y esto es algo que nosotros
no esperamos. “Tiernamente, invitó así a la
gente que se afanaba: Llevad mi yugo sobre
vosotros, y aprended de mí, que soy manso y
humilde de corazón; y hallaréis descanso para
vuestras almas.”
“En estas palabras, Cristo habla a todo ser
humano. Sépanlo o no, todos están cansados y
cargados. Todos están agobiados con cargas
que únicamente Cristo puede suprimir. La
carga más pesada que llevamos es la del
pecado [o sentimentalismo]. Si se nos deja
solos para llevarla, nos aplastará. Pero el Ser
sin pecado tomó nuestro lugar. ‘Jehová cargó
en él el pecado de todos nosotros’ (Isaías
53:6). El llevó la carga de nuestra
culpabilidad. El sacará la carga de nuestros
hombros cansados. Nos dará reposo. Llevará
también la carga de congoja y pesar. Nos
invita a confiarle todos nuestros cuidados,
porque nos lleva sobre su corazón.
“El Hermano Mayor de nuestra familia
humana está al lado del trono eterno. Mira a
toda alma que se vuelve hacia él como al
Salvador.” ¿Qué significa volver el rostro
hacia Jesús como a nuestro Salvador? Es una
expresión figurativa y no es literal, porque a
¿cuál dirección volvemos nuestro rostro
literalmente? Podemos mirar hacia arriba
¿pero dónde exactamente? Volver hacia él
significa poner la mente en el Salvador.
Piense un poco acerca de la frase. “... que se
vuelve hacia él como al Salvador.” No es
solamente volverme como a mi Salvador, sino
como al Salvador del pecado del
sentimentalismo. “Sabe por experiencia cuáles
son las debilidades de la humanidad, cuáles
son nuestras necesidades, y en qué reside la
fuerza de nuestras tentaciones, porque fue

tentado en todo punto, así como nosotros,
aunque sin pecar. El vela sobre ti, tembloroso
hijo de Dios. ¿Estás tentado? [¿con el
sentimentalismo?] El te librará. ¿Eres débil?
[¿tienes mente débil que tiende a divagar todo
el tiempo?] El te fortalecerá. ¿Eres ignorante?
[¿o estas embotado?] Te iluminará. ¿Estás
herido? [¿están tus sentimientos heridos?] Te
sanará. El Señor ‘cuenta el número de las
estrellas’; y sin embargo, ‘sana a los
quebrantados de corazón, y liga sus heridas’
(Salmo 147:4, 3). ‘Venid a mí’, es su
invitación. Cualesquiera que sean nuestras
ansiedades y pruebas, presentemos nuestro
caso ante el Señor. Nuestro espíritu será
fortalecido para poder resistir. Se nos abrirá el
camino para librarnos de estorbos y
dificultades. Cuanto más débiles e impotentes
nos reconozcamos, tanto más fuertes
llegaremos a ser en su fortaleza. Cuanto más
pesadas nuestras cargas, más Bienaventurado
el descanso que hallaremos al echarlas sobre
el que las puede llevar.”
He sido siempre impresionado por esta
declaración, porque no sólo dice que
recibiremos fuerza, sino cuanto más débil nos
reconozcamos, nos convertimos en más
fuertes. En otras palabras, los que piensan que
son fuertes no reciben mucho. Pero si usted
reconoce su impotencia, entonces recibirá
fortaleza. Si piensa que puede llevar sus
cargas sin problema, esa es una humildad
equivocada. Si afirma que su situación no es
tan mala como la de los demás y que puede
manejarla, no hallará descanso. “Cuanto más
pesadas nuestras cargas, más Bienaventurado
el descanso.” Usted puede argumentar que sus
cargas son algo que nadie las conoce. Sin
embargo, sonríe bien, viaja por todas partes y
se jacta de sí mismo. Puede decir: “Estoy solo,
y si tuviera mis cargas no sería como soy.”
Este es un argumento erróneo, porque si sus
cargas son realmente pesadas, entonces
debiera tener el mayor descanso que el que
otro tiene, si las hecha sobre el Salvador. Ese
es el punto. “El descanso que Cristo ofrece
170
depende de ciertas condiciones, pero éstas
están claramente especificadas. Son tales que
todos pueden cumplirlas. El nos dice
exactamente cómo se ha de hallar su
descanso.” No hay excusa para no conocer las
condiciones ahora, porque las hemos
estudiado en este tema. Nótese lo que dice:
“Llevad mi yugo sobre vosotros”, dice
Jesús. ¿Qué es el yugo? ¿Es la ley de Dios?
¿Es su Palabra? El yugo es su voluntad.
Llevarlo sobre nosotros significa la liberación
de todo factor que apoye el pecado de soñar
despierto. Significa controlar el apetito, no
hacer del apetito un dios. No sólo significa
que podemos ganar dinero sino que por otra
parte podemos perder dinero. Llevad mi yugo
sobre vosotros, exige una disciplina seria. “El
yugo es un instrumento de servicio. Se enyuga
a los bueyes para el trabajo, y el yugo es
esencial para que puedan trabajar eficazmente.
Por esta ilustración, Cristo nos enseña que
somos llamados a servir mientras dure la vida.
Hemos de tomar sobre nosotros su yugo, a fin
de ser colaboradores con él.
“El yugo que nos liga al servicio es la ley
de Dios. La gran ley de amor revelada en el
Edén, proclamada en el Sinaí, y en el nuevo
pacto escrita en el corazón, es la que liga al
obrero humano a la voluntad de Dios.” En
otras palabras, necesitamos estar firmemente
ligados, porque nuestra mente intenta
antojarse de las antiguas cosas otra vez. El
apetito es un buen ejemplo, por eso le
aconsejo que estudie las tentaciones de Cristo
para ver cómo luchó contra el apetito. Otra
vez quiero enfatizar que para muchos el
apetito es un dios, lo dice la hermana White.
¿Por qué es un dios? Porque no tenemos
control sobre él, y éste controla nuestros
pensamientos. Veamos claramente esta
conexión. El yugo es lo que nos liga a la
voluntad de Dios. Cuando está acostumbrado
a comer carne y después elimina la carne,
usted no se siente satisfecho después de
comer, a menos que coma por montones y
sobrecargue su estómago; entonces se siente

satisfecho. Todo el que comió carne y luego
llegó a ser un vegetariano, sabe esto. Este es
un yugo, pero liga al obrero humano a la
voluntad de Dios.
Tengo que decir que muchos son bastante
indolentes para tomar el yugo sobre sí
mismos. Es triste el hecho, pero si son
indolentes no pasarán el último conflicto. “Si
fuésemos abandonados a nuestra voluntad,
caeríamos en las filas de Satanás y llegaríamos
a poseer sus atributos. Por lo tanto, Dios nos
encierra en su voluntad que es alta, noble y
en su vida. Y él nos invita a adoptar este
principio.
Este no es un sentimiento, es un principio.
¿Cuál es el principio? El poder que controla el
celo para su gloria, es el amor hacia Dios y
hacia la humanidad caída. Que esta sea nuestra
experiencia si hemos aceptado realmente el
mensaje del congreso de este año. Amén.
Servicio de la Cena del Señor
Volvamos al significado de la Cena del
Señor. Como ya lo mencionamos en la semana,
había una la oportunidad para el lavatorio de
pies en la cual Cristo se ofrecía constantemente
lavar nuestros pies. Le permitimos que lo
hiciera y esto se ha expresado en nuestras
confesiones. Así nos hemos lavado los pies los
uno a los otros y esto llega a clímax hoy
especialmente ahora al hacer este servicio de
comunión entrando realmente en la ceremonia
la cual nos recuerda vívida y visiblemente ese
evento. Debemos mirar el contexto en la Biblia
para ver por qué Jesús llegó al lavatorio de
pies, cuál era la causa y qué buscaba en ello.
Pienso que lo entendemos ya de los estudios
pasados sobre este evento, pero pensemos
nuevamente un poco en la luz de lo que hemos
estudiado esta semana.
Vamos al libro El Deseado de Todas las
Gentes, página 598 en el capítulo “Un Siervo
de Siervos”. Aquí habla de que Jesús se sentó
171
elevadora. El desea que asumamos con
paciencia y sabiduría los deberes de servirle.
El yugo de este servicio lo llevó Cristo mismo
como humano. El dijo: ‘Me complazco en
hacer tu voluntad, oh Dios mío, y tu ley está
en medio de mi corazón’ (Salmo 40:8). ‘He
descendido del cielo, no para hacer mi
voluntad, mas la voluntad del que me envió’
(Juan 6:38). El amor hacia Dios, el celo por su
gloria, y el amor por la humanidad caída,
trajeron a Jesús a esta tierra para sufrir y
morir. Tal fue el poder que rigió
con sus discípulos alrededor de la mesa. Por
supuesto era la fiesta de la pascua la cual
deseaban celebrar.
“Mientras estaban reunidos en derredor de la
mesa, dijo en tono de conmovedora tristeza:
"En gran manera he deseado comer con
vosotros esta pascua antes que padezca; porque
os digo que no comeré más de ella, hasta que
se cumpla en el reino de Dios. Y tomando el
vaso, habiendo dado gracias, dijo: Tomad esto,
y partidlo entre vosotros; porque os digo, que
no beberé más del fruto de la vid, hasta que el
reino de Dios venga.
“Cristo sabía que para él había llegado el
tiempo de partir del mundo e ir a su Padre. Y
habiendo amado a los suyos que estaban en el
mundo, los amó hasta el fin. Estaba ahora en la
misma sombra de la cruz, y el dolor torturaba
su corazón.
“Sabía que sería abandonado en la hora de su
entrega. Sabía que se le daría muerte por el
más humillante procedimiento aplicado a los
criminales. Conocía la ingratitud y crueldad de
aquellos a quienes había venido a salvar. Sabía
cuán grande era el sacrificio que debía hacer, y
para cuántos sería en vano. Sabiendo todo lo
que le esperaba, habría sido natural que
estuviese abrumado por el pensamiento de su
propia humillación y sufrimiento. Pero miraba
como suyos a los doce que habían estado con él
y que, pasados el oprobio, el pesar y los malos
tratos que iba a soportar, habían de quedar a
luchar en el mundo. Sus pensamientos acerca
de lo que él mismo debía sufrir estaban

siempre relacionados con sus discípulos. No
pensaba en sí mismo. Su cuidado por ellos era
lo que predominaba en su ánimo.” (Página
599).
Aquí vemos a alguien que está realmente
preparado para un propósito. ¿Cuál era su
propósito? Era el servicio, es decir, la
salvación especialmente de sus discípulos pero
también la salvación de la raza humana. Este
era su blanco, y por esta razón Cristo sacrificó
toda las cosas. Una la más grande de las
injusticias cometidas contra El no pudieron
desviarlo de ese propósito. Esto es realmente
dominio propio. Nada pudo apartarlo de ese
propósito. Que el fue un ser humano, no hay
duda, y que tuviera la tentación de ser
desviado, esa no es la cuestión y sabemos que
ese fue el caso. Pero El controló esas cosas,
controló sus apetitos en el desierto, y durante
cuarenta días no bebió ni comió y se concentró
en un propósito y fue el de obedecer a su
Padre. No importó lo que viniera sobre El,
mantuvo sus sentimientos bajo control. El es
un buen ejemplo de dominio propio. Veamos
con claridad que si hubiera tenido este amor
divino en su corazón en cual no es un
sentimiento, que no es un impulso que nos hace
vibrar pero que muere en el siguiente momento
habría sido imposible. Pero era el principio del
amor eterno de Dios el que habitaba en su
corazón. Este amor soporta realmente aun en
las luchas y tentaciones. Podemos realmente
decir que el verdadero amor es el verdadero
dominio propio. Porque siempre que nos
debilitamos y nos alejamos de ese amor no
puede ser verdadero. Por supuesto, a menos
que dejemos nuestra relación con el Salvador,
entonces perderemos su amor. Y este es un
asunto totalmente diferente. Pero mientras
estemos conectados con ese amor, no puede
morir. Es tan firme como una roca y es eterno.
Y ese amor nos habilita para perseguir esa
meta sin ninguna desviación. Lo que Jesús
tenía es lo que nosotros debemos buscar.
Leamos otra vez estas oraciones porque nos
llenan de profundas reflexiones. ”Pero miraba
172
como suyos a los doce que habían estado con él
y que, pasados el oprobio, el pesar y los malos
tratos que iba a soportar, habían de quedar a
luchar en el mundo. Sus pensamientos acerca
de lo que él mismo debía sufrir estaban
siempre relacionados con sus discípulos. No
pensaba en sí mismo. Su cuidado por ellos era
lo que predominaba en su ánimo.”
Comparemos esto con nosotros mismos;
cuán a menudo hablamos de nosotros mismos,
de nuestras pruebas, nuestras penalidades. Con
cuánta frecuencia damos explicaciones de
nuestras penalidades presentando excusas, que
debido a éstas hicimos esto y aquello. Por
supuesto que hay penalidades en el mundo y no
hay lugar a dudas, pero Jesús siempre que lo
hacía, pensaba en sus discípulos y no en sí
mismo para no crear simpatía en ellos. Pero
por amor a ellos tenía que hablar de sus
sufrimientos, y de estas cosas deseaba hablar.
De hecho, retuvo por mucho tiempo esa
información. Durante mucho tiempo no habló
de estas cosas, porque sabía que no estaban
listos, pero ahora la hora caducaba y sabía que
necesitaba hablar. Era la noche anterior a su
sacrificio, sabía que no estaban preparados y
tenía que darles esa información o dejarlos en
esa terrible condición en la que se hallaban.
Fue una situación espantosa para Cristo que
sentía por ellos, y al mismo tiempo Satanás
urgía estos sentimientos en la manera más
abrupta posible, especialmente cuando
caminaba hacia el Getsemaní.
Desafortunadamente los discípulos no tenían
este espíritu. Dice aquí: “En esta última noche
con sus discípulos, Jesús tenía mucho que
decirles”. ¿Tiene Jesús muchas cosas que
decirnos? Con cuánta frecuencia dudamos de
las bondades de Dios porque parece que no nos
dice cuál camino tomar. Decimos: “Señor, ¿por
qué no nos dijiste que la senda que deseábamos
seguir era equivocada? ¿Por qué no nos
amonestaste? Seguimos la senda equivocada
pero no nos quisiste informar el peligro. Te
supliqué de todo corazón hacía dónde debía ir,

pero ahora seguí esta dirección equivocada.
¿Por qué no me hiciste saber que esta errado?
“En esta última noche con sus discípulos,
Jesús tenía mucho que decirles. Si hubiesen
estado preparados para recibir lo que anhelaba
impartirles, se habrían ahorrado una angustia
desgarradora, desaliento e incredulidad. Pero
Jesús vio que no podían soportar lo que él tenía
que decirles.” ¿Podría ser este el caso con
nosotros también, que Cristo tiene mucho que
decir pero que no lo hace porque no podemos
soportarlo? Pero le pedimos al Señor que no lo
haga, y El desearía declararnos muchas cosas
pero no lo hace porque no lo podemos
soportar. ¿Puede ser esto posible? Creo mucho
que así es. Nosotros también nos ahorraríamos
una angustia desgarradora si tan sólo
pudiéramos escucharlo; si tan sólo abriéramos
los oídos para estar listos para oír lo que desea
declararnos. Pero hay tanto deseo de protección
propia que parece muy difícil para Jesús
también. Nosotros mismos, nuestro
pensamiento, nuestra manera equivocada de
pensar están tan cimentados en la mente
humana que parece imposible para Cristo decir
lo que desea decirnos; aun en los más claros
términos, no lo podemos ver. Y este es el
mensaje a Laodicea: “no sabes que tú eres
ciego y desnudo”. Usted no tiene el oro es
pobre. Yo anhelo decirle esto, pero Laodicea
dice que no puede verlo y que lo sabe. ¿Qué es
lo que usted desea decirme? Entonces más
tarde preguntamos al Señor por qué no nos lo
hizo saber. “Si hubiesen estado preparados para
recibir lo que anhelaba impartirles, se habrían
ahorrado una angustia desgarradora, desaliento
e incredulidad. Pero Jesús vio que no podían
soportar lo que él tenía que decirles. Al mirar
sus rostros, las palabras de amonestación y
consuelo se detuvieron en sus labios.”
En otras palabras, El tuvo que callarse
porque no podía continuar pues era imposible.
Veamos claramente que Jesús tuviera mucho
que decirnos, pero no puede porque sus
palabras caerían sobre oídos sordos.
173
Por el momento vamos al libro Palabras de
Vida del Gran Maestro, página 340. Habla aquí
del día final, pero puede ser también dicho hoy
de nosotros. La única diferencia es que para
ellos habría sido demasiado tarde. Hoy
nosotros tenemos oportunidad todavía.
“En el día final, muchos pretenderán ser
admitidos en el reino de Cristo, diciendo:
‘Delante de ti hemos comido y bebido, y en
nuestras plazas enseñaste.’ ‘Señor, Señor, ¿no
profetizamos en tu nombre, y en tu nombre
lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos
muchos milagros?’ Pero la respuesta es:
‘Dígoos que no os conozco; apartaos de mí’
(Lucas 13:26; Mateo 7:22). En esta vida no han
practicado el compañerismo con Cristo; por lo
tanto no conocen el lenguaje del cielo, son
extraños a sus gozos. ‘¿Quién de los hombres
sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del
hombre que está en él? Así tampoco nadie
conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de
Dios’ (1 Corintios 2:11).
“Las más tristes de todas las palabras jamás
escuchadas por oídos mortales son las que
constituyen la sentencia: ‘No os conozco.’ El
compañerismo del Espíritu, que vosotros
habéis despreciado, es lo único que podría
identificaros con la gozosa multitud en la fiesta
nupcial. No podéis participar en esa escena.
Su luz caería sobre ojos cegados, su melodía en
oídos sordos. Su amor y su gozo no haría
vibrar ninguna cuerda de alegría en el corazón
entumecido por el mundo. Sois excluidos del
cielo por vuestra propia falta de idoneidad para
habitar en él.
“No podemos estar listos para encontrar al
Señor despertándonos cuando se oye el clamor:
‘He aquí el esposo’, y entonces recoger
nuestras lámparas vacías para llenarlas. No
podemos mantener a Cristo lejos de nuestra
vida aquí, y sin embargo ser hechos idóneos
para su compañerismo en el cielo”.
Aunque habla de los últimos días, pensemos
cómo es hoy. Con cuánta frecuencia Cristo
desea decir algo, pero “Su luz caería sobre ojos
cegados, su melodía en oídos sordos. Su amor

y su gozo no haría vibrar ninguna cuerda de
alegría en el corazón entumecido por el
mundo.” Jesús tiene mucho que decir, pero no
lo puede hacer o al menos no lo podemos ver
ni podemos entender. En el mismo momento
que El habla a nosotros lo acusamos: ¿por qué
nos hablas? Esto no lo hacemos en el mismo
memento que nos da este mensaje. Creo que
uno los primeros pasos tiene que ser vencido es
el no acusar más a Dios.
Quiero leer una pequeña declaración de la
Review and Herald, 13 de agosto 1889. Es un
sermón en el campamento de Williamsport en
Pennsylvania y fue justamente después de una
inundación. La Hermana White fue allí y vio
los resultados de la inundación, y dice acerca
de esto:
“La terrible destrucción de vida y propiedad
en Johnstown y Williamsport, las terribles
calamidades por tierra y mar, por inundaciones
y juegos, ciclones y accidentes, demanda la
más seria reflexión. En la calamidad en
Johstown, miles perecieron sin amonestación.”
¿Qué van a decir ellos un día? ¿Por qué no nos
lo dijiste? ¿Por qué no nos amonestaste? La
respuesta está en el párrafo anterior.
“Los hombres no tenían a Dios en sus
pensamientos; ellos habían seguido la
imaginación de su propio corazón.” ¿Qué
quiere decir esto en otras palabras? Esto es
soñar despierto. Puede ser un soñar despierto
religioso, o puede ser cualquier otro soñar
egoísta. “...y aquello continuamente, como lo
hicieron los habitantes del mundo antiguo. El
Señor les envió un mensaje de amonestación
por medio de su siervo Noé, pero el pueblo no
vio ninguna evidencia del mal que se cernía, se
rieron y vilipendiaron su mensaje. En el mundo
de hoy hay indiferencias similares a las
amonestaciones de los mensajeros del Señor.
Reprensiones e invitaciones igualmente caen
sobre oídos sordos. Uno se vuelve al otro, y
pregunta concierne al solemne mensajero: ‘¿No
habla él en parábolas?’ ¿No están las tinieblas
espirituales cubriendo la tierra, y densas
174
oscuridades los pueblos? ¿No están los
hombres desafiando al Altísimo?”
¿Estaban ellos pereciendo sin amonestación?
Ciertamente no. Pero después de todo, parecía
que estaban pereciendo sin amonestación. Es
decir, no aceptaron la amonestación, por eso
fue que perecieron sin ella. Fue por esa razón
que Dios no se lo hizo saber, porque ellos no
estaban dispuesto a recibirla.
Con frecuencia Jesús tiene que detener su
conversación y callar, porque no deseamos
recibirla. Por esta causa es que perecemos sin
amonestación. Por eso es que caemos en
pecado, porque no tenemos un corazón abierto
para escuchar la voz de Jesús. Preguntémonos:
“¿Qué podemos hacer en contra de esto?” ¿Lo
que hemos hecho se deseó, o no debió haberse
hecho? “Lávense los pies los unos a los otros”,
fue lo que Jesús les dijo.
El primer paso es que no acusemos a Dios
diciéndole: “Tú no nos hablaste y no nos
amonestaste”. Tampoco acusar a sus agentes
que Dios usa como si no hubieran hecho su
trabajo. Dios ha estado trabajando duro y es
esencial que nosotros veamos eso. El primer
paso es abrir nuestro corazón al mensaje, que
podamos verlo y aceptarlo, aceptar su amor
aunque parezca no gustarnos.
En este contexto, el primer esfuerzo en
nuestro corazón tiene que ser buscar realmente
la palabra de Dios. Buscarla de todo corazón, y
en silencio escuchar su voz. “Más buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y
todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo
6:33). Este texto tiene varias aplicaciones.
Buscad primero la verdad de Dios de todo
corazón, entonces usted verá el trato
misericordioso. No habrá rebelión contra sus
reprensiones, sino que veremos amor en ellas.
Comenzaremos a apreciar todo lo que El ha
hecho a nosotros por medios de circunstancias,
por medio de sus siervos, en todas las cosas y a
cada memento. Veremos cuánto hemos
menospreciado estos esfuerzos por parte de
Dios hacia nosotros. Esto es algo que
necesitamos compartir.

Permítanme ir a libro Los Hechos de los
Apóstoles, páginas 372, 373.
“Aquel cuyo corazón está resuelto a servir a
Dios encontrará oportunidades para testificar
en su favor. Las dificultades serán impotentes
para detener al que esté resuelto a buscar
primero el reino de Dios y su justicia. Por el
poder adquirido en la oración y el estudio de la
Palabra, buscará la virtud y abandonará el
vicio.”
¿Cuándo es clara meta? Nuestra meta ahora
debe ser quitar el sentimentalismo de nuestra
vida. Cuando esto es una decisión en nuestro
corazón, las dificultades serán impotentes para
impedir que escuchemos la voz de Dios
hablando a nuestro corazón personalmente.
Entonces otras dificultades serán impotentes
que parecen obstaculizar, es decir,
circunstancias adversas, la aparente enemistad
de los enemigos, etc. Todas estas cosas de
repente las reconoceremos ser la voz de Dios
que nos enseñan y nos amonestan, que nos
instruyen, que nos ponen en la senda correcta.
Todo esto será impotente si buscamos
primeramente el reino de Dios y su justicia de
todo corazón. Y semejante a Jesús no
permitiremos que nada nos desvíe de esa meta.
Otro aspecto que deseo traer es compartir el
espíritu de gratitud. Con relación a esto quiero
leer una declaración en Palabras de Vida del
Gran Maestro, páginas 328 y 329:
“No es la cantidad de trabajo que se realiza o
los resultados visibles, sino el espíritu con el
cual la obra se efectúa lo que le da valor ante
Dios. Los que vinieron a la viña a la hora
undécima estaban agradecidos por la
oportunidad de trabajar. Sus corazones estaban
llenos de gratitud hacia la persona que los
aceptó; y cuando al final de la jornada el jefe
de la casa les pagó por el día entero, estaban
grandemente sorprendidos. Sabían que no
habían ganado ese salario. Y la bondad
revelada en el semblante de su empleador los
llenó de gozo. Nunca olvidaron la bondad del
dueño de la casa, ni la generosa recompensa
que habían recibido. Esto es lo que ocurre con
175
el pecador que, conociendo su falta de méritos,
ha entrado en la viña del Señor a la hora
undécima. Su tiempo de servicio parece muy
corto, no se siente digno de recompensa
alguna, pero está lleno de gozo porque por lo
menos Dios lo ha aceptado. Trabaja con un
espíritu humilde y confiado, agradecido por el
privilegio de ser un colaborador de Cristo.
Dios se deleita en honrar este espíritu.”
¿Cuál fue espíritu del obrero de la hora
undécima, el que pensó que no era digno de
hacer el trabajo? Fue tremendamente
sorprendido cuando recibió su pago. El no
pudo ver su indignidad, pero se llenó de alegría
por poder hacer un poquito de trabajo. Y al
final vio que realmente era poco lo que había
hecho, pero Dios vino a él para decirle:
“gracias, vengo a darte mi sonrisa”. Este
hombre estuvo grandemente agradecido. Esto
es gratitud, este es el espíritu de gratitud. Este
espíritu abre nuestros oídos, la sordera es
quitada cuando se comparte este espíritu,
entonces podemos oír a Dios que nos habla,
entonces conoceremos que Dios está dándonos
instrucciones por el camino correcto. Abrirá
nuestros oídos y no habrá razón en absoluto
para decir: “Por qué no nos lo hiciste saber?
Pero El, lo ha hecho con claridad, y lo sabemos
que lo hecho. Leamos nuevamente el párrafo
porque nos muestra el espíritu de gratitud que
debemos compartir.
“No es la cantidad de trabajo que se realiza
o los resultados visibles, sino el espíritu con el
cual la obra se efectúa lo que le da valor ante
Dios.” Quiero decirle honestamente al haber
trabajado con personas, y usted tendrá las
mismas experiencias, cuando un niño me
brinda su ayuda, él no hace mucho trabajo,
pero lo hace con el espíritu de servicio. Hace
muchos más que ese adulto encumbrado que
con habilidad y elevada educación llega y me
dice: “Permítame hacerlo”. Lo hace, y al final
veo que no hizo el trabajo como debió ser
hecho. Es asombroso cuán poco puede ser
realizado por los que tienen mucha educación.
¿Por qué? Porque no hay el espíritu de

humildad. Preguntémonos, si este es el caso de
nuestro servicio. “No es la cantidad de trabajo
que se realiza o los resultados visibles, sino el
espíritu con el cual la obra se efectúa lo que le
da valor ante Dios. Los que vinieron a la viña a
la hora undécima estaban agradecidos por la
oportunidad de trabajar.”
Ellos no dijeron: “Es nuestro trabajo”. Sino
que estaban agradecidos por la oportunidad;
estaban haciendo todas las cosas que el dueño
les ordenó. No preguntaron cuánto iban a ganar
y luego harían el trabajo. Tampoco dijeron que
harían lo que pensaban que debía ser hecho.
Estaban absolutamente felices por todas las
cosas que podían contribuir de su propio
corazón.
“Sus corazones estaban llenos de gratitud
hacia la persona que los aceptó; y cuando al
final de la jornada el jefe de la casa les pagó
por el día entero, estaban grandemente
sorprendidos. Sabían que no habían ganado
ese salario. Y la bondad revelada en el
semblante de su empleador los llenó de gozo.
Nunca olvidaron la bondad del dueño de la
casa, ni la generosa recompensa que habían
recibido. Esto es lo que ocurre con el pecador
que, conociendo su falta de méritos, ha entrado
en la viña del Señor a la hora undécima. Su
tiempo de servicio parece muy corto, no se
siente digno de recompensa alguna, pero está
lleno de gozo porque por lo menos Dios lo ha
aceptado.”
¿Sabe usted lo que el paralítico sintió cuando
vino a Jesús? Pensó que si tan sólo Jesús podía
perdonar sus pecados, no le importaría el
resto. “Lo demás no me preocupa si tan sólo
puedo ver su rostro sonriente.” El se sorprendió
de que Jesús le diera mucho más que eso, y se
lleno de alegría. ¿Por qué? Porque tenía el
espíritu correcto cuando Jesús lo llamó. El
escuchó su voz y percibió lo que le decía. “Su
tiempo de servicio parece muy corto, no se
siente digno de recompensa alguna, pero está
lleno de gozo porque por lo menos Dios lo ha
aceptado. Trabaja con un espíritu humilde y
confiado, agradecido por el privilegio de ser un
176
colaborador de Cristo. Dios se deleita en
honrar este espíritu.”
Ahora, el lavatorio de pies está destinado a
producir ese espíritu. Leamos el libro El
Deseado de Todas las Gentes, páginas 605 y
606:
“El santo Vigilante del cielo está presente en
estos momentos para hacer de ellos momentos
de escrutinio del alma, de convicción del
pecado y de bienaventurada seguridad de que
los pecados están perdonados. Cristo, en la
plenitud de su gracia, está allí para cambiar la
corriente de los pensamientos que han estado
dirigidos por cauces egoístas.”
Esto quiere decir sentimentalismo. Cristo
está allí para cambiar los pensamientos que han
estado dirigidos por estos cauces. “El Espíritu
Santo despierta las sensibilidades de aquellos
que siguen el ejemplo de su Señor. Al ser
recordada así la humillación del Salvador por
nosotros, los pensamientos se vinculan con los
pensamientos; se evoca una cadena de
recuerdos de la gran bondad de Dios y del
favor y ternura de los amigos terrenales”
Cuando nosotros no sentimos gratitud por lo
que nuestros amigos nos dan, es una evidencia
de que no podemos estar agradecidos con Dios.
Primero tenemos que ver a Dios y estar
agradecido con El, y ver que obra por medio de
nuestros amigos, vecinos y especialmente
hermanos y hermanas en la fe quienes son
nuestros verdaderos amigos. Cuando hablo de
amigos no quiero decir los que nos regalan
caramelos, sino amigos son los que nos traen la
palabra de Dios, el alimento que es bueno para
nuestra salud. “Se recuerdan las bendiciones
olvidadas, las mercedes de las cuales se abusó,
las bondades despreciadas. Quedan puestas de
manifiesto las raíces de amargura que habían
ahogado la preciosa planta del amor. Los
defectos del carácter, el descuido de los
deberes, la ingratitud hacia Dios, la frialdad
hacia nuestros hermanos, son tenidos en
cuenta. Se ve el pecado como Dios lo ve.
Nuestros pensamientos no son pensamientos de
complacencia propia, sino de severa censura
 177

propia y humillación. La mente queda porque no nos concentramos en un propósito.

vivificada para quebrantar toda barrera que La comunión consiste en dos cosas: el lavatorio
causó enajenamiento. Se ponen a un lado las de pies y la Cena del Señor, y es una sola parte.
palabras y los pensamientos malos.” Esta es comunión con Dios y no comunión los
Pero no solamente los pensamientos malos unos con los otros. Por supuesto que tenemos
sino malas conversaciones. Nosotros no que hablar algunas palabras los unos con los
podemos decir que tenemos malos otros, pero si se usa para largas conversaciones
pensamientos y que hablamos bien. Estas dos acerca de nuestras experiencias no es adecuado.
cosas no se acoplan y es imposible hacerlo. Tenemos que poner nuestra mente en esas
Nuestra malas conversaciones es una palabras que hemos leído aquí, y el Espíritu
revelación de los malos pensamientos. Las dos Santo está haciendo esto. Tal vez cantemos un
cosas tienen que ser desterradas. “Se confiesan himno y oremos juntos, pero pongamos nuestra
y perdonan los pecados. La subyugadora atención principalmente en la obra que Cristo
gracia de Cristo entra en el alma, y el amor de desea hacer. Amén.
Cristo acerca los corazones unos a otros en
bienaventurada unidad.”
¿Puede usted ver que esta es la obra del
Espíritu Santo, especialmente en el lavatorio de
pies? El Vigilante celestial está presente en esta
sesión para hacer una experiencia tal en
nosotros.
“A medida que se aprende así la lección del
servicio preparatorio, se enciende el deseo de
vivir una vida espiritual más elevada. El
divino Testigo responderá a este deseo. El
alma será elevada. Podemos participar de la
comunión con el sentimiento consciente de que
nuestros pecados están perdonados. El sol de
la justicia de Cristo llenará las cámaras de la
mente y el templo del alma. Contemplaremos
al ‘Cordero de Dios, que quita el pecado del
mundo’ (Juan 1:29).
“Para los que reciben el espíritu de este
servicio, no puede nunca llegar a ser una mera
ceremonia. Su constante lección será: ‘Servíos
por amor los unos a los otros’ (Gálatas 5:13).”
Para terminar quiero darles algunos consejos
prácticos cómo lograrlo. Ha sido nuestro hábito
como pueblo de Dios de usar el lavatorio de
pies como un momento de compartir algunas
experiencias. Por esa razón es que toma más
tiempo. Hay mucha conversación en el
momento del lavatorio de pies, luego
regresamos a la mesa del Señor. De esta forma
muchas bendiciones se pierden. No porque la
conversación sea mala, sino simplemente