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CAPACIDAD DE OBRAR
Se extiende la capacidad de obrar en el ámbito del Derecho administrativo a los grupos de
afectados, las uniones y entidades sin personalidad jurídica y los patrimonios
independientes o autónomos cuando la Ley así lo declare expresamente.
REPRESENTACIÓN
En materia de representación se introducen nuevos sistemas para acreditarla. Destaca el
apoderamiento apud acta presencial o electrónico o a través de la acreditación de su
inscripción en el registro electrónico de apoderamientos de la Administración pública
competente.
TRAMITACIÓN ELECTRÓNICA
La Ley identifica los sujetos obligados a relacionarse electrónicamente con las
Administraciones Públicas.
Establece la obligación de todas las Administraciones públicas de contar con un registro
electrónico general o, en su caso, adherirse al de la Administración General del Estado.
Además, deberán mantener un archivo electrónico único de los documentos de los
procedimientos finalizados de cada una de ellas.
PLAZOS
En materia de plazos se introduce el cómputo por horas y la declaración de los sábados
como días inhábiles, unificando de este modo el cómputo de plazos en el ámbito judicial y
el administrativo.
noviembre.
RÉGIMEN DE NOTIFICACIONES
Se determina que las notificaciones electrónicas serán preferentes y en el procedimiento
administrativo común se generaliza la utilización en todas las fases de los medios
electrónicos, regulando su formato electrónico y los documentos que deben integrarlo.
reglas sobre nulidad y anulabilidad establecidas en la Ley 30/1992, de 26 de noviembre.
TRAMITACIÓN SIMPLIFICADA
Se regula la tramitación simplificada del procedimiento administrativo común, donde se
establece su ámbito objetivo de aplicación, el plazo máximo de resolución que será de
treinta días y los trámites de que constará.
ELABORACIÓN DE NORMAS
Se incluyen varias novedades para incrementar la participación de los ciudadanos en el
procedimiento de elaboración de normas.
Así, será necesario recabar, con carácter previo a la elaboración de la norma, la opinión de
ciudadanos y empresas acerca de los problemas que se pretenden solucionar con la
iniciativa, la necesidad y oportunidad de su aprobación, los objetivos de la norma y las
posibles soluciones alternativas.
Además, se incluye que las Administraciones divulgarán un Plan Anual Normativo que
recogerá las propuestas con rango de ley o reglamento que vayan a ser aprobadas al año
siguiente.
ENTRADA EN VIGOR
La entrada en vigor de esta ley está prevista al año de su publicación en el BOE.
No obstante, hay otros plazos específicos:
• Las previsiones relativas al registro electrónico de apoderamientos, registro electrónico,
registro de empleados públicos habilitados, punto de acceso general electrónico de la
Administración y archivo único electrónico producirán efectos a partir del día 2 de octubre
de 2020. (Nueva redacción dada por el artículo sexto del Real Decreto-ley 11/2018, de 31
de agosto, de transposición de directivas en materia de protección de los compromisos por
pensiones con los trabajadores, prevención del blanqueo de capitales y requisitos de
entrada y residencia de nacionales de países terceros y por el que se modifica la Ley
39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las
Administraciones Públicas).
• Un año a partir de la entrada en vigor de la Ley, para que se adecúen a la misma las
normas reguladoras estatales, autonómicas y locales de los distintos procedimientos
normativos que sean incompatibles con lo previsto en esta Ley.
ÓRGANOS ADMINISTRATIVOS
El régimen de los órganos administrativos se basa fundamentalmente en la Ley 30/1992,
de 26 de noviembre, con ciertas novedades. La creación de órganos solo podrá hacerse
previa comprobación de que no exista ninguna duplicidad con los existentes.
Se completan las previsiones sobre los órganos de la Administración consultiva y se
mejora la regulación de los órganos colegiados, destacando la generalización del uso de
medios electrónicos para su actuación.
ABSTENCIÓN Y RECUSACIÓN
Se incluye, como motivo de abstención y recusación, el vínculo matrimonial o situación de
hecho asimilable.
CONVENIOS
Establece un marco general regulador de los convenios.
EL SECTOR PÚBLICO
Las nuevas leyes LPACA y LRJSP se aplican al sector público.
Es una concepción más actualizada, amplia e integradora que la de Administración
Pública territorial e institucional tradicional, en línea con previsiones normativas
previas (arts. 3 LCSP, 3 LGP y 2 LEPSF).
ADMINISTRACIONES PÚBLICAS?
Los principios de eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación,
sirviendo con objetividad a los intereses generales, y con sometimiento pleno a la
Constitución, a la Ley y al Derecho.
ACTIVIDAD?
El principio de proporcionalidad, eligiendo la medida menos restrictiva de entre las
posibles, motivando su necesidad para la protección del interés público, así como
justificando su adecuación para lograr los fines que se persiguen, sin que en ningún caso
se produzcan diferencias de trato discriminatorias.
¿Y PARA LA ADMINISTRACIÓN DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE
CASTILLA Y LEÓN?
Además de los principios anteriores, de acuerdo con lo previsto en los arts. 5 a 8 LDCCyL,
estos otros:
a) Principio de orientación al ciudadano.
b) Principio de transparencia
c) Principio de eficiencia
d) Principio de economía
e) Principio de simplicidad
f) Principio de comprensión
g) Principio de modernización e innovación
h) Principio de mejora continua
i) Principio de anticipación o proactividad
j) Principio de prevención
k) Principio de celeridad
l) Principio de responsabilidad
m) Principio de participación ciudadana
n) Principio de equilibrio territorial
ñ) Principio de conciliación de la vida personal, familiar y laboral
o) Principios de colaboración, cooperación y coordinación con otras
Administraciones Públicas
ARTÍCULO 13 DE LPACA DERECHOS DE LAS PERSONAS EN SUS RELACIONES
CON LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS.
EL ARTÍCULO 13 LPACA
A acceder a la información pública, archivos y registros, de acuerdo con lo
previsto en la LT (y la LTCyL para la Comunidad Autónoma de Castilla y León).
El derecho de acceso de los ciudadanos a la información pública está reconocido en el
art. 105.b) CE, remitiendo a una ley su regulación.
Esta ley, es ahora la LT (Ley 19/2013, de transparencia ,acceso a la información
pública y buen gobierno), que regula este derecho en el capítulo III de su título I.
La transparencia pretende el conocimiento directo por los ciudadanos del
funcionamiento y actividad de los sujetos que realizan actividades públicas o que son
financiadas con fondos públicos.
¿Y en el ámbito de la Comunidad de Castilla y León?
LT
El art. 12 LT reconoce así el derecho de todas las personas de acceder a la información
pública en los términos que desarrolla con carácter básico, y establece que asimismo, y en
el ámbito de sus respectivas competencias, será de aplicación la correspondiente
normativa autonómica.
TRANSPARENCIA
Normativamente se prevé que la transparencia pueda alcanzarse a través de dos vías:
mediante la primera, la denominada publicidad activa, los sujetos obligados dan a conocer
a través de medios accesibles, preferentemente en sedes electrónicas o páginas web y
creando un portal de transparencia, los elementos y características de su actividad;
mediante la segunda, la llamada publicidad pasiva, las personas acceden a la información
pública en general, y los archivos y registros administrativos en particular.
E) A ser tratados con respeto y deferencia por las autoridades y empleados públicos
que han de facilitarles el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus
obligaciones.
F) A exigir las responsabilidades de las Administraciones Públicas y Autoridades,
cuando así corresponda legalmente.
G) A obtener y utilizar los medios de identificación y firma electrónica contemplados
en esta Ley
H) A la protección de datos de carácter personal, y en particular a la seguridad
confidencialidad de los datos que figuren en los ficheros, sistemas y aplicaciones
de las administraciones públicas.
I) Cualquiera otro que les reconozca la Constitución y las Leyes.
LOS ARTÍCULOS 14 Y 15 LPACA
a) El derecho a relacionarse electrónicamente con las Administraciones Públicas (artículo
14 LPACA).
En la utilización de medios electrónicos en las relaciones de las personas con las
Administraciones Públicas la Ley parte del principio de libre elección de hacerlo a través
de éstos o de los medios tradicionales, pudiendo además ser modificado el medio elegido
en cualquier momento.
No obstante ello, hay sujetos que están obligados a relacionarse a través de medios
electrónicos con las Administraciones Públicas para la realización de cualquier
trámite de un procedimiento administrativo.
De otro lado, las Administraciones pueden establecer reglamentariamente la
obligación de relacionarse con ellas a través de medios electrónicos para
determinados procedimientos y para ciertos colectivos de personas físicas que por
razón de su capacidad económica, técnica, dedicación profesional u otros motivos quede
acreditado que tienen acceso y disponibilidad de los medios electrónicos necesarios.
LA ADMINISTRACIÓN ELECTÓNICA
INTRODUCCIÓN
La LPACA y la LRJSP introducen de manera transversal el empleo de medios
electrónicos en las relaciones entre las Administraciones Públicas y entre éstas y
las personas.
Bajo este prisma, la LRJSP dedica el capítulo V del título preliminar, arts. 38 a 46, bajo el
epígrafe "Funcionamiento electrónico del sector público", a desarrollar diversas cuestiones
de alcance general como la sede electrónica, el portal de internet, los sistemas de
identificación de las Administraciones Públicas, la actuación administrativa automatizada,
la firma electrónica y el archivo electrónico de documentos (que ya ha sido analizado con
anterioridad); y el capítulo IV del título III, arts. 155 a 158, bajo el epígrafe "Relaciones
electrónicas entre las Administraciones", a esta cuestión concreta en particular.
(ART. 40 LRJSP)
Las Administraciones Públicas pueden identificarse mediante el uso de un sello
electrónico basado en un certificado electrónico reconocido o cualificado que reúna los
requisitos exigidos por la legislación de firma electrónica.
La relación de sellos electrónicos utilizados por cada Administración Pública,
incluyendo las características de los certificados electrónicos y los prestadores que los
expiden, debe ser pública y accesible por medios electrónicos.
Además, cada Administración Pública debe adoptar las medidas adecuadas para
facilitar la verificación de sus sellos electrónicos.
Se entiende identificada la Administración Pública respecto de la información que se
publique como propia en su portal de internet.
(ARTS. 43 Y 45 LRJSP)
La actuación de una Administración Pública, órgano, organismo público o entidad de
derecho público, cuando utilice medios electrónicos, se realiza mediante firma electrónica
del titular del órgano administrativo o empleado público.
Cada Administración Pública determina los sistemas de firma electrónica que debe
utilizar su personal, los cuales pueden identificar de forma conjunta al titular del puesto de
trabajo o cargo y a la Administración u órgano en la que presta sus servicios.
En el caso de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, de acuerdo con lo previsto
en el art. 14.1 del Decreto 7/2013, las autoridades y el personal al servicio de la
Administración autonómica utilizan los sistemas de firma que se determinen en cada caso.
Las Administraciones Públicas pueden determinar los trámites e informes que incluyan
firma electrónica reconocida o cualificada y avanzada basada en certificados electrónicos
reconocidos o cualificados de firma electrónica.
Con el fin de favorecer la interoperabilidad y posibilitar la verificación automática de la
firma electrónica de los documentos electrónicos, cuando una Administración utilice
sistemas de firma electrónica distintos de aquellos basados en certificado electrónico
reconocido o cualificado, para remitir o poner a disposición de otros órganos, organismos
públicos, entidades de Derecho Público o Administraciones la documentación firmada
electrónicamente, puede superponer un sello electrónico basado en un certificado
electrónico reconocido o cualificado.
EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
INTRODUCCIÓN
Se generaliza el uso de medios electrónicos en todas las fases y trámites del
procedimiento administrativo común (arts. 36, 71, 75.1, 80.2, 83 y 98.2 LPACA;
referidos a todos los trámites y actos administrativos, los tres primeros; a los informes, el
cuarto; al período de información pública, el quinto; y al pago a la Hacienda Pública de
sanciones pecuniarias, multas u otros derechos, el sexto y último), dedicándose una
especial atención a la identificación, firma y representación de los interesados, a los
documentos públicos administrativos y las copias de éstos y los documentos privados, a la
práctica de las notificaciones y el expediente administrativo electrónicos, e incluso también
del procedimiento administrativo colegial (constitución, celebración de sesiones, adopción
de acuerdos y elaboración y remisión de las actas; arts. 17 y 18 LPCA, y arts. 53 y 54
LDCCyL, a los que nos referiremos con más detalle en el estudio de los órganos
administrativos colegiados).
LA REPRESENTACIÓN DE LOS INTERESADOS (ART. 6 LPACA)
La representación de los interesados realizada mediante apoderamiento apud acta puede
acreditarse mediante comparecencia electrónica en la correspondiente sede
electrónica o a través de su inscripción en el registro electrónico de apoderamientos
de la Administración Pública competente.
A tal efecto, las Administraciones Públicas territoriales deben disponer de un registro
electrónico general de apoderamientos, en el que deben inscribirse, al menos, los de
carácter general otorgados apud acta, presencial o electrónicamente, mediante
comparecencia personal en las oficinas de asistencia en materia de registros o mediante
comparecencia electrónica en la correspondiente sede electrónica haciendo uso de los
sistemas de firma electrónica previstos en la Ley, por quien ostente la condición de
interesado en un procedimiento administrativo a favor de representante, para actuar en su
nombre ante las Administraciones Públicas. También debe constar el bastanteo realizado
del poder.
Las solicitudes de inscripción del poder, de revocación, de prórroga o de denuncia
del mismo pueden dirigirse a cualquier registro, debiendo quedar inscrita esta
circunstancia en el registro de la Administración u Organismo ante la que tenga efectos el
poder y surtiendo efectos desde la fecha en la que se produzca dicha inscripción.
LPACA)
En general, para las actuaciones de los interesados en el seno de un procedimiento
administrativo basta con identificarse ante la Administración Pública correspondiente.
Los interesados en un procedimiento administrativo pueden identificarse
electrónicamente ante las Administraciones Públicas a través de cualquier sistema
que cuente con un registro previo como usuario que permita garantizar su identidad.
En particular, se admiten, los siguientes sistemas.
Al margen de lo anterior, si los interesados quieren realizar determinados trámites, los
previstos en el art. 11.2 LPACA, se les exige su firma, como mecanismo acreditativo de la
voluntad y consentimiento de éstos.
Los interesados pueden así firmar a través de cualquier medio que permita acreditar la
autenticidad de la expresión de su voluntad y consentimiento, así como la integridad e
inalterabilidad del documento.
Se consideran válidos a efectos de firma los siguientes sistemas.
(ART. 27 LPACA)
Tienen la consideración de copia auténtica de un documento público administrativo o
privado las realizadas, cualquiera que sea su soporte, electrónico o no, por los órganos
competentes de las Administraciones Públicas en las que quede garantizada la identidad
del órgano que ha realizado la copia y su contenido.
Para garantizar la identidad y contenido de las copias electrónicas, y por tanto su
carácter de copias auténticas, las Administraciones Públicas deben ajustarse a lo previsto
en el Esquema Nacional de Interoperabilidad, el Esquema Nacional de Seguridad y sus
normas técnicas de desarrollo, así como a una serie de reglas.
A estos efectos, las Administraciones Públicas deben hacer públicos, a través de la sede
electrónica correspondiente, los códigos seguros de verificación u otro sistema de
verificación utilizado.
Asimismo, las Administraciones Públicas están obligadas a expedir copias auténticas
electrónicas de cualquier documento en papel que presenten los interesados y que
se vaya a incorporar a un expediente administrativo.
ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
Los principios de la potestad sancionadora de las Administraciones Públicas, son los
siguientes:
a) Ámbito subjetivo de aplicación
b) El principio de legalidad (art. 25 LRJSP)
c) Irretroactividad (art. 26 LRJSP)
d) El principio de tipicidad (art. 27 LRJSP)
e) Responsabilidad y culpabilidad (art. 28 LRJSP)
f) Principio de proporcionalidad (art. 29 LRJSP)
g) Principio de prescripción (art. 30 LRJSP)
h) Principio de concurrencia de sanciones (art. 31 LRJSP
ÍDEM (ART. 31 LRJSP)
No pueden sancionarse los hechos que lo hayan sido penal o administrativamente, en
los casos en que se aprecie identidad del sujeto, hecho y fundamento.
L ACUERDO DE INICIACIÓN
El acuerdo de iniciación debe contener al menos:
a) Identificación de la persona o personas presuntamente responsables.
b) Los hechos que motivan la incoación del procedimiento, su posible calificación y las
sanciones que pudieran corresponder, sin perjuicio de lo que resulte de la instrucción *3
(Excepcionalmente, cuando en el momento de dictar el acuerdo de iniciación no existan
elementos suficientes para la calificación inicial de los hechos que motivan la incoación del
procedimiento, la citada calificación puede realizarse en una fase posterior mediante la
elaboración de un pliego de cargos, que debe ser notificado a los interesados.
c) Identificación del instructor y, en su caso, secretario del procedimiento, con expresa
indicación del régimen de recusación de los mismos *3 (De acuerdo con lo previsto en el
art. 5.2 del Decreto 189/1994, la función instructora se ejerce por quien determinen las
normas sancionadoras o las normas sobre atribución y ejercicio de competencias y, en su
defecto, por la autoridad o funcionario que designe el órgano competente para la incoación
del procedimiento. Esta designación no puede recaer en quien tuviera competencia para
resolver el procedimiento, como hemos dicho ya). *4 (El nombramiento del secretario se
lleva a cabo en los supuestos de expedientes complejos por su dificultad o volumen, o
cuando una norma así lo prevea - art. 7.1.b) del Real Decreto 189/1994 -.
d) Órgano competente para la resolución del procedimiento y norma que le atribuya tal
competencia, indicando la posibilidad de que el presunto responsable pueda reconocer
voluntariamente su responsabilidad *3 (El art. 5.3 del Decreto 189/1994 dispone al efecto
que el órgano administrativo competente para resolver el procedimiento es el que tenga
competencia para imponer, en su caso, la sanción que figure en la propuesta de
resolución.
e) Medidas de carácter provisional que se hayan acordado por el órgano competente para
iniciar el procedimiento sancionador, sin perjuicio de las que se puedan adoptar durante el
mismo.
f) Indicación del derecho a formular alegaciones y a la audiencia en el procedimiento y de
los plazos para su ejercicio, así como indicación de que, en caso de no efectuar
alegaciones en el plazo previsto sobre el contenido del acuerdo de iniciación, éste podrá
ser considerado propuesta de resolución cuando contenga un pronunciamiento preciso
acerca de la responsabilidad imputada.
g) Indicación de la posibilidad de que la persona presuntamente responsable pueda
reconocer voluntariamente su responsabilidad, a los efectos de la posible aplicación de la
reducción de la sanción prevista en el art. 85 LPACA a la que luego nos referiremos.
RESOLUCIÓN CORRESPONDIENTE
Dicha resolución incluye la valoración de las pruebas practicadas, en especial aquellas que
constituyan los fundamentos básicos de la decisión, fija los hechos, sin que puedan
aceptarse hechos distintos de los determinados en el curso del procedimiento, con
independencia de su diferente valoración jurídica y, en su caso, la persona o personas
responsables, la infracción o infracciones cometidas y la sanción o sanciones que se
imponen, o bien declara la no existencia de infracción o responsabilida
CASO PARTICULAR
Si no concurren todas esas condiciones la resolución debe reducir el importe del pago de
la multa que le correspondería o, en su caso, la sanción de carácter no pecuniario, cuando
el denunciante haya facilitado elementos de prueba que hayan aportado un valor
significativo respecto de aquellos de los que hubiera dispuesto la Administración Pública.
En uno y otro caso, resulta necesario que el denunciante haya cesado en la participación
de la infracción y no haya destruido elementos de prueba relacionados con el objeto de la
denuncia.
Para la determinación de las posibles responsabilidades civiles, cuando las conductas
sancionadas hubieran causado daños o perjuicios a las Administraciones Públicas y la
cuantía destinada a indemnizar estos daños no hubiera quedado determinada en el
expediente, se fija mediante un procedimiento administrativo complementario, cuya
resolución es inmediatamente ejecutiva.
EL ACUERDO DE INICIACIÓN
El acuerdo de iniciación debe contener al menos:
a) Identificación de la persona o personas presuntamente responsables.
b) Los hechos que motivan la incoación del procedimiento, su posible calificación y las
sanciones que pudieran corresponder, sin perjuicio de lo que resulte de la instrucción *3
(Excepcionalmente, cuando en el momento de dictar el acuerdo de iniciación no existan
elementos suficientes para la calificación inicial de los hechos que motivan la incoación del
procedimiento, la citada calificación puede realizarse en una fase posterior mediante la
elaboración de un pliego de cargos, que debe ser notificado a los interesados.
c) Identificación del instructor y, en su caso, secretario del procedimiento, con expresa
indicación del régimen de recusación de los mismos *3 (De acuerdo con lo previsto en el
art. 5.2 del Decreto 189/1994, la función instructora se ejerce por quien determinen las
normas sancionadoras o las normas sobre atribución y ejercicio de competencias y, en su
defecto, por la autoridad o funcionario que designe el órgano competente para la incoación
del procedimiento. Esta designación no puede recaer en quien tuviera competencia para
resolver el procedimiento, como hemos dicho ya). *4 (El nombramiento del secretario se
lleva a cabo en los supuestos de expedientes complejos por su dificultad o volumen, o
cuando una norma así lo prevea - art. 7.1.b) del Real Decreto 189/1994 -.
d) Órgano competente para la resolución del procedimiento y norma que le atribuya tal
competencia, indicando la posibilidad de que el presunto responsable pueda reconocer
voluntariamente su responsabilidad *3 (El art. 5.3 del Decreto 189/1994 dispone al efecto
que el órgano administrativo competente para resolver el procedimiento es el que tenga
competencia para imponer, en su caso, la sanción que figure en la propuesta de
resolución.
e) Medidas de carácter provisional que se hayan acordado por el órgano competente para
iniciar el procedimiento sancionador, sin perjuicio de las que se puedan adoptar durante el
mismo.
f) Indicación del derecho a formular alegaciones y a la audiencia en el procedimiento y de
los plazos para su ejercicio, así como indicación de que, en caso de no efectuar
alegaciones en el plazo previsto sobre el contenido del acuerdo de iniciación, éste podrá
ser considerado propuesta de resolución cuando contenga un pronunciamiento preciso
acerca de la responsabilidad imputada.
g) Indicación de la posibilidad de que la persona presuntamente responsable pueda
reconocer voluntariamente su responsabilidad, a los efectos de la posible aplicación de la
reducción de la sanción prevista en el art. 85 LPACA a la que luego nos referiremos.
CIRCUNSTANCIAS
a) La inexistencia de los hechos que pudieran constituir la infracción.
b) Cuando lo hechos no resulten acreditados.
c) Cuando los hechos probados no constituyan, de modo manifiesto, infracción
administrativa.
d) Cuando no exista o no se haya podido identificar a la persona o personas responsables
o bien aparezcan exentos de responsabilidad.
e) Cuando se concluyera, en cualquier momento, que ha prescrito la infracción.
RESOLUCIÓN CORRESPONDIENTE
Dicha resolución incluye la valoración de las pruebas practicadas, en especial aquellas que
constituyan los fundamentos básicos de la decisión, fija los hechos, sin que puedan
aceptarse hechos distintos de los determinados en el curso del procedimiento, con
independencia de su diferente valoración jurídica y, en su caso, la persona o personas
responsables, la infracción o infracciones cometidas y la sanción o sanciones que se
imponen, o bien declara la no existencia de infracción o responsabilidad.
CASO PARTICULAR
Si no concurren todas esas condiciones la resolución debe reducir el importe del pago de
la multa que le correspondería o, en su caso, la sanción de carácter no pecuniario, cuando
el denunciante haya facilitado elementos de prueba que hayan aportado un valor
significativo respecto de aquellos de los que hubiera dispuesto la Administración Pública.
En uno y otro caso, resulta necesario que el denunciante haya cesado en la participación
de la infracción y no haya destruido elementos de prueba relacionados con el objeto de la
denuncia.
INTRODUCCIÓN
Las Administraciones Públicas, en el ejercicio de sus competencias y en el desarrollo de
sus actividades, pueden causar daños a terceros, ocasionándoles un perjuicio
patrimonial.
Los particulares tienen así derecho a ser indemnizados por las Administraciones Públicas
correspondientes, de toda lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos,
siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los
servicios públicos, salvo en los casos de fuerza mayor o de daños que el particular tenga
el deber jurídico de soportar de acuerdo con la Ley (Arts. 32.1 y 34.1 LRJSP).
El término servicios públicos que usa la Ley debe entenderse de forma amplia y
funcional.
La nueva regulación legal incorpora como novedades...
En el caso de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, de acuerdo con lo previsto
en los arts. 81 y 82 LGACyL, la responsabilidad patrimonial de la Administración
autonómica se rige, como no podía ser de otra manera, por esta legislación básica.
LA RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL
La responsabilidad patrimonial es la institución puesta al servicio de esos terceros para
lograr la correspondiente indemnización
NOVEDADES
Con respecto a la responsabilidad del Estado legislador ya existente, la relacionada con
las leyes declaradas inconstitucionales y la derivada de las leyes contrarias al Derecho de
la Unión Europea -Contemplada expresa y específicamente por el Real Decreto 515/2013,
de 5 de julio, por el que se regulan los criterios y el procedimiento para determinar y
repercutir las responsabilidades por incumplimiento del Derecho de la Unión Europea-;
La unificación de la jurisdicción y del régimen jurídico aplicable a la responsabilidad
patrimonial de las Administraciones Públicas, ya actúen con sometimiento al Derecho
público o al Derecho privado;
La reserva de los principios y supuestos indemnizables para la LRJSP y de los aspectos
procedimentales, de forma separada, en la nueva LPACA).
DAÑOS DERIVADOS
Sin perjuicio de las prestaciones asistenciales o económicas que las leyes puedan
establecer para estos casos - art. 34.1 LRJSP -
ASPECTOS PROCEDIMENTALES
La LPACA deja de considerar al procedimiento administrativo de responsabilidad
patrimonial como un procedimiento administrativo especial , sometiéndolo al
procedimiento administrativo común, si bien con algunas previsiones específicas sobre el
mismo.
Los procedimientos administrativos de reclamación de responsabilidad patrimonial pueden
iniciarse así de oficio, por la propia Administración Pública, o a soliciutd de los
interesados.
El derecho a reclamar prescribe al año de producido el hecho o el acto que motive la
reclamación o de manifestarse su efecto lesivo, con las siguientes precisiones sobre el
particular contenidas en el art. 67.1 LPACA.
PATRIMONIAL
Regulado hasta este momento por el Real Decreto 429/1993, de 26 de marzo, de
Reglamento de los procedimientos de las Administraciones Públicas en materia de
responsabilidad patrimonial, que se deroga expresamente.
ASPECTOS PROCEDIMENTALES
La reclamación de responsabilidad patrimonial debe tener el contenido básico de
cualquier solicitud de iniciación de un procedimiento administrativo común, con las mismas
condiciones en cuanto a su subsanación y mejora de la solicitud, si bien, de acuerdo con lo
previsto en los arts. 61.4. y 67.2 LPACA, debe dar cumplida cuenta de la concurrencia de
los requisitos materiales de la responsabilidad patrimonial que hemos expuesto y
analizado.
Cualquiera que sea el modo de iniciación del procedimiento, su instrucción sigue las
pautas fundamentales del procedimiento administrativo común, tal como se configura en la
LPACA.
Concluido el trámite de audiencia, en los procedimientos tramitados por la Administración
de la Comunidad de Castilla y León y por las Administraciones Locales de la Comunidad,
el órgano instructor propone que se recabe dictamen del Consejo Consultivo de
Castilla y León.
INSTRUCCIÓN
Los trámites más relevantes, como son los de prueba, informes al servicio cuyo
funcionamiento haya ocasionado la presunta lesión indemnizable, audiencia de los
interesados, incluidos entre tales a los contratistas en los supuestos de daños y perjuicios
causados en la ejecución de los contratos administrativos - arts. 82. 5LPACA en relación
con el art. 32.9 LRJSP -, o el informe de los Servicios Jurídicos de la Comunidad [arts. 67
LGACyL y 4.2.e) LAJCyL], no presentan singularidad que merezca ser destacada.
DICTAMEN DEL CONSEJO CONSULTIVO DE CASTILLA Y LEÓN
Cuando las indemnizaciones reclamadas sean de cuantía igual o superior a 6000 euros en
el ámbito de la Administración autonómica y 3000 euros en el ámbito de otras
Administraciones Públicas [art. 4.1.i) LCCCyL]).
A estos efectos, el órgano instructor remite al órgano competente para solicitar el
dictamen,
Según el art. 4.2 LCCyL, el Presidente de la Junta de Castilla y León, el Consejero
competente por razón de la materia o por el órgano correspondiente de las Entidades
Locales, una propuesta de resolución o, en su caso, la propuesta de acuerdo por el que se
podría terminar convencionalmente el procedimiento.
El dictamen del Consejo Consultivo debe pronunciarse sobre la existencia o no de relación
de causalidad entre el funcionamiento del servicio público y la lesión producida y, en su
caso, sobre la valoración del daño causado y la cuantía y modo de la indemnización de
acuerdo con los criterios establecidos en la Ley.
ASPECTOS PROCEDIMENTALES
El procedimiento de responsabilidad patrimonial ordinario puede transformarse
en procedimiento simplificado, en cualquier momento anterior a su resolución.
Hay dos modos para la terminación del procedimiento y la determinación, en su caso, de la
indemnización correspondiente, la convencional y la resolutoria por la Administración
Pública,
La indemnización se calcula con arreglo a los criterios de valoración establecidos en la
legislación fiscal, de expropiación forzosa y demás normas aplicables.
La cuantía concreta se fija con referencia al día en que la lesión efectivamente se
produjo.
La indemnización procedente puede sustituirse por una compensación en especie o
ser abonada mediante pagos periódicos.
La regla general sigue siendo, pues, la reparación en metálico y a tanto alzado, aunque
ahora se permiten expresamente otras alternativas, la compensación en especie y los
pagos periódicos, antes no previstas en la normativa aplicable.
PROCEDIMIENTO SIMPLIFICADO
Si el órgano competente para su tramitación considera inequívoca la relación de
causalidad entre el funcionamiento del servicio público y la lesión, así como la valoración
del daño y el cálculo de la cuantía de la indemnización - art. 96.4 LPACA -).
En estos casos, el procedimiento ha de resolverse en el plazo de treinta días.
INDEMNIZACIÓN CONVENCIONAL
A través del acuerdo entre el interesado y la Administración Pública sobre la cuantía y
modo de indemnización - art. 86.4 LPACA -
NDEMNIZACIÓN RESOLUTORIA
Al concluir el procedimiento administrativo reconociendo y afirmando, en su caso, la
responsabilidad - art. 91.2 LPACA -.
El plazo máximo establecido a tal fin es de seis meses, transcurrido el cual puede
entenderse que la resolución es contraria a la indemnización del particular - art. 91.3
LPACA -.
En cualquier caso, la resolución, expresa o presunta, pone fin a la vía administrativa [art.
114.1.e) LPACA]. En el ámbito de la Administración General del Estado, los
procedimientos de responsabilidad patrimonial se resuelven por el Ministro respectivo o
por el Consejo de Ministros en los casos del art. 32.3 LRJSP o cuando una ley así lo
disponga - art. 92 LPACA -.
En el ámbito autonómico y local, los procedimientos de responsabilidad patrimonial se
resuelven por los órganos correspondientes de las Comunidades Autónomas o de las
Entidades que integran la Administración Local).
En la Comunidad Autónoma de Castilla y León la resolución de los procedimientos de
responsabilidad patrimonial corresponde al Consejero competente por razón de la materia
hasta el límite establecido para la contratación, y a la Junta de Castilla y León en los
demás casos o cuando una Ley expresamente lo prevea - art. 82 LGACyL -).
En el caso de las Entidades de Derecho Público, las normas que determinen su régimen
jurídico pueden establecer los órganos a quien corresponde la resolución de los
procedimientos de responsabilidad patrimonial, aplicándose en su defecto lo previsto en la
Ley.
CÁLCULO DE LA INDEMNIZACIÓN
Ponderándose, en su caso, las valoraciones predominantes en el mercado).
En los casos de muerte o lesiones corporales se puede tomar como referencia la
valoración incluida en los baremos de la normativa vigente en materia de Seguros
obligatorios y de la Seguridad Social - art. 34.2 LPACA -.
CUANTÍA CONCRETA
Sin perjuicio de su actualización a la fecha en que se ponga fin al procedimiento de
responsabilidad con arreglo al Índice de Garantía de la Competitividad, fijado por el
Instituto Nacional de Estadística, y de los intereses que procedan por demora en el pago
de la indemnización fijada - art. 34.3 LPACA -.
SUSTITUCIÓN DE LA INDEMNIZACIÓN
Cuando resulte más adecuado para lograr la reparación debida y convenga al interés
público, siempre que exista acuerdo con el interesado - art. 34.4 LPACA -.
ALTERNATIVAS
Cuya aceptación no es obligada en ningún caso para la víctima, cuyo acuerdo es
necesario en todo caso.
ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
Las Administraciones Públicas pueden formalizar sus relaciones de colaboración mediante
un acuerdo de voluntades o convenio en el que se establecen las fórmulas de
colaboración, las competencias que ejerce cada Administración, los programas de
actuación, las fuentes de financiación, etc.
De acuerdo con el art. 47.1 LRJSP, son convenios...
Por su parte, el art. 86 LPACA, al regular la terminación convencional del procedimiento
administrativo común, dispone que...
A los efectos que nos interesan, la LRJSP distingue entre los convenios
interadministrativos, y los intraadministrativos.
En el caso concreto de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, los arts. 24.12 y 60
EACyL disponen al efecto que...
INTRODUCCIÓN
También en ocasiones la cooperación de las Administraciones Públicas se articula
mediante la creación de órganos específicos colegiados de cooperación de
composición multilateral o bilateral, de ámbito general o especial.
Dichos órganos, que cuentan con representación de las Administraciones Públicas con
intereses públicos en presencia, pueden servir para...
En cualquier caso estos órganos carecen de personalidad jurídica y, por tanto, no
pueden ser sujetos de relaciones jurídicas.
Dejando al margen la Conferencia de Presidentes del art. 146 LRJSP, en la LRJSP se
distingue entre las conferencias sectoriales, las comisiones bilaterales de cooperación, las
comisiones territoriales de coordinación y otros órganos de cooperación.
CONFERENCIAS SECTORIALES
Las conferencias sectoriales (arts. 147 a 152 LRJSP) son órganos de cooperación que se
caracterizan por su composición multilateral y por atenerse a un ámbito material
sectorial y circunscrito a una materia concreta (Educación, medio ambiente, sanidad,
…).
Las conferencias sectoriales ejercen las funciones consultivas, decisorias y de
coordinación previstas en el art. 148.2 LRJSP.
Corresponde al Ministro que presida la conferencia sectorial acordar la convocatoria de
las reuniones por iniciativa propia, al menos una vez al año, o cuando lo soliciten, al
menos, la tercera parte de sus miembros.
La adopción de decisiones, previa votación de los miembros de la conferencia sectorial,
puede revestir la forma de acuerdo o recomendación.
En apoyo del funcionamiento de las conferencias sectoriales se regulan las comisiones
sectoriales, existiendo también la posibilidad de crear en el seno de las mismas grupos
de trabajo y apoyo, de carácter permanente o temporal.
A COORDINACIÓN ADMINISTRATIVA
Es una fórmula excepcional de relación entre Administraciones Públicas, amparada en la
previsión expresa sobre el particular del art. 103.1 CE, en la que una Administración
Pública, la coordinadora, se sitúa en una cierta posición de supremacía sobre otras
Administraciones Públicas, las coordinadas, lo que pudiera resultar incompatible con la
autonomía constitucionalmente reconocida y garantizada a las Administraciones Públicas
en el ejercicio de sus competencias propias.
A pesar de ello, ha sido admitida, con una serie de cautelas, por el Tribunal
Constitucional, para evitar disfunciones y contradicciones en el ejercicio de competencias
análogas sobre los mismos ciudadanos y territorios.
Siguiendo esa doctrina constitucional, la Exposición de Motivos de la LRJSP se refiere
al principio de coordinación, diferenciándolo de la cooperación.
Después, el art. 140.1.e) de la propia LRJSP define la coordinación.
De otro lado, la coordinación a cargo del Estado o de las Comunidades Autónomas
sobre la Administración Local se encuentra regulada en los arts. 59 y ss. LrBRL
PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
Uso de medios de identificación y firma en el procedimiento administrativo (art. 11
Ley 39/2015)
Sistemas de identificación de los interesados en el procedimiento (art. 9 Ley
39/2015)
Sistemas de firma admitidos por las Administraciones Públicas (art. 10 Ley 39/2015)
39/2015)
1. La Administración General del Estado, las Comunidades Autónomas y las Entidades
Locales dispondrán de un registro electrónico general de apoderamientos, en el que
deberán inscribirse, al menos, los de carácter general otorgados apud acta, presencial o
electrónicamente, por quien ostente la condición de interesado en un procedimiento
administrativo a favor de representante, para actuar en su nombre ante las
Administraciones Públicas. También deberá constar el bastanteo realizado del poder. En el
ámbito estatal, este registro será el Registro Electrónico de Apoderamientos de la
Administración General del Estado. Los registros generales de apoderamientos no
impedirán la existencia de registros particulares en cada Organismo donde se inscriban los
poderes otorgados para la realización de trámites específicos en el mismo. Cada
Organismo podrá disponer de su propio registro electrónico de apoderamientos.
2. Los registros electrónicos generales y particulares de apoderamientos pertenecientes a
todas y cada una de las Administraciones, deberán ser plenamente interoperables entre sí,
de modo que se garantice su interconexión, compatibilidad informática, así como la
transmisión telemática de las solicitudes, escritos y comunicaciones que se incorporen a
los mismos. Los registros electrónicos generales y particulares de apoderamientos
permitirán comprobar válidamente la representación de quienes actúen ante las
Administraciones Públicas en nombre de un tercero, mediante la consulta a otros registros
administrativos similares, al registro mercantil, de la propiedad, y a los protocolos
notariales. Los registros mercantiles, de la propiedad, y de los protocolos notariales serán
interoperables con los registros electrónicos generales y particulares de apoderamientos.
3. Los asientos que se realicen en los registros electrónicos generales y particulares de
apoderamientos deberán contener, al menos, la siguiente información:
a) Nombre y apellidos o la denominación o razón social, documento nacional de identidad,
número de identificación fiscal o documento equivalente del poderdante.
b) Nombre y apellidos o la denominación o razón social, documento nacional de identidad,
número de identificación fiscal o documento equivalente del apoderado.
c) Fecha de inscripción.
d) Período de tiempo por el cual se otorga el poder.
e) Tipo de poder según las facultades que otorgue.
COMUNICARSE CON LAS AAPP A TRAVÉS DE UN PUNTO DE ACCESO
ELECTRÓNICO DE LA ADMINISTRACIÓN
Quienes se relacionen con las Administraciones Públicas a través de medios electrónicos,
tendrán derecho a consultar la información referida en el artículo 53.1. a) de la LPACA, en
el Punto de Acceso General electrónico de la Administración que funcionará como un
portal de acceso.
Se entenderá cumplida la obligación de la Administración de facilitar copias de los
documentos contenidos en los procedimientos mediante la puesta a disposición de las
mismas en el Punto de Acceso General electrónico de la Administración competente o en
las sedes electrónicas que correspondan.
NORMAS APLICABLES
A no presentar datos y documentos no exigidos por las normas aplicables al procedimiento
de que se trate, que ya se encuentren en poder de las Administraciones Públicas o que
hayan sido elaborados por éstas.
Los derechos de los interesados en relación con la documentación a aportar al
procedimiento están desarrollados en el artículo 28 de la Ley 39/2015 que establece al
respecto:
Artículo 28 Documentos aportados por los interesados al procedimiento administrativo
En el ámbito de la Administración de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, en
relación con este derecho debe tenerse en cuenta lo dispuesto en el Decreto 23/2009, de
26 de marzo, de medidas relativas a la simplificación documental en los procedimientos
administrativos (BOCyL nº 62 de 1 de abril de 2009).
A través de este decreto se crea el Catálogo de simplificación documental como inventario
público de documentos cuya obligación de aportación por el interesado queda suprimida o
sustituida por la presentación de declaraciones responsables. El contenido de este
Catálogo estará a disposición de los interesados en la página web
institucional www.jcyl.es.
En virtud de este Decreto, se han suprimido, entre otras, la obligación de presentar DNI o
Certificado de empadronamiento, así como tampoco podrá exigirse la presentación de
aquellos documentos cuya obligación de aportarse hay sido suprimida o hayan sido objeto
de sustitución por una declaración responsable en los términos previstos en el referido
Decreto.
INTRODUCCIÓN
El procedimiento administrativo exige necesariamente la presencia de una Administración
Pública competente y titular de la potestad administrativa que se ejercita a través de dicho
procedimiento.
Esta Administración Pública actúa a través de sus órganos, que son los que tramitan los
procedimientos administrativos correspondientes y los resuelven en la medida que sean
competentes para ello.
Bajo estas premisas, en este apartado se analiza el régimen jurídico básico de los órganos
administrativos, las instrucciones y órdenes de servicio, los órganos consultivos,
la competencia y las técnicas de alteración de la misma y el régimen jurídico básico de los
órganos administrativos colegiados de las distintas Administraciones Públicas en general y
de la Administración autonómica de Castilla y León en particular.
LA COMPETENCIA
La competencia de un órgano administrativo es el conjunto de funciones y potestades que
le son atribuidas por el ordenamiento jurídico y que por ello está autorizado y obligado a
ejercitar.
Los criterios fundamentales de distribución de la competencia son el jerárquico, el
territorial y el material, dando origen a otras tantas clases de competencia denominadas de
igual forma: competencia jerárquica, competencia territorial y competencia material.
La competencia es irrenunciable para el órgano administrativo que la tiene atribuida,
salvo los casos de delegación o avocación, cuando se efectúen en los términos previstos
en una norma con rango de ley.
Si alguna disposición atribuye la competencia a una Administración Pública, sin especificar
el órgano que debe ejercerla, se entiende que la facultad de instruir y resolver los
expedientes corresponde a los órganos inferiores competentes por razón de la materia y
del territorio.
Por lo demás, el órgano administrativo que se estime incompetente para la resolución
de un asunto sobre el que no haya finalizado el procedimiento administrativo remitirá
directamente las actuaciones al órgano que considere competente, sea o no de la misma
Administración Pública, debiendo notificar esta circunstancia a los interesados (art. 14.1
LPACA).
A DELEGACIÓN DE COMPETENCIAS
De acuerdo con lo previsto en el art. 9.1 LRJSP, los órganos de las diferentes
Administraciones Públicas, sin necesidad de ninguna otra previsión normativa específica
adicional, pueden delegar el ejercicio de las competencias que tengan atribuidas en otros
órganos, de la misma Administración, aun cuando no sean jerárquicamente dependientes,
o en los Organismos públicos o Entidades de Derecho Público vinculados o dependientes
de aquéllas. Más información
Por su parte, el art. 48.1 LGACyL dispone que el ejercicio de las competencias propias de
los órganos de la Administración General puede ser delegado en otros de igual o inferior
categoría, aunque no sean jerárquicamente dependientes, tanto centrales con categoría
igual o superior a Servicio, como periféricos con categoría igual o superior a Sección, salvo
disposición en contrario, requiriéndose la previa autorización del Consejero o Consejeros
de quienes dependan los órganos delegante y delegado, salvo en competencias de la
Presidencia o Vicepresidencia (art. 48.2 LGACyL).
En la delegación la titularidad de la competencia sigue estando atribuida al órgano
delegante, siendo así que la delegación sólo afecta al puro ejercicio por el órgano
delegado de la competencia delegada.
Es precisamente por ello que los actos y resoluciones administrativas dictadas por
delegación se consideran dictados a todos los efectos por el órgano delegante (art. 9.4
LRJSP).
Salvo que se disponga otra cosa, la delegación se entiende con carácter indefinido o
permanente, si bien su revocación puede tener lugar en cualquier momento por decisión
del órgano administrativo que la haya conferido (art. 9.6 LRJSP).
La delegación puede tener por objeto el ejercicio de cualquier competencia, por ejemplo la
sancionadora, salvo las que se refieren a (art. 9.2 LRJSP).
Por su parte el 48.3 LGACyL establece que además de las anteriores son indelegables
las siguientes competencias:
Tampoco se admite la subdelegación.
También se prohíbe la delegación de competencias en procedimientos administrativos en
los que haya recaído dictamen o informe preceptivo previo a su resolución, pero sí se
permite la delegación antes de la emisión del mismo (art. 9.5, párrafo segundo LRJSP).
LA DELEGACIÓN DE COMPETENCIAS
En el caso de que el órgano administrativo delegante sea colegiado y pretenda delegar
competencias para cuyo ejercicio se requiere un quórum o mayoría especial, el acuerdo de
delegación debe adoptarse observando dicho quórum o mayoría (art. 9.7 LRJSP).
La delegación de competencias y su revocación deberán publicarse en el BOE, en el
de la Comunidad Autónoma o en el de la Provincia, según la Administración Pública a que
pertenezca el órgano administrativo delegante, y el ámbito territorial de competencia de
éste (art. 9.3 LRJSP)
De igual modo deberá expresarse la circunstancia de que las resoluciones se
adoptan por delegación en cada una de ellas (art. 9.4 LRJSP).
En el caso concreto de la Comunidad de Castilla y León, el art. 9 LGACyL, dispone que las
atribuciones del Presidente de la Comunidad pueden ser delegadas en los términos
establecidos en el Estatuto de Autonomía (en los Vicepresidentes y demás miembros de la
Junta, art. 28.5 EACyL) y en la propia Ley de Gobierno.
LA DESCONCENTRACIÓN
La titularidad y el ejercicio de las competencias atribuidas a los órganos administrativos
pueden ser desconcentrados en otros jerárquicamente dependientes de aquéllos en los
términos y con los requisitos que prevean las propias normas de atribución de
competencias
El art. 47 LGACyL dispone que la titularidad y ejercicio de las competencias propias de los
órganos de la Administración General pueden ser desconcentradas en otros
jerárquicamente dependientes, tanto centrales con categoría superior a Servicio,
como periféricos con categoría igual o superior a Departamento Territorial,
mediante Decreto de la Junta de Castilla y León publicado en el BOCyL, de igual modo
que su revocación, siendo así que las competencias, una vez desconcentradas, pueden
ser delegadas.
LA AVOCACIÓN
Ejercida en el ámbito propio de las relaciones de jerarquía, es la técnica en sentido inverso
a la delegación.
En la avocación los órganos superiores recaban para sí el conocimiento de uno o varios
asuntos cuya resolución corresponde ordinariamente o por delegación a sus órganos
administrativos jerárquicamente dependientes, cuando circunstancias de índole técnica,
económica, social, jurídica o territorial la hagan conveniente (art. 102.1 LRJSP).
En todo caso, la avocación debe realizarse mediante acuerdo motivado, explicando las
circunstancias de índole técnica, económica, social, jurídica o territorial que la hacen
conveniente, que debe ser notificado a los interesados en el procedimiento administrativo,
si los hay, con anterioridad o simultáneamente a la resolución final que se dicte (art. 10.2
LRJSP).
Contra el acuerdo de avocación no cabe recurso, aunque puede impugnarse en el
recurso que, en su caso, se interponga contra la resolución final del procedimiento (art.
10.2 párrafo segundo LRJSP). *2 (Los actos o resoluciones administrativas dictados en
virtud de avocación se imputan al órgano administrativo superior que avoca la
competencia).
LA DELEGACIÓN DE FIRMA
La delegación de firma se circunscribe a esa circunstancia, la firma de una resolución o
acto administrativo ya adoptado.
Dispone así el art. 12.1 LRJSP que los titulares de los órganos administrativos pueden, en
materias de su competencia, que ostenten, bien por atribución, bien por delegación de
competencias, delegar la firma de sus resoluciones y actos administrativos en los titulares
de los órganos o unidades administrativas que de ellos dependan.
Para la validez de la delegación de firma no es necesaria su publicación en los diarios
oficiales.
En las resoluciones y actos que se firmen por delegación se ha de hacer constar esta
circunstancia y la autoridad de procedencia.
Por lo demás, ha de destacarse que la nueva regulación no contempla la prohibición de la
delegación de firma en las resoluciones administrativas de carácter sancionador contenida
en el precedente art. 16.4 LRJPAC.
LA SUPLENCIA
Con la finalidad de salvaguardar la eficacia administrativa, la suplencia tiene lugar
por razones de vacante, ausencia, enfermedad, así como en los casos en que se haya
sido declarada la abstención y recusación del empleado público interviniente, todas ellas
circunstancias temporales, produciéndose una simple sucesión transitoria en la titularidad
de un órgano administrativo, sin traslación de competencias de un órgano a otro (art. 13
LRJSP).
Si no se designa suplente, la competencia del órgano administrativo se ejerce por quien
designe el órgano administrativo inmediato superior de quien dependa el empleado público
interviniente.
Para la validez de la suplencia no se precisa su publicación en los diarios oficiales, si bien
en las resoluciones y actos que se dicten mediante suplencia, se ha de hacer constar esta
circunstancia y especificar el titular del órgano administrativo en cuya suplencia se adoptan
y quien efectivamente está ejerciendo la suplencia.
En el caso concreto de nuestra Comunidad Autónoma, de acuerdo con lo previsto en el art.
49 LGACyL, se diferencia el régimen de sustitución según se trate de órganos directivos,
centrales y periféricos, u otros órganos.
ABSTENCION Y RECUSACION
INTRODUCCIÓN
En determinados supuestos las autoridades y el personal al servicio de las
Administraciones Públicas a quienes se encomienda la intervención en los
correspondientes procedimientos administrativos están obligadas a no hacerlo en uno
concreto.
En este apartado se analiza dicha obligación, los mecanismos previstos legalmente para
hacerla efectiva y las consecuencias jurídicas derivadas de la misma.
La obligación de abstenerse de intervenir en un procedimiento administrativo
PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
De acuerdo con lo previsto en el art. 103 CE, las Administraciones Públicas sirven con
objetividad los intereses generales, remitiéndose a la ley en orden a la regulación de las
garantías para la imparcialidad de los funcionarios en el ejercicio de sus funciones
(apartados 1 y 3, respectivamente)
En el caso de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, el art. 16 LDCCyL dispone que
los ciudadanos tienen derecho a un tratamiento imparcial y objetivo de sus asuntos por
parte de la Administración autonómica.
Pues bien, es en el art. 23.2 LRJSP donde se contemplan las circunstancias o motivos en
los que la imparcialidad de las autoridades y los empleados al servicio de las
Administraciones Públicas puede verse comprometida o puesta en entredicho, por lo que
unas y otros deben abstenerse de intervenir en los procedimientos administrativos,
pudiendo ser así mismo recusados por los interesados en éstos en los supuestos de no
abstención (art. 24 LRJSP).
ABSTENCIÓN O LA RECUSACIÓN
La obligación de abstenerse deriva directamente de la Ley, desde el instante en que la
autoridad o empleado público de que se trate se encuentre incursa en cualquier
circunstancia o motivo de abstención de los que acaban de exponerse.
La persona afectada lo comunicará a su superior inmediato, quien resolverá lo
procedente.
Al margen de ello, este mismo superior inmediato y también cualesquiera otros órganos
administrativos superiores al afectado, jerárquicamente en precisión del art. 23.3 LRJSP
que no estaba en el art. 28.4 LRJPAC precedente, pueden ordenarle que se abstenga de
toda intervención en un concreto procedimiento administrativo.
En cualquier caso, aceptada o impuesta la abstención, ha de designarse a otra persona
para sustituir al afectado en la realización de sus funciones en el correspondiente
procedimiento administrativo.
De otro lado, en los supuestos de no abstención o apartamiento voluntario, los
interesados en los concretos procedimientos administrativos pueden promover la
recusación de la persona afectada en cualquier momento de la tramitación de los
mismos.
Los interesados han de indicar a tal fin en escrito motivado la causa o causas concretas en
que la recusación se funda, suscitándose así una cuestión incidental de previo
pronunciamiento - toda vez que como prevé el art. 74 LPACA se suspende la tramitación
del procedimiento administrativo en tanto no se resuelva. Más información
En el día siguiente el recusado manifesta a su inmediato superior si se da o no en él la
causa alegada. Más información.
Contra las resoluciones adoptadas en esta materia no cabe recurso, sin perjuicio de la
posibilidad de alegar la recusación al interponer el recurso que proceda contra el acto que
ponga fin al procedimiento administrativo. Más información.
CONSECUENCIAS JURÍDICAS DE LA NO ABSTENCIÓN
La intervención de quien debía haberse abstenido o aceptado la recusación, sin perjuicio
de la responsabilidad que proceda, no conlleva per se la invalidez o anulabilidad, en
ningún caso la nulidad de pleno derecho, de la actuación administrativa en que se
haya intervenido (no necesariamente, y en todo caso, dice el art. 23.3 LRJSP, esto último
en precisión que no estaba en el art. 28.4 LRJPAC precedente)
En cuanto a la responsabilidad de la persona obligada a abstenerse,
disciplinariamente, para los empleados públicos, no así para las autoridades, la
intervención en un procedimiento administrativo existiendo causa de abstención constituye
para el infractor falta grave [arts. 82.i) LFPCyL y 90.14 CCCyL]
PRINCIPIO GENERAL: OBLIGATORIEDAD DE TÉRMINOS Y PLAZOS.
(ARTÍCULO 29)
Como regla general, los plazos son obligatorios para todos los intervinientes en los
procedimientos administrativos, tanto Administración como interesados: los términos y
plazos establecidos en ésta u otras leyes obligan a las autoridades y personal al servicio
de las Administraciones Públicas competentes para la tramitación de los asuntos, así como
a los interesados en los mismos.
(ARTÍCULO 29)
El vencimiento de los plazos sin realizar las actuaciones supone:
• Desde la perspectiva de la Administración que debió actuar en plazo, una irregularidad
no invalidante (artículo 48.3) o la imputación a la misma de una resolución
presunta por efecto del silencio administrativo en procedimientos iniciados a instancia del
interesado, o la caducidad del procedimiento en procedimientos iniciados de oficio, en los
que no cabe más que el archivo de las actuaciones (Artículos 24 y 25.1. b).
• Desde la perspectiva del interesado, en algunos casos, la posibilidad de realizar la
actuación fuera del plazo establecido, y en otros, la preclusión del plazo:
Siempre que la naturaleza del plazo lo permita, aunque el plazo sea preclusivo, se debe
admitir la actuación del interesado, produciendo así sus efectos legales, si se realiza antes
o dentro del día en que se notifique la resolución en la que se tenga por transcurrido el
plazo y en la que se le tenga por decaído en su derecho al trámite correspondiente
(artículo 73.3). No permiten esta posibilidad los plazos de interposición de recursos
administrativos o jurisdiccionales, ni el plazo para interponer la demanda en el recurso
contencioso-administrativo.
CÓMPUTO DE LOS PLAZOS (ARTÍCULO 30)
A.- Plazos por horas.
Se trata de una novedad introducida por la Ley 39/2015. Salvo que la Ley o el Derecho de
la Unión Europea dispongan otro modo de computarlos, cuando los plazos se señalen por
horas, se entiende que éstas son hábiles.
Más información
B.- Plazos por días.
Salvo que la Ley o el Derecho de la Unión Europea dispongan otro modo de computarlos,
cuando los plazos se señalen por días, se entiende que éstos son hábiles, excluyéndose
del cómputo los sábados, los domingos y los declarados festivos. En este sentido, la Ley
39/2015 se separa de la regulación anterior contenida en la Ley 30/1992 (LRJAPyPAC),
que sí incluía los sábados.
Excepción
C.- Plazos por meses o años.
Se computarán a partir del día siguiente a aquel en que tenga lugar la notificación o
publicación del acto de que se trate, o desde el siguiente a aquel en que se produzca la
estimación o desestimación por silencio administrativo.
El plazo concluirá el mismo día en que se produjo la notificación, publicación o silencio
administrativo en el mes o el año de vencimiento. Si en el mes de vencimiento no hubiera
día equivalente a aquel en que comienza el cómputo, se entenderá que el plazo expira el
último día del mes.
Cuando el último día del plazo sea inhábil, se entenderá prorrogado al primer día hábil
siguiente.
Ejemplo
Puede suceder que un día sea hábil en el municipio o Comunidad Autónoma en que
residiese el interesado, e inhábil en la sede del órgano administrativo, o a la inversa, en
cuyo caso, se considerará inhábil.
D.- Calendario de días inhábiles.
Por razones de seguridad jurídica, la Administración General del Estado y las
Administraciones de las Comunidades Autónomas, con sujeción al calendario laboral
oficial, fijarán, en su respectivo ámbito, el calendario de días inhábiles a efectos de
cómputos de plazos, que deberá publicarse antes del comienzo de cada año en el diario
oficial que corresponda, así como en otros medios de difusión que garanticen su
conocimiento generalizado.
31)
La existencia de registros electrónicos conlleva algunas peculiaridades en cuanto al
cómputo de los plazos, derivadas de las características de estos registros, entre ellas el
que estén abiertos las 24 horas del día, los 365 días del año, por lo que la nueva Ley
39/2015 establece al respecto una regulación adecuada a esta realidad.
Cada Administración Pública publicará los días y el horario en el que deban permanecer
abiertas las oficinas que prestarán asistencia para la presentación electrónica de
documentos, garantizando el derecho de los interesados a ser asistidos en el uso de
medios electrónicos.
El registro electrónico de cada Administración u Organismo se regirá a efectos de cómputo
de los plazos, por la fecha y hora oficial de la sede electrónica de acceso, que deberá
contar con las medidas de seguridad necesarias para garantizar su integridad y figurar de
modo accesible y visible.
Más información
El funcionamiento del registro electrónico se regirá por las siguientes reglas:
1ª. Permitirá la presentación de documentos todos los días del año durante
las veinticuatro horas.
2ª. A los efectos del cómputo de plazo fijado en días hábiles, y en lo que se refiere al
cumplimiento de plazos por los interesados, la presentación en un día inhábil se
entenderá realizada en la primera hora del primer día hábil siguiente salvo que una
norma permita expresamente la recepción en día inhábil.
3ª. El inicio del cómputo de los plazos que hayan de cumplir las Administraciones Públicas
vendrá determinado por la fecha y hora de presentación en el registro electrónico de
cada Administración u Organismo. En todo caso, la fecha y hora efectiva de inicio del
cómputo de plazos deberá ser comunicada a quien presentó el documento.
Por otro lado, la sede electrónica del registro de cada Administración Pública u Organismo,
determinará, atendiendo al ámbito territorial en el que ejerce sus competencias el titular de
aquélla y al calendario previsto en el artículo 30.7, los días que se considerarán inhábiles a
los efectos previstos en este artículo.
Más información
Éste será el único calendario de días inhábiles que se aplicará a efectos del cómputo de
plazos en los registros electrónicos, sin que resulte de aplicación a los mismos lo dispuesto
en el artículo 30.6.
Más información
CÓMPUTO DE PLAZOS EN LOS REGISTROS ELECTRÓNICOS.
(ARTÍCULO 31)
La fecha y hora oficial en el ámbito de Castilla y León se encuentra en la página web de la
Junta de Castilla y León, en la siguiente dirección:
https://www.tramitacastillayleon.jcyl.es/web/jcyl/AdministracionElectronica/es/Plantilla100/1
284167257830/_/_/_
(ARTÍCULO 31)
El calendario de días inhábiles, en el ámbito de Castilla y León, se encuentra en la página
web de la Junta de Castilla y León, en la siguiente dirección:
https://www.tramitacastillayleon.jcyl.es/web/jcyl/AdministracionElectronica/es/Plantilla100/1
251181279788/_/_/_
(ARTÍCULO 31)
Por razones lógicas, en los registros electrónicos no se aplicaría la regla de que si un día
es hábil en el municipio o Comunidad Autónoma en que residiese el interesado, e inhábil
en la sede del órgano administrativo, o a la inversa, se considerará inhábil.
(ARTÍCULO 26)
Los documentos constituyen el soporte material del procedimiento administrativo y pueden
ser emitidos por las Administraciones Públicas o ser aportados por los interesados al
procedimiento. Todos ellos se pueden expedir tanto en soporte papel como en formato
electrónico.
Son documentos públicos administrativos los válidamente emitidos por los órganos de las
Administraciones Públicas, y los emitirán por escrito, a través de medios electrónicos, a
menos que su naturaleza exija otra forma más adecuada de expresión y constancia. Este
mandato es acorde con la obligatoriedad de la gestión electrónica de los procedimientos
administrativos que impone la nueva Ley 39/2015.
En cuanto a los documentos electrónicos administrativos, para ser considerados
válidos, deberán:
a) Contener información de cualquier naturaleza archivada en un soporte electrónico
según un formato determinado susceptible de identificación y tratamiento diferenciado.
b) Disponer de los datos de identificación que permitan su individualización, sin perjuicio
de su posible incorporación a un expediente electrónico.
c) Incorporar una referencia temporal del momento en que han sido emitidos.
d) Incorporar los metadatos mínimos exigidos.
e) Incorporar las firmas electrónicas que correspondan de acuerdo con lo previsto en la
normativa aplicable.
ANULABILIDAD
Estas dos figuras son las formas que puede adoptar la invalidez del acto administrativo. En general,
es inválido todo acto que infringe el ordenamiento jurídico. La regla general es que los actos
inválidos serán anulables, alcanzando la condición de nulos únicamente cuando concurran en ellos
las circunstancias o causas tasadas relacionadas en el artículo 47.1 LPACAP.
Se pueden establecer las siguientes diferencias entre ambas figuras:
• La nulidad radical o de pleno derecho es la regla para la invalidez de las disposiciones generales
(artículo 47.2 LPACAP), mientras que para los actos administrativos constituye la excepción. En el
caso de los actos administrativos, los vicios determinantes de la nulidad de pleno derecho son
tasados y de interpretación restrictiva (artículo 47.1 LPACAP), siendo la regla general la
anulabilidad, que se encuentra definida genéricamente en el artículo 48 LPACAP como “cualquier
infracción del ordenamiento jurídico incluida la desviación de poder”.
• La nulidad de pleno derecho puede ser instada en cualquier momento por cualquier particular
interesado o de oficio por la propia Administración, puesto que la revisión de oficio se configura
como una verdadera acción de nulidad (artículo 106.1 LPACAP), mientras que la anulabilidad está
sometida a plazos preclusivos, tanto para la Administración (cuatro años desde que se dictó el acto
para declarar su lesividad, artículo 107.2 LPACAP) como para los particulares, los cuales deben
cumplir los plazos del recurso de alzada (artículo 121 LPACAP), y/o del recurso contencioso-
administrativo (artículo 46.1 Ley 29/1998, de 13 de julio, reguladora de la Jurisdicción Contencioso-
administrativa (LJCA), de forma que transcurrido el plazo legalmente establecido sin la
impugnación del acto, éste deviene consentido y, por tanto, firme.
• Los efectos de la nulidad de pleno derecho se producen “ex tunc” “desde entonces” (como si el
acto nulo nunca hubiera existido); y los de la anulabilidad son “ex nunc” “desde ahora” (desde el
momento en que se declare por el órgano competente, por lo que carece de efectos retroactivos).
• El acto nulo de pleno derecho no se puede subsanar por convalidación; sí puede subsanarse, sin
embargo, el que adolece de un vicio de anulabilidad (artículo 52.1 LPACAP).
B.- ANULABILIDAD
Dispone el artículo 48.1 LPACAP que son anulables los actos de la Administración que incurran en
cualquier infracción del ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder.
Por tanto, cualquier infracción del ordenamiento jurídico que no encaje en alguno de los supuestos
tasados del artículo 47.1 supondrá que el acto es anulable, a menos que sea una irregularidad no
invalidante.
En cuanto a la desviación de poder, es el ejercicio de potestades administrativas para fines
distintos de los fijados por el ordenamiento jurídico (artículo 70.2 Ley de la Jurisdicción
Contencioso-Administrativa), como ya se adelantó. Esta infracción del ordenamiento exige, para su
apreciación, una actuación administrativa que, en apariencia se ajuste a la legalidad, pero que en el
fondo persiga un fin distinto del interés público querido por el legislador.
INVALIDANTES
Según el artículo 48.2 LPACAP, el defecto de forma sólo determinará la anulabilidad cuando el acto
carezca de los requisitos formales indispensables para alcanzar su fin o dé lugar a la indefensión
de los interesados.
En cuanto a la falta de requisitos formales, es el caso del acto que, debido a los defectos formales
que presenta no puede llegar a alcanzar su fin, lo que lo convertiría en un acto inútil. Para la
doctrina, son supuestos de actos anulables por esta causa aquéllos en los que el vicio de forma
impide valorar la corrección del acto tanto desde la perspectiva de la legalidad (adecuación del acto
al ordenamiento jurídico) como de la oportunidad (beneficios que se derivan para el interés público
del acto adoptado). Normalmente los trámites en cuya omisión se basará la apreciación de esta causa
serán informes técnicos y de oportunidad.
En cuanto a la indefensión, se produce cuando ha existido una disminución efectiva, real y
trascendente de las garantías, es decir, cuando el titular del derecho o interés discutido, a causa del
vicio formal en que ha incurrido la Administración, se ve imposibilitado para su defensa. Por ello, se
entiende que no hay indefensión cuando el particular, a través de los recursos administrativos y
contencioso administrativos, ha podido formular las alegaciones y aportar las pruebas que hubiera
podido presentar o acreditar en el trámite omitido.
Más información
C.- DEFECTOS DE FORMA. MERAS IRREGULARIDADES NO INVALIDANTES.
Entre los trámites cuya omisión pueden lugar a indefensión y, en consecuencia, a la anulabilidad
del acto, la jurisprudencia ha venido aceptando el trámite de audiencia y la inmotivada ausencia de
práctica de pruebas propuestas por el interesado.
(ARTÍCULOS 40 Y 41)
Ha de tenerse en cuenta que la regulación de las notificaciones se encuentra contenida en el Capítulo
II del Título III, capítulo dedicado a la eficacia de los actos administrativos, por lo que recordamos
aquí lo que dijimos al hablar de la eficacia demorada de los actos. Y es que, en la medida de que los
actos administrativos que afectan a los derechos e intereses de los administrados han de ser
notificados, los mismos no despliegan su eficacia hasta que no se practica la notificación o
publicación, o se consideran notificados, por ejemplo, en caso del rehúse, como veremos.
1º.- Actos que han de ser notificados: como regla general han de ser notificadas las resoluciones y
los actos de trámite cualificados (es decir, aquellos que son susceptibles de recurso) o que requieren
de una actuación del particular para cumplimentarse (por ejemplo, el trámite de audiencia o el
requerimiento de subsanación de defectos advertidos en la solicitud). No así los demás actos de
trámite.
Dispone el artículo 40 que el órgano que dicte las resoluciones y actos administrativos los notificará
a los interesados cuyos derechos e intereses sean afectados por aquéllos, en los términos previstos en
los artículos siguientes.
2º.- Plazo y contenido: toda notificación deberá ser cursada dentro del plazo de diez días a partir de
la fecha en que el acto haya sido dictado, y deberá contener:
• el texto íntegro de la resolución, con indicación de si pone fin o no a la vía administrativa
• la expresión de los recursos que procedan, en su caso, en vía administrativa y judicial,
• el órgano ante el que hubieran de presentarse y el plazo para interponerlos, sin perjuicio de que los
interesados puedan ejercitar, en su caso, cualquier otro que estimen procedente.
3º.- Notificaciones defectuosas: las notificaciones que, conteniendo el texto íntegro del acto,
omitiesen alguno de los demás requisitos previstos en el apartado anterior, surtirán efecto a partir de
la fecha en que el interesado realice actuaciones que supongan el conocimiento del contenido y
alcance de la resolución o acto objeto de la notificación, o interponga cualquier recurso que proceda.
No obstante, ha de aclararse que el incumplimiento del plazo de diez días se viene considerando una
mera irregularidad no invalidante.
(ARTÍCULOS 40 Y 41)
4º.- Notificación e intento de notificación: sin perjuicio de lo establecido en el apartado anterior, y
a los solos efectos de entender cumplida la obligación de notificar dentro del plazo máximo de
duración de los procedimientos, será suficiente la notificación que contenga, cuando menos, el
texto íntegro de la resolución, así como el intento de notificación debidamente acreditado. Por tanto,
para entender cumplida la obligación de notificar dentro del plazo para resolver el procedimiento, es
suficiente con acreditar el contenido del acto y el intento de notificación, aun cuando el interesado
no haya recibido la notificación.
Más información
5º.- Preferencia y obligatoriedad de las notificaciones electrónicas: En concordancia con el
principio general de tramitación electrónica de los procedimientos, que inspira la Ley 39/2015, la
misma dispone en su artículo 41 que las notificaciones se practicarán preferentemente por medios
electrónicos y, en todo caso, cuando el interesado resulte obligado a recibirlas por esta vía.
No obstante lo anterior, las Administraciones podrán practicar las notificaciones por medios no
electrónicos en los siguientes supuestos:
a) Cuando la notificación se realice con ocasión de la comparecencia espontánea del interesado o
su representante en las oficinas de asistencia en materia de registro y solicite la comunicación o
notificación personal en ese momento.
b) Cuando para asegurar la eficacia de la actuación administrativa resulte necesario practicar la
notificación por entrega directa de un empleado público de la Administración notificante.
Reglamentariamente, las Administraciones podrán establecer la obligación de practicar
electrónicamente las notificaciones para determinados procedimientos y para ciertos colectivos de
personas físicas que por razón de su capacidad económica, técnica, dedicación profesional u otros
motivos quede acreditado que tienen acceso y disponibilidad de los medios electrónicos necesarios.
(ARTÍCULOS 40 Y 41)
6º.- Validez de las notificaciones: con independencia del medio utilizado, las notificaciones serán
válidas siempre que permitan tener constancia:
• de su envío o puesta a disposición,
• de la recepción o acceso por el interesado o su representante,
• de sus fechas y horas,
• del contenido íntegro,
• y de la identidad fidedigna del remitente y destinatario de la misma.
La acreditación de la notificación efectuada se incorporará al expediente.
Más información
7º.- Cambio de medio de notificación: los interesados que no estén obligados a recibir
notificaciones electrónicas, podrán decidir y comunicar en cualquier momento a la Administración
Pública, mediante los modelos normalizados que se establezcan al efecto, que las notificaciones
sucesivas se practiquen o dejen de practicarse por medios electrónicos.
Adicionalmente, el interesado podrá identificar un dispositivo electrónico y/o una dirección de
correo electrónico que servirán para el envío de los avisos regulados en este artículo, pero no para la
práctica de notificaciones.
En ningún caso se efectuarán por medios electrónicos las siguientes notificaciones:
• Aquellas en las que el acto a notificar vaya acompañado de elementos que no sean susceptibles de
conversión en formato electrónico.
• Las que contengan medios de pago a favor de los obligados, tales como cheques.
(ARTÍCULOS 40 Y 41)
8º.- En los procedimientos iniciados a solicitud del interesado, la notificación se practicará por el
medio señalado al efecto por aquel. Esta notificación será electrónica en los casos en los que exista
obligación de relacionarse de esta forma con la Administración. Por tanto, el ciudadano puede elegir
el medio (electrónico o en papel) para ser notificado, excepto en los casos en que se le obligue a
relacionarse con la Administración telemáticamente.
Cuando no fuera posible realizar la notificación de acuerdo con lo señalado en la solicitud, se
practicará en cualquier lugar adecuado a tal fin, y por cualquier medio que permita tener constancia
de la recepción por el interesado o su representante, así como de la fecha, la identidad y el
contenido del acto notificado.
En los procedimientos iniciados de oficio, a los solos efectos de su iniciación, las Administraciones
Públicas podrán recabar, mediante consulta a las bases de datos del Instituto Nacional de Estadística,
los datos sobre el domicilio del interesado, recogidos en el Padrón Municipal, remitidos por las
Entidades Locales.
9º.- Rechazo de la notificación: Cuando el interesado o su representante rechacen la notificación de
una actuación administrativa, se hará constar en el expediente, especificándose las circunstancias del
intento de notificación y el medio, dando por efectuado el trámite y siguiéndose el
procedimiento. Por tanto, en los casos de rehúse de la notificación, se producirían los efectos de la
notificación.
10º.- Aviso de notificación: con independencia de que la notificación se realice en papel o por
medios electrónicos, las Administraciones Públicas enviarán un aviso al dispositivo electrónico y/o a
la dirección de correo electrónico del interesado que éste haya comunicado, informándole de la
puesta a disposición de una notificación en la sede electrónica de la Administración u Organismo
correspondiente o en la dirección electrónica habilitada única. La falta de práctica de este aviso no
impedirá que la notificación sea considerada plenamente válida.
Más información
10º.- Aviso de notificación:
Cuando el interesado fuera notificado por distintos cauces, se tomará como fecha de notificación la
de aquélla que se hubiera producido en primer lugar.
1.- Notificación electrónica mediante la puesta a disposición del documento electrónico a través
del Buzón Electrónico del Ciudadano (BEC).
Por tanto y en la práctica, el funcionamiento del buzón electrónico es el siguiente, (similar a la
Dirección Electrónica Vial, de la que hemos hablado anteriormente):
1º.- Es necesario que el procedimiento contemple la posibilidad de recibir notificaciones en sede
electrónica (algo que se tiene que ir implantando pues es un mandato legal).
2º.- El interesado tiene que haber elegido este medio para notificaciones, (a no ser que se trate de
procedimientos teletramitables en su totalidad, en cuyo caso es obligatorio).
3º.- El interesado tiene que crear su Buzón Electrónico, entrando en la página web de la Junta de
Castilla y León, en Sede Electrónica (www.tramitacastillayleon.jcyl.es), – ventanilla del ciudadano,
para lo cual es necesario estar en posesión de un certificado digital o DNI electrónico.
4º.- El interesado tiene que suscribirse al correspondiente procedimiento en el Buzón.
5º.- Una vez hecho todo lo anterior, el interesado puede acceder al Buzón mediante certificado
digital o DNI electrónico para comprobar si hay notificaciones en sede electrónica, respecto del
correspondiente procedimiento tramitado por la Administración de Castilla y León y en el que tenga
la condición de interesado.
Si el órgano administrativo ha puesto a disposición del interesado una notificación, se despliegan
los efectos de lo dispuesto en el artículo 29, puntos 5 y 6 del Decreto 7/2013: le llegaría un correo
con un aviso de que tiene una notificación electrónica en el Buzón. Si accede al contenido dentro
del plazo de 10 días naturales desde la puesta a disposición, (el sistema deja constancia de ello) se
producen los efectos de la notificación, y desde esa fecha empezarán a contarse los plazos. Si no
accede al contenido dentro de ese plazo, se considera rechazada la notificación.
2.- Notificación electrónica mediante la utilización de otros medios que puedan establecerse.
Se trata de la notificación electrónica por comparecencia a que se refiere el Acuerdo 22/2014, de 30
de enero, de la Junta de Castilla y León, por el que se aprueban las Medidas para la reforma de la
Administración de la Comunidad de Castilla y León, medida III.B.4. Generalización de las
notificaciones electrónicas, que dice textualmente: “El Decreto 7/2013, de 14 de febrero, establece
las notificaciones electrónicas a partir del buzón electrónico, que requiere certificado electrónico y
la posibilidad de notificaciones electrónicas por comparecencia, que no requiere firma
electrónica”.
Está prevista para aquellos procedimientos que no son teletramitables en su totalidad y el órgano
gestor del procedimiento haya optado por este medio y no por el Buzón Electrónico, y consiste en lo
siguiente: en la solicitud de inicio, el interesado designa una dirección de correo electrónico. Cuando
el órgano administrativo gestor genere una notificación, le llegará a la dirección de correo designada
por el interesado, un aviso de puesta a disposición de una notificación pendiente, con un enlace web;
se entra en el enlace enviado, y ahí, sin certificado digital, (pero indicando el NIF y respondiendo a
una pregunta que se le formula, o introduciendo una clave que se le ha enviado con el aviso) se
puede acceder a la notificación. Los efectos serían los mismos que si se hubiera accedido al Buzón
Electrónico, quedando constancia de la fecha de acceso, a partir de la cual se contarían los plazos
para interponer recurso, por ejemplo.
IMPORTANTE: si no se accede al contenido, el órgano administrativo deberá practicar la
notificación por medios no telemáticos (correo certificado con acuse de recibo, por ejemplo).
2.- Notificación electrónica mediante la utilización de otros medios que puedan establecerse.
Un ejemplo es la solicitud única de las ayudas PAC, en donde observamos esta nota, en el apartado
de datos personales donde se designa la dirección de correo electrónico:
*La inclusión del correo electrónico permitirá a la Administración notificarle los actos o
resoluciones por el sistema de “notificaciones por comparecencia electrónica”.
Este sistema resulta más práctico ya que la experiencia ha demostrado que el interesado, o no crea
el Buzón Electrónico del Ciudadano o no se suscribe a los procedimientos. Por ello, se ha hecho
necesario crear un sistema más sencillo de acceso electrónico, el cual se asemeja al que utilizan las
Entidades Bancarias, Aseguradoras operadores de telefonía, suministradores de servicios, etc., en
cuyas páginas web existe un “Área de clientes” desde la que, mediante unas claves asignadas, se
accede a comunicaciones, facturas, etc.
TRAMITACIÓN SIMPLIFICADA
Artículo 96 Tramitación simplificada del procedimiento administrativo común (novedad Ley)
1. Cuando razones de interés público o la falta de complejidad del procedimiento así lo aconsejen,
las Administraciones Públicas podrán acordar, de oficio o a solicitud del interesado, la tramitación
simplificada del procedimiento.
En cualquier momento del procedimiento anterior a su resolución, el órgano competente para su
tramitación podrá acordar continuar con arreglo a la tramitación ordinaria.
2. Cuando la Administración acuerde de oficio la tramitación simplificada del procedimiento deberá
notificarlo a los interesados. Si alguno de ellos manifestara su oposición expresa, la Administración
deberá seguir la tramitación ordinaria.
3. Los interesados podrán solicitar la tramitación simplificada del procedimiento. Si el órgano
competente para la tramitación aprecia que no concurre alguna de las razones previstas en el
apartado 1, podrá desestimar dicha solicitud, en el plazo de cinco días desde su presentación, sin que
exista posibilidad de recurso por parte del interesado. Transcurrido el mencionado plazo de cinco
días se entenderá desestimada la solicitud.
4. En el caso de procedimientos en materia de responsabilidad patrimonial de las Administraciones
Públicas, si una vez iniciado el procedimiento administrativo el órgano competente para su
tramitación considera inequívoca la relación de causalidad entre el funcionamiento del servicio
público y la lesión, así como la valoración del daño y el cálculo de la cuantía de la indemnización,
podrá acordar de oficio la suspensión del procedimiento general y la iniciación de un procedimiento
simplificado.
5. En el caso de procedimientos de naturaleza sancionadora, se podrá adoptar la tramitación
simplificada del procedimiento cuando el órgano competente para iniciar el procedimiento considere
que, de acuerdo con lo previsto en su normativa reguladora, existen elementos de juicio suficientes
para calificar la infracción como leve, sin que quepa la oposición expresa por parte del interesado
prevista en el apartado 2.
TRAMITACIÓN SIMPLIFICADA
Artículo 96 Tramitación simplificada del procedimiento administrativo común (novedad Ley)
6. Salvo que reste menos para su tramitación ordinaria, los procedimientos administrativos
tramitados de manera simplificada deberán ser resueltos en treinta días, a contar desde el siguiente al
que se notifique al interesado el acuerdo de tramitación simplificada del procedimiento, y constarán
únicamente de los siguientes trámites:
a) Inicio del procedimiento de oficio o a solicitud del interesado.
b) Subsanación de la solicitud presentada, en su caso.
c) Alegaciones formuladas al inicio del procedimiento durante el plazo de cinco días.
d) Trámite de audiencia, únicamente cuando la resolución vaya a ser desfavorable para el interesado.
e) Informe del servicio jurídico, cuando éste sea preceptivo.
f) Informe del Consejo General del Poder Judicial, cuando éste sea preceptivo.
g) Dictamen del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente de la Comunidad Autónoma en
los casos en que sea preceptivo. Desde que se solicite el Dictamen al Consejo de Estado, u órgano
equivalente, hasta que éste sea emitido, se producirá la suspensión automática del plazo para
resolver.
El órgano competente solicitará la emisión del Dictamen en un plazo tal que permita cumplir el
plazo de resolución del procedimiento. El Dictamen podrá ser emitido en el plazo de quince días si
así lo solicita el órgano competente.
En todo caso, en el expediente que se remita al Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente,
se incluirá una propuesta de resolución. Cuando el Dictamen sea contrario al fondo de la propuesta
de resolución, con independencia de que se atienda o no este criterio, el órgano competente para
resolver acordará continuar el procedimiento con arreglo a la tramitación ordinaria, lo que se
notificará a los interesados. En este caso, se entenderán convalidadas todas las actuaciones que se
hubieran realizado durante la tramitación simplificada del procedimiento, a excepción del Dictamen
del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente.
h) Resolución.
7. En el caso que un procedimiento exigiera la realización de un trámite no previsto en el apartado
anterior, deberá ser tramitado de manera ordinaria.
EJECUTIVIDAD Y EJECUTORIEDAD
La LPACAP destina el Capítulo VIII de su Título IV a regular estos extremos bajo la rúbrica
“Ejecución”. En los artículos incluidos en el Capítulo (97 a 105) podemos encontrar manifestaciones
expresas tanto de ejecutividad como de ejecutoriedad.
Así, el artículo 97 dispone (Ejecutividad):
1.- Las Administraciones Públicas no iniciarán ninguna actuación material de ejecución de
resoluciones que limite derechos de los particulares sin que previamente haya sido adoptada la
resolución que le sirva de fundamento jurídico.
2.- El órgano que ordene un acto de ejecución material de resoluciones estará obligado a notificar al
particular interesado la resolución que autorice la actuación administrativa.
EJECUTIVIDAD Y EJECUTORIEDAD
Por su parte, el artículo 98, a pesar de que habla de Ejecutoriedad dispone que los actos de las
Administraciones Públicas sujetos al Derecho Administrativo serán inmediatamente ejecutivos,
salvo que:
a) Se produzca la suspensión de la ejecución del acto.
b) Se trate de una resolución de un procedimiento de naturaleza sancionadora contra la que quepa
algún recurso en vía administrativa, incluido el potestativo de reposición.
c) Una disposición establezca lo contrario.
d) Se necesite aprobación o autorización superior.
Como novedad, la Ley 39/2015 introduce los diferentes medios de pago posibles cuando se trate de
obligaciones pecuniarias:
Cuando de una resolución administrativa, o de cualquier otra forma de finalización del
procedimiento administrativo prevista en esta ley, nazca una obligación de pago derivada de una
sanción pecuniaria, multa o cualquier otro derecho que haya de abonarse a la Hacienda pública, éste
se efectuará preferentemente, salvo que se justifique la imposibilidad de hacerlo, utilizando alguno
de los medios electrónicos siguientes:
a) Tarjeta de crédito y débito.
b) Transferencia bancaria.
c) Domiciliación bancaria.
d) Cualesquiera otros que se autoricen por el órgano competente en materia de Hacienda Pública.
PRINCIPIO DE MENOR ONEROSIDAD Y DE PROPORCIONALIDAD
Ambos principios son complementarios.
El primero obliga a la Administración a escoger de entre aquellos medios que sean igualmente
adecuados para la eficacia de la actuación, el que resulte menos gravoso para el interesado. No
obstante, a menudo la Ley ya establece el medio de ejecución forzosa a aplicar, como ocurre en el
caso del cumplimiento de obligaciones pecuniarias, donde habrá de aplicar la vía de apremio sin
opción de elegir.
La proporcionalidad, por su parte, conlleva que la fuerza o intensidad de la acción a desplegar no
ha de ser mayor de la necesaria para conseguir el fin propuesto. Por ejemplo, no embargar bienes
excesivos en relación al importe de la deuda (vía de apremio).
PRINCIPIO DE LEGALIDAD
A parte de inspirar toda actuación administrativa, hay varias manifestaciones de este principio en
relación a la ejecución forzosa:
• Sólo se pueden utilizar los medios tipificados por el artículo 100 LPACAP.
• La necesidad de una Ley que dé cobertura a la imposición de cargas pecuniarias (artículo 101.2).
• Sólo pueden imponerse multas coercitivas y ejercer la compulsión sobre las personas cuando una
Ley así lo autorice (artículo 103.1 y 104.1).
PRINCIPIO DE CONGRUENCIA
Supone que el medio de ejecución forzosa utilizado debe dirigirse, estrictamente, a hacer cumplir la
resolución de cuya ejecución se trate, sin modificar su alcance ni ampliar la obligación allí declarada
y sin crear cargas u obligaciones nuevas para el afectado.
APREMIO SOBRE EL PATRIMONIO
Es el procedimiento de ejecución de actos por los que se obliga al interesado a pagar una cantidad
líquida.
Dispone el artículo 101
Si en virtud de acto administrativo hubiera de satisfacerse cantidad líquida se seguirá el
procedimiento previsto en las normas reguladoras del procedimiento de apremio.
En cualquier caso no podrá imponerse a los administrados una obligación pecuniaria que no
estuviese establecida con arreglo a una norma de rango legal.
EJECUCIÓN SUBSIDIARIA
Consiste en que la Administración autora del acto lo ejecuta por sí misma o a través de un tercero, a
costa del obligado.
Dispone el artículo 102
1. Habrá lugar a la ejecución subsidiaria cuando se trate de actos que por no ser personalísimos
puedan ser realizados por sujeto distinto del obligado.
2. En este caso, las Administraciones Públicas realizarán el acto, por sí o a través de las personas que
determinen, a costa del obligado.
3. El importe de los gastos, daños y perjuicios se exigirá conforme a lo dispuesto en el artículo
anterior.
4. Dicho importe podrá liquidarse de forma provisional y realizarse antes de la ejecución, a reserva
de la liquidación definitiva.
Por tanto, sólo podrán ejecutarse por esta vía las obligaciones no personalísimas, es decir, aquéllas
cuya realización material puede ser llevada a cabo por persona distinta del obligado. Un ejemplo es
el derribo de una construcción ilegal o el deber de reposición del estado de una cosa a un momento
anterior (por ejemplo, la repoblación de un monte talado de forma irregular).
EJECUCIÓN SUBSIDIARIA
La ejecución subsidiaria puede ser realizada por la Administración utilizando sus propios medios, o
bien, encargándolo a un tercero.
En cualquier caso, los costes (gastos derivados de la ejecución, pero también los daños y perjuicios
que ésta pudiera ocasionar) corren de cuenta del obligado, a quien incluso se le puede liquidar el
importe de los mismos de forma provisional, a cuenta de la liquidación definitiva, a realizar una vez
se haya culminado la ejecución del acto.
MULTA COERCITIVA
Consiste en una carga económica que se impone con la finalidad de forzar o presionar al interesado
al cumplimiento de una obligación. Por ello, es característico de este tipo de multas su imposición
reiterada, por períodos de tiempo suficientes para que el obligado pueda cumplir el acto
administrativo.
Dispone el artículo 103
1.- Cuando así lo autoricen las Leyes, y en la forma y cuantía que éstas determinen, las
Administraciones Públicas pueden, para la ejecución de determinados actos, imponer multas
coercitivas, reiteradas por lapsos de tiempo que sean suficientes para cumplir lo ordenado, en los
siguientes supuestos:
2.- La multa coercitiva es independiente de las sanciones que puedan imponerse con tal carácter y
compatible con ellas.
a) Actos personalísimos en que no proceda la compulsión directa sobre la persona del obligado.
b) Actos en que, procediendo la compulsión, la Administración no la estimara conveniente.
c) Actos cuya ejecución pueda el obligado encargar a otra persona.
Este tipo de multa, que no es propiamente una sanción, pues su fin no es correctivo o represivo, sino
coercitivo (por ejemplo, para forzar a quien ha realizado obras ilegales en un cauce, a su demolición,
se le pueden imponer multas cada cierto periodo de tiempo y en tanto no cumpla con la orden de
demoler lo construido).
MULTA COERCITIVA
Un ejemplo lo encontramos en el artículo 119 del Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio,
por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Aguas, donde se contempla la posibilidad de
multas coercitivas en caso de infracción de las normas de este texto legal, cumpliendo así el requisito
de estar autorizado en una Ley.
(ARTÍCULO 106)
A.- Revisión de actos nulos.
Las Administraciones Públicas, en cualquier momento, por iniciativa propia o a
solicitud de interesado, y previo dictamen favorable del Consejo de Estado u órgano
consultivo equivalente de la Comunidad Autónoma, si lo hubiere, declararán de oficio la
nulidad de los actos administrativos que hayan puesto fin a la vía administrativa o que no
hayan sido recurridos en plazo, en los supuestos previstos en el artículo 47.1.
Por tanto los requisitos y condiciones para que se pueda producir este tipo de revisión son
los siguientes:
1º.- Se produce por el órgano competente de la Administración
2º.- Puede producirse en cualquier momento, sin sujeción a plazos, con la única
limitación establecida en el artículo 110 (límites a la revisión), que hemos visto antes.
3º.- Puede producirse, ya sea por la propia iniciativa de la Administración, ya sea
a petición del propio interesado.
4º.- Procede contra actos que ponen fin a la vía administrativa, o que no hayan sido
recurridos en plazo.
5º.- Sólo será posible la revisión de oficio de aquellos actos que incurran en
alguna causa de nulidad de pleno derecho de las previstas en el artículo 47.1
LPACAP.
6º.- Se necesita dictamen favorable del Consejo de Estado u órgano consultivo
equivalente de la Comunidad Autónoma (Consejo Consultivo de Castilla y León). Por
tanto, este informe es previo, preceptivo y vinculante.
7º.- Posibilidad de inadmisión previa: el órgano competente para la revisión de oficio
podrá acordar motivadamente la inadmisión a trámite de las solicitudes formuladas por
los interesados, sin necesidad de recabar Dictamen del Consejo de Estado u órgano
consultivo de la Comunidad Autónoma, cuando se dé alguno de los siguientes casos
Por tanto, quedan excluídos los actos anulables (que como veremos, se impugnarán
mediante la declaración de lesividad), y las meras irregularidades no invalidantes.
(ARTÍCULO 106)
B.- Revisión de disposiciones administrativas nulas.
Dispone el artículo 106.2 que en cualquier momento, las Administraciones Públicas de
oficio, y previo dictamen favorable del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente
de la Comunidad Autónoma si lo hubiere, podrán declarar la nulidad de las disposiciones
administrativas en los supuestos previstos en el artículo 47.2.
Más información
Finalmente, ha de hacerse notar que las Administraciones Públicas, al declarar la nulidad
de una disposición o acto, pueden establecer en la misma resolución,
las indemnizaciones que proceda reconocer a los interesados, en caso de que se aprecie
la existencia de responsabilidad patrimonial de la Administración (artículos 32.2 y 34.1
de la Ley 40/2015, de Régimen Jurídico del Sector Público) sin perjuicio de que,
tratándose de una disposición, puedan subsistir los actos firmes dictados en aplicación de
la misma.
107)
Como ya dijimos al inicio de este apartado, no se puede hablar de una verdadera revisión
de oficio de los actos anulables, al no poder la Administración acordar la invalidez de estos
actos, sino que es necesaria la declaración de lesividad y la ulterior impugnación ante
el orden contencioso-administrativo en todos los casos, siendo a este orden
jurisdiccional a quien le corresponde declarar el acto como anulable e impedir que siga
produciendo efectos. Por tanto, el papel de la Administración se limitará a declarar el acto
lesivo para el interés público y a presentar el correspondiente recurso contencioso-
administrativo.
Dispone el artículo 107 LPACAP que las Administraciones Públicas podrán impugnar ante
el orden jurisdiccional contencioso-administrativo los actos favorables para los
interesados que sean anulables conforme a lo dispuesto en el artículo 48, previa
su declaración de lesividad para el interés público.
Siguiendo el mismo esquema que para los actos nulos, veamos los requisitos y
condiciones para que se pueda producir la declaración de lesividad:
1º.- Se produce por el órgano competente de la Administración:
2º.- A diferencia de la revisión de oficio de actos nulos, sí hay plazo para declarar la
lesividad: cuatro años.
3º.- Sólo puede producirse por iniciativa de la Administración.
4º.- Procede contra actos que reúnan estos dos requisitos:
5º.- Plazo para declarar la lesividad y efectos: transcurrido el plazo de seis meses desde
la iniciación del procedimiento sin que se hubiera declarado la lesividad, se producirá la
caducidad del mismo.
6º.- Imposibilidad de recurso. La declaración de lesividad no será susceptible de
recurso, si bien podrá notificarse a los interesados a los meros efectos informativos.
ÓRGANO COMPETENTE
Si el acto proviniera de la Administración General del Estado o de las Comunidades
Autónomas, la declaración de lesividad se adoptará por el órgano de cada Administración
competente en la materia.
Si el acto proviniera de las entidades que integran la Administración Local, la declaración
de lesividad se adoptará por el Pleno de la Corporación o, en defecto de éste, por el
órgano colegiado superior de la entidad.
En el ámbito de la Administración de Castilla y León, el art. 64 de la Ley 3/2001, de 3 de
julio, del Gobierno dispone que los procedimientos para declarar la lesividad de los actos
anulables serán iniciados por el órgano autor del acto, de oficio o a solicitud del
interesado. La competencia para declarar la lesividad de los actos anulables corresponde
al titular de la Consejería competente por razón de la materia, excepto en los
supuestos de actos dictados por la Junta de Castilla y León, en los que corresponderá a
ésta.
CUATRO AÑOS
La declaración de lesividad no podrá adoptarse una vez transcurridos cuatro años desde
que se dictó el acto administrativo y exigirá la previa audiencia de cuantos aparezcan
como interesados en el mismo, en los términos establecidos por el artículo 82.
INICIATIVA DE LA ADMINISTRACIÓN
A pesar de la redacción del art. 64 de la Ley 3/2001, de 3 de julio, del Gobierno y la
Administración de Castilla y León, en el caso de los actos anulables, no parece que este
procedimiento pueda iniciarse a solicitud del interesado, si comparamos la redacción del
artículo 107.1 con la del 106.1 y 5 LPACAP, y si además tenemos en cuenta lo dispuesto
en el punto 3 del artículo 107 (caducidad). No obstante nada impide a la persona
interesada proponer al órgano administrativo que inicie el procedimiento y el órgano
administrativo hacer suya esta propuesta e iniciar de oficio el correspondiente
procedimiento de revisión de oficio.
109)
Como ya dijimos, la revocación obedece a razones de oportunidad, mientras que la
revisión de oficio obedece a razones de legalidad.
En cuanto a la revocación, dispone el artículo 109.1 que las Administraciones Públicas
podrán revocar, mientras no haya transcurrido el plazo de prescripción, sus actos de
gravamen o desfavorables, siempre que tal revocación:
- No constituya dispensa o exención no permitida por las leyes,
- No sea contraria al principio de igualdad, al interés público o al ordenamiento
jurídico.
Por tanto, los únicos límites a la revocación son los anteriormente expresados, y respecto
al límite temporal, no debe haber transcurrido el plazo de prescripción, en aquellos casos
en que exista.
En cuanto a la rectificación de errores, dispone el artículo 109.2 que las
Administraciones Públicas podrán, asimismo, rectificar en cualquier momento, de oficio
o a instancia de los interesados, los errores materiales, de hecho o
aritméticos existentes en sus actos.
Dichos errores han de ser ostensibles y manifiestos, por lo que se apreciación no ha de
precisar interpretación legal alguna.
Por otro lado, no hay plazo para proceder a la rectificación.
En cuanto al órgano competente, tanto para la revocación como para la rectificación, será
el mismo que haya dictado el acto, (artículo 65 de la Ley 3/2001, de 3 de julio, del
Gobierno y la Administración de Castilla y León).
ORDINARIOS
Como fundamento de los mismos puede aducirse cualquier infracción del ordenamiento
jurídico, siendo admisibles siempre que no exista un precepto que los excluya. Son
el Recurso de alzada (artículos 121 y 122 LPACAP) y el Recurso potestativo de
reposición (artículos 123 y 124).
EXTRAORDINARIOS
Se establecen para hipótesis concretas contra actos administrativos firmes, y se fundan en
causas tasadas. Es el Recurso extraordinario de revisión.
ESPECIALES
Aunque pueden basarse en cualquier infracción del ordenamiento jurídico, se establecen
para hipótesis concretas, y no se fundan en causas tasadas. Por ejemplo, la Reclamación
Económico-Administrativa, que se menciona en la LPACAP pero no se regula en ésta
sino en la legislación tributaria.
OBJETO
Dispone el artículo 112 LPACAP que:
Contra las resoluciones y los actos de trámite, si estos últimos deciden directa o
indirectamente el fondo del asunto, determinan la imposibilidad de continuar el
procedimiento, producen indefensión o perjuicio irreparable a derechos e intereses
legítimos, podrán interponerse por los interesados los recursos de alzada y potestativo
de reposición, que cabrá fundar en cualquiera de los motivos de nulidad o
anulabilidad previstos en los artículos 47 y 48 de esta Ley.
La oposición a los restantes actos de trámite podrá alegarse por los interesados para su
consideración en la resolución que ponga fin al procedimiento.
Contra las disposiciones administrativas de carácter general no cabrá recurso en vía
administrativa.
Los recursos contra un acto administrativo que se funden únicamente en la nulidad de
alguna disposición administrativa de carácter general podrán interponerse directamente
ante el órgano que dictó dicha disposición.
Más información
Las leyes podrán sustituir el recurso de alzada y el potestativo de reposición, en supuestos
o ámbitos sectoriales determinados, y cuando la especificidad de la materia así lo
justifique, por otros procedimientos de impugnación, reclamación, conciliación, mediación y
arbitraje, ante órganos colegiados o Comisiones específicas no sometidas a instrucciones
jerárquicas, con respeto a los principios, garantías y plazos que la presente Ley reconoce
a las personas y a los interesados en todo procedimiento administrativo.
Por su parte, el artículo 61 de la Ley 3/2001, de 3 de julio, del Gobierno y de la
Administración de la Comunidad de Castilla y León, dispone que pondrán fin a la vía
administrativa...
Contra los actos que pongan fin a la vía administrativa, podrá interponerse con carácter
potestativo recurso de reposición ante el mismo órgano que los dictó, a excepción de los
previstos en las letras f) y g) del apartado anterior.
SUSPENSIÓN DE LA EJECUCIÓN
Como ya vimos en la Unidad dedicada a la eficacia y validez de los actos administrativos,
la suspensión significa la paralización de la eficacia del acto en los supuestos de
interposición de recursos. La regla general es la no paralización de los efectos del acto,
cuando se interpone un recurso, conforme dispone el artículo 117 LPACAP:
1.- La interposición de cualquier recurso, excepto en los casos en que una disposición
establezca lo contrario, no suspenderá la ejecución del acto impugnado.
2.- No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, el órgano a quien competa resolver
el recurso, previa ponderación, suficientemente razonada, entre el perjuicio que
causaría al interés público o a terceros la suspensión y el ocasionado al
recurrente como consecuencia de la eficacia inmediata del acto recurrido, podrá
suspender, de oficio o a solicitud del recurrente, la ejecución del acto impugnado cuando
concurran alguna de las siguientes circunstancias.
Sin embargo, cuando de la suspensión puedan derivarse perjuicios de cualquier
naturaleza, aquélla sólo producirá efectos previa prestación de caución o garantía
suficiente para responder de ellos, en los términos establecidos reglamentariamente.
INFORME JURÍDICO
Establece el artículo 67 de la Ley 3/2001, de 3 de julio, del Gobierno y de la Administración
de la Comunidad de Castilla y León, que para la resolución de los recursos administrativos
es preceptivo el previo informe de los Servicios Jurídicos.
RESOLUCIÓN
1º.- Según el artículo 119, la resolución del recurso:
• estimará en todo o en parte, o
• desestimará las pretensiones formuladas en el mismo, o
• declarará su inadmisión.
2º.- Cuando existiendo vicio de forma no se estime procedente resolver sobre el fondo se
ordenará la retroacción del procedimiento al momento en el que el vicio fue cometido, sin
perjuicio de que eventualmente pueda acordarse la convalidación de actuaciones por el
órgano competente para ello, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 52.
3º.- El órgano que resuelva el recurso decidirá cuantas cuestiones, tanto de forma como
de fondo, plantee el procedimiento, hayan sido o no alegadas por los interesados.
En este último caso se les oirá previamente. No obstante, la resolución será congruente
con las peticiones formuladas por el recurrente, sin que en ningún caso pueda
agravarse su situación inicial.
Ahora bien, la prohibición opera sólo en los casos en los que la situación del recurrente
empeoraría a consecuencia de su propio recurso y no en aquellos otros en los que el
perjuicio deriva de eventuales recursos que terceros hayan podido interponer.
RESOLUCIÓN
Finalmente, ha de tenerse en cuenta lo previsto en el artículo 120 para el caso de que
existan varios recursos administrativos y se hubiera interpuesto contra el mismo acto
recurso contencioso administrativo:
1.- Cuando deban resolverse una pluralidad de recursos administrativos que traigan
causa de un mismo acto administrativo y se hubiera interpuesto un recurso judicial
contra una resolución administrativa o bien contra el correspondiente acto presunto
desestimatorio, el órgano administrativo podrá acordar la suspensión del plazo para
resolver hasta que recaiga pronunciamiento judicial, acuerdo que deberá ser notificado a
los interesados, quienes podrán recurrirlo.
2.- Recaído el pronunciamiento judicial, será comunicado a los interesados y el órgano
administrativo competente para resolver podrá dictar resolución sin necesidad de
realizar ningún trámite adicional, salvo el de audiencia, cuando proceda.
OBJETO
Las resoluciones y actos a que se refiere el artículo 112.1 (es decir, actos de trámite que
decidan directa o indirectamente el fondo del asunto, determinen la imposibilidad de
continuar el procedimiento produzcan indefensión o perjuicio irreparable a derechos e
intereses legítimos), cuando no pongan fin a la vía administrativa, podrán ser recurridos
en alzada ante el órgano superior jerárquico del que los dictó.
A estos efectos, los Tribunales y órganos de selección del personal al servicio de las
Administraciones Públicas y cualesquiera otros que, en el seno de éstas, actúen con
autonomía funcional, se considerarán dependientes del órgano al que estén adscritos o, en
su defecto, del que haya nombrado al presidente de los mismos.
OBJETO
En el mismo sentido se pronuncia sobre el objeto del recurso el artículo 60.2 de la Ley
3/2001, de 3 de julio, del Gobierno y de la Administración de la Comunidad de Castilla y
León, que además aclara quiénes son los superiores jerárquicos de cada órgano:
1.- Contra las resoluciones de los órganos de la Administración de la Comunidad de
Castilla y León que no pongan fin a la vía administrativa y los actos de trámite en
aquellos supuestos previstos en las bases del régimen jurídico, podrá interponerse
recurso de alzada ante el superior del órgano que los dictó.
2.- A estos efectos tendrá la consideración de órgano superior:
- La Junta de Castilla y León respecto de los actos de los Consejeros.
- Los Consejeros respecto de los actos de los Viceconsejeros, Secretarios Generales
y Directores Generales no dependientes de una Viceconsejería.
- Los Viceconsejeros respecto de los actos de los Directores Generales de ellos
dependientes.
- Los Secretarios Generales y los Directores Generales, en virtud de su competencia
material, respecto de los actos de los Jefes de Servicio que de ellos dependan en la
Administración central, y en la periférica respecto de los actos de los Delegados
Territoriales y Jefes de Departamento Territoriales.
- Los Delegados Territoriales respecto de los actos de los Jefes de Departamento
Territoriales.
La jerarquía en el resto de órganos administrativos vendrá determinada por las
disposiciones de estructura orgánica.
OBJETO
a) Que al dictarlos se hubiera incurrido en error de hecho, que resulte de los propios
documentos incorporados al expediente.
b) Que aparezcan documentos de valor esencial para la resolución del asunto que,
aunque sean posteriores, evidencien el error de la resolución recurrida.
c) Que en la resolución hayan influido esencialmente documentos o testimonios
declarados falsos por sentencia judicial firme, anterior o posterior a aquella resolución.
d) Que la resolución se hubiese dictado como consecuencia de prevaricación, cohecho,
violencia, maquinación fraudulenta u otra conducta punible y se haya declarado así
en virtud de sentencia judicial firme.
El artículo 62 de la Ley 3/2001, de 3 de julio, del Gobierno y la Administración de Castilla y
León dispone que será competente para conocer del recurso extraordinario de revisión el
órgano administrativo que haya dictado el acto objeto del recurso.
INADMISIÓN
El órgano competente para la resolución del recurso podrá acordar motivadamente
la inadmisión a trámite, sin necesidad de recabar dictamen del Consejo de Estado u
órgano consultivo de la Comunidad Autónoma, cuando el mismo no se funde en alguna de
las causas previstas en el apartado 1 del artículo anterior o en el supuesto de que se
hubiesen desestimado en cuanto al fondo otros recursos sustancialmente iguales.
INADMISIÓN
El carácter preceptivo del dictamen del Consejo Consultivo se encuentra en el artículo 4.1.
i) punto 2º de la Ley 1/2002, de 9 de abril, reguladora del Consejo Consultivo de Castilla y
León. No obstante, y a diferencia de la revisión de oficio de actos nulos, el dictamen es
preceptivo pero no vinculante.
Como ya se dijo al hablar de la inadmisión de la revisión de oficio a instancia de
interesado, estos conceptos jurídicos indefinidos como “no fundarse en alguna de las
causas previstas” o “recursos sustancialmente iguales” deben entenderse de forma
restrictiva, de forma que, ante la duda, es aconsejable tramitar el recurso de revisión hasta
su resolución, incluído el dictamen del órgano consultivo, pues la inadmisión conllevaría la
ausencia de dictamen y el que el órgano competente no entrase en el fondo de la cuestión.