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La inseguridad ciudadana en América Latina

F E R N A N D O CARRIÓN M . '
Coordinador del Programa de Estudios de la Ciudad de FLACSO-Ecuador

RESUMEN
El trabajo hace un análisis de la violencia en América Latina, mos-
trando que ha habido un crecimiento importante, que se ha pro-
ducido una transformación significativa y que ha adoptado nuevas
formas. Se ha convertido en un problema social con más de
140.000 homicidios anuales, hay una pérdida económica no menor
al 14 por 100 del PIB anuales (168.000 millones de dólares), las
instituciones democráticas se erosionan y las ciudades se amura-
llan. Hay diferencias regionales: el área andina es la más compleja
con Colombia a la cabeza, luego le sigue Centro América y finalmente
el Cono Sur.

Palabras clave: Violencia urbana. Criminalización. Percepción


de inseguridad. Impacto y recuperación. Seguridad ciudadana.
Gobernabilidad.

ABSTRACT
The arricie analyzes the violence in Latin America, showing
that has been an important growth; that a significant trans-
formation has taken place and that has adopted new forms. It
has become a social problem, with more than 140,000 annual
homicides, and an economic loss no inferior to 14 por 100 of
the GIP (168 billion dollars), the democratic institutions ero-
de and the cities are walled. There are regional differences:
the Andean área is the most complex with Colombia at the
top, foUovvred by Central America and finally the Southern
Cone.

Key words: Urban Violence. Criminalization. Insecurity percep-


tion. Impact and recovery. Citizen security. Gobernability.

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INTRODUCCIÓN gión, no se puede dejar pasar por alto que
Si bien la violencia urbana existe desde que hay un desigual tratamiento. Así, tenemos
existe la ciudad, es difícil desconocer que, que en Colombia hay un desarrollo mayor
durante estos últimos años, se ha converti- del conocimiento respecto de los restantes
do en uno de los temas más importantes de países, sustentado en una mejor informa-
la urbe andina contemporánea, debido, en- ción empírica, en una comunidad académi-
tre otras cosas, a las nuevas formas que ha ca que lo estudia y en una estructura admi-
asumido, a los impactos sociales y económi- nistrativa que ejecuta políticas públicas.
cos y al incremento alarmante de su magni-
tud. Las violencias se han extendido en todos No se puede desconocer que, reciente-
los países y ciudades de la región, pero con pe- mente, hay un desarrollo interesante en el
culiaridades y ritmos de intensidad propios a resto de los países andinos, que tienen que
cada urbe y cada cultura^. ver con propuestas innovadoras en materia
de control y prevención de la violencia ur-
La violencia urbana se ha expandido con bana, que superan aquellas concepciones
mucha ftierza en las ciudades de la región, a que postulan su tratamiento con una acción
través del incremento real de los eventos de- sobre los síntomas mediante la acción policial,
lictivos y del cambio en la percepción de la po- la privatización de la seguridad y el incre-
blación, provocando mutaciones manifies- mento de penas. En tal sentido, algunos go-
tas en las urbes latinoamericanas. Allí están las biernos nacionales y locales, instituciones
transformaciones en el urbanismo (amura- policiales, ONG y organismos académicos
Uamiento de la ciudad, nuevas formas de han iniciado investigaciones y tomado me-
segregación residencial), en los comporta- didas específicas para prevenir la violencia
mientos de la población (angustia, desam- que, por el poco intercambio que existe en la
paro), en la interacción social (reducción de región, las posibilidades de dilucidarla y de en-
la ciudadanía, nuevas formas de socializa- frentarla se reducen.
ción) y en la militarización de las ciudades,
amén de la reducción de la calidad de vida de Las propuestas que surgen son mucho
la población. más abarcativas e innovadoras, pero revelan
la necesidad de conocer y diagnosticar pro-
La importancia creciente que adquiere la fundamente y con mayor sentido práctico.
delincuencia común en las ciudades, aún no Existe un grupo importante de investigado-
tiene un correlato respecto de su conoci- res que está desentrañando el fenómeno de la
miento. Pero tampoco se le ha concedido la violencia en ciudades que requieren profun-
importancia necesaria, ni ha sido incorpora- dizar los mecanismos de intercambio, cola-
da en la discusión de los problemas del de- boración y comparación de las experiencias.
sarrollo y de las formas de vida urbana, con
la urgencia y la prioridad que se merece. Se A pesar de la creciente importancia que
debe resaltar, de todas maneras, que si bien tiene el tema, no existen muchos antece-
esta situación es generalizada en la subre- dentes que busquen confrontar opiniones

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sobre la temática. El poco intercambio de APROXIMACIONES CONCEPTUALES
experiencias sobre estas actividades en la re-
gión, ha reducido las posibilidades de en- 1. Elementos conceptuales
tender Y enfrentar los problemas urbanos. La violencia no es un problema, es una
De ahí que sea necesario reforzar y estimular relación social
un proceso de intercambio entre personas e No se puede desconocer que el tema de la
instituciones que trabajan sobre la inseguri- violencia, como fenómeno social, existe
dad ciudadana. desde tiempos inmemoriales y que, por tan-
to, no es nuevo, al grado que se podría decir
Aunque justo es decir que, en estos últi- que es consustancial a la sociedad. Tal afir-
mos años, su preocupación se incrementó mación replantea la tradicional aproxima-
sustancialmente, de ahí que se hayan reali- ción al tema de la violencia desde aquellas
zado varias reuniones y publicaciones, mos- metodologías que la interpretan como re-
trando que el tema ha logrado cierta legiti- sultado de un conjunto de patologías socia-
midad que va más allá de la amplia les (disfuncionalidades) o individuales (bio-
demanda de seguridad de la población. lógicas o psicológicas).

El presente trabajo se ubica dentro de un La violencia debe ser comprendida más allá
marco explicativo que tiene un contenido del análisis patológico de las conductas indi-
más político-social que biológico, psicológi- viduales y ser concebida a partir de lo que es:
co o legal-criminalista. Ello significa que la in- un tipo particular de relación social entendida
terpretación se enmarca dentro de una con- en el contexto de un proceso histórico parti-
cepción de la violencia urbana, como un cular. Esta consideración de la violencia
hecho social. Sin embargo, en la literatura como relación social permite conocer la orga-
actual se evidenciarán matices, por ejemplo, nización del delito, las distintas formas que
entre autores que encuentran explicaciones asume, el proceso que la define y, sobre todo,
del fenómeno reciente de la violencia en diseñar políticas preventivas que vayan más
aspectos coyunturales, generales^ o particu- allá de lo punitivo, represivo y de control.
lares'', y otros que lo hacen a partir de la Así, la violencia aparece menos como un pro-
agudización de ciertas situaciones estructu- blema y más como el producto de «una rela-
rales\ ción social particular de conflicto, que invo-
lucra, por lo menos, a dos polos con intereses
El trabajo es un primer intento de siste- contrarios, actores individuales o colectivos,
matización a nivel subregional andino, que no pasivos o activos en la relación» (Guzmán, 4).
trata de presentar las ideas como si fueran
definitivas y tampoco concluyentes. Es un Y esto es más claro en ciertos países
primer producto y acercamiento que surge -como Colombia-, donde no sólo el nivel y
de la necesidad de comparar e intentar algu- la multiplicidad de las formas de violencia
nas preocupaciones desde una aproxima- lo hacen peculiar, sino también la recurrencia
ción personal. y permanencia del fenómeno en el tiempo.

QUORUM 12 F E R N A N D O C A R R I Ó N M. I 31
Las dinámicas de las violencias cada una con dinámicas particulares, que se
La violencia no es un hecho puntal que cruzan, combinan y superponen. Esto sig-
concluye con una víctima y un victimario, nifica que no hay un proceso unidireccio-
porque, por un lado, es un proceso histórico nal, sino varios procesos que se unen; lo
que tiene historia. La violencia tiene recu- cual trae una gran complejidad a la hora de
rrencia cíclica, porque la violencia es un entenderlas y, por tanto, mitigarlas.
proceso que tiene historia -una historia de
la violencia-. En otras palabras, hay una no- Hoy es más claro el fenómeno de la diver-
ción de historicidad de la violencia, porque sidad de las violencias porque aparecen nue-
se trata de un fenómeno social y, por tanto, vas, se transforman la viejas y se incrementan
cambiante. Es decir, y siguiendo a Guzmán todas. En algunos casos, las formas finales
(1994), «hay factores históricos coyuntura- pueden ser parecidas (secuestro), pero su ló-
Íes que están detrás de los niveles altos o ba- gica interna puede ser distinta (política,
jos de la violencia homicida». económica). De allí que —en algunos casos—
se las confunda en el análisis y se las enfren-
Y, por otro, es un proceso que tiene etapas te como si fueran lo mismo. Esto significa
anteriores y posteriores, que hay un mo- que la violencia no es una que tiene múltiples
mento anterior de organización del delito y formas, sino que son múltiples violencias
de percepción de inseguridad (prevención), que pueden tener -incluso- las mismas for-
una etapa de violencia propiamente dicha mas. Esta condición plural de la violencia
(control) y otra posterior de impacto y re- obliga a crear políticas que asuman esta di-
cuperación (rehabilitación)^. versidad, a través de que a cada tipo de vio-
lencia se debe responder con un tipo parti-
La violencia es un fenómeno que proviene cular de estrategia.
de múltiples causas, algunas de las cuales
dependen del momento y del lugar. Las Mientras la inseguridad va ligada a la des-
causas pueden provenir de factores estructu- protección, la seguridad ciudadana se refiere
rales (desigualdad, ingobernabilidad), insti- a la existencia de un orden público ciudada-
tucionales (policía, familia) y situacionales no que elimina las amenazas de violencia en
(porte de armas, alcohol). Porque la violen- la población y permite la convivencia segura.
cia tiene un origen multicausal, sus políticas Se trata de la existencia de una organización
deben ser integrales. social a la cual el ciudadano pertenece y, por
tanto, le defiende. Se refiere al reconoci-
Uno de los problemas que tiene la com- miento que se hace del otro y de sus dere-
prensión del fenómeno de la violencia es su chos (el tema de la libertad), y, en el límite,
pluralidad. No se trata sólo de la existencia de cuando hay un hecho violento, tiene que ver
múltiples causas que generan un mismo fe- con la restauración del daño causado y el
nómeno, sino que existen distintas causas castigo al culpable, pero como disuasión. La
que se expresan en diferentes violencias. En seguridad ciudadana se diferencia de la segu-
otras palabras, existen múltiples violencias. ridad nacional o pública, en tanto estas últi-

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mas se constituyen desde una concepción es- que va desde una perspectiva metodológica
tado-céntrica y la primera desde la ciudadanía^. denominada epidemiológica, hasta acciones
En suma, la seguridad ciudadana busca dar específicas para reducirla'. También el BID ha
seguridad a la ciudadanía en el ejercicio pú- desarrollado importantes iniciativas que
blico y privado de los derechos y deberes pueden encontrarse en la definición meto-
(Delgado y Maduel, 21, 1994). Por eso, la dológica del «marco de referencia para la ac-
seguridad ciudadana se obtiene en un Esta- ción» (BID, 1999) y las «notas técnicas de
do Social de Derecho donde la libertad del prevención de la violencia» (BID, 2000 a);
«respeto al derecho ajeno» es legal, legítima además se debe resaltar el estudio destinado
y democrática (igualdad y diversidad). En a mostrar los costes económicos que trae la
suma, es la función socializadora que provee violencia (BID, 2000 b). El PGU-AL
la sociedad y sus instituciones: la confianza. (1994) realiza un seminario en Cali y publi-
ca un libro pionero sobre seguridad ciuda-
Este conjunto de violencias no se expre- dana, donde se discuten las propuestas lo-
san de manera pura. De ahí que la relación cales que más interés despiertan para
que existe entre ellas lleve a confundir los ti- enfrentar la violencia. La CEPAL (1999)
pos de violencias (la violencia común como realiza un diagnóstico de la problemática y
si fiíera política), a creer que todas son una de las salidas de política que se han diseñado.
misma (no se reconoce la pluralidad), a des- CLACSO (2002) conforma un grupo de
conocer el paso de unas a otras*, a tener for- trabajo sobre la temática para hacer una re-
mas parecidas y a que algunos actores pueden flexión más académica, y FLACSO-Ecua-
ser los mismos (el sicario). En otras pala- dor (2002) publica una compilación de es-
tudios que van desde una perspectiva
bras, cada violencia tiene su propia dinámi-
regional, pasando por lo nacional y lo local.
ca; pero, en su conjunto, existen constantes
que permiten configurar una historia de la
violencia en un lugar determinado. Esto significa que hace falta comparar los
casos de los países y construir visiones regio-
2. El objeto de conocimiento regional nales más comprensivas. Una óptica de con-
América Latina no ha sido reflexionada junto y una reflexión supranacional pueden
-como unidad o totalidad- desde la pers- aportar a la comprensión andina de los fe-
pectiva de la violencia. Existe una produc- nómenos de la violencia. Para ello se deben
ción bibliográfica bastante importante, de- realizar estudios transversales, comparativos
sigual en cantidad y calidad, sobre cada uno y generales, que permitan encontrar algunas
de los países, así como sobre algunas ciuda- constantes y determinaciones comunes y
des en particular. Se debe indicar que hay extraer experiencias intercambiables. Más
publicaciones y propuestas importantes, importante aún si se tiene en cuenta que la
que han surgido principalmente de organis- violencia se encuentra en una fase de inter-
mos internacionales. En esa perspectiva, la nacionalización, propia de la dinámica global-
OPS (1994) ha logrado hacer propuestas local que sigue a la lógica de la violencia en
continentales para enfrentar la problemática el mundo actual'".

F E R N A N D O C A R R I Ó N M.
QUORUM I I
Cuadro n.° 1
LA VIOLENCIA LATINOAMERICANA
Tasas de homicidios en América Latina
/. Los Andes en el contexto de América Latina y el Caribe (por cada 100.000 personas)
Según un estudio del BID, para 1990, el Fines año Fines año
promedio mundial de la tasa de homicidios 70/prin. 80/prin.
fue de 10.7 por cien mil habitantes, y el de añoso años 90
América Latina de 22.9. Esto significa que
Latinoamérica tiene una tasa de más del do- Guatemala
El Salvador — 150
ble del promedio mundial (Buvinic, Morri-
Colombia — 150
sonyShifter, 1999).
Jamaica 20,5 89,5
Brasil — 35,0
En una investigación de la OPS (1997) se se- 11,5
Nicaragua 19,7
ñala que la tasa de homicidios para América La- —
México 18,3
tina en 1994 fue de 29 por cien mil habitan- 18,2
Venezuela 17,8
tes, y que entre 1984 y 1994 la tasa de
Trinidad & Tobago 11,7 15,2
homicidios aumentó en más del 44 por 100.
Adicionalmente, se tiene que son muy pocos
República Dominicana 2,1 12,6
Perú — 11,9
los países que tienen una tendencia decre-
ciente en las tasas de homicidios, lo cual les
Panamá 2,4 11,5
convierte en una excepción a la norma: la
Ecuador 2,1 10,9
Estados Unidos 6,4 10,3
mayoría de los países tienen un crecimiento
Honduras 10,7 10,1
significativo en sus tasas de homicidios. —
Argentina 9,4
Costa Rica 3,9 4,8
Para el Banco Mundial (1997), en Améri- Uruguay 5,7 5,6
ca el fallecimiento por causas externas (ho- Paraguay 2,6 4,4
micidios, accidentes y suicidios) representa
Chile 5,1 4,0
el 20.5 por 100 del total de años perdidos
2,6 3,0
por muerte y discapacidad en los hombres.
Fuente: OPS, «Programa de Análisis de la Situación de Salud»,
Este dato, a nivel mundial, es de 15.3 por 1997, citado por el Banco Mundial, «Crimen y Violencia como Te-
100. La OMS estima que alrededor del 7 mas de Desarrollo en América Latina y el Caribe», 1997.
por 100 de las defunciones se deben a estas
causas, y casi la tercera parte de las lesiones por
accidentes y violencias. cias de recursos es aproximadamente del
14.2 por 100 del PIB latinoamericano. Es-
El BID (2001) estima que la violencia en tas cifras significan que «la violencia, medi-
América Latina arroja resultados franca- da por cualquiera de estos indicadores, es
mente alarmantes: cada año, cerca de cinco veces más alta en esta región que en el
140.000 latinoamericanos son asesinados; resto del mundo». Por tanto, América Lati-
54 familias son robadas por minuto, 28 mi- na se ha convertido en el continente más
llones al año. La destrucción y transferen- violento del mundo.

SEGURIDAD CIUDADANA QUORUM 12


Pero como todo promedio esconde dife- giones menos violentas de América Latina,
rencias, se pueden encontrar situaciones di- con una tasa promedio de homicidios del
versas, por ejemplo, si tomamos dos criterios 6.2 por cien mil habitantes en 1999, pero
de agregación territorial: el de los países y el con un crecimiento del 14.8 por 100 entre
de las subregiones. Entre los primeros, tene- 1984-94. En contrapartida, tenemos a la re-
mos una dispersión sumamente alta que se gión andina, con una tasa de 51.9 homici-
expresa en una brecha de 50 veces entre el dios por cien mil habitantes y un crecimien-
país que tiene la tasa más alta -El Salvador- to espectacular en la década de 105.9 por
con el que tiene la más baja -Chile-. Los 100. Esto significa que la tasa de homici-
países que tienen las más altas tasas de homi- dios en la región andina creció en más de
cidios por cien mil habitantes son El Salvador siete veces en relación al Cono Sur.
(150), Guatemala (150) y Colombia (89.5),
aquellos que tienen las más bajas son: Chile También se debe destacar que América
(3), Uruguay (4.4) y Costa Rica (5.6), siendo Central crece de manera importante con
las tasas de estos últimos comparables con una tasa del 20.5 por 100, con el rasgo dis-
las tasas de los países europeos. tintivo de haberse producido procesos de
pacificación en Guatemala, El Salvador y
Por otro lado, si analizamos la dispersión Nicaragua. Esto nos hace pensar que se ha
desde la perspectiva de las regiones se puede pasado de un tipo de violencia política ha-
llegar a ver que el Cono Sur es una de las re- cia otra más bien común; esto es, de una

Cuadro n.° 2
America Latina y el Caribe 1984-1994: Tasas de homicidio por 100 mil habitantes

1984 1994
Regiones Total Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres
América Central y Caribe Latino' 17.5 3L5 3.8 21.1 38.1 4.0
Área Andina'' 25.2 46.6 4.2 5L9 96.6 7.7
Caribe Inglés' 5.2 7.6 2.8 8.7 13.1 4.2
Cono Sur^ 5.4 9.3 1.8 6.2 10.5 1.9
Brasil 23.2 42.4 4.0 30.1 54.8 5.2
México 18.2 33.3 3.1 19.5 34.8 3.8
fueníe.OPS, 1998
' América Central y Caribe Latino: Costa Rica, EL Salvador, Guatemala, Nicaragua, Panamá y República Dominicana.
' Área Andina: Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
' Caribe Inglés: Anguila, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Guyana, Islas Caimán, Islas Turcas y Caicos, Saint Kitts y Nevis, San-
ta Lucía, Suriname y Trinidad y Tobago.
Cono Sun Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay.

QUORUM 12 FERNANDO CAHRIÓN M. 35


violencia donde los actores del conflicto es- De esta aproximación se puede llegar a las
taban identificados, polarizados y tenían una siguientes conclusiones:
unidad de mando explícita, hacia otra don-
de la dispersión de los actores, la desarticu- • Desde 1985 se vive un ciclo expansivo y
lación de un mando único y el contar con de transformación de la violencia en toda
armamento y no con actividades económi- América Latina.
cas estables, hacen más compleja la violen-
cia y mayor su incremento. Lo paradójico • Latinoamérica tiene una tasa de homici-
de la violencia Centroamericana: la tasa de dios que supera en un 114 por 100 la tasa
homicidios en tiempos de paz es mayor a promedio mundial; el área andina supera a la
los momentos de guerra. de América Latina en un 79 por 100; y Co-
lombia rebasa al promedio de la región An-
Llama la atención que todas las subregio- dina en un 49.3 por 100.
nes tengan un crecimiento importante en
las tasas de homicidios, aunque sea clara- • América Latina es el continente con ma-
mente superior el de la subregión andina: yor cantidad de homicidios del mundo, los
en otras palabras, se puede afirmar que esta- Andes la subregión más violenta de Latino-
mos viviendo -desde mediados de la década américa y Colombia el país andino con ma-
de los ochenta del siglo pasado- una ten- yor tasa de homicidios. En números absolu-
dencia generalizada de crecimiento de la tos se estima en 36.000 los homicidios al
violencia en América Latina. Que si bien año producidos en Colombia.
pueden existir algunos países que bajen rela-
tivamente sus tasas de homicidios, éstas no ter- 2. La violencia en los Andes
minan por generar un impacto que modifi- De acuerdo a las tasas de homicidios, es cla-
que la tendencia general, prevaleciente en ro que la subregión andina es la que más
todas las subregiones y, más aún, en el con- abona en el comportamiento violento de
junto de América Latina. América Latina, aunque lo hace gracias al
peso que tiene Colombia, que es el único
La otra característica digna de resaltarse país que está por encima de la media subre-
tiene que ver con la variable de género: exis- gional andina (51.9)".
te una tasa promedio para América latina de
22.9 por cien mil homicidios, que está Sin embargo, no se puede dejar de tener
compuesta por un 41.3 de homicidios mas- en cuenta el crecimiento acelerado de Vene-
culinos y 4,5 femeninos. Esto significa que zuela, que en quince años ve crecer su tasa
existe una relación cercana de un número de homicidios en un 88 por 100, así como
diez veces mayor de hombres que de mujeres. tampoco el aumento de la tasa correspon-
En otras palabras, los homicidios en Améri- diente a los tres países del centro-sur de los an-
ca Latina son fiíndamentalmente masculi- des. Si bien Perú, Bolivia y Ecuador tienen
nos; tendencia más clara en el caso de la re- tasas por debajo del promedio latinoameri-
gión andina. cano, no se debe dejar de mencionar que

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mantienen un nivel importante de creci- Este dato subregional andino contiene
miento. dos extremos interesantes de analizarse: por
un lado, Colombia tiene la tasa más alta
El gran salto del crecimiento de la violen- (65.5), y, por otro, Bolivia (9) con una de las
cia en el Área Andina se produce a partir de más bajas. Es importante esta comparación,
1985, gracias al peso que tienen Colombia porque hay una corriente de interpretación de
y Perú, que más que cuadruplican sus tasas de la violencia que se sustenta en la hipótesis
homicidios en el quinquenio. Es un mo- de que las violencias se originan en la pobre-
mento en el que coinciden la violencia del za, el narcotráfico, el déficit de Estado y la
narcotráfico con la violencia política en los dos diversidad social (étnicos).
países (FARC y ELN en Colombia y Sende-
ro Luminoso y MRTA en Perú). Estos supuestos pierden sustento en la
comparación, porque Colombia no debería
Posteriormente, en los primeros cinco tener el nivel de violencia que la caracteriza,
años de la década de los noventa se mantie- en tanto es uno de los países latinoamerica-
nen las tasas de homicidios en un nivel nos que tiene una larga tradición de gobier-
alto, pero siempre en alza aunque a un ritmo nos civiles, elegidos democráticamente, y un
más lento de crecimiento. En este período crecimiento económico sostenido. Y Boli-
baja un tanto la tasa de Colombia, aunque via, en cambio, tiene las condiciones para
los otros países siguen con la tendencia cre- ser uno de los países más violentos: es un
ciente. país pluriétnico, menor desarrollo relativo,
ftierte presencia dictatorial, escaso peso es-
Cuadro n." 3 tatal y productor de narcóticos. Sin duda
Área andina 1980,1990 y 1995: tasas de que esta comparación queda por hacerse.
homicidio por cada cien mil habitantes Por lo pronto, se puede formular la hipóte-
sis de que en Bolivia se canaliza la conflicti-
Países Fines del Fines del Ultima vidad social a través del sistema político y de
70-prln. 80-prin. cifra una sociedad civil fiíerte. Pero también pue-
del 80 del 90 disponible, de ocurrir, que cada país tenga un tipo de
alrededor violencia propia, que le sea característico
de 1995 de su conflictividad o que, lo que en un país
Colombia 20.5 89.5 65.0 puede ser una causa o factor en un momen-
Venezuela 11.7 15.2 22.0 to determinado, en otro país o momento
Perú 2.4 11.5 12.6* puede ser otra.
Ecuador 6.4 10.3 14.8**
Bolivia 3. El coste económico de la violencia
fue/ifes: Ayres (1998), GPS (1998), Perú Instituto INEI (1998), Paz Frente a este comportamiento de la crimi-
Ciudadana (1998), BID (1998). nalización en el área andina, se tíene como co-
* Fajnzylber y otros (ed): Crimen y violencia en América Latina. rrelato inmediato el peso significativo del
Banco Mundial: 00. ** FLACSO-Ecuador, 2003. coste económico de la violencia, al extremo

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de que, según el BID, «la violencia es en la ac- un ejercicio estadístico, teniendo como base
tualidad -sin duda- la principal limitante los costes de la violencia y las tasas de homi-
para el desarrollo económico de América cidios en los tres países estudiados por el
Latina»'^. Así tenemos que el coste econó- BID (Colombia, Venezuela y Perú)'^, pode-
mico promedio de la violencia en Latinoa- mos llegar a la conclusión de que el prome-
mérica es del 14.2 por 100 del PIB (BID, dio regional andino es de 13.86 por 100 del
2000); lo cual significa 160.000 millones de PIB, un poco más bajo que el promedio de
dólares o cerca del 25 por 100 de la deuda ex- América Latina (14.2 por 100), y de que en
terna de América Latina. Ecuador los costes de la violencia serían de 6.2
por 100 y en Bolivia de 9.5 por 100 del
Si comparamos los cuadros de Tasas de PIB. De ahí se desprenden los altos costes
Homicidios por país (Cuadros 1 y 3) con el de que tiene la violencia y cómo éstos se con-
Coste Económico de la Violencia (Cuadro 4), vierten en un factor contrario al desarrollo.
se puede concluir que a una mayor tasa de
homicidios se tiene un mayor coste econó- Por otro lado, tenemos que los países con
mico de la violencia. Que en la relación de ho- las más altas tasas de homicidios son los
micidios por coste, Colombia y Perú tienen que destinan la mayor cantidad de recursos
un comportamiento relativamente parejo económicos a la seguridad. El coste de la
(2.6 y 2.5 respectivamente), mientras que violencia en Colombia, que tiene una tasa de
Venezuela lo tiene un poco más bajo (1.9). 65 homicidios por cien mil, fue del 24.7
por 100 del PIB, y en El Salvador (con cer-
Desgraciadamente, en Ecuador y Bolivia ca de 150) del 24.9 por 100, dos de los paí-
no se han hecho estudios del coste econó- ses con las tasas más altas del mundo. En
mico que tiene la violencia. Pero si hacemos contrapartida tenemos a Costa Rica, Chile

Cuadro n." 4
Costes económicos de la violencia social en seis países latinoamericanos
(expresado como porcentaje del PIB de 1997)

Brasil Colombia El Salvador México Perú Venezuela


Pérdidas
En salud 1,9 5,0 4,3 1,3 1,5 0,3
Pérdidas
Materiales 3,6 8,4 5,1 4,9 2,0 9,0
Intangibles 3,4 6,9 11,5 3,3 1,0 2,2
Transferencias 1,6 4,4 4,0 2,8 0,6 0,3
TOTAL 10,5 24,70 24,9 12,3 5,1 11.8
füenffi; Juan Luis Londoño (1998). Epidemiología económica de la violencia urbana.

36 SEGURIDAD CIUDADANA QUORUM 12


y Uruguay, que tienen las tasas de homici- puesto que apoye a la disminución de la
dios más bajas de América Latina, y son los violencia, se tendría más recursos para lo so-
países que cuentan con los presupuestos cial y ayudaría a reducir el déficit presu-
más altos destinados a la inversión social. puestario. Adicionalmente, no habría la ne-
Ergo: la mejor política de seguridad ciuda- cesidad de los ajustes, habría más recursos
dana es aquella que diseña buenas políticas económicos, mejoraría la calidad de vida y
sociales y con recursos económicos signifi- las instituciones se fortalecerían.
\4
cativos
4. La violencia urbana
Esto quiere decir que el incremento de los La violencia no sólo ha crecido sino que
gastos en seguridad conduce a una disminu- también se ha diversificado en sus carac-
ción de los recursos destinados a lo social, terísticas, tanto en el tiempo como en el
porque hay un comportamiento inversa- espacio. Es así que han aparecido nuevas
mente proporcional. Esto es una lógica con- violencias, inéditas manifestaciones de las
traria a la disminución de la violencia y pró- antiguas, el incremento notable de todas
xima al incremento de los costes que se ellas'' y un cambio en sus expresiones en el
incurren en ella. Si se diseñara un presu- territorio.

Cuadro n." 5
Inversión social per capita en América Latina, 1997

Argentina

Nicaragua

QUORUM 12
FERNANDO C A R R I Ó N M . ' 39
La violencia es un proceso que tiene histo- mas livianas, tráfico de niños, secuestro y si-
ria; por eso crece y cambia. La gran trans- cariato'^. Esta modernización de la violen-
formación en la hora actual tiene que ver cia tiene un nivel de operatividad y efectivi-
con la aparición de una violencia moderna dad que supera las destrezas profesionales y
que supera y coexiste con la tradicional. La tecnológicas de lasftierzasdel orden. Con el
violencia tradicional es la expresión de un desarrollo de la violencia moderna, la tradi-
hecho cultural (asimetría familiar, mecanis- cional recibe una gran influencia, al grado
mo lúdico) o de una estrategia de supervi- de que la primera se apoya en la segunda,
vencia para ciertos sectores empobrecidos porque allí recluta su gente y en ese mundo
de la población. se mimetiza.

Y la moderna'^, que es aquella que se or- Si bien la violencia moderna constituye


ganiza explícitamente con el fin y la disposi- un espacio que no reconoce las fronteras, no
ción explícita de cometer un acto violento. es menos cierto que su carácter ubicuo tien-
Este tipo de violencia se desarrolla a través de a privilegiar lo urbano. De ahí que estemos
de organizaciones con recursos, criterio em- viviendo un proceso de urbanización de la
presarial, tecnología avanzada, nuevos acto- violencia en la subregión andina; o lo que es
res, transnacionalización del delito e infil- lo mismo, que la violencia andina se ha
tración en el sistema social. Este tipo de transformado en fiandamentalmente urba-
violencia se expande con fuerza en la región na, lo cual -bajo ningún punto de vista-
desde la mitad de la década de los ochenta y significa que la ciudad sea por sí misma
es el que genera el incremento de los hechos fuente de violencia.
delictivos.
Con la urbanización acelerada de la sub-
La modernización y las nuevas formas de las región, hoy tenemos que la mayor parte de la
violencias no sólo han acarreado el naci- población vive en ciudades y que, por tanto,
miento de nuevos actores y la transforma- la mayor cantidad de delitos se concentran
ción de los anteriores, sino que la propia or- en las urbes. En el caso ecuatoriano se tiene que
ganización del delito requiere de otros los homicidios son fundamentalmente ur-
personajes: el sicario, el pandillero, el ga- banos: de los 1.834 homicidios que se con-
mín, etc., todos de condición juvenil. A tra- tabilizaron en 1999, el 77.5 por 100 se pro-
vés de la modernización se produce la gran dujeron en las ciudades; es decir, 1.422.
transformación e incremento de la violen- Con estos datos se puede afirmar que hay
cia: su internacionalización, que proviene un desplazamiento de la violencia del campo
de la constitución de mercados ilegales que de- a la ciudad.
sarrollan verdaderas empresas transnaciona-
les del delito en ámbitos como: narcotráfi- Las ciudades colombianas de «Bogotá, Me-
co, asalto a bancos y casas comerciales, robo dellín y Cali concentran aproximadamente
de vehículos, depredación del patrimonio el 30 por 100 de la población colombiana y
cultural, trata de blancas, comercio de ar- aportan cerca del 40 por 100 de los homici-

40 SEGURIDAD CIUDADANA QUORUM I I


Cuadro n.° 6
Tasas de homicidios por 100.000 habitantes (1980-2000)

1980 1985 1990 1995 2000


Colombia 20.5 42 89.5 65
Bogotá 28.9 55.8 58.9 34.8
Cali 30 70 88 110 103.0
Medellín 66.9 335 169.1
Venezuela 12 10 15.2 22
Caracas 18 14 28 52
Perú 2.4 3 11.5 10.3
Lima 25.6 28
Ecuador 6.4 10.3 13.4 15
Quito
Bolivia 16.7 22.8
La Paz
Promedio AL
15 18 25 30
__
Fuente: Juan Luis Londoño {1998). FLACSO-Ecuador (2003), Piqueras, (Mimeo), Acero, Hugo (2002), Quintana (2003) Gaitán F.
(1998).

dios, lo que permite ilustrar la hipótesis del homicidios a nivel nacional (Quintana). En
proceso de urbanización de la violencia» Perú, Lima concentra casi el 60 por 100 de
(Zuluaga). En Bolivia, las tasas de homici- la población urbana y de los delitos del país
dio por departamento permiten relacionarlas (Piqueras, Mimeo).
con el grado de urbanización y concentra-
ción demográfica. Así, conforme el proceso Por otro lado, si comparamos las tasas de
de urbanización y migración campo-ciudad homicidios de los promedios nacionales con
se incrementa, las tasas de homicidio se las correspondientes a las ciudades más im-
concentran más en los tres departamentos portantes de cada país, vemos que -en ge-
del eje central del país (La Paz, Cochabam- neral- las urbes tienen tasas superiores a las
ba y Santa Cruz), espacio geográfico que de los países. Es decir, que las tasas de las
asimila en mayor proporción los flujos mi- ciudades principales son bastante superiores
gratorios. En 1995, los tres departamentos a los promedios nacionales. El Caso Co-
del eje central concentraban el 81 por 100 lombiano quizá sea el más aleccionador, y la
del total de homicidios cometidos en el ciudad más violenta, sin duda, es Medellín,
país. En cambio, el año 2001, la misma re- aunque con una tendencia hacia el descenso,
gión concentró el 95 por 100 del total de desde 1990.

QUORUM 12
FERNANDO CARRIÓN M.
Lo que sí se evidencia es una falta de LAS PROPUESTAS DE POLÍTICA
correlación entre urbanización y violencia, La violencia común es una de las expresio-
porque, según ello, Venezuela debería ser la nes más claras de la inseguridad ciudadana.
más violenta y Bolivia la menos. Los datos Sin embargo, los gobiernos locales y nacio-
del cuadro anterior con el siguiente, nos nales de la región y la propia sociedad aún
muestran una realidad distinta. El predomi- no la han asumido con la debida propiedad,
nio de la población urbana, el incremento al extremo de que el enfrentamiento al he-
del número de ciudades y la generalización de cho delictivo arroja resultados más bien preo-
la urbanización, no son causales o factores cupantes.
del incremento de la violencia. Lo que ocu-
rre es que en las ciudades se concentra el Instituciones fundamentales, como la po-
mayor número de casos de violencia porque licía y la justicia, se desacreditan por fuera y
hay más población, pero extraer de ahí una se corroen por dentro, y los habitantes se re-
correlación de que a mayor urbanización ma- cluyen en un mundo privado cada vez más
yor violencia, hay una distancia muy grande. complejo'*. La justicia acumula más casos
de los que ventila y, en general, se erosiona a
Si bien no es fácil encontrar causalidades pasos agigantados.
o determinaciones de la ciudad a la violencia,
sí se puede afirmar que la violencia no es ex- Intentando sistematizar las principales
clusiva de la ciudad, y que ésta se comporta concepciones que rigen en el enfrentamien-
más bien como un escenario social más de to de la violencia urbana, se pueden encon-
aquélla. trar dos vertientes fundamentales: la una.

Cuadro n.° 7
Nivel de urbanización por país, Área Andina, años seleccionados 1950-2000

País * Nivel de Urbanización (porcentajes)


1950 1960 1970 1980 1990 2000
Venezuela 46.8 61.2 71.6 79.4 84.0 86.9
Colombia 37.1 48.2 57.2 63.9 69.5 73.9
Perú 35.5 46.3 57.4 64.6 58.9 72.8
Ecuador 28.3 34.4 39.5 47.0 55.1 65.3
Bolivia 37.8 39.3 40.7 45.5 55.6 62.5
Total Área Andina 37.1 45.9 53.3 60.1 64.6 72.3
Total América Latina 41.4 49.3 57.5 65.0 71.1 75.4

Ordenados decrecientemente por nivel de urbanización en 2000


Fuente: Naciones Unidas (2000).

SEGURIDAD CIUDADANA QUORUM I I


inscrita en una política estatal -hoy domi- El Estado (policía, ejército y justicia) se
nante-, que propugna el control de la vio- convierte en el depositario de la seguridad y
lencia vía represión y privatización, y la otra garante de la protección colectiva de la po-
como la seguridad ciudadana, que se inscribe blación; quienes exigen mano dura a la fuer-
en una relación sociedad-estado que, a la za pública y al conjunto de los aparatos esta-
par que enfrenta al hecho delictivo, busca tales para que se protejan sus bienes y vidas.
construir ciudadanía e instituciones que En este caso, las acciones fundamentales se
procesen los conflictos democráticamente. dirigen hacia el control de la violencia bajo
una óptica represiva, que se caracteriza por:
/. La primera tiene dos salidas equívocas:
reprimir y privatizar a) Ante el desbordamiento de los sistemas
Para hacer frente a la violencia delictual ur- judiciales y penitenciarios, por la magnitud
bana, las autoridades han planteado dos sa- de la violencia y sus nuevas formas, se exige
lidas: la represión y la privatización. En ge- una reforma a los códigos penales, dirigida a
neral, estas políticas asumen el control de la modificar los tipos de delito y a incrementar
violencia desde una óptica inscrita en los las penas. El concepto de delito y de delin-
marcos de la seguridad nacional y del Estado, cuente cambia en la visión estatal; que es,
con lo cual no hay una diferenciación, por en última instancia, la que crea y define la
ejemplo, entre el acto de violencia política figura del delito y las penas correspondientes.
con el de violencia común o de narcotráfi- Se aumentan las penas a cierto tipo de deli-
co, porque -según su preceptos- todas las tos y también nuevos tipos de delincuentes
violencias socavan las bases de la convivencia (los niños y los jóvenes). Pero lo más grave es
de la sociedad y del Estado, en tanto afectan el avance de la impunidad^" y la saturación de
la propiedad privada, rompen las reglas del las cárceles, en muchos casos con personas
mercado y deslegitiman la acción estatal. sin sentencia o inocentes.

En una constatación por medirse estadís- b) El enfrentamiento al hecho delictivo,


ticamente, se puede señalar que la mayoría mediante el uso de la fuerza. Allí se inscri-
de las violencias se dirigen hacia la pobla- ben, por ejemplo, los operativos que perió-
ción y una minoría hacia el Estado". Pero la dicamente se realizan para controlar la de-
acción del Estado es inversamente propor- lincuencia común en las poblaciones de
cional, a pesar de que en la actualidad las bajos ingresos. En general, se caracterizan
violencias afectan más a los ciudadanos y a sus por ser parte de una estrategia de represión,
instituciones, que al Estado y sus órganos. amedrentamiento y seguridad inscritas en
En general, los Estados latinoamericanos una concepción antisubversiva. Son opera-
prestan mayor atención a las violencias ma- ciones, tipo rastrillo, que se desarrollan con
cro, relacionadas con el narcotráfico y la gran despliegue informativo y de fuerzas.
guerrilla, que a las comunes, siendo paradó-
jicamente que la mayor cantidad de vícti- Ecuador duplicó la población carcelaria
mas provienen de esta última. en los últimos años. Hay un policía por

QUORUM 12 FERNANDO CARRIÓN M. ' 4 3


cada 500 habitantes, a lo cual deberían su- proviene del cambio en la política de equili-
marse las policías municipales, las privadas brios entre la policía y la justicia, expresado
y de tránsito, el ejército y la formación de en el debilitamiento del poder judicial y la
grupos civiles y paramilitares. Existen no imposición de políticas represivas sobre las
menos de 250 empresas de seguridad priva- preventivas.
das reconocidas y no menos de 200 infor-
males. De esta manera, la seguridad tiende a ser pa-
trimonio exclusivo de aquellos sectores so-
El Estado se ve desbordado en sus capaci- ciales que pueden adquirirla y, por tanto, un
dades y pierde su condición de garante de la factor regresivo adicional de la calidad de
seguridad ciudadana, ante las limitaciones vida de la población.
de las políticas represivas y de control, y
ante el aumento de la delincuencia y la co- 2. La gobernabilidad de la violencia
rrupción de los aparatos punitivos^', todo lo En contrapartida a la concepción dominan-
cual conduce -en un contexto de moderni- te, poco a poco va tomando existencia una vi-
zación del estado- a la privatización de la sión alternativa a la anterior, que ve con
seguridad. preocupación la renuncia del Estado a su rol
de corrector de las desigualdades a todo ni-
De allí que se perciba la privatización de vel, a su condición de arbitro en la reso-
algunos segmentos de la actividad de seguri- lución de los conflictos y a su cualidad de
dad, permitiendo que ciertos sectores socia- garante del interés colectivo. Lo cual produ-
les -entre los cuales se encuentran policías ciría un proceso contradictorio de construc-
jubilados- promuevan empresas de seguri- ción de ciudadanía y participación de la
dad privada, con base a un personal con sociedad civil (en eso consistiría la seguri-
poca formación y sin un control real. Adi- dad ciudadana).
cionalmente, se desarrollan un conjunto de
actividades económicas, vinculadas a la se- En este contexto, la seguridad ciudadana
guridad, como la venta de servicios y merca- se desarrollaría en un espacio social en cons-
derías: armas, alarmas, seguridades, defensa trucción, donde la participación permitiría
personal, perros, etc. Este marginamiento enfrentar los eventos sociales y naturales
en la administración de justicia produce un que tiendan a socavar lo social, lo público,
copamiento del control de la violencia por las base materiales de la convivencia, las ins-
parte de la sociedad civil, a través, por ejem- tituciones de intermediación social, etc. Es
plo, de la justicia por su propia mano. Los una propuesta que busca gobernar la vio-
cementerios clandestinos se multiplican por lencia desde el diseño de políticas sociales,
la existencia de grupos paramilitares que se de- urbanas y de control, orientadas hacia la
dican a la «limpieza social» (Colombia) o protección ciudadana.
«profdaxis social» (Venezuela). La experien-
cia muestra que este fenómeno de asesinato Es una concepción que se arma sobre la
de delincuentes, prostitutas y homosexuales base de dos puntas: una que busca estructu-

SEGURIDAD CIUDADANA QUORUM II


rar una propuesta de carácter general, y Por ejemplo, se pueden mencionar el for-
otra, más heterogénea, que tiende a desarro- talecimiento de las iniciativas de las autori-
llarse desde la particularidad de ciertos go- dades regionales y locales y su coordinación
biernos locales, siendo quizá donde se están interinstitucional, a través de los Consejos
haciendo las propuestas más innovadoras en Seccionales de Seguridad. También, a la
materia de control y prevención de la vio- modernización de la justicia y al impulso a
lencia urbana. nuevos procedimientos institucionales no
judiciales para dirimir querellas entre ciuda-
Los postulados que van tomando un mayor danos: los Conciliadores en Equidad, la am-
peso en el enfrentamiento del hecho delicti- pliación del Código del Menor, los Jueces
vo provienen principalmente de la vertiente de Paz, las Comisarías de la Familia, la re-
epidemiológica, que tienen en la Organización ducción de la impunidad, la protección y
Panamericana de la Salud y en la Alcaldía de promoción de los derechos Humanos, entre
,23
Cali a sus dos más importante impulsores. otros
Y el escenario nacional más interesante y de
mayor aliento en el enfrentamiento a la vio- En general, dentro del territorio Colom-
lencia es el colombiano, donde se vienen biano se han creado múltiples proyectos e
aplicando un conjunto de acciones de nivel instituciones que trabajan sobre el tema: se tie-
local y nacional con resultados interesantes. nen estrategias nacionales, planes regionales
El hecho de que Colombia tenga el nivel y planes locales. Hay un marco institucional
más alto de violencia del mundo, la con- altamente diversificado por sector (familia,
vierte también en el lugar donde se la en- escuela, juventud, mujer) y ámbito (comunal,
frenta bajo múltiples y variadas formas^^ local, regional, nacional)^"*. Existen ópticas
convirtiéndose en el mejor laboratorio de preventivas (educación, empleo, participa-
estudio y de experimentación de la región. ción), coercitivas (policía, ejército, justicia).
Asimismo, en Colombia se percibe una
Colombia aprobó en 1991 la nueva nueva actitud por parte de los partidos polí-
Constitución que consagra la democratiza- ticos, organizaciones populares y medios de
ción, la descentralización y la participación comunicación frente al tema.
ciudadana, como marco para el diseño de
una política nacional contra la violencia. En Si a nivel nacional se ha desplegado una
el mismo año, se formula la Primera Estrategia propuesta tan amplia, no es menos cierto
Nacional contra la Violencia, y en 1993 la que a nivel local se tienen también expe-
Segunda, en donde se reconoce la existencia riencias puntuales bastante interesantes.
de varias violencias a las cuales les corres- Quizá, las más acabadas puedan ser las que se
ponderían políticas específicas. Fueron es- vienen impulsando en las ciudades de Cali y
trategias destinadas a enfrentar el tema de la de Medellín, a través de estrategias explíci-
seguridad del Estado y a consolidar el orden tas para enfrentar la problemática, mediante
público, y, por primera vez, hicieron refe- la formulación de sendos planes integrales
rencia a la seguridad ciudadana. denominados: Desarrollo Seguridad y Paz

FERNANDO CARRIÓN M. I 4 5
QUORUM 12
(DESEPAZ) y Plan Estratégico de Seguri- tradicional enfoque del control de la violencia
dad para Medellín y el Área Metropolitana, por vías represivas y asumir una visión de
respectivamente. tipo preventiva. La tercera, intenta enfrentar la
problemática desde una perspectiva descen-
En el primer caso, el de la ciudad de Cali, tralizada, donde lo municipal tiene un peso
tiene como referente y actor institucional importante. La cuarta, asumirla dentro de
principal a la Alcaldía de la Ciudad, que ha una concepción de planificación, justo en un
emprendido un programa que cuenta con momento en que se encuentra más desacre-
cinco proyectos: 1) Conocer el problema ditada. La quinta, su pretensión de ser una
desde la perspectiva de la epidemiología de la propuesta interdisciplinaria e integral.
violencia. 2) Fortalecer el orden institucio-
nal ciudadano a través de un Consejo de Se- Pero también está el de la ciudad de Me-
guridad^^, mejora de la Policía y el apoyo a la dellín, donde el Gobierno Nacional, ante la
Personería. 3) Educación para la Paz y la gravedad de la violencia del narcotráfico y el
Convivencia, a través del uso de los medios narcoterrorismo, decide crear una Consejería
de comunicación, apoyo al sistema escolar y Presidencial, con el fin de coordinar la ac-
el fortalecimiento de la estructura familiar. ción de los organismos nacionales hacia la
4) Participación y solidaridad comunitarias ciudad y de sus municipios conexos y pro-
con la creación de los Consejos de Gobierno piciar la concertación de autoridades nacio-
Comunitario^^, Consejos de Seguridad Co- nales, locales y la ciudadanía. Se diseña el
munitarios, las Juntas Administradoras programa «Promoción de la Convivencia
Locales, los Comités Intersectoriales y la Pacífica en Medellín y su Área Metropolita-
Educación para la Participación y la Convi- na», que busca promocionar una cultura de
vencia Comunitaria. 5) Promoción del de- la convivencia y civilidad, contraria a los
sarrollo Social de sectores críticos y en alto métodos violentos de resolución de conflic-
riesgo. tos, que propenda al desarme de la pobla-
ción, deslegitime la retaliación y las respues-
De esta experiencia piloto se trasciende a la tas violentas, y promueva la defensa de los
Organización Panamericana de la Salud. La ciudadanos.
División de Promoción y Protección de la
Salud de la OPS formula el Plan denomina- CONCLUSIONES
do «Salud y Violencia: Plan de Acción Re-
gional», que tiene algunas innovaciones que El tema de la delincuencia urbana y, por
vale resaltar: oposición, el de la seguridad ciudadana, sin
ser homogéneo en el conjunto de las ciuda-
La primera, es su contenido regional y la des de la región, necesita ser asumido de
forma metodológica de combinar experien- manera inmediata. Sin lugar a dudas, es un
cias novedosas de distintos lugares con crite- problema internacional, de interés colectivo
rios de expertos provenientes de disímiles y público, que compromete al conjunto de la
procedencias. La segunda, dejar de lado el sociedad y sus instituciones. Así como no es

46 SEGURIDAD CIUDADANA QUORUM 12


un problema de exclusiva responsabilidad justicia. En suma, se requiere de una insti-
de la policía y la justicia, ni tampoco es sólo tucionalidad que procese los conflictos, sobre
del gobierno, la población no puede ex- la base de una pedagogía de la convivencia
cluirse y quedar pasiva^^, porque el paterna- ciudadana inscrita en una estrategia de or-
lismo estatal no conduce a la formación de den público democrático.
ciudadanía^**.
Como la violencia recrudece cuando la
Siendo la ciudadanía la fuente y fin de la sociedad no logra institucionalizar mecanis-
violencia urbana, se requiere su participa- mos no violentos de resolución de conflic-
ción en la solución del problema (por ejem- tos, es hora de modernizar y descentralizar
plo, en vez de privatizar la policía, dotarla el sistema judicial en su conjunto, para hacerlo
de ciudadanía). Pero también una nueva menos politizado y más eficiente. Y, por
institucionalidad que la asuma, en la que otro lado, hay que reducir la conflictividad ju-
bien podría participar la Municipalidad, dicial, por ejemplo, con la introducción de la
por ser el órgano estatal más cercano a la so- justicia comunitaria, la conciliación y el ar-
ciedad civil y a la vida cotidiana. bitraje para descongestionar el sistema judi-
cial, y con la puesta en práctica de agencias
Pero no será suficiente si no se hace un comunitarias, comisarías de familia o de gé-
control de la apología de la violencia que rea- nero. En otras palabras, es el momento para
lizan algunos medios de comunicación y en introducir mecanismos alternativos de solu-
especial la televisión, si no se modifican los ción de conflictos que respeten la diversidad
factores de la cultura lúdica, basada en el al- y de que se pongan a prueba aspectos de la jus-
cohol, el control de las armas de fuego, el ticia consuetudinaria.
desarme de la población y su monopolio
por el ejército y la policía, la iluminación y Es singular la importancia de la investiga-
transporte barrial, el desarrollo de campa- ción, articulada al diseño de políticas y
ñas de seguridad ciudadanas y defensa civil. programas públicos. Pero debe ser una in-
Enfrentar la violencia exige una visión y ac- vestigación que combine aspectos teóricos-
ción globales, porque en el mejor de los ca- analíticos y descriptivos. Éste es un campo
sos «las medidas aisladas sólo tienen efectos que requiere por igual un desarrollo teórico
marginales» (Ratinoff-Bid, 1996). y una producción de información confiable.
La dispersión de ftientes, la disparidad de
En el campo penal, se debe avanzar más datos, los problemas de definir y clasificar la
en la búsqueda de una racionalidad jurídica, violencia, los problemas culturales de los
fundada en el derecho ciudadano, en la des- denunciantes, las características del hecho
burocratización y agilidad de la justicia más delictivo, etc., hacen del problema de la in-
que en el incremento de las penas. Hay que formación un aspecto medular.
diseñar mecanismos que tiendan a resolver
pacíficamente los conflictos y espacios, Al respecto se pueden señalar dos expe-
donde la ciudadanía pueda conciliar y hacer riencias interesantes: la del Distrito Federal de

QUORUM II FERNANDO C A R R I Ó N M.
México, donde se ha conformado una red mete al conjunto de la sociedad y sus insti-
de información en materia de prevención tuciones (no sólo a la policía). Sin embargo,
del delito y justicia penal, y el de Cali, don- siendo la ciudadanía la fuente y fin de la
de se busca unificar los registros de infor- violencia urbana, se requiere su participa-
mación, mediante el establecimiento de un ción en la solución del problema. Pero tam-
Consejo de Seguridad coordinado por la Al- bién se deberá crear una nueva instituciona-
caldía, que permite, entre otros aspectos, lidad que la asuma, en la que bien podría
afinar la obtención, procesamiento y análi- participar la Municipalidad por ser el órgano
sis de la información. estatal más cercano a la sociedad civil y a la
vida cotidiana.
Es necesario repensar, redefinir y fortale-
cer los espacios de socialización fundamentales Esta institucionalidad debería elaborar un
de la sociedad urbana latinoamericana: la plan de acción y una propuesta de concerta-
familia, la escuela, los medios de comunica- ción con distintas entidades públicas, priva-
ción, la ciudad, etc., así como la creación de das y comunitarias para que, por ejemplo,
nuevos «lugares» y mecanismos institucio- controlen la defensa y exaltación de la vio-
nales para la solución de los conflictos, de lencia en los medios de comunicación,
pedagogía para la convivencia, la comunica- como la televisión, modifiquen los factores
ción y la expresión de sentimientos. de la cultura basada en el alcohol, controlen
las armas de foego, desarmen a la población
No se puede luchar contra el crimen sin la civil, aumenten la iluminación y el trans-
existencia de una política social explícita. El porte barrial y desarrollen campañas de se-
control, bajo ningún punto de vista, puede eli- guridad ciudadana y defensa civil.
minarse, pero sí debe transformarse. Hay
que conformar una estrategia de orden pú- Obligan a diseñar estrategias ciudadanas
blico democrático donde la policía, la justi- de prevención y control, inscritas en visio-
cia y los derechos humanos jueguen otro nes de gobierno de la seguridad, que vayan
papel. más allá de la policía y del estrecho marco
nacional. Es necesario construir una «go-
Hasta ahora, se ha enfrentado el problema bernabilidad de la violencia» que surja de
de manera policial y con resultados no muy una estrategia y que vaya de lo local a lo in-
positivos. Se trata de un problema nacional ternacional, pasando por la escala nacional,
de interés colectivo y público, que compro- y que involucre a la sociedad toda. •

48 SEGURIDAD CIUDADANA QUORUM 12


NOTAS

1. Coordinador del Programa de Estudios de la violencia social, con resultados altamente


Ciudad de FLACSO-Ecuador, Editorialista Diario preocupantes.
Hoy y Concejal del Municipio de Quito 9. La OPS (1994) impulsó un Plan de Acción
(fcarrion@flacso. org. ec) Regional sobre Violencia, que innovó el campo a
2. «No existe ni una expresión uniforme ni unívoca través de una estrategia integral de prevención que
de la violencia en su conjunto, sino que la misma se involucraba a varios de los sectores sociales,
caracteriza por la diversidad de sus formas y por sus instituciones y organismos que tienen algún tipo de
ambigüedades» (Villavicencio, 3). compromiso y responsabilidad en la construcción
3. «La violencia es uno de los reflejos más de la seguridad ciudadana. El Plan superó la
dramáticos de los procesos de globalización concepción dominante de la violencia, que consistía
mundial» (Castillo). en la prioridad asignada al control, y en la práctica,
en una nueva visión que se expresa: por un lado, en
4. El caso particular de Medellín, inscrito en la
un conjunto significativo de propuestas en el
violencia desatada por el narcotráfico, que se hizo
ámbito local y, por otro, en una gran sensibilización
fuerte en la ciudad y que implantó un modelo
de la cooperación internacional. El enfoque del Plan
sustentado en la confrontación directa, a diferencia
se caracterizó por la concepción epidemiológica, lo
del de Cali, que lo expandió a través de su
cual permitió enfrentar la violencia como un
infiltración dentro de la sociedad y el Estado.
problema de salud pública, desde las causas y sus
5. La erosión institucional, principalmente de la factores determinantes.
policía y la justicia, que en general se vive en la
10. Existencia de un área de integración
región, podría ser un factor estructural común.
supranacional que funciona como territorio unificado
6. La seguridad ciudadana debe versar sobre el para las operaciones delictivas, que saca ventajas de
conjunto del proceso; esto es, que todas y cada una éste ámbito pero que también genera un gran
de las etapas deben ser atendidas, teniendo en potencial para la coojjeración internacional a nivel de
cuenta que las etapas anteriores son un dique para seguridad ciudadana (Der Ghougassian, 1999).
las posteriores. Desgraciadamente, las políticas que
mayor peso tienen se han dirigido más hacia el 11. El alto nivel de violencia que vive Colombia le
control y menos hacia las otras fases, en particular convierte en el país con mayor tasa de homicidios
hacia la prevención de la violencia. del Área Andina, y es tal la magnitud que
distorsiona las tasas generales de la subregión. Sin
7. «La seguridad ciudadana se refiere al derecho (y embargo, no se trata de un problema actual, pues
por tanto deber) que le asiste al ciudadano o, en hay una persistencia en el tiempo que da lugar a
sentido más amplio, al integrante de una sociedad pensar en la existencia de una «cultura de la
organizada, de desenvolver su vida cotidiana con el violencia» (De Roux, 1994), que se expresa a través
menor nivel posible de amenazas a su integridad de diversos tipos (política, económica, común, etc.)
personal, sus derechos cívicos y el goce de sus y formas en el territorio (campo, ciudad, regiones).
bienes. Hace referencia al vínculo entre la persona y
el estado» (Aguilera G., 13, 1999). 12. A lo cual puede añadirse -sin temor a
equivocación- que también es una limitante para la
8. En El Salvador y Guatemala, la culminación de la
democracia, porque corroe y deslegitima a las
guerra civil, que se vivió hasta principios de los años
instituciones democráticas como, por ejemplo, el
noventa, condujo al incremento de la violencia
sistema judicial, la Policía, y el Parlamento.
común. Por eso la importancia de entender la
diferencia existente entre los distintos tipos de 13. Si extraemos el promedio de las tasas de
violencia es muy necesaria. El caso de Centro homicidios de los tres países (33.2 por cien mil) y el
América lo ilustra de manera prístina. En la promedio del coste de la violencia (13.86 por 100),
sub-región se pasa de la violencia política a la podemos obtener un factor de relación entre los dos

F E R N A N D O C A R R I Ó N M.
QUORUM 12
(2.39), que dividido para la tasa de homicidios de Colombia, sólo 21 son denunciados a las
Ecuador (14.8) y Solivia (22.8) nos permite tener autoridades. De éstos, 14 procesos prescriben por
un coste aproximado para cada uno de los dos diferentes causas y únicamente 3 terminan con
países. sentencia. Esto quiere decir que la probabilidad de
14. Según Naciones Unidas, los países en desarrollo que un delincuente no reciba un castigo es del 97
destinan entre el 10 y el 15 por 100 de sus por 100 (El Tiempo de Bogotá, 27 abril de 1994).
presupuestos nacionales a la policía y a la justicia 21. «La corrupción y, junto a ella, la impunidad,
penal. Y lo que es más grave, estas políticas de conducen a la criminalización de la propia policía y
control no han dado los resultados deseados, porque al desarrollo del crimen organizado». (Oviedo, 1995)
la criminalidad mundial aumentó en un 5 por 100 22. Como señala el Ex Alcalde de Cali, Dr. Rodrigo
anual (CIPC, 1995). Guerrero, la cacería de tigres sólo es posible
15. Allí tenemos, por ejemplo, las denominadas realizarla donde hay tigres.
pandillas juveniles en casi todas nuestras ciudades, 23. Se recomienda revisar el trabajo de Camacho,
el narcotráfico y sus secuelas, así como también su Alvaro «¿Seguridad para la gente, o seguridad para el
desarrollo tecnológico y la nueva organización del Estado?», Universidad Nacional de Colombia, 1994.
delito.
24. Se han creado, entre otros, los siguientes
16. «Un segmento de la actividad delictiva se ha organismos: Consejerías Presidenciales, Centros de
modernizado en el país y supone la conformación Conciliación Ciudadana, Conciliadores en Equidad,
de organizaciones más complejas, con mayores Comisiones Especiales de Quejas, Casas de la
recursos económicos, un arsenal sofisticado y Juventud, Centros locales de Amor a Buenaventura,
contactos y relaciones con el sistema social Juntas de Participación, Comisarías de Familia,
establecido» (Del Mastro, 1994). Consejos de Seguridad, Comisión de Paz, Oficinas
17. Así como un automóvil o un cuadro robado en de Derechos Humanos, Núcleos de Vida
Ecuador se envía a Perú o Colombia para su Ciudadana. A éstos deben sumarse los organismos
comercialización, el Ecuador se convierte en tradicionales de la policía, justicia, municipios,
mercado para los bienes sustraídos en otros países. gobierno nacional, etc.
18. «El Estado no tiene legitimidad porque ha dado 25. Es una reunión semanal presidida por el Alcalde
un trato represivo a conflictos y porque sus agentes y con la participación de representantes de la
han incorporado la lógica privada (limpieza social, policía, fiscal seccional, funcionarios municipales,
violación de derechos humanos, corrupción) a la tránsito, etc., con el fin de analizar y tomar
función pública más esencial a la sociedad: la decisiones respecto del problema.
seguridad ciudadana y la justicia. Esta realidad da 26. Son reuniones semanales que sostiene el Alcalde
lugar a que se multipliquen diversas formas de y su equipo de gobierno, en cada una de las
«justicia privada» y a que se generalice una comunas, con las Juntas Administradoras Locales
mentalidad autodefensiva de la población» (JAL), con el fin de definir las necesidades
(Corporación Región-Medellín). comunales, el cumplimiento de las obras y el
19. «El porcentaje de muertos como resultado de la seguimiento presupuestario.
subversión no pasó del 7.5 por 100 en 1985, que 27. «¿Cómo se puede pedir a las autoridades
fue el año tope. Mucho más que la del monte, las efectividad en la lucha contra la delincuencia si los
violencias que nos están matando son las de la calle» ciudadanos no están dispuestos a ayudar a ser
(UNC, 1988, 18). protegidos?» (Castillo, 8).
20. Según Armando Montenegro, Ex-Director de 28. «La seguridad ciudadana, más allá de su carácter
Planeación Nacional de Colombia, la probabilidad de tema ideologizado, es ante todo un derecho al
de que un delincuente sea capturado y juzgado es que le corresponde un deber» (Camacho, A. 1,
casi nula. Por cada 100 delitos que se cometen en 1994).

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