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| La eae orginal polaca fue publicada por drkie Tonecrstno Naukows, de Lode, son al viuls Soceons Mason spoleczne}swiadomosci ©) Stanislaw Oncor, ki iser ‘Fraduecién de M. Busrawante: Onriz anes, BNG 343.0 ie lupoy Sobrecubierta de Jordi Fornas impresa en Frontis 31, Aribau 230, Barcclona Primera edicion: junio de 1969 Giepatad de esta eiclén (incluidos la traduccion y el ide la sobrecubierta) de Edicions 62 sla, Casdne va 71, Barcelona ‘{epriso en Flamma, Pallars 164, Barcelona Dep. legal B. 30.718-194%9 — ‘La problemdtica social a la luz de las nuevas experiencias Las condiciones en que se desarrolla la moderna eco- nomfa capitalista see nacimiento a la economia poli- tica clisica, Ia sociologia burguesa y el materialismo' bie: torico. La Sociologia y la economia polities buryueses partian del presupuesto de In duracién permaneite dl sistema capitaista. El materialism historico considera: ba a la economia capitalista como una fase effmera, team sitoria, del desarrollo historieo, pero Mare Getic as toda su vida a la investigacion andlisis de la sod. dad capitalista, Tanto Marx como Engels “iprovecharon, para establecer las leyes generales del capitalism, Ine tulsmas experiencias directas que los socidlogos como Spencer y los creadores de la economia cldsies, Todag crag ogg some la sold come cal tividad de individuos, Ia cual observa por ciertas normas del juego formuladas en los eédigos fur dicos, en las constituciones y sobre todo en los eonventos ae regulan las relaciones econémicas y en particular las relaciones en el libre mercado; una colectividad de indi- Viduos que, gencralmente, suelen regitse por sus opeio- nes individuales, pese a que tales decisiones se determinadas por ciertas leyes de la naturaleza, Asimis- imo estan determinados por leyes universales los resal- tados globales de la interferencia de esas i Aecisiones indivi Las controversias entre el marxismo y Ia liberal se perfilaron con toda su agudeza sobre. fondo de ciertos principios comunes, Esto ind do con mucha més claridad en el curso del presente tra bajo, De momento basta comparar In declaracion de En- gels en el afo 1888, contenida en ta obra sobre Ludwig. Feuerbach, con las reflexiones de Boleslaw Prus * sobre las leyes que rigen el desarrollo de Paris. EL autor de La matieca, quien en este caso se presenta como vulgarizador Ge las concepciones positivistas de la sociedad de los bur- fueses liberales, publicé sus reflexiones en las. pigin el «Kurler Codzienny», periddico en el cual aparecie ‘su novela en Ios aids 1887-1899, o sea, on el mismo perio- do en que fue publicado Ludwig Feuerbach: Por tanto, el trabajo de millones de personas que tan- to gritan acerca de su libre albedrio, da los mismos re- sullados que el trabajo de las abejas Iabrando sus pana- Tes regulares, de las hormigas edificando sus cénicos al: ‘miarcitos, ode las combinaciones quimicas que se estruc furan en cristales simétricos» (B, Prus: La muileca, tomo I, cap. VIII) «De modo que el encuentro entse las innumerables voluntades y acciones individuales en el terreno histérico, desembocan en una situacién absolutamente andloga a 1a ‘que impera en Ia naturaleza inconsciente» (Engels: Laud ‘wig Feuerbach, en C. MarxF. Engels, Obras escogidas, tomo 11). No hy pues casualidad alguna en Ja sociedad sino tuna ley inquebraniable, que, casi como burléndose de la altiver humana, se manifiesta claramente en la vida del ‘pueblo mas caprichoso, el pueblo francés» (Prus, op. cit.) Pero alli donde en la superficie reina lo casual, éste se halla siempre regido por unas leyes internas secretas y slo se trata de descubrir esas leyes. Los hombres Eran su propia historia.) de ral manera, que cada cal ira. a sus fines personales, conscientemente persegui 05, y Ia historia constituye precisamente la resultante Bella Pras (847192 ext consierado como sno de Jos sritores de la época del latade realism Ye turatsmo polio, Sus obray mis conocidas son. Talka Uda me {eca)y Bl fran, ena titina novela llevada ta pantalla por el ‘eminente dector Kavealerowice, (Nel de estas multiples voluntades que actian en Tas distintas ‘ireeciones (..)» (Engels: op, cit.) ‘Los acontecimientos de los titimos decenios han en- riquecido en forma inatdita el campo de las experiencias {que se hallaban al alcance del investigador de la vida so- ial, Cuando se formé el sistema de conceptos y de pro- bblemas de la sociologia burguesa, cuando los pensamien- tos de Marx y de Engels se desarrollaron hasta conver- lisse en una doctrina grande y cohesionada, no se cono- cian atin las consecuencias sociales de Ia «segunda revo lucion técnica» (Ia electricidad y el motor de explosién) ‘que transformacon las formas de Ia vida colectiva en ef siglo Xx; y las perspectivas abiertas ante nosotros por la liberacion de la energia atomica, las perspectivas de una nueva civilizacién o de un exterminio masivo, no eran atin ni tan siquiera objeto de las novelas fantisticas y de anticipacién. No se conocian los campos de exterminio, fen masa, organizados por Jos representantes de una nas tiga que ostentaba uno de los primeros rangos en la his- toria de la eivilizacién europea, La visién de la emanci pacidn de los pueblos coloniales, en unos tiempos en que tl reparto del mundo entre las potencias europeas habia tocado a su fin, parecia en el mejor de los easos un sue: 0 ingenuo de unos utopistas humanitarios. No se cono- cia ningdn sistema social basado en 1a propiedad esta- tal de los medios de produccién, No se tenia atin una. experiencia ligada con la planificacién que sobre grandes extensiones del globo ha abarcado, en un sistema centra- lizado, integral, casi toda la vida econémica, incluida la produccién de los lamados valores culturales, englo- bando el derecho a disponer del material humano, el re- parto de los privilegios y las desventajas en Ia mas extensa escala y la transformacién premeditada de Ia es- tructura social La época en la cual en Jos medios burgueses' preva: leoia la ideologia liberal, y alli donde el socialismo en sus formas mas radicales accedia a la palabra como tna co- rnte emancipadora, esa época no percibia ese E de Ia técnica moderna. La técnica puso en manos de los hombres que ostentaban el poder politico medios gigan tesa de dominacin no aly sobre Ta natralena, 3 los pronsticos de los tedricos del siglo decimonono, fe ete tin de daminacien sobce cle, Sobre las masas humana. Frente a esas nuevas experiencias resulta dificil subs ‘raerse a Ia impresi6n de que las condiciones en las cia. les surgieron las teorias decimondnicas pesaron. sobre el ulterior desarrollo de les ciencias sociales. El liberar- se de las Formas tradicionales de conceptuar los fendme. 1n0s y de plantear los problemas en el terreno de los asun- tos humanos, el emanciparse de las sugcrencias impucs- tas por Tos marcos del aparato conceptual tradicional, no 8 cosa facil, incluso cuando el conservadurisino del pen. samiento tedrico no se halla velado por el caracter revo ucionario del programa practico y reforzado por las san clones de la ideslogia dominante, como ocurre en los pafses socialists, y aun cuando no es asimismo el reflejo de la nostalgia dei pasado, como sucede en los paises I berales contemporéneos, las concepeiones tedricas en el campo de las ciencias sociales se adelantaron a veces a la realidad de la vida onvirtiéndose de ese modo en una gua para los hombres de accién. En los periodos de transformaciones violen tas, el tedrico no logra aleanzar el ritmo de la vida. Las twansformaciones de la realidad son entonces mucho mas ‘épidas que el pensamiento reflenvo, cuyo ritmo de trans ion puede quiz sofocarse, y requiere entonces re cobrar largamente su aliento, Esta es, a lo mejor, la si tuacion en el dia de hoy. ‘la nueva fase de desarrollo», empleando el lengua- ie de Marx, que hoy plantea nucios problemas sociales de la mayor trascendencia, requiere nuevas hipotesis, nuc- os conceptos, nuevos métodos. Y Ia masa de nuevas ex. tan nuevas bajo puntos de vista tan esencia. Jes mueven asimismo a una nueva revisién del arsenal de hechos, como los que el pasado acumuls, En la historia de la ciencia ha ocurrido a menudo que ‘no prestaran la debida atenci fenémeno cualquiera, pese 2 que lo tuvieran en el Ambie to de sus experiencias, fenémeno que fue descubierto tan sélo cuando, en otra situacién, les sallaron a los ojos lunos fenémenos andlogos pero en una escala muchisimo ‘més extensa, Los scontecimientos a cuya tenor nos ve: ‘mos inclinados considerar los tiempos actuales como los comienzos de una nueva época son de una dimensién ‘an grande, en atencién a lo profindo de las transforma: ciones y a fa trascendencia de los efectos practicos, y te: nen um alcanee tan extenso en cuanto al numero de setes & ‘que conciernen y a la superficie del globo terréqueo que abarcan, que su andlisis es capaz de transformae tame bign nuestra concepcion acerca del pasado, Clertos fe. fnomenos, ciertas dependencias y circunstancias de las Spocas pretéritas pudieron escapar a nuestra atenelén, pese a haber sido importantisimos para la vida social también antiguamente; pudieron escapar a muestra atene cidn al hallarse velados por unos hechos y unas eifeuns: tancias que por entonces eran mas caracteristicos. Tam- bién es posible que se omitieran conscientemente en Jas amplias generalizaciones en aras a una mayor nitidez del ccuadro, por cuanto en aquel momento parecian ser cir: cunstancias accidentales y casuales, desprovistas de cual: uier significacién esencial. Ahora bien, el andlisis de los fenémenos caracterfsth 0s del mundo actual puede inducir asimismo a limitar el alcance general de los conceptos sociolégicos funda mentales o a recurrir a la obtencidn de generalizaciones de un nivel mis elevado a través de alguna sintesis de concepciones fundadas en las diversas experiencias. Asi ocurre por ejemplo con la fecunda y reveladora teoria del siglo pasado, segin Ia cual los antagonismos. de las clases sociales son el motor de la historia, cuando. deseamos aprovechar las experiencias que los Fundadores gel matsilismo histriea no iveon suiceneaeae La lucha entre las organizaciones propagadoras ideologia clasista en nombre de esa misma clase, mente después del alo 1917, 0 los procesos que. regimenes de un solo partido cobraron el Fe er eee et oe, eee ees eae ce ria re near oe oe Los sistemas de dependencia interhumana y el pric vilegio de Ia propiedad, las relaciones espontaneas y las relaciones organizadas en la estructura social, 1os tip0s de campos ideolégicos en los grandes conflictos sociales, Jas funciones de Tas ideologias sociales en la configura cidn de la vida social: tales son los viejos problemas que en este momento se quieren volver a examinar © cuando ‘menos a plantear nuevamente con la esperanza, a 10 me jor ilusoria, de que fos resultados de tales reflexiones in uzcan a emprender investigaciones coleetivas y sean de alguna utilidad para Ia busqueda de una solucién a los candentes problemas sociales que hoy dia nos acucian. Los sistemas de releciones interhumanas en Ia conciencia social Tal era fa intencion primera con la cual di comienzo a este trabajo en el invlerno de 1951, Mi trabaje estaba planeado para cna serie de alos. Dadas las condiciones fue entonces.prevalecian, ello constitu para el autor tina circunstancia.propicia, ‘Al acometer el andlisis de las telaciones inten fundamentales on la mis amplia escal, resultaba difell no interesarse por saber emo los hombres que forman las distintas colectividades pereiben Ta estructura de su sisedad Debid als racoes que saudamente se ad cir, opté por investigar los tipos principales de Ia €& tructura social y ts una reflexion dicta acerca de de cha estructura, percatarme de las formas que reviste el sistema de las felaciones humanas en la conelencia social, cn sus diferentes condiciones Estas bisquedas constituyeron tn trabajo auténomo intitolado sLa estructura de clases en la concieneja $0: cial, y cobraron Ia forma del libro actual. Creo que no hay por que temer el espectro de Ta hipdstasis que pesa sobre el término «conciencia social», si en un principto se aclara que utilizo Ia definicién cen’ Ia conciencia social» én tanto que expresién abreviada, por cuanto se tata - ‘este caso del contenido mental caracteristico, para deter ‘minades meiios, de los concepios, las figuraciones, las ‘convieeiones y valoraciones que les son més 0 menos co fmunes a los hombres de clertas esferas sociales, y que en Ta eonciencia de los diferentes individuos se hallan for ‘alecidos por In sugerencia reciproca, por el convenci- Imiento de que estan igualmente compartidos por los de- ‘mis miembros de ese mismo grupo. A tenor de esta ul fima eircunstancia, Ia expresién wen la conciencin social» ‘posee una comnotacion mucho mds rica que la expresion ‘fen Ia conciencia de los individuos que forman parte de ese mismo grupo>. ‘Los aspectos que Ia estructura social reviste a los ojos de los hombres que en ella participan son, para nosotros, importantes bajo varios puntos de vista: 4@) Uno de Jos aspectos de la estructura social exten samente difundidos es el factor de la situacién social, e! ual influye sobre el cardcter de las relaciones interhu: rmanas, 4b) Bl modo de concebir Ia estructura social, més 0 ‘menos generalizado en determinadas clases.o esferas, nos permite deducir sobre todo lo que salta a la vista de las gentes de esos medios en el sistema de relaciones, es de- Gir, lo que a sus ojos es lo més trascendental. A’ través dd las representaciones de las relaciones interhumanas, logramos penetrar los problemas vivos. ©) Suponienda que la confirmacién de ciertos aspec 40s de Ia estructura social, bajo ciertos puntos de vista ‘anélogos en los diferentes tipos de sociedades y en las distintas épocas hist royecte una luz sobre los Tasgos fundamentales de Ja estructura social en os sis temas de clases, nos hallamos de nuevo con que la com: paracién de los aspectos contradictorios o muy diferen- tes entre si de tuna misma estructura social facilita la pe- ‘netracién multilateral en el sistema de las relaciones im : Las diferentes representaciones de una mis- ‘a estructura social constituyen no solo una expresién diversas tendencias: representan tn capital de las distintas experiencia y observaciones resultantes de los diferentes intereses practicos. Por otra parte los conoci- mientos respecto de la estructura social, suelen profun- dizarse tan pronto como tratamos de esclarecer Ia diver sidad de los rasgos, buscando las causas de tales dife. rencias. Esto concierne no solamente a los aspectos am- bientales sino también a las concepciones contrapuestas de los teéricos. Asi, por ejemplo, resulta muy instructiva a este respecto Ja comparacién de la teoria marsista de Jas clases sociales con las teorfas de los sociélogos ame- rricanos, Pero el asunto se complica por cuanto entran en. juego tanto las diferencias de las tendencias sociales y de los intereses, como las diferencias del material. d) Finalmente, las representaciones de la estructura social, y muy espectalmente Jas representaciones que Pl- digramos llamar «socializadas» de la estructura. social, Son para nosotros importantes por cuanto condicionan directamente la ideologia social y los programas soci Tes, De esta manera, el revisar las concepciones de la es- tructura social en Ta conciencia social constituyé en su género un prolegémeno tanto para la investigacién con Fespecto a las sistemas de las relaciones interhumanas como para las indagaciones de tipo comparative acerca, del cometido de las ideologias sociales. Metaforas y contenido conceptual Una de las tareas que se plantean ante nosotros cuian- do queremos acometer el anilisis de las concepciones re- lativas a los problemas sociales, caracterfsticas para un medio determinado, estriba en percatarnos del. sentido, esencial de las metéforas generalmente difundidas. En. las reflexiones acerca de los problemas generales de Ia. en las discusiones sobre los tipo y los c las formas de los sistemas sociales 0 en las Investigaciones coneretas sobre la estructura social de los, diferentes paises, nos servimos generalmente y en ‘medida de una terminologia espacial. « : ; ee ec ae ee uence tees! ees a eee eis. ee Se ferencian por el lugar que ocupan en el sistema histéri ee Sees ee a reer crm 1 ali ee a a er dices 46 bastante claro para gue pudi¢ramos considerarlas Sexes semi aps Soa in cone edge ia ea reise de we Din 8 significado, debido a su uso repetido, se convierte en un significado’ corrience, volviéndase en cierto modo tndee cndiente de la primitiva signficacion: pero pese a ello como herencia de Ia metifora sigue conerrindost las asociaciones de imagenes que llaman ala intueiga, La intuicion por una parte, y la rutina por otf, hacen que normalmente no se sicnta la necesidad de pregune tar como cabe entender lo del «lugar en el sistema Je produccion> o Io de sla creacion de la superestruehira por la bases, maxime cuando dichas expresiones cuenta, su favor con Ta sancién de unas obras de la més alta autoridad o el ctiterio de la utilidad practica. ‘La pregunta respecto al sentido de las expresiones o de los términos corrientes en el campo de las elenclas sociales, siempre y cuando el que formula la, pregunta no se conforme con una ejemplarizacion a gufsa de tes pussta, suele ser peligrosa para la rutina del pensamiene to: no s6lo porque puede alterar el establetido orden operacional de las palabras sino tambien porque puede sacar a relucir nuevos problemas, que hasta @MtGnsee $6 hallaban velados por la pluralidad signficadora de los términos y la compactbilidad de los conceptos. Esto es lo que ocurre a veces cuando intentamos substituir las me taforas, Ins asoclaciones verbales e intultivas, e9a fk ‘ulaciones de un contenido conceptual sobre la base de tun andlisis de la realidad eoncreta, No se trata en este punto de eliminar todas las ‘metaforas del lenguaje de las ciencias sociales, sino, sencillamente, de esclarecer los conceptos indispensables para los anilisis acometidos, Sin embargo, st papel no se limita a las euestiones $6: minticas: a tenor de lo que dijimos hace un momento ello puede constituir un punto de partida muy propielo para la elaboracion de una problematic El concepto de Hemos aludido a las metéforas espaciales ion a Ia estructura social, El término mismo de » y Ja expresién «estructura social» provienen asi fnismo'del mundo de Ine felaciones espacales, Dado el papel que los conceptos de estructura social y de estruc fara de clases desompenan en nuestras reflexions vale Ia pena pararse a pensar en ellos un momento. Waves de a palabra westructaray en su sentido li feral entendemos xin sistema espacial de elementos, por fant nos eferimos en este trance Iss relaiones es piciales, considerndolas como en correlacién con un de ferminado sistema de relaciones 0 dependencias entre tales elementos o entre los distintos elementos y la tota- Jidad del sistema, La estructura de un edificio se halla caracterizada par la ubicacion de aquellos elementos que fasumen una funeién determinada bajo el punto de vista de In Finalidad de Ia construccisn (los pilares y los ar 0s de sostenimiento aguantan las bovedas, el tejado pre serva de la Muvia las partes interiores del edificio). La estructura de un organismo es Ia localizacion de Jos tejidos y los drganos que cumplen con determinadas funciones en los procesos vitales, La estructura de «ma obra pictérica consiste en Ia disposicién bidimensional de Jas manchas de color, cada una de las euales, con su ‘alidad y su forma, influye en Ja interpretacion de los demas espacios y en el efecto del conjunto de la obra En el sentido metaférico la estructura es un sistema de distancias interpretadas figuradamente y de rolacio- nies de este u otro tipo. Sobre la base de esta definicion aludimos, por ejemplo, a la estructura de la familia pa. tiarcal, dentro de la cual un parentesco més estrecho tune a los hijos con el padre que con la madre, y los, Jazos que unen al padre con el hijo primogénito del ‘sexo masculino son mas fuertes que los lazos que unen al padre con el resto de los hijos, y en ese. sentido ontraponemos esia estructura a Ia estructura de la fa milla melanesia, en la cual el esposo esti unido con los lazos més estrechos a la esposa, pero en la que nin: una relacién institucional lo vincula con sus propios hiv Jost en efecto, en esta organizacién familiar, el parien. 4e del sexo masculino mas cercano de los hijos es su 16 tio materno, mientras que su padre sélo est4 unido por tun parentesco mas cereano con los hijos de su hermana, Asi, pues, es factible concebir la estructura social en el sentido literal, espacial, de la palabra. Esto ocurre ‘cuando nos referimos al sistema espacial de los indivie duos 0 los grupos humanos en atencién a las relaciones sociales que existen entre ellos, Al aludir aquf al sistema espacial de los individuos y los grupos, nos queremos te- ferir a la magnitud, la localizacién y Ia configuracién de las poblaciones espaciales, a la densidad de la poblacion en las diversas partes dal territorio, a las Iineas de co- municaci6n, ete, El problema de una estructura social espacial asi interpretada, en Ia que los términos com cernientes a las relaciones espaciales (edistancias, «ais: Jamiento»,

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