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M.* ISABEL DEL VAL VALDIVIESO PASCUAL MARTINEZ SOPENA irs.) CASTILLA Y EL MUNDO FEUDAL HOMENAJE AL PROFESOR JULIO VALDEON I Con la colaboracién de DIANA PELAZ FLORES JUNTA DE CASTILLA Y LEON Consejeria de Culeura y Turismo UNIVERSIDAD DE VALLADOLID 2009 EXISTIO LA CRISIS DEL SIGLO XIV? CONSIDERACIONES A PARTIR DE LOS DATOS DE LA CONTABILIDAD DE LA CATEDRAL DE BURGOS Hilario CasaADO ALONSO Universidad de Valladolid En el afio 1970 el profesor Julio Valdedn Baruque publicaba un asciculo en la desaparecida revista «Anuario de Historia Econémica y Social» en el que analiza- ba la crisis del siglo XIV en Castilla a partir de las cuentas de la catedral de Burgos en 1352!, Tal trabajo suponia la primera aproximacién a una documencacién de indudable valor para la investigacién de la hiscoria econdmica medieval espafiola y europea, como son los Libros Redondos del cabildo catedralicio buzgalés. Estos posibilitan trabajar con datos cuantitativos precisos para un periodo donde este tipo de fuentes es muy raro, Como dice dicho profesor, «La riqueza de esta docu- mentacién es inagotable, pues permite conocer las luctuaciones de la produccin agraria en la didcesis burgalesa, aporta multitud de datos de precios de los més variados objetos, oftece interesantes noticias relacivas a los salatios y las condicio- ines de trabajo de los jornaleros, ecc.». Desde entonces y hasta hoy dia, a pesar de su riqueza informativa, ningin otro investigador se ha sumergido en el estudio de cha fuente documental. Unicamente los libros de los afios finales del siglo XIV fueron analizados por A. MacKay, aunque la mayor parce de su trabajo aborda cues: tones de la centuria siguiente’. Sieaacién que sé repite en gean parte de mis estu- dios, en los cuales el andlisis se inicia a partir de 1402 + Yaune6w, J, «Datos pa le hisrria socal y econdmica de la Casilla medieval. Los eneas de lx catedes de Burgos en 13520, an Anuar de Historie Exménica y Sal 1970, 0° 3, pp. 325-338, T Mucky, A., Money pics and politics in ffeantbcrtiry Cast, Londres, 1981. (Edicign espafio la, Granada, 2006) F Casa ALONSO, Hi, La propiedad leiitica ol ida de Burgos sgl XB abil cada sia, Valladolid, 1980. CasaD0 ALONGO, HL, «La construction A Burges ja fin du MoyenAge, prix fataness, en Caies de a Méierante, Niza, 1985, pp-125-149, Cas4b0 ALONSO, HL, Sos, Meraderet 10 HILARIO CASADO ALONSO. El profesor Valdedn establecia en dicho artfculo que los datos contenidos en las cuentas de dicho Libro Redondo de 1352 de la catedral de Burgos mostraban que las rencas de Tos canénigos se enconeraban en plena crisis. Sin embargo, tal afiemacién aque repite en posteriores trabajos, se basa exclusivamente en el estudio de las cifras de 1352 sélo, ocasionalmente, las compara con las de 1368. Frente a ello, el corejo Ge las cuentas de varios afios de los siglos XIN y XIV, ya que se han conservado dacos contables de 52 afios de esas cencurias, es lo que verdaderamente puede permicir sacar conclusiones sobre la ctisis bajo-medieval en 1a comarca y la ciudad de Burgos y, sabre codo, establecer su coyuncura. En estas paginas, por falea de espacio, abordaré exclusivamente el impacto de la denominada «crisis del siglo XIV» en Ia evolucién de las rentas urbanas del cabildo catedralicio burgalés. Ocras cuestiones, dada la amplitud del cema, las dejo para posteriores ocasiones. ‘En la mayor parce de los estudios sobre la historia econémica de Castilla en el siglo XIV se sefiala que dicha cencuria estuvo caracterizads por una fuerte recesién Se habla de los cambios climéicos; de las malas cosechas y las hambrunas; del gran impaceo de las pestes y de las epidemias, con la consiguiente fractura demogréfica; cde la depresi6n agraria; de las crisis de las actividades arresanales y comerciales; de Jos crastornos monetarios; de la cafda de las rentas sefioriales; del efecto de las gue~ tas y de los conflictos politicos; de las fuertes censiones sociales y de las tensiones Eenico-religiosas; de la crisis de las mencalidades y de la culeura; etc.’, En general, Ja casi totalidad de los estudios centran su atencién en el campo, mientras que el mundo urbano aparece muy desdibujado. En suma, lo acontecido en el tetritorio castellano serfa comparable a lo ocurrido en otras partes de Europa, donde la bibliograffa es inmensa. Segtin ella, la peste de 1348 marca el punto de ruptuta de tuna economia europea, que desde los iltimos decenios del siglo XIII escaba atrave~ sando por crecientes dificultades y que habia supuesto el fin de una fase de expan- sin de tres siglos. La crisis habia sido provocada por la incapacidad técnica de la agriculture para alimentar a una poblacin en constante crecimiento, Este modelo de inspiracién maltusiana, unido al aportado pot la teoria marxista, donde se incla~ yen los factores sociales y las presiones sefiotiales, han sido desde hace medio siglo 1y Composing, La comarca de Barges a fines ds ls Edad Matis, Valladolid, 1987. CAsaD0 ALONSO, H. 7 prodeccsbn agen, precios y coyuntara econdmice en las digests de Burgos y Palencia a fins de ts Bdod Meliss, en Studie Hittorze, Salamssca, 1991, vol. TX, pp. 67-107. Casabo Atoxso, H “crecimiento urbana y mvercalo inmobiliaio en Brags en el siglo X¥», en Merde miliary ai raj urkano eel Otcidete Expo (ugls X1-XY), Pernpions, 2007, pp. 631-689. 1 ysnoson Banu, J. sLa crisis del siglo xIV en Casilla: revisién del problema, en Reise de ‘a Unineridad de Madrid, 1971.89, pp. 166-167. VALDBON BARUQUE, J. «135 criss del siglo XIV en Ia Coruna de Catillar, en HibaL0 DE LA VEGA, M.*J. (ed), La Hittora em ef cones de as cioias bum snot) silos, Homenaje Marcle Vigil Pascual, Slaroanca, 1989, p. 233 Pee mora de referencia, vet, amén de lee ttebajoscitedos del profesor Valdedn, los artculos de ‘Vach TLoatnzd, A., «lecesion econémica y esi social de Castilla ene} siglo x1, en La ri om Jamia, Salamanca, 1995, pp. 33-55 y «La quiebra demografica de Casilla en la Baja Edad Media, “Redluiad o fecida viranbe, en Cuaderm de Historia de Espana, XXXVI, pp. 63-98; Monat, 8 ‘Mather finden Voki, unbagoiin y alias de clace a Castile, ght XIL-XIV, Madd, 1978. LT IT. {(ENISTIO LA CRISIS DEL SIGLO XV? u Jos predominances en la historiografia y, en mayor o menor medida, se han aplica- do al caso espaol. ‘Sin embargo, recientemente algunas de estas aseveraciones estin siendo revisadas, tanco por los historiadores anglosajones como por los mediterréneos, donde la comes- ializacién de la produccién agricola adquiere un papel central®, Como sefiala F. Menanc en un reciente libro’, «las hambres y las epidemias fueron frecuentes desde la Alta Edad Media y son el eeflejo de una economie dinémica, en constance trans- formacién, no siendo las crisis meros accidentes que habrian percurbado una econo- mia “frfa” que se restableceria simplemente volviendo a la sicuacién anterior. De abi que las incerpretaciones maleusianas y marxistas estén dando paso a explicaciones mds complejas, donde se resalran los cambios en las estructuras econdmicas, A la sali= da de una crisis, hay siempre perdedores, pobres, arruinados 0, simplemente, muet- tos; pero también ganadores que han sabido sacar provecho de la coyuntusa para aumentar su riqueza y su poder» [FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA CRISIS DEL SIGLO XIV: 1A CONTABILIDAD DE LA CATEDRAL DE BURGOS ‘Como he dicho en anceriozes trabajos mfos, la documentacién medieval y mode:~ na conservada en el atchivo catedralicio burgalés es una de las mejores y mas grandes del cetricorio castellano, Eneze sus diferences fondos se encuentran diversas secciones compuestas por numeroses libros de contabilidad, que contienen riquisimas infor- ‘maciones para la historia econémica, aunque también para la hiscoria social, politica y cultural de Espafia. Sin embargo, Ia dificultad y laboriosidad de su andlisis ban hecho que apenas hayan sido estudiadas por los historiadores. Aqui sefialaré las que son tciles para la investigaci6n sobre el siglo X1V. Fundamentalmente son dos series fos Cuadernos de Contabilidad Capicular y los Libros Redondos?. 6 Barnett, R. Hy The Commciaineton of English sity, 1100-1300, Cambiige, 1993 Cave, B. il), Ber be Black Death, Manchester, 1991. JORDAN, W., The Griat Famine. Princeton, 1992. Cause, B.M, 5. y BRITNELL, R. HL. (eds), A eommerialsing eommry: England 1086 to ¢ 1300, Manchesen, 1995. MASSCHAELE, J, Patan, mcbents ant mark: ulead trade in medsval Englend, 1150-1350. Noeva York, 1997. D¥EL, C, Making a Living in the middle ape: she pple of Britain 850- 1520. New Haven, 2002, Bnsrans, §.'R,, Frasdos and Growrb, The re of saws and markets in Baro 1300-1750. Londres, 2000. PALER0, Ly So#lapo camino sock preindtrili. Cit tro cane ane in Earp dal radia alla prin ed madkrna, Roma, 1957 T MawAant, F, «Crise de subsiserciay crisis agraias en la Edad Media: Algunss sflexions pre~ wise, en Outva HEURER, H.R, y BENTO I MONCH, P. (eds), Ces debssona y ois agrarias ev ke Eaad Masia, Sevilla, 2007, pp. 17-60. © Mansitta, Dy El Ante pial dele ctedeal de Burges. Bove ga y amar dsrpcin des foe iy, Burgos, 1996, VICARIO SANTANARIS, M. (dit), Cetdlgo de Anciva Hira de la Catedral de Barge, Burgos, 1998-2006. 14 vols. Bl calogo de pacte de sus fondos puede consultarse en el DVD: Decamentacin de dat sions liber 9 volimon. Archivo Histirico de la Catedral de Burs, Burgos, Gsjcirelo, 2004. Ott series contables, come los Tibros de Mayordomfa, los Libros de Rentas de Préstamos, los Libros de Hospital de San Laces y los Libros de Trojria son solo Giles pars estudiar el siglo XV y las RB HILARIO CASADO ALONSO La primera esté formada por 21 libros, cuyas fechas abarcan desde 1267 a 1528, Son libros hechos en pergamino, sin foliar, encuadernados con sélidas tapas de made- 1, de gran tamafio (95 x 75 centimetros) y peso. En sus hojas los mayordomos del ‘abildo anocaron las rentas que cobraban anualmente de cada una de sus posesiones, conforme el siguiente orden: logueros y censos de casa; molinos y pisones; censos y sencas de huervas y huertos; vias; heredaces y heredamiencos; rentas mayores (dere~ cchos eclesifsticos, privilegios, juros de heredad, diezmos, etc.) y rentas varias, Para ‘este trabajo he recogido toda Ia informacién que, sobre bienes urbanos, se contiene cn los seis primeros cuadernos, donde se encuentran las ciftas de 35 afios del siglo XIV, aunque algunos se encuentran en mal estado o estn incompletos. Por su parte, los Libros Redondos (1352-1853) servian para anotar los gastos ¢ ingresos y, a partir de ahi, proceder a su reparco entre los diferentes capiculares, segtin su asistencia @ coro y los beneficics que cada uno disfruraba, Aunque fundamentalmente su fancién eseaba destinada a anotas las salidas y los gastos de la mesa capicular, en sus folios aparecen las cuentas de ingresos en especie de las heredades y los tercios, asf como un resumen general de las rentas percibidas en dinero, Pero, de la misma manera, entre los diferentes aparcadas de gastos escaban los del «rehasimiento», donde se anotaron las inversiones que en construccién y reparo de casas se hacfan anualmente; el «des- pendimus», donde figuran las limosnas, gastos en comidas y ottos expendios diver- sos; el «costo de la cera»; el gasto de los trabajos en las vifas; la «costa de las troxes y la bodega»; lo que ganaon los canénigos, beneficiacos y demi personal catedrali- io; la venta de los cereales no reparticos entre los capitulares; etc. Todos ellos per- imiten obrener cifras acerca de precios y salatios, sobre las condiciones laborales y las flucruaciones de la produccién agraria. Se han conservado 16 libros del siglo XIV, aunque contienen informaciéa de 20 afos, En suma, estas dos series contables, ya que en algunos momentos se solapan unos aiios con otros, me han permitido obtener cifras de las reatas catedralicias de 42 anualidades del siglo XIV, aunque, como he sefialado, fas cuentas de algunos aftos escén incompletas o deterioradas, lo que imposibilica su leceura, datacién y estudio", Sin embargo, las cifras obtenidas permiten aproximarnos de manera bastante precisa al andlisis de la evolucién de las rentas catedraticias de Burgos durante el trescientos ys partir de ahi, poder hacer estimaciones sobre la coyuneura econémica de dicha ‘enturia, Pero, al mismo tiempo, la existencia de dichas cuentas supone un hecho insélito en el conjunto de la documentacién que se ha conservado para el tertitorio de la Corona de Castilla, donde no abundan las fuentes cuantitativas para los siglos XIll y XIV. De abi, si cabe més, la imporcancia de los datos numéricos que presenta- ‘mos, ya que clarfican bastantes cuestiones sobre la crisis del siglo XIV. ‘centurias siguientes. Lo mismo ocwsre coo los Registros, que comprenden dos spas de dacumencacin ‘Siferre la Actas Capituaresy los rgittos noariales del escibano capitalar, pero cayo primer ideo ‘comienza en 1391 "Las cuentas de los 13 aes conservados del siglo Xi tienen una mayor complied contable, iplomitica y paleogifics, por lo que deje su anslisis pera una furara ocasién, (SXISTIO LA. CRISIS DBL sIGLO XIV? 3 LAS RENTAS DE LA MESA CAPITULAR BURGALESA SN EL SIGLO XIV El patrimonio de la catedral de Burgos en el siglo XIV no era muy diferente en su composicién al que tends en el siglo siguiente y que ya estudié en mi tesis de licenciatura'!. Sus ingresos procedian de tres tipos de fuentes: las propiedades inmue- bles, los derechos de sefiosio civil y eclesidstico, y los derechos de escola. El primer ‘gnupo comprende los percibidos por las casas, molinos y pisones, censos y rentas de hhuertas, las heredades, las vifias y censos sobre solares situados inera y extramuros de Ia ciudad. El segundo lo forman las Rentas Mayores (derechos eclesidsticos, diezmos, sefiorfos, etc). El dltimo son los ingresos cobrados por las entradas de los beneficia- dos, las oftendas y derechos sobre fiestas y memorias. ‘Desde el punto de vista contable, los mayordomos del cabildo agruparon todas estas rentas en vircud de cémo se percibjan: en dinero o en especie (fanegas de trigo y cebada). Salvo las rentas de las heredades y de los tercios, ef resto lo etan en dine- ro, Desgeaciadamente, sélo podemos conocer las sumas cocales de diches reneas en aquellos aftos donde se han conservado Libros Redondos -a partir de 1352-, ya que cen fos Cuadernos de Contabilidad apenas se anoraron los ingrtesos obtenidos en espe- Cie, Caleulanda sus canvidades en los afios en que es posible, mediante la transfor~ mmacién de las cifras de pan mediado a dinero, segtin los precios de los cereales en cada anualidad, he comprobado que encre el 62% y el 80% de los ingresos catedralicios burgateses lo fueron en dinero. Su evolucién, aunque sometida a las légicas fluctua clones provocadas por las oscilaciones de los precios de los cereales, ¢$ ligeramente ascendente a lo largo de la seguada mitad del siglo XIV. Pero, como sefalé ancerior= mente, el andlisis detallado de la evolucién global y de las caracteristicas de cada una dle las rentas capiculaces en dicha centuria supera ampliamente limite impuesto en este trabajo. Habré otra ocasién y lugar para hacerlo. Ahora me decendré exclusiva ‘mente en las renas procedentes del alquiler de las casas que el cabilde catedsalicio tenia en Ja ciudad de Burgos en dicho siglo, LA EVOLUCION DE LAS RENTAS DE LAS CASAS, HUERTAS Y MOLINOS DE LA CATEDRAL DE BURGOS EN EL SIGLO XIV La clecci6n de estudiar este tipo de rentas viene motivada por dos razones. En pti- mer lugar, analizar la evolucién de patrimonio y del metcado inmobiliario urbano de los candnigos en ef siglo XIV, ral como ya he hecho para la cencuria siguiente, es tun magnifico observatorio paca entender uno de los aspectos més desconccidos de la ‘econom(a feudal, Por un lado, mientras que abundan los crabajos que analizan, desde diferentes pautas metodol6gicss, los patrimonios rurales de Ja nobleza o de determi- 1 CasaDo ALONSO, Hy La propiedad lessen, pp. ST-A3T) 2 Cxsapo ALONSO, Hi, Le pnpiidad eledita.., CASADO ALONSO, HL, «Crecimienco urban y mercado ineobiliaio en Burgos en el siglo XV» 14 LHILARIO CASADO ALONSO nadas instiruciones eclesidsticas, apenas conocemos las caracrerfsticas de la gestiGn de sus propiedades urbanas, Muchos medievalistas cuando hablan de renea feudal, en realidad sGlo se estén refiriendo a lo que acontecfa en el manda rural, mientras que To que ocurrfa en las ciudades se ignora absolutamente, cuando no se desdefia. Gran parte de esta ausencia pienso que hay que atribuirla a un err6neo planceamiento de partida, que piensa que las rentas urbanas en la época preindustrial se movian por tcoquemas de tipo capitalista, similares a los del mundo contemporiinco. De ahf que, las mas de las veces, cuando se estudian las propiedades urbanas se haga de manera descriptiva, citindose el ntimero de posesiones urbanas, el volumen de sus rentas, pero nunca se analiza su gestién y muchos menos los mercados de compra-venta y de Alquiler que fuubo en las ciudades en los tiempos medievales. Por el contrario, ral como estin demosttando los estudios de los modemnistas, el estudio de las rencas tuzbanas es muy esclarecedor de los cambios acontecicos en las sociedades preindus- triales. Iguaimente, en el caso concreto que estoy analizando, la crisis del siglo XIV, [permite abordar su faceta urbana, la gran olvideda en ta historiografia espafiola, Pero hay una segunda razén que justifice que haya escogido el estucli ucién de las renas de las casas para investigar dicha crisis: sus ingeesos supontan a To largo del erescientos en tomo al 30% del total de lo que cobraton los candnigos Y i afiadimos a fos alquileres y censos de casas [as rencas ce los molinos y las huer- cas siruadas en fas vegas del Vena y el Arlanzén, el porcentaje se inccementa en un 5%. De hecho, después de los ingresos decimales, eran la mayor fuence de recursos de los que disponian los capitulares. La cealidad es que Is situacién que nos encon- tramos en el siglo XIV no es muy diference a la que habré en el XV. ‘Alo largo de esta centuria, la mesa capieular poseyé toda una serie de posesiones ‘urbanas sobre las que percibia ingresos. La mayor parte de las propiedades eran casas, situadas en los diferentes barrios de la ciudad, més una serie de bodegas, tiendas, ban- ‘cos de carniceria y unas trojes, siendo su media a Io largo del crescientos de unas 390 lunidades-renta, Tal suma indica, como han sefialado diversos aucores, que ya desde el siglo XII! el cabildo fue el mayor propietario de bienes inmuebles urbanos de Burgos, situsci6n que mantendrd hasta finales del Antiguo Régimen"®, Todos estos bienes ‘escaban explotados mediante contratos de alquiler a corto plazo y, sélo, una minima parce mediante censos enfitéuticos. Aparte de dichas posesiones tenia, también, cerca Ge 160 solares, sobce los que cobraba censos, localizados en las vegas del Vena y del “Arlanzén, en el atrabal de S, Pedro, a la puebla del capiscol, a la pueble eejadilla, a la puebla del prior Juan Ibéfiez, en las zonas de ensrambos-puentes, en la coscera de partes de agua, en cantatranas Ja mayor, en las plazas de ambios mercades y alrededor cde la cerrajeria y del sarmencal. Sin embargo, dado que la mayor parte de ellos ests- ban concedidos mediante censos enfitéaticos, la evolucién de sus rentas permanece ceseancada alo largo del siglo, Orra cosa distinta es su valor estratégico de cara al fucu- + Onreca VaLeénent, J, «Geogratia histrice de un especio feudal: ls cegid de Burgos en le dad Modine, co Burgor nla plows Edad Media, Burgos, 1994, pp. 15-31. CRESPO REDONDO, J Lae li ded espace urban th Barges durante la Edad Masi, Busges, 2007 el {BRISTIO LA CRISIS DEL SIGLO XIV? 15 ro, ya que, aunque en el siglo X1¥ eran espacios ain no edificados y no conformados cespacialmente ~a pesar de estar localizados a intramuros~, sexéa los procagonistas de la expansién urbanistica de los siglos XV y XVI. En sume, el panorama del patri- ‘monio inmobiliario del cabildo cacedralicio bucgalés en el siglo XIV noes muy dife- rente al que cendrd en el siglo siguiente, donde diche institucién fue la duefia de la sexee parte de las casas que habia ea Burgos. De ah el valor que tienen las ciftas de {a contabilidad catedralicia para el estudio de la historia econémica y social de la ciu- dad en la Edad Media, ya que no se dispone de otra documentaciéa de semejante cali- ad cuanticativa y cualitativa, Junta a dichos bienes inmuebles la mesa capicular posefa otras posesiones eisti- «cas que pueden ser englobadas de alguna manera dentro de su patrimonio urbano. Me ‘estoy refiriendo a los molinos y huertas que tenia en corno + la ciudad e, incluso, jneramuros de ella, Son unos 17 molinos, localizados en Ia vega del so Atlanz6n, ‘Villayuda, Gamonil, Malatos y Santa Gadea; y unas 30 huertas. Por su proximidad a Burgos por la condicién social de sus inquitinos, considero que la evolucién de sus rentas estaba condicionada por los influjos de las actividades econémicas urban. De ahf que las estudie junto a los alquileres de las casas. Pera lo més inreresante, desde el punto de vista del andlisis de la crisis del siglo xiv, es ver Ia evolucién de todas estas rentas a lo largo de dicha cencuria. En el [APENDICE y en el GRAFICO 1 he sefalado su trayectoria. Como se puede apreciar, la tendencia fue ligeramente ascendente a lo largo del siglo, no aprecindose descensos 0 ascensos significativas. Quizfs son més representativos estos tltimos, aunque creo aque hay que atribuirles « cuestiones contables, al agrupat los mayordomos del cabil- do en un determinado afo los atzasos correspondientes a afios anteriores. Pero, lo que ‘std claro es que no hubo fuertes caidas de las rentas urbanas, que reflejen graves momentos de crisis. Unicamente, se aprecia desde mediados de la década de 1340 hasta el afio 1368 una tendencia descendente, pero ésta no es muy acusada ni mucho ‘menos catascréfica. Es posible que en algunos de los afios, en Ios que no disponemos de informacidn, hubiera fuertes caidas, pero Estas fueron compensadas posteriormen- te, Pero lo que es indudable es que a partir de 1370 el cabildo catedralicio de Burgos comenz6 a percibir progresivamente mayores ingresos cada afi, iniciéndose un ascenso que continuard en el siglo XV. En conclusi6n, estas cifras indican de manera clare y cuantitetiva que el pacrimonio inmueble urbano de la catedral fue muy poco afectado pot la crisis del siglo XIV. A lo sumo, en torno a mediadas de la centuria ppudo haber arravesado por algunos problemas, pero estos fueron pasajeros. A partic del tercer tercio de la centuria las rentas urbanas inician un proceso claramente asces- dente, que es comparable con el que ocurriré en el siglo X¥, una época caracterizada en ef valle del Duero y en Burgos por el crecimienco econémico™ No he ealeuade los ingresos de estos censos sobre slares, ya que por su ségimen de tenencio, sus rentas apenas evolacionaron. Pot otro lado, pot la misma re2dn no sabemos si esiaban edifiados o ran simplemente solates vacios. TS Casnb0 ALONSO, H., Selon, macedan y campeins 16 HILARIO CASADO ALONSO EVOLUCION DE. LAS RENTAS URBANAS DEL CABILDO . CATEDRALICIO DE BURGOS xs cee , ¥ eS fa amen meio oo con * | Sin embargo, las rentas que aparecen reflejadas en la contabilidad catedralicia escén expresadas en moneda de cuenta, el maravedi, y sélo, en concadas casos, en ‘monedas metdlicas (doblas, florines, reales, marcos, coronadles, novenes, cruzados, blancas, ez.). Tal hecho nos debe hacer ser precavidos en sacar conclusiones répicas. Bs conocido que el siglo XIV fue una época de fuertes alteraciones monetatias, con devaluaciones y revaluaciones de las monedas existences, aparicién de otras nuevas, fetc., merced 2 las fluctuantes politicas monetarias de los reyes, en gran parte moti- vvadas por los numerosos vaivenes politicos y bélicos aceecidos en dicho siglo'S, Los canénigos burgaleses no reflejaron los cambios monetarios mAs que en los libros de cuentas de Ia tilrima década de siglo, por lo que es imposible calculat el valor del maravedi en oro 0 en plata’’. Tampoco poseemos datos de otros lugares de Castilla sobre el valor del maravedt en relaci6a con las monedas metélicas en circulacién Cuando existen son muy puncuales y no permiten reconstruir una serie de paridades Tal situacidn me impide poder convert las rentas nominales, expresedas en marave- dies, en rentas reales, expresadas bien en monedas mecilicas o por su valor en geamos Taps QuesaDa, M. A.,

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