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La curva de arranque del motor es de suma importancia en los ajustes de las protecciones de sobrecorriente,
ya que se debe procurar que el dispositivo de protección actué lo más rápido posible al tiempo que se debe
garantizar que este no opere como consecuencia del arranque del motor. Para construir la curva de arranque
de los motores se debe tener presente lo siguiente:
La magnitud de la corriente de arranque del motor, a pleno voltaje, depende de su diseño NEMA
(National Electrical Manufacturers Association NEMA MG10-2004), la cual relaciona las
características de velocidad y torque para los motores de baja y media tensión; por ende, previo a los
ajustes de protecciones es importante conocer esta información de placa de los motores. La tabla 1
muestra los valores de corriente de arranque y sus usos típicos para los diferentes tipos de NEMA.
Corriente de rotor
TIPO NEMA bloqueado (veces la Aplicaciones típicas
corriente nominal)
A No definido
Requisitos de torque bajos:
Ventiladores, sopladores, Bombas
B 6-8
centrífugas y compresores.
Tabla No 1.
Cuando un motor arranca a tensión reducida, o con variación de voltaje y frecuencia, se reduce
considerablemente la magnitud de la corriente de arranque. Lo ideal es conocer este valor bajo dichas
condiciones, el cual puede ser suministrado por el proveedor de los equipos arrancadores de motores.
En caso contrario, se ha encontrado que para motores arrancados por VFD´s y “arrancadores suaves”,
los valores de la corriente de arranque no son superiores a 3 y 4 veces, respectivamente, el valor de
la corriente nominal de placa.
CORRIENTE NOMINAL
CORRIENTE DE ARRANQUE
El ajuste de la función 50 debe ser instantáneo (sin retardo de tiempo), permitir el arranque del motor
y contar con un ajuste de umbral lo más bajo posible. La IEEE Std 242-2001, recomienda que para
las unidades que arrancan a tensión de red, el ajuste de la protección instantánea se debe fijar entre
11 y 13 veces la corriente a plena carga, considerando el tipo NEMA del motor y el valor de la corriente
de arranque (este último valor depende de la corriente de rotor bloqueado, de la componente
asimétrica en la energización, de la frecuencia y simultaneidad de arranques, y, de la caída de tensión
en los terminales del motor al momento del arranque). Por otro lado, si el motor arranca a tensión
reducida, o con variación de voltaje y frecuencia, se recomienda ajustar la protección instantánea en
1.75 veces la corriente de arranque definida por el elemento y/o sistema encargado de arrancar el
motor.
La protección contra sobrecarga de motores puede ser provista por relés, interruptores o térmicos
bimetálicos. En cualquiera de los casos el umbral de la función 51 debe ser escogido de acuerdo a la
corriente nominal de placa y al factor de servicio del motor, teniendo presente que en estado de
régimen el motor no debería operar con una sobrecarga superior al 5%.
El máximo retardo de esta función, es limitado por la clase NEMA del motor, mientras que el mínimo
retardo lo limita el tiempo de aceleración. Dado el caso que se desconozca el tiempo total de
aceleración del motor, la curva de operación del dispositivo de protección debe ser lo más cerca
posible a la máxima que resiste el motor.
La gran mayoría de los motores de inducción no cuentan con un neutro conectado a tierra (estos
motores poseen interconectados sus devanados en delta o estrella flotante), por lo que las corrientes
de secuencia cero que podrían llegar a circular por un motor, son las debidas a las corrientes de fuga
por las “capacidades shunt” y estas deberían ser muy bajas; por ende, la presencia de una corriente
apreciable de secuencia cero en el motor indica un daño grave en el mismo, por ejemplo la ruptura
del aislamiento; de acuerdo a lo anterior, esta función debe estar ajustada al mínimo posible. Dado lo
anterior, no se considera viable proteger al motor contra sobrecarga en la corriente de secuencia cero
(51G), en cambio, la protección contando solo con la de tiempo definido (50G) es la más recomendada,
siendo esta última la más rápida.
El método más eficiente y preciso para detectar las corrientes de tierra en el estator es el que utiliza
los trasformadores de corrientes toroidales, en donde los tres conductores que alimentan al motor se
pasan a través del toroide que censa directamente las corrientes de secuencia cero; bajo estas
condiciones, es recomendable ajustar el Pick up de esta función al 10% de la corriente nominal de
placa. Cuando la corriente de secuencia cero es censada mediante la conexión residual de los CT’s,
la sensibilidad del dispositivo de protección queda limitada por la relación y saturación de los mismos;
bajo estas condiciones es recomendable ajustar el umbral de esta función entre el 20 y 25% de la
corriente nominal de placa.
Independiente de la manera en que se determinen las corrientes de secuencia cero del motor, se
recomienda ajustar un retardo de 100ms para evitar que esta protección actué como consecuencia
de las componentes asimétricas que se presentan al momento de la energización del motor.
Una de las condiciones externas que afectan la integridad del motor es el desbalance en la corriente,
normalmente debido a un desbalance del voltaje, la cual debe ser debidamente identificada ya que
de persistir puede causar el daño total del motor. La condición de desbalance implica una corriente
de secuencia negativa (que depende del grado de desbalance y del modelo de impedancias de la
máquina) circulando al interior de la máquina (tanto en el estator como en el rotor). Como
consecuencia, se incrementa las pérdidas en el estator, se induce corrientes en sentido opuesto en
el rotor que, además de poner en riesgo la integridad del mismo, ocasiona un pequeño torque en
sentido opuesto al giro normal del eje del motor; resultando todo lo anterior en el derrateo de la
máquina. De aquí la importancia de implementar esta protección sobre todo en los motores de mayor
tamaño y/o principales del sistema.
Para definir los ajustes de esta protección se debe tener presente que su operación se basa en la
diferencia de magnitud entre las corrientes de línea, más no en la diferencia de desfase, además, de
acuerdo a lo mencionado anteriormente, se requiere disponer de la información concerniente a las
características constructivas del rotor. Debido a que normalmente no se cuenta con esta última
información, una recomendación genérica consiste en ajustar esta protección en 20% con un retardo
que supere en algunos segundos el tiempo de arranque, si el dispositivo de protección permite ajustar
una segunda curva de tiempo definido, se recomienda un ajuste del 40% con un retardo de 0.5s; por
otro lado, cuando el dispositivo de protección dispone de una curva de tiempo inverso se recomienda
un ajuste del 10% y una característica de curva de tal forma que a un desbalance del 30% el tiempo
de operación supere el tiempo de arranque.