Está en la página 1de 2

Inicio

- Activación para despertar el cuerpo


- Trabajo en pareja de danza coordinada de manos
- Construcción de frase en pareja: Armar una frase explorando los rincones del cuerpo
que no están acostumbrados a mover
- Abrazo-útero

J: Oye, ¿y a ti también te pasó?


L: Si. Caleta de veces.
J: Cuándo?
L: Bailo desde pequeña, y he podido observar, sentir y pensar muchas cosas
respecto a mi cuerpa, y el sentir el del otro, el trabajar en conjunto, y también hacer el
contraste de lo que ocurre en ese mundo con el mundo del colegio, o de un camarín
de un gimnasio, o en una playa. Es terrible que nos sintamos seguros en la lejanía, la
soledad, nunca habitar la intersección, el encuentro, y la aceptación.
J: Demás. Yo he tenido pudor, ese rechazo que compartimos muchos a lo natural de
nuestros cuerpos. Sentir que estoy de visita, que no puedo cagar, mear, eructar, tirarme
peos, sudar, mancharme mucho la boca comiendo, limpiarme los dientes, la nariz o las
orejas. Me he sentido abyecto, externo, como mal puesto
L: Pareciera como si el cuerpo tuviera que estar velado, tapado, como si tuviésemos
que sentir vergüenza de él, de vivirlo, de sentirlo. De encontrarnos po. Abandonarlo,
vivir en la cabeza, sin pies, sin manos, sin codos. Y, peor aún, sentirnos feos, gordos,
vivir con culpa por tener rollitos en el abdomen, como mujeres, no poder tener las
pechugas y el poto muy grandes o muy chicas, tener que maquillarnos si no tenemos
el cutis perfecto, que nos miren feo y con asco si no nos depilamos.
J: Que un hombre no tenga músculos marcados. La vergüenza es un movimiento defensivo,
como si nos impidiera posibilidades de experiencia. Un día, en el liceo, me amarraron y me
arrastraron por los pasillos de cuarto medio. Todo el mundo se reía, algunos se
preguntaban cómo me dejaba hacer eso, y es que no me dejaba. No sé por qué pensaba
que no tenía otra posibilidad que sentirme castigado por ser como era, por verme como me
veía
L: Es que si habitas cualquiera de esas etiquetas, no eres aceptado. Y tenemos
vergüenza, nos llenamos de ropa y adornos cubriendonos la vergüenza, mirando con
envidia al que no la tiene, como si fuera superior. Y lo más probable es que se crea
superior. Y si no logramos escondernos bien, me mirarán feo y lo comentarán, y
posiblemente lo escucharé de vuelta y mi autoestima baje más aún, queriendo
esconderme más..
J: El cuerpo está intervenido no sólo por los discursos que nos modelan, está intervenido
por nosotros y nosotras mismas. Nos modelamos, nos acomodamos, o resistimos. Y estoy
en esa, resistiendo
L: Ocupando espacios que amplifiquen nuestras posibilidades, que nos permitan
subvertir estos discursos, habitar también lo que el mundo considera feo, gordo,
grande, chico, insuficiente, innecesario, bizarro, aberrante. Hay pocas formas de
tensionar la realidad que no sean complacientes
J: Si. Pienso que hay que dejar a un lado esta idea de que el arte debe ser bello, debe ser
necesariamente placentero y agradable. Hay weas que me tienen chato, y me da rabia, y
quiero que eso se vea en cómo me muevo, en lo que expreso. Es lo que tengo dentro, ¿o
no? Porque la otra opción es velarlo, es callarlo y eso si que es ser cómplice de lo charcha
de este, mi mundo
L: Igual una forma de velarlo y callarlo es impedirle conectar, encontrarse y vivirse
con otros y otras. Tocar al otro, masajearse el cuerpo o simplemente abrazar o
hacerse cariño, todas esas cosas son transferencias de energía super hermosas y
necesarias, te aportan amor, y se ha demostrado que es algo que funciona para evitar
deprimirnos, para andar de mejor ánimo, sin embargo, hay muchas personas que
nunca han realmente abrazado a alguien, que no conocen lo hermoso de sentir esa
energía.
J: O que no consideran un abrazo como un gesto reivindicativo. Un abrazo puede ser todo
lo subversivo que se quiera. Y no tiene por qué ser hermoso: Puede ser desarmado,
desbaratado, triste, puede ser miles de cosas. No hay estándares para lo que dos cuerpos
pueden hacer en un encuentro. Ese abrazo puede abrir cosas que habían estado cerradas,
puede permitir asegurarme de que no me van a traicionar cuando llegue el momento de
prender algo en alguna calle. Eso también es un movimiento que necesita encontrar
espacios de protección, de cuidado. Y si, puedo permitirme confiar en una declaración, pero
el movimiento que implica hacerme parte de un mismo fluir, de una lucha compartida,
requiere de hacerme consciente de lo que se mueve, que soy yo, es él o ella, son nuestros
cuerpos expresándose
L y J: Sentir
L: Para mi, todo movimiento es danza, el arte está en sentir, en lograr percibir tus
músculos, quererlos, moverlos, conocer las posibilidades de nuestras articulaciones
funcionando por si solas, en conjunto con las otras, y con las capacidades
musculares del cuerpo, y fluyendo manejando todo ello, claro que es algo que se
trabaja, que es lo que hacen los bailarines de cualquier estilo, cuando descubres lo
maravilloso que es, lo placentero que es explorar tu cuerpo, luego no querrás dejar
de hacerlo.
J: Es generar la conexión que posiblemente este perdida con tu cuerpx, pues al cuerpx
recibe todos los estimulos, y se manifiestan en el , te avisa cosas que debes saber, por ello
debes aprender a escucharlo y hacerle caso. Saber cuando esta cansado, cuando necesita
mas movimiento, cuando necesitan ciertos musculos estirarse, cuando otros ​necesitan
crecer, activarse, oxigenarse, cuando falta agua, nutrientes, etc.
L: No es una herramienta, una cosa que se ocupa, es el lienzo completo y los lápices,
el escenario, y lo que pasa en el, es donde ocurre todo
J: ​Soy dueñx de mi cuerpx y mi cuerpx es mi dueñx , habito mi cuerpx, no lo escondo, lo
acepto y lo amo, respeto el de los demás, comparto amor.
L y J:
Eliminar la vergüenza y desenredar los tabúes

También podría gustarte