Lo eterno e insondable del misterio de Dios uno y Trino, que se manifiesta en la creación, en la acción salvífica del verbo, a la cual fue responsablemente asociada María, y de la presencia santificadora del Espíritu Santo, persiste operante a través de la historia, pues ese conjunto de realidades acaecidas constituye una unidad que abarca a todos los tiempos y lugares. El acto creador de Dios y la Encarnación del hijo, la acción del Espíritu Santo y la asistencia maternal de María no se clausuran en un periodo puntual y limitado de la historia, sino que lo transcienden y se perturban alargándose en el tiempo hasta que cabe hablar de contemporaneidad. Pues bien, la iglesia es la institución que acusa esta presencia del Dios revelado, puesto que actualiza y presencial en el tiempo al Verbo de Dios, la persona divina de Jesús de Nazaret, redentor de la humanidad que se hizo carne y habito entre nosotros. La eclesiología resume el estudio teológico de ese proyecto salvador de Dios y lo hace presente en la historia, es pues un tratado teológico de síntesis dado que la iglesia no es una realidad cerrada sobre si misma, sino que procede del designio salvador del Dios Trino y es como la actriz y el espacio donde se gesta y se aplica la salvación alcanzada por Cristo, el hijo eterno de Dio, que, mediante el Espíritu Santo, se hace hombre en el seno de maría La iglesia es el espejo en el que s e refleja el proyecto de Dios sobre la humanidad después del pecado de origen el cual trastoco sus planes originarios sobre la eterna creación, por ello, la eclesiología estudia ese plan concreto salvador divino, al tiempo que explica como la iglesia es el vehículo por el cual tal proyecto se lleva a término. Dado la importancia de la iglesia y su íntima relación con la persona de Jesús y consecuentemente con la historia de la salvación es cometido de la teología exponer su naturaleza y su rico contenido al tiempo que el empeño de la eclesiología es desentrabar la finalidad que Cristo le ha asignado y explicar los medios para alcanzar esos fines. Dado que en la actualidad también la existencia de la iglesia es rechazada por algunos es preciso justificarla con institución por Jesucristo antes de exponer su naturaleza, el primer limite de esa denuncia llega incluso a demandar un cristianismo din iglesia tal con reclama el eslogan, Cristo si , iglesia no, afirmación sin sentido, dado que la iglesia no se explica desde sí misma, sino quedado la persona de Cristo y como continuador de su misión salvífica y no solo con obra de Cristo, sino también del Padre, bajo la acción del Espíritu Santo. Esa pretendida independencia entre Cristo y la Iglesia que proponen esas tendencias admiten grados diversos que aquí no es posible especificar detalladamente. En síntesis estas son las mas significativas algunos consideran a la iglesia como algo ajeno a los planes originarios de Cristo, otros afirman que tiene si origen en necesidades sociológicas de la época, hay quienes sostienen que es una adulteración de cristianismo tal como se vivió con rigor en los primeros tiempos por lo que niegan un papel decisivo a la iglesia jerárquica y
Pedro Bryan Gómez
Seminario Diocesano de Matamoros Doctrina Cristiana y teológica
apuestan por la denominada, “iglesia de base “o del “pueblo”, en la que la institución y,
más en concreto, la jerarquía mantenga una mera función de servicio, sin autoridad de dirección jurídica ni de enseñanza oficial. Es evidente que este conjunto de circunstancias al tiempo que corrige las diferencias adheridas en el archa del tiempo significo una nueva recuperación de valores eclesiales y un enriquecimiento del ser mismo de la iglesia. Pero algunos contraponían esta dinámica de la vida eclesial con la institución romana, enrocada en el Estado Vaticano, lugar del que emanaban leyes, que convertían a la iglesia en una institución social monolítica a fuerza sometimiento a la ley. En concreto lo que despierta sospecha en algunos en si la iglesia como institución externa y como entidad jerárquicamente organizada, debe su origen a un designio divino o surgió debido a circunstancias históricas que demandaban que los creyentes se organizan, con el fin de hacer más eficaz la vida de los bautizados. En este supuesto, se niega el origen divino de la eglesia y se la interpreta como un fenómeno histórico, variable en el tiempo y sometido a los vaivenes de la historia.