La compactación de suelos – una medida de construcción bien
conocida – puede ser observada a diario en diferentes tipos de obras,
tales como zanjas para tuberías, cableductos, cimientos de edificios,
soportes de puentes, obras viales, aceras, etc. Y en muchísimos otros
tipos de obras.
Mediante el empleo de equipos de compactación pequeños,
livianos y de manejo manual, o también equipos autopropulsados de
hasta varias toneladas de peso, se introduce trabajo(energía) en
suelos removidos o de relleno.
El objeto de hacer actuar una fuerza sobre el suelo – formado
por componentes sólidos y espacios vacíos(poros) llenos de aire o
agua – es el de reagruparlo y consolidarlo con el objeto de reducir a
un mínimo los espacios vacíos.
Este proceso de la disminución o minimización de los espacios vacíos por medio de la
acción mecánica de las maquinas de compactación es el llamado proceso de compactación. Durante este proceso son mejoradas diferentes características del suelo, con un aumento simultáneo del valor de la densidad del mismo