AliriaVileraGuerreroOrientacion Como Labor Profesional2011

UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL TÁCHIRA. INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO.
PROGRAMA de Maestría: Orientación Psicológica

Educativa. UNIDAD CURRICULAR: Planes y Programas de Orientación Psicológica y Asistencia Educativa. Profesora: Dra. Aliria
Vilera Guerrero. Período académico: mayo- junio de 2011. Ensayo Trabajo Mimeografiado.
Orientación como labor Socio Profesional Integradora transformadora: aportes

desde un compromiso ético reflexivo en acción
Dra. Aliria Vilera Guerrero

Doctorado en Ciencias Sociales-Universidad Central de Venezuela
Educadora-Orientadora
Universidad de los Andes-Venezuela
Departamento de Orientación y Psicología
cvilera@gmail.com
I.- Aspectos iniciales en el pensar reflexionando
En relación con la temática central de este breve ensayo, queremos destacar como
interés particular el hecho de aportar algunos planteamientos generales en torno a la función
social de la Orientación como labor socioprofesional trasformadora; función que asumimos
desde una perspectiva analítica reflexiva de condición integradora. En ese entendido,
consideramos muy necesario asumir una perspectiva de consciencia activa hacia la propia
condición socio profesional de la Orientación; es decir, indagar e interrogarnos con respecto a
quiénes somos, qué queremos ser, qué funciones cumplimos y cuáles son los principios de
compromiso ético social que guían nuestro quehacer y praxis profesional. Se trata, de la
importancia de nutrir la propia esencia del SER profesional, ético y espiritual que, en el caso de
nuestra labor social, debe estar animado por la lucha incesante para participar activamente con
sentido emprendedor comprometido con la defensa de los principios democráticos, el respeto
a los derechos humanos y la construcción de sociedades pacificas con miras a un mundo mejor,
próspero y de bienestar para todos en igualdad de oportunidades.
Entonces, espero que estos aportes sean integrados a otras soluciones en conjunto,
donde todas las ideas que, a partir de las reflexiones aportadas en este ensayo, puedan surgir
como alternativas desde un pensar plural, pero, que nos permita encontrarnos. Animamos, por
tanto, a los profesionales orientadoras y orientadores a enriquecer los puntos de vistas, iguales
y diferentes; pero, aspiramos como realidad imprescindible, que exista una positiva disposición
Vilera Guerrero, Aliria (2011). Ensayo Trabajo Mimeografiado para el Curso: Planes y Programas de
Orientación Psicológica y Asistencia Educativa. Programa de Maestría: Orientación Psicológica Educativa.
1
UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL TÁCHIRA. INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO. PROGRAMA de Maestría: Orientación Psicológica
emocional e intelectual para pensar con sentido de amplitud al momento de afrontar los retos
que la historia presente en la sociedad del siglo XXI nos demanda en nuestro quehacer
profesional. Indudablemente, reconocemos que todos tenemos lugar dentro de nuestra
experiencia en la labor social que realizamos y, además, algo importante que proponer en
cuanto al tema en cuestión.
De allí que, sólo ofrecemos, en estas líneas, algunas señales por donde poder transitar
esas nuevas maneras que el emerger de hoy nos exige al momento de pensarnos en la
profesión de Orientación y en la labor social que directamente nos atañe.
II.- Aportes desde un compromiso ético de reflexión en acción

Hoy comprendemos, que en la historia que nos acontece, social y culturalmente, la
Orientación pasa a ser una labor centrada en los procesos de desarrollo humano con sentido
integral y, por tanto, multidimensional. Una labor que debe ser contextualizada con la vida
humana de modo interrelacionar, en conexiones múltiples y de diversidad de opciones que
impone la sociedad transmutada y cambiante de la revolución infotecnológica, las economías
integradas mundialmente, las transformaciones sociopolíticas y la importancia del crecimiento
personal desde estados de racionalidad cognitiva emocional y afectiva que demandan una
conciencia activa de las personas, grupos y organizaciones.
Debido a lo indicado anteriormente, es que insistimos en que la función profesional de

la orientación de hoy, es integradora (Vilera, 2006). Una labor socioprofesional implicada
dentro de una compleja red de relaciones sociales, de reconfiguraciones culturales activamente
producidas por nuevas experiencias de socialidad entre los seres humanos, que son complejas,
tales como los efectos de la globalización, la mundialización, paradojas entre lo global y lo local,
incertidumbre, emerger de nuevos paradigmas y procesos de diversidad (multicultural,
intercultural, pluricultural y transdiciplinariedad). Son evidencias del nuevo acontecer mundial
que dan cuenta de cambios y transformaciones en los modos de vida y coexistencia humana en
2
todas las sociedades. Son nuevas realidades para la labor socioprofesional de Orientación;
hecho que, requiere un abordaje transformacional de la acción orientadora.
En el caso de Venezuela, la praxis socioprofesional está exigiendo de una nueva matriz

racional y epistémica, necesariamente, vinculada con el sentido y razón del ser del ejercicio
laboral. Un ejercicio que, consideramos, necesariamente, está signado por la necesidad de
hacer valer la importancia de la profesión de orientación en diversos contextos de acción social,
fundamentalmente, ante la necesidad hacer valer los derechos humanos universales, los
cuales, ante las emergentes realidades dan cuenta de visiones de tercera generación que
refieren la cultura y ética de la solidaridad (UNESCO, 2005); así mismo, ser profesionales
comprometidos con la construcción democrática participativa, la formación de ciudadanía en el
marco del Estado de deberes y derechos, la institucionalidad responsable, el cuidado ético-
ecológico hacia todos los seres vivos, el futuro generacional y con el planeta (PNUD, 2009,
Objetivos del Milenio, 2000; Carta de la Tierra, 2000; Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, 1999).
En tal sentido, destacamos la importancia de la función social de la Orientación, pero,

ello implica estar hurgando en esa esencia deontológica acerca del Ser Profesional, del sentido
de la acción orientadora y de los significados de pertinencia implicados en el quehacer de las
funciones que caracterizan cada área de intervención (Bisquerra, 2000; Repetto, 2003;
González, 2007; Vilera, 2008); sin obviar, la visión de agentes de cambio implícito en el deber
ser de la profesión (la praxis en cohesión teoría, práctica y modelos de intervención/
participación); mismo que abogamos debe estar vinculado con visiones transformadoras; es
decir, hacia la vida plena, en armonía integral, de beneficios y óptima calidad de vida,
individual y colectivamente.
Lo expuesto anteriormente, atiende a situaciones de gran trascendencia al momento de

hacer valer la importancia de la profesión mostrando competencias, habilidades, destrezas y
3
capacitación específica dentro de las diversas funciones implícitas en cada área de intervención,
específicamente, en el ámbito psicopedagógico: orientación en los procesos de enseñanza y de
aprendizaje (aprender a conocer, saber y aprendizaje de por vida), orientación profesional
(aprender a hacer/emprender y transformar), orientación a la diversidad (procesos
transversales éticos valorativos), orientación para la prevención y el desarrollo (aprender a ser,
aprender a convivir, a crecer en plenitud de existencia). En el entendido de que esos procesos
de acción orientadora en la labor social y ética, se integran con criterios de calidad sustentados
por principios de acción profesional, tales como: pertinencia (académica científica y social),
eficiencia y eficacia. Son criterios que determinan el compromiso de la labor social de la acción
orientadora, como profesión y como función, en atención a las realidades institucionales,
sociales y éticas que demandan la sociedad en general, los contextos específicos, las
regulaciones legales y las dinámicas interrelacionales humanas en función del bienestar
multidimensional, el desarrollo humano sostenible, la ecología integral y la cultura de paz
(PNUD, 2010; Metas Educativa 2021-OEI, 2010; Tuning América Latina, 2003; Repetto, 2002;
Informe Dakar Educación para Todos –EPT-, 2000).
Cónsono con tales señalamientos, queremos destacar que, es desde nosotros mismos,
los profesionales de la orientación, quienes tenemos el deber de reflexionar para tomar
conciencia activa y poder comprender cómo interpretamos y concebimos esas realidades
sociales, éticas, ideológicas políticas, educativas, organizacionales y sociocomunitarias en
donde estamos ejerciendo nuestra acción profesional orientadora; es decir, los contextos de
acción. A partir de allí, intentar responder a las preguntas ¿Cuáles son nuestras
responsabilidades socio profesionales? ¿Para qué nos sirven las teorías científicas, los
acontecimientos emergentes y las propias experiencias personales en el quehacer de las
funciones profesionales que nos ocupan cotidianamente? ¿Comprendemos al servicio de qué
tipo de ideales de cambio y de transformaciones sociales, éticas políticas, culturales y humanas
estamos realizando nuestro ejercicio socio profesional y ético? ¿Están claras las propias
convicciones y principios valorativos personales y profesionales? ¿Qué debemos aprender de
las propias realidades contextuales que determina la sociedad del siglo XXI? ¿Cómo hacer para
respetar y valorar la diversidad a partir de las diferencias, como efecto de la no discriminación,
evitar exclusiones y defender las libertades y pluralidad de formas de pensar? ¿Qué tipo de
4
desarrollo humano creemos y defendemos? ¿Qué tipo de sociedad, derechos y deberes,
aspiramos y estamos construyendo con nuestro ejercicio profesional?
Si estamos conscientes de nuestra condición de profesionales, titulados y certificados,

y en capacitación permanente, en consecuencia, debemos tener claro cuáles son los fines,
propósitos y sentido de nuestra praxis socioprofesional; entonces, debemos también
comprender de qué se trata nuestra función social cuando decimos que los procesos de la
acción orientadora están comprometidos en el ámbito psicopedagógico con la formación
integral dentro de los fines de la educación; en ese contexto, hacer valer que los profesionales
de la orientación somos agentes de cambio en función de transformar, emancipar y liberar con
sentido del valor al ser humano, de su dignidad y de la convivencia hacia el bienestar colectivo,
individual y de la sociedad en general. Pero, es necesario que sepamos cuáles son los principios,
funciones e indicadores que estructuran organizadamente el quehacer y praxis ética social que
consideramos adecuada para ejercer la praxis profesional y, desde esa claridad del marco de
acción profesional, poder contribuir con efectividad en el desarrollo de esa formación integral:
cognitiva, afectiva, social, ética y espiritual; la cual, en la educación contemporánea, es una
exigencia y compromiso de responsabilidad social innegable.
Al respecto, es imprescindible conocer, comprender y analizar las normas jurídicas que

regulan nuestro deber y función social y, con ello, los indicadores de calidad del ejercicio
profesional. A tal efecto, es imprescindible estar conociendo y comprendiendo los significados y
razón de ser que están presentes en las exigencias curriculares desde donde se establecen las
políticas educativas del país; con ello, los lineamientos oficiales dentro de dichas políticas que
son deber de los profesionales de la orientación. Por supuesto, ello supone y, también, exige
que tengamos los fundamentos científicos que son la base de nuestra praxis orientadora, y,
además, lo que nos permite hacernos valer como profesionales, intelectuales, investigadores,
con sensibilidad y ética socioprofesional; por demás, integrados con argumentos sustentados
en las diversas experiencias de la acción orientadora y, con ello, del tipo de aporte social que
realizamos al servicio de los más nobles ideales de justicia social, igualdad, oportunidades y
desarrollo de capacidades en los seres humanos; es decir, valorar y creer en el ser humano, sin
distinción de raza, sexo, género, etnias, condición socioeconómica, entre otros.
En el caso de las bases teóricas científicas que hacen referencia a los diversos modelos o
enfoques de la orientación psicopedagógica; bien sea, modelos de asesoramiento o consulta,
de programas, de desarrollo de la carrera, de prevención y desarrollo humano, de intervención
sociocomunitaria, de tecnologías de la información y la comunicación (TIC); entre otros,
consideramos necesario destacar que debemos reflexionar, crítica y relacionalmente, cada uno
de los modelos existentes y, también las nuevas tendencias emergentes, en cuanto a
5
problematizar las diversas conceptualizaciones, principios, métodos, procedimientos y técnicas
que cada modelo o enfoque describe. Es muy importante, interrogar sus contenidos y
relacionarlos con los contextos concretos donde desarrollamos nuestra labor socioprofesional
orientadora, con el fin de no dejar de lado la pertinencia social y el impacto hacia las realidades
de intervención conforme lo demanda el propio entorno social, cultural y humano donde se
ejerce la acción orientadora. Es decir, analizar el sentido (por qué y para qué) de esos
fundamentos (epistemológicos, teóricos, metodológicos, técnicos y procedimentales) y de su
utilidad en las áreas de acción orientadora psicopedagógica; en tal caso, hacer adaptaciones y
ajustes, o, simplemente, crear modelos propios producto de las mediciones y validaciones
investigativas aplicadas, de condición cualitativa y etnográficas que tengan lugar.
En ese contexto de análisis reflexivo de la labor socioprofesional integradora,

consideramos importante dar cuenta de algunas consideraciones generales en cuanto a tomar
en cuenta los aspectos siguientes:
-Sistemas de representación, conceptos, creencias y experiencias profesionales que han

determinado y determinan un modo de ser y de actuar, por ende, de realizar la planificación de
la acción orientadora, distribuir los contenidos y evaluarlos. Esa situación, en sí misma, es
controversial y dilemática; exige, a su vez, revisar y estar consciente cuál es el proceso de la
acción orientadora en función de los fundamentos teóricos científicos que se asumen, cómo es
considerado en los contextos relacionales dentro del ámbito psicopedagógico donde se labora;
cuáles son los principios valorativos otorgados y cómo se comprende y recibe la atención
brindada desde la acción de orientación.
-Los temas y programas, con sus contenidos, cómo se concretan en el contexto de realidades
humanas, sociales y culturales. Es decir, interrogar su pertinencia, utilidad y aplicabilidad. A
respecto, tiene lugar interrogar lo que se hace en cuanto a si el mismo es un proceso de
condición reproductiva instrumental o, por el contrario, es de condición transformacional,
integradora y de crecimiento humano con significado de plenitud y calidad de vida.
-El tipo de historia y narrativas que caracterizan la vida escolar cotidiana; los rituales que
condicionan el quehacer educativo; las dinámicas académicas que influyen en ese proceso de
formación integral hacia el estudiante; con ello, todos los factores determinantes que influyen
en el desempeño académico estudiantil. En este punto, es obligante reflexionar si la formación
integral: cognitiva, afectiva emocional, social, ética y espiritual está implicada con los fines de la
educación en cuanto a formar un ser humano crítico, sensible, innovador, transformador; y,
además, de conducta ciudadana democrática, cívicamente responsable y éticamente
comprometida. Esa interrelación, genera compromisos que implican comprender la acción
6
socioprofesional de la orientación en el marco de deberes y de derechos, además, del valor y
defensa de las libertades humanas, la cultura de paz y de solidaridad.
Lo que intentamos aportar con esas consideraciones anteriores, es que la labor

socioprofesional de la acción orientadora debe ser integradora. Involucra ello, comprender el
compromiso ético social de la profesión, así como también, la eficacia y calidad de servicio en el
contexto educativo y psicopedagógico haciendo valer, en todo momento, el respeto hacia los
derechos humanos universales y defender la dignidad humana. En consecuencia, consideramos
que es en la praxis de la acción orientadora, donde debe originarse, día a día, el hecho de
hacernos conscientes profesionalmente de ese marco de derechos dentro de toda condición
educativa y, por tanto, creemos que se inscribe en una reflexión sistemática y en una ética
responsable comprometida con las libertades, la voluntad y el desarrollo humano personal de
modo integral con consciencia de autonomía para la toma de decisiones y que, a su vez,
conlleva a sensibilizarlas en el valor y en el respeto a la vida en interrelación con otros, en tanto
condición social inherente a los seres humanos, con el fin de responder a la promesa del
bienestar común, igualdad, justicia y equidad.
El punto que intentamos destacar como proceso reflexivo entre quienes somos
profesionales de la educación, orientadores e investigadores, atiende a una invitación para
transformar la praxis de la acción orientadora y el quehacer socioprofesional desde una
responsabilidad integradora, de compromiso por el bienestar y las libertades humanas, el valor
de la justicia y la no discriminación. Para ello, requerimos de la necesidad de ser
emprendedores, proactivos, capacitados y motivadores desde un camino de aceptación hacia
los nuevos retos y sentido de oportunidad que implica la nueva sociedad del conocimiento.
Pero, eso implica que debemos saber dónde estamos, qué queremos y hacia dónde queremos
ir. Identificar todas las fuerzas del poder opresor y de las desigualdades que se imponen.
Como ilustración, haremos referencia al siguiente proverbio romano:
“Si quieres enseñar latín a Pedro, primero tienes que saber latín; segundo saber quién es Pedro;
tercero conocer quién le enseña a Pedro; cuarto dónde está Pedro y quinto dónde va Pedro”
(Litwin y Edelstein, 2004).
Por lo que, comprender quiénes somos profesionalmente los orientadores, implica una
postura de formación profesional perenne con visión clara para el ejercicio ético social y el rol
de agentes de cambio; la cual, en sí misma, es cambiante, dinámica y de interconexiones. Esa
formación profesional, en el ámbito psicopedagógico, exige de competencias, capacidades,
dominios y desarrollo de destrezas en los procesos siguientes:
7
- Acerca del conocimiento del Currículo en cada nivel y modalidad del sistema escolar.
- En los principios que rigen la acción orientadora y, con ello, los modelos o enfoques que
sustentan la labor socioprofesional.
- Acerca del marco de representaciones, conceptos, perspectivas de abordaje y estudio de
necesidades o áreas prioritarias establecidas en el plan general de la institución donde
se labora. A partir de allí, estar informado de las acciones correspondientes a las
funciones del servicio, departamento o del profesional de la orientación.
- En el contexto y modos de representación simbólica, normativa jurídica, ideológica
política, lingüísticas – discursivas, institucional y mundo de subculturas en interacción.
- En cuanto al sentido y código de significados que determinan los actos de interacción
social y narrativas culturales que desafían la acción e intervención del profesional de la
orientación y el personal de apoyo; con ello, la importancia de desarrollar competencias
múltiples y habilidades profesionales: cognitivas, socioafectivas, personales, culturales y
sociales. El demostrar competencias, generales y específicas en las áreas de orientación
y de tutoría, permitirán rendir resultados efectivos porque se especifican los criterios de
desempeño profesional en relación con los conocimientos académicos científicos,
metodológicos y prácticos.
- En las diversas interrelaciones determinadas por los procesos de integración
comunicacional electrónica, económica, políticas, organizacionales y dinámicas de
cambio de la vida contemporánea en la sociedad del siglo XXI, las cuales, retan de modo
determinante el Ser Profesional, el quehacer y la capacitación de los profesionales de la
orientación.
III.- Elementos a considerar en la revisión de los modelos o enfoques de la acción orientadora.

Grosso modo, lo siguiente:
-Representante o precursores. Tiempo sociohistórico y realidades culturales del momento.
-Fundamento Epistemológico (perspectiva u origen), visión de vida, de sociedad, de valor

educativo y psicopedagógico.
-Conceptualización y terminología básica que identifica enfoques teóricos, modelos y prácticas.
-Leyes y principios que rigen la teoría. Ir más allá de los condicionamientos técnicos
reproductivos enmarcados en ideologías de dominación, opresión y absolutismos.
-Método y estructura que conforman la operacionalización de los enfoques.
-Procedimientos y Técnicas que permiten su aplicabilidad en la praxis de la acción orientadora.
8
Al respecto, Bisquerra y Álvarez (2001), consideran importante comprender que: “los modelos
no son compartimientos estancos, sino que se complementan mutuamente en una misma
intervención orientadora y tutorial. A una determinada combinación de estos modelos, que es la
que consideramos más apropiada al sistema educativo actual, lo vamos a denominar modelo
psicopedagógico” (p. XXI).
No obstante, siempre tendrá lugar hacernos la pregunta con respecto ¿A quien servimos?
¿Desde dónde pensamos y justificamos nuestra labor profesional? ¿Qué sistema de
representación modela nuestro ser y quehacer profesional? ¿Orientamos para la libertad y el
valor de la emancipación con bienestar o, por el contrario, somos reproductores sometidos a
sistemas represivos? ¿Orientamos o desorientamos?
Aliria Vilera Guerrero.

Mayo-Junio/2010
Referencias:
-Bisquerra (Coord.) (2001). Manual de Orientación y Tutoría. Barcelona-España: Ediciones CISS-
PRAXIS- Educación.
-Bisquerra y Álvarez (2001). “Introducción”. En Bisquerra (Coord.) (2001). Manual de
Orientación y Tutoría. Barcelona-España: Ediciones CISS-PRAXIS- Educación, pp. XXI- XXII.
-Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999). Caracas-Venezuela: Textos
Legales.
- González Bello, J. (2007). “La orientación en América Latina. Fortalezas, Debilidades,
Amenazas y Oportunidades”. Revista Iberoamericana de educación. N.º 49 (2009), pp.
163-179. España.
-PNUD (2010). Informe Regional para América Latina 2010: Actuar sobre el futuro. Romper la
transmisión intergeneracional de la desigualdad. Nueva York, USA: PNUD.
-PNUMA (1993). Carta de la Tierra. Declaración Rio de Janeiro. Brasil: Centro Carta de la Tierra.
Recuperado: http://www.earthcharterinaction.org/content/
-Informe Dakar (2000). Educación para Todos –EPT. Foro Mundial. Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura: UNESCO. Recuperado de:
https://www.right-to-education.org/es/resource/marco-de-acci-n-de-dakar
-UNESCO (2005). Protección y promoción de la Diversidad y la Solidaridad. La Conferencia
General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura, en su 33ª reunión, celebrada en París del 3 al 21 de octubre de 2005.
-Vilera Guerrero, A. (2008). “Desarrollo humano y sentido de existencia: abordajes de una
orientación transformadora”. Revista de Teoría y Didáctica de las Ciencias Sociales. N.
13. pp. 29-52. Mérida, Venezuela: CDCT ULA. Disponible en: http://www.ula.ve
-Vilera Guerrero, A. (2000). “Tiene sentido hoy en día hablar de enseñanza”. En Memorias del
Evento Nuevas estrategias para la enseñanza de la Historia en la Escuela Básica. UPEL,
Caracas: Editorial Tropykos, pp. 9-25.
9
10

AliriaVileraGuerreroOrientacion Como Labor Profesional2011

Cargado por

Información del documento

Título original

Derechos de autor

Formatos disponibles

Compartir este documento

Compartir o incrustar documentos

Opciones para compartir

¿Le pareció útil este documento?

¿Este contenido es inapropiado?

Copyright:

Formatos disponibles

AliriaVileraGuerreroOrientacion Como Labor Profesional2011

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL TÁCHIRA. INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO.

PROGRAMA de Maestría: Orientación Psicológica

Orientación como labor Socio Profesional Integradora transformadora: aportes

Dra. Aliria Vilera Guerrero

I.- Aspectos iniciales en el pensar reflexionando

II.- Aportes desde un compromiso ético de reflexión en acción

Debido a lo indicado anteriormente, es que insistimos en que la función profesional de

En el caso de Venezuela, la praxis socioprofesional está exigiendo de una nueva matriz

En tal sentido, destacamos la importancia de la función social de la Orientación, pero,

Lo expuesto anteriormente, atiende a situaciones de gran trascendencia al momento de

Si estamos conscientes de nuestra condición de profesionales, titulados y certificados,

Al respecto, es imprescindible conocer, comprender y analizar las normas jurídicas que

En ese contexto de análisis reflexivo de la labor socioprofesional integradora,

-Sistemas de representación, conceptos, creencias y experiencias profesionales que han

Lo que intentamos aportar con esas consideraciones anteriores, es que la labor

Como ilustración, haremos referencia al siguiente proverbio romano:

III.- Elementos a considerar en la revisión de los modelos o enfoques de la acción orientadora.

-Representante o precursores. Tiempo sociohistórico y realidades culturales del momento.

-Fundamento Epistemológico (perspectiva u origen), visión de vida, de sociedad, de valor

-Conceptualización y terminología básica que identifica enfoques teóricos, modelos y prácticas.

-Método y estructura que conforman la operacionalización de los enfoques.

-Procedimientos y Técnicas que permiten su aplicabilidad en la praxis de la acción orientadora.

Aliria Vilera Guerrero.

También podría gustarte