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Etica de los valores y Coherencia Existencial

Noción de Valores:

Valor es la percepción de algún bien, es decir, valor es el bien en cuanto apetecido. Polo advierte, que
tanto las éticas racionalistas como la ética axiológica no llegarán a ser suficientes en cuanto olviden el
papel indispensable de la virtud. También afirma que el hombre se rige a su vida atendiendo a dichos
valores vitales, dejándose llevar a menudo por sus emociones y de esta manera pierden de vista su
propia virtud, ya que renuncia a investigar lo que puede hacerle mejor y solo se preocupa por atenerse a
los objetos hoy en día más atractivos.

Coexistencia y compatibilidad de diferentes valores:

La coexistencia de valores diversos en un mismo sujeto suscita la cuestión de su compatibilidad


respectiva y posteriormente la del diverso estatuto con el cual cada uno de dichos valores se coloca en
la afectividad del sujeto.

La existencia de conflicto de valores en un sujeto y la solución que ante estos conflictos se adopte,
permite adivinar cuál es el estatuto de primacía concedido a cada uno de dichos valores.

Jerarquías de valores:

Se dice que un sujeto tiene cierta jerarquía de valores porque algunos de estos valores prevalecen sobre
otros cuando surge alguna situación crítica en la cual el sujeto se ve obligado a elegir, según dichos
valores, de modo que alguno de los objetos valiosos deba ser sacrificado.

La jerarquía de valores, es de hecho susceptible al cambio.

La autocoherencia como valor:

La coherencia existencial sería una suerte de metavalor, pues consistiría en aferrarse con uñas y dientes
a una precisa jerarquía de valores, contemplando como traición imperdonable del sujeto consigo
mismo, admitir cualquier variación de dicha jerarquía.

La evolución y el cambio son características de la vida del ser humano, el cual no llega a ser conciencia
absoluta del absoluto, si no que vive como un ser constitutivamente histórico, como un ser que procede
por tanteos, que avanza y retrocede, que acierta y se equivoca.

La autocoherencia como unidad de vida:

La coherencia profunda de un sujeto humano, puede tener tanto la forma de una continuidad con los
valores, como también la ruptura de los mismos.

El hombre puede autotraicionarse tanto por inmovilismo como por mutación.

Formas de autocoherencia:
Esto nos lleva a constatar que las actitudes de coherencia o de fidelidad en el terreno axiológico no
pueden ser caracterizadas solo formalísticamente. Para definir la coherencia razonablemente, es preciso
investigar en cada caso la naturaleza de aquello a lo que el sujeto se adhiere o de lo cual se despega, es
preciso verificar también si realmente y en concreto vale la pena tal adhesión o tal desapego.

Fidelidad y coherencia:

La cohesión de esta coherencia depende de la fuerza y calidad del amor que le inspira.

Fidelidad a Dios:

La fe religiosa solo es un acto ético cuando el hombre tiene a Dios por encima de todas las cosas. Solo
quien es el Bien absoluto, puede garantizar de modo absoluto la eticidad de la jerarquía de valores que
el hombre fiel aceptará como absolutamente válida.

La autocoherencia del fanático:

El fanático no cree que la inteligencia sea un patrimonio común de la humanidad en la cual deben
fundarse las relaciones sociales. Por eso sus palabras no pueden ser razonables ni razonadas, si no solo
persuasivas e impulsivas: su discurso público se apoya sobre lemas y no sobre razones.

Fe religiosa "versus" fanatismo

La fe religiosa se enraíza en la conciencia de una relación interpersonal con el absoluto, el cual, siendo
igualmente verdad frontal, suscita en el creyente un amor original por la capacidad intelectual del
hombre. Sin embargo, el fanático se limita a apostar su vida entera a una opinión vehemente que él
coloca en la cima de su jerarquía de valores.

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