Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Parado de espaldas
En la misma posición de "firmes", y observe la simetría de la columna,
hombros, escápulas, crestas iliacas, pliegues glúteos y de las rodillas, cuando
se mira por la espalda, la columna debe estar recta, La pelvis debe estar bien
alineada horizontalmente.
Inclinado
La facilidad del movimiento, la orientación de la columna y las escápulas, y las
curvaturas de la columna.
Por detrás, la columna entera debe observarse convexa, regular, las vértebras
deben permanecer en la línea media y las escápulas a la misma altura, en una
misma línea horizontal.
De perfil, con el sujeto inclinado hacia delante, la columna entera se observa
como una curva regular.
2. Palpación
Palpe los músculos de las cinturas y pelviana, después de su
inspección, para descartar dolor, tumefacción o atrofias musculares.
Palpe la columna vertebral con la punta de los dedos. Se puede realizar
con el paciente sentado, de pie o en decúbito prono, note si hay algún
aumento de volumen, dolor o deformidades.
Se debe comprimir y desplazar lateralmente las apófisis espinosas,
tomándolas entre los dedos índice y pulgar, en busca de dolor.
Posteriormente, hacemos compresión de los puntos que se encuentran
entre dos apófisis espinosas, a 2 cm a ambos lados de la línea media
(emergencia de las raíces nerviosas), comprobando si hay o no dolor.
Luego, se palpan los músculos para espinales para descartar
espasticidad muscular y se golpea ligeramente a todo lo largo de la
columna, con la superficie cubital de su mano, con un dedo o con el
martillo percutor, para descartar la existencia de cualquier dolor.
3. Exploración de la movilidad: se explora la flexoextensión, la inclinación
lateral derecha e izquierda, y la rotación derecha e izquierda.
Flexión: Con el mentón trate de tocarse la horquilla esternal.
Extensión: Alejar el mentón de la horquilla esternal lo más posible.
Flexión lateral: Con cada una de sus orejas trate de tocarse cada
uno de sus hombros.
Rotación: Tratar de tocar el hombro con el mentón.
Circunducción: El paciente con su cabeza deberá describir en una
y otra dirección.
3. Exploración del dolor.
4. Maniobras especificas: permiten evaluar la afectación radicular; se realizan las
maniobras de Lasegue, de Neri y de Naffziger-Jones.
Exploración del hombro
Se explora con el paciente preferentemente de pie. Comprende los siguientes
pasos:
1. Inspección: Se observa la posición del hombro, posibles deformaciones
(luxación, fractura), la presencia de atrofias musculares (deltoides,
supraespinoso, infraespinoso), y el estado de la piel, en particular la existencia
de equimosis en la cara interna del brazo (rotura del tendón largo del bíceps).
2. Palpación: Se valora el calor local; se investigan los puntos dolorosos y se
examina la posición de la apófisis coraeoides, la articulación acromioclavicular
y el surco acromiohumeral.
3. Exploración de la movilidad: Se explora la movilidad activa, pasiva y contra
resistencia.
Exploración del codo
Para la normal movilidad del hombro deben estar indemnes las siguientes
estructuras:
Articulación glenohumeral: Articulación constituida entre la cabeza del
húmero y la cavidad glenoidea de la escapula.
Articulación acromioclavicular: Entre acromion y extremo lateral de la
clavícula.
Manguito Rotador: Formado por los músculos supraespinoso,
infraespinoso, teres menor y subescapular. Envuelven la articulación
glenohumeral.
Comprende los siguientes pasos:
1. Inspección: Se observa de preferencia la cara posterior del codo, con el
propósito de apreciar los relieves, que pueden estar borrados a causa de
tumefacciones; se investiga la presencia de nódulos (artritis reumatoide),
tofos (gota) y placas de psoriasis.
Simetría y desarrollo de las masas musculares de ambos hombros.
Se observa la posición del hombro, posibles deformaciones (luxación,
fractura), la presencia de atrofias musculares (deltoides, supraespinoso,
infracspinoso), y el estado de la piel, en particular la existencia de
equimosis en la cara interna del brazo (rotura del tendón largo del bíceps).
Edema
Definimos al edema como el incremento clínicamente aparente del volumen del
líquido intersticial.
El diagnóstico del edema se realiza buscando la depresión de la piel y tejido
celular subcutáneo al presionar con un dedo contra un relieve óseo (signo de
godet o de la fóvea). Debe buscarse en las extremidades inferiores, en la región
sacra, o en el caso de ser localizado en cualquier región.
Los elementos a tener en cuenta en la valoración del edema son los siguientes:
Distribución
Consistencia
Coloración
Temperatura
Sensibilidad
Exploración de la columna vertebral: reglón cervical.
Movilidad: flexoextensión y lateralización. La
flexoextensión se explora con el paciente sentado. Se le
indica que baje la cabeza, hasta tocar con el mentón la
horquilla esternal; si no la alcanza, la flexión está
limitada. A continuación, se le pide hacer el movimiento
opuesto; cuando el mentón se separa menos de 18 cm
de la horquilla esternal se considera que la extensión
está limitada. La limitación de los movimientos de
flexoextensión es originada por trastornos de las
articulaciones occipitoatloideas. Para investigar una
eventual lateralización derecha o izquierda, se indica al
paciente que incline la cabeza hacia uno y otro hombro;
en condiciones normales el ángulo formado por el plano
sagital de la cabeza y la prolongación del plano sagital
del tronco debe ser mayor de 30°; este movimiento está
limitado cuando hay afectación cervical de C3 a C7.
SISTEMA NERVIOSO
Los nervios craneales, también conocidos como pares craneales, son 12 pares de
nervios que pasan por unos pequeños orificios que se encuentran en la base del
cráneo.
Estos nervios se encargan de llevar información y conectar el encéfalo con
diferentes partes del cuerpo (órganos sensitivos, motores, músculos, órganos,
etc.).
CLASIFICACIÓN DE LOS PARES CRANEALES
1. Pares sensitivos o aferentes: El olfatorio (I par), el óptico (II par) y el
vestibulococlear o estatoacústico (VIII par). Recordemos que los pares I y II
no son, verdaderos nervios, de aquí que sus características se aparten de
las consideraciones generales que estamos exponiendo.
2. Pares motores o eferentes: El motor ocular común u oculomotor (III par),
el patético o troclear (IV par), el motor ocular externo, abductor o abducens
(VI par), el espinal o accesorio (XI par) y el hipogloso (XII par).
3. Pares mixtos: El trigémino (V par), el facial (VII par), el glosofaríngeo (IX
par) y el vago o neumogástrico (X par).
Clasificación
Son 12 nervios los que pertenecen al hemisferio izquierdo y sus semejantes que
se encontrarían de forma simétrica, en el hemisferio derecho.
Rama vestibular
Se investigan el nistagmo (nistagmus) espontáneo y el provocado, la respuesta a
la prueba calórica de Barny, el equilibrio dinámico (marcha en estrella de Babinski-
Weil).
Exploración
Porción coclear, examen otoscopio del oído.
Para explorar la porción coclear se necesita estar equipado de un reloj (de tic-tac)
y de un diapasón.
Explore la agudeza auditiva, especialmente los sonidos de alta frecuencia. En un
recinto a prueba de ruidos, ocluyendo uno de los conductos auditivos externos, se
le habla a la persona en voz baja a cierta distancia, la que se va acortando hasta
que el sujeto nos oiga.
1. Prueba de la voz cuchicheada:
a) Pida al sujeto que se cubra un oído con su mano. Párese ligeramente
detrás de la persona, cercana al otro oído que quiere explorar.
b) Susurre o cuchichee unas pocas palabras y pida al sujeto que repita lo que
usted ha dicho.
c) Repita la prueba en el otro oído.
2. Prueba del tic-tac del reloj:
a) Párese detrás de la persona. Instrúyala que se cubra el oído que no va a
ser explorado.
b) Sostenga un reloj de tic-tac cerca del oído no cubierto. Pida al sujeto decir
“Sí” cuando oiga el tictac y “No” cuando se vuelva inaudible. Mueva el reloj
hasta que esté a 2 pies del oído.
c) Repita la prueba en el otro oído.
3. Prueba de Weber:
a) Haga vibrar el diapasón y colóquelo sobre el vértice del cráneo.
b) Pregunte a la persona dónde siente el sonido y si lo oye en ambos oídos,
pregúntele si lo siente más intenso en un oído que en otro.
c) Si el Weber está lateralizado, repita la prueba ocluyendo primero, el oído
que se está explorando y después el otro
4. Prueba de Rinne:
a) Haga vibrar el diapasón y colóquelo sobre la apófisis mastoides del lado
cuyo oído estamos explorando.
b) Pídale al sujeto que avise inmediatamente cuando deje de percibir el sonido
(o el zumbido).
c) Al avisar, traslade el diapasón, que estará vibrando débilmente, frente al
conducto auditivo externo.
d) Pregunte al sujeto si vuelve a percibir la vibración. Normalmente debe oírse
de nuevo la vibración cuando el diapasón se coloca frente al conducto
auditivo externo.
5. Prueba de Schwabach:
Mide la duración de la percepción ósea:
a) Coloque el diapasón en vibración sobre una de las apófisis mastoides y
mida el tiempo durante el cual el sujeto percibe el sonido.
b) Mida el tiempo en la otra apófisis mastoides. E1 promedio normal de
duración es de 18 s; si dura menos se dice que está “acortada” y si dura
más se dice que está “alargada”.
c) Adicionalmente puede repetir la prueba, sosteniendo el diapasón contra su
propia mastoides y anotar su tiempo de conducción ósea, para compararlo
con los del examinado, asumiendo que su audición es normal.
Alteraciones
1. Hipoacusia: Es la disminución de la sensación auditiva. Las disminuciones
leves de la audición son comunes después de los 20 años. Los problemas
de audición por lo general aparecen gradualmente y muy rara vez terminan
en sordera completa.
2. Nistagmo: El nistagmo es un movimiento involuntario e incontrolable de
los ojos. El movimiento puede ser horizontal, vertical, rotatorio, oblicuo o
una combinación de estos.
Nistagmo congénito: Este tipo de nistagmo comienza en bebés,
generalmente, entre las 6 semanas y los 3 meses de edad.
Nistagmo adquirido: Esta comienza en una etapa posterior de la
vida. Tiene diversas causas, entre ellas, consumo de drogas.
IX par: nervio glosofaríngeo
Está compuesto por fibras sensoriales y motoras. Las primeras se distribuyen por
la faringe, el oído medio y las papilas gustativas del tercio posterior de La lengua.
Las fibras motoras, por la faringe, el músculo estilo faríngeo y los pilares del velo
del paladar.
La exploración del gusto se basa en la percepción de los sabores (amargo, dulce,
salado, ácido). Sus alteraciones son la agusia (falta de gusto), hipogusia
(disminución) y paragusia (gusto falso).
Tiene influencia tanto en la lengua como en la faringe (el conducto que comunica
la boca con el estómago). Recibe información de las papilas gustativas de la
lengua, pero también manda órdenes tanto a la glándula parótida (salival) como a
músculos del cuello que facilitan la acción de tragar. Es un nervio tanto sensitivo
como motor.
Exploración
1. Fenómeno de Vernet:
a) Se pide al sujeto abrir bien la boca.
b) Se ordena decir “aaaa” mientras usted observa la pared posterior de la
faringe.
Normalmente se produce contracción de la pared posterior de la faringe, lo que no
ocurre cuando el IX par está lesionado.
2. Reflejo faríngeo:
Toque un lado de la pared posterior de la faringe con un depresor de madera o
aplicador. La respuesta normal es la contracción inmediata de la pared posterior
de la faringe, con o sin náuseas.
Alteraciones
Neuralgia del nervio glosofaríngeo:
Se caracteriza por un dolor paroxístico, intenso, de segundos a pocos minutos de
duración, localizado en la pared posterior de la faringe.
Síndrome de Villaret:
Está caracterizado por una serie de alteraciones de la unión craneocervical, con
un compromiso específico de los nervios craneales IX, X, XI y XII, así como la
cadena simpática cervical.
Síndrome de Collet-Sicard
Consiste en la parálisis unilateral y combinada de los pares craneales IX, X, XI y
XII muy poco frecuente, producido por lesiones en la base del cráneo.
X par: nervio neumogástrico
Este par craneal lleva órdenes a la mayoría de los músculos faríngeos y laríngeos,
manda fibras nerviosas del sistema simpático a vísceras que se encuentran en la
zona de nuestro abdomen y recibe información gustativa que llega desde la
epiglotis. Al igual que el nervio glosofaríngeo, interviene en la acción de tragar, de
modo que tiene mucha relevancia dado lo importante de esta función vital.
Se trata del nervio cuyo curso es el más largo de los nervios craneales, se
extienden y distribuyen ampliamente por debajo del nivel de la cabeza.
Es un nervio mixto, formado por fibras sensoriales y motoras. Las primeras inervan
la faringe, vísceras torácicas y digestivas, y su descripción escapa a los fines de
este Ebro. Las fibras motoras inervan el músculo constrictor de la faringe,
músculos laríngeos y músculos lisos viscerales.
Las fibras motoras se exploran mediante el examen del velo del paladar y de la
laringe. En primer lugar, se ordena al paciente abrir la boca y pronunciar el sonido
"a" mientras se mantiene deprimida la lengua con un bajalenguas (abatelenguas);
en condiciones normales el velo del paladar se eleva simétricamente. En
presencia de una parálisis del X par se observa elevación unilateral del velo, con
desviación del rafé medio y la úvula hacia el lado sano. Se completa la exploración
con la prueba del vaso, descrita en la ilustración correspondiente.
1. Examen del velo del paladar y la úvula:
Generalmente se aprovecha la exploración del fenómeno de Vernet para el IX par,
ya que la técnica es la misma; lo que varía es la observación, que, en lugar de
centrar la atención en la pared posterior de la faringe, se observa la úvula y los
dos velos, derecho e izquierdo, del paladar
2. Exploración del reflejo oculocardiaco:
Con el sujeto acostado en decúbito supino y con sus ojos cerrados, se hace
presión sobre los globos oculares con la yema de los dedos pulgares durante
minutos. Previamente se ha tomado el pulso radial y se ha anotado su frecuencia.
3. Exploración del reflejo faríngeo:
Esto se hace como se describió antes en el IX par.
Alteraciones
1. La neuralgia del vago: Se refiere a la presencia de dolor en el trayecto del
nervio acompañado de disfunción del mismo.
2. Síndrome vasovagal o desmayo: Esta se presenta en personas jóvenes y se
debe al descenso de la frecuencia cardíaca y de la presión sanguínea, debido
a la falta de oxígeno en el cerebro, provocando un desmayo.
3. Epilepsia: Trastorno en el que se interrumpe la actividad de las células
nerviosas en el cerebro, lo que provoca convulsiones. La epilepsia puede
ocurrir como resultado de un trastorno genético o una lesión cerebral adquirida,
como un traumatismo o un derrame cerebral.
XI par: nervio espinal
Se trata de uno de los pares craneales puros, y activa los músculos trapecio y
esternocleidomastoideo, que intervienen en el movimiento de la cabeza y los
hombros, de modo que sus señales se hacen notar en parte de la zona superior
del tórax, también se lo conoce como nervio espinal.
Permite que la cabeza quede decantada hacia un lado y que pueda inclinarse
hacia atrás.
Es un nervio motor que inerva los músculos esternocleidomastoideo y trapecio. Se
explora mediante la inspección del cuello, buscando la simetría de hombros y
escápulas. Las maniobras específicas comprenden la oposición a los siguientes
movimientos: elevar los hombros y rotar la cabeza. La parálisis del XI par origina
caída del hombro del lado paralizado, y cambio de situación de la escápula.
Exploración
1. Se inspecciona la región cervical y la nuca, en busca de asimetría o flacidez de
los músculos esternocleidomastoideo y trapecio y de atrofia o fasciculaciones
de alguno de ellos.
2. Se palpan estos músculos para comprobar su tono o flacidez.
3. Se le ordena al sujeto que eleve ambos hombros, poniendo el examinador las
manos sobre ellos y oponiéndose al movimiento, con el objeto de explorar la
fuerza muscular segmentaria de cada trapecio.
4. Se le ordena al sujeto rotar la cabeza, oponiéndose el examinador al
movimiento, con una mano apoyada en el mentón de aquel y observando la fuerza
muscular con que se pretende realizar el movimiento, y la contracción o no del
músculo esternocleidomastoideo del lado opuesto.
5. Se le ordena al sujeto que flexione su cabeza sobre el pecho y se opone
resistencia con una mano en el mentón a ese movimiento, la cabeza se desviará
hacia el lado paralizado.
Alteraciones
1. La parálisis del nervio espinal accesorio:
Es común tras cirugías que implican a la parte lateral del cuello (como disecciones
de carcinomas o escisión de nódulos linfáticos), por traumatismo en el lateral del
cuello, o lesiones cervicales.
2. Neuropraxia: Es la pérdida de continuidad en la transmisión del impulso
nervioso sin cambio estructural del axón.
3. Neurotmesis: En este caso se produce una separación completa del nervio,
con pérdida de continuidad del mismo.
XII par: nervio hipogloso mayor
Es el nervio motor de la lengua. Su exploración se realiza mediante la inspección y
palpación del trofismo de la lengua y la búsqueda de movimientos involuntarios de
ésta; asimismo, ordenando al paciente que efectúe distintos movimientos, como
sacar la lengua y moverla en varias direcciones.
La parálisis del XII par origina hipotrofia o atrofia de la mitad correspondiente,
movimientos fibrilares, y desviación de la lengua hacia el lado enfermo al sacarla.
Activa músculos de la lengua y participa en la acción de tragar. Así pues, trabaja
junto a los pares craneales IX y X para permitir que la deglución sea realizada
correctamente, algo fundamental para el buen estado del organismo.
Se encuentra en el cráneo y se extiende hasta llegar al borde lateral de la lengua.
EXPLORACION
1. Trofismo y simetría de la lengua; fasciculaciones: se le ordena a la persona abrir
la boca y se observa la lengua y si sus dos mitades son iguales y simétricas o si
hay atrofia de alguna de sus dos mitades. Se observa, además, la existencia o no
de fasciculaciones.
2. Posición de la lengua: se le ordena al sujeto que saque la lengua y se observa
si la punta está en el centro o se desvía hacia un lado. Téngase cuidado con las
falsas desviaciones de la punta de la lengua, cuando hay parálisis facial o cuando
faltan piezas dentarias que dan una asimetría del orificio de la abertura de la boca.
3. Fuerza muscular segmentaria: la fuerza muscular segmentaria de la lengua se
explora ordenándole al sujeto que presione con la lengua una de las mejillas
contra las cuales el examinador ha colocado sus dedos o mano por fuera.
Alteraciones
1. Disartria: Es una alteración de la articulación de las palabras propia de
lesiones en los nervios o de los músculos de la lengua. El presentara
dificultades para comunicarse y para la deglución, atrofia muscular, fatiga.
2. Parálisis del hipogloso: La lesión del hipogloso produce una parálisis con
flacidez, atrofia y fruncimiento de la mitad de la lengua. En las lesiones
unilaterales pasados los primeros días, no se aprecian trastornos ni de
deglución ni de expresión fonética. Al sacar la lengua se desvía, gracias a la
acción del musculo geniogloso del lado sano, hacia el lado enfermo. (Signo de
Gowers).
Semiología de la motilidad
Comprende el examen de la l110tilidad activa o voluntaria, la fuerza muscular, la
motilidad refleja, la motilidad pasiva o tono muscular, los movimientos involuntarios
y la taxia.
Motilidad activa
Para evaluarla, se ordena al paciente que efectúe movimientos específicos para
cada grupo muscular, previa exclusión ele afecciones osteoarticulares que los
limiten (abrir y cerrar las manos, movimientos de oposición del pulgar flexionar y
extender los miembros, etc.). Las maniobras de Mingazzini y Barré, descritas en
las ilustraciones, completan el estudio de los trastornos de la motilidad. Las
alteraciones de la motilidad activa comprenden la paresia y la parálisis. Esta última
es la abolición del movimiento correspondiente; la paresia es un grado menor de la
parálisis, y se objetiva por la disminución de la fuerza muscular.
La parálisis, de acuerdo con su topografía, se denomina: hemiplejía (parálisis de la
mitad del cuerpo), monoplejía (parálisis de un miembro), paraplejía (parálisis de
ambos miembros inferiores), diplejía (parálisis de mitades simétricas) y
cuadriplejía (parálisis de los cuatro miembros). De acuerdo con la localización de
la lesión en el sistema nervioso central, las parálisis se dividen en directas y
alternas; son directas aquéllas que afectan toda una mitad del cuerpo; alternas, las
que combinan una hemiplejía con las parálisis de uno o varios pares craneanos
del lado opuesto.
Fuerza muscular
La fuerza muscular se explora realizando maniobras de oposición a los distintos
movimientos, y con el empleo del dinamómetro.
Motilidad refleja
El examen de la motilidad refleja comprende el estudio de los reflejos
osteotendinosos, los reflejos cutaneomucosos, el clonus (clono) y las sincinesias.
Reflejos osteotendinosos
Para obtener una respuesta adecuada se debe utilizar una técnica precisa,
respetando las siguientes condiciones: el estímulo debe efectuarse con el martillo
de percusión, aplicada ésta en el sitio anatómico preciso (tendón o hueso), en
posición adecuada para facilitar la respuesta, con la fuerza correcta y empleando
maniobras que permitan la relajación del paciente (maniobra de Jendrassik), o que
estimulen la respuesta (hiperventilación); el sujeto debe encontrarse relajado, con
vestimenta mínima y en un ambiente cálido. Debe conocerse la respuesta normal
de cada reflejo osteotendinoso y la localización de su centro en el sistema
nervioso central.
A continuación, se enuncian los reflejos osteotendinosos elementales, que deben
ser explorados en iodo paciente, en el siguiente orden:
1. Cabeza: superciliar, nasopalpebral y maseterino.
2. Tronco: mediopubiano
3. Miembro superior: bicipital, tricipital, estilo radial y cubito pronador.
4. Miembro inferior: patelar y aquiliano.
Las respuestas anormales son:
a) Hiperreflexia: Es una respuesta exagerada al estímulo, no generalizada,
que suele acompañarse de difusión del reflejo; esto último consiste en
obtener la respuesta estimulando por fuera del sitio habitual; por ejemplo,
obtener el reflejo patelar percutiendo sobre el músculo cuádriceps.
Podemos diferenciar entre la hiperreflexia y el reflejo vivo (respuesta
exagerada pero no patológica), por ser este último generalizado y simétrico.
b) Hiporreflexia: Es una respuesta de intensidad menor que lo normal, por lo
que se requieren maniobras facilitantes para su obtención.
c) Arreflexia: Es la ausencia de reflejo.
d) Inversión del reflejo: La respuesta al estímulo es inversa a la normal, por
ausencia del reflejo, reemplazado por un ref1ejo de automatismo medular.
Reflejos cutaneomucosos
La estimulación se efectúa sobre la piel o mucosas, con el uso de un alfiler, trozo
de algodón, punta de lápiz, etc.
Los reflejos cutaneomucosos deben explorarse en el siguiente orden:
a) Cabeza: Conjuntival, córneo y palatofaríngeo.
b) Tronco: Cutaneoabdominales, cremasteriano y bulbo cavernoso.
c) Miembro superior: Palmo mentoniano.
d) Miembro inferior: Plantar. En las ilustraciones se describen: sitio de
localización y técnica específica del estímulo, respuesta normal y centro
nervioso.
Las respuestas anormales son:
a) Hiperreflexia: Es una respuesta exagerada al estímulo.
b) Arreflexia: Es la ausencia del reflejo.
c) Inversión del reflejo: Signo de Hoffman; tiene particular significado la inversión
del reflejo plantar. Se denomina signo de Babinski y sus técnicas de estimulación
(maniobra plantar, maniobras de Oppenheim, Schaffer y Gordon).
Clonus
El clonus, o clono, es una respuesta patológica ante un estímulo continuado de
distensión tendinosa, compuesta por una serie de movimientos involuntarios
ocasionados por contracciones rítmicas, de naturaleza inagotable mientras se
mantenga el estímulo.
El clonus, de gran significado semiológico, se explora a nivel del pie, la rótula y la
mano.
Sincinesias
Son movimientos involuntarios y patológicos que se producen simultánea y
automáticamente cuando se realizan otros ljl1ovimientos voluntarios. Se localizan
en el lado paralizado y se obtienen efectuando un movimiento contra, resistencia
en el lado sano; la respuesta consiste en un movimiento similar o una contracción
global del lado paralizado.
Motilidad pasiva: tono muscular
Es el estado de semicontracción del músculo voluntario, determinado por un
fenómeno reflejo; se denomina también tensión muscular.
Se explora por medio de la inspección, la palpación y las pruebas de motilidad
pasiva. La inspección permite evaluar el relieve muscular y, si el paciente está en
decúbito dorsal, la actitud flácida o tensa de los miembros sobre el plano de la
cama. La palpación brinda información sobre la resistencia a la compresión digital
de la masa muscular.
Las maniobras específicas de motilidad pasiva referentes al tono muscular prueba
talón isquion y pruebas de pasividad. Las alteraciones del tono muscular son:
a) Hipertonía: Es el aumento del tono muscular. Se divide en piramidal
(contractura) y extrapiramidal (rigidez). La contractura piramidal
afecta los músculos distales de los miembros, es irreductible y se
puede observar el "signo de la navaja", La rigidez extrapiramidal
afecta los músculos proximales de Jos miembros, es reducible y
presenta el signo de la rueda dentada de Negro.
b) Hipotonía: es la disminución de la tensión muscular. Se caracteriza
por pérdida del relieve muscular y movilidad excesiva en las pruebas
de motilidad pasiva y de pasividad.
Movimientos involuntarios
Son movimientos ajenos a la voluntad del paciente, que por lo general
desaparecen durante el sueño y que se presentan en forma transitoria o
permanente, se exploran mediante la inspección y maniobras estimulantes.
Describiremos sus características fundamentales:
1. Temblor: Es un movimiento rítmico de pequeñas sacudidas musculares, de
sucesión rápida y diferente amplitud. Aparece en cualquier parte del cuerpo,
en particular en los miembros superiores. Se puede observar
espontáneamente y con las maniobras de estimulación que se describen en
las figuras correspondientes. Puede ser localizado o generalizado. Se debe
observar su amplitud (temblor fino o grueso) y la frecuencia de sus
oscilaciones (rápido, lento).
2. Tics: Son movimientos que afectan a un mismo grupo muscular, repetitivos
y que remedan una mueca u otra expresión. Se debe observar su
localización y la capacidad del paciente para detenerlos transitoriamente.
3. Corea: Son movimientos desordenados, no repetitivos y sin finalidad
aparente. Pueden abarcar todo el cuerpo o una mitad (hemicorea). Si los
movimientos coreicos persisten durante el sueño se dice que hay balismo,
4. Atetosis: Son movimientos involuntarios que se observan en los dedos de
manos, pies o ambos; la frecuencia de sus oscilaciones es más lenta que
en el corea.
5. Mioclonías: Son contracciones rápidas de uno o varios músculos, que no
causan desplazamiento de los miembros. Puede estimularse su aparición
percutiendo los músculos, Se deben describir los grupos musculares
afectados.
6. Contracciones fibrilares: Son contracciones que abarcan solamente
grupos de fibras musculares.
7. Convulsiones: Son contracciones musculares bruscas, a menudo
generalizadas y paroxísticas, que desplazan segmentos corporales. Pueden
ser tónicas (contracción sostenida) o clónicas (contracción y relajación
sucesivas).
Semiología de la sensibilidad
Se llama sensibilidad a la percepción de estímulos originados en el propio
individuo o en el entorno.
Se explora mediante estímulos aplicados con instrumentos simples (alfiler,
algodón), tubos de ensayo con agua fría y caliente, pesas, reconocimiento de
objetos, diapasón u otros.
El examen de la sensibilidad requiere condiciones adecuadas. El sujeto debe estar
consciente y colaborador, con los ojos cerrados. El examinador emite órdenes
sencillas y claras sin fatigar al paciente con sesiones prolongadas. La exploración
debe ser metódica (cara, tronco y miembros), en forma simétrica y segmentaria.
El examen comprende la exploración de la sensibilidad superficial y de la
profunda.
La sensibilidad superficial incluye la táctil, la térmica y la dolorosa, la sensibilidad
profunda comprende la sensibilidad a la presión (barestesia), a lo pesos
(barognosia), la vibratoria (palestesia), el sentido de los movimientos y actitudes
(batiestesia), el reconocimiento de objetos por palpación (estereognosia) y la
sensibilidad dolorosa profunda.
Las alteraciones de la sensibilidad superficial son:
a) Anestesia: ausencia de sensibilidad.
b) Hipoestesia: disminución de la sensibilidad.
c) Hiperestesia: aumento de la sensibilidad.
d) Parestesia: sensaciones sin estímulo (p. ej., pinchazos, hormigueos). Las
alteraciones de la sensibilidad profunda se caracterizan por su disminución (p. ej.,
hipopalestesia) o su ausencia (p. ej., abatiestesia).
Las alteraciones de la sensibilidad pueden agruparse en forma característica en
síndromes sensoriales. Estos pueden ser de disociación (alteraciones selectivas
de la sensibilidad) o topográficos (relacionados con la distribución de las
alteraciones). Los síndromes de disociación son:
1. Disociación siringomielia: conservación de la sensibilidad táctil y profunda,
con abolición de la térmica y la dolorosa.
2. Disociación de Dejerine: se encuentra conservada la sensibilidad superficial y
abolida la profunda.
3. Disociación tabética: desaparece la sensibilidad profunda, con conservación
de la térmica y la dolorosa.
4. Disociación periférica: se conserva la sensibilidad profunda y está abolida la
superficial.
Los principales síndromes topográficos son:
1. Hemianestesia: pérdida de la sensibilidad profunda de la mitad del cuerpo,
respetando casi totalmente la superficial.
2. Hemianestesia alterna: anestesia de un lado de la cara y hemicuerpo contra
lateral.
3. Síndrome del cono medular: anestesia de la zona perineal ("en silla de
montar"); se acompaña de trastornos esfinterianos.
4. De acuerdo con el nivel de la lesión (medular, radicular, plexular, periférico).
Exploración del I par.