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SISTEMA LOCOMOTOR

El examen del aparato locomotor, en particular del sistema osteoarticular, se basa


en el interrogatorio, la inspección, la palpación, la exploración de la movilidad y las
maniobras específicas de exploración.
¿qué estructuras componen el aparato locomotor y debemos valorar?
1. Huesos: Con la inspección y palpación de los huesos podemos notar la
existencia de deformidades, prominencias, inflamación (periostitis), fractura,
pero en la valoración de los huesos la técnica más utilizada es la radiografía.
2. Ligamentos: Ligamentos Son estructuras pasivas cuya función es mantener la
estabilidad articular, porque unen hueso con hueso; aunque realmente la
estabilidad real de las articulaciones nos viene dada por la resistencia activa
que proporcionan los sistemas musculares de las mismas. Para valorarlos se
realizará una palpación sobre el ligamento para comprobar la existencia de
dolor y/o inflamación. También se hace necesaria una puesta en tensión del
mismo para comprobar si se potencia el dolor y si cumple su función de
estabilizador pasivo. Si no la cumple, es porque está roto.
3. Tendones: Tras la observación del tendón (en los casos que sea posible), se
procederá a la palpación, no olvidándonos nunca de palpar la zona de
inserción al periostio, donde se dan las entesitis. A continuación, al ser el
tendón una estructura activa, se solicita la contracción del músculo al que
pertenece para comprobar si hay incremento del dolor, lo que será muy
indicativo de una tendinitis. Ahora bien, si en la palpación hemos notado una
depresión en forma de V en sentido longitudinal, nos hará sospechar de una
rotura parcial; y si al solicitar la contracción del músculo éste se desplaza en su
totalidad en sentido de su inserción proximal o distal, no hay movimiento de la
articulación y se acompaña de dolor intenso, estaremos ante una rotura total
de un determinado tendón.
4. Músculos: La inspección y palpación son fundamentales. Nos son incluso
suficientes para diagnosticar una equimosis, roturas fibrilares, atrofias
musculares, Aquí también usaremos la cinta métrica para medir el diámetro del
miembro y hacer una comparación contralateral. Y como los músculos son el
motor del organismo, se hace imprescindible valorar la fuerza del músculo,
para lo que se utiliza la escala de Daniell:
 0: no hay indicios de contracción.
 1: hay una leve contracción: se palpa y se observa, pero no es suficiente
para producir movimiento.
 2: el músculo es capaz de producir movimiento cuando se le alivia de la
acción de la gravedad.
 3: el músculo ejecuta su acción en contra de la gravedad.
 4: el músculo se contrae (isotónica) venciendo la gravedad y una ligera
resistencia.
 5: el músculo está normal. Se contrae venciendo una resistencia
proporcional a su tamaño y fuerza.
Una valoración importante dentro del apartado muscular es la de su inervación
nerviosa, que se pone de manifiesto en la búsqueda de reflejos (los hay normales
y patológicos) y con la ejecución de pruebas especiales, como lo son el signo de
Beevor, el reflejo cremastérico, o el reflejo rotuliano, que nos indican, mediante la
solicitación muscular la normalidad o anomalía a nivel del músculo, segunda
neurona o médula espinal.
5. Articulaciones: Es lo más complicado de valorar en aparato locomotor, debido
a que hay articulaciones muy diferentes entre sí, y sobre todo las pruebas
específicas están diseñadas para una estructura concreta dentro de una
articulación concreta. A pesar de todo, y como venimos haciendo, vamos a
seguir una sistemática a la hora de valorarlas, con un orden concreto y unos
pasos en común independientemente de la articulación (o grupo articular) que
vayamos a explorar.
1. Inspección de la articulación, en la que podremos advertir normalidad,
enrojecimiento, edema, inflamación.
2. Palpación nos aportará información sobre la temperatura, si hay derrame
articular, dolor a la palpación.
3. Valoración pasiva: que consistirá en valorar todos los movimientos pasivos y la
estabilidad de los ligamentos. Para la medición de los arcos articulares se
utiliza el GONIÓMETRO.
4. Valoración activa: se solicita que se realice movimiento en los planos
articulares, primero activo libre y luego resistido para ver la fuerza muscular.
5. Pruebas específicas.
Articulaciones
Articulación temporomandibular
Columna: cervical, dorsal, lumbar y sacroilíacas.
Vértebras cervicales: Las vértebras cervicales son 7 y forman el eje del cuello.
Su rasgo distintivo es la existencia de un orificio en cada apófisis transversa que
se llama agujero transverso, por donde pasan las arterias vertebrales en su
camino hacia el interior del cráneo.
Vértebras Dorsales: Las vértebras torácicas son 12 y presentan caras articulares
en sus cuerpos y en sus apófisis transversas para articularse con las costillas y
formar el esqueleto del tórax.
Vértebras Lumbares: Las vértebras lumbares son 5 y se encuentran en la parte
posterior del abdomen, constituyendo su único esqueleto óseo.
Vértebras sacras: El sacro es un gran hueso en forma de cuña formado por la
fusión de las cinco vértebras sacras producida a partir de los 20 años, que
proporciona fuerza y estabilidad a la pelvis y sostiene a la columna vertebral.
Vértebras coxígeas: El hueso coxis está formado por la fusión de las 4 vértebras
coxígeas que son rudimentarias.
Extremidades
superiores
Complejo del hombro
Codo
Muñeca
Mano
Inferiores
Cadera
Rodilla
Tobillo
Pie
Pruebas específicas
Test de Adams: es válido para la demostración de una escoliosis. Se le pide al
paciente que estando de pie y con los talones juntos, se flexione hacia delante e
intente tocar el suelo con las puntas de los dedos. Nosotros observaremos la
columna por delante o detrás del paciente, intentando desenmascarar si hay
alguna zona lateral a la columna más elevada que la contralateral. En caso de
existir escoliosis, observaremos una elevación en el lado donde se encuentra la
convexidad de la curva.
Maniobra de Lasegue: esta maniobra tiene por objeto reproducir el dolor del
dorso y pierna, de modo que se identifique su causa. Pida al enfermo que se
acueste en decúbito supino en la camilla. Se le levanta la pierna hacia arriba con
sostén del pie a nivel del calcáneo. La pierna debe conservarse extendida, para lo
que colocaremos la otra mano en la superficie anterior de la rodilla para impedir
que se doble. La otra pierna queda sobre la camilla. El grado al que puede ser
elevada la pierna sin malestar o dolor varía, pero en condiciones normales el
ángulo entre pierna y mesa mide 90º o más. Si a la elevación de la pierna
extendida se reproduce dolor antes de los 80º, se considerará un Lasegue+, lo
que es indicativo de atrapamiento del nervio ciático, probablemente por una hernia
de disco a nivel lumbar.
Maniobra de Bragard: Es igual a la de Lasegue, sólo que cuando se está
elevando la pierna, se hará una flexión dorsal del pie, de manera que se produce
un mayor estiramiento de la cadena posterior del miembro inferior, incluido el
ciático. Se considera Bragard+ cuando se reproduce dolor a mayor o igual
amplitud de 50º. Prueba de Ambil: consiste en un golpeteo con el puño en el
calcáneo con el miembro inferior en extensión, con lo que transmitimos la presión
hasta la articulación de la cadera, en la que se refiere cierto dolor al realizarlo
cuando existe artrosis de cadera.
Test de Jackson: se realiza previo a la manipulación de la columna cervical, y
consiste en comprimir levemente la columna en sentido longitudinal, que dará
como consecuencia parestesias, dolor y mareo en caso de artrosis cervical, más
agudizado si hay hernia concomitante.
Inspección
Permite descubrir deformaciones, tumefacciones, rubor, derrame articular, edema
periarticular, actitudes viciosas y características de la marcha.
Maniobras de exploracion
El examen del sistema osteoarticular tiene por objeto investigar, por medio de la
palpación, de la exploración de la movilidad y de las maniobras específicas de
exploración, la presencia de:
Puntos dolorosos: Se detectan mediante palpación de zonas específicas o por
medio de maniobras desencadenantes.
Tumefacción: Es el aumento de volumen de una articulación, a expensas de sus
partes blandas; es muy importante la comparación con la articulación simétrica y,
cuando es posible, su medición (p. ej., la circunferencia de la rodilla).
Calor: se constata aplicando sobre la articulación el dorso de los dedos de la
mano; el aumento localizado de la temperatura es signo de inflamación activa.
Derrame articular: es el incremento de la cantidad de líquido sinovial existente en
una articulación; se detecta por fluctuación en la palpación.
Edema periarticular: es el edema del tejido subcutáneo que rodea una
articulación; su presencia se confirma por medio de la palpación.
Deformación: es la alteración de la forma articular, por variación de volumen o
posición de sus componentes óseos; su reconocimiento se completa con la
palpación.
Ruidos:(crujidos, chasquidos y roces): el más importante, el crujido articular, se
investiga aplicando una mano sobre la superficie de la articulación, mientras se
moviliza ésta.
Limitación de los movimientos: se explora sistemáticamente la movilidad de
cada una de las articulaciones. La amplitud del movimiento está dada por un
ángulo formado por la posición de partida y la posición final del movimiento.
Laxitud articular: es una amplitud del movimiento superior a lo normal.
Bloqueo articular: consiste en la fijación brusca de la articulación en el curso de
un movimiento.
Dadas las características particulares del sistema osteoarticular, describiremos el
método de exploración para cada articulación por separado.
Exploración de la columna vertebral
Se realiza con el paciente en posición sentada o de pie, colocado de espaldas a la
luz (con incidencia oblicua) y sin ropas. Comprende los siguientes pasos:
1. Inspección: se observan las incurvaciones normales y patológicas. Hrry cuatro
incurvaciones normales anteroposteriores: las cifosis (convexidad hacia atrás)
dorsal y sacra, y las lordosis (concavidad hacía atrás) cervical y lumbar. Existe
una incurvación lateral fisiológica (escoliosis dorsal dextroconvexa leve).
Se coloca al sujeto, de pie, con los brazos colgando a lo largo del cuerpo,
preferentemente desnudo.
De frente
En posición de "firmes", con los talones unidos y las puntas de los pies
ligeramente separadas, y observe la alineación y la simetría de los hombros, la
pelvis y las rodillas.
Recuerde que los hombros, las crestas iliacas y las rodillas, deben alinearse al
mismo nivel en ambos lados.
Los huesos y los músculos de cada lado son simétricos, con relación al
tamaño, la forma y la función. Los relieves de la superficie como los
trocánteres, crestas, espinas y otras prominencias óseas, también deben ser
simétricos.
De perfil
Observe la alineación y si las curvaturas espinales son normales o si hay
exageración o rectificación de alguna de ellas. En una vista lateral existe una
alineación normal, si una línea vertical imaginaria trazada, pasa por el lóbulo de
la oreja, el hombro, la cadera, el trocánter femoral, el centro de la rodilla y por
delante del tobillo. Las articulaciones del codo, los dedos, el tobillo y la rodilla
deben estar ligeramente flexionadas.
Se caracteriza por:
• Curvatura cóncava en la columna cervical (lordosis)
• Curvatura convexa en la dorsal (cifosis)
• Curvatura cóncava en la lumbar (lordotica)
Anormalidades
Giba: Es una proyección hacia atrás de la columna vertebral.
Escoliosis: Es la desviación lateral de la columna vertebral.
Cifosis: Es el aumento anormal de la curvatura dorsal.
Hiperlordosis: Exageración de la lordosis de la columna.

Parado de espaldas
En la misma posición de "firmes", y observe la simetría de la columna,
hombros, escápulas, crestas iliacas, pliegues glúteos y de las rodillas, cuando
se mira por la espalda, la columna debe estar recta, La pelvis debe estar bien
alineada horizontalmente.
Inclinado
La facilidad del movimiento, la orientación de la columna y las escápulas, y las
curvaturas de la columna.
Por detrás, la columna entera debe observarse convexa, regular, las vértebras
deben permanecer en la línea media y las escápulas a la misma altura, en una
misma línea horizontal.
De perfil, con el sujeto inclinado hacia delante, la columna entera se observa
como una curva regular.
2. Palpación
 Palpe los músculos de las cinturas y pelviana, después de su
inspección, para descartar dolor, tumefacción o atrofias musculares.
 Palpe la columna vertebral con la punta de los dedos. Se puede realizar
con el paciente sentado, de pie o en decúbito prono, note si hay algún
aumento de volumen, dolor o deformidades.
 Se debe comprimir y desplazar lateralmente las apófisis espinosas,
tomándolas entre los dedos índice y pulgar, en busca de dolor.
Posteriormente, hacemos compresión de los puntos que se encuentran
entre dos apófisis espinosas, a 2 cm a ambos lados de la línea media
(emergencia de las raíces nerviosas), comprobando si hay o no dolor.
 Luego, se palpan los músculos para espinales para descartar
espasticidad muscular y se golpea ligeramente a todo lo largo de la
columna, con la superficie cubital de su mano, con un dedo o con el
martillo percutor, para descartar la existencia de cualquier dolor.
3. Exploración de la movilidad: se explora la flexoextensión, la inclinación
lateral derecha e izquierda, y la rotación derecha e izquierda.
 Flexión: Con el mentón trate de tocarse la horquilla esternal.
 Extensión: Alejar el mentón de la horquilla esternal lo más posible.
 Flexión lateral: Con cada una de sus orejas trate de tocarse cada
uno de sus hombros.
 Rotación: Tratar de tocar el hombro con el mentón.
 Circunducción: El paciente con su cabeza deberá describir en una
y otra dirección.
3. Exploración del dolor.
4. Maniobras especificas: permiten evaluar la afectación radicular; se realizan las
maniobras de Lasegue, de Neri y de Naffziger-Jones.
Exploración del hombro
Se explora con el paciente preferentemente de pie. Comprende los siguientes
pasos:
1. Inspección: Se observa la posición del hombro, posibles deformaciones
(luxación, fractura), la presencia de atrofias musculares (deltoides,
supraespinoso, infraespinoso), y el estado de la piel, en particular la existencia
de equimosis en la cara interna del brazo (rotura del tendón largo del bíceps).
2. Palpación: Se valora el calor local; se investigan los puntos dolorosos y se
examina la posición de la apófisis coraeoides, la articulación acromioclavicular
y el surco acromiohumeral.
3. Exploración de la movilidad: Se explora la movilidad activa, pasiva y contra
resistencia.
Exploración del codo
Para la normal movilidad del hombro deben estar indemnes las siguientes
estructuras:
 Articulación glenohumeral: Articulación constituida entre la cabeza del
húmero y la cavidad glenoidea de la escapula.
 Articulación acromioclavicular: Entre acromion y extremo lateral de la
clavícula.
 Manguito Rotador: Formado por los músculos supraespinoso,
infraespinoso, teres menor y subescapular. Envuelven la articulación
glenohumeral.
Comprende los siguientes pasos:
1. Inspección: Se observa de preferencia la cara posterior del codo, con el
propósito de apreciar los relieves, que pueden estar borrados a causa de
tumefacciones; se investiga la presencia de nódulos (artritis reumatoide),
tofos (gota) y placas de psoriasis.
Simetría y desarrollo de las masas musculares de ambos hombros.
Se observa la posición del hombro, posibles deformaciones (luxación,
fractura), la presencia de atrofias musculares (deltoides, supraespinoso,
infracspinoso), y el estado de la piel, en particular la existencia de
equimosis en la cara interna del brazo (rotura del tendón largo del bíceps).

2. Palpación: Se valora la temperatura, se palpan los canales olecranianos, y


se investiga el dolor aplicando presión en la epitróclea y el epicóndilo.
Se realiza la palpación de puntos dolorosos y articulaciones
acromioclavicular y glenohumeral.
Se valora el calor local; se investigan los puntos dolorosos y se examina la
posición de la apófisis coraeoides, la articulación acromioclavicular y el
surco acromiohumeral.
3. Exploración de la movilidad: se explora, en especial, la flexión y
extensión del codo.
Se explora la movilidad activa, pasiva y contra resistencia.
Evaluar rangos de movilidad articular:
 Abducción: Elevación activa de brazos.
 Aducción.
 Flexión.
 Extensión.
 Rotación interna.
Rotación externa
4. Maniobras especificas: se realizan las maniobras específicas para el
diagnóstico de epitrocleitis (codo de 1 golfista) y epicondilitis (codo de tenista).
Exploración de la muñeca
Comprende los siguientes pasos:
1. Inspección: se deben reconocer las tumefacciones de la muñeca:
transversales (de una a otra apófisis estiloides) y longitudinales (vainas sinoviales
dorsales y palmares). Se investiga la presencia de quistes sinoviales (gangliones),
por lo general ubicados en la cara dorsal de la muñeca.
2. Palpación: se palpan las tumefacciones, la temperatura y la presencia de
crepitación tendinosa, con los movimientos de los dedos.
3. Exploración de la movilidad: se exploran la flexión, la extensión, la inclinación
cubital (aducción) y la inclinación radial (abducción).
4. Maniobras especificas: se investiga el túnel carpiano (nervio mediano).
Exploración de la mano y de los dedos
Siempre debe realizarse comparando ambas manos. Comprende los siguientes
pasos:
1. Inspección: Se observa la conformación de la mano (posiciones en flexión
palmar, desviaciones cubitales, deformaciones metacarpofalángicas o
interfalángicas de los dedos), y la presencia de alteraciones de la piel, atrofias
musculares y tumefacciones (estas últimas se exploran por el dorso de la
mano).
2. Palpación: Se comprueba la existencia de tumefacciones, nódulos y puntos
dolorosos.
3. Exploración de la movilidad: se explora la flexión y extensión activa, pasiva y
contra resistencia de los dedos.
Exploración de las articulaciones sacroiliacas
Comprende los siguientes pasos:
1. Inspección: Se observa la marcha del paciente (cojera) y la posible atrofia de
las masas musculares de la nalga.
2. Palpación: Se explora el punto doloroso sacro ilíaco, ubicado inmediatamente
por debajo de la espina ilíaca posterosuperior.
3. Maniobras especificas: En estas maniobras siempre interviene la articulación
de la cadera. Tienen el propósito de despertar dolor en caso de afectación
sacroilíaca. Se utilizan las maniobras de Volkmann, de Erichsen y de Laguerre.
Exploración de la cadera
Comprende los siguientes pasos:
1. Inspección: dada la profundidad de la articulación coxofemoral, la inspección
se hace por signos indirectos de afectación articular, a saber: la distinta
longitud del miembro, la rotación externa gel pie, y la actitud del muslo con
respecto al tronco. Se debe explorar, asimismo, la marcha (cojera).
2. Palpación: se investiga el dolor con la presión digital a través del triángulo de
Scarpa.
3. Exploración de la movilidad: Se explora la amplitud de los movimientos de
flexión, extensión, abducción, rodamiento interno y rodamiento externo.
Exploración de la rodilla
Debe realizarse comparando siempre ambas rodillas. Comprende los siguientes
pasos:
1. Inspección: Se investigan deformaciones y se estudian las actitudes: en varo
(piernas en O), en valgo (piernas en X), en flexión y en extensión. Las
tumefacciones se aprecian cuando el paciente está en decúbito dorsal
(borramiento de los relieves). Pueden observarse nódulos y tofos. Debe
inspeccionarse el hueco poplíteo, con el paciente en decúbito prono, en busca
de quistes de Baker, aneurismas o neurinomas.
2. Palpación: Se verifica la temperatura de la piel y se buscan los puntos
dolorosos, presionando digitalmente la interlínea articular, con y sin movimiento
de la pierna.
3. Exploración de la movilidad: Se investiga la movilidad pasiva con
movimientos de flexo extensión.
4. Maniobras especificas: Se utilizan para investigar el derrame articular y el
estado de los meniscos y ligamentos. Son de utilidad la maniobra del choque
rotuliano, la maniobra de Rotes-Querol y las de exploración de los ligamentos
lateral, medial y de los cruzados (signo del cajón).
Exploración del tobillo
Comprende los siguientes pasos:
1. Inspección: Se realiza con el paciente en decúbito dorsal para la región
anterior y en decúbito prono para la posterior. Se observan deformaciones,
tumefacciones y equimosis. Se valora el estado del tendón de Aquiles.
2. Palpación: Se explora la temperatura y los puntos dolorosos en la interlínea
articular tibio tarsiana.
3. Exploración de la movilidad: Se estudia hl flexión y extensión del pie.
Exploración del pie
Comprende los siguientes pasos:
1. Inspección: Se explora con el paciente de pie sobre un plano horizontal y
resistente, con los pies separados diez centímetros uno de otro, paralelos y con
las rótulas centradas. Se observa la actitud del pie: valgo (hacia fuera) y adductus
(hacia dentro). Se valora el estado del arco longitudinal interno: pie plano (cuando
el arco está aplanado) y pie excavado (cuando la curvatura es excesiva). Se
analiza el arco transversal anterior (cabeza de los metatarsianos), que aparece
hundido en el pie plano transverso. También deben observarse deformaciones y
tumefacciones localizadas o generalizadas del pie o de los dedos.
2. Palpación: Se investiga la temperatura y el dolor localizado.
3. Exploración de la movilidad: Se observa la movilidad de la articulación
subastragalína (en forma pasiva se explora la articulación de Chopart, con
movimientos de pronación-supinación del antepié y de los dedos, con movimientos
de extensión y flexión.
4. Maniobras específicas: pueden investigarse alteraciones de la articulación
metatarsofalángica con la maniobra de Poullosson.
Manifestaciones semiologicas
1. Dolor articular
El dolor en las articulaciones, también llamado artralgia, es un efecto secundario
posible del cáncer y su tratamiento. El dolor articular puede presentarse en las
manos, los pies, las rodillas, las caderas, los hombros, la región lumbar, la
columna vertebral y otras áreas articulares.
El paciente habitualmente se queja de dolor articular directamente. Sin embargo,
en ocasiones no lo hace, debido a que puede considerar que este tipo de dolor es
un proceso normal o esperable en el envejecimiento.
El dolor articular puede ser según su localización:
 Monoarticular (una sola articulacion)
 Oligoarticular (en vafias articulaciones)
 Poliarticular (en muchas articulaciones)
Pueden presentarse como:
 Dolores articulares en pequeñas o grandes articulaciones, acompañada de
signos de inflamación (artritis) o sin signos inflamatorios asociados
(artralgia).
Causas más frecuentes del dolor articular
Para el diagnóstico se requieren 4 características de las siguientes: rigidez
matutina de más de 30 minutos de duración, artritis en al menos tres áreas
articulares, afectación en manos, simetría, nódulos reumatoides, factor reumatoide
positivo, alteraciones radiográficas compatibles.
Las 4 primeras deben estar presentes por lo menos 6 semanas.
 Osteoartrosis
 Gota
 Artritis reumatoide
 Pseudogota
 Polimialgia reumática

Edema
Definimos al edema como el incremento clínicamente aparente del volumen del
líquido intersticial.
El diagnóstico del edema se realiza buscando la depresión de la piel y tejido
celular subcutáneo al presionar con un dedo contra un relieve óseo (signo de
godet o de la fóvea). Debe buscarse en las extremidades inferiores, en la región
sacra, o en el caso de ser localizado en cualquier región.
Los elementos a tener en cuenta en la valoración del edema son los siguientes:
 Distribución
 Consistencia
 Coloración
 Temperatura
 Sensibilidad
Exploración de la columna vertebral: reglón cervical.
Movilidad: flexoextensión y lateralización. La
flexoextensión se explora con el paciente sentado. Se le
indica que baje la cabeza, hasta tocar con el mentón la
horquilla esternal; si no la alcanza, la flexión está
limitada. A continuación, se le pide hacer el movimiento
opuesto; cuando el mentón se separa menos de 18 cm
de la horquilla esternal se considera que la extensión
está limitada. La limitación de los movimientos de
flexoextensión es originada por trastornos de las
articulaciones occipitoatloideas. Para investigar una
eventual lateralización derecha o izquierda, se indica al
paciente que incline la cabeza hacia uno y otro hombro;
en condiciones normales el ángulo formado por el plano
sagital de la cabeza y la prolongación del plano sagital
del tronco debe ser mayor de 30°; este movimiento está
limitado cuando hay afectación cervical de C3 a C7.

Exploración de la columna vertebral: región


cervical. Movilidad: rotación. Se explora al rotar
la cabeza a derecha e izquierda. En condiciones
normales el ángulo formado por el plano sagital
dé la cabeza y la prolongación del plano sagital
del tronco debe ser mayor de 60° en cada lado.
El movimiento está limitado en caso de
trastornos de la articulación atloideoaxoidea.
Exploración de la columna vertebral: región
dorsal. Escoliosis. Se indica al paciente que
flexione el tronco sin doblar las rodillas y
con los brazos colgando. El examinador de
frente al paciente, observa tangencialmente
la región dorsal. En caso de escoliosis se
percibe elevación excesiva de uno de los
hemidorsos con respecto al otro. El
hemidorso más elevado corresponde a la
convexidad de la escoliosis.

Exploración del dolor vertebral. Se investiga éste con el paciente en decúbito


prono. El examinador comprime las apófisis espinosas entre el pulgar y el
índice de su mano derecha; se investiga Exploración
desde la de la columna
segunda vertebral:
cervical hastaregión
la
última lumbar. Debe distinguirse entre el dolor normal a la presión, y elsolícita
lumbar. Movilidad: flexión. Se dolor al
intenso patológico. paciente que incline la cabeza y el tronco
hacia adelante, sin doblar las rodillas. con
los brazos relajados y colgantes. El
examinador, colocado a uno de los lados,
observa que en condiciones normales
desaparece la lordosis lumbar fisiológica, y
es reemplazada por una cifosis lumbar. La
persistencia de laManiobra
lordosis señala
de alteración
Lasegue: signo de
Lasegue. Para evaluarlo se eleva el
miembro inferior, con la rodilla
extendida. En caso de afectación
radicular se genera dolor intenso
(ciatalgia) en las caras posteriores del
muslo y de la pierna: el signo de
Laségue.
Exploración del hombro: palpación de Exploración del hombro: palpación del
la articulación acromioclavicular. El surco acromiohumeral. El examinador
examinador desliza el dedo por la palpa con su dedo índice el surco
superficie clavicular hasta su extremo acromiohumeral, ubicado entre el borde
distal, donde palpa el surco de la acromial y la cabeza humeral. La
articulación acromioclavicular. Este presencia de dolor a la presión digital se
examen permite reconocer la observa en las bursitis subacromiales y
existencia de dolor por trastorno de en las lesiones del tendón largo del
dicha articulación. bíceps o del manguito de los rotadores.

Exploración de la movilidad del hombro:


abducción. Se indica al paciente que separe el
brazo del tronco siguiendo un plano
verticotransversal; este movimiento tiene una
amplitud normal de 180 grados.
Exploración de la movilidad del hombro: Exploración de la movilidad del hombro:
flexión. Se indica al paciente que eleve extensión. Se le indica al paciente que
el brazo hacia adelante y arriba; en lleve el codo hacia atrás y arriba; el
condiciones normales llega a 180 ángulo puede alcanzar 90°
grados.

Exploración de la movilidad del hombro:


rotación externa. Se indica al paciente
que con el codo en 90° desplace el
antebrazo hacia afuera; normalmente
rota 90 grados.
Exploración de la movilidad de la muñeca: flexión.

Exploración de la movilidad del hombro: rotación.


Exploración de las manos: palpación de las articulaciones metacarpofalángicas e
interfalángicas.

Exploración del dolor sacroilíaco: maniobra de volkman.


Exploración del dolor sacroilíaco: maniobra de Erichsen.

Maniobra de choque rotuliano.


Exploración del tobillo: extensión del pie.

SISTEMA NERVIOSO

Los nervios craneales, también conocidos como pares craneales, son 12 pares de
nervios que pasan por unos pequeños orificios que se encuentran en la base del
cráneo.
Estos nervios se encargan de llevar información y conectar el encéfalo con
diferentes partes del cuerpo (órganos sensitivos, motores, músculos, órganos,
etc.).
CLASIFICACIÓN DE LOS PARES CRANEALES
1. Pares sensitivos o aferentes: El olfatorio (I par), el óptico (II par) y el
vestibulococlear o estatoacústico (VIII par). Recordemos que los pares I y II
no son, verdaderos nervios, de aquí que sus características se aparten de
las consideraciones generales que estamos exponiendo.
2. Pares motores o eferentes: El motor ocular común u oculomotor (III par),
el patético o troclear (IV par), el motor ocular externo, abductor o abducens
(VI par), el espinal o accesorio (XI par) y el hipogloso (XII par).
3. Pares mixtos: El trigémino (V par), el facial (VII par), el glosofaríngeo (IX
par) y el vago o neumogástrico (X par).
Clasificación
Son 12 nervios los que pertenecen al hemisferio izquierdo y sus semejantes que
se encontrarían de forma simétrica, en el hemisferio derecho.

I par craneal: nervio olfatorio


Es un nervio sensorial, encargado de transmitir los estímulos olfativos desde la
nariz hacia el cerebro.
Su origen real está dado por las células del bulbo olfatorio, es el par o nervio
craneal más corto de todos.
Exploración
Se explora a través del interrogatorio y pruebas específicas. El interrogatorio
brinda información sobre trastornos de la percepción olfatoria.
1. Deben tenerse preparados pequeños frascos con sustancias de olores
conocidos, corrientes o comunes, y que no sean irritantes. Entre ellos el
olor a clavo, café, jabón, perfume, trementina, alcanfor, etc. No debe usarse
amoniaco, vinagre, formol u otras sustancias, que irritarían las
terminaciones sensitivas del V par.
2. Pida a la persona que: ocluya una fosa nasal con su dedo, mantenga la
boca cerrada y cierre los ojos.
3. Presente varios olores familiares, aplicando la boca del recipiente que
contenga la sustancia que se use, debajo de la fosa nasal que se está
examinando.
4. Cada lado de las fosas nasales debe ser explorado separadamente. Repita
el procedimiento en la otra fosa nasal.
5. Debemos preguntar primero si siente o no el olor y si responde
positivamente, se le insta a que identifique el olor.
6. Anótese cuidadosamente señalando para cada fosa nasal, cuál es el
resultado de la prueba.
7. Antes de considerar una prueba como positiva hay que cerciorarse primero
de que el sujeto no tiene catarro nasal, u otra afección de las fosas nasales,
que impida o altere la circulación del aire por ellas.
8. Es importante aclarar que, aunque no se identifique exactamente, la
apreciación por el sujeto de un olor, es suficiente para excluir la anosmia
(pérdida del olfato).
Alteraciones
 Parósmia: Es un cambio en la percepción normal de los olores, por
ejemplo, cuando se distorsiona el olor de algo familiar, o cuando algo que
normalmente le agradaba de repente se vuelve desagradable.
 Anosmia: Es la total incapacidad para detectar olores. En raras ocasiones,
se puede nacer sin el sentido del olfato, lo que se llama anosmia congénita.
 Fantósmia: Es la sensación de percibir un olor que en realidad no está
presente.
 Cacosmia: Es la alteración del sentido del olfato en la que el cerebro es
incapaz de percibir correctamente los olores y aromas, concretamente la
persona refiere sentir olores desagradables.
 Hiposmia: Se da cuando la pérdida no es completa y sólo existe una
disfunción parcial del umbral olfativo.
II par: nervio óptico
Forma parte de las fibras aferentes, y se encarga de transmitir al cerebro la
información visual que se recoge desde el ojo. Surge desde el diencéfalo.
Fibra aferente: llevan los impulsos hasta el sistema nervioso central (SNC).
Diencéfalo: Parte del encéfalo situada en el cerebro medio.
El estudio del II par comprende los siguientes pasos:
1. Examen de la agudeza visual: Se realiza explorando la visión cercana y
lejana mediante la lectura de los optotipos de Wecker y Jaeger.
2. Campimetría: Se exploran las características perimetrales del campo
visual, la presencia de zonas ciegas (escotomas) y el tamaño de la mancha
ciega fisiológica. La ceguera de la mitad del campo visual se denomina
hemianopsia (nasal o temporal). La hemianopsia es homónima si son
ambas mitades derechas o izquierdas las afectadas; se denomina
heterónima si se trata de la mitad derecha de un lado e izquierda del otro o
viceversa. La hemianopsia puede ser horizontal y afectar la mitad superior o
inferior del campo visual. El defecto de un cuarto del campo visual se
denomina anopsia en cuadrante.
3. Visión de los colores: Se examina empleando las láminas de Ishihara,
que consisten en números formados por pequeños círculos de distintos
colores.
4. Fondo del ojo: se explora con el oftalmoscopio, con o sin dilatación pupilar,
en un ambiente oscuro. Se debe inspeccionar el estado de la papila (borde,
coloración, estado de las arterias y venas que salen de la misma, pulso
venoso), las características de la retina, las condiciones de las arterias y
venas (diámetros, reflejos, relación arteriovenosa, cruces arteriovenosos), y
la presencia de hemorragias y exudados.
Alteraciones
1. Atrofia óptica: Este estado indica una deficiencia en el número de fibras
nerviosas que surgen en la retina y que convergen para formar el disco
óptico, nervio óptico, tractos ópticos.
2. Glaucoma: Enfermedad que ocurre cuando la presión del líquido dentro del
ojo se eleva y daña el nervio óptico. Según la gravedad de daño producido
la pérdida de visión es mayor o menor.
3. Neuritis óptica: Se trata de una inflamación del nervio óptico por falta de
riego en el flujo sanguíneo. Está relacionado con enfermedades del sistema
inmunitario, la exposición a radiación.
4. Neuropatía óptica isquémica: La lesión se produce por la oclusión del
suministro de sangre arterial que puede producirse por una arteritis
temporal, aterosclerosis, entre otras.
III par craneal: nervio oculomotor
También conocido como nervio motor ocular común, este nervio craneal manda
órdenes a la mayoría de músculos que intervienen en el movimiento de los ojos, y
hace que la pupila se dilate o se contraiga.
Tiene su origen en el mesencéfalo.
IV par craneal: nervio troclear
Como el nervio oculomotor, este par craneal se ocupa del movimiento de los ojos.
En concreto, le manda señales al músculo oblicuo superior del ojo. El lugar del
que surge este par de nervios es el mesencéfalo.
III, IV y VI par: nervios motor ocular común, patético y motor ocular externo
Se estudian en conjunto, por ser los que inervan la musculatura extrínseca del ojo.
Se exploran mediante el interrogatorio, la inspección y maniobras específicas.
El interrogatorio permite establecer la presencia de vértigo o diplopía (visión
doble). La inspección permite observar la situación de los párpados, la simetría de
los ojos o la inclinación compensatoria de la cabeza.
El examen de la motilidad extrínseca del ojo se complementa ordenando al
paciente que dirija su mirada hacia arriba, abajo, derecha e izquierda, siguiendo
un objeto mostrado por el examinador, mientras mantiene quieta la cabeza.
Para interpretar las alteraciones de la motilidad ocular, recordaremos la inervación
de los músculos extrínsecos del ojo. El III par inerva el elevador del párpado
superior, 1 el recto superior, el recto interno, el recto inferior y el oblicuo menor;
asimismo, el esfínter de la pupila y el músculo de la acomodación. El IV par inerva
el oblicuo mayor. El VI par inerva el recto externo.
La parálisis del III par lleva el ojo hacia abajo y afuera, I imposibilita realizar
movimientos hacia arriba, abajo y I adentro, y por la denervación parasimpática
produce dilatación pupilar y falta del reflejo a la luz y de acomodación.
La parálisis del IV par lleva alojo hacía arriba y adentro, con imposibilidad de
dirigirlo hacia abajo y afuera. La parálisis del VI par lleva alojo hacia adentro.
Examen de las pupilas
Se estudia la forma, tamaño, situación y simetría pupilares.
El contorno irregular de las pupilas se llama discoria, y su distinto tamaño,
anisocoria. El diámetro pupilar menor de 2 mm se denomina miosis, y el mayor de
4 mm midriasis. Las reacciones pupilares se estudian a través del estímulo
luminoso y por las maniobras de convergencia ocular. En condiciones normales la
pupila se contrae con la luz y se dilata en la oscuridad.
Las alteraciones de los reflejos pupilares son las siguientes:
a) Hippus patológico: contracción y dilatación rítmica y exagerada de la pupila.
b) Bradicoria: contracción lenta de la pupila.
c) Ausencia de los reflejos fotomotor y de acomodación.
d) Ausencia del reflejo fotomotor y presencia de los reflejos de acomodación y
convergencia: signo de Argyll Robertson.
e) Presencia de reflejo fotomotor y ausencia del reflejo de acomodación y
convergencia: signo de Argyll Robertson invertido.
f) Ausencia de reflejo consensual.
Exploración de la abertura palpebral de cada ojo
El III par inerva el músculo elevador del párpado superior. La simple inspección de
la facies permitirá darse cuenta si las dos aberturas palpebrales son de la misma
amplitud, o si una de ellas está más estrecha porque el párpado superior de un
lado está más descendido que el otro (ptosis palpebral) Igualmente si un ojo está
cerrado porque no hay elevación del párpado superior de ese lado, será índice de
parálisis de ese músculo, por lesión, al menos del III par.
Exploración de movimientos oculares
1. Después de observar la abertura palpebral, vemos si ambos globos oculares se
encuentran simétricos o si, por el contrario, alguno de ellos presenta desviación
hacia arriba, abajo, afuera, o adentro.
2. Fije la cabeza del sujeto con una mano e instrúyalo a que siga con su vista un
dedo, o un lapicero, que movemos frente a sus ojos. Mueva el lapicero o el dedo,
primero en dirección horizontal de derecha a izquierda y viceversa, hasta las
posiciones extremas; después, en sentido vertical de abajo a arriba y viceversa.
3. Cuando la persona mire hacia el punto más distal en los campos lateral y
vertical, fíjese cuidadosamente en los movimientos conjugados de los globos
oculares y en la presencia de movimientos involuntarios, cíclicos, del globo ocular,
caracterizados por un movimiento inicial lento, seguido de una sacudida brusca en
dirección opuesta, lo que se llama nistagmo (de nistagmus: movimiento), y cuya
exploración y análisis veremos al estudiar el VIII par.
4. Explore buscando estrabismo (prueba de tape y destape). Pida a la persona
que mire fijamente su lapicero, sostenido aproximadamente a un pie de distancia,
mientras usted cubre uno de los dos ojos del sujeto. Observe si hay algún
movimiento en el ojo descubierto. Al retirar la cubierta observe algún movimiento
del otro ojo. Repita la operación tapando y destapando el otro ojo.
Motilidad intrínseca del ojo
1. Forma y contorno: la pupila es de forma circular y contorno regular, aunque
a veces se presenta elíptica, y otras, con un contorno irregular, lo que se
llama discoria.
2. Su situación es central, aunque a veces puede estar algo excéntrica, con
relación al centro del iris.
3. Su tamaño es variable y guarda relación con la intensidad de la luz a que
estén sometidas. Se dilata (aumenta) en la oscuridad y se contrae
(disminuye) a medida que aumenta la luz. Su diámetro normal promedio es
de 3 mm y su rango normal puede considerarse entre 2 y 4 mm.
4. Las pupilas son simétricas, iguales en tamaño. La desigualdad del tamaño
de las pupilas se denomina anisocoria y generalmente es patológica,
aunque el 5 % de la población tiene una ligera anisocoria, que se considera
clínicamente insignificante.
5. Hippus pupilar. Se designa con este nombre a la serie de contracciones
rítmicas que
experimenta la pupila, bien de manera espontánea o provocada por la luz.
Exploración de reflejo fotomotor
1. Oscurezca la habitación o sitúe al sujeto de espaldas a la fuente de luz
directa.
2. Para obtener la máxima dilatación pupilar, pida a la persona que mire un
objeto distante.
3. Pida que se cubra un ojo mientras usted incide un haz de luz desde el lado
hacia la pupila del ojo descubierto.
4. Observe si la pupila se contrae al incidir el haz de luz.
5. Repita la prueba con el otro ojo.
Exploración de reflejo consensual
Incida lateralmente el haz de luz sobre un ojo, mientras observa ambas pupilas.
Ambas deben contraerse, a pesar de que la luz se dirigió hacia un solo ojo. La
contracción de la pupila del ojo que no recibe directamente la luz es la respuesta
consensual.
Exploración de reflejo de acomodación y convergencia
Se coloca un dedo del examinador, o un objeto cualquiera, se observa que, al
mirar al objeto distante, la pupila se dilata, y al mirar al dedo, la pupila se contrae y
los ejes ópticos convergen. Esto constituye el reflejo de la acomodación y
convergencia. El reflejo de la acomodación puro se explora tapando un ojo y
procediendo de idéntica forma.
Alteraciones
1. La oftalmoplejía es el trastorno del sistema oculomotor que produce la
incapacidad para mover voluntariamente el globo ocular.
2. Ptosis palpebral unilateral: parálisis combinada de V y VI pares izquierdos
afectados por una goma sifilítica del ala menor del esfenoides.
3. La diplopía es una patología de la vista en la cual las imágenes percibidas
por los ojos no se procesan en el cerebro como una sola imagen espacial,
sino que se genera visión doble.
V par: nervio trigémino
En su faceta de nervio motor, manda órdenes a músculos encargados de realizar
los movimientos de la masticación, mientras que como nervio craneal sensorial
recoge información táctil, propioceptiva y del dolor de varias zonas de la cara y la
boca.
Es uno de los pares craneales mixtos y Tiene funciones tanto motoras como
sensoriales.
Se exploran las ramas motora y sensorial (sensitiva). La rama motora inerva los
músculos de la masticación (masetero, temporal, pterigoides y otros). La
exploración motora del V par se describe en la ilustración correspondiente. La
rama sensorial se examina siguiendo las maniobras de exploración de la
sensibilidad superficial. La distribución topográfica de sus tres ramas (oftálmica,
maxilar superior y maxilar inferior) se ilustra en la figura correspondiente. Sus
alteraciones comprenden la parálisis de los músculos masticadores, trastornos
auditivos (por parálisis -1 del músculo del martillo) y trastornos sensoriales:
anestesia, neuralgia y modificaciones en la secreción nasal y lagrimal.
Exploración
1. La porción sensitiva se explora en forma similar a la sensibilidad en general;
para ello utilizamos mechitas de algodón, alfileres y objetos fríos o calientes
2. Reflejos: corneal (parpadeo), conjuntival, mandibular y estornutatorio
La porción motora se explora de dos maneras:
a) Palpe los músculos temporales y después los maseteros, mientras ordena a
la persona que apriete fuertemente sus dientes o que mastique, lo que
permite percibir el endurecimiento de las masas musculares, por la
contracción de las mismas.
b) Pida al sujeto que abra su boca, mientras con una mano se opone a ello.
c) En el caso de parálisis de los masticadores de un lado, observaremos al
palpar con la mano libre, que el masetero del lado afecto no se contrae, no
se endurece, en tanto que el del lado sano sí lo hará.
Alteraciones
1. La neuralgia del trigémino: Es un trastorno de dolor crónico que afecta el
nervio trigémino, que transmite las sensaciones del rostro al cerebro.
2. Neuropatía del trigémino: Se presenta como una pérdida de la
sensibilidad facial o debilidad de los músculos de la mandíbula.
3. Parálisis del trigémino: Perdida o disminución de la motricidad, o perdida
de la contractibilidad.
VI par craneal: nervio abducente
Este es otro de los pares craneales encargados de hacer que el ojo se mueva. En
concreto, se encarga de producir la abducción, es decir, que el ojo se mueva hacia
el lado opuesto a donde está la nariz, También conocido como nervio ocular
externo o nervio abducens.
controla los movimientos oculares, los reflejos fotomotores y la acomodación.
Alteraciones
1. Parálisis del nervio abducens:
El ojo afectado no gira completamente hacia afuera y puede girar hacia adentro al
mirar hacia adelante.
2. Mononeuropatía del nervio abducens:
Un trastorno nervioso que afecta a la función de este nervio (es decir, el nervio se
daña). Como consecuencia puede ocurrir que la persona vea doble (visión doble).
VII par: nervio facial
Se trata de un nervio mixto, compuesto por fibras motoras que inervan el orbicular
de los párpados, el superciliar, el frontal y todos los demás músculos de la cara y
cutáneo del cuello, así corno los de los huesecillos del oído (con excepción del
músculo del martillo), y fibras sensoriales, que inervan el pabellón auricular, el
conducto auditivo externo y la membrana del tímpano, y recogen las sensaciones
gustativas de los dos tercios anteriores de la lengua, como también las glándulas
salivales y lagrimales. Exploraremos las fibras motoras.
Por medio de la inspección se explora la simetría de la cara, que está dada por la
similitud de los surcos frontales, la simetría de las hendiduras palpebrales, la
igualdad de los surcos nasogenianos y el nivel de las comisuras labiales.
Se completa la exploración ordenando al paciente realizar los siguientes
movimientos: arrugar la frente, abrir y cerrar los ojos, mostrar los dientes, desviar
las comisuras labiales, soplar y silbar. Para observar el relieve del músculo
cutáneo del cuello, se impide que el paciente baje la cabeza, oponiendo
resistencia con la mano colocada bajo el mentón.
Las alteraciones motoras del VII par comprenden la parálisis facial central y la
parálisis facial periférica.
En la parálisis facial central (facial inferior) se observa borramiento del surco
nasogeniano del lado afectado, desviación de la comisura labial hacia el lado
sano, asimetría del orificio bucal al mostrar los dientes, e imposibilidad de silbar o
soplar.
En la parálisis facial periférica, por afección de los faciales superior e inferior, se
observa, además de lo ya descrito, el borramiento de los surcos frontales, una
mayor abertura palpebral, y falta de lagrimeo en el lado enfermo. Al ordenar al
paciente que cierre Jos ojos, se observa, en el lado paralizado, que no puede
ocluir los párpados elevando el globo ocular hacia arriba y adentro (signo de Bell).
Al ordenar al paciente que mire hacia arriba, el ojo enfermo excursiona más que el
sano (signo de Negro).
Exploración
Función motora
1. Observe desde el comienzo del examen físico si existe o no, desviación de una
comisura labial al hablar o la salida de la saliva por un lado de la boca.
2. Ordene al sujeto que arrugue la frente (con esta maniobra exploramos el facial
superior), que frunza el ceño, que cierre fuertemente los ojos, que se ría, que
enseñe los dientes y que silbe y observe la simetría de los pliegues, de los surcos
y de las comisuras labiales
3. Pídale a la persona que proyecte los labios hacia adelante, mientras usted
ejerce presión en contra con sus dedos.
4. Pídale, además, que llene de aire la boca y pronuncie ambas mejillas.
Presiónelas simultáneamente con sus dedos índices y note si se escapa el aire
por uno de los lados de la boca.
5. Explore la fuerza de cierre de los párpados pidiendo al sujeto que mantenga los
ojos fuertemente cerrados, mientras usted trata de abrirlos elevando los párpados
con sus pulgares.
Función sensorial
Sabemos que los dos tercios anteriores de la lengua están inervados
sensorialmente por la cuerda del tímpano (rama del facial) y el nervio lingual (rama
del trigémino). El examen de la función sensorial consiste pues, en explorar el
gusto de cada hemilengua, en sus dos tercios anteriores.
Se necesita tener preparado hisopos algodonados, frascos con azúcar (sabor
dulce), sal común (salado), ácido cítrico o jugo de limón (ácido) y quinina
(amargo), un papel o cuatro tarjetas donde estén escritos con letras grandes, los
cuatro sabores primarios y un vaso con agua natural para enjuagarse la boca
entre una gustación y otra.
1. Tome un hisopo algodonado, muy ligeramente humedecido con una de las
sustancias, para que el sabor no se corra, y aplíquelo sobre la parte anterior y
media de una hemilengua, recordándole a la persona que mantenga la lengua
afuera para evitar que cierre la boca
2. Ordénele que indique con un dedo a cuál de los sabores corresponde.
3. Pídale que se enjuague la boca.
4. Repita los pasos 1,2 y 3 para cada sabor.
5. Explore de la misma forma la otra hemilengua.
6. Registre los resultados de la exploración.
Alteraciones
Parálisis de Bell
 Paresia o parálisis unilateral de la cara de inicio agudo en un patrón que
corresponde a disfunción periférica del nervio (todas las ramas están
afectadas).
 Inicio y evolución rápidos (menor de 48 h).
 La parálisis facial puede vincularse con neuropatías agudas que afectan
a otros pares craneales (en particular los pares craneales V a X).
Herpes zoster ótico (síndrome de Ramsay Hunt):
 Parálisis facial aguda periférica relacionada con otalgia y lesiones
cutáneas tipo varicela que afectan el oído externo, la piel del conducto
auditivo externo o el paladar blando.
 Con frecuencia, la afección se extiende a los pares craneales V, IX y X.
 Se diferencia de la parálisis de Bell por úlceras cutáneas características
y alta incidencia de hipoacusia o disfunción del equilibrio.
VIII par: nervio auditivo
Se exploran la rama coclear (audición) y la vestibular (sentido del equilibrio). El
interrogatorio permite investigar la presencia de sordera, hipoacusia o paracusia
en lo referente a la rama coclear, y la existencia de vértigo y acúfenos en cuanto a
la rama vestibular.
Es uno de los pares craneales sensoriales, y recoge información de la zona
auditiva. En concreto, recibe datos relativos a lo que se oye y a la posición en la
que nos encontramos respecto al centro de gravedad, lo que permite mantener el
equilibrio.
Es responsable de los sentidos especiales de la audición (a través del nervio
coclear) y del equilibrio (a través del nervio vestibular).
Rama coclear
Se explora por medio de la prueba del reloj, la audiometría y las pruebas con
diapasón (de Weber, Rinne y Schwabach), que se describen en las figuras
correspondientes.

Rama vestibular
Se investigan el nistagmo (nistagmus) espontáneo y el provocado, la respuesta a
la prueba calórica de Barny, el equilibrio dinámico (marcha en estrella de Babinski-
Weil).
Exploración
Porción coclear, examen otoscopio del oído.
Para explorar la porción coclear se necesita estar equipado de un reloj (de tic-tac)
y de un diapasón.
Explore la agudeza auditiva, especialmente los sonidos de alta frecuencia. En un
recinto a prueba de ruidos, ocluyendo uno de los conductos auditivos externos, se
le habla a la persona en voz baja a cierta distancia, la que se va acortando hasta
que el sujeto nos oiga.
1. Prueba de la voz cuchicheada:
a) Pida al sujeto que se cubra un oído con su mano. Párese ligeramente
detrás de la persona, cercana al otro oído que quiere explorar.
b) Susurre o cuchichee unas pocas palabras y pida al sujeto que repita lo que
usted ha dicho.
c) Repita la prueba en el otro oído.
2. Prueba del tic-tac del reloj:
a) Párese detrás de la persona. Instrúyala que se cubra el oído que no va a
ser explorado.
b) Sostenga un reloj de tic-tac cerca del oído no cubierto. Pida al sujeto decir
“Sí” cuando oiga el tictac y “No” cuando se vuelva inaudible. Mueva el reloj
hasta que esté a 2 pies del oído.
c) Repita la prueba en el otro oído.
3. Prueba de Weber:
a) Haga vibrar el diapasón y colóquelo sobre el vértice del cráneo.
b) Pregunte a la persona dónde siente el sonido y si lo oye en ambos oídos,
pregúntele si lo siente más intenso en un oído que en otro.
c) Si el Weber está lateralizado, repita la prueba ocluyendo primero, el oído
que se está explorando y después el otro
4. Prueba de Rinne:
a) Haga vibrar el diapasón y colóquelo sobre la apófisis mastoides del lado
cuyo oído estamos explorando.
b) Pídale al sujeto que avise inmediatamente cuando deje de percibir el sonido
(o el zumbido).
c) Al avisar, traslade el diapasón, que estará vibrando débilmente, frente al
conducto auditivo externo.
d) Pregunte al sujeto si vuelve a percibir la vibración. Normalmente debe oírse
de nuevo la vibración cuando el diapasón se coloca frente al conducto
auditivo externo.
5. Prueba de Schwabach:
Mide la duración de la percepción ósea:
a) Coloque el diapasón en vibración sobre una de las apófisis mastoides y
mida el tiempo durante el cual el sujeto percibe el sonido.
b) Mida el tiempo en la otra apófisis mastoides. E1 promedio normal de
duración es de 18 s; si dura menos se dice que está “acortada” y si dura
más se dice que está “alargada”.
c) Adicionalmente puede repetir la prueba, sosteniendo el diapasón contra su
propia mastoides y anotar su tiempo de conducción ósea, para compararlo
con los del examinado, asumiendo que su audición es normal.
Alteraciones
1. Hipoacusia: Es la disminución de la sensación auditiva. Las disminuciones
leves de la audición son comunes después de los 20 años. Los problemas
de audición por lo general aparecen gradualmente y muy rara vez terminan
en sordera completa.
2. Nistagmo: El nistagmo es un movimiento involuntario e incontrolable de
los ojos. El movimiento puede ser horizontal, vertical, rotatorio, oblicuo o
una combinación de estos.
 Nistagmo congénito: Este tipo de nistagmo comienza en bebés,
generalmente, entre las 6 semanas y los 3 meses de edad.
 Nistagmo adquirido: Esta comienza en una etapa posterior de la
vida. Tiene diversas causas, entre ellas, consumo de drogas.
IX par: nervio glosofaríngeo
Está compuesto por fibras sensoriales y motoras. Las primeras se distribuyen por
la faringe, el oído medio y las papilas gustativas del tercio posterior de La lengua.
Las fibras motoras, por la faringe, el músculo estilo faríngeo y los pilares del velo
del paladar.
La exploración del gusto se basa en la percepción de los sabores (amargo, dulce,
salado, ácido). Sus alteraciones son la agusia (falta de gusto), hipogusia
(disminución) y paragusia (gusto falso).
Tiene influencia tanto en la lengua como en la faringe (el conducto que comunica
la boca con el estómago). Recibe información de las papilas gustativas de la
lengua, pero también manda órdenes tanto a la glándula parótida (salival) como a
músculos del cuello que facilitan la acción de tragar. Es un nervio tanto sensitivo
como motor.
Exploración
1. Fenómeno de Vernet:
a) Se pide al sujeto abrir bien la boca.
b) Se ordena decir “aaaa” mientras usted observa la pared posterior de la
faringe.
Normalmente se produce contracción de la pared posterior de la faringe, lo que no
ocurre cuando el IX par está lesionado.
2. Reflejo faríngeo:
Toque un lado de la pared posterior de la faringe con un depresor de madera o
aplicador. La respuesta normal es la contracción inmediata de la pared posterior
de la faringe, con o sin náuseas.
Alteraciones
Neuralgia del nervio glosofaríngeo:
Se caracteriza por un dolor paroxístico, intenso, de segundos a pocos minutos de
duración, localizado en la pared posterior de la faringe.
Síndrome de Villaret:
Está caracterizado por una serie de alteraciones de la unión craneocervical, con
un compromiso específico de los nervios craneales IX, X, XI y XII, así como la
cadena simpática cervical.
Síndrome de Collet-Sicard
Consiste en la parálisis unilateral y combinada de los pares craneales IX, X, XI y
XII muy poco frecuente, producido por lesiones en la base del cráneo.
X par: nervio neumogástrico
Este par craneal lleva órdenes a la mayoría de los músculos faríngeos y laríngeos,
manda fibras nerviosas del sistema simpático a vísceras que se encuentran en la
zona de nuestro abdomen y recibe información gustativa que llega desde la
epiglotis. Al igual que el nervio glosofaríngeo, interviene en la acción de tragar, de
modo que tiene mucha relevancia dado lo importante de esta función vital.
Se trata del nervio cuyo curso es el más largo de los nervios craneales, se
extienden y distribuyen ampliamente por debajo del nivel de la cabeza.
Es un nervio mixto, formado por fibras sensoriales y motoras. Las primeras inervan
la faringe, vísceras torácicas y digestivas, y su descripción escapa a los fines de
este Ebro. Las fibras motoras inervan el músculo constrictor de la faringe,
músculos laríngeos y músculos lisos viscerales.
Las fibras motoras se exploran mediante el examen del velo del paladar y de la
laringe. En primer lugar, se ordena al paciente abrir la boca y pronunciar el sonido
"a" mientras se mantiene deprimida la lengua con un bajalenguas (abatelenguas);
en condiciones normales el velo del paladar se eleva simétricamente. En
presencia de una parálisis del X par se observa elevación unilateral del velo, con
desviación del rafé medio y la úvula hacia el lado sano. Se completa la exploración
con la prueba del vaso, descrita en la ilustración correspondiente.
1. Examen del velo del paladar y la úvula:
Generalmente se aprovecha la exploración del fenómeno de Vernet para el IX par,
ya que la técnica es la misma; lo que varía es la observación, que, en lugar de
centrar la atención en la pared posterior de la faringe, se observa la úvula y los
dos velos, derecho e izquierdo, del paladar
2. Exploración del reflejo oculocardiaco:
Con el sujeto acostado en decúbito supino y con sus ojos cerrados, se hace
presión sobre los globos oculares con la yema de los dedos pulgares durante
minutos. Previamente se ha tomado el pulso radial y se ha anotado su frecuencia.
3. Exploración del reflejo faríngeo:
Esto se hace como se describió antes en el IX par.
Alteraciones
1. La neuralgia del vago: Se refiere a la presencia de dolor en el trayecto del
nervio acompañado de disfunción del mismo.
2. Síndrome vasovagal o desmayo: Esta se presenta en personas jóvenes y se
debe al descenso de la frecuencia cardíaca y de la presión sanguínea, debido
a la falta de oxígeno en el cerebro, provocando un desmayo.
3. Epilepsia: Trastorno en el que se interrumpe la actividad de las células
nerviosas en el cerebro, lo que provoca convulsiones. La epilepsia puede
ocurrir como resultado de un trastorno genético o una lesión cerebral adquirida,
como un traumatismo o un derrame cerebral.
XI par: nervio espinal
Se trata de uno de los pares craneales puros, y activa los músculos trapecio y
esternocleidomastoideo, que intervienen en el movimiento de la cabeza y los
hombros, de modo que sus señales se hacen notar en parte de la zona superior
del tórax, también se lo conoce como nervio espinal.
Permite que la cabeza quede decantada hacia un lado y que pueda inclinarse
hacia atrás.
Es un nervio motor que inerva los músculos esternocleidomastoideo y trapecio. Se
explora mediante la inspección del cuello, buscando la simetría de hombros y
escápulas. Las maniobras específicas comprenden la oposición a los siguientes
movimientos: elevar los hombros y rotar la cabeza. La parálisis del XI par origina
caída del hombro del lado paralizado, y cambio de situación de la escápula.

Exploración
1. Se inspecciona la región cervical y la nuca, en busca de asimetría o flacidez de
los músculos esternocleidomastoideo y trapecio y de atrofia o fasciculaciones
de alguno de ellos.
2. Se palpan estos músculos para comprobar su tono o flacidez.
3. Se le ordena al sujeto que eleve ambos hombros, poniendo el examinador las
manos sobre ellos y oponiéndose al movimiento, con el objeto de explorar la
fuerza muscular segmentaria de cada trapecio.
4. Se le ordena al sujeto rotar la cabeza, oponiéndose el examinador al
movimiento, con una mano apoyada en el mentón de aquel y observando la fuerza
muscular con que se pretende realizar el movimiento, y la contracción o no del
músculo esternocleidomastoideo del lado opuesto.
5. Se le ordena al sujeto que flexione su cabeza sobre el pecho y se opone
resistencia con una mano en el mentón a ese movimiento, la cabeza se desviará
hacia el lado paralizado.
Alteraciones
1. La parálisis del nervio espinal accesorio:
Es común tras cirugías que implican a la parte lateral del cuello (como disecciones
de carcinomas o escisión de nódulos linfáticos), por traumatismo en el lateral del
cuello, o lesiones cervicales.
2. Neuropraxia: Es la pérdida de continuidad en la transmisión del impulso
nervioso sin cambio estructural del axón.
3. Neurotmesis: En este caso se produce una separación completa del nervio,
con pérdida de continuidad del mismo.
XII par: nervio hipogloso mayor
Es el nervio motor de la lengua. Su exploración se realiza mediante la inspección y
palpación del trofismo de la lengua y la búsqueda de movimientos involuntarios de
ésta; asimismo, ordenando al paciente que efectúe distintos movimientos, como
sacar la lengua y moverla en varias direcciones.
La parálisis del XII par origina hipotrofia o atrofia de la mitad correspondiente,
movimientos fibrilares, y desviación de la lengua hacia el lado enfermo al sacarla.
Activa músculos de la lengua y participa en la acción de tragar. Así pues, trabaja
junto a los pares craneales IX y X para permitir que la deglución sea realizada
correctamente, algo fundamental para el buen estado del organismo.
Se encuentra en el cráneo y se extiende hasta llegar al borde lateral de la lengua.
EXPLORACION
1. Trofismo y simetría de la lengua; fasciculaciones: se le ordena a la persona abrir
la boca y se observa la lengua y si sus dos mitades son iguales y simétricas o si
hay atrofia de alguna de sus dos mitades. Se observa, además, la existencia o no
de fasciculaciones.
2. Posición de la lengua: se le ordena al sujeto que saque la lengua y se observa
si la punta está en el centro o se desvía hacia un lado. Téngase cuidado con las
falsas desviaciones de la punta de la lengua, cuando hay parálisis facial o cuando
faltan piezas dentarias que dan una asimetría del orificio de la abertura de la boca.
3. Fuerza muscular segmentaria: la fuerza muscular segmentaria de la lengua se
explora ordenándole al sujeto que presione con la lengua una de las mejillas
contra las cuales el examinador ha colocado sus dedos o mano por fuera.
Alteraciones
1. Disartria: Es una alteración de la articulación de las palabras propia de
lesiones en los nervios o de los músculos de la lengua. El presentara
dificultades para comunicarse y para la deglución, atrofia muscular, fatiga.
2. Parálisis del hipogloso: La lesión del hipogloso produce una parálisis con
flacidez, atrofia y fruncimiento de la mitad de la lengua. En las lesiones
unilaterales pasados los primeros días, no se aprecian trastornos ni de
deglución ni de expresión fonética. Al sacar la lengua se desvía, gracias a la
acción del musculo geniogloso del lado sano, hacia el lado enfermo. (Signo de
Gowers).
Semiología de la motilidad
Comprende el examen de la l110tilidad activa o voluntaria, la fuerza muscular, la
motilidad refleja, la motilidad pasiva o tono muscular, los movimientos involuntarios
y la taxia.
Motilidad activa
Para evaluarla, se ordena al paciente que efectúe movimientos específicos para
cada grupo muscular, previa exclusión ele afecciones osteoarticulares que los
limiten (abrir y cerrar las manos, movimientos de oposición del pulgar flexionar y
extender los miembros, etc.). Las maniobras de Mingazzini y Barré, descritas en
las ilustraciones, completan el estudio de los trastornos de la motilidad. Las
alteraciones de la motilidad activa comprenden la paresia y la parálisis. Esta última
es la abolición del movimiento correspondiente; la paresia es un grado menor de la
parálisis, y se objetiva por la disminución de la fuerza muscular.
La parálisis, de acuerdo con su topografía, se denomina: hemiplejía (parálisis de la
mitad del cuerpo), monoplejía (parálisis de un miembro), paraplejía (parálisis de
ambos miembros inferiores), diplejía (parálisis de mitades simétricas) y
cuadriplejía (parálisis de los cuatro miembros). De acuerdo con la localización de
la lesión en el sistema nervioso central, las parálisis se dividen en directas y
alternas; son directas aquéllas que afectan toda una mitad del cuerpo; alternas, las
que combinan una hemiplejía con las parálisis de uno o varios pares craneanos
del lado opuesto.
Fuerza muscular
La fuerza muscular se explora realizando maniobras de oposición a los distintos
movimientos, y con el empleo del dinamómetro.
Motilidad refleja
El examen de la motilidad refleja comprende el estudio de los reflejos
osteotendinosos, los reflejos cutaneomucosos, el clonus (clono) y las sincinesias.
Reflejos osteotendinosos
Para obtener una respuesta adecuada se debe utilizar una técnica precisa,
respetando las siguientes condiciones: el estímulo debe efectuarse con el martillo
de percusión, aplicada ésta en el sitio anatómico preciso (tendón o hueso), en
posición adecuada para facilitar la respuesta, con la fuerza correcta y empleando
maniobras que permitan la relajación del paciente (maniobra de Jendrassik), o que
estimulen la respuesta (hiperventilación); el sujeto debe encontrarse relajado, con
vestimenta mínima y en un ambiente cálido. Debe conocerse la respuesta normal
de cada reflejo osteotendinoso y la localización de su centro en el sistema
nervioso central.
A continuación, se enuncian los reflejos osteotendinosos elementales, que deben
ser explorados en iodo paciente, en el siguiente orden:
1. Cabeza: superciliar, nasopalpebral y maseterino.
2. Tronco: mediopubiano
3. Miembro superior: bicipital, tricipital, estilo radial y cubito pronador.
4. Miembro inferior: patelar y aquiliano.
Las respuestas anormales son:
a) Hiperreflexia: Es una respuesta exagerada al estímulo, no generalizada,
que suele acompañarse de difusión del reflejo; esto último consiste en
obtener la respuesta estimulando por fuera del sitio habitual; por ejemplo,
obtener el reflejo patelar percutiendo sobre el músculo cuádriceps.
Podemos diferenciar entre la hiperreflexia y el reflejo vivo (respuesta
exagerada pero no patológica), por ser este último generalizado y simétrico.
b) Hiporreflexia: Es una respuesta de intensidad menor que lo normal, por lo
que se requieren maniobras facilitantes para su obtención.
c) Arreflexia: Es la ausencia de reflejo.
d) Inversión del reflejo: La respuesta al estímulo es inversa a la normal, por
ausencia del reflejo, reemplazado por un ref1ejo de automatismo medular.
Reflejos cutaneomucosos
La estimulación se efectúa sobre la piel o mucosas, con el uso de un alfiler, trozo
de algodón, punta de lápiz, etc.
Los reflejos cutaneomucosos deben explorarse en el siguiente orden:
a) Cabeza: Conjuntival, córneo y palatofaríngeo.
b) Tronco: Cutaneoabdominales, cremasteriano y bulbo cavernoso.
c) Miembro superior: Palmo mentoniano.
d) Miembro inferior: Plantar. En las ilustraciones se describen: sitio de
localización y técnica específica del estímulo, respuesta normal y centro
nervioso.
Las respuestas anormales son:
a) Hiperreflexia: Es una respuesta exagerada al estímulo.
b) Arreflexia: Es la ausencia del reflejo.
c) Inversión del reflejo: Signo de Hoffman; tiene particular significado la inversión
del reflejo plantar. Se denomina signo de Babinski y sus técnicas de estimulación
(maniobra plantar, maniobras de Oppenheim, Schaffer y Gordon).
Clonus
El clonus, o clono, es una respuesta patológica ante un estímulo continuado de
distensión tendinosa, compuesta por una serie de movimientos involuntarios
ocasionados por contracciones rítmicas, de naturaleza inagotable mientras se
mantenga el estímulo.
El clonus, de gran significado semiológico, se explora a nivel del pie, la rótula y la
mano.
Sincinesias
Son movimientos involuntarios y patológicos que se producen simultánea y
automáticamente cuando se realizan otros ljl1ovimientos voluntarios. Se localizan
en el lado paralizado y se obtienen efectuando un movimiento contra, resistencia
en el lado sano; la respuesta consiste en un movimiento similar o una contracción
global del lado paralizado.
Motilidad pasiva: tono muscular
Es el estado de semicontracción del músculo voluntario, determinado por un
fenómeno reflejo; se denomina también tensión muscular.
Se explora por medio de la inspección, la palpación y las pruebas de motilidad
pasiva. La inspección permite evaluar el relieve muscular y, si el paciente está en
decúbito dorsal, la actitud flácida o tensa de los miembros sobre el plano de la
cama. La palpación brinda información sobre la resistencia a la compresión digital
de la masa muscular.
Las maniobras específicas de motilidad pasiva referentes al tono muscular prueba
talón isquion y pruebas de pasividad. Las alteraciones del tono muscular son:
a) Hipertonía: Es el aumento del tono muscular. Se divide en piramidal
(contractura) y extrapiramidal (rigidez). La contractura piramidal
afecta los músculos distales de los miembros, es irreductible y se
puede observar el "signo de la navaja", La rigidez extrapiramidal
afecta los músculos proximales de Jos miembros, es reducible y
presenta el signo de la rueda dentada de Negro.
b) Hipotonía: es la disminución de la tensión muscular. Se caracteriza
por pérdida del relieve muscular y movilidad excesiva en las pruebas
de motilidad pasiva y de pasividad.
Movimientos involuntarios
Son movimientos ajenos a la voluntad del paciente, que por lo general
desaparecen durante el sueño y que se presentan en forma transitoria o
permanente, se exploran mediante la inspección y maniobras estimulantes.
Describiremos sus características fundamentales:
1. Temblor: Es un movimiento rítmico de pequeñas sacudidas musculares, de
sucesión rápida y diferente amplitud. Aparece en cualquier parte del cuerpo,
en particular en los miembros superiores. Se puede observar
espontáneamente y con las maniobras de estimulación que se describen en
las figuras correspondientes. Puede ser localizado o generalizado. Se debe
observar su amplitud (temblor fino o grueso) y la frecuencia de sus
oscilaciones (rápido, lento).
2. Tics: Son movimientos que afectan a un mismo grupo muscular, repetitivos
y que remedan una mueca u otra expresión. Se debe observar su
localización y la capacidad del paciente para detenerlos transitoriamente.
3. Corea: Son movimientos desordenados, no repetitivos y sin finalidad
aparente. Pueden abarcar todo el cuerpo o una mitad (hemicorea). Si los
movimientos coreicos persisten durante el sueño se dice que hay balismo,
4. Atetosis: Son movimientos involuntarios que se observan en los dedos de
manos, pies o ambos; la frecuencia de sus oscilaciones es más lenta que
en el corea.
5. Mioclonías: Son contracciones rápidas de uno o varios músculos, que no
causan desplazamiento de los miembros. Puede estimularse su aparición
percutiendo los músculos, Se deben describir los grupos musculares
afectados.
6. Contracciones fibrilares: Son contracciones que abarcan solamente
grupos de fibras musculares.
7. Convulsiones: Son contracciones musculares bruscas, a menudo
generalizadas y paroxísticas, que desplazan segmentos corporales. Pueden
ser tónicas (contracción sostenida) o clónicas (contracción y relajación
sucesivas).
Semiología de la sensibilidad
Se llama sensibilidad a la percepción de estímulos originados en el propio
individuo o en el entorno.
Se explora mediante estímulos aplicados con instrumentos simples (alfiler,
algodón), tubos de ensayo con agua fría y caliente, pesas, reconocimiento de
objetos, diapasón u otros.
El examen de la sensibilidad requiere condiciones adecuadas. El sujeto debe estar
consciente y colaborador, con los ojos cerrados. El examinador emite órdenes
sencillas y claras sin fatigar al paciente con sesiones prolongadas. La exploración
debe ser metódica (cara, tronco y miembros), en forma simétrica y segmentaria.
El examen comprende la exploración de la sensibilidad superficial y de la
profunda.
La sensibilidad superficial incluye la táctil, la térmica y la dolorosa, la sensibilidad
profunda comprende la sensibilidad a la presión (barestesia), a lo pesos
(barognosia), la vibratoria (palestesia), el sentido de los movimientos y actitudes
(batiestesia), el reconocimiento de objetos por palpación (estereognosia) y la
sensibilidad dolorosa profunda.
Las alteraciones de la sensibilidad superficial son:
a) Anestesia: ausencia de sensibilidad.
b) Hipoestesia: disminución de la sensibilidad.
c) Hiperestesia: aumento de la sensibilidad.
d) Parestesia: sensaciones sin estímulo (p. ej., pinchazos, hormigueos). Las
alteraciones de la sensibilidad profunda se caracterizan por su disminución (p. ej.,
hipopalestesia) o su ausencia (p. ej., abatiestesia).
Las alteraciones de la sensibilidad pueden agruparse en forma característica en
síndromes sensoriales. Estos pueden ser de disociación (alteraciones selectivas
de la sensibilidad) o topográficos (relacionados con la distribución de las
alteraciones). Los síndromes de disociación son:
1. Disociación siringomielia: conservación de la sensibilidad táctil y profunda,
con abolición de la térmica y la dolorosa.
2. Disociación de Dejerine: se encuentra conservada la sensibilidad superficial y
abolida la profunda.
3. Disociación tabética: desaparece la sensibilidad profunda, con conservación
de la térmica y la dolorosa.
4. Disociación periférica: se conserva la sensibilidad profunda y está abolida la
superficial.
Los principales síndromes topográficos son:
1. Hemianestesia: pérdida de la sensibilidad profunda de la mitad del cuerpo,
respetando casi totalmente la superficial.
2. Hemianestesia alterna: anestesia de un lado de la cara y hemicuerpo contra
lateral.
3. Síndrome del cono medular: anestesia de la zona perineal ("en silla de
montar"); se acompaña de trastornos esfinterianos.
4. De acuerdo con el nivel de la lesión (medular, radicular, plexular, periférico).
Exploración del I par.

Examen de campimetría: II par.


Exploración de la motilidad ocular
extrínseca: III, IV y VI par.

Parálisis del III par

Parálisis del IV par

Parálisis del VI par


Exploración del V par.

Exploración del VIII par.

Exploración del IX par.


Exploración del X par.

Exploración del XI par. Exploración del XII.


BIBLIOGRAFÍAS
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